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Michael Randle

Resistencia civil
La ciudadanía ante las
arbitrariedades de los gobiernos

P A ID Ó S
Barcelona• Buenos Aires• México
Título original: Civil resistance
Publicado en inglés por Fontana, an imprint of Harper Collins Publishers, Londres

Traducción de Luis M. Romano Haces

Cubierta de Víctor Viano

A Anne Randle,
y a los hombres y mujeres componentes del jurado
de la sala primera del Oíd Bailey,
del 17 al 26 de junio de 1991,
sin cuya independencia y valor
este libro habría tardado en ser escrito
unos cuantos años.

Medición, 1998
Quedan rigurosamente prohibidas, sin la autorización escrita de los titulares del
«Copyright», bajo las sanciones establecidas en las leyes, la reproducción total o parcial
de esta obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprografía y el
tratamiento informático, y la distribución de ejemplares de ella mediante alquiler o
préstamo públicos.

© 1994 by Michael Randle


© de todas las ediciones en castellano,
Ediciones Paidós Ibérica, S.A.,
Mariano Cubí, 92 - 08021 Barcelona
y Editorial Paidós, SAICF,
Defensa, 599 - Buenos Aires

ISBN: 84-493-0503-9
Depósito legal: B-775/1998

Impreso en A&M Grane, S.L., 08130 Sta. Perpetua de Mogoda (Barcelona)

Impreso en España - Printed in Spain -,-4


SUMARIO

Agradecimientos ............................................................................
Introducción ..................................................................................

1. Resistencia civil y Realpolitik ....................................................

2. Evolución de la resistencia pasiva ..............................................

3. Del satyagraha al poder del pueblo ............................................

4. Dinámica de la acción no violenta .............................................

5. ¿Una defensa alternativa? Nace un concepto .............................

6. Estrategia de la resistencia civil organizada ...............................

7. La capacitación del pueblo y los valores democráticos ...............

8. La resistencia civil en los años noventa ......................................

9. La resistencia civil en la era de la aldea global ...........................

Bibliografía ...................................................................................
índice analítico y de nombres ........................................................
AGRADECIMIENTOS

Deseo expresar mi gratitud muy en especial al Joseph Rowntree


Charitable Trust (un fondo de beneficencia) que me otorgó una subvención
para efectuar la investigación precisa para este libro. Debo dar las gracias
especialmente a lan Futen, editor que fue de Paladín Books, el primero en
sugerirme que escribiese este libro; al editor de la serie, Justin Wintle, por
sus sugerencias y correcciones; y a Anne Randle por su paciente ayuda en un
año excepcionalmente atareado. Le agradezco a la señora Paula Alderson,
viuda de Stanley Alderson, el haberme brindado el acceso al manuscrito no
publicado de su esposo Non-Violence andthe Citizen (La no violencia y el
ciudadano). Doy las gracias también a mis colegas del Social Defence
Working Group (Grupo de trabajo por la defensa social) —Howard Clark,
Christina Arber, Owen Greene, Bob Overy, Carol Rank, Andrew Rigby,
Walter Stein y Tim Wallis-Milne—, quienes a lo largo de muchas reuniones
y discusiones en estos últimos años, han contribuido y ayudado a aclarar mis
ideas sobre la resistencia civil.
Mi deuda intelectual con los pioneros de la teoría no violenta, espe-
cialmente los que escribieron en el período subsiguiente a la II Guerra
Mundial, se evidencia en el texto mismo. Destacan entre ellos Gene Sharp,
Adam Roberts, Theodor Ebert, April Cárter, George Lakey, Jac-ques
Semelin, Christian Mellon y Jean-Marie Muller. Ha influido en mí también
la aportación hecha al concepto de la defensa civil por Anders Boserup,
Andrew Mack, Gene Keyes, Lennart Bergfeldt y Alex Schmid, así como por
Steven Huxley, quien ha sometido la bibliografía de la resistencia no violenta
a una crítica valoración en su libro sobre la resistencia finlandesa a la
rusificación hacia comienzos de este siglo, Constitutional Imurgency in
Finland (Insurgencia constitucional en Finlandia). El capítulo 2 sobre todo le
debe mucho a la revisión del desarrollo de la resistencia pasiva hecha por S.
Huxley en ese libro. Estoy agradecido a Gene Keyes, a Lennart Bergfeldt y a
Bob Overy por haberme enviado ejemplares de sus tesis doctorales, tituladas
respectivamente Strategic Non-violent Defense in Theory: Denmark in
Practice (La defensa estratégica no violenta en teoría: Dinamarca en la
práctica); Experiences of Civilian Resístame: The Case of Denmark 1940-
1945 (Experiencias de la resistencia civil: el caso de Dinamarca 1940-1945);
y Gandhi as an Organiser (Gandhi como organizador).
Corno es natural, me hago totalmente responsable de las opiniones expre -
sadas en este libro y de cualesquiera errores que pueda contener.
Doy las gracias por último a mis amigos y colegas del Departamento ¿e INTRODUCCIÓN
Estudios sobre la Paz de la Bradford University, de la Internacional de
Resistentes contra la guerra, y del extenso movimiento general por la paz y la
no violencia que han desempeñado un papel tan grande en la gesta ción de mis
ideas y convicciones.

Cuando decenas de miles de personas se lanzaron a las calles de Mani


la, en Filipinas, en febrero de 1986 y lograron derrocar la corrupta oligar
quía de Ferdinand Marcos, entró en el vocabulario del discurso político un
término nuevo: el poder del pueblo. ' , r¡
Lo que era propiamente nuevo era el término. La resistencia civil de las
masas enfocada hacia la consecución de una serie de objetivos políticos y
sociales se había convertido en una fuerza significativa durante el si glo XIX.
Desempeñó en algunos casos un papel crucial en las luchas contra el gobierno
colonial, la dictadura, el golpismo y la ocupación extranjera en el siglo
actual. Sin embargo, los acontecimientos de Manila captaron la imaginación
del público de un modo muy especial, debido tal vez a la dramática
confrontación que hubo entre el ejército, por un lado, que apo yaba la férula
dictatorial, y unos elementos civiles por el otro, empeñados en lograr un
cambio político democrático.
Nadie esperaba, ni habría podido predecir, en 1986, que en muy po cos
años el poder del pueblo llegara a ser la causa principal de la transfor mación
de la geografía política mundial y del cuadro de las relaciones
internacionales. Pero así fue. Los historiadores del futuro podrían incluir
muy bien las revoluciones de Europa Oriental en 1989 entre los puntos de
inflexión más importantes de la historia humana, comparables en impor -
tancia a la Revolución Rusa de 1917 y a la Revolución Francesa de 1789-No
sólo terminaron con el dominio soviético en esa región, eliminaron también
de una vez por todas los rodrigones políticos de la guerra fría.
Contribuyeron también en gran medida al hundimiento final del modelo
leninista del comunismo dentro de la Unión Soviética, y a la desintegra ción
del Estado Soviético.
Los acontecimientos evolutivos en el mundo soviético empezaron con
la llegada al poder de Mijaíl Gorbachov en 1985. El objetivo inicial de
Gorbachov fue hacer una reforma dentro de un orden político y social
marxista-leninista continuista. Es difícil restarle importancia como propi-
ciador del cambio, pero fueron el derrocamiento de los caducos regímenes
de la Europa Oriental y las presiones desencadenadas por el mismo den
tro de la Unión Soviética lo que convirtió un programa de reforma en una
revolución a fondo. .- ,. .
Es evidente que esos acontecimientos han tenido su lado negativo. nable, de un desarme nuclear global. Pero, aunque ha habido halagüeños
Como ocurre al derrumbarse cualquier imperio, la disolución del Estado y su acuerdos internacionales para reducir los efectivos tanto convencionales
esfera de influencia ha acarreado tensiones e inestabilidades nuevas. El como nucleares, sigue la competencia por vender armas estratégicas, in-
acontecimiento más trágico y amenazador lo constituye, por ahora, la atroz cluyendo a los regímenes despóticos del Próximo Oriente donde la guerra
guerra de la antigua Yugoslavia. Hay también actualmente una situación de constituye una amenaza constante. En el plano nuclear, aunque se convierta
guerra civil no declarada entre los estados limítrofes de Armenia y en realidad el nuevo acuerdo sobre reducciones de armas estratégicas, les
Azerbaiyán —además del «preludio» de Chechenia— con la amenaza de dejará a los Estados Unidos y a Rusia la capacidad de destruirse mutuamente
violencias ulteriores dentro de una serie de antiguas repúblicas y etnias varias veces —junto con gran parte del resto del mundo—. Existe hoy en día
soviéticas, y entre ellas. Algunas de las regiones autónomas existentes dentro una oportunidad real de convertir en realidad el sueño del desarme nuclear
de las repúblicas rusas y en otras partes han empezado también a exigir su global. Pero si no se lleva a cabo, parece inevitable la proliferación nuclear.
independencia, amenazando con una disgregación aún mayor de la antigua La resistencia civil efectuada por los movimientos pacifistas occidentales, y
URSS. El disparo de los precios, el desempleo, el aumento de la gente sin por los movimientos pro derechos humanos y pacifistas en el Este, ayudaron a
hogar, etc., son algunos de los problemas que tienen que afrontar los poner fin de una vez a la división de Europa y a la guerra fría. Podrá ser
antiguos estados comunistas, y hasta ahora no existe ningún consenso sobre necesario de nuevo ejercer presión sobre los gobiernos para que aprovechen
el tipo de sistema alternativo, social y político, que hace falta ahora. las oportunidades que existen actualmente.
Mucho menor impacto en cuanto a implicaciones políticas que el co- Algunos de sus partidarios consideran que la resistencia civil pro-
lapso del comunismo autocrático en la Unión Soviética y Europa Oriental ha porciona —al menos potencialmente— una alternativa a la guerra y a la
ejercido la desintegración del sistema de apartheid en Sudáfrica, con su defensa militar. Ha sido utilizada de forma creciente como un medio de luchar
perspectiva de un gobierno de la mayoría en un futuro cercano. Aunque no contra la injusticia, la opresión y el dominio extranjero en casos donde en el
se consiguió sin derramamiento de sangre (trágico sobre todo por los pasado se habría contemplado como única opción una guerra de liberación.
choques habidos entre el movimiento Inkatha, de base zulú, y los partidarios Respecto a ese aspecto por lo menos, se ha demostrado que puede constituir
del Congreso Nacional Africano), la resistencia civil, unida a la presión una «equivalente funcional de la guerra». Por otra parte, en Checoslovaquia
internacional, ocupó el centro de esa lucha. Las manifestaciones y tumultos en 1968, se utilizó la resistencia civil en masa —al menos con un éxito
en las barriadas negras amenazaron con un trastorno general, mientras las parcial— para hacer frente a la invasión de las fuerzas soviéticas y del Pacto
huelgas y las amenazas de huelga del COSATU (Congreso de los Sindicatos de Varsovia y exigir la restauración del gobierno legítimo.
Sudafricanos) recordaban a la población y al gobierno de los blancos su Hasta ahora ningún estado ha considerado cosa recomendable basar su
dependencia irremediable del trabajo de los negros. La oposición de las defensa sólo en la capacidad de los ciudadanos para resistir la invasión y la
iglesias al apartheid, y la activa implicación de eclesiásticos prominentes ocupación, o los golpes de estado, por medios no violentos. Sin embargo,
como Desmond Tutu y Alan Boesak aumentaron la estatura moral de la Suecia, tras efectuar estudios sucesivos, lo ha adoptado en 1986, como
campaña antiapartheid, ayudando a socavar los arraigados prejuicios de la estrategia complementaria. Otros países han tomado también muy en serio
mayoría de la población blanca. su capacidad en tal sentido, sobre todo últimamente las antiguas repúblicas
En todas partes del «Tercer Mundo» la resistencia civil ha contribuido soviéticas bálticas.
significativamente a la retirada de las dictaduras y los regímenes militares El potencial de la resistencia civil como forma de defensa alternativa
de derechas —en Chile, por ejemplo, y en gran parte de América Central y merece especial atención en un momento en el que la guerra internacional se
del Sur—, en las Filipinas, mencionadas ya, en Tailandia y en Corea del ha convertido en algo tan destructor, y cuando existe un debate en torno a la
Sur. Cierto es que ha habido también reveses y fracasos, sobre todo en reestructuración de la seguridad global en la era posterior a la guerra fría. El
China. Por ello tiene tanta importancia tratar de analizar las condiciones en desarme nuclear, y la reducción drástica de los niveles de armamento
las que la resistencia civil tiene probabilidades de éxito en cualquier convencional que se supone debe acompañarlo, exigirían también una
momento dado, y las tácticas y estrategias que podrían ayudar a hacerla más evaluación de los medios alternativos de prevención y solución de los
eficaz. conflictos —así como del modo de conducirlos, cuando son inevitables—.
El fin de la guerra fría ha abierto la posibilidad de grandes reducciones En los capítulos 5 y 6 se somete a estudio con algún detalle el potencial de la
de armamento y de la realización, dentro de un lapso de tiempo razo- «defensa mediante la resistencia civil» o «defensa civil».
Este libro sigue de cerca el proceso evolutivo de la resistencia civil, Capítulo 1 RESISTENCIA CIVIL Y
como idea y como fenómeno social, desde sus comienzos a principios del
siglo XIX hasta nuestros días. No se trata de una historia de la resistencia REALPOLITIK
civil como tal —ello escaparía al alcance de una obra de este volumen—;
aprovecha más bien esa historia para mostrar cómo se ha desarrollado la
resistencia civil, y para considerar el papel que podría desempeñar en el
futuro.
Aunque se enfoca principalmente hacia la resistencia civil en tanto
que se relaciona con la macropolítica y la estrategia, no deberíamos pasar «El poder», según la famosa máxima de Mao Tse-Tung, «sale del ca
por alto su contribución a la política de la vida cotidiana. Vemos, por ñón de un arma». En un tono muy parecido, dicen que cuando advirtieron
ejemplo, cómo desde el resurgimiento en la posguerra de la resistencia a Stalin de la fuerza del catolicismo en Europa Oriental, salió con aquello
civil en Europa Occidental y los Estados Unidos, un amplio abanico de de: «¿Cuántas divisiones tiene el Papa?». <'--,v •
grupos y campañas han recurrido a ella, desde la gente sin hogar que se ha Bresnev tuvo motivos para reflexionar con amargura sobre esas pa -
apropiado de casas vacías hasta las mujeres que han bloqueado arterias de labras de su antecesor cuando se enfrentó al problema de Solidaridad en la
mucho tráfico en refuerzo de sus demandas de cruces peatonales. No exis te católica Polonia en 1980-1981. Y tampoco desapareció aquel problema con
tampoco desde luego una nítida línea divisoria entre las luchas políticas y la imposición de la ley marcial en diciembre de 1981 y la proscripción del
sociales de la vida cotidiana y las contiendas de mayor envergadura en pro movimiento Solidaridad. Sin lugar a dudas, visto en retrospectiva, se nos
de la emancipación. A ambos niveles lo que se está jugando es cómo puede evidencia que la aparición de aquel movimiento señaló el comienzo del fin
lograr la gente un mayor control sobre su vida. Desde luego es muy posible
del poder comunista, no sólo en Polonia, sino en toda Europa Oriental y por
que el resultado político final en Europa Oriental y en las repúbli cas ex
último, en la Unión Soviética misma. ' - '
soviéticas, y en otros países que han derrocado últimamente gobier nos
Es cierto sin embargo, que Stalin y Mao distaban de ser ingenuos. De
dictatoriales, dependa de la medida en que a los formalismos de la de -
haberse apoyado en la sola fuerza de las armas y no en todo un abanico de
mocracia parlamentaria corresponda un control democrático genuino por
parte de las bases. La resistencia civil no garantiza un control de ese tipo. Es estrategias persuasivas, manipulativas y coercitivas, ninguno de ellos hu -
un arma crucial en manos de quienes tratan de conseguirlo. biese conseguido el puesto directivo supremo en sus respectivos partidos
La resistencia civil constituye un asunto de enorme importancia social y comunistas ni lo hubiesen conservado hasta convertirse en dos de los líde res
política. Espero que este libro, al esbozar su proceso evolutivo y analizar políticos más poderosos del siglo XX. Esto no equivale, por supuesto, a negar
algunos de los problemas que suscita, contribuya a un mejor entendi - que la violencia, y la amenaza de la misma, desempeñan con fre cuencia un
miento de su modo de funcionar y su potencial para dar forma a una socie dad papel neurálgico en la regulación de las relaciones de poder, en especial en
y un sistema internacional más libres y equitativos. las que hay entre el estado y el ciudadano, y entre un estado y otro.
Equivale en primer lugar a reconocer que la violencia no es el único tipo de
sanción coercitiva disponible y en segundo lugar que otros facto res pueden
ser importantes, e incluso decisivos.
La cruda ecuación del poder y la violencia no sólo es incapaz de expli car
el derrocamiento, relativamente no violento, de los regímenes dictato riales
de izquierda o derecha en la última década más o menos, sino que ni siquiera
explica el éxito de otras revoluciones y luchas anticoloniales en las que la
fuerza armada desempeñó sin duda un papel fundamental. Porque si el poder
proviniese simplemente del cañón de un arma, la enorme dispa ridad
existente en nuestros días entre los medios de violencia de que dis ponen el
estado y la población civil, respectivamente, haría más que im probable el
éxito de una rebelión y convertiría el intento mismo de ella
en una aventura temeraria y descabellada. 1 Pero se producen rebeliones, y sura verbal, el ostracismo social, las penalizaciones económicas —en dos
tienen éxito. Por otra parte, demuestran ser a veces más vulnerables los palabras, ese sinnúmero de presiones rutinarias de la vida cotidiana ejerci das
regímenes represivos y autoritarios. ¿Cómo debemos explicárnoslo? en dirección a la conformidad del grupo— tienen en conjunto un peso mucho
La respuesta abreviada indica que el poder de un gobierno no va más mayor.
allá de su capacidad de suscitar la lealtad y obediencia de las instituciones Pero si la fuente de poder última es la actuación concertada del grupo,
neurálgicas del estado —el ejército, la policía, el funcionariado— y de las instituciones que coordinan y dirigen la actividad de ese grupo pueden
asegurarse además la colaboración o al menos la conformidad de la mayoría situar un poder inmenso en una estructura ejecutiva o de liderazgo. Esto
de la población. En igualdad de circunstancias, cuanto mayor sea el grado de ocurre incluso en muchas instituciones existentes dentro de la sociedad civil,
colaboración voluntaria de que disfrute un gobierno, más seguro estará. En como son los sindicatos, los partidos políticos y las iglesias. Se cumple ello de
cambio, un gobierno que descanse en gran medida en la violencia pura y dura un modo especial en los gobiernos, que tienen a su disposición las
para garantizar la obediencia de una población descontenta está instituciones coercitivas del estado moderno, y acceso a unos recursos
especialmente expuesto a un derrocamiento súbito, debido precisamente a la humanos y materiales sin paralelo en ningún otro grupo colectivo. Los go-
precariedad de su base de poder dentro de la sociedad. Incluso Maquiavelo, biernos, las corporaciones, las clases y los líderes individuales existentes
el padre por así decirlo de la Realpolitik, hizo hincapié en la debilidad dentro de los movimientos e instituciones son poderosos en la medida en
subyacente a los gobernantes que se basan únicamente en la coacción y la que cuentan con la lealtad de gran número de personas a las que pueden
violencia. inducir a que actúen en concertación a favor de un objetivo dado. La base
En su fundamental obra On Vióleme (Sobre la violencia), la politóloga del poder reside dentro de la sociedad, pero son los individuos y las orga-
estadounidense Hannah Arendt pone de relieve que el poder tiene sus raíces nizaciones quienes tienen la capacidad de esgrimir ese poder que normal-
en la colaboración voluntaria. Se debe, nos dice, «a la facultad humana no de mente nos parece tan poderoso.
actuar a secas, sino de hacerlo en forma concertada. El poder no es nunca Se puede dotar de poder a un elemento directivo de una manera níti-
propiedad de un individuo; pertenece a un grupo y conserva su existencia damente voluntaria, por ejemplo, cuando se elige a un individuo para que
sólo en tanto y cuanto ese grupo se mantiene unido».2 Esta capacidad de hable y actúe de un modo determinado en nombre, digamos, de una rama
«actuar de manera concertada» hace posible la civilización, y la sociedad sindical o de un movimiento político. Las líneas del poder en tal caso son
misma. abiertas y transparentes. Pero el poder puede asumir también la forma de un
La relación existente entre la violencia y el poder es compleja. Hannah dominio, es decir, de un poder ejercido sobre otros. Probablemente todos los
Arendt llega al extremo de afirmar que la violencia no sólo es diferente del gobiernos hasta cierto grado, y los dictatoriales en un grado extremo, ejercen
poder —en el sentido en que lo define ella—, sino su antítesis misma. Esto un poder de ese tipo. Es también un rasgo común de las instituciones
es exagerar un tanto ese enfoque. Incluso en las sociedades que no tienen jerárquicas existentes dentro de la sociedad, de la sociedad anónima a la
ningún tipo de autoridad central, las sanciones desempeñan un papel en el familia patriarcal. El dominio lleva consigo por definición una mani-
mantenimiento de la cohesión del grupo y el establecimiento de las normas pulación, y sanciones de distinto tipo. Sin embargo, incluso el gobierno más
del comportamiento social.3 Es cierto, sin embargo, que la violencia arbitrario requiere un mínimo de lealtad de grupo para mantener su puesto y
constituye una sanción extrema y excepcional, porque de no ser así, el grupo estar seguro de que sus órdenes se ponen en práctica.
se desintegraría pronto por sí mismo. Incentivos tales como la consecución Al ejercer un control sobre las instituciones del estado, o sobre el con-
de aquellas necesidades básicas, físicas y sociales, que exigen un trabajo de junto de la sociedad, los gobiernos dependen no sólo, por un lado, de san-
colaboración con otros y sanciones del tipo de la cen- ciones ejercidas y por el otro, de la colaboración brindada libremente por sus
partidarios comprometidos, sino además de otro elemento crucial dentro de
1. Observación muy bien expuesta por Hannah Arendt. Véase On Vtolence. Alien las relaciones del poder: la autoridad. La autoridad denota la capacidad de
Lañe, edición de 1970, págs. 47-50. exigir la obediencia de los demás, o la aceptación del juicio de alguien no ya
2. Arendt, opcit., pág. 44.
por miedo a las sanciones, sino debido a una posición o un estatus. Las
3. Véase, por ejemplo, Michael Taylor, Community. Anarcby and Liberty, Cambridge
University Press, 1982: el capítulo titulado «Social Order without che State», especial - normas y tradiciones culturales de una sociedad determinan, al menos
mente las págs. 80-90. parcialmente, dónde reside la autoridad y hasta qué punto es absoluta. La
autoridad gubernamental depende críticamente de la fuerza de
su reivindicación de legitimidad a los ojos de la gente, y de su derecho mente sus eslogans en público, pero se burlará de ellos en la intimidad del
implícito a exigir obediencia dentro de los límites de un marco constitu cional hogar o en compañía de los amigos de confianza. El estancamiento de la
o tradicional dado. En un sistema parlamentario, el gobierno rei- ¡ vindica su vida económica y cultural y la corrupción endémica de la administración
legitimidad a partir del resultado de unas elecciones. Pero tam- •¡ bien puede son un resultado frecuente cuando un gobierno se apoya sobre todo en la
perder esa legitimidad cuando se considera que ha prevaricado i en sus violencia y el terror para mantenerse en el poder. Un desafío abierto puede
responsabilidades, o cuando actúa fuera de las reglas de la constitu- i ción, o resultar demasiado costoso, pero la población carece ya de voluntad para
utiliza su poder de un modo considerado ampliamente como ina ceptable. hacer que las cosas funcionen. Se produce una auténtica disipación de
Los terceros pueden constituir un apoyo importante —o asimismo una poder en el sentido definido por H. Arendt. Uno de los incentivos en pro de
amenaza significativa— para el poder de los gobiernos o de diferentes la desestalinización que siguió a la muerte del dictador fue probable mente
t,grupos. En este sentido, un gobierno depende en mayor o menor grado no la necesidad de poner de nuevo en movimiento la economía y la sociedad.
sólo de la colaboración de sus propios ciudadanos, sino de la de otros es tados Desgraciadamente, las reformas emprendidas no fueron suficien temente lejos,
con los que tiene relaciones diplomáticas o comerciales, y cada vez más de y terminaron por suspenderse, y dar marcha atrás en parte, cuando Bresnev
otras instituciones y asociaciones exteriores. Por lo tanto, en el caso de una sustituyó a Krushóv como cabeza del mundo soviético.
confrontación importante con parte de la propia población, es probable que un Cuando la desafección se ha extendido lo bastante entre la población, es
gobierno haga un gran consumo de energía tratando de convencer al mundo fácil que se contagie al ejército, la policía y demás servidores públicos que no
exterior de la legitimidad de su caso. Sus opositores, Acuando sus recursos se pueden estar del todo inmunizados contra la corriente de opinión y
lo permiten, tratarán de hacer otro tanto. De un modo similar, en el caso de sentimientos del conjunto de la sociedad. Nos hallaremos entonces con una
disputas dentro de grupos de una misma socie dad, será importante para ambas situación potencialmente revolucionaria. Disminuye la desigualdad^ de los
partes hacerse con apoyo público, y con servarlo.
medios de violencia de que disponen el gobierno y sus opositores, y el
La sensibilidad a las reacciones de terceros y a las de su propia base de equilibrio del poder puede alterarse decisivamente a favor de estos últi mos. En
poder, pueden actuar como un freno en el empleo por parte de un gobier algunos casos se producirá una revolución cruenta o una guerra J civil. En
no dictatorial de la extrema violencia en contra de sus propios subditos. otros, derriba a la antigua directiva un golpe de estado obra de militares
Esto es una razón de por qué la publicidad puede convertirse en una cuer-
decepcionados que están más a tono con lo que ocurre en la so ciedad y con el
/ da salvavidas para aquellos que tratan de desafiar a un poder arbitrario. La
posible deseo de evitar un derramamiento de sangre de grandes proporciones
presión, tanto interna como internacional, por ejemplo, contribuyeron al
o tal vez de prevenir una revolución más radical. En ocasiones, el régimen o la
socavamiento gradual del régimen de apartheid de Sudáfrica y a la gra
policía en cuestión se desintegran totalmente al quedarse sin sus fuentes de
dual pérdida de autoridad del general Pinochet en Chile. A comienzos del
poder. Se dan también otros casos en los que un gobierno, dándose cuenta de
período de dominio de Pinochet, tras el golpe de estado de 1973, fue ca
que ha perdido, renuncia y negocia una transferencia pacífica del poder a sus
paz de acorralar y masacrar a sus opositores políticos por centenares, y
opositores. Hubo tal desintegración y/o transferencias de poder negociadas en
de encarcelar y torturar a muchos más. Pero cuando se vio obligado a re
la mayor parte de Europa Orien tal en 1989- Sólo en Rumania estuvo
nunciar a sus poderes dictatoriales, tales medios no constituían ya una
opción real. . - :, • , , , acompañado el cambio de una vio lencia organizada cuando las fuerzas de la
Securitate, adictas al depuesto dictador, organizaron una última resistencia
Con frecuencia los dictadores se dan cuenta mejor que sus críticos
encarnizada contra el ejército. Y no es una coincidencia que la Securitate
mismos del hecho de que no pueden mandar a base de pura violencia y
terror. Se demuestra claramente si observamos hasta dónde llegan con tal de estuviese constituida principal mente por elementos procedentes de orfelinatos
silenciar el disentimiento e imponer la uniformidad de pensamiento a la estatales, donde sus con tactos con la población civil en general habían sido
población mediante la propaganda y el adoctrinamiento. Esto no quiere decir reducidos deliberada mente al mínimo.
que debamos subestimar la eficacia del asalto verbal y la amenaza de Ese tipo de progresión de la dictadura a la democracia no es, por
castigos terribles para reprimir a la oposición. Pero ocurre que tales mé - supuesto, inevitable. No obedece a una determinación histórica. El estali-
todos terminan por crear cinismo y estancamiento. La gente repetirá fiel- nismo en su forma extrema prevaleció hasta la muerte misma del dictador, y
no fue erradicado del todo hasta que se produjo el colapso del comunis mo en
la Unión Soviética en 1991- Hizo falta la muerte de Oliveira Sala-
zar en Portugal y de Franco en España para que se abriese el camino a la cracia que lo sucedieron. Se mantuvo el marco del gobierno constitucio nal,
democracia parlamentaria en estos dos países. En consecuencia no se debe pero había quedado sumamente desprovisto de contenido.
exagerar la importancia de la base «voluntarista» del poder del estado y del A pesar de todo, incluso en democracias parlamentarias bien consoli -
gobierno. Bajo regímenes muy represivos, la opción que se le abre al dadas, el poder del ejecutivo puede verse ampliado en detrimento de un
individuo en circunstancias normales es muy rígida: o los acata uno (o al control democrático genuino. De hecho, con el advenimiento del sistema"] de
menos se pliega a las manifestaciones de ese acatamiento) o se atiene a la partidos moderno, la noción de una legislatura independiente capaz de
pérdida de los medios de vida, al encarcelamiento y acaso a la tortura y la mantener el control del ejecutivo es una cosa bastante ficticia en muchos
muerte. El régimen puede ser vulnerable al desafío colectivo y, en último
países occidentales. La independencia del poder judicial puede verse tam bién
término, podría provocarlo. Pero la historia nos dice que la erosión del po der
erosionada en la práctica por el sistema de nombramiento de los jueces y a
dictatorial hasta alcanzar el punto en que la insurrección se convierte en una
través de las diferentes presiones del establisbment. Vemos, por ejemplo,
posibilidad real, y una amenaza significativa, ha exigido a menudo años o
cómo ha sido alterado de manera radical el carácter del Tribunal Supremo de
incluso decenios. Uno de los mayores desafíos políticos de nuestro tiempo
consiste en desarrollar métodos y técnicas con los que el ciudada no, de los Estados Unidos a través de los nombramientos hechos durante las
preferencia en colaboración con la comunidad internacional, pueda doblegar administraciones de Reagan y Bush. Se tradujeron las mismas en un Tribunal
a los dictadores con más rapidez y eficacia, y prevenir los golpes de estado o Supremo que revocó decisiones tomadas anteriormente que establecían que la
los deslizamientos hacia el poder autoritario. Enunciado esto en términos aplicación de la pena de muerte era inconstitucio nal, y en una andanada de
más generales, la tarea reside en hacer que el poder del estado se someta al ejecuciones a principios de los años noventa. De un modo parecido, durante
control democrático y permanezca en esa situación. La tarea siguiente estriba los años de la Thatcher en Gran Bretaña, sien do Hailsham presidente de la
en desarrollar un método eficaz de contención y resisten cia para dar una Cámara de los Lores, el sistema judicial se hizo marcadamente más
capacitación a los grupos, sectores y clases de la comuni dad que sufran conservador.
desventajas y discriminación. Un gobierno puede también burlar la ley mediante el abuso de los
í- Las constituciones democráticas están diseñadas para controlar el po- v der servicios de inteligencia y seguridad. Tenemos hoy en día muy claro que
del estado mediante un sistema de controles y equilibrios. Los mismos implican tanto la CÍA en los Estados Unidos como la M.I.5 .y la M.I.6 (servicios de
característicamente una separación nocional de las funciones ejecutivas, inteligencia militar británicos) ejercieron en ocasiones actividades ilegales y
legislativas y judiciales junto con el requisito de efectuar elec ciones generales a del todo indefendibles contra sus propios ciudadanos y los de otros esta dos,
intervalos regulares. Existe también a menudo una constitución escrita que en ocasiones por iniciativa propia, en otras con la connivencia de mi nistros
estipula las funciones de las diferentes ramas gu bernativas y puede incluir una del gobierno, y bajo la dirección de ellos. Por último, incluso un gobierno y
ley fundamental (Declaración de derechos) que garantiza a todos los ciudadanos un parlamento elegidos democráticamente pueden introducir leyes o aprobar
determinados derechos fundamenta les. Cuando existe una constitución escrita se decretos discriminatorios o susceptibles de negar los dere chos fundamentales
pueden llevar las leyes y ^ decisiones a los tribunales y en ellos pueden ser de individuos o de sectores enteros de la comunidad. Las discriminatorias
declaradas nulas si se esta- L blece que quebrantan la constitución. leyes de inmigración del Reino Unido son un caso que hay que citar. El
Se trata de unas medidas de garantía importantes, pero no suficientes. internamiento de «extranjeros enemigos» en tiempo de guerra constituye
No excluyen la necesidad de que resida en manos de la población un otro ejemplo. Llegó al colmo del escándalo el inter namiento en los Estados
remedio ulterior para el caso de un abuso del poder por parte del ejecuti vo Unidos de miles de ciudadanos norteamericanos de origen japonés durante
—o por supuesto, la derogación violenta de la constitución—. Hitler, la Segunda Guerra Mundial.
después de todo, alcanzó el poder por medios constitucionales, y procedió El poder del estado respecto al ciudadano ha aumentado exponencial-
posteriormente, utilizando la violencia callejera y el poder del estado, a mente desde el siglo XIX con la evolución de la moderna burocracia esta tal,
desmantelar las garantías democráticas existentes contra el gobierno dic -
lo que hace aún más necesario someter a nuevo examen la suficiencia de las
tatorial. Las altisonantes declaraciones existentes en las constituciones de la
garantías tradicionales contra el abuso del poder del estado. El esta do
Unión Soviética y las «democracias populares» de Europa Oriental no
moderno es un instrumento potencialmente peligroso en manos de
evitaron los horrores del estalinismo, ni las formas modificadas de auto-
cualquiera. En las de un Hitler y un Stalin permitió la construcción de
tiranías sin paralelo en la historia anterior.
En la teoría constitucional clásica, la sanción última de los ciudadanos
una campaña de guerrillas, cuando, de acuerdo con los preceptos de Mao, el
que se enfrentan a un abuso total del poder es la rebelión armada. Como
hemos indicado ya, uno de los serios problemas que presenta esa solución Che Guevara y otros entendidos en el tema, asume el carácter de una guerra
es la desigualdad de los medios de violencia de que dispone el estado fren convencional. Sin embargo, en el caso de países como China, Viet nam y
te a los que están a disposición de los ciudadanos rebeldes. Sólo cuando un Cuba, la centralización es atribuible también a las ideas políticas de los
f gobierno se halla seriamente debilitado y no puede fiarse ya de su ejército revolucionarios.
ni de sus servicios de seguridad tienen los insurgentes unas probabilidades
i de éxito realistas. - ; ,,. f-—.

En circunstancias tan extremas se ha propuesto la guerra de guerrillas como La remienda civil es un método de lucha política colectiva basada en la
táctica de lucha armada capaz de superar el desequilibrio de la fuerza militar idea básica de que los gobiernos dependen en último término de la colabo
existente entre los dos lados. Fue una solución que recibió mucho respaldo en ración, o por lo menos de la obediencia de la mayoría de la población, y de
algunos círculos durante las décadas de los sesenta y setenta en vista del éxito la lealtad de los militares, la policía y de los servicios de segundad civil.
de la guerra de guerrillas en una serie de países del «Tercer Mundo» —China, O sea que está basada en las circunstancias reales del poder político. Fun
Cuba, Argelia, Vietnam, Zimbabue—. Tiene desde lue go puntos en común ciona a base de movilizar a la población civil para que retire ese consenso,
significativos con la noción de resistencia civil que se analiza en este libro, de procurar socavar las fuentes de poder del oponente, y de hacerse con el
sobre todo en el énfasis que pone en la importancia de la lucha política y la apoyo de terceras partes. Sus métodos abarcan desde la protesta y la per
necesidad de socavar el poder del contrario. Sin embar go, una guerra de suasión hasta la no cooperación social, económica y política, y por último
guerrillas prolongada puede tener consecuencias terribles para la sociedad, hasta la intervención no violenta. 5 Las manifestaciones, huelgas de hambre
sobre todo tal vez en una sociedad muy urbanizada. En semejante escenario, y organización de peticiones son algunas de las acciones características que
donde no existe un frente de batalla definido entre los dos protagonistas y se asocian a la protesta y la persuasión. Las huelgas, las jornadas de trabajo
donde la guerrilla urbana saca partido al actuar ampa rada en el atuendo de lento, los boicots y la desobediencia civil figuran entre los métodos de no
paisano, se hace virtualmente inevitable una dura represión de parte de las colaboración. Y las sentadas, ocupaciones y la creación de instituciones de
fuerzas del estado. (Puede existir incluso la inten ción de provocar la represión gobierno paralelas cuentan entre los de intervención no violenta.
como medio de politizar a la población civil.) La actividad de la guerrilla
~~
urbana puede constituir también un factor de profunda división. Al aumentar
Dos características importantes de la resistencia civil, tal como la
las fuerzas de seguridad sus precaucio nes contra el ataque, la guerrilla se ve
definimos aquí, son que se trata de una acción colectiva, y que evita cual quier
tentada a volverse contra el blanco, más fácil, que constituyen los
recurso sistemático a la violencia. De ese modo se diferencia de la^ disidencia
«colaboracionistas». Pero, comoquiera que gran cantidad de gente se ve
individual por un lado y de las formas de resistencia colectiva que incluyen una
arrastrada inevitablemente a cierto grado de cooperación con la autoridad
acción militar por el otro. Esto no implica que la resis tencia civil exija la
existente defacto, la línea de batalla se aden tra cada vez más y más en la
aceptación de una ética pacifista o no violenta, pero la diferencia sin más como
comunidad. En esa fase, la guerra de guerri llas tiende a volverse cada vez más
fenómeno social de la insurrección armada, la guerra de guerrillas o la guerra
indiscriminada y a desembocar en un terrorismo total. Esa evolución se
convencional. Que llegue a ser posible o siquiera deseable combinar la
evidenció de manera muy trágica en la campaña del IRA provisional en
resistencia civil con una acción militar o pa-ramilitar es un asunto aparte que
Irlanda del Norte desde 1970.
consideraremos más adelante.
Por último, la expectativa o esperanza de que la guerra de guerrillas
Es necesario situar la resistencia civil dentro del concepto, más am plio,
ejerciese un efecto político descentralizador en la sociedad posrevoluciona- ria
de la acción no violenta. Esta última incluye actos de resistencia indi vidual,
no se ha visto reflejada en la práctica. Mas aún, Gene Sharp argumenta que
como la objeción de conciencia; iniciativas transnacionales, como la acción
tenderá a ejercer precisamente el efecto contrario debido al ímpetu
no violenta de Greenpeace para impedir las pruebas nucleares en el Pacífico,
centralizador de la lucha militar, 4 especialmente en las fases ulteriores de
la caza de ballenas, o el vertido de residuos tóxicos; y la impo sición de
sanciones económicas y diplomáticas por parte de estados indivi duales u
4. Gene Sharp, «Popular Empowerment», en Social Pou'er and Política! Freedom, organizaciones como la Unión Europea o las Naciones Unidas. Es
Boston, Porter Sargent, 1980, págs. 331-333.

1
5. Esta categorización es de Sharp. Véase su Politics of Nonviolent Action, Boston,
Porter Sargent, 1973.
evidente que la resistencia civil hecha dentro de un país concreto puede ir Este estudio se centra en la resistencia civil dentro de contextos espe-
combinada con otras formas de acción no violenta. Y desde luego, el apo yo
de terceras partes, por ejemplo, en forma de sanciones aplicadas por cíficamente políticos y, dentro de ellos, presta especial atención a las con-
organismos internacionales, puede ser crucial para el éxito de la resistencia frontaciones empeñadas en acabar con un gobierno dictatorial, arbitrario o
interna. impuesto por extranjeros. Y lo hacemos así, primero, porque en los casos
donde esa resistencia se enfrenta a la fuerza entera del poder del estado, se
Los objetivos de la resistencia civil pueden ser reformistas, tales como la
evidencian con más eficacia su potencial y sus limitaciones, y en segundo
supresión de una injusticia concreta, o la reforma de una ley determinada. Las
lugar, porque el problema de presentar remedios eficaces contra el abuso
campañas de Gandhi en Sudáfrica a favor de la comunidad indostaní, la de las
sufragistas en Gran Bretaña en los primeros años de este siglo, el movimiento extremado del poder estatal constituye una cuestión política central en
en pro de los derechos civiles en Estados Unidos en los años cincuenta y nuestro tiempo. En un capítulo posterior someteremos también a análisis la
sesenta, y la campaña contra el impuesto de capitación en el Reino Unido a noción de «defensa mediante resistencia civil» o «defensa civil» (junto con
principios de los noventa son ejemplos de ese tipo de cam pañas reformistas. A sus sinónimos de «defensa con base civil», «defensa social», «defensa no
veces los métodos de protesta y persuasión —hoy en día de «curso corriente» violenta popular») a través de la cual un estado o sociedad se prepararía
en cualquier sociedad democrática— pueden constituir el remedio completo o sistemáticamente para la resistencia civil en sustitución, total o parcial, de la
adecuado para el éxito total de esas cam pañas. Pero podría ser necesaria, y defensa militar.
legítima, una presión más fuerte. Por otra parte, unas exigencias Las partes actuantes, en el tipo de resistencia civil a que nos referiremos
aparentemente reformistas pueden tener unas implicaciones políticas de principalmente en este caso, son el gobierno —o cualquier otra autoridad
mucha mayor envergadura, propiciando, por ¡ ejemplo, la dimisión de un oficial— de una parte, y un movimiento o una organización de la sociedad
gobierno empeñado en hacerles resistencia. P Pero los objetivos pueden ser civil, de la otra. Pero puede implicar asimismo la intervención activa de
más ambiciosos o incluso revoluciona rios desde el comienzo. Pueden estar pretendientes al poder del estado rivales, por ejemplo, cuando un gobierno
encaminados al acoso y derribo de un gobierno determinado o de una autoridad nombrado legalmente coordina la resistencia contra un intento de golpe o de
de facto, o al derrocamiento de todo un sistema político y social. Los ocupación por extranjeros. Recordemos cómo Yeltsin y el parlamento ruso
objetivos de las insurrecciones no violentas de Europa Oriental en 1989 eran actuaron como centro de resistencia contra el golpe antiGorbachov que tuvo
revolucionarios en cuanto que buscaban un cambio político y social. Pero, en lugar en la Unión Soviética en agosto de 1991. Un caso todavía más claro,
ocasiones, incluso en los mismos, las demandas iniciales estaban relacionadas paradigmático, fue la resistencia al putsch intentado por Kapp contra la
con los derechos civi les, o con la protección del medio ambiente, y República de Weimar en Berlín en 1920: el gobierno legítimo de Ebert se
experimentaron una escala da hasta convertirse en una confrontación total con el desplazó primero a Dresden, después a Stuttgart, mientras dirigía una
régimen. Caracteriza a los regímenes que proscriben cualquier expresión de eficacísima campaña de no colaboración total contra el putsch.
disidencia abierta una rápida pérdida de autoridad cuando se les desafía con En una confrontación entre las autoridades del estado y un movimiento
éxito, incluso respecto a un tema que en principio no plantea un reto a su de base civil, cada una de las partes tratará de socavar la base de poder de la
derecho a go bernar. otra. Tengamos en cuenta, ya lo hemos indicado, que las estructuras de
poder no son cosa exclusiva de los gobiernos y las instituciones del estado;
Los métodos de la resistencia civil pueden aplicarse en las confronta ciones impregnan todas las instituciones de la sociedad civil: la familia, el
que se producen entre grupos de interés diferentes dentro de la sociedad.
sindicato, los movimientos por la paz, los derechos civiles o en defensa del
Muchas de las armas características de la resistencia civil, como las huelgas y
boicots, se forjaron en el movimiento laboral y sus luchas contra los patronos ambiente. Los elementos de poder inherentes a las instituciones de la
en el siglo XIX, o en los pulsos entablados entre terra tenientes y arrendatarios. sociedad civil no son de tipo distinto de los analizados antes, si exceptuamos
Ese tipo de enfrentamientos entre diferentes grupos o sectores de la sociedad que la sanción mediante violencia puede brillar por su ausencia, o efectuarse
pueden hacer que se inclinen de un lado las autoridades del estado, a través de los tribunales. Por consiguiente, dentro de una campaña de
convirtiéndose así en confrontaciones políticas y sociales de carácter general. Es derechos civiles, por ejemplo, la cohesión y el compromiso existentes en las
un ejemplo de ello la huelga general de Gran Bretaña de 1926. bases constituyen la fuente dé poder original y defi-nitoriá'."El poder y la
autoridad de su directiva —tanto formal como informal— dependerán del
grado en que se la considere legítima y/o eficaz, bu
influencia práctica puede reforzarse también con el apoyo de terceros. Mas í
cada situación concreta. O sea que, en una sociedad parlamentaria, aunque la
aún, el éxito o fracaso es un enfrentamiento al estado, puede depender de

1
obstrucción no violenta y la desobediencia civil pueden estar justifica das a
si logra ganarse el apoyo de partes inicialmente neutrales o no interesadas
veces, no son métodos en los que se deba embarcar la gente a la lige ra. Si se
—grupos políticos, iglesias, sectores de los medios, o incluso de organis -
mos internacionales o de gobiernos extranjeros. los utiliza en unas circunstancias en que no estén justificados, especialmente
cuando la sociedad en general los considera como inacepta bles, es improbable
Se puede hacer desde luego que la estructura de las organizaciones ci- ( viles
que den resultado. Además, la desaprobación del pú-i blico se sumará a las
sea deliberadamente informal y lo menos jerárquica posible, para ga rantizar que
órdenes del gobierno de emplear la fuerza para repri-\ mir a sus oponentes.
adopten todas las decisiones importantes el conjunto de sus miembros y no
Los acontecimientos de Tailandia en la primavera de 1992 revelan la
tanto una élite dirigente o la burocracia. Suele ser inevita ble, de todos modos,
interrelación dinámica entre el poder, la coerción y la autoridad. Esos
alguna delegación de la toma de decisiones una vez que el grupo ha rebasado
sucesos nos proporcionan además un ejemplo interesante de la resistencia
determinada magnitud, y esto puede ser muy im portante en aquellas situaciones
civil en acción. Un resumen de lo que ocurrió nos ayudará a aclarar algu nas
conflictivas en que suele ser preciso tomar decisiones rápidas. Por otra parte,
de las distinciones bastante abstractas expuestas en este capítulo.
tiende a surgir una directiva informal en ( cualquier organización, formada por
En los meses de abril y mayo de 1992 ganó fuerza en Tailandia un
aquellas personas que tienen más ex- \ periencia, conocimientos o compromiso
movimiento a favor de la democracia. Era la reacción al golpe de estado de
que la mayoría de los miembros. En vista del análisis precedente, los factores
febrero del año anterior, realizado por el general del ejército Suchinda
psicológicos y morales son elementos cruciales en el tipo de contienda política
Kaprayoon, quien se había autoproclamado primer ministro. Un gobier no
que supone la re sistencia civil. Los «factores morales» tienen aquí el doble
de coalición formado tras unas elecciones hechas en marzo de 1992 siguió
sentido de ser factores que afectan a la moral, y que tienen que ver con los temas
aceptándolo como tal. El trasfondo principal del movimiento era fruto de
morales y éticos. Gran parte de la explicación del teatral hundimiento del poder
décadas de un dominio de la vida política en Tailandia por parte de los
del comunismo autoritario en la Europa del Este reside en que aquellos partidos
militares que siguió vigente incluso durante un período de gobier no de
y gobiernos comunistas habían perdido la moral y la confianza en sí mismos.
civiles que precedió a ese golpe. Los que protestaban exigían no sólo la
Pero esto se debía a su vez en gran medida al desvanecimiento de aquel sentido
renuncia de Suchinda, sino también unos cambios en la constitu ción que
de misión histórica que había encendido a los líderes de la Revolución de
garantizasen que los primeros ministros del futuro tuvieran que ser
Octubre de Rusia y al menos a algunos de los dirigentes y gobiernos
miembros del parlamento, elegidos por el pueblo, y que recortasen los
comunistas de Europa del Este después de la Segunda Guerra Mundial. De un
poderes de un senado dominado por los militares.
modo similar, las potencias coloniales europeas perdieron la fe en su «misión
A las manifestaciones se opuso la represión y la masacre. En dos no ches
civilizadora» en los años de entreguerras y de la última posguerra —al abrirles
consecutivas, la del lunes 18 de mayo y la del martes 19, como algu nos
los ojos en gran medida, hemos de reseñarlo, la resistencia civil o armada de los
manifestantes se entregaran al saqueo y al pillaje, el ejército abrió fuego
subditos de sus imperios.
indiscriminado. Cayeron muertas por lo menos cien personas (algu nos
Esto no equivale a sugerir que se van a salir con la suya necesariamen te informes indican una cifra mucho más alta) y hubo varios cientos de
aquellos protagonistas que tienen la justicia de su lado. Y sin embargo, en una heridos. Fueron detenidas más de 3.000 personas. La masacre y el trato
batalla política e ideológica planteada para ganar el apoyo de ter-\ ceras partes brutal de los detenidos por parte del ejército fueron presentados en la tele -
y reforzar y extender la propia base de poder, el argumento central se enuncia visión thai, pero lejos de amedrentar a la población, dieron fuerza a todas
casi inevitablemente en términos morales. El bando que gana esa discusión luces a la determinación popular de ver a Suchinda depuesto.
tiene grandes probabilidades de verse reforzado. Después de dos noches de matanza y detenciones en masa, la declara ción
La cuestión moral impregna también el debate sobre los medios que ¡se del estado de emergencia, la imposición de un toque de queda del
deben emplear. Para las personas que participan en la resistencia civil, igual anochecer al alba, y la prohibición de reuniones de más de diez personas,
que para el bando gobernante, tiene importancia neurálgica aunar la estrategia parecía justo suponer que terminarían las manifestaciones, al menos por el
a la moral. Y no hablamos sólo del tema de si utilizar o no la violencia contra momento. En vez de ello los manifestantes volvieron a lanzarse a las calles
las personas o la propiedad, sino de la cuestión de qué sanciones no violentas por decenas de miles el miércoles por la tarde, y se hicieron fuertes tras
estarían legitimadas y tendrían sentido político en barricadas en la zona universitaria.
En ese momento intervino el rey de Tailandia, Bhumibol Adulyadei. ocasión las manifestaciones, fue aquel núcleo duro que se había preparado
Abogando por la reconciliación nacional, impuso a Suchinda que dejase en durante tanto tiempo quien se hizo cargo, muy modestamente, detrás de las
libertad al jefe de la oposición, Chamlong Srimuang e hizo compare cer a bambalinas, y haciendo uso del ayuno, la oración, y esas cosas. Por esa razón
ambos en su presencia. La televisión tailandesa los presentó arro dillados fue muy, muy eficaz; porque todo ese tiempo indujeron en la gente un com -
delante del rey, y aquella noche ordenó Suchinda la excarcela ción de más de portamiento pacífico. Por esa razón el gobierno y los militares se salieron de
3.000 personas detenidas durante las manifestaciones y accedió a apoyar los sus casillas, querían quebrantar su actitud y no sabían cómo hacerlo. Utili zaron
a sus propios gángsters disfrazados de manifestantes, tirando ladrillos,
cambios constitucionales exigidos por los manifestan tes. Chamlong apeló a su
arrojando botellas, y fue así como empezó la violencia. 7
vez a que los manifestantes pusieran fin a sus protestas. Pero éstas
continuaron, y el domingo, 24 de mayo, Suchinda di mitió. Al día siguiente, el
Si aquel saqueo y pillaje que acompañó a las manifestaciones fue o no
parlamento thai accedió a enmendar la cons titución para restringir el
fue obra de agentes provocadores del gobierno, como afirma Sulak, es cosa
nombramiento del primer ministro a algún miembro del parlamento elegido
secundaria respecto al desenlace político —aunque proporcionó, por su-
por el pueblo, y limitar los poderes del senado. A continuación, un primer
puesto, el pretexto para las masacres y detenciones en masa—. Lo que contó
ministro civil, Anand Panyarachun fue nombrado por el parlamento, a la
espera de unas elecciones generales. 6 Las mismas tuvieron lugar, en el plano político fue el que más de 100.000 personas se lanzaron a las
debidamente, el 13 de septiembre. calles, produjeron la paralización de la capital y de otras ciudades
importantes, y no se dejaron dominar ni intimidar hasta ver satisfechas sus
El poder de la oposición se evidenció por su capacidad de lanzar a las
calles a decenas de miles de personas, incluyendo muchas de la creciente demandas inmediatas.
clase media de Tailandia. Le hizo frente la violencia pura y dura de un Por descontado que las cosas podrían haber tenido un resultado muy
gobierno dominado por militares que habrían podido destruirlo, al menos a diferente, y por un momento pareció casi inevitable tal desenlace. El para
corto plazo. Pero dos días de matanzas, palizas y detenciones en masa no lelismo con la plaza de Tiananmen casi cuatro años antes salta a la vista.
fueron capaces de arredrar a la oposición. La brutalidad de la represión y el No hay que pasar por alto tampoco las crueles lecciones del resultado de
denuedo y persistencia de los manifestantes empezaron a minar la autoridad luchas anteriores tratando de establecer una democracia estable en Tailan
de aquel gobierno respaldado por militares. Algunos ministros del mismo dia. En 1973 una revuelta estudiantil abatió una dictadura militar bicéfa
hicieron declaraciones que los distanciaban de la represión, y hubo también la que había estado en el poder durante diez años. Pero tres años después,
rumores de que tropas situadas en otras partes del país empeza ban a en medio de otras manifestaciones estudiantiles, uno de los caudillos de
desplazarse hacia la capital para respaldar las demandas de los mani festantes. puestos volvió al poder y se vengó de un modo terrible de los desconten
Por último, el rey hizo uso de su propia autoridad extraordina ria en el tos. El que vuelva a ocurrir o no otra cosa por el estilo dependerá en parte
contexto de la sociedad tailandesa para poner coto inmediato a aquella crisis. de hasta qué punto conserve la oposición dentro de Tailandia su capaci
El poder popular que terminó, temporalmente al menos, con el dad de movilización de las masas opositoras, y en parte también de la
gobierno dominado por los militares, no había nacido por pura generación evidente determinación de la comunidad internacional para aplicar san
espontánea. Estuvo precedido, según nos recuerda Sulak Sivaraska, un im - ciones duras en el caso de otro intento de asunción del poder por parte de
portante activista y teórico de la oposición, con años de organización y es - los militares.8 i
tudio de los métodos de acción no violenta. Hannah Arendt pronostica que en el caso de un choque frontal entre la
violencia y el poder, el resultado será poco dudoso. «Si la estrategia de
Cooperamos con otros budistas, con cristianos, con musulmanes, a escala resistencia no violenta, inmensamente poderosa y eficaz, de Gandhi se
internacional, para aprender a resistir sin violencia. Me incorporé a unos cursos hubiera enfrentado a un enemigo diferente —la Rusia de Stalin, la Alemania
de preparación para la no violencia en México y Filadelfia, y vinieron a de Hitler, o incluso el Japón de antes de la guerra, en vez de Inglaterra—, el
Tailandia personas expertas en este tipo de formación. Ese estadio de pre- desenlace no hubiese sido la descolonización, sino una masacre
paración se prolongó durante 15 años. Y así, cuando se produjeron en esta

- ' ' ' - *' i .' ' " _>'"


7. Sulak Sivaraska, entrevistado en ACTivist (Toronto) de mayo/junio de 1992.
6. The Guardian, 15 de junio de 1992. .-
Reproducido en Peace Neu's, julio de 1992.
•"•••-.-
8. Otra observación puesta de relieve por Sulak en su entrevista del ACTivist.
y el sometimiento.» Pero continúa, añadiendo con sentido común: «La
sustitución de la violencia por el poder puede aportar la victoria, pero a un Capítulo 2 EVOLUCIÓN DE LA
precio muy alto; porque no sólo lo pagan los vencidos, sino también el
vencedor en cuantía de su propio poder». 9 RESISTENCIA PASIVA
Lo que nos demuestra el ejemplo tailandés, lo mismo que el derroca -
miento del Shah de Irán en 1979, es que, en circunstancias favorables, la
autoridad de un gobierno que recurre a la violencia pura y dura puede
vefse^eíosiorTáHa. con tal rapidez que pierde hasta la capacidad de mandar en
los instrumentos de la violencia estatal. Cuando eso ocurre, el poder del
pueblo puede prevalecer sobre la violencia del estado, incluso a corto No hay nada nuevo bajo el sol. El año 494 A. de C. los plebeyos
plazo. En circunstancias todavía más favorables, el ejército y la policía romanos, vejados por su estatus y condiciones de vida, se retiraron a una
pueden negarse desde el comienzo a ejecutar una orden de masacrar a la colina situada sobre la urbe y se negaron a desempeñar su parte en los
población civil, como ocurrió cuando la victoria del poder del pueblo en las asuntos civiles hasta que se pusiera remedio a sus agravios.1 Siglos después,
Filipinas en 1986. También en la antigua República Democrática Ale mana alrededor del año 1600 de nuestra era, las mujeres de la nación iroquesa, o
existen claras pruebas de que Erich Honecker quiso suprimir las sea americanas nativas, se negaron a practicar el coito con sus maridos
crecientes manifestaciones de noviembre de 1989 mediante la fuerza mili tar, guerreros, y con lo mismo a darles hijos guerreros, hasta que obtuvieron el
pero le faltó sencillamente autoridad para llevar a la realidad su po lítica. derecho de decidir si su nación debía o no ir a la guerra.2 Aquello fue un
Pero la victoria de una campaña de resistencia civil no es en absoluto eco, aunque inconsciente, de una idea avanzada por Aristófanes, el gran
más segura que en una campaña militar. Igual que en cualquier contienda, el comediógrafo de la Grecia clásica, en su obra Lisís-trata.
balance total de las fuerzas repercutirá en el resultado. Y afectarán tam bién al Se pueden citar muchísimos ejemplos más para demostrar que el em-
mismo el discernimiento, la organización y la estrategia de los ele mentos pleo de la no colaboración como medio de aplicación de presión contra
implicados en la resistencia civil. Son éstos algunos de los temas que vamos grupos o individuos no es privativa de ningún período ni de ninguna civi-
a estudiar con mayor detalle en los capítulos siguientes. lización. No debemos sorprendernos. La mayoría de las tareas esenciales
para mantener el funcionamiento de una sociedad requieren cooperación. En
las sociedades tribales igualitarias carentes de un sistema central de
autoridad, la retirada de esa colaboración constituye una de las sanciones
más drásticas empleadas para disuadir o castigar a los transgresores y
mantener la cohesión social.3 En las sociedades postribales, con grupos
sociopolíticos y de interés divergentes, la no colaboración se convierte en un
eficaz medio de promover las reivindicaciones de un grupo contra otro, o
contra la autoridad central. Por último, tras haber desarrollado las sociedades
o los estados un grado muy avanzado de interdependencia, la no
colaboración en forma de embargos comerciales y similares se convierte en

1. Sharp, The Politics ofNonviolent Action, op. cit., pág. 76. La fuente de Sharp es F. R.
Cowell, The Revolutiom of Andent Rome, Frederick A. Praeger, Nueva York, 1962 y
Thames y Hudson, Londres, 1962, págs. 42-43. La relación de Cowell se basa en el his -
toriador romano Tito Livio.
2. Stan Steiner, The Neu> Indians, Harper y Row, Nueva York, 1968, pág. 220.
Citado en Sharp, op. cit., pág. 191.
3. Las sanciones e incentivos a que recurren las sociedades sin estado para reforzar la
cohesión social y hacer valer el orden moral aparecen analizados en Taylor, op. cit., espe-
cialmente en el cap. 2, «Social Order without the State», págs. 39-94.
9. Arendt, op. cit., pág. 53.
Evolución de la resistencia pasiva 35

un medio casi de rigor para aplicar presión sin guerra, o como preludio o
acompañamiento de la misma. contribuyó sin duda al fenómeno dieciochesco y decimonónico de la no
colaboración colectiva, es la tradición de la disidencia y desobediencia
No hace falta decir, sin embargo, que los seres humanos tienen nece -
individual.
sidades emocionales y psicológicas además de las puramente físicas. El amor
y la aprobación social son esenciales para cubrir esas necesidades. La retirada
de esa aprobación, especialmente por parte de las personas que amamos o
respetamos, constituye una presión que puede ser tan fuerte o incluso más
El florecimiento de la acción política colectiva en general en Europa en
que la privación física. En las sociedades tribales sin estado, la censura pública,
el siglo XIX, y en particular de las formas de resistencia pasiva, se debió en
el chismorreo y el ostracismo social se sitúan, al lado de la retirada de la
gran medida a la propagación del capitalismo industrial y a diversos
colaboración física, entre las sanciones más drásticas con tra los individuos
procesos evolutivos sociales y políticos concomitantes. La urbanización y el
que contravienen las costumbres sociales. 4 Podemos considerar desde luego
surgimiento del sistema fabril potenciaron mucho la posibilidad de que la
ese tipo de sanciones como una especie de no cola boración a nivel emocional y
gente actuase concertadamente para la consecución de sus objetivos so ciales
psicológico. Conservan sin lugar a dudas una fuerza considerable en nuestra
y políticos. Y lo hizo también la mayor alfabetización, aunque ésta se situaba
sociedad moderna, más atomizada, al ejer cer una presión a favor de la
todavía a un nivel muy bajo en la mayor parte de Europa hasta finales del
conformidad de los grupos que está muy lejos de ser necesariamente deseable.
siglo pasado. Al mismo tiempo el desarraigo, el empobreci miento y la
Algunos de los defensores de la resistencia pasiva en el siglo XIX se vieron
explotación crecientes hicieron más necesaria la acción concer tada en lo que
como unos campeones de la «fuerza moral» en oposición a la «fuerza física».
concierne a las clases artesana y trabajadora. En Gran Bre taña, que encabezó
En realidad, como veremos pronto, tanto la presión moral como la física
la revolución industrial, la organización interna de esas clases había
entran en juego normalmente en las cam pañas de resistencia civil.
producido hacia fines del siglo XVIII unos movimientos polí ticos
Sin embargo, la historia no tiende a repetirse. Los cambios de cir - embrionarios (por ejemplo en forma de las Sociedades de Corres pondencia)
cunstancias transforman el modo y manera de la actuación conjunta de la y unos sindicatos embrionarios (disfrazados a menudo como clubs benéficos
gente y las posibilidades de hacerlo con eficacia. En tal sentido, algunos o sociedades de socorro mutuo para eludir las leyes repre sivas). En el
fenómenos son nuevos, aunque aparezcan prefigurados en algún momento
conjunto de Europa había producido para mediados o fines del siglo xix unos
anterior de la historia. Al seguir la evolución de una idea o de un movi -
poderosos sindicatos así como movimientos radicales y partidos de ideología
miento, es importante identificar los momentos mismos de esa transfor -
socialista, marxista, anarquista u otras.
mación.
El capitalismo industrial había producido también una clase nueva y
El precedente más directo de la resistencia civil del siglo XX está en la diversificada, trabajadora en fábricas y profesional, que exigía voz y voto en
organización y acción colectiva que surgió en Europa y Norteamérica a el gobierno de su país. Esa «clase media», emergente, aliada con fre cuencia a
partir de fines del siglo xvín —y también hasta cierto punto en los países una clase artesana y trabajadora, muy numerosa, o al campesina do,
que vieron su economía y su estructura social alteradas drásticamente por el abanderaron la exigencia de una reforma constitucional liberal y la
impacto de la expansión colonial e imperialista—. En algún momen to de ampliación del electorado. A veces el resultado fueron revoluciones vio -
comienzos del siglo XIX —o posiblemente ya desde aquella agita ción de los lentas, sobre todo en gran parte de Europa en el período entre la Revo lución
colonos de Nueva Inglaterra que precediera al estallido de la Guerra de Francesa de 1789 y la ola de revoluciones que barrieron el conti nente en
Independencia de los Estados Unidos— se acuñó el término de «resistencia 1848. Pero los mejores métodos de organización y movilización abrieron
pasiva» para designar a esa innovadora forma de lucha. 5 Un segundo también las posibilidades a la no colaboración y la desobediencia civil
precedente, que se remonta mucho más atrás en la historia, y que masivas. De esa manera, en Gran Bretaña, la agitación producida so bre todo
por unos dirigentes de clase media obligó con su presión a que el gobierno
4. Taylor, op. cit., especialmente págs. 82-86. aprobase el Acta de Reforma de 1832. Aunque aquel decreto ex cluyó del
5. Véase Steven Duncan Huxley, Constitutional Insurgency in Finland: Finnish «Passive electorado a la clase proletaria, provocó por un lado, y ayudó a poner los
Resistance» against Russification as a Case of' Nonmilitary Struggle in European Re- sistance cimientos de un brote de radicalismo de la clase trabajadora bajo la forma del
Tradition, Sociedad Histórica de Finlandia (SHS), Finlandia, 1990, págs. 52-54. movimiento cartista con sus exigencias de sufragio universal, sus grandes
manifestaciones, y su amenaza de recurrir a una huelga gene-
ral para imponer sus demandas. También en otros países europeos, incluso gamos también que la afirmación de las aspiraciones políticas de un gru po
una limitada extensión de la política electoralista sirvió para que las mani - dentro de un territorio determinado podría plantearse a expensas de otro en
festaciones, las peticiones y las reuniones públicas se convirtiesen en as - un momento en el que las fronteras nacionales de Europa estaban aún en un
pectos aceptados de la cultura política, y facilitasen el establecimiento de proceso de definición. Por ejemplo, la resistencia pasiva de los húngaros
formas más radicales de acción de las masas a favor de objetivos sociales y contra Austria a mediados del siglo XIX, siendo claramente una lucha
políticos. 6 emancipatoria en cuanto se dirigía contra el absolutismo austríaco,
Los siglos xviii y XIX vieron también a la vez la consolidación del es tado consolidó por otra parte el dominio magiar sobre la población eslava y
burocrático moderno y la eclosión de las luchas nacionalistas. El na - rumana que predominaba en parte del territorio. 7 Las luchas en pro de las
cionalismo se vio estimulado a menudo porque la clase media percibía que reformas liberales ayudaron a su vez a establecer y consolidar la hegemo nía
los dispositivos dinásticos o imperiales existentes asfixiaban sus aspiracio nes de la clase media, aunque, como hemos señalado antes, dieron facili dades a
políticas. Por consiguiente, las luchas nacionalistas tendieron a sola parse con la organización y la agitación en pro de los cambios radicales.
otras de tipo constitucionalista liberal encaminadas a ampliar los derechos de Es preciso hacer aquí esta observación para no caer en la trampa de
voto y a terminar con las formas de gobierno absolutistas. Unas y otras suponer que una lucha llevada a cabo sin violencia tiene que ir necesaria -
fueron encabezadas por la clase media aunque gozaban del apoyo de otras mente tras una causa justa, o que, aun en ese caso, no existirán ambigüe -
clases que tenían diferentes prioridades y unos programas más radicales. dades morales en torno a cualquier victoria resultante. Una lucha colecti va
Vemos pues que la resistencia civil en el sentido de una no colabora ción sin violencia puede producir lo mismo un dominio que una liberación.
colectiva evolucionó a partir de finales del siglo XVIII en el curso de Puede constituir un ejercicio mental útil y necesario el evaluar la resisten cia
distintas luchas de emancipación: unas a favor de los derechos de los obre ros; civil puramente como técnica de lucha. Pero cuando llega el momento de
otras de liberación nacional, otras en pro de un constitucionalismo liberal, y aplicarla, hay que situar en el primer plano del debate los objetivos morales
otras que perseguían objetivos sociales y políticos revoluciona rios. La y políticos y sus probables consecuencias si hemos de reducir al mínimo el
alimentó una tradición antigua de disidencia y desobediencia por basados en peligro de multiplicar la injusticia en vez de reducirla.
la conciencia que sigue conservando vida propia hasta nuestros días. Incluyo Antes de someter a consideración la resistencia pasiva tal como surgió a
en esta última la tradición del pacifismo que se expresa sobre todo negándose finales del siglo xvili y comienzos del XIX, valdrá la pena esbozar breve mente
a portar armas o a pagar impuestos destinados a fines militares. La no el patrimonio de disidencia y resistencia que la alimentaron.
violencia tipo Gandhi dentro del siglo XX se puede consi derar como un
intento de fusión de estas tendencias de la cultura europea de la resistencia
unidas a las tradiciones de no violencia y de resistencia social y cultural LA DESOBEDIENCIA Y LA REBELIÓN: EL PATRIMONIO EUROPEO
existentes en la India y en otras partes. Mi enfoque de este libro en los El derecho, más aún, el deber de quebrantar la ley obedeciendo lal
antecedentes en materia de resistencia civil europeos y nortea mericanos antes conciencia es un tema recurrente de las tradiciones grecorromana y judeo-j
del presente siglo obedece en parte a mi creencia de que ellos tuvieron una cristiana. En la Antígona de Sófocles, la protagonista desafía lo que consi- I
importancia seminal y en parte a mis limitados conoci mientos de otras dera como una orden monstruosa e inmoral del rey Creón: que el cuerpo
tradiciones. de su hermano Polinices deba permanecer insepulto por haber dirigido un
Es necesario hacer sonar aquí una advertencia en lo tocante al empuje ejército extranjero contra su propia ciudad-estado de Tebas. En cierto sen
moral y político de la resistencia pasiva/civil. Ha sido crucial desde lue go tido, esa tragedia se vio realizada en las persecuciones sufridas en Roma
para muchas luchas emancipatorias, pero en ocasiones ha ayudado si -
por los primeros cristianos por negarse a adorar al emperador o a servir en
multáneamente a establecer o consolidar el dominio de una clase o grupo
el ejército. :
lingüístico particular. Así, hubo frecuentes tintes patrioteros e incluso de tipo
Los cristianos no fueron el único pueblo que consideró inaceptable la
racista en gran parte del nacionalismo lingüístico del siglo xix. Di-
orden de adorar a los divinos emperadores romanos. El historiador judío
Flavio Josefo (37-95? D.C.) hace mención, durante el dominio del empe-
6. Véase Charles Tilly, Louise Tilly y Richard Tilly, The Rebellious Century: 1830-
1930 J. M. Dent y Sons, Londres, 1975, especialmente págs. 276-277.
7. Observación hecha por Richard Davis en Arthur Gñffith and Non-Violent Smn
Fein, Anvil Books, Dublín, 1974, pág. 92.
rador Calígula (37-41 D.C.), de cómo la comunidad judía se opuso con éxito temiendo sin duda las consecuencias sociales de un derecho particular a
a la orden dada por el emperador de que erigiesen una estatua suya en el deponer o matar a los tiranos. Aunque la desobediencia individual seguía
templo de Jerusalén. «Muchas decenas de judíos», consigna el histo riador, constituyendo un deber para el cristiano en aquellas circunstancias en que la
presentaron una petición al gobernador romano de Siria encargado de hacer obediencia equivaliese a una actuación inmoral, la rebelión encaminada a
cumplir la orden del emperador, asegurándole que estaban resueltos a morir derrocar un monarca injusto sólo podía ser encabezada legítimamente,
antes de «permitir cosas que nos están prohibidas por la autoridad de alegaba el de Aquino, por una autoridad debidamente constituida. 9
nuestro legislador, y por la interpretación de nuestros ante pasados de que John Wyclif, un reformador religioso y erudito bíblico del siglo XIV,
esas prohibiciones son ejemplos de virtud». 8 fue más allá. «No existe un patrimonio incondicional y eterno del domi nio
Dentro de la tradición cristiana, la obligación impuesta al individuo de secular ni hay ningún título humano de posesión que pueda reivin dicarlo;
desobedecer las leyes u órdenes consideradas pecaminosas iba unida a otra sólo quien esté en gracia de Dios es el señor legítimo», aseguró; «el pecado
que suavizaba su cariz provocativo: la obligación de obedecer a la autoridad mortal descalifica al pecador como administrador del feudo de Dios». 10 En
civil, expuesta por san Pablo en el Nuevo Testamento. El efecto de ese otras palabras, el soberano que pierde el estado de gracia, pierde con él su
principio doble se traducía en prohibir una rebelión incluso contra un estado derecho a detentar autoridad. John Huss (1373-1415), el reformador
injusto aunque imponía la desobediencia en el momento en que el estado religioso bohemio, adoptó la «doctrina de la soberanía» de Wyclif, aunque
exigiera del individuo cosas incompatibles con la moral cristia na. Sin sostuvo que no justificaba la rebelión violenta. Su infa me muerte en la
embargo, toda distinción se esfumaba en el momento en que un gobernador hoguera en 1415 desencadenó la insurrección de los hu- sitas que duraría
romano topaba con toda una comunidad cristiana que se negaba a empuñar quince años, aunque sus ideas y enseñanzas se vieron re flejadas más
las armas. Los actos de desobediencia individuales prac ticados por un número exactamente en la ejecutoria de los pacifistas hermanos mo- ravos.
suficiente de personas unidas en una fe común adquieren la fuerza de una La reforma protestante del siglo XVI ensanchó la base del potencial de
acción colectiva. disidencia. No es que fuese ello la intención de su figura más representa tiva,
En la Europa medieval cristiana, la doctrina paulina de la obediencia Martín Lutero, quien sostuvo vehementemente el deber de la obe diencia
civil chocó con la tradición feudal germana que daba a los notables el pasiva a la autoridad, «tanto si actúa justa como injustamente». La
derecho a destituir mediante la fuerza a un rey que gobernara de manera desobediencia, afirmó, era «un pecado mayor que el homicidio, la im -
injusta. Por otro lado, la insurrección y las revueltas estaban a la orden del pudicia, el robo y la fraudulencia». 11 Por otra parte, el impacto inicial del
día en las ciudades-Estado de aquella Italia, y el papado mismo, que cons - establecimiento de iglesias de base nacional se tradujo en un refuerzo del
tituía entonces una autoridad de tanto peso mundano como espiritual, daba a poder de aquellos monarcas que pretendían ejercer una autoridad tan to
menudo alas a las rebeliones. espiritual como temporal, libre de la interferencia papal. Pero a medida que
Santo Tomás de Aquino estableció en el siglo XIII los fundamentos proliferaba la disidencia religiosa, y los disidentes desafiaban las pre -
precisos para un alejamiento de la doctrina paulina. Influido por Aristóte les y tensiones absolutistas de las monarquías nacionales —del mismo modo que
otros filósofos clásicos cuyos escritos habían llegado a Europa a través de la Lutero había desafiado antes las pretensiones papales—, terminó por
España de las tres culturas, propugnaba una doctrina de una ley na tural evidenciarse que un grado de tolerancia religiosa era la alternativa a la
basada en lo racional y en el bien común, por la que debían medirse , todas desunión nacional e incluso de la guerra civil. La tolerancia fue llegando de
las leyes hechas por el hombre. El de Aquino sostuvo que las leyes ' injustas, una manera lenta y desigual, pero donde lo hizo, dejó abierto un espa cio
hablando con rigor, no eran en absoluto leyes, sino actos de vio lencia. Si los donde los disidentes pudieron organizarse y propagar sus ideas.
gobernantes adquirían el poder mediante la violencia o la corrupción, estaba
permitido derrocarlos de no haber sido legitimados pos teriormente por el 9. Anthony Black, «St Thomas Aquinas: the State and Morality», en Brian Redhead
consentimiento público, o la autoridad superior. Se tra taba de una teoría que (comp.), Plato to Nato, BBC Books, Londres, edición de 1990, pág. 71.
daba pábulo a la desobediencia civil, e incluso a una rebelión violenta. Sin 10. Clarence Marsh Case, Non-Violent Coerción: A Study in Methods of Social Pressure,
publicado primero por The Century Co., Nueva York y Londres, 1923; reimpreso por la
embargo, más tarde, el Aquinate dio marcha atrás, Garland Publishing Co., Nueva York y Londres, 1972, pág. 64.
11. Sabine y Thorson, A History ofPoliíical Theory, Holt, Rinehart & Winston, Fort
8. Esta relación de Flavio Josefo aparece reproducida en Mulford Q. Sibley, The Quiet Worth, 1973, pág. 338.
Battle, Anchor Books, Nueva York, 1963, págs. 111-115.
Jean Calvino (1509-1564) insistió también, en Ginebra, en el deber de mancomunidad en la que existiría una igualdad absoluta y toda la propiedad
obedecer a la autoridad civil, aunque admitió la posibilidad de una re - tendría un carácter colectivo. Su resistencia adoptó con frecuencia la forma
sistencia legítima de unos «magistrados menores» (autoridades) a un go - de lo que hoy se denominaría en términos específicos una acción directa no
bierno impío. Sus correligionarios de Escocia y Francia, enfrentados a una violenta. En consecuencia, los diggers se apoderaron de terrenos comunales
situación política diferente del todo, asumieron ese tema secundario de la en Weybridge, Surrey, y en algunos otros sitios del país que procedieron a
doctrina calvinista, situándolo en el centro de la suya. John Knox, exilado y roturar y cultivar (de ahí su nombre). Christopher Hill ha descubierto que
condenado a muerte en su propio país, afirmó audazmente que cuando los constituían sólo la punta de un iceberg de disidencia radical y que los true
soberanos faltaban a su deber de defender la moralidad y la religión levellers fueron vistos como una amenaza especialmente peligrosa debido al
verdadera, la gente tenía no sólo el derecho, sino además el deber de opo - número de partidarios y simpatizantes que tenían dentro de las filas del
nerles resistencia. La doctrina de que la gente tuviese el deber de obedecer a ejército.15
un rey que desobedeciera las leyes de Dios constituía una blasfemia. John Locke fue un insigne filósofo del siglo XVII cuyos escritos en
«Porque no es menor blasfemia decir que Dios haya dispuesto que se obe - defensa de la Revolución Inglesa se convirtieron en una piedra angular del
dezca a aquellos reyes que imponen la impiedad, que decir que Dios por su pensamiento constitucionalista liberal. Fue uno de los distintos pensadores
precepto es autor y sostén de toda iniquidad.» 12 políticos que adelantaron la noción de un «contrato social» entre los
Los hugonotes franceses se vieron enfrentados también a una fuerte gobernantes y los gobernados. Era esencial que el gobierno brindase deter-
monarquía católica determinada a aplastarlos, y fue uno de sus miembros, minados beneficios vitales para la sociedad, como el juicio imparcial de los
Mornay, quien escribiera un impetuoso e influyente tratado en apoyo del litigios, el poder de imponer decisiones, y la capacidad de defender a la so-
derecho a resistir —la Vindictas contra Tyrannos (1579)—. B Fue reeditado ciedad contra amenazas del extranjero. El monarca que no estuviese a la
muchas veces en Inglaterra y otros países cada vez que se producía una cri sis altura de esas responsabilidades estaba faltando de hecho al contrato suscrito
en las relaciones entre la corona y el pueblo, 14 A pesar de ello, su espí ritu no con la sociedad y ello le hacía perder la legitimidad. En un caso extremo, se
era democrático, sino aristocrático; como en santo Tomás, el dere cho a le podría ofrecer resistencia y derribarlo.
resistir no residía en el individuo particular, sino en una autoridad
debidamente constituida. Sostenía los derechos de las ciudades, provincias y El fin del gobierno es el bien de la humanidad; ¿y qué es mejor para la
humanidad, que el pueblo esté expuesto siempre al arbitrio ilimitado de la
clases contra las pretensiones del poder regio absolutista. Adoptó esa
tiranía, o que a veces haya derecho a oponerse a los gobernantes, cuando éstos
misma posición Teodoro de Béze, jefe espiritual de los hugonotes france ses, se exceden en el empleo de su poder y lo emplean para la destrucción de las
que sucedió a Calvino en Ginebra. propiedades de su pueblo, y no para su conservación? 16
Además de estas dos ramas fundamentales del protestantismo, otros
movimientos religioso-políticos del siglo XVI, como los anabaptistas y los Además, tanto para Locke, como para Knox o Mornay en el siglo pre-
mennonitas, fueron mucho más allá en su desafío a las autoridades secula res y cedente, el derecho a resistir implicaba el derecho al empleo de la violencia
eclesiásticas establecidas. Estos dos peculiares movimientos defen dieron cuando fuese necesario. Locke rechaza sarcásticamente la idea de que se
además un retorno a los principios comunistas y pacifistas de los cristianos pudiese resistir a la fuerza de un oponente de ninguna otra manera, y con-
primitivos. El siglo xvn contempló toda una proliferación de sectas y cluye: «por consiguiente, al que deba resistirse hay que permitirle que
movimientos radicales de ese tipo, especialmente durante el pe ríodo de la golpee».17 Esto no quiere decir, como es natural, que ni Locke ni los
guerra civil inglesa, que vio surgir a los levellers (niveladores), diggers miembros de la tradición constitucionalista whig que lo siguió no estuviesen
(«destripaterrones»), cuáqueros, ranters («predicadores») y otros. Los al tanto de otras maneras de aplicar presión para conseguir un cambio
levellers exigían el sufragio universal y la igualdad ante la ley. Los diggers, político. Todo lo contrario, el recurso a la fuerza militar estaba considera-
o true levellers (niveladores auténticos), trataban de establecer una
15. Christopher Hill, The World Turned Upside Down: Radical Ideas during the English
12. Citado en Sabine and Thorson, op. cit., pág. 345. •-•-•-.. Revolution, Penguin Harmondsworth, edición de 1991, especialmente págs. 118-123.
13. Huxley, op. cit., analiza este punto en las págs. 69-72. Véase también el análi sis, 16. John Locke, «The True End of Government», en Two Treatises of Government,
más extenso, del mismo, que hacen Sabine y Thorson, op. cit., 352. Everyman (J. M. Dent), Londres y Melbourne, edición de 1990, pág. 233.
14. Sabine y Thorson, op. cit., pág. 352. 17. Ibíd., p. 237. Citado en Huxley, op. cit., pág. 73.
do como la última sanción a aplicar, y únicamente cuando no hubiera otros vamente diferente de la no resistencia de la época pre-protestante y de la de
medios o éstos fueran claramente inadecuados. Steven Huxley argumenta algunas de las sectas, más quietistas, como los mennonitas, cuya actitud
que ésa es la razón de que en la tradición constitucionalista no se trazase una consistía en retirarse totalmente de la vida pública. La tradición de la
clara diferencia conceptual entre los tipos de resistencia violentos y no disidencia consciente y la desobediencia, combinadas a veces con unos
violentos.18 principios pacifistas absolutos, continuó hasta los siglos XIX y xx, inspi-
Con todo, durante el siglo XVII floreció entre los cuáqueros y otras rando la labor de reformistas como William Lloyd Garrison, abanderado de
sectas radicales una tradición de vigorosa resistencia que, sin embargo, la campaña contra la esclavitud, y algunos influyentes propugnadores de la
excluía al recurso a la violencia por motivos morales y religiosos. Los cuá- resistencia pasiva, sobre todo Thoreau y Tolstoy.
queros denunciaron los abusos de su tiempo en los términos más enérgicos,
doctrina que combinaron con un rechazo rotundo a obedecer leyes
LA N O CO LA BO RA CIÓ N CO LEC TIV A : N A C E LA R ESISTEN CIA PA SIV A
consideradas como inmorales por ellos. Aquello planteó un reto directo a las
autoridades, y se tradujo en el encarcelamiento de centenares de cuáqueros y Con la no colaboración, la teoría siguió básicamente a la práctica. Fue
miembros de otras sectas puritanas. Aunque es cierto que los cuáqueros no descubierto su potencial al evidenciarse poco a poco a través de la prueba y
formularon entonces ninguna teoría de desobediencia civil colectiva como el error. Hubo escaso análisis sistemático de la misma antes de finales del
medio de poner coto a las autoridades, y contemplaban su desobediencia, siglo XVIII, al publicarse la Enquiry Concerning Political Justice (Indagación
como habían hecho los primeros cristianos, como un asunto de conciencia concerniente a la justicia política) de William Godwin. Según hemos visto,
individual, desarrollaron sin embargo mediante la práctica una técnica de en el siglo XIX se desarrollaron las manifestaciones, las marchas, huelgas, en
campaña sumamente poderosa, que iba a traer consigo importantes reformas. ocasiones la desobediencia civil, y otras formas de acción colectiva tanto
En la Norteamérica del siglo XVII el desafío de los cuáqueros a un edicto del por efecto de los movimientos radicales de reforma como por el crecimiento
gobierno colonial que prohibía la reunión pública enfrentó a aquellas del proletariado creado por el capitalismo industrial. Los movimientos a
autoridades con la opción de practicar detenciones en masa o dar marcha favor de la autonomía nacional o de la independencia total hallaron también
atrás. Y se decidieron por lo último. Los cuáqueros llevaron a cabo una con frecuencia que el método de lucha más eficaz que estaba a su alcance era
campaña con un resultado muy similar en Estados Unidos contra el pago de la resistencia pasiva. Por último, desde mediados del siglo pasado, los
diezmos a la iglesia establecida.19 En Inglaterra, en 1670, William Penn y movimientos socialistas, anarquistas y sindicalistas situaron con frecuencia la
William Mead presentaron una enérgica defensa en el Oíd Bailey contra una huelga general en el eje de su estrategia de derribo del sistema capitalista.
acusación de que daban lugar a una reunión tumultuosa por predicar en Será conveniente, por lo tanto, pasar revista en tándem al desarrollo de la
domingo en la city de Londres. Fueron absueltos por un jurado que pasó a la teoría y la práctica de la no colaboración colectiva hasta el comienzo del siglo
historia del derecho al desafiar la indicación del juez de que los declarasen XX.
culpables a ambos y resistir los esfuerzos del mismo por ablandarlos a base
de «tenerlos cerrados toda la noche sin carne, bebida, fuego u otras
comodidades... incluyendo una simple bacinica, aunque la deseaban». 20 En el Contribuciones anteriores al siglo XVIII
vestíbulo principal del Oíd Bailey puede verse una placa que conmemora el Existen estudios perceptivos relevantes sobre el poder de la no colabo-
coraje de los doce miembros de aquel jurado. Lo que debemos resaltar ahora ración colectiva anteriores a Godwin. Nicolás Maquiavelo (1469-1527) hizo
es que aquella tradición cuáquera de la acción y la campaña en público, que ver la vulnerabilidad de los gobernantes ante el desafío de sus «agentes» y de
al igual que otros grupos siguen practicando hasta nuestros días, era una la población en general durante un fecundo período de transición de los
verdadera resistencia. Era cualitati- «principados civiles» al despotismo absoluto:

18. Véase Steven Huxley, op. cit., págs. 73-74. Los principados suelen pasarlo mal cuando se produce una transición del
19. Clarence Marsh Case, op. cit., págs. 97-98. poder limitado al absolutismo. Los príncipes que dan ese paso gobiernan o bien
20. Citado por Lord Denning en «From Precedent to Precedent», The Romanes directamente o a través de magistrados. En el último caso su posición es más
Lecture, 21 de mayo de 1959, Clarendon Press, Oxford, pág. 5. débil y peligrosa, porque se entregan del todo a la voluntad de los ciudadanos
que han investido con esos cargos. Y éstos, especialmente en
Evolución de la resistencia pasiva 45

tiempos de adversidad, pueden destronarlos con gran facilidad ya sea Un aspecto más importante es que el ensayo de La Boétie no formaba
mediante una acción positiva contra ellos o bien no obedeciéndolos. 21
parte ni constituyó el origen de un debate en ese tiempo sobre las posibi-
En otro pasaje Maquiavelo advierte que el gobernante «que considera lidades de la no colaboración.25 Fue considerado más como una acusación
como enemigo suyo al conjunto del público nunca puede sentirse seguro; y contra la tiranía que como una receta novedosa para derribarla. No fue
que cuanto mayor sea su crueldad, más débil se tornará su régimen». 22 De publicado hasta 1574, tras la muerte de La Boétie, y lo fue en una forma
todos modos, da la impresión de que Maquiavelo suponía que la re nuencia plagiaría e incompleta, sin mencionarlo como autor, y utilizado por los
de esos delegados del poder y del pueblo a obedecer órdenes cons tituiría el hugonotes franceses, los calvinistas escoceses y los protestantes holandeses
preludio de la conspiración o de una insurrección violenta y no tanto que la como texto de propaganda contra el absolutismo católico. Hasta 1727 no fue
no colaboración pudiese acarrear por sí misma el derroca miento del tirano. publicado bajo el nombre verdadero de La Boétie, incluido en una
Su libro trata principalmente de asesorar a los príncipes en el arte de compilación de las obras de su amigo y contemporáneo Montaigne. Fue
gobernar, incluyendo en ella el acertado empleo del engaño, la represión y publicado en inglés por vez primera en 1735.2Í> Sin embargo, como veremos,
la fuerza militar para conservar el poder. En cambio, otro escritor y hombre su importancia no reside en la influencia que ejerciera en su tiempo, sino
de estado del siglo xvi, Étienne de La Boétie (1530-1563), estudia con más sobre los escritores y teóricos de los siglos XIX y xx que redescubrieron su
fundamento la no colaboración como método de acción política coercitiva. El obra.
tema de su Discours de la Servitude Volontaire (Discurso sobre la
servidumbre voluntaria) se centra en que el poder de los tiranos procede de la Primeros movimientos radicales de la clase trabajadora
colaboración y la «servidumbre» voluntaria del pue blo; si se le retira, el
tirano quedará inerme: El tratamiento que hace Godwin de la no colaboración es en conjunto de
más fundamento y propio de su tiempo. Su Enquiry Concerning Political
> Resolveos a no obedecer y seréis libres. No os aconsejo que lo sacudáis Justice fue publicado en 1793 durante el período de acalorado debate que
ni que lo derroquéis [al tirano]: dejad tan sólo de sostenerlo y, como un gran hubo en Inglaterra sobre la Revolución Francesa. Puede haber sido conce-
coloso al que le quitan el pedestal, lo veréis caer por su propio peso y hacer bido, igual que el más famoso ensayo de Tomás Paine, en respuesta a las
se pedazos. 23
Reflections on the French Revolution de Edmund Burke, y se ha convertido en un
clásico de la bibliografía libertario-anarquista. Si se retira la obediencia,
Pero La Boétie hace que la retirada en masa de la colaboración suene a aduce Godwin, se viene abajo la trama sobre la que descansa el gobierno
una cosa bastante simple; después de todo, la servidumbre bajo la tiranía no injusto: la usurpación de la libertad y la sujeción violenta.27 En absoluto
era más «voluntaria» en la Italia del Renacimiento que lo es hoy en día. De
descarta tampoco el recurso a la resistencia violenta, pero la considera como
hecho, en un pasaje anterior de su ensayo, reconoce La Boétie: «Ocurre a
un último recurso al que no se debe echar mano sin una perspectiva
menudo que se nos obliga a obedecer por la fuerza». En ese caso, nos dice,
razonable de éxito, y aun entonces sólo «cuando no se pueda ganar tiempo de
nos conviene «soportar el mal pacientemente, y reservarnos para el futuro y
ningún modo, y las consecuencias que van a producirse en seguida sean
una fortuna mejor».24 Se dan en este contexto pocas perspectivas de que pueda
incuestionablemente fatales».28 Una revolución sin violencia, sostiene,
mantenerse la no colaboración hasta lograr una conclusión afortunada frente a
conduciría a la «eutanasia de un gobierno pernicioso».29
la represión violenta.
El libro de Godwin gozó de una popularidad enorme en los años que
siguieron inmediatamente a su publicación, especialmente en los círculos
21. Nicolás Maquiavelo, The Prime, traducido al inglés con una introducción de
George Bull, Penguin Classics, Harmondsworth, edición de 1986, pág. 70.
22. Nicolás Maquiavelo, The Discourses, Penguin Classics, Harmondsworth, edición 25. Aspecto muy discutido por Steven Huxley, op. cit., págs. 67-69-
de 1983, pág. 155. 26. Respecto a la historia de este ensayo y su influencia en el pensamiento pacifis ta y
23. Véase Anarchy, vol. 6, n" 5, mayo de 1966, págs. 129-152, que contiene una anarquista, véase la introducción que de él hace Nicolás Walter en Anarchy, op. cit., págs.
traducción al inglés de ese ensayo con una introducción de Nicolás Walter. El pasaje citado 129-137.
aparece en la pág. 142. 27. Citado por Huxley, op. cit., pág. 26.
24. Véase Anarchy, op. cit., pág. 138. Steven Huxley, op. cit., hace una crítica más 28. Citado por Geotge Woodcock, Ananhism, Pelican, Harmondsworth, 1963, pág.
extensa del tratado de La Boétie, págs. 67-69. • 74.
29. Citado por Huxley, op. cit., pág. 27.
de la élite literaria, pero también en las agrupaciones de artesanos y obreros terloo—. El poema combina un mordaz tono polémico contra la reacción
que hacían bolsa común para comprarlo.30 Pero las cosas habían cambiado tiránica que se produjo en Gran Bretaña tras la derrota de Napoleón con una
dramáticamente hacia los últimos años de ese siglo. Muchos de los poetas y explícita defensa de la resistencia no violenta para vencerla. La polémica
figuras literarias de Inglaterra —Southey, Coleridge, Wordsworth— habían queda bien pintada en las primeras estrofas:
renunciado a su primer radicalismo, al tiempo que la legislación represiva,
por ejemplo los dos decretos de 1795-1796 y la Ley de Sociedades Sediciosas M e topé con el M onstruo de cam ino ,
de 1799, era empleada a fondo para acabar con las Sociedades de Traía la careta del 2
vizconde^
,
Correspondencia y otras agrupaciones radicales y reformistas. Carilindo como él, pero ensañado; :

En el período que siguió a las guerras napoleónicas hubo un renovado interés Lo seguían siete mastines rabiosos:
hacia sus ideas, debido sobre todo a las obras del gran poeta romántico
Shelley —y a las notas del editor y periodista radical Richard Carlile en su G ordos los siete ¡y vaya si podían estarlo!
edición pirata del Queen Mab de Shelley—.31 Las ideas de Godwin siguieron Porque, de uno en uno, y de a Los
dos, cebaba
influyendo en el movimiento socialista y laborista a través de reformadores con humanos corazonesQ ue iba sacando del
del siglo xix del tipo de Robert Owen, del socialista utópico Francis Place, abundoso capisayo.
miembro fundador de la London Correspon-dence Society (Sociedad de
Correspondencia de Londres) en 1792, y de William Thompson, el temprano Después nos presenta Shelley su transfigurada visión de la resistencia
economista socialista. La esposa de Godwin, Mary Wollstonecraft, fue pacífica que derrotaría a la tiranía: •:.-...<••.-
también una importante figura por su propio mérito. Su libro A Vindication
ofthe Rights ofWomen (Reivindicación de los derechos de las mujeres), ¡Convocad una reunión, de las grandes! ' ¡
publicado en 1792, aplicó las ideas de la Ilustración a la posición de las Y declarad allí, con todo fundamento
mujeres en la sociedad y señaló un momento crucial en la larga y continua Y palabras muy medidas,
batalla por los derechos de la mujer. Su reivindicación del sufragio femenino ¡ Que sois libres, porque así os hizo Dios!
fue asumida por los cartistas en los años 1830, pero no se vio realizada del
todo hasta 1928 después de muchos años de agitación y de las grandes Y si entonces os retan los tiranos,
campañas de resistencia civil y desobediencia civil de las sufragistas en los Llevadlos allí, a galope de muías...
primeros años de este siglo. Shelley —quien se fugó con la hija de Godwin y Azotad/os a cuchillada limpia, tajos y tajadas,
Mary Wollstonecraft y terminó casándose con ella— adoptó con entusiasmo
Dadles ración completa de eso que
las ideas de Godwin, dándoles expresión poética en obras suyas como Queen
Tanto les gusta , para los demás...
Mab, La rebelión del Islam y Prometeo liberado. Un poema suyo es sumamente
interesante en el contexto del estudio que nos ocupa. La máscara de la
Los brazos cruzados, de hito en hito, .•.-
anarquía fue escrito en respuesta a la masacre de Peterloo. Se produjo ésta en
•->
1819 cuando una gran muchedumbre ordenada que incluía muchas mujeres y
Sin mostrar miedo, ¡tranquilos!
niños que se habían congregado en la pradera de St. Peter, Manchester, para
Clavadles la mirada como cuando matan ellos,
oír al orador radical Henry Hunt, fue atacada por voluntarios de caballería y
Hasta sofocarles el encono mismo.
por húsares. Hubo once muertos y centenares de heridos en lo que se conoció
como la «batalla de Peterloo» —irónica referencia a Wa-
Saltadlos entonces, para que
Regresen cargados de oprobio,
30. Woodcock, op. cit.,pág. 84. Al lugar de do vinieron,
31. Edward Thompson, The Making of the English Working C/ass, Penguin, Con aullar de sangre en las mejillas.
Harmondsworth, 1968, pág. 107n. Este libro fue publicado primero en 1963 por Víctor
Gollancz, Londres.
32. El vizconde Robert Stewart Castlereagh, Ministro de Exteriores en ese tiempo,
aunque considerado generalmente como responsable de la aprobación de los «Five Acts»
(Cinco Decretos) y de la matanza de Peterloo.
Evolución de la resistencia pasiva 49

Cualquier mujer del terruño escolar elemental en Ashburton, Devon) vio con claridad que la represión de
Los señalará con saña al verlos , 1819 convertía los derechos de la prensa en el punto de apoyo del movi miento
¿ Osarán saludar siquiera radical. Pero, a diferencia de Cobbett y de Wooler, que modificaron su tono
Al cruzarse en la calle con los suyos? para ajustarse a los Seis Decretos en la esperanza de vivir lo suficien te para
luchar más adelante (y que sólo consiguieron quedar fuera de la circulación),
Y los guerreros leales y atrevidos Que han Carlile enarboló la negra enseña del desafío no cualificado y, como una chalupa
abrazado al Peligro en campaña Se unirán a de piratas, navegó de frente contra el centro de las flotas com binadas del
los libertarios , Abochornados de tan vil estado y la iglesia. Cuando, tras los acontecimientos de Peterloo, tuvo que ir a
compaña. juicio (por publicar las obras de Paine), la prensa radical ente ra exaltó su
valor, pero lo dio por perdido. Cuando volvió a quedar en liber tad y embistió
de nuevo después de años de prisión, las flotas combinadas se vieron dispersas
¡Alzaos como Leones que despiertan, y desordenadas más allá del horizonte. Carlile había hecho agotarse las
En número incontable! , municiones del gobierno, y convertido sus encausamientos y jurados especiales
Arrojad al suelo esas cadenas. en el hazmerreír de la gente. Había echado lo que se dice a pique las
Corno si fueran pringue de una pesadilla , sociedades procesales privadas, la Asociación Constitucional (o «Pandilla de
Porque sois muchos , y ellos son muy pocos. Bridge-Street») y la Vice Society (sociedad contra el vicio), mantenidas por el
patrocinio y aportaciones de la nobleza, los obispos y William Wilberforce.
Tomada literalmente, la visión de Shelley podría parecemos muy alejada Está claro que Carlile no consiguió su triunfo él solo. El primer asalto de
de la realidad; pero como metáfora de la asqueada repulsa pública de la la batalla tuvo lugar en 1817, año en que los juristas de la corona se
masacre de Peterloo y sus consecuencias políticas, fue extraordinariamente encargaron de veintiséis procesos por libelos sediciosos y blasfemos y de die -
precisa. Porque Peterloo, más que ningún otro suceso particular, sentó el ciséis expedientes ex officio. Los laureles de la victoria de aquel año fueron a
parar a Wooler y a Hone, y a los jurados londinenses, que se negaron a de -
derecho a las manifestaciones en la calle en la Inglaterra del siglo XIX.33
clararlos convictos. 34
Está claro que, para entonces, se había afianzado en la gente un hondo
convencimiento de la posibilidad de la no colaboración y desobediencia civil
como método de resistencia y contención. En Gran Bretaña, por ejemplo, En la lucha económica y social de esa época, las huelgas iban sustitu
después de Peterloo, los intentos del gobierno de amordazar la prensa yendo cada vez más a las roturas de maquinaria, quemas de pajares y ac
mediante las infames «Six Acts» (Seis decretos) se vieron contrarrestados — ciones violentas similares como armas principales de la protesta y resis
con un final feliz— por una verdadera campaña de desafío en la que tencia de la clase trabajadora. El momento decisivo de ese desplazamiento
centenares de periodistas, impresores y distribuidores sufrieron condenas de de la organización y los métodos de acción varió considerablemente de un
cárcel. Edward Thompson nos describe gráficamente aquel proceso: país a otro, iniciándose primero en aquellos países como Gran Bretaña y
Francia donde había echado raíces primero la industrialización capitalista.
Analizaremos más adelante con mayor detalle el significado de esa evo
No hay tal vez ningún país en el mundo donde la lucha por los derechos
de la prensa fuese tan encarnizada y tan señaladamente victoriosa, y estuviese lución. • -' ' "• " :' ' • • •'•'•• ;í
tan peculiarmente identificada con la causa de los artesanos y los trabajadores.
Si Peterloo estableció (por una paradoja de sentimientos) el derecho a la Campañas nacionalistas y constitucionalistas
manifestación pública, los derechos de una «prensa libre» fueron ganados en
una campaña que se extendió durante quince o más años que no tiene Los etimólogos hacen remontarse la primera utilización escrita del
comparación por su tenaz, enconada e indomable audacia. Carlile (un término «resistencia pasiva» y de su equivalente alemán, passiver Widers-
hojalatero que había recibido sin embargo un año o dos de instrucción tand, a 1819, el año en que escribió Shelley La máscara de la anarquía.^ Se

33. Referente a la reacción por Peterloo, véase Thompson, op. cit., págs. 756-757 y
791. 34. Ibíd., págs. 791-792.
35. Huxley, op. cit., analiza la etimología de la resistencia pasiva, págs. 52-53.
le aplicó principalmente en las luchas constitucionalistas y nacionalistas y de firmas, negativa a pagar impuestos, un boicot social a los recaudadores
menos en las de la clase trabajadota, y se entendía por tal a veces una presión del impuesto del papel, la publicación de periódicos sin el pago del mis mo,
pacífica dentro de la ley más que una desobediencia civil y no colaboración y la no importación ni consumo de artículos procedentes de Gran Bretaña.
en masa. En 1848, el año de la revolución en Europa y del «nacimiento de las La mayoría de los funcionarios afectados dimitieron como resul tado de esa
naciones», el presidente de la Asamblea Nacional Prusiana, Hans Víctor von presión, y el tributo en cuestión se había convertido en letra muerta cuando
Unruh, convocó públicamente una campaña de resistencia pasiva para se revocó el decreto en marzo de 1776.
oponerse a la disolución de la misma por parte de la corona. 36 Los decretos de Townshend de 1767, que imponían tasas en toda una
En ese período la resistencia pasiva se convirtió en el centro de un serie de artículos, chocaron con una resistencia similar. Esos decretos fue ron
enconado debate político. Marx, en un artículo publicado en el Neue Rhei- revocados en 1770, exceptuando el del impuesto del té. El Decreto del té de
nische Zeitung en diciembre de 1848, lo denunció como un método em pleado 1773, concebido en parte para garantizar el cumplimiento del im puesto
por la burguesía contra la revolución. 37 Su discípulo Ferdinand Lassalle, en sobre el té y reforzar al mismo tiempo la posición comercial de la East India
un discurso pronunciado en Dusseldorf en 1849, describió la resistencia Company (Compañía de las Indias Orientales), chocó con una campaña
pasiva de la Asamblea Nacional como una traición; la resisten cia pasiva era empeñada en hacer dimitir a los agentes del té. Provocó también el famoso
una contradicción, una resistencia que no era tal, un pro ducto del Motín del té de Boston durante el cual los comerciantes de la dinámica
reconocimiento burgués de la necesidad de la resistencia unido a su temor a ciudad echaron un cargamento de té al puerto de Boston en di ciembre de
actuar en consonancia. 38 Pero lo que atacaban entonces Marx y Lassalle no era 1773-
la no colaboración en masa por parte del conjunto de la población sino el El gobierno británico reaccionó promulgando los Decretos coerciti vos.
ejercicio de la presión legal y parlamentaria sobre las autoridades por una Éstos cerraron virtualmente el puerto de Boston, otorgaron poderes
clase media que, según sospechaban ellos, quería evi tar el desencadenamiento extraordinarios al gobernador de Massachusetts y dieron a los gobernado res
de una revolución total. Marx extendió también su sarcástica verborrea al de todos los Estados el derecho de alojar soldados en determinadas cir -
pedigree constitucional en el que basaba sus rei vindicaciones. cunstancias en edificios que no se utilizasen. Tales decretos iban encami -
Las contiendas nacionalistas del siglo xix estaban íntimamente em - nados principalmente a castigar al Estado de Massachusetts, pero -—según
parentadas con las luchas constitucionalistas y se basaban también en un advirtió Edmund Burke a los colonos— constituían una amenaza para todas
llamamiento a los mismos principios fundamentales. Sin renunciar a la las colonias. Pero lo cierto es que, a partir de 1773 y antes del inci dente del
violencia en todas las circunstancias, los dirigentes de aquellas luchas re - té de Boston, las asambleas elegidas en las distintas colonias ha bían
conocieron cada vez más las posibilidades de la resistencia pasiva. El pro - empezado a establecer «sociedades de correspondencia» para coordi nar su
totipo en este caso lo sentó la resistencia, a fines del siglo xvin, efectuada en respuesta a las medidas británicas, y para cuando entraron en vigor los
las británicas colonias norteamericanas en la década que precedió al estallido Decretos coercitivos, estaban ya preparadas para llevar a cabo una resis tencia
de las hostilidades en 1775. 39 Empezó aquella campaña con el reto al Stamp unida. El Primer Congreso Continental, que tuvo lugar en sep tiembre de
act (Decreto del timbre) de 1765 —uno que establecía im puestos sobre una 1774, reunió a representantes de todas las asambleas délos Es tados e hizo
serie de artículos de papelería que incluía los documen tos legales y el papel suyo un detallado programa de no colaboración conocido como la
prensa—. La resistencia adoptó la forma de solicitud Asociación Continental. Además de las medidas económicas se procedió a
cerrar los tribunales, no pagar los impuestos, desafiar abierta mente a los
gobernadores británicos y se convocaron Congresos Provin ciales ilegales
36. Ibíd., pág. 53. para supervisar el cumplimiento de las medidas de la aso ciación. En abril de
37. Citado por Huxley, op. cit., pág. 54
1775 sonaron los primeros tiros de la Guerra de Independencia, pero según
38. Ibíd., pág. 54.
escribiría en 1815 John Adams —que sucedie ra a George Washington como
39. Véase Walter H. Conser Jr., Ronald M. McCarthy, David J. Toscano y Gene
Sharp (comps.), Resístame, Politics. and tbe Amencan Struggle for Independeré 1765-1775 presidente:
Lynne Rienner Pubüshers, Boulder, Colorado, 1986. La relación que presentamos se basa en
los ensayos de este libro. Una historia de las operaciones militares desde el diecinueve deabril de
1775 al tres de septiembre de 1783 no es una historia de la Revolución
Americana... La revolución estaba en la mente y el corazón de la gente, y en
la unión de las colonias; y ambas cosas se habían realizado sustancialmente antes la constitución, y al año siguiente fue asesinado Bobrikov, el gobernador
de que comenzasen las hostilidades. 40 ruso. Tenemos pruebas de que la resistencia había empezado a perder ner vio
en ese momento, pero recibió una ayuda inesperada en forma de la revolución
Sin embargo, cosa muy natural, la Guerra de Independencia de los de 1905 en Rusia y de una huelga general a escala imperial. El acorralado zar
Estados Unidos eclipsó la campaña de no colaboración que la había prece - retiró la ley de conscripción militar, y en 1906 fue restable cida la Dieta
dido. Muchísimo más influyente como modelo de resistencia pasiva en pro Finesa, y sobre una base más democrática. 42
de unos objetivos nacionalistas/constitucionalistas fue la emprendida por La resistencia de Hungría prendió fuego en Irlanda a la imaginación de
Hungría contra Austria de 1849 a 1867. Su objetivo era la restaura ción de la Arthur Griffith, miembro fundador y figura clave del Sinn Fein (funda do en
constitución, suspendida por Austria en 1848, que había reco nocido ya a 1905). En 1904, en una serie de ingeniosos y polémicos artículos publicados
Hungría como reino autónomo dentro del Imperio Austríaco. Encabezada en el United Irishman), perfiló Griffith el desarrollo de la resis tencia húngara
por Franz Deák, terrateniente y político húngaro, la resisten cia adoptó sobre y abogó por una campaña en Irlanda que siguiese un esbozo similar.
todo la forma de un boicot de los congresistas húngaros pertenecientes al Argumentaba que los parlamentarios irlandeses debían boicotear el
parlamento imperial de Viena y la no colaboración de los consejos parlamento británico y exigir la restauración de la situación constitu cional
comarcales húngaros encargados de la aplicación de la política austríaca. existente en 1782, cuando Gran Bretaña había concedido indepen dencia a los
Pero incluyó además una resistencia a nivel popular, incluyendo el impago parlamentarios irlandeses. Sus artículos se publicaron en un formato de
de impuestos, un boicot a los empleos y cargos del gobierno, boicots sociales folleto barato posteriormente, ese mismo año, con el título The Resurrection
a las tropas y funcionarios austríacos, y toda una gama de acciones, protestas of Hungary: A Parallel for Irdand (La resurrección de Hungría: un paralelo
y manifestaciones simbólicas. En 1867, la campaña —en unión sin duda con para Irlanda). 43 Como estudio histórico recibió duras críticas; un crítico lo
otros factores (los austríacos eran incapaces de hablar húngaro, idioma comparó con «un cuento de hadas». 44 De hecho tenía menos de cuento de
difícil, en su inmensa mayoría y miles de húnga ros tenían la suerte de hablar hadas que de opúsculo propagandístico. Como tal tuvo un éxito enorme, y
y pensar en alemán), incluyendo la postración que sufrió Austria tras ser mucha circulación, siendo reeditado en 1912 y de nuevo en 1918. (La edición
derrotada por los prusianos en la batalla de Sadowa el año anterior— se de 1918 incluyó una referencia a la resistencia de Fin landia, presentada como
tradujo en un acuerdo de compromiso que sa tisfizo las exigencias otro ejemplo de campaña con éxito.) Fue traduci da también a una serie de
fundamentales de los húngaros. 41 idiomas de la India y muy distribuida dentro de lo que era entonces la perla
La campaña húngara influyó en todas las campañas de resistencia pasiva del imperio. 45 Gandhi citó la campaña húnga ra y recomendó a los indios
que la siguieron en el siglo XIX buscando objetivos constituciona-listas y residentes en Transvaal, África del Sur, que si guiesen una estrategia similar,
nacionalistas, así como, a través de Gandhi, en las del siglo XX. Fue el atenido casi de seguro al relato de Griffith. 46
modelo seguido por la resistencia pasiva de Finlandia contra el in tento de Pero Irlanda tenía ya su propia historia de resistencia pasiva, y algu nos
rusificarla entre 1899 y 1906. Prendió fuego a la resistencia de Finlandia una críticos del folleto de Griffith aseguran que habría hecho mejor refi riéndose a
nueva ley rusa de servicio militar de 1899 que prolongaba la duración del ella que tratando de imponer un paralelo con un país centroeu-ropeo cuya
mismo, reclutaba finlandeses para incorporarse a unidades rusas o colocaba política entendió muy a medias. En el siglo xvm el deán de la
oficiales rusos al mando de unidades finlandesas. Al mis mo tiempo, las
facultades de la Dieta Finesa fueron reducidas a las de una asamblea 42. Para más detalles, véase Huxley, op. cit., especialmente el cap. IV, «Constitutio-
provincial. Los finlandeses se negaron a llevar a cabo aquella ley y hubo una nalist Insurgency», págs. 143-252. Véase también David Thomson, Europe Since Napoleón,
amplia resistencia al reclutamiento. En 1903 fue suspendida Penguin, Harmondsworth, edición de 1981, págs. 480-481.
43. Arthur Griffith, The Resurrection of Hungary: A Parallel for Ireland, James Duffy y
co., M. H. Gilí y Son, y Sealy, Bryers y Walker, Dublín, 1904.
44. T. M. Kettle, «Would the Hungarian Policy Work?», en New Ireland Review,
40. John Adams al doctor Jedediah Morse, 29 de noviembre de 1815, en The Works febrero de 1905. Citado por Davis, op. cit., pág. 115.
ofjohn Adams, Charles Francs Adams (comp.), Little Brown, Boston, 1850-1856, vol. 10, 45. Véase Davis, op. cit., pág. 93.
pág. 182. Citado por Conser y otros, op. cit., pág. 3.
46. Véase Huxley, op. cit., pág. 51, donde cita a Gandhi, Collected Works of
41. C. A. Macartney, Hungary: A Short History, Edinburgh University Press, 1962, Mohandas K. Gandhi (Ministerio de Información y Radiodifusión, Gobierno de la India,
especialmente el cap. 7, «Revolution and Reacción», págs. 155-170; y A. J. P. Taylor,
Delhi, 1958-1970), vol. 7, págs. 213-214.
The Habsburg Monarchy, Macmillan, Nueva York, 1949, caps. V al IX.
catedral de san Patricio, Jonathan Swift, autor de Los viajes de Gulliver, había relieve, comprometido en principio con el rechazo de la violencia. Nos
recomendado a sus paisanos que «quemasen todo lo que fiíera inglés no referimos a Robert Lynd (1879-1949), un escritor nacido en el Ulster que
siendo el carbón», y propuso un sistema de monarquía dual dentro del que la publicaba sus ensayos en el periódico Sinn Fein insistía en que una lucha no
única conexión de Irlanda con Inglaterra se efectuaría a través de la corona. violenta conservaría la unidad del país y sería más difícil de sofocar por los
Daniel O'Connell aprovechó brillantemente en el siglo XIX las posibilidades británicos que una rebelión armada.50
organizativas que le brindaba el sistema electoral —muy restringido La rebelión de 1916 en Irlanda y la guerra de guerrillas que la siguió en
entonces—. Su elección como miembro del condado de Clare en 1828 1919-1921 se tradujeron en la subordinación de la resistencia civil a la lucha
enfrentó al gobierno británico con el dilema de declarar la elección nula militar. De todas maneras, se llevaron a cabo muchas de las medidas
(sobre la base de que los católicos no podían ser elegidos miembros del específicas propugnadas por Griffith, incluyendo el establecimiento de una
parlamento) o cambiar la ley. Temeroso de provocar una insurrección de gran asamblea nacional irlandesa, el Dail Eireann, en Dublín en 1919, tras la
envergadura, el gobierno prefirió lo último, y la Relief Bill («Ley de abultada victoria del Sinn Fein en las urnas. Por otra parte, el Sinn Fein
Remedio») fue aprobada al año siguiente. La campaña de O'Connell se logró unas victorias no menos impresionantes en las elecciones municipales,
convirtió en un modelo para la organización y agitación reformista en Gran de condados y de distritos rurales, y en ese otoño (1920), por consejo del
Bretaña. La Unión Política de Thomas Attwood, que abanderó la campaña a Dail Eireann, la mayoría de los ayuntamientos situados fuera del nordeste
favor del Acta de Reforma de 1832, se apegó decididamente al modelo de la del Ulster habían roto sus lazos con la Mesa del gobierno local, administrada
Asociación Católica.47 por los británicos. El sistema de justicia británico fue sustituido también en
Pero los esfuerzos de O'Connell para conseguir una mayor independencia su inmensa mayoría por los «Dail Courts» (Tribunales del Dail), y en julio
para Irlanda no tuvieron éxito. Al igual que Swift, estaba preparado para de 1921 estaban funcionando ya unos 900 de esos tribunales parroquiales y
aceptar un sistema de monarquía dual con Inglaterra. Propuso el setenta tribunales de distrito.51 Por consiguiente, si entre 1920 y 1921 Irlanda
establecimiento de un Consejo de los Trescientos para que actuase como el se había convertido en casi ingobernable para Gran Bretaña, se debió no sólo
gobierno defacto de Irlanda, y jugó con la idea de un boicot al parlamento. a la rebelión armada, sino al establecimiento de una estructura paralela de
Thomas Davis, otra figura grande del movimiento nacional irlandés en la gobierno, tribunales y administración.
primera mitad del siglo, estaba dispuesto también a transar por una monarquía El grado~dé interacción existente entre las luchas de independencia de
dual. Aunque no renunciaba al empleo de la fuerza, da la impresión de que Irlanda y la India es impresionante. Hemos mencionado ya la influencia
había visto en la no colaboración activa la manera principal de aplicar una dentro de la India de la historia de la resistencia húngara publicada por
presión política.48 A comienzos de 1880, la Liga Nacional de la Tierra, bajo la Griffith. Pero Griffith puso también mucho interés de su parte en el mo-
jefatura de Michael Davitt y Charles Stuart Parnell, emprendió una poderosa vimiento nacionalista indio e intercambió información con varios periódicos
campaña contra las rentas exorbitadas y los desahucios —llegando a patrióticos indios. Consideraba al movimiento indio Swadeshi —que entre
producirse a veces confrontaciones violentas pese a los esfuerzos de la otras cosas propugnaba un boicot a los productos británicos— como el
directiva para evitarlo—. El rechazo de las rentas y el ostra-cisma-tQtal contra equivalente del Sinn Fein. En 1907 Jawaharlal Nehru, que llegaría a ser
quienquiera que intentara trabajar en tierras de donde hubieran sido primer ministro de la India, visitó Dublín en unas vacaciones de sus estudios
expulsados otros, constituían el núcleo duro de la lucha. En -'esa época se en Cambridge, y escribió a su hermano que el Sinn Fein era similar al sector
acuñó la palabra boicot a cuenta del ostracismo declarado a un cierto capitán avanzado del Congreso Nacional Indio.52
Boycott, representante de un terrateniente inglés absen-tista.49 El movimiento Hubo pues claramente una fertilización cruzada de ideas entre dife-
mismo del Sinn Fein proporcionó un ensayista de rentes movimientos empeñados en la independencia nacional, por lo menos
a partir de los años de la lucha de Hungría, que llevó a la adopción de la
47. Derek Fraser, «The Agitation for Parliamentary Reform», en J. T. Ward (comp.), resistencia pasiva como una estrategia importante, si no la central, de las
Popular Movements, c. 1830-1850, Macmillan, Londres, 1970, págs. 34-35. Citado por luchas por la independencia.
Tilly, op. cit., pág. 276.
48. Davis, op. cit., pág. 92.
49. Véase E S. Lyons, Ireland Since the Famine, Weidenfeld and Nicolson, Londres, 50. Davis, op. cit., pág. 93.
1971; Fontana, Londres, 1973. Véanse específicamente págs. 164-174 de la edición de 51. Véase Lyons, op. cit., págs. 407-408.
Fontana. , : 52. Davis, op. cit., págs. 92-93. •
Proyectos utópicos y revolucionarios
bierno civil), fue ocasionado por su detención y encarcelamiento de la noche
La idea de una huelga general capaz de derrocar el orden capitalista a la mañana por negarse a pagar sus impuestos. (Muy a su pesar, un amigo
aparece sistemáticamente en los movimientos radicales y revolucionarios pagó la multa impuesta para que lo soltaran.) Se reimprimió después de su
europeos del siglo XIX. Los cartistas habían soñado con ella en las décadas de muerte con el título con el que se le conoce más hoy en día —On the Duty
1830 y 1840, aunque nunca se acercaron a ponerla en práctica. Richard of Civil Disobedience (Sobre el deber de asumir la desobediencia civil).55
Tucker, el anarquista estadounidense cuyos escritos tuvieron influencia tanto Thoreau aboga por una desobediencia civil selectiva por razones de
en su propio país como en Europa, fue uno de los teóricos que situaban la principio. Había pagado su impuesto de carreteras porque tenía «tanto deseo
huelga general en el eje mismo de la estrategia que proponían. Aunque de ser un buen vecino» como de «ser un mal subdito». Rehusó pagar el de
apoyaba la violencia en defensa propia, atacó la crítica de Lassalle de la capitación no porque tuviese nada en especial contra el fundamento de ese
resistencia pasiva como «la resistencia que no resistía». En cambio Tucker impuesto, sino «para negar su lealtad al estado y mantenerse al margen de él
opinaba que era el arma más eficaz en manos de la clase trabajadora.53 Desde y sobre él».
alrededor de 1900 el sindicalismo se había convertido en Italia en una fuerza Al defender su actitud por razones de conciencia, Thoreau se sitúa en
creciente de la clase trabajadora, y en 1904 realizaron la primera huelga el centro de la tradición de la disidencia radical. En cambio, al negarse a
general más o menos efectiva de la historia en protesta contra la matanza de profesar lealtad de ningún tipo al estado norteamericano comportándose
obreros y campesinos en el Sur y en Cerdeña. 54 Georges Sorel, el teórico del modo que lo hacía, y rehusar el pago de impuestos, llevó su desafío
principal del sindicalismo, a pesar de ser un defensor apasionado de la más allá que la mayoría. Pero el punto crucial reside en que defendió la
violencia revolucionaria, consideraba también la huelga general como el idea de que la infracción de las leyes por motivos de conciencia era políti
arma revolucionaria de más peso. camente eficaz —más que votar, o emprender campañas de propaganda, o
La huelga general que estuvo más cerca de lograr su objetivo revolucionario tratar de trabajar mediante métodos constitucionales para cambiar las
tuvo lugar a lo largo y ancho del imperio ruso en 1905. Estalló en enero de leyes. • • • • • • - ;-
1905 como resultado de la masacre de más de 100 manifestantes desarmados
el «Domingo sangriento» en San Petersburgo, y las huelgas, manifestaciones Deposita tu voto entero, no sólo una tira de papel, sino toda tu influen cia.
y a veces choques armados paralizaron el imperio la mayor parte de aquel Una minoría carece de poder mientras se conforma a la mayoría; enton ces no es
año. En octubre anunció el zar concesiones importantísimas a los luchadores siquiera una minoría; pero no hay quien la resista si se atasca con todo su peso.
progresistas, incluyendo el establecimiento de una legislatura electiva. El Si la alternativa consiste en tener que encarcelar a todos los hombres justos, o
intento de los bolcheviques y mencheviques de Moscú de convertir la gran renunciar a la guerra y a la esclavitud, el estado no vacila rá en su elección. Si
huelga en una sublevación armada en di-ciembre de 1905, visto en mil hombres no quisieran pagar sus recibos de contri bución este año, eso no
retrospectiva, se nos presenta como un error garrafal, permitir al zar aplastar sería una medida violenta y cruenta, como lo sería pagarlos, capacitando al
la insurrección. Doce años después, la Revolución de Febrero, a base de estado para cometer violencia y derramar sangre inocente. Esto es de hecho la
huelgas, amotinamientos, deserciones en masa y manifestaciones, produjo definición de una revolución pacífica, si tal revolución es posible de algún
finalmente el final del imperio zarista. El escritor del siglo XIX más modo. Si el recaudador de impuestos, o cual quier otro funcionario público me
directamente inmerso en la tradición no violenta y más cercano al pregunta, como hizo uno: «Pero ¿qué voy a hacer yo?», mi respuesta es: «Si
desea realmente hacer algo, deje su pues to de funcionario». Cuando el subdito
anarquismo individualista en su proyección política fue el estadounidense
haya negado su lealtad al estado y el funcionario dimitido de su cargo, la
Henry David Thoreau. Incurrió en la desobediencia civil personal al negarse
revolución se habrá consumado. 55
a pagar su impuesto de capitación aduciendo que así sostenía la esclavitud y
una guerra injusta contra México. Lo era. Su ensayo sobre la desobediencia
En ese pasaje reconoce Thoreau a todas luces las implicaciones coerci-
civil, publicado por vez primera en 1859 con el título de Resístame to Civil
tivas del desafío en masa y las dimisiones de los funcionarios del gobierno.
Government (Resistencia al go-
Pero su llamamiento va dirigido esencialmente a la conciencia individual,

53. Huxley, op. cit., pág. 58. 55. Henry David Thoreau, On the Duty of Civil Disobedience, Peace News, Londres,
54. Tilly, op. cit.,págs. 120-121.
1963, con introducción de Gene Sharp, pág. 13-
y mira más al impacto moral de la desobediencia civil que su potencial oponerse a la subyugación y explotación de la gente; la enseñanza de
coercitivo:
Jesucristo lo implica ya, y si todos siguiésemos esa enseñanza, terminarían
semejantes abusos. A la luz de esto, es irónico que Tolstoy haya ejercido un
Sé muy bien que, si mil hombres, o cien, o diez, cuyos nombres pudie ra efecto tan profundo en uno de los líderes nacionalistas más representa tivos
mencionar —si sólo diez hombres honrados — más aún, si un hombre hon rado,
del siglo XX: Mahatma K. Gandhi.
de este estado de Massachusetts, cesando de tener esclavos, se decidiera a retirar
de hecho su coparticipación, y lo encerrasen por ello en la cárcel del condado, Como sería de esperar, Tolstoy no dedica tiempo alguno a la táctica del
sería la abolición de la esclavitud en América. asesinato político llevada a cabo por algunos anarquistas de su tiempo. Pero
se opone a tal asesinato, no sólo por motivos morales, sino también por los
Es posible que Thoreau estuviese familiarizado con el ensayo de La políticos. Se pregunta: «¿Cómo un cuerpo organizado de anarquistas..., que
Boétie sobre la servidumbre voluntaria. Su íntimo amigo Ralph Waldo estudia detenidamente los medios de mejorar las condiciones de la gente, no
Emerson lo conocía de seguro, y le dedicó un poema al autor. Sin embargo, puede hallar nada mejor que asesinar a la gente, siendo ese homicidio tan útil
no existen pruebas directas de esta conexión. como cortar una de las cabezas de la Hidra?».57 No son los zares, reyes ni
Podemos ver fácilmente por qué Tolstoy veía en Thoreau un espíritu emperadores, afirma, los causantes de la opresión y la guerra, aunque la
afín al suyo. El conde ruso elogia el «admirable ensayo» de Thoreau y el organicen ellos. «Sino aquellos que los han puesto donde están y los apoyan
ejemplo que dio yendo a la cárcel por negarse a pagar impuestos al estado.56 en una posición desde la que tienen poder sobre la vida y la muerte de la
Tolstoy pone todo su énfasis en los individuos que actúan de acuerdo con su gente. Por lo tanto no es necesario matar a los Alejandros ni a los
conciencia sin importarles las consecuencias. La «regla de oro» de que Nicolases..., basta con dejar de sostener la condición social de la que son
debemos tratar a los demás como querríamos que nos tratasen, o al menos que producto.»58 Este pasaje nos recuerda el argumento de La Boétie y puede
no debemos hacer a los demás lo que no querríamos que hiciesen con deberse en parte a que Tolstoy haya leído de hecho Sobre la servidumbre
nosotros, estaba encarnada, a su juicio, en las enseñanzas de todos los grandes voluntaria.
sabios, y escrita en el corazón humano. Ese es el motivo de que los no Tolstoy no estaba interesado en cambiar las instituciones políticas como
cristianos que atendiesen a los dictados de la conciencia, se verían impulsados tales. «La doctrina cristiana, en su auténtico sentido», afirma, «nunca
también a un rechazo sin paliativos de la violencia. De todas maneras, ese propuso abolir nada, ni cambiar ninguna organización humana. La cosa que
principio halla su expresión más perfecta en las enseñanzas de Jesucristo. de verdad diferencia a la religión cristiana de todas las demás religiones y
«Tenemos que considerar el sermón de la montaña», escribe Tolstoy, «como doctrinas sociales es que le da a la gente la posibilidad de llevar una vida
una ley tan cabal como el teorema de Pitágoras». Tolstoy rechazó tanto a la verdadera y buena, no mediante leyes generales reglamenta-doras de la vida
iglesia como al estado. La una había corrompido las enseñanzas de Jesús, el de toda la gente, sino iluminando a cada individuo humano respecto al sentido
otro era una institución basada en el homicidio y la explotación. Denuncia la de su propia vida.»59 Sin embargo, creía en el poder de la opinión pública,
guerra, tanto defensiva como ofensiva, como un homicidio contrario a la ley de siempre y cuando la gente dijese la verdad tal como la percibía. Elogió la
Dios. Tolstoy no se opone menos en absoluto al patriotismo, que rechaza como labor del paladín antiesclavista William Lloyd Garrison, citando
una expresión de egoísmo y de autoengrandecimiento, y como la causa de la extensamente en su ensayo «El reino de Dios está dentro de ti» la
guerra. Al argumento de que había que juzgar con una luz distinta el proclamación por Garrison de la no resistencia enviada a la Sociedad de
patriotismo de un pueblo oprimido, contesta que es incluso más peligroso, Promoción de la Paz en 1838.60 Tenía Tolstoy además una idea muy aguda
puesto que está enraizado en un amargo resentimiento y es tanto más proclive de cómo incitar a la opinión pública, y respaldó con éxito la causa de una
a ocasionar una guerra. No hace falta el patriotismo, prosigue, con el objeto de secta pacifista cristiana de Rusia, los dujobortsi, escribiendo cartas a la prensa
extranjera y haciendo declaraciones a su favor hasta que se les dio permiso
para emigrar en masa al Canadá.
56. Véase su «Letter to Dr Eugen Heinrich Schmitt», reimpresa en León Toistoy,
Writings on Civil Disobedimce and Nonviolence, New Society Publishers, Filadelfia 1987,
pág. 169.
57. Tolstoy, op. cit., pág. 210.
58. Ibíd., pág. 213. •-
59. Ibíd., pág. 183.
60. Ibíd., págs. 287-293.
Tolstoy puso también muchísimo interés en la campaña de resistencia equipos de fútbol rivales enfrentados constituiría un ejemplo ad hoc de
pasiva de Gandhi en Sudáfrica y ambos intercambiaron varias cartas. Pero el nuestros días. Charles Tilly y sus coautores señalan que la violencia com-
enfoque de Tolstoy de la resistencia pasiva se centra por completo en que el petitiva declinó de modo impresionante con la centralización del poder del
individuo rehuse totalmente por convicción personal a participar en la guerra estado a lo largo del siglo XIX, debido en parte a que el escenario de las luchas
o en la explotación, o a pagar impuestos a un estado responsable de tales de poder se desplazó del nivel local al nacional.
cosas. Gandhi, inteligente lector de los ensayos morales y políticos de El conflicto reactivo surge de la resistencia a las reivindicaciones del j
Tolstoy, no estaba menos preocupado por una actividad justa. Sin embargo, estado centraTizacíor (aliado a un capitalismo industrial en expansión), y se '
combinó ese aspecto con sus dotes de organizador y un conocimiento caracteriza por las rebeliones y tumultos a cuenta de los impuestos, la re-
intuitivo de la respuesta de las masas de la India, que lo convirtieron en un sistencia violenta al servicio militar, la destrucción de maquinaria, la ocupación
líder político destacadísimo, de un estilo que Tolstoy ni deseaba ni hubiera de terreno cercado, y similares. También en este caso la base organizativa está a
sido capaz de tener. nivel comunal, y también la incidencia de la lucha reactiva disminuyó conforme
Steven Huxley resume la evolución de la resistencia pasiva en el si aumentaba el poder del estado central y fue teniendo mayor aceptación la
glo XIX en estas palabras: - legitimidad de sus reivindicaciones.
Define el conñicto^roactzvo el hecho de que por lo menos un grupo es- i ^
Por toda Europa la resistencia pasiva evolucionó en el siglo XIX hasta tablece «reivindicaciones de derechos, privilegios o recursos de los que no se /
convertirse en una doctrina articulada y un sistema de lucha concreto y útil para disfrutaba antes».63 Tiene sus raíces en formas de organización asociativas[ —más
los diversos grupos y clases. Para la ascendente burguesía constituía un método abiertas y burocratizadas que las formas comunales, de alcance nacional o
idóneo para la defensa y consecución de sus intereses tanto contra el antiguo
internacional, y normalmente con un programa público y una ideología definida—.
régimen como contra las masas. Para las «masas» constituía el modo idóneo de
lucha contra la opresión. Para los nacionalistas era un arma sumamente Las confrontaciones con la autoridad suelen producirse en este caso a causa de
compatible con el crecimiento económico y la autoafirmación cultural; en otras acciones de masas de convocatoria relativamente fugaz y y\ exhibiciones de fuerza
palabras, era un camino hacia la independencia. Para los socialistas y del tipo de manifestaciones, marchas y huelgas.
anarquistas era el medio de combate más en armonía con sus ideales, al tiempo Por descontado que esta distinción no está siempre tan diferenciada en
que era el arma más adecuada para su lucha.61 la práctica; ni existen aquí tampoco períodos definidos separando el
predominio de una forma de acción sobre otra. Está claro, sin embargo, que
¿Dónde hemos de situar la resistencia pasiva dentro del amplio contexto las formas proactivas de lucha, y las formas asociativas de organización son
de la lucha emancipativa en la Europa y Norteamérica de los siglos XVIII y las formas características modernas, y que surgieron como una novedad en
XIX? Nos ayuda a hacerlo la obra de Charles Tilly y sus colaboradores. En el escenario social y político de Europa en la época constituida por el final del
The Rebellious Century: 1833-1933 (El siglo rebelde, 1833-1933), examinan siglo XVIII y el siglo XIX.
la incidencia de la violencia colectiva de gran envergadura en Francia, Señalan Charles Tilly y sus colaboradores, en relación con estas tres
Alemania e Italia durante ese período, relacionándola a un cuadro cambiante formas, que cuando se produce la violencia, lo hace como consecuencia de
de organización y acción colectiva. Establecen una importante distinción una acción colectiva que no es de por sí violenta. En sus propias palabras:
entre conflictos competitivos, reactivos y proactivos.62 «prácticamente ninguna de las formas de acción colectiva comunes que
El conflicto competitivo constituye un rasgo más común de la era prein- hemos analizado es intrínsecamente violenta».64 El grueso de la violencia
dustrial. Tiene sus raíces en la organización a nivel comunal y se expresa en colectiva «surge a partir de corrientes mucho más amplias de acción colectiva
cosas tales como disputas y pendencias entre localidades rivales, grupos esencialmente no violenta», y es entonces con frecuencia el resultado de una
competidores de artesanos y similares; la violencia entre los hinchas de «reacción forzada por un segundo grupo —obra a menudo de fuerzas
represivas especializadas al servicio de los gobiernos— sobre la reacción
61. Huxley, op. cit., pág. 59. Pongo en tela de juicio, sin embargo, que se tratase de una colectiva no violenta del primero».65
única «doctrina articulada», puesto que, como hemos visto, distintas personas y
agrupaciones adoptaron el método de la resistencia pasiva por una serie de motivos y
perspectivas ideológicas. 63. Ibíd.,Pág. 51.
62. Tilly, op. cit., especialmente págs. 48-55. ;: . .1; , . _ . . ' : 64. Ibíd., pág. 282.
65. Ibíd., pág. 282.
Evolución de la resistencia pasiva 63

Otro fenómeno importante es que la gran mayoría de los ejemplos de no violenta de los manifestantes en la antigua RDA y en Checoslovaquia en
acción política colectiva —manifestaciones, huelgas, negativas a pagar
1989, incluso frente a ataques de la policía, tuvo probablemente una
impuestos, resistencia al servicio militar— «no desembocaron en vio lencia». 66
importancia crucial para su éxito. (Notemos, sin embargo, que estos auto res
reconocen que fueron «incapaces de compilar nada que se parezca a un
Vemos por ejemplo que de 20.000 huelgas que se produjeron en Francia registro exhaustivo de formas de acción colectiva tan cotidianas como la
de 1890 a 1914 incluido, sólo de 300 a 400 produjeron una violencia más allá manifestación no violenta», y añaden que «están por escribir la historia y la
de codazos y empellones menores. De 1915 a 1935 incluido, hay una cifra de
sociología de la manifestación como forma moderna de acción caracte -
40 o 50 huelgas violentas entre 17.000... Los sucesos violentos empezaron de
un modo no muy diferente de los no violentos; en la mayoría de ellos, la
rística».) 70
presencia o ausencia de resistencia por parte de un segundo elemento determinó Los gobiernos han provocado con frecuencia la violencia entre los ma -
el que se produjese o no violencia (en nuestro sentido de daños o robos con nifestantes para hallar un pretexto que les permita utilizar la extrema vio -
resistencia). Muchas de las ocupaciones de tierras en la Italia del siglo XIX lencia en las calles o introducir leyes draconianas. La historia de la agita ción
tuvieron un proceso pacífico; la violencia empezaba típicamente cuando radical y de la clase trabajadora en el siglo XIX en Gran Bretaña —y en España
llegaban los terratenientes, soldados o mafio-sos a expulsar de la tierra a los hace unos decenios— revela hasta dónde los gobiernos estaban pre parados para
ocupantes.67 instigar el empleo de la violencia utilizando agentes provocadores durante las
huelgas y las manifestaciones, e incluso para fomentar suble vaciones que
Los criterios empleados por el grupo de Tilly no hacen distinción entre la estaban, ellos lo sabían, predestinadas al fracaso. G. D. H. Colé y Raymond
violencia empleada por la policía o el ejército y la de los manifes tantes. Y se Postgate consignan las actividades de un tal Oliver, espía del gobierno, que
da el caso de que una huelga o manifestación en la que los participantes viajó de ciudad en ciudad en 1817 haciéndose pasar por representante del
observaban una conducta disciplinada y del todo no violenta quedaba «Physical Forcé Party» (Partido de la fuerza física), apremiando a las
registrada como un caso de violencia política mayor cuando la policía o el agrupaciones de obreros y artesanos a que tomasen las armas y asegurándose
ejército mataban o herían a cierto número de personas o infli gían daños serios que su distrito estaba quedándose casi solo en no aprestarse a entrar en
a la propiedad. Esto constituye toda una desventaja al tratar de evaluar el acción. Por lo general no tuvo éxito, pero se las arre gló para convencer a una
mérito relativo de la acción violenta y no violenta para conseguir los fines pequeña agrupación de tejedores de bastidor que estaban en una situación
deseados. desesperada a que, provistos de armas de cual quier tipo, marchasen hacia
Sin embargo, el grupo de Tilly no aprecia una clara diferencia entre la | violencia Nottingham, hasta que les salió al encuen tro un pelotón de soldados. Treinta
y la no violencia. El dilema estratégico fundamental, afirman, i «no se plantea y cinco de los insurrectos fueron acu sados de alta traición, y declarados
entre los medios violentos y no violentos. Se plantea entre j las diferentes formas convictos veintitrés de ellos. Cuatro acabaron en la horca. De los demás,
de acción colectiva que varían en cuanto a su propen sión a conducir a la once fueron deportados de por vida, otros tres por catorce años, y los
violencia». 68 En otro pasaje aseguran: «Ninguna sima trágica separa a la violencia restantes recibieron distintas penas de cárcel. 71
de la no violencia, en 1968 o en 1768». 69 Esta conclusión es cuestionable. Por Sin embargo, es definitiva la conclusión principal que saca el grupo de
motivos tanto pragmáticos como morales, los organizadores de las grandes Tilly en lo tocante a la eficacia de la violencia en el proceso histórico. Sacan
manifestaciones toman a menu do precauciones enormes para garantizar que los en limpio que la presencia o ausencia de la violencia tiene muy poco que ver
participantes eviten la violencia, incluso ante ataques de la policía, debido con el desenlace histórico, «pero la acción colectiva que conduce a la violencia
precisamente a que la sima existente entre la violencia y la no violencia puede es el nervio mismo de la historia» (y en ello hacen hincapié).72 Lo que cuenta no es
ser trágica —en términos humanos y en cuanto a la eficacia de la acción—. La ya la presencia o ausencia de la violencia, sino si hubo acción colectiva o no.
disciplina «Los grupos que no desarrollaron capacidad para ir a la
66. Ibíd., pág. 249.
67. Ib/d., pág. 249. 70. Ibíd., pág. 248.
68. Ibíd., pág. 282. 71. G. D. H. Colé and Raymond Postgate, The Common People: 1746-1946, Me-
69. Ibíd., pág. 23. thuen, Londres, 1946, pág. 223.
72. Tilly, op. cit., pág. 288.
huelga, manifestarse en público o mandar a paseo al recaudador de im - Capítulo 3 DEL SATYAGRAHA
puestos, perdieron poder o no lo consiguieron nunca.»
f Esto nos dejará claro que los métodos de acción característicos de la -v AL PODER DEL PUEBLO
resistencia pasiva coinciden con los de la acción colectiva, algunas veces del
tipo de lucha reactivo y con más frecuencia del tipo proactivo tal como lo define
el grupo de Tilly. En este sentido podemos ver cómo la resisten cia pasiva —
aunque no siempre se la llame así— «cabalga» al lado de la rebelión armada
premeditada, si bien contrastando con ella, en la médula misma de la tradición
de la cultura de la resistencia europea en los siglos X V IIIy X IX . El objetivo de este capítulo es brindar un panorama resumido del
Donde la acción colectiva fue recibida con violencia o represión de parte de las desarrollo de la resistencia civil en el siglo XX, tratando algunas de sus
autoridades, los manifestantes y sus líderes tuvieron todavía la | opción de campañas desarrolladas en diferentes contextos políticos con suficiente
hacerle frente o no, siquiera en el limitadísimo sentido de recu- I rrir a la profundidad para resaltar algunos de los temas y controversias principales
violencia en defensa propia. El mayor interés de la tradición de la resistencia suscitados por este tipo de acción.
pasiva en evolución durante el siglo xix estribó en evitar la violencia como La figura cuya actuación e ideas han influido de un modo más crucial en
respuesta. Sin embargo, sólo en el siglo xx, y bajo el lide-razgo de Gandhi, el desarrollo de la resistencia civil en el siglo XX es Mohandas K. Gan dhi —
apareció un concepto explícito de la no violencia, que incluyó la manifiesta el «Mahatma» Gandhi—. En los primeros años del siglo en Sudáfri- ca, y en
aceptación del sufrimiento de manos del adversario, elevada a principio cardinal campañas posteriores llevadas a cabo en la India hasta su muerte en 1948,
de este tipo de acción. Como veremos a conti nuación, al desarrollar Gandhi sus Gandhi supo aunar un compromiso ético a la no violencia a una
ideas sobre la no violencia procuró dis-tanciar sus métodos de los de la extraordinaria perspicacia política y unas cualidades sobresalientes de or -
resistencia pasiva, y creó un vocabulario Y nuevo para expresarlos. ganización y liderazgo. Su contribución suprema a la lucha por la libera ción
en la India consistió en despertar en las masas del inmenso país la conciencia
de su propio poder, y forjar un eslabón entre ellas y la élite polí tica educada del
Partido del Congreso. La no colaboración y la desobedien cia civil fueron las
armas de los millones de seres humanos de la India, y le proporcionaron al
movimiento nacionalista una sanción subversiva, poten- cialmente coercitiva,
sin tener que recurrir a la rebelión armada para res paldar sus demandas.
Pero aunque la influencia «gandiana» haya predominado durante gran
parte de este siglo, desempeñaron también su papel otras tradiciones. La
huelga general llevada a cabo a lo largo y ancho del imperio ruso evi denció
el revolucionario potencial de la no colaboración en masa, aunque no estaba
vinculada con ninguna doctrina de la no violencia; ni lo estaban tampoco las
huelgas, manifestaciones y deserciones en masa que termina ron provocando
la revolución en Rusia en marzo de 1917 (la «Revolución de Febrero» en la
cronología ortodoxa). Si bien es cierto que la campaña de las sufragistas en
Gran Bretaña en los años que precedieron a la Prime ra Guerra Mundial, no
era «gandiana» en su origen o su carácter distinti vo, utilizó muchos de los
métodos del Mahatma, incluyendo sobre todo la desobediencia civil y las
huelgas de hambre. En realidad no fue Gandhi el que influyó en aquellos
sucesos, sino que más bien fueron algunos de ellos los que ejercieron
influencia en el líder indio.
No pocos de los ejemplos ulteriores de resistencia civil, especialmen te
en la Europa de entreguerras, tuvieron también sus raíces en un antiguo
patrimonio europeo. En 1920 un intento de putsch a. favor de la monarquía
encabezado en Berlín por un terrateniente derechista sufrió una derrota en de los judíos, y en abril y mayo de 1943 participaron centenares de miles de
cuestión de días por una huelga general en esa ciudad y una política de no personas en una huelga contra la orden dada por los alemanes de que los ex
colaboración total a todos los niveles de la sociedad. En 1923, cuando las oficiales del ejército holandés se presentasen para ser internados en
tropas francesas y belgas ocuparon el Ruhr para hacer que se cumpliesen las Alemania. En septiembre de 1944 los ferroviarios hicieron una huelga cal -
reparaciones de guerra adueñándose del abastecimiento de carbón, toparon culada para que coincidiese con los lanzamientos de paracaidistas aliados en
con una campaña de resistencia pasiva que incluyó huelgas de mineros y Arnhem y Nimega.
ferroviarios, la no colaboración del funcionariado, e incluso la negativa de los En Noruega, cuarenta y tres organizaciones con un total de 750.000
tenderos a dar servicio a las fuerzas de ocupación. La resistencia terminó miembros formaron un comité coordinador para oponerse al intento del
derrumbándose a causa del hambre, el aumento del desempleo y la gobierno de Quisling de poner a cualquiera de ellas bajo control nazi. En
hiperinflación, y fue desconvocada oficialmente en septiembre por un 1942 los maestros desafiaron con éxito un intento de introducir la enseñan za de
gabinete alemán recién nombrado, presidido por Gustav Stre-semann. Sin la doctrina nazi en las escuelas, lo que llevó a que Quisling abando nase su
embargo, consiguió algunos resultados positivos. Una comisión intento de establecer en Noruega un estado corporativo estilo nazi. En
estadounidense nombrada como mediadora, modificó a favor de Alemania las Dinamarca —que había sido invadida ostensiblemente para velar por su
pretendidas reparaciones de guerra, haciendo que la puesta en práctica de lo neutralidad, por lo que se le permitió conservar su propio gobier no— una
acordado dependiese del restablecimiento de la unidad económica y política «huelga del pueblo» efectuada en Copenhague en agosto de
del Reich alemán. Esta última estipulación trataba de impedir lo que muchos 1943 provocó la dimisión de aquel gobierno y la imposición del mando
intuían como verdadero objetivo de Francia al invadir la cuenca del Ruhr: directo de los alemanes. En octubre del mismo año una masiva operación de
sencillamente desgajar de Alemania toda la Renania, para convertirla en un rescate clandestina permitió llevar de contrabando al noventa y cinco por
estado nuevo, satélite de Francia.1 ciento de la población judía al buen recaudo de Suecia. Siguió habien do
Durante la Segunda Guerra Mundial se produjo una resistencia civil después huelgas, manifestaciones y actos de sabotaje que culminaron en
muy extendida en el oeste y el noroeste de Europa, que tampoco debió gran una huelga general efectuada en Copenhague en junio de 1944.
cosa a la tradición gandiana. Abarcó desde acciones tales como ostentar En Francia, y en respuesta a un llamamiento hecho por radio por el
símbolos hasta la publicación de periódicos clandestinos, jornadas de trabajo general De Gaulle, hubo manifestaciones en masa en la zona ocupada y en la
lento y obstrucciones, y acciones en masa intermitentes en forma de huelgas no ocupada el 1." de mayo de 1942 y de nuevo el 14 de julio. Hubo
y manifestaciones.2
también huelgas de envergadura en junio de 1942 en oposición a los in -
En Holanda hubo huelgas de estudiantes en 1940 en las ciudades de tentos de obligar a la gente a trabajar en fábricas en Alemania, y de nuevo en
Delft y Leiden en protesta por la destitución de profesores judíos. En febrero febrero de 1943, cuando el gobierno de Vichy aprobó un decreto que
de 1942 hubo huelgas industriales de envergadura en Amsterdam, introducía el reclutamiento laboral para dar cumplimiento a la demanda de
Hilversum y otras ciudades, también como protesta contra el tratamiento Alemania de más obreros destinados a sus fábricas. Y en Francia, igual que
en Holanda, Italia y otros países, hubo campañas de huelgas, sabotaje y
obstrucción en la última parte de la guerra, en buscada coincidencia con las
1. Véase Wolfgang Sternstein, «The Ruhrkampf of 1923: Economic Problems of
Civilian Defence», en Adam Roberts (comp.), The Strategy of Ch'ilian Defence, Faber y ofensivas de los Aliados.
Faber, Londres, 1967, págs. 106-135. Gandhi, en cambio, ejerció gran influencia en muchos de los movi -
2. Aparece una buena relación general de la resistencia no violenta en la Europa mientos de liberación tras la Segunda Guerra Mundial. Algunos de los
ocupada en Jorgen Haestrup, Europe Ablaze: An Analysis of the History of the European personajes más emblemáticos de la generación de líderes de después de esa
Resistance Movement 1939-1945, Odense University Press, 1978. Véase especialmente cap. guerra —incluyendo a Kwame Nkhrumah de Ghana, Kenneth Kaunda de
3, «Forms of Civil Disobedience». Si lee francés, recomiendo mucho a Jacques Semelin, Sans
Armes face a Hitler: La Resistance Civile en Europe 1939-1943, Éditions Payoc, París, 1989 Zambia y Julius Nyerere de Tanzania— siguieron explícitamente en sus
(disponible también en traducción al inglés como Unarmed Against Hitler: Civilian campañas modelos de Gandhi. En las luchas independentistas de Ghana y
Resistance in Europe 1939-1943, Praeger, Westport, Connecticut, 1993). Hay también Zambia especialmente, desempeñaron un papel significativo la resisten cia
capítulos sobre la resistencia en Noruega, de Magne Skodvin, y en Dinamarca, de Jeremy civil y la amenaza de aplicarla. Las campañas que tuvieron lugar en
Bennett, en la obra citada de Roberts, págs. 136-153 y 154-172. Sudáfrica en el período que siguió a la Segunda Guerra Mundial —la de
1946 emprendida por los indios de Natal, y la de Desafío de las Leyes
Injustas, lanzada juntamente por el Congreso Nacional Africano y el Congreso estridente. Dentro de Vietnam, la guerra de guerrillas constituyó el ins -
Indio Sudafricano en 1952— tuvieron también una concepción en el estilo de trumento principal de la lucha nacional. Sin embargo, desempeñó tam bién
Gandhi.3 Sin embargo, algunos de los movimientos de liberación que en su un papel significativo la resistencia civil, especialmente durante las
inicio estuvieron muy influidos por los ideales de Gandhi fueron campañas de los budistas y los estudiantes en 1963 contra el gobierno de
distanciándose gradualmente del compromiso con la no violencia, y desa- Ngo Dinh Diem, respaldado por Estados Unidos en Vietnam del Sur.
rrollaron una estrategia más pragmática que combinó con la resistencia civil El movimiento por la paz de los cincuenta y sesenta tuvo un acusado
el sabotaje e incluso la rebelión armada. Tal fue el caso, sobre todo, del espíritu internacionalista. No sólo había una representación internacional en
Congreso Nacional Africano y el Congreso Panafricanista en Sudáfrica. La las marchas y manifestaciones dentro de los países en cuestión, sino que cada
influencia de Gandhi es insoslayable en las campañas a favor de los derechos vez más los grupos que hacían las campañas dentro de ellos actuaron
humanos en Estados Unidos en las décadas de 1950 y 1960 (que estudiaremos conjuntamente en acciones específicamente transnacionales, como el Gru po
con más detalle más adelante), y las del ala radical del movimiento pro de Protesta del Sahara contra las pruebas francesas de armas atómicas en
desarme nuclear en Gran Bretaña, los Estados Unidos y Europa Occidental. El 1959-1960, y la Marcha de San Francisco a Moscú de 1960-1961. En enero
Comité de Acción Directa contra la Guerra Nuclear en Gran Bretaña surgió de 1962 se formó en una conferencia de Beirut la Brigada Mundial de la
de un intento hecho en 1957 por Harold Steele, un cuáquero, de adentrarse Paz con el objetivo de proporcionar una base organizativa más per manente
navegando en la zona británica de pruebas nucleares de la isla de Christmas, a los proyectos de ese tipo. (Véase más adelante la sección sobre la acción
en el Pacífico, como forma de intervención no violenta. Al año siguiente, una no violenta transnacional.)
tripulación que incluía miembros del Comité de Acción No Violenta (CNVA) A partir de la década de los sesenta, alentados sin duda por los ejem plos
de los Estados Unidos, hizo dos intentos de adentrarse con el Golden Rule en de Gandhi, Martin Luther King, y los movimientos antinuclear y contra la
la zona de pruebas estadounidense de Eniwetok.4 Ese mismo año, más guerra, se aplicaron las técnicas de resistencia civil cada vez con más
adelante, Earle y Barbara Reynolds y su familia, junto con Nick Mikami, frecuencia a un abanico entero de temas y toda una serie de niveles —desde
procedente de Hiroshima, intentaron navegar en su queche Phoenix dentro de las pequeñas campañas locales a las que implicaron miles o dece nas de miles
la zona prohibida. Aunque esas expediciones no lograron su objetivo de personas—. En Francia, a partir de los últimos años cin cuenta, se produjo
inmediato, obtuvieron mucha publicidad y desempeñaron un importante una creciente oposición a la guerra de Argelia, con ma nifestaciones que
papel en la movilización de la oposición a las armas nucleares. El Comité de adoptaron a veces la forma de sentadas frente a los trenes que llevaban a los
Acción Directa organizó la primera Marcha de Aldermaston en Gran Bretaña soldados a la guerra. En 1961 fue frustrado un inten to de golpe militar de
en 1958, adoptando entonces el símbolo de desarme nuclear empleado hoy en unos generales franceses de Argelia contra la políti ca del general De Gaulle
todo el mundo. A principios de los sesenta las campañas por la paz habían al- por la no colaboración y por un despliegue de unidad nacional convocados
canzado las proporciones de un movimiento de masas que incluía a cientos de por De Gaulle, los sindicatos y los principales partidos políticos. En Irlanda
miles de personas en muchos países. En 1961 miles de ellas tomaron parte en del Norte, desde mediados a fines de los se senta, los activistas pro derechos
Gran Bretaña en manifestaciones con sentadas en el centro de ciudades o en civiles desafiaron la endémica discrimi nación de esa provincia. No debemos
bases, organizadas por el Comité de los Cien y por el Comité de Acción permitir que la tragedia que surgió después y continúa en el Ulster eclipse
Directa contra la Guerra Nuclear. Las manifestaciones masivas y la los importantes logros del movi miento de los derechos humanos que
desobediencia civil caracterizaron también a los movimientos contra la guerra consiguió movilizar grandes masas de gente durante algún tiempo a lo largo
de Vietnam en los Estados Unidos, Europa Occidental y otras partes en los de la vieja línea divisoria de los nacionalistas/unionistas, forzando a las
últimos años sesenta y comienzos de los setenta, y también se evidencia la autoridades a que introdujesen re formas en las elecciones del gobierno local y
herencia de Gandhi en muchas de sus protestas y manifestaciones, aunque es pusiesen fin a muchas prácti cas discriminatorias. 5 El mítico 1968 contempló
cierto que presentaban ya un tono más militante y también mucho descon-
3. Manila! Gandhi, hijo de Gandhi, figuró entre los detenidos durante la campaña de
1952. 5. El desarrollo y los logros del movimiento pro derechos civiles en Irlanda del Norte
aparecen descritos sucintamenta en Lyons, op. cit., en el capítulo titulado «The Continuing
4. Véase Albert Bigelow, The Vayage of the Golden Rule, Doubleday, Nueva York,
Crisis», especialmente págs. 762-765. Hallará un relato más completo de uno de sus
principales iniciadores y organizadores en Conn McCluskey, Up off iheir Knees, Conn
McCluskey y Associates, 1989.
tentó estudiantil y de la izquierda, traducido a menudo en semiinsurrec- a la utilización de diversas formas de acción no violenta, desde las ocupa -
ciones, en los Estados Unidos, Gran Bretaña, Alemania Occidental, Italia y ciones y sentadas en gran escala junto a las centrales de energía nuclear o a
—de modo más espectacular— en Francia. A esas alturas se había con - los terrenos destinados a construir ese tipo de plantas, hasta la arriesgada e
vertido Vietnam en el catalizador de una crítica profunda de la sociedad ingeniosísima intervención de los equipos de voluntarios de Greenpeace.
capitalista occidental, y una joven generación redescubrió las ideas mar- En algunas de las mayores manifestaciones de desobediencia, como las de
xistas y anarquistas. Seabrook en los Estados Unidos y de Torness en Escocia, se reforzó la dis -
Sin embargo, aquel rechazo del capitalismo no implicó una acepta ción ciplina de la no violencia mediante ensayos previos de las actuaciones y
del «socialismo real existente» en la Unión Soviética y Europa del Este, y el otras formas de entrenamiento.
divorcio de los jóvenes rebeldes del modelo soviético se profun dizó cuando Los años ochenta vieron crecer a un nuevo movimiento pacifista de
entraron en Praga en agosto de 1968 los tanques soviéticos y del Pacto de masas. A esas alturas la idea de emplear la acción directa no violenta en una
Varsovia para acabar con las reformas de la Primavera de Praga. En serie de iniciativas se había hecho más común y tenía más aceptación en
Checoslovaquia misma miles de personas se lanzaron a las calles a enfrentarse muchos países que en los años cincuenta y principios de los sesenta. Eso
a los tanques invasores, y mantuvieron una resonante resis tencia civil contra permitió el empleo de la desobediencia civil a una escala muchísimo ma yor,
los ocupantes hasta que Dubcek y los demás dirigentes fueron puestos en incluyendo su admisión en organizaciones grandes de mucho presti gio,
libertad y restituidos en sus cargos. Sin embargo, los dirigentes checoslovacos como la Campaña por el Desarme Nuclear (CND) de Gran Bretaña, que la
habían sido sometidos a presión en Moscú para que hiciesen concesiones, había rechazado de plano hasta entonces. Esta vez desempeñaron las mujeres
incluyendo la introducción de la censura, lo que per mitió a los infames jerarcas un papel importante en todas partes, organizando campañas na cionales y
soviéticos aplicar una «táctica del salchichón» durante los meses siguientes transnacionales. En 1982, unas 40.000 rodearon la base de Greenham
que les permitió destituirlos y practicar una purga completa en el partido. Common en Berkshire, y las mujeres tomaron también la iniciativa en la
Pero a una perspectiva aún más larga, aque lla invasión, y la heroica organización de algunas de las marchas internacionales y cam pamentos de la
resistencia no violenta con que se encontró, so cavó todavía más la paz junto a los lugares propuestos para situar misiles, como el de Comiso en
credibilidad y autoridad del dominio por parte del Partido Comunista en la Italia. Las manifestaciones adquirieron un volumen real mente masivo,
Europa del Este. lanzando millones de personas a las calles de toda Europa y ejerciendo una
Desde mediados a fines de los sesenta y hasta principios de los seten ta, se presión palpable en los gobiernos de los países implicados.
produjo un cambio muy definido entre los activistas antiVietnam y los Aunque dicho movimiento no logró su intento de impedir el desplie gue
movimientos radicales juveniles e izquierdistas de Occidente hacia una de una nueva generación de euromisiles, puede reivindicar algún mérito en
imagen romántica de la violencia revolucionaria, personificada en el culto al el empeño de llevar a las superpotencias a la mesa de conferen cias, y en el
Che Guevara. Algunas de las manifestaciones adoptaron un estilo más hecho de que se terminara firmando un convenio para retirar los. Hubo
agresivo machista en las que las reyertas y combates a puñetazo limpio con también un importante intercambio de ideas e información entre un sector
la policía daban a veces más una impresión de alardes de empeño que de del movimiento pacifista occidental y las agrupaciones pacifistas y en favor
quebrantamiento de la disciplina. Unas pocas, como los Weathermen de los de los derechos humanos de Europa del Este, que se amplió hasta lograr la
Estados Unidos, la Brigada del Hambre en Gran Bretaña, la Facción del organización de varios proyectos conjuntos. Por otra parte, las grandes
Ejército Rojo en Alemania Occidental y las Brigadas Rojas en Italia manifestaciones de los primeros años ochenta, a menudo muy innovadoras
pusieron «de moda» su dedicación a la «guerrilla urbana» mediante sabo taje y llenas de imaginación, tuvieron amplia difu sión informativa en Europa del
en inmuebles y en algunos casos secuestros y atentados con bombas. En los Este, junto con la inesperada consecuencia de suscitar imitación.
años setenta ese estilo machista de liderazgo y manifestaciones se vio Fuera de Europa, hubo campañas especialmente enérgicas en los Es -
sometido al ataque del renaciente movimiento feminista, muchos de cuyos tados Unidos (encabezadas por el Movimiento de Exclusión), Canadá,
grupos presentaron unos enfoques alternativos no jerárquicos de la Nueva Zelanda, Australia y el área del Pacífico Sur. La campaña de Nueva
organización, aportando un nervio e imaginación nuevos a la protesta no Zelanda se apuntó un notable éxito político con la elección de David Lange
violenta. como primer ministro de un movimiento laborista empeñado en mantener a
Durante los años setenta los temas ambientales se convirtieron tam bién Nueva Zelanda como zona desnuclearizada y prohibir la entra-
en un asunto prioritario del interés público, y también ahí se recurrió
da en sus aguas de los buques de guerra británicos y estadounidenses. Ha Bavadra que debía gran parte de su apoyo a la población india, y otro golpe,
habido también una fuerte oposición en Nueva Zelanda, Australia, las en septiembre de ese año, consolidó el mando militar en un momento en que
cadenas de islas de Micronesia y Polinesia, Vanuatu, Fidji y otros territorios parecía posible conseguir una solución política de compromiso. Aunque
del Pacífico contra la continuación de las pruebas nucleares francesas. En hubo alguna resistencia civil a los levantamientos, las divisiones raciales
1985 los países miembros del Foro del Pacífico Sur firmaron el Tratado de existentes entra los indios y los fidjianos indígenas, atizadas por los partidos
Rarotonga, expresión de su oposición a las pruebas nucleares y de su deseo y facciones partidarios del golpe, impidieron una resistencia unida.7 En
de un Pacífico desnuclearizado.6 China, las matanzas de la plaza de Tiananmen y otras partes de Pekín en
Entretanto y en todas partes del mundo, a partir de 1979 y a lo largo de junio de 1989 acabaron con cualquier esperanza de reforma democrática en
los ochenta, la resistencia civil consiguió éxitos estratégicos hasta el punto de ese país, remachando una vez más el hecho de que la resistencia civil no
transformar el escenario internacional. En 1979, en Irán, a pesar de las brinda soluciones fáciles.
matanzas perpetradas por el ejército del Shah, los seguidores del Ayatolah Sin embargo, fue en los países comunistas del bloque soviético donde el
Jomeini y otros opositores se lanzaron a la calle literalmente a millones e poder del pueblo logró sus victorias más reveladoras y estratégicamente
impusieron la renuncia y la huida del soberano. El espíritu de aquella importantes. La resistencia civil fue un importante elemento de las suble-
insurrección no armada fue el polo opuesto de la no violencia, y el régimen vaciones de Alemania Oriental en 1953 y Hungría en 1956, de las reinci-
que se hizo con el poder fue autoritario y fanático, pero se evidenció de nuevo dentes crisis de Polonia, y desde luego, de la oposición a la intervención
el poder de la no colaboración total para minar a una autocracia armada y encabezada por la URSS en Checoslovaquia. Hubo también una resistencia
dispuesta a todo. Durante los años noventa la acción de las masas derrocó el cultural de modesto nivel, pero continua, a los regímenes impuestos que fue
régimen de Marcos en Filipinas y la dictadura de Duvalier en Haití, y acarreó socavando progresivamente su autoridad y legitimidad. El establecimiento
una reforma democrática en Corea, Chile y por toda Iberoamérica. En la de Solidaridad en agosto de 1980 y su rápido crecimiento hasta convertirse
ribera occidental y la Franja de Gaza la ocupación israelí experimentó con mucho en la fuerza política más poderosa de Polonia, da la impresión,
también el serio desafío de la Intifada después de veinte años de insolente visto retrospectivamente, de haber constituido el punto de inflexión de la
ocupación. A principios de los noventa el sistema del apartheid de Sudáfrica buena estrella del dominio del Partido Comunista —y la hegemonía
se agrietaba visiblemente ante el asalto combinado de los tumultos y soviética— en Europa del Este. A mediados y fines de los ochenta, las
disturbios en los suburbios negros, los ataques de la guerrilla, las campañas de reformas de Gorbachov en la Unión Soviética por un lado y el claro indicio
no colaboración, y las sanciones y boicots internacionales tanto a nivel oficial de que la Unión Soviética no estaba ya preparada para intervenir
como particular. militarmente para salvar a los asediados gobiernos de partido comunista en
Cierto es que algunos de estos éxitos fueron efímeros. En Haití, el éxito Europa del Este allanó el camino a las revoluciones de 1989- El programa de
del poder del pueblo que en 1986 obligó a huir al exilio a «Baby Doc» reformas de Gorbachov era de suyo una respuesta a una crisis económica y
Duvalier fue seguido por otro período de brutal dominio militar y represión política existente dentro del bloque soviético, a la que habían hecho una
política. En diciembre de 1990 fue elegido presidente un sacerdote de aportación fundamental las incesantes rebeliones y desafíos —sobre todo la
izquierdas, Jean-Bertrand Aristide, pero fue depuesto también por otro golpe aparición de Solidaridad en Polonia.
militar. Una huelga general con desobediencia civil, unida a la imposición de Gorbachov no estaba preparado para utilizar la fuerza a fin de mantener
sanciones por los Estados Unidos, fue incapaz de restaurar el gobierno el dominio del Partido Comunista en Europa del Este, si bien la empleó de
legítimo, aunque en julio de 1993 y en vista de una presión internacional modo irregular en varias repúblicas soviéticas en un vano intento de
continua unida a sanciones, la junta militar de Haití prometió al fin que mantener la integridad de la Unión Soviética. En abril de 1989, los
permitirían el regreso de Aristide al país para que reanudara sus funciones de manifestantes de Tbilisi, Georgia, fueron atacados por tropas soviéticas
presidente. En otros casos, la resistencia civil fracasó en cuanto a lograr éxito, (principalmente rusas), con un resultado de cierto número de muertos o
al menos a corto o medio plazo. En Fidji, un golpe de estado en mayo de heridos graves. Hubo todavía otra sangrienta represión en Bakú, Azer-
1987 depuso el gobierno elegido del doctor
7. Véase Vanessa Griffin, «Social Defence against Coups: the Case of Fiji», en
6. Véase April Cárter, Peace Movements: International Protest and World Politics since Shelley Anderson and Janet Larmore (comps.), Nonvioknt Struggle and Social Defence, War
1945, Longman, Londres y Nueva York, 1992, págs. 158-182. -- • :
Resisters International, Londres, 1991, págs. 59-66.
baiyán, en enero del año siguiente, que provocó la manifestación de alre dedor de dos prominentes abanderados occidentales de la acción no violenta, Jean-
de 750.000 personas en los funerales de los que habían muerto. Pero hubo Marie Muller (Francia), y Gene Sharp (Estados Unidos).9 La agrupación
también una decisiva exhibición del poder del pueblo en Mos cú en febrero de Libertad y Paz (Wolnosc i Pokoj - WiP), fundada en 1985, había establecido
1990 en apoyo de la propuesta de Gorbachov de poner fin al monopolio de vínculos íntimos con el movimiento pacifista occidental y se identificaba
poder del Partido Comunista. Ciento cincuenta mil per sonas asistieron a una abiertamente con el enfoque no violento. En Alemania Oriental las
manifestación en Moscú, en lo que fue la manifesta ción de más envergadura agrupaciones eclesiásticas cristianas promovían activamente la no violencia,
desde poco después de la Revolución Rusa de 1917. En octubre de 1990, el cosa que hicieron también algunos estudiantes de Praga en la Revolución de
parlamento de la Federación Rusa declaró que las leyes soviéticas sólo se Terciopelo de Checoslovaquia. Sin embargo, en su conjunto, el control
aplicarían en su territorio tras haber sido ratificadas. Poco después, en enero mostrado por los manifestantes se debió probablemente más al
de 1991, mientras el resto del mundo andaba preocupado con la Guerra del convencimiento de que un levantamiento cruento podría convertirse en un
Golfo, tropas especiales soviéticas, presumiblemente bajo órdenes de Moscú, verdadero desastre y en un acontecimiento susceptible precisamente de
ocuparon las estaciones de la ra dio y la televisión de Vilnius, Lituania, y el desencadenar en último término la intervención soviética. En Rumania hubo
Ministerio del Interior de Riga, Letonia, con la intención de imponerse a esas desde luego un serio derramamiento de sangre, pero no se produjo hasta que
repúblicas. En las dos capitales, la población civil formó barricadas físicas y Ceaucescu huyó de Bucarest y la Securitate intentó hacer una
humanas en torno a los edificios del parlamento en respuesta a contrarrevolución violenta.
llamamientos públicos de la radio. Hubo cinco muertos y catorce heridos En el caso de las repúblicas bálticas, hay pruebas clarísimas de que la
cuando las fuerzas soviéticas atacaron el edificio del parlamento de Riga. resistencia civil al intento de los soviéticos de avasallarlas en enero de 1991,
A pesar de todo se evitó la confrontación abierta entre el poder central y así como en los momentos del golpe de agosto, estuvo influida por los
las repúblicas, y estas últimas fueron aumentando sin cesar su fuerza e escritos de Gene Sharp sobre la defensa de base civil.10 Más adelante en este
independencia relativas. Fue de hecho el plan para firmar un Tratado de la capítulo analizaremos los acontecimientos de las repúblicas bálticas antes de
Unión nuevo lo que disparó el intento de golpe para deshacerse de Gor - su independencia y después de ésta. Entretanto, en el resto del capítulo,
bachov y restablecer el control central bajo unos dirigentes comunistas examinaremos con algo más de detalle algunas representativas campañas de
duros. Ese intento de golpe fue derrotado por una nueva y extraordinaria
resistencia civil en diversos contextos.
demostración del poder del pueblo que analizaremos más adelante en este
capítulo.
Es difícil hacer un juicio de cuánta influencia directa ejercerían las LUCHA S DE LIBERACIÓN
ideas de Gandhi de la acción no violenta en Europa del Este y la Unión
Soviética. Desde luego y, en un sentido muy amplio, la experiencia de las La India
campañas de Gandhi en Sudáfrica y la India ha pasado a formar parte de un La versión simplificada del éxito de Gandhi en la India dice que logró la
fondo común mundial de conocimientos. En la Polonia de los años setenta, independencia de esa nación con su liderazgo y la organización de una
la revista católica mensual Wiez publicó relaciones traducidas de las acción no violenta contra el dominio británico. Sus campañas constituyeron,
campañas de Gandhi, Martin Luther King y los sindicalistas brasile ños, y por supuesto, una vital contribución a la lucha por la independencia.
en 1977 un grupo que declaró una huelga de hambre en protesta por la
detención de nueve miembros del KOR (Comité de Defensa de los
Trabajadores) hizo una referencia específica a la tradición de Gandhi y M. 9. Ibíd.,pág. 93. . ,
L. King. 8 Tras la imposición de la ley marcial, Lech Walesa hizo refe rencia en 10. En el verano de 1992, el entonces ministro de defensa de Lituania, Audrius
distintas ocasiones a Gandhi y la no violencia, y en 1984 grupos editores Butkevicius, aseguró que el libro de Gene Sharp, Civilian-Based Defence: A Post-Military
Weapons System, Princeton University Press, Nueva Jersey, 1990, había servido de base a
clandestinos publicaron ediciones en polaco de algunos escritos gran parte de su planificación de la resistencia no violenta del año y medio anterior, y que se
había ocupado de que tradujesen al lituano un borrador del mismo para que lo utilizaran los
8. Jan Zielonka, «Strengths and Weaknesses of Nonviolent Defence», en Orbis, funcionarios del gobierno. Ese libro fue traducido también al letón y ejerció su influencia
primavera de 1986, pág. 93. . en los planes de resistencia civil tanto de Letonia como de Estonia. Véase Bruce Jenkins,
«Civilian-Based Defence Discussed in Moscow and the Baltics», dentro de Civilian-Based
Defence: Neu-s and Opinión, vol. 7, n° 6, agosto de 1992, págs. 2-3 y 18.
Pero vale la pena situarlas en un contexto histórico, para ver cómo inte- para los musulmanes y demás minorías religiosas, y aumentó los poderes de
ractuaron con las presiones constitucionales y de otro tipo en pro de la las legislaturas provinciales. Sin embargo, determinadas áreas clave, como
reforma. los asuntos exteriores, la moneda, y el derecho criminal, permane cieron en
Las primeras campañas de Gandhi en la India a raíz de su regreso allá de manos del gobierno colonial de Delhi. 12
Sudáfrica en 1915 se enfocaron en una serie de temas locales. Al mismo Pese a sus reservas sobre aquel decreto, Gandhi favoreció al principio la
tiempo empezó a poner en práctica sus ideas sobre un programa construc tivo colaboración del Congreso con él. Sin embargo, ese mismo año, dirigió una
encaminado a la autosuficiencia. Las principales campañas a nivel na cional en campaña de desafío a los recién aprobados decretos de Rowlett. Aque llo
que se vio implicado fueron los decretos de Rowlett de 1919 (unas leyes provocó estallidos de violencia, culminando con la matanza, obra de
antiterroristas que planteaban muchas restricciones contra la libertad de efectivos situados bajo el mando de un jefe militar británico, el coronel
expresión y reunión), y en apoyo del movimiento Khilafat de ese mismo año Dyer, de 400 manifestantes desarmados en Jallianwalla Bagh, en Amrit-sar.
(una campaña a favor del sultán de la derrotada Turquía para que se le Fue aquella masacre, y la reacción oficial británica ante la misma, lo que
permitiese conservar la custodia de los santos lugares del Islam); la campaña terminó de desilusionar a Gandhi respecto al imperio británico. Al mismo
de no colaboración de 1920-1922; las campañas de desobediencia civil de tiempo, su apoyo al movimiento Khilafat aumentó su influencia entre los
1930-1931 y 1932-1933; la campaña de desobe diencia civil individual de líderes de la comunidad musulmana de la India, confiriéndole una estatura
1940; y la campaña Quit India (Dejad la India) de 1942. Y dedicó una de figura nacional.
energía igual, si no mayor, a la causa de la unidad hindú-musulmana, La campaña de no colaboración de 1920-1922 fue efectuada contra el raj
arriesgando muy en serio su vida en varias ocasiones como resultado del (soberanía) británica como tal y tenía como meta conseguir el swaraj
ayuno o de su intervención directa en los lugares con-flictivos, y en el (autogobierno) en el plazo de un año. Gozó del respaldo tanto del Con greso
programa constructivo que veía como parte integral de la campaña por el Nacional Indio como del movimiento Khilafat, y fue planificada de modo
sii'araj — término que designa a la vez autogobierno y autosuficiencia—. No que se efectuara en distintas fases de creciente energía. La primera fase (de
todas aquellas campañas tuvieron éxito; algunas, según la estimación del agosto de 1920 a octubre de 1921) comprendió un «triple boicot» de los
propio Gandhi, fueron unos fracasos desastrosos. Pero en su conjunto, consejos provinciales, las escuelas y los tribunales, una campaña masiva de
hicieron una contribución vital al movimiento por la independencia. reclutamiento y de recaudación, y la introducción de ruecas de hilar en las
El escenario en el que Gandhi asumió el papel de líder nacional estu vo aldeas (el programa de Bezwada), y culminó con un boicot total a las telas
enmarcado por el Pacto de Lucknow, en 1916, donde el Congreso Na cional extranjeras. Combinado con una reforma de la constitución del Congreso, el
Indio y la Liga Musulmana accedieron a colaborar en pro de un pro grama programa Bezwada transformó al Congreso —cumplien do las intenciones de
concertado de reforma constitucional, y por la Declaración de Montagu de Gandhi— de un grupo de presión elitista en un movimiento de masas.
1917. Esta prometió una «creciente asociación de los indios en cada ramo La segunda fase comprendía la desobediencia civil «individual», la
de la administración y el desarrollo gradual de las institu ciones de retirada de los civiles de sus empleos en el gobierno colonial, y una cam paña
autogobierno, con vistas a la progresiva realización de un gobierno para que los indios se retiraran del ejército y la policía. La tercera fase iba a
responsable de la India como parte integral del imperio britá nico». 11 El incluir una desobediencia civil «enérgica», empezando en Bardoli, donde
decreto gubernamental de la India —mencionado generalmen te como las Gandhi veía que la gente estaba más preparada para emprenderla, y seguida
«Reformas de Montagu-Chelmsford»— fue presentado como la primera fase por otras regiones, siempre y cuando se hubiesen cumplido unas condiciones
de la realización de esa política. Reformó la ley electoral de tal manera que estrictas, que incluían la adopción del swadeshi (utilización de artículos
obtuvo el derecho al voto una décima parte de la población masculina de la producidos en el país, sobre todo la ropa), un compromiso con la no violencia
India, estableció censos electorales comunales separados y la unidad comunal. Un rasgo particularmente importante de esa campaña
fue la integración del «programa constructivo» —produc-
11. Judith M. Brown, Gandhi: Pnsoner ofHofe, Yale University Press, New Haven y
Londres, 1989, págs. 103-104.
12. Ibíd., pág. 104.
ción de tela, hilada en el país y trabajo a nivel de las aldeas— y la no cola - Pero dedicó en cambio su energía al programa constructivo, su labor a
boración. 13 favor de los hariyans (intocables), y de la unidad hindú-musulmana. En
La campaña logró el apoyo de las masas, implicando a centenares de 1924 efectuó una huelga de hambre de tres semanas en un empeño por
miles de personas en actos de no colaboración y desafío que unían con fre - detener la violencia a nivel comunal tras haber muerto 150 hindúes en los
cuencia asuntos nacionales y locales. Pero los estallidos de violencia en disturbios de Kohat.
algunas regiones llevaron a Gandhi a posponer la fase de desobediencia civil Gandhi se vio atraído de nuevo por la política nacional ante la cre
en masa y por último a abandonarla del todo. Pospuso primero el lanzamiento ciente desilusión de los políticos del Congreso a cuenta de la elaboración
de la desobediencia civil en masa en Bardoli cuando unos dis turbios graves de la constitución de 1919, la arbitrariedad de la Comisión Simón, encar
acompañaron la visita del Príncipe de Gales a Bombay en noviembre de gada de esa tarea, y su propia preocupación ante la creciente desunión de
1921. A pesar de ello, la desobediencia civil «defensiva» —el desafío a las la población india. En 1929, el Congreso votó por primera vez por la
prohibiciones impuestas por muchos de los gobiernos provinciales a los independencia total, por un boicot de la legislatura y de una conferencia
mítines políticos y a la proscripción de los comités del Congreso y del de mesa redonda patrocinada por Gran Bretaña, y por una desobediencia
Khilafat en noviembre de 1921— se tradujo en la deten ción de más de civil a discreción del Comité del Congreso de toda la India. Muchos ele
30.000 voluntarios y el encarcelamiento de muchos pro minentes líderes del mentos, tanto dentro como fuera del Congreso, estaban dispuestos a aque
Congreso. llas alturas a apoyar la violencia, como indica la exigua mayoría dentro de
Alarmado por la magnitud de las protestas, el virrey, lord Reading, dio a él a favor de una moción que condenó un ataque con bombas al tren del
entender que, siempre que el Congreso desconvocase la no colabora ción, el virrey. 14 O sea que mucho dependía de si Gandhi podría ser o no capaz de
gobierno virreinal estaba dispuesto a levantar la prohibición im puesta a presentar una forma de resistencia civil suficientemente ingeniosa y desa
ambas organizaciones, a dejar en libertad a los encarcelados a re sultas de la fiante para dar respuesta a las necesidades tanto emocionales como políti
campaña, y a convocar una Conferencia de Mesa redonda sobre la cas del momento. ;
constitución. Aquel ofrecimiento equivalía a un éxito significativo de la
La respuesta de Gandhi fue la famosa Marcha de la Sal. En marzo de
campaña, pero para la consternación de muchos de sus colegas del Con greso,
1930, con ochenta de sus seguidores de más confianza, y sus sesenta y un
Gandhi lo rechazó aduciendo que dicha amnistía no incluía a algu nos de los
años de edad, inició el Mahatma la marcha a pie de 385 kilómetros desde
voluntarios del Khilafat que habían solicitado su separación del ejército. En
Ahmedabad hasta el mar en Dandi. Y desafió allí abiertamente la ley del
febrero de 1922 estaba prevista la iniciación de la desobedien cia civil en
impuesto de la sal haciendo sal evaporando el agua del mar. En algún sen tido
masa. Pero, antes de que pudiera darse ese paso, una masacre de veintidós
se trataba de una pura política testimonial, y algunos sofisticados po líticos
policías en Chauri Chaura, en las Provincias reunidas, decidió a Gandhi a
del Congreso la contemplaron con bastante escepticismo. Pero aquel gesto
cancelar totalmente, por aquel entonces y de momento, la desobediencia
supo hacer vibrar exactamente la nota adecuada en la masa de la población
civil. Gandhi mismo fue detenido en marzo, y el Congreso reanudó
india —o al menos, de la parte hindú de la misma— y seña ló el comienzo de
seguidamente la colaboración con la nueva constitución.
una campaña de desobediencia civil de escala nacional. La campaña
Tras un período de dos años de cárcel por incitación (1922-1924),
Gandhi perdió su preeminencia en la política del Congreso hasta 1928. implicaba principalmente un desafío al impuesto de la sal y el boicot de las
telas extranjeras, pero incluyó también un boicot social de los servidores
públicos, dimisiones de los puestos gubernamentales y la negativa a pagar la
contribución rústica. Las cárceles se llenaron al ingre sar en ellas un total de
13. Sobre este asunto, véase Robert Overy, Gandhi as an organiser: An Analysis of
Local and National Campaigns in India. 1915-1922, tesis doctoral de filosofía, Escuela de 60.000 resistentes mientras duró la campaña. 15 Pero los encarcelados
estudios sobre la paz, Universidad de Bradford, 1982. Overy sostiene que el programa representaban sólo una fracción de la gente que boi coteaba las telas
del trabajo constructivo constituye «el sólido lecho de roca de la preparación de la resis extranjeras, que aportaba fondos para la campaña, o par ticipaba en ella de
tencia civil» en las campañas de Gandhi (pág. 357). Véase especialmente el cap. 4, «The otras maneras. Las mujeres desempeñaron también una
Place of Constructive Programme in Local and National Satyagraha Campaigns», págs.
109-129- Su tesis incluye además un análisis descriptivo de la campaña de no colabora
ción de 1920-1921. Véase también el capítulo titulado «Non-cooperation: the road to
swaraj?» en Brown, op. cit., págs. 139-175. <' 14. Brown, op. cit., pág. 233.
15. Ibíd., pág. 242.
parte activa en la misma, participando en las funciones organizativas del Gandhi fue puesto en libertad en mayo de 1933 en vísperas de un ayuno de
Congreso y formando piquetes y en la desobediencia civil. En Gujarat, base autopurificación. Dándose cuenta de que la desobediencia civil en masa era
natal de Gandhi, la administración británica se colapso virtualmente, y la una fuerza gastada, e impopular en el Congreso, Gandhi buscó la manera de
mayoría de los gobiernos provinciales quedaron sometidos a grandes terminarla de un modo honorable. Fue seguida de un período de
presiones. Lo más decepcionante, sin embargo, a ojos de Gandhi y del «desobediencia civil individual», pero ésta no fue nunca popular. Gandhi se
Congreso, fue el bajo nivel de participación musulmana fuera de la región retiró por completo del Congreso en 1934, y esta organización reanudó su
fronteriza. No se habían realizado las esperanzas de ver unidos a hindúes y política constitucional. El nuevo decreto del gobierno de la India de 1935
musulmanes en una acción común. devolvió el gobierno de las provincias casi totalmente a las manos de los
La Conferencia de Londres de 1930, aunque boicoteada por el Con - indios elegidos, y en las elecciones de 1937, el Congreso se convirtió en el
greso, reiteró el compromiso de Gran Bretaña de concederle a la India el partido gobernante en siete de las once provincias.17 Al mismo tiempo,
estatus de dominio. Gandhi y los miembros del Comité de trabajo del aquellas elecciones redujeron las pretensiones del Congreso de representar a
Congreso fueron puestos en libertad, y a principios de 1931, Gandhi y el todos los indios, tanto musulmanes como hindúes, aunque revelaron asimismo
virrey, lord Irwin, llegaron a un acuerdo —el Pacto Gandhi-Irwin— con el la relativa debilidad en aquel momento de la Liga Islámica, que ganó sólo
que el Congreso suspendería la desobediencia civil, mientras que el go bierno 109 de los 482 escaños reservados para los musulmanes, obteniendo apenas
derogaría los poderes especiales destinados a hacerle frente y pon dría en un cinco por ciento del voto musulmán.18
libertad a todos los presos por la desobediencia civil. En septiem bre asistió La desobediencia civil volvió a salir al escenario de la India a raíz del
Gandhi en Londres a la Segunda Conferencia de la mesa redonda como estallido de la Segunda Guerra Mundial. En noviembre de 1939 el Congreso
único representante del Congreso —una iniciativa desti nada principalmente se retiró del gobierno provincial, y en 1940, bajo el liderazgo de Gandhi,
a ocultar las diferencias existentes dentro del mis mo—. En cuanto a la lanzó una campaña de desobediencia civil individual, basada en un lema
conferencia, terminó en punto muerto, debido sobre todo a la pretensión del inequívocamente pacifista: «Es un error ayudar al esfuerzo bélico de Gran
Congreso de representar a todos los indios, inclu yendo a los musulmanes y al Bretaña con hombres o con dinero. El único esfuerzo digno consiste en
tema de la convocatoria electoral por separa do de los intocables y otras resistir a cualquier guerra con la resistencia no violenta». Al terminar la
minorías. 16 A pesar de todo, Gandhi se dio cuenta de la importancia que primera fase de la campaña estaban en la cárcel muchas figuras prominentes
tenía lograr apoyos en el electorado británi co y no perdió ninguna del Congreso, incluyendo a treinta y dos ex ministros, siete de los cuales
oportunidad de visitar universidades, escuelas, agrupaciones religiosas y a habían sido presidentes de gobiernos provinciales. En mayo de 1941, 14.000
sus jefes, y a gente común y corriente, inclu yendo especialmente a algunos satyagrahis (resistentes no violentos) estaban en la cárcel, y para fin de mes
trabajadores de la industria del algodón de Lancashire que se había visto unos 26.000 habían sido condenados de acuerdo con la estimación del
perjudicados por la campaña del swadeshi y el boicot a las telas extranjeras.
gobierno.19 A pesar de todo, no reinaba el entusiasmo que había señalado las
En seguida de su regreso a la India, Gandhi fue detenido de nuevo y, campañas de 1920-1922 y 1930-1931, y a mediados de 1941 el gobierno
más bien con desgana, el Congreso reanudó la campaña de desobediencia consideraba que no planteaba ya ningún problema administrativo.20
civil. Pero esa vez tuvo menos éxito, y no tuvo tanto arraigo entre la po -
En 1942, tras el fracaso de una misión en la India encabezada por
blación rural. En lo que toca a Gandhi, consiguió influir en las propuestas
Stafford Cripps, el Congreso lanzó una nueva campaña masiva —la cam-
constitucionales del gobierno británico cuando, en septiembre de 1932
paña de Quit India (Dejad la India)—. El gobierno británico la sofocó con
inició dentro de la cárcel una «huelga de hambre hasta la muerte» como
dureza, y en su conjunto con gran eficacia, porque le daba mucha fuerza la
expresión de su oposición al plan de otorgar a los intocables circunscrip -
ciones aparte. Aquello condujo a un arreglo de compromiso para los into - presencia durante aquella guerra de más tropas británicas en Indostán, y por
cables concertado a base de diálogo con el doctor Ambedkar, líder de los el hecho de que no tenía que preocuparse, en momentos de gran peli-
mismos.
17. Ibíd., pág. 282.
18. Ibíd., pág. 295.
16. Ibíd., págs. 256-260. 19. Ibíd., pág. 331.
20. Ibíd., pág. 331.
gro en casa para Gran Bretaña, de la oposición existente en las islas o en el demasiado violento o represivo contra un movimiento no violento sin ena -
extranjero. Los miembros del Partido Trabajador del Congreso fueron en - jenarse a los políticos indios moderados cuya colaboración esperaban con -
carcelados hasta el fin de la guerra, y los comités provinciales del Con greso seguir, y sin correr el peligro de una oposición en casa y en el extranjero.
fueron declarados ilegales. En cuanto a Gandhi, fue detenido antes de que él Debido a ese mecanismo, las campañas de Gandhi, precisamente al ser no
o la directiva del Congreso pudiesen formular una estrategia coherente o violentas al tiempo que daban al traste radicalmente con la administra ción,
comunicarse con los comités provinciales del Congreso. 21 ejercieron una auténtica presión en el recio mundo de la Realpolittk. Sin
En el periodo de la posguerra Gandhi volvió a desempeñar un papel embargo, y como hemos reseñado, en el momento de la campaña de «dejad la
central en las negociaciones sobre la constitución de una India indepen - India» Gran Bretaña tenía las manos más libres y pudo actuar de modo más
diente. El Mahatma se opuso resueltamente hasta el final a una división del despiadado para sofocar la resistencia.
país. Pero las diferentes negociaciones que se habían efectuado entre él y el Nos podemos preguntar, ¿dónde estuvo la diferencia entre el satya-graha
líder de la Liga Musulmana, M. A. Jinnah —en abril y mayo de 1938 y de de Gandhi y la resistencia pasiva precedente? El término satyagraba fue
nuevo en septiembre de 1944— no produjeron otra cosa que un inventado en 1907 en un esfuerzo para conseguir en guyarati y otros idiomas
estancamiento. En las elecciones legislativas de julio de 1945 el Congreso de la India un equivalente del término inglés passive resístame (resistencia
ganó el noventa por ciento del sufragio no musulmán, pero la Liga Mu - pasiva), según revelan los números de aquella época del Iridian Opinión. 22 Sin
sulmana se había llevado de calle virtualmente los escaños musulmanes embargo, desde la primera época de la campaña sudafricana, Gandhi había
especiales de las legislaturas, y había logrado grandes mayorías en Bengala y hecho mucho mayor hincapié que sus predecesores en la práctica de la
el Punjab. La escisión era casi inevitable en aquel momento. resistencia pasiva en la idea de convertir al adversario a base del propio
La última y mas heroica contribución de Gandhi a la política de la India sufrimiento voluntario, 2* y en el rechazo por principio de cual quier recurso a
tuvo lugar inmediatamente después de la independencia, cuando arriesgó la la violencia. Más adelante escribiría él: «satyagraha se diferencia de la
vida visitando zonas sacudidas por la carnicería fratricida que jalonaba la resistencia pasiva tanto como el Polo Norte del Polo Sur. La última está
división del gran país. Su intervención personal y sus huelgas de hambre concebida como un arma de los débiles que no excluye el em pleo de la fuerza
«penitenciales» —en Calcuta en septiembre de 1947 y en Delhi en enero de física o la violencia a fin de conseguir el objetivo de uno, mientras que el
1948— ejercieron un impacto dramático, traducién dose por lo menos en una primero está concebido como un arma de los más fuertes y excluye el empleo
detención temporal de los disturbios en las regiones afectadas. Lord de cualquier tipo o forma de violencia». 24
Mountbatten, último virrey y primer gobernador general de la India, le rindió A pesar de su determinación a distanciar el satyagraha de la resistencia
un tributo a raíz del ayuno de Calcuta lla mándole «Mi ejército fronterizo de pasiva, Gandhi era muy consciente de los ejemplos históricos y contempo-
un hombre». Otras personas, en cam bio, se impresionaron menos. El 30 de
enero Gandhi fue asesinado por un fundamentalista hindú encolerizado por lo
que veía como una deferencia y concesiones totalmente indebidas del 22. Véase The Collected Works ofM. K. Gandhi (CWMK), The Publication División,
Mahatma a sus paisanos musul manes. Ministerio de Información y Radiodifusión, Gobierno de la India, 1958-1970, vol. 7,
Incluso una exposición tan sucinta de la carrera de Gandhi revela la pág. 455. En Satyagraha in South África, publicado por vez primera en 1928, más de
compleja interacción habida en la lucha por la independencia de la India veinte años después del comienzo de la campaña, Gandhi aseguró que se había creado ese
nuevo término «para impedir que [ese movimiento] se confundiera.con lo que se denomi-
entre la resistencia civil radical y la política convencional. La desigual suerte
naba generalmente resistencia pasiva» (la cursiva es mía). Véase la edición de 1972 de la
de las respectivas campañas evidencia también la importancia del amplísimo Navajivan Publishing House, pág. 107. Aunque es evidente que Gandhi entiende mal
contexto dentro del que tuvieron lugar, aun teniendo en cuen ta que se hacía este punto, está también muy claro que nunca se halló a gusto con el término de «resis-
frente a un mismo adversario. En la campaña de 1920-1922, y de nuevo en tencia pasiva» debido a las confusiones que suscitaba. Sobre este asunto véase también
la de 1930-1931, la dificultad con que más chocaban las autoridades Huxley, op. cit., pág. 43, y también las págs. 42-47, en las que hace una valoración crítica de
británicas consistía en que no podían actuar de un modo lo que denomina «folklore gandhiano».
23. Véase por ejemplo su carta al RandDaily Mail del 2 de julio de 1907, en la que
define a la campaña como «no resistencia, sino una política de sufrimiento participati-
vo». CWMK, vol. 7, pág. 67.
21. Ibíd.,págs. 338-339. 24. M. K. Gandhi, Satyagraha, Navajivan Publishing House, Ahmadabad, edición de
1958, pág. 6.
ráneos de esta última y, especialmente en los primeros días de su actividad en Del satyagraha al poder del pueblo 85
Sudáfrica, hizo referencias favorables a ellos al propagar sus ideas. Ve mos
pues cómo en distintos números de Indian Opinión citó el ejemplo de la Estableció una nítida diferencia entre las obligaciones morales impuestas a los
resistencia de Hungría en el siglo XIX contra el dominio austríaco, el de la que aceptasen de lleno la doctrina del ahimsa (no violencia) y los que no la
lucha contemporánea del Sinn Fein en Irlanda, el de un boicot chino en 1905- aceptaban. Los primeros nunca debían recurrir a la violencia, pero tenían que
1906 a los artículos estadounidenses como respuesta a una legis lación estar dispuestos a dar la vida llegado el caso al oponerse a la injusticia. Los
estadounidense contraria a China, el del boicot de los artículos bri tánicos en últimos no sólo tenían derecho a utilizar la violencia en circunstancias
Bengala en 1905 como protesta contra una propuesta británica de dividirla, el extremas, sino que tenían incluso el deber de hacerlo de no ser que estu -
de la huelga general de Rusia aquel mismo año —el «re medio ruso», como lo viesen dispuestos asimismo a adoptar métodos no violentos. Gandhi habló
llamaba, que podía ser adoptado en la lucha contra la tiranía— 25 y el de la también con admiración de la resistencia de Polonia a la agresión de Hitler en
campaña de las sufragistas en Inglaterra. 26 Por otro lado, al exponer los modos 1939. «Si Polonia tiene tal grado de valentía extrema y una medida igual de
de funcionar el satyagraha, Gandhi no sólo hacía resaltar el impacto moral y desinterés, la historia la perdonará por haberse defendido con vio lencia. Su
psicológico del sufrimiento voluntario sobre el adversario, sino que insistía en violencia será considerada casi como no violencia.» 30
la dependencia de los gobiernos de la colaboración de la población y la Comoquiera que muchos colegas y seguidores de Gandhi no compar tían
vulnerabilidad de la autoridad frente a una no colaboración sostenida. 27 sus opiniones sobre la no violencia, sus campañas de satyagraha no eran en
Admitió también sin ambages que, al presentar su proposición de no la práctica tan diferentes de la resistencia pasiva de antaño como él deseaba
colaboración al Congreso, había insistido tanto en el pragmático argumento que fuesen. De todas maneras, llevaron la impronta de su encen dido
en vista de que de otra manera no se lo habrían aceptado. 28 Podría ser compromiso moral y se llevaron a cabo con frecuencia con una disci plina no
también muy cierto, según indica Gene Sharp, que el mismo Gandhi se vio violenta muy notable que, desde luego, carecía de precedentes. En ese
movido a adoptar la resistencia civil en la campaña de Sudáfrica al darse sentido fueron diferentes y establecieron un esquema nuevo. Añada mos
cuenta de su eficacia práctica y no tanto por un razonamiento llevado «de lo todavía que la capacidad organizadora de Gandhi y su discernimien to
ético a lo político». 29 estratégico pulieron la técnica para sus futuros practicantes, incluyendo a
aquellos que no compartían del todo, o en absoluto, su creencia en la no
violencia.
En cuanto a las ideas de Gandhi sobre la violencia y la no violencia, eran Sudáfrica 1946-1992
complejas, y sufrieron un cambio desde luego en el correr de los años.
Además de en la India misma, la influencia de Gandhi fue especial mente
fuerte en África. El quinto Congreso Panafricano, que se reunió en
25. Indian Opinión, 11 de noviembre de 1905. Véase CWMK, vol. 5, págs. 131- Manchester en 1945 —organizado por su fundador, el líder negro esta -
132. Véase también el importante ensayo de Gene Sharp, «Origins of Gandhi's Use of dounidense W. E. B. DuBois— congregó a algunos de los líderes africanos de
Nonviolent Struggle», en Sharp, Gandhi as a Political Strategist, Porter Sargent, Boston, la nueva generación, incluyendo a Kwame Nkrumah de Ghana y Jomo
1979, págs. 23-41.
Kenyatta de Kenia. 31 Por primera vez desde 1919, el Congreso Nacional
26. Brown, op. di., pág. 55.
27. Gandhi hablaba con entusiasmo del ensayo de Thoreau, aunque no influyó en él
30. Harijan, 23 de agosto de 1939. Reimpreso en M. K. Gandhi, Non-Violence in
para que iniciase la resistencia civil en Sudáfrica, dado que lo leyó por vez primera
Peaceand War. op. cit., pág. 226.
durante una «estancia» en la cárcel. Véase Judith M. Brown, Gandhi's Rise to Power:
31. Hablando estrictamente, fue el sexto Congreso, el primero que tuvo lugar en
Indian Politia 1915-1922, Cambridge University Press, 1972, pág. 7.
Londres en 1900, bajo la dirección de un ilustre letrado antillano, Sylvester Williams. Pero
28. Léase la contestación de Gandhi a una pregunta sobre este asunto publicada en
se ha convertido en costumbre datar los congresos a partir del convocado por DuBois en
Harijan, 12 de abril de 1942: «Sí, me atengo a mi opinión de que hice bien presentando al
París en 1919, que reunió allí a los líderes africanos y afroamericanos con el objeto de tratar
Congreso la no violencia como un recurso. No habría podido hacerlo de otra manera si
de convencer a los delegados a la Conferencia de Versalles. DuBois con vocó congresos
quería introducirla en la política. También en Sudáfrica la introduje como un recurso». El
posteriores en Londres (1921), Londres y Lisboa (1923) y Nueva York (1927). Estuvo
artículo donde aparece esta cita se halla reimpreso en M. K. Gandhi, Non-Violence in
presente también en el Congreso fundacional de 1900. No hay que con fundir el Congreso
Peaceand War, vol. 1, Navajivan Publishing House, Ahmadabad, edición de 1948, págs.
Panafricano con el Congreso Panafricanista (PAC), un movimiento escindido del Congreso
394-396. La cita en cuestión aparece en la pág. 396.
Nacional Africano (ANC), fundado en Sudáfrica en 1959 P° r Robert Sobuqwe.
29. Véase Sharp, Gandhi as a Political Strategist. op. cií., pág. 26.
Africano (ANC) envió representantes a la reunión, que exigió autonomía e Ley de Supresión del Comunismo. 35 Declarados culpables, se les aplicaron
independencia para África y adoptó la resistencia pasiva de Gandhi como la sentencias de una serie de años de cárcel, suspendidas a condición de que,
única manera eficaz de convencer a los gobernantes extranjeros de que durante el período de la suspensión, no cometiesen ningún otro delito de
respetasen los derechos de las razas sometidas e inermes. 52 los considerados por aquel decreto. Un Decreto de Enmienda del Derecho
En 1946 la comunidad india de Natal emprendió una campaña de Criminal aumentó las penas por incitar a la desobediencia civil o partici
resistencia pasiva contra la introducción de leyes que limitaran su derecho a par en ella, incluyendo azotes. En noviembre, el gobernador general emi
poseer propiedad rural a fin de segregarlos de la comunidad blanca. Al poco tió un edicto referente a la incitación de los «nativos» que limitaba asi
tiempo del comienzo de la campaña, habían sido detenidos 600 mili tantes, y mismo seriamente las reuniones de más de diez negros en las «áreas de
cuando concluyó, 2.000 habían estado en la cárcel, entre ellos el reverendo nativos». Aquello tuvo el efecto de frustrar de antemano los planes del
Michael Scott, un clérigo anglicano que había de convertirse en un paladín ANC de extender la campaña entre los africanos rurales. A fines de aquel
destacado de la lucha contra el apartheid y a favor de los dere chos de los año y como resultado de las órdenes de prohibición, las detenciones de
africanos, y una figura muy destacada en la campaña contra la guerra nuclear líderes y las disensiones internas de la población negra, la campaña había
en Gran Bretaña a fines de los cincuenta y principios de los sesenta. 33 perdido su nervio. ;••'••
En 1949 el ANC, reforzado por una pujante ejecutiva nueva que incluía Pero la resistencia a largo plazo continuó, como es natural. Un impor tante
a Walter Sisulu como secretario general, a Nelson Mándela y a Oliver hito en tal sentido fue el Congreso del Pueblo de 1955, una iniciati va lanzada
Tambo, votó a favor de un programa de acción que incluiría «huel gas, por el ANC, pero apoyada además por las principales organiza ciones políticas
desobediencia civil y no colaboración» para conseguir las demandas de los no blancas e interraciales. El Congreso aprobó una Carta de la Libertad que
africanos. 34 Tres años después, en 1952, el ANC y el Congreso Indio establecía las bases para un futura Sudáfrica democráti ca. Ese mismo año, las
Sudafricano lanzaron conjuntamente la Campaña de desafío de las Leyes mujeres africanas tomaron la delantera en el desa fío de laspass laws (leyes de
Injustas en la que un total de más de 7.000 personas desafiaron las leyes del permisos), y 20.000 de ellas convergieron en los Union buildings (edificios
apartheid. Pero en octubre y noviembre hubo unos disturbios graves en Port de la Unión) de Pretoria. En diciembre de 1956 la policía practicó
Elizabeth, Denver, Kimberley y East London, y aunque no tenían conexión detenciones nocturnas en masa de oponentes acti vos al apartheid de todas las
con la campaña de desafío, y los organizadores de ella los conde naron, razas, y hubo 156 encausados en un proceso por traición que se prolongó
ejercieron un efecto adverso en el movimiento, proporcionando a las durante cuatro años, para resolverse sin em bargo al final en la absolución de
autoridades «munición» que utilizaron contra el mismo. todos los acusados en marzo de 1961. Entretanto, en 1960, el recién formado
En cuanto al gobierno, se armó de nuevos poderes para controlar las Congreso Panafricanista (PAC) —una organización escindida del ANC—
reuniones, tanto públicas como privadas, y restringir las actividades de lanzó una campaña de desobe diencia civil contra las leyes de los permisos.
determinados individuos. La mayoría de los líderes, tanto africanos como Cincuenta mil manifestantes se presentaron sin los permisos en las
indios, fueron detenidos en agosto de 1952 y procesados de acuerdo con la comisarías de policía de distintas localidades en marzo de 1960. Aquello dio
lugar a la matanza de Sharpe-ville en la que sesenta y nueve participantes
desarmados fueron muertos a tiros por la policía sudafricana, y otros 180
32. Mary Benson, South África: The Struggle for a Binhright, Penguin Har- resultaron heridos.
mondsworth, edición de 1966, pág. 90. En vista de la creciente represión, el ANC estableció en 1962 un ala
33. En noviembre de 1949 Michael Scott se dirigió a la IV Asamblea de la ONU militar, la «Umkonto we Sizwe» (Lanza de la Nación), que se limitó al
sobre la situación de la tribu de los herero en el África del Suroeste —Namibia— para
desesperación del gobierno"'sudafricano. Véase Michael Scott, A Time to Speak, Faber y
35. El Decreto de Supresión del Comunismo (1950), no sólo prohibía cualquier
Faber, Londres, 1958, cap. 14, «The General Assembly Decides», págs. 242-268. En 1951
doctrina o proyecto que apuntase a la dictadura del proletariado, sino también cual
fue declarado inmigrante proscrito y tuvo que continuar su trabajo desde fuera del país.
quier otra «que apunte a la provocación de cualquier cambio político, industrial o eco
Entre otros eclesiásticos anglicanos que desempeñaron un activo papel en la oposi ción al
apartheid están el padre Trevor Huddleston, de la Comunidad de la Resurrección, ahora nómico dentro de la Unión mediante la promoción de tumultos o disturbios, o de actos
u omisiones ilegales o mediante la amenaza de [provocar] tales actos u omisiones o a tra
(1992), sede del Movimiento Antiapartheid en Gran Bretaña, y el fallecido Am- brose
vés de medios que incluyan la promoción de tumultos o disturbios, o tales actos u omi
Reeves, obispo de Johannesburgo.
siones o amenazas». Véase Leo Kuper, Passive Resístame in South África, Yale Umversity
34. Benson, op. cit.. pág. 90.
Press, edición de 1960, pág. 61. 'L
principio a practicar actos de sabotaje contra los edificios e instalaciones del muy significativo que cuando se rompieron las conversaciones entre Nel son
gobierno, aunque posteriormente extendió sus actividades hasta incluir Mándela y el presidente De Klerk tras la masacre de Boibatong en ju nio de
ataques contra las fuerzas de seguridad. Otras organizaciones también, 1992, el ANC se resistió a las demandas en pro de reanudar la lu cha armada
incluyendo el PAC, formaron alas militares durante ese período. La lucha y se entregó en cambio a una campaña de «acción de masas». Está muy
armada de la Umkonto se suspendió por último en 1990 tras la puesta en claro que su capacidad de colocar la economía de Sudáfrica en un punto
libertad de Nelson Mándela.36 Sin embargo, la guerra de guerrillas en el muerto y de ocasionar grandes trastornos mediante huelgas y otras formas
interior de Sudáfrica (a diferencia de la practicada en África del Sudoeste — de resistencia civil ha demostrado la fuerza del ANC.
Namibia—) no adquirió un volumen suficiente para plantear una amenaza En las campañas independentistas del resto de África, la resistencia
militar seria al gobierno de la minoría blanca. En realidad las huelgas, civil y la agitación constitucional siguieron a menudo cursos paralelos. En
manifestaciones, boicots además de las formidables insurrecciones de los Ghana, Kwame Nkrumah lanzó una de «acción positiva» en 1949 que
suburbios negros por un lado y la presión moral de jerarcas eclesiásticos presionó a las autoridades británicas para que acelerasen sus pasos hacia la
sudafricanos como Desmond Tutu y Alan Boesak por el otro, fueron en independencia. La resistencia civil desempeñó también un papel significa
general los principales medios internos de que dispuso Sudáfrica para tivo en la desintegración de la Federación Centroafricana en 1962 y el
socavar el sistema del apartheid. Durante los años setenta la Convención de consiguiente logro de la independencia por parte de Zambia. En abril de
los Pueblos Negros, propugnadores de la conciencia de su raza, adoptaron 1962, todos los partidos importantes de la oposición boicotearon las elec
también un enfoque no violento de su resistencia al apartheid. Steve Biko, su ciones y en agosto de ese año Kenneth Kaunda, del Partido Unido de la
líder más conocido, murió estando detenido por la policía en septiembre de Independencia Nacional (UNIP) anunció un plan de llamamiento a los
1977; tenía entonces sólo treinta y un años. 11.000 funcionarios empleados por el gobierno federal en Rodesia del
Además de la oposición interna, Sudáfrica se vio sometida a partir de Norte. 37 El UNIP hizo además preparativos para una huelga general, y
los cincuenta a una presión creciente de las Naciones Unidas y de otros para una gran marcha internacional que discurriría desde Dar es Salaam
organismos internacionales en forma de embargos, sanciones y boicots de- en Tanganika hasta la frontera de Rodesia del Norte. Pero se evidenció
portivos. Su postura se debilitó significativamente con el colapso del colo- que aquellos pasos eran innecesarios debido a que Gran Bretaña anunció
nialismo portugués en Angola y Mozambique en los años setenta, y el fracaso su intención de permitir que cada uno de aquellos países pudiera separar
definitivo en 1979 del intento de lan Smith de mantener un estado se de la Federación. ••.'...
supremacista blanco independiente en Rodesia meridional. Sudáfrica se vio El panorama de conjunto nos muestra que en la mayoría de las coló- v
forzada en 1990 por la presión interna del movimiento guerrillero SWAPO, y nías africanas que no tenían una gran población europea, la agitación polí tica
la presión externa de las Naciones Unidas, a conceder la independencia al convencional —sazonada en ocasiones con una acción más militante, del tipo de
África Sudoccidental —Namibia—. Paso a paso, el gobierno nacionalista boicots, huelgas y manifestaciones— fue suficiente para garan tizar una
del presidente De Klerk se ha visto inducido también a descartar las leyes transición más o menos pacífica a la independencia. En cambio, en las colonias
del apartheid y a aceptar la necesidad de mantener conversaciones con el portuguesas de Angola y Mozambique, y en otros países donde existía una
ANC y otros grupos sobre un futuro sistema democrático para ese país. población de colonos grande y muy arraigada —Arge lia, Kenia y Rodesia del
Sur— fue la guerra de guerrillas y no la resisten cia civil lo que proporcionó la
fuerza coercitiva impulsora de los movi- ^ mientes independentistas.
En el momento de escribir este libro no se discute ya si va a terminar o
no el dominio político de la minoría blanca, sino el momento y la manera de
hacerlo. Los choques habidos entre 108 partidarios del ANC y los LOS DERECHOS CIVILES
seguidores, en su mayoría zulúes, del movimiento Inkatha del jefe Buthe- La fertilización cruzada entre la lucha de los negros estadounidenses
lezi (que reciben estímulos y apoyo económico del gobierno) han añadido contra la discriminación y los movimientos de liberación de África data de
otra trágica dimensión a los problemas de Sudáfrica. Es, sin embargo,

36. El ala militar del PAC, el Poqo, no detuvo oficialmente sus actividades militares en 37. Véase Gene Sharp, The Politics ofNonviolent Action, op. cit., pág. 293-
ese momento, aunque las mismas eran esporádicas en 1991-
mucho tiempo atrás y está personificada en el primordial papel desempe ñado sus organizadores, Bayard Rustin, iba a convertirse en un íntimo colabo -
por W. E. B. DuBois en el desarrollo del Congreso Panafricano. No debe rador de Martin Luther King y a desempeñar un papel sobresaliente tanto en
pues sorprendernos que en los Estados Unidos, igual que en Sud-áfrica y el movimiento pro derechos civiles como en el pacifista. En 1947 Rus tin fue
otras partes del continente africano, la resistencia civil haya sido uno de los miembros de un pequeño equipo interracial que em prendió un
considerada como un arma crucial en la lucha por los derechos civiles. La «viaje de reconciliación» a raíz de un fallo del Tribunal Supremo que había
diferencia en el contexto político y legal entre las campañas de los Estados declarado ilegal la discriminación en los viajes de un estado a otro.
Unidos y las de Sudáfrica o las otras colonias que buscaban la independen cia Viajaron juntos en autocares de la Greyhound y los Trail-ways para
reside en que, en principio, la constitución estadounidense garantiza ba ya verificar si se cumplía la ley o no. En Carolina del Norte, Rustin y varios
los derechos básicos de cada uno de los ciudadanos a la «vida, la li bertad y la otros fueron sentenciados a treinta días de trabajo en cade nas de presidiarios
busca de la felicidad». En consecuencia, la acción directa y la desobediencia por hacer una sentada delante de un autobús.
civil en las calles y dondequiera que se cocían los problemas de la gente iban Sin embargo, la primera campaña pro derechos civiles que logró un
emparejadas en los Estados Unidos con una acción ante los tribunales, que impacto en todo el país y atrajo la atención mundial fue el boicot a los
exigió en ocasiones el empleo del ejército y la policía para hacer cumplir autobuses de Montgomery, provocada en diciembre de 1955 al negarse una
las decisiones de aquéllos. El caso más dramático de esa fase histórica tuvo costurera negra, Rosa Parks, a levantarse de su asiento de la parte de lantera
lugar en 1957, cuando el presidente Eisenhower en vió fuerzas federales a (reservada para blancos) de un autobús. Los líderes de la comuni dad negra,
Little Rock, Arkansas, donde el alcalde había movi lizado a la ínclita guardia incluyendo al ministro bautista Martin Luther King, que tenía entonces
nacional para impedir la integración escolar. veintiséis años, formaron una Asociación de mejoras de Montgo mery, para
DuBois en persona fue uno de los organizadores y líderes de una mar cha organizar el boicot. Después de un año con aquella campaña, los activistas
silenciosa de 8.000 negros que desfilaron por la avenida de Pensilva- nia de ganaron el caso cuando el Tribunal Supremo (de entonces) determinó que
Washington, D. C., organizada por la Asociación Nacional por el Progreso era ilegal la segregación en los autocares interestatales. Seguidamente,
de la Gente de Color en junio de 1917, justo tras haber desem barcado en King, Rustin y otros líderes blancos formaron la Southern Christian
Europa durante la Primera Guerra Mundial las primeras tropas Leadership Conference (Conferencia de Directivos Cristianos del Sur, SCLC)
estadounidenses. Su irónico eslogan rezaba: «M.ake America Safe for Demo- para aplicar las lecciones de Montgomery por todo el Sur. En 1957, la SCLC
cracy» (Que en Estados Unidos esté a salvo la democracia). 38 En los años organizó un «peregrinaje de oración» al Lincoln Memorial de Washington en
veinte y treinta, A. Philip Randolph, presidente de la Hermandad de Ma - la que tomaron parte 25.000 personas.
leteros de los Coches-Cama, una de las organizaciones negras más pode rosa Enero de 1960 contempló la primera sentada estudiantil en estableci -
del país, y un ministro bautista, congresista de los Estados Unidos después, mientos de comidas en la Cena de Greensborough, Carolina del Norte,
el reverendo Adam Clayton Powell, llevaron a cabo resonantes campañas donde se habían negado a atender a un estudiante de agricultura negro. El
contra la discriminación en instituciones públicas y privadas. En 1941, la movimiento se extendió con una rapidez extraordinaria, ayudado por la
simple amenaza hecha por Randolph de convocar una marcha masiva hasta cobertura de la radio y la televisión. En marzo las sentadas se habían ex -
el Lincoln Memorial de Washington para exigir el fin de la discriminación tendido a más de cincuenta ciudades. En abril de 1960 se estableció el Co mité
(wc comunes) en las industrias de la defensa fue suficiente para que el Coordinador No Violento Estudiantil (SNCC) en apoyo de las senta das, y
presidente Roosevelt se apresurase a firmar una orden ejecuti va a favor de creció la escala y la militancia de las manifestaciones. A los dos años habían
aquella demanda. quedado integrados virtualmente todos los servicios públicos. 39 Los freedom
En 1942, inspirada directamente en las campañas de Gandhi, se for mó rides (viajes en bus de la libertad), a cargo de voluntarios del CORE,
en Chicago una pequeña agrupación interracial, el Congreso por la iniciados en mayo de 1961 para someter a prueba otra decisión del Tribunal
Igualdad Racial (CORE), que empleó tácticas de acción no violenta para Supremo, una que prohibía la discriminación en las estaciones de autobús
suprimir la discriminación en restaurantes, piscinas y edificios municipa les interestatales, ganó también un triunfo señalado. Tras repetidos ataques y
seleccionados en una serie de ciudades de los Estados Unidos. Uno de detenciones, y la colocación de una bomba en un autobús, el

38. Robert Cooney y Helen Michalowski (comps.), The Power- of the People, Peace
Press, California, 1977, pág. 150.
39. Ibíd., págs. 160-163.
Ministro de Justicia, entonces Robert Kennedy, ordenó a la Comisión de te siguientes, hubo rebeliones en más de doce ciudades estadouniden ses,
Comercio Interestatal que obligase a las compañías de autobuses y ferro - incluyendo a Chicago, Detroit, Atlanta y San Francisco. La filosofía no
viarias a acatar las decisiones del Tribunal Supremo. violenta de la SCLC fue puesta en entredicho, sobre todo por el diná mico
El dramático climax del movimiento pro derechos civiles fue la Mar cha líder negro islámico Malcolm X. Martin L. King se trasladó a Chi cago,
de los Derechos Civiles sobre Washington, en 1963, a favor del em pleo y de concentrándose entonces en los temas de la pobreza y las privacio nes
la libertad, apoyada por las principales organizaciones pro dere chos civiles. impuestas y haciendo planes para una Marcha de los Pobres sobre
A. Philip Randolph, que había amenazado con organizar una marcha de ese Washington para plantar una «ciudad de tiendas de campaña» junto al
tipo nada menos que en 1942, fue uno de los organizadores; fue coordinada Lincoln Memorial. No vivió para verla realizada. En abril de 1968 lo aba tió
por Bayard Rustin. Más de 200.000 personas se congrega ron frente al una bala asesina en Memphis, Tennesse, adonde había ido para dirigir
Lincoln Memorial de Washington a escuchar discursos de los líderes y manifestaciones en apoyo de una huelga de los basureros. Pero la Marcha de
organizadores de los derechos civiles, incluyendo a Martin Luther King, quien los Pobres siguió adelante, aunque la ciudad de tiendas duró menos de dos
pronunció su famoso discurso «Tengo un sueño». Fue la ma yor meses y no logró el espaldarazo de la acción radical que se necesitaba para
manifestación de la historia de los Estados Unidos hasta entonces, con la hacer frente a los problemas que trataba de resolver.
intervención de 150 miembros del Congreso y cantantes, autores muy Los logros del movimiento pro derechos civiles de los negros en los
conocidos y otros personajes públicos. Estados Unidos proporcionaron un estímulo enorme para el empleo de la
^ El registro electoral fue otro tema capital asumido por el movimiento acción no violenta por parte de otros pueblos o sectores de la sociedad que
pro derechos civiles. Tenía por objeto superar los obstáculos legales y téc - tropezaban con prejuicios o discriminación en una forma u otra. Desde los
nicos que obstruían el camino de los negros que querían ejercer sus dere chos últimos años sesenta, por ejemplo, las mujeres de muchos países han to mado
al sufragio. En 1964 una coalición de organizaciones pro derechos civiles parte en manifestaciones y protestas, igual que hicieran las sufragis tas antes
patrocinó el Proyecto estival de Mississipi, que llevó a estudiantes blancos y que ellas en los primeros años del siglo, combinando a menudo esa actividad
negros al estado de Mississipi para ayudar a los negros a inscri birse en el con la acción a través de los tribunales. Lo propio han hecho también los
censo electoral. Varios voluntarios perdieron la vida en ataques y asesinatos movimientos de gays y lesbianas, las «Panteras grises» en los Estados
racistas. En 1965 una marcha que iba desde Selma, Alabama, hasta Unidos y los pueblos indígenas de la zona septentrional de Euro pa, de los
Montgomery, capital del estado, fue detenida, y atacada a continua ción por Estados Unidos, del Canadá y de muchos países asiáticos y lati noamericanos.
soldados de la reserva de ese estado. Tras diversas batallas legales, los
activistas obtuvieron una sentencia favorable en un tribunal de distri to, lo LA ACCIÓN NO VIOLENTA TRANSNACIONAL
que les permitió continuar la marcha. Pero entretanto, tres minis tros
bautistas blancos habían sido atacados por miembros del Ku Klux Klan; uno Hemos indicado ya el acusado carácter internacionalista de los movi -
de ellos murió a causa de las heridas. Luego, unas horas después de concluir mientos pacifistas y de la acción no violenta. Ese carácter estimuló la tras-
aquella marcha, Viola Lmzzo, una mujer de treinta y nueve años oriunda de ladación de ideas y personalidades entre los movimientos pacifistas, pro
Detroit, que llevaba en su coche de regreso a Selma a al gunos manifestantes, derechos civiles y anticolonialistas/antiapartheid —y se vio a la vez reforza do
fue muerta a tiros. El presidente Johnson hizo acto de presencia en la por la misma—. El reverendo Michael Scott, que había sido detenido en
televisión nacional para denunciar los asesinatos. Aquel mismo año, el Sudáfrica en 1946 por desobediencia civil, y que se había convertido en una
Congreso aprobó el Decreto del Derecho al Voto que dio vía libre a una figura relevante del movimiento antiapartheid y el movimiento por la libertad
mayor participación de los negros en las elecciones, con un aumento de las colonias, fue a la vez miembro activo del Comité de Acción Directa
significativo del número de candidatos negros elegidos al Con- contra la Guerra Nuclear de Gran Bretaña y cofundador, con Ber-trand
^ greso. Russell, del Comité de los Cien, que lanzara una gran campaña de
desobediencia civil en los primeros años sesenta, que implicaría a decenas de
Pero aunque había habido progresos significativos, seguía habiendo
miles de personas contra la estrategia nuclear del gobierno británico.
discriminación en la educación, el empleo, la vivienda y los salarios, lo que
Bayard Rustin es una figura representativa. En 1938 había trabajado
producía una frustración creciente. En 1965 la barriada negra de Watts en
como organizador en la Liga de la Juventud Comunista en los Estados
Los Angeles estalló en una orgía de saqueos y violencia que duró siete dias y
ocasionó treinta y cuatro muertos. En los años inmediatamen-
Unidos, pero dimitió cuando cambió de actitud respecto de la guerra, e cifista negro estadounidense, Bill Sutherland (por aquel entonces asesor de K.
ingresó en la Asociación de la Reconciliación. Estuvo encarcelado veintio cho A. Gbedemah, Ministro de Hacienda de Ghana), Ntsu Mokhehle, pre sidente
meses durante la guerra como objetor de conciencia, y al ser puesto en del Partido del Congreso de Basotho, 40 y Michael Scott, cuyo tra bajo en
libertad en 1945 encabezó el Comité de la India libre y fue detenido varias Sudáfrica y a favor de ese país hemos señalado ya. De hecho, en los últimos
veces por practicar sentadas dentro de la embajada británica en años cincuenta Michael Scott era un activista por la libertad afri cana tan
Washington. Como hemos indicado, participó en los Estados Unidos en bien conocido que al llegar en noviembre de 1959 al aeropuerto de Accra
1947 en el «viaje de reconciliación» del CORE, auspiciado también por la fue recibido como un héroe nacional por la muchedumbre que se había
pacifista Fellowship of Reconciliation (Asociación de Reconciliación), y en congregado para recibirlo y llevarlo en hombros hasta el salón de
1948, por invitación del Partido del Congreso, pasó seis meses en la India recepción. 41
estudiando el movimiento de Gandhi. Las autoridades francesas cerraron el paso al grupo en su primer in tento
Hemos mencionado ya el papel desempeñado por Rustin en los movi - justo dentro del Alto Volta (hoy Burkina Faso), y los aduaneros fran ceses les
mientos pro derechos civiles de los años cincuenta y sesenta. Ejerció tam bién confiscaron los vehículos. Hicieron todavía dos incursiones en Alto Volta y,
actividades en la US War Resisters League (Liga estadounidense de en la segunda de ellas, los miembros del equipo fueron dete nidos y
resistentes contra la guerra) y en la Internacional de resistentes contra la «descargados» en seguida al otro lado de la frontera en una locali dad remota.
guerra, y desde los últimos años cincuenta, dentro del Comité de Acción No Pero los oradores del grupo pronunciaron discursos ante grandes multitudes
Violenta, que organizó manifestaciones de acción directa contra los congregadas al aire libre en su regreso a través de Ghana, y aquel proyecto
preparativos de guerra y colaboró de cerca con su afín, el Comité de Ac ción
ayudó a consolidar la opinión africana contra las armas nucleares. En abril
Directa contra la Guerra Nuclear de Gran Bretaña. Con ocasión de sus
del año siguiente, a sugerencia de Michael Scott, el presidente de Ghana,
visitas a Gran Bretaña en los años cincuenta, estimuló y ayudó a los jóvenes
Kwame Nkrumah, convocó una conferencia pa-nafricana en Accra contra
activistas pacifistas que querían introducir manifestaciones y la
desobediencia civil al estilo de Gandhi en las campañas contra la guerra —y el imperialismo y colonialismo nuclear a la que asistieron representantes de
poco después, contra las armas nucleares—. Fue uno de los principa les la mayoría de los países independientes de África en aquel momento, una
oradores que tomaron la palabra en Trafalgar Square al comienzo de la delegación del gobierno provisional ar gelino (que incluía a Frantz Fanón), y
primera Marcha de Aldermaston en 1958, y lo vemos implicado en una representantes de gran número de movimientos de resistencia de otras partes
serie de proyectos transnacionales, incluyendo la Acción de Protesta del de África. Entre los asesores in ternacionales particularmente interesados en
Sahara en Ghana en 1959-1960 y en la Marcha de San Francisco a Moscú en la acción no violenta que asistieron a la misma estaban Ralph Abernathy,
1960-1961 (véase más adelante). En su historia personal podemos ver del Consejo de dirigentes cristianos del Sur de Estados Unidos, A. J. Muste,
cuánto contribuyeron las tradiciones y experiencia de los derechos civiles y Michael Scott, April Cárter y Gene Sharp. La conferencia aprobó, entre otras
movimientos pacifistas obra de Gandhi en el florecimiento de la resis tencia cosas, planes para establecer en Ghana un «Centro de Acción Positiva» para
civil en el período que siguió a la Segunda Guerra Mundial. entrenar a gente para una acción directa ulterior contra la pruebas nucleares
f Los proyectos transnacionales de acción directa iniciados por el movi - francesas y a favor de la lucha anticolonial. Pero aquel centro de
miento pacifista se tradujeron positivamente sobre todo en la unificación de entrenamiento nunca cuajó en la forrna deseada, convirtiéndose en cambio
las diversas ramas de un movimiento emancipativo de más amplitud. Ilustra en un centro de en-
ese aspecto el Proyecto de Protesta del Sahara. Según hemos seña lado, se
trataba de un intento de enviar un equipo internacional reunido en Ghana,
África occidental, al centro de pruebas atómicas de Francia si tuado en 40. Ntsu Mokhehle se convirtió en primer ministro de Lesotho (antes Basutoland) en
Reggan, en el Sahara argelino. Se trataba de una iniciativa del Comité de abril de 1993, tras el triunfo arrollador del Partido del Congreso de Basutoland (BCP) en las
Acción Directa de Gran Bretaña, pero el proyecto estaba copa- trocinado por primeras elecciones libres desde 1970. Los comicios de 1970 fueron anulados por el hombre
el Comité de Acción No Violenta de los Estados Unidos y la Campaña de fuerte de Lesotho, el jefe Leabua Jonathan, del Basutoland National Party, quien declaró
Desarme Nuclear de Ghana. Reunió a los activistas del movi miento pacifista, además el estado de emergencia, en cuanto los primeros resultados indica ron que saldría
triunfador el BCP.
de los negros estadounidenses y africanos. Entre sus or ganizadores y
41. El autor fue uno de los participantes británicos del Equipo de Protesta del Sahara (el
participantes estuvieron Bayard Rustin y otro activista pa- otro fue el artista Francis Hoyland) y presenció la triunfal escena.
trenamiento político de los miembros del Partido de la Convención de los La Brigada de la Paz Mundial emprendió unos cuantos proyectos más,
Pueblos gobernante. 42 , : incluyendo sobre todo una Marcha de la Amistad Delhi-Pekín en marzo de
La Expedición de protesta del Sahara fue sólo uno de una serie de pro - 1963 encaminada a promover el buen entendimiento entre India y China
yectos transnacionales organizados por los movimientos pacifistas y simi lares durante la breve guerra fronteriza que hubo entre ambos países y después de
de esa época. La Marcha de San Francisco a Moscú (1960-1961) im plicó un ella. 44 Pero la Brigada de la Paz Mundial nunca llegó a adqui rir una estructura
equipo multinacional que recorrió unos 9.600 kilómetros, en su mayor parte organizativa sólida, y se extinguió pocos años después.
43
a pie, a través de América y Europa hasta llegar a Moscú. El impacto que Su deceso no señaló el fin de esas intervenciones transnacionales.
ejercían los proyectos de ese tipo llevó a A. J. Muste, Bayard Rustin, Bill Mencionaremos ahora aquí sólo unas cuantas. En diciembre de 1966, un
Sutherland, Jayaprakash Mayaran (un prominente discípulo de Gandhi indio) grupo muy especial con base en la Gran Bretaña, los Voluntarios para la Paz
y al reverendo Michael Scott, entre otros, a convocar una conferencia en de Vietnam, envió desde Gran Bretaña, Alemania Occidental, los Es tados
Beirut, en enero de 1962, para fundar la Brigada de la Paz Mundial. Muste, Unidos y Canadá cuatro eclesiásticos muy conocidos a la República
Mayaran y Scott fueron los tres copresidentes, y su pri mer proyecto se creó Democrática de Vietnam (DRV=Vietnam del Norte) como testigos para que
en apoyo de la campaña para desintegrar la Fede ración Centroafricana — informasen a su regreso sobre la lluvia de bombas estadounidenses. 45 Como
considerada casi por todo el mundo como un ins trumento para prolongar el dos años después, un grupo mayor, compuesto por setenta y tres pacifistas
dominio de los blancos en esa región— y conseguir la independencia de británicos marcharon a Cambodia con el objeto de compartir los peligros del
Rodesia del Norte (Zambia). Rustin, Sutherland y Siddharaj Dhadda, otro bombardeo con la gente de aquel país y tratando de disuadir a los Estados
discípulo indio de Ghandi, asistie ron a una reunión del Movimiento de Unidos de la continuación de sus incursiones. 46
Liberación Panafricano de África Oriental y Central (PAFMECA) en Addis El comité de «Apoyo a Checoslovaquia» fue una acción de protesta
Abeba en febrero de 1962, que logró el apoyo necesario para un plan de organizada en 1968 por la Internacional de Resistencia contra la Guerra que
marcha desde Dar es Salaam, Tanganika, hasta la frontera de Rodesia del implicó a grupos internacionales que se manifestaron simultáneamen te en
Norte. Debía coincidir el mis mo con una huelga general en este último país Moscú, Varsovia, Budapest y Sofía contra la invasión de Checos lovaquia
que planificaban ya Ken-neth Kaunda y el Partido Nacional Unido de la encabezada por la URSS. 47 Otro proyecto internacional organiza do por una
Independencia (UNIP). El UNIP, la Unión Nacional Africana de Tanganika agrupación pacifista muy concreta fue la «Operación Omega» (1971), que
(TANU, partido que dirigía Julius Nyerere), el PAFMECA y la Brigada de la combinó la protesta contra la represión efectuada en Bengala Oriental (hoy
Paz Mundial es taban representados en la Acción por la Liberación de África Bangladesh) por el ejército pakistaní con la distribución entre los refugiados
(AFA), el organismo creado para preparar la marcha. Rustin, Sutherland y de alimentos de gran contenido proteínico. 48
otros ad quirieron la residencia en Dar es Salaam para dedicarse allí al trabajo
y responsabilizarse de la representación internacional en aquella marcha. La
Acción por la Liberación de África llevó a cabo un importante trabajo 44. April Cárter presenta un breve relato de la Marcha de la Amistad Delhi-Pekín así
organizativo de la campaña, pero a fin de cuentas, tanto la marcha como la como un análisis de sus puntos fuertes y sus flacos en Peace Movements, op. cit., págs. 245-
proyectada huelga general, no llegaron a efectuarse en vista de que las 247. Forma parte de un estudio sobre la «Intervención transnacional», págs. 245-
autoridades británicas retiraron su apoyo a la Federación Centroafricana y 249.
terminaron aceptando el derecho a la secesión de los diferentes países. 45. Los cuatro eclesiásticos fueron el reverendo Martin NiemSller, el eminente pas tor
luterano que había pasado siete años en los campos de concentración nazis por su opo sición
al nazismo, el muy reverendo Ambrose Reeves, antes ex obispo de Johannesburgo y
activista del movimiento antiapartheid, el reverendo A. J. Muste y el rabí Abraham
42. Véase April Cárter, «The Sahara Protest Team», en A. Paul Haré y Herbert H.
Feinburg, de Canadá. Véase el diario de Feinburg de aquella marcha, Hanoi Diary,
Blumberg, Liberation without Violence, Rex Collings, Londres, 1977, págs. 126-156.
Véase también el relato de A. J. Muste sobre el proyecto, «África against trie Bomb», en Nat Longman, Ontario, Canadá, 1968.
Hentoff (comp.), The Essays of A. J. Muste, Simón y Schuster, Nueva York, 1967 págs. 46. Véase Pat Arrowsmith (comp.), To Asia in Peace, Sidgwick y Jackson, Londres,
394-409. 1972.
43. Un relato de uno de los organizadores participantes figura en Brad Lyttle, You 47. Véase Michael Randle y April Cárter (comps.), Support Czechoslwakia, Peace
Come with Naked Hands, Greenleaf Books, New Hampshire, 1966. News, Londres, 1968.
48. Véase «Operation Omega» (de relatos aparecidos en Peace News) en Haré y
Blumberg, op. cit., págs 196-206. Véase también Cárter, op. cit., pág. 247.
En junio de 1972, con el mismo espíritu de Harold Steele en 1957, y del
también a enviar voluntarios a Sri Lanka en 1989 para que actuasen como
de los tripulantes del Golden Rule y del Pboenix en 1958, un buque de vela
escoltas desarmados de los abogados que actuaban a favor de personas
de matrícula canadiense, el Vega/Greenpeace III, navegó hasta la zona de
detenidas sin juicio.52
pruebas nucleares francesas del atolón de Mururoa, donde fue embestido y
abordado por un patrullero de la armada francesa.49 En otro viaje de protesta
efectuado en 1981, el candidato del Partido Ecologista Francés a las LA RESISTENCIA CIVIL CONTRA LA DICTADURA: LATINOAMÉRICA,
elecciones presidenciales zarpó con el Vega, y logró así un compromiso con IRÁN Y LAS FILIPINAS
las autoridades francesas de que se sometería a una valoración independiente
Quedaba una cuestión pendiente tras los éxitos de Gandhi en Su-dáfrica
el nivel de radiación siempre que desistiese de seguir adelante con su plan.
y la India y los de la mayoría de los demás casos de resistencia civil de las
Esas iniciativas galvanizaron la oposición a las pruebas en el Pacífico Sur,
masas que hemos estudiado, a saber: si ese método tendría éxito contra una
viéndose potenciada en algún sentido su eficacia cuando los agentes del
dictadura, o contra cualquier adversario bien armado y sin principios. Los
servicio secreto francés dinamitaron en 1985 en el puerto de Auckland otro
logros obtenidos por los maestros de escuela noruegos y otros grupos que
buque de protesta de Greenpeace, el Rainbow Warrior, matando al fotógrafo
presentaron una resistencia no violenta a los nazis en la Europa ocupada
portugués que estaba a bordo en aquel momento.50
revelan que fueron posibles unos triunfos limitados, pero no había la menor
Persistió el empeño de crear una organización permanente dedicada a la
esperanza en tales casos de derrocar el poderío de los nazis ni de obligarlos
intervención no violenta transnacional. En 1981 tomó cuerpo una versión
a que pusiesen fin a la ocupación. En dos palabras podemos contestar que al
menos grandilocuente pero más realista de la Brigada Mundial de la Paz,
parecer la resistencia civil puede tener éxito contra una dictadura, pero no
debida sobre todo a la iniciativa de algunos de los que habían participado en
necesariamente en cualquier momento dado. En ocasiones hace falta un
el proyecto anterior. Fue la Internacional de las Brigadas de la Paz (PBI), que
prolongado período de campaña poco llamativa unida de preferencia a la
enfocó inicialmente sus actividades en Centroamérica, estableciendo un
presión internacional. Sin embargo, dado el caso, un adversario empecinado
grupo de base en Costa Rica en 1982 para practicar el entrenamiento en la no
y aparentemente inexpugnable se viene abajo debido a que las fuerzas
violencia. En 1983 envió un equipo internacional de nueve miembros a la
frontera entre Nicaragua y Honduras para controlar la violencia de los armadas dejan su régimen en la estacada ante la unidad y persistencia de la
contras y llevar a cabo un trabajo práctico, y preparar el camino a la población.
presencia permanente allí de un grupo cristiano estadounidense, los Testigos Chile y Sudáfrica representan dos ejemplos del proceso de erosión. La
de la Paz. Ese mismo año envió voluntarios a Guatemala para apoyar a los manera de hacerse con el poder del general Pinochet mediante un golpe
que hacían campaña a favor de los familiares de personas que habían militar en Chile en 1973 y el encarcelamiento en masa que practicó, con
«desaparecido». Los voluntarios de la PBI permanecieron en Guatemala a tortura y ejecución de sus adversarios o de los sospechosos de izquierdistas,
pesar de haber recibido amenazas de muerte durante 1989 y de que su casa daba a entender que nada podría echarlo abajo exceptuando la fuerza militar.
en la Ciudad de Guatemala fue dañada por un ataque con bombas y de que Pero ocurrió que su autoridad y su base de poder en la clase media se vieron
tres de sus miembros sufrieron heridas graves por ataques con arma blanca. minados por la incompetencia económica y política de su régimen, por la
Los voluntarios que efectuaban un trabajo similar de escolta en El Salvador, persistente resistencia no violenta de las madres de los «desaparecidos», de
iniciado en 1987, sufrieron detenciones y acoso por parte de la policía militar. los sindicatos, de numerosas «agrupaciones de base» de ciudades y aldeas, y
El grupo fue expulsado en 1989 so pretexto de que representaba una amenaza por la presión internacional. Pinochet se sintió obligado a entablar un
para el estado, pero regresó posteriormente a instancias del gobierno mismo.51 diálogo con la oposición. Pero siguieron las protestas, unidas a varios
La PBI empezó atentados con bombas, y el año siguiente declaró el estado de sitio. En 1986
hubo 15.000 personas detenidas en manifestaciones contra el gobierno y
huelgas de grandes proporciones, a pesar de ser ilegales. En un plebiscito
49. Véase David McTaggart, Greenpeace ULJourney into the Bomb, Collins, Londres,
1978. efectuado en 1988, convocado por Pinochet tratando
50. Cárter, Peace Mwements, op. cit., pág. 171.
51. Ibíd.,págs. 247-249.
52. Ibíd., págs. 245-249. La información que proporciona esta autora ha sido corregida
y puesta al día por Tirn Wallis-Milne, de la PBI, en una conversación mante nida con la
autora en 1993-
de reforzar su posición, le salió el tiro por la culata y se sentaron las bases torado. La férula militar continuó, pero hubo la suficiente apertura de la
para un regreso al gobierno democrático. Aunque Pinochet siguió siendo situación para permitir que se estableciesen algunas organizaciones polí ticas
general en jefe del ejército (y por lo mismo una amenaza potencial para la y pro derechos humanos, entre ellas la rama uruguaya del Servicio por la
nueva democracia), accedió a no presentarse para la presidencia. 53 Paz y la Justicia (SERPAJ), fundada por el padre Luis Pérez Agui- rre. En
Ha habido éxitos parecidos de la acción no violenta, algunos limita dos, agosto de 1983, tras la detención y tortura de cierto número de es tudiantes,
otros de gran alcance, en otros países de Iberoamérica, en distintas ocasiones. tres miembros/del SERPAJ emprendieron una huelga de ham bre —en
En El Salvador fue derrocado en abril-mayo de 1944, en tres se manas de presencia de la prensa internacional—. Aquello actuó de cata lizador de la
insurrección no violenta, el dictador militar, el general Maximi liano acción de las masas. Una jornada de protesta convocada por el SERPAJ el 25
Hernández Martínez. 54 En Guatemala, en junio de ese mismo año, otro de agosto tuvo un éxito colosal: consistió en que virtual-mente la población
dictador «famoso», el general Jorge Ubico, que había mandado en el país entera de Montevideo se metió en casa a una hora determinada, apagando
desde 1931, fue «destronado» tras once días de huelgas y protestas que todas las luces e iniciando un concierto de sartenes y cacerolas. En
culminaron en un cierre completo efectuado en la Ciudad de Guate mala. 55 En noviembre, 500.000 personas —una sexta parte de la población entera del
Bolivia en 1977-1978 una huelga de hambre en masa, que em pezó por cuatro país— tomó parte en una manifestación en masa contra el gobierno, seguida
mujeres y llegó a alcanzar la participación de 1.200 per sonas, abrió de par en en enero de 1984 por una huelga general. Se efectuaron por último unas
par las divisiones latentes dentro de la pandilla gobernante y sus elecciones en noviembre, lo que señaló el pri mer paso del restablecimiento
paniaguados, y condujo a la puesta en libertad de la mayoría de los presos del gobierno democrático. 57
políticos del país, al levantamiento de una prohibi ción impuesta a los Los casos más dramáticos de una resistencia civil capaz de producir el
sindicatos, y a otras concesiones. Sin embargo, y debi do a razones políticas y derrocamiento revolucionario de regímenes autoritarios son el de Irán en
económicas de mucho peso, no condujo al estable cimiento de una democracia 1979 y el de Filipinas en 1986. En Irán millones de personas se declararon en
estable. 56 huelga y tomaron las calles. A pesar de las masacres de manifestantes
La lucha de Uruguay por la democracia tiene elementos en común con inermes, las protestas continuaron. Pero empezó a cundir el malestar den tro
la de Chile. Los militares usurparon el poder en 1973, y establecieron en este de las fuerzas armadas, y el 12 de febrero, tras unos choques violentos entre
país, de gran tradición democrática, uno de los regímenes más brutales de la guardia imperial y los aviadores de dos bases aéreas de Teherán, el alto
Latinoamérica, proscribiendo toda actividad política y sindi cal, encarcelando mando del ejército se declaró neutral y retiró sus fuerzas a los cuarte les, con
a 7.000 personas por motivos políticos (de una pobla ción total de sólo tres lo que selló la muerte del régimen del Shah. 58
millones), y utilizando la tortura al por mayor. Sin embargo, en 1980, y En las Filipinas, el régimen de Ferdinand Marcos, respaldado por los
enfrentados a un declive económico y un gran desa sosiego político, pidieron Estados Unidos, había perdido a principios de los ochenta gran parte del
a las urnas un mandato en pro de una constitu ción autoritaria basada en la volátil apoyo de su base de poder tradicional en la clase media debido a su
gran corrupción e ineficacia. Su credibilidad y situación moral sufrieron un
doctrina de la seguridad nacional. Pero, igual que el régimen de Pinochet en
nuevo golpe en 1983 cuando el jefe de la oposición, el carismático Be nigno
Chile, unos años después recibieron un rechazo clamoroso, al votar por el no
Aquino, fue abatido a tiros ante los ojos mismos de las cámaras de televisión
un ochenta y siete por ciento del elec-
por las fuerzas de seguridad de Marcos cuando descendía del avión que lo
había llevado de regreso de su exilio en los Estados Unidos. La viuda del
53. Las cifras qua se citan están tomadas de una entrada sobre Chile de Peter Teed, político asesinado, Corazón Aquino, obtuvo un triunfo cla moroso en las
Dictionary of Twentieth Cmtury History: 1914-1990, OUP, Oxford, 1992, págs. 89-90. elecciones presidenciales de 1986, pero Marcos se negó a
Aparece un relato de Fernando Aliaga Rojas, uno de los activistas no violentos im -
plicados: «How we won democracy in Chile», en Shelley Anderson y Janet Larmo- re
(comps.), Nonviolent Struggle and Social Defence, Internacional de Resistencia contra la
57. Véase Jean-Pierre Mulé, «La non-violence raméne la démocratie», en Alternatives
Guerra y Myrtle Solomon Memorial, Subcomisión de Fondos, Londres 1991 págs 51-54.
Non Violentes, n° 62, diciembre de 1986, págs. 26-31.
54. Véase Sharp, Civilian-BasedDefence, op. til., pág. 39.
58. Neu- York Times, 12 de febrero de 1979. El relato sobre las sublevaciones habidas
55. Véase Sharp, The Politics of Nonviolent Action. op. tit., págs 90-93.
en las bases aéreas de Farahabad y Doshan Tapeh está tomado de David Cortnght y Max
56. Véase Fierre Croissant, «Bolivie 1978: la gréve de la faim contre la dictature», en
Watts, Left Face: Soldier Unions and Resistance Movements in Modern Armies, Green-wood
Alternatives Non Vio/enees, n° 39, diciembre de 1980, págs. 34-59.
Press, Nueva York, Westport, Connecticut y Londres, 1991, págs. 220-221.
aceptar el resultado y fue confirmado como presidente por la Asamblea las 4.50 de la tarde del sábado 17 de agosto, cuando los golpistas llegaron en
Nacional. Aquella jugada fue denunciada por los obispos católicos, y el Crimea a la dacha donde estaba Gorbachov de vacaciones con su fami lia,
ministro de defensa, el general Juan Ponce Enrile, hizo un llamamiento al cortaron los teléfonos, y le pidieron que transfiriese sus poderes al
ejército y al pueblo para reconocer a Corazón Aquino como presidenta. 59 vicepresidente, Genady Yanayev. De acuerdo con el relato del propio Gor -
Cuando el infame Marcos envió unidades de las fuerzas armadas para que bachov, éste les dijo «que se fuesen al diablo». Gorbachov tenía que estar de
atacasen la sede militar del general Enrile, decenas de miles de personas de regreso en Moscú al día siguiente para firmar un nuevo Tratado de la
entre la población civil, incluyendo monjas y curas que habían trabaja do con Unión que otorgaba a las repúblicas soviéticas mucha más voz en el con trol
la gente en los movimientos de base, cerraron el paso al ejército. Este se de sus propios asuntos. Uno de los objetivos inmediatos del golpe era
negó a abrir fuego, y Marcos y su famosa consorte Imelda huyeron del país. impedir aquel hecho. Lo que consiguieron, irónicamente, fue precipitar la
La expresión «poder del pueblo» fue inventada entonces para describir aquel desmembración de la Unión Soviética.
triunfo extraordinario de una rebelión sin armas. La victo ria fue posible El lunes, muy de mañana, tanques y otros vehículos militares se lan -
debido a que el régimen de Marcos había perdido cualquier derecho a zaron a las calles de Moscú, y Yanayev radió una declaración de que Gor -
reivindicar su legitimidad al haber repudiado el resultado de las elecciones y bachov estaba indispuesto y que, en consecuencia, él, Yanayev, se hacía
su base de poder en la población civil, y por último, carecía de autoridad para cargo del poder encabezando una junta de ocho personas. Figuraban entre
exigir la obediencia incluso de las fuerzas armadas. éstas los jefes de los tres brazos armados, los ministros de defensa y del
interior, y el jefe de la KGB. El presidente del parlamento soviético anun ció
LA RESISTENCIA CIVIL CONTRA LOS GOLPES MILITARES: EL que se reunirían en una sesión extraordinaria el lunes siguiente para
GOLPE CONTRA GORBACHOV EN AGOSTO DE 1991
aprobar el estado de emergencia, una maniobra dirigida claramente a darle
a aquel golpe una fachada de legitimidad.
Todos los casos analizados hasta ahora en esta sección del capítulo se El comité dejó claro de antemano que no pensaba tolerar oposición
refieren a la resistencia civil ejercida desde abajo ^ontra una autoridad alguna. Declaró un estado de emergencia inmediato de seis meses de dura ción en
establecida. Pero también se ha empleado la resistencia civil en ocasiones a Moscú, Leningrado y otras zonas de la Unión Soviética, y promul gó un decreto
favor de un gobierno legítimo ya existente. Lo estudiaremos detallada mente que prohibía las huelgas de protesta y las manifestaciones. Amenazó con
en los capítulos sobre la defensa mediante la resistencia civil, pero voy a implantar toques de queda donde hallase resistencia, y di solver las autoridades
concluir éste con una breve exposición de dos ejemplos: la resisten cia frente locales que se resistiesen a su control. Se apoderó también de todas las
al intento de golpe contra Gorbachov en la Unión Soviética en agosto de emisoras de radio y televisión de Moscú y anunció que sólo se permitiría la
1991, y la resistencia a la invasión de Checoslovaquia en 1968 encabezada publicación de nueve periódicos —todos ellos pro-comunistas—. Por lo tanto,
por la URSS. ^_^ la sugerencia hecha posteriormente por y algunos comentaristas políticos de
La resistencia frente al golpe contra Gorbachov tiene paralelos en otros que aquel intento de golpe estaba to talmente mal organizado no resiste el más
dos casos citados con frecuencia en los que la resistencia civil sofocó intentos somero análisis. El golpe fra casó, no porque a los conspiradores se les hubiera
de golpe: el putsch de Kapp en Berlín en 1920, y la frustración de la revuelta escapado el tomar todas las medidas de rigor en su planeamiento o ejecución,
de los generales en Argel en 1961. 60 El golpe contra Gorba chov se vino sino porque la opo sición del pueblo fue demasiado poderosa. El error no estuvo
abajo de un modo incluso más rápido y espectacular que en los casos de en la manera de efectuar el golpe, sino, para empezar, en la decisión misma de
otros intentos fracasados. La maniobra preliminar tuvo lugar a inten- /\ tarlo.
El revés más espectacular de entrada fue el no haber logrado detener al
presidente de Rusia, a Boris Yeltsin. Sin embargo, y según algunas
59- Enrile fue el líder de un movimiento de reforma dentro de las fuerzas armadas, fuentes, ello no se debió a ninguna equivocación o descuido de parte de los
RAM, y hay pruebas de que había hecho planes para utilizar esa organización para hacer se conspiradores, sino a la negativa de los oficiales de la KGB enviados a
con el poder mediante un golpe contra Marcos. Sus planes se vieron frustrados por el detenerlo o matarlo, a llevar a cabo las órdenes recibidas. Ocurrió algo si -
inesperado anuncio de éste de convocar elecciones, y por la victoria de C. Aquino. Véase
milar con los soldados enviados en avión desde Odessa para sofocar las
Cortright y Watts, op. cit., págs. 225-228.
60. Véase Adam Roberts, «Civil Resistance to Military Coups», en el Journal of
manifestaciones públicas: hicieron una sentada en el aeropuerto de Moscú
Peace Research, vol. XII, n° 1, 1975, págs. 19-36.
y se negaron a seguir hacia la capital.61 No fue menos amenazadora, desde el bían prometido los militares que no entraría ningún tanque en la ciudad. La
punto de vista de los golpistas, la positiva respuesta al llamamiento de policía tanto de esta ciudad como de Moscú se mantuvo leal a las autoridades
Yeltsin pidiendo una huelga general por parte de los mineros del carbón de locales. En las repúblicas bálticas de Estonia y Letonia se convocaron huelgas
la económicamente umbilical región del Kuzbáss y de la mítica zona de generales y los diputados situados dentro del parlamento estonio declararon
Vorkutá, junto al Círculo Polar Ártico.62 unánimemente la independencia completa. Como hemos señalado, las minas
:.-,-:. Tras haber escapado a la detención, Yeltsin reapareció inmediatamen de la zona ártica de Vorkutá y de la cuenca carbonífera del Kuzbáss, en el
te en el edificio del parlamento ruso —al igual que cientos de diputa Oeste de Siberia, secundaron el llamamiento de Yeltsin de una huelga
dos—. En su momento supremo, bajó a pie por los escalones del edificio, general.
se encaramó a uno de los pocos tanques alineados por sus conductores para Llegaron también presiones del extranjero. El presidente Bush mani-
defenderlo contra posibles ataques, y se dirigió a la creciente multitud de festó su apoyo a Yeltsin y logró hablar directamente con él a través de un
moscovitas reunidos allí, calificando al golpe de anticonstitucional y a sus teléfono situado dentro del edificio del parlamento ruso. Tanto los Estados
autores de «pandilla de criminales», y pidiendo una huelga general inme Unidos como los Ministros de asuntos exteriores de la Comunidad Europea
diata. En un llamamiento directo a los soldados, dijo: «Creo que, en esta anunciaron la suspensión de la ayuda alimentaria y técnica mientras no se
trágica hora, vais a tomar la decisión debida. El honor de las armas rusas restableciese el gobierno legítimo. Pérez de Cuéllar, secretario general de las
no se manchará con la sangre del pueblo».63 Se unieron más tanques a los Naciones Unidas, encareció a todos los jefes soviéticos que mostrasen
que se habían alineado ya para defender el parlamento ruso. La muche moderación.
dumbre aumentó a unas 5.000 personas. • "• ' El momento crítico llegó entre la noche del martes y la mañana del
Las protestas siguieron aumentando el lunes y el martes a pesar de la miércoles. Un toque de queda declarado por el Comité de Emergencia fue
prohibición de hacer manifestaciones. Los golpistas, entretanto, se abstu- ignorado sin más, y varios miles de manifestantes erigieron barricadas con
vieron de tomar al asalto el edificio del parlamento ruso, tal vez porque autobuses y bloques de cemento alrededor del edificio del parlamento ruso
simbolizaba tan concretamente el progreso hecho hacia el gobierno demo- en Moscú. A medianoche se pusieron en marcha hacia el edificio del
crático en los cinco años anteriores. El martes hubo escenas que recordaban parlamento columnas de tanques y empezaron a demoler barricadas. Sonaron
las de Praga en 1968, cuando los manifestantes se habían plantado delante los primeros disparos en choques con los manifestantes, cuatro de los cuales
de los tanques, o se habían encaramado a ellos para discutir con sus cayeron muertos. Varios tanques fueron incendiados con cócteles molotov.
tripulantes. Periódicos que habían sido clausurados publicaron ediciones en A las 00.45 el entonces ministro soviético de asuntos exteriores,
samizdát. Una emisora de radio empezó a transmitir, aunque débilmente, Shevardnadze, se unió a Yeltsin dentro del edificio del parlamento en un
desde dentro del edificio del parlamento ruso. Las emisiones de onda corta gesto público de apoyo. El temido asalto total al edificio no llegó a pro-
procedentes de la BBC y otras emisoras extranjeras quedaron sin interferir, ducirse, y en la mañana temprano del miércoles empezaron a circular
y las escuchaba con ansiedad la gente, deseosa de oír una opinión más rumores de que el ministro de defensa Yazov y el jefe de la KGB Kryuch-kov
independiente de lo que estaba ocurriendo. se habían «rajado». Para la tarde del miércoles el intento de golpe había
El martes denunciaron el golpe los presidentes de las otras dos repú- fracasado, y varios de sus cabecillas fueron en avión a Crimea tratando de
blicas más grandes, Ucrania y Kazajstán; y lo hizo también Alexéi, el hacer las paces con Gorbachov. A las 5 de la tarde, la agencia soviética de
patriarca de la iglesia ortodoxa rusa. En Leningrado, el recién elegido al- noticias Tass anunció que se habían suprimido las restricciones de
calde liberal, Anatoly Sóbchak, dijo a 200.000 manifestantes que le ha- emergencia a los medios. Aquella tarde regresó Gorbachov en avión a
Moscú donde fue restituido solemnemente en su puesto por el parlamento
soviético.
61. Véase Gene Sharp, «The Relevance of Civilian-Based Defence for the 1990s», en Podemos considerar la lucha entre los partidarios y enemigos del golpe
Civilian-Based Defence, vol. 8, n° 1, octubre de 1992, pág. 3. (Esta revista se llamaba antes como una compleja batalla de maniobra por la legitimidad. Los autores del
Civilian-Based Defence: Neu's and Opinión, pero adoptó su nombre abreviado en octu bre de
1992.)
golpe perdieron una jugada preliminar al no lograr forzar a Gorbachov a que
62. Véase el Guardian, 21 de agosto de 1991.
dimitiese la víspera del golpe. Pero sufrieron una derrota todavía de mayor
63. «The collapse of a coup: 56 hours that shook the Soviet Union» en el Guardian del peso al no conseguir detener a Yeltsin e impedir de ese modo que
22 de agosto de 1991. estableciese una base dentro del edificio del parlamento ruso. En aquel
momento se vieron enfrentados a un dilema crítico. Cuanto más tiempo otros líderes del Pacto de Varsovia fueron la reorientación del comercio
permaneciese Yeltsin allí y siguiera denunciándolos ante el mundo como una hacia Occidente, y hacia Alemania Occidental en particular, como parte de
pandilla de criminales y convocando huelgas y apelando a la resistencia un paquete de reformas económicas y la virtual supresión de la censura como
pasiva, más credibilidad perdía la «junta» a los ojos del pueblo y el mundo parte de las reformas políticas. Las alarmas y tensiones durante los meses
exterior. Pero haber ordenado un ataque a fondo contra el edificio, con la gran del verano se habían visto jalonadas de una parte por las conversaciones
pérdida de vidas humanas que aquello iba a causar entre los representantes entre Dubcek y los líderes soviéticos, y por la otra por amenazadoras
elegidos por el pueblo ruso, y entre los ciudadanos de a pie que estaban en las maniobras del Pacto de Varsovia en las fronteras de Checoslovaquia. De
barricadas que lo rodeaban, habría pulverizado todas sus pretensiones de pronto, en la noche del martes 20 de agosto, 400.000 soldados de la URSS,
legitimidad política y proclamado flagrantemente un retorno a la política de Polonia, Hungría y Alemania Occidental invadieron el país.64
violencia pura y dura. Los líderes de la «junta» golpista deben haberse La esperanza y expectativa de los soviéticos residía en el rápido nom-
preguntado sin duda si los soldados encargados de ejecutar aquella orden la bramiento de un gobierno títere. Desde luego no faltó una fracción dentro de
habrían llevado a cabo, vista ya la sentada de las unidades venidas de Odessa. la directiva del Partido Comunista Checoslovaco (CPC) que prometiera al
Por último, las extensas huelgas, sobre todo de los mineros del carbón, la Kremlin que se encargarían de agenciar una justificación política doméstica
denuncia del golpe hecha muy desde el principio por los presidentes de las de aquella intervención.65 Pero su intento de conseguirlo en una reunión del
otras dos repúblicas más grandes, Ukrania y Kazajstán, y las imponentes Presidium en la tarde del 20 de agosto no tuvo éxito. 66 Lo que ocurrió fue
manifestaciones de Leningrado y de ciudades de las repúblicas no rusas, que, cuando empezaron a cundir las noticias de la invasión, el Presidium
mostraron a los cabecillas del golpe las dimensiones del problema a que emitió un comunicado condenándola rotundamente. Se pidió a la población
debían enfrentarse. Habían planeado un golpe de palacio. Y tenían delante la que mantuviese la calma y no ofreciese resistencia a las tropas extranjeras en
clara perspectiva de una derrota en una sangrienta guerra civil. su avance, pero todos los funcionarios directivos del Estado, el Partido
Comunista y el Frente Nacional debían «permanecer en sus funciones como
representantes del pueblo y de los órganos para los que habían sido elegidos
LA RESISTENCIA CIVIL A LA INVASIÓN: CHECOSLOVAQUIA EN 1968
debidamente».67 Además, el Presidium adelantó la fecha del XIV Congreso
Checoslovaquia en 1968 representa el ejemplo más conmovedor en la del CPCz del 14 de septiembre al 22 de agosto para darle la oportunidad de
historia reciente de una resistencia no violenta popular contra una invasión expresar su oposición a la invasión y frustrar cualquier intento de crear un
extranjera y en apoyo de un gobierno que había conseguido el respaldo de la gobierno títere. Se había entablado la batalla por la legitimidad, y los líderes
población mediante su programa de reformas. Durante siete días los checos soviéticos y sus colaboradores checoslovacos habían perdido la primera baza.
y los eslovacos se lanzaron a la calle por decenas de miles para enfrentarse a Estos últimos trataron entonces de paliar su derrota impidiendo que se
los tanques y a sus dotaciones, desmintiendo así a voz en cuello la propaganda difundiese la resolución del Presidium. En consecuencia, apenas se oyeron en
soviética de que Checoslovaquia estaba sufriendo una agonía el sistema nacional de emisiones de radio las primeras palabras de la
contrarrevolucionaria. Fue una exhibición de unidad rara en la historia de resolución, enmudecieron las emisoras. Aquello se debió a la actuación del
cualquier país, y especialmente impresionante en el caso de un estado donde Ministro de Correos y Comunicaciones, Karel Hoffman, agente soviético, en
reinaban tensiones y divisiones históricas entre los checos y los eslovacos. colaboración con la red soviética infiltrada en las fuerzas de segu-
Asimismo, y al menos a corto plazo, se frustraron los planes soviéticos de
nombrar un gobierno títere que legitimizase a posteriori la invasión.
Resumiremos brevemente los hechos. Tras la elección de Alexander 64. La mayoría —unos dos tercios de ellos— eran soldados soviéticos.
Dubcek como secretario del Partido Comunista en enero de 1968, el país 65. Zdenek Mylnar, Nigbt Frost in fragüe (traducido al inglés por Paul Wilson),
abrazó un programa de reformas económicas y políticas, buscando la cons- C. Hurst, Londres, 1980, pág. 201. -. .-. .
trucción de un «socialismo con rostro humano». Dichas reformas estaban 66. Ibíd., págs. 201-204.
incluidas en un Programa de Acción aprobado en abril de 1968. Los dos 67. Alex P. Schmid (en colaboración con Ellen Berends y Luuk Zonneveld), Social
Defence and Soviet Military Power: An Inquiry into the Relévame of an Alternative Defence-
aspectos del mismo que hallaron más peligrosos los soviéticos y algunos
Concept, Centre for the Study of Conflict (COMT), Universidad Estatal de Leiden, Holan da,
1985, pág. 343.
ridad y la Agencia de Prensa Checoslovaca. De hecho formaba parte de un las balas soviéticas, había monumentos improvisados con cantidad de flores y
plan de mayor envergadura para acallar las redes de radio y televisión. Pero, banderas del estado. Habían retirado o bien cambiado de nombre las placas de
gracias a la decisiva intervención de Smrkovsky, Presidente de la Asamblea las calles (rebautizadas en su mayoría como «calle de Dubcek»), o en otros
Nacional, y a la actuación del vigilante personal de la emisora de radio, se casos se habían limitado a cambiar unas por otras.71
emitió el llamamiento, con algún retraso, desde una emisora auxiliar. El
director del diario del partido, Rude Pravo, adicto también a Moscú, trató de Cuando el XIV Congreso del Partido empezó su sesión, las autorida des
sustituir el texto de la resolución por otro suyo, pero esa maniobra fue soviéticas dieron otro paso para recuperar la iniciativa política. Invi taron a
desbaratada también.68 once miembros del Presidium a verse con el embajador soviético, cuyo
Las protestas populares empezaron en cuanto el pueblo de Checos- objetivo era sin más hacerles establecer un «gobierno revolucionario de
lovaquia se halló, al despertar, con los tanques soviéticos y del Pacto de obreros y campesinos». Aquello fracasó también debido a la táctica
Varsovia en las calles a la mañana siguiente. Además de plantarse delante de dilatoria de una fracción del grupo partidaria de Dubcek (encabezada por
los tanques, muchos estudiantes y gente joven que habían aprendido ruso en Mylnar), y el rechazo ulterior de plano del presidente, Ludvik Svóboda, a
la escuela y la universidad, entablaron discusión con los aturdidos soldados apoyar ninguna maniobra de ese tipo. 72 En vez de ello, anunció su inten ción
rusos, abrumándolos con sus argumentos y desafiándolos a que hallasen de desplazarse al día siguiente a Moscú para negociar el estado de cosas con
alguna prueba de contrarrevolución. Por la tarde hubo una breve huelga de Bresnev y los demás líderes soviéticos.
protesta.69 Al día siguiente, el 22 de agosto, se reunió en sesión secreta el Aquella decisión se reveló como una trágica equivocación, y el punto de
XIV Congreso del Partido Comunista de Checoslovaquia en el comedor de inflexión de la batalla de mañas políticas. La delegación que acompañó a
una fábrica situada en un suburbio de Praga, y, como era de esperar, unió su Svóboda a Moscú, o que salió para allá después, incluyó a los conspira dores
voz a la condena de aquella invasión, exigiendo concretamente la retirada de promoscovitas de la directiva del partido. A instancias de Svóboda, Dubcek
las tropas, el regreso de todos los funcionarios públicos a sus debidos y los demás líderes aprisionados (que habían sido llevados prime ro a Polonia
puestos constitucionales y la observancia de todas las normas legales y después a los Cárpatos) fueron puestos en libertad permi tiéndoles unirse
internacionales. En opinión de Zdenek Mylnar, uno de los miembros del al bando checoslovaco. Aunque aquello representaba un paso atrás
Presidium más cercanos a Dubcek, aquello tuvo una influencia significativo de parte de los líderes soviéticos, éstos se hallaban ahora en una
excepcionalmente importante y positiva en el discurrir de los sucesos.70 posición de fuerza. Sabían que la delegación checoslovaca estaba dividida y
Mylnar describe también el palpitante escenario de las calles de Praga aquel les dieron a entender con grosería que si se negaban a acceder a las
día: demandas rusas no sólo comprometerían la propia vida y la libertad, sino
que se exponían a que hubiera en Checoslovaquia un baño de sangre de
Por todas partes las paredes de los edificios estaban cubiertas con eslo- grandes proporciones. Los checos y eslovacos, que acababan de ser puestos
gans y pósters pintados a mano. La gente leía los periódicos y octavillas que en libertad, estaban afectadísimos por un trato brutal: les habían mostrado
salían por todas partes de las impresoras a pesar de los esfuerzos de las fuerzas —literalmente— instrumentos de tortura, y habían lle gado a convencerse de
ocupantes para impedirlo. Era el cuadro de una ciudad cuyos habitantes que iban a torturarlos y matarlos. 73 En cuanto a Dubcek, debilitado, enfermo
estaban totalmente unidos en una resistencia pasiva desarmada contra aquellos
y sometido a una fuerte sedación, fue inca paz de tomar parte en la mayoría
extranjeros entrometidos. Adornaban las calles y los escaparates banderas y
escudos de armas checoslovacos de diversas formas, y la gente los llevaba en las
de las discusiones. Lo que terminó de convencerlo, a él y a su grupo, para
solapas también. Dondequiera que había caído alguien abatido por que firmase los Protocolos de Moscú el 26 de agosto fue el temor a que la
resistencia reinante en las calles de Praga, Bratislava y otras localidades
adoptase un giro trágico, traducién dose en una masacre, y la esperanza de
68. Mylnar, op. cit., pág. 176. que, si accedían a firmar, podrían salvar algo de aquella ruina, impedir que
69. Se hizo uso de la huelga como arma durante los siete días de resistencia abierta a la
asumiesen el poder una minoría
invasión, pero no hubo ningún intento de convocar una huelga general prolongada puesto
que se consideró que ello perjudicaría al pueblo checoslovaco y a su capacidad de continuar
la resistencia, y no a los ocupantes. Los objetivos primarios de la invasión eran, después de
todo, políticos, no económicos. 71. Ibíd., págs. 198-199.
70. Mylnar, op. cit., pág. 200. 72. Ibíd., pág. 196.
73. Ibíd., pág. 227.
de tipos mediocres vendidos a Moscú dentro del partido e introducir gra - Con el regreso de la delegación checoslovaca, quedó rota la unidad de la
dualmente reformas como las que Kadar había logrado conseguir en Hungría resistencia. Se pidió a un pueblo que ni siquiera estaba enterado del trato que
después de 1956. Al final un solo hombre, Frantisek Kriegel, se negó a se había hecho que desistiese de sus protestas. El entusiasmo de los días
firmarlos. Lo libró de que lo retuviesen preso en Moscú la insisten cia de sus anteriores fue sustituido por la confusión y la amargura. Pero, tras haber
compañeros en que los acompañara de regreso a Praga. depositado tanta fe en sus directivos políticos, y haber hecho a Dubcek y
Aquellos protocolos supusieron algunas concesiones de parte de los Svóboda símbolos de la unidad nacional, la gente no podía pro ceder ahora
soviéticos, sobre todo el acuerdo de permitir que Dubcek, el primer mi nistro contra sus decisiones. En los meses siguientes el Kremlin fue arrancando más
Cernik, y Smrkovsky, presidente de la Asamblea Nacional, recupe rasen sus concesiones a las autoridades checoslovacas, sobre todo en lo tocante a los
cargos. Pero se trató de concesiones temporales, que los soviéti cos estaban efectivos soviéticos, que permanecieron allí en gran núme ro. Uno por uno,
dispuestos a ignorar tan pronto como les conviniese, mientras que las hechas los líderes reformistas fueron excluidos, y siete meses después, le tocó el
por los checos eran de peso y muy perjudiciales. Les obliga ron a anular las turno al mismo Dubcek, que fue sustituido por Husak. Hubo, por último, una
decisiones tomadas en el XIV Congreso, a acceder a la reimposición de la gran purga de los partidarios, o sospechosos de tales, de Dubcek dentro del
censura, a aceptar la presencia «temporal» de fuerzas soviéticas en el país partido, el ejército y todos los organismos ofi ciales. Fueron expulsados una
durante un período de «normalización», y a retirar el tema de tercera parte de los miembros del partido.
Checoslovaquia del orden del día del Consejo de Seguridad. Lo peor de todo Vemos pues bien claro que la resistencia no fue derrotada en las calles,
es que aquellos protocolos incluían una cláusula de que per manecerían en sino en las «negociaciones» del Kremlin, que no merecen realmente lla marse
secreto. En consecuencia, en vez de que el pueblo checoslo vaco y el mundo tales. (Mylnar, que estuvo presente en Moscú, asegura que la situa ción de la
entero oyesen los detalles de los Protocolos, hubieron de encajar un delegación checoslovaca se parecía más a la de unos rehenes retenidos por
comunicado descafeinado donde se aseguraba que se había alcanzado un gángsters que a la de los representantes de un estado inde pendiente
acuerdo entre ambas partes. parlamentando en igualdad de condiciones con los de otro esta do.) ¿Podría
Mientras se procedía a aquellas «negociaciones», la resistencia conti nuó haber continuado e incluso triunfado si Dubcek y los demás se hubiesen
y subió de tono incluso dentro de Checoslovaquia. El 25 de agosto el negado a firmar los Protocolos de Moscú? Algunos de ellos llegaron a pensar
Congreso Eslovaco del Partido siguió la iniciativa del Partido Checo cele - seriamente en negarse a firmar, y en si no habría llegado el momento de que
brando un congreso especial del partido, que condenó también la inva sión. Checoslovaquia redimiese su honor adoptando una postura heroica hasta lo
(Decisión que fue revocada posteriormente.) El 26 de agosto, el día que último contra sus invasores. Pero pesó la renuen cia a adoptar una postura que
fueron signados los Protocolos en Moscú, hubo una huelga de protes ta de habría llevado fácilmente a una masacre. Nadie puede saber de seguro si una
veinticinco minutos a escala nacional, y el gobierno, el parlamento y el resistencia civil prolongada podría haber forzado una retirada soviética. Es
Consejo Sindical Central emitieron una proclamación conjunta sobre la de suponer que, de haber tenido los líderes soviéticos la suficiente
necesidad de guardar disciplina dentro de una situación de resistencia determinación y crueldad, habrían podi do acabar con la resistencia pública en
armada. Un editorial del periódico Repórter del 26 de agosto guardó para la las calles del modo que lo hicieron las autoridades chinas en la plaza de
historia la confianza y entusiasmo de aquella resistencia: Tiananmen en 1989- Lo más proba ble entonces es que la resistencia
checoslovaca habría tenido que optar por una campaña a largo plazo. Pero un
Somos los vencedores morales. A corto plazo se ha bloqueado el proceso de factor muy capaz de hacer cambiar las cosas se habría dado si el ejemplo de
la agresión. Ha puesto coto a los agresores la resistencia unida de nues tras Checoslovaquia en aquel momen to hubiese provocado insurrecciones sin
dos naciones, sin parangón hasta ahora en la historia... El ejército de
armas en toda Europa del Este —como las que se produjeron en 1989.
ocupación se halla completamente aislado, impotente y rechazado... Los
De hecho, la resistencia continuó, en gran parte en tono menor. La
ocupantes han ocupado las imprentas, pero se han publicado sin embargo los
periódicos varias veces al día; han ocupado la radio, pero la radio emite con autoinmolación de Jan Palach en la plaza de san Wenceslao en enero de
libertad; han ocupado la televisión sin conseguir silenciarla. 4 1969 tuvo un impacto tremendo, tanto dentro del país como fuera de él. De
entrada, una serie de estudiantes y más jóvenes habían planeado hacer lo
mismo, pero en su lecho de agonizante en un hospital expresó el deseo de
que cambiasen de plan y trabajasen de otra manera por la liberación de
74. Citado por Jean-Marie Muller, op. cit.,pág. 20.
Checoslovaquia.75 Pequeños grupos de individuos valientes continuaron la Capítulo 4 DINÁMICA DE
resistencia durante los años de represión, cumpliendo algunos largas penas de
cárcel, otros actuando desde fuera del país como canales de comunicación LA ACCIÓN NO VIOLENTA
con el mundo exterior, y proporcionando a la oposición de dentro del país
libros, periódicos y equipo.
La formación de la Carta de los 77 y la actitud pública adoptada por
prominentes escritores e intelectuales contra el régimen, desempeñaron un
gran papel manteniendo viva la esperanza y formando una resistencia
cultural e intelectual. Y aunque, en su mayor parte, fue una nueva generación INTRODUCCIÓN
la que volvió a lanzarse a las calles de nuevo por centenares de miles en 1989 y
consiguió por último derrocar a un partido corrupto y desmoralizado, la Los gobiernos necesitan más al pueblo que el pueblo a los gobiernos. Si
continuidad en cuanto a ideas, métodos y personalidades respecto a los días queremos tener un lema que exprese en pocas palabras la filosofía polí tica
de la resistencia de 1968 es transparente. En la noche del día en que el que subyace al concepto de la resistencia civil, éste podría ser tan bueno
secretario del partido, Jakes (uno de los conspiradores contra Dubcek en como el mejor.
1968) y el politburó en masa dimitieron en noviembre de 1989, Dubcek Claro está que se trata de algo más que eso. Por un lado, no sólo los
apareció junto a Vaclav Havel en un balcón frente a la plaza de san estados y los gobiernos sacan su poder de la cooperación del pueblo, lo ha cen
Wenceslao, y abrió los brazos en un ademán de abrazo a las 250.000 también las instituciones y los grupos existentes en todos los niveles de la
personas desarmadas que desde allí los aclamaban. sociedad. Ni tampoco todas las luchas por el poder donde se emplea la
resistencia civil implican al estado o al gobierno como uno de los prota -
gonistas. Sin embargo, como este estudio se enfoca sobre todo en los con -
flictos en que está implicado el estado o el gobierno, nuestro eslogan nos
brinda un punto de partida idóneo.
En el capítulo 1 hemos considerado los vínculos existentes entre el
poder, la autoridad y la colaboración popular. Valdría la pena hacer aquí
una breve capitulación antes de adentrarnos en el análisis de los mecanis mos
sociales y políticos en los que se pueden producir cambios mediante la
resistencia civil.
Según hemos señalado, simplemente para funcionar los gobiernos exi gen
la lealtad de las instituciones clave —las fuerzas armadas, los fun cionarios,
las administraciones—. Además de eso necesitan la colabora ción, o por lo
menos la conformidad, de la mayoría de la población que pretendan
gobernar. La sociedad industrial moderna en particular necesita un alto
grado de colaboración de la fuerza laboral para funcionar eficaz mente. Esto
le ha dado al trabajo organizado una influencia importante, que ha sabido
utilizar en muy diversas -ocasiones desde principios del si glo xix para forzar
concesiones económicas y políticas. Hoy en día, cuan do los medios de masas
desempeñan un papel tan grande en la vida de la gente, la colaboración de
quienes trabajan en ellos difícilmente sería me nos importante que la de los
institutos armados. Vemos, pues, cómo en el momento culminante de la
«Revolución de Terciopelo» de Checoslova quia, los trabajadores del
75. Véase la entrevista hecha a Jan Kavan en Michael Randle, People Pou'er- The servicio de televisión estatal votaron abrumado ramente en pro de transmitir
Buildmg ofaNew European Home, Hawthorn Press, Stroud, 1991, pág. 153.
una cobertura en vivo de las manifestaciones
de la plaza de san Wenceslao y de emitir una película donde se veía cómo puede resultar contraproducente, movilizando más posición en el país y en el
las fuerzas de seguridad atacaban a los manifestantes estudiantes.1 Otras extranjero, y provocando en el caso extremo la negativa a colaborar por parte
instituciones y grupos que componen la sociedad civil, como las iglesias y las de la policía, los militares y el funcionariado. Los aliados políticos de las
organizaciones políticas, ambientales y comunales, pueden desempeñar autoridades pueden abandonarlas —como ocurrió, por ejemplo, tanto en
también un papel crucial al plasmar la opinión y proporcionar centros po- Polonia como en Alemania del Este en 1989, donde los pequeños partidos
tenciales de disidencia y oposición. políticos, anteriormente adictos, se pasaron a la oposición.
Los gobiernos dictatoriales pueden emplear la fuerza, o el terror des- Consideraremos en un capítulo ulterior los problemas especiales que
carado, para asegurarse la sumisión de la gente, y pueden conseguirlo a trae consigo la resistencia civil en los países democráticos, cuyo gobierno
veces durante períodos prolongados. En esas circunstancias, la sociedad asienta sus pretensiones de legitimidad en el mandato del electorado. En-
civil, en tanto que siquiera existe, tenderá a actuar clandestinamente, y lo tretanto, señalaremos que, incluso en regímenes dictatoriales, la resistencia
más probable es que los medios estén sometidos a un rígido control gu- civil puede apuntar a menudo contra algún aspecto particular de la política
bernamental. Pero incluso en casos tan extremos, los gobiernos no mandan del gobierno y no contra el régimen como tal. Sin embargo, comoquiera que
mediante la fuerza sola. La buena disposición de cada soldado en sí a los gobiernos autoritarios reclaman una autoridad absoluta, un desafío
obedecer las órdenes puede deberse al miedo a las consecuencias de una afortunado de la población a cualquier aspecto fundamental de su política
desobediencia, pero la lealtad colectiva de las fuerzas armadas y los cuerpos puede provocar su derrumbe, o en cualquier caso iniciar su proceso de
de seguridad depende de algo más intangible —de la autoridad del gobierno desintegración. Vemos así cómo en la Europa del Este la demanda de
y de la aceptación de su reivindicación de legitimidad, derechos humanos básicos fue en algún sentido limitada, pero planteó un
La resistencia civil procura desafiar la autoridad y legitimidad del reto radical a la estructura misma y filosofía política del estado leninista. En
gobierno y privarlo de esa manera de su fuente de poder residente en la este aspecto, el dominio dictatorial ha evidenciado con frecuencia una mayor
colaboración de las instituciones de la sociedad y del estado. Cuando el rigidez y fragilidad que los sistemas democráticos.
objetivo es acabar con una injusticia específica —como la discriminación
racial— se hace un desafío limitado a la autoridad del gobierno; por lo
JlU-JITSU POLÍTICO Y MORAL
general no se discute su legitimidad, sino simplemente su derecho a aprobar o
a hacer valer determinadas leyes, o a tolerar ciertas prácticas dentro de la Se ha comparado el impacto de la acción no violenta con el yudo. El
sociedad. En una batalla más fundamental, la resistencia civil desafía el primero en sugerir esa analogía fue el autor estadounidense Richard Gregg
derecho del gobierno a mandar y puede poner incluso en entredicho el / en su clásico estudio de los métodos de Gandhi publicados en los años
sistema entero político y social dentro del que se desenvuelve. treinta.2 En un capítulo titulado «Jiu-jitsu moral», Gregg aduce que del
En la mayoría de los casos, esas luchas implican una coerción, no en el mismo modo que en el yudo se defiende uno utilizando la fuerza del atacante
sentido de que se utilice la violencia contra los adversarios, sino porque se para hacerle perder el equilibrio físico, el resistente no violento , hace perder
cierran determinadas opciones, convirtiéndolas literalmente en inasequibles. al adversario su equilibrio moral con lo inesperado de su respuesta. El
El número de manifestantes o huelguistas puede llegar a ser tan grande que agresor espera una reacción de violencia enfrentada o al menos una
las autoridades no pueden enfrentarse a ellos. Las cárceles pueden estar llenas exhibición de miedo o cólera. Al no hallar ninguna de ellas, sino una
a rebosar, la economía paralizada por las huelgas, y ocu-rrirle lo mismo a la determinación sosegada a no ceder ni devolver el golpe, siente a la vez
administración. El recurso a la violencia dura por las autoridades — sorpresa y perplejidad. «La no violencia y buena voluntad de la víctima
suponiendo que lo permitan el entorno político y social— actúan igual que la falta de oposición física por el practicante del yudo para
lograr que su atacante pierda el equilibrio moral.»3
Gregg prosigue hasta elaborar una explicación moral y psicológica del
1. Se procedió a votar en una reunión hecha el 23 de noviembre de 1989 tras haber
hecho una incursión policías vestidos de paisano en la emisora central de la TV y despe dir al
funcionamiento de la no violencia a un nivel interpersonal, y recalca el
director. 4.900 miembros del personal votaron a favor de la moción, 300 contra ella. Véase
Nigel Hawkes (comp.), Tearing Down tbe Curtain, Hodder y Stoughton, 1990. pág. 118. La 2. Richard B. Gregg, The Power ofNon-Violence, George Routledge y Sons, Londres,
película de la manifestación estudiantil fue transmitida al día siguiente —el día en que
1935.
dimitieron Jakes y todo el politburó.
3. Ibíd., pág. 26. .- . . .'.-.
impacto que causa un sufrimiento soportado con paciencia e intrepidez. rio. Fue así como el violento ataque contra los estudiantes que se manifes -
Algunas de sus afirmaciones se basan en la opinión cuasirreligiosa de que taron en Praga el 17 de noviembre de 1989 fue la chispa que encendió la
«exceptuando unos pocos deficientes mentales congénitos y convictos oposición en masa de Checoslovaquia. Y es probable que terceras partes se
desesperados e incorregibles, cualquier persona lleva dentro por lo menos vean afectadas de modo similar, lo que podría traducirse en sanciones y otras
alguna pequeña chispa o potencialidad de bondad...». En cambio, en capí - formas de presión aplicadas a escala internacional. Por último, la policía, las
tulos posteriores, examina Gregg la dinámica de la no violencia colectiva, en fuerzas armadas y los funcionarios del régimen o la potencia ocupante en
oposición a la individual, y expone entonces unas ideas que serían reco gidas cuestión pueden sentir asco y repulsión ante el repetido uso de la violencia
por los últimos escritores de la escuela más inflexible, «pragmá tica». Sin contra resistentes desarmados y no violentos y volverse contra sus amos.
embargo, sigue haciendo hincapié en el sufrimiento propio voluntario como Entre otros ejemplos Sharp menciona la masacre de los peticionarios ante
el origen mismo del satyagraba, y la conversión del ad versario como los el Palacio de Invierno de San Petersburgo en enero de 1905, que en cendió
medios capaces de resolver el problema en cuestión: una rebelión general, la matanza de cientos de manifestantes en marzo de
1917 que dio lugar a motines, deserciones y más protestas en masa, y a la
En cuanto al desenlace de una lucha mediante la no violencia, hemos de abdicación final del zar en la «Revolución de Febrero», y las palizas, muertes
entender un aspecto muy a fondo. El objetivo del militante no violento no violentas y lanzamientos de bombas que sufrieron los activistas a favor de los
reside en herir o aplastar y humillar al adversario, o «quebrantarle la volun- derechos humanos en los Estados Unidos en los años cincuenta, lo que se
tad», como en un combate violento. Su objetivo es convertir al adversario,
tradujo en que surgiesen apoyos dentro de la Unión y en el extranjero a favor
hacerle cambiar de convicción y de sentido de los valores hasta llegar a con-
cordar de todo corazón en el modo de hallar una solución realmente amistosa y de la causa de los derechos humanos.
satisfactoria para ambas partes.4
LA RESISTENCIA CIVIL Y LOS MECANISMOS SOCIOLÓGICOS DEL CAMBIO
Se trata de una formulación clásica de lo que Boserup y Mack deno -
minan aspecto «positivo» del conflicto, que está presente, aunque de modo Aunque las personas que adoptan el enfoque positivo del conflicto
un tanto ambiguo en los escritos del mismo Gandhi, y de modo bastante más hacen hincapié en la conversión del adversario, la ven sólo como uno de los
categórico en los de algunos de sus intérpretes. (Véase el análisis que hay distintos mecanismos del cambio los que se inclinan hacia el enfoque
más adelante.) «negativo» del conflicto. (Véase el análisis que sigue.) Desde luego, estos
Partiendo de una postura más pragmática, Gene Sharp adoptó poste - últimos no consideran probable que la conversión llegue a desempeñar un
riormente la idea básica del yudo al estudiar la acción no violenta colecti va. papel central en un conflicto colectivo de envergadura en lo que respecta a
No se refiere al «yudo moral», sino al «yudo político», y emplea ese término los protagonistas principales. George Lakey, en una tesis de master en
a fin de explicar cómo el intento de aplicar la represión contra la resistencia 1962, propuso tres mecanismos principales del cambio sociológico que
civil puede volverse contra los que la emplean. 5 La represión, asegura Sharp, fueron adoptados, ligeramente modificados, por Sharp en sus exposicio
si se topa con una no violencia disciplinada, hará que aumente fácilmente la nes. Son (en la formulación de Sharp): conversión, acomodación y coer
simpatía entre la población general hacia los resis tentes y la antipatía y el ción. 6 En su publicación más reciente sobre la «defensa de base civil», 7

desprecio hacia el régimen. Puede hacer que se distancien sectores de la SRarp postula un cuarto mecanismo —la desintegración.
población de cuyo apoyo había disfrutado antes el régimen, con lo que se
*"
reduce su base de poder. Puede incitar incluso a gran número de personas a
La conversión se refiere a aquella situación en la que el adversario expe -
participar activamente en la campaña, a pesar del coste, y conducir en
rimenta un auténtico cambio interno al haber sido conquistado por el
circunstancias propicias al derrumbe del adversa-

4. Ibíd., pág. 36. 6. Sharp, The Politics of Nonviolent Action, op. cit., especialmente el cap. 13, «Three
5. Véase el capítulo titulado «Political Jiu-jitsu» en Gene Sharp, The Politics of ways success may be achieved», págs. 705-776. La tesis de master de Artes de George
Nonviolent Action, op. cit.. págs. 657-698. Aparece un resumen sucinto de sus argumentos en Lakey en 1962 en la Universidad de Pensilvania se tituló «The Sociological Mechanisms of
Civilian-Based Defence. op. cit., págs. 58-59. Nonviolent Action». Un ejemplar de la misma se halla en la Commonweal Library de la
Bradfbrd University, W. Yorkshire, R. U.
7. Sharp, Civilian-Based Defence, op. cit., págs. 60-65.
razonamiento, o por la buena disposición de los resistentes a soportar pri - vieran a los cuarteles y se negaron a seguir tomando parte en la represión.
vaciones, encarcelamientos o incluso la muerte por sus convicciones. Su Ferdinand e Imelda Marcos huyeron de las Filipinas cuando el ejército se
relevancia en las luchas de importancia entre grupos grandes es problemá tica; negó a abrir fuego contra decenas de miles de manifestantes que les cerra ban
consideraremos este asunto más adelante. el paso en las calles de Manila. En Alemania del Este y Checoslova quia, los
. La acomodación describe aquel proceso mediante el que el grupo oposi tor, al gobiernos comunistas fueron expulsados materialmente del cargo por las
darse cuenta de que el equilibrio de fuerzas empieza a volverse con tra él, opta manifestaciones en masa. De modo similar, los cabecillas golpistas de la
por la negociación y el compromiso. Sería físicamente posible continuar la «junta» de agosto de 1991 en la Unión Soviética se hallaron con que eran
batalla, pero se considera conveniente llegar a un arreglo debido a que los literalmente incapaces de aferrarse al poder.
costos políticos y diversos de seguir manteniéndola son demasiado elevados, La desintegración. Se trata de aquella situación en la que la estructura de
y también posiblemente porque hay una clara pers pectiva de derrota final. En poder del oponente «se desintegra» bajo la presión de la resistencia civil.
la Polonia de los años 1988-1989, el general Jaruzelski buscaba una Sharp la diferencia de la coerción partiendo de que entonces no exis te ya un
«acomodación» con las fuerzas de la oposición cuando accedió a entablar gobierno o unidad política susceptible de sufrirlos. Sin embargo, no se
unas conversaciones de mesa redonda con Soli daridad. Aquello condujo, al llegará a alcanzar un punto de inflexión semejante, sin el triunfo de una
cabo de unos meses, a una transferencia pací fica del poder. A un nivel de presión coercitiva sobre el gobierno o la unidad política anterior a su
confrontación menos absoluto, el gobierno conservador de Gran Bretaña se desintegración. Sharp cita el putsch de Kapp en 1920 y el golpe de los
halló ante la necesidad de retirar el im puesto de capitación, debido en parte a generales en Argel en 1961 como ejemplos en los que se desintegró la base
que la campaña de desobediencia civil estaba haciéndole prohibitivamente de poder de los usurpadores. Pero está claro que dicha desintegración fue
difícil y cara su imposición, y también porque la reacción política había resultado de un proceso en el que los usurpadores se vieron incapaces de
empezado a amenazar sus pro babilidades de reelección. imponer su voluntad a la situación existente.
Hemos mencionado antes la coerción. Se trata de aquella situación en
que la voluntad del adversario se ve forzada o maniatada a causa de la re -
MODOS POSITIVOS Y NEGATIVOS DE CONCLUIR UN CONFLICTO
sistencia civil. Esto puede ocurrir en tres conjuntos de circunstancias.
Primero, el desafío está demasiado extendido para poder reprimirlo, y se Podemos empezar por ver la resistencia civil como un modo ante todo
produce un cambio social, político y económico —o es sofocado éste dado el «positivo» o bien «negativo» de concluir el conflicto. 8 El primer enfoque
caso— independientemente de la voluntad de los oponentes. Quisling no asume que la persuasión y la conversión son los mecanismos esenciales del
cambió de parecer en cuanto a introducir la doctrina nazi en las escue las de cambio. El segundo está más en la línea de la concepción tradicional y
Noruega; la no colaboración del cuerpo entero del magisterio le hizo antagonista del conflicto, y acepta en consecuencia que la coerción puede ser
imposible llevar a cabo su plan. Segundo: una no colaboración muy necesaria a menudo. 9
extendida puede acarrear la paralización de la administración y la econo mía El satyagraha, tal como lo definen la mayoría de sus partidarios —y
—o de partes cruciales de ellas—, llegándose a la práctica imposibili dad de aunque de modo un tanto más ambivalente el mismo Gandhi— pertene ce al
que las cosas vuelvan a funcionar sin acceder a las demandas de los que enfoque positivo. Va desarrollándose por fases a base de diálogo y
protestan. Fue así como la huelga general de 1905 obligó al zar Nico lás II a negociación al principio, madurando a base del sufrimiento personal,
que redactase el manifiesto constitucional del 7 de octubre que garantizaba
el establecimiento de una duma (parlamento). Y es así tam bién, más o
menos, cómo los empresarios, mediante la coerción, han ido admitiendo a 8. Establece esta diferencia el investigador noruego Johan Galtung en «On the
Meaning of Non-Violence», en el Journal ofPeace Research, vol. 2, n° 3, 1965, págs. 228-
nivel mundial el reconocimiento de los sindicatos y permi tiendo su 257. Véase también Boserup and Mack, War without Weapons, Francés Pinter, Londres,
funcionamiento, a pesar de haberse opuesto en muchos casos totalmente a 1974, cap. 1, «Positive and Negative Conflict Behaviour: Theoretical Problems», págs. 21-
dar ese paso. Tercero: los oponentes pueden perder la capaci dad de reprimir la 36.
resistencia debido a la no colaboración de la policía, el ejército y la 9. Boserup y Mack sitúan firmemente al investigador noruego Arne Naess en el
burocracia. El Shah de Irán fue forzado a huir del país en 1979 cuando los primer campo, y a Gene Sharp, Adam Roberts, Theodor Ebert, un destacado investiga dor
alemán, y a otros «pragmáticos» en el segundo. Galtung trata de combinar tanto el
comandantes del ejército ordenaron a las tropas que vol-
enfoque negativo como el positivo, aunque es consciente de los problemas que suscita el
empleo de los métodos positivos en las situaciones muy polarizadas.
impuesto voluntariamente, del militante, hasta desembocar en la no cola- India en vísperas de la no colaboración y la desobediencia civil, están de
boración y la desobediencia civil. Sin embargo, la intención, incluso en la acuerdo con su hincapié en la conversión en vez de la coerción.
fase final, no es ejercer coerción en el oponente, sino llegar a un entendi- Pero también siguió a La Boétie y Thoreau al insistir en que los go -
miento común de la situación y las demandas de verdad y justicia. El biernos no podían funcionar sin la colaboración del pueblo, reconociendo de
sufrimiento autoimpuesto por los militantes y la retirada de la colaboración ese modo el poder potencialmente coercitivo de retirar esa colaboración. Es
se perciben por igual como métodos de atraer la mente del oponente hacia la evidente también que muchas de las personas que participaron en las
realidad y seriedad de los problemas existentes, y de invitarlo a que vuelva a campañas dirigidas por Gandhi —tal vez la mayoría— las vieron como un
tenerlas en cuenta. modo de aplicar presión a los gobernantes británicos de la India, y no tanto
Los partidarios del método negativo lo consideran más pragmático, más a como un medio de llegarles al alma. No cabe duda de que Gandhi era desde
tono con el mundo real. No descartan la conversión en algunos ¡ casos, o a luego un político demasiado astuto para no darse cuenta del bre te en que sus
algunos niveles, dentro del grupo opuesto, pero su teoría no de-| pende de campañas de desobediencia civil en masa, o por ejemplo, su huelga de
ninguna asunción particular de la psicología o de la sensibilidad I moral del hambre de 1932 a cuenta del tema de la representación electoral separada de
adversario. Los pragmáticos pueden dividirse a su vez entre los • que los hariyans (intocables) ponían a las autoridades británicas.
consideran que la resistencia civil tiene (o puede tener) el potencial de ; minar Esto no equivale a sugerir que los continuos esfuerzos de Gandhi para
el poder incluso del más implacable de los oponentes y los que con-i sideran influir positivamente tanto en sus partidarios como en sus oponentes ca -
que su viabilidad está bastante más limitada por la naturaleza del . adversario reciesen de efecto. Tanto en Sudáfrica como en la India se las arregló la
y las circunstancias de la lucha. Los pertenecientes a esta última ; categoría mayor parte del tiempo para mantener abiertas las líneas de comunicación
alegan normalmente la necesidad de tener otras formas de hacerse valer y de con el oponente. Con Smuts en Sudáfrica y con los virreyes que se suce -
defenderse, incluyendo la fuerza militar.10 i En la práctica no siempre está dieron en la India. Sus ayunos públicos tenían por objeto casi siempre la
bien definida la división existente entre ! los enfoques positivo y negativo, propia purificación o iban dirigidos a sus compatriotas indios en un es fuerzo
dado que la no colaboración es una téc-j nica central de ambos. En el enfoque para prevenir un derramamiento de sangre entre ellos, o para acabar con
positivo se le concede un papel de catalizadora de la conversión; en la alguno. Por último, si las autoridades británicas no experimentaban ningún
aproximación negativa o antagonista, el de un instrumento de coerción. En cambio de sentimientos como consecuencia de las campañas de satyagraha,
cambio, desde el punto de vista del oponente, tal diferencia tiende a aparecer muchos terceros se mostraron afectadísimos con la conducta y la ejecutoria
como un matiz académico. Vemos siempre como cosa coercitiva una campaña de los militantes y el dramatismo de las manifestaciones públicas. Entre
de desobediencia civil en masa sea cual sea la intención declarada de sus esos terceros se incluían el público británico, y el público y los gobiernos de
organizadores. Así vio el gobierno británico las campañas de no colaboración los países aliados de Gran Bretaña, o al menos amigos
y desobediencia civil de la India en 1920-1921 y 1930-1931, e incluso todavía de ella.
más la campaña de la India libre de 1942, por muchas protestas que hicieran De hecho, el modo positivo puede funcionar con muy distinta eficacia de
en contra Gandhi y los líderes del Congreso. acuerdo con la naturaleza y la escala del conflicto. Es más fácil que se
Gandhi plantó un pie en cada uno de esos dos campos. Se nos presenta produzca una conversión en las luchas que se dan entre individuos o gru pos
desde luego en el campo positivo por la mera elección del término satya- pequeños que en las confrontaciones políticas de importancia. Tiene
grat>a_j^«fj iprza.de h. verdad» o «fuerza del alma»— y su énfasis en el también más campo de aplicación, y ocurre lo mismo en un proceso de
sufrimiento voluntario para tocar el alma de su adversario. Sus cartas ajan mediación y reconciliación, cuando ese conflicto surge más por un juicio
Smuts durante las campañas sudafricanas y a los sucesivos virreyes de la erróneo o por una mala captación que por una auténtica divergencia de
intereses. Cuando existe uno de esos choques de intereses muy profundos,
10. Yo situaría a Gene Sharp en la primera de estas dos categorías, puesto que insiste
sobre todo entre colectividades grandes, es más fácil resolver el problema a
en dejar abierta la idea de que la investigación ulterior demostrará que la resis tencia civil y través de una lucha de poderes que a base de convencer una parte a la otra
la «defensa con base civil» están a la altura de todas las situaciones de con flicto. Roberts, al de la justicia de su causa. Con todo, los factores morales y políticos siguen
menos desde los años 1970, se ha situado claramente en la segunda categoría. siendo decisivos. Entonces no se trata ya de convencer al oponente, sino que
hay que minar su autoridad —ya sea en general o en relación con algún
aspecto particular de su política.
LA POLARIZACIÓN rnientos de liberación, consistió en realidad en aumentar la polarización
I Un factor que hace muy difícil la aplicación del enfoque positivo en despertando en la población una clara idea de la injusticia y envilecimien to
producto de un dominio colonial inveterado, y consolidando su identi dad de
^situaciones de conflicto de grupos a gran escala es el fenómeno de la pola
grupo de manera que la gente se aprestase a emprender una acción colectiva.
rización.11 La. polarización es un proceso exclusivo de los conflictos de gru
En las luchas internas, como la del movimiento pro derechos civiles en los
pos. La caracteriza un cierre de filas dentro de cada grupo y el trazado de
Estados Unidos, o la lucha por el gobierno de la mayoría ne gra en Sudáfrica,
una línea fronteriza entre ambos más rígida, que cruzan los individuos por
el grado de polarización puede variar. En Sudáfrica fue menos agudo en
su propio riesgo. La extrema polarización tiende a producir síntomas inde
tiempos de las campañas de Gandhi en los primeros años del siglo a favor de
seables y de mal cariz —intolerancia de la disidencia, hostilidad hacia las
la población india que en los de la campaña de Desafío de las Leyes Injustas
partes «neutrales», unida a una intensa presión sobre ellas para que «en de 1952, pocos años tras el triunfo electoral del Partido Nacionalista y la
tren en varas», haciendo estereotipos del grupo opuesto y sus ideas, una introducción de apartheid.
tendencia a tratar a sus miembros como seres de segunda, y así sucesiva Lo difícil de aplicar la aproximación positiva en una situación muy
mente. Tales manifestaciones revisten a menudo su peor cariz en tiempo polarizada estriba en que ello exige un contacto y comunicación entre las partes
de guerra, y especialmente en los conflictos étnicos o religiosos. Sin em contendientes, el constante refuerzo de la buena voluntad, un em peño común en
bargo, cierto grado de polarización parece ser un fenómeno inevitable, e hallar terreno común —todo lo cual va a contrapelo en tales condiciones y
incluso necesario en cualquier conflicto de grupos. Se le puede considerar fácilmente confundirá y dividirá a la población—. Por esta razón, una política
v como un mecanismo social para lograr la acción concertada de rigor para de confraternización con los soldados y oficiales del otro bando estando un país
, complementar, o sustituir, a los controles y sanciones centralizados. ocupado por tropas extranjeras, puede ser considerado como la estrategia más
Tenemos el caso de Checoslovaquia en 1968; a raíz de la invasión encabe deseable desde el punto de vista del enfoque positivo —en vez de, digamos, el
zada por la URSS, el frente unido de las poblaciones checa y eslovaca con ostracismo y el boicot social y - r económico—. Pero una política como ésa
tra los ocupantes disuadió a los posibles colaboradores existentes en el tropieza con una doble dificul tad. El lado contrario podría verla como una
Comité Central del Partido Comunista Checoslovaco de enseñar las cartas estratagema. Y del otro lado, podría parecerles a muchos un paso en dirección al
y tratar de formar un gobierno pelele. Otro aspecto positivo es la poten colaboracionismo. Algunos partidarios del enfoque positivo proponen una
ciación de la autoestima individual y la moral de grupo que se sigue de la política que distingue entre el soldado u oficial individual y la función que
íntima identificación del individuo con el grupo. Este aspecto se eviden realiza. O sea que podría existir una confraternización con los soldados como
cia tanto en las luchas violentas como en las no violentas —en las campa individuos —por ejemplo, invitándolos a ir a casa de uno—, pero negándose a
ñas de guerrillas de Cuba y Vietnam, pero no menos en la lucha de la colaborar con ellos en su papel de ocupantes. Llevar esto a la práctica exigiría
India por su independencia y en las campañas pro derechos humanos de hilar muy fino, y presupone una población de gran preparación y discipli na, y
los Estados Unidos—. La polarización tiende a agudizarse especialmente muy conocedora de la estrategia que se persigue.
en las circunstancias, digamos, de una invasión y ocupación extranjera, Por supuesto que quienes adopten el enfoque negativo querrán tal vez por
o de una población colonial que trata de mantener por la fuerza su posi sus propias razones comunicarse con los soldados y oficiales ocupantes. Sin
ción de poder y privilegio. Como contraste, en algunas de las colonias embargo, su objetivo explícito será el suscitar divisiones en el lado \ opuesto,
europeas de África y Asia donde había una población colonial relativa al tiempo que dejan muy claro que rechazan de plano el derecho del agresor a
mente pequeña y se había introducido gradualmente cierto grado de auto situar fuerzas en el país. En tal caso, las acciones pueden constituir un medio
gobierno, la situación se polarizó mucho menos cuando esos países avan de comunicación más eficaz que las palabras —por ejemplo, una no
zaron hacia su independencia. Eso permitió un mayor campo de aplicación colaboración aunada al rechazo de la represalia violen ta—. Es muy posible
al modo positivo de ejercer influencia y conducir el conflicto. Gandhi en que las oportunidades de comunicación verbal con las fuerzas contrarias estén
la India, por ejemplo, actuó en una situación menos polarizada, digamos, limitadas, especialmente si el otro régimen esta al tanto de la táctica que se
que los húngaros en 1956, o los checos y eslovacos en 1968. Hasta tal está planeando. Con todo, esas oportunida des tenderán a ser mayores en el
punto que una de sus tareas, corno les ocurrió a tantos líderes de los movi- caso de un golpe de estado que en el de una invasión por una potencia
extranjera, y mayores con un ejército com-
11. Véanse Boserup y Mack en lo relativo a este tema. Op. «,., págs. 31-38.
puesto principalmente por reclutas que con uno completamente profe - huelgas de hambre. Sharp enumera noventa y ocho métodos dentro de estas
sional. categorías principales.
Resumiendo, podemos decir que en cualquier situación de conflicto que Boserup y Mack, en cambio, agrupan los métodos de acción no vio^ lenta
implica grupos grandes de gente es inevitable algún grado de polari zación. de acuerdo con su función estratégica. Presentan tres categorías
Probablemente será más aguda en unas situaciones que en otras —más principales: la acción simbólica; la acción de repudio; y la labor de zapa. La
aguda, por ejemplo, justo a raíz de una invasión y una ocupación que donde acción simbólica. El simbolismo desempeña un papel crucialen la definición
el esquema de dominio de un grupo por otro ha llegado a asu mirse como una y consolidación de una comunidad. Las manifestaciones sim bólicas —que
cosa casi inevitable—. La resistencia, tanto de carácter violento como no pueden abarcar una extensa gama de actividades— desem peñan una función
violento, tendrá como efecto un aumento de la polariza ción. Esto es deseable triple: llaman la atención de la gente hacia una rei vindicación o un
en tanto que refuerza la cohesión del grupo y le levanta la moral. Sin agravio; constituyen una expresión de la unidad y determinación de la
embargo, es algo menos probable que la resistencia civil dé lugar a unos resistencia; y desafían a los no participantes a que adopten una postura
extremos de odio e intolerancia igual que la guerrilla o la guerra convencional respecto a la misma. Contribuyen pues, de ese modo, al proceso de
o el terrorismo. Desde luego, cuando la resisten cia civil implique un
polarización expuesto antes y, en palabras de Boserup y Mack, «sirven
compromiso a buscar soluciones no violentas, la di rectiva de la resistencia
para definir la resistencia como una comunidad moral que puede
puede dar pasos activos para inhibir las negativas manifestaciones de
proporcionar entonces una base poderosa para aplicar sanciones del tipo del
polarización. Gandhi en la India, Martin Luther King en Estados Unidos,
ostracismo o el boicot social (aislamiento) a los disidentes, cola boraciones,
Desmond Tutu y Alan Boesak en Sudáfrica nos dan ejemplo de dónde se 13
etc.».
hicieron tales esfuerzos. Podrán no tener siempre éxito, pero podemos decir
; Las acciones muy cargadas de significado simbólico pueden dar ener
en general que la resistencia civil no violenta 'planta un reto a la injusticia,
gía a los participantes, y ejercen un impacto emocional y galvanizador en
pero procura inhibir los fenómenos indesea bles del conflicto de grupos y
el gran público. Son una forma de «propaganda mediante hechos». Co
mantener abiertos los canales de comunica- |pón con el oponente.
munican a un nivel más profundo que el de las palabras la convicción de
que el cambio es posible, y la determinación de la resistencia a conse
ELEMENTOS DE UNA ESTRATEGIA NO VIOLENTA guirlo. De ese modo pueden contribuir a la solución de un problema con
el que tiene que enfrentarse cualquier grupo o movimiento que desafíe el
En un capítulo anterior esbozamos un enfoque clasificador de los
statu quo: es decir, que la realidad social y política existente reviste un aura
métodos de la resistencia no violenta basado principalmente en la obra de
de normalidad e inevitabilidad. Los gobiernos y regímenes que disfrutan
Gene Sharp. Nos presenta tres categorías principales: métodos de protesta y
de un apoyo y legitimidad mínimos se aferran férreamente a esa raquítica
persuasión; no colaboración a los niveles social, económico y político; y la
sensación de normalidad que emana del orden existente para mantener su
intervención no violenta. 12 Las marchas, velas, despliegue de piquetes y
autoridad. ,
similares entran en la primera categoría. La no colaboración social inclui rá el
La acción de repudio apunta a despojar al oponente de los frutos de la
ostracismo de individuos, los boicots a instituciones sociales, aca démicas,
agresión o de un orden social, político o económico injusto. Las huelgas,
artísticas y deportivas. La no colaboración económica incluye huelgas de
boicots, jornadas de trabajo lento, obstrucción no violenta son los medios
varios tipos, jornadas de trabajo lento, boicots y sanciones económicas. La no
colaboración política comprende cosas como boicots de asambleas legislativas, que permiten repudiar los objetivos materiales y «no materiales» del con
desafío de leyes particulares, y el boicot a las orga nizaciones apoyadas por el trario. (Entre los objetivos no materiales hay hechos como el estableci
gobierno. Por último, como ejemplos de inter vención no violenta están las miento —o mantenimiento— de autoridad, la imposición de una ideolo
sentadas, la obstrucción, los ayunos y las gía política, y —inmediatamente después de un golpe o una ocupación—
el recibir un reconocimiento defacto o de jure por la comunidad internacio
nal como gobierno de un territorio.) En ese contexto, las huelgas indus
triales pueden elevar los costes de cualquier intento de explotar los recur-

12. Sharp, The Polines ofNonviolent Actwn. op. c,t., parte segunda: «The Methods of
Nonviolent Action: Política! Jm-Jitsu at Work».

13. Boserup y Mack, op. cit., pág. 38.


Dinámica de la acción no violenta 127

sos económicos del país. Las huelgas y la obstrucción de los servidores civiles no colaboración es menos ambigua y puede ser más eficaz —aunque, por
y funcionarios pueden frustrar el intento del contrario de establecer una supuesto, puede ir unida a tratar de entablar una discusión pública abierta
administración, recaudar impuestos, imponer leyes y regulaciones nuevas. La con las fuerzas ocupantes como la que paradigmáticamente se produjo en
oposición y la no colaboración de maestros, académicos, líderes religiosos, etc., las calles de Praga y otras ciudades de Checoslovaquia en 1968.
pueden dificultarle muchísimo al contrario la consecución de sus objetivos El potencial disponible para suscitar divisiones dentro del país de origen
ideológicos. Las campañas de desobediencia civil pueden obstruir la de una potencia ocupante, y buscar aliados entre los grupos de la oposición e
administración y presentar a las autoridades un dilema. Si ignoran el desafío, instituciones sociales independientes como las iglesias, centros de enseñanza,
su autoridad queda de hecho muy cuestionada. Si utilizan métodos etc., dependerá de la naturaleza del régimen del oponente. Hemos señalado
draconianos para sofocar una protesta no violenta pueden ^ perder prestigio cómo se aprovechó Gandhi de la oportunidad que le brindara la Conferencia
moral y político en su país y en el extranjero. , Deduciremos del análisis de mesa redonda de 1931 en Londres para verse con individuos que
precedente que las acciones denegativas son /más eficaces cuando están pudiesen influir en la situación y dirigir la palabra a organizaciones
cargadas simultáneamente de un significado I simbólico. O sea que, a nivel religiosas, concurrencias universitarias y otros grupos, incluyendo algunos
físico, puede dar más resultado obstruir la entrada, digamos, de una base de ellos obreros de la industria del algodón de Lan-cashire cuyos empleos
militar con barreras del tipo de camiones inmovilizados que una simple habían corrido peligro por el boicot a las telas extranjeras que había apoyado
sentada de gente en la carretera delante de los vehículos que tratan de entrar o el Congreso. De un modo semejante, cuando Ho Chi Minh visitó Francia en
salir de esa base. Pero un simbolismo intentado al precio de que la gente 1946 concitó apoyo allí a favor de la causa vietnamita. Es obvio que tales
arriesgue el propio pellejo, acaso con peligro de lesiones o muerte, se perdería actividades son más fáciles de llevar a cabo cuando la potencia ocupante o
en absoluto. Esto no quiere decir que no haya circunstancias en las que el colonial tiene un sistema político razonablemente abierto y democrático.
empleo de vallas humanas no sea la táctica adecuada. Se trata sencillamente de Pero no olvidemos que los gobiernos dictatoriales tienen también críticos y
subrayar de nuevo "que el impacto moral y psicológico es más importante que opositores en la propia casa, y que normalmente a un país ocupado le queda
la obstrucción en sí. cierto campo de acción para hacerse con amigos y aliados entre ellos.
Acciones de zapa. Son aquellas que tratan de abrir y explotar las divi- Por último, está la necesidad de buscar simpatías y apoyo activo en la
siones existentes en el campo contrario, y de cerrarle el acceso a la colabo- comunidad internacional. A este fin podrá ser especialmente importante
ración de terceros. Es evidente que muchas actividades que hemos deno- encontrar apoyo entre las organizaciones políticas y religiosas de países
minado simbólicas o denegatorias sirven también, en forma de acción de aliados del adversario o que puedan influir en él. En tal caso será la meta,
zapa abierta o encubierta, para minar la confianza y unidad del adversario. última hacer que los gobiernos y poblaciones de esos países apliquen prey
Pero las acciones de esa campaña pueden también apuntar específicamente a siones coercitivas contra el adversario. Entre otros objetivos obvios en esta
abrir y explotar divisiones dentro de las filas del oponente. En el caso de un contexto está conseguir el apoyo de organismos internacionales como las
régimen dictatorial, esto podría suponer el hallar maneras de romper los Naciones Unidas y la Comunidad Europea, organizaciones internacionales
vínculos que hay entre él y aquel sector de la sociedad que le ha dado apoyo pacifistas y pro derechos humanos como Amnistía Internacional, movi-
hasta entonces explotando los desacuerdos existentes en la camarilla mientos pacifistas, internacionales socialistas y socialdemócratas, etc. Pro-
dominante y procurando ganar los grupos o sectores de la sociedad hasta bablemente el éxito más impresionante logrado en la empresa para captar
entonces neutrales o indiferentes. En el caso de una ocupación extranjera, apoyo internacional a nivel de países individuales, y de organismos inter-
podría incluir el alentar el descontento entre los soldados y oficiales nacionales gubernamentales y no gubernamentales, es el del movimiento
ocupantes, dividir al adversario en su frente doméstico, y buscar el apoyo y antiapartheid y por la democracia en Sudáfrica. Los palestinos de la Ribera
las sanciones internacionales. Occidental y de Gaza han logrado también éxitos en este campo, especial-
Se debate actualmente cuáles son los mejores medios para fomentar el mente desde que se inició la resistencia de la Intifada.
descontento entre las fuerzas y oficiales ocupantes en el contexto de una En un capítulo ulterior sobre la defensa mediante la resistencia civil
ocupación extranjera. La confraternización, incluso a nivel individual, es estudiamos cómo se pueden organizar los diferentes medios de ejercer presión
fácil que suscite la sospecha dentro de las filas mismas del ocupado de que se sobre el adversario para que constituyan una estrategia coherente. En el
practica más bien un colaboracionismo que una técnica subversiva. La contexto de una lucha nacional de importancia —y en la preparación de
ella— la estrategia asume una importancia central. De ahí nuestra deci sión de Al ANC de la Sudáfrica de los primeros años noventa le cuesta mucho
estudiarla detalladamente en ese contexto. encauzar la ira reprimida de sus partidarios en los suburbios.
A menudo se pueden tomar medidas que obliguen a dosificar el empleo de
la violencia oponente. Por lo general es más probable que un gobierno actúe
EL PROBLEMA DE LA REPRESIÓN
con miramientos si sabe que su actuación está siendo ob servada por los
La represión constituye potencialmente el problema más grave para la medios nacionales e internacionales, y por otros gobiernos y organizaciones.
resistencia civil. A algún nivel es inevitable, diríamos que casi se invita a ella Por esa razón es evidente que a un movimiento de resis tencia le interesa que
por el hecho mismo de hacerla a un gobierno autoritario o dictatorial, o esos hechos se produzcan a la vista del público. Cuando el movimiento de
resistir a un régimen de ocupación, o desafiar a un sistema de dominio y Libertad y Paz (Wolnosc i Pokoj - WiP) de Polo nia llevó a cabo sus primeras
opresión muy arraigado. También es cierto que la disposición misma a so - manifestaciones públicas en 1985, pusieron mucho interés en informar de sus
portar esas penalidades y sufrimientos, y a perseverar a pesar de ello, puede intenciones a sus amigos del movimien to pacifista occidental, de Radio
ejercer un poderoso impacto moral. Según hemos señalado, la re presión Europa Libre y otros medios occidenta les, y a la prensa clandestina polaca. Se
resulta a menudo contraproducente del todo. Sin embargo, en al gunos casos, encargaron también de que las autoridades polacas estuviesen al tanto de
ha sido lo suficientemente dura como para dar al traste con la organización y aquellas precauciones para que no ignorasen que serían seguidas muy de cerca
minar la moral de la resistencia; un caso típico al respecto lo constituye la sus respuestas a la manifes tación. Aquello dio buen resultado para prevenir los
matanza de Sharpeville en Sudáfrica en 1960. asaltos de la policía, y para disuadir a los tribunales de emitir sentencias
Pero la represión acarrea también costos políticos para el lado que la condenatorias. 14 Hay ya incontables casos similares del empleo por los
comete. Por lo mismo, cualquier gobierno sensato se ve obligado a sope - movimientos de resis tencia de publicidad previa y de la presencia de los
sarlos al decidir cómo responder al desafío de la resistencia. En Pekín, en medios internacionales como escudo protector contra las excesivas represalias
junio de 1989, las autoridades chinas decidieron que el balance de los de las autoridades.
peligros y costes se inclinaba a favor de la intervención militar y el derra - Puede hacerse cambiar también la forma de las manifestaciones para
mamiento de sangre. En Alemania del Este, unos meses después, le faltó a reducir el peligro de la represión. En 1970 y de nuevo en 1976, el ejérci to y
Erich Honecker el apoyo de Gorbachov —su aliado extranjero determi nante las fuerzas de seguridad polacos utilizaron los tanques y las armas de fuego
— y el de un número suficiente de miembros de su propio partido para para desbaratar las manifestaciones de los trabajadores en huelga. Se tuvo
adoptar una acción similar contra las manifestaciones de masas en Leipzig, aquella experiencia en cuenta cuando los trabajadores del astillero Lenin de
Dresde y Berlín. Hemos señalado antes también cómo el gobier no británico Danzig en 1980, cuando nació Solidaridad, optaron por una huelga de
se sintió muy frenado para actuar con demasiada dureza con tra la resistencia sentadas en vez de lanzarse de nuevo a las calles. 15
civil en India en 1920-1922 y de nuevo en 1930-1931, pero estaba mucho Las actuaciones en las que los huelguistas se imponen voluntariamen te
mejor situado para hacerlo durante la campaña Quit India de 1942. privaciones y sufrimientos en vez de enfrentarse directamente al contra rio
En consecuencia, al movimiento de resistencia le toca considerar cuál va tienen una tendencia (aunque desde luego, nada más que una ten dencia) a
a ser la probable respuesta del gobierno y plasmar sus planes en conse - inhibir una respuesta violenta. Los ayunos y huelgas de hambre son los
cuencia. Podrá tener que decidir, por ejemplo, si es un momento adecua do ejemplos más claros de ello. En los primeros capítulos históri cos hemos
para una confrontación al máximo, o si sería más prudente concentrar se en reseñado ejemplos de ellos en Bolivia en 1978 y en Uruguay
otras formas de oposición. Pero el enfoque «prudente» no tiene tampoco por en 1983.
qué ser siempre el adecuado. Si la moral y la autoridad del gobierno Pero puede haber también períodos en los que la extrema dureza de la
se,tambalean claramente, una resistencia a ultranza podría cons tituir el modo represión convierte en un disparate cualquier enfrentamiento abierto. En esas
de actuar adecuado, aun a pesar de la casi certeza de que va a haber ocasiones, actos simbólicos como llevar insignias, cantar canciones
represión, e incluso con bastantes víctimas. En ocasiones, por des contado, los
hechos pueden escaparse del todo al control de los dirigentes de la
14. Véase mi entrevista a Elbieta Rawicz-Oledzka en Randle, Peopie Power, op. cit.,
resistencia, como ocurre cuando la cólera y la frustración acumuladas por
págs. 167-171.
años de represión se expresan en una explosión de desenfreno popular.
15. Véase Jan Zielonka, «Strengths and Weaknesses of Nonviolent Action: The
Polish Case», en Orbis, primavera de 1986, págs. 91-110, especialmente págs. 103-104.
nacionales o la observancia de tradiciones nacionales pueden contribuir a Lo que podría convenir, en cambio, es una estrategia a más largo plazo de
mantener viva una cultura de la resistencia. Esas actividades se pueden resistencia cultural y de «semirresistencia», que termina haciendo vulne rable
complementar con jornadas de trabajo lento y otras formas de obstrucción a ese régimen al desafío abierto. Los éxitos del «poder del pueblo» en esta
• económica y administrativa, difíciles si no imposibles de detectar o con- última década más o menos —precedidos a menudo por una de esas
r trarrestar por el contrario. Incluso en lo más álgido de la Segunda Guerra resistencias, prolongada y de nivel discreto- han demostrado que incluso
Mundial, se dio en todos los países de la Europa ocupada una resistencia regímenes que parecían de todo punto imposibles de sacudir, ex- ¡ cepto
apegada a esas líneas.
mediante una guerra, pueden ser vulnerables al fin al poder no vio lento.
Entretanto puede continuar la tarea de establecer comunidades de base
y redes organizativas de un modo solapado y clandestino. El trabajo en este
sentido puede incluir la publicación de periódicos y revistas clan destinos, la
introducción de contrabando de literatura y equipos de impre sión y
transmisión, el establecimiento de líneas de comunicación con los medios
extranjeros, las organizaciones internacionales, etc. Las iglesias ocupan a
veces una posición privilegiada en presencia de regímenes repre sivos tanto de
derecha como de izquierda, y pueden brindar locales im portantes para la
disidencia. Esto ha ocurrido, por ejemplo, en Polonia, Alemania del Este,
Sudáfrica, y muchos países de Centroamérica y Sud- américa. En
Latinoamérica, muy especialmente, el desarrollo de la «teolo gía de la
liberación» ha proporcionado un apuntalamiento neurálgico a los
movimientos de emancipación. El esquema seguido en varios países de esa
región indica que después de un período más o menos prolongado de acti -
vidad clandestina y a nivel de las bases, incluyendo lo simbólico y la
«microrresistencia», uno u otro gobierno dictatorial ha considerado nece -
sario hacer concesiones para mantener en funcionamiento la economía y la
administración, y para tratar de aliviar la hostilidad internacional. Y esto a
su vez ha hecho posible una disidencia pública más abierta. Según he mos
visto, ése ha sido el curso de los acontecimientos en Chile y Uruguay en los
últimos años setenta y en los ochenta.
Por último, no se debe menospreciar nunca el humor como arma. Está
bien documentado su punzante efecto en la propaganda oficial de toda
Europa del Este durante los años del dominio comunista. Algunos grupos
de la oposición se las arreglaron también para llevar el humor y la ironía a
sus manifestaciones —por ejemplo cuando WiP representó en la Polonia de
mediados de los ochenta un drama callejero como irónica cele bración de la
Revolución Rusa. 16
Vemos pues claramente que hay circunstancias en las que una campa ña
de resistencia civil confrontativa tiene pocas perspectivas inmediatas de
éxito, y tal vez no es aconsejable en absoluto. Esto no constituye, por des -
contado, un argumento sólido para abandonar del todo la resistencia civil.

16. Elbieta Rawicz-Oledzka en Randle, op. cit., pág. 169.


Capítulo 5 ¿UNA DEFENSA

ALTERNATIVA? NACE UN CONCEPTO

ORÍGENES •
Si la resistencia civil es capaz de minar a un régimen opresor o extran-
jero, ¿podría sustituir, en todo o en parte, a los preparativos militares en la
defensa de un país o alianza de países?
Bertrand Russell suscitó la idea allá por 1915, en un artículo publicado
en el Atlantic Montbíy, aduciendo que, tras una generación dedicada al
entrenamiento, la población británica podría derrotar a una ocupación ale-
mana mediante una no colaboración sistemática.1 Incluso antes, a mediados
del siglo XIX, el pacifista estadounidense Elihu Burritt aseguraba que un
país podía defender su libertad mediante formas de resistencia no violenta.2
Pero se trataba sólo de rimas lanzadas al viento, y no se tomó el asunto en
serio hasta bien avanzado el siglo XX.
Las campañas de Gandhi en Sudáfrica y la India reavivaron el interés
por este tema. Le dio estímulo el mismo Gandhi, quien se pronunció en
muchas ocasiones sobre la defensa nacional no violenta, sobre todo en los
años treinta como respuesta a la creciente crisis mundial. Desde luego, sus
campañas principales en la India constituyeron en algún sentido un ejemplo
de defensa nacional no violenta, dirigida a eliminar los efectos de una
ocupación que se eternizaba.
Las décadas de los veinte y los treinta vieron la publicación de algunos
de los primeros clásicos de la no violencia y la resistencia civil, obra de
autores pacifistas: Non-Violent Coerción, de Clarence Marsh Case (1923),}
The Power of Non-Vwlence, de Richard Gregg (1935),4 y The Conquest of

1. Bertrand Russell, «War and Non-Resistance», en Atlantic Monthly, agosto de 1915,


págs. 266-274; reimpreso en Bertrand Russell, Justice in War Time, Open Court, Chicago y
Londres, págs. 38-57.
2. Elihu Burritt, «Passive Resistance», en Burritt, Thoughts and Things at Home and
Abroad, Philips Sampson, Boston, 1854, págs. 269-286; reimpreso en Staughton Lynd
(cornp.), Nonviolence in America, Bobbs-Merrill, Indianápolis, 1966, págs. 93-108.
3. Clarence Marsh Case, Non-Violent Coerción: A Study in Methods of Social Pressure,
publicado por vez primera por The Century Co., Nueva York y Londres, 1923; reimpre so
por la Garland Publishing Co., Nueva York y Londres, 1972. Véase cap. 2.
4. Richard B. Gregg, The Power of Non-Violence, op. cit.
¿Una defensa alternativa? Nace un concepto 135

Violence, de Bart de Ligt (1937).5 Case no trató específicamente el asunto de violenta. Los logros de la resistencia civil en Dinamarca, y en toda la
la no violencia como defensa nacional. Gregg se aproximó mucho al tema Europa ocupada, fueron considerables. Grosso modo podemos decir que la
dado que prestó mucha atención al paralelismo existente entre la acción de resistencia civil consiguió una victoria política en cuanto a que contri buyó
masas no violenta y la guerra; en el capítulo siguiente analizaremos su de modo significativo a frustrar los planes nazis de crear una Europa nueva
contribución, y la de De Ligt, al desarrollo de la estrategia correspondiente. unificada por una ideología y sistema político comunes, mantenien do vivos
En 1939 Krishnalal Shridharani publicó War wttbout Violence: A Study of con ello los valores humanos y civilizadores. Sin embargo, no intentó
Gandhi's Metbod and Its Accomplishments,6 en el que aseguró que la no siquiera emprender la tarea estratégica de la liberación nacional. En todas
violencia militante de Gandhi era una manera de hacer resistencia tanto a la partes dieron por sentado que aquella tarea tendría que estar a cargo de los
agresión como a la tiranía sin guerra, resolviendo así el dilema clásico del ejércitos aliados.
pacifismo tradicional. Adelanta como tanteo en las últimas pá ginas de su Al terminar la guerra ninguno de los países que habían estado ocupa dos
libro la idea misma de utilizar la resistencia no violenta como alternativa a prestó demasiada atención a la sustitución de la defensa militar por unos
la defensa militar para hacer resistencia a la invasión. preparativos de resistencia civil, ni pensó asignarles un lugar en el sistema
El estallido de la guerra y la ocupación de gran parte de Europa por los general de defensa. Y esto ocurrió incluso en países como Noruega y
ejércitos alemanes, y de muy extensos territorios en Asia y el Pacífico por Dinamarca donde la resistencia civil había estado muy extendida y había
los japoneses, resucitaron el enfoque de la atención dentro de los círculos logrado éxitos notables. Desde luego, tanto ellos como otros dos estados
pacifistas a las posibles respuestas no violentas a la invasión y la ocupación. europeos tradicionalmente neutrales, optaron por unirse a la OTAN al
Entre los ensayos escritos durante ese período hubo uno publi cado por la formarse ésta en 1948, confiando de ese modo su defensa a la fuerza mili tar
Internacional de Resistencia contra la Guerra en los Estados Unidos, obra de la organización y, en su caso, al «paraguas nuclear» de los Estados
de Jessie Wallace Hughan, titulado Pacifism and Invasión, que proponía Unidos.
una política nacional de no colaboración en el caso de una invasión de los Pero la verdadera importancia de la resistencia civil en la Europa ocu -
Estados Unidos —por improbable que pudiera ser esa eventualidad." pada no había pasado desapercibida. Basil Liddell Hart, historiador mili tar y
Desde un punto de partida más pragmático, el comentarista militar y estratega británico, sacó en conclusión que había causado a los ocu pantes
político, el comandante Stephen King-Hall recomendó encarecidamente al alemanes más problemas que la resistencia armada y la guerra de guerrillas,
gobierno danés en 1938 que estudiase muy en serio la resistencia no y que los desconcertó mucho la manera de habérselas con ella. 9 Gene Shaq2,
violenta como alternativa de la defensa militar en vista de su vulnerabili dad entonces un joven graduado universitario estadounidense que había pasado
si Alemania atacaba el país. 8 Aunque sus propuestas no fueron asumi das de en 1953 nueve meses en la cárcel como objetor de concien cia, fue a Gran
momento, Dinamarca, cuando le llegó el suyo, no trató de hacer resistencia Bretaña en 1955 como ayudante de redacción del órga no pacifista Peace
a la invasión alemana de 1940 con medios militares, al tiempo que su News. Tomó un interés particular por la resistencia de los maestros en la
población civil practicó la resistencia, tanto paramilitar como no Noruega ocupada y ocupó un puesto académico en Oslo en 1958 para
proseguir sus investigaciones sobre ese tema. Su opúsculo Tyranny
CouldNot Quell Them (La tiranía no consiguió acallarlos), 10 publicado en 1959,
5. Bart de Ligt, The Conques! of Violence, George Routledge y Sons, Londres, 1937, ponderó la importancia para la defensa sin armas que supo ne el triunfo de los
con una introducción de Aldous Huxley; nueva edición, Pluto Press, Londres, 1989, con una maestros sobre el gobierno de Quisling.
nueva introducción de Peter van den Dungen.
Por esos años estaba cobrando ímpetu el primer movimiento de masas
6. Krishnalal Shridharani, War without Violence: A Study of Gandhi's Method and Its
Accomplishments, Harcourt, Brace y Co., Nueva York, 1939, reimpreso por la Garland contra las armas nucleares y ponía abiertamente en tela de juicio muchos de
Publishing Co., Nueva York y Londres, en su serie «Garland Library of War and Peace», los dogmas políticos y militares que habían predominado en Occidente
1972, con introducción de Gene Sharp. desde la irrupción de la guerra fría en los últimos años cuarenta. 1958 vio
7. En su origen, una serie de artículos, fue publicada en forma de folleto por la War
Resisters League en 1942; una versión editada del ensayo de Hughan se incluye en
Mulford Q. Sibley, The Quiet Battle. op. cit., págs. 317-332. 9. Véase B. H. Liddell Hart, «Lessons from Resistance Movements - Guerrilla
8. Stephen King-Hall, «The Small Countries», en Free Denmark, vol. 1, n° 5, agos to de and Non-Violent», en Adam Roberts (comp.), The Strategy of Civilian Defence, op. cit.,
1942, pág. 1. págs. 195-211.
10. Gene Sharp, Tyranny CouldNot Quell Them, Peace News, Londres, 1959-
el nacimiento de la Campaña por el Desarme Nuclear (CND) en Gran Bretaña Estados Unidos se interesaron por el concepto, sobre todo en los círculos
y la primera Marcha de Aldermaston. Las campañas antinucleares se cuáqueros y pacifistas. En 1958 un activista no violento, Brad Lyttle,
difundieron en seguida por Europa Occidental, los Estados Unidos, y otros publicó un opúsculo titulado National Defense through Nonviolent Resístame
países. (Habían constituido un movimiento significativo en Japón un poco (La defensa nacional mediante la resistencia no violenta)13 que exploró esa
antes.) Por último la gente en general de muchos países iba despertando a la idea en relación con los Estados Unidos, y en 1962 otra publicación esta-
idea de la catástrofe potencial de la guerra nuclear conforme Oriente y dounidense, Preventing World War III: Some Propasáis (Cómo prevenir la III
Occidente acumulaban armas cada vez más potentes, y desarrollaban mé- Guerra Mundial: algunas propuestas al caso), 14 incluyó artículos sobre
todos nuevos y esencialmente imparables de enviarlas a sus objetivos. aspectos de la defensa no violenta obra del filósofo noruego Arne Naess y de
Una de las personas que se habían dado cuenta de la importancia un psicólogo estadounidense, Jerome D. Frank.
estratégica de las armas nucleares y del desafío que planteaban a las nociones Dos años después, Adam Roberts, entonces subdirector de Peace News,
tradicionales de defensa fue de nuevo el comandante Stephen King-Hall. En editó un folleto sobre Civilian Defence que incluía ensayos suyos y de Gene
otoño de 1957 pronunció una conferencia en el Royal United Services Sharp, y reimprimió los de Frank y Naess. El opúsculo incluía tam bién un
Institute (Instituto Real de Servicios Unidos) en la que aseguró que la guerra prólogo de Alastair Buchan, director del Instituto de Estudios Estratégicos de
nuclear supondría un cataclismo tan absoluto, especialmente para un país Londres. El pragmático espíritu del opúsculo se resume en esta observación
pequeño y densamente poblado como la Gran Bretaña, que este país debería de Roberts: «Todos los autores de los artículos de este opúsculo consideran
desembarazarse de sus armas nucleares y emprender un programa de que la acción no violenta deberá ser juzgada no con siderándola como una
entrenamiento de la población civil en la resistencia no violenta. Su discurso doctrina que podamos aceptar o rechazar, sino como una técnica cuya
y el llamamiento que hizo en él pidiendo el establecimiento de una potencialidad en determinadas situaciones exige el es- ( tudio más riguroso y
Comisión Real dedicada a examinar en serio su propuesta, fue muy cuidadoso». 15 La elección del título «defensa civil» en vez de «defensa no
difundido en Gran Bretaña y se unió al debate que estaba ya en marcha violenta» señala asimismo su énfasis estratégi co/pragmático.
alrededor de su postura en materia de defensa. Al año siguiente, King-Hall Sin embargo, fue más un desplazamiento del énfasis que un cambio
fundamental. En primer lugar, Sharp y Roberts (y muchos de los que los
publicó Defence in the Nuclear Age (La defensa en la era nuclear),11 en el
siguieron) fueron motivados claramente a explorar la defensa no violenta
que siguió desarrollando sus ideas. Las estudiaremos también más adelante
por unas convicciones personales pacifistas —o al menos antinucleares—. En
en este capítulo.
segundo lugar, los mejores entre los primeros autores pacifistas y de la
King-Hall no consiguió su Comisión Real, y el principal movimiento
escuela de Gandhi sobre el tema de la resistencia no violenta —Case,
antinucleares en Gran Bretaña, la CND (Campaña por el Desarme Nuclear),
Gregg, De Ligt, Shridharani— por motivos muy similares si no idénticos,
no tomó en serio sus ideas. El concepto de la defensa no violenta fue habían tratado también de proporcionar un análisis de lo más objetivo de
propagado de una manera bastante general por el Comité de Acción Directa sus modos de funcionar, y supieron proporcionar desde luego ideas intui -
y, en menor extensión, por el Comité de los Cien. Algunas de las personas tivas cruciales de los mismos. Podemos decir también lo mismo de algu nos
comprometidas en estas tres últimas organizaciones, en especial un grupo de los estudios posteriores efectuados por los cuáqueros y por otros grupos
perteneciente a Peace News y a su entorno, desempeñaron un activo papel pacifistas. 16 Donde hay que señalar una diferencia importante es
en el desarrollo y propagación de esa idea.12 También en los

11. Comandante sir Stephen King-Hall, Defence in the Nuclear Age, Víctor Gollancz, 13. Bradford Lyttle, National Defense through Nonviolent Resístame, Shann-ti Sena,
Londres, 1958. Chicago, 1958.
12. Gene Sharp fue subdirector de Peace Neu's de 1955 a 1958 y participó en el 14. Preventing World War III: Some Propasáis, Quincy Wright, William M. Evans y
Comité de Acción Directa contra la Guerra Nuclear en su primer período; April Cárter se Morton Deutsch (comps.), Simón y Schuster, Nueva York, 1962.
convirtió en secretario del Comité de Acción Directa en 1958. Adam Roberts fue tam bién 15. Adam Roberts (comp.), Civilian Defence, Peace News, Londres, 1964, pág. 7.
subdirector de Peace Neu's en los primeros sesenta y participó en algunas de las ma - 16. «El propósito de la defensa civil [organizada] es defender. No se trata de un
nifestaciones del Comité de los Cien. Llegaron a convertirse en unos de los principales ejercicio de especulación moral, sino un medio práctico de defensa nacional. Su valí ez
investigadores en este campo. Hugh Brock, como editor de Peace Neu-s en los años cin - depende del grado en que pueda estar a la altura de [determinadas] tareas en compara-
cuenta y principios de los sesenta, y presidente del Comité de Acción Directa, desempe ñó
un importante papel impulsando la investigación de este concepto.
entre los argumentos morales y estratégicos relacionados con el recurso de la tada y por lo tanto se necesita la fuerza militar en algunas ocasiones (Ro-
guerra, y el modo de llevarla a cabo —y las decisiones personales asu midas berts). Pero la crisis de la guerra en sí provocada por la invención de las
por los individuos respecto a su participación en ella— por un lado, y los armas nucleares sigue siendo la motivación y el punto de partida de mucha
juicios referentes a la eficacia de la resistencia no violenta/defensa no investigación. Por otra parte, el debate moral y estratégico sobre las
violenta por el otro. Es claro que es preciso investigar sistemáticamente esta actividades bélicas en general y la guerra y la disuasión nuclear en par ticular,
última con la mayor objetividad y desapasionamiento, y que lo hagan de sigue siendo crucial por su propio derecho.
preferencia personas pertenecientes a un amplio abanico de perspecti vas En el mismo año de la publicación de Civilian Defence (1964), Sharp,
políticas. El darle la preferencia al término «defensa civil», por ejem plo, Roberts, April Cárter (ex secretario del Comité de Acción Directa y pos -
frente al de «defensa no violenta» equivaldría casi a invitar a unirse a la teriormente miembro de la redacción de Peace News), y Theodor Ebert (un
investigación y debate respectivos a personas que carecen de conviccio nes investigador de Berlín) participaron muy de cerca en la organización de una
pacifistas o antinucleares. conferencia internacional sobre este tema en el St. Hilda's College de Oxford.
Vale la pena recalcar que un compromiso a la defensa mediante resis - La ocasión congregó a académicos y especialistas en este campo —
tencia civil o el hecho de explorar su potencial, no implica el tener ideas incluyendo historiadores militares como Liddell Hart y D. J. Goods-peed— y
pacifistas ni tampoco ideas particulares políticas o ideológicas de ningún tipo. se tradujo en la publicación en 1967 de The Strategy of Civilian Defence
Es perfectamente posible creer que la defensa militar es justificable y (Estrategia de la defensa civil), 17 editado por Roberts, que puede ser
necesaria en algunas circunstancias, y desear sin embargo explorar el considerado como el primer estudio sistemático de este concepto. Incluye
potencial de las formas de resistencia y defensa no violentas. Claro está que capítulos históricos sobre la Ruhrkampf (lucha por el Ruhr) de 1924, la
las personas que han rechazado la guerra por completo, o específica mente resistencia en Noruega y Dinamarca durante la ocupación, la su blevación en
cualquier dependencia de las armas nucleares, por motivos religio sos o éticos, Alemania del Este en 1953, y capítulos teóricos dedicados a temas como el
tienen una motivación particularmente fuerte para explorar los métodos golpe de estado, los problemas de la transición de la defen sa militar a la civil,
y los cambios políticos que implicaría un cambio de esa índole.
alternativos de llevar a cabo los conflictos sociales e interna cionales —de no
Una de las nociones neurálgicas que presenta el libro fue la del transar- >,
ser que, también ocurre, que se hayan refugiado en el cómodo espejismo de
mament («transarme»), término ideado años antes por Theodor Ebert, quien lo
que esos conflictos se pueden conjurar o zanjar en cada caso mediante la
presentó como alternativa al término e idea del disarmament (desarme).
mediación o la negociación—. Siendo así, no es sor prendente que los
Mientras éste implica el despojarse de las armas y da tal vez a la gente la
pacifistas y los «pacifistas nucleares» hayan desempe ñado un papel tan
impresión de que se queda inerme, «transarme» implicaría una defensa con
importante en el desarrollo de este concepto. Sin em bargo, no han estado
métodos diferentes, no militares, «transarme» incluía también una impli cación
solos, y desde los años sesenta en particular, los científicos sociales, los
de gradualismo. Aparte de cualquier cosa que decidan los individuos en lo tocante
historiadores y los estrategas militares, los ministe rios de defensa y los
a su participación u otra actitud en caso de guerra, los medios de defensa
establishments de la investigación de varios países ha yan mostrado interés en militares a nivel nacional sólo se pueden dejar de lado hasta donde lo permita el
ese concepto y/o ayudado a explorar su potencial. desarrollo de medios alternativos no militares suscepti bles de ocupar su lugar.
Algunos de los pioneros de la investigación de este campo se han dis - «Transarme» se emplea hoy bastante, aunque no en /^ sentido universal, entre los
tanciado en mayor o menor medida de una postura pacifista, o incluso de una escritores e investigadores de este campo.
actitud totalmente antinuclear, ya sea por razones tácticas (Sharp) o tras El de civilian defence (defensa civil organizada) se emplea con menos
haberse convencido de que la aplicabilidad de la defensa civil es limi- frecuencia debido a su posible confusión con civil defence. Sharp y sus cole-
ción con la defensa basada en medios militares.» De In Place of War. An Inquiry into
Nonviolent National Defense, preparado por un grupo de trabajo de la Peace Education
División, American Friends Service Committee, Grossman, Nueva York, 1967, pág. 70. 17. Adam Roberts (comp.), The Strategy of Civilian Defence, op. cit. Este libro fue
Aunque escrito desde luego desde una posición pacifista, y el jurado incluyó a algunos de los publicado de nuevo por Penguin, Harmondsworth, en 1970 con el título Civilian
pacifistas estadounidenses más conocidos, los criterios avanzados para juzgar la efica cia de la Resistance as a National Defence: Nonviolent Action against Aggression, con una introducción
defensa civil [organizada] no se distinguen virtualmente de los de la escuela «pragmática». nueva de Roberts que resalta la trascendencia de la resistencia de Checoslovaquia contra
la invasión de 1968 encabezada por la URSS. ;
gas estadounidenses han optado por términos de civilian-based defence que hubiese también otro apogeo del interés y debate en torno a la defensa
(defensa con base cívica), que sería CBD, pero en Europa se emplean más no nuclear alternativa durante la crisis política a cuenta de los nuevos
ampliamente social defence (defensa social), defence by civil resístame (defensa misiles nucleares en Europa y el resurgimiento del movimiento pacifista de
mediante resistencia civil), y civilian defence. Y no se trata de un simple masas. Aunque el debate se enfocó hacia una defensa (militar) no ofensiva, el
asunto de terminología. Una defensa con base cívica implica por su sentido concepto de resistencia civil como estrategia «de repliegue», o de estrategia
el concepto de neutralidad moral e ideológica, al paso que —en inglés— su a emplear en determinadas circunstancias, figuró en muchos proyectos,
forma abreviada, CBD, tiene un timbre cuasimilitar. Esto coincide con la especialmente en los de la Comisión de Defensa Alternativa de Gran
opinión de Sharp de que hemos topado esencialmente con un cambio Bretaña, cuyo primer informe se publicó en 1983.
tecnológico de un sistema de defensa a otro, más eficaz. Para empezar, el Los gobiernos de Suecia, Noruega, Finlandia, Dinamarca y Holanda han
libro más reciente (1990) de Gene Sharp sobre este tema lleva el subtítulo de mostrado diferentes grados de interés por esta idea, y todos estos países,
«A Post-Military Weapons System» (Un sistema de armamento posímiliíar).18 exceptuando a Noruega, patrocinaron su investigación en los años setenta;
Los términos como «defensa social» suelen reflejar el énfasis que se pone en Francia empezó a hacerlo a mediados de los ochenta. El gobierno de Holanda
defender las instituciones de la sociedad y no tanto el territorio como tal, mostró un serio interés en explorar esa idea en la década de los setenta y
aunque no excluyen el interés por la defensa de éste. Algunos de los comienzos de los ochenta. Se estableció un grupo de trabajo en 1976 donde
movimientos de base antimilitaristas han adoptado el término de «defensa no estaban representados varios ministerios del gobierno, incluyendo los de
violenta popular» para dejar muy claro el carácter y compromiso no violento Asuntos Exteriores, Defensa e Interior. Su informe, que recomendó el
de su enfoque, y para indicar que se trata de una defensa por el pueblo y para establecimiento de un programa de investigación con base universitaria, fue
el pueblo y no una defensa controlada y dirigida por el estado. Existen publicado en 1976 y lo aceptó el gobierno. Entonces se constituyó un nuevo
también otras vanantes, que indican en su mayoría matices de un punto de grupo encargado de desarrollar el programa de investigación con la
vista político e ideológico. Yo me he decidido por «defensa mediante participación de cuatro prestigiosos expertos extranjeros —Theodor Ebert,
resistencia civil». 19 o «defensa civil» allí donde esa frase podría resultar Johan Galtung, Adam Roberts y Gene Sharp—.22 A pesar de tan prometedor
demasiado densa. «Defensa mediante resistencia civil» tiene la ventaja de comienzo, y la redacción de una lista impresionante de temas de
indicar los vínculos que hay con la resistencia civil en otros contextos en vez investigación, el interés oficial se esfumó durante los años ochenta, y en
de implicar que se trata de un fenómeno completamente aparte; al mismo 1985 el gobierno desechó totalmente ese proyecto.23 Sin embargo, éste se
tiempo da a entender que la resistencia civil exige una atención especial en tradujo en una importante contribución en este campo, obra de Alex P.
este contexto concreto.20 Schmid sobre el tema de la defensa social y la potencia militar soviética, que
Los estudios y los proyectos de investigación se continuaron durante suscita algunas cuestiones neurálgicas respecto a las condiciones que afectan
los años setenta y ochenta, algunos bajo la égida del movimiento pacifista, a la viabilidad de una defensa civil.24 La resistencia civil figura como un
unos promovidos por entidades educativas o benéficas y otros promovidos y subtema en el sistema de defensa suizo25 y
costeados por el estado en distintos países.21 No es de sorprender

22. Respecto a los progresos hechos en Holanda en los años setenta, véase Hylke
18. Gene Sharp, Civilian-BaseJ Defence. op. cit. Tromp, «The Dutch Research Project on Civilian Defence, 1974-1978», en el Bulletin of
19. El término «defensa mediante la resistencia civil» fue propuesto por vez pri mera Peace Propasáis, vol. 9, n° 4, 1978, págs. 301-307.
por Adam Roberts en su Nations in Arms, Chatto y Windus (para el International Institute of 23. Véase Hylke Tromp, «Nouveaux points de vue sur la défense sociale», en Les
Strategic Studies), Londres, 1976, pág. 101. Fue adoptado por la Comisión de Defensa Strate'gies Civiles de Défense (Actas del Coloquio Internacional de Estrasburgo,
Alternativa de Gran Bretaña (de la que fue miembro Roberts durante algún tiempo) y 27/28/29 de noviembre de 1985), ANV-IRNC, París, 1987, págs. 198-210, en especial la
empleado en su informe Defence without the Bomb, Taylor y Francis, Londres y Nueva York,
pág. 199.
1983.
24. Alex P. Schmid, Social Defence and Soviet Military Power, op. cit. Se analiza este
20. La desventaja del término «defensa social» —que he empleado yo en otras oca -
libro en el capítulo siguiente.
siones— es que suena mucho a esa resistencia civil que se utiliza con fines sociales y eco -
nómicos y no tanto para conseguir la libertad política o la independencia nacional. 25. Véase una breve revisión de la policía suiza de defensa, incluyendo su di
21. Véase en el apéndice una lista seleccionada de publicaciones en este campo. mensión no militar en Dietrich Fischer, «Invulnerability without Threat: The Swiss
Concept of General Defence», en A Journal of Peace Research, vol. XIX, n° 3, 1982, págs.
205-225. -.--
lo hizo así también en la «Defensa general del pueblo» de Yugoslavia has ta la En Letonia, en diciembre de 1990, el Frente Popular hizo un «llama miento
desintegración de este país. 26 para la Hora X» pidiendo la total no colaboración de la población ) civil en el
Las autoridades suecas han demostrado el interés más serio y conse - caso de un ataque soviético, al tiempo que la Comisión del Con sejo Supremo
cuente por este concepto y la manera de incorporarlo a los planes de de fensa para la Defensa y Asuntos Interiores trazaba planes para em plear cadenas de
suecos. A partir de los primeros años setenta, el Instituto de Inves tigación de gente desarmada en la protección de los edificios públicos. (El plan se puso en
la Defensa Nacional Sueca patrocinó una serie de estudios efectuados por obra para proteger el edificio del parlamento en enero de 1991-) En junio de
Adam Roberts; 2" organizó además una conferencia interna cional en 1972 en 1991, el Consejo Supremo Letón votó el estableci miento de un Centro de
Uppsala sobre las formas de defensa no militares. Los comités parlamentarios resistencia no violenta, que publicó a continuación opúsculos distintos de no
de defensa de Suecia presentaron varios informes sobre ese tema, el más colaboración destinados respectivamente a los organismos gubernamentales,
reciente en 1984. Estos comités de defensa hicieron hincapié en que había que las instituciones sociales y los individuos. 29
considerar estrictamente a la «defensa no mili tar» como un complemento de En Lituania, en febrero de 1991, tras el intento de golpe de fuerza
la militar, y no como un sustituto de ella, ni en ningún sentido como una soviético en Vilnius, el Consejo Supremo Lituano hizo saber que en el caso de
medida de desarme. Todavía más: en su defi nición de la defensa no militar no una ocupación soviética, la resistencia no violenta constituiría el méto do
sólo se incluyó la resistencia civil, sino también una «resistencia armada principal de lucha. 30
irregular mediante grupos civiles orga nizados». 28 En 1986 el parlamento En Estonia, en enero de 1991, los funcionarios gubernamentales y los
sueco acordó por unanimidad que la defensa no militar debía ser adoptada miembros del Frente Popular organizaron un plan de resistencia denomi nado
como parte de una postura de defen sa total de Suecia. «Desobediencia civil» que exhortaba a los ciudadanos, entre otras cosas, a
«tratar todas las órdenes que fuesen contra las leyes de Estonia como
ilegítimas, y llevar a cabo una desobediencia y no colaboración es trictas ante
La resistencia civil desempeñó un papel de peso en la lucha de las todos los intentos soviéticos de reforzar su control». 31
antiguas repúblicas bálticas soviéticas —Estonia, Letonia y Lituania— para En junio de 1992, el Ministerio de Defensa de la República de Litua nia
recuperar, y defender, su independencia. Por esta razón, y también habida patrocinó junto con el US Albert Einstein Institute (Instituto Albert Einstein
cuenta de su evidente vulnerabilidad militar en el caso de un ata que por parte de los Estados Unidos, del que es presidente Gene Shrap) una conferencia en
de su poderosísima vecina Rusia, existe allí un gran interés por la defensa Vilnius sobre la defensa con base civil a la que asistieron re presentantes de los
civil, tanto a nivel gubernamental como popular, desde que los movimientos ministerios de defensa de Lituania, Estonia y Suecia —así como líderes
independentistas accedieron por vez primera al poder en las elecciones de políticos, especialistas en defensa e investigadores de la defensa civil de un
1990. total de nueve países—. Entre los temas analizados figuró la ayuda
internacional a los países que empleasen la defensa civil. Una resolución
final propuso la formación de un Tratado Báltico de Ayu da Mutua mediante
26. Respecto a la doctrina yugoslava de la Defensa General del Pueblo, véase Adam Defensa de Base Civil. 32
Roberts, Nations in Arms. op. cit., págs. 172-217. Sobre el papel de la «resistencia no
militar» dentro de la estrategia general, véanse págs. 210-213.
27. Los títulos originales de estos estudios, disponibles sólo en forma mimeográfi- ca, 29. Véase Bruce Jenkins, «Civilian-Based Defence Discussed in Moscow and the
en la Commonweal Library, Universidad de Bradford, Bradford, West Yorkshire, son: Total Baltics», en Civilian-Based Defence: News and Opinión (CBD), vol. 7, n° 6, agosto de 1992,
Defence and Civil Resístame, 1972; The Technique of Civil Resístame, 1976; y
págs. 2-3, y 18.
Occupation. Resístame andLaw, 1980. Respecto a una revisión crítica de la política defen siva
30. El texto entero de la declaración del Consejo Supremo Lituano esta publicado en
de Suecia tras la Segunda Guerra Mundial hasta 1978, y una valoración del interés oficial
en la defensa civil organizada, véase Haken Wiberg, «Swedish National Security Policy: A inglés en CBD, vol. 7, n° 3, mayo/junio de 1991, pág. 4. Véase también, en el mismo
Review and Critique», en el Bulletin ofPeace Propasáis, vol. 9, n° 4, 1978, págs. 308-315 y ejemplar, Christopher Kruegler, «A Bold Initiative in Lithuanian Defence», pág. 1 y Bruce
334. Jenkins, «Einstein Institution Delegation Discusses Civilian-Based Defence with
28. Véase la pág. 5 de Complementar^ Forms of Resístame: a Summary of the Report of the Lithuanian Officials», págs. 2-3.
Swedish Commission of Resístame, preparado por Lennart Bergfeldt y publicado en forma 31. Bruce Jenkins, en CBD, vol. 7, n° 6, agosto de 1992, págs. 2-3. Véase también, en
mimeográfica por Swedish Official State Reports, SOU 1984, pág. 10. el mismo ejemplar, Steven Huxley, «Lessons from the Baltics», págs. 6-7.
32. Véase Roger S. Powers, «Baltic Defence Officials Consider Civilian-Based
Defence at Vilnius Conference», en CBD, vol. 7, n° 6, agosto de 1992, pág 1.
DESARROLLO DEL CONCEPTO do para la defensa o la liberación a nivel nacional. El mismo Sharp había
O sea que la defensa mediante resistencia civil es un sistema preven- hecho suya esa acepción años antes. Por ejemplo, en su ensayo publicado en
I tivo de defensa nacional en formas de acción no violenta y/o el despliegue 1970 sobre Gandhi como estratega de la defensa nacional, escribía: «La
, real de esos medios contra la invasión extranjera o la ocupación, los golpes defensa nacional en este contexto incluye tanto las preparaciones y resis-
i de estado u otras formas de ataque contra la independencia y la integridad tencia para hacer frente a ataques nuevos contra la independencia y la libertad
| de una sociedad. Como vemos, al igual que el término de defensa en su de un país, como los esfuerzos hechos para liberar un país sometido ya a la
sentido militar tradicional, abarca a la vez el sistema de la previa planifi- ocupación y dominio extranjero» [la cursiva es mía]. 34 Se trata en este caso de lo
que otro investigador, Gene Keyes, denomina «no violencia estra-' tégica»
j cación y preparación de la resistencia, y la resistencia misma. Podría o
—es decir, el empleo de la acción no violenta de masas para fi nes
BTen complementarlo sustituir el tradicional sistema militar de disuasión
estratégicos: el logro o la conservación de la independencia nacional,! la
y defensa.
defensa de la libertad constitucional contra los golpes, el derrocamiento' de
Algunos de los principales partidarios del concepto —incluyendo a
un gobierno dictatorial.
Roberts y a Sharp— lo definen de un modo todavía más restringido, de
O sea que dentro de esta amplia categoría, vale la pena distinguir los
modo que se excluirían los casos de resistencia civil contra las invasiones,
casos en que la lucha estuvo dirigida por un gobierno legítimo en funcio nes y
ocupaciones o golpes que se produjesen en la ausencia de un plan nacional
aquellos en que se hizo a favor de él. Las campañas contra el putsch de Kapp
previamente preparado.33 Sobre ese planteamiento, Sharp puede afirmar
de 1920, contra la revuelta de los generales argelinos en 1961, con tra el
desde luego que nunca ha habido un caso histórico de «defensa con base
golpe de 1991 en Rusia, y contra la invasión de Checoslovaquia por la URSS
civil», sino únicamente prototipos improvisados de ella. Está claro que es
y el Pacto de Varsovia en 1968 se incluyen sin excepción en este subgrupo.
preferible una preparación anticipada, y sin ella el efecto disuasorio dismi-
Se acercan muchísimo a la defensa civil (o de base civil) tal como la definen
nuiría muchísimo, si no es que se pierde del todo. Pero negar, por ejemplo,
Sharp y Roberts, diferenciándose sólo de ella en que no hubo ningún plan
que la resistencia checoslovaca a la invasión soviética de 1968 fue todo un
anticipado de resistencia civil. Estos casos nos dicen mucho sobre la táctica
ejemplo de resistencia civil partiendo de que no había sido planificada u
y estrategia adecuadas para la defensa civil en su fase inicial, cuyo objetivo
organizada de antemano es un argumento florentino. Y nos podría llevar
principal reside en impedir que el adversario se haga con el control de las
también a ignorar o malinterpretar algunas de las lecciones que se pueden
instituciones políticas y sociales a todos los niveles.
aprender de este u otros ejemplos históricos. Si quisiéramos defender un
Sin embargo, un importante motivo para hacer un solo grupo de to das
sistema de defensa nacional mediante la guerra de guerrillas, habría también
las campañas, reales o potenciales, emprendidas para la defensa y la
que admitir que existen ciertas diferencias en cuanto al contexto y la
liberación nacional es que, si se prolongan, tienden a asumir las mismas
situación, digamos, entre la resistencia nacional de los vietnamitas contra el
características. Una resistencia civil contra la invasión y la ocupación lle vada
imperialismo francés o el estadounidense y la que podría seguir a un ataque
a cabo de acuerdo con un plan nacional preparado podría tener algu nos
contra un país que tenga ya un plan preparado de resistencia con guerrillas
aspectos únicos en su período inicial; pero si se prolonga durante al gunos
listo para funcionar; no sería razonable pretender en base a este argumento
años, o décadas, su contexto ydinámica tenderán a acercarse a los de las
que el caso de Vietnam deba ser excluido de los ejemplos de defensa
campañas históricas anteriores en pro de la liberación nacional, como las de
nacional mediante guerra de guerrillas.
Gandhi en la India, o las revoluciones de 1989 en Europa del Este. Y de
Tiene sentido desde luego agrupar dentro del encabezado de defensa modo similar, cuando la resistencia civil fracasa en su intento de frustrar un
mediante resistencia civil todos aquellos casos en que se utiliza ese méto- intento de golpe —como en Haití en 1992—, evoluciona en seguida hacia
un nuevo ejemplo de resistencia contra la tiranía domés tica. Vale la pena
33. Roberts sostiene, por ejemplo, que «el alma misma de la idea de la defensa civil es reconocer esto si queremos sacar provecho de la expe riencia histórica y no
una política preparada de defensa de una sociedad contra amenazas violentas como los tratar la defensa civil como un fenómeno más singu-
golpes de estado, o la invasión y la ocupación extranjera. Muchos casos, y muy importantes,
de resistencia civil, pueden no entrar en esta definición, ya sea por estar dirigidos contra tipos
de amenaza diferentes, o por carecer del elemento clave de la preparación anticipada» (la cursiva 34. Gene Sharp, «Gandhi as a National Defense Strategist», en Gandhi Marg, vol. XIV,
es mía). Véase «Civilian Defence Twenty Years On», en Bulletin of Peace Propasáis, vol. 9, n° 3, junio de 1970. Este ensayo aparece reproducido en Sharp, Gandhi as a Political
n°4. 1978, pág. 299. Strategist, op. cit., págs. 171-198. El pasaje en cuestión aparece en la pág. 172.
lar de lo que realmente es. Pero la razón de que nos centremos especial mente como la resistencia posterior merecen ser consideradas como un ejemplo de
en la defensa civil como un sistema preorganizado de defensa nacio nal es que defensa civil. Jan Zielonka, un académico polaco, da a entender que debe
ello suscita planteamientos y brinda oportunidades que no se aplican por considerarse como tal y alega que ese caso nos demuestra que la pre- i
igual a los casos de resistencia civil improvisada contra los gol pes y las paración adelantada podría no constituir una ventaja tan grande como la ' que
invasiones. O sea que esto implica tomar decisiones en cuanto al grado de dan a entender Sharp y algunos otros autores. 35
responsabilidad que hay que asignar a la resistencia civil dentro del conjunto Sobre el segundo punto existe un debate incesante. La estrategia a base de
de la estrategia, en cuanto al proceso de transición a partir de los dispositivos construir una «defensa no violenta popular» desde abajo está aso ciada
de defensa militar existentes hasta aquellos en los que la resistencia civil principalmente a grupos antimilitaristas y de oposición diversos, totalmente
desempeña al menos una parte de peso, en cuanto al papel respectivo de los escépticos respecto a que el estado burocrático moderno llegue a involucrarse
gobiernos y los cuerpos de voluntarios, etc. Como no hay espacio aquí para jamás en un enfoque no violento de la defensa, excepto como una ayuda
analizar todos esos aspectos, este capítulo se centra en la defensa mediante la subsidiaria muy insignificante de la defensa militar, y acaso como un medio
resistencia civil en su sentido más restringido. adicional de organizar y controlar la población. (Hay razones especialmente
El debate abierto sobre cómo definir y delimitar la defensa mediante la sólidas para el escepticismo en el caso de una super- potencia nuclear —los
resistencia civil tiene otra dimensión: ¿debe implicar necesariamen te una Estados Unidos hoy en día, y la Unión Soviética hasta su desmembración—.)
aprobación del estado y del gobierno? De ser así, ¿debemos traba jar en su En consecuencia, el proyecto antimilitarista radical de una defensa no violenta
promoción a partir de las bases hacia arriba, o concentrarnos en convencer a forma parte de un proyecto de más en vergadura para la creación de una
las élites políticas y militares de la viabilidad de este con cepto? «democracia participativa no violenta». Las diferencias en cuanto a la
Respecto a la primera de estas preguntas, es muy de desear, claro está, concepción de cómo implementar la defensa civil se reflejaron en un debate
que la defensa civil se convierta en política oficial. Hay, sin embargo, si- intelectual producido durante los años setenta entre los que se definían como
tuaciones en las que es del todo ilusorio pensar que vaya a ocurrir esto sin «estructuralistas» y sus opo nentes —Sharp, Roberts, Ebert y otros— a quienes
todo un levantamiento social y político —por ejemplo, en una dictadura denominaron «instru-mentalistas». Los estructuralistas aducían que era ilusorio
militar—. En semejante situación, un movimiento opositor podría asumir la creer sin más que se pudiese injertar una forma de defensa no violenta en el
responsabilidad no sólo de hacer campaña a favor de la democracia den tro del sistema social y político existente: su introducción tendría que ir aparejada a
país, sino también de prepararlo para hacer una resistencia civil contra una cambios más profundos. Los «instrumentalistas» —y este término no les gus -
agresión extranjera. Aun siendo bastante fuerte y unido, podría necesitar la taba en absoluto— respondían que la resistencia no violenta había tenido lugar
sociedad muchísimo tiempo ajustándose a una preparación y entrenamiento en sociedades sumamente imperfectas, que la adopción de la defen sa civil
sistemáticos para defenderse mediante la resistencia civil, especialmente si la organizada traería consigo sin duda otros cambios, pero que era un argumento
oposición al régimen militar implica también una campaña sostenida de no suicida sugerir que sólo podría adquirir relevancia en cierta utopía futura y mal
colaboración. Si Gandhi hubiese logrado conven cer al Congreso de que definida. 36
preparase al pueblo para defender al país contra una posible agresión Los enfoques consistentes en trabajar desde arriba hacia abajo o desde la
japonesa, se habrían cumplido todos los criterios esenciales de la defensa con base hacia arriba, pueden complementarse mutuamente desde luego en
base civil. Pero no habría habido la más míni ma probabilidad de que el
gobierno imperial británico aceptase ese enfo que defensivo.
Un ejemplo más reciente es el de Solidaridad en Polonia en el período 35. Jan Zielonka, «Strengths and Weaknesses of Nonviolent Action: The Polish Case»,
intermedio entre su nacimiento en agosto de 1980 y la imposición de la ley en Orbis, primavera de 1986, págs. 91-110.
marcial a mediados de diciembre de 1981. Previendo precisamente una 36. Véase Gustaaf Geeraerts, «Two Approaches to Civilian Defence: Instru-mentalists
evolución de ese tipo, la directiva de Solidaridad había hecho planes y and Structuralists», en el Bulletin of Peace Propasáis, vol. 9, n° 4, 1978, págs. 316-320, y, en
preparaciones para oponerse a la misma mediante resistencia civil, que el mismo número, Adam Roberts, «Civilian Defence Twenty Years On», págs. 293-300, que
pusieron en práctica después, cuando sobrevino el zarpazo. Por lo tanto, en parte rechaza rotundamente la idea de que la defensa civil «is appropriate only in a much
re-structured society». El artículo de Roberts se ha vuelto a publicar en la revista francesa
aunque no hubo implicación del gobierno, tanto la planificación previa Altematives Non Violentes, n° 39, diciembre de 1980, junto con una sucinta contestación mía.
Véase págs. 17-28.
cierta medida. Donde más chocan entre sí es en lo referente a las campañas en tiempo de paz en materia de resistencia civil como parte de la estrategia
confrontativas que tratan de lograr cambios en la defensa u otras actitudes general de la defensa, tal como ha hecho Suecia —aunque hasta ahora a un
políticas, sobre todo en el desarme nuclear. A menudo esas campañas volumen bastante reducido—. El mayor obstáculo, probablemente
emplean métodos de acción directa no violenta contra el gobierno existente, especialmente para las potencias medianas y grandes, es de índole psicoló-
aunque (en algunos casos) propugnan simultáneamente un planteamiento gico-política —es decir, que a esos gobiernos les resulta difícil admitir la
alternativo, no violento, de la defensa. La estrategia que subyace a este posibilidad de que sus ejércitos puedan ser derrotados u obligados a retirarse,
enfoque consiste en aclimatar a la población a la resistencia civil no sólo a y que, en consecuencia, parte del territorio nacional, si no todo, podría ser
base de explicar y discutir sino recomendando su utilización para lograr ocupado por una potencia extranjera—. Está claro que, de hacerlo así,
metas sociales y políticas enfrentándose a un establishment político y militar ya temerían que ello debilitara el aspecto disuasorio de sus preparativos
existente. De ese modo, podrían avanzar juntas la difusión del concepto de militares y asimismo la moral de sus fuerzas de combate. No es una
defensa civil organizada y la promoción de los cambios sociales y políticos de casualidad que los estados que han mostrado hasta ahora el máximo interés
la sociedad considerados como necesarios —o al menos como muy en la defensa mediante la resistencia civil son algunos de los países más
favorables— para su adopción. Está claro que ese planteamiento tiene un peso pequeños (en cuanto a población, aunque no siempre en cuanto a superficie),
específico muy diferente de aquel otro que trata de que la investigación
que pueden admitir más fácilmente su vulnerabilidad ante el ataque de una
académica siga ahondando en el potencial de la defensa civil organizada y se
potencia importante. En algunos casos puede haber sido también un factor el
centra en convencer al público en general, y muy especialmente a
nerviosismo por parte de algunos gobiernos ante el hecho de «armar» a la
determinados sectores del establishment, de la viabilidad de esta idea, y de la
población civil con un medio de resistencia que podría volverse en contra
madurez de raciocinio —y no digamos de la respetabilidad— de los que la
suya.38
defienden.
Existe, sin embargo, un caso de peso muy especial de tener que recu- v rrir
Sin embargo, los argumentos racionales solos no se traducen en cambios a la defensa civil como medio disuasorio contra los golpes —y tam- < bien de
importantes de la actitud política. Los estudios históricos y teóricos, y los
oponerles resistencia—. Me refiero aquí a los golpes en el sentido amplio del
informes de las comisiones oficiales, están destinados desde luego a
término, que abarca no sólo la toma del poder por los militares o por una
desempeñar un papel importante, pero, como ha puesto de relieve el mismo
facción política armada, sino también las «usurpaciones ejecutivas» (es decir,
Roberts, «muy posiblemente sólo en alguna crisis se adoptará la defensa
la abolición de la libertad civil y el régimen democrático por un gobierno
civil o cualquier otro cambio sustancial de la actitud política de la
nombrado inicialmente por medios constitucionales). Supongo asimismo aquel
defensa».37 Salta a la vista que tiene en la mente un desastre o algo muy
contexto en el que un gobierno legitimo es derribado por otro que trata de
cercano a él —como un intento de golpe, una guerra, o un enfrentamien-to
imponer un régimen más o menos dictatorial. (Desde luego ha habido casos de
militar— que ponga en evidencia las deficiencias del sistema existente. Pero
la crisis podría adoptar una forma sumamente distinta, es decir, la de una golpes que han apuntado al derrocamiento de dictaduras —o a garantizarlo—
crisis política provocada por un movimiento popular de masas que desafíe la con la intención declarada de introducir un sistema gubernamental más
moralidad y/o racionalidad del sistema. Existe de hecho un claro vínculo humano y representativo, aunque en la práctica rara vez se ha conseguido esto
entre los climax de las campañas de desarme nuclear de fines de los sin una lucha posterior emprendida desde abajo.) No sólo han sido sofocados
cincuenta y comienzos de los sesenta y de principios a mediados de los golpes, o intentos de golpe, por la resistencia civil en algunos casos históricos
ochenta y el nivel de interés público por la defensa alternativa en general y la notables, los mismos representan también una forma de amenaza a un
defensa mediante resistencia civil en particular. gobierno democrático cuando un ejército fuerte constituye a menudo parte del
Habida cuenta de los indudables éxitos de la resistencia civil y los problema y no su solución. A la pregunta clásica de «¿Quién va a custodiar a
peligros e incertidumbres de cualquier sistema de defensa, especialmente en los guardias >.
la era nuclear, da la impresión de que constituiría un asunto de prudencia y
sentido común por parte de casi cualquier país hacer preparativos 38. Bruce Jenkins, escribiendo en CBD, agosto de 1992, apunta la idea de que los
funcionarios de la defensa de Estonia y Letonia podrían resistirse al entrenamiento de las
37. Roberts, «Civilian Defence Twenty Years On», Bulletin of Peace Propasáis, op. grandes minorías rusas que viven en estos países en los métodos de resistencia civil orga -
cit.,píg. 295. nizada por miedo a que fuesen a colaborar en cualquier intento de volver a imponer a férula
autoritaria prorrusa. Véase la pág. 18 de ese número.
mismos?», los propugnadores de la defensa civil contestan: el pueblo pre - Capítulo 6 ESTRATEGIA DE LA
parado y entrenado para la resistencia civil. 39
Tanto Roberts como Sharp han encarecido mucho la importancia de la RESISTENCIA CIVIL ORGANIZADA
defensa civil como garantía contra los golpes militares. Sharp en Ma-king
Europe Unconquerable (Cómo hacer a Europa inconquistable) formula la
teoría de que los países que han experimentado golpes o se han visto
amenazados por ellos «podrían iniciar una defensa de base civil con el ob -
jetivo limitado de prevenirlos y derrotarlos». 40 Más adelante, algunos paí ses
que la hubiesen adoptado con ese objetivo limitado, podrían decidirse a PLANTEAMIENTOS DE ESA ESTRATEGIA
emplearla para hacer frente a invasiones y ocupaciones.
En el capítulo que sigue estudiaremos el desarrollo de las ideas con - La defensa mediante resistencia civil tiene mucho en común con la
cernientes a la estrategia y organización de la defensa civil. guerra de guerrillas. Ambas utilizan una «estrategia indirecta» para mi nar la
fuerza del adversario. En la guerra de guerrillas se evitan las batallas abiertas
con las fuerzas enemigas sustituyéndolas por una guerra de des gaste. A
menudo hay que ceder terreno, pero esto se convierte en una ven taja al
obligar al adversario a dispersar sus fuerzas más de la cuenta lo que las hace
vulnerables a los ataques relámpago. Se considera crucial por últi mo la batalla
moral y política que acompaña a la guerra física de desgaste.
En la resistencia civil se lleva un paso más adelante la estrategia indi -
recta. En ella no existe un ataque directo a las fuerzas militares del adver sario
ni un intento de causarle bajas y minarle la moral mediante ataques
relámpago. Se utilizan, sin embargo, otros métodos con la intención de
socavar la moral del contrario, y en ellos ocupa un lugar neurálgico el
«hostigamiento» moral y político. Igual que en la guerra la guerrillas, hay
que ceder terreno en la mayoría de los casos, dado que sólo se le puede
defender en un sentido muy restringido, pero también aquí la no colabo -
ración y la obstrucción no violenta pueden diluir los recursos del adversa rio
que intenta administrar ese terreno.
Debido a su limitada capacidad para defender el territorio como tal, la
defensa civil constituye esencialmente una estrategia contra la ocupa ción y
no contra la invasión, y los investigadores le han reconocido cada vez más
ese papel. También en este aspecto se parece a la guerra de guerri llas. Sólo en
circunstancias muy excepcionales se podría esperar detener una invasión en
marcha —por ejemplo, cuando el gobierno del agresor tuviese «en casa» una
posición débil y vulnerable, cuando la decisión de invadir fuese sumamente
impopular entre la tropa así como entre la po blación en general del estado
39. Véase D. J. Goodspeed, «The Coup d'Etat», en Roberts, The Strategy ofCivilian oponente, y acaso cuando unas protestas en masa de parte de una población
Defence, op. cit., págs. 31-46; Adam Roberts, «Civil Resistance to Military Coups», en el excepcionalmente bien preparada en el país sometido al ataque coincidieran
Journal of Peace Research, vol. XXI, n° 1, 1975, págs. 19-36; Vanessa Griffin, «Social con intensas presiones y sanciones internacionales—. Su capacidad para
Defence against Coups», en Shelley Anderson and Janet Larmore (comps.), Nonviolent
Struggle and Social Defence, op. cit., págs. 59-66. disuadir un ataque depende de su patente eficacia para derrotar una agresión,
40. Gene Sharp, Making Europe U nconquerable, Taylor y Francis, Londres, y cosa que estudiaremos por lo mismo más adelante en este capítulo.
Ballinger, Cambridge, Mass., 1985, pág. 146. •
Una extensa comparación con la guerra de guerrillas es uno de los as- ba probablemente tanto un cambio en sus convicciones personales sobre lo
pectos principales del estudio de la defensa civil de Boserup y Mack citado que se podía conseguir con una defensa no violenta como un reconocimiento
en capítulos anteriores.1 Toman como punto de partida la famosa obra de de que ni el Congreso ni la mayoría de sus compatriotas compartían su fe
Clausewitz Vom Kriege (De la guerra)2 y tratan de demostrar cómo se inconmovible en la «no violencia de los valientes».
aplican sus reflexiones teóricas a la defensa mediante la resistencia civil. La estrategia de resistencia nacional a la invasión formulada por Gandhi
Llegan a afirmar en un momento que los primeros propugnadores de la se ceñía prácticamente al modelo heroico —no colaboración total y la
defensa civil no habían propuesto en absoluto ninguna estrategia como tal, disposición a morir si era preciso antes que someterse—. En 1931, anali-
sino simplemente «un conjunto de "tácticas", de métodos para ejercer zando lo que una Suiza neutral y desarmada podía hacer frente a un agresor
presión sobre el adversario».3 El resultado natural de aplicar esas presiones de que quisiera hacer pasar por ella su ejército para atacar a otros países, Gandhi
un modo aleatorio, aseguran, es que las mismas se anulan entre sí. Para que propuso la no colaboración total, presentando además «una muralla viva de
sean eficaces, «hay que ejercerlas en un punto de aplicación común y en una hombres, mujeres y niños» ante el agresor.8 En 1940 volvió a escribir: «De
dirección común».4 Sin embargo, antes de exponer su enfoque, vale la pena ocurrir lo peor [es decir, la invasión], quedan dos caminos abiertos a la no
seguir el desarrollo de las ideas sobre la estrategia tal como presentan otros violencia. Ceder terreno, pero no colaborar con el agresor... El segundo
autores. camino sería la resistencia no violenta por un pueblo ya entrenado en el
Los estudios de Gandhi sobre la defensa nacional no violenta datan método no violento. Se ofrecería la gente desarmada como blanco de los
principalmente de los primeros años treinta. En 1931, respondiendo a una cañones del agresor».9 En abril de 1942 afirmó que si la India fuese un país
indagación, esbozó sus ideas sobre las posibilidades de una Suiza neutral libre «se podrían hacer cosas sin violencia para impedir que los japoneses
mediante defensa no violenta, y durante los años treinta, según fue pro- entraran en el país». Pero en el estado de cosas existente, «la resistencia no
fundizándose la crisis mundial, recomendó sucesivamente a los judíos, los violenta podría empezar en el momento en que efectuasen un desembarco».
checos, los polacos, los ingleses y por último, a todos los países enfrentados Los resistentes no violentos negarían cualquier ayuda a los invasores, incluso
a la agresión nazi, que le hicieran resistencia con medios no violentos. 5 En el agua. Aunque llegaran a morir todos ellos, habrían «ganado la victoria al
1939 y 1940 trató —sin éxito— de convencer al Congreso para que haber preferido el exterminio a la
adoptasen una política de defensa no violenta contra cualquier invasión ja- sumisión».10
ponesa, y escribió en distintas ocasiones sobre sus ideas respecto a ese Semejantes propuestas, por descontado, no constituyen una estrategia a
tema.6 Posteriormente, en junio de 1942, apoyó la idea de que una India considerar. Fue más bien la labor de Gandhi sobre el terreno como orga-
independiente accediese a que las tropas aliadas permanecieran en el país nizador y estratega de campañas lo que incitó a otros a analizar sus plan-
para desalentar y resistir a un ataque japonés,7 aunque esto no representa- teamientos, procurando dejar en claro sus resultados y su posible relevancia
para una defensa nacional. La tradición de fijarse en los paralelismos
1. Boserupy Mack, War without Weapons, op. cit. militares en la exposición de la propia estrategia empieza de un modo serio
2. Sugerimos una edición buena y accesible, en español, de «De la guerra» (Karl en The Power of Non-Violence (El poder de la no violencia) de Richard Gregg,
von Clausewitz), traducida por R. V. Zetano, y publicada por Editorial Labor (comp.), publicada inicialmente en 1935.n Igual que Gene Sharp en una fecha
1968. El original alemán fue publicado en 1832. posterior, Gregg parte de que «el conflicto es parte inevitable de la
3. Boserup y Mack, op. cit., pág. 148.
4. Ibíd., pág. 148.
5. Los escritos y discursos de Gandhi sobre este tema aparecen reunidos en M. K. 8. M. Desai, relatando la respuesta de Gandhi a una interpelación, en Young India, 31
Gandhi, Non-Violence in Peace ¿ftd War (NVPW), op. cit., vol. I. Véase especialmente el de diciembre de 1931. Reimpreso en NVPW como «Theory and Practice of Non-
cap. 61, «If I were a Czech», cap. 64, «The Jews», cap. 68, «Non-Violence and World Violence», págs. 105-110. La cita aparece en la pág. 109-
Crisis», cap. 84, «To the Brave Poles», cap. 114, «To Every Briton». 9. Harijan, 13 de abril de 1940. Véase «Two Questions from America» en
6. Véase «The War Resolution» en NVPW, aparecido en Harijan, 26 de agosto de NVPW, págs. 264-266. La cita aparece en la pág. 265.
1939, donde Gandhi relata cómo su resolución sobre el reclutamiento basada en una «no
violencia empecinada» fue derrotada por un voto por una resolución de Jawaharlal 10. Harijan, 12 de abril de 1942. Véase «Non-Violent Resistance» en NVPW, págs.
Nehru. 397-399. La cita aparece en la pág. 397.
7. Véase «Letter to the Generalissimo» (Chiang Kai-shek) fechada el 14 de junio 11. Gregg, op. cit. Una edición revisada y puesta al día fue publicada por la
de 1942 en NVPW, págs. 404-407. - Navajivan Publishing House, Ahmedabad, en 1960, con introducción de Martin Luther
King. Nuestras referencias de paginación corresponden a la primera edición.
vida» y de que «el mundo es de suyo divisivo y cambiante»; 12 de lo que se vedad»], la determinación de ese punto, la superioridad del factor moral frente
trata ahora es de manejar ese conflicto de una manera creativa. a los recursos puramente materiales, la relación idónea entre el ataque y la
Gregg cita un artículo del famoso columnista estadounidense Walter defensa, y la voluntad de triunfar. 16
Lippman, titulado «The Political Equivalent of War» (El equivalente po lítico
de la guerra), que apareció en la revista Atlantic Montbly de agosto de 1928 Gregg no se identifica del todo con la fórmula de que la defensiva sea la
(a la vez que un comentario crítico del ensayo de William James «The Moral «forma decisiva de actuar», y se atiene a la interpretación que hizo el
Equivalent of War» — El equivalente moral de la guerra): «No basta con mariscal Foch de Clausewitz, poniendo más hincapié en la ofensiva. Sin
presentar un equivalente de las virtudes militares. Es aún más importante embargo, sostiene Gregg, la resistencia no violenta abunda en capacidades
desarrollar un equivalente de los métodos y objetivos mi litares. En cuanto a tanto defensivas como ofensivas, y cumple con otros criterios estratégicos
la guerra como institución, no se reduce a una expre sión del espíritu militar... identificados por von Clausewitz, incluyendo la «concentración de la fuer za»
Es también —y me expreso en términos prima rios— una de las maneras con en el punto decisivo, es decir, en la moral del contrario. Sostiene tam bién que
que se toman grandes decisiones humanas... Cualquier programa de la paz la resistencia no violenta no sólo funciona a base de socavar la moral del
serio debe descansar en la premisa de que habrá causas de litigio en todo oponente a distintos niveles, sino que «hace mucho para levan tar la moral y
nuestro previsible futuro, y que habrá que zanjar esas diferencias, y que hay la unidad de los que la utilizan». 17 El paralelo con la última (y más
que hallar un modo de hacerlo que no sea la guerra». 13 La resistencia no sistemática) exposición de una estrategia óptima de defensa no vio lenta de
violenta, sostiene Gregg, cumple con los requisitos de Walter Lippman. No Boserup y Mack es sorprendente —aunque estos autores identifi can la
sólo utiliza las virtudes militares (el valor, la disciplina y la resistencia) sino unidad, y no ia moral, como el «centro de gravedad» de la defensa.
que «utiliza en un plano moral muchos de los métodos y principios La originalidad de la obra de Gregg reside en que, aunque escrita desde
militares», emplea muchos de sus mismos procesos psicológicos, e «incluso una perspectiva inequívocamente pacifista, no fue antimilitarista en el
conserva algunos de los objeti vos militares, con modificaciones morales». 14 sentido tradicional. Más bien aceptó que la guerra desempeñaba funcio nes
Siguiendo la lógica de esta argumentación, Gregg se apoya en los es critos sociales y políticas, y no desaparecería mientras no se desarrollasen medios
de los estrategas militares clásicos y contemporáneos —Napoleón, von alternativos para sustituirla. Por lo mismo, en vez de volver la es palda a los
Clausewitz, Foch, J. C. Fuller, Liddell Hart y otros— para demostrar que la escritos de los estrategas militares, ahondó en ellos para clarifi car los
fuerza moral y psicológica asumen un papel primordial en la prác tica de la resultados de la acción no violenta de masas, especialmente tal como la
guerra. En palabras de Liddell Hart, «el objetivo mismo de la guerra es la practicaba Gandhi en la India.
mente del mando y el gobierno enemigos, y no los cuerpos de sus soldados, Bart de Ligt, en cambio, pertenece rotundamente a la tradición anti -
[y]... el balance entre el triunfo y la derrota se traduce en impresiones militarista occidental. 18 Compartía la admiración de Gregg por Gandhi, pero
mentales, y sólo indirectamente en golpes físicos». 15 Otro co-s/mentarista lo hizo de manera más crítica, e intercambió cartas con él en los últi mos años
militar, citado por Gregg, resume así sucintamente la formula ción de la veinte y comienzo de los treinta acusándole de veleidades en su oposición a
estrategia hecha por von Clausewitz: la guerra. 19 En The Conqmst of Vióleme (La conquista de la vio-
Conservar la iniciativa, utilizar la postura defensiva como forma de actuar
decisiva, concentrar la fuerza en el punto decisivo [el «centro de gra- ló. Gregg, op. cit., pág. 94. Esta cita, resumida, de von Clausewitz, está tomada de A.
A. Walser, «Air Power», en The Nineteenth Century and After, Londres, abril de 1923, pág.
12. Ibíd., pág. 93. 598.
13. Walter Lippman, «The Political Equivalent of War», en Atlantic Monthly, 17. Ibíd., pág. 84.
agosto de 1928, págs. 181 y sigs. Citado en Gregg, op. cit., págs. 93-94. Se puede hallar 18. Sin embargo, De Ligt reconoce también que la guerra ha desempeñado un
una versión algo condensada del ensayo de William James en Henry Steele Commager, papel histórico al poner en contacto pueblos y civilizaciones, y, por citar sus palabras,
Living Ideas in America, Harper y Row, Nueva York, 1991. «even based the methods of anti-militarist fighting on, among others, La Psychologie du
14. Gregg, op. cit., pág. 94. Combat and La Psychologie Sacíale de la Guerre by the French Commandant Charles Coste».
15. B. H. Liddell Hart, The Real War, Little Brown, Boston, 1930, pág. 506. (De Ligt, The Conquest ofViolence, op. cit., Pluto Press edition, pág. 204.)
Citado en Gregg, op. cit., págs. 68-69. 19- Una selección de esta correspondencia, que apareció originalmente en Young
India, se reproduce en NVPW, págs. 73-75, 86-88, 99-101, y 416-427. De Ligt se
encontró con Gandhi en Lausana y Ginebra en 1931 tras haber asistido el Mahatma a la
lencia), publicada en inglés en 1937, sugirió también maneras de emplear la ta, y sentía una profunda desconfianza en los estados y los gobiernos.23 La
acción no violenta a los niveles nacional e internacional contra agresio nes resistencia a nivel nacional sería más bien parte de un movimiento revolu-
presentes y futuras, incluyendo una invasión alemana de Holanda y un ataque cionario para la transformación del sistema internacional:
japonés contra las Indias Orientales Holandesas (hoy Indonesia). De Ligt
encaró estos problemas desde un punto de vista firmemente Los luchadores por la paz y la libertad no tendrán nada en común con una
internacionalista, antiimperialista y anticapitalista. Constituirían la prin cipal «defensa nacional» ya sea la de Holanda, la de Alemania, o del Imperio
presión externa la acción internacional de la clase trabajadora y el Británico o de Rusia: constituirán una Internacional de todos los que se oponen
movimiento antimilitarista, en forma de boicots, huelgas (incluyendo donde a la violencia horizontal o vertical, y que luchan por la transformación del
fuese posible y estuviese indicada una huelga general contra la gue rra), sistema internacional-imperialista en una sociedad internacional y
«poniendo en la lista negra» el suministro de material de guerra y verdaderamente humana.24
mercancías estratégicas a los países implicados en la agresión. Siguió como
modelo la acción concertada en 1920 de los estibadores franceses, ingleses e En concordancia con este enfoque, el libro de De Ligt termina expo-
irlandeses que se negaron a cargar armas en buques destinados a Polonia y niendo un plan de campaña no de una defensa nacional contra la ocupación
otros países que participaban en la guerra intervencionista en la Rusia sino de una acción directa nacional e internacional contra la guerra misma y
Soviética, 20 y las propuestas sugeridas por la Internacional de Resistencia los preparativos bélicos.
contra la Guerra en 1935, en vísperas de la invasión de Etiopía por
Mussolini, en pro de una acción internacional de la clase trabajadora para Hemos mencionado antes el ensayo de 1942 de Jessie Wallace Hu-ghan
privar al gobierno italiano de los materiales necesarios para la producción sobre el pacifismo y la invasión. La autora define la estrategia propuesta por
bélica. 21 ella como «una huelga general elevada a la enésima potencia»,25 Pero en
Esa presión externa debía ir acompañada por una no colaboración realidad, al hacer sus recomendaciones específicas, matiza bastante. Enuncia
colectiva y otras formas de resistencia no violenta por parte del pueblo que cuatro principios que deben guiar la aplicación de la resistencia: no
sufriese la agresión —ya fuese el pueblo holandés ante la ocupación por los proporcionar a los invasores servicios ni abastecimientos; no obedecer otras
ejércitos de Hitler, o los pueblos de las Indias Orientales Holandesas órdenes que las de las autoridades civiles constitucionales; no infligir insultos
enfrentándose más a los japoneses que al imperialismo holandés—. La ni daños a los invasores; que prometan públicamente todos los funcionarios
fuerza moral surgida de una Holanda ocupada y enfrentada en una resis - públicos morir antes de someterse.26 Como parte de la preparación para una
tencia no violenta, sostenía De Ligt, iba a granjearse fácilmente simpatías resistencia de esa índole, se habrá educado a la población «mediante todos los
incluso entre los alemanes —más aún, «podría ocurrir muy bien que la recursos de la escuela, la iglesia y la radio» y «entrenado en la práctica del
anexión violenta de un pueblo tan libre se convirtiese en el remedio idó neo valor individual».27
de la enfermedad nazi». 22 Pero existe una ambigüedad en la práctica de sus recomendaciones.
Con todo, no preocupaba a De Ligt principalmente el desarrollar una Recomienda una línea de resistencia que sigue el principio de continuar el
estrategia nacional de la defensa no violenta. Era ante todo internacionalis- trabajo sin colaboración, y a fin de sostenerlo, propone [el establecimien-

Conferencia de la mesa redonda de Londres, y fue crítico con la postura que había adop tado 23. «Nuestras propias fronteras no son las que ha trazado la mano diplomática:
en la misma al pedir que la India se hiciese cargo de sus propias fuerzas militares. De Ligt están en todas partes y en ninguna, puesto que primero somos seres humanos, cosmopo litas,
escribió también a Romain Rolland, con quien se quedaba Gandhi en Ginebra, internacionalistas, y después holandeses... ponemos la humanidad por encima de nuestro
censurándolo por haber guardado silencio ante la «propaganda bélica» de Gandhi en la país: a la Internacional Socialista por encima de nuestra nación, esencialmente burguesa...
guerra de 1914-1918, y afirmando: «We no longer need an infallible Messiah». Véase la
Cuanto más actuemos de ese modo, más fieles seremos a la más noble de las tradiciones
introducción de Peter van den Dungen a la edición de la Pluto Press de The Conquest of
Violence, op. cit., págs. xxii-xxiii. holandesas.» (Ibíd., págs. 245-246).
24. Ibíd., pág. 255.
20. De Ligt, op. cit., pág. 239.
21. Ibíd., págs. 230-231. ^ 25. Véase la versión abreviada de su ensayo en Mulford Q. Sibley, The Quiet Battle,
22. Ibíd., pág. 248. op. cit., pág. 319.
26. Ibíd., pág. 324.
27. Ibíd., pág. 325.
to de] una cadena de sucesión de los funcionarios y personas situadas en los «hacer peligrosa la ocupación para el enemigo» (y lo pone en cursiva en el ori-
puestos de responsabilidad, de tal manera que, en cuanto uno de ellos o ellas ginal).30
sea detenido o ejecutado, esté lista otra persona para ocupar su puesto. La En cuanto a King-Hall, veía la defensa no violenta como una forma de
otra línea de resistencia consiste en una suspensión total del trabajo. Lo que arte de la guerra esencialmente político y psicológico que, si llegaba a
no está claro es qué criterios hay que emplear para decidir la opción a seguir. triunfar, lo haría con una victoria decisiva. Consideraba concebible que una
Plantea en consecuencia lo que debería ocurrir/ai las fuerzas invasoras entran ocupación soviética del Reino Unido podría acarrear la caída del co-
en una ciudad y detienen al alcalde: munismo.31 (Comparemos esto con la visión de De Ligt de un nazismo en
ruinas si una ocupación de Holanda intentada por Alemania tuviera que
Le sucederá automáticamente el primer teniente alcalde, pero los inva - enfrentarse con una resistencia no violenta.) Por otra parte, si los planes en
sores le impiden entrar en el ayuntamiento, poniendo en su lugar a un trai dor o cuestión fuesen suficientemente conocidos y se les diera publicidad de
a un funcionario extranjero. Sin embargo, los funcionarios ejecutivos y los antemano, la Unión Soviética podría verse disuadida de intentar siquiera una
empleados seguirán cumpliendo con sus obligaciones, hasta que le lle guen ocupación semejante. Expresó más fe en ese tipo de «disuasión psicológica»
órdenes del usurpador enemigo; entonces o bien ignorarán sus órdenes o que en la «disuasión actual basada en la represalia mediante la bomba H».32
dejarán de trabajar totalmente [la cursiva es mía].28
Aunque no nos presenta estrategia detallada de la defensa no violenta,
King-Hall, igual que Hughan, expone los principios generales que debería
Hay una ambigüedad idéntica sobre cómo deberán responder los demás seguir. Aunque dejan un margen mucho mayor que Hughan a la cola-
departamentos municipales —bomberos, policía, servicios pú blicos de boración con los ocupantes en el área de la vida económica y la adminis-
telégrafo, teléfono y electricidad—. Deberán seguir trabajando hasta que tración, implican, sin embargo, una negativa absoluta «a toda costa» a decir
reciban órdenes del enemigo, en cuyo momento «también ellos ignorarán o escribir nada que sea «contrario a los principios de nuestro modo de vivir»
las órdenes específicas o declararán una huelga instantánea». Y harán lo o a aceptar la prohibición de la libertad de expresión y asociación. El
mismo los trabajadores de otras competencias. Por último, si se ven elemento ofensivo de su estrategia consiste en utilizar cada oportunidad de
enfrentados a un ocupante del todo brutal, dispuesto a hacer que se rinda por contacto personal con las fuerzas ocupantes para exponerles las falacias del
hambre la población civil, Jessie W. Hughan describe evacua ciones en masa comunismo y las ventajas de la democracia, comportándose uno al mismo
de las ciudades, y a la gente «destruyendo las cosechas y provisiones a su tiempo «con dignidad y superioridad moral» hacia ellos.33 En resumen, la
paso» para evitar que caigan en manos del adversario. resistencia defensiva deberá concentrarse en aquellas áreas neurálgicas donde
King-Hall, en su libro de 1958 —centrado específicamente en la defensa se considere que corren peligro la integridad y el sistema de vida de la
no violenta de Gran Bretaña y Europa Occidental contra una inva sión soviética nación, al tiempo que el mayor empuje ofensivo se centrará contra la unidad
— critica la estrategia de Hughan: equivale, indica, a una «política de tierra y la moral de las fuerzas del oponente. (En otra parte del libro deja muy claro
quemada y una especie de huelga de sentadas a escala nacional». 29 Esto no que las hostilidades de carácter moral y psicológico se enfocarán no sólo
hace justicia a aquella parte de la estrategia propues ta por Hughan que nos hacia las fuerzas ocupantes, sino en tres «tea-
presenta a la sociedad y sus instituciones conti nuando su funcionamiento, sin
colaboración. Constituye, sin embargo, una fiel descripción del panorama más
extremado que ella concibe, y King-Hall se muestra comprensiblemente 30. Ibíd., págs. 198-199. Hughan, sin embargo, hace esta observación: «Neither
escéptico de que semejante resistencia exacerbada pueda ser mantenida army morale ñor war fever in the aggressor nation is likely to hold out long against this
reversal of all that makes the spirit of a campaign» (The Quiet Battle, op. cit., pág. 326). Y en
durante cualquier plazo de tiempo imaginable. King-Hall centra su crítica —y una sección titulada «Plight of the Enemy Government» prevé esta autora que la
con ello tampoco le hace justicia— en que la estrategia de Hughan es de un repulsa administrada por la resistencia civil a los planes del enemigo convertirá «el pres tigio
carácter «del todo negativo», al concentrarse sólo en ponerle la ocupación difícil de la conquista en un ridículo internacional», le causará dificultades al agresor en su
al enemigo, y no en lo que, a juicio de él, debe constituir el objetivo propio país, brindará oportunidades a sus oponentes domésticos, y volverá en contra suya
neurálgico: a países formalmente neutrales.
31. Ibíd., pág. 199.
32. Ibíd., pág. 199.
28. Ibíd., pág. 325. 33. Ibíd., pág. 200.
29. Stephen King-Hall, Defence in the Nuclear Age. op. cit., pág. 198.
tros operativos»: los frentes domésticos —dirigida a los soldados y oficia les obedecer sus órdenes». 39 Su enfoque se acerca mucho más al de Hughan que al
del oponente—, los frentes de las naciones no comprometidas y los frentes de King-Hall, y ha desarrollado en consecuencia sus ideas sobre la estrategia.
del enemigo.) 34 En una ponencia dirigida a una conferencia internacional sobre estrategias de la
Una idea muy original de King-Hall fue la de una European Treaty defensa civil, celebrada en Estrasburgo en noviem bre de 1985, sostuvo que los
Organisation (ETO) (siglas parecidas a las de la NATO = OTAN) —o sea estrategas de la defensa civil no habían pres tado suficiente atención al
una alianza defensiva de estados europeos que hubiesen rechazado cual quier problema de quién sería el enemigo, y cuáles podrían ser sus objetivos. Un
dependencia de las armas nucleares—. La estrategia de los países de la ETO golpe de estado obra de militares, o una intervención de potencias aliadas para
cambiaría «en lo que respecta a su fundamento principal, de una base detener un proceso de transición a la defensa civil, constituía un peligro
compuesta por fuerza armada a una base de fuerza política y moral», y se innegable, por mucho que uno espe rase y trabajase a favor de una transición por
organizaría para su empleo en los tres teatros operativos antes men cionados. consenso. Sin embargo, habi da cuenta de la utilidad de generalizar al margen
A pesar de ello, los países de la ETO conservarían suficiente nú mero de de un contexto de resis tencia específico, seguía opinando que la base de la
fuerzas armadas convencionales no sólo por motivos de seguridad interna, estrategia debería consistir en «seguir trabajando sin colaboración». Puso de
sino para presentar una resistencia simbólica a una agresión rusa con armas manifiesto que " la diferencia principal entre una defensa civil organizada y la
no nucleares que franqueen las fronteras de la ETO." O sea que la primera resistencia ' civil en las demás situaciones reside precisamente en que se lleva a
línea de defensa seguiría siendo militar, aunque destinada esen cialmente «a cabo en defensa de unas instituciones legales ya existentes.
servir de alambre disparador para dejar psicológicamente mal parada a la
Unión Soviética si intentaba una agresión armada conven cional franqueando Los usurpadores o los ocupantes deberán ser considerados como perso nas
fronteras». 36 particulares carentes de legitimidad para ejercer el poder, y sus órdenes deben
ser ignoradas por ser ilegítimas. Cualquier miembro del parlamento, ministro,
Adam Roberts no está convencido del acierto de esta última indica ción,
funcionario del estado o ciudadano de a pie, debería automática mente, en caso
lo señala en un capítulo sobre «Estrategia de la defensa civil» dentro del libro
de un golpe de estado o de una ocupación, sin necesidad de una movilización
que editó en 1967. Una resistencia nominal, en la que los ata cantes tendrían
especial, convertirse en un soldado juramentado en su puesto de trabajo. Su
inevitablemente muchos muertos y heridos, tendería a reforzar su unidad y despacho o sus herramientas son la trinchera que debe defender con su vida.
resolución, y a convencerlos de que la afirmación de los defensores de que La regla general reza: nadie se esconde, nadie dimite, todo el mundo
perseguían una política pacífica era una impostura. 37 Se muestra también permanece en su puesto normal y cumple con su deber de acuerdo con las
crítico tanto con la «muralla humana» propuesta por Gandhi para hacer tradiciones del país. 40
frente al invasor como con las propuestas, aun más ex tremadas, de Jessie
Wallace Hughan. La no colaboración, sostuvo, no ne cesita forzosamente Ebert rechaza la crítica de King-Hall de que semejante estrategia es «del
incluir huelgas, ni mucho menos una huelga general: podría adoptar la todo negativa», asegurando —como habría hecho sin duda Hu ghan— que
táctica, casi diametralmente opuesta, de seguir trabajan do sin colaboración. 38 nada podría estar tan bien calculado para minar la moral del enemigo como
Básicamente coincidió con la estrategia de King- Hall de mantener en esa negativa a colaborar tan sólida y pacífica a la vez. Con trasta su enfoque
funcionamiento la economía y la sociedad y concen trar la oposición en basado en la legalidad con la «casuística» de la estrate gia de King-Hall. La
puntos neurálgicos. dificultad esencial de esta última es que le permite al usurpador tener voto
En cambio Theodor Ebert argumenta, en el mismo volumen, que la en determinados sectores de la vida nacional y so-
defensa civil debería partir «de la base del gobierno legítimo existente,
negándose a todos los niveles a reconocer la legalidad del usurpador y a
39- Theodor Ebert, «Organisation in Civilian Defence», en Roberts, op. cit., págs.
255-273. La cita aparece en las págs. 257-258.
34. Ibíd., pág. 147. - ' . - 40. Theodor Ebert, «Éléments d'une stratégie de défense civile», en Les Stratégies
35. Ibíd., pág. 147. Civiles de Défense, Proceedings of the Strasbourg Colloquium, noviembre de 1985, orga-
36. Ibíd., pág. 167. nizado por el Institut de Recherche sur la Résolution Non-Violente des Conflits (IRNC),
37. Véase Roberts, The Strategy ofdvilian Defmce. op, cit., pág. 240. publicado en forma de número especial de Alternatives Non Violentes, 1987, págs. 36-46. La
38. Pero, al igual que King-Hall, se olvida Roberts de reconocer que esta táctica fue cita (traducida al inglés por Michael Randle) aparece en la pág. 40.
sugerida también por Hughan.
cial, lo que le permite establecer cabezas de puente políticas. Como re-
sultado, cada individuo deberá cargar con un peso enorme al tener que do. O bien se tendría éxito derrotando a la invasión o al golpe, o la resis -
decidir si colabora o no en cualquier situación dada. Esto llevaría proba- tencia pasaría a la segunda fase, de lucha sostenida. La alternativa a la
blemente al desperdicio de la resistencia. La actitud política de no cola- blitzkrieg en la fase inicial —o sea la «comunicación y advertencia—
boración debe aplicarse desde el principio y con el objetivo de mantenerla implicaría un grado mucho más medido de protesta y resistencia, asociada a
por lo menos suficiente tiempo para permitir que se constituya una pre7 sión denuncias públicas y llamamientos a las sanciones internacionales a fin de
internacional contra el agresor. Admite la posibilidad de que, como resultado hacer patente al adversario y al mundo en general que se trataba de un acto
de la intimidación, el agresor pueda arreglárselas al fin para llegar a de flagrante agresión que iba a encontrar una resistencia civil sos tenida.
controlar el aparato gubernamental, como hicieron Husak en Checoslovaquia La resistencia ofrecida al intento de putsch de Kapp en Berlín es un
y Jaruzelski en Polonia. En ese caso, la resistencia iniciaría una segunda fase clarísimo ejemplo de blitzkrieg con éxito total. A los Freikorps (voluntarios) y
de resistencia selectiva —similar a la efectuada en Holanda y Noruega las unidades regulares del ejército «invasor» que entraron en Berlín les hizo
durante la Segunda Guerra Mundial—. En una fase tercera y final, podría frente una huelga general y la no colaboración de la burocracia del Estado
haber una «insurrección no violenta» del tipo de la que se produce dentro de y de todos los niveles de la sociedad, al tiempo que el gobierno ele gido
los países con regímenes autoritarios. denunció a los líderes del golpe. El intento de golpe de la Unión Soviética
Sharp, Roberts y Ebert colaboraron de cerca en los años sesenta, si- en agosto de 1991 fue derrotado con un estilo muy similar. La resistencia
tuándose entre los propugnadores más destacados de la defensa civil. Pero los checoslovaca a la invasión soviética de 1968 tuvo también muchas
dos primeros no están comprometidos tan a fondo con el enfoque de «seguir características de blitzkrieg. Pero con muy buen juicio se tomó la decisión
trabajando sin colaboración» defendido por Ebert, y lo consideran sólo como de no ir más allá de una huelga general simbólica, porque estaba muy claro
una de entre varias posibilidades. Los dos han tratado de ordenar los distintos que una huelga indefinida perjudicaría sobre todo a la pobla ción civil, y
medios de ejercer presión en forma de una estrategia con fases coherentes.41 menos a los ejércitos invasores. En vez de ello, los checos y eslovacos
En Cómo hacer a Europa inconquistable, publicado en 1985, Sharp se emplearon lo que equivalía a una política de «seguir trabajando sin
representa la resistencia en dos fases principales, seguidas en su caso por una colaboración».
tercera para cosechar el éxito. En la primera fase podría haber o una «guerra Una protesta y actuación internacional fuerte podría ser importantísi ma
relámpago no violenta»42 o una política de «comunicación y advertencia». La en esta primera fase, e inclinar a favor incluso el equilibrio existente entre
«guerra relámpago» implica una no colaboración total, unida a protestas y el éxito y el fracaso. En el intento de golpe contra Gorbachov en agosto de
manifestaciones en masa, incluyendo en su caso tácticas del tipo de una 1991, por ejemplo, los Estados Unidos y la Comunidad Europea no sólo
huelga general, la intervención no violenta y la obstrucción. Sin embargo, condenaron el golpe sino que anunciaron además la imposición inmediata
sólo se pondría en marcha cuando se creyera que había una probabilidad de sanciones contra el régimen usurpador, dejando así bien claro que, si
razonable de asestarle un golpe decisivo al adversario en esa fase temprana, y los usurpadores conservaban el poder, se interrumpiría de golpe la
siempre y cuando la resistencia misma estuviese unida y bien preparada. Por creciente colaboración existente entre la Unión Soviética y Occi dente. La
otra parte, existiría desde el principio la intención de mantener esa blitzkrieg acción internacional, siquiera en la mínima forma de dar publi cidad a lo que
sólo durante un tiempo limita- está ocurriendo, puede convertirse en un freno muy fuerte para las
dictaduras y los regímenes de ocupación, al dejar abierto así un margen de
protesta y acción no violenta de la gente en los países afectados.
41. Roberts contribuyó con un capítulo sobre la «Civilian Defence Strategy» a The Pero suponiendo que no se produce un triunfo rápido, puede empezar la
Strategy of Civilian Defence, que explica algunos de los elementos principales del enfoque de fase siguiente, la de «lucha sostenida». Aunque advierte, de entrada, que
Sharp/Roberts en esa época. Puede ver el lector una temprana exposición del enfoque de
Sharp en «"The Political Equivalent of War" - Civilian Defence», en International
no se intente crear un plan de fotocopia único capaz de aplicación en todos
Conciliation, n° 555, noviembre de 1965, y reimpresa con revisiones (incluyendo «civilian- los casos, e insistiendo en la necesidad de variar la táctica y la estra tegia de
based defence» en el título) en Gene Sharp, Social Power and Political Freedom. op. cit., págs. acuerdo con lo que pida cada situación, Sharp resalta la impor tancia de la
195-262. Si desea una versión más elaborada del enfoque de Sharp de esa estrategia, véase resistencia selectiva en puntos clave durante el período de lu cha sostenida,
Gene Sharp, Making Europe Unconquerable. op. cit., en especial los caps. 5 y 6. Véase también salpicada de brotes de resistencia total en las coyunturas críticas. Una
Gene Sharp, Civilian-Eased Defence. op. cit., en especial el cap. 4.
ventaja estratégica importante de la resistencia selectiva es
42. Este término fue idea de Theodor Ebert en los años sesenta.
que se traducirá normalmente en desplazamientos del peso principal de la catos, o la libre elección de gobiernos locales. Sharp advierte mucho en
lucha de un grupo o sector de la sociedad a otro. Al elegir los puntos neu - contra de precipitar la acción de las masas en respuesta emocional a los
rálgicos de la resistencia selectiva Sharp nos recomienda sopesar estas seis acontecimientos y recalca que hay que tomar decisiones racionales, siempre
preguntas: de acuerdo con un plan estratégico. En un sentido ideal, no cabe duda de que
está en lo cierto. Pero los líderes tienen que actuar siguiendo la hebra de
1. ¿Cuáles son los objetivos principales del atacante? / sentimiento de la gente, y la acción de masas, en la práctica, sólo suele ser
2. ¿Qué hecho podrá impedir que los atacantes se apoderen del control posible cuando gran cantidad de gente está muy conmocionada por algún
del aparato estatal o de partes clave del mismo —o lo conserven? suceso particular o le han colmado la paciencia. Más aún, ese punto suele
3. ¿Qué hecho podrá impedir que los atacantes debiliten o destruyan alcanzarse precisamente cuando el adversario emprende alguna acción que
las instituciones independientes del estado y su capacidad de resistir? amenaza el modo de vida de la comunidad u ofende su sensibilidad moral. O
4. ¿Cuáles son los temas específicos que caracterizan los principios y sea que el apasionamiento impulsivo y el cálculo estratégico no tienen por
objetivos generales de la lucha? qué chocar forzosamente.
5. ¿Qué hechos permitirían a los defensores utilizar del mejor modo Además de la resistencia selectiva considerada por Sharp, podemos
posible sus bazas, recursos y sectores de la población más fuertes — contar con una política más general de semirresistencia o «microrresisten-
y evitar apoyarse en los más débiles— para mejorar la defensa? cia» de la mayoría, en forma de trabajo lento, huelgas de celo, el «scbwei-
6. ¿Qué hecho puede concentrar la fuerza defensiva en aquellos puntos kismo»,44 distintos tipos de obstruccionismo, determinadas formas de sa-
más vulnerables del sistema, el régimen o la política del atacante, que, botaje, etc. Estas tácticas tienen en común el hecho de que procuran eludir la
de romperse, pondrían en peligro la capacidad del atacante para confrontación abierta con el adversario al tiempo que le obstaculizan su
conseguir sus objetivos y sacar adelante su empresa?43 capacidad de imponer su voluntad a la población y lograr así sus objetivos.
Tal tipo de resistencia fue de uso común en la Europa ocupada y es probable
Sharp no somete a análisis el problema consistente en que algunos de que se produzca espontáneamente en cierto grado incluso sin que haya una
estos criterios podrían chocar con otros en determinadas circunstancias. Por coordinación centralizada o un plan anticipado. Su mayor desventaja, según
ejemplo, el dar prioridad, como hace Sharp, a denegarle el objetivo de su ha señalado Roberts, es que difumina la diferencia existente entre resistencia
ataque al oponente puede chocar con el consejo dado a los defensores de que y colaboración. Esas formas de resistencia, comenta Roberts, «pueden
«actúan de modo que puedan utilizar sus bazas, recursos y sectores de la basarse en la creencia de que, con el tiempo —incluso acaso después de
población más fuertes»; ni sería tampoco necesariamente compatible con el generaciones— los valores civilizados sobreviven por su propio peso, o los
consejo de «concentrar la fuerza defensiva en los puntos más vulnerables del de la gente conquistada llegan a imponerse a los conquistadores: "Gengis
sistema del atacante». Admite, sin embargo, que es más difícil para una Khan era un bárbaro, pero su nieto Kublai Khan era un caballero"».45
defensa con base civil oponerse eficazmente a una agresión emprendida en En el curso de una lucha prolongada, es más que probable que haya
busca de determinados efectivos —y no otros—, un punto que se estudiará individuos y grupos pequeños muy dedicados, ansiosos de emprender ac-
más adelante. ciones muy arriesgadas. Éstas pueden ser, a veces, manifiestas —la recogida
Tal como nos lo presenta Sharp, la resistencia selectiva puede estar de firmas como protesta pública, la participación en manifestaciones, etc.—,
intercalada a veces con episodios de desafío general abierto, equivalentes que de seguro van a traer consigo la cárcel o algo peor. (Pensemos en
incluso a una vuelta a la táctica de guerra relámpago. Esa táctica apuntará a Havel'y muchos de los firmantes de la Carta de los 77 de la Checoslovaquia
expresar una oposición u obstrucción a alguna faceta particularmente de los setenta y ochenta, y de otras personas y grupos no menos va-
inadmisible de la política del oponente, por ejemplo, la utilización del terror
o el derramamiento de sangre, o el intento de suprimir aspectos elementales
de una sociedad libre, como la prensa independiente o los sindi- 44. Palabra tomada del personaje creado por Jaroslav Hasek en The Good Soldier
Schweik (El buen soldado Schweik), que frustra todas las intenciones de sus superiores
haciéndose el tonto y fingiendo que no entiende las órdenes recibidas. Véase la edición
publicada por Penguin (traducida por Cecil Parrott), Harmondsworth, 1973-
43. Sharp, Making Europe Unconquerable, op. cit., pág. 130.
45. Adam Roberts, The Technique of Civil Resistance, op. cit., pág. 126.
lientes de los demás países de Europa del Este.) En otras ocasiones serán la prudencia o el trauma pueden conducir a una respuesta más atenuada, o
clandestinas —y organizarán líneas de escape, esconderán a personas per - incluso a la parálisis si la población no está en absoluto preparada y carece de
seguidas, introducirán y sacarán de contrabando información del país, etc. entrenamiento.) Los sigue un período más o menos prolongado de
—. Esas personas y grupos son capaces a menudo de mantener vivo el semicolaboración y semirresistencia de la mayoría de la población, in -
espíritu de la resistencia, y pueden asumir un papel de liderazgo clave tercalada con brotes de resistencia selectiva a medidas particularmente
cuando llega el momento de volver a protestar en masa. También aquí intolerables, y a veces una protesta más extendida. Entretanto, personas y
constituye un ejemplo vivo el papel desempeñado por Havel en los suce sos grupos más comprometidos ayudan a que se mantenga la moral, y propor -
de noviembre de 1989 en Checoslovaquia. cionan un foco de disidencia intelectual y cultural. Por último, siempre y
Cuando el período de resistencia sostenida consigue aflojar el nudo cuando se debilite la autoridad del oponente, las protestas en masa pueden
estrangulador de la potencia ocupante o el régimen dictatorial en cuestión, y volver a hacerse a la vez posibles y necesarias para lograr el éxito final. Se
abrir nuevas posibilidades a la disidencia y a la resistencia declarada, puede puede esperar que la educación, el entrenamiento, una organización y unos
hacer falta para lograr el triunfo una fase final de acción de masas. La medios de comunicación eficientes y un plan de campaña bien difun dido,
duración y la intensidad de esa fase dependerá en gran medida del modo de puedan hacer, combinados, que la resistencia sea más eficaz y —en el caso
desmoronarse el poder del oponente. Cuando el poder y la auto ridad han ido ideal— evitar que un adversario pueda siquiera llegar a establecer un control
agotándose lentamente, puede no ser siquiera necesario un empujón final de sólido del país.
protestas en masa —aunque casi de seguro se harán cada vez más corrientes El enfoque de Boserup y Mack en su estudio de esta estrategia es muy
diferente de los que hemos repasado hasta ahora. Ambos rechazan categó -
las expresiones de disentimiento, y desempeñarán su papel en el proceso de
ricamente un enfoque del asunto que parte de una decisión concerniente a
socavación—. En este contexto salta a la mente el caso de Polonia a fines de
«lo que vale realmente la pena defender y lo que no, lo que el enemigo
1988 y comienzos de 1989. Como contraste, en Alemania del Este y en
quisiera conquistar y cómo... va a proceder probablemente para lograrlo», y
Checoslovaquia unos regímenes comunistas debi litados se colapsaron
sigue elaborando posteriormente planteamientos defensivos sucesivos,
teatralmente ante una insurrección civil virtual. 46
destinado a su vez cada uno de ellos a superar los puntos flacos apreciados en
Estas son, pues, las fases previstas por Sharp y otros especialistas. Pero a
el modelo anterior y las contramedidas previstas por parte del adversa rio.
menudo existe una coda. Ocurre esto cuando un régimen represivo o los
Aunque este «método de "tapar agujeros"», afirman, «es el que si guen
representantes del país ocupante han iniciado negociaciones para hacer una
usualmente los planificadores militares, tal enfoque del problema constituye
transferencia del poder, pero entonces prevarican y buscan maneras de retener
un error mayúsculo y el camino más seguro hacia el desas tre». 4" Al menos
gran parte del poder real. Por ejemplo, en un caso de ocupación, el estado por implicación, hacen la misma crítica a los estrategas de la defensa civil
oponente puede tratar de limitar la independencia del país ocupa do de un que se ponen a trabajar siguiendo un plan similar.
modo inadmisible. De un modo similar, cuando el adversario es un régimen Según hemos indicado, Boserup y Mack basan su enfoque en von
dictatorial, sus líderes tratarán casi de seguro de impedir la introducción de Clausewitz y nos presentan un resumen de su teoría estratégica. Empiezan
una constitución completamente democrática. Las ma niobras de este tipo por distinguir entre el objetivo de la guerra y el propósito de ella, más gene ral,
por parte de las autoridades, contestadas por demos traciones de fuerza de la ya sea político o de otra índole. En la empresa bélica el objetivo des plaza
oposición, señalan también con frecuencia el fin triunfal de una totalmente al propósito, y el primero es siempre el mismo: «la derrota del
confrontación militar del tipo de una guerra de guerrillas. enemigo». Esto es lo que confiere unidad a guerras emprendi das con
La estrategia aquí esbozada corresponde grosso modo al esquema y rit mo propósitos muy variados (políticos y económicos), y hace posible la
de la resistencia, tanto violenta como no violenta, que tiende a produ cirse de elaboración de una teoría estratégica unificada.
modo natural tras un golpe de estado militar o una ocupación ex tranjera. En segundo lugar, según von Clausewitz, la defensa disfruta de una
Tenemos el shock y el enfurecimiento iniciales que tienden a expresarse en superioridad sobre la ofensa —a un nivel estratégico más que táctico (es
una protesta declarada. (No necesariamente, por descontado: decir, entiéndase como «la ofensa» = el agresor o invasor; como «la de -
fensa» = el país invadido)—. Los recursos, el conocimiento del terreno, la
46. En People Pou-er. op. cit., analizo algunas de las implicaciones de la resistencia
civil en la lucha desarrollada en Europa del Este que culminaría en las revoluciones de 47. Boserup y Mack, op. cit,, págs. 150-151.
1989.
hostilidad popular hacia el agresor, actúan de consuno a favor de la defen sa, un fetiche de la unidad y señala que se ha mantenido con éxito una lucha no
lo que significa que el agresor tiene que buscar un triunfo rápido. violenta a nivel nacional pese a existir divisiones profundas. 52 (La India es un
En tercer lugar, y esto es crucial, von Clausewitz presenta el concepto de ejemplo en este sentido.) Saca en conclusión que la resistencia civil «no
«centro de gravedad» tanto para la defensa como para la ofensa. Lo define estaría igualmente indicada en todas las situaciones, y que las estra tegias
como «el centro de poder y movimiento», y su destrucción equi valdría a empleadas en la resistencia civil no deberán confinarse a aquellas que exijan
una derrota decisiva para un bando y el triunfo del contrarío. O sea que una unidad nacional total». 53 O sea que, posiblemente, el doble concepto de
«hay que asestar un golpe concentrado de todas las fuerzas» 48 contra el «coherencia y moral» se acerca más a la definición que trata mos de hallar en
centro de gravedad del oponente. Ese centro de gravedad depen derá de los este punto.
medios que haya elegido cada uno en prosecución de sus fines. Alejandro Pese a sus diferentes puntos de partida, ambas escuelas de pensamien to
Magno, Gustavo Adolfo y Carlos XII de Suecia, y Federico el Grande, coinciden en cuanto a la estrategia de contraofensiva del país que ha sufrido la
según von Clausewitz, lo situaron en sus ejércitos; los países pe queños que agresión. No existe nada en la descripción general de su cometi do según
dependen de otros mayores, lo sitúan en los de sus aliados; los estados Boserup y Mack, citada antes, que discrepe de los escritos de King-Hall, Sharp
desgarrados por perturbaciones internas lo sitúan por lo general en la propia o Roberts. Más aún, ambos enfoques coinciden al iden- y tincar las tres áreas de
capital. funcionamiento de la contraofensiva. En palabras de Boserup y Mack se trata de
En lo que respecta a la defensa civil, Boserup y Mack aseguran que el «los ejecutores locales de la represión (las tropas), la base política doméstica de
centro de gravedad reside en la unidad de la población. A ésta es a la que los jefes enemigos, y las alineaciones internacionales de que podrían
hay que proteger y mantener a toda costa por lo que respecta a la estrate gia depender». 54 Se trata de los mismos «tres frentes» que King-Hall especificó
defensiva de la resistencia. Argumentan que el centro de gravedad de la como el área de despliegue de las hosti- , lidades morales y psicológicas de su
contraofensiva depende de los detalles de cada enfrentamiento particular, y proyectada European Treaty [Orga nización del Tratado Europeo] (ETO).
consideran especialmente el caso de la aplicación de la represión en for ma de En cuanto a la estrategia defensiva de la resistencia civil, las diferen cias
violencia física contra la resistencia. Pero en general la contraofen siva debe de enfoque de la cuestión se traducen en algunos casos en un desa cuerdo
centrarse en sacar el máximo partido de «aquellas tensiones y sustancial. Sharp argumenta que es crucial sin duda alguna la «frustración de
los objetivos principales de los atacantes y la defensa tiene que centrarse en
contradicciones que el hecho mismo de la ocupación y la lucha generan
los medios capaces de conseguirlo». 55 Nada eso dicen Boserup y Mack. Lo
dentro del campo enemigo, por ser ellas lo más fácilmente manipulable por
crucial para ellos es defender el «centro de gravedad» de la defensa, es decir,
la resistencia». 49 Según la famosa frase de Mao Tse-Tung, el objetivo reside
la unidad, y constituye un error completo creer que el mismo «tenga que
en explotar y ahondar «las contradicciones internas del campo ene migo». En
consistir de algún modo en la capacidad de perpe tuar la frustración» del
suma, «la no violencia trata de hacer dos cosas: por un lado, organiza la
propósito del oponente.
defensa de modo que le quede a la fuerza militar del enemigo el mínimo
margen de maniobra posible; por el otro, procura conseguir el desgaste de ...no se trata necesariamente de que uno tenga que tratar de cerrar el acceso al
esas fuerzas a nivel ideológico». 50 propósito, y en consecuencia no es necesario que exista ninguna relación
El investigador canadiense Gene Keyes, en lo que constituye una im - simplista de «protección» entre el centro de gravedad y el propósito. La opinión
portante contribución, argumenta que «en una lucha no violenta hay que precedente sería tan falsa como la idea de que en la estrategia militar la defensa
situar el centro de gravedad, tanto de la ofensa como de la defensa, en la tuviera que situarse de algún modo «delante del propósito», constituyendo una
"moral" y no en la unidad». 51 Roberts advierte también en contra de hacer especie de obstrucción física. Ello es evidentemente falso, e ignora por
completo la posibilidad de una retirada estratégica, pendiente
48. Von Clausewitz, On War (De la guerra), citado en Boserup y Mack, op. cit.,
Pág. 155.
49. Boserup y Mack, op. cit., pág. 168. 52. Roberts, The Technique of Civil Resístame, op. cit., págs. 134-136.
50. Ibíd.,pág. 172. 53. Ibíd.,pág. 135.
51. Gene Keyes, «Strategic Nonviolent Defense: The Construct of an Option», en 54. Ibíd., pág. 169.
¿[Journal ofStrategic Studies, vol. 4, n° 2, junio de 1981, págs. 125-151. Véase también su 55. Sharp, Making Europe Unconquerable, op. cit., pág. 131.
tesis doctoral de filosofía, «Strategic Nonviolent Defense in Theory: Denmark in
Practice», York University, Toronto, 1978.
Estrategia de la resistencia civil organizada 171

del contraataque (retirada estratégica de los ejércitos rusos ante Napoleón en la plena movilización de las fuerzas de la defensa».58 En otro pasaje señalan
1812, estrategia de retirada de la guerrilla, etc.). Lo que importa en realidad es que la no colaboración y denegación en general pueden ser importantes no
elegir de tal manera el centro de gravedad que, mientras se le pueda con servar, tanto por denegarle al enemigo su propósito como tal sino los medios para
sigan siendo posibles la contraofensiva y la reconquista. 56 conseguir su objetivo.59 Está claro, sin embargo, que si el oponente puede
lograr su objetivo de dividir y desmoralizar la resistencia mediante la
Para ilustrar este punto con un ejemplo concreto: el propósito político- consecución de una o varias de sus metas políticas —por ejemplo,
económico de la ocupación franco-belga del Ruhr en 1923 trataba de extraer apoderándose del gobierno y la administración del país, introduciendo una
y requisar los recursos carboníferos como medio de imponer el cumplimiento ideología nueva en las escuelas y universidades—, el frustrarle esos
de las sanciones contra Alemania. La resistencia civil se centró en denegar a
propósitos se convierte en un aspecto neurálgico de la lucha centrada en
los ocupantes ese propósito, a base principalmente de huelgas de los mineros
derrotar su objetivo bélico. El éxito en la frustración de sus propósitos más
y del personal ferroviario. Esto tuvo sólo un éxito parcial, porque Francia y
inmediatos, como han observado Hughan y Ebert, puede servir también para
Bélgica fueron capaces de desplazar al Ruhr su propia fuerza laboral, y por
desmoralizar a las fuerzas y elementos administrativos del oponente,
ésa y otras razones la resistencia acabó desmoralizándose, y capituló. De
contribuyendo así simultáneamente al éxito de la contraofensiva.
hecho, el principal logro de la resistencia no estuvo en frustrar el propósito
A pesar de las discusiones y diferencias de matiz, existe de hecho una
inmediato de los ocupantes, sino en causar divisiones dentro de la sociedad de
concordancia considerable respecto a cuáles deberán ser los objetivos de una
Francia y Bélgica, y en atraerse simpatías en todo el mundo, y fueron estos
éxitos lo que permitió a las autoridades alemanas arrebatar algunos estrategia de resistencia civil y, en menor grado, en lo relativo a cómo proceder
beneficios concretos de las garras de la derrota. En comentario de Wolfgang para conseguirlos. El propósito de conjunto debe residir tanto en desalentar y
Sternstein, habría sido más sensato en aquella resistencia haber hecho más disuadir la idea de un ataque enemigo contra el país como en la propia defensa
uso de otras formas de acción no violenta del tipo de manifestaciones, del mismo. Esto implica una preparación y planificación previas, bien difundidas
propaganda, protestas y quejas, tratando con ellas de excitar la opinión para asegurarse de que los agresores potenciales sean conscientes de los
pública en los países ocupantes y a nivel internacional5" en vez de problemas con que se van a encontrar. En la lucha real, tiene que haber una
concentrarse tanto en la denegación física del propósito de los invasores y fuerte respuesta inicial que señale la determinación a resistir. Será cosa vital
hacer de ello el barómetro del éxito o el fracaso. crear y sostener tanto la cohesión como la moral, y defender aquellos aspectos
clave de la cultura política nacional que vertebra la cohesión de la resistencia.
Sin embargo, cuando el propósito del oponente hiere el alma misma de
Será necesario trazar un plan de y/ campaña a corto y largo plazo y elaborar
la cultura e identidad nacionales, la distinción entre el objetivo y el propósito
unas estrategias adecuadas a las diferentes fases de la lucha. Deberán tener en
puede resultar del todo artificial. En esas circunstancias, el^ro-pósito del
cuenta la naturaleza de la sociedad atacante y la defensora y sus puntos fuertes y
agresor apunta a destruir la unidad (y la moral) de la defensa. Después de
flacos relativos. El objetivo debe ser no sólo defender la sociedad sometida a
todo, la unidad tiene que plasmarse en torno a los aspectos de la cultura
política que el pueblo tiene en más estima. El pueblo de Noruega hizo pina ataque sino también minar el poder y autoridad de la oponente. Esto puede
detrás de los maestros precisamente porque la mayoría de la gente veía con lograrse me- ^ diante el contacto con las fuerzas y funcionarios ocupantes sobre
una repugnancia total el intento de introducir la doctrina nazi en las escuelas; el terreno, mediante elementos pertenecientes a la sociedad del oponente y
de haber tenido éxito Quisling en aquella empresa, los nazis habrían mediante los demás países, o la comunidad internacional, representada por las
conseguido a la vez su. propósito político (o un importante elemento del Naciones Unidas o las organizaciones regionales.
mismo) y avanzado hacia su objetivo: minar la incesante resistencia. Los
mismos Boserup y Mack citan en seguida a von Clausewitz en el sentido de
que «Sin un "propósito grande y poderoso" no es posible

56. Boserup y Mack, op. cit., pág. 161.


58. Boserup y Mack, op. cit., pág. 162.
57. Wolfgang Sternstein en Roberts (comp.), The Strategy of Civtlian Defence, op. 59- Ibíd.,págs. 166-167.
cit., pág. 134.
PROBLEMAS Y LIMITACIONES
3. La capacidad de comunicarse a) con sus propias filas, b) con ter-
En años recientes se ha prestado mayor atención a los posibles límites de ceras partes, y c) con la base social del agresor.
la defensa mediante resistencia civil. Roberts, en sus estudios destinados al 4. Una tradición de actividad democrática libre que incluya una
Instituto de Investigación de la Defensa Nacional Sueca, argumenta que no amplia capacidad para tomar iniciativas.
es probable que dé buen resultado como sustituto de algunas de las funciones 5. Un sistema social que tenga más visos de legitimidad que el
de las fuerzas armadas de Suecia, incluyendo sobre todo la defensa de las importado por el atacante.
zonas muy poco pobladas del norte del país. Se ha distanciado de cualquier 6. Que los defensores sean capaces de mantener la cohesión social.
inclinación a considerar la defensa civil «como una alternativa total e 7. Una gran dependencia del agresor respecto del sistema econó-
independiente de todos los aspectos de la defensa militar».60 Boserup y Mack mico, social o administrativo del defensor (o de un aliado).
dan por descontado que no es relevante en cualquier ataque de carácter 8. Contacto humano entre los resistentes y los agresores.
genocida. Sharp y algunos otros investigadores no están dispuestos a aceptar 9. Aceptación extendida en la opinión pública, los gobiernos ex-
este punto, al menos en ausencia de más investigación. Y desde luego, tranjeros o el atacante del estatus de legitimidad de los defensores.
aunque Sharp expresa generalmente sus tesis en materia de defensa civil en 10. Una ausencia de irracionalidad total y fanatismo permanente por
un lenguaje cuidadamente académico, salta a la vista de sus afirmaciones que parte del adversario principal o al menos de quienes pueden
considera que la defensa civil tiene potencial para sustituir del todo las formas influir en él.63
de defensa militares.
El investigador holandés Alex Schmid personifica una generación de Aunque la presencia de todas estas condiciones supone una constelación
investigadores que miran con bastante escepticismo algunas de las reivindi- ideal, Schmid insiste en que algunas son necesarias para la existencia misma
caciones de la defensa civil. En un estudio de la resistencia civil contra los de la resistencia civil (las condiciones 1, 2 y 3a), otras son importantes para
regímenes comunistas publicado en 1985,61 asegura que la investigación no hacerla viable (sobre todo las 9 y 10), mientras que dos de ellas (la 3 y la 7)
había prestado anteriormente la debida atención a la naturaleza del régimen son cruciales «dado que indican susceptibilidad a los instrumentos de la
agresor. Esto no es justo si se refiere a la obra de Gene Sharp, gran parte de la persuasión y no colaboración de la no violencia».64 Basándose en los fracasos
cual se ha centrado en la naturaleza del poder del estado en general y el del pretéritos de la resistencia civil contra los regímenes comunistas —en la
estado dictatorial en particular, con el fin de demostrar la falacia que encierra posguerra: Lituania y Alemania del Este (1953), Hungría (1956) y
el suponer que la resistencia civil puede ser eficaz sólo contra oponentes Checoslovaquia (1968)—, Schmid descarta la idea de que la «defensa social»
democráticos «liberales», como Gran Bretaña en la India, demostrando cómo (defensa civil) pudiera sustituir a la defensa militar como instrumento
incluso las dictaduras más brutales pueden verse minadas —y lo han sido— principal de la seguridad nacional. Termina sin embargo, afirmando que hay
por formas de acción no violentas. Sin embargo, Schmid ha elaborado un que decir mucho a su favor como complemento de la defensa militar.65
valioso trabajo identificando aquellas condiciones que facilitan el éxito de la Sharp, en cambio, no se aviene a concederle sólo un papel subordinado y
defensa civil; algunas de ellas, a su modo de ver, son desde luego necesarias de apoyo. Señala los peligros y dilemas estratégicos que entraña el seguir
para que esa defensa sea viable.62 Resumiendo, son éstas: confiando en las armas nucleares, las limitaciones de las propuestas
defensivas no nucleares (militares) tales como la «defensa defensiva», y la
1. La presencia de un grupo de base no violento, bien entrenado, que probabilidad de que la ulterior investigación revele el potencial entero de la
actúe como locomotora social. defensa con base civil, y lleve a la eliminación de la guerra. Sharp, según
2. Cierto grado de independencia de la sociedad que se defiende para hemos observado, acepta que a la resistencia civi| le cuesta más hacer frente
aportar la pericia y recursos necesarios para un esfuerzo defensivo. a una agresión que persigue algunos objetivos que á'ia que persigue
V'
* 63. Ibíd., págs. 27-29.
60. Roberts, «Civilian Defence Twenty Years On», en el Bulletin of Peace Propasáis, op. 64. Ibíd., pág. 29.
cit., pág. 299. 65. Ibíd., pág. 402.
61. Schmid, Social Defence and Soviet Military Poti'er, op. cit.
62. Ibíd., págs. 27-30.
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otros. Si los fines de una agresión son ideológicos (por ejemplo, la difusión de
existían ya en esos países arraigados y extendidos prejuicios antisemíticos
la doctrina comunista), el tipo de enfrentamiento moral y psicológico que
y de la medida en que los nazis pudieron contar con la colaboración
recomiendan King-Hall y otros, unido a la no colaboración y (lo ideal) la
local. 66 '-•••••
presión internacional, tiene probabilidades razonables de ser efi caz. Cuando
la agresión busca, en cambio, objetivos económicos, se le puede hacer Esto no demuestra que las formas de resistencia no violenta a la inva sión de
frente a menudo mediante la no colaboración en masa —?aun- que, como ha un adversario empeñado en causar un genocidio vayan a tener éxito, pero sí
demostrado la Ruhrkampf (lucha por el Ruhr), la no colabo ración sola no será que no están condenadas al fracaso. Pero la resistencia civil sostenida de
suficiente cuando el agresor puede seguir funcionando bastante bien sin el carácter abiertamente enfrentativo parece sumamente invero símil en un futuro
apoyo de la población ocupada. (Véase la condición n° 7 de la lista de previsible en circunstancias de una represión tan extre mada, como no
Schmid.) pensemos en que un «ejército no violento» bien entrena do (del tipo que
preveía Gandhi) intervenga para proteger a la población civil. Desde luego, la
Más difíciles son aquellos casos cuyo objetivo es ocupar territorio sin
persistencia ante el hecho de una masacre repetida, unida al mantenimiento
más. Cuando, por ejemplo, el objetivo del oponente consiste en establecer un
puesto avanzado estratégico con una zona remota, habrá muy poco o de una disciplina estrictamente no violenta, exi giría una dedicación que está
ningún contacto con la población indígena. Por supuesto que cualquier muy lejos del espíritu de enfoque de Sharp en estas últimas décadas, que ha
dependencia de abastecimientos locales ofrece un posible punto de apoyo, tratado de distanciar la defensa con base civil de una violencia vista como un
pero, según indica Sharp, en tales casos suele estar más indicado centrar los compromiso ético o ideológico. 67 Una defensa no violenta heroica en una
esfuerzos en procurarse la presión internacional, por ejemplo, de terce ros situación de ese tipo, si llega ra a convertirse en una posibilidad política
países y de las Naciones Unidas. Algunas de las ideas que sugiere para hacer genuina en alguna fecha futu ra, podría causar al adversario problemas graves
frente a este tipo de situación tienen un regusto a De Ligt —«actua ción y tal vez insuperables debido al impacto que ejercería en sus tropas, en su
organizada de los estibadores, pilotos, trabajadores de los aeropuertos y otros propia población y en la comunidad internacional. Cabría contar con una
para paralizar el tráfico, el transporte y el embarque y desembar que de enérgica reacción de esta última, incluso tal vez hasta el extremo de autorizar
materiales necesarios»—. En circunstancias extraordinarias, sugie re que se una intervención militar. Pero si esa respuesta se limitase a unas sanciones no
puede intentar una «invasión no violenta», del estilo de la inva sión intentada militares (como las que desearían los defensores de la defensa civil como
en 1955 del enclave portugués de Goa por unos satyagrahis indios. sustituto total de la guerra), difícilmente se salvarían así las vidas de las
personas situadas en peligro inminente. La reciente y actual situación de
El caso más difícil —como en el de la invasión serbia contra Bosnia— se
Bosnia pone de relieve esa dificultad y no nos permite ser muy optimistas.
da cuando el objetivo consiste en sacar por la fuerza a la población, o llevar a
cabo incluso una política de genocidio con el objeto de colonizar el territorio. Con todo, no es ningún disparate pensar que una resistencia civil masiva, de
Pero en opinión de Sharp, la no colaboración en masa puede demostrar su haber sido posible, habría hecho mucho mejor servicio a los defensores
eficacia incluso a veces en estos casos, dado que es físicamen te difícil desplazar bosnios que una defensa territorial con armas inferiores que brindó a los
del lugar a decenas o incluso centenares de miles de personas que se niegan a atacantes la excusa ideal para bombardear Sarajevo y otras ciudades, con-
colaborar, a la vez que el intento de hacerlo po dría repercutir minando muy
negativamente la moral de unos soldados preparados psicológicamente para
combatir contra un adversario armado y no para deportar o masacrar una 66. Véase Sharp, Making Europe Unconquerable. op. cit., págs. 135-137. Véase tam bién
población a la vez desarmada y desafian te. Asegura Sharp que la guerra no ha Jacques Semelin, «La Résistance Civile face au Genocide», cap. 8 de su estudio principal
dado resultado para prevenir el genocidio, y en ocasiones ha brindado las Sans Armes face a Hitler, Editions Payot, París, 1989, págs. 179-220. Se publi có una
condiciones precisas para produ cirlo. Tenemos, por terrible ejemplo, que el traducción en inglés con el título de Unarmed Against Hitler: Civilian Résistance in Europe
contexto de una guerra global facilitó —y acaso fue necesario para— poner 1939-1943, Praeger, Westport, Connecticut, 1993.
67. En contraste con lo dicho en su obra anterior. Véase en especial Sharp, Gandhi
en marcha la «solución fi nal» por los nazis del denominado «problema
Wields the Weapon of Moral Pou'er, Navajivan Publishing House, Ahmadabad, 1960. Y
judío». E incluso en esa ocasión, el éxito o el fracaso en la política genocida veremos que, en la pág. 3 de este libro escribe: «Conviene ver este método [es decir, el
de Hitler contra los judíos en la Europa ocupada dependió enormemente del satyagraha] de luchar contra el mal con la perspectiva de la filosofía entera de Gandhi,
grado en que porque esta arma es expresión de una manera de contemplar la vida y de un modo de vivir».
tribuyendo así a la exacerbación de un odio y un extremismo en el que han Por descontado que, sea cual sea la estrategia adoptada, y por cuida dosa
estado a la orden del día las atrocidades y masacres. 68 que sea la preparación anticipada, habrá algunas situaciones en las que el
Un punto flaco de la resistencia civil, al menos tal como se ha desa - equilibrio de fuerzas es tal que el éxito de la defensa civil se demo rará más
rrollado hasta ahora, es que en una situación donde los atacantes están dis - allá de lo que habrían calculado en cualquier caso los políticos. (Lo mismo
puestos a recurrir a continuas masacres, e incluso al genocidio, tiene que ocurre a menudo, por supuesto, con la defensa militar.) Puede contribuir,
fiarse al máximo de su impacto moral y psicológico, y al mínimo de una como hemos visto en un capítulo anterior, a que se produzca a largo plazo un
«coerción no violenta» —cuando desearíamos que las cosas fuesen justo al cambio del equilibrio de poder, acaso después de varios años o décadas, con
revés—. Por supuesto que, si se puede inducir la rebelión de las fuerzas del el que puede tener éxito una lucha no violenta. La pro longada lucha contra la
adversario, o si se puede socavar su autoridad en su propio país, puede entrar hegemonía soviética en Europa del Este es un caso de éstos; y otro es la
en juego la coerción no violenta. Pero en ese caso, el poder de coer cer está en desarrollada contra las dictaduras y la explotación en gran parte de
manos de otras personas que, para empezar, hay que convencer, y acaso que Latinoamérica.
preparar para que estén dispuestas a arriesgar la propia vida hasta el final. Es Digamos por último, sin embargo, que el parecer de que la resistencia
una situación diferente, digamos, de la de Berlín en 1920, cuando los líderes civil no va a tener probabilidades de éxito a corto o medio plazo no cons -
del putsch de Kapp se vieron paralizados por la no colaboración de la población tituye necesariamente un argumento suficiente para emprender una gue rra —
civil. Las sanciones internacionales, rigurosa mente aplicadas, pueden ser ni siquiera en defensa propia—. Se puede ver en la resistencia civil un medio
coercitivas, pero exigen también la moviliza ción previa de terceras partes. Por más eficaz de contribuir a la liberación final que llevar a cabo una lucha
otra parte, según hemos indicado antes, las sanciones tienden a causar su militar desesperada. El argumento en contra de una respuesta militar
efecto muy gradualmente, y su impacto político —al revés que el económico adquiere un peso especial cuando hay peligro serio de escalada nuclear. Una
— es a menudo impredecible y a ve ces puede ser incluso contraproducente. 69 guerra para «enrollar el telón de acero» y liberar la Europa del Este o las
Repúblicas Bálticas en los años cincuenta y sesenta —de la que eran
partidarios algunos políticos y estrategas militares estadouniden ses— habría
68. La resistencia civil, que incluye huelgas y manifestaciones multitudinarias,
desempeñó desde luego un papel capital en la lucha por los derechos democráticos den tro de
sido desastrosa, con todo y que en aquel momento no se entreveía
la antigua Yugoslavia, una lucha a menudo inextricablemente unida a campañas en pro de la posibilidad alguna de liberación mediante la resistencia civil. A largo plazo,
independencia nacional de las repúblicas que constituían esa federación. Desde que estallaron en circunstancias internacionales del todo diferentes, fue posible esa
las hostilidades, empezando por Eslovenia a mediados de 1991, ha habido también denodadas liberación sin llegar al cataclismo último de desatar una terce ra guerra
actuaciones de grupos no violentos de intervención ciudada na, en especial de los asociados al mundial, con toda posibilidad nuclear.
movimiento antibelicista, en las diferentes repúblicas que constituyeron Yugoslavia, en
ocasiones en conexión con organizaciones internaciona les. Hasta ahora, la lucha dentro de la
provincia de Kosovo ha adoptado formas no vio lentas. El estatus autónomo de Kosovo fue PODER INTIMIDATORIO Y DISUASIÓN
recortado arbitrariamente en 1988 cuando la Asamblea Serbia adoptó una constitución
republicana nueva y estableció un mando vir-tualmente militar en esa provincia a pesar de Teniendo en cuenta la fuerza y limitación estratégica de la defensa
efectuarse protestas multitudinarias; Belgrado disolvió formalmente la asamblea provincial y mediante resistencia civil, ¿de qué potencial dispone ésta para disuadir,
el gobierno de Kosovo en julio de 1990. Aunque hasta ahora no se ha extendido la guerra a intimidando, un posible ataque? Al llegar a este punto vale la pena dis tinguir
Kosovo y Macedonia, sigue existiendo ese riesgo en el momento de escribir esto.
entre el poder intimidatorio y el concepto, más genérico, de la disua sión. Esta
69. Hay algunas pruebas de que las sanciones económicas de la ONU contra Serbia
repercutieron en la consolidación del apoyo a Slóbodan Milósevic dentro del país; algu nos
última incluye todas las presiones y cálculos que podrían con vencer a un
comentaristas están seguros también de que las efectuadas contra Iraq antes y des pués de la gobierno racional de que le conviene más mantener la paz que buscar
Guerra del Golfo de 1991 aglutinaron de un modo similar el apoyo a Saddam Hussein. Véase ventajas mediante una guerra agresiva. El poder concita de cerca el miedo a
también Roberts, «A Note on International Economic Boycotts», en The Technique las consecuencias de emprender una guerra. Da la impresión de que existe un
of'CivilResístame, op. cit., págs. 101-117, por el análisis que incluye de algunos de los
problemas y posibilidades existentes en estos casos. Véase también Margaret P. Doxey, nivel de disuasión y de intimidar que impregna el sistema internacional
International Sanctions in Contemporary Perspective, Macmillan Press, Basingstoke, 1987. entero —dejando a un lado por un momento la amenaza de provocar la
represalia militar y una guerra más general— debido a la in terdependencia de
las economías nacionales —y regionales—, la renuen cia de los países a verse
relegados al papel de parias internacionales, y la
posibilidad de tener que enfrentarse a sanciones económicas y políticas in - La disuasión y la intimidación presentan facetas positivas y negativas. La
ternacionales. Se rompe en circunstancias extremas, pero contribuye a positiva son los beneficios de que disfrutan otros países al mantener
mantener la paz entre la mayoría de los países durante la mayor parte del relaciones pacíficas. La negativa reside en las pérdidas que sufrirían si que -
tiempo. brantan la paz. 71 Vemos cómo Suiza, centro financiero mundial, supo pre -
Un sistema de defensa civil organizada podría aumentar de seguro esos sentar como un negocio evidentemente desastroso un posible ataque por
tantos, y tiene por lo mismo poder disuasivo e intimidatorio. Hemos visto parte de sus países vecinos. Durante la Segunda Guerra Mundial, amena zó,
que King-Hall concedía a la defensa civil bastante más poder inti midatorio en el caso de un ataque alemán, con dinamitar los túneles de San Go-tardo y
contra una agresión soviética que a la amenaza de una guerra nuclear total, el Simplón, vitales como ruta de abastecimiento entre Alemania e Italia. 72
que podría haber acarreado la devastación total en ambos lados. Según (Pero no dejó también de movilizar todas sus defensas para opo nerse a
ponía de relieve, invadir un país preparado y entrenado para ofrecer una cualquier incursión de efectivos militares.) En 1940, Gran Bretaña y Francia
resistencia civil masiva implica peligros considerables. Los ob jetivos abandonaron un plan de enviar tropas a través del Norte de Noruega y
económicos y políticos que habían empujado al ataque pueden verse Suecia para ayudar a Finlandia en su guerra contra la Unión Soviética,
frustrados, lo que acarrea humillación y pérdida de prestigio. Puede cundir la debido en parte a que Suecia amenazó con cortar el suministro eléctrico de
inseguridad entre la tropa y los funcionarios, y extenderse la ani madversión en los ferrocarriles de esa parte del país. 73 Algunos comentaristas han expresado
el propio país atacante. Otros países gobernados ya por el país agresor o también la opinión de que la Unión Soviética no se decidió a intervenir
dominados por él pueden aprovecharse de la situación para lanzarse a durante la crisis de 1970-1971 en los puertos bálticos de Po lonia ante el
insurrecciones violentas o no violentas. Los países aliados pue den abandonar resultado de las dificultades experimentadas en Checoslova quia en 1968.
la causa del agresor y puede haber peticiones de sanciones internacionales, Pero una de las limitaciones de la defensa civil como poder intimida -
especialmente cuando es flagrante la calidad de agresor. Aplicado esto torio es que muchas de las amenazadoras sanciones que implica son de
concretamente a la situación reinante entre el Este y Occidente, al menos acción lenta. Por esa razón, un gobierno que percibe alguna ventaja inme -
durante las últimas fases del enfrentamiento entre el Este y Occidente en los diata en invadir a otro país puede verse tentado a asumir el riesgo de
años setenta y ochenta, la Unión Soviética se dio cuenta de que perdería hacerlo en la esperanza de que podría hacer frente a los problemas a largo
mucho más que lo que acaso podría ganar inva diendo Europa Occidental, plazo cuando se presentasen. Otra reside en que, en aquellas situaciones en
dejando a un lado que ello habría desencade nado una guerra global, que la resistencia civil misma constituye una sanción relativamente débil
probablemente nuclear. Porque, aun en el caso de que la amenaza de guerra con respecto al propósito del agresor —por ejemplo, cuando su intención es
hubiese brillado por su ausencia, la ocupación de Europa Occidental habría la de apoderarse de una franja limitada de terreno como ventaja estraté gica—
representado una dispersión de efectivos masiva del poder soviético. El su valor intimidatorio se reduce correspondientemente.
solo más que probable desquiciamiento de la economía occidental habría La relativa debilidad de la defensa civil como elemento intimidatorio
tenido consecuencias terribles para la Euro pa del Este en su conjunto y la frente a determinados tipos de amenaza es uno de los argumentos adelan -
Unión Soviética, sin olvidar el peligro de que los países del Pacto de tados en pro de mantener un sistema de defensa mixto, es decir, que inclu ya
Varsovia aprovechasen la oportunidad para or ganizar una insurrección una preparación tanto de la resistencia militar como de la civil. Lo ana -
concertada. De haber habido además un plan bien difundido de no lizaremos después. De todas maneras, es obvio que, si se adopta la defensa
colaboración en masa con acciones no violentas de varios tipos, esto habría
hecho de seguro las perspectivas todavía mucho menos atrayentes. Liddell
Hart ha indicado que, en un momento muy anterior, durante los años 71. Roberts, en The Technique of Civil Resistance, op. cit., cita en este contexto la opinión
cuarenta, los dirigentes soviéticos vacilaron ante un ata que a Europa de un observador enterado, de que, al menos en parte, China se abstuvo de lanzar un ataque
Occidental porque temían el efecto que tendría en sus fuer zas un contacto con contra Macao, debido a que los líderes de Pekín temieron que «cualquier cambio en Macao
la realidad de Occidente. 70 podría perturbar el clima de negocios de Hong Kong donde China obtiene unas ganancias de
500 millones de libras al año». La cita es de David Bonavia, reportero en funciones en Pekín,
The Times, 23 de enero de 1975.
72. Véase Roberts, Nations in Arms, op. cit., pág. 52.
70. Véase la contribución de Liddell Hart a Roberts (comp.), The Strategy of Civilian 73. Roberts, The Technique of Civil Resistance, op. cit., págs. 126-127.
Defence, op. cit., pág. 208.
civil como elemento principal —o único— del sistema defensivo, sería una nueva generación de armas nucleares «de operaciones» en la Europa de
necesario reforzar su capacidad intimidatoria al máximo. El elemento clave comienzos de los ochenta. La amenaza de Francia de utilizar su. forcé de
en este caso consistiría en una preparación y entrenamiento adecuados. frappe nuclear contra la URSS en el caso de un ataque convencional —«el
Además, el apoyo internacional podría hacerse más tangible con la formación débil intimidando al fuerte»— es todavía menos creíble.
de una organización regional de defensa civil que se apegue a las líneas de la De hecho, ninguna política defensiva garantiza la seguridad ni carece de
Organización del Tratado Europeo (ETO) propuesta por King-Hall, y el sus inconvenientes y limitaciones. La estrategia intimidatoria de las
Tratado Báltico de Ayuda Defensiva Mutua con Base Civil, propuesto más superpotencias y sus aliados durante el período de la guerra fría puso toda la
recientemente. Los miembros de una organización de este tipo podrían carne en un asador intimidatorio bastante inseguro y le dio un tajo al
ofrecerse ayuda en el caso de un ataque sobre cualquiera de ellos, por inveterado vínculo existente entre la intimidación y la defensa. O bien
ejemplo, brindando un refugio de confianza a un gobierno en el exilio, funcionaba la intimidación o habría un cataclismo sin paralelo. Los países de
imprimiendo material para su distribución dentro del país sometido a ataque la Europa Occidental que optaron por incorporarse a la OTAN se hicieron
y dentro del estado agresor, emitiendo al espacio información que el agresor socios de la estrategia intimidatoria nuclear. Los que quedaron fuera, como
trata de ocultar, estableciendo contacto con opositores potenciales dentro del Suecia y Suiza, hubieron de aceptar que en último término se^ rían
país agresor, etc. Esto se produciría además de una imposición de sanciones, vulnerables al ataque de una de las superpotencias, o al chantaje nuclear,
de preferencia concertadas con todos los estados miembros de la Unión pero sopesando las cosas, decidieron que les interesaba más seguir siendo
Europea. neutrales. En estos dos países hubo también un gran debate nacional en los
La eficacia de un poder intimidatorio tiene que ver no sólo con la dureza sesenta sobre si convenía o no la construcción y despliegue de armas
de la represalia esgrimida sino también con su credibilidad. A primera vista nucleares tácticas, y en ambos casos se tomó la decisión de no hacerlo/4
nos da la impresión de que las armas nucleares representan la última palabra Aquellas decisiones entrañaron su dosis de riesgo, pero supusieron una
en cuanto a intimidación. En la práctica, los planificadores nucleares mismos importante contribución para impedir la difusión de las armas nucleares.
se han dado cuenta de que la amenaza de utilizarlas no era del todo creíble en Optar por la defensa civil no sería diferente en principio. Traería también
una serie de circunstancias. Ocurrió esto, por ejemplo, con la amenaza beneficios, y entrañaría riesgos. Entre los beneficios —especialmente si la
formulada en la década de los cincuenta y principios de la de los sesenta de adoptasen cierto número de países— estaría un ahorro enorme en gastos
responder a un ataque soviético convencional con una guerra nuclear total,
militares, y acercaría acaso a la humanidad un paso más a la abolición de la
dado que semejante respuesta habría sido suicida para los países de Europa
guerra. Entre los riesgos, contarían, en algunas situaciones, una mayor
Occidental desde el momento en que la URSS poseía todo un almacén de
probabilidad de ser invadidos y ocupados, así como otras formas de ataque.
armas nucleares propias. Algunos estrategas aducen que la amenaza en
Pero se restablecería el vínculo tradicional entre la intimidación y la defensa.
cuestión necesita sólo para funcionar ser lo suficientemente creíble para
Si se colapsa la intimidación, la defensa civil —al menos en la mayoría de
suscitar dudas en la mente del otro. Pero esto equivale a apostar demasiado
los casos— ofrecería ciertas perspectivas razonables de resistir con éxito el
alto teniendo una mano muy baja. Es obvio que no lo aceptaron los
avasallamiento y garantizar la supervivencia de la sociedad y sus valores.
planificadores de la OTAN, dado que esta organización modificó en 1967 su
doctrina de la Destrucción Mutua Asegurada (MAD) para pasar a la de la
respuesta flexible. Aquello daba margen a una escala creciente de represalias ,-•• Una estrategia mixta?
que empezaba por la guerra convencional, recurría después a las armas
El problema que entraña evidentemente el empleo de una estrategia
nucleares tácticas y «de teatro», hasta terminar con el ataque nuclear
mixta en el curso de una lucha real reside en que la dinámica de la resistencia
estratégico total. Los Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña desarrollaron
militar se opone en algunos niveles diametralmente a la de la resistencia
y desplegaron también toda una gama de armas que se correspondían con
civil. El problema tendería a ser especialmente grave cuando la po-
esta nueva doctrina. Pero seguía descansando sobre unos cimientos
extraordinariamente inestables, dado que el empleo de armas nucleares a
cualquier nivel amenazaba con llevar rápidamente a una guerra nuclear a
74. Véase Roberts, Nations in Arms, op. cit., págs. 222-225.
escala completa. La clara percepción de esa monstruosidad dio a luz el gran
brote de protestas contra el despliegue de
blación civil lleva a cabo una «resistencia armada irregular» según prevén los resisten mediante medios no violentos».76 Y afirma también que, en general,
planes de Suecia.75 Tenemos, por ejemplo, que la actuación encaminada fue el sabotaje lo que desencadenó las huelgas y otras formas de resistencia
específicamente a minar la lealtad de las tropas y oficiales del adversario a civil, y no viceversa. Pero en este caso, la resistencia militar adoptó
base de una presión moral y psicológica depende crucialmente de que aquél principalmente la forma de actos de sabotaje, sin asesinatos de personal
no se sienta amenazado físicamente. Y esto no es menos importante para militar ni guerra de guerrillas a escala total. También en la Noruega ocupada
quienes organizan la resistencia cuya vida misma puede depender de que sus fue el sabotaje la forma principal de la resistencia militar.
oponentes armados mantengan la cabeza fría y actúen con moderación. Los Liddell Hart, tras haber analizado los hechos con jefes y oficiales ale
estudiantes y demás gente joven que llenaba las calles de Praga en 1968 manes al terminar la Segunda Guerra Mundial, llegó a la conclusión de
fueron capaces de entablar acaloradas discusiones con los soldados rusos y de que la resistencia no violenta fue muchísimo más desconcertante para las
bloquear el paso de los tanques con sus cuerpos debido concretamente a que fuerzas de ocupación que la guerra de guerrillas, y en su conjunto, más efi
no había francotiradores disparando contra los invasores desde las caz.77 Y sostiene que, en general, las formas de resistencia violentas ten
barricadas y mucho menos fuerzas regulares machacándolos a base de dieron a estorbar a las formas no violentas. El sabotaje constituyó un caso
artillería y fuego de morteros. ambiguo.78 Donde implicó muertes, por ejemplo, si alguien volaba un
En cambio, determinadas formas de resistencia civil pueden y deben puente que estaba a punto de franquear un tren con soldados, equivaldría
ocupar un lugar al lado de la resistencia armada en situaciones de ocupación a «buscarse problemas y una reacción». Pero la mayoría de las formas no
o de lucha contra una dictadura. Las huelgas, boicots y no colaboración violentas de sabotaje, e incluso la destrucción de puentes y hechos simila
acompañaron a algunas de las luchas anticoloniales y contra la ocupación en res, siempre que no se pusieran vidas en peligro, podrían combinarse posi
este siglo, desde la Guerra de Independencia de Irlanda de 1919-1921 a la blemente con la resistencia no violenta. En la campaña contra la ocupación
Guerra de Argelia, y la de Vietnam. En la Europa ocupada hubo también del Rubr de 1923, los actos de sabotaje en los que perdieron la vida solda
una resistencia civil y otra militar, codo con codo, en ocasiones coordinadas, dos franceses o belgas provocaron unas represalias salvajes y, al menos a los
especialmente en la última fase de la guerra. En Noruega hubo ojos de algunos comentaristas, minaron fatalmente la resistencia civil.79
organizaciones separadas de resistencia militar (Milorg) y de resistencia En Irlanda del Norte, la campaña pro Derechos Civiles de 1968-1969 fue
civil (Silorg). En Dinamarca, después de la huelga general de 1943, que opacada y al final eclipsada por la guerra de guerrillas urbana y un terro
colocó al país bajo el dominio directo de Alemania, las resistencias civil y rismo desatado. :

militar (principalmente mediante el sabotaje) estuvieron coordinadas a través ¿Qué diremos de las relaciones entre la resistencia civil y la defensa
del Consejo de la Libertad. militar convencional? Por descontado que, si la defensa civil ha sustituido
Los analistas no se ponen de acuerdo sobre hasta dónde la guerra de por completo a un sistema militar, la pregunta sobra. Pero eso sólo podría
guerrillas en la Europa ocupada estimuló o frenó la resistencia civil. Hubo ocurrir, en todo caso, durante aquel período de tiempo más o menos pro-
desde luego casos donde los actos de sabotaje —más la represalia alemana longado en el que tuvieron que coexistir, no sin dificultades, los sistemas de
que provocaban— incitó a la población a emprender la resistencia civil en defensa militar y civil. Claro está que ello no implica que tengan que
masa. Fue así cómo el sabotaje, y las represalias alemanas, desencadenaron en desplegarse simultáneamente —ni tampoco uno después del otro— si se
Dinamarca las huelgas y manifestaciones de 1943 que pusieron fin al
período de dominio alemán indirecto. Al ocuparse de esos sucesos, el his-
toriador británico Jeremy Bennett afirma que «demostraron que las resis- 76. Véase Jeremy Bennett, «The Resistance against the Germán Occupation of
Denmark, 1940-1945», en Adam Roberts (comp.), The Strategy of Civilian Defence, op.
tencias violenta y no violenta pueden actuar juntas con eficacia, y que una
cit., págs. 154-172, en especial las págs. 161-164.
política activista no acarrea necesariamente represalias contra quienes se 77. Véase B. H. Liddell Hart, «Lessons from Resistance Movements - Guerrilla
and Non-Violent», en Adam Roberts (comp.), The Strategy of Civilian Defence, op. cit.,
págs. 195-211.
78. La clásica obra de Bart de Ligt The Conquest ofViolence, op. cit., no sólo incluye el
75. El informe del Comité Parlamentario de Defensa de Suecia en 1984 sobre sabotaje entre los métodos de acción no violenta, sino que contiene un apéndice donde
Complementara/ Forms of Resístame incluye en la definición de la resistencia no militar la aparecen sugerencias prácticas tales como el corte de cables telefónicos.
«resistencia irregular armada por parte de grupos civiles organizados». Véase un resu 79. Véase Wolfgang Sternstein, «The Ruhrkampf of 1923» en Roberts, op. cit., en
men en Lennart Bergfeldt, op. cit., pág. 5. .. . especial la sección titulada «Sabotage and its effects», págs. 123-126.
produce una invasión o una ocupación. Se puede optar por la defensa militar cirse en absoluto en semejante situación, en cualquier caso siguiendo un
en una situación, y por la resistencia civil en otra. Los checoslovacos tenían plan nacional previamente organizado, coordinado por el gobierno y dotado
fuerzas armadas en 1968, pero al verse atacados por unas fuerzas de sistema de mando e infraestructura propios. Boserup y Mack plantean el
aplastantemente superiores, eligieron deliberadamente no ofrecer resistencia problema en términos estratégicos. Elegir la defensa militar como primera
militar y recurrir en cambio a la resistencia civil. línea de resistencia, argumentan, es lo mismo que situar el centro de
En su informe de 1983, la Comisión Británica de Defensa Alternativa80 gravedad de la defensa en las fuerzas militares y no en la unidad de la
enumeró cuatro medios principales con los que la resistencia civil podría población civil. Es sumamente cuestionable que esto se pudiese cambiar
contribuir a la defensa nacional. Podría sustituir del todo a los preparativos radicalmente en pleno tumulto bélico.
militares; podría convertirse en el elemento principal de la estrategia de la Con el tiempo, desde luego, por desmoralizada que pueda estar la po-
defensa, manteniéndose además algunas fuerzas militares para ejercer blación civil tras la derrota de la resistencia militar, se produciría casi de
funciones esencialmente «de policía»; podría constituir una opción a utilizar seguro un resurgimiento de la resistencia, como ocurrió en la Europa ocupada
en circunstancias particulares —por ejemplo contra la amenaza de una durante la Segunda Guerra Mundial, en la Europa del Este comunista, e
fuerza aplastante, contra el chantaje nuclear, o contra algunas amenazas incluso en las Repúblicas Bálticas soviéticas después de cincuenta años de
periféricas—; y por último, se la podría considerar como una estrategia de férula soviética. Pero se trataría básicamente de una nueva resistencia,
repliegue que utilizar contra la potencia ocupante si la defensa militar no improvisada al principio, y después estructurada desde abajo. Una
tenía éxito.81 resistencia cultural y política de ese tipo, a largo plazo, sería algo muy
Suecia, según hemos visto, la ha adoptado esencialmente como estra- diferente del producto de unos planes específicos de resistencia civil coor-
tegia de repliegue para complementar la defensa militar en el caso de que dinados por el gobierno y dotados de una estructura y organización cuasi-
parte del territorio nacional fuese ocupado durante cierto tiempo. Pero, en militares. De todos modos, es probable que surja una resistencia militar, y
un resumen del informe de la Comisión de Defensa de Suecia de 1984 sobre que lo haga en un período de tiempo más corto siempre que el público en
las Formas Complementarias de Resistencia, leemos: general se haya concienciado plenamente de sus posibilidades mediante
educación y preparación, ya sea propagada por el gobierno o por movi-
Dado que la política de seguridad sueca presupone que será defendida mientos de oposición en masa como los movimientos pacifistas de principios
militarmente cualquier parte del país, toda ocupación militar por el enemi go de los sesenta y los ochenta.
sería precedida por intensa lucha militar. En el caso de que haya que
Los planes de defensa de Lituania, al menos como iban desarrollándose
abandonar temporalmente alguna parte del territorio sueco, hay que contar con
una destrucción considerable de comunicaciones, terreno, industria, áreas
en 1991-1992 antes del cambio de gobierno de octubre de 1992, preveían
edificadas, etc. Habrá que proceder a la evacuación de sus habitantes y el también una «mezcla» de formas de defensa militares y civiles. Pero el papel
número de personas muertas y heridas podría ser muy grande. Los recur sos asignado a los militares era relativamente limitado: a) lucharían contra los
médicos se verán sometidos a un esfuerzo extremado, y sufrirán proba - ataques terroristas; b) harían frente al enemigo para patentizar ante la
blemente incluso limitaciones debido a las operaciones de la guerra. 82 comunidad internacional que habían sido atacados (comparemos esto con la
idea de King-Hall de una defensa militar «de trampa de alambre» en su
Sería difícil imaginar un punto de partida menos propicio para una proyectada Organización del Tratado Europeo, (ETO); y c) desempeñarían
campaña de proporciones de resistencia civil, y la comisión misma llega a la un papel no especificado en algún sistema europeo futuro de seguridad
observación de que «por lo tanto, podrían darse diferentes retrasos antes de colectiva. Sin embargo, en el caso de un ataque efectuado por un ejército
que llegara a cuajar algo que se pareciese a una resistencia no militar». bien armado y claramente superior, el país recurriría a alguna forma de
Desde luego, existen todas las razones para dudar de que pudiera produ- defensa con base civil.85 También en Letonia hubo estudios similares en 1992,
centrados en la idea de preparativos de resistencia tanto

80. Alternative Defence Commission, Defence witbout the Borní, op. cit. 83. El viceministro de defensa de Lituania en ese momento, Stankovicius, hablan do a
81. Ibíd., pág. 209. la Einstein Institution, de Cambridge, Mass, E.U., en el verano de 1922. Véase Bruce
82. Comisión Sueca de Resistencia, Complementary Forms of Resístame, op. cit., pág. Jenkins, «Civilian-Based Discussed in Moscow and the Baltics», en CBD, vol. 7, n° 6,
8.
agosto de 1992, pág. 2.
militar como civil. Su ministro de defensa, Talavs Jundzis, y otros miem bros una cadena de líderes suplentes listos para saltar a la palestra en cuanto eran
de la Comisión de Defensa y Asuntos Interiores del Consejo Supre mo, detenidos una serie de ellos. Como resultado, las medidas represivas
aseguraron que la intención de Letonia era emplear la resistencia civil en el implantadas por Gran Bretaña no lograron desbaratar la campaña como lo
caso de un ataque a gran escala. 84 habían hecho, en medida considerable, en 1922. 85 También la fuerza de la
Queda por ver si esos planes se llevarán a cabo respaldados con un defensa civil, en su opinión, será muy proporcional a la eficacia de la orga -
programa adecuado de organización y entrenamiento. De ser así, no se tra taría nización, planificación y entrenamiento previos. El gobierno de cualquier país
de la defensa totalmente no violenta con que soñaron Gandhi y mu chos que adopte la defensa civil tendrá necesidad de establecer un ministe rio
pacifistas. Pero supondría de todos modos una despedida radical de la defensa especial de defensa civil, que se responsabilizaría de trazar y publicar un plan
militar tradicional, y representa probablemente el mayor acerca miento a una de resistencia, coordinar los preparativos de los sindicatos y agru paciones
defensa no violenta que pudiera considerar en serio cual quier estado como profesionales, y «organizar un entrenamiento y educación de gran
política oficial en un futuro previsible. envergadura en materia de defensa civil». 86
Propone que la educación y el
entrenamiento sean obligatorios. Cualquier tendencia que presenta re un
ORGANIZACIÓN ministerio de ese tipo a hacerse demasiado poderoso y entrometido, quedaría
compensada, en su opinión, por la naturaleza de los métodos de resistencia
El problema de la organización surge en relación con los preparativos que sería capaz de inculcar.
para la defensa civil en tiempo de paz, y con la resistencia civil misma du rante Las propuestas organizativas de Ebert están vinculadas con su estrate gia
una ocupación, un golpe u otra emergencia. Hemos señalado ya que existe correspondiente en el caso de un golpe o invasión —de seguir trabajan do sin
un consenso general sobre que debe basarse fundamentalmente en las colaborar y negarse a hacerlo o a reconocer legitimidad de ningu na clase a un
organizaciones independientes de la sociedad civil —sindicatos, aso -
régimen usurpador—. Una cadena de suplentes tratarían de mantener el
ciaciones profesionales, movimientos políticos, iglesias y otras entidades
sistema gubernamental, apuntalados probablemente por un gobierno en el
similares—. Esto se sigue lógicamente del hecho de que se espera que la
exilio. Para evitar una separación entre semejante gobierno y los líderes de la
población civil desempeñe el papel central en esta forma de resistencia. Al
resistencia, haría falta un contacto continuo entre ambos, con intercambios de
mismo tiempo, se necesita obviamente una buena coordinación, y tam bién
personal de vez en cuando. La administración local y regional tendría una
probablemente un cuerpo especialmente entrenado, de hombres y mujeres,
cadena similar de suplentes preparados, y existiría una disposición dentro de
con experiencia tanto en la práctica de la mediación como en la intervención
las leyes de la defensa del país referente al estableci miento de consejos de
no violenta.
ciudadanos dentro de las oficinas, las fábricas, las asociaciones u otras áreas, y
El papel del gobierno central y local en la fase inicial de la introduc ción estaría tal vez coordinada su labor por un orga nismo similar al estado mayor de
de la defensa civil sería ante todo de índole educacional —para pro porcionar un ejército. Esos consejos de ciudadanos sólo se encargarían de las funciones
fondos para la investigación, fomentar el análisis público, esta blecer
administrativas en el caso de que los funcionarios y empleados legítimos
comisiones de investigación y similares. Como hemos indicado ya, una serie
hubiesen sido destituidos por los usur padores, o si hubiesen empezado a
de países europeos han patrocinado estudios de este tipo desde los años
colaborar. En la base de la organización, indica, convendría una estructura
sesenta. Además del valor intrínseco de esta investigación, una ventaja del
celular, formada por personas especial mente comprometidas con el concepto
patrocinio del estado o de su implicación es que confiere a esas ideas mayor
de la defensa civil —idea compar tida por King-Hall—. En consecuencia, en
difusión y credibilidad.
los lugares de trabajo, grupos de personas podrían constituirse formando
Theodor Ebert figura entre las personas que han subrayado la impor -
células encargadas de trazar y exponer los planes de resistencia y ejercer presión
tancia de una sólida organización. Atribuye el relativo éxito de la campa ña
donde sea necesaria sobre los ejecutivos y la gente en general en lo tocante a
de desobediencia civil en la India de 1930-1931 en comparación con la que
los temas de la defensa.
se había efectuado en 1920-1922 básicamente a factores organizati vos. En la
última de ellas, el Congreso tenía fuerza en que apoyarse, con
85 Véase Theodor Ebert, «Organización in Civilian Defence», en Roberts (comp.). The
Strategy of Civilian Defence. op. cit., págs. 255-273, y sobre las campañas de la India,
84. Ibíd., pág. 2. pág. 263.
86. Ibíd., pág. 266.
Boserup y Mack sostienen que durante una lucha de resistencia exis ten de la defensa civil podría ser también secreta y jerárquica. Hasta qué punto la
tres funciones de directiva que deben distribuirse entre diferentes gru pos de defensa no violenta exija una regímentación dependerá en gran parte del tipo
personas. Primero, está el papel constitucional como fuente de la de campaña no violenta que se haya planificado, de hasta dónde la hayan
legitimidad, que a menudo tiene su mejor garantía en un gobierno en el llevado los grupos existentes y de que se haya iniciado desde abajo.88
exilio. En segundo lugar están el papel legislativo y ejecutivo y la planifi -
cación y seguimiento estratégico y práctico cotidianos. La parte de la di - En conjunto, este ensayo de Cárter pone de relieve la tendencia de la
rectiva encargada de desempeñar esta función debe moverse con carácter defensa civil a estimular una política democrática, y sugiere también que «la
clandestino dentro del país. Y está por último el papel puramente simbó lico propagación de la acción no violenta, y las tendencias radicales inherentes al
—cuya importancia no debe ser desestimada—. Lo ocupan a menudo de movimiento de resistencia actual, tenderán con toda certeza a aumentar la
preferencia personas que no forman parte de la directiva política o ad - importancia de la presión popular contra un gobierno desprovisto de poder
ministrativa. Deberán actuar al descubierto, pero no deben ser insustitui bles militar».89 Pero no nos olvidemos de que Cárter consideraba en su ensayo el
debido a su vulnerabilidad. El mundialmente famoso corredor olím pico de caso teórico en el que se habría adoptado la defensa civil como el sistema total
larga distancia Emil Zatopek fue capaz de encargarse de ese papel en la de defensa del país. Donde se le adoptase como estrategia complementaria de
resistencia a la invasión de Checoslovaquia en 1968 encabezada por la la militar —como ocurriría casi de seguro en las primeras fases y tal vez
URSS.87 durante un período indefinido— el gobierno no quedaría desprovisto de
El programa de entrenamiento para tiempos de paz previsto por Ebert poder militar y no habría que tomar tan en serio ese peligro de
sería de carácter extensivo, centrado principalmente en tres grupos: ejecutivos regimentación.
a distintos niveles del gobierno y la sociedad; líderes de las células de Existe sin duda cierto paralelo entre esta discusión y la que se relaciona
resistencia; y personal del ministerio de defensa. Se practicarían juegos bélicos con los efectos de tener un sistema de defensa territorial en el que toda la
y el sociograma para acostumbrar a la gente a los problemas a que tendrían que población adulta (o el sector masculino de ella) recibe entrenamiento militar,
hacer frente y entrenarla en la estrategia de seguir haciendo su trabajo sin y las armas están repartidas por todo el territorio. Algunos consideran esto
colaborar. Podría haber también «maniobras» a mayor escala cuyo teatro de como la garantía suprema contra el abuso del poder por parte del gobierno
operaciones «podría ser una estación ferroviaria, las oficinas de un periódico, central y un estímulo a la descentralización política. Sin embargo, cuando
una zona residencial que comprendiese, digamos, veinte células, o un cuartel tanto las armas como la organización y entrenamiento militares se hallan bajo
ocupado por tropas enemigas». Esas maniobras podrían terminar el control y la dirección del estado, puede ocurrir más bien que se refuerce —
extendiéndose hasta cubrir ciudades enteras, provincias o el país entero. Estos en vez de debilitarse— el poder del estado e incluso que se produzcan nuevos
preparativos y entrenamiento tendrían la virtud adicional de señalizar ante mecanismos sociales para asegurar la conformidad. Adam Roberts nos
cualquier probable agresor que el país está bien preparado para la resistencia, y recuerda que la institución yugoslava de una política de defensa
tener por lo mismo un importante efecto intimidatorio. descentralizada, puesta en efecto entre 1967 y 1969, se apoyaba por igual en
Las propuestas organizativas de Ebert dejan ver algunos de los peli gros el Ejército del Pueblo Yugoslavo y las Unidades de Defensa Territorial, de
potenciales, sociales y políticos, de la defensa civil. April Cárter seña la un propósito sobre todo guerrillero. Pero, lejos de conducir aquello a una
concretamente que, paradójicamente, podría conducir a la vez a una mayor descentralización política, contribuyó a un endurecimiento general de la
libertad y participación popular en la política, y a una mayor regi- mentación sociedad yugoslava, incluyendo la introducción de leyes nuevas de defensa y
social: servicio militar, y una nueva constitución de carácter más centralista. Una
razón importante de este giro fue la sensación de que el sistema de defensa
... la defensa civil podría hacer también que el gobierno impusiera deman das descentralizado, que asignaba un papel tan importante a las unidades de
considerables al pueblo y cierta regímentación. Podría implicar por ejemplo guerrilla, exigía un «sistema de mando y de control bastante rígido así como
un reclutamiento para un entrenamiento especial, el entrenamiento obligatorio una ideología unificadora, a fin de im-
de todos los ciudadanos, y leyes de emergencia. La organización

87. Boserup y Mack, op. cit., págs. 66-67. 88. April Cárter, «Political Conditions for Civilian Defence», en Roberts (comp.),
The Strategy of Civilian Defence, op. cit., págs. 274-290. El texto citado está en la pág. 289-
89. Ibíd., pág. 289.
pedir que el sistema descentralizado degenerase en una estructura que fensa se efectúa en el marco de la institución militar, y es precisamente esto
permitiese el empleo del armamento para causas locales». 90 Esperemos, lo que obstaculiza el desarrollo de un espíritu de defensa entre la población,
añade Roberts, «que cualquier introducción de la forma que sea de defen sa al tratarse de un marco situado fuera de su vida y experiencia diarias. En
civil no se traduzca de hecho en una mayor centralización de las socie dades, cambio, la preparación y organización de la defensa civil tiene lugar en el
pero no es ningún imposible». marco de las mismas estructuras de la sociedad civil donde los ciudadanos
Uno de los investigadores franceses principales en el campo de la ac ción «ejercen diariamente sus responsabilidades cívicas y actividades sociales». Es
no violenta y la defensa civil, Jean-Marie Muller, aunque no insiste menos esencial, sostiene, pensar en la movilización de los civiles para la defensa
que Ebert en la importancia de la organización, sostiene que ha de basarse dentro del marco de las mismas instituciones que garantizan la democracia.
en «el compromiso voluntario de cada persona, y no en la obe diencia A fin de que el espíritu de defensa se extienda eficazmente por toda la
forzada de todas». La organización que propugna está sólidamente engastada sociedad «es necesario civilizar la defensa, y no militarizar la sociedad civil».
en la sociedad civil, y deja margen a un máximo de participa ción y Por último, asegura que uno de los postulados de la defensa civil es que «el
autogestión democrática. Pero admite que será necesario que haya un centro mejor medio de prepararse para la defensa de la democracia en un momento
único de toma de decisiones para garantizar la cohesión y la efi cacia de la de crisis es reforzarla y hacer que la democracia sea más efectiva en tiempos
acción. Sin embargo, la organización deberá componerse de una red de paz. Cuando más tengan los ciudadanos de un país, hombres y mujeres, la
descentralizada, dejando a los grupos locales la misión de organizar por sensación de vivir en una sociedad que les brinda justicia, más motivados
turno las acciones de nivel nacional. 91 estarán para defender esa sociedad contra las amenazas que puedan salirle al
En algunas de las agrupaciones y organizaciones antimilitaristas de paso».93
orientación más anarquista, se contempla con recelo —si no se la rechaza del Esto trae ya a colación el extenso tema de las relaciones que hay entre la
todo— la idea de que el gobierno desempeñe papel alguno en la orga nización resistencia civil y la capacitación popular.
de la resistencia civil. La postura de Muller es diferente. «Defen der la
sociedad», afirma, «es también defender el estado democrático, es decir,
defender las instituciones que permiten el libre ejercicio de los poderes
ejecutivo, legislativo y judicial.» La responsabilidad del gobierno en el
proceso de construcción de la defensa civil consiste «en prever con -
cretamente en cada sector de la administración y los servicios públicos
cuáles podrían ser las modalidades de la no colaboración con un poder ile -
gítimo». Sin embargo, la resistencia sólo puede organizarse eficazmente si es
el resultado de la conjunción de dos movimientos —«siendo uno im pulsado
desde arriba por las autoridades públicas y el otro desde abajo por los
ciudadanos conscientes de sus propias responsabilidades y determina dos a
asumirlas». 92
Para Muller, la defensa civil y la democracia están unidas inextrica -
blemente. En la actualidad, toda la preparación de los civiles para la de-
90. Roberts, «Civilian Defence Twenty Years On», en el Bulletin ofPeace Propasáis,
op. cit., pág. 298.
91. Véase esta entrada en «Organisation» de la obra de Jean-Marie Muller, Lexique de
la Non-Violence, Instituí de Recherche sur la Résolution Non-Violente des Conflits, Saint-
Étienne, 1988, págs. 62-63.
92. Muller, «L'État de la Question», en Les Stratégies Civiles de Défense, Proceedings of 93. Ibíd., págs. 16-17. Véase también Muller, «Why and How to Work with
the International Colloqmum in Strasbourg, 17/28-29 de noviembre de 1985, publi cadas Governments», en Shelley Anderson and Janet Larmore (comps.), Nonviolent Struggleand
como número especial de Alternatives Non Violentes, 1987. Social Defence. op. cit., págs. 11-14.
Capítulo 7

LA CAPACITACIÓN DEL PUEBLO


Y LOS VALORES DEMOCRÁTICOS

La resistencia civil desempeñó un papel central en la creación de la


democracia representativa. Hemos mencionado en el capítulo 2 el papel de
las Sociedades Correspondientes en Gran Bretaña a partir de finales del siglo
XVIII, el establecimiento de la libertad de prensa en el período pos-
napoleónico a través del desafío de los editores al pago de pólizas y otras
restricciones, la tremenda importancia de la masacre de Peterloo para es-
tablecer el derecho de reunión y el empleo de ese derecho por la Unión
Política que capitaneó la campaña en pro del primer Decreto de Reforma de
1832. Seguidamente el movimiento cartista, con sus marchas multitu-
dinarias, peticiones de firmas y manifestaciones, y su amenaza de hacer una
huelga general, divulgó la noción del sufragio universal y la representación
democrática tal como la entendemos hoy en día, a pesar de que el
establishment político fue capaz de resistirse a su demanda en esa ocasión. El
derecho a la huelga y a constituir sindicatos se estableció a través de una
organización y agitación de ese tipo partiendo de las bases, desafiando con
frecuencia las leyes vigentes. Y por descontado que, ya en nuestro siglo, el
movimiento por el sufragio de la mujer utilizó tanto la agitación
constitucional como la acción directa en su campaña para que se le conce-
diese el voto a la mujer.
Este hecho histórico de la presión ejercida desde abajo, desafiando
abiertamente leyes injustas o restrictivas, se repite en muchos otros países
europeos que tienen hoy en día un sistema de democracia representativa —
aunque diste aún de ser plenamente participativa—-1 En las colonias
europeas, iniciándose en las británicas de América y en Irlanda a fines del
siglo xvín, corrieron parejas la agitación independentista con la que buscaba
un sistema político más representativo. La Declaración de Independencia de
los Estados Unidos encerró los ideales y las inquietudes democráticas de su
momento, estando bien documentada su influencia hasta

1. Tilly, Tilly y Tilly, The Rebellious Century. op. dt., presenta el papel ejercido por la
agitación popular, ocasionalmente violenta, pero en su inmensa mayoría no violenta, en
Francia, Alemania e Italia para garantizar la participación democrática en el gobierno.
Bélgica y Suecia son otros dos países donde las huelgas y otras formas de resistencia civil
•desempeñaron un papel directo en la consecución del sufragio adulto.
nuestros días. En el siglo actual, como hemos visto, la resistencia civil fue cipitaron el derrocamiento de un gobierno de coalición democrático y el
el elemento clave en la lucha de la India por su independencia, que ejerció comienzo de más de cuarenta años de mando dictatorial de un solo parti do.
una profunda influencia en todas las luchas anticoloniales después de la El golpe de Chile en 1973 fue precedido por una huelga de los obreros del
Segunda Guerra Mundial. La independencia no ha traído siempre consigo transporte y otros. Podríamos citar también como ejemplo la huelga de los
a la democracia, pero abrió el camino al gobierno democrático, y donde trabajadores del Ulster en Irlanda del Norte en 1974, que derrocó un poder
estuvo precedida por una agitación de masas no violenta, puso en las ma ejecutivo participativo. Sin embargo, el hecho de que la desobe diencia civil
nos de la gente común y corriente un utensilio que pudieron utilizar des sea capaz en algunas circunstancias de minar un gobierno democrático no
pués para hacer valer sus derechos. Por último, la resistencia civil ha sido significa que no tenga cabida en absoluto dentro de un estado democrático.
el alma misma de las campañas pro derechos civiles y por la democracia Cuentan básicamente dos factores para dirimir el pro blema. Primero, el tipo
que han cambiado el mundo de un modo tan impresionante durante la de desobediencia civil. Segundo, las circunstan cias en que se hace uso de
última década más o menos —en Europa, Latinoamérica, parte de Asia y ella.
Para empezar, es muy importante distinguir entre desobediencia civil
Sudáfrica. -•
«defensiva» y «ofensiva». La forma más claramente definida de desobe -
Pero, si bien la resistencia civil ha desempeñado un papel innegable en
diencia defensiva es la objeción de conciencia, al desobedecer los indivi duos
el establecimiento de un gobierno independiente y democrático, ¿sigue
la ley en el momento en que ésta les plantea demandas que no pue den
teniendo algún papel tras la implantación de un sistema representativo? ¿Es
cumplir según su conciencia. La objeción de conciencia al servicio militar
un modo de actuar susceptible de profundizar y mejorar la participación de
constituye el ejemplo más conocido de este tipo de desobediencia civil,
la gente de abajo en el gobierno, o podría, por el contrario, constituir una
pero no el único. La negativa a pagar impuestos de guerra es otro caso en el
amenaza para la democracia?- que han participado hombres y mujeres en distintos momentos y lugares.
Esta última pregunta, no surge, por supuesto, en relación con las formas En los años 1990-1991 mucha gente se negó a pagar en Gran Bretaña el
de resistencia civil únicamente persuasivas, como las marchas, mani- nuevo impuesto de capitación por considerarlo fundamental mente injusto.
festaciones, huelgas de hambre, acciones simbólicas, acampadas, y similares. La desobediencia civil de decenas de miles de objetores de conciencia
El derecho de reunión y de manifestación pacífica es por descontado una de durante la Primera Guerra Mundial llevó a que se produjesen modifica -
las piedras de toque de un sistema democrático. Esa cuestión surge ciones de la ley en muchos países, sobre todo en Gran Bretaña. Se hicieron
únicamente cuando entran en juego la desobediencia civil u otras formas de más fáciles las exenciones, y se redujeron los castigos a la desobediencia.
resistencia más o menos coercitivas. Toda vez que un gobierno y una Ello reflejó un tardío reconocimiento de que el objetor de conciencia tenía
legislatura elegidos democráticamente han aprobado o refrendado unas leyes, derecho a actuar como lo hacía, y de que en algún sentido no podía obrar de
alega el sistema, todos los ciudadanos tienen la obligación de obedecerlas. otra manera, aunque ello significase una desobediencia de la ley. Donde se
La acción adecuada, cuando se considera que una ley es objetable, consiste excluyó la exención, por la razón que fuese, se produjo un choque de
en utilizar las vías constitucionales para derogarla. A la misma luz, las obligaciones opuestas. El objetor, si era sincero, no podía abandonar sus
huelgas políticas, y demás formas de acción directa encaminadas a obstruir la principios accediendo a ser reclutado. Más aún, la democracia misma se
ejecución de la política del gobierno en los asuntos domésticos o habría empobrecido si él accedía a serlo. El estado, por otra parte, se sin tió
extranjeros, son antidemocráticas y anticonstitucionales. obligado a perseguir el hecho a fin de mantener la ley.
Admitamos que la desobediencia civil, normalmente unida a la ame- Con el tiempo se fue reconociendo implícitamente la fuerza del caso de
naza o el empleo de la fuerza militar, pueden plantear una amenaza a un objeción, al menos en la mayoría de los países democráticos occidenta les,
gobierno elegido democráticamente. Y no nos referimos simplemente a una ampliando los presupuestos de la objeción de conciencia dentro de la ley e
posibilidad teórica. En la Checoslovaquia de 1948, unas manifestaciones en imponiendo sentencias más benignas a quienes de todas maneras la
masa de los obreros de las fábricas dirigidas por los comunistas pre- hubiesen infringido. En los mejores casos el objeto de la sentencia no resi día
tanto en castigar al objetor genuino como en disuadir a los fingidos.
2. En April Cárter, Direct Action and Liberal Democracy, Routledge y Kegan Paul,
El tratamiento últimamente más tolerante de los objetores de con -
Londres, 1973, aparece un análisis excelente de los temas en cuestión. Véase también ciencia en algunos países ha reflejado un reconocimiento en las democra-
Stanley Alderson, «When is Civil Disobedience Justified?», en The Política! Quarterly
abril/jumo de 1974, págs. 206-215.
cias liberales del derecho de conciencia individual. Es decir, el individuo
considerado democrático. En pocas palabras, hay dos principios encarnados
tenía derecho a infringir la ley cuando ésta le planteaba exigencias inacep-
en todo sistema democrático: el gobierno de la mayoría es uno; pero el respeto
tables para él en lo personal. Pero al hacerlo, el objetor tenía que estar dis-
de determinados derechos y libertades individuales y colectivos es el otro, y el
puesto a aceptar cualquier sanción razonable que prescribiese la ley. Al
más fundamental. Cuando chocan estos dos principios, es el segundo el que
estado, por su parte, le correspondía hacer que se cumpliese ésta, pero tenía
hay que defender a toda costa. Por consiguiente, resistirse a la violación de
también la obligación de hacerlo de una manera que tuviese en cuenta la
validez y la contribución social de la desobediencia por motivos de con- los derechos básicos por parte de un gobierno debida- • mente elegido no es
ciencia. negar la democracia, sino defenderla.
Esta doble naturaleza del autogobierno democrático está incorporada de
Se produce un segundo tipo de desobediencia defensiva donde el esta-
hecho en la Declaración de Derechos de los Estados Unidos y en algunas
' do, en vez de hacerle al individuo unas exigencias inaceptables, impone unas
otras constituciones, que establecen límites dentro de los que cualquier
restricciones desmedidas a la libertad de acción individual o colectiva —por
gobierno está obligado a actuar en relación con sus propios ciudadanos. El
ejemplo, introduciendo leyes o disposiciones que limitan los derechos de
movimiento pro derechos civiles en los Estados Unidos en los años cincuenta
reunión tradicionales—. El desafío de esas restricciones constituye un tipo de
y sesenta, apeló a ese hecho y recurrió tanto a la desobediencia civil (contra
desobediencia civil de más alcance que la objeción de conciencia. El objetor
las leyes de los estados discriminadores) y a los tribunales federales en
de conciencia se ve forzado a optar por cuenta propia en el momento en que
defensa de su causa.
el estado le impone su colaboración. Pero aquella persona que decide,
Prácticamente no hace falta analizar aquí el punto central. Hitler llegó al
digamos, participar en una protesta pública en desafío de las restricciones
poder en Alemania en 1933 por vía constitucional. Es muy discutible hasta
impuestas por las autoridades tiene mayor libertad de acción. Esa persona
qué punto su persecución de los judíos coincidía con los deseos de la mayoría
puede ignorar sin más el problema o posponer su desafío del mismo hasta
del pueblo alemán en aquel momento. Pero esto no supone una diferencia
otra ocasión. Pero, con todo y ser más afirmativa, esta forma de resistencia
respecto a la cuestión de principio. Semejante política habría sido no sólo
civil sigue teniendo un carácter esencialmente defensivo.
aborrecible, sino profundamente antidemocrática, por mucha gente que la
Gandhi, como hemos indicado ya, diferenciaba entre desobediencia apoyase, y habría estado justificada en su contra una desobediencia civil del
civil defensiva y ofensiva en su campaña de la India. Durante la campaña de tipo más beligerante y obstructivo. Lo trágico del asunto es que, mientras el
no colaboración de 1920-1922, había planificado que se produjese una putsch de Kapp en el Berlín de 1920 fue derrotado por una huelga general y
desobediencia civil «ofensiva» en su fase final, cuando estuviese él seguro de una no colaboración generalizada, la constitucionalidad del acceso al poder
que la gente implicada en la misma estuviese perfectamente versada en la de Hitler dejó a los socialdemócratas, a los sindicatos y demás oponentes del
práctica de la disciplina de la no violencia. Sin embargo, cuando las nazismo desconcertados respecto a cómo reaccionar.3 (Constituyó, desde
autoridades británicas aprobaron medidas de emergencia que prohibían las luego, otro factor importante la relativa debilidad del movimiento sindicalista
reuniones, las manifestaciones y la distribución de literatura «subversiva», después de varios años de depresión.)
autorizó el desafío a aquellas imposiciones particulares. Advirtamos que, de Hitler representa un ejemplo extremo, pero sirve para dejar muy claro el
no haberlo hecho, se habría expuesto a ver paralizada la organización entera argumento básico. Un ejemplo menos patente es el de los pueblos indígenas
del partido del Congreso. de muchas partes del mundo, desde Brasil y Guatemala, en el «Tercer
La justificación de la resistencia civil defensiva de este segundo tipo en Mundo», hasta los Estados Unidos, Canadá y los países escandinavos, que
una democracia se autoevidencia cuando las mismas leyes o disposiciones vieron ignorados sus derechos y amenazada su cultura con la destrucción. En
suponen una negación de derechos humanos básicos. El respeto a esos las décadas de los setenta y los ochenta, muchos indígenas empezaron a
derechos es incluso más fundamental respecto de la noción misma de la utilizar la desobediencia civil y la acción directa no violenta en
democracia que el gobierno de la mayoría. Ninguna mayoría, por grande
que sea, y ningún gobierno, por fuerte que sea el mandato recibido de su
electorado, tiene derecho a menospreciarlos. Y si lo hace en algún grado, 3. En palabras del historiador D. G. Williamson: «Fue aquella aparente legalidad [la
actúa contra la democracia. Si esas violaciones son suficientemente serias y del nombramiento de Hitler como canciller del Reich] lo que inhibió y confundió a todos
extendidas, el gobierno en cuestión pierde totalmente su derecho a ser los oponentes del régimen nazi, salvo a los más clarividentes». Véase D. G. Williamson,
The Third Reich, serie «Seminar Studies in History», comp. Roger Lockyer, Longman,
Londres, 1988, en especial págs. 8-11.
defensa de sus derechos. Estaban perfectamente justificados para hacerlo, Campaña de Desarme Nuclear (CND), que consideraba que la desobe diencia
incluso de cara a gobiernos debidamente elegidos por la mayoría del elec - civil en esas circunstancias era una cosa equivocada e indebida.
torado. La justificación, en lo relativo a la moralidad e incluso ante la ley, La respuesta se centró en dos puntos. Primero, los desarmamentistas
del empleo de la acción directa no violenta y de la desobediencia civil por plantearon un desafío al talante democrático de la decisión británica de fa -
parte del movimiento de los derechos humanos encabezado en Estados bricar armas nucleares. El gobierno de Attlee la había tomado en secreto en
Unidos por Martin Luther King, no constituye hoy en día ya tema de dis - 1947 durante una reunión de un círculo íntimo de miembros del ga binete, y el
cusión. Fueron aquellos estados del Sur que seguían practicando la discri - parlamento ni siquiera había sido informado hasta pasados unos cuantos años
minación quienes actuaban de hecho contra el espíritu mismo de la demo - —¡no lo fue hasta después de la elección de un gobier no conservador!—.
cracia y quienes violaban de hecho la ley federal y la constitución de los Esto constituía un factor importante, aunque no deci sivo, pues después de
Estados Unidos. Rosa Parks plantó un desafío a la ley del Estado de Ala- todo, el parlamento podría haber recusado aquella política una vez que
bama cuando se negó a retirarse de delante de un autobús en Montgomery en hubiese estado al tanto de ella. El laborismo, ya en la oposición, podía haber
1955. Pero al hacerlo defendía su derecho básico como ser humano, y como asumido la causa antinuclear. De hecho, tomó una resolución en contra de la
ciudadana estadounidense, y llegado el momento, el Tribunal Su premo se bomba en su conferencia de otoño de 1960, sólo para revocarla al año
pronunció a favor de ella. siguiente tras una fuerte campaña efectuada por Gaitskell y otros. Sólo tomó
El debate en torno a la desobediencia civil y la democracia se ha enfo - en serio la causa antinuclear en los años ochenta, al ser el desarme nuclear
cado acaso con su máxima intensidad en los años de la segunda postguerra británico el centro de gravedad de su política de defensa en las elecciones de
mundial en la estrategia y la táctica del movimiento pro desarme nuclear en 1983 y 1987 (que perdió). Por consiguiente, y pese a la manera, realmente
los últimos cincuenta y principios de los sesenta y de nuevo en los ochenta. 4 deplorable, con que se tomó la crucial decisión de fabricar y desplegar armas
Vale la pena darle un repaso a ese debate, dado que se centra en torno a todos nucleares británicas, los desarmamentistas no pudieron pretender que aquella
los temas fundamentales que estamos estudiando. Me fijo aquí en el debate política representase una negación de la democracia en el sentido de ir en
efectuado en Gran Bretaña, aunque hubo debates parale los en todos los contra del deseo expreso de la mayoría de la población. Con el correr de los
países donde se desafió seriamente la política de respaldo a las armas años, la eviden cia ha señalado más bien el sentido opuesto. Los laboristas
nucleares. terminaron por abandonar su postura antinuclear en las elecciones de 1992,
La acusación planteada contra los activistas directos no violentos por precisamente porque, a su juicio, se les había convertido en una remora
sus críticos proclamaba que su actuación era antidemocrática. En Gran electoral.
Bretaña, un gobierno debidamente elegido se había decidido por una polí tica Sin embargo, el meollo mismo de la causa de aquella acción directa se
de defensa que implicaba tanto la fabricación de una bomba propia de Gran situó en el tema de los derechos humanos. Las armas nucleares, según sus
Bretaña como el despliegue en el Reino Unido de armas nucleares británicas detractores, suponían una negativa al más fundamental de los derechos
y estadounidenses. Los oponentes de esta política tenían el dere cho de hacer humanos, el derecho a vivir. Aunque el solo hecho de desplegarlas no se
campaña contra ella y de convencer a sus conciudadanos para que eligiesen podía comparar desde luego, en términos morales o legales, con el auténti co
en el futuro un gobierno que aplicara una política distinta. Pero no tenían exterminio efectuado en los campos de la muerte nazis, su utilización habría
derecho alguno, decían sus críticos, a obstaculizar la reali zación de la política constituido un crimen contra la humanidad exactamente del mis mo orden, y
existente a base de sentadas, ocupaciones, el fomento de las huelgas políticas habría tenido probablemente consecuencias aún más catas tróficas. Y
y otras tácticas obstaculizantes. Era una objeción suscitada no sólo por comoquiera que su fabricación y despliegue implicaban un in tento
personas situadas fuera del movimiento antinuclear, sino también por otras condicional de utilizarlas, eso justificaba, al menos en principio, el recurrir a
que figuraban en él, incluyendo la directiva de la la desobediencia civil y a la acción directa en oposición a ellas.
Además del hecho de que el despliegue nuclear representaba un geno -
cidio más potencial que actual, existía otra diferencia entre aquél y la per -
4. Véase el debate entre Alien Skinner y Michael Randle sobre ese tema en Peace secución de los judíos en la Alemania nazi: los ciudadanos cuya vida se
News, 19 de diciembre de 1958, y la contribución al mismo de Gene Sharp, Peace Neu's, 30 amenazaba vivían fuera de la jurisdicción del estado que desplegaba aque llas
de enero de 1959. Véase también Michael Randle, «Non-Violent Direct Action iñ the 1950s
and 1960s», en Richard Taylor y Nigel Young (comps.), Campaigm for Peace: British Peace armas. En otras palabras, el estado no amenazaba con un exterminio masivo
Movements in the Tuentieth Centuty, Manchester University Press, 1987. a sus propios ciudadanos, sino a los de otro país. Sin embargo, la
matanza en masa de ciudadanos de un país extranjero no es un crimen más que emprender una acción eficaz, había que emprenderla en tiempo de paz,
abominable que la de los conciudadanos de uno. (Podría pasársenos por alto antes de que se hubiese iniciado el holocausto.
en el calor de esta discusión el hecho de que estos últimos habrían sido El argumento en contra esgrimido por los propugnadores de una política
masacrados también casi de seguro de una manera u otra en una guerra entre defensiva basada en las armas nucleares era que éstas estarían destinadas a la
el Este y Occidente por las armas del contrario.) disuasión y no a su empleo. Por un lado, el renunciar incondicio-nalmente a
La legalidad, lo mismo que la moralidad, de las armas nucleares es las armas nucleares lo dejaría a uno vulnerable al ataque o al chantaje, y
también cuestionable vista bajo la ley internacional. Del mismo modo que la podría ser un hecho peligrosamente desestabilizador. Algunos defensores de
ley fundamental de una constitución escrita establece los límites de un esta política sostenían que no sólo la disuasión nuclear era compatible con
comportamiento aceptable dentro del estado, un cuerpo cada vez mayor de los principios de una guerra justa, sino que, siempre que se cumpliesen
leyes internacionales está haciéndolo también respecto al modo en que determinadas condiciones, podría serlo también la iniciación real de una
pueden actuar los estados en relación con otros estados y sus ciudadanos. Los guerra nuclear.6 La respuesta más común, incluso a nivel de los gobiernos,
desarmamentistas nucleares que han sido procesados por sus actos de consistía en rehusar dar la cara al problema moral y estratégico afirmando
desobediencia civil, han reivindicado una y otra vez que actuaban en defensa que el verdadero peso de la discusión nuclear residía en garantizar que las
de una ley internacional que prohibe el genocidio, y que eran los gobiernos armas mismas no se utilizarían jamás.
los que actuaban ilegalmente al fabricar y desplegar armas nucleares. Existe Esto es una evasión. La disuasión misma no funciona en absoluto de no
aquí una analogía con el modo con que el movimiento pro derechos civiles existir una intención clara, incluso una determinación, de utilizar armas
de los Estados Unidos solicitó y obtuvo decisiones del Tribunal Supremo en nucleares en determinadas circunstancias. Ello implica preparativos y el
favor suyo contra las leyes de diferentes estados de la Unión. La diferencia entrenamiento de personal militar, y el diseño y experimentación de una
principal reside en que la potestad de organismos como el Tribunal estructura de mando destinada a garantizar que, si se da la orden de
Internacional de Justicia está estrictamente limitada, al depender de la emplearlas, será obedecida rápida y eficazmente.
disposición de los diferentes países a acatar sus decisiones. Por otra parte, La renuncia de muchos abogados defensores de la estrategia nuclear a
falta aún por pronunciarse una declaración definitiva sobre si las armas aceptar la posibilidad de que la disuasión nuclear pudiese fallar equivalía a
nucleares constituyen o no una violación de la ley contra el genocidio. Sin un reconocimiento implícito de lo irracional de la esencia misma de se-
embargo, está en curso una campaña internacional —el Proyecto del Tribunal mejante estrategia. El fracaso de la disuasión nuclear y de sus consecuencias
Mundial— que trata de conseguir que el Tribunal Internacional de Justicia era casi literalmente inimaginable para muchas de las personas que creían en
declare ilegales las armas nucleares.5 ese enfoque. Y no es que la idea de la fuerza disuasiva como tal fuese nueva
El otro punto, es decir, que el genocidio y la destrucción masiva serían en absoluto. Si vis pacem, para bellum (Si quieres la paz, prepárate para la
sólo una consecuencia potencial del despliegue de las armas nucleares y no algo guerra), se decía ya en los años clásicos de Roma. Sin embargo, si la fuerza de
que estuviese ocurriendo en realidad, es de carácter secundario. Está claro disuasión armada hubiese fallado en la época prenuclear, los medios militares
que existe un sentido mayor de urgencia cuando las masacres están habrían seguido brindando una protección genuina. No habría ocurrido lp
ocurriendo, y es justo que se le dé prioridad a detenerlas. No es sor- mismo en una confrontación entre superpotencias
prendente, por lo mismo, que la Guerra de Vietnam sustituyese a las armas
nucleares como tema de campaña a nivel mundial desde mediados a fines de 6. Michael Quinlan, antiguo funcionario del Ministerio de Defensa a principios de
los sesenta. Sin embargo, cosa que recalcaban los activistas antinucleares, los ochenta presenta la argumentación moral y estratégica de más coherencia intelectual
existe la obligación de prevenir un crimen en el momento en que puede ser a favor de la disuasión nuclear y —bajo determinadas condiciones — la utilización mis
cometido. Tratar de detener el despegue de los bombarderos o de evitar que ma de las armas nucleares desde la perspectiva de un católico que acepta la doctrina de la
guerra justa. Véase su artículo, «Preventing War: Why Deterrence Becomes an Inexo
se disparen los misiles cuando la guerra ha empezado ya, será —en la rable Policy», en The Tablet, 18 de julio de 1981, págs. 688-691, y la correspondencia
mayoría de los casos— un empeño demasiado tardío. Si había subsiguiente en esa revista en los meses de julio y agosto de ese año. Véase también
Walter Stein, «Preventing War», en The Tablet, 22 de agosto de 1981, págs. 808-809-
escrito en contestación al artículo de Quinlan y a su análisis, más detallado, de sus argu
5. El Proyecto del Tribunal Mundial está copatrocinado por la Oficina Internacional de
mentos, en una serie de tres artículos aparecidos en The Tablet el 20 y 27 de octubre y
la Paz, los Médicos internacionales por la Prevención de la Guerra Nuclear, y por la
10 de noviembre de 1984. ;•
Asociación Internacional de la abogacía contra las Armas Nucleares.
armadas de ingenios nucleares; la fuerza disuasiva estaba basada ahora en tar las multas y la cárcel, maneras de comunicar a la opinión pública la
una amenaza cuyo cumplimiento mismo habría sido siempre suicida e seriedad y urgencia de los temas en cuestión. De tener éxito, la acción
irracional. Dar el primer golpe habría condenado a la destrucción a la directa no violenta podría sacar esos temas al primer plano, impactar en la
sociedad del atacante, siendo a la vez una cosa moralmente indefendible. imaginación de la gente, y convencerla acaso a que reconsiderase su posi-
Devolver el «primer golpe» habría constituido simplemente una represalia, ción; podría hacer que algunos tomasen parte en la desobediencia civil, y
sin ningún propósito estratégico o político. otros se adhiriesen a la masa del movimiento. Por lo tanto, aunque existía un
Por consiguiente, se producía un choque irreconciliable de creencias y elemento coercitivo —o al menos obstructivo— en la desobediencia civil, su
valores. Por un lado, los desarmistas, para los cuales los preparativos para la éxito dependería en último término de ganarse a la opinión pública, y no de
guerra nuclear eran comparables a la construcción de los campos de imponerle opiniones ni de hacer físicamente imposible para el gobierno la
exterminio de la Alemania nazi, y no menos incompatibles con los valores continuación de su política mediante el simple peso de los números. Para
democráticos; por el otro, el gobierno y (en la mayoría de los casos) los que esto último llegase a ser siquiera posible, haría falta que los
partidos políticos principales, que comulgaban también de lleno con el dogma inconformistas hubiesen captado a la gran mayoría de la población y que el
de que una renuncia por principios a las armas nucleares constituía una gobierno por su parte estuviese defendiendo su última trinchera para
fórmula suicida. Unas divisiones tan a fondo no se pueden compaginar mantener su autoridad. Básicamente, incluso las manifestaciones de
fácilmente dentro de ningún tipo de sistema político, incluso democrático. desobediencia civil más multitudinarias contra las armas nucleares, y después
Conducen con frecuencia a una confrontación violenta. La resistencia civil no contra la Guerra de Vietnam, se realizaron al nivel del simbolismo y no al de
violenta brinda una posible vía alternativa hacia adelante en tales la coerción.
circunstancias, y es ésta la perspectiva desde la que hay que contemplar las Ello no quiere decir que las cifras careciesen de importancia. Las pro-
campañas del ala de acción directa del movimiento pacifista. Aceptando, testas hechas por un pequeño número de personas podían ser eficaces, como
pues, que existen ocasiones en las que está justificado en principio demostraron algunas de las acciones del Comité de Acción Directa contra la
obstaculizar la realización de una política adoptada por un gobierno elegido Guerra Nuclear en Gran Bretaña en los últimos años cincuenta. Pero las
democráticamente, sigue en pie la cuestión de si tiene ello alguna esperanza manifestaciones multitudinarias plantean un dilema mucho más serio a los
de éxito, y del método idóneo para conseguir este propósito. En lo que atañe a gobiernos y autoridades. Tienen que ponderar muy a fondo qué nivel de
las armas nucleares, por ejemplo, ¿habría que forzar al gobierno, literalmente, fuerza pueden llegar a emplear sin dar una impresión de mano dura ni hacer
a que abandonase su estrategia nuclear? de sus oponentes unos mártires. Si pasan por alto las infracciones de la ley,
Si hubiese gente capaz de creer que se podría forzar a un gobierno elegido su autoridad se deteriora. Si actúan con demasiada dureza, la publicidad
debidamente a cambiar la base entera de su política militar mediante la puede ser igual de perjudicial.
desobediencia civil masiva, esa gente se llevaría un chasco. No existió nunca Ilustra bien este punto la reacción de las autoridades ante las sucesivas
semejante posibilidad y la mayoría de los desarmamentistas nucleares lo manifestaciones del Comité de los Cien en Gran Bretaña en 1961. A pesar de
sabían. Incluso de haber sido posible, cuesta trabajo imaginar cómo habría las prohibiciones y advertencias, no se hizo nada contra las 5.000 personas
podido cuajar una nueva política no nuclear si el gobierno, el parlamento y la que se sentaron delante del Ministerio de Defensa en Whitehall en febrero de
mayoría de la población seguían oponiéndose a la misma. Probablemente, la ese año. En consecuencia, la manifestación fue celebrada como un triunfo del
mayoría de los activistas que tomaron parte en la desobediencia civil y en la Comité, que siguió adelante organizando acciones sucesivas siguiendo las
acción directa no violenta lo hicieron viendo en ellas un medio de expresar y mismas líneas. En abril, la policía detuvo a 1.000 personas que iban de
comunicar su repulsa contra las armas nucleares a un nivel más hondo que el camino por Whitehall hacia una «reunión pública» en la plaza del
constituido por los discursos corrientes en público y la participación en Parlamento. Sin embargo, a los detenidos se les acusó sencillamente de
manifestaciones convencionales. Algunos esperaban que el movimiento podría obstrucción y se les impusieron multas pequeñas o penas de prisión
anunciar una nueva era de democracia más directa, sin imaginar desde luego nominales. En estos dos casos las autoridades se quedaron cortas en su
que el gobierno estuviese a punto de caer. La desobediencia civil fue teatro, reacción, y el Comité y sus partidarios se vieron estimulados, y no cogieron
fue «propaganda mediante hechos». Hubo muchos que vieron en la disciplina miedo. En el mes de septiembre siguiente, enfrentadas a otra manifestación
no violenta, la animosa aceptación de privaciones y tareas duras, la disposición a con sentada en el centro de Londres, las autoridades se pasaron demasiado en
afron- el otro sentido. Fueron detenidos Bertrand Russell y cerca de
la mitad de los miembros del Comité, y encarcelados u obligados a com - co. Por consiguiente, lo crucial en último término es la batalla por la opi-nión
parecer antes de la manifestación, al tiempo que fue invocada la Ley de pública, y no la obstrucción física de un ministerio de defensa o in- A cluso la
Orden Público para prohibir un mitin en Trafalgar Square. Las detencio nes detención de un camión que lleva misiles a una base.
brindaron una publicidad anticipada de primera clase para la manifes tación. En una situación de crisis inmediata en la que, por ejemplo, hay vidas
Y como resultado de la orden de prohibición, miles de personas que de humanas de por medio, una resistencia civil coercitiva estaría justificada y
otra manera hubiesen brillado probablemente por su ausencia, acu dieron en sería también entendida con más facilidad. Durante la Guerra de In -
masa a Trafalgar Square a hacer valer el tradicional derecho de protesta. dependencia de Argelia, los manifestantes bloquearon en Francia las vías del
No es probable que los gobiernos de países donde existe una tradición ferrocarril para impedir que los trenes llevasen reclutas a Marsella para ser
democrática ya muy veterana sean derrocados o tengan que abandonar un embarcados hacia Argelia. Como no detenían a los trenes más allá de unas
principio fundamental de su política exterior o interior como resultado de la cuantas horas, aquello no tuvo una importancia operativa en el cur so de la
resistencia civil, de no ser que ésta disfrute de un apoyo avasallador. En guerra. Pero es posible imaginarse situaciones en las que una obs trucción de
cambio, tratándose de un tema menos neurálgico donde el gobierno y sus esa índole podría frustrar la intención del gobierno; una obstrucción masiva
partidarios dentro del país no están a la altura de las convicciones que pro - en una base aérea, por ejemplo, podría impedir que despegasen aviones
claman, una campaña podría llegar a imponer un cambio sin tener que . encargados de una misión de bombardeo el tiempo su ficiente para hacer que
convencer necesariamente a la mayoría. Podemos imaginarnos, por ejem plo, se abortase esa operación. El criterio utilizado para juzgar si tal acción estaba
que un gobierno abandonara la pena de muerte a causa de protestas en masa justificada tendría que tener en cuenta las cir cunstancias objetivas. Vistas las
y desobediencia civil, incluso aunque él mismo, y la mayoría de la población cosas en retrospectiva, mucha gente en Gran Bretaña, tal vez la mayoría,
del país, siguiera creyendo en ella, si bien con bastante tibieza, no demasiada sentiría que si una acción de este tipo hubiese logrado evitar que los aviones
convicción y, acaso, con un poco de «conciencia sucia». Aun entonces, en una británicos despegasen de Chipre para bombardear Port Said durante la
democracia parlamentaria, semejante política tendría que ser ratificada por Guerra del Canal de Suez en 1956 —lo que habría salvado las vidas de los
el parlamento, por lo cual y en último término, de no ser que los enemigos centenares de civiles mutilados y muertos en aquellas incursiones—, la
de la pena capital lograsen convencer por lo menos a los representantes misma habría estado totalmente justificada y no habría sido antidemocrática
elegidos por el pueblo, ese cambio de política sería efímero. en ningún sentido. Y no se trata aquí de una especulación enteramente
Las formas de obstrucción e intervención no violentas pueden detener fantástica: el conocido predi cador metodista y pacifista, el reverendo Donald
temporalmente la implementación de un aspecto particular de la política del Soper, fue una de las varias personas que invocaron la desobediencia civil
gobierno —ya sea la construcción de una base de misiles, o el envío de tropas para detener la agre sión del gobierno británico. Y aunque la desobediencia
a una guerra en el extranjero—, pero en tanto que el ejército, la política y civil en masa en las bases aéreas no constituía una posibilidad práctica, se
las fuerzas militares permanezcan leales al estado, éste posee en último informó de casos en los que personal de la aviación causó averías menores a
término la fuerza física precisa para echar a un lado a los resisten tes y algunos aviones para impedir que pudiesen despegar.
mantener su política. Pero al hacerlo, ha de tener en cuenta, como hemos El problema de concederle a la desobediencia civil un puesto reco
indicado antes, la reacción pública. Si hace uso de un exceso de fuerza, la nocido dentro del proceso democrático es que, si un grupo puede apro
simpatía y apoyo del público pueden volverse contra él. vecharse de él, puede hacerlo también otro —grupos racistas o ultrade-
También para los manifestantes es crucial el ganarse y mantener la rechistas, por ejemplo—, que no tienen compromiso alguno con la de
simpatía y comprensión pública —cuando no su apoyo activo—. Si se mocracia en cuanto a que implica un respeto de los derechos humanos
presentan como elementos fanáticos y no razonables, las perderán y con fundamentales, o del gobierno de la mayoría. Pueden existir también mu
ellas la protección que ofrecen contra las medidas duras de las autoridades. chos casos intermedios en lo que es sumamente difícil dirimir los mé
Pero en cambio, si observan una disciplina no violenta, si presentan su ritos respectivos de reivindicaciones conflictivas. ¿Si admitimos la posibi
causa con razonamientos y buen humor, y si el simbolismo de su acción es lidad de que todos esos grupos lleven adelante sus reivindicaciones me
vivo e ingenioso, pueden ganarse al público de una manera que no es posi ble diante la acción directa no violenta y la desobediencia civil, no equivale
con los tipos más convencionales de reunión y manifestación en públi- ello a dar vía libre al caos administrativo y a hacer la democracia imprac
ticable? :- . - : • ' .
Sí, existe ese peligro. Pero no hay conjuntos de reglas y procedimien tos
del autogobierno democrático que estén exentos de riesgos. Sin embar go, no das representan siempre sólo una pequeña proporción de la gente que apo ya la
estamos hablando aquí de legalizar la desobediencia civil —existe una causa en cuestión en el país. De acuerdo con esto, en el momento en el que
contradTccióñ en estos términos—, sino de fomentar una cultura erTla que las manifestaciones de resistencia civil alcanzasen un volumen ca paz de
tenga un lugar reconocido, al tiempo que su validez en cualquier caso dado sea amenazar el funcionamiento mismo del gobierno, la causa en cues tión
un asunto sometido al debate y juicio público. Una garantía con tra esa disfrutaría inevitablemente de un apoyo masivo en el país. Hay algo de
desobediencia civil que conduciría a una especie de golpe no mili tar es verdad en esta argumentación, pero quiere ir demasiado lejos. Una causa
precisamente el que los grupos implicados en la desobediencia civil tienen que podría tener el apoyo entusiasta de un gran sector de la población, y estar sus
enfrentarse a los castigos prescritos por la ley. Otra reside en que la eficacia de activistas en condiciones de ocasionar unos trastornos muy gran des, y a la
la desobediencia civil y de cualquier forma de resistencia civil depende vez estar aún muy lejos de gozar del apoyo de la mayoría.
neurálgicamente de la reacción pública. Cuando la causa dada es inhumana o En los años de las décadas de los sesenta y los setenta se hizo oír a me -
irracional, es menos probable que atraiga ese tipo de simpatía y nudo una argumentación similar a favor de la guerra de guerrillas revolu -
reconocimiento por parte del público que confieren a la deso bediencia civil su cionaria. Sólo podría tener éxito, alegaba esa argumentación, donde goza se
influencia social y política. de la simpatía y el apoyo activo de la población civil. En frase de Mao, ésta
Sin embargo, hay situaciones donde podría darse el otro caso. Existe constituía el lago en el que los guerrilleros nadaban como peces. Pero se dijo
claramente un apoyo considerable al racismo en gran parte de Europa en estos esto en los días que precedieron al triunfo de los Khmer rojos en Cambodia,
momentos, y no es difícil imaginar una situación en la que, por ejemplo, unas y al terror y la matanza producidos por las guerrillas del Re- namo en
demandas de repatriación forzosa de personas de un origen nacional o racial Mozambique y de Sendero Luminoso en Perú.
diferente —demandas apoyadas por manifestaciones multitudinarias y Los problemas que podría suscitar el recurso frecuente y socorrido a la
desobediencia civil— podrían tener el respaldo de una gran parte de la población. desobediencia civil deben hacer que las personas comprometidas con el
Sin embargo, el peligro principal en este caso no surgiría de la resistencia civil, autogobierno democrático recurran a ella con gran cuidado y discernimien to. Y
sino de ataques violentos contra comu nidades «de inmigrantes», como revelan esto último debe constituir una prudente divisa si quiere uno conser var las
trágicamente algunas experien cias de mucha actualidad en Europa —y por simpatías de la gente. La gente tiende a reaccionar de una manera si tiene la
supuesto, de un eventual triunfo electoral de un partido político dispuesto a poner sensación de que los activistas son personas que, por una convic ción
en realidad ese tipo de política—. En tanto que nuestra cultura tolere la profunda, están dispuestas a infringir abiertamente determinadas le yes, y a
resistencia civil no violenta como método de último recurso al tiempo que sufrir las consecuencias de hacerlo, y a reaccionar de una manera muy
descarte firme mente la violencia organizada, habrá una garantía sólida contra las distinta cuando cree que se trata de gente presta a convertirse en un azote
amenazas de grupos extremistas sin brindarles a éstos una oportunidad para so - público cada vez que se le presenta una ocasión. (Otro problema es el que una
cavar el gobierno democrático. Las manifestaciones de solidaridad con las persona hostil hará imposibles por presentar la segunda imagen incluso
minorías étnicas o nacionales, y otras formas de acción no violenta como la cuando no venga a cuento.)
formación de barricadas humanas alrededor de casas, fincas y similares sometidas La transparencia en la organización y puesta en marcha de las mani -
a amenaza, pueden desempeñar también un papel positivo para socavar el apoyo festaciones puede ayudar también mucho a producir confianza pública en la
político al racismo, quitar hierro a las tensiones, e impe dir los estallidos de integridad del movimiento que protesta y reducir al mínimo el peligro de
violencia. Una evolución muy halagüeña en la Ale mania del momento de escribir violencia. Algunos autores que han escrito sobre la resistencia civil in sisten
esto es el que millones de personas han participado en las manifestaciones que en que esa transparencia sea total, eliminando virtualmente cual quier tipo de
denuncian el racismo y la violencia racista. Sin embargo, todo esto no será actividad clandestina. En el primer período de actividad del movimiento
suficiente mientras no se aborden seriamente las causas sociales y económicas del pacifista tras la Segunda Guerra Mundial, que se inició a fines de la década
malestar. de los cincuenta, las organizaciones participantes —al menos en Gran
Bretaña— se atuvieron escrupulosamente a este principio. En consecuencia,
Oímos afirmar a menudo que la resistencia civil se autorregula como
el Comité de Acción Directa contra la Guerra Nuclear y el Comité de los
artilugio democrático en el sentido en que las personas que están dispues tas a
Cien informaron regularmente a la policía de sus inten ciones, enviándole
lanzarse a las calles y a correr el peligro de ser detenidas y encarcela-
ejemplares de artículos aparecidos en la prensa e infor mándola de sus planes.
Con todo, ni siquiera ellos publicaban todos sus
análisis y reuniones de planificación, aunque desde luego cualquier orga - símil en cualquier democracia industrial establecer que un sindicato ! pueda
nización necesita cierto grado de cautela para discutir sus asuntos sin inhi - imponer de hecho condiciones políticas a un gobierno bajo la ame- ; naza de
biciones. Por otra parte, una transparencia total extendida a cada detalle I de acudir a la huelga. Incluso la de los trabajadores del Ulster debió / su éxito
una acción podría ser muy limitadora e impediría incluso del todo i tanto al apoyo de que gozó entre la población protestante/unionista de Irlanda
determinados tipos de acción. Por ejemplo, las redes de organización esta - del Norte, y a la incertidumbre y falta de decisión del gobierno de Londres
blecidas por las iglesias estadounidenses en los años ochenta para apoyar y como al impacto de la huelga misma. Es difícil imaginar que semejante
acoger a refugiados procedentes de las dictaduras de Centroamérica no operación se repitiese en Gran Bretaña. Es cierto que la huelga de los mineros
habrían sido posibles sin un secreto total respecto a sus operaciones reales. En de 1974 fue la perdición del gobierno de Heath. Pero Heath no se vio obligado
las décadas de los setenta y los ochenta, los activistas pacifistas occi dentales a ir al encuentro de la gente minera; lo hizo para reforzar sus tantos al tratar
(entre otros) ayudaron a las organizaciones de emigrados a intro ducir de con los mineros y se halló en cambio con que no tenía el apoyo necesario
contrabando material impreso y otro equipo a las agrupaciones pacifistas y entre la población para hacerlo. Pero donde fue derrotado al fin fue en las
pro derechos humanos de Europa del Este: también esto, por supuesto, exigió urnas, y no por virtud de ningún tipo de golpe de estado no violento.
mucha discreción. Y ésta es una cosa crucial, naturalmen te, para desempeñar Hay ocasiones en las que están plenamente justificadas las huelgas
con éxito toda una gama de actividades cuando hay dictaduras. Sobra decir políticas, igual que otras formas de resistencia civil, incluso contra la política
que el rescate del noventa y cinco por ciento de los judíos de Dinamarca en de gobiernos legalmente elegidos. Desde luego habrían estado justificadas —
1943 tuvo que constituir forzosamente una ope ración clandestina. de haberlas habido— contra las medidas antijudías cada vez más represivas
Aunque la discusión sobre la resistencia civil coercitiva en un contexto empleadas por los nazis tras su triunfo electoral en Alemania en 1933. En
democrático se ha centrado sobre todo en las manifestaciones públicas, es de 1920, los estibadores de Gran Bretaña se negaron a cargar en el Jolly George
hecho una no colaboración muy amplia lo que se presta más a imposibi litar la las armas destinadas a ir a Polonia durante la guerra de intervención contra la
realización de una política indeseable. Tal es la lección que se saca de la Rusia Soviética; aquello estuvo también justificado y fue a la vez muy eficaz.
campaña contra el impuesto de capitación en Gran Bretaña en 1990- 1991. Si Aunque es posible imaginar cómo las huelgas y manifestaciones de-
un número suficiente de personas decidiesen declararse objetores de rriban un gobierno débil en una democracia recién instaurada, ello es mucho
conciencia, o se negasen a colaborar con las leyes del reclutamiento, sería menos probable en las democracias industrializadas más estables de
imposible poner éstas en práctica. Sin embargo, la objeción de conciencia o la Occidente. En éstas, lo que ocurre es que el poder de los sindicatos se ha
negativa a colaborar por motivos de principio es probablemente la forma debilitado en todas partes debido al elevado desempleo, a la introducción de
menos contenciosa de resistencia civil, la de justificación más aceptable en los tecnologías nuevas, y a unas leyes que restringen el poder de los sindicatos y
sistemas democráticos. La garantía máxima de la calidad democrática de su limitan el derecho de huelga. Desde luego, el problema de nuestros días no
proceso reside en que la no colaboración no empieza a ser coercitiva mientras estriba que el poder de los sindicatos llegue a suponer una amenaza al
no la emprenden gran número de personas —aunque, por descon tado, proceso democrático mediante huelgas de motivación política, sino en si los
tampoco es preciso entonces que sean la mayoría de la gente. mismos tienen el suficiente poder para proteger los legítimos intereses de sus
Las huelgas políticas 'representan otra forma, más discutible, de no miembros.
colaboración. La sociedad industrial moderna es muy vulnerable a los cie rres Los gobiernos, incluyendo a los legítimamente elegidos que disfrutan de
de unas pocas industrias clave; las compañías eléctricas constituyen , un un fuerte apoyo público, no gozan en la práctica de una libertad de acción
ejemplo notorio. Fue el respaldo de los electricistas lo que probable mente completa. Los tienen maniatados intereses creados de varios tipos existentes
inclinó la balanza en la huelga de los trabajadores del Ulster en Irlanda del en el país y, con demasiada frecuencia, del extranjero. El poder de que
Norte en 1974. Las huelgas políticas son capaces ocasional mente de disponen las organizaciones laborales se evidenciará a menudo como un
paralizar una sociedad sin implicar más de una minoría de la ifuerza contrapeso bastante escaso del sutil y omnipresente poder ejercido por los
laboral, con tal que se trate de una industria de situación muy es tratégica. intereses industriales y financieros. En realidad, el obstáculo real para el
Aun así, no hay que exagerar el asunto. Las huelgas prolongadas im - pleno funcionamiento del proceso democrático no está en un exceso de
ponen privaciones extraordinarias a los afectados, y es sumamente invero- poder en manos de las organizaciones laborales sino en las desi-
gualdades de riqueza y poder producidas por el pernicioso sistema del facilidad con que incluso organizaciones pacifistas de primera línea fueron
mercado libre —y son esas desigualdades más que nada las que convierten a capaces de organizar una desobediencia civil a gran escala cuando experi -
las organizaciones sindicales en una necesidad irrenunciable—. Esto no mentaron un resurgimiento en los años ochenta.
equivale a negar la existencia de los problemas que podrían causar las Se suele asociar a menudo muy de cerca la resistencia civil con un mar de
huelgas de motivación política; como hemos señalado ya, se ha hecho uso de fondo de apoyo a una democracia más directa y participativa, y tiende a
ellas a veces junto con maniobras políticas y militares para derribar desarrollar instituciones embrionarias que dan expresión a esta tenden cia.
gobiernos democráticos. Se trata sencillamente de ponerlas en su con texto. Pensemos sólo en los foros cívicos de Europa del Este en 1989, los de bates
i En tanto que siga siendo no violenta, la resistencia civil no puede ser abiertos y la toma de decisiones participativa en las revueltas estu diantiles
juna amenaza directa del sistema democrático. Puede hacer que algunas por toda Europa, Norteamérica y otras partes en 1968, la íntima asociación
políticas —como la del impuesto de capitación— sean difíciles si no im - con las «comunidades de base» de Latinoamérica y con el pro grama
posibles de llevar a cabo, y socavar la autoridad y credibilidad de un go - constructivo de Gandhi en la India. Retrocediendo aún más, hasta los
bierno, como cuando el de De Gaulle vio minados sus cimientos por la primeros años del siglo, la abortada revolución de 1905 que recorrió el
revuelta de los estudiantes y trabajadores de 1908, y cuando le ocurrió lo imperio ruso, dio a luz al soviet local como unidad de autogobierno. El
mismo al de Heath por efecto de la de los mineros de 1974. Puede poner hecho de que los soviets se viesen avasallados por los bolcheviques tras la
obstáculos al gobierno, pero no puede imponer otro gobierno al país en Revolución de Octubre (sería más exacto llamarla golpe de estado) no debe
contra de los deseos de la mayoría. Esto exigiría el empleo represivo de las ocultarnos el potencial auténticamente innovador y revolucionario de los
fuerzas militares y de seguridad del estado, lo que constituye la antítesis primeros. Según ha indicado Hannah Arendt, los soviets de 1905 representan
misma de la ética no violenta. El peligro que no deben ignorar nunca los que una de las contribuciones principales hechas al ideal del auto gobierno en el
organizan la resistencia civil es que ésta produce un grado bastante , grande siglo XX.
de perturbación, y podría proporcionar una oportunidad de que 1 poderes La resistencia civil de un lado y la constitución de comunidades del otro
sin escrúpulos se hiciesen con el poder para derrocar una demo- '^cracia. entrañan la promesa de crear instituciones nuevas de autogobierno e insuflar
Podría ocurrir esto en algunas de las democracias, creadas reciente mente y vida nueva en las que existen ya. Es más, si no se cumple esta pro mesa, existe
bastante frágiles, de África, Asia y Latinoamérica, y de parte de la Europa del un peligro de que el impulso democrático se vea frustrado ante las tremendas
Este, así como en los países que han surgido de lo que fue la Unión Soviética. desigualdades de riqueza y poder producidas por el sis tema económico
Del lado positivo, la resistencia civil puede proteger y dar cuerpo a la predominante, y sofocado por la fuerza alienante e inca- pacitadora del
democracia. Puede protegerla no sólo contra los golpes militares, sino estado burocrático moderno.
también contra otros procesos más sutiles del autoritarismo subrepticio, o
contra maniobras descaradas de un gobierno legalmente elegido que quie re
hacerse con el poder absoluto. Puede reforzar la democracia mediante la
capacitación de la gente del pueblo. La erupción de la desobediencia civil en
los Estados Unidos, Gran Bretaña, Europa Occidental y otros países a
mediados y fines de los cincuenta, asociada inicialmente a movimientos
pacifistas y pro derechos civiles, condujo a su utilización muy extendida en
toda la sociedad en los años sesenta por toda clase de agrupaciones y
comunidades, según hemos visto en un capítulo anterior. Lejos de que la
democracia corra peligro por ese tipo de actividad, todas las pruebas can tan
en el sentido de que la fortalecen y enriquecen. Y no cabe duda de que en la
cultura de las sociedades occidentales ha surgido algo que se acerca a un
consenso en lo relativo al puesto que le corresponde a la desobediencia civil
en el proceso democrático. La prueba más clara de ello es la relativa
Capítulo 8

LA RESISTENCIA CIVIL EN LOS AÑOS NOVENTA

¿Con qué contribución de la resistencia civil y/o de la defensa civil cabe


contar, primero para la seguridad interna e internacional y en segun do lugar
para las luchas sociales y políticas de los años noventa? Sus citando esta
doble pregunta a comienzos de 1993 es fácil sentirse uno abrumado por la
multitud de los problemas y peligros nuevos, particular mente en la guerra de
lo que fue Yugoslavia, los conflictos étnicos y nacio nalistas de algunos de los
estados surgidos de la Unión soviética, y el re surgimiento de los grupos
racistas e incluso fascistas en Alemania, Francia y otras muchas partes de
Europa. Pero está muy bien que recordemos tam bién los logros positivos de
los tres o cuatro años que precedieron a esa fecha y la neurálgica
contribución de la resistencia civil.
El derrocamiento del gobierno comunista autoritario y de la hegemo nía
soviética en los países de Europa del Este que pertenecieran al Pacto de
Varsovia, virtualmente sin derramamiento de sangre (excepto en Ruma nia)
constituyó un logro impresionante. A mediados de los ochenta seme jante
resultado parecía casi inimaginable. Los pocos que afirmaron que la Europa
del Este se sacudiría el dominio soviético en el curso de una dé cada o algo
así previeron que tal liberación iría precedida de una cruenta confrontación
con la Unión Soviética. Todavía a comienzos de 1989, cuan do las reformas de
Gorbachov en la Unión Soviética habían señalado una apertura en aquella
situación, una transformación radical de Europa del Este seguía
pareciéndonos un sueño lejano. Y no ha sido menos notable la
democratización de la Unión Soviética y su disolución posterior como es tado
único. Si esto último se ha traducido en gran inestabilidad y derrar
mamiento de sangre en algunas zonas, hemos de recordar que tal proceso se
reproduce con trágica frecuencia cuando se colapsan imperios estableci dos, y
que, al menos hasta la fecha, no ha alcanzado las proporciones, diga mos, del
fratricida baño de sangre que se produjo en la India y Pakistán a raíz de la
retirada de Gran Bretaña del subcontinente. Lo más extraordi nario de todo
es que la desmembración de la Unión Soviética se produjo sin guerras
colonialistas de envergadura entre la centralista Moscú y las repúblicas de la
Federación.
La retirada de Rusia de ese imperio fue más suave y pacífica que mu -
chas de las efectuadas por las potencias europeas en África y Asia en los
años de la última posguerra. Distaba mucho de parecer claro en los últi mos civil en Birmania, donde los militares se han negado a aceptar el resultado de
años ochenta y comienzos de los noventa que iba a ser así. Según han señalado unas elecciones democráticas. Continúa también la resistencia cultural de
muchos comentaristas, había unos vínculos políticos mucho más íntimos y un Tibet contra el dominio chino (chinificación). Y en China misma que dan las
sentido más fuerte de nacionalidad común entre Rusia y Ucrania o Rusia y cosas pendientes tras la sangrienta supresión del movimiento democrático de
Bielorrusia, que los que hubiese habido nunca entre Gran Bretaña y la India o 1989.
entre Francia y Argelia, debido en parte a que los territorios que constituían la Ante este panorama general, ¿cómo corresponde valorar la probable
Unión Soviética eran contiguos. Por lo mismo parecía probable que cualquier contribución de la resistencia civil y la defensa civil organizada en los años
secesión constituiría un aconte cimiento sumamente doloroso y probablemente finales de este siglo?
sangriento. Desde luego las intervenciones militares y represiones practicadas
por Moscú contra los nacionalistas de Bakú (Azerbaiyán) en diciembre de
1988, en Tbilisi (Georgia) en 1989 y en Lituania y Letonia en enero de 1991 LA DEFENSA MEDIANTE RESISTENCIA CIVIL
auguraban cualquier otra cosa excepto una transición pacífica, aun estando En el sentido estricto de que los gobiernos adopten la defensa me diante la
Gorba- chov al mando de las cosas en Moscú. Al fin se produjo la resistencia civil como un elemento primordial de su política de seguridad
desmembración, y lo hizo en las circunstancias más extraordinarias. El intento contra la amenaza de invasión extranjera y ocupación, las perspectivas son
de golpe de los comunistas de línea dura con el respaldo de los jefes más limitadas, al menos en lo que concierne a Europa (incluyendo a Rusia y a
antiguos del partido y del ejército y de la KGB estaba sincronizado para Norteamérica). Podrían constituir aquí la excepción los Estados Bálticos, cuya
impedir la firma de un nuevo Tratado de la Unión, pero fue derrotado por experiencia en lo tocante a obtención y protección de su independencia
manifesta ciones, huelgas y otras formas de desafío público y resistencia civil. De mediante la acción no violenta les otorga un interés muy particular en esa
haber tenido éxito aquel golpe, es probabilísimo que se hubiese producido no política. Y tal vez, si la consideran de una manera seria, y llega a cuajar la
sólo un retorno a la guerra fría, sino también el comienzo de una gue rra muy propuesta Organización Báltica del Tratado de Defensa con Base Civil, podría
caliente a lo largo y ancho de la URSS, un reflejo de lo que ha sidd la de la tener dentro de Europa el efecto de una bola de nieve cuesta abajo. Las
antigua Yugoslavia, pero a una escala descomunal y con todo el peligro repúblicas Checa y Eslovaca podrían ser unos can didatos idóneos dado que la
imaginable de que se utilizasen armas nucleares en alguna fase. Los resistencia civil desempeñó un papel tan neu rálgico en el derrocamiento del
acontecimientos de Europa del Este y la Unión Soviética habían corrido antiguo régimen; sin embargo, hubo poco interés oficial o ninguno antes de la
parejos con la ralentización y el cese final de la guerra fría, circuns tancia ésta desintegración del estado federal. Suecia sostiene oficialmente desde 1986 la
que ha presentado tanto peligros como oportunidades. Ha abierto la defensa «no militar» como una estrategia complementaria que se haría
perspectiva de un desarme radical, nuclear y convencional, pro ceso iniciado ya efectiva, en caso de guerra, en aquellas zonas del país de donde hubieran
aunque a un nivel modesto. Suprime la «justificación es tratégica» tanto del tenido que retirarse los milita res. Constituye, en consecuencia, parte de la
Este como de Occidente de sostener dictaduras co rruptísimas en el Tercer estrategia «de defensa total», aunque desempeñe un papel francamente menor.
Mundo. Brinda a las Naciones Unidas una nueva oportunidad de convertirse en Por otra parte, como hemos indicado, la definición de la «defensa no militar»
una fuerza eficaz en los asuntos internacio nales. Del lado negativo, el colapso no sólo abarca la resistencia civil, sino también una «resistencia armada
de la Unión Soviética supone que los Estados Unidos se han convertido en la irregular mediante grupos civiles organizados». Otros países europeos
única superpotencia militar del mundo, con la insoslayable tentación que ello pequeños, como Ho landa, Dinamarca y Finlandia, que han mostrado interés
entraña de perseguir sólo sus intereses a expensas de otros países y del por esa idea en el pasado, podrían reconsiderarla si cambiasen las
conjunto de la comunidad internacional. circunstancias. Algunos países bastante pequeños de otras partes del mundo
En otras partes del mundo, como hemos indicado en distintos mo - con una capacidad de defensa militar propia sumamente limitada —como
mentos, la resistencia civil ha contribuido durante los años ochenta y co - Costa Rica— po drían considerar también esta opción. A largo plazo, la
mienzos de los noventa al derrocamiento de dictaduras, y al proceso de de - exigencia de una desmilitarización si queremos eliminar permanentemente la
mocratización, de Chile a las Filipinas, y de Tailandia a Sudáfrica. En el amenaza de una guerra nuclear, podría llevar a su adopción a mayor escala.
momento de escribir esto se está produciendo una campaña de resistencia Sin embargo, las razones de que tengamos unas expectativas más bien
modestas respecto a los años que quedan de esta década, se deben a que las
circunstancias están cambiando al parecer y apuntan más bien a una re - de policía. Ello se efectúa normalmente a base del despliegue de tropas de
ducción que a un aumento del interés por el concepto de la defensa civil las Naciones Unidas que —dotadas sólo de armas ligeras para la propia
organizada contra la ocupación. En primer lugar, para los países de la defensa— confían sobre todo su protección en la autoridad que les confiere el
Europa Nórdica y la Occidental, la invasión y la ocupación se presentan mandato de la ONU. Se abre un campo de acción aquí para esos pacificadores
como una contingencia incluso más remota hoy en día que en las fases no armados surgidos de un personal comprometido con la promoción de la
finales de la guerra fría. Es casi impensable que entablen hostilidades entre acción no violenta internacional, como aquel grupo que actuó al lado de las
sí, y el peligro de un ataque desde el exterior ha disminuido casi hasta fuerzas de la ONU en Chipre en 1972-1974, o los equipos Shanti Sena que
«evaporarse» —al menos en la opinión de la gente— desde el falle cimiento intervinieron para poner coto a los tumultos en Ahmedabad y otras ciudades
de la Unión Soviética. Asimismo se ha alejado la amenaza de una guerra de la India en los años setenta.1
nuclear. Estos dos hechos dificultan de veras a corto o medio plazo suscitar Se pueden imponer sanciones económicas y políticas a los transgreso-res
ese grado de interés por la defensa civil que haría falta para consi derarla para tratar de hacer que entren por el aro, lo cual constituye una forma de no
seriamente como política estatal. Lo mismo podría decirse, en mayor o colaboración y de presión no militar a nivel internacional. En un capítulo
menor grado, de una serie de otros países —los Estados Unidos, Canadá, anterior hemos analizado sus limitaciones. Incluso cuando se plantean con
Japón, Nueva Zelanda, Australia. rigor (lo que normalmente implica algún despliegue militar), tienden a ser de
En segundo lugar, la tendencia reinante en los años noventa apunta efecto lento. Por este motivo, no suelen ser capaces de detener en el acto un
hacia el respaldo de una seguridad militar colectiva tanto a nivel regional conflicto ya empezado. (Pueden lograrlo si se da una constelación
como de las Naciones Unidas. En Europa, es probable que se fortalezca esa excepcional de circunstancias. La historia contempló cómo las medidas
tendencia si continúa el proceso de la integración europea, incluyendo la de fiscales estadounidenses contra Gran Bretaña, sumadas a la condena de la
los dispositivos de seguridad. Da también la impresión de que los países de ONU y una movilización para el despliegue de fuerzas pacificadoras, detuvo
la Europa del Este y los Estados Bálticos se incorporarán a ese proceso a en sólo unos días el ataque anglo-franco-israelí contra
través de una asociación con la Unión Europea, o de la Con ferencia de Egipto en 1956.)
Seguridad y Cooperación en Europa (CSCE), de la que son ya miembros, La sanción definitiva de que disponen los países extranjeros y la co-
asumiendo un papel militar. munidad internacional en su conjunto es la intervención militar, del tipo de la
En tercer lugar, en aquellas partes de Europa (y en los estados escindi dos emprendida contra Iraq en enero de 1991 y la que reclaman contra Serbia
de la Unión Soviética situados fuera de Europa) donde existe la ame naza o algunos círculos en el momento de escribir esto. Aunque tienen un alcance
presencia de un conflicto con los estados vecinos, presenta ésta un carácter considerable las iniciativas no violentas, tanto nacionales como
que no se presta fácilmente a la disuasión o a mantenerla a raya mediante la internacionales, como medio de aliviar tensiones y de prevenir el derrama-
defensa civil organizada —se trata de conflictos étnicos uni dos a la rivalidad miento de sangre, no disponemos hoy en día de ninguna alternativa no
de reclamaciones territoriales—. Han surgido los mis mos ahora violenta infalible, al menos a nivel gubernamental e intergubernamental, una
principalmente en el contexto del desmembramiento de anti guos estados vez que han estallado unas hostilidades serias. Al nivel de la sociedad civil
multiétnicos y multinacionales, como la Unión Soviética y Yugoslavia —a ha habido esfuerzos sin precedentes en forma de equipos que marchan a las
pesar de que la lucha entre Armenia y Azerbaiyán se inició unos años antes zonas de guerra o de conflicto, en algunos casos con la intención de
de la disolución final de la Unión Soviética. interponerse como una especie de barrera humana a fin de ejercer presión
Probablemente va a resultar difícil convencer a países amenazados por sobre una o ambas partes. En un capítulo anterior se mencionó el ejemplo de
conflictos de este tipo que adopten la defensa civil —y es demasiado tarde la intervención de la Internacional de las Brigadas de la Paz y los pacifistas
para lograrlo en los que se hallan en pleno enfrentamiento—. Es probable cristianos estadounidenses a principios de los ochenta en la frontera entre
que otros estados, y las organizaciones regionales e internacionales, de - Nicaragua y Honduras; ese carácter tuvo también la expedi-
seando prevenir o detener esos conflictos, contemplen la intervención mi litar
como una amenaza última o remedio de aplicación necesaria. Esto implica
que haya el personal y equipo militar idóneos para llevar a cabo la
intervención. Sin duda seguirán desempeñando un papel las medidas paci - 1. Véase Narayan Desai, «Intervención in Riots in India», en A. Paul Haré y Her- bert
H. Blumberg, Liberation without Violence, op. cit., págs. 74-91, y A. Paul Haré y Ellen
ficadoras, tanto para prevenir conflictos como para implantar dispositivos Wilkinson, «Cyprus-conflict and its Resolución» en el mismo volumen, págs. 239-247.
ción formada por un equipo de setenta y tres pacifistas británicos que do incluso empeorar— si algún otro país llegara a convertirse en la única
marcharon a Cambodia en 1968 para tratar de poner en vergüenza a los superpotencia del planeta.) La ONU no será capaz de intervenir en todos los
Estados Unidos para que detuviesen su infame bombardeo de aquella zona. enfrentamientos donde, en un sentido moral, existan grandes motivos para
También han tratado de intervenir grupos pacifistas siguiendo esa misma hacerlo, y ello exigiría de las Naciones Unidas un autodominio cuasi-
ejecutoria en la Guerra del Golfo y en la de Bosnia Herzegovina. Podemos sobrenatural para no dar prioridad a aquellos casos donde se considerasen
contemplar también en algún sentido bajo esta misma luz la visita del implicados sus propios intereses vitales. Su renuncia a intervenir en Bosnia
presidente Mitterrand a Sarajevo en el otoño de 1992 —y se han hecho Herzegovina para rescatar a una población musulmana sometida al ataque de
propuestas en varías ocasiones para que emprendan intervenciones de este los «cristianos» serbios y croatas está sufriendo ya una comparación nada
tipo personalidades políticas, religiosas y artísticas de gran notoriedad—. favorable con su prontitud a intervenir contra Iraq, su decisión de continuar
Tales acciones pueden ser muy eficaces, y podrían tener aún mayor alcance en la guerra de 1991 con ulteriores incursiones de bombardeo y con misiles en
el contexto de un país o una comunidad que, sometidos a ataque, optasen por enero de 1993, y su falta de coherencia respecto a sus propias resoluciones
formas de resistencia no violenta. Pero, aunque la intervención y las acciones relacionadas con Israel.
pacificadoras no armadas podrían llegar a desempeñar un papel de más peso en Otro aspecto negativo unido al cambio de timón en ese sentido es la
un futuro más o menos próximo, es evidente que hoy en día no constituyen exigencia de que los Estados Unidos, y otras potencias que deseen desem-
todavía una opción al alcance de los diferentes estados o de la comunidad peñar un papel protagonista en las intervenciones, tengan que desplegar
internacional.2 efectivos de carácter muy ofensivo. Necesitan tener la capacidad de enviar
Sin embargo, es muy cuestionable el acierto existente en un cambio de rápidamente a gran distancia fuerzas dirigidas contra oponentes capaces de
timón hacia una intervención militar más directa por las Naciones Unidas u estar dotados de armamento defensivo sofisticado. O sea que harían falta
otros organismos así como la inclinación a adoptar un papel de beligerancia tanques, aviones de bombardeo, misiles tierra-tierra y, en general, efectivos
más dura en los enfrentamientos y crisis que surgen por todo el mundo. Podría de gran movilidad en vez de (principalmente) aviones de caza, misiles
ocurrir que, a pesar de sus limitaciones, una combinación adecuada de superficie-aire y armas antitanque en despliegue defensivo. Ello invierte la
diplomacia, mediación pacífica y sanciones —aunada donde sea posible a transición, o la proposición de ésta, hacia una postura de defensa no ofensiva,
intervenciones inteligentes no violentas— nos lleve más hacia una paz que se discutiera tan en serio en muchos países en los años ochenta como
perdurable que ese golpe de timón de los organismos internacionales hacia la medio de crear confianza y reducir así la probabilidad de una guerra
aplicación sancionadora de intervenciones militares de importancia. Un serio agresiva. Y esos peligros se multiplican cuando los países que desempeñan
problema que implica el intervencionismo militar activo de la ONU es la gran un papel principal en las intervenciones de la ONU, como son los Estados
probabilidad de que haga falta entonces lar participación de los Estados Unidos Unidos y Gran Bretaña, están en mutua competencia para suministrar armas
en contra de potencias relativamente menores si el oponente ha adquirido armas ofensivas a países superproductores de petróleo del Próximo Oriente
modernas y conseguido una posición defensiva sólida. Ello podría llevar a que incluyendo a Arabia Saudita y Omán.
las Naciones Unidas mismas den la impresión de ser —o lleguen a convertirse La intervención de la ONU podría llevar a que los ejércitos implicados
de hecho en— un instrumento de la política estadounidense, e incluso a que se quedasen atrapados en una guerra muy prolongada —como fue el caso de los
produzca una nueva división dentro de la ONU, siguiendo acaso una Estados Unidos en Vietnam y de la Unión Soviética en Afganistán—. Esa
alineación Norte-Sur. (Por descontado que la situación no sería diferente — pesadilla explota en parte la renuncia de Estados Unidos, Gran Bretaña y
pudien- otros países a intervenir de un modo más activo contra Serbia. Pero existe
una pesadilla aún más espeluznante que podría desde luego haber
2. Véase, sin embargo, también Hans Sinn, «Next: UN Reform?», en Peace Maga- zine materializado en Iraq si Saddam Hussein hubiese podido salirse con la suya
(Canadá), enero/febrero de 1993, págs. 18-22, donde este autor analiza las posibili dades de unos cuantos años más: enfrentándose al oponente con armas nucleares. Más
un mantenimiento de la paz por la ONU sin empleo de armas. Sinn fue miem bro fundador
tarde o más temprano, si los Estados Unidos/Naciones Unidas asumen un
de la Internacional de las Brigadas de la Paz y lo es de la Fuerza operativa del Nuevo
Partido demócrata para la reforma de la ONU. Thomas Weber, un investiga dor australiano, papel activamente intervencionista, se habrá convertido posiblemente en
ha terminado recientemente una tesis doctoral en filosofía en la La Trobe University de realidad esa imagen apocalíptica.
Healesville, Victoria, sobre el mantenimiento de la paz, en general, y el trabajo del Shann-ti Bastantes más países podrían estar dispuestos a considerar la intro-
Sena en particular. ducción de un elemento de defensa mediante resistencia civil en sus dis-
La resistencia civil en los años noventa 221

positivos de seguridad como precaución no contra la invasión sino contra los


res entablasen un diálogo con la oposición.3 Y tienen lugar además multitud
golpes (incluyendo las «usurpaciones ejecutivas» y otras formas de agresión
de otras luchas continuamente: las mantienen personas explotadas y
interna). En la actualidad existe en Rusia interés en esto a distintos niveles. Es
marginadas, pueblos indígenas amenazados de extinción, comunidades cuyo
más probable que se lo tomen en serio, en general, los países que hayan sido
entorno y modo de vivir están siendo destruidos por actividades del
víctimas de golpes o intentos de golpe o que tengan motivos razonables para
gobierno de su país o por los conglomerados internacionales.
temerlos que aquellos otros donde no haya un temor tan grande o un historial
La derrota de golpes militares o el derrocamiento de dictaduras de
recurrente en ese sentido. Entre los países de la OTAN esto podría suceder en
prolongado arraigo contribuye a menudo simultáneamente a la seguridad
Turquía, Grecia y España, y posiblemente, en Francia. Y podría suscitar un
internacional. Esto es especialmente cierto con el fracaso del golpe producido
temor más grande todavía en los países que fueron comunistas en Europa del
en la Unión Soviética en agosto de 1991, por el estatus de este país como
Este y en los escindidos de la Unión Soviética, donde la democracia sigue
gran potencia y porque un regreso a la férula neostalinista podría haber
siendo frágil. Las democracias más consolidadas de Europa Occidental y
tenido repercusiones tremendas. Pero es cierto también, en un sentido más
Norteamérica pueden suponerse inmunes a esos peligros. Pero el deterioro
general, que el establecimiento de un gobierno democrático estable es una
económico y ambiental podría cambiar la situación existente en estos países.
condición necesaria —aunque muy lejos de ser suficiente— para la
No tienen más motivos que Francia en los años sesenta para estar satisfechos.
consolidación de una paz estable.
r Ese peligro es todavía más tangible en muchos países de Latinoamérica, Al hacer esa afirmación son necesarias algunas advertencias. El colapso
África y Asia. También en ellos constituirían una precaución prudentísima los de las dictaduras rígidas puede hacer que afloren problemas soterrados largo
preparativos sistemáticos de una resistencia civil contra los golpes militares. tiempo, dando lugar de hecho a guerras y conflictos —como hemos visto en
Sin embargo, donde el gobierno esté ya muy comprometido con los militares y los países de la antigua Yugoslavia y en algunos de los escindidos de la
muestre resabios autoritarios, tendrían que iniciar probablemente los Unión Soviética—. Sin embargo, es evidente que hay ahora grupos de países
preparativos de la resistencia civil organizaciones e instituciones en distintas partes del mundo que no están dispuestos a atacarse unos a otros,
pertenecientes a la sociedad civil. De todas maneras, incluso donde el ni temen en absoluto ser atacados por otro país. Nos referimos sobre todo a
gobierno está ya dispuesto a tomar la iniciativa en lo relativo a planificación y los de la Europa Nórdica y Occidental, a los Estados Unidos y Canadá, a
coordinación, la participación activa de la sociedad civil es una condición une Australia y Nueva Zelanda. Decir que una guerra entre esos países es
qua non para la formación de un sistema eficaz. imposible sería apostar con la suerte, pero está clara su improbabilidad,
salvo que se produjesen cambios internos radicales en uno o más de ellos.
LA RESISTEN¿IA~CIVIL EN LAS BASES Lo dicen muy bien las palabras de Bruce Russett: «Como una realidad,
parcial si se quiere, la paz reina ya entre nosotros. Sólo hace falta que nos
Al nivel de las bases, la resistencia civil se mantendrá viva sin duda demos cuenta de ello y que tratemos de aprender la lección».4 Un aspecto
alguna durante los años noventa y más allá constituyendo un arma neurálgica común a esos estados es el gobierno democrático. Otro consiste en cierto
en manos de los que luchan por los derechos civiles, la justicia social y grado de prosperidad y estabilidad económica. Si desapareciese alguno de
económica y el autogobierno democrático —así como a favor de los que lo esos aspectos, la guerra entre ellos podría volver a ser imaginable. El meollo
hacen para conservar unos derechos ganados con gran esfuerzo. del asunto reside en que las luchas contra la dictadura, contra la explotación
En muchas partes del Tercer Mundo está produciéndose en nuestros días económica y la depauperación, y contra la devastación ambiental
una lucha no violenta contra las dictaduras y contra los atropellos de los constituyen al mismo tiempo un combate abierto
derechos humanos. Probablemente la más conocida en el momento de
escribir esto es la que mantiene contra la dictadura militar en Birmania la
activista pro derechos humanos y ganadora del Premio Nobel Aung San Suu 3. Véase Terry McCarthy, «Woman of Peace Takes on Military», en el Independen!, 6
Kyi. Ha mantenido su oposición y su papel directivo a pesar de hallarse bajo de diciembre de 1992. Véase también Alan Clements, Eurma: tbe next killing fieleis?,
arresto domiciliario desde julio de 1989. En diciembre de 1992, en un gesto Odonian Press, Berkeley, California, 1992, con un prólogo del Dalai Lama.
claramente inspirado en la tradición de Gandhi, inició una huelga de hambre 4. Bruce Russett, «Politics and Alternative Security: Towards a More Democratic,
Therefore More Peaceful World», en Burns H. Weston (comp.), Alternative Security: Li-ving
pública en apoyo de su solicitud de que los milita-
without Nuclear Deterrence, Wetsview Press., Boulder, Colorado, 1990, págs. 107-136. El
pasaje citado aparece en la pág. 108.
iniciado para consolidar algunos de los requisitos indispensables de una paz chos humanos y a los trabajadores sociales que van construyendo demo cracia
estable. a nivel de las bases. De un modo bastante parecido, los movimien tos
Pero si es cierto que esos países, situados en su mayoría en el hemis ferio pacifistas occidentales de los años ochenta se hallaron en muy buena
Norte, muy difícilmente se enzarzarían en alguna guerra intestina en las situación para ejercer presión sobre los gobiernos de la Unión Soviética y de
condiciones actuales, tienen en bastantes casos una tremenda responsa bilidad Europa del Este para que no hostigasen ni encarcelasen a los activistas pro
en la creación y mantenimiento de las condiciones estructurales que derechos humanos y a los pacifistas —y para que pusiesen en libertad a
ocasionan a su vez las dictaduras y la inestabilidad reinantes en el Sur. Susan personas que habían sido detenidas o confinadas.
George y sus compañeros han denunciado las consecuencias econó micas y Con el fin de la guerra fría y la desaparición de una amenaza inmedia ta de
sociales del abrumador endeudamiento del Tercer Mundo provo cado por unas conflicto global, el movimiento pacifista ha dejado de ser un movi miento de
relaciones comerciales inicuas y la división laboral existen tes entre el masas. Sin embargo, los movimientos pacifistas y radicales si guen teniendo
próspero Norte y el depauperado Sur. Por otra parte esos problemas están delante un papel vital a desempeñar. En primer lugar, sigue existiendo la
repercutiendo no poco en el Norte. La deforestación tro pical, con sus necesidad continua de hacer presión a favor del desar me nuclear. En la
consecuencias devastadoras más que potencialmente globa les, se ve acuciada reunión en la cumbre de Reykjavik entre Reagan y Gorbachov en 1986, este
por los desesperados esfuerzos de los países del Tercer Mundo para pagar su último planteó el objetivo de lograr un desarme nuclear global para fin de
creciente endeudamiento. Entre otros problemas del Norte atribuibles en parte siglo. Al existir hoy en día una sola superpoten-cia en el planeta, mientras
a la misma causa están la masiva afluencia de cocaína, la carga tributaria del Rusia busca la colaboración de Occidente en los temas económicos y de
ciudadano al absorber los presupuestos gubernamentales las grandes pérdidas seguridad, se da una oportunidad única para convertir en realidad aquel
de la banca, la pérdida de empleo que padece el Norte conforme el Sur trata sueño. El tratado START 2, firmado por los presidentes Bush y Yeltsin en
de resarcir su deuda reduciendo las importaciones y aumentando sus enero de 1993 representa un paso significa tivo en el sentido idóneo. Sin
exportaciones, y el terrorismo y la guerra. 5 embargo, aun cuando llegue a realizarse ple namente, seguirá dejando en
Las campañas emprendidas por movimientos ecologistas del tipo de manos de Estados Unidos y Rusia suficientes armas estratégicas para
Greenpeace y Amigos de la Tierra, y por organizaciones como la Oxfam, ! que destruirse mutuamente varias veces junto con casi todo el resto del mundo.
llaman la atención sobre las desigualdades existentes en la relación \ Por consiguiente, es ahora el momento de hacer planes para un desarme
económica Norte-Sur, están haciendo también una aportación potencial mente nuclear global y para reforzar las medidas precisas para su inspección y
insustituible a la seguridad. Aunque la mayoría de esas organiza ciones —por control. Si no se aprovecha esta oportunidad, la pro liferación nuclear podría
motivos obvios— tienda a concentrarse en métodos de cam paña ortodoxos, hacerse inevitable e imparable. Las declaraciones hechas por los nuevos
Greenpeace por su parte hace uso con frecuencia de los métodos de países independizados de la URSS —Ucrania, Kazajstán y Bielorrusia— de
intervención y obstrucción no violenta iniciados por tenden cias del que tratan de sumarse a los países no nuclea res representan una audaz y
movimiento pacifista de los años cincuenta y sesenta que se inspi ran en el halagüeña iniciativa para mantener la no pro liferación nuclear. Hay que
ideario de Ghandi. Las campañas de Amnistía Internacional en los medios de ejercer presión ahora en otras potencias nucle ares, especialmente las que no
comunicación a favor de los presos políticos han proporcio- •, nado también reclaman el rango de superpotencias —Gran Bretaña, Francia, Israel y
una «cuerda salvavidas» a los activistas pro derechos huma nos que viven en Sudáfrica— para que sigan su ejemplo.
países sometidos a dictaduras y en otros países donde se violan los derechos En segundo lugar, los movimientos pacifistas y otros movimientos de
humanos. La atención que han sabido llamar respecto a casos particulares no base tienen una responsabilidad nueva en un mundo donde queda ahora una
sólo ha salvado a muchos individuos de la tortura, la prisión y la muerte, sino sola superpotencia. Hemos mencionado los problemas que esto susci ta en el
que ha conquistado de esa manera en muchos casos un espacio que permite análisis de las intervenciones de la ONU. En el mundo bipolariza-do del
continuar su labor a los activistas pro dere- período de la guerra fría, cada uno de los lados tenía que tener en cuenta la
reacción del otro al decidirse en pro o en contra de la interven ción en
cualquier parte del mundo. Aquello producía cierto grado de me sura en las
5. Véase Susan George y otros., The Debí Boomerang: Hou' Third World Debí Harms Us ambiciones de las superpotencias, y le dejaba cierto margen de maniobra a
All, Pluto Press., con el Transnational Institute, Londres, 1992, véase también Susan George,
A Fate Worse than Debí, Penguin, Harmondsworth, 1988. los gobiernos del Tercer Mundo apoyando a uno de los bandos contra el otro.
Esto se ha terminado. En consecuencia, hay que construir o
reforzar ahora diferentes tipos de barreras institucionales y populares para texto una importante dimensión al proceso democrático. Existen aquí des de
impedir que el «orden del nuevo mundo» se convierta en un eufemismo del luego algunos peligros que hemos considerado en el capítulo anterior. A
intervencionismo y dominio de Estados Unidos (y occidental). No es una pesar de todo, incluso en una democracia, la desobediencia civil y de más
empresa dirigida en particular contra los Estados Unidos. Ese dicho de que formas de acción no violenta intervencionista pueden a la vez estar
«el poder corrompe» se cumple tanto en la política internacional como en la justificadas y ser necesarias a veces para impedir la denegación de los dere chos
interna de cada país. humanos fundamentales a individuos o grupos situados dentro o fuera del
A los movimientos pacifistas y afines les corresponde desempeñar un estado, y los preparativos para guerras agresivas o genocidas.
importante papel en la aplicación de presión a los gobiernos ricos y pode- La resistencia civil, en cualquier parte del mundo, proporciona al pue- r\
rosos del Norte para que no armen, apoyen y apuntalen a las brutales dic- blo la manera de intervenir directamente en temas que afectan a su vida
taduras del Sur. Ejemplos flagrantes de ello son el apoyo de los Estados cotidiana. Es claramente capacitadora cuando la lucha consigue su objeti vo.
Unidos en el pasado a las dictaduras de Centro y Sudamérica, y el apoyo de Pero incluso cuando no lo logra, o lo hace sólo parcialmente, la cohe sión
la Unión Soviética a las dictaduras pseudomarxistas de Somalia y, poco generada dentro de la agrupación que emprende la acción colectiva es capaz
después, de Etiopía. Como hemos indicado, la «justificación estratégica» de
de potenciar la confianza y respeto del individuo y el grupo hacia sí mismos, y
semejante conducta se ha esfumado ampliamente. No cabe duda de que, a
de abrir posibilidades nuevas de participación democrática a nivel de las
menudo, se trataba de un simple pretexto para camuflar la satisfacción de
bases. O sea que actúa como un antídoto del pasotismo y de esa sensación de
intereses mezquinos, y esa motivación podría seguir dictándoles la política.
impotencia que se confunde a menudo con lo mismo.^ Y en particular en las
Baste decir que, en momentos en que las consecuencias de la destrucción
democracias de más solera, esas dos cosas represen tan tal vez una amenaza tan
ambiental y el desquiciamiento económico global empiezan a repercutir con
seria como cualquier otra contra las libertades civiles y la participación
más dureza en el Norte, podría estar aumentando la tentación de fomentar en
el Sur las élites prooccidentales sin parar mientes en su talante democrático auténtica en el gobierno. Pueden llevar a una situación en la que continúa
ni su ejecutoria respecto a los derechos humanos. existiendo la forma democrática, aunque lo hace muy vacía de sustancia. El
Por último, los movimientos y organizaciones de la sociedad civil, tanto electorado se convierte en dócil arcilla que moldean y manipulan a su antojo
en el Note como en el Sur, pueden abrir caminos nuevos a formas los gobiernos y los partidos de ma sas, lejos de ser ya un participante activo en
imaginativas de acción no violenta, incluyendo la intervención internacional el proceso del autogobierno. El estado mismo, en ausencia de la participación
para prevenir o detener los conflictos. Asimismo, pueden tomar la iniciativa activa de una sociedad ci vil vigilante, se ve tentado a excederse, a aprobar
en la preparación de la sociedad para hacer resistencia civil contra los leyes que van recortan do progresivamente las libertades tradicionales y a
golpes-e-invasiones. Hemos señalado en un capítulo anterior cómo el Centro extender su poder eje cutivo.
de Resistencia no violenta de Letonia publicó una serie de folletos antes del La resistencia civil ha ayudado a crear democracias mediante el derro -
golpe de agosto de 1991 en Moscú donde se instruía a los organismos camiento de dictaduras. Ha defendido a las primeras haciendo abortar in -
gubernamentales, las instituciones sociales y los individuos sobre el modo tentos de golpes y usurpaciones. Ha consolidado y enriquecido la vida
de responder en el caso de un intento de toma del poder por los soviéticos. democrática, ocupando su lugar al lado de las estructuras institucionales
En Moscú, a raíz del golpe de agosto, se formó un grupo autodenominado el destinadas a proporcionar los controles y equilibrios precisos al ejercicio del
Anillo Vivo dedicado a hacer planes para frustrar cualquier tipo de golpes en poder estatal. Pero en absoluto puede resolver por sí sola las encastilla das
el futuro.6 Agrupaciones pacifistas han emprendido un trabajo similar en desigualdades en cuanto a poder y riqueza que constituyen un rasgo del
Suecia, Bélgica, Australia y otros países para promover la defensa civil y mundo moderno ni tampoco la cada vez más amenazadora y vertigino sa crisis
organizada contra las invasiones y los golpes. ecológica. Por consiguiente, se necesitan en la base de la sociedad nuevas
La resistencia civil no gira sólo en torno a la defensa y la seguridad, estructuras cooperativas económicas y políticas, como también una activa
sino también en torno a la capacitación popular. Puede añadir en ese con- colaboración entre los países y las regiones. Esto es lo equivalente en las
circunstancias reinantes hoy en día al programa constructivo que según
Gandhi debe acompañar a cualquier campaña de resistencia no vio lenta. Con
todo, la resistencia civil puede dar forma a esa lucha y reforzar la, y al hacerlo
6. Véase Bruce Jenkins, «Civilian-Based Defence Discussed in Moscow and the
Baldes», en CBD, vol. 7, n° 6, agosto de 1992, pág. 2. - revelar el potencial existente de otros modos de organiza-
cion alternativos, menos jerarquizados. Es vital para la implantación de la
paz. Encierra también la promesa de darnos una manera de verificar los Capítulo 9 LA RESISTENCIA CIVIL
conflictos sin violencia en una serie de contextos contribuyendo de ese modo,
a largo plazo, a eliminar la amenaza de la guerra internacional y la EN LA ERA DE LA ALDEA GLOBAL
devastación nuclear.

Esta última década y media contempla unos éxitos extraordinarios de lo


que se ha dado en llamar «no violencia estratégica» —es decir, una re -
sistencia civil no violenta que ha dado un vuelco o hecho cambiar radical -
mente los sistemas políticos y sociales—. ¿Existe alguna explicación ge neral
de este fenómeno? En un capítulo anterior hicimos notar cómo la
industrialización y la urbanización de fines del siglo XVIII y comienzos del
XIX habían sentado la base para que la resistencia civil emergiese como una
fuerza política y social fundamental. Lo que ahora sostenemos es que las
comunicaciones modernas y otros cambios, profundamente insertados en la
economía política de las sociedades modernas proporcionan las con-,
diciones precisas para otro paso adelante histórico.
Vale la pena subrayar desde el principio que los efectos de esos cam bios
producidos en la tecnología y la sociedad tienen de hecho un carácter
ambiguo. Se evidencia, por ejemplo, que donde los medios de masas están
controlados o manipulados por gobiernos y corporaciones sin escrúpulos, se
le plantea una amenaza a la democracia, al restringir el libre flujo de
información y la posibilidad de un debate bien informado y abierto. De un
modo similar, las cámaras de vídeo ocultas y las bases de datos centra lizadas
se pueden utilizar para controlar y manipular tanto a los ciudada nos como a
los consumidores.
Por otra parte, especialmente con el desarrollo de internet, la nueva
tecnología proporciona también a los grupos ciudadanos y a las redes de
organización de campañas medios para comunicarse directamente entre sí
dentro de las fronteras de cada país y a través de ellas, burlando así los me dios
oficiales. Es importante desde luego establecer una distinción entre los
medios de masas, de un lado, y por el otro, los sistemas que aumentan el
alcance de las comunicaciones al nivel de las bases. Pero también lo pri mero,
cosa que sostenemos, ha abierto un panorama de mayores perspecti vas. Existe
aquí también un paralelismo con la situación de principios del siglo XIX, en
que se produjeron los grandes cambios sociales y económicos y era muy
imperativo que la población trabajadora se asociase para ejercer una acción
eficaz contra su eterna explotación y depauperación, asociación que a su vez
le brindaba las condiciones idóneas para un cambio cualitati vo de la
naturaleza y la escala de la resistencia colectiva.
Pero es innegable que esas nuevas oportunidades no dan fruto sin más. ochenta, muy lejos de convencer a la audiencia —o desde luego a una parte
Esto depende de la iniciativa, la imaginación y el buen entendimiento de las fundamental de la misma— de la idoneidad de la política exterior so-
organizaciones establecidas por los grupos y secciones de la sociedad que se viética/comunista, la estimuló a que protestase de un modo similar contra
enfrentan a la opresión, por los que exigen distintos cambios sociales y los abusos en materia de derechos humanos y otros aspectos de la política y
políticos, o por los gobiernos que han optado por convertir la defensa civil la práctica de sus propios gobiernos.
en parte de su política general de seguridad. De todas maneras, el desarrollo Los medios desempeñan un papel ambivalente también en las demo-
y los éxitos estratégicos del poder del pueblo en estas dos últimas décadas cracias liberales. En este caso no constituye tanto el problema una censura
nos indican que la resistencia civil ha dado entrada sin duda a una fase descarada como la influencia de un consenso político que descarta la difusión
histórica nueva. de los hechos incómodos y margina las opiniones alternativas. Pero además
sí hay una censura. Tomemos por ejemplo el extenso control de los medios
efectuado en Gran Bretaña —y no sólo allí— tanto durante la Guerra de las
LA REVOLUCIÓN DE LAS COMUNICACIONES
Malvinas de 1982 como con la Guerra del Golfo de 1991. Pero tales
El lado positivo de la revolución de las comunicaciones de medios de obstáculos no son insuperables. Escritores, periodistas y emisoras
masas —que incluyen no sólo la televisión y la radio, sino también la co- independientes, con mucho valor de su parte, irrumpen a través de barreras
municación electrónica que permite a los periódicos publicar reportajes y constituidas por los prejuicios, la indiferencia y la censura abierta, como nos
fotos procedentes de países distantes virtualmente cuando están produ- demuestran los artículos y programas de televisión de John Pilger sobre
ciéndose los hechos— es que pueden dejar completamente al desnudo a los Cambodia en 1979-1980, sobre Timor en 1994, y sobre Birmania en 1996.
gobiernos represivos. Con unas cuantas excepciones posibles, los regímenes También las organizaciones ciudadanas, en aquellos sitios donde existe un
represivos ni pueden aislar a su población de las ideas e influencias del mínimo de gobierno responsable, pueden ejercer presión sobre los medios
exterior, ni asegurarse de que cualquier represión que puedan ejercer contra para que den paso en las emisiones televisivas a la expresión de las opiniones
los grupos minoritarios o los movimientos disidentes vaya a permanecer minoritarias o impopulares. En Gran Bretaña durante esta última década han
oculta ante el resto del mundo. En algunos casos sus acciones represivas tenido que abrir esa puerta en el sentido de que tanto la BBC como las
pueden ser emitidas en vivo a una audiencia de millones. Por otra emisoras comerciales lanzan ahora al aire más programas elaborados por las
_parte, esa publicidad que constituye un veneno para un régimen represivo mujeres, los gays, las minorías étnicas, etc., a la vez que brindan más
puede ser también el sostén vital mismo de un movimiento de resistencia oportunidades de participar con sus respuestas a los radioescuchas y
civil. Puede llamar la atención hacia esa causa, contribuir a la creación de televidentes.
movimientos de apoyo y solidaridad, y en ocasiones conjurar la represión Incluso en los países donde hay dictaduras, las emisoras de radio ex-
que se produciría de otra manera. tranjeras y la televisión por satélite logran rasgar la túnica inconsútil de la
El lado negativo de esta ecuación reside, obviamente, en que en los censura oficial. Se dice que en Corea del Norte, bajo la férula del difunto
^países donde los medios están sometidos al control directo del gobierno, Kim II Sung, todos los aparatos de radio estaban sintonizados de tal modo
éste los utiliza con descaro para distorsionar la verdad y manipular la opi- que sólo pudiesen captar las emisiones nacionales. Pero semejante opción,
nión. Desde luego no deberemos subestimar el nivel de prejuicio e histeria para empezar, no es practicable en la mayor parte del mundo, e incluso en
que puede generar un gobierno, especialmente en los períodos de crisis, con Corea del Norte representa un intento de hacer pasar por un tubo las ondas
la ayuda de la televisión, la radio y una prensa «popular» controlada o espaciales. Y no puede prolongarse durante mucho tiempo, aunque sólo sea
complaciente. Sin embargo, la experiencia de lo ocurrido en Europa Oriental porque una población con mayores conocimientos técnicos hallará siempre el
y en la Unión Soviética, y en las dictaduras de derechas por todo modo de resintonizar sus aparatos de radio.
. el mundo, nos dice que la gente tiende a desarrollar un saludable escepti- Por descontado que la información y las opiniones procedentes de ta
cismo respecto a la propaganda de los gobiernos dictatoriales y los medios les fuentes alternativas tampoco carecerán de sus sesgos e intereses políti
que controlan. Por otra parte, incluso emisiones de noticias y reportajes de cos propios. Pero brindan al menos una perspectiva diferente y una fuente
prensa muy censurados y selectivos pueden tener consecuencias del todo de información distinta. Nos alejan en ese sentido todo un paso de gigan
inesperadas. Como ejemplo, la publicidad dada en Europa Oriental a las te del mundo de pesadilla del 1984 de Orwell en el que un gobierno tota
protestas de los movimientos pacifistas occidentales en los primeros años litario podía ejercer un control absoluto. ;
Los programas de radio y televisión de interés especial y local propor- para exponer públicamente la corrupción y abusos existentes dentro del
cionan otro correctivo más. Desde luego, rara vez les permitirán existir los gobierno saudí —dejemos claro que no lo hacían desde una perspectiva
regímenes muy represivos. Sin embargo, incluso en la Serbia de Milósevk de liberal ni democrática, sino desde una de tipo islámico fundamentalis-ta—.
principios de los noventa, la B 92, una emisora de radio independiente, se las Se asegura que el gobierno saudí empezó a ejercer presión sobre Gran
arregló para mantenerse en el aire. En ocasiones se da también el caso de que Bretaña para que expulsase a al-Masari desde el momento de su llegada a
los gobiernos represivos creen necesario introducir determinados rasgos de Inglaterra desde Arabia Saudí en 1994, y en enero de 1996 el gobierno
sociedad pluralista a fin de tratar de convencer a la comunidad internacional británico ordenó su deportación, organizándole al tiempo su residencia en la
de sus buenas «credenciales» democráticas. Puede tratarse más que nada de isla antillana de Dominica. Ministros y funcionarios británicos reconocieron
una cínica farsa, pero puede también dejar espacios abiertos donde las abiertamente que habían actuado en respuesta a la presión diplomática y
organizaciones disidentes puedan publicar o emitir sus puntos de vista. E comercial de Arabia Saudita, señalando que este país era uno de los socios
incluso allí donde no se permitan en absoluto las emisiones de radio o comerciales más importantes de Gran Bretaña después de la Unión Europea
televisión independientes, vídeos producidos en el país, que expresen una y los Estados Unidos. Sin embargo, y como consecuencia de una apelación,
opinión disidente o desmientan la versión oficial de algún acontecimiento o el juez David Pearl, máxima autoridad en materia de inmigración del Reino
manifestación pública, pueden circular clandestinamente y ejercer un impacto Unido, determinó en marzo de 1996, que el Ministro del Interior Británico,
público muy superior al correspondiente al número real de personas que Michael Howard, no había logrado demostrar que Dominica fuese un destino
lleguen a poder verlos. Las cintas de vídeo y audio producidas «en casa» seguro para al-Masari, y que no tenía derecho a negarse a considerar
pueden ser sacadas también furtivamente del país y emitidas hacia éste desde debidamente la solicitud de asilo político de este último. Sacó además en
el extranjero, consiguiendo de esa manera una audiencia mayor, tanto en el conclusión que «razones diplomáticas y de tipo comercial» habían inducido a
país mismo como a nivel internacional. las autoridades a burlar la Convención de Refugiados de la ONU de 1951.
Las cámaras de vídeo y las grabadoras de cassettes son realmente re-
presentativas de una tecnología electrónica sometida al control de los in-
dividuos y organizaciones que las utilizan. El equipo de otro tipo tal como los AUMENTO DE LOS VIAJES Y DE LOS CONTACTOS CARA A CARA QUE FRANQUEAN
teléfonos, máquinas de fax, el correo electrónico y los transmisores de doble LAS FRONTERAS NACIONALES
vía (walkie-talkies), y sobre todo internet, pueden ayudar directamente a El mayor movimiento de viajeros, ya sea por negocios o por turismo,
establecer y hacer funcionar redes de emisión ya sea para la resistencia civil o abre todavía más los distintos países a unas influencias más amplias, y
para formas más ortodoxas de hacer campañas públicas. Capacitan además a facilita al mismo tiempo el establecimiento de redes de contacto transna-
las distintas organizaciones, durante una crisis, para alertar y movilizar sus cionales por una serie de causas. Los «negocios», en este contexto, incluyen
contactos rápidamente, dentro y fuera del país. . Muchos países tienen ahora viajes no destinados sólo a facilitar los objetivos comerciales, sino a
redes de emisión electrónica, como Pangea en España, dedicadas a dar servicio reuniones y conferencias académicas, de especialistas y de activistas.
a movimientos y organizaciones radicales, así como a proporcionar acceso a la
En el mejor caso ese intercambio es de doble sentido. Los ecologistas,
ubicua internet. Ponen de esta manera conferencias y tableros de anuncios
las organizaciones feministas, los movimientos por la paz, etc., efectúan
relativos a toda una serie de temas, al servicio de un sinnúmero de
con frecuencia sus asambleas internacionales en países del Tercer Mundo y
organizaciones activistas. Esas redes están unidas a nivel internacional a
otros lugares adonde no se les habría pasado por la cabeza ir hace veinte
través de la Association for Progressive Communications (Asociación de
años. De esa manera averiguan mucho más respecto a lo que está ocu
Comunicaciones Progresistas).
rriendo en esas zonas y ellos por su parte pueden brindar ánimos y apoyo a
Los intentos del gobierno de Arabia Saudí para silenciar a uno de sus
los movimientos existentes en ellas. Además, las organizaciones que hacen
críticos, Mohammed al-Masari, jefe del grupo islámico de oposición al
campañas en los países occidentales más ricos pueden patrocinar a los acti
Committee for the Defence of Legitimate Rights (Comité de Defensa de los
vistas de los países del Tercer Mundo, o de países como Bosnia, que hacen
Derechos Legítimos), demuestran hasta qué punto empiezan a sentirse
frente a la guerra y la destrucción, para que acudan a dar viajes de confe
amenazados los gobiernos represivos ante estos nuevos medios de movilizar
la opinión nacional e internacional. Actuando desde su exilio en Gran rencias, a hablar delante de multitudes, a hacer su aparición en la radio y
Bretaña, al-Masari y su organización utilizaron principalmente internet la televisión, y actividades similares. ;
Es impresionante, en este contexto, el ver cuánto más internacionalista, en un dos de las empresas. Pueden también convertirse en parte activa de distintos
sentido organizativo, ha sido el movimiento por la paz occidental principal de organismos cívicos centrados en torno a problemas de clase, sexo, raza,
los años ochenta que su antecesor en los años cincuenta y comienzos de los derechos humanos, la paz, etc.
sesenta. No se debe exagerar, sin embargo, ese aspecto. El movimiento Por descontado, las élites educadas pueden sucumbir al soborno. Por
pacifista de los años cincuenta y sesenta, y especialmente su ala de acción otra parte, la política educativa oficial puede centrarse conscientemente en
directa, tuvieron también, como hemos indicado en su momento, una producir sobre todo tecnócratas de gran pericia con el mínimo interés y
proyección internacionalista, y algunos de sus proyectos, como la Expedición curiosidad posibles respecto a los temas políticos y sociales de más enver-
de Protesta del Sahara, y la Marcha de San Francisco a Moscú, fueron producto gadura. En tanto semejante política consiga su objetivo, se verán limitados
de una colaboración transnacional. Pero no hubo entonces nada equivalente a los efectos benéficos de una expansión consistente en aumentar y elevar la
las concurridísimas conferencias por el Desarme Nuclear de Europa de los educación. Pero nunca podrá salirse del todo con la suya. Al igual que los
años ochenta. Ni era tampoco posible en aquellos primeros días de la guerra gatos, los seres humanos están dotados de una curiosidad innata y
fría establecer tantos vínculos con los disidentes en persona, ni con los grupos
subversiva.
por los derechos humanos y la paz en la Europa del Este y la Unión Soviética,
Cierto es que los estudiantes de Europa Occidental, Norteamérica, / Japón
y determinar de esa manera la estrategia de disuasión desde abajo que fue tan
y otras partes han venido mostrándose menos rebeldes y menos dispuestos a
importante en los años ochenta. Las conferencias e intercambios académicos y
tomar parte en la resistencia civil que sus precursores de los años sesenta y
otros de tipo educacional y especializado pueden ejercer un efecto ampliador
setenta. Pero ello se debe, al menos en parte, a cambios circunstanciales,
parecido, y potencial-mente subversivo. Y desde luego, en ocasiones, pueden
especialmente el fin de la Guerra de Vietnam y la gran reducción de la
ser más subversivos debido precisamente a que no existe un propósito abierto
amenaza de un conflicto nuclear entre Oriente y Occidente. En otros países,
de hacer campaña. El intercambio directo de información e ideas —también
de preferencia en ambas direcciones— puede funcionar incluso con más muy especialmente en todos aquellos donde se han producido cambios
fuerza. Hemos de decir, empero, que al igual que los de la revolución de los radicales, o donde se ha tratado en serio de conseguirlos, como resultado de la
medios, los efectos sociales y políticos debidos al aumento de los viajes in- resistencia civil, han desempeñado un papel muy destacado los estudiantes y
ternacionales, son ambivalentes. El turismo puede contaminar la cultura la juventud en general. Podemos decir en términos generales que una
local, y las corporaciones internacionales tienden a arruinar las empresas población mejor educada será siempre más crítica y estará más despierta y
locales. Pero existe también en este punto una auténtica oportunidad de también mejor equipada para organizarse eficazmente para la resistencia civil.
incremento del contacto y la colaboración al nivel de las bases.
INTERDEPENDENCIA DE LAS ECONOMÍAS NACIONALES

LA EXPANSIÓN DE UNA MAYOR Y MÁS ELEVADA EDUCACIÓN EN La interdependencia de las economías nacionales es otro factor que
LAS ECONOMÍAS MODERNAS empuja al mundo en dirección a convertirse en una «aldea global». El lado
positivo de esto es que las naciones parias, como Sudáfrica durante los años
La tecnología moderna exige una mano de obra provista de más pericia y
educación. La población estudiantil como tal no va a lanzarse necesariamente del apartheid, se han vuelto mucho más susceptibles a la presión in -
a las calles, ni estará encendida con el entusiasmo idealista de los estudiantes ternacional concertada en forma de sanciones económicas y monetarias,
de la generación de 1968. Pero tendrán la oportunidad de desarrollar sus embargos comerciales y de inversiones, boicots al consumo, y similares.
facultades de razonamiento y en muchos casos de familiarizarse con ideas y Semejante presión puede respaldar los esfuerzos de la resistencia civil o
maneras nuevas de contemplar el mundo. En tanto que son estudiantes, ellos incluso la militar dentro de un país dado.
—y a menudo, parte de los cuadros académicos— constituyen un potencial El lado negativo es que los estados grandes y poderosos pueden inti -
núcleo de convergencia de la disidencia y la acción radical. Y pueden midar y tiranizar a los menores y más vulnerables. Porque aunque el mun do
seguirlo siendo después de haber dejado de ser estudiantes y haber ocupado está convirtiéndose en algún sentido en una aldea global, sigue siendo una
puestos en los medios, los cuerpos profesionales, la administración, o aldea en la que existen grandes diferencias de riqueza y de poder. Del
incorporarse a los cuadros técnicos especializa- mismo modo, es improbabilísimo que se apliquen, o que den resultado,
sanciones de cualquier tipo contra las economías industriales mayores del
mundo, sobre todo la de los Estados Unidos, por incalificable que sea su yó un poderoso factor generador de oposición a la misma. Cada noche lle -
conducta política. Los gobiernos estadounidenses fueron sensibles a la crí tica gaban imágenes de derramamientos de sangre y otras atrocidades a las salas
política durante el período de la Guerra de Vietnam, pero nunca hubo un de estar de los televidentes estadounidenses, y en menor grado, del mundo
intento serio de pedir sanciones económicas contra ese país. China también, entero. El rígido control de los medios efectuado a escala mundial por
debido a su extensión y sus recursos, es menos vulnerable que, digamos, un Estados Unidos y sus aliados en la Guerra del Golfo en 1991, equiva le de
país pequeño, como Cuba. hecho a un esperpéntico piropo a la influencia de la prensa, la radio y la
En otro lugar analizamos algunos de los demás inconvenientes y limi - televisión en aquel otro conflicto.
taciones de las sanciones. Sin embargo, pueden resultar eficaces, especial - Una vez que las protestas contra la guerra llegaron a alcanzar determi nado
mente a largo plazo y contribuir al socavamiento del apoyo que recibe un nivel, la cobertura de los medios hizo que llamasen la atención de un público
régimen dado dentro de la población. Sudáfrica es una prueba evidente en más extenso, haciendo que aumentase el número de personas que se fijaban en
este sentido. Es innegable que las sanciones contribuyeron a la desilusión de ellos y ejercerían cada vez más presión en las sucesivas admi nistraciones
la comunidad comercial con el apartheid, juntamente también, sin duda, con estadounidenses para que detuviesen aquella guerra. Los bruta les ataques de la
las huelgas y disturbios que se produjeron dentro de ese país. El caso policía contra los manifestantes de Chicago en agosto de 1968, por ejemplo,
sudafricano ilustra asimismo el papel desempeñado por un movi miento durante la Convención Demócrata en esa ciudad, hirió de veras al público
internacional bien informado que organizó boicots de consumido res y ejerció «americano». El escritor y locutor Alastair Cooke, que presenció los hechos,
presión contra los gobiernos que se resistían a imponer san ciones. escribió en un informe enviado al Manchester Guardian:
Aunque las sanciones puedan ser un instrumento poco afilado, es lógico
suponer que la mayoría de los gobiernos preferirían evitarlas. Esto es en El único lugar inverosímil para estar uno anoche fue la Convención
parte lo que confiere tanta influencia a los medios informativos, dado que misma. Clausurado con alambradas de púas, rodeado totalmente por los tipos
los gobiernos tratarán también de evitar una publicidad adversa que pudiera duros del mayor Daley, aislado del mundo vivo de la televisión, el interior del
conducir a su imposición, tal vez —como en el caso de Su dáfrica como anfiteatro se convirtió en un circo en medio de aquel pandemónium... Fue una
resultado de presiones efectuadas a partir de una campaña internacional a demostración terrorífica del mcluhanismo: las únicas personas que recibieron el
nivel de las bases—. También es cierto, dejando a un lado las sanciones, que mensaje completo fueron los millones de ellas presas de espanto frente a sus
los gobiernos que tratan de estimular la inversión y el comercio exterior no pantallas de televisión.1
pueden permitirse una publicidad que los presenta desde su lado malo y
sugiere que el país en cuestión tiene poca estabilidad política. La publicidad La cobertura por los medios de los acontecimientos de Sudáfrica de -
negativa puede no ser de suyo otra cosa que pa labras e imágenes, pero puede sempeñó un importante papel en el socavamiento de su credibilidad y su
ir seguida por los garrotes y pedradas de las sanciones y traducirse en pérdida aislamiento político y económico. Las imágenes de la matanza de Sharp- ville
de oportunidades de comercio e in versión. en 1960 pusieron ante los ojos de millones la naturaleza real del régi men de
A lo largo de este libro hemos ido resaltando continuamente el apartheid y estimularon la exigencia de un embargo de armas internacional,
aumento de potencial de la resistencia civil en el mundo moderno como la organización de los boicots de consumidores y otras me didas activas
resultado de la mejoría de las comunicaciones, la alta tecnología, y la encaminadas a ejercer presión sobre el gobierno y a terminar con el
interdependencia de las economías nacionales. El resto de este capítulo apartheid. Cuando los oprimidos suburbios estallaron en 1976 y de nuevo en
sigue insistiendo en este aspecto relacionándolo con algunas de las campa ñas los ochenta, la cobertura de los medios volvió a poner de relieve el costo
en contra de la guerra y a favor del «poder del pueblo» en el período de la humano del apartheid.
segunda postguerra mundial. El gobierno sudafricano mismo se daba demasiada cuenta del deterio ro
En Occidente, uno de los movimientos de protesta más pujante y ex - que sufría su imagen, y sus perspectivas de viabilidad económica ante la
tendido desde la Segunda Guerra Mundial fue el llevado a cabo contra la
guerra de Vietnam. Muchos comentaristas han hecho notar que la extensa 1. Manchester Guardian, 30 de agosto de 1968. Titular principal de la primera página.
cobertura de esa guerra por parte de la televisión y otros medios constitu- Marshall McLuhan es el autor estadounidense que aseguró que la tecnología elec tromagnética
está cambiando la manera de percibir la gente el mundo, convirtiéndolo en una «aldea
global». Debo decir que mi utilización de este término no implica la acepta ción de algunas
de las restantes aserciones de su tesis.
exposición constante de los disturbios y represión reinantes dentro del país. Los líderes de los negocios de la comunidad blanca se vieron cada vez
En julio de 1985 declaró el estado de emergencia en 30 zonas de la Unión, y más fastidiados y empezaron a explorar la posibilidad de una solución de
en noviembre de ese año impuso una censura virtual total a la cobertura de compromiso. En octubre de 1985 un grupo de ellos tuvo una reunión en
los disturbios por parte de la prensa y los medios. Zambia con los líderes exilados del Congreso Nacional Africano, y se con-
Pero era ya demasiado tarde. Se había movilizado la opinión pública, y vencieron de que los negocios podrían sobrevivir con un gobierno negro. El
bajo la presión de los grupos antiapartheid y los gobiernos del Tercer apartheid iba a perder así un constitutivo vital de su base de poder. El
Mundo, la CEE, la Commonwealth y los Estados Unidos impusieron más proceso del cambio se había hecho imparable.
sanciones —aunque todavía limitadas—. Sin embargo, no fue tanto el Los acontecimientos del Este de Europa que condujeron al colapso del
impacto de aquellas nuevas sanciones como el efecto acumulativo de otras poder comunista proporcionan numerosos ejemplos de cómo ayudaron a la
medidas anteriores lo que precipitó la crisis. Sudáfrica había sido capaz de resistencia civil tanto los medios de masas como la tecnología de las co-
capear las sanciones, pero al costo de pagar una buena tajada a los in- municaciones. Cuando la Unión Soviética y sus aliados invadieron Che-
termediarios que se prestaban a facilitarle los tratos. El resultado fue que coslovaquia en 1968, la resistencia no violenta fue presentada en los bole-
Sudáfrica vendía barato y compraba caro. Al mismo tiempo, y debido a su tines de noticias de todo el mundo, minando cualquier cosa que pudiera
aislamiento, tenía dificultades para procurarse empréstitos. Allister Sparks quedar de la credibilidad de la pretensión de la URSS de ser una potencia
analiza cómo esa situación condujo a una crisis monetaria de la que aún no se antiimperialista, estimulando sobre todo el desarrollo de un «eurocomu-
ha recuperado totalmente su economía: nismo» más independiente en Occidente. Tuvo una importancia práctica
más inmediata para la resistencia el hecho de que las emisoras de radio y
Para conseguir las necesarísimas divisas extranjeras, el gobierno suda - televisión de Praga estuviesen situadas en una serie de lugares diferentes, de
fricano había recurrido a procurarse empréstitos a interés alto y corto plazo y modo que, durante varios días, en cuanto los rusos clausuraban una emisora,
a que los bancos los prorrogasen un año tras otro. El resultado fue que en
aparecía otra en condiciones de suplirla. Adam Roberts ha subrayado la
agosto de 1985 un desproporcionado 67 por ciento de los 16.500 millones de
dólares de deuda extranjera de Sudáfrica se componía de préstamos a corto importancia de ese factor para la resistencia:
plazo que podían ser retirados en cualquier momento.
Para un país en pleno vértigo político, aquello era una crisis «con la Aunque la resistencia era en su mayor parte espontánea, se aprovechó de
mecha puesta». Y estalló cuando el Chase Manhattan Bank, sometido ya a las condiciones y tradiciones de Checoslovaquia. En una sociedad técni-
presión para que se retirase de Sudáfrica, decidió revocar sus préstamos en camente tan adelantada, con una red de emisoras de radio que, en cualquier
cuestión de días, lo siguieron otros bancos estadounidenses. E hicieron lo caso, está sumamente esparcida y descentralizada, resultó virtualmente im-
mismo otros de Gran Bretaña, Alemania y Suiza. Se produjo algo parecido a posible para las fuerzas invasoras el silenciar todas las transmisiones, a pesar de
una bancarrota clásica y para fines de mes Sudáfrica se halló frente a de - sus intentos de hacerlo a partir de las primeras horas del 21 de agosto. Los
mandas de reembolso de 13-000 millones de dólares en un plazo de cua tro numerosos enlaces telefónicos y de télex con el mundo exterior demostraron
meses. El pánico hizo que el rand se desplomase un 35 por ciento en 13 días. ser también demasiado complejos para su total corte. Y debido a que las
comunicaciones sobrevivieron, el pueblo checoslovaco tuvo un margen
Incapaz de hacer frente a aquellas demandas, Sudáfrica congeló la deu da e
respiratorio vital que le permitió mantener en funciones sus principales líneas
impuso unos controles estrictos de divisas. A fin de cuentas el gobierno
de acción, y hacer surgir en su seno un sentido de solidaridad mutua.3
renegoció el calendario de los reembolsos. Pero Sudáfrica se convirtió en una
economía sitiada, exhausta de divisas y de capital para el desarrollo; los
niveles de vida de los blancos se desinflaron. Todo ello contribuyó en casca da a Hemos expuesto ya cómo los líderes soviéticos y sus rodrigones del
crear el callejón sin salida del que De Klerk trató de escapar cuatro años más partido comunista checoslovaco se las arreglaron para escindir y reprimir la
tarde. 2 resistencia —pero también cómo sobrevivieron sus ascuas, para encenderse y
dar lugar a una nueva sublevación no violenta, arrolladura, vein-
2. Véase Allister Sparks, «How Sanctions fuelled a crisis» (Cómo las sanciones ali- 3. Adam Roberts en Philip Windsor y Adam Roberts, Czechoslwakia 1968: Reform,
mentaron una crisis), The Observer, 26 de septiembre de 1993. Repression and Resistance, Chatio y Windus para el Institute for Strategic Studies, 1969,
págs. 116-117.
tiún años más tarde—. En los años que transcurrieron hasta entonces, los grado de protección además de ayudar a la propagación de sus ideas. In-
grupos de emigrantes y sus simpatizantes en Occidente prestaron su apoyo a dicábamos ya en el capítulo 3, cómo en Uruguay en agosto de 1983 tres
los grupos disidentes de dentro de Checoslovaquia. Una de las más miembros del SERPAJ (Servicio de Paz y Justicia) iniciaron una huelga de
importantes entre esas organizaciones externas era la Palach Press, con base hambre como primer paso de una campaña de movilización contra las vio-
en Londres, la que durante algún tiempo en los años setenta se convirtió en laciones de los derechos humanos y una reimplantación de la censura de
la principal agencia encargada de introducir en Checoslovaquia de prensa. Antes de iniciar aquel ayuno, el SERPAJ estableció contacto con
contrabando literatura y equipo y de sacar de ese país mensajes y entrevistas Adolfo Pérez Esquivel, argentino, laureado con el Premio Nobel de la Paz,
en vídeo hechas a destacados disidentes, incluyendo a Vaclav Havel, futuro para conseguir apoyo internacional, y pusieron en guardia a las redes locales
presidente. Palach Press tuvo un éxito especial cuando logró que le publicara de información. La huelga de hambre en sí se efectuó en los locales del
su material la prensa occidental y lo lanzaran al aire la radio y la televisión. SERPAJ, en presencia de la prensa internacional.6 De un modo similar, la
Nos enseña mucho observar cuánto han cambiado las demandas de la presencia de la prensa internacional proporcionó alguna protección a las
resistencia interna a lo largo de los años, tal como nos dice Jan Kavan, protestas que hacían en público y con regularidad en Chile las madres de los
director de la Palach Press: «desaparecidos» —que habían sido secuestrados, y asesinados por lo general
por los escuadrones de la muerte patrocinados por aquel gobierno. En
Las necesidades que definió la oposición eran en su conjunto muy di- Polonia, dos factores decisivos para la evolución hacia una sociedad más
rectas. Necesitaban publicaciones, tanto checas como occidentales, y tanto un democrática fueron la fuerza y tenacidad de la clase trabajadora industrial, y
análisis político como información de lo que acontecía en cada momento en su la influencia de la iglesia católica. Pero no fue desde luego menos decisivo
propio país... Necesitaban ayuda económica y técnica, en especial medios
el acercamiento y colaboración entre los intelectuales y la directiva de la
duplicadores.
clase trabajadora que se produjeron tras la formación en 1976 del KoR
En su día, en los años ochenta, al hacer la oposición un uso mayor de la
tecnología, necesitaron cámaras y cassetes de vídeo, ordenadores personales, (Comité de Defensa de los Trabajadores). Hasta entonces, esas formaciones
impresoras y módems.' habían actuado generalmente por su propia cuenta. Las protestas
El vídeo de aficionados ayudó a movilizarse a la oposición al régimen en estudiantiles de 1968 no habían recibido apoyo alguno de los obreros, y
1989, como hemos indicado en el capítulo 4. Un vídeo de la manifestación del tampoco, dos años después, cuando entraron en acción los trabajadores, los
17 de noviembre, encabezada por estudiantes, y del salvaje ataque que le estudiantes mostraron por su parte inclinación a unirse a ellos.7 Pero después
propinó la policía, fue presentado al principio en un televisor colocado en un de 1976 la colaboración iniciada continuó. En agosto de 1980, sesenta y
escaparate de tienda en el centro de Praga, y atrajo multitud de espectadores. cuatro personas prominentes de la vida cultural (seguidas por cientos más de
Después, a partir del 23 de noviembre, el personal de la televisión nacional ellas) publicaron un llamamiento en apoyo de los trabajadores en huelga en
votó por gran mayoría ir a la huelga si no se emitía aquel vídeo. La directiva los astilleros de Danzig, y una serie de ellos fueron invitados por el gobierno
—y de hecho las autoridades de Checoslovaquia— se vieron forzadas a de Varsovia para sumarse a las negociaciones con los representantes de aquel
concederlo, y fue emitido al día siguiente.5 gobierno que conducirían a la formación de Solidaridad. Acudieron también
a Gdansk activistas del KoR y de otros grupos de la oposición y actuaron
Los grupos de oposición y de protesta son muy conscientes, desde como ayudantes y asesores.8 Según hemos indicado ya, la fuerza de
luego, del valor de la cobertura de los medios. En Occidente, movimientos Solidaridad en 1980-1981 dio lugar en Polonia a la formación de una
del tipo de Greenpeace se han especializado mucho en conseguir cobertura autoridad dual que dio de lleno contra el corazón del poder del estado
para sus acciones directas no violentas. Bajo los regímenes represivos, la leninista. Desde luego, con toda probabili-
publicidad proporciona a menudo a los manifestantes un buen
4. Jan Kavan, entrevistado por el autor en Michael Randle, People Pou'er: the buil- 6. Véase Jean-Pierre Mille, «La non-violence raméne la démocratie» (La no violencia
ding of a new European Home (Poder del pueblo, construcción de una nueva patria euro pea), trae la democracia), en Alternatives Non-Violentes, n° 62, págs. 27-31.
Hawthorn Press, Stroud, 1991, pág. 154. 7. Véase Neal Ascherson, The Polish August: the Self-Limiting Revolution (El agosto
5. Observer, 10 de diciembre de 1989, pág. 11, basado en un diario de los aconteci - polaco, la revolución que se autolimitó), Penguin Books, Harmondsworth, 1981, pág.
mientos hecho por 18 reporteros del Mlady Svet (Mundo Joven). 105.
8. Ibíd.,págs. 156-157.
dad, la aparición de Solidaridad en Polonia constituyó el factor individual do se iniciaron a fines de 1988, facilitadas por las reformas de Gorbachov y
más importante en e 1 socavamiento del edificio entero del comunismo de la liberación de la Unión Soviética. En febrero de 1989 se iniciaron unas
tipo soviético en la guiropa del Este y la Unión Soviética. conversaciones de mesa redonda entre representantes del gobierno, Solida -
Pero de todas rH aneras > 1 a cobertura de los acontecimientos por los ridad y la iglesia católica. Tres meses después fue legalizada Solidaridad, y
medios, la existencia de una prensa clandestina en Polonia, y la imposi ción logró un triunfo arrollador en las elecciones sindicales que se celebraron en
de sanciones pof Occidente contribuyeron en su conjunto al éxito de la junio.
resistencia. La huelg a de Gdansk y la formación de Solidaridad recibie ron una Durante los años ochenta siguieron formándose en Polonia nuevos
gran cobertera P or 1a prensa y los medios internacionales y ello fue por grupos de oposición, algunos de ellos muy en contacto con el movimiento
descontado u no de los factores que más frenaron al gobierno pola co. Cuando occidental por la paz. Hemos visto en el capítulo 4 cómo la agrupación
éste se d^idió a dar un golpe de fuerza en diciembre de 1981, tomó la por la Libertad y la Paz (WiP) informó a los medios occidentales y al mo -
precaución d e cortar el servicio telefónico en las ciudades y villas más vimiento pacifista occidental, al movimiento clandestino polaco, y a las
importantes par^ dificultar la coordinación de la resistencia y la co - autoridades polacas mismas de sus intenciones antes de embarcarse en su
municación con el r^sto del mundo. Aquello dio desde luego resultado a primera acción pública. En palabras de Elsbieta Rawicz-Oledzka, miem bro
corto plazo, pero existía ya por otra parte una próspera prensa oposito ra que fundadora del WiP: «Esta circunstancia nos permitió una táctica de
siguió publicándose clandestinamente durante los años ochenta, alcanzando presionar a las autoridades polacas para evitar que extremasen su represión al
proporciones masivas. Se convirtió desde luego en una parte aceptada del tratar con nuestro movimiento... La publicidad nos brindó un grado de
escenario político polaco, hasta tal punto que en 1987, el ministro de cultura, protección a la vez que alentaba a la gente a dar rienda suelta a sus pensa -
11
Aleksander Krawczuk, podía hablar en tono toleran te de su existencia. 9 mientos».
Occidente impuro sanciones económicas y diplomáticas en cuanto La influencia de los medios, de la presión y las sanciones internacio -
Jaruzelski declaró ur» «estado de guerra» (ley marcial), y las sanciones de nales, y de una generación joven educada se patentiza también en los de más
los Estados Unidos e n particular frustraron los esfuerzos del gobierno de casos de no violencia estratégica de los años ochenta y noventa. El intento
Jaruzelski para mantener en marcha la economía. La progresiva puesta en de golpe contra Gorbachov en agosto de 1991, por ejemplo, fue expuesto,
libertad de los activi£ tas de Solidaridad y otros opositores al régimen, y la con todo detalle, en los medios internacionales. Las imágenes de televisión
conclusión de la ley inicial en julio de 1983 estuvieron encaminadas bas tante mostraron los tanques en movimiento por las calles de Moscú, el desafío de
abiertamente a persuadir a los Estados Unidos a que levantasen sus Yeltsin a los conjurados desde un tanque que vigilaba el par lamento ruso, a la
sanciones, cosa que éstos hicieron progresivamente a medida que se cum - población civil congregándose allí y en Leningrado y en otras ciudades para
plían las condiciones impuestas por ellos. Pero la economía polaca siguió expresar su oposición al golpe, las conferencias de prensa dadas por los
cuesta abajo. La deuda exterior de Polonia se había elevado a 39-000 mi - líderes golpistas en las que se patentizaba su desaso siego y al final el colapso
llones de dólares en 1988, su PNB había descendido en un 13 por cien to de su moral. Una emisora de radio situada den tro del edificio del
durante la década anterior, y los salarios reales eran un 20 por ciento más parlamento de Moscú siguió también trasmitiendo al pueblo de esta ciudad
bajos que en l^O. 10 Estaba claro, por otra parte, que el gobierno polaco no durante el sitio, y la prensa y los líderes internacio nales pudieron hablar
podía aseg urarse la necesaria colaboración de la población sin reconocer a directamente por teléfono con Yeltsin y otros dipu tados. Los Estados Unidos
Solidaridad y hacerse con su apoyo. Las medidas en ese senti- y la Comunidad Europea se pusieron también de acuerdo en seguida para
imponer sanciones al régimen golpista.
Vale la pena de resaltar que, incluso en China, donde fue aplastada
9. Nigel Flint (coífp-)' Tearing D<wn the Curtain: The People's Revolution in Eastern salvajemente la resistencia civil, consiguió, entre otros, el apoyo de aque llos
Europe by a team from the 0^server (Desgarrando el telón de acero: la revolución del pueblo en sectores de la población que habrían recibido una educación mejor y más
Europa Oriental vista Por un equipo del Observer), Hodder 7 Stoughton, Londres, Sidney, avanzada —los intelectuales, los trabajadores de los medios, e incluso
Auckland y Torof>co. 1990, pág. 20.
10. Cifras tomadas ¿e Patrick Brogan, Ráster Europe 1939-1989: The Fifty Years War
(Europa Oriental 1939-1989: La guerra de los Cincuenta años), Bloomsbury, Londres 1990,
pág. 68. 11. Elzbieta Rawicz-Oledzka, entrevistada por el autor. Véase Michael Randle, People
Power: the Building of a Neu- European Home, op. cit., pág. 168.
funcionarios del partido—. Nos señala eso una tendencia que sólo puede versión oficial, censurada, de lo que estaba ocurriendo. Por último, China
ganar fuerza conforme China siga modernizándose. John Simpson, direc tor con su enorme extensión territorial y gran base agrícola no era vulnerable a
de asuntos exteriores de la BBC, que presenció aquellos acontecimien tos, las sanciones internacionales en un grado que se acercara de lejos al ejer cido
comentó: en la mayoría de los países desarrollados y en desarrollo. Y existió también
sin duda una resistencia de parte de la comunidad internacional y los grandes
Estuvieron representados todos los niveles de la gran burocracia china. negocios a divorciarse de un mercado chino que se expandía con tanta
Había allí inspectores fiscales y funcionarios de aduanas y gente del Banco rapidez. Vistas así las cosas, en cierto sentido, incluso esta excep ción a los
Central de China. Había allí grandes contingentes de la televisión y la radio estratégicos triunfos de la resistencia civil en 1989, subraya la importancia
estatal, y de los diferentes periódicos. Hubo un grupo considerable del Diario
significativa de los factores que hemos considerado.
del Pueblo cuyo editorial había ocasionado las manifestaciones. Fue paseado
majestuosamente en la parte delantera de un camión un policía que sostenía Nunca existe una garantía de que la resistencia civil vaya a tener éxito en
una pancarta que decía: «Los estudiantes ganarán con seguridad». Todos los cualquier caso dado, incluso bajo circunstancias más favorables que las
grandes hoteles habían enviado delegaciones a la plaza... existentes en China en 1989. La justicia de la causa, el equilibrio de fuer zas
Había más obreros que otra cosa, atiborrando camiones sobre los que existente entre los contendientes, la perspicacia política de los resis tentes —
ondeaba orgullosamente el nombre de sus fábricas. Para entonces la gente esos y los demás factores existentes desempeñan su papel—. Pero las
común y corriente superaba en número a los estudiantes. Mil soldados mar- comunicaciones modernas han facilitado la organización de las redes de
charon por las calles uniformados. Eran soldados políticos del departamento de ciudadanos para ejercer la resistencia civil, y la prensa y los medios de masa,
logística del cuartel general. Y lo más significativo de todo, se encaminó al especialmente donde se puede contar democráticamente con ellos, pueden
torbellino de la plaza de Tiananmen un contingente del Comité Central del suscitarle un gran costo político a cualquier gobierno que recurra a una
Partido Comunista. Cuando la enseña que portaban llegó a la plaza, se escuchó represión extrema para aplastarla. Tal estado de cosas nos explica, por lo
un gran rugido de los estudiantes. Si el partido mismo empezaba a ponerse de menos en bastante medida, la extraordinaria proliferación de la resistencia
su lado, la batalla podía considerarse ganada.12
civil durante más o menos la última década, y su decisiva con tribución a la
creación de una nueva fase de las relaciones internacionales tras la Segunda
Sin embargo, a pesar de la pérdida de apoyo del régimen, y a pesar de la Guerra Mundial.
extensa cobertura de los medios internacionales, y de las protestas inter -
nacionales, la sublevación fue aplastada. Hubo una serie de factores que
permiten explicar por qué la directiva china fue capaz de dar aquel paso y
seguir fiándose de la lealtad del Ejército del Pueblo cuando era tan claro que
se le estaba utilizando contra el pueblo y no para protegerlo. Pero pro -
bablemente el factor principal fue que la verdadera base de poder del par tido
no estaba en las ciudades pequeñas y grandes, sino en esa área rural donde
viven ochocientos millones del total de mil millones de la pobla ción total. 13
El descontento de las ciudades no se había extendido al cam po ni al Ejército
del Pueblo, reclutado fundamentalmente en él. Los cam pesinos tenían sólidas
razones para apoyar al gobierno y temían lo que podría seguir a su
derrocamiento. La cobertura de la radio y la televisión internacional no
ejerció impacto alguno en las aldeas que recibían sólo la

12. John Simpson, Despatches from the Barricades (Relatos desde las barricadas): rela to de
un testigo ocular de las revoluciones que sacudieron al mundo en 1989-1990, Hutchinson,
Londres, Sidney, Auckland, Johannesburg, 1990, pág. 85.
13. John Simpson, ibíd., págs. 95-96, señala, lo mismo que otros muchos comenta ristas
el continuo apoyo recibido por el gobierno de Deng Xiaoping en las zonas rurales.
BIBLIOGRAFÍA

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Theodor Ebert, «The Reunification of Germany through Non-Violent Steven Duncan Huxley, Constitutionalist Insurgency in Finland, SHS Helsinki,
Resistance», en Peace Neuv, 13 de septiembre de 1963, pág. 3 < Adam Roberts 1990.
(comp.), The Strategy of Civilian Defence: Non-Violent Resis tance to Aggression, Shelley Anderson and Janet Larmore (comps.), Nonviolent Struggle and
Faber & Faber, Londres, 1967. Social Defence, War Resisters International, Londres, 1991.
American Friends Service Committee, In Place of War: An Inquiry into
Nonviolent National Defence, Grossman, Nueva York, 1967. En Estrasburgo tuvo lugar en 1985 una importante conferencia que
Adam Roberts, Total Defence and Civil Resistance: Problems of Sweden's Se- reunió a muchos de los investigadores de este campo, organizada por el
curity Policy, Instituto de Investigación de la Defensa Nacional Dane sa, Instituí pour la Résolution Nonviolente des Conflits, y sus actas se publi -
1972. caron bajo el título de «Les Stratégies Civiles de Defense» en la revista
—•-'Gene Sharp, The Politics of Nonviolent Action, Porter Sargent, Boston, 1973- Alternatives Non Violentes, 1987. Esta revista ha dedicado además varios
George Lakey, Strategy for a Living Revolution, Freeman, San Francisco, números al análisis de ese tema.
1973. Entre las publicaciones aparecidas en francés, seleccionaría La Dis-
Anders Boserup y Andrew Mack, War without Weapons, Francés Pinter, suasion Civile, obra de tres personas íntimamente asociadas a las ANV
Londres, 1974. —Christian Mellon, Jean-Marie Muller y Jacques Semelin— publicada
Johan Galtung, Peace, War and Defence, vol. 2, Christian Eijlers, Copenha gue, por la Fondation pour les Etudes de Defense Nationale, París, 1985; y de
1976 (incluye ensayos sobre «defensa no militar»). Jacques Semelin, Sans Armes face a Hitler: La Resístame Civile en Europe
Adam Roberts, The Technique of Civil Resistance, Instituto de Investigación de 1939-1943, Éditions Payot, París, 1989 (publicada en traducción al in glés
la Defensa Nacional Sueca, 1976. como Unarmed Against Hitler: Civilian Resistance in Europe 1939-1943,
Gustaaf Geeraerts (comp.), Possibilities of Civilian Defence in Western Europe, Praeger, Westport, Connecticut, 1993).
Swets y Zeitlinger, Amsterdam, 1977. A partir de los años setenta el Mouvement de la Réconciliation
Bulletin of Peace Propasáis, vol. 9, n° 4, 1978 (un volumen dedicado princi - —War Resisters International (MIR-IRG)— ha producido en Bélgica un
palmente al análisis de la defensa civil organizada). torrente continuo de material impreso en francés sobre la defensa civil
Gene Keyes, «Strategic Non-Violent Defense: The Construct of an Op- organizada, en gran parte traducido del inglés, dentro de su proyecto
tion», en el Journal of Strategic Studies, vol. 4, n° 2, junio de 1981, «Fiches Documentaires pour une Autre Defense».
págs. 125-151. Las obras principales de Theodor Ebert han sido publicadas en alemán.
Adam Roberts, Occupation, Resistance and Lau:: International Law on Mili- Están entre ellas Gewaltfreir Aufstand: Alternative zum Bürgerkrieg (Non-
tary Occupations and on Resistance, Instituto Sueco de Defensa Nacional, Violet Revolution: Alternative to Peoples War), publicado por vez primera por
1980. Rombach, Friburgo, 1967, vuelto a publicar en una edición nueva en rús tica
Alternative Defence Commission, Defence without the Eomb, Taylor y por la Waldkircher Verlagsgesellschaft, 1980; y Sacíale Verteidigung
Francis, 1983 (contiene un capítulo sobre «Defence by Civil Resis - (Social Defence). Waldkircher Verlagsgesellschaft, 1981.
tance»). Los lectores que entienden alemán podrían estar interesados también en
Alex, P. Schmid en colaboración con Ellen Berends y Luuk Zonneveld, un libro que defendía una estrategia mixta de resistencia civil y defen sa
Social Defence and Soviet Military Power: an inquiry into the relevance of an militar para la OTAN de los años ochenta: Hans-Heinrich Nolte y Wilhelm
alternative defence concept, Universidad de Leiden, 1985. Nolte, Ziviler Widerstand und Autonome Abwehr (Civil Resistance and
Gene Sharp, Making Europe Unconquerable, Taylor y Francis, Londres, y Autonomous Defence), Nomos Verlagsgesselschaft, Baden-Baden, 1984.
Ballinger, Cambridge, Massachusetts, 1985. - '-'
El Programa de Sanciones No Violentas (director Gene Sharp) y el
Albert Einstein Institute, ubicados ambos en Cambridge, Mass., Estados
Unidos, fomentan la investigación en este campo. La Civilian-Based De-
fence Association, también de Cambridge, Massachusetts, edita un bole tín
de aparición regular con información y debate sobre este tema.
Muchas de las publicaciones mencionadas en este libro están disponi bles
en la Commonweal Library, Universidad de Bradford, Bradford, West Yorks.
BD7 1 DP, Remo Unido.

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