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SERIE RECURSOS HIDROBIOLÓGICOS

Y PESQUEROS CONTINENTALES
DE COLOMBIA

VIII. BIOLOGÍA Y
CONSERVACIÓN DE LOS
CROCODYLIA
DE COLOMBIA

Mónica A. Morales-Betancourt, Carlos A. Lasso,


Jaime De La Ossa V. y Alirio Fajardo-Patiño
(Editores)
Fotos: archivo Universidad Nacional de Colombia. Cortesía: Profesora Myriam Lugo.
Federico Dr. Federico Medem en el
río Apaporis (laguna Inaná),
Medem con ejemplares de Caiman
1912 - 1984 crocodilus apaporiensis.

© Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Elaboración de mapas: Juliana Agudelo Torres


Alexander von Humboldt. 2013 (Programa Biología de la Conservación y Uso de la 1952
Los textos pueden ser citados total o parcialmente Biodiversidad-IAvH).
citando la fuente.
Diseño y diagramación: Luisa F. Cuervo.
SERIE EDITORIAL RECURSOS
HIDROBIOLÓGICOS Y PESQUEROS Impresión: JAVEGRAF-Fundación Cultural
Cráneo de Crocodylus Crocodylus acutus (caimán
CONTINENTALES DE COLOMBIA – Instituto Javeriana de Artes Gráficas.
intermedius aguja) en la Ciénaga Grande
de Investigación de Recursos Biológicos
(caimán llanero), de Santa Marta.
Alexander von Humboldt (IAvH) 1.000 ejemplares.
río Güejar.

Editor: Carlos A. Lasso. CITACIÓN SUGERIDA:
Obra completa: Morales-Betancourt, M. A., C.
Revisión científica: Alejandro Larriera (IUCN-SSC A. Lasso, J. De La Ossa V. y A. Fajardo-Patiño 1955 1953
Crocodile Specialist Group, Australia & Proyecto (Editores). 2013. VIII. Biología y conservación de
Yacaré, Lab. Zool. Aplicada MASP y MA, Argentina) los Crocodylia de Colombia. Serie Editorial Recursos
y Andrés Seijas (Universidad Experimental de los Hidrobiológicos y Pesqueros Continentales de
Llanos Ezequiel Zamora, UNELLEZ, Venezuela). Colombia. Instituto de Investigación de Recursos
Biológicos Alexander von Humboldt (IAvH). Bogotá, Caiman crocodilus fuscus Medem con una boa
Revisión de textos: Mónica A. Morales- D. C., Colombia, 336 pp. (babilla). constrictor en el río
Betancourt, Carlos A. Lasso, Jaime De La Ossa V. y Foto: Unís Ballesteros. Guayabero, raudal de
Alirio Fajardo-Patiño. Capítulos: Bloor, P. 2013. Genética del orden Angosturas.
Crocodylia en Colombia. Pp. 259-277. En: Morales-
Fotos portada: Alejandro De La Ossa-Lacayo, Betancourt, M. A., C. A. Lasso, J. De La Ossa
Fernando Trujillo y Mónica A. Morales-Betancourt. V. y A. Fajardo-Patiño (Editores). VIII. Biología 1955 1957
y conservación de los Crocodylia de Colombia.
Foto contraportada: Mónica A. Serie Editorial Recursos Hidrobiológicos y
Morales-Betancourt. Pesqueros Continentales de Colombia. Instituto de
Investigación de Recursos Biológicos Alexander von
Foto portada interior: Fernando Trujillo. Humboldt (IAvH). Bogotá, D. C., Colombia. Medem con Myriam Lugo
(izquierda) y Olga Castaño Medem y Ernesto Panesso
(derecha) en la Estación de con un cachirre (Paleosuchus
Biología Tropical Roberto trigonatus) en el río Apaporis.
Biología y conservación de los Crocodylia de Colombia / Mónica A. Morales-Betancourt, [et. al] editores; Serie
Franco.
Recursos Hidrobiológicos y Pesqueros Continentales de Colombia, VIII. -- Bogotá: Instituto de Investigación de
Recursos Biológicos Alexander von Humboldt, 2013.
1978 1969
336 p.: il., col.; 16.5 x 24 cm.
Incluye bibliografía y tablas
ISBN: 978-958-8343-87-7
Al Dr. Federico Medem (Riga 1912 - Bogotá 1984), hombre genial y universal, pionero del
1. COCODRILOS -- COLOMBIA. 2. COCODRILOS -- CLASIFICACION -- COLOMBIA 3. COCODRILOS – estudio de los crocodílidos de Colombia y Suramérica. Su legado representa un ejemplo de
CONSERVACION DE ESPECIES -- COLOMBIA. 4. COCODRILOS –ESPECIES AMENAZADAS – COLOMBIA. 5.
COCODRILOS – CRIA Y DESARROLLO. I. Morales, Mónica, ed. II. Lasso, Carlos A, ed. III. De la Ossa, Jaime, ed.
integridad y vasta cultura a la que rendimos homenaje en esta ocasión.
IV. Fajardo, Alirio, ed. V. Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt.
Los editores y autores de este volumen VIII de la Serie Editorial de Recursos Hidrobiológicos
CDD: 597.98 Ed. 21 y Pesqueros Continentales de Colombia, sobre la Biología y conservación de los Crocodylia de
Número de contribución: 485
Registro en el catálogo Humboldt: 14924
Colombia, dedicamos este libro con gratitud al Dr. Medem, por su generosa contribución a la
ciencia y al país.
Catalogación en la publicación – Biblioteca Instituto Humboldt – Nohora Alvarado

Carlos A. Lasso Alcalá


Responsabilidad. Las denominaciones empleadas y la presentación del material en esta publicación no implican Coordinador Programa de Biología de la Conservación
la expresión de opinión o juicio alguno por parte del Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander y Uso de la Biodiversidad
von Humboldt. Así mismo, las opiniones expresadas no representan necesariamente las decisiones o políticas del
Instituto, ni la citación de nombres, estadísticas pesqueras o procesos comerciales. Todos los aportes y opiniones Instituto de Investigación de Recursos Biológicos
expresadas son de la entera responsabilidad de los autores correspondientes. Alexander von Humboldt
M. Mesa
COMITÉ CIENTÍFICO
• Anabel Rial Bouzas (Fundación La Salle de Ciencias Naturales, Venezuela)
Aniello Barbarino (Instituto Nacional de Investigaciones Agropecuarias INIA,
Venezuela)
• Antonio Machado-Allison (Universidad Central de Venezuela)
• Carlos Barreto-Reyes (Fundación Humedales, Colombia)
• Carlos A. Rodríguez Fernández (Fundación Tropenbos Colombia)
• Célio Magalhães (Instituto Nacional de Pesquisas da Amazonia INPA/CPBA,
Brasil)
• Donald Taphorn (Universidad Experimental de los Llanos-Unellez, Venezuela)
• Edwin Agudelo-Córdoba (Instituto Amazónico de Investigaciones Científicas-
Sinchi, Colombia)
• Fernando Trujillo (Fundación Omacha, Colombia)
• Francisco de Paula Gutiérrez (Universidad Jorge Tadeo Lozano, Colombia)
• Germán Galvis Vergara (Universidad Nacional de Colombia)
• Hernando Ramírez-Gil (Universidad de los Llanos-Unillanos, Colombia)
• Hernán Ortega (Universidad Nacional Mayor de San Marcos-UNMSM, Perú)
• Jaime De La Ossa (Universidad de Sucre, Colombia)
• John Valbo Jørgensen (Departamento de Pesca y Acuicultura, FAO)
• Josefa C. Señaris (Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas,
Venezuela)
• Luz F. Jiménez-Segura (Universidad de Antioquia, Colombia)
• Mauricio Valderrama Barco (Fundación Humedales, Colombia)
• Myriam Lugo Rugeles (Universidad Nacional de Colombia)
• Ramiro Barriga (Instituto Politécnico de Quito, Ecuador)
• Ricardo Rosa (Universidad Federal de Paraiba, Brasil)
• Ricardo Restrepo M. (Universidad Santo Tomas de Aquino-USTA, Colombia)
• Rosa E. Ajiaco-Martínez (Universidad de los Llanos-Unillanos, Colombia)

Babilla (Caiman crocodilus). Foto: F. Trujillo


F. Cáceres
TABLA DE CONTENIDO
Presentación 9

Prólogo 11

Participantes y autores 15

Agradecimientos 17

Resumen ejecutivo 19

Executive summary 23

1. Introducción 27

2. Los Crocodylia de Colombia: generalidades y estado de


conservación 31

3. Métodos de campo 39

Evaluación poblacional 39
Marcación 47
Captura 49
Morfometría 56
Estudio de los huevos 56
Análisis de la dieta 57
Manipulación y transporte 58

4. Clave para la identificación de especies, pieles y productos de los


Crocodylia de Colombia 71

Juvenil de Paleosuchus palpebrosus en el Bajo río Putumayo. Foto: M. A. Morales-Betancourt.


E. Briceño
C. Gómez

5. Aspectos metodológicos para la elaboración de los capítulos de


especies 85

Familia Crocodylidae 90

6. Crocodylus acutus 93

7. Crocodylus intermedius 111

Familia Alligatoridae 152 PRESENTACIÓN


8. Caiman crocodilus 155

9. Melanosuchus niger 175


La biodiversidad de Colombia es un bien A pesar de los grandes avances que he-
10. Paleosuchus palpebrosus 187 de la Nación y de cada uno de nosotros, mos tenido al abordar conceptualmen-
individualmente como ciudadanos y como te  la conservación, los elementos básicos
11. Paleosuchus trigonatus 201 sociedad, que disfruta y usufructúa este para lograr este objetivo no han recibido
preciado legado. Nos enorgullecemos de la atención que requieren. Nos referimos
12. Uso de los Crocodylia en Colombia 213 presentarnos ante el mundo como un  país al paso previo a la conservación, el uso y
megadiverso y sin embargo no tenemos el el desarrollo sostenible: los estudios sobre
13. Zoocría de los Crocodylia en Colombia 231 mismo tesón para afrontar los retos que la historia natural y estado poblacional de
implica la conservación de este patrimo- nuestras especies. El ejemplo más repre-
14. Genética del orden Crocodylia en Colombia 259 nio natural. Fuimos uno de los primeros sentativo de esta situación es el caso de
países en tener una constitución política los cocodrílidos, grupo del cual tenemos el
15. Amenazas a los Crocodylia en Colombia 279 “verde” y somos signatarios de múltiples privilegio de contar, junto con Brasil, con
convenios internacionales que nos exigen la mayor riqueza de especies en el mundo.
16. Estrategias para la conservación de los Crocodylia en Colombia 299 velar por el mantenimiento de nuestras es- A pesar de este hecho tan destacado, la
pecies. Contamos como país con un marco información recogida en esta publicación
17. Conclusiones y recomendaciones para la conservación 331 político y normativo, que si bien aún tiene muestra que el conocimiento de las espe-
algunos vacíos, de manera general vela por cies es todavía incipiente: han sido pocos
la preservación y uso sostenible de la bio- los avances en la investigación in situ des-
diversidad. Para lograrlo, es indispensable pués de los trabajos realizados por Federi-
conocerla y conocer su potencial como co Medem hace más de 30 años. Sea pues
recursos, sus interacciones ecológicas y esta contribución, un reconocimiento a su
sociales y sus respuestas a los procesos de memoria.
trasformación a los cuales está actualmen-
te sometido el territorio nacional. Si bien Los cocodrílidos son también  un recur-
contamos con una Política Nacional para so muy preciado en nuestro país. Son
la Gestión Integral de la Biodiversidad y fuente de alimento para las comunidades
sus Servicios Ecosistémicos (PNGIBSE), indígenas y rurales, así como fuente de
que se traducirá en un plan de acción en ingresos por el valor de su piel. Por otro
los próximos años, para su aplicación se lado, Colombia ha sido pionera en la zoo-
requerirá mejorar el conocimiento. cría para la producción de piel, no sólo

9
G. Rodríguez
BIOLOGÍA Y CONSERVACIÓN DE LOS CROCODYLIA DE COLOMBIA

PRESENTACIÓN

C. Gómez

en Latinoamérica, sino a nivel mundial. Los cocodrílidos, como las tortugas, deben
También  son la base de numerosos pro- contar con un programa de monitoreo a
cesos ecológicos que se manifiestan como largo plazo. Y es aquí, donde las autorida-
servicios a la sociedad, en este caso, como des ambientales juegan un papel decisorio
reguladores de las poblaciones de recursos para poner en marcha estas iniciativas y
pesqueros. hacerlas reales. El caso del caimán llanero
es un ejemplo claro de ello.
Contamos con numerosos planes y pro-
gramas de conservación para las especies,
resoluciones, convenios y acuerdos especí-
ficos de cooperación entre los entes acadé-
Tenemos el reto de debatir, ajustar y llevar
adelante las recomendaciones recogidas
en este libro. Como Instituto Humboldt
PRÓLOGO
micos, ONG y corporaciones. Sin embargo, estamos dando otro paso aportando a su
y a pesar de estas iniciativas, se requiere conocimiento, pero también ofrecemos
todavía de un mayor empeño para la ges- nuestra mayor disposición para trabajar
tión integral de este grupo de fauna que, en red para coordinar y promover   estas A merced del cocodrilo yo haré con lo mío tratando de reflejarla.
como en todos los casos, requiere perspec- valiosas iniciativas. Aunque originalmente esta supuesta inte-
tivas de inversión que superen las anuali- Afortunadamente aún hoy la pasión (y los racción interespecífica parece ocurrir en
dades administrativas. apasionados), son los que mueven el mun- África entre un cocodrilo del Nilo y un im-
do y producen los cambios valiosos, es pala (o venado), bien podría ser entre un
cierto que tal vez no todos los necesarios, caimán del Magdalena y un venado saba-
Brigitte L. G. Baptiste pero por lo menos aquellos que sirven para nero en Colombia. Se cuenta que el elegan-
Directora Instituto de Investigación ir mostrando el camino. Por supuesto que te y presumido impala, se acercó a la costa
de Recursos Biológicos Alexander von cada apasionado suele reconocer a su pro- del río a tomar agua, pero para no ensu-
Humboldt pia pasión casi como al centro del universo ciar sus patas en el barro, decide avanzar
mismo, o como mínimo de su universo. No sobre un grueso tronco que le permite ac-
tengo ningún empacho en reconocerme ceder a la mas limpia y fresca lejos de la
como un apasionado recalcitrante de los orilla. Disfrutando de su logro el animal
cocodrilos, y de todo lo que tenga que ver no nota que el tronco comienza a alejarse
con ellos, desde los estudios biológicos, ge- suavemente de la costa del río hasta que
néticos o inmunológicos, hasta su historia es demasiado tarde. Cuando finalmente
natural, problemas de conservación y con- comprende que ese trozo de árbol era en
flictos con las actividades (y a veces con la realidad un cocodrilo (o caimán), y que su
seguridad), de las comunidades humanas. destino es inexorable, con angustiada re-
signación dice: “mi tronco se ha converti-
Siempre recuerdo con cariño autobiográfi- do en un cocodrilo…”, a lo que el cocodrilo
co una vieja leyenda que reflejó mi amigo contesta, con casi 200 millones de años de
y hermano Luciano Verdade en el primer evolución y el animal aún en sus espaldas:
libro que editamos juntos sobre la conser- “no, en realidad un tronco es una cosa bien
vación y el manejo de caimanes y cocodri- simple…, pero un cocodrilo no….”. Por bá-
los en Latinoamérica. Como suele ocurrir sica que pueda ser la historia, no deja de
con la leyendas uno nunca está del todo recordarme que muchos de nosotros nos
seguro de si efectivamente se originaron acercamos a los cocodrilos, incluso sabien-
en algún momento, o se van construyendo do que no son troncos, aunque pensando
y adaptando con el paso del tiempo. Pro- al principio que son bien simples, y por
bablemente Luciano ya puso lo suyo, como poco que el tiempo transcurre, nos damos

10 11
BIOLOGÍA Y CONSERVACIÓN DE LOS CROCODYLIA DE COLOMBIA

PRÓLOGO

C. Gómez

cuenta que estamos a mitad del río, total- enfoque hacia la divulgación, lo cual es ab- nuestros cocodrilos. Salvando las distan- esto no nos debe abrumar, sino por el con-
mente a merced de ellos y preguntándonos solutamente válido ya que estos foros ha- cias por lo que significó aquella ciclópea trario motivarnos, a la vez, a la permanen-
como seguir. bitualmente se caracterizan por una gran tarea, en una época en que no había inter- te y renovada búsqueda. Ya sea que este-
falta de rigurosidad que hace que lo allí net ni otros mecanismos de comunicación mos ingresando o bien avanzados en esta
Esta especie de “enfermedad”, que lleva ya publicado pueda servir de puerta de en- prácticamente global e instantánea como pasión por los cocodrilos, encontraremos
algo más de treinta años, al menos desde trada (a veces deformante) a neófitos, pero hoy día, estoy seguro de que Don Federico en este libro buena parte del material re-
el punto de vista profesional, ha llevado a resulte casi inútil para los más avanzados. se sentiría también muy orgulloso al ver querido para saber más sobre ellos, pero
que me involucre de manera cada vez más Estamos en este caso ante un libro que como se sigue generando tanta y tan bue- también y como corresponde, intuiremos
profunda con la conservación de los coco- expone y discute con método científico na información sobre aquello que él amaba algunas de las cosas que aún no sabemos,
drilos a nivel mundial, actualmente como sobre biología, conservación y uso de los y por lo que se preocupaba. y en el mejor de los casos comenzaremos
Vicepresidente del Grupo de Especialistas cocodrilos en Colombia, con buena parte a dirigirnos hacia allí. Los nuevos conoci-
en Cocodrilos de la UICN, pero muy es- del material extrapolable a otras especies Volviendo a la leyenda del principio, y si- mientos y descubrimientos nos enriquece-
pecialmente a nivel regional, con énfasis y países. Los veinte autores que han par- tuándonos otra vez sobre ese “no tronco” rán y a veces nos enorgullecerán, pero si
en Sudamérica. En este contexto e inde- ticipado generaron un trabajo que superó en medio de un gran río de incertidumbre, nuestra pasión es ésta, nada ni nadie nos
pendientemente de la discusión acadé- todas las instancias de exigente revisión es bueno comprender que si bien cuanto va a bajar del lomo de ese cocodrilo que
mica de cuál es el país más mega diverso editorial, que está al nivel de los foros cien- más sé sobre algo, más me preocupa lo que nos tiene a su merced. Y es muy bueno que
del mundo, Colombia, junto a Brasil son tíficos más reputados, y sin embargo se ha aún no se y me resulta inconmensurable, así sea.
objetivamente los países más “cocodrilo logrado a la vez, un formato que suma a su
diversos” del planeta, con seis especies sólida base académica, una estética tanto
que se reparten tanto su valor comercial en la gráfica como en la redacción que lo Alejandro Larriera
y presencia en los mercados internaciona- hacen perfectamente apto también para Deputy Chairman IUCN-SSC Crocodile
les en algunos casos, como las preocupa- quiénes están dando sus primeros pasos Specialist Group y Proyecto Yacaré La-
ciones por la pérdida de hábitat y estado en el pantano de los cocodrilos, o senci- boratorio de Zoología Aplicada (FHUC-
de conservación en otros. El Grupo de Es- llamente para el público que quiere saber UNL/MASP y MA), Argentina.
pecialistas en Cocodrilos de la UICN, bajo más de ellos.
la Presidencia del Prof. Grahame Webb de-
dica a esta región un especial y justificado El libro, como corresponde a una publica-
interés. Esta situación me ha dado la reite- ción de esta categoría, no es una recopi-
rada y siempre grata posibilidad de visitar lación complaciente de las cosas buenas,
Colombia con asiduidad, y familiarizarme sino que a lo largo de todos los capítulos
en la medida de lo posible con buena parte además de describir los hechos y rescatar
de la problemática, teniendo reuniones pe- los positivos, identifica y expone los pro-
riódicas con sectores académicos, guber- blemas encontrados, proponiendo meca-
namentales, productivos y organizaciones nismos de morigeración o reparación.
no gubernamentales, lo que creo que me
permite aprovechar este libro con diferen- Hace ya algunos años uno de los miem-
tes condimentos. bros fundadores del Grupo de Especia-
listas en Cocodrilos de la UICN, de hecho
Tanto cuando producimos como cuando el único latinoamericano en adopción en
consumimos información científica, sole- ese entonces, casual o no tan casualmen-
mos enfocarnos en las revistas y magazi- te colombiano, el Dr. Federico Medem,
nes indexados de los ámbitos más puristas publicaba los volúmenes I y II de “Los
de la ciencia, y en general nos autolimi- Crocodylia de Sur América”, que aún hoy
tamos en la posibilidad de exponer y re- son fuente de consulta permanente y cita
cibir información desde foros con mayor obligada en cualquier trabajo que refiera a

12 13
J. García
PARTICIPANTES Y AUTORES
Fauna silvestre: Joaquin Clavijo
productos y servicios, Venezuela Procaimán
quincasclavijob@gmail.com
Álvaro Velasco B.
velascocaiman@gmail.com Instituto de Investigación de
Recursos Biológicos Alexander von
Fundación Chelonia, Colombia Humboldt-IAvH

Antonio Castro Carlos A. Lasso Alcalá


antonio.ccasal@gmail.com classo@humboldt.org.co

Fundación George Dahl, Colombia Mónica A. Morales-Betancourt


mmorales@humboldt.org.co
Alirio Fajardo-Patiño
Universidad Nacional de Colombia
afajardop@gmail.com
Facultad de Ciencias, Instituto de
Fundación Omacha
Ciencias Naturales, Estación de Biología
Tropical Roberto Franco, Grupo Manejo y
Fernando Trujillo Conservación Crocodílidos
fernando@omacha.org
Carlos Alfonso Moreno-Torres
Fundación Palmarito Profesor asociado
camorenot@unal.edu.co
Rafael Antelo
megapicu@hotmail.com María Cristina Ardila-Robayo
Profesor asociado
Investigadores independiente mcardilar@unal.edu.co

Luz Myriam Lugo Rugeles Rafael Ángel Moreno-Arias


mylugorugeles@hotmail.com ramorenoa@unal.edu.co

Cañon del Araracuara, río Caquetá. Foto: L. M. Correa 15


M. A. Morales-B.
BIOLOGÍA Y CONSERVACIÓN DE LOS CROCODYLIA DE COLOMBIA

PARTICIPANTES Y AUTORES

C. Gómez

Robinson Manuel Suarez-Daza Universidad de Sucre


rmsuarezd@unal.edu.co Facultad de Ciencias Agropecuarias,
Grupo de Investigación en Biodiversidad
Willington Martínez-Barreto Tropical
wmartinezb@unal.edu.co
Alcides Sampedro-Marin
Instituto de Genética, Grupo de asampedro2002@yahoo.es
Biodiversidad y Recursos Genéticos

Paul Bloor
pbloor@unal.edu.co
Jaime De La Ossa V.
jaimedelaossa@yahoo.com AGRADECIMIENTOS
Grupo de Investigación en Biodiversidad
Sandra Hernández Tropical - Maestría en Ciencias
sandrahdez@gmail.com Ambientales
Agradecemos a la Directora del Instituto del Norte y el Oriente Amazónico,
Alejandro De La Ossa-Lacayo de Investigación de Recursos Biológicos Corporación Autónoma Regional para la
alejandrodelaossa@yahoo.com Alexander von Humboldt (IAvH), Brigitte Defensa de la Meseta de Bucaramanga,
L. G. Baptiste, así como a la Junta Corporación Autónoma Regional del
Maestría en Ciencias Ambientales Directiva del IAvH, por haber respaldado Atlántico, Corporación Autónoma Regio-
la realización de este libro en el marco del nal del Cauca, Corporación Autónoma
Efrén Valencia-Parra Plan Operativo Anual 2013 del Programa Regional del Valle del Cauca, Corporación
efrenvalenciap@yahoo.es de Biología de la Conservación y Uso de la de los Valles del Sinú y San Jorge y
Biodiversidad. A Johanna Galvis y Ricardo Departamento Administrativo de Gestión
Carrillo por su colaboración al respecto. Al del Medio Ambiente de Cali.
Ministerio de Medio Ambiente y Desarrollo
Sostenible (MADS), por su apoyo a la línea Agradecemos a los responsables de los
de Recursos Hidrobiológicos. museos y colecciones biológicas que
nos enviaron su información para la
A Ricardo Claro y Rodrigo Moreno (Pro- construcción de los mapas de distribución:
grama de Política, Legislación y Apoyo a la Instituto de Investigación de Recursos
Toma de Decisiones, IAvH), por la asesoria Biológicos Alexander von Humboldt,
en los temas políticos y legales. Instituto de Ciencias Naturales de la
Universidad Nacional y Museo de Ciencias
A las siguientes corporaciones que enviaron Naturales de la Salle. De igual manera a las
las bases de datos de los decomisos y los instituciones que nos enviaron sus bases
documentos e informes relacionados de datos sobre registros de avistamientos:
con la conservación de las especies: Fundación Omacha, Asociación Chelonia
Codechoco, Corantioquia, Cormacarena, y Pantera Colombia. A los investigadores
Cornare, Corpoamazonia, Corpoboyaca, Andrés Acosta, Diana Vanesa Caballero,
Corpocaldas, Corpocesar, Corpochivor, Esteban Payán, Ferley Mosquera, Gian
Corpoguajira, Corpoguavio, Corpomag, Carlo Sanchéz, Ivan López, Jaime Cabrera,
Corponariño, Corponor, Corporinoquia, Jenny Gallo, Jerónimo Rodríguez, Juan
Corpouraba, Cortolima, Corporación Manuel Peláez, July Paulina Ramírez,
Autónoma Regional de Cundinamarca, Luz Fernanda Jiménez-Segura, Magnolia
Corporación para el Desarrollo Sostenible Longo, María Fernanda González,

16 17
M. A. Morales-B.
BIOLOGÍA Y CONSERVACIÓN DE LOS CROCODYLIA DE COLOMBIA

AGRADECIMIENTOS

C. Gómez

Orlando Patiño (PNN Tuparro) y al y Crocodylus acutus, respectivamente; a


proyecto Fauna Acuatica Amenazada de la Gonzalo Jiménez Alonso (estudiante de
Amazonia Colombiana-Facuam. maestría, UNAL) y Sandra Hernández
(investigadora) para la obtención de
A los investigadores, colegas y amigos que muestras en campo y la generación de
nos ayudaron con el material fotográfico: las secuencias de Caiman crocodilus;
Andrés Acosta, Astrid Acosta, Catalina a Jorge Augusto Osorio Kuan por su
Gómez, Josefa C. Señaris, Eduardo Pa- trabajo de grado sobre la recuperación y
paroni, Elkin Briceño, Fernando Gómez
(Asociación Chelonia), Ferley Mosquera,
Germán Garrote, Jerónimo Rodríguez
amplificabilidad de ADN a partir de pieles
de cocodrilos procesadas; y finalmente
a Gonzalo Jiménez Alonso, Carolina
RESUMEN EJECUTIVO
Escobar, Juliana Agudelo, Julio García, Ibáñez, Tomas Andrés Viloria Lagares,
Iván Jácome Negrete, Katiuska González, Sandra Hernández, Adriana Restrepo,
Lina María Correa, Luz Slendy Pimien- Lina Pedraza, Viviana Hernández, Diana
to, Luis Fernando Anzola, Luis Fernando En el marco del Plan Operativo Anual de investigación y hacer recomendaciones
Carolina Pachón y Jorge Augusto Osorio (2013) del Programa de Biología de la Con- para la implementación efectiva de dichas
Cáceres, Luz Fernanda Jiménez-Segura, Kuan, por su apoyo en el muestreo de
María Fernanda González, María Jimé- servación y Uso de la Biodiversidad del Ins- estrategias de conservación.
los parentales de Crocodylus acutus de los tituto de Investigación de Recursos Bioló-
nez, Marcela Portocarrero, Manuel Mer- zoocriaderos en Colombia.
chán (Asociación Chelonia), Mario Garcés gicos Alexander von Humboldt, se llevó a Para lograr este fin, se invitó a participar
(Asociación Chelonia), Mónica Martínez cabo la iniciativa “Biología y conservación a 20 expertos en diferentes temas biológi-
Alirio Fajardo-Patiño hace extensos sus de los Crocodylia de Colombia”, proyecto cos y de conservación. El libro incluye 17
(PNN Tuparro), Paula Sánchez-Duarte,
agradecimientos a los profesores y men- que forma parte de una línea de trabajo a capítulos. El primero muestra una panorá-
Rocio Polanco, Sergio Balaguera, Silvana
tores en la Biología, Pedro M. Ruiz-Ca- largo plazo sobre los recursos hidrobioló- mica general del documento, sus alcances
Bustillo, Tony Crocetta y a los Proyectos
rranza, Federico Medem y Jorge Ignacio gicos y pesqueros continentales del país. y el segundo hace referencia a las genera-
Fauna Acuatica Amenazada de la Amazo-
Hernández-Camacho. Para liderar este proceso se contó con la lidades del orden Crocodylia (evolución,
nia Colombiana-Facuam y Proyecto piloto
de conservación del caimán aguja con la participación de la Universidad de Sucre estado de conservación e importancia
Jaime De La Ossa V. expresa su mayor y la Fundación George Dahl en el proce- ecológica). El tercero trata los métodos
participación de la comunidades bahía de
Cispatá, departamento de Córdoba, CVS. consideración a los pobladores de la región so editorial y más de 30 organizaciones para el estudio en campo (evaluación po-
de la Mojana, por sus enseñanzas, ama- (universidades, ONG, CAR, entre otras), blacional, estudio de huevos, métodos de
La elaboración del Capítulo 14 bilidad y conocimientos, compartidos por que aportaron información muy valiosa al captura, morfometría, marcación, análi-
(Genética), no hubiera sido posible sin la más de tres decadas. A los investigadores documento. sis de dieta, manipulación y trasporte).
participación de los diferentes miembros con quienes he compartido esta opción de El cuarto incluye las claves no sólo para la
del Grupo de Biodiversidad y Recursos vida, sus aportes no tienen precio y han Este libro surge como una necesidad de identificación de las especies, sino de las
Genéticos, Instituto de Genética, moldeado la estructura investigativa que contar con un punto de partida, que per- pieles y productos derivados. A partir del
Universidad Nacional de Colombia hoy me acompaña, entre ellos, por sus va- mita dar lineamientos a los trabajos fu- capítulo cinco y hasta el 11, se tratan las
(UNAL). Paul Bloor agradece a Carolina lores y grandes enseñanzas, agradezco  a: turos dirigidos a la conservación de los especies y la información disponible para
Ibáñez, investigadora y zootecnista del Jorge Hernández-Camacho, Hernando crocodílidos de Colombia. Para ello se cada una de ellas (distribución geográfi-
UNAL, por la generación de gran parte Chiriví-Gallego, Richard C. Vogt, Hilldier investigó sobre el estado de conocimien- ca, talla y peso, crecimiento, longevidad,
de las secuencias relacionadas con los Zamora, Guillermo Vásquez y  Leónidas to de los aspectos biológicos y el estado habitat, alimentación, reproducción, com-
proyectos de Crocodylus intermedius y Zambrano.  Igualmente, hago extensivo de conservación de las especies, así como portamiento, población, uso, amenazas y
Crocodylus acutus; a Tomas Andrés Viloria reconocimiento  a  los compañeros de tra- se diagnosticaron las amenazas sobre las conservación). Los capítulos del 12 al 16,
Lagares (estudiante de maestría, UNAL) bajo: Alirio Fajardo-Patiño, Vicente Rue- poblaciones. También se analizaron los consideran los temas relacionados con el
y a Carolina Posso Peláez (estudiante de da-Almonacid, Alcides Sampedro-Marín, resultados de las diferentes estrategias de uso (tradicional, consumo, ornamental,
maestría, UNAL), por el análisis de los Joaquín Clavijo, Carlos A. Lasso y Mónica conservación adelantadas en el país en los turismo, comercial); la zoocría (historia,
datos genéticos de Crocodylus intermedius A. Morales-Betancourt.   últimos años, para proponer nuevas líneas situación actual y producción histórica,

18 19
BIOLOGÍA Y CONSERVACIÓN DE LOS CROCODYLIA DE COLOMBIA

RESUMEN EJECUTIVO

C. Gómez

entre otros); los avances en Colombia con algún grado de amenaza (Tabla 1), como subsistencia. A pesar del consumo elevado de dichas estrategias no se desarrollan de
la genética molecular; las amenazas a las consecuencia de su sobreexplotación en y la importancia que este representa para manera integral, sino limitadas a ciertos
poblaciones (tráfico y deterioro ambien- la primera mitad del siglo XX para la ob- la seguridad alimentaria de muchas zonas componentes (educación ambiental y tra-
tal) y las estrategias de conservación. Fi- tención de sus pieles. Hoy día esta presión remotas del país, no hay prácticamente in- bajo comunitario). Para lograr la conser-
nalmente, a partir de todos estos insumos, se ha derivado hacia la babilla (Caiman formación básica de esta actividad. vación de una población es indispensable
se recogen las principales conclusiones y crocodilus fuscus), que es objeto de tráfico un trabajo a largo plazo, lo que es difícil
se dan las recomendaciones para la con- ilegal para la comercialización de su piel. Posterior a los trabajos realizados por cuando hay una falta de continuidad insti-
servación (Capítulo 17). El análisis de las bases de datos de las cor- Federico Medem hace más de 30 años, los tucional, tanto a nivel presupuestal como
poraciones autónomas regionales muestra estudios referentes a la historia natural de de personal. Esto trae consigo la pérdida
Colombia es, junto con Brasil, el país que que el 99% de los decomisos pertenecen a las especies han sido muy escasos. Hay que de los pocos avances que se realizan y de
tiene el mayor número de especies de esta subespecie. resaltar que para los cachirres (Paleosuchus la confianza en las instituciones, por parte
Crocodylia en el mundo. De las 23 espe- palpebrosus y Paleosuchus trigonatus) y el de los actores locales. Igualmente, los es-
cies reconocidas a nivel mundial, Colom- Además de la captura por la piel, este caimán negro (Melanosuchus niger), hay un fuerzos realizados son puntuales, tanto en
bia tiene seis. Posee asimismo, cuatro de grupo es aprovechado con distintos fi- desconocimiento sorprendente de su bio- términos espaciales (local en vez de tener
los ocho géneros y dos de las tres familias nes, como el consumo de subsistencia, logía y ecología. También es importante un enfoque regional o biogeográfico) como
de este orden. Las cuencas del Amazonas ornamental, medicinal y mascotas. En mencionar que no se conoce con certeza, temporales (continuidad a mediano y largo
y Orinoco son las de mayor riqueza, com- las especies de menor tamaño como los cual es el estado poblacional para ningu- plazo), lo que imposibilita que el programa
partiendo cuatro especies, mientras que cachirres (Paleosuchus palpebrosus y Paleo- na de las especies. Por ello es prioritario de conservación tenga algún impacto po-
Caribe, Magdalena y Pacífico comparten suchus trigonatus) y las babillas (Caiman establecer y mantener un programa de
blacional. Hay que recordar que los croco-
dos especies (Tabla 1). crocodilus) -especialmente las distribui- monitoreo.
dílidos son especies longevas, que utilizan
das en las cuencas Amazonas, Pacífico y
hábitats por fuera de los límites del área de
Desafortunadamente, la mitad de las Orinoco-, su aprovechamiento está diri- Las principales amenazas a los crocodí-
incidencia del programa de conservación.
especies se encuentran catalogadas con gido principalmente para el consumo de lidos son indirectas. Entre estas se en-
Por último, la investigación científica bási-
cuentran las malas prácticas de pesca, la
ca y aplicada ha sido limitada, por lo que la
reducción del hábitat, el deterioro am-
información biológica de las especies, que
Tabla 1. Lista de especies y subespecies de los Crocodylia de Colombia con su distribución biental y el calentamiento global. Dichas
amenazas requieren de una cuantificación es la base para poder tomar decisiones de
por cuencas o zonas hidrográficas. Categoría de amenaza según el Libro rojo de reptiles de manejo, es todavía incompleta.
Colombia (Castaño-Mora 2002) y la categoría CITES. End: endémicas; Am: Amazonas; Car: apropiada.
Caribe; Mag: Magadalena; Ori: Orinoco; Pac: Pacífico.
Para ayudar a conservar los recursos na- Es indispensable que se realice un segui-
turales de Colombia, el país ha implemen- miento óptimo a las estrategias de con-
Especie y/o Libro servación implementadas principalmente
Familia End. Cites Am. Car. Mag. Ori. Pac. tado diferentes estrategias que incluyen
subespecie rojo
la normativa a nivel nacional, la firma de en el Caribe, puesto que estas, están plan-
Crocodylus acutus   CR I   1 1   1 teadas para que en un futuro se puedan
Crocodylidae convenios de carácter internacional, la ge-
Crocodylus intermedius   CR I       1   aprovechar los individuos silvestres por
neración de planes o programas de conser-
Melanosuchus niger   EN I 1         vación y la creación de áreas protegidas, parte de las comunidades locales. Esto
Paleosuchus trigonatus     II 1     1   entre otras. Desafortunadamente, todos generará una distribución más equitati-
Paleosuchus palpebrosus     II 1     1   estos esfuerzos no han sido suficientes, va en el ingreso de recursos económicos,
Caiman crocodilus puesto que a pesar de que las primeras me- una apropiación por parte de los usuarios
Alligatoridae fuscus     II   1 1   1
didas de conservación se pusieron en mar- y una disminución del tráfico ilegal, ya
Caiman crocodilus cha desde los años 60, las poblaciones no que el mantenimiento de las poblaciones
x   I 1        
apaporiensis ha mostrado señales de recuperación, a ex- silvestres estaría influyendo en su bien-
Caiman crocodilus cepción de algunas zonas muy puntuales estar económico. Igualmente, el aporte
    II 1     1  
crocodilus como en Bahía Cispatá. Esto se debe entre económico a las comunidades locales en la
Total 5 2 2 4 2 otros factores, a que la implementación implementación de los programas, es una

20 21
G. Garrote
BIOLOGÍA Y CONSERVACIÓN DE LOS CROCODYLIA DE COLOMBIA

RESUMEN EJECUTIVO

C. Gómez

estrategia que se debe seguir incentivando. a preparar (legal, judicial, tramites, etc.)
El uso sostenible de crocodílidos silvestres para cuando las estrategias de conserva-
ha sido ya referido por varios países a nivel ción brinden sus resultados optimos y las
mundial. Colombia tiene un gran potencial poblaciones naturales se encuentren en
al respecto, por lo que es importante que buenas condiciones para generar exceden-
las autoridades ambientales se empiecen tes para el aprovechamiento.

EXECUTIVE SUMMARY
Within the framework of the 2013 Annual research needed and make recommenda-
Plan of Operations, the Conservation tions for effective future implementation
Biology and Biodiversity Use Program of of conservation measures.
the Instituto de Investigación de Recur-
sos Biológicos Alexander von Humboldt, To accomplish this, 20 experts were invi-
undertook a project titled: “Biology and ted to contribute to this book, resulting
conservation of Colombian Crocodylia”, in 17 chapters covering different topics of
that forms part of the institute’s long crocodilian biology and conservation. The
term strategy to foment research about first chapter outlines the general panora-
our country’s hydrobiological resources ma of the book, with shortcomings and
and continental fisheries. To achieve these successes; the second includes the basics
results we received collaboration from the about Crocodylia (evolution, conservation
Universidad de Sucre and the Fundación status and ecological importance). The
George Dahl for the editorial process and third covers field methods (population
more than 30 other organizations (uni- evaluation, egg studies, capture methods,
versities, ONG, CAR, among others) that morphometry, marking, diet analysis,
contributed very valuable information for handling and transport). The fourth pro-
the document. vides identification keys, not just for the
different species but also for skins and
This book arises from the need to establish other commercial products derived from
a starting point from which future croco- crocodilians. Chapters 5 through 11 give
dilian conservation research in Colombia information on each species (geographic
can proceed. To do this, the current state distribution, length and weight, growth,
of knowledge about biological aspects and longevity, habitat, feeding, reproduction
conservation status of the species was behavior, populations, use, threats and
determined along with an evaluation of conservation). Chapter 12 to 16, consi-
the threats the surviving populations are der topics related to the different uses
currently facing. The effectiveness of di- (traditional, consumption, ornamental,
fferent conservation strategies employed tourism, commercial); farming of crocodi-
in the country in the last few years was lians (history, current situation, produc-
Caimán aguja (Crocodylus acutus). Foto: F. Trujillo also evaluated, to propose new lines of tion history, etc.); advances in Colombia

22 23
BIOLOGÍA Y CONSERVACIÓN DE LOS CROCODYLIA DE COLOMBIA

EXECUTIVE SUMMARY

M. A. Morales-B.

in molecular genetics; threats to popula- first half of the 20th century. Today, that Since the natural history studies carried are essential, but lack of institutional con-
tions (wildlife traffic and environmental same pressure is focused on the caiman out by Federico Medem more than 23 tinuity, (both of funding and personnel)
threats) and strategies for conservation. (Caiman crocodilus fuscus), and there is a years ago, very little new information has hinder application of long term projects.
Finally, based on all the previous informa- considerable illegal traffic of their skins. become available. It is important to point This results in a loss of the few benefits
tion provided, conclusions are drawn and Data from autonomous regional authori- out that even today we somewhat surpri- gained temporarily as well as loss of con-
recommendations for conservation are ties in Colombia show that 99% of wildlife singly know almost nothing about the na- fidence and support from local communi-
made in Chapter 17. seizures are of this species. tural history of Paleosuchus palpebrosus, P. ties and institutions. Short and medium
trigonatus or Melanosuchus niger. Because term efforts at few, isolated sites, make it
Colombia, together with Brazil, has the In addition to harvest for their skins, accurate population census numbers are impossible for these to truly improve cro-
greatest number of crocodilians of the this group is also subject to other uses lacking for all Colombian species, it is of codilian populations because these species
world. Of the 23 known species, Colombia such as subsistence consumption, orna- utmost priority to implement a program are long lived, and utilize habitats outside
has six, included in four of eight genera, ments, medicinal and pets. Smaller spe- to monitor population numbers. protected areas. Finally, both applied and
and two of the three families of this order. cies (Paleosuchus palpebrosus, P. trigonatus basic scientific research of crocodilians
The Amazon and Orinoco Basins are the and Caiman crocodilus) especially those The major threats to crocodilians are in- has been very limited in recent times, and
richest and share four species, while the found in the Amazon, Pacific and Orino- direct. Among them we find bad fishing so information available for making ma-
Caribbean, Magdalena and Pacific coastal co basins, are eaten locally for subsisten- practices, habitat reduction, environ- nagement decisions is incomplete.
regions share two (Table 1). ce. But in spite of the high rate of human mental deterioration and global war-
consumption, and the importance these ming. These threats require appropriate It is indispensable than appropriated mo-
Unfortunately, half of the species present species have in the diet of many peoples quantification. nitoring of the conservation strategies im-
fall into threatened categories (Table 1). in the more remote areas of the country, plemented will take place. Especially in the
This situation is a consequence of over- almost no information is available about Among the many actions taken to help Caribbean region, since these strategies
exploitation by skin harvesters during the this activity. preserve the natural resources of Co- aim for the wild individuals to be harvest
lombia, the country has implemented in the future. This generates a more equi-
different strategies that include regula- table income distribution, users owners-
tions at the national level, adherence to hip and reduction of illegal trade; since the
international treaties, the generation of management of the wild populations will
Table 1. List of species and subspecies of Crocodylia in Colombia with distribution by drai- conservation plans and programs and be influencing economic wellbeing of local
nage or hydrographic zone. Threat categories are from the Red Data Book of Colombian the creation of protected areas. Unfor- communities. At the same time, economic
Reptiles (Castaño-Mora 2002) and CITES categories. End = endemic. Am: Amazon; Car: tunately, all these efforts have proved contribution to local communities for pro-
Caribbean; Mag: Magdalena; Ori: Orinoco; Pac: Pacific. insufficient, given that some of these gram implementation is a strategy that
strategies have been implemented since shall remain. The sustainable exploitation
Red the 60’s, but crocodilian populations of wild crocodilians had being refereed by
Species and/or show no signs of recovery. Among the other countries worldwide. Colombia has a
Family End. Data Cites Am. Car. Mag. Ori. Pac.
subspecies
Book many factors that contribute to this fail- great potential, this is why it is important
Crocodylus acutus   CR I   1 1   1 ure of recovery, the lack of an integral for environmental authorities to become
Crocodylidae
Crocodylus intermedius   CR I       1   implementation of conservation efforts ready (legal, judicial, procedures, etc.) so
Melanosuchus niger   EN I 1         is key; in most cases efforts are limited when the conservation strategies provide
to community and environmental edu- optimal results and wild populations con-
Paleosuchus trigonatus     II 1     1  
cation programs. To accomplish crocodil- ditions are proper, surplus individuals can
Paleosuchus palpebrosus     II 1     1  
ian population recovery, long term efforts be harvest.
Alligatoridae Caiman crocodilus fuscus     II   1 1   1
Caiman crocodilus
x   I 1        
apaporiensis
Caiman crocodilus crocodilus     II 1     1  
Total 5 2 2 4 2

24 25
F. Trujillo
1. Introducción
Mónica A. Morales-Betancourt y Carlos A. Lasso

En términos biológicos, Colombia es con- Colombia es a nivel de Suramérica, el país


siderada como uno de los países más ricos que tiene el mayor número de especies jun-
del planeta. La variedad de ecosistemas en to con Brasil. De las 23 especies que hay en
el territorio colombiano incluye hábitats el mundo, Colombia tiene seis (más de la
que van desde páramos y montañas an- cuarta parte), cuatro de los ocho géneros
dinas hasta selvas tropicales, humedales, y dos de las tres familias que constituyen
llanuras y desiertos. Esta variedad de eco- el orden Crocodylia. Desafortunadamen-
sistemas determinan en gran medida, la te, la mitad se encuentra catalogada con
enorme riqueza biológica colombiana, que algún grado de amenaza. Dos En Peligro
se calcula en un diez por ciento del total de Critico, el caimán aguja (Crocodylus acutus)
especies conocidas. y el caimán llanero (Crocodylus intermedius)
y una En Peligro con tendencia a Vulnera-
Un grupo muy representativo son los rep- ble, el caimán negro (Melanosuchus niger)
tiles, donde Colombia ocupa el sexto lugar (Castaño-Mora 2002), esto debido a que en
en diversidad a nivel mundial. Entre estos la primera mitad del siglo XX se cazaron de
se encuentran los crocodílidos, que consti- manera desmedida para la obtención de su
tuyen un factor regulador en los ecosiste- piel. Además de su captura por la piel, este
mas donde habitan. Su importancia radica grupo es aprovechado con distintos fines,
en que son organismos fundamentales en como el consumo cárnico, ornamental,
el flujo y recirculación de nutrientes, así medicinal y mascotas. En especies de me-
como en el control de las poblaciones de nor tamaño como los cachirres (Paleosuchus
sus presas, desde insectos hasta vertebra- palpebrosus y Paleosuchus trigonatus) y las
dos. Su papel como depredadores tope fa- babillas (Caiman crocodilus), especialmen-
vorecen la diversidad biológica en los eco- te las de las cuencas Amazonas, Pacífico
sistemas. Por último, vale la pena reseñar y Orinoco, su aprovechamiento está diri-
su importancia como fuente de alimento gido principalmente para el consumo de
para muchas comunidades rurales e indí- subsistencia. Este ha aumentado de mane-
genas en áreas remotas. ra preocupante en los últimos años debido

Estero, río Pauto. Foto: R. Antelo 27


BIOLOGÍA Y CONSERVACIÓN DE LOS CROCODYLIA DE COLOMBIA

INTRODUCCIÓN

a la migración humana a las zonas rurales internacional) y la literatura gris (infor-


y alejadas bien conservadas, lo que podría mes, consultorías, tesis, etc.), de las corpo-
representar una amenaza sino se toman raciones autónomas regionales, Parques
las medidas. Nacionales Naturales, los documentos de
algunas ONG y universidades, así como
Hoy día además del aprovechamiento di- datos inéditos u originales de los inves-
recto sobre los individuos, este grupo está tigadores. Esto permitió tener una línea
sufriendo nuevas amenazas y lo hacen de base, con el fin de dar lineamientos de tra-
una forma indirecta, por lo que el impac- bajo futuro que contribuyan a la conserva-
to es muy difícil de detectar y más aún, ción de las especies.
cuantificar. Entre estas se encuentran las
malas prácticas de pesca, la reducción y Para la elaboración del libro se contó con
degradación de los hábitats y el calenta- la participación de 20 investigadores que
miento global. vinculan a ocho instituciones. El docu-
mento cuenta con 17 capítulos. Los prime-
En el país se han tomando medidas gene- ros consideran temas como las generalida-
rales para proteger el patrimonio natural y des del orden y su estado de conservación,
a nivel internacional Colombia es signata- los métodos de campo para el estudio de
ria de varios convenios y tratados. A nivel las poblaciones y las claves de identifica-
nacional se encuentra la designación de
ción (especies, pieles y productos). El blo-
áreas protegidas, la adopción de normas
que central (Capítulos 5 al 11) recoge toda
para prohibir la caza y recolección de hue-
la información disponible para las espe-
vos y la generación de programas o planes
cies (distribución geográfica, talla y peso,
de manejo. A nivel regional se han reali-
crecimiento, longevidad, habitat, alimen-
zado algunos trabajos puntuales sobre la
tación, reproducción, comportamiento,
conservación de las especies de crocodíli-
población, uso, amenazas y conservación).
dos. Sin embargo, estas estrategias no han
sido del todo efectivas ya que las poblacio- Posteriormente (Capítulos 12 al 16), se
nes naturales no parecen recuperarse. abordan los temas relacionados con el
uso, la zoocría, los avances en Colombia
Para poder conservar cualquier especie con la genética molecular, las amenazas
es necesario tener un conocimiento bási- a las poblaciones (tráfico y deterioro am-
co sobre la historia natural. En Colombia biental) y las estrategias de conservación.
los estudios sobre la biología y ecología de Finalmente, con los insumos recogidos
las especies son escasos y adicional a esto, en todo el documento, se muestran en el
la poca información existente (inédita Capítulo 17 las conclusiones principales y
y/o publicada) se encuentra dispersa y en se establecen las recomendaciones para la
ocasiones es difícil acceso. Con este nuevo conservación.
volumen de la serie editorial Recursos Hi-
drobiológicos y Pesqueros Continentales En nombre del Instituto Humboldt, así
de Colombia, se buscó compilar la infor- como de todos los participantes de este
mación existente en el país, tanto a nivel libro, se espera que esta contribución mo-
de historia natural como lo referente a su tive a los tomadores de decisiones para
conservación. Para lograr dicho objetivo, la puesta en marcha de medidas y planes
se revisaron -dependiendo la disponibili- efectivos que garanticen la recuperación y
dad- la información publicada (nacional e conservación de este valioso recurso.

28 Ciénaga El Llanito, Barrancabermeja. Foto: E. Briceño


F. Trujillo
Los Crocodylia de Colombia:

2. generalidades y estado de
conservación
Mónica A. Morales-Betancourt, Alirio Fajardo-Patiño, Carlos A. Lasso
y Jaime De La Ossa V.

Origen de los Crocodylomorpha de tierras bajas tropicales donde una pa-


Los Crocodylomorpha son uno de los gru- leofauna tan diversa ha sido estudiada en
pos de vertebrados con una evidencia fó- un contexto geocronológico. En particu-
sil bien documentada, que ha permitido lar, la riqueza de crocodílidos en La Venta
realizar diferentes análisis filogenéticos. no tiene parangón en el marco del Ceno-
No obstante, aún no se ha dilucidado to- zoico suramericano. La abundancia y esta
talmente su historia evolutiva después diversidad excepcional, así como el exce-
de más de 240 millones de años desde el lente estado de conservación de los verte-
Triásico Medio, época en la que se estima brados fósiles, está asociada a la tasa de
su aparición en la tierra. A los estudios acumulación de sedimentos volcánicos
paleontológicos y sistemáticos, se están en el piedemonte de la cordillera Central
incorporando análisis cladísticos y biogeo- (Kay et al. 1997). Esta geofauna miocéni-
gráficos recientes, que buscan explicar las ca de La Venta permitió reconstruir un
diferencias entre la morfología tradicional paisaje similar al de los llanos actuales
y la sistemática molecular. Estos muestran de la Orinoquia colombo-venezolana, con
resultados alentadores, pero es oportuno presencia de sabanas, selvas cálidas, sel-
señalar que deben ser interpretados pru- vas de galería y helobiomas (Hernández-
dentemente, dada la constante aparición Camacho et al. 1992).
de nuevos registros fósiles (Bronzati et al.
2012, Hastings et al. 2013). El origen de los crocodyliformes colom-
bianos y particularmente de los Eusuchia,
Es ampliamente reconocido a nivel mun- clado que incluye los taxones vivientes del
dial, el aporte significativo que ha tenido orden Crocodylia, se encuentra estrecha-
la paleofauna de la Formación La Venta mente ligado al origen de este grupo en Sur-
(desierto de la Tatacoa, Villa Vieja, depar- américa. Este presenta una amplia repre-
tamento del Huila, Colombia), para com- sentatividad en la paleofauna de La Venta,
prender la evolución de los vertebrados en de la cual se han registrado varios taxones:
Suramérica. Este es tal vez, el único lugar Langstonia huilensis (Sebecidae), Sebecus sp.

Caimán negro (Melanosuchus niger). Foto: F. Trujillo 31


BIOLOGÍA Y CONSERVACIÓN DE LOS CROCODYLIA DE COLOMBIA

GENERALIDADES Y CONSERVACIÓN

M. A. Morales-B.

(Sebecidae), Gryposuchus colombianus (Ga- para explicar la distribución actual del gé-
vialidae), Charactosuchus fieldsi (Tomisto- nero. Las reconstrucciones biogeográficas
minae), Eocaiman sp. (Alligatoridae), Cai- demostraron que los verdaderos cocodri-
man lutescens (Alligatoridae), Purussaurus los probablemente no se originaron en
neivensis (Alligatoridae), Balanerodus logi- África, sino más bien de un antepasado
mus (Alligatoridae) y Mourasuchus atopus en los trópicos del Mioceno Superior del
(Alligatoridae). De estas especies algunas Indo-Pacífico.
son conocidas sólo de Colombia y otras
son comunes con el resto de Suramérica. Recientemente se han descrito otros cro-
Dichos registros permiten inferir que en codyliformes dyrosáuridos en La Guajira
el Cenozoico suramericano los caimanes colombiana, los cuales tienen su origen
fueron los crocodyliformes más abundan- en África y se limitan en América del Sur a
tes y ampliamente distribuidos, ocupando taxones descubiertos en la Formación Ce-
una amplia variedad de nichos ecológicos rrejón del Paleoceno Noreste de Colombia:
al parecer ya desde el Oligoceno-Mioceno, Improcerus cerrejonisuchus y Acherontisuchus
cuando ocuparon los nichos que tienen ac- guajiraensis. Esta última especie es distinta
tualmente las formas vivientes, todas des- de los dyrosáuridos conocidos, ya que tie-
cendientes de un ancestro común. ne una combinación única de caracterís-
ticas cráneo-mandibulares y morfología
Los gaviálidos de Suramérica, por las evi- post-cranial, que sugiere que podría haber
dencias existentes, tuvieron su origen en ocupado hábitats fluviales muy favorables
África y arribaron al continente america- para su desarrollo en comparación con la
no a través del Atlántico en el Eoceno Me- mayoría de dyrosáuridos del Viejo Mundo
dio (Langston 1965, Langston y Gasparini (Hasting et al. 2011, Hastings et al. 2013).
1997). Medem (1968, 1981), fundamenta-
do en Langston (op. cit.), atribuye el ori- Los crocodílidos actuales
gen de los aligatóridos actuales (Caiman y y su distribución
Melanosuchus) a partir de Eocaiman caver- En la actualidad existen 23 especies en
nensis proveniente del Eoceno patagóni- el mundo. Colombia, es el país que tiene
co, mientras que el origen de los actuales el mayor número de especies junto con
Paleosuchus lo plantea como incierto, y Brasil, incluyendo seis especies (más de la
las especies de Crocodylus las consideran cuarta parte), cuatro de los ocho géneros y
como formas invasoras de Suramérica (su dos de las tres familias que constituyen el
distribución solamente se extiende hasta orden Crocodylia.
el Orinoco). Esta aseveración es un argu-
mento para tratar de explicar su reciente La familia Crocodylidae está representa-
inmigración. Oaks (2007), estableció que da en Colombia por un género y dos es-
los análisis filogenéticos confirmaron que pecies, Crocodylus acutus (caimán aguja)
el género Crocodylus representa un grupo y Crocodylus intermedius (caimán llanero).
de especies estrechamente relacionadas El primero se encuentra distribuido en
que se derivan de una radiación post- las cuencas Caribe, Magdalena y Pacífico,
Mioceno Medio, por lo que la vicarianza mientras que el caimán llanero es endé-
ya no puede ser considerada la única razón mico de la cuenca del Orinoco. La familia
Figura 1. Cuencas hidrográficas de Colombia.

32 33
BIOLOGÍA Y CONSERVACIÓN DE LOS CROCODYLIA DE COLOMBIA

GENERALIDADES Y CONSERVACIÓN

M. A. Morales-B.

Alligatoridae incluye tres géneros: Caiman, antiguo extraído de los cráneos paratipos Así, las cuencas del Amazonas y Orinoco y degradación de los hábitats y el calenta-
Melanosuchus y Paleosuchus, con cuatro es- asignados a la subespecie C. c. apaporien- son las de mayor riqueza (cuatro cada una), miento global, entre otras (ver Capítulo 15).
pecies en total. El género Caiman está re- sis Medem 1955 en el Museo de Ciencias mientras que Caribe, Magdalena y Pacífico
presentado por tres especies, de las cuales Naturales de la Universidad Nacional de tienen dos especies (Figura 2). Importancia ecológica
sólo Caiman crocodilus está en el país. Has- Colombia y de muestras de individuos de Aunque no se han realizado estudios a
ta hace poco tiempo se consideraba que poblaciones silvestres de C. c. crocodilus, Estado de conservación fondo, se puede asumir que los Crocodylia
esta especie incluía cuatro subespecies en permitieron cuestionar la validez de la De las seis especies de crocodílidos, tres son importantes para el mantenimiento y
Colombia: Caiman crocodilus fuscus en las subespecie C. c. apaporiensis. El análisis fueron sometidas de manera desmedida al regulación de las comunidades acuáticas,
cuencas Caribe y Magdalena; Caiman cro- filogenético mostró que las muestras del comercio de pieles durante la primera mi- dado su papel como depredadores tope en
codilus chiapasius en la vertiente Pacífico; museo (paratipos) identificadas como C. c. tad del siglo XX, a tal punto que sus pobla- el control de las poblaciones de las espe-
Caiman crocodilus crocodilus en Amazonas apaporiensis anidaron en el clado recono- ciones llegaron a un grado preocupante de cies presas. Por ejemplo, en Bolivia y Bra-
y Orinoco; y finalmente, Caiman crocodilus cido como C. c. crocodilus (ver Capítulo 14). disminución e inclusive en algunas zonas sil, se atribuye el incremento de especies
apaporiensis, aparentemente endémica del No obstante, es importante señalar que a desaparecer (Medem 1981). Estas fueron herbívoras, como el capibara y otros roe-
río Apaporis (cuenca del Amazonas). Sin estos son todavía resultados preliminares, Melanosuchus niger, Crocodylus intermedius dores pequeños plaga, a la desaparición
embargo, estudios actuales basados en por lo que se asumirá a C. c. apaporiensis y Crocodylus acutus, que por su tamaño del caimán negro. También se relaciona
ADN mitocondrial, muestran que C. c. fus- como válida hasta completar los estudios. y las características de su piel, eran las la extinción de esta última especie, con el
cus se encuentra distribuida en las cuencas que tenían mayor valor comercial y por lo incremento de las poblaciones de pirañas
del Caribe, Magdalena y la vertiente Pací- Otro género de esta familia presente en tanto las de mayor demanda. De acuerdo (Serrasalmus spp) (Ross 1969).
fica, por lo que C. c. chiapasius no estaría Colombia, es Melanosuchus, representado con Castaño-Mora (2002), el caimán agu-
en Colombia (Escobedo-Galván et al. 2011, por una sola especie (Melanosuchus niger) ja (C. acutus) y el caimán llanero (C. inter- Por otra parte, también controlan
ver Capítulo 14). Más recientemente, los o caimán negro, presente en la cuenca medius), se encuentran en Peligro Critico diferentes especies de artrópodos que
análisis preliminares realizados por el del Amazonas. Por último, está el género (CR C2a) por tener poblaciones pequeñas pueden llegar a convertirse en plagas o
Grupo de Biodiversidad y Recursos Gené- Paleosuchus con dos especies, Paleosuchus (menores de 250 individuos maduros) vectores de enfermedades (Ross 1969). Los
ticos del Instituto de Genética de la Uni- palpebrosus y Paleosuchus trigonatus, ambas y en disminución continua. El caimán crocodílidos son consumidores de ciertos
versidad Nacional de Colombia, usando distribuidas en las cuencas del Amazonas negro (M. niger) es considerada En Peli- invertebrados, que pueden ser vectores
fragmentos cortos de ADN mitocondrial y el Orinoco. gro (EN A1c), con tendencia a Vulnera- naturales de algunos estadios larvales
ble (VU), debido a una rápida reducción de tremátodos. La afirmación anterior
(70%) en el tamaño poblacional. De estas se fundamenta por ejemplo en el caso
tres, aparentemente sólo el caimán aguja descrito por Medem (1981), con Caiman
y el caimán negro, han mostrado cierta latirostris y Caiman yacare en Argentina
recuperación en algunos sectores, aunque y Uruguay, donde debido a la cacería
no hay estudios detallados que permitan excesiva, se incrementaron las poblaciones
establecer con claridad cuál es el estado del caracol del género Pomacea. Estos
poblacional verdadero para alguna de las caracoles son reservorios naturales de los
seis especies. Es por esta razón, que se estadios larvales de algunos tremátodos.
requiere hacer una actualización del aná- El aumento poblacional de este gastrópodo
lisis de riesgo de extinción de estas espe- trajo consigo un incremento en los casos
cies (puesta al día del Libro rojo), con la de esquistosomiasis en el ganado ovino.
información disponible.
Juegan un papel primordial en el ciclo de
Hoy día las amenazas son otras y afectan nutrientes. Las deyecciones y los restos
a todas las especies de una forma indirec- de alimento que se incorporan al medio
ta, por lo que el impacto es muy difícil de acuático, fomentan el desarrollo de algas
medir. Entre estas amenazas se encuentran y otras plantas, que soportan toda la cade-
Figura 2. Número de especies por cuencas hidrográficas. las malas prácticas de pesca, la reducción na trófica. Su presencia en los ecosistemas

34 35
BIOLOGÍA Y CONSERVACIÓN DE LOS CROCODYLIA DE COLOMBIA

GENERALIDADES Y CONSERVACIÓN

M. A. Morales-B.

es vital para el mantenimiento equilibra- cional de Colombia, Ministerio de Medio En: Crocodiles, their ecology, management • Oaks, J. R. 2007. Phylogenetic systematics,
do de las poblaciones ícticas (Cott 1961, Ambiente, Conservación Internacional- and conservation. IUCN – The World Con- biogeography, and evolutionary ecology of
Colombia. Bogotá, Colombia. 160 pp. servation Union, Gland, Switzerland. the true crocodiles (Eusuchia: Crocodyli-
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36 37
M. A. Morales-B.
3. Métodos de campo
Jaime De La Ossa V., Alirio Fajardo-Patiño, Alejandro De La Ossa-
Lacayo y Alcides Sampedro-Marín

La descripción sistemática de los méto- Inderena y que salvo modificaciones pro-


dos absolutos y relativos de muestreo en pias de la evolución académica y científica,
campo son una herramienta de gran valor mantiene una matriz importante en su
para los investigadores. Permiten unificar estructura. Su aplicación no ha sido tan
criterios sobre la forma más efectiva de efectiva en algunos casos, dada la falta de
llevar a cabo el trabajo, y minimizar costo, planificación y unificación de criterios. A
al tiempo que su estandarización propor- continuación se describen los principales
ciona información coherente y comparable elementos a tener en cuenta para el estu-
que ayuda a discutir los resultados de ma- dio de cocodrílidos como la evaluación po-
nera unificada. blacional, el estudio de los huevos, análisis
de dieta y manipulación, entre otros.
La aplicación de estos métodos exige uni-
formidad, conocimiento y rigurosidad de 1. Evaluación poblacional
acuerdo a la disponibilidad presupuestal.
Además, deben tener y seguir un protocolo 1.1. Muestreos y censos
que garantice el cumplimiento de los obje- Estadísticamente se reconoce como mues-
tivos, adaptabilidad al ambiente, repetibi- treo, a la técnica que selecciona una mues-
lidad y certeza sobre las características de tra de una población, teniendo en cuenta
las poblaciones a muestrear. De esta ma- que sus propiedades sean extrapolables
nera, los resultados dependerán en buena a toda la población. Esta técnica permite
parte de estas consideraciones y de la ex- ahorrar recursos. Para que el muestreo
periencia del investigador. sea válido, se considera que no sólo deben
hacerse estimaciones poblacionales, sino
En cuanto al estudio de los crocodílidos que se debe tener también en cuenta, los
en campo, es evidente que se ha seguido márgenes de error correspondientes a di-
a nivel nacional un modelo que nació con chas estimaciones. No será posible tener

Cría de caimán negro (Melanosuchus niger). Foto: F. Trujillo 39


BIOLOGÍA Y CONSERVACIÓN DE LOS CROCODYLIA DE COLOMBIA

MÉTODOS DE CAMPO

F. Gómez

seguridad absoluta pero si se puede llegar CVo = Coeficiente de variación deseado. recomienda atrapar y medir una muestra
a estimaciones confiables si la probabili- n = Número total de muestras posibles de ejemplares para establecer las rectas
dad y el límite de confianza son altos. Por de las cuales una muestra de n es de regresión entre el tamaño estimado a
otro lado están los censos, donde el ob- seleccionada. partir de la distancia entre los ojos y las
jetivo es contar el total de los individuos no = Tamaño de la muestra. dimensiones reales de los ejemplares;
de la población en un área seleccionada y N= Tamaño de la población. debe emplearse la relación lineal entre la
determinar la estructura poblacional de la longitud de la cabeza y la longitud total.
misma. Estos requieren de mucho tiempo 1.1.1. Muestreos nocturnos por También se recomienda efectuar los con-
y recursos, por lo que normalmente se re- avistamiento directo teos durante las temporadas de mayor
curre únicamente a los muestreos. En es- Según la metodología de Chabreck (1966), actividad de los individuos o cuando se
tos últimos la probabilidad de detección es los recorridos se realizan a bordo de una a. concentran en grandes cantidades en los
<1 (Lancia et al. 1994), mientras que en los embarcación con motor fuera de borda que cuerpos de agua (temporada seca) y que los
censos se asume que todos los individuos sea lo más silencioso posible (15 -25 HP) censos se repitan en la misma estación del
de la población pueden ser contados, así y se mantiene una velocidad de desplaza- año y a lo largo de transectos fijos (Rueda-
la probabilidad de detección es igual a 1 miento entre 5 y 10 km por hora, a más o Almonacid et al. 2007). Ahora, en el caso
(Bailey 1984). menos 50 m de la orilla (Rueda-Almonacid de tener la disponibilidad de medir en zoo-
et al. 2007). Igualmente puede hacerse en criaderos ejemplares de diversas tallas, de
La calidad de los resultados numéricos bote a remos o a pie, bordeando cuerpos diferentes estados de madurez y de ambos
dependerá de la precisión en la toma de de agua pequeños o muy someros para sexos, se podrían aproximar relaciones
datos y es muy importante identificar las ser recorridos. La iluminación se hace con morfométricas de mejor calidad que ayu-
fuentes de variabilidad y los sesgos. Por lámparas de neón o halógenas, con lumi- darían a reducir los errores de apreciación
ejemplo, las condiciones ambientales, ca- nosidad de 50.000 a 2’000.000 candelas en campo.
pacidad y experiencia de los observadores, (García-Grajales et al. 2007). Idealmen- b.
distribución de las especies y la variación te participan tres personas: motorista, La densidad en este caso se expresa en
natural de los hábitats, entre otras. Igual- iluminador y registrador de datos. Los ind./km, pero es posible hacer un estima-
mente, es necesario que los estudios pue- avistamientos se llevan a cabo median- tivo que involucre ind./km2, si se calcula
dan ser replicados para validar los resul- te iluminación directa, lo que al hallazgo el ancho medio del cuerpo de agua, lo cual
tados obtenidos, lo cual puede llevarse a del animal origina la reflexión ocular del puede llevarse a cabo mediante geoposi-
cabo repitiendo los muestreos en los sitios tapetum lucidum, que produce destello de cionamiento de las observaciones e imá-
originales tomando datos en hábitats si- color anaranjado rojizo (Chabreck 1966) genes satelitales actualizadas del área de
milares (Lancia et al. 1994). Un estimativo (Figura 1). Este permite detectarlos hasta estudio. Ahora, teniendo en cuenta que
de gran importancia en los censos y mues- una distancia de 200 metros cuando se les los estudios poblacionales de cocodrilos
treos, es el tamaño necesario de la mues- alumbra en la noche (Salas-Araya 1985). establecen abundancia y densidad en ind./
tra para establecer una población finita, Una vez localizado, sin perder el punto de km, es importante mantener este criterio
que está dado por la siguiente ecuación iluminación, se hace un acercamiento si- c. unificador que permitirá hacer compara-
(Rueda-Almonacid et al. 2007). lencioso hasta donde sea posible sin per- ciones y discusiones con mayor facilidad y
der de vista al animal para identificarlo y Figura 1. Reflexión ocular del tapetum en igualdad de términos.
no = [CV/CVo] estimar la talla, calculada esta por la rela- lucidum. a) Melanosuchus niger, b) Caiman
ción entre distancia intraocular y la longi- crocodilus y c) Paleosuchus palebrosus. Las diferencias que se presentan en la ob-
n = no/1 + (no/N) tud total (Magnusson 1983). Fotos: Facuam (a), P. Sánchez-Duarte (b) y servación, captura y una estructura pobla-
S. Hernández (c). cional determinada, se pueden asociar a
Donde: Igualmente Chabreck (1966) establece que las variables ambientales. Estas incluyen
debe hacerse una relación entre la longi- la temperatura del aire y del agua, velo-
CV = Coeficiente de variación observado tud de la tabla craneana y la longitud to- cidad del viento, precipitación, fase lunar
en el muestreo previo. tal de los individuos. Magnusson (1983) y la vegetación circundante o ribereña

40 41
BIOLOGÍA Y CONSERVACIÓN DE LOS CROCODYLIA DE COLOMBIA

MÉTODOS DE CAMPO

F. Gómez

(Pacheco 1990, Campos et al. 1994, Esco- un límite de confianza del 95%, de acuer- fc2 = Factor de corrección por convertir El resultado indica que el valor máximo
bedo-Galván 2003, Rueda-Almonacid et do con la siguiente ecuación (Messel et al. conteos observados al número to- observado (Vo), representa el porcentaje
al. 2007). De allí la importancia metodoló- 1981): tal estimado. (p%) de la población total (N); la cual se
gica de calcular el índice de fracción visible [1.96(s)] 1/2 estima con una regla de tres, es decir:
(Escobedo-Galván 2003). N= m +- Más información detallada de estos cálcu-
pp
los se puede consultar en Chabreck (1963),
N= (Vo) 100
1.1.2. Índice de fracción visible Donde: Jones (1966) y Magnusson (1982). p%
Para el cálculo del índice de fracción visi-
ble se estima el número de animales avis- N = Tamaño de la población. 1.1.5. Estimación poblacional mediante El cálculo de la densidad (D) se estima con
tados con respecto al total poblacional m = Valor promedio del número de el método del valor máximo del número la siguiente fórmula:
(este índice sobrestima el tamaño real de crocodílidos. de individuos observados
la población). La fracción no visible está pp = Porcentaje de la población observada Para el cálculo de la población se utiliza el
constituida por dos grupos importantes: a) durante un muestreo promedio. D= N
valor máximo del número de individuos Km
ejemplares localizados dentro de los tran- S = Desviación estándar. registrado. El método fue propuesto King
sectos, pero que no son visibles por encon- Para un intervalo de confianza del 95% el et al. (1990) y Cerrato (1991), y consiste Donde:
trarse sumergidos o escondidos y b) indivi- valor de t = 1,96. en dividir el valor promedio de individuos
duos ubicados fuera del área de muestreo. observados entre el número máximo de N = Población estimada.
Para calcular la fracción visible se deben Basado en la formula anterior, el resultado individuos registrados durante todo el km= Kilómetros recorridos.
realizar conteos repetitivos en el mismo del tamaño poblacional se indica en un in- estudio. Por cada recorrido o transecto
transecto de 15 o más conteos sucesivos tervalo de variación entre un límite máxi- se obtiene el número absoluto de cocodri- 1.1.6. Evaluación de la abundancia de
a intervalos de cinco minutos. La fracción mo y un mínimo (Cupul-Magaña 2009). los avistados. Posteriormente se obtiene hembras reproductoras dentro de una
visible puede ser estimada a partir del pro- la media aritmética de las observaciones población
medio y la desviación estándar, utilizando 1.1.4. Muestreos sucesivos para cada caso, según la ecuación o fórmu- Esta técnica utilizada por Chabreck
la fórmula para una distribución binomial: Como lo establecen Rueda-Almonacid la usada con buenos resultados en la Re- (1966), donde se contaron los nidos, per-
p=1-desviación estándar 2/m (Messel et al. et al. (2007), si las circunstancias lo per- serva de la Biosfera La Encrucijada (2010). mite estimar el tamaño de la población (p)
1981, King et al. 1990, Cerrato 1991, Rue- miten, sería ideal realizar tres conteos: a partir de la siguiente ecuación:
da-Almonacid et al. 2007). mañana (8:00-9:30); tarde (14:00-15:30) X= R
y noche (19:00-22:00), para establecer re- Mo p=n/(m)(f)(b)
Para calcular la fracción visible (p), se- lación entre conteos diurnos y nocturnos. Donde: Donde:
gún Escobedo-Galván (2003), se aplica la Así, el promedio de los tres conteos repre-
ecuación: sentaría la densidad del lugar. La relación X = Promedio de observaciones. n = Número de nidos.
p = (1-d2)/m entre los conteos diurnos y nocturnos está R = Total de registros. m = Proporción de individuos se-
dada por la siguiente ecuación (tomada de Mo = Número de muestreos. xualmente activos dentro de la
p= Fracción vista durante un conteo Rueda-Almonacid et al. 2007): población.
normal. Para obtener el valor de la proporción o f = Proporción de hembras adultas.
d = Desviación estándar. p = [n + (d x fc1)] / fc2 fracción visible observada (p), se divide el b = Proporción de hembras anidantes.
m = Promedio del total de conteos. Donde: promedio X o la media aritmética, entre el
valor máximo de los registros (Vo) obteni- Si se estima un factor de corrección, el ta-
La fracción no visible (q) se calcula de la p = Población estimada. dos durante los muestreos y se multiplica maño poblacional puede ser calculado me-
siguiente forma: n = Cantidad de individuos contados por 100 para calcular el porcentaje. diante la siguiente ecuación:
q=1-p durante la noche.
d = Número de individuos contabiliza- pe = n*fc
1.1.3. Tamaño poblacional dos durante el día. p= X (100) Donde:
Una vez calculada la fracción visible, se fc1 = Factor de corrección de convertir Vo
estima el tamaño de la población (N) con conteos diurnos a nocturnos.

42 43
BIOLOGÍA Y CONSERVACIÓN DE LOS CROCODYLIA DE COLOMBIA

MÉTODOS DE CAMPO

F. Gómez

n = Número de animales observados. p= Probabilidad de captura. para las diferentes especies y se detallan de individuos que pertenecen a la clase I
fc = Factor de corrección, el cual se calcula n= Número de sesiones de captura. otras fuentes de consulta que permitie- sufren variaciones mensuales, por lo que
utilizando la fracción visible de la pobla- ron reconstruirla (Tabla 1). Es importan- resulta inadecuado incluir datos de este
ción (p), a través de la fórmula 100/p; para 1.1.8. Índice de abundancia relativa te señalar que de acuerdo a Seijas (2011), tipo (clase I) para determinar el tamaño y
calcular la densidad se utiliza la siguiente Según la Reserva de la Biosfera La En- las clases de tamaños son afectadas de- características de las poblaciones.
ecuación: crucijada (2010), se aplica cuando en una pendiendo las condiciones ambientales o
misma área coexisten diferentes especies espacio-temporales, por lo que se incluyó 1.1.10. Captura-recaptura
d =pe/re de cocodrilos (simpatría), se calcula apli- en la tabla, el lugar donde se han realizado Es un método que permite estimar el tama-
Donde: cando la siguiente fórmula: los diferentes estudios. Así mismo, según ño de la población. Para tal efecto se captu-
Velasco y Ayarzagüeña (1995), el número ra al azar una fracción de la población y se
d = Densidad. IAR= No. R / LT
pe = Población estimada. Donde:
re = Kilómetros recorridos. Tabla 1. Clases de tamaños, tallas y grado de desarrollo independiente del sexo de las dife-
IAR= Índice de abundancia relativa. rentes especies de crocodílidos de Colombia. * Grado de desarrollo según De La Ossa (2002)
Dado que normalmente se presenta una No. R = Número de registros de cada basado en animales en cautiverio. ** Longitud cabeza-cola (LCC).
correlación positiva muy alta entre el ta- especie.
maño corporal y la sensibilidad a la huida LT = Longitud de cada transecto.
y por ende a la probabilidad de detección, Clase de Talla-LT Grado de
Especie Fuente
es importante derivar factores de correc- tamaño (cm) desarrollo
1.1.9. Estructura de tamaño
ción con base al tamaño de los individuos. La estructura de tamaño se basa en aspec- I < 50 Neonatos Llanos de Venezuela
tos relacionados con la talla de madurez II 51-120 Juveniles (Velasco y Ayarzagüeña
1.1.7. Remoción sexual y la talla máxima alcanzada por Caiman crocodilus 1995) y Caribe
III 121-180 Subadultos colombiano (Balaguera-
Supone que todos los individuos tienen las especies. En Colombia, el Ministerio
la misma posibilidad de ser capturados del Medio Ambiente (hoy Ministerio de IV > 181 Adultos Reina et al. 2010)
o removidos. Igualmente, se tiene como Ambiente y Desarrollo Sostenible), adop- I < 60 * Neonatos
premisa que entre más individuos sean re- tó una metodología estandarizada para la
II 61-120 Juveniles Costa Caribe-Colombia
movidos de una población, menos estarán evaluación de las poblaciones silvestres de
(De La Ossa 2002) y costa
disponibles, lo que implica que número de Crocodylia en Colombia (Martínez 1994 Crocodylus acutus III 121-180 Juveniles
Caribe Venezuela (Lander
capturas por unidad de esfuerzo se reduci- en Rodríguez 2000), basada en Ayarzagüe- IV 181-240 Subadultos 2003, Seijas 2011)
rá (Leslie y Davis 1939). ña (1983) y adaptada según las recomen-
daciones del Crocodile Specialist Group de V > 241 Adultos
Se puede emplear el cálculo de captura la UICN. Esta se utilizó en el censo nacio- I < 60 Neonatos Llanos de Venezuela
constante o el esfuerzo de captura varia- nal de los Crocodylia realizado en los años (Antelo 2008), Orinoquia
ble, para lo cual se aplicará en cada caso: II 61-120 Juveniles
90 (Rodríguez 2000). Sin embargo, dicha colombiana (Barahona y
metodología no ha sido de fácil acceso o ha Crocodylus intermedius III 121-180 Subadultos Bonilla 1994, Lugo 1998
Esfuerzo de captura constante (método de tenido una difusión adecuada, por lo que IV 181-240 Subadultos -basado en Seijas 1993)
Moran-Zippin) (Southwood 1978): en el país se han empleado diferentes cate- y Orinoquia venezolana
gorías de tamaño por especie. Este hecho V > 241 Adultos (Seijas y Chávez 2000)
N = T/1-q n
ha complicado o hace prácticamente impo- I < 60 Neonatos
sible, la comparación entre estudios.
Donde: II 61-120 Juveniles
 Amazonia colombiana
Debido a que la información publicada en Melanosuchus niger III 121-180 Subadultos
N= Tamaño de la población. (Naranjo 1997)
Rodríguez (2000) no detalla con precisión
IV 181-240 Subadultos
T= Número de indivíduos capturados. algunos aspectos relevantes, a continua-
q= -p. ción se presenta la estructura de tamaño V > 241 Adultos

44 45
BIOLOGÍA Y CONSERVACIÓN DE LOS CROCODYLIA DE COLOMBIA

MÉTODOS DE CAMPO

F. Gómez

Tabla 1. Continuación. Donde: m2 = Número de animales marcados


capturados en ambas sesiones.
Clase de Talla-LT Grado de xnx = Número total de capturas.
Especie Fuente nx= Número total de animales 2. Marcación
tamaño (cm) desarrollo
manipulados.
I < 20** Juveniles 2.1. Eliminación de placas
Llanos de Venezuela q = Parámetro estimado de la distribu-
Paleosuchus palpebrosus II 21-40 Subadultos ción geométrica. caudales
(Pacheco 2009)
III > 41 Adultos Son métodos sencillos que implica elimi-
I < 20** Juveniles Amazonia brasileña Las frecuencias esperadas (E) para el mo- nación de las placas caudales para la identi-
delo se calculan con la fórmula planteada ficación de los cocodrilos. La presencia del
Paleosuchus trigonatus II 21-40 Subadultos (Magnusson y Lima 1991) botón o retracción cicatrizal, resultante de
y extrapolado de Pacheco por Bayliss (1987):
III > 41 Adultos (2009) la amputación de los verticilos caudales
E (Fi) = (S F i)(1- q) q i-1 (simples o dobles), persiste a lo largo de
toda la vida de los animales y es identifi-
marca. Después de un tiempo prudencial R= Número individuos recapturados Donde: cable fácilmente, no solo en los animales
se efectúan otra vez capturas (recapturas) vivos, sino también en las pieles, tanto cru-
en t2.
Fi = Frecuencia de captura en cada se- das como curtidas (Larriera 2005).
y se cuentan los individuos que presenta- S = Número de sesiones de captura.
ron marcas. Entre las variables del método Ni = Población estimada en tiempo i. sión de muestreo.
Para facilitar la identificación de un indi-
se tienen las siguientes: ni = Número individuos capturados en
Las frecuencias esperadas se comparan viduo se le puede cortar una o varias de las
tiempo i. placas de las crestas caudales dobles o sen-
Poblaciones cerradas con una sola marca- Ri = Número de individuos recaptura- luego con las frecuencias reales usan-
cillas. En Colombia se utiliza el corte raso
da y recaptura: dos en tiempo i. do pruebas de bondad de ajuste del X 2
de las escamas de la cresta simple caudal.
para probar la validez del modelo y sus
Se numera de la primera a la cuarta placa
Lincoln-Petersen Para poblaciones abiertas con múltiples supuestos.
1, 2, 4, 7; respectivamente, de la quinta a
N = Mn/R. capturas y recapturas se tiene Jolly-Seber la octava en múltiplo de 10 (10, 20, 40, 70),
(Naranjo 2000). Este estimador supone El estimador Lincoln-Petersen, según Let-
de la novena a la decima segunda en múlti-
Chapman que: 1) no hay nacimientos fuera de la eta- tink y Armstrong (2003), se puede usar en plos de 100 (100, 200, 400, 700) y así suce-
N = ((M + 1) (n +1)/(R + 1)) -1 dos sesiones de capturas, siempre y cuan- sivamente. El número que identifica a un
pa reproductiva; 2) no ocurre inmigración;
do se asuma lo siguiente: 1) no hay naci- ejemplar en particular, obedece a la suma-
3) los animales marcados y los no marca-
Poblaciones cerradas con múltiples captu- mientos, ni muerte, ni emigración durante toria de las placas eliminadas (De La Ossa
dos mueren y dejan el área de estudio a
ras y recapturas el estudio; 2) todos los animales tienen la 2003) (Figura 2a). Hay tres códigos que
la misma velocidad; y 4) no se pierden las
misma probabilidad de ser capturados; 3) han sido usados en Venezuela, cada uno
marcas. Este modelo no asume la probabi-
Seber los animales marcados no pierden las mar- de ellos implantado por los investigadores
lidad de igual captura para todas las sesio-
N = ∑Ni/S-1 cas. Los limites de confianza se pueden que han tenido bajo su responsabilidad
nes de muestreo y estima el tamaño de la establecer según lo planteado por Pollock
población mediante la siguiente fórmula los primeros zoocriaderos de caimanes
Schnabel et al. (1990). establecidos en el país a saber: Andrés E.
N = Mi ni/Ri (ver Edwards y Eberhardt 1967, Eberhardt
Seijas (UNELLEZ), John Thorbjarnarson
1969, Seber 1973, Caughley 1978, García- N = n1 n2/m2 (Masaguaral) y José Ayarzagüena (Hato El
Donde: Grajales et al. 2007): Donde: Frío) (Seijas 2011) (Figura 2b).

N = Tamaño de la población. N = Σnx/q N = Tamaño estimado de la población. 2.2. Marquillas, chapetas o marbetes
M = Número de individuos marcados n1 = Número de animales capturados
en t1. q= 1-p en la primera sesión. 2.2.1. Marquillas numeradas o marcas
n = Número individuos capturados en n2 = Número de animales capturados tipo monel (plásticas o metálicas). Fija-
t2. p= (Σ nx / Σ xnx ) en la segunda sesión. das a la primera placa de la cresta caudal

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lugares de anidación, permanencia en teniendo como precaución que las madres


áreas especificas de acuerdo a la estacio- durante esta primera etapa de la vida cui-
nalidad. Par mayor detalle consultar Mu- dan y defienden a su prole, llegando en
ñoz y Thorbjarnarson (2000), Kay (2004), ocasiones a ser sumamente agresivas y
Read et al. (2005), Gallego-García (2007) y peligrosas. Particularmente en el caso de
Patterson y Hartmann (2011). Caiman crocodilus la protección de las crías
a.
por parte de las hembras se puede pro-
2.2.5. Marcas naturales. Seijas (2011) longar varios meses, por lo que la captura
conceptúa que al igual que ocurre con los de animales pequeños, particularmente
seres humanos, cada individuo de una cuando todavía forman grupos debe lle-
especie de cocodrilo tiene un conjunto de varse a cabo después de tener la certeza
rasgos que le son exclusivos, únicos, que que no se corre ningún riesgo de ataques
podrían permitirnos distinguirlos de ma- por parte de la madre o de algún otro adul-
nera inequívoca de otros individuos de la to que se encuentre en las cercanías.
misma especie. Esas características distin-
tivas pueden ser un patrón de coloración, Para individuos de Crocodylus spp cerca-
algún tipo de deformidad, alguna mutila- nos a una longitud total de 1 m, la captura
ción, algún patrón de escamación peculiar con la mano, con un rápido movimiento al
o la combinación de varios de estos rasgos. cuello, es relativamente sencilla de reali-
Este tipo de identificación es funcional zar. Para Caiman crocodilus entre 0,7 y 0,8
para grupos reducidos, por ejemplo los re- m, dado que cuentan con un cuello mucho
productores de un zoocriadero pequeño. más grueso y mayor corpulencia relativa a
En campo sería una labor casi imposible ese nivel de tamaño, hace mayor nivel el
b. de llevar a cabo. dificultad para aprisionarlos (Seijas 2011).

Figura 2. a. Marcación por eliminación de la cresta simple caudal. Tomado de De La Ossa 3. Captura La captura con la mano en horas de la no-
(2001). b. Diferentes códigos de marcación por eliminación de placas caudales. Tomado de che se asocia a la iluminación de los ejem-
Seijas (2011). Según Wilkinson (2005) pueden conside- plares, lo cual los inmoviliza. En horas del
rarse varios tipos de capturas. día la visibilidad juega un papel importan-
te, así como la trasparencia, las dimensio-
3.1. Captura activa (cacería) nes y la profundidad del cuerpo de agua
sencilla. Ofrece buenos resultados, máxi- implantación de microchip se puede apli- Comúnmente la captura de los cocodrilos (Seijas 2011).
me en el caso que se utilicen colores dife- car subcutáneamente. El dispositivo elec- se efectúa desde embarcaciones o desde la
rentes para machos y hembras los cuales tromagnético posee un sistema alfa numé- orilla de los cuerpos de agua. La embarca- Otros métodos de captura activa utilizan
resulten visibles en la noche (Rueda-Al- rico que mediante lector tipo pistola por ción debe ser adecuada para el lugar donde lazos, anzuelos pequeños triples con pesos
monacid et al. 2007). ejemplo, permitirá la identificación poste- se usa y puede variar desde una canoa de y diferentes clases de redes (Wilkinson
rior del ejemplar. Es muy útil en estudios madera tipo piragua y botes de distintos 2005). Los cocodrilos de tallas mayores se
2.2.2. Marquillas numeradas pequeñas. de largo plazo y se ha demostrado que no tamaños, hasta botes impulsados por mo- capturan con lazos más grandes (los mejo-
Fijadas a la parte superior del párpado y es perjudicial para el animal (Dixon y Ya- tores fuera de borda que incluso pueden res son los lazos de cable de cierre automá-
en las membranas interdigitales (Chávez nosky 1993). ser de automóviles o de aviones (Wilkin- tico), arpones y anzuelos triples con pesos
2000, Llobet 2002), incluso aplicable a son 2005). (Seijas 1979, Ayarzagüena 1983, Cherkiss
neonatos (Rueda-Almonacid et al. 2007). 2.2.4. Seguimiento satelital. Mediante la et al. 2004). Las pinzas Pilstrom o brazo
instalación de trasmisores que envían su Según Seijas (2011) la captura manual mecánico (Figura 3) y el agarrarlos con las
2.2.3. Microchips insertados debajo señal a satélites, se pueden establecer da- es viable para las crías de Paleosuchus manos, no son métodos suficientemente
de la piel. Este método conocido como tos importantes sobre desplazamientos, spp, Caiman crocodilus y Crocodylus spp, seguros para aplicarlos a algunas especies

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de cocodrilos de más de 1,25 m (Webb y El lazo de cable de cierre automático debe 3.1.2. Redes. La captura con redes de arras-
Messel 1977). atarse a un mango o bastón que además tre, los llamados “chinchorros” o “trasma-
de estabilizar el lazo, aumenta también llos” es una técnica, ampliamente empleada
3.1.1. Enlazamiento. Una de las técnicas su alcance. Debe armarse de manera que para la captura de Caiman crocodilus (Seijas
más eficaces para capturar los cocodrilos pueda separarse del bastón, uniendo el 1979, Ayarzagüena 1983), especialmente
vivos de diversos tamaños, es la de enla- lazo con una cinta adhesiva de ½ pulgada en cuerpos de agua de medianas a peque-
zarlos con un cable de cierre automático o con sujetadores de manera que al exten- ñas dimensiones al final de la época de se-
y con un lazo de cable (Chabreck 1963, derlo se pueda manejar fácilmente y luego quía cuando la concentración poblacional
Jones 1966) (Figura 4). Estos lazos de quitarlo, una vez que el lazo esté cerrado aumenta (Seijas 2011). En la zona la de-
cierre automático vienen en diferentes alrededor del cuello del cocodrilo (Figura presión Momposina, Caribe colombiano,
tamaños que pueden adaptarse al tamaño 6). El bastón puede ser de bambú, fibra de Caiman crocodilus fuscus es capturado me-
del cuerpo de los cocodrilos que se quieren vidrio, plástico, madera, aluminio u otros diante al uso de “trasmallos” (redes pla-
capturar (Wilkinson 2005). Igualmente materiales. Mientras más fuerte y más Figura 5. Captura de Crocodylus acutus nas) o “rastras” (redes con saco de fondo),
en la región Caribe se utiliza un sistema liviano sea es mucho mejor (Wilkinson mediante lazo corredizo. Santiago de Tolú con ojo de malla de 5 cm y de 2–2,5 m de
de lazo y vara que es perfectamente fun- 2005). (Sucre). Foto: J. De La Ossa V. alto, con longitudes variables (20-50 m).
cional (Figura 5). Son cazados mediante esta técnica indivi-
duos juveniles hasta de 0,8 m de longitud
total.

3.1.3. Arpones (toggle darts). Para reco-


lectar y eliminar cocodrilos, se han utili-
zado arpones de diferentes tipos. Para cap-
turar sin riesgo cocodrilos vivos de más de
100 cm de longitud, se han utilizado arpo-
nes de punta desmontable o “toggle darts”,
con líneas atadas (Figura 7).

Los arpones que se utilizan con este pro-


pósito han sido modificados reduciendo el
tamaño de la punta, de manera que pene-
tre solamente a través de la piel y super-
Figura 3. Pinza Pilstrom o brazo mecánico. Foto: A. De La Ossa-Lacayo. ficialmente en la masa muscular del ani-
mal que se está capturando (Woodward y
David 1994). Una vez armado el arpón se
fija a un palo de aluminio o de madera para
que el arpón se separe del palo después
que la punta del arpón haya penetrado en
la piel. Se debe armar el arpón de manera
que no penetre más allá de lo necesario.
Figura 6. Imagen del sistema de lazo y su Después de que se ha clavado el arpón, se
integración a la vara o bastón. Tomado de quita el palo y se pasa la tensión a la línea
Wilkinson (2005). de recuperación atada al arpón clavado. La
ubicación fuera de centro de la atadura de
la línea a la cabeza del arpón hace que la
Figura 4. Cable de cierre mecánico para captura de cocodrilos. Foto: A. De La Ossa-Lacayo. punta del arpón se mueva hacia los lados

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Base la utilización de trampas no es siempre y dos de estacas (Hutton et al. 1987). En


(aluminum) Tube selectiva. Además, hasta que se revisa Australia, se ha utilizado con éxito una
Peg
Tip (stainless steel) (copper) una trampa, el animal que haya caído en trampa tipo caja, compuesta de una malla
(stainless steel)
la misma puede lastimarse mientras lucha cilíndrica de acero (Wilkinson 2005). Se
por salir de ella, se puede ahogar, deshi- pueden utilizar las trampas en aguas poco
dratar o ser atacado (Walsh 1987, Leslie profundas en la orilla de zonas donde no
1997). Por lo tanto, es muy importan- hay marea o pueden colocarse suspendi-
te controlar las trampas a intervalos de das en tubos flotantes hechos de PVC en
tiempo adecuados. Se pueden colocar unos las zonas con marea. Las trampas de cuer-
Cable transmisores que emitan una señal cuan- da han sido utilizadas eficientemente para
(stainless steel)
do la trampa haya sido activada (Webb y capturar cocodrilos mayores de cuatro
Messel 1977, Wilkinson 2005). En captu-
metros de longitud total. Igualmente se
Figura 7. Imagen de un arpón para la captura de un cocodrilo. Tomado de Woodward y ras locales el uso de campanas brinda ade-
han utilizado redes de enmalle con éxito
David (1994). cuadamente la opción de alarma.
(Walsh 1987).
Existe una amplia variedad de diseños de
trampas para capturar cocodrilos. En Zim- 3.2.1. Trampas de caja. Son sistemas se-
bajo la piel, evitando de esta manera que babwe, para atrapar al cocodrilo del Nilo guros y éticos, se han diseñado para ser
se pueda salir por el orificio de entrada. De se han utilizado con éxito trampas cajas utilizadas con carnada. Cuando el coco-
esta forma, el animal no podrá escaparse con carnada, trampas con lazos con carna- drilo entra a la trampa y agarra la carnada,
(Wilkinson 2005). da de distintos tipos, trampas diseñadas se activa un mecanismo que hace cerrar la
alrededor de una trinchera hecha a mano puerta, encerrando al animal en la trampa
Para arponear con éxito se necesitan preci-
sión y fuerza. Para la seguridad del animal,
los arpones deben clavarse en una zona re-
lativamente blanda de la piel y lejos de los
órganos internos o de la columna vertebral. Figura 8. Anzuelo para pesca robada de
Los mejores sitios para clavar el arpón son cocodrilos. Tomado de Wilkinson (2005).
la mandíbula, el cuello y los lados de la cola
(Cherkiss et al. 2004). En ciertas ocasiones
puede ser que el arpón se salga cuando el anzuelo y la cuerda o nylon dependerá del
animal se resiste por lo que se recomienda tamaño del animal. Eventualmente el ani-
que se enlace al animal lo más pronto posi- mal saldrá a la superficie y podrá ser en-
ble para que esté seguro cuando se mani- lazado para poder manejarlo más adelante
pule posteriormente (Wilkinson 2005). sin peligro o puede suceder que el ejemplar
se enrolle en la línea, enredándose más y
3.1.4. Anzuelos para atrapar (“snatch de esta manera se pueda capturar en for-
hooks”). Los anzuelos para atrapar son ma exitosa (Wilkinson 2005).
anzuelos triples con pesos que pueden ser
utilizados con cañas de pescar y riel (Figura 3.2. Captura pasiva - trampas
8) (Wilkinson 2005). El aparejo de pesca se Las trampas se utilizan para capturar los
utiliza para tirar el anzuelo al cocodrilo y cocodrilos que habitan en sitios donde los
luego recogerlo cuando se haya adherido a métodos convencionales de acercamien-
la piel del animal. Es lo que localmente se to no son prácticos o donde los animales
conoce como “pesca robada”. El tamaño del son demasiado cautelosos. Sin embargo, Figura 9. Trampa caja para cocodrilos. Tomada de Wilkinson (2005).

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(Elsey y Trosclair 2004, Wilkinson 2005) caja, pero es sumamente portátil y una se pueden desarmar fácilmente para guar- 3.2.3. Lazos sin carnada. Su diseño está
(Figura 9). gran cantidad de estas trampas puede ser darlas cuando no se usan. Se debe colocar hecho para que los animales pasen sobre
transportada en una pequeña embarca- estas trampas en sitios que sean muy vi- ellos. Se pueden colocar estos lazos sin
3.2.2. Lazos con carnada. El diseño de ac- ción, además de ser relativamente bara- sibles para los cocodrilos. Los canales, los carnada para que los atraviesen en nidos,
tivación de la trampa de lazo es un poco tos de construir comparado con la simple senderos por donde pasan, las zonas don- pasos, cruces y otros sitios donde toman
más complicado que el de la trampa de trampa de caja (Figura 10). Pesan poco y de se alimentan y los sitios donde toman sol (Figura 11).
sol, son lugares especialmente adecuados.
Es mejor colocar la trampa en la orilla del Este mecanismo de captura consiste de
agua (Wilkinson 2005). un lazo de cable, una cuerda larga y dos
estacas guías, que pueden ser transporta-
Se pueden utilizar distintos tipos de cebos dos fácilmente y es de muy bajo costo. Fue
para estas trampas. Sin embargo, es mejor desarrollada para la captura de cocodri-
los vivos durante estudios de revisión de
colocar la carnada por la noche para no
marcación realizados en Carolina del Sur
atraer otras especies que no son de interés.
e implementada más tarde con éxito, para
El cocodrilo es atraído al cebo y, debido a la
capturar en Florida los cocodrilos hembra
ubicación de las tablas de guía, es obliga-
que estaban anidando (Wilkinson 1994).
do a entrar hacia el otro lado de la trampa
Cuando el animal intenta salirse del lazo,
donde está el lazo. Para alcanzar la carna- este lazo de cierre automático se aprieta a
da, el cocodrilo debe pasar la cabeza por su cuerpo (Joanen 1969, Davis et al. 2001).
el lazo de cierre automático. Cuando trata El diseño de esta trampa de manera par-
de agarrar el cebo, se activa el mecanismo, cial ha sido también utilizado con éxito en
que se contrae instantáneamente cerran- Crocodylus acutus y parcialmente en Caiman
do el lazo alrededor de él. Estas trampas yacare. Sin embargo, la trampa debe ser
también pueden ser modificadas para que ajustada según el tamaño del animal que
floten (Wilkinson 2005). se desea atrapar (Wilkinson 2005).

Figura 10. Lazo con carnada. Tomado de Woodward y David (1994). Figura 11. Lazo sin carnada. Tomado de Wilkinson (2005).

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la superficie superior de la yema (vitelo) y si al ser iluminado con una luz fuerte, el
Longitud
de la cabeza se unen a la membrana de la cáscara den- fluido subembrionario o el disco embrio-
(Lcab) tro de las 24 horas después de ser puestos. nario pueden ser reconocidos. La ausencia
Si se cambian de posición antes de cumplir de este fluido o disco es indicativo de una
las 24 horas de puestos, el embrión rota muerte embrionaria temprana o de que el
Ancho de
la cabeza y vuelve a situarse en la corteza superior huevo es estéril (Ferguson 1981, Rueda-
(Acab) del vitelo (Joanen y McNease 1977, Fer- Almonacid et al. 2007).
Longitud
cabeza - cuerpo guson 1981). Igualmente, afirman que los
(LCC) huevos pueden ser removidos suavemente Para estudios de desarrollo embrionario
Longitud durante las 24 horas después de puestos se cortan ventanas de la cáscara en zonas
total (LT) Longitud
del hocico sin daños serios. En función del tiempo, donde no se observe la banda opaca y se
(Lhoc) el embrión junto con las membranas em- ubica el embrión, se retiran los fluidos
briónicas, alcanza una mejor fijación y se con una jeringa y se preserva el resto de
vuelve lo suficientemente fuerte para re- la cáscara junto con el embrión. También
sistir posibles daños al ser removidos. De se pueden preservar los huevos embriona-
allí la recomendación de mover los huevos dos, abriendo sendos orificios en los extre-
tratando de mantenerlos en la misma po- mos e inyectando una solución de formol
Alto de la sición en que se les localiza dentro del nido al 20% por uno de los agujeros, hasta que
cabeza (mantenimiento de la polaridad) (Chirivi la albúmina es removida por el otro aguje-
(ALcab)
1973). ro y la cáscara se agrieta con la expansión
del líquido fijador (Rueda-Almonacid et al.
Recién puestos los huevos son translú- 2007).
cidos, pero a medida que avanza el desa-
rrollo embrionario, es posible observar el 6. Análisis de la dieta
desarrollo normal de los mismos por los
Figura 12. Descripción de las medidas morfométricas para cocodrilos. Fotos: M. A. Mora- cambios en el patrón de las bandas opacas 6.1. Lavado gastrointestinal
les-Betancourt y E. Paparoni. de la cáscara, causada por la deshidrata- (“flushing”)
ción de la albúmina y la disolución de los Un método de colecta de contenidos es-
cristales de carbonato de calcio (Joanen tomacales en animales vivos, es el lavado
y McNease 1977, Rueda-Almonacid et al. o flushing (Fitzgerald 1989). Consiste, se-
4. Morfometría Es conveniente en este tipo de análisis, la 2007). Cuando se deshidrata la albúmina gún lo describen Rueda-Almonacid et al.
La morfología y biometría son los pila- determinación de la variabilidad morfo- de la parte superior del embrión, se forma (2007), en capturar e inmovilizar el ani-
res de la anatomía comparada y junto a la lógica utilizando para ello un análisis de un pequeño parche opaco, justo encima mal, abrir la boca e introducir entre las
genética, la etología y otros aspectos bio- covarianza (MANCOVA), previa transfor- donde el embrión se ha unido a la cáscara. fauces un cilindro de material resistente
lógicos, son las herramientas principales mación de los datos para que cumplan los A medida que la deshidratación de la albú- PVC. Para ejemplares >500 mm de longi-
para establecer comparaciones y diagnosis supuestos de normalidad y homogeneidad mina progresa y engloba el eje menor del tud corporal (LCC), se recomienda utilizar
descriptivas entre especies, poblaciones e de varianzas, lo que se verifica a través de huevo, la banda opaca crece en el mismo un cilindro de 10 cm de diámetro y 14 cm
individuos. En la mayoría de los casos, las pruebas de bondad de ajuste o mediante sentido hasta que el huevo se torna com- de longitud y fijarlo firmemente entre las
diferencias morfológicas advierten sobre la inspección visual de las curvas de distri- pletamente opaco en las fases más avan- mandíbulas. Este procedimiento man-
existencia de variaciones a veces muy leves bución de datos. zadas del desarrollo (Joanen y McNease tiene un pasaje al interior del animal sin
entre especies diferentes (Serna-Lagunes et 1977, Staton y Dixon 1977, Ferguson peligro y facilita la posterior inserción de
al. 2010). Algunas de las principales medi- 5. Estudio de los huevos 1981). la manguera. Luego con el animal sujeto
das que se realizan para el análisis morfo- Independientemente de la disposición en de la cabeza y el cuello, por debajo del ni-
métrico de cocodrilos se basan en Medem que se encuentren los huevos dentro del Un huevo fértil puede ser identificado vel del cuerpo se pasa cuidadosamente a
(1981) (Figura 12). nido, los embriones siempre se ubican en antes de la formación de la banda opaca, través del cilindro una manguera limpia,

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flexible y lubricada, administrando si- Volumen porcentual (V%): volumen de mayores, hasta 1,2 m es sencilla y encierra con varias vueltas de cinta pegante o ban-
multáneamente un poco de agua por la cada categoría de alimento en relación pocos riesgos (Seijas 2011). No obstante, das de caucho (Figura 13).
manguera para expandir más fácilmente con el volumen de todas las categorías puede llegar a ocasionar accidentes, que
el esófago y no causar alguna herida has- presentes. van desde una mordedura sin mayor com- Los animales de mayor talla se deben in-
ta que llegue al estómago. Entonces se promiso -incluso golpes con la cola-, hasta movilizar mediante lazos corredizos. Una
procede a bombear agua corriente a una 6.3. Similitud en la dieta amputaciones y fracturas. De todas for- vez capturados, se fijan al piso y allí se pro-
velocidad constante (10 litros por minuto La semejanza entre dietas, comparando mas, la intensidad de las heridas depende- cede a inmovilizar su cola, al tiempo que
para ejemplares >500 mm de LCC, para entre sexos o tamaños, con influencia de rá del tamaño de animal. se tapa el rostro para tranquilizarlo y se
caimanes grandes alrededor 60-80 litros la estacionalidad, se puede medir con dife- amarra el hocico con una banda de caucho
de agua), hasta que el ejemplar regurgite el rentes métodos. El más generalizado es el En general los ejemplares de hasta 0,8 m lo suficientemente resistente. Posterior-
contenido gastrointestinal. Se puede pal- índice simplificado de Morisita (IM), que de longitud total, una vez apresados por la mente, con bandas o correas flexibles, se
par el flanco izquierdo del ejemplar para se calcula mediante la siguiente ecuación cabeza de forma manual, tienden a girar atan las cuatro extremidades dorsalmente
asegurarse que la manguera haya ingre- (Krebs 1989, Correia 2002): sobre su propio eje, de allí la importancia (Figura 14), cuidando que no permanez-
sado en el estómago. Si se presiona el ab- de aprisionar también la región caudal ca mucho tiempo atado, ya que se podría
domen, previamente al bombeo del agua, IM = 2 ∑Pij Pik / ∑Pij2 + ∑Pik 2 seguidamente de la cabeza, la cual debe presentar daño articular, inflamación e
es factible conseguir una regurgitación asirse por la región anterior, más o menos incapacidad temporal para caminar. Si
de todos los tipos de alimentos y la mayor Donde: a la mitad de cresta doble caudal. Una vez se desea una mejor y más segura inmovi-
parte del contenido gástrico, el cual debe inmovilizados se procede a cerrar el hocico lización el animal, puede ser atado a una
ser recogido en un tamiz y almacenado en Pij Pik = Proporciones de las categorías de
formalina (formaldehido al 6,5%). Si se to- alimentos (j grupo 1) y (k grupo 2), con
can las narinas en el momento de bombear base en los valores de frecuencia de apa-
el agua se fuerza al individuo a cerrar la rición y frecuencia numérica. Este índice
adquiere valores de 0 (ausencia de seme-
glotis y prevenir la entrada de agua en las
janza) hasta 1 (semejanza total).
vías respiratorias.
7. Manipulación y transporte
6.2. Análisis de contenido
gastrointestinal
7.1. Manipulación
Hay diferentes métodos para los análisis
En general la manipulación de ejemplares
de contenido estomacal y/o gastrointesti- cercanos a 1 m de longitud total o un poco
nal y los datos se pueden agrupar por sexo
o por talla (Aguirre-León y Aquino-Cruz
2004).

Los estimativos de mayor utilización se-


gún Hyslop (1980), Marrero (1994), Agui-
rre-León y Aquino-Cruz (2004) son:

Frecuencia de aparición (FA): porcenta-


je del número total de contenidos en que
ocurre cada categoría de alimento.

Frecuencia numérica (FN): porcentaje de Figura 13. Manipulación de Crocodylus


cada categoría de alimento en relación con acutus. Santiago de Tolú (Sucre). Foto: J. Figura 14. Crocodylus intermedius inmovilizado para posterior manipulación. Parque Eco-
el número total de categorías. De la Ossa V. tematico Wisirare (Orocue). Foto: M. A. Morales-Betancourt.

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tabla, con esto los movimientos que deban consciente y mantiene el sentido del oído, minutos a varias horas, dependiendo de la Las inyecciones intravenosas se aplican en
ejecutarse no requieren la movilización a visual y tacto. Puede provocar taquicar- dosis administrada. los vasos de las venas coccígeas, también
pulso del cuerpo del animal (Clerkiss et al. dias y taquipneas. Los ojos se deben cu- donde puede hacerse extracción de sangre
2008). brir con un paño húmedo y los estímulos Se recomienda inyectar en la base de la cola o poner catéteres intravenosos.
externos deben disminuirse al mínimo. cerca a las patas traseras. Esta es el área
Hay que tener en cuenta que los amarres La galamina se puede usar para mantener común para inyecciones intramusculares, 7.2. Transporte
prolongados si se hacen con cuerdas y no relajados los músculos de la boca. Ha sido ya que está compuesta por varias capas de Según la directiva CITES (1979) Resolu-
con bandas, y si además están muy ajus- la droga de elección en Suráfrica para la músculo y las vértebras se localizan en ca- ción Conf. 10.21 (Rev. CoP14), en instruc-
tados, pueden ocasionar muerte de tejidos inmovilización de cocodrilos del Nilo du- pas profundas. No hay riesgo de inyección ciones para el embalador (Rp/2 – Cocodri-
y a la postre mutilaciones. El traslado de rante 25 años. en órganos internos. Se debe tener la pre- los, aligátores, caimanes y gaviales), previa
animales grandes a lugares distantes, con caución, que en animales obesos hay una adaptación, se recomienda tener en cuenta
muchas horas de viaje debe hacerse prefe- Varios estudios demuestran que las dosis gran capa de grasa y puede retrasar su ab- para la movilización de los individuos los
riblemente en cajas o guacales, donde el efectivas de galamina se encuentran entre sorción. Las patas traseras se pueden utili- aspectos de la tabla 2.
animal tenga movilidad restringida, con 1 y 2 mg/kg. Para los cocodrilos de ma- zar para inyectar en pequeños cocodrilos.
el hocico amarrado, ojos y oídos tapados yor tamaño se emplean dosis de 1,1 mg/
(Seijas 2011). kg mientras que en cocodrilos pequeños
se emplean dosis de 2 mg/kg. La sobre-
Seijas (op. cit.) señala que cuando se tra- dosificación de galamina puede resultar
baja con cocodrilos, especialmente de gran en bradicardia, hipermotilidad gastroin- Tabla 2. Recomendaciones para la movilización de crocodílidos. Fuente: CITES (1997).
tamaño, hay que tratar que el tiempo de testinal, incremento de la salivación, mi-
manipulación sea lo más corto posible. La driasis, parálisis de los músculos respira-
- Los cocodrilos deberán tener prioridad sobre las mercancías.
lucha fuerte y prolongada durante la cap- torios e incluso la muerte. Los cocodrilos
- Sólo se deberán transportar cocodrilos en buen estado de salud.
tura puede provocarle la muerte, como inmovilizados con galamina se recuperan - No se deberían administrar calmantes a los cocodrilos.
consecuencia de una severa acumulación a las 12-24 horas sin reversión. En la recu- - No se deben transportar en el mismo contenedor cocodrilos de
de ácido láctico (Seymour et al. 1987). peración participa la excreción renal de la especies diferentes.
droga. - A no ser que se sepa que los cocodrilos de la misma especie se
Se han utilizado algunos medicamentos toleran juntos, no deberían ser transportados en el mismo
para la inmovilización requerida en proce- Neostrigmina, a razón de 0,03-0,06 mg/ contenedor.
sos prolongados de manipulación. Deben kg, compite con la galamina, antagonizan- - No se deberá molestar a los cocodrilos durante el traslado.
ser administrados con las precauciones del do sus efectos. La recuperación tiene lugar - Los cocodrilos que se hayan enfermado o herido durante el
caso y prescritos por el profesional del área, en 5 a 40 minutos, dependiendo de la dosis traslado deberían recibir tratamiento veterinario lo más pronto
en este caso un veterinario. El triethiodu- y la temperatura. posible y, si fuere necesario, deben ser sacrificados evitando
ro de galamina se ha ampliado con éxito sufrimientos. Se deberá dejar constancia de los datos al respecto.
Bienestar general
como relajante muscular (Clerkiss et al. Succinilcolina, se ha usado de forma satis- - Los cocodrilos enfermos o muertos se deben sacar de los
2008). Los relajantes musculares se han factoria en cocodrilos (Crocodylus johnsoni contenedores, cuando sea factible, y se dejará constancia de los
usado históricamente en África para el y Crocodylus porosus) para inmovilizarlos. datos al respecto.
transporte de cocodrilos salvajes, pero se Los cocodrilos de agua salada requieren - No se debe alimentarlos durante el traslado.
advierte que es requerida la asistencia de dosis mayores de 2,2 mg/kg y 5 mg/kg - Para que no haya infecciones, y por razones sanitarias e
un veterinario (http://www.mundoreptil. que los cocodrilos de agua dulce (0,8 mg/ higiénicas, se debe evitar el contacto humano con los cocodrilos,
com/contenido/anestesia-en-cocodrilos- kg y 0,3 mg/kg), para ejemplares de 5 y 35 y éstos no deberían permanecer cerca de artículos alimenticios
del-nilo-309.html). kilos, respectivamente. La dosificación en o en lugares a los que tengan acceso personas no autorizadas.
ambas especies es inversamente propor- - No se debe transportar ningún animal junto a material
Triethioduro de galamina, de actuación cional al peso del animal. No hay fárma- radioactivo o a otras substancias peligrosas para la salud.
corta, no despolarizante neuromuscular, cos que antagonicen el efecto y depende - Se deben fijar los contenedores para evitar los efectos del
produce parálisis flácida de los músculos. del metabolismo renal para su excreción. movimiento en avión, tren, camión o barco, y se deberán
Totalmente inmovilizado, el cocodrilo es La recuperación tarda alrededor de 30 mantener siempre en posición horizontal.

60 61
BIOLOGÍA Y CONSERVACIÓN DE LOS CROCODYLIA DE COLOMBIA

MÉTODOS DE CAMPO

F. Gómez

Tabla 2. Continuación. Tabla 2. Continuación.

- Se deben tomar todas las precauciones previas posibles - Se deben fijar asideros o barras de sujeción y, en el caso que el
para garantizar que los cocodrilos no queden expuestos a contenedor esté muy cargado, deberían existir también medios
temperaturas extremas o a corrientes de aire. Por lo tanto, adecuados para la manipulación con eslingas y con horquillas
sería necesario planificar su traslado teniendo muy en cuenta elevadoras.
Contenedor
las condiciones climáticas naturales para ellas, así como las - En las paredes, techo y base del contenedor deben existir
condiciones en el lugar de destino y durante el transporte. Se listones espaciadores de tamaño apropiado para que haya libre
debe prestar particular atención a las facilidades en las escalas entrada y salida de aire, mismo cuando los contenedores son
intermedias, en los aeropuertos, etc. apilados o arrimados uno junto al otro.
- Se deben destruir, después de su uso, bolsas u otro material de
Planificación del - Los cocodrilos se deben meter en una bolsa apropiada con
embalaje; se deberán limpiar y desinfectar completamente los
transporte suficiente musgo esfagníneo húmedo o granulado de espuma.
contenedores antes y después de su uso.
Acondicionamiento - En el caso de animales pequeños, pueden transportarse varios
- Se debe notificar previamente al destinatario la hora calculada
en la misma bolsa.
de llegada, así como el trayecto. Se deben realizar las adecuadas
- Se deben fijar firmemente las bolsas al contenedor.
gestiones previas para que los animales sean recibidos sin
demoras en su destino, así como para que se haga lo que - Deben existir las siguientes etiquetas, resistentes al agua y
convenga en los puntos de tránsito. duraderas: “COCODRILOS VIVOS - NO INCLINAR”, en todos
- Si se prevé que los cocodrilos serán retirados luego de un cierto los lados y en la parte superior.
plazo, se deben realizar gestiones previas para el alojamiento - Debe ponerse en todos los puntos posibles el símbolo
de los mismos. representado por flechas que indica la posición “hacia arriba”.
- Nombre, dirección y número de teléfono del remitente y del
- El contenedor debe ser de madera o de otro material de la
destinatario. No deben citarse apartados de correos como única
misma resistencia, y debe poseer una armadura apropiada a fin
dirección.
de garantizar que es lo bastante fuerte para el transporte de los
- Lista detallada del contenido: número de animales, nombres
cocodrilos y para resistir el ajetreo del traslado. Para los grandes
científicos y nombres comunes en los países de exportación e
cocodrilos, el piso debería ser acolchado.
importación.
- No deben existir bordes o salientes afilados en las superficies
- Temperatura - máxima y mínima - requeridas.
interiores del contenedor. El hocico debe estar protegido.
Etiquetaje y - Fecha en que se embaló los cocodrilos para el traslado.
- Si se emplean productos o pintura para conservar la madera del
documentos para la - Sello oficial del transportista con la fecha en la cual se hizo
contenedor, se debe tener la seguridad de que no son tóxicos,
expedición cargo de la entrega del envío.
ni que irriten la piel.
- Se deberá fijar firmemente en el contenedor un sobre resistente
- El contenedor debe ser para un sólo ejemplar, o podría estar
al agua y duradero, que contenga los siguientes documentos y
Contenedor formado por varios compartimientos, con tal de que pueda
otros datos importantes:
manejarse sin dificultad.
• Copia del nombre, dirección y número de teléfono del
- El contenedor o el compartimiento debe tener un tamaño tal
remitente y del destinatario.
que evite movimientos indebidos del animal y disminuya así,
• Copia de la lista del contenido.
el riesgo de daño, en el caso de movimientos violentos del
• Copias de los correspondientes permisos de exportación e
contenedor.
importación.
- Debe poseer una tapa a lo largo y a lo ancho del contenedor, con
• Copia del certificado válido de salud, conforme a las
un dispositivo seguro de cierre.
exigencias del país importador.
- Para garantizar siempre una apropiada entrada y salida de aire,
• Copia de las instrucciones relativas a condiciones
deben existir agujeros de ventilación en las paredes y en la tapa
ambientales.
del contenedor. Dichos agujeros de ventilación deben estar
cubiertos con una malla fina y resistente.

62 63
BIOLOGÍA Y CONSERVACIÓN DE LOS CROCODYLIA DE COLOMBIA

MÉTODOS DE CAMPO

F. Gómez

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Babilla (Caiman crocodilus crocodilus). Foto: F. Trujillo

68 Afluente del río Vaupés. Foto: A. Acosta


C. Gómez
Clave para la identificación de

4. especies, pieles y productos de


los Crocodylia de Colombia
Alirio Fajardo-Patiño, Jaime De La Ossa V. y
Mónica A. Morales-Betancourt

Estas claves son una adaptación de documentos de trabajo de la División de Fauna del an-
terior Inderena, combinadas con la Guía de identificación de especies de cocodrilos y sus
productos de CITES (1995) y Los Crocodylia de Colombia (Medem 1981).

Clave para identificación de las especies colombianas de Crocodylia

1) Con órganos sensoriales intertegumentarios (OSI). El diente mandibular número 4 en-


caja dentro de una escotadura lateral localizada en la sutura premaxilo-maxilar, cuando la
boca está cerrada. Osteodermos ventrales ausentes. Sin cresta transversa uniendo ante-
riormente las órbitas ………………………………...............................................................................
.....................................................................................................……2 (Familia Crocodylidae)

1’) Sin OSI. Diente mandibular número 4 alojado en una foseta localizada en la sutura pre-
maxilo-maxilar, cuando la boca está cerrada este diente no es visible. Osteodermos ventra-
les representados por placas …………...............................................................................................
......................................................................….............................……3 (Familia Alligatoridae)

2) Presencia de al menos seis placas nucales grandes. Sínfisis mandibular prolongada hasta
el espacio interdental de los dientes números 6 y 7. Los huesos nasales no se prolongan has-
ta la abertura externa de las fosas nasales. Longitud total hasta 7,7 m, comúnmente hasta
los 5,5 m. Especie restringida a la cuenca del Orinoco .................................................................
.................................................................................... Crocodylus intermedius (Figuras 1a, 2a)

2’) Comunmente con cuatro placas nucales grandes, dispuestas en una figura cuadrada
y dos más pequeñas, localizadas una a cada lado del par anterior de placas grandes. Sín-
fisis mandibular extendida hasta el diente mandibular número 4 o 5. Los huesos nasa-
les se extienden hasta el nivel de la abertura externa de las fosas nasales. Longitud total

Río Inírida. Foto: M. A. Morales-Betancourt 71


BIOLOGÍA Y CONSERVACIÓN DE LOS CROCODYLIA DE COLOMBIA

CLAVES DICOTÓMICAS

A. De La Ossa-Lacayo

normalmente alrededor de 5,5 m. Distribución: cuenca del Magdalena, Caribe y Pacífico a. Crocodylus intermedius
………………………............................................................................….. Crocodylus acutus (Figu-
ras 1b, 2b)

3) Arista interorbital presente y conspicua. Premaxila con cinco dientes, fosa supratempo-
ral presente, párpado superior no completamente osificado, parietal no prolongado hasta el
borde posterior del cráneo, situado al lado del supraoccipital ………………………………………
…....................................……………… ...............................................................................................4

3’) Sin arista interorbital. Premaxila con cuatro dientes, sin fosas supratemporales, párpa-
do superior completamente osificado, parietal prolongado hasta el borde del cráneo, al lado
del supraoccipital. Placas nucales fuertemente carinadas. Distribución: cuencas del Orino-
co y Amazonas …………………….....................................................................................................
.......................................................................................................................….. 6 (Paleosuchus) b. Crocodylus acutus

4) Párpado superior liso y aplanado; cresta caudal doble en los primeros 17-18 verticilos,
placas occipitales dispuestas en 4-5 filas transversas; dientes 17-18 / 17-18 = 68-72, vómer
expuesto en el paladar. Borde anterior de la órbita extendido hasta el nivel de los dientes
maxilares 8-9. Longitud total hasta 4,5 m. Distribución: cuenca del Amazonas ….…………
………….......................................................…..........……… Melanosuchus niger (Figuras 1c, 2c)

4’) Párpado superior rugoso; cresta caudal doble en los primeros 11-15 verticilos, placas
occipitales dispuestas en menos de cuatro filas transversas; dientes usualmente 20/19 =
78, vómer no expuesto en el paladar. Borde anterior de la órbita extendido hasta el nivel de
los dientes maxilares números 8 y 9. Longitud total hasta 2,6 m en machos …......................
........................................................................................5 (Caiman crocodilus) (Figuras 1d, 2d)

5) Los primeros 12-15 verticilos de la cola presentan doble cresta, rostrum ancho. Distribu- c. Melanosuchus niger
ción: cuencas Caribe, Magdalena y Pacífico ………….....................................................................
...................................................................................................................…. C. crocodilus fuscus

5’) Los primeros 11-13 verticilos de la cola tienen doble cresta, rostrum comparativamente
estrecho. Distribución: cuencas del Orinoco y Amazonas ……...................................................
..........................................................................................................…… C. crocodilus crocodilus

6) Cresta caudal doble en los primeros 9 a 10 verticilos, fila transversa de placas occipitales
grandes; placas dorsales fuertemente carinadas excepto las dos filas mediales; entre los
miembros posteriores hay apenas 2-3 filas de placas dorsales .……..........................................
...................................................………..………....……. Paleosuchus trigonatus (Figuras 1e, 2e)

6’) Cresta caudal doble en los primeros 11 o 12 verticilos de la cola, con dos filas transver-
sales de placas occipitales grandes; todas las placas dorsales fuertemente carinadas; entre Figura 1. Ilustraciones de las especies y sus características principales. Abreviaturas: pla-
los miembros posteriores hay 4 filas de placas dorsales . ………….............................................. cas nucales (Nu), dorsales (D), post-occipitales (P.O.), ventrales (V); filas longitudinales (F.
................................................………………………….. Paleosuchus palpebrosus (Figuras 1f, 2f) L.), transversales (F.T.); cresta caudal doble (CCD). Fuente: tomado y modificado de CITES
(1996).

72 73
BIOLOGÍA Y CONSERVACIÓN DE LOS CROCODYLIA DE COLOMBIA

CLAVES DICOTÓMICAS

A. De La Ossa-Lacayo

d. Caiman crocodilus a. Crocodylus intermedius

b. Crocodylus acutus

e. Paleosuchus trigonatus

c. Melanosuchus niger

f. Paleosuchus palpebrosus

Figura 2. Ilustraciones del detalle de la cabeza de las especies y sus características princi-
pales. Abreviaturas: placas nucales (Nu), dorsales (D), post-occipitales (P.O.). Fuente: toma-
Figura 1. Continuación. do y modificado de CITES (1996).

74 75
BIOLOGÍA Y CONSERVACIÓN DE LOS CROCODYLIA DE COLOMBIA

CLAVES DICOTÓMICAS

A. De La Ossa-Lacayo

d. Caiman crocodilus Clave para la identificación de pieles de Crocodylia colombianos


(ver figuras 3, 4, 5, 6 y 7)

1) Placas del vientre lisas, a lo sumo con glándulas foliculares (una pequeña foseta situada
hacia el borde posterior de la placa), más fácilmente visibles hacia la garganta, cerca de la
cloaca o en la cola (por debajo). Sin placas óseas en las placas ventrales …................................
......................................................................................................................................................… 2

1’) Placas del vientre (al menos en su mayor parte), con placas óseas, exteriormente lisas o
con cierto número de fosetas (más de una) y no dispuestas esencialmente hacia el borde pos-
terior de la placa……………………………..........................................................................................3

2) Tamaño variable, hasta unos 7 m de longitud, 25-35 filas transversales de placas ventrales
......……..….…………......…................................…...…………….......…………...... Crocodylus acutus

2’) Tamaño variable hasta unos 7 m de longitud, 20-25 filas transversales de placas ventrales
e. Paleosuchus trigonatus ……………………..............................................………………………………Crocodylus intermedius

3) Cuero fresco: partes superiores negras; flancos negros o con manchas irregulares amari-
llentas, partes inferiores amarillentas, a menudo con algunas manchas grandes irregulares
negras que descienden desde los flancos, ventralmente hay placas óseas pero estas faltan
en el bajo abdomen cerca de la cloaca y están más desarrolladas en el pecho y el vientre;
hacia los lados y hacia atrás estas placas son incompletas y pequeñas. Flancos con filas de
placas ovales grandes que alternan con filas de placas ovales pequeñas. Con 25-28 filas de
placas ventrales lisas o con fosetas inconspicuas. En pieles curtidas (teñidas) se aprecia en
las placas una figura “estrellada” irregular ……………….........................................…………………
………................................………............................................................…… Melanosuchus niger

3’)Cuero fresco: partes superiores negruzcas, pardo rojizas, pardas, oliváceas o grisáceas
o algo verdosas, nunca definitivamente negras; flancos sin moteado amarillento, partes
f. Paleosuchus palpebrosus
inferiores blanquecinas o amarillentas, a veces con manchas difusas pardo oscuras hacia
los lados del abdomen. Todas las placas ventrales son óseas ………..........................................
...............................................................................................................................................………. 4

4) Placas de la cresta caudal y la nuca, muy osificadas. Lados del vientre usualmente con
moteado grande oscuro. Con 18-22 filas transversas de placas abdominales lisas o con fose-
tas numerosas inconspicuas. Placas óseas del abdomen particularmente gruesas. Las pieles
crudas no lavadas ni piqueladas, frecuentemente presentan una gruesa capa de algas en
las parte dorsal, que al remojarse dan una coloración verde. Talla hasta 2,1 m usualmente
menores de 1,5 m. Flancos con placas grandes esparcidas, a menudo con una quilla o cari-
na, separada por amplios espacios de piel desnuda, más o menos flexible …………………......
.......................................................................................................................…… Paleosuchus spp

4’) Placas de la cresta caudal y la nuca con osificación moderada, parte lateral de vientre
sin moteaduras oscuras. Placas ventrales 20-24. Filas transversas con numerosas fosetas
Figura 2. Continuación.

76 77
BIOLOGÍA Y CONSERVACIÓN DE LOS CROCODYLIA DE COLOMBIA

CLAVES DICOTÓMICAS

A. De La Ossa-Lacayo

(inconspicuas en individuos juveniles y ocasionalmente en pieles crudas). Vientre con pla-


cas óseas moderadamente gruesas. Talla hasta 2,7 m, usualmente menor de 2,2 m. Flancos
con placas ovales (usualmente sin carina), lisas que alternan con placas menores y pliegues
o rugosidades …................................................................................................................................
.....................................................................................................................…. Caiman crocodilus

a. b.
Identificación de productos su determinación exacta. Este hecho, para
La identificación de los productos ma- efectos de las autoridades administrativas
nufacturados con pieles de Crocodylia se de CITES a nivel internacional, ocasiona
realiza con base en la identificación de las inconvenientes para establecer la legalidad
características del escamado de las pieles, de algunos productos que se hacen indife-
ya sea que se trate de flancos, región sub- renciables a simple vista y por lo tanto re-
caudal, región ventral o dorsal. La combi- quieren de un estudio minucioso por parte
nación de ciertas características indicarán de expertos para establecer la especie de la
si trata de un producto de un solo tipo de cual proceden. En Colombia, por lo general
región de piel o si combina de distintas los productos manufacturados proceden
c. d. partes corporales. El proceso de curti- de pieles de Caiman crocodilus y su deter-
do de la piel, además de suavizar la piel, minación es relativamente sencilla por las
permite eliminar los osteodermos total o características de las marcas que dejan sus
parcialmente y en algunos casos dificulta osteodermos.

e. f.

Figura 3. Pieles procesadas de Crocodylia. Fotos: A. Fajardo-Patiño.

a. Pieles de Caiman crocodilus en crosta (curtidas en blanco, pero sin el tinte final).
b. Aspecto de la cresta caudal en piel de Caiman crocodilus una vez curtida.
c. Vista de piel de Caiman crocodilus, curtida y teñida en corte de “chaleco”, utilizado co- Figura 4. Productos manufacturados con pieles curtidas y teñidas de Caiman crocodilus
múnmente para aprovechar ejemplares de Paleosuchus spp dada su alta osificación. Sólo fuscus. Foto: A. Fajardo-Patiño.
se aprovechan los flancos y la región gular.
d. Piel curtida y teñida de Caiman crocodilus, se evidencia el contraste de la osificación de
las escamas ventrales y las escamas de los flancos ausentes de osteodermos.
f. Aspecto de troquelados para elaboración de productos de pieles curtidas y teñidas de
Caiman crocodilus.

78 79
BIOLOGÍA Y CONSERVACIÓN DE LOS CROCODYLIA DE COLOMBIA

CLAVES DICOTÓMICAS

A. De La Ossa-Lacayo

Figura 5. Parte dorsal de una piel de cocodrilo generalmente seleccionada para elaborar Figura 6. Parte lateral de una piel de cocodrilo generalmente seleccionada para para elabo-
distintas manufacturas. Tomado de CITES (1995). rar distintas manufacturas. Tomado de CITES (1995).

80 81
BIOLOGÍA Y CONSERVACIÓN DE LOS CROCODYLIA DE COLOMBIA

CLAVES DICOTÓMICAS

A. De La Ossa-Lacayo

Bibliografía
• Chirivi, H. 1971. Notas sobre la
problemática del manejo de los Crocodylia
en Colombia con especial referencia en la
babilla (Caiman crocodilus), y la factibilidad
de su cría en cautividad. Inderena. Bogotá,
Colombia. Informe técnico. 142 pp.
• CITES. 1995. Guía de identificación de
CITES –Cocodrilos: Guía de identificación
de los cocodrilos protegidos por la Con-
vención sobre el Comercio Internacional
de Especies Amenazadas de Fauna y Flo-
ra Silvestres. Cat. no. EN40-428/1-1995.
Otawa, Canadá.
• Medem, F. 1981. Los Crocodylia de Sur
América. Volúmen 1. Los Crocodylia de
Colombia. Ed. Carrera. Bogotá, Colombia.
354 pp.

Figura 7. Partes ventrales de una piel de cocodrilo seleccionados para elaborar distintas Pieles de babilla. Foto: E. Valencia
manufacturas. Tomado de CITES (1995).

82 83
M. A. Morales-B.
FAMILIA MEGALOPIDAE

5. Aspectos metodológicos para la


elaboración de los capítulos de especies
Mónica A. Morales-Betancourt y Carlos A. Lasso

Para la elaboración de los capítulos de es- donde se distribuyen, dadas las diferen-
pecies se partió de una revisión exhaus- cias y particularidades de las condiciones
tiva de la literatura publicada en revistas ambientales. En ocasiones, si la informa-
científicas, libros, boletines, resoluciones, ción sobre la especie en Colombia era esca-
estadísticas, así como literatura gris (in- sa, esta fue complementada con datos de
formes técnicos, tesis, etc.), disponibles otros países donde la especie también está
hasta la fecha. Esto constituyó el punto distribuida.
de partida para cumplir con los diferentes
apartados considerados en los capítulos de Contenido de los capítulos
las especies.
1. Especie, autor y año. Descriptor (y
Los ítems o apartados en los cuales se basó fecha) original de la especie.
la elaboración de los capítulos de las espe-
cies, se dividió en dos grupos: a) historia 2. Fotografía. Ilustración de la especie.
natural (distribución geográfica, talla,
peso, hábitat, alimentación, reproducción,
3. Nombre común y/o indígena. Se
comportamiento, entre otros) y b) aspec-
emplean los nombres vernáculos de uso
tos sobre su conservación (amenazas,
en cada zona, incluidos los indígenas y de
perspectivas para la investigación y con-
países vecinos que comparten el recurso,
servación). En el caso de que no hubiera
así como los que se encuentran en la lite-
información para alguno de los ítems con-
ratura científica.
signados, no se incluyó ese apartado en
el capítulo. En la medida de lo posible la
información fue discriminada por cuencas 4. Otros nombres usados y/o sinoni-
hidrográficas, ya que para tener un buen mias. Se incluyen las principales sinoni-
manejo y conservación de las especies, es mias u otros nombres científicos usados
indispensable conocer su historia natural, en la literatura con el fin de poder relacio-
uso y conservación en función de la región nar la especie con la bibliografía histórica.

Babilla (Caiman crocodilus). Foto: F. Trujillo 85


BIOLOGÍA Y CONSERVACIÓN DE LOS CROCODYLIA DE COLOMBIA

ASPECTOS METODOLÓGICOS

M. F. González

5. Subespecies. Se incluye la subespecie 7. Descripción. Reseña de los caracteres sexos cuando se disponía de la informa- Omacha, Panthera Colombia y Asociación
cuando sea el caso y se discute su validez. morfológicos, merísticos, morfométricos y ción) y en algunos casos de los neonatos. Chelonia. Estos registros fueron comple-
de coloración, que permiten identificar la mentados sobre todo, con datos de los in-
6. Estatus de conservación. Para es- especie. Se trató en la medida de lo posible, 9. Crecimiento y longevidad. Indica, vestigadores (publicados o no) referentes
tablecer las categorías de amenaza de las de incluir los caracteres diagnósticos. En de acuerdo a la disponibilidad, la edad, en su mayoría a avistamientos. Debido a
especies se incluyó la categoría nacional la figura 1 se observa la ubicación de los el tipo y los parámetros básicos de creci- la falta de inventarios y monitoreos de las
de acuerdo al Libro rojo de reptiles de Co- principales caracteres distintivos. Para las miento de la especie. poblaciones, estos mapas subestiman la
lombia (Castaño-Mora 2002), la categoría medidas morfométricas utilizadas, remi- distribución de las especies.
global según el listado de la UICN (Versión tirse a la figura 12 del Capítulo 3 de este 10. Distribución geográfica
2013.1) (www. uicnredlist.org) y la inclu- libro. a. Países. Países donde se distribuye la es- 11. Hábitat. Ocupación espacio-tempo-
sión en las listas de la Convención sobre el pecie según The Reptile Database (2013). ral de la especie en los diferentes cuerpos
Comercio Internacional de Especies Ame- 8. Talla y peso. Corresponde a registros de agua y/o ambientes terrestres, así como
nazadas de Fauna y Flora Silvestres-CITES bibliográficos de la talla y peso máximo al- b. Cuencas hidrográficas. Se discrimina datos ecológicos de los mismos. Toda la
(2013). canzado por los adultos (discriminado por la distribución de las especies por cuen- información proviene de bibliografía u ob-
cas: Amazonas, Caribe, Magdalena-Cauca, servaciones personales de los autores.
Orinoco y Pacífico (Ideam 2004).
12. Ámbito doméstico (home range).
c. Subuencas. Se incluyó la información Hace referencia al área de movimiento de
Cervicales
por subcuencas y en ocasiones de ríos de los individuos en su área de distribución,
orden menor, según las cuencas hidrográ- según la bibliografía disponible.
Post-occipitales Dorsales Cresta caudal doble Cresta caudal sencilla
ficas a las que pertenecen.
13. Alimentación. Incluye la informa-
ción de los hábitos alimenticios y alimen-
d. Mapa. Para la construcción del mapa
tarios de las especies según la literatura.
base de Colombia se manejaron diferen-
tes fuentes: Instituto Geográfico Agustín
14. Reproducción. De acuerdo a la dis-
Codazzi-IGAC (2007) a escala 1:100.000,
ponibilidad de información, se incluyen
para lo relacionado a las bases cartográ- los siguientes aspectos: época de repro-
ficas de los ríos de Colombia; el Depar- ducción, talla mínima de madurez sexual,
tamento Nacional de Estadística-DANE anidación, huevos, tamaño de la nidada,
(1985) a escala 1:25.000 para los límites incubación y determinación sexual. Cuan-
políticos y las ciudades principales y ESRI do fue posible se discriminó por cuencas.
para los ríos de Suramérica y los países
Ventrales limítrofes de Colombia (2009) a escala 15. Depredación natural. Incluye la
1:500.000. La fuente de información sobre información de las especies que depredan
la distribución, corresponde a la presencia a los crocodílidos en sus diferentes esta-
de registros puntuales (georeferenciados), dios de desarrollo.
obtenidos de las colecciones biológicas del
Instituto de Investigaciones Biológicas 16. Comportamiento. Se menciona los
Alexander von Humboldt, el Instituto de ritmos de actividad, los comportamientos
Ciencias Naturales de la Universidad Na- de territorialidad y reproductivos de las
cional y el Museo de Ciencias Naturales especies.
de la Salle. También se consultó el Global
Biodiversity Inforamtion Facility-GBIF. 17. Población. Hace referencia a la abun-
Igualmente se contó con la contribución dancia o estado poblacional de la especie
Figura 1. Posición de las placas en crocodílidos. Fotos R. Antelo (arriba), E. Paparoni (abajo). de bases de datos de ONG como Fundación en una zona determinada.

86 87
BIOLOGÍA Y CONSERVACIÓN DE LOS CROCODYLIA DE COLOMBIA

ASPECTOS METODOLÓGICOS

18. Genética. Se incluye la información 21. Conservación. De acuerdo a la dis-


a nivel de genes de las poblaciones de ponibilidad de la información, se mencio-
crocodílidos. nan los planes conservación existentes en
Colombia para la especie en particular.
19. Uso. Se reseña al uso de las especies
por parte de la población humana. 22. Perspectivas para la investiga-
ción y conservación. De acuerdo con
20. Amenazas. Se incluye los factores la información recogida de la especie, se
que amenazan la supervivencia de la espe- recomienda cuales deben ser las acciones
cie como lo son el uso no sostenible (consu- prioritarias para lograr su conservación
mo, comercio) y la degradación ambiental. efectiva.

Caimán aguja (Crocodylus acutus) en el Caribe. Foto: F. Trujilo

88 Río Magdalena. Foto: J. Agudelo


BIOLOGÍA Y CONSERVACIÓN DE LOS CROCODYLIA DE COLOMBIA Crocodylus acutus

FAMILIA CROCODYLIDAE FAMILIA CROCODYLIDAE

FAMILIA CROCODYLIDAE
Crocodylus acutus
Crocodylus intermedius

90 Crocodylus acutus 91
Crocodylus acutus

FAMILIA CROCODYLIDAE

6. Crocodylus acutus (Cuvier 1807)

Foto: M. Jiménez

Nombre común y/o indígena


Caimán aguja, caimán de aguja, caimán del Magdalena, kayuüshi (Wayuu), cocodrilo ame-
ricano, cocodrilo de río, cocodrilo narigudo, caimán cara de tabla, cara e’ tabla, lagarto,
lagarto de la costa, lagarto amarillo, lagarto real, lagarto de la costa, american crocodile,
american salt water crocodile, crocodile d’Amérique, americain cocodrilo.

Otros nombres y/o sinonimias Descripción


Lacerta hispaniolica Shaw y Nodder 1806, Hocico corto y puntiagudo, más ancho en
Crocodilus pacificus Duméril y Bocourt 1870, los machos viejos (Rueda-Almonacid et al.
Crocodilus americanus var. acutus Günther 2007). La relación entre el ancho y el largo
1885, Crocodilus americanus Barbour 1910. (medida a nivel de las esquinas frontales
de los ojos), es inferior a 2. Una elevación
Estatus o joroba preocular pronunciada notable-
Categoría nacional IUCN (Castaño-Mora mente en la línea sagital del hocico de los
individuos de mayor tamaño, lo que le
2002): En Peligro Crítico (CR); categoría
confiere al cráneo una apariencia convexa
global IUCN: Vulnerable VU; CITES: Apén-
en perfil lateral; los adultos tienen una ve-
dice I, excepto para Cuba que fue transfe-
rruga lisa y puntiaguda al frente de cada
rido en 2007 al Apéndice II.
ojo (Rueda-Almonacid et al. op. cit.).

Caimán aguja (Crocodylus acutus) en La Guajira. Foto: F. Trujillo 93


BIOLOGÍA Y CONSERVACIÓN DE LOS CROCODYLIA DE COLOMBIA Crocodylus acutus

FAMILIA CROCODYLIDAE FAMILIA CROCODYLIDAE

Sínfisis mandibular proyectada hasta el sar de un gris claro en los juveniles (que Talla y peso
espacio interdental mandibular 4 y 5. se mantiene hasta alcanzar la madurez Es uno de los cocodrilos de mayor talla en
Fórmula dentaria: 5+13-14/15; el cuarto sexual), hasta un gris oscuro o negruzco el Neotrópico, los machos son más gran-
diente mandibular encaja dentro de una con bandas transversales oscuras en los des que las hembras (Britton 2002). El
escotadura lateral a nivel de la sutura pre- individuos más viejos (Figura 1). El iris es tamaño en adultos puede variar entre 2,3-
maxilar y es visible cuando la boca está de color verde-argénteo (Mazzotti 2003, 7 m en los machos y entre 2,3-4 m en las
cerrada (Meden 1981, Mazzotti 2003, Rueda-Almonacid et al. 2007). hembras (Schmidt 1924, Brazaitis 1973,
Rueda-Almonacid et al. 2007). Con mem- Álvarez del Toro 1974, Medem 1981), aun-
branas entre los dedos de las manos y un que la talla máxima estimada de 7 m para
par de quillas o filos sobre el dorso del los machos, no está comprobada realmen-
cuerpo, que se prolongan hacia la cola en- te (Seijas 2011). Las crías miden alrededor
tre las crestas laterales sin fusionarse en de 25 cm (Rueda-Almonacid et al. 2007).
la línea media, para formar una cresta sa- Bajo condiciones de incubación en el labo-
gital. La coraza o armadura, formada por ratorio, los neonatos pueden medir 30 (±
osteodermos dorsales es muy irregular, 1,49 cm), con un mínimo de 27 cm y un
asimétrica y reducida cuando se la com- máximo de 33,5 cm (Meraz et al. 2008).
para con la de Crocodylus intermedius. En
general, las placas del cuerpo se disponen Distribución
de manera irregular; las placas del vientre a.
poseen “fosetas” (Medem 1981, Rueda- Países. Belice, Colombia, Costa Rica,
Almonacid et al. 2007). Cuba, Ecuador, El Salvador, Guatemala,
Haití, Honduras, Islas Caimán, Jamaica,
Aunque existe gran variación en el patrón Martinica, México, Nicaragua, Panamá,
de placas cervicales (Seijas 2002), el pa- Perú, República Dominicana, Trinidad y
trón típico presenta dos filas, la primera Tobago, USA (sur de la Florida) y Venezue-
con cuatro placas grandes y la segunda la (The Reptile Database 2013). La especie Registros de Crocodylus acutus.
con dos; en los otros patrones irregulares se distribuye tanto en el territorio costero
que pueden presentar hasta 19 variacio- continental como en el insular, aunque los
nes, falta siempre entre 1 y 4 placas (Seijas registros en este último son más bien es- tienen las tasas más altas de crecimien-
2011). Dorsales separadas de las cervica- b. porádicos (p. e. Isla de Margarita en Vene- to durante el primer año de vida, con un
les, con inclusiones laterales sobre el lado zuela o San Andrés y Archipiélago de San promedio de 0,067 cm/día. Después el
ventral de la cola (Medem 1981, Mazzotti Bernardo en Colombia). crecimiento disminuye en las clases III
2003). Una característica distintiva de la Cuencas. Caribe, Magdalena y Pacífico. (juveniles) y IV (subadultos) con prome-
especie es su arreglo de placas dorsales Subcuencas. Caribe (Atrato, Catatumbo, dios de 0,038 y 0,058 cm/día respectiva-
reducido e irregular, donde usualmente Islas del Rosario, Isla San Bernardo, Isla mente, y al alcanzar la clase V (adultos)
no hay más de cuatro placas en ninguna Fuerte y Tortuguilla, Nuevo Presidente, el crecimiento se reduce aún más con un
de sus 13 a 18 filas transversales (Seijas c. Las Piedras, San Miguel, Sardinata, Sinú, promedio de 0,012 cm/día. Una tendencia
2011). Tibú); Magdalena (Cauca, San Jorge) (Me- similar fue reportada por Thorbjarnarson
dem 1981, Ulloa 2011); Pacífico (Mira) (1988) en Haití, donde el crecimiento de
Los adultos tienen un color verde-grisáceo, Figura 1. Crocodylus acutus: a) macho (Rodríguez 2000). las crías es muy rápido en los primeros
verde oliva o café grisáceo con franjas os- adulto en la Estación Crocodylia, San Mar- meses de vida y disminuye en individuos
curas sobre el dorso y la cola, en tanto que cos (Sucre); b) juvenil en Córdoba; c) vista Crecimiento y longevidad de uno a dos años.
las superficie abdominal es blanco-amari- lateral de la cabeza en un juvenil en bahía En el medio natural no hay información
llenta (Rueda-Almonacid et al. 2007). La Cispatá. Fotos: A. Fajardo-Patiño (a), F. para Colombia. En México, Charruau et La tasa de crecimiento depende de la ca-
coloración general del cuerpo puede pa- Trujillo (b) y M. Merchán (c). al. (2010a) encontraron que los cocodrilos lidad del hábitat que ocupa el individuo.

94 Crocodylus acutus 95
BIOLOGÍA Y CONSERVACIÓN DE LOS CROCODYLIA DE COLOMBIA Crocodylus acutus

FAMILIA CROCODYLIDAE FAMILIA CROCODYLIDAE

En Venezuela, por ejemplo, el crecimiento en el desarrollo y crecimiento. Se han do- alimentación (Rodríguez 1989). Piedra et una LT de 3,85 m y su estado reproducti-
fue relativamente lento (0,53 a 0,57 mm/ cumentado diferencias significativas en el al. (1997) observaron que la dieta a base de vo es favorable. Así mismo, Seijas (2011)
dia) en Turiamo (Aragua) y la Laguna de crecimiento a temperaturas con y sin con- pescado genera un mayor crecimiento en reportó un ejemplar macho en el Fundo
Tacarigua (Miranda), que representan lo- trol (De La Ossa 2002). longitud y que la de carne roja incrementa Pecuario Masaguaral (Venezuela), de 65
calidades de aguas salobres a hipersalinas el peso. años y que conservaba pleno vigor repro-
en la vertiente Caribe (Seijas 2011). En El crecimiento es mayor en las primeras ductivo.
ríos, considerando el hábitat optimo de la etapas de vida, ocurre tanto en el medio En cuanto a la longevidad, aunque no está
especie, las tasas de crecimiento fueron de natural como en cautiverio (Moler 1991, bien documentada, se considera que vive Charruau (2011), mediante regresiones li-
1,19 mm/día (Seijas et al. 2008). Meraz et al. 2008). Según Pérez y Escobe- varias décadas (Casas-Andreu y Méndez neales entre las tasas de crecimiento y el
do-Galván (2007), el crecimiento de las de la Cruz 1992). En Colombia en la Esta- tamaño promedio de los individuos a ni-
En cautiverio durante en el primer año hembras es más rápido en longitud y peso ción Crocodylia de Inderena, hoy a cargo vel de longitud total y longitud de cráneo,
de vida hay promedios variables de cre- durante los primeros años de vida, que el de Corpomojana, ubicada en San Marcos estimó en el medio natural en Quintana
cimiento: 0,614 mm/día, 1,84 cm/mes de los machos, lo que les permite alcan- (Sucre), existe un macho denominado Roa (México), que individuos de 1,5 m de
(Meraz et al. 2008) y 4,15 cm/mes (De La zar la madurez sexual en menor tiempo. “chivo mono” (Figura 2), que ingresó en LT tendrían 7,6 años en promedio e indi-
Ossa y Sampedro-Marín 2001). Las varia- Medem (1981) y De La Ossa y Sampedro- 1983 con una LT de 3,2 m y una edad cal- viduos de 2,7 m tendrían una edad aproxi-
ciones son atribuibles a factores de ma- Marin (2002) por el contrario reportan culada de 20 años. Hoy tiene 60 años, con mada de 22 años.
nejo (Cupul-Magaña 2002) y se considera mayor crecimiento en los machos que en
que el desarrollo puede verse afectado por las hembras. Es importante anotar que las Hábitat
la densidad poblacional y la presencia de variaciones en la ve­locidad del crecimien- Los adultos se encuentran comúnmente
enfermedades (Moreau 1987). Además, la to en longitud de los cocodrilos están aso- en la desembocadura de los grandes ríos
temperatura ambiental es un factor clave ciadas a la calidad, tasa y frecuencia de la en las zonas costeras, habitan tanto en
aguas salobres e hipersalinas como dulces,
lo cual tiene relación con la estacionalidad
(Kushland y Mazzotti 1989). Presentes
en manglares, lagunas costeras hipersa-
linas y de agua dulce, jagüeyes y ciénagas
de agua dulce o salobre (Medem 1981,
Rueda-Almonacid et al. 2007) (Figura 3).
Pueden vivir también en áreas exclusiva-
mente marinas como la población aisla-
da de bahía Portete, departamento de La
Guajira (Abadía 1996). Pueden colonizar
islas oceánicas desplazándose a través de
mar abierto. Algunos individuos deam-
bulan por el mar cerca de las costas y pe-
netran por la noche de manera rutinaria
en las bahías en busca de alimento. Tienen
preferencia por hábitats que presenten co-
municación entre aguas someras y aguas
profundas con acceso a zonas secas para
asolearse y lugares para la anidación (Thor-
bjarnarson 1989). Se localizan comúnmen-
Figura 3. Hábitat típico de Crocodylus te en bancos de arena o playones, siendo
Figura 2. Macho de Crocodylus acutus (“chivo mono”), Estación Crocodylia, San Marcos acutus en el bajo Magdalena. Foto: A. inusual encontrarlos en orillas con pen-
(Sucre). Foto: A. Fajardo-Patiño. Fajardo-Patiño. dientes pronunciadas (Sasa y Chaves 1992).

96 Crocodylus acutus 97
BIOLOGÍA Y CONSERVACIÓN DE LOS CROCODYLIA DE COLOMBIA Crocodylus acutus

FAMILIA CROCODYLIDAE FAMILIA CROCODYLIDAE

En cuanto a su presencia en aguas inte- Portete (La Guajira) se ha reportado el


riores alejadas del mar en Colombia, se consumo de equinodermos (Corpoguajira
ha localizado en el río Bogotá (afluente y Asociación Desarrollo Guajiro 2006).
del Magdalena), a más de 700 km en línea
recta de la desembocadura de este río en el Observaciones realizadas en México,
mar Caribe (Barrera 2004). Medem (1981) muestran que las crías empiezan a comer a
registró individuos en el municipio de los 3 o 4 días y que capturan insectos vola-
Neiva a orillas del medio río Magdalena, dores nocturnos y peces pequeños (Sigler
a unos 900 km del mar. Hay registros his- 2010). En juveniles (menores de 1,2 m de
tóricos para el río Lebrija y su confluencia longitud) se han encontrado peces, plu- a. b.
con el río Magdalena, a unos 250 km del mas de aves pequeñas, pelos de mamíferos
mar (Millian 1891). Respecto al intervalo (Okamoto y Sigler 2003) y sapos (Incilius
Figura 4. a) Hembra y b) macho de Crocodylus acutus nacidos en cautiverio en la Estación
altitudinal de distribución, se localiza des- valliceps) (Sigler 2010).
Crocodylia, San Marcos (Sucre). Foto: A. Fajardo-Patiño.
de el nivel del mar hasta los 1.220 m s.n.m.
(Thorbjarnarson 1988), siendo más abun- Para los adultos también se reporta el con-
dante en alturas no superiores a los 200 sumo de bagres, cangrejos de río, carroña e dos meses. Durante el cortejo los machos de que se depositen los huevos. Durante
m s.n.m (Rueda-Almonacid et al. 2007). incluso animales domésticos. Es controla- adultos exhiben un comportamiento te- las visitas, la hembra sale con frecuencia
Actualmente, la población relictual más dor de peces exóticos en México, como las rritorial, defienden sus territorios de caza y remueve el suelo, haciendo varias exca-
meridional de la especie se encuentra en tilapias (Oreochromis spp) (Sigler op. cit.). y apareamiento mediante la emisión de vaciones en el lugar hasta que selecciona
el río Bache, afluente del río Magdalena ultrasonidos y señales visuales (Rueda- definitivamente el sitio de oviposición
departamento del Huila (Fajardo-Patiño Reproducción Almonacid et al. 2007). La cópula tiene lu- (Casas-Andreu 2003). Este comporta-
obs. pers.). Hay dimorfismo sexual, los machos alcan- gar en el agua (Rueda-Almonacid et al. op. miento se ha observado también en bahía
zan mayor talla que las hembras y presen- cit.). En Colombia, el periodo de puesta se Cispatá (Ulloa 2012). En general puede
Suele excavar grandes madrigueras y soca- tan diferencias en el tamaño de la cabeza, extiende durante los meses secos (enero- construir dos tipos de nidos, el nido tipo
vones en los bancos de los ríos con entradas específicamente en el ancho cefálico, que abril), al igual que en bahía Cispatá (Ulloa montículo y el nido tipo hueco, siendo este
sumergidas muy cerca de la zona de anida- es superior en los machos (Medem 1981) 2012), mientras que en bahía Portete (La último el más común (Greer 1970, Camp-
miento (Rueda-Almonacid et al. 2007). Los (Figura 4). Guajira) es marzo-abril (Corpoguajira y bell 1972, Cedillo-Leal et al. 2013). Ogden
neonatos prefieren áreas protegidas, como Asociación Desarrollo Guajiro 2006). En (1978) menciona que los nidos tipo mon-
raíces de manglar o cuerpos de agua some- La talla mínima reproductiva para ambos el río Lebrija, afluente del Magdalena se- tículo son característicos de hembras que
ros. Los juveniles ocupan lagunas y pozos sexos aún no está bien establecida. En gún los registros del explorador inglés habitan en sitios pantanosos, mientras
más profundos con vegetación acuática Colombia según Medem (1981) en el me- Albert Millican (1891), la especie ponía que los nidos tipo hueco son característi-
(Kushland y Mazzotti 1989). dio natural estaría entre los 5 y 15 años. entre febrero y marzo. Al extremo norte cos de las que habitan en playas o zonas
Para las hembras Thorbjarnarson (1988), de su distribución geográfica (México) la arenosas. Esto coincide con lo observado
Alimentación señala 2,3 m de longitud total. Álvarez del puesta ocurre durante abril y mayo y los por Casas-Andreu (2003) y Cedillo-Leal
Hay una diferencia marcada en la dieta Toro (1974) 2,8 m de LT en México. Ogden nacimientos entre junio y agosto (Casas- et al. (2013) en México. En bahía Porte-
durante la ontogenia. Así es predominan- (1978) determinó un intervalo de 2,5 a 3,9 Andreu 2003). Thorbjarnarson (1989) te los nidos se encuentran en el bosque
temente insectívora en los neonatos y m y Mazzotti (1983) planteó 2,25 m, am- concluyó que la temporada reproductiva seco (matorral xerofítico) por encima del
pasa a ser mayoritariamente piscívora en bos para la Florida. Rueda-Almonacid et tiene una tendencia latitudinal, ya que nivel freático y cubiertos con ramas y are-
adultos. Los neonatos y juveniles se ali- al. (2007) señalan un intervalo de 1,8-2,3 esta comienza primero en latitudes bajas na (Corpoguajira y Asociación Desarrollo
mentan de insectos acuáticos, cangrejos, m con peso de 35 kg entre los 6 a 9 años. Es y más tarde en latitudes altas. Guajiro 2006).
peces pequeños y anfibios. Los adultos se decir, en todos los casos, deben sobrepasar
alimentan de moluscos, crustáceos, peces los 2 m para alcanzar la madurez sexual. Cuando empieza la temporada de anida- Existe un nido principal que puede estar
más grandes, tortugas, iguanas, otros cai- ción las hembras inician una serie de vi- asociado a otros nidos secundarios, me-
manes, aves y mamíferos (Medem 1981, El cortejo y apareamiento se inicia antes sitas a la zona potencial para el desove, nos elaborados, donde la hembra puede
Rueda-Almonacid et al. 2007). En bahía del periodo de lluvias y puede extenderse aproximadamente cuatro semanas antes depositar algunos huevos. Para el caimán

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BIOLOGÍA Y CONSERVACIÓN DE LOS CROCODYLIA DE COLOMBIA Crocodylus acutus

FAMILIA CROCODYLIDAE FAMILIA CROCODYLIDAE

aguja se ha señalado que existe fidelidad el ancho o diámetro menor 45,5 ± 2 mm 1989). Cedillo-Leal et al. (2013) señalan y el lobo pollero (Tupinambis teguixin) (Me-
de las hembras por los sitios de anidación (intervalo: 36,9 y 49,8 mm), con un pro- un promedio de 77,1 ± 8,69, mientras que dem 1981). Al momento de eclosionar, las
(Charruau et al. 2010a, Charruau y Hénaut medio de peso de los huevos de 93,1±10,0 Álvarez del Toro (1974) un intervalo entre crías vuelven a ser vulnerables por que el
2012). Las hembras utilizan la misma área g (intervalo: 63 y 139,5 g) (Casas-Andreu 75 y 80 días. Según Rueda-Almonacid et nido ha sido destapado por la madre. Se
para anidar en diferentes años y poseen 2003). El número de huevos por nido va- al. (2007), las crías eclosionan al cabo de han observado hormigas rojas y aves her-
un sólo ciclo reproductivo al año, los ni- ría entre 20 y 80 (Rueda-Almonacid et al. más o menos 90 días, lo cual coincide nor- petófagas devorando crías. En Venezuela
dos con cierta frecuencia pueden contener 2007), lo cual concuerda con lo observado malmente con el comienzo de la tempora- la babilla (Caiman crocodilus fuscus) consu-
huevos de dos hembras diferentes (Me- en Venezuela por Seijas y Chávez (1991), da de lluvias. me crías de C. acutus (Seijas 1996). Desde
dem 1981, Rueda-Almonacid et al. 2007). Thorbjarnarson (1996, 1999) y Valeris luego, los depredadores de huevos pueden
Puede también anidar de manera gregaria (2007). En bahía Portete (La Guajira) el La perdida de nidadas ocurre por diversos también comer crías mientras estas rom-
o colonial (Rodríguez-Soberón et al. 2002, intervalo es de 40 a 60 huevos (Corpogua- factores. Fisiológicamente el exceso de hu- pen su cascarón o se encuentran fuera del
Valtierra-Azotla 2007). jira y Asociación Desarrollo Guajiro 2006). medad en el sustrato de los nidos reduce agua (Sigler 2010).
En bahía Cispatá se registra un intervalo la capacidad de difusión del oxígeno en
Además de los factores ambientales, como de 10 a 60 huevos (Ulloa 2012) (Figura 5). la superficie del cascarón, causando mal- En México se ha observado garzas de
la temperatura media, humedad relativa y Existe correlación positiva entre el tama- formaciones, asfixia y posteriormente la varios tipos merodeando los nidos o
estacionalidad de lluvias, otro factor que ño de la hembra y el tamaño de la nidada muerte del embrión en desarrollo (Thorb- perchadas sobre las ramas debajo de las
parece mostrar cierta relación con el pe- (Casas-Andreu 2003). jarnarson 1989, Ji et al. 2002). Las inun- cuales se encontraba un grupo de neonatos
ríodo de anidación, es el de las fases luna- daciones y ciclones también se indican como es el caso de Nycticorax nycticorax.
res, y particularmente la fase de luna nue- como factores importantes en la pérdida Phalacrocorax brasilianus suele acercarse
va parece coincidir con la excavación de los de nidos en esta especie (Charruau et al. también a los sitios donde hay crías e
primeros nidos (Casas-Andreu 2003). 2010b). También hay competencia o coin- incluso algunas rapaces como el águila
cidencia de sitios de anidación con Iguana pescadora (Pandion haliaetus) y el zopilote
Las medidas del nido en promedio son 40 iguana (Cedillo-Leal et al. 2013). negro (Coragyps atratus), han sido vistas
cm de profundidad y 70 cm de diámetro. en la cercanía de nidos y de las crías. No se
La profundidad de la cámara del nido está Crocodylus acutus puede hibridar con Cro- ha detectado presencia de tortugas o peces
entre 17 y 68 cm (promedio 39,7 ± 14). La codyus rhombifer tanto en cautiverio como que puedan representar un riesgo para las
profundidad a la primera capa de huevos en el medio natural (Ramos et al. 1994, crías del caimán aguja (Sigler 2010).
tiene un intervalo entre 12 y 38 cm (pro- Ross 1998). También ha sido reportado
medio 22,2 ± 7,4). El diámetro del nido va- este fenómeno con Crocodylus moreletii Conforme las crías empiezan a crecer, sus
ría entre 25 y 76 cm (promedio 39 ± 14,2) (Cedeño-Vázquez et al. 2008, Rodríguez depredadores naturales disminuyen. Los
(Casas-Andreu 2003, Escobedo-Galván et al. 2008). caimanes adultos sólo tienen como depre-
Figura 5. Huevos de Crocodylus acutus, en
2003, Rueda-Almonacid et al. 2007). En dador natural al jaguar (Panthera onca) y
bahía Cispatá. Foto: CVS.
bahía Portete, los nidos se encuentran a Depredación natural varios tiburones, especialmente el tiburón
una profundidad de 12 a 15 cm (Corpo- Para Colombia Medem (1981) mencio- blanco (Carcharodon carcharias) (Medem
guajira y Asociación Desarrollo Guajiro La determinación sexual por temperatu- na que los tigrillos (Leopardus pardalis, 1981, Sigler 2002). En cautiverio se tienen
2006) y en el río Lebrija a 50 cm (Millican ra de incubación (STD) está confirmada Leopardus wiedii y Leopardus tigrinus), el registros de canibalismo y necrofagia (De
1891). para esta especie como un patrón: hembra gato montes (Puma yagovaroundi), el zorro La Ossa obs. pers.).
– macho – hembra y una posible tempera- (Procyon cancrivorus), varias aves rapaces
Los huevos tienen cáscara dura (calcárea), tura pivotal entre 31 y 32,5 °C (Charruau y garzas y el bagre rayado del Magdale- Comportamiento
son elípticos, de color blanco y rugosos, 2012). Esto ha sido comprobado en bahía na (Pseudoplatystoma magdaleniatum), se
con un tamaño medio de 65 x 45 mm y Cispatá donde en condiciones controladas alimentan de los neonatos y juveniles pe- Termorregulación. Esta especie se ha
un peso de 96 g (Medem 1981, Rueda-Al- (temperatura de 31,5 ºC, +/- 0,5) se ha ob- queños. Los nidos son destruidos frecuen- catalogado como termoconformador, cuya
monacid et al. 2007). El diámetro mayor tenido una proporción del 50% hembra- temente y sus huevos depredados por ani- estrategia básica para la termorregulación
de los huevos puede tener en promedio de macho (Ulloa 2012). El periodo de incuba- males como el zorro (Rueda-Almonacid et es evitar el sobrecalentamiento rápido o
74,6 ± 4,2 mm (intervalo: 61,8 y 73,1 mm); ción varía de 80 a 90 días (Thorbjarnarson al. 2007), la zorra bayana (Dusicyon thous) estrés térmico durante el día (Thorbjar-

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BIOLOGÍA Y CONSERVACIÓN DE LOS CROCODYLIA DE COLOMBIA Crocodylus acutus

FAMILIA CROCODYLIDAE FAMILIA CROCODYLIDAE

narson 1989). Los adultos salen a tierra a fecha se encontraban muy fragmentadas,
tempranas horas de la mañana, al atarde- restringidas a pequeñas zonas y frecu-
cer y en la noche también pueden estar en entemente individuos aislados con pocas
tierra para bajar la temperatura (Álvarez posibilidades de reproducción (Rodríguez
del Toro 1974, Medem 1981). Cuando las 2000). Los resultados también indicaron
temperaturas son altas, los adultos se su- que las pocas poblaciones encontradas,
mergen buscando aguas más frías, se ubi- requerían de un cuidado y manejo especial,
can en zonas sombreadas o se esconden en particular en aquellas áreas con
entre la vegetación flotante (Álvarez del suficiente potencial ecológico y social que
Toro 1974, Thorbjarnarson 1989). Suele permitiera mantener poblaciones viables
asolearse durante el día en las playas de y equilibradas. Ese sería el caso de la bahía
los grandes ríos y caños, aunque despliega Portete, Ciénaga La Caimanera y bahía
una mayor actividad en la noche (Rueda- Cispatá, zonas en las que precisamente se
Almonacid et al. 2007). han realizado proyectos de conservación.
Para bahía Cispatá la población se está
Territorialidad. Realiza despliegues Figura 5. Número total de individuos de Crocodylus acutus observados en bahía Cispatá
recuperando (Figura 6) y desde el 2007 la
agresivos para la defensa del territorio, (Córdoba). Fuente: Ulloa (2012).
estructura poblacional empezó a mostrar
nidos y crías (Cupul-Magaña et al. 2010). una mejor representación de las diferentes
Este puede incluir sonidos sibilantes y clases de tamaños, esto gracias al plan de
apertura de las fauces (Millican 1891). conservación que se adelanta desde hace
ya más de una década (Ulloa 2012). ind./km, dependiendo de la condiciones zados para la cicatrización de heridas y/o
Cuidado parental. Las hembras mani-
ambientales del área objeto de muestreo llagas. Para ello trituran y muelen el hueso
fiestan diferentes grados de atención a los
En bahía Portete se registra una abundan- (Thorbjarnarson 1988, 1989, Casas-An- hasta convertirlo en polvillo y lo aplican
huevos y neonatos. Pueden mantenerse o
cia de 134,3 ± 17,9 individuos, con densi- dreu y Méndez de la Cruz 1992, Sánchez- en la herida (Corpoguajira y Asociación
no, cerca del nido durante todo el perio-
dad de 1,2 individuo/km (Espinosa et al. Ramírez 2001, Cupul-Magaña et al. 2002, Desarrollo Guajiro 2006).
do de incubación (Álvarez del Toro 1974,
2012). El mismo estudio menciona que la García et al. 2010, Ulloa 2011), llegando
Ogden 1978, Medem 1981, Kushlan y
Mazzotti 1989, Thorbjarnarson 1988, estructura poblacional todavía se encuen- hasta un máximo de 47,3 ind./km (Espi- Amenazas
1989). Al cabo de más o menos tres meses tra en desequilibrio, reportando bajo nú- nosa-Reyes y García-Grajales 2001). El deterioro del hábitat es la mayor causa
(cuando los neonatos comienzan a gruñir mero de individuos adultos. del detrimento poblacional e incluso de la
dentro de los cascarones), los desentierran Uso extinción local de C. acutus. Está asociado
y los transportan cuidadosamente al agua Recientemente, se encontró en la cuenca En bahía Portete todavía hay eventos es-
a la deforestación, vertimientos humanos
dentro de su boca; ambos padres partici- del río Catatumbo (ríos Sardinata, San Mi- porádicos de caza para la extracción de la
e industriales, otros tipos de contamina-
pan en el cuidado de la prole durante los guel, Nuevo Presidente y Tibú), un relicto piel, como lo reportaron Espinosa et al.
ción y sobre todo el cambio del uso del
primeros meses de vida. Se ha sugerido poblacional muy importante en cuanto a (2012), que encontraron nueve pieles re-
suelo (Ulloa 2012). También debe incluir-
que la dispersión rápida de las crías des- la densidad y la estructura poblacional. cién cortadas. Igualmente, en esta misma
Se observaron en promedio 2,5 ind./km área las comunidades indígenas mencio- se la extracción desmedida de recursos hi-
pués de su nacimiento, la escasa vocaliza- drobiológicos que son presa de la especie.
ción de las mismas y el poco cuidado pa- (Ulloa 2011). nan que sólo lo capturan cuando de ma-
nera accidental se enredan en sus redes o En bahía Cispatá la caza y recolección de
rental, surgieron como una adaptación a la
Para México en un área conservada, la chinchorros de pesca y para evitar que los huevos para el consumo son una amena-
intensa presión de cacería por parte de los
humanos (Rueda-Almonacid et al. 2007). densidad se calculó en 3,8 ± 2,1 ind./ha y animales dañen sus artes de pesca, sacri- za latente (Ulloa 2005) y en bahía Porte-
2,1 ± 0,7 ind./ha, respectivamente (García fican al animal. En estos casos aprovecha te, la caza para el aprovechamiento de su
Densidad poblacional et al. 2010). No obstante, los datos sobre y consumen la carne de diversas formas: piel (Corpoguajira y Asociación Desarrollo
De acuerdo al censo nacional de Crocodylia abundancia y densidad poblacional se es- guisada, desmechada, asada o frita pero Guajiro 2006). En ambas poblaciones la
de Colombia realizado en los años 90, las tablecen linealmente, siendo muy varia- el cuero es desechado. Los huesos del cai- captura accidental con las artes de pesca,
poblaciones que aún existían para esa ble la información disponible: hasta 35 mán, en especial los del cráneo, son utili- es la actividad que podría causar mayor

102 Crocodylus acutus 103


BIOLOGÍA Y CONSERVACIÓN DE LOS CROCODYLIA DE COLOMBIA Crocodylus acutus

FAMILIA CROCODYLIDAE FAMILIA CROCODYLIDAE

impacto (Corpoguajira y Asociación Desa- Conservación Bibliografía Evidence from mitochondrial DNA and
rrollo Guajiro 2006, Ulloa 2006). En algunas áreas de Colombia se han lle- • Abadia, G. 1996. Population dynamics Morphology. Journal of Experimental
and conservation strategies for Crocodylus Zoology 309A (10): 661-673.
vado a cabo estudios y programas de con-
acutus in bahia Portete, Colombia. Pp. 176- • Cedillo-Leal, C., J. García- Grajales, J. C.
Dado que el ser humano ha invadido de ma- servación. Este es el caso de la ciénaga de
183. En: Crocodiles. Proceedings of the 13th Martínez-González, F. Briones-Encinia y
nera creciente el hábitat de la especie, los La Caimanera y ciénaga de Guacamayas E. Cienfuegos- Rivas. 2013. Aspectos eco-
Working Meeting of the Crocodile Specia-
conflictos humano-caimán son cada vez en el golfo de Morrosquillo, Sucre (Carsu- lógicos de la anidación de Crocodylus acutus
list Group, IUCN—The World Conserva-
más frecuentes. Mucho de los desarrollos cre). También cuenta con un plan de con- tion Union, Gland, Switzerland. (Reptilia: Crocodylidae) en dos localidades
turísticos en áreas costeras (p. e. hoteles, servación en bahía Portete (Corpoguajira • Álvarez del Toro, M. 1974. Los Crocodylia de la costa de Oaxaca, México. Acta Zoológica
balnearios, etc.) han eliminado por com- y Asociación Desarrollo Guajiro 2006). de México estudio comparativo. Ediciones Mexicana 29 (1): 164-177.
pleto el hábitat de esta especie. En la costa del Inst. México de R.N.R., A. C. México. • Charruau, P. 2011. Estimación de la edad
Existe un plan de manejo preliminar para
mexicana de Jalisco, se ha documentado 70 pp. de los cocodrilos (Crocodylus acutus) de
la conservación de las poblaciones lidera- Banco Chinchorro, Quintana Roo, México.
en un periodo de 49 años (1958-2007) 26 • Barrera, L. F. 2004. Estado actual de
do por Corponor en los ríos Sardinata, San un relicto poblacional del caimán agujo Quehacer Científico en Chiapas 1 (11): 36-43.
incidentes, tres de ellos con consecuencias Miguel, Nuevo Presidente y Tibú, departa- (Crocodylus acutus Cuvier, 1807) en una • Charruau, P. 2012. Microclimate of Ame-
fatales y con tendencia al incremento a mento de Norte de Santander (cuenca del rican crocodile nests in Banco Chinchorro
zona del Magdalena medio. Fundación
partir de la década de los noventa (Huerta- biosphere reserve, Mexico: Effect on incu-
Catatumbo) (Ulloa 2011). El plan de con- Omacha. En: www.proaves.org. Consul-
Ortega y Ponce-Campos 2002), probable- tado: 10-08-2012. bation length, embryos survival and hat-
servación más completo y representativo
mente asociado a la reducción del hábitat • Brazaitis, P. 1973. The identification of li- chlings sex. Journal of Thermal Biology 37
es el desarrollado en bahía Cispatá, lidera-
antes mencionado. En otros países del área ving crocodilians. Zoologica 58: 59-101. (1): 6–14.
do por la CVS, donde a la fecha se cuenta • Charruau, P. e Y. Hénaut. 2012. Nest atten-
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con información técnica de unos diez años 1807). Disponible en: http://www.flmnh. dance and hatchling care in wild American
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argumento de representar un riesgo para • Charruau, P., J. R. Cedeño-Vázquez, A.
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consultar el Capítulo 16. • Campbell, H. W. 1972. Ecological or Villegas y H. González-Cortés. 2010a. Tasas
ción similar se presentó en Colombia en phylogenetic interpretations of crocodilian de crecimiento del cocodrilo americano
2012 tras el arribo de un caimán aguja nesting habits. Nature 238: 404-405. (Crocodylus acutus) en estado silvestre en
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rencial del hábitat entre clases de tamaño Mexicana 89: 111-128. naut. 2010b. Tropical cyclones and repro-
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o sexos; desplazamientos y posibles migra- • Casas-Andreu, G. y F. R. Méndez de la ductive ecology of Crocodylus acutus Cuvier,
acontecimiento, el animal fue sacrificado 1807 (Reptilia: Crocodilia: Crocodylidae)
ciones; tamaño o edad de madurez sexual; Cruz. 1992. Observaciones sobre la ecolo-
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Crocodylus intermedius

FAMILIA CROCODYLIDAE

7. Crocodylus intermedius (Graves 1819)

Foto: R. Antelo

Nombre común
Caimán, caimán llanero, caimán del Orinoco, cocodrilo, cocodrilo del Orinoco, caimán
mariposo.

Otros nombres y/o sinonimias tud que puede llegar a ser 2 o 2,5 veces el
Crocodylus journei  (Bory de St. Vicent ancho de la base, sin elevación preocular,
1824),  Mecistops journei  (Gray 1844),  Me- el hocico es cóncavo a nivel de los dientes
cistops bathyrhynchus (Cope 1861), Molinia maxilares 4 a 7. Fórmula dentaria general:
intermedia  (Gray 1862),  Champse interme- 5+12-14/15. El cuarto diente mandibular
dia (Werner 1933). coincide con una hendidura en la maxi-
la, quedando siempre al descubierto aun
Estatus cuando la boca esté cerrada. Sínfisis man-
Categoría nacional IUCN (Castaño-Mora dibular extendida hasta el diente mandi-
2002): En Peligro Crítico (CR); categoría bular 6 o hasta el espacio interdental de
global IUCN: En Peligro Crítico (CR); CI- los números 6 y 7. Una hilera de dos a seis
TES: Apéndice I. (generalmente cuatro) placas post-occi-
pitales, elípticas y aquilladas. Seis placas
Descripción cervicales elevadas de forma cuadrada-
Crocodílido de gran tamaño, caracteriza- trapezoidal o elíptica, dispuestas en dos
do por los siguientes caracteres diagnós- hileras (anterior de cuatro y posterior de
ticos: hocico alargado y delgado, tanto en dos), rodeadas por numerosas placas más
juveniles como en adultos, con una longi- pequeñas de forma ovalada. Tronco con

Caimán llanero (Crocodylus intermedius) en Wisirare. Foto: M. A. Morales-Betancourt 111


BIOLOGÍA Y CONSERVACIÓN DE LOS CROCODYLIA DE COLOMBIA Crocodylus intermedius

FAMILIA CROCODYILIDAE FAMILIA CROCODYLIDAE

16-17 hileras transversales de placas dor- laterales mientras que a nivel ventral las el dorso y el negro, que es gris oscuro. Iris
sales aquilladas, con cuatro a ocho placas placas son rectangulares y lisas (Medem de color verde a verde intenso iridiscente,
por hilera. Región ventral con 25 a 28 hi- 1958, Antelo 2008). con pupila vertical negra (Antelo 2008).
leras transversales de placas más o menos
rectangulares, sin osteodermos, que pre- Coloración dorsal gris claro en juveniles y En la figura 1 se observan individuos de
sentan órganos sensoriales integumenta- grisáceo, amarillento o gris oscuro a ne- todas las clases de edad.
rios visibles. Región caudal con dos crestas gruzco en adultos (Medem 1981). Región
dorso-laterales compuestas por 17 a 20 fi- ventral blanca, desde el hocico hasta el Talla y peso
las de placas triangulares elevadas (cresta orificio anal, mientras que la cola presenta Es una de las especies de crocodílidos más
caudal doble), que se unen en la parte me- manchas oscuras (Medem 1958). Medem grandes. Se estima que los machos podrían
dia para formar una sola hilera compuesta (1981) describe tres variedades de color alcanzar una longitud total cercana a los 7
por 17 a 19 placas (cresta caudal sencilla). basadas en las observaciones de los llane- metros; el registro de mayor tamaño fue
Entre las crestas dorso-laterales hay un ros: la amarilla, que es de color claro con documentado por Humboldt y Bonpland
número variable de placas más o menos áreas oscuras dispersas; el mariposo, de en 1800 con base a un ejemplar provenien-
aquilladas que se extienden por las zonas color gris verdoso con manchas oscuras en te del río Apure (Venezuela), que tenía 22
pies y 3 pulgadas, equivalentes a 6,8 m
(Medem 1958). En cautiverio, en la Esta-
ción de Biología Tropical Roberto Franco
de la Universidad Nacional de Colombia
(EBTRF), el tamaño máximo registrado
para un macho fue de 4,2 m con un peso
de 428 kg y para hembras de 3,9 m con un
peso de 195 kg (2011), estos animales per-
manecen actualmente en la EBTRF. En Ve-
nezuela la longitud total en adultos es 4,1
m para machos con un peso de 369 kg; las Registros de Crocodylus intermedius
a. b. hembras alcanzan 3,2 m de longitud total
y 211 kg (Colvée 1999). En la Estación Bio-
lógica El Frio - EBEF, se midió una hem-
bra de 363 cm (Antelo 2008). Al nacer en Orinoco (cauce principal), Planas, Pauto,
cautiverio, pesan entre 48 y 87,5 g y tienen Tomo, Tuparro, Uva, Vichada (Medem
una longitud total que va de 25 a 33,2 m 1981, Lugo y Ardila-Robayo 1998).
(Ardila-Robayo et al. 1999a, Antelo 2008).
Crecimiento y longevidad
Distribución El crecimiento en vida silvestre se prolon-
ga a lo largo de toda su vida y se ajusta a
Países: Colombia y Venezuela (The Repti- una curva logarítmica. Durante los prime-
le Database 2013). ros años la tasa de crecimiento es rápida
c. d. Cuenca: Orinoco. (45,5 cm/año) y se hace más lenta a partir
Subcuencas: Arauca, Ariari, Ariporo, de los cuatro años de edad o cuando alcan-
Bita, Casanare, Cinaruco, Cravo Norte, zan una talla de 210 cm (11,2 cm/año), ta-
Figura 1. Crocodylus intermedius. a) Neonatos en el río Cravo Norte (Arauca); b) juvenil en Cravo Sur; Cuiloto, Cunimia, Cusiana, lla a la cual los individuos están fuera del
la frontera con Venezuela; c, d) detalle de la cabeza de un adulto en la Estación de Biología Duda, Ele, Elvita, Guachiría, Guarrojo, alcance de la mayoría de sus depredadores
Tropical Roberto Franco. Fotos: M. Garcés (a), M. Portocarrero (b), M. A. Morales-Betan- Guaviare, Guayabero, Güejar, Inírida, (Antelo 2008). Sin embargo, hay otros es-
court (c, d). Lipa, Lozada, Manacacías, Meta, Muco, tudios realizados en Venezuela que ponen

112 Crocodylus intermedius 113


BIOLOGÍA Y CONSERVACIÓN DE LOS CROCODYLIA DE COLOMBIA Crocodylus intermedius

FAMILIA CROCODYILIDAE FAMILIA CROCODYLIDAE

en manifiesto que la tasa de crecimiento de Los datos de longevidad son escasos pero contiguos a grandes playas, que son utili-
esta especie en libertad varía en función hay relatos que documentan edades de zadas por las hembras para sus posturas.
de la localidad. Así en el Caño Guaritico, hasta 66 años. Así, Medem registró en En la época seca los adultos se concentran
crías liberadas de un año de edad registra- una casa en San Fernando de Apure (Ve- en sectores de los siguientes ríos y caños
ron un incremento promedio entre 0,091 y nezuela) el 30 de abril de 1972, una hem- mayores: río Arauca, caño Jesús, caño
0,18 cm/día (Lugo 1998b). La tasa de cre- bra que medía aproximadamente 3,5 m de Los Caballos, caño Negro, caño Cabuya-
cimiento de ejemplares subadultos en el longitud total y tenía 46 años. Finalmen- re, río Capanaparo, río Cinaruco, río Lipa,
río Capanaparo fue de 18,6 y 20,7 cm/año te, murió en 1992, a los 66 años (Antelo río Ele, río Cravo Norte, río Cuíloto, caño
(Llobet 2002). En el río Cojedes varió entre obs. pers.). El macho silvestre de mayor Matepalma, caño En Medio, río Casanare
22 cm/año (Seijas 1998) y 5,8 y 11,1 cm/ tamaño y edad conocida de la EBEF me- y río Meta en su margen izquierda, en el
año (Ávila-Manjón 2008). En el caso de la día 3,9 m y tenía 20 años de edad (Antelo sector de su curso que determina el limite
población silvestre de la Estación Biológi- 2008). Para el caso de las hembras Chávez suroriental de ese departamento. Castro
ca El Frío (EBEF) que incluye también al (2002) recapturó en la EBEF una hembra (2012) también confirmó la preferencia de
Caño Guaritico, se midió una tasa prome- de 9 años y 2,9 m de longitud. Seijas (2011) la especie en meandros con aguas profun-
dio de 33,3 cm/año (Chávez 2002). menciona varios machos adultos cautivos das durante la época seca en el río Vicha-
de Venezuela que superan o superaron los da.
Los individuos nacidos en cautividad en 50 años de edad. No obstante, el tamaño
por edad varía según las condiciones am-
la EBTRF, presentaron una tasa de creci- Hábitat
bientales: clima, alimentación y densidad
miento en los tres primeros años de 0,1 Se encuentra en los cursos de agua de
poblacional, entre otros (Ramírez 2000).
a 0,2 cm/día (n=30) (Lugo 1995). En este las tierras bajas de la cuenca del Orinoco
mismo sitio en 1996 se observó un incre- (Antelo 2008) y presenta su mayor abun-
mento promedio ponderado de peso de
Ámbito doméstico (home range) dancia en los grandes ríos y caños gene-
Para Colombia, Medem (1981), documen- Figura 2. Crías de Crocodylus intermedius
1,7 g/día y de 52,8 g/mes y un incremento ralmente hasta los 300 m s.n.m. (Seijas buscando refugio entre la vegetación acuá-
tó el área de patrullaje de los adultos en
promedio ponderado en la longitud total 2011), aunque Ramírez (2000) señala tica de la orilla del caño Macanillal en la
dos kilómetros.
de 0,07 cm/día y de 2,3 cm/mes, durante como límite superior los 400 m s.n.m. Las EBEF (Apure, Venezuela). Foto: R. Antelo.
los primeros 361 días de vida, para alcan- observaciones de Medem (1981) en Co-
Dicho autor identificó dos desplazamien-
zar a esa edad en promedio un peso de 710 lombia incluyen también grandes áreas
tos anuales en individuos adultos, uno en
g y 53,7 cm de longitud total. Estos indivi- encharcadas, lagunas, meandros y panta-
época seca de las lagunas a los ríos y otro
duos a los 696 días alcanzaron un peso en nos cubiertos de vegetación acuática. En En Venezuela históricamente se ha ob-
en época lluviosa, de los ríos a las lagunas.
promedio de 4,1 g y 99,7 cm de longitud Este hecho también es confirmado por Venezuela, Llobet (2002) y Espinosa y Sei- servado que es más abundante en los ríos
total. A los 1.013 días, el peso promedio pescadores y habitantes ribereños de la jas (2010) observaron que los individuos de aguas blancas (Thorbjarnarson 1987,
fue de 8,8 g y 132,9 cm de longitud total cuenca media del río Meta (Castro 2012). mayores prefieren las aguas alejadas de la Thorbjarnarson y Hernández 1992), aun-
promedio (Ardila-Robayo et al. 1999b). Bonilla y Barahona (1999) señalan que orilla, mientras que los de menor tamaño que también se han registrado en los ríos
Por otra parte, Pérez (2007) registró tasas en época seca los ejemplares se localizan prefieren la interfase agua-tierra. Según de aguas claras que se forman en las saba-
promedio de crecimiento en cautividad en meandros o cerca de estos, que pueden Antelo (2008), los subadultos suelen te- nas llaneras (p. e. ríos Cinaruco-Venezuela
bajo dos condiciones distintas entre 1,76 y ser “tramos del río” (río Ele) o pozos (río ner preferencia por hábitats cubiertos con y Vichada-Colombia). Estos últimos ríos
3,4 cm/día y 17,7 y 132,9 g/día, durante los Cravo Norte), que permanecen con agua vegetación acuática entre la que pueden tienen menor cantidad de nutrientes y por
primeros 11 meses de vida. La temperatu- mientras que otros sectores se secan. Cla- protegerse. En ambos países los neonatos ende son menos productivos biológica-
ra del agua y del aire, la cantidad y calidad vijoy Fajardo (en prensa a) agregan que generalmente ocupan áreas cercanas a los mente, por lo que las densidades en ellos
de alimento, el estrés por competencia por justamente en el periodo seco (diciembre nidos, con aguas tranquilas y cubiertas son menores (Thorbjarnarson 1987). A
alimento, las condiciones de cautividad y a marzo), esos sitios son claves en ciertos por vegetación acuática o ribereña (Thor- pesar de que varios autores indican la ido-
manejo, son algunos de los factores que sectores de los ríos Arauca, Lipa, Ele, Cra- bjarnarson y Hernández 1993, Barahona neidad de condiciones que presentan estos
pueden afectar en distinto grado al creci- vo Norte y Casanare, porque son puntos de y Bonilla 1994, Bonilla y Barahona 1999, ríos (blancas y claras en tierras bajas), se
miento en cautiverio. concentración. Aquí hay pozos profundos Llobet 2002, Antelo 2008) (Figura 2). han encontrado poblaciones en hábitats

114 Crocodylus intermedius 115


BIOLOGÍA Y CONSERVACIÓN DE LOS CROCODYLIA DE COLOMBIA Crocodylus intermedius

FAMILIA CROCODYILIDAE FAMILIA CROCODYLIDAE

cercanos al piedemonte andino (Ramo y fasciatum, Tigrisoma lineatum, Botaurus


Busto 1984) y en ríos de aguas “relativa- pinnatus, Dendrocygna bicolor, Dendrocygna
mente” negras como el Caura (Franz et autumnalis, Dendrocygna viduata);
al. 1982, Thorbjarnarson 1987). También mamíferos como el chigüiro (Hydrochoerus
progresa en embalses como el de Camata- hydrochaeris) (Figura 3), saínos o cafuches
gua (Thorbjarnarson 1987) y el del río Tu- (Pecari tajacu, Tayassu pecari), picure
cupido en Venezuela (Seijas y Meza 1994). (Dasyprocta fuliginosa), lapa (Cuniculus
paca), venado (Odocoileus virginianus),
En los Llanos de Venezuela durante la épo- soche (Mazama nemorivaga); peces de cuero
ca de estiaje, los cocodrilos adultos y suba- como los bagres (Sorubim lima, Pimelodus
dultos pueden utilizar cuevas localizadas sp., Pseudoplatystoma orinocoense,
en los barrancos o riberas de los ríos, que Pseudoplatystoma metaense, Oxydoras
amplían excavando con el hocico y las niger) o peces de escama (Astyanax spp,
patas delanteras mediante movimientos Pygocentrus cariba, Prochilodus mariae y
vigorosos de cuerpo y cola, creando una Mylossoma duriventre) y ocasionalmente
corriente que ayuda a retirar el sedimen- consume carroña (Medem 1958, 1981,
to (Medem 1981, Thorbjarnarson 1987, Anzola et al. 2012). También puede cazar Figura 3. Caimán adulto alimentándose de un chigüire (Hydrochaeris hydrochaeris) en la
Colvée 1999, Antelo 2008). Estas cuevas animales domésticos como cerdos, perros EBEF (Apure, Venezuela). Foto R. Antelo.
también pueden ser excavadas en el suelo y becerros pequeños, que se acercan a las
o bajo raíces de árboles en lugares sin ba- orillas de los ríos y caños en la estación
rrancos (Antelo 2008). En Colombia el uso seca a beber agua o cuando ingresan a
de cuevas se ha observado en los ríos Arau- los cuerpos de agua a refrescarse (Clavijo
ca, Casanare y caño Negro (Capanaparo) y Fajardo-Patiño en prensa b). Aunque se (Thiara sp.); roedores (Cricetidae); ranas nas de nacidos y hasta los dos años con-
(Medem 1981). Medem (1958) también considera netamente carnívora, Medem (Leptodactylidae) aves y una serpiente sumen peces vivos alternados con la dieta
observó que los caimanes en la época seca (1958) encontró material vegetal (frutos, (Leptodeira annulata), además de peces de general suministrada.
permanecían inmóviles enterrados en el ramas, hojas) en algunos contenidos la familia Doradidae (Seijas 1998). Antelo
barro seco y se mantenían hasta la llegada estomacales, aunque esta ingesta puede (2008) señala que en la EBEF los adultos Reproducción
de las primeras lluvias, aunque también ser probablemente accidental (Lasso obs. pueden ser caníbales, consumiendo Debido a la variabilidad de las condiciones
señaló que este comportamiento cambió pers.). subadultos de su misma especie. También ambientales y la disponibilidad de recur-
probablemente por efecto de la cacería. señala en su dieta peces (Pygocentrus sos para alcanzar la madurez sexual en los
En Venezuela la información existente cariba, Prochilodus mariae y Mylossoma spp) crocodílidos, existen diferentes datos so-
Alimentación sobre la alimentación de sub-adultos y mamíferos (Hydrochoerus hydrochaeris y bre la longitud total o la edad que define el
Los caimanes son exclusivamente carní- y adultos de C. intermedius, indica una Mymercophaga tridactyla), incluyendo su estado adulto de la especie. En cautiverio,
voros y obtienen sus presas mediante mayor proporción de peces en su dieta, carroña. Medem (1981) observó un macho sexual-
una estrategia de espera o cacería al en particular de bagres como Pimelodus mente activo con 2,7 m y 13 años de edad
acecho, especialmente dentro del agua. sp. y Sorubim lima (Seijas 1998). En la Por lo general, consumen mayor cantidad aproximadamente. Ramírez (2000) ob-
En Colombia se ha observado que se dieta de juveniles de menos de 80 cm de de alimento en el periodo de lluvias, ya servó lo mismo en un macho de 2,6 m y 7
alimenta de vertebrados, entre los que longitud total descrita para el río Cojedes que durante la época seca coincide con la años de edad mientras que Colvée (1999),
se encuentran las tortugas (Podocnemis (Llanos centrales, Venezuela), se incluyen postura y el cuidado de los huevos dismi- registró un macho sexualmente activo de
unifilis, Podocnemis vogli, Phrynops escarabajos acuáticos (Belostomatidae, nuyendo así su apetito (Medem 1981). 2,1 m. En la EBEF, los caimanes silvestres
geoffroanus); aves (Anhinga anhinga, Hydrophilidae y Dytiscidae), coleópteros de ambos sexos alcanzan el estado adulto
Ardea alba, Egretta caerulea, Bubulcus terrestres (Carabidae y Scarabaeidae), En cautiverio en la EBTRF la especie acep- a los seis años de edad (Antelo 2008).
ibis, Butorides striatus, Phalacrocórax saltamontes, mariposas nocturnas, ta pescado de cultivo (cachama: Piaractus
brasiliensis, Syrigma sibilatrix, Pilherodius avispas; cangrejos (Poppiana dentata); brachypomus), carne de res y vísceras (Ar- La hembra nidificante de menor longitud
pileatus, Nyctanassa violacea, Tigrisoma camarones (Macrobrachium spp), caracoles dila-Robayo et al. 2010). Desde dos sema- total registrada en cautiverio medía 2,5

116 Crocodylus intermedius 117


BIOLOGÍA Y CONSERVACIÓN DE LOS CROCODYLIA DE COLOMBIA Crocodylus intermedius

FAMILIA CROCODYILIDAE FAMILIA CROCODYLIDAE

m (Thorbjarnarson y Hernández 1993). de diciembre (Colvée 1999, Antelo 2008). tes artificiales de arena para la instalación ción ocurre desde finales de diciembre has-
En general se puede afirmar que tanto En la EBTRF la época de celo comienza a de sus nidos en lugares carentes de este ta mediados de enero (Barahona y Bonilla
machos como hembras podrían alcanzar finales de julio-agosto (Ardila-Robayo et al. tipo de sustrato (Antelo 2008) (Figura 4). 1996, Anzola et al. 2012), aunque Ardila-
la madurez sexual en tallas entre los 2,4 2010). Por lo general, la postura se realiza Robayo et al. (2002), mencionan tempora-
y 2,6 m de longitud total. La especie pre- en playas grandes sin ninguna inclinación Pueden establecer sus nidos en el mismo das desde inicios de enero hasta comien-
senta dimorfismo sexual, siendo las hem- o en barrancos pequeños muy inclinados lugar durante varios años (Medem 1981, zos de febrero. En el río Cravo Norte hay
bras más pequeñas que los machos (Me- próximos a la vegetación ribereña, arbó- Thorbjarnarson y Hernández 1993). En el un registro de postura en la tercera sema-
dem 1958, Ramírez 2000). Presentan un rea, arbustiva o herbácea (Thorbjarnarson departamento de Arauca se ha observado na de febrero (Ardila-Robayo et al. 2002) y
sistema de apareamiento de paternidad 1987, Thorbjarnarson y Hernández 1993, que los sitios de postura son utilizados otro en la segunda semana de enero, que
múltiple, que involucra a pocos machos Llobet 2002). La altura de estos nidos con por más de una hembra, encontrándose eclosionó a principios de abril (Castro et al.
como responsables de la descendencia de respecto al nivel del agua, varía aproxima- un caso de dos nidos distanciados por 43 2012). En el río Vichada existe un registro
varias nidadas, pero que hace posible que damente desde uno a cinco metros (Boni- m (Ardila-Robayo et al. 2002) y otro en el de anidación en la última semana de di-
los machos menos dominantes participen lla y Barahona 1999). En caso de no haber que dos nidos se encontraban separados
ciembre que no llegó a eclosionar (Castro
en la producción de nuevas generaciones suelos arenosos, pueden poner en suelos de únicamente por 2,5 m (Castro et al. 2012).
et al. 2011). En los ríos Duda y Guayabero
(Martensson 2006). tipo arcilloso-rocoso (embalse de Camata- Inclusive, según lo informado verbalmen-
(Meta) se estima que la nidificación se ex-
gua) (Thorbjarnarson y Hernández 1993) o te por ganaderos de Arauca, pueden haber
tiende desde mediados de diciembre hasta
La época de celo se extiende principalmen- suelos orgánicos como los de caño Rabanal nidos “comunales” o correspondientes a la
postura ocasional de más de una hembra mediados de enero y la época de eclosión a
te entre septiembre y octubre (Anzola et (río Guárico) y el río Pao (Thorbjarnarson
al. 2012) y en cautividad llega hasta finales 1987). Las hembras son capaces de aprove- en el mismo punto de la playa (p. e. río Ele, partir de mediados de marzo (Ardila-Ro-
de noviembre (Medem 1981) y principios char tal como sucede en la EBEF, los apor- próximo en playa cercana a casa de Ramón bayo et al. 2005). En Venezuela los caima-
Peña, y en playa cercana al Hato Las Que- nes ponen sus huevos desde mediados de
seras), hallándose más de 100 huevos en enero hasta principios de marzo, aunque
un solo nido (Clavijo y Fajardo-Patiño en con variaciones de más de un mes depen-
prensa b). En las playas de arena dispues- diendo de la localidad (Seijas 1998, Seijas y
tas en la EBEF para la anidación de las Chávez 2002, Jiménez-Oraá 2007, Antelo
hembras silvestres, llegaron a anidar cinco 2008, Espinosa 2010).
hembras en un espacio de 36 m² (Antelo
datos no publicados). Según Ramírez (2000) el número de hue-
vos varía entre 25 y 70, aunque Medem
Las hembras cavan un agujero de aproxi- (1981) indica entre 40 y 70 huevos. Ardi-
madamente 50 cm de profundidad, gene- la-Robayo et al. (2002) registraron un nido
ralmente de noche, donde ponen allí sus con 56 huevos en el río Ele. Anzola et al.
huevos que posteriormente tapan com- (2012), observaron dos grupos de crías de
pactando la superficie (Medem 1958). 40 y 51 individuos en este mismo río. En
Antelo (2008) señala que la profundidad
el río Cravo Norte en 2012 se registró un
media de 34 nidos fue de 42,6 cm. La ni-
nido en proceso de inundación que conte-
dificación tiene lugar al comenzar la es-
nía 40 huevos (algunos ya eclosionados) y
tación seca y los huevos eclosionan cuan-
otro nido sobre el mismo río donde habían
do el nivel del agua comienza a subir, al
comienzo de la estación lluviosa (Medem nacido 42 crías (Castro et al. 2012) (Figura
1958, Thorbjarnarson y Hernández 1993, 5). En Venezuela el tamaño promedio de la
Antelo et al. 2010). En el río Casanare (Co- puesta es también variable: 38,6 huevos/
lombia) la época de postura ocurre en el puesta del río Capanaparo (Thorbajarnar-
Figura 4. Nidada silvestre de caimán llanero, aprovechando el aporte artificial de arena en periodo seco (diciembre-marzo) y se ex- son y Hernández 1993), 41,2 en la EBEF
la laguna de La Ramera, EBEF (Apure, Venezuela). Foto: R. Antelo. tiende hasta abril. En el río Ele la nidifica- o 43,9 en Manapire (Jiménez-Oraá et al.

118 Crocodylus intermedius 119


BIOLOGÍA Y CONSERVACIÓN DE LOS CROCODYLIA DE COLOMBIA Crocodylus intermedius

FAMILIA CROCODYILIDAE FAMILIA CROCODYLIDAE

Venezuela el largo, ancho y peso promedio hombre. Como depredadores de subadul-


de los huevos se ha documentado para di- tos se encuentran el güio o anaconda (Eu-
ferentes poblaciones: 7,9 y 4,8 cm en Ma- nectes murinus) y el tigre (Panthera onca),
napire (Jiménez-Oraá et al. 2007); 7,6, 4,7 aunque no ha sido observado, se presume
cm y 111,1 g en la EBEF (Antelo 2008); 7,6, que puede ser así ya estas especies depre-
4,7 cm y 107,3 g en la Unellez (Ramo et al. dan sobre babillas adultas (Caiman croco-
1992, Seijas 1994); 7,2, 4,7 cm y 94,6 g en dilus). Los juveniles son depredados por el
la Agropecuaria Puerto Miranda (Colvée tigrillo o cunaguaro (Leopardus pardalis),
1999). aves rapaces y los bagres pimelódidos de
a. b. gran tamaño (Pseudoplatystoma orinocoen-
El huevo del caimán tiene un albumen que se, Pseudoplatystoma metanese, Brachypla-
representa cerca del 42% del volumen del tystoma filamentosum, Brachyplatystoma
Figura 5. a) Huevos y b) neonatos de Crocodylus intermedius en el río Cravo Norte (Arauca).
huevo y es ligeramente verde, conteniendo vaillantii y Phractocephalus hemiolopterus,
Foto: L. F. Anzola (a), M. Garcés (b).
casi un 7% de proteína; el vitelo represen- entre otros). Los neonatos por chulos o za-
ta cerca del 44% del volumen del huevo, muros (Coragyps atratus, Cathartes aura),
contiene algo más del 18% de proteína y el gabanes (Mycteria americana), garzones
19% de grasa, es de color amarillo pálido y (Jabiru mycteria) y garza morena (Ardea
2007). Castro (2012) encuentra una varia- temperatura a la profundidad de la prime- llega cerca de la cáscara (Morales-Arango cocoi) (Medem 1981, 1983) y peces como
ción de entre seis y 66 huevos a través de la ra capa de huevos de 29 ºC y en el fondo et al. 2007). el caribe (Pygocentrus cariba) (Clavijo y Fa-
revisión de varios estudios, con una media del nido de 31 ºC, con una temperatura jardo-Patiño en prensa b). Antelo (2008)
general cercana a los 40. ambiental de 28 ºC. En el río Ele la tempe- Depredación natural también incluye al chiriguare (Milvago chi-
ratura promedio es de 28 ºC y se mantiene Se estima que el único animal que puede machima), el caricare (Caracara cheriway)
El tiempo estimado de incubación varia uniforme independientemente a la tem- depredar sobre los individuos adultos es el y la garza tigre (Tigrisoma lineatum). Los
de 85 a 92 días (río Ele, Ardila-Robayo et peratura ambiente (Anzola et al. 2012).
al. 2002), Castro et al. (2012) mencionan Antelo (2008) registró 232 temperaturas a
91 días para el río Cravo Norte, similar a lo largo de los tres meses de incubación en
lo reportado para toda el área de Arauca nidos naturales, y obtuvo un temperatura
(Anzola et al. 2012). En los ríos Ele y Cravo promedio de 31,9 ºC. En cautiverio se ha
Norte las crías nacen entre mediados de observado que huevos incubados a 32 °C
marzo y principios de abril (Ardila-Robayo producen machos y los incubados a 30 °C
et al. 2002, Anzola et al. 2012, Castro et al. producen hembras (Ramírez 2000).
2012, Clavijo y Fajardo-Patiño en prensa
b). Antelo (2008) señala que el periodo de En Arauca se han registrado huevos con
incubación promedio en cautividad 5 de un diámetro mayor de entre 9,8 y 7,8 cm
90 días. Castro (2012) en base a la revisión y un diámetro menor de 4,7 y 5,9 cm,
de varias fuentes muestra una variación con un peso entre 82 y 137 g (Anzola et
en condiciones artificiales en Colombia y al. 2012). En un estudio realizado por
Venezuela de 70 a 122 días. Morales-Arango et al. (2007) con huevos
infértiles obtenidos de animales en cauti-
La temperatura de los nidos naturales vidad, observaron que el peso promedio de
presenta una variación notable desde la los huevos era de 121 g correspondientes
superficie, reduciéndose y estabilizándo- a un diámetro mayor longitudinal de 8,4
se conforme aumenta la profundidad, con cm, diámetro mayor transversal de 5,2,
variaciones mínimas a partir de los 30 cm longitud perimetral de 22,9 y ancho peri- Figura 6. Nido silvestre de Crocodylus intermedius depredado por un mato (Tupinambis
(Antelo 2008). Medem (1958) registró una metral de 17,3 cm (medidas promedio). En teguixin). Estación Biológica El Frío (Apure, Venezuela). Foto: R. Antelo.

120 Crocodylus intermedius 121


BIOLOGÍA Y CONSERVACIÓN DE LOS CROCODYLIA DE COLOMBIA Crocodylus intermedius

FAMILIA CROCODYILIDAE FAMILIA CROCODYLIDAE

huevos son consumidos por el mato de culan que el comportamiento de asolea- Territorialidad. Los machos adultos Son cazadores eficientes en el agua, donde
agua o mato pollero (Tupinambis teguixin) miento pueda estar siendo afectado por la tienen territorios que defienden de indivi- utilizan la cola como elemento propulsor.
(Figura 6), el oso palmero (Myrmecophaga presencia del ser humano, debido al bajo duos de la misma especie. Emiten sonidos La estructura de su cabeza les permite
tridáctila), el caricare (Caracara cheriway) registro visual de individuos asoleándose roncos mientras que las hembras y juveni- permanecer sumergidos totalmente bajo
y el zamuro (Coragyps atratus) (Medem en las poblaciones colombianas. Este efec- les emiten “graznidos” (Medem 1958). En el agua, asomando únicamente ojos y na-
1981, Antelo 2008). Las mismas hembras to perturbador es sugerido por Graterol el río Vichada el comportamiento terri- rinas sobre la superficie (Medem 1983).
de caimán y otras especies como la terecay (2012) en juveniles criados en cautividad, torial de un individuo estudiado, incluyó Medem (1981) menciona que el caimán
(Podocnemis unifilis) y la iguana (Iguana por el registro de mayor número de indivi- una serie de pautas como: exposición de del Orinoco puede detectar una presa a
iguana), podrían participar en la destruc- duos asoleándose en tanquillas cubiertas toda la superficie dorsal de cabeza, tron- 300 m de distancia y describe varias técni-
ción de huevos, al poner los suyos sobre un (que no permitían contacto visual con el co y cola, levantamiento de cabeza y cola cas de caza. Por ejemplo, para presas gran-
nido ya instalado. exterior) que en las descubiertas, a pesar arqueada; movimiento lateral de cola, se- des como el ganado, el caimán captura a
de ser individuos criados en cautividad. guido de una mayor elevación de cabeza, su presa por el hocico o alguna extremidad
Según Antelo (2008) en los Llanos de dos chasquidos producidos al cerrar la y la arrastra hacia el agua para ahogarla.
Comportamiento
Apure (Venezuela) (Figura 7), durante la boca violentamente; emisión de un gruñi- Para animales terrestres medianos, los
estación seca existen dos periodos diarios do corto, golpeo de cabeza contra la super- empuja a las fauces mediante un golpe con
Termorregulación. En el día la activi-
de asoleamiento, uno por la mañana una ficie del agua y burbujeo al expulsar aire la cola. Los animales de porte menor son
dad se concentra en la termorregulación y
vez que la temperatura del aire supera a la por boca-narinas e inmersión (Castro et al. capturados directamente con la boca y son
en menor medida en la alimentación. Ba-
del agua (entre 09:00 y 12:00 horas), con 2011, Merchán et al. 2012). Los neonatos golpeados contra el suelo o la superficie del
rahona y Bonilla (1999) observaron en el
un máximo entre las 11:00 y las 12:00 y y juveniles pequeños tienen un comporta- agua, repetidas veces hasta su inmoviliza-
departamento de Arauca a un macho aso- miento defensivo ante la presencia de pe-
leándose en tierra, aunque con la cola en otro entre las 16:00 y 17:00 horas. Por el ción. Puede también cazar en el aire algu-
contrario, durante la estación de lluvias, ligro y es la de permanecer en grupo, abrir nos peces (Pseudoplatystoma spp) cuando
el agua, entre las 15:00 y las 16:00 horas, sus fauces y hacer el intento de salto agre-
durante tres días consecutivos en la época el periodo de asoleamiento se extiende a éstos se impulsan fuera del agua intentan-
sivo (Anzola et al. 2012).
seca. Durante el resto del tiempo de obser- lo largo de todo el día, posiblemente de- do escapar. Medem (op. cit.) cita la caza
vación, los individuos se mantuvieron en bido a la menor variación de temperatura mediante regurgitación de una sustancia
En cautiverio no muestran comporta-
el agua, asomando la cabeza con toda la del aire. Este autor registra la máxima ac- aceitosa que atrae a las “sardinas” (peces
mientos territoriales cuando llegan a un
parte dorsal o sumergidos. Estos autores tividad de asoleamiento a lo largo del año de la familia Characidae), permaneciendo
nuevo recinto, pero después de un tiempo
junto con otros (p. e. Castro 2012), espe- en abril. el individuo con la boca abierta y esperan-
lo asimilan y muestran comportamientos
do el momento adecuado para cerrarla y
defensivos e intimidatorios (Medem 1981,
Lugo 1995). Sin embargo, recientemente capturar dichos peces. Medem (1981) y
se observó que al cambiar de encierro a los Antelo (2008) describen otras técnicas de
machos que se encontraban en Wisirare lo cacería, como la caza activa, el corral se-
primero que hicieron fue perseguir y mor- micircular corporal, la caza a la espera, la
der a las hembras para mantenerlas fuera caza subacuática o la caza por orientación
del agua, ese comportamiento se prologó acústica. Después de cazada la presa si es
por varias semanas. Igualmente, mostra- de tamaño grande, el caimán se sumerge
ban comportamientos agresivos mordien- entre ramas o una cueva, la deja descom-
do la valla que separaba los encierros. Con poner y la consume durante varios días
la llegada de la época de celo se calmaron (Ayarzagüeña com. pers.).
y dejaron a las hembras meterse al agua de
nuevo y ya se han observado las primeras En cautiverio, si bien se condicionan una
a. b. cópulas. vez “sienten” el movimiento al momento
de repartir la comida, presentan el “instin-
Alimentación. La caza incluye una se- to” de caza, lo que se ha visto en ejempla-
Figura 7. Caimanes llaneros asoleándose: a) neonatos junto a la laguna de La Ramera en la rie de comportamientos que definen dis- res entre 1,5 m a 2,5 m al colocárseles aves
EBEF; b) hembra adulta en el caño Matiyure (Hato El Cedral). Fotos: R. Antelo. tintas técnicas de captura de sus presas. vivas de corral (patos, pollos).

122 Crocodylus intermedius 123


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Reproductivo. En la EBTRF la época vos movimientos armónicos para cubrir de


de celo se manifiesta en el macho por los la misma manera el nido, cuando termina
fuertes sonidos guturales que emite, las todo el proceso se reactiva de una manera
hembras se acercan y responden con sua- sorpresiva dejando al descubierto la agre-
ves roces en el dorso y danzas alrededor y sividad con la que generalmente se obser-
por encima del macho o viceversa (Ardila- van las hembras cuando cuidan los nidos.
Robayo et al. 2010). Adicionalmente, se La defensa de los nidos se manifiesta ante
ha observado que junto con los sonidos posibles depredadores y ante el hombre
guturales, generan fuertes golpes con el (Figura 8), aunque también se conocen
vientre que producen vibraciones y oleaje casos en que estos comportamientos no se
del agua. En los Llanos de Venezuela y en manifiestan (Antelo 2008). En el momen-
cautividad, se ha documentado que el cor- to de la eclosión las hembras generalmen-
tejo comienza cuando el macho se aproxi- te excavan los nidos desenterrando las
ma a la hembra e inicia una serie de mo- crías al momento de nacer (Bonilla y Ba-
vimientos, que pueden incluir vibraciones rahona 1999, Antelo 2008). Una causa de
sub-audibles; natación en círculos; roce mortalidad de neonatos es la no participa-
de hocicos y de mandíbulas; cabeza de la ción de la hembra en la apertura del nido,
hembra sobre el hocico y la tabla cranea- que provoca que los neonatos no puedan
na o la región nucal del macho; frote de la salir al exterior debido al peso y volumen
mandíbula de la hembra sobre el cuello, el de la arena sobre ellos (Antelo 2008). La
dorso o la región pélvica del macho; siseos hembra puede cuidar y permanecer con las Figura 8. Hembra silvestre de Crocodylus intermedius al cuidado de sus huevos en la EBEF.
y burbujeos; inmersiones y emersiones crías cerca de orillas con vegetación (Seijas Foto: R. Antelo.
(Thorbjarnarson y Hernández 1993, Col- 1998, Antelo 2008), durante un tiempo
vée 1999, Antelo 2008). Posteriormente, que puede variar entre tres semanas y algo
y siempre en el agua, el macho se desliza más de tres meses, defendiéndolas de ma-
lateralmente sobre la hembra, enfrentan- nera agresiva de machos y depredadores Guaritico encontraron que individuos siblemente en respuesta al descenso de las
do las cloacas y produciéndose la cópula, al de acuerdo a la información de distintos liberados se habían desplazado hasta 50 aguas. Los subadultos presentan baja dis-
tiempo que emergen y se sumergen alter- estudios (Castro 2012). Igualmente, este km en los primeros seis meses. Muñoz y persión, aunque hay algunas excepciones
nativamente (Colvée 1999, Antelo 2008). comportamiento ha sido observado en el Thorbjarnarson (2000) realizaron un tra- (Muñoz y Thorbjarnarson 2000, Antelo
En los Llanos de Venezuela se ha observa- departamento de Arauca donde salvo dis- bajo en el río Capanaparo con telemetría y 2008, Ávila-Manjón 2008).
do como las hembras comienzan a buscar turbios como el ruido de motores fuera de observaron que se movilizan considerable-
y visitar los lugares óptimos para la anida- borda de embarcaciones que navegan en mente durante el primer mes, registrando Población. Se han realizado varios tra-
ción entre tres y cuatro semanas previas cercanías del área, la hembra permanece un individuo con un movimiento de 11,6 bajos en Colombia para evaluar el estatus
al desove (Antelo 2008). En la EBTRF se muy cerca de las orillas y bordes (general- km, cuatro meses después de ser liberado. poblacional de la especie, pero ninguno de
observó una hembra en época de posturas mente protegidos por vegetación leñosa Las tasas de movimientos mensuales en ellos ha mostrado algún indicio de recupe-
(enero de 2008), que realizaba una serie herbácea), donde se mantienen en grupo los juveniles variaron entre 3 y 8 km río ración de la especie desde los años 70. De
de movimientos armónicos con los que iba los neonatos (Clavijo y Fajado-Patiño en arriba, mientras que río abajo varió entre acuerdo con Medem (1981), C. intermedius
sacando la arena con las patas hasta dejar prensa b). 1 y 2 km, aunque distancias más grandes fue muy abundante antes de mediados de
lista la cámara del nido, enseguida entra (70-80 km río abajo en seis meses poste- los años 30 en los ríos Arauca, Casanare y
en una especie de “éxtasis” y a una distan- Establecimiento y movimiento de riores a la liberación) también han sido Meta, y menos abundante en las cuencas
cia de 20 cm se pudo observar la expulsión individuos liberados. En Venezuela registradas (Muñoz y Thorbjarnarson op. de los ríos Vichada y Guayabero-Guaviare.
de los huevos, uno a uno, los cuales salen Antelo (2008), observó en los llanos de cit.). Estos mismos ejemplares tendieron
cubiertos de una mucosa delgada y trans- Apure una pareja de adultos que mantuvo a mantenerse en una misma área durante El primer trabajo fue realizado por Medem
parente que se va desprendiendo al poco un área de campeo anual de unos 0,3 km 2. la época de lluvias y a desplazarse nueva- en 1974-1975 y se censaron 280 indivi-
tiempo. Al finalizar la postura, inicia nue- Arteaga y Hernández (1996) en el Caño mente con la llegada de la época seca, po- duos (Arauca 180, Casanare 49, Meta 14,

124 Crocodylus intermedius 125


BIOLOGÍA Y CONSERVACIÓN DE LOS CROCODYLIA DE COLOMBIA Crocodylus intermedius

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Vichada 37), estimando 780 individuos bajos citados anteriormente sí se registra

Tabla 1. Resumen de los individuos avistados y densidades en los diferentes censos. Abreviaturas: T: adultos y subadultos, A: adul-
C 91                        

Anzola et al.
para la zona de la Orinoquia colombiana, la presencia de crías y eventos de repro-

(2012)
Sa 2 5                      
principalmente en el departamento de ducción. En los anexos 1, 2 y 3 se presenta A 15 18                      
Arauca (Medem 1981). En ese momento la en detalle los datos obtenidos para los cen-
T 17 23                      
especie había desaparecido casi por com- sos de Lugo (1998a), Castro et al. (2012) y
D 0,205 0,134 0,286             0,005      

Castro et al. (2012)


pleto en los ríos Casanare y Meta (Medem Clavijo et al. (en prensa).
km 44 127 14         322   402 82   30
op. cit.). El segundo censo fue liderado por
C 0 54 0         0   0 0   0
la EBTRF entre 1994 y 1996, detectando De acuerdo con los resultados obtenidos
muy pocos individuos, playas de anidación en los censos, el mayor número de indivi- Sa 2 9 1         0   0 0   0

y crías (Lugo y Ardila-Robayo 1998) (Ta- duos se observó en el sistema Cravo Nor- A 7 8 3         0   2 0   0
bla 1). Dicha autora concluyó que existían te con 0,8 ind./km. Aunque estos datos T 9 17 4         0   2 0   0
cuatro relictos poblacionales importantes: no son comparables entre si (o con otros) D                          

Ardila-Robayo et al.
1) el del sistema fluvial de los ríos Ele, Cra- puesto que la épocas de muestreo así como km                          
vo Norte, Lipa (departamento de Arauca); el muestreo en si, difieren entre las loca-

(2010)
C                          
2) el de los ríos Duda y Guayabero (depar- lidades, se puede decir que los datos ob- Sa                          
tamento de Meta); 3) el de la cuenca media tenidos para Colombia distan mucho de A                          
del río Meta entre La Primavera y La Cule- lo observado en Venezuela en el sistema T         1 4 1   1        
bra; y 4) a lo largo del río Vichada entre la del río Cojedes, donde para dos tramos D 0,43 0,17 0,1   0,1              

Ardila-Robayo et al.
desembocadura del río Muco y la comuni- de este río, se calcularon valores de 5,4 km 30 60 10   118              

(2002, 2005)
dad de La Raya (departamento de Vicha- y 3,5 ind./km, aunque concluyen que la
C 120 0 0   0 0              
da). Según Barahona y Bonilla (1999), en población está disminuyendo respecto a
Sa 2 2 0   4              
el departamento de Arauca se encuentra el los censos realizados en los años anterio-
A 11 8 1   8              
relicto poblacional más importante (quizá res (Espinosa-Blanco y Seijas 2012). Esta
T 13 10 1   5 7              
el único) de C. intermedius con 29 indivi- comparación muestra el mal estado de las
duos. poblaciones colombianas.

Rodríguez
D         0,24              

(2000)
Rodríguez (2000), señala que en los ríos En Colombia, desafortunadamente no se km         28,6              

Ele y Cravo Norte (cuenca del Casanare), ha documentado la relación de sexos, pero T         7           2  
el histograma de distribución en clases de según las investigaciones realizadas en D 0,15 0,096 0,05 0,2   0,026   0,004     0,011   0,012

tos, Sa: subadultos, C: crías, D: densidad (T/km).

Robayo (1998)
tamaño mostró una notoria predominan- Venezuela, se llegó a la conclusión de que

Lugo y Ardila-
km 80 125 20 20   115   492   320 180   85
cia de ejemplares adultos y la ausencia de en el caimán del Orinoco la proporción de C 0 2 0 32   0   0   4 4   0
juveniles, lo que es un indicio de que en sexos de la población experimenta una Sa 0 2 0 0   0   1   0 0   0
la población del río Ele, se extrajeron los selección en dos momentos diferentes. A 12 10 1 4   3   1   0 2   1
neonatos y juveniles o incluso se afectó la Primero, la ejercida sobre cada huevo por T 12 12 1 4   3   2   0 2   1
eclosión de las nidadas. la temperatura de incubación, que produ- D 0,326 0,815                 0,054    

Barahona y Bonilla
ciría una relación cercana a 1♂:1♀, que se km 39,9 18,4                 18,5    
Los siguientes trabajos, Ardila-Robayo et mantiene durante las etapas de neonato

(1996)
C 17 64                      
al. (2002), Anzola et al. (2012), Castro et al. y subadulto. Posteriormente, al alcanzar
Sa 2 4                      
(2012) y Clavijo et al. (en prensa), confir- la madurez sexual, se produce otro fenó-
A 11 11                 1    
man la importancia del relicto poblacional meno de selección sexual, que da lugar a
T 13 15                 1    
conformado por los ríos Ele, Lipa y Cravo proporciones entre 1♂:2♀ y 1♂:3♀, en la
Norte (Tabla 1). Igualmente, se encontró población adulta (Antelo 2008).

Cravo Norte

Manacacias
Guayabero
la misma tendencia por clases de edad que
Ríos

Casanare
Guarrojo

Orinoco
Vichada

Tuparro
Cuiloto
en Rodríguez (2000), donde apenas se re- Uso. En siglos pasados el uso del caimán

Duda

Meta
Lipa
gistran juveniles. No obstante, en los tra- llanero y los productos derivados de este Ele

126 Crocodylus intermedius 127


BIOLOGÍA Y CONSERVACIÓN DE LOS CROCODYLIA DE COLOMBIA Crocodylus intermedius

FAMILIA CROCODYILIDAE FAMILIA CROCODYLIDAE

fue variado. En un principio los indígenas 2012). El uso de juveniles fue documen- causas de bajas y pérdida de individuos (y
consumían la carne cuando la pesca no tado por Bonilla y Barahona (1994) en el por consiguiente, reducción de los adul-
era suficiente durante la época de lluvias, municipio de Cravo Norte, con ejemplares tos), es la aversión o sentimientos de ven-
debido a las aguas crecientes y turbias que provenientes del sistema de los ríos Cravo ganza (por la “desaparición” de animales
dificultaban la captura de peces (Medem Norte, Ele y Lipa. domésticos), que han impulsado a algu-
1981). Igualmente, aprovechaban su grasa nos ribereños a colocar trampas de co-
de forma medicinal y consumían los hue- Amenazas. A inicios del siglo XX la es- mida, denominadas “aros o tramperos”.
vos (Gumilla 1791). Con su grasa se fabri- pecie fue llevada a sus niveles más ba- Estos consisten en una bola grande de
can ungüentos para tratar la bronquitis jos de densidad a causa de la cacería que vísceras de res, armada en unos anzue-
(Lugo y Ardila-Robayo 1998). Sin embar- se produjo para la exportación de pieles los grandes, firmemente sujetados a una
go, el mayor uso que se hizo de la especie y (1929-1950), tanto en Colombia como en cuerda o soga, que cuando el caimán “in- a.
que causo una fuerte presión sobre sus po- Venezuela (Medem 1983, Thorbjarnarson giere” y pasa a ubicarse entre “caramas”
blaciones, fue la caza comercial promovida y Hernández 1992, González-Fernández (raíces de árboles) para hacer la digestión,
por la industria peletera, en particular de 1995). En la tabla 2 se relaciona el número queda enredado por la soga, facilitando
1929 a 1950 (Medem 1983). de pieles extraídas por sistemas fluviales su exterminio (a tiros por ejemplo) (Cla-
en la época de bonanza, aclarando que no vijo y Fajardo-Patiño en prensa a).
En la actualidad, debido al escaso número son estadísticas oficiales sino datos obte-
de individuos que sobreviven en el medio nidos por entrevistas realizadas por Me- También se ven afectados por la degrada-
natural, su utilización se basa principal- dem (1981). ción o destrucción de su hábitat (Ardila-
mente en la recolección de huevos para Robayo et al. 2002, Rodríguez y Ramírez
consumo local y de crías para venta o te- Actualmente, la muerte de estos animales 2002, Espinosa y Seijas 2010). El aumen-
nencia como mascotas (Lugo 1998, Rodrí- ocurre principalmente de dos maneras, to de la intervención antrópica en los b.
guez y Ramírez 2002, Anzola et al. 2012, una accidental, donde los caimanes se hábitats del caimán incide en gran pro-
Castro et al. 2012). Esta recolección de ahogan al quedar atrapados en las mallas porción en la disminución de la disponi-
huevos para consumo y venta ha sido do- de pesca y la otra dirigida, cuando son bilidad de alimento.
cumentada por Bonilla y Barahona (1999), atacados directamente por los habitantes
en el sistema de los ríos Cravo Norte, Ele ribereños, que ven en ellos una amenaza Conservación. En Colombia las prime-
y Lipa, uso corroborado algunos años más ante el posible ataque a sus animales o a ras medidas de conservación se realizaron
tarde por otros investigadores (Ardila et personas. En el departamento de Arauca a través de la prohibición de la caza y reco-
al. 2002, Anzola et al. 2012, Castro et al. (río Cravo Norte), una de las principales lección de huevos de esta especie (Resolu-
ción 411 de 1968 Ministerio de Agricultu-
ra, Resolución Nº 573 de 1969, Ministerio
del Medio Ambiente). En julio de 1997 se c.
Tabla 2. Número aproximado de pieles extraídas en los diferentes ríos. Fuente: Medem expidió la Resolución No. 676 del Minis-
(1981). terio del Medio Ambiente por la cual de-
clara la especie en peligro de extinción Figura 9. Crcocodylus intermedius en la
y se ordena la estructuración de un plan EBTRF. a) cría, b) juveniles y c) adultos.
Sistema Número de pieles nacional para su recuperación y conserva- Foto: M. A. Morales-Betancourt.
Arauca, Capanaparo y Cinaruco 45.000-50.000 ción. En este marco, en 1998 el Instituto
Alexander von Humboldt y la Universidad
Meta y Casanare 150.000-154.000
Nacional de Colombia, con el apoyo del
Vichada 200 Ministerio del Medio Ambiente, elabora- posteriormente reeditado y publicado en
Guayabero-Guaviare, Ariari 40.000-50.000 ron el Programa Nacional para la Conser- 2002 (MMA et al. 2002). Desde esta época
vación del Caimán Llanero (Procaiman) la EBTRF es quién ha liderado todo el tema
Total aproximado 235.000-254.000
(Lugo y Radila-Robayo 1998), el cual fue de investigación ex situ e in situ (Figura 9).

128 Crocodylus intermedius 129


BIOLOGÍA Y CONSERVACIÓN DE LOS CROCODYLIA DE COLOMBIA Crocodylus intermedius

FAMILIA CROCODYILIDAE FAMILIA CROCODYLIDAE

Hoy día hay más organizaciones que están Es indispensable contar con la participa- trabajos anteriormente mencionados, los Es una especie focal para generar propu-
trabajando en pro del programa como la ción activa de las comunidades (indígenas, requerimientos ambientales de la especie, estas de trabajo a nivel binacional (Colom-
Fundación Palmarito, la Asociación Chelo- urbanas y rurales) y autoridades locales las variables origen antrópico (uso del ter- bia-Venezuela), ya que su conservación
nia, la Gobernación de Arauca, entre otros en todo el proceso de conservación, por lo ritorio) y el conocimiento por parte de los global depende de este trabajo conjunto
y los avances y análisis del programa se dis- que la continuidad e intensificación en la investigadores expertos en la especie (Mo- (Hernández et al. 2011). Por ello es nece-
cuten en el Capítulo 16. realización de acciones de sensibilización rales-Betancourt en preparación). sario seguir con los trabajos a este nivel,
y educación, además de contar con perso- para lograr la conservación de la especie
El caimán llanero está catalogado como nal local en cada una de las actividades, es en toda su área de distribución.
especie focal en el Plan de Acción en Bio- fundamental para lograr una mayor efec-
diversidad en la cuenca del Orinoco-Co- tividad en todo el proceso.
lombia 2005-2015 (Correa et al. 2006). Así
mismo, es especie objeto de conservación También es clave contar con una producción
en las cuencas Guayabero y Duda, dentro constante de juveniles que puedan ser
Autores
Mónica A. Morales-Betancourt, María Cristina Ardila-Robayo, Willington Martínez-
del Plan de Manejo del PNN Sierra de La liberados en el medio natural anualmente
Barreto, Rafael Antelo, Joaquín Clavijo, Robinson Suarez-Daza, Rafael Moreno, Carlos
Macarena (Zarate et al. 2005), al igual que para fortalecer las poblaciones existentes
Moreno-Torres, Myriam Lugo, Antonio Castro y Carlos A. Lasso.
en el PNN Tinigua (Arévalo y Sarmiento y realizar un seguimiento continuo de las
2005). Sin embargo, no hay información mismas. Por tanto, es necesario contar
sobre estudios o actividades que se puedan con nuevos centros de cría y fortalecer los
estar implementando al respecto. existentes e iniciar tareas de recolección
de huevos y neonatos del medio silvestre Bibliografía Franco de Villavicencio. Revista de la Aca-
Perspectivas para la investigación y para asegurar su supervivencia y la • Antelo, R. 2008. Biología del caimán demia Colombiana de Ciencias Exactas, Físi-
conservación. Para cumplir con el Pro- recuperación de las poblaciones de las llanero o cocodrilo del Orinoco (Crocodylus cas y Naturales 23 (Suplemento especial):
grama es necesario en primera instancia, que proceden. Para ello es imprescindible intermedius) en la Estación Biológica El Frío, 417-424.
aunar los esfuerzos con el fin de obtener contar con el protocolo de reintroducción Estado Apure, Venezuela. Tesis doctoral, • Ardila-Robayo, M. C., S. L. Barahona, O. P.
Departamento de Ecología, Universidad Bonilla y D. Cárdenas. 1999b. Evaluación
un efecto sinérgico y desarrollar los traba- y/o reforzamiento poblacional para iniciar
Autónoma de Madrid. 286 pp. del crecimiento de Crocodylus intermedius
jos bajo un solo norte determinado, más las acciones en este campo. nacidos en la Estación Biológica Tropical
• Antelo, R., J. Ayarzagüena y J. Castroviejo.
exactamente por su Comité Científico. 2010 Reproductive ecology of Orinoco cro- Roberto Franco de Villavicencio. Revista de
Procaiman es el programa del gobierno co- De igual manera es necesario compilar los codilos (Crocodylus intermedius) in a newly la Academia Colombiana de Ciencias Exactas,
lombiano, que a través de la Dirección de diferentes ejercicios que se han realizado established population at El Frío Biological Físicas y Naturales 23 (Suplemento espe-
Bosques, Biodiversidad y Servicios Ecosis- en la identificación de áreas para la con- Station, Venezuela. Herpetological Journal cial): 425-436.
témicos del actual Ministerio de Ambiente servación y reintroducción de la especie 20: 51-58. • Ardila-Robayo, M. C., S. L. Barahona y O.
y Desarrollo Sostenible, lidera y coordina (MMA 2006, Anzola et al. 2012, Asocia- • Anzola, L. F., G. D. Mejia, H. A. Serrano, J. P. Bonilla. 2002. Monitoreo poblacional de
Clavijo, H. Velazco, J. Anzola y F. A. Cas- Crocodylus intermedius (caimán llanero) en
todos los programas, proyectos, investiga- ción Chelonia y Corporinoquia 2012), ana-
tro. 2012. Investigación sobre el estado los ríos Guayabero y Duda (municipio de
ciones y toma de decisiones sobre la espe- lizarlos e identificar cuáles serían las áreas actual de las poblaciones de caimán lla- la Macarena – Meta). Instituto de Ciencias
cie. Es prioritario gestionar recursos eco- más idóneas para conservar, reintroducir nero (Crocodylus intermedius) con fines de Naturales-Universidad Nacional de Colom-
nómicos que permitan el mantenimiento o hacer reforzamiento de las poblaciones conservación y recuperación en el departa- bia. Bogotá. 55 pp.
del Programa, así como la investigación in según sea el caso. Hoy día se está reali- mento de Arauca. Gobernación de Arauca- • Ardila-Robayo, M. C., S. A. Segura-Gutiérrez
situ y ex situ, actividades de educación y de zando un ejercicio para determinar que es- Secretaría de Desarrollo Agropecuario y y W. Martínez- Barreto. 2005. Desarrollo y
divulgación. trategia de conservación (reintroducción, Sostenible Departamental, Consorcio Sal- estado actual del Programa nacional para la
reforzamiento poblacional, declaratoria vemos el Caimán. Arauca. Informe final. conservación del caimán llanero, Crocodylus
621 pp. intermedius, en Colombia. Pp. 138-150. En:
Actualizar la información en cuanto a la de área de conservación, entre otras), se
• Ardila-Robayo, M. C., S. L. Barahona, O. P. Varela, N., C. Brieva, J. Umaña y J. Torres
distribución, tamaño y estructura pobla- debe llevar acabo en cada una de las zo- Bonilla y D. Cárdenas. 1999a. Aportes al (Eds.). I Congreso internacional de medi-
cional en toda su área de distribución. nas donde se ha reportado la presencia de conocimiento de la reproducción, embrio- cina y aprovechamiento de fauna silvestre
Realiza estudios de caracterización gené- la especie. Esto de acuerdo a su distribu- logía y manejo de Crocodylus intermedius Neotropical (Libro de Resúmenes). Univer-
tica de las poblaciones silvestres. ción histórica y teniendo como insumo los en la Estación Biológica Tropical Roberto sidad Nacional de Colombia, Facultad de

130 Crocodylus intermedius 131


BIOLOGÍA Y CONSERVACIÓN DE LOS CROCODYLIA DE COLOMBIA Crocodylus intermedius

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134 Crocodylus intermedius 135


136
Anexo 1. Registros de caimán llanero entre 1994 y 1996 en la Orinoquia. Abreviaturas. Kilómetros recorridos durante el día
(km/d.); kilometros recorridos en la noche (km/n.); número de personas entrevistadas (Ent.); caimanes adultos (A); subadultos
(SA); nidos (N); crías (C). Fuente: Lugo (1998).

Avistados Estimados
Fecha Departamento Localidad Km/d. Km/n. Ent.
A SA N-C A SA N-C
Mar-94 Río Guayabero: Macarena - el Charco 85 40 15 3     10    
Mar-94 Río Guayabero: El Charco - aguas arriba 30   3       5    
Mar-94 Caño Losada: bocas - caño Perdido 35 10 3       2    
Mar-94 Río Duda: bocas - Centro Japonés 30 27 5       5   C
FAMILIA CROCODYILIDAE

Mar-94 Caño Santo Domingo: bocas arriba 10 5 3       1    


Jun-95 Río Metica: Pto. López - San Carlos de Garoa 120 40 5       2    
Jun-95 Caño Pajure: bocas - Chichimene 25 2 2            
Jun-95 Meta Río Acacias: Manuelita - Sirimena 6 5 5            
Jun-95 Río Camoa: bocas con el Ariari 3           1    
Jun-95 Río Ariari: San Luis de Cubarral - El Diamán 10   2       2    
Jun-95 Río Manacacias: Pto. Gaitán - Bocas 2                
Ene-95 Río Manacacias: caño Minas - Bocas río Melúa 50 44 8            
Ene-95 Río Mucu: La Palmita 40 30 2            
Jul-95 Río Guaviare: San José del Guaviare - Siare 200 40 16       2    
Jul-95 Caño Nare: bocas - Escuela 20 15 3            
Ene-96 Río Meta: Agua Verde - San Jorge 40 5 9       2 1  
BIOLOGÍA Y CONSERVACIÓN DE LOS CROCODYLIA DE COLOMBIA

Dic-95 Río Meta: La Primavera - Laguna 2 2 4       1    


Mar-94 Vichada Río Orinoco: Puerto Carreño - Casuarito 70 25 3       2   C
Mar-94 Río Meta: Pto. Carreño - La Venturosa - Mi Lucha 250 139 12 1     4    

Crocodylus intermedius
Ene-95 Río Tomo: San Luis de Tomo 2 1 4       1    

Anexo 1. Continuación.

Avistados Estimados
Fecha Departamento Localidad Km/d. Km/n. Ent.
A SA N-C A SA N-C
Ene-95 Río Tomo: El Tapón - caño Gavilán - El Diamán 3   3       3    
Feb-96 Río Tomo: El Tapón - bocas del Tomo 200 25 4            
Dic-98 Río Tomo: Línea Roja - caño Peinillas 120 100              
Dic-98 Río Tuparro: bocas - Santa Teresa 35 35              
Dic-98 Río Tuparrito - bocas aguas arriba 30 30              
Ene-95 Río Vichada: Cumaribo - La raya 50 35 5     4C 3   H,C
Vichada Río Vichada: San José de Ocuné - bocas del
Ene-95 70 42 6       5   H,C
Guarrojo
Feb-96 Río Vichada: Cumaribo - Pto. Nariño 200           7    
Ene-95 Río Orinoco: Pto. Nariño - aguas arriba 10   2 1     2    
Mar-95 Río Orinoco: Anamavén - Castillitos 5 3         3    
Mar-95 Río Guaviare: bocas del río Inírida - Anamavén 30 10 2       1    
Mar-95 Río Inírida: Pto. Inírida - Chorrobocon 120 10 10            
Río Meta: bocas del caño Dumacita - laguna
Dic-94 10 5 2            
Dumacita
Dic-94 Río Cusiana: bocas del río Cusiana - Santa Elena 60 35 5       2   H
Ene-95 Río Cusiana: Maní - aguas abajo 20 5 2       2    
Ene-95 Río Meta: San Miguel - bocas del Cravo Sur 50 44 3            
Casanare Río Cravo Sur: bocas del Cravo Sur - Hda. La
Ene-95 10 14 3            
Palmita
Ene-94 Río Pauto: Trinidad - El Banco 120 20 12       1   H
FAMILIA CROCODYLIDAE
Crocodylus intermedius

Ene-94 Río Meta: bocas del Pauto - bocas del caño Yatea 60 10 3       2   H,C
Río Guachiría: bocas del Guachiría - Hda. La
Ene-94 50 25 5       2    
Macarena
137
138
Anexo 1. Continuación.

Avistados Estimados
Fecha Departamento Localidad Km/d. Km/n. Ent.
A SA N-C A SA N-C
Ene-94 Caño Yatea: bocas - Hda. Lagunazo 40 10 2       1 1  
Feb-94 Río Meta: La Hermosa - La Vorágine - Marbella 80 35 3   1   5 3  
Feb-94 Caño La Hermosa: bocas - El Indio 10 5 3       3    
Feb-94 Caño Picopico: bocas - El Recreo 5 5 2       2    
Feb-94 Caño La Fortaleza: bocas - Jazmines 5 5 2       1    
Casanare Río Ariporo: Paz de Ariporo - bocas caño el Carmen
Feb-94 3 2 8       1    
FAMILIA CROCODYILIDAE

- San Vicente
Ene-96 Río Casanare: boca Cravo Norte - Finca la Orquidea 30 5 4     2C 2   C
Ene-96 Río Casanare: bocas del río Ariporo - Cravo Norte 65 10 7       4   C
Ene-96 Río Ariporo: Misión - bocas del Ariporo 65 5 4            
Río Casanare - bocas del río Casanare - bocas del
Ene-96 5 5 4       3    
río Ariporo
Feb-95 Río Ele: La Ceiba - bocas del Ele 50 20 3       1    
Feb-95 Cravo Norte: bocas Cuiloto - bocas del Ele 20 10 4 5     10    
Feb-95 Río Cuiloto: bocas - El pereño 20 5 3 4   32C 10   H,C
Feb-95 Río Ele: bocas de Lipa - bocas Cravo Norte 30 20 4 12     15    
Feb-95 Cravo Norte: bocas Cuiloto - aguas arriba 10 5   2     5    
Feb-95 Arauca Río Lipa: bocas del Lipa - Villa Tranca 20 5 3 1     4   H,C
BIOLOGÍA Y CONSERVACIÓN DE LOS CROCODYLIA DE COLOMBIA

Feb-95 Río Cravo Norte: Palo Herrado - La Pampas 60 30 6 3     5    


Feb-95 Río Casanare: Pto. Rondón - El Delirio - El Vergel 50 30 5 2   32H 4   H
Feb-95 Caño Matepalma: Had. Altamira 5 2 4       1    
Ene-96 Río Cravo Norte: bocas - finca Bejuquero 35 10 9   2   2    

Crocodylus intermedius
Ene-96 Río Casanare: Cravo Norte - finca La Orquídea 30 5 5     2C 1    

Anexo 2. Registro de los censos realizados por la Asociación Chelonia entre 2010 a 2012 en la Orinoquia. Fuente: modificado de Castro
et al. (2012).

Distancia Coordenadas Observacion


Número Recorrido Recorrido
Río o total -tamaño
Fecha Subcuenca de diurno nocturno Latitud Longitud
cuenca recorrida individuo (m)
visitas (km) (km)
(km) G M S G M S y nidos-
Aug10/Sep10/
Cravo Sur 3 116,4 31,4 7,3             0
Nov10
Sep10/Nov10 Güira 2 7,5 7,5 -             0
Sep-10 Caimán 1 4,8 2,4 -             0
Sep-10 Güirripa 1 Lugar Lugar -             0
Nov-10 Canacabare 1 24 12 12             0
Aug10/Nov10/
Dec10/Mar11/ Meta 5 1,353,0 322 135             0
Feb12
Aug10 Duya 1 8,7 8,7 -             0
Nov-10 Guanapalo 1 89,6 44,8 44,8             0
Meta
Nov-10 Gandul 1 14,3 7,2 7,2             0
Nov-10 Yatea 1 Lugar Lugar -             0
Nov-10 Guachiría 1 36 18 -             0
Nov-10 La Hermosa 1 80,4 40,2 40,2             0
Feb-12 Picapico 1 37 18,2 18,2             0
Feb-12 Aguasclaras 1 28,4 14,2 14,2             0
Oct10/Feb11 Ariporo 2 31,6 26,8 -             0
Oct10/Feb11 Chire Nuevo 2 Lugar Lugar -             0
FAMILIA CROCODYLIDAE
Crocodylus intermedius

Oct-10 El Toro 1 7 3,5 -             0


Oct-10 El Indio 1 4 2 -             0
139
140
Anexo 2. Continuación.

Distancia Coordenadas Observacion


Número Recorrido Recorrido
Río o total -tamaño
Fecha Subcuenca de diurno nocturno Latitud Longitud
cuenca recorrida individuo (m)
visitas (km) (km)
(km) G M S G M S y nidos-
6 28 50,5 70 39 30,1 0,5
6 29 18,4 70 40 28,7 4
6 29 50,4 70 41 5,8 1,5
6 29 26,7 70 42 27,8 4,5
3 31 10,7 70 47 55,5 4
FAMILIA CROCODYILIDAE

6 31 42,1 70 48 39,2 4,5


6 29 0,6 70 40 10,8 2,7
6 29 2 70 39 46 2
6 28 6,2 70 39 12,9 1
6 28 9,6 70 37 30,1 2
Abr-12 Casanare Cravo Norte 1 254 127   6 27 59,28 70 37 22,08 3
6 27 0,6 70 31 52 1,5
6 27 0,04 70 31 51,38 3,6
6 23 34,34 70 25 44 3
6 23 29,03 70 25 54,6 1
6 22 28,7 70 25 54,6 2
BIOLOGÍA Y CONSERVACIÓN DE LOS CROCODYLIA DE COLOMBIA

6 21 19,6 70 24 24,6 1
6 31 42,1 70 48 39,2 Nido
6 27 59,3 70 37 22,1 Nido
6 23 33 70 25 43,4 Nido

Crocodylus intermedius
6 23 24,2 70 25 57,3 Nido

Anexo 2. Continuación.

Distancia Coordenadas Observacion


Número Recorrido Recorrido
Río o total -tamaño
Fecha Subcuenca de diurno nocturno Latitud Longitud
cuenca recorrida individuo (m)
visitas (km) (km)
(km) G M S G M S y nidos-
6 34 43,5 70 44 22,8 3
6 34 23,1 70 45 33,3 3
6 31 49,2 70 41 2,9 3
6 32 10,8 70 39 57,8 4
Abr-12 Ele 1 88 44 14,2 6 33 23,5 70 42 17,8 1
6 31 23,4 70 39 37,1 2,8
6 31 23,4 70 39 37,1 1
Casanare
6 30 19,9 70 39 35,2 3,3
6 30 5,3 70 39 43,5 3,5
6 35 17,3 70 43 16,2 4,5
6 36 42,9 70 43 24,7 2
Abr-12 Lipa 1 28 14 19,5
6 38 35,7 70 45 31,3 2,6
6 39 12,01 70 47 10,4 4
Feb-12 Casanare 1 164 82 76             0
Dic-10 4 31 43,5 68 53 19,1 3-3,5
Dic-10 Vichada Vichada 2 1,234 402 52 4 32 31,7 68 50 13,9 >2,5
Feb-11 4 31 43,5 68 53 19,1 2,4
Mar-11 Orinoco 1 57,7 30,5 -             0
Mar-11 Orinoco Dagua 1 Lugar Lugar -             0
FAMILIA CROCODYLIDAE
Crocodylus intermedius

Mar-11 Mesetas 1 Lugar Lugar -             0


141
BIOLOGÍA Y CONSERVACIÓN DE LOS CROCODYLIA DE COLOMBIA Crocodylus intermedius

FAMILIA CROCODYILIDAE FAMILIA CROCODYLIDAE

Anexo 3. Reporte de presencia y censos de caimán llanero en el departamento de Arauca;


ríos Arauca, Capanaparo, Cinaruco, Lipa, Ele, Cravo Norte, Cuiloto, Casanare y Meta
y en los caños Los Caballos, Cabuyare, Ormedillo, Amarillo, Matepalma y En Medio.
Abreviaturas. Caimanes adultos (A); subadultos (SA); nidos (N); crías (C); no visitado (NV).
Fuente: Modificado de Clavijo et al. (en prensa).

Cordenadas 1991-1992 1993 1996 1999 2004-2007 2011 (2012)


Sitios reportados por
Latitud Longitud Nidos Nidos Nidos Nidos Nidos Nidos
diversas fuentes A SA A SA A SA A SA A SA A SA
G M S G M S (Crías) (Crías) (Crías) (Crías) (Crías) (Crías)

Río Arauca 7 5 23,8 70 43 40 1 0 0 1 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 NV NV NV


Río Arauca próx. a La
7 6 5,85 70 41 1,94 1 0 0 1 0 0 0 0 0 NV NV NV 1 0 0 NV NV NV
Rodriguera
Los Pechos 7 4 42,3 70 33 28,4 2 1 0 2 1 0 0 0 0 1 0 0 0 0 0 NV NV NV
Caño Jesús 7 1 25,5 70 30 40,5 2 0 0 2 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 NV NV NV
Corocoro (Agualimón) 6 51 18,8 70 52 10,4 2 0 0 NV NV NV 0 0 0 NV NV NV 0 0 0 NV NV NV
Raudal de La Erika (Río
6 39 3,53 70 23 53,2 0 2 0 0 2 0 NV NV NV NV NV NV 0 0 0 NV NV NV
Cinaruco)
Raudal Los caballos 6 54 0,63 70 41 21,9 NV NV NV 1 0 0 1 0 0 2 0 0 NV NV NV NV NV NV

Capanaparo 6 48 46,9 70 19 38,1 1 0 0 NV NV NV NV NV NV 1 0 0 1 0 0 NV NV NV

La Macarena 6 46 34,8 69 59 59,7 2 1 0 NV NV NV NV NV NV 1 0 0 0 0 0 NV NV NV

La Rubiera 6 46 31,2 70 0 47,2 1 0 0 NV NV NV NV NV NV NV NV NV 0 0 0 NV NV NV

Charco Guavita 6 42 8,66 70 56 15 0 1 0 NV NV NV NV NV NV 1 0 0 0 0 0 0 0 0

Paso Teranero 6 39 54 70 53 29,2 1 0 0 1 0 0 1 0 0 1 0 0 0 0 0 0 0 0

Frente a Guaramaco 6 41 9,37 70 44 92,4 1 0 0 1 0 0 1 0 0 1 0 0 NV NV NV 0 0 0

Playa Alcalá 6 36 34,2 70 43 21,7 1 0 0 1 0 0 NV NV NV 1 0 0 NV NV NV 0 0 0

Boca río Lipa-río Ele 6 35 15,8 70 43 44,6 2 0 0 NV NV NV 2 0 1(26) 1 0 1 (17) 0 0 0 0 0 0

Agualinda 6 37 44,7 70 53 41,5 0 2 0 NV NV NV NV NV NV 0 0 0 0 0 0 NV NV NV

Managua-Los Manantiales 6 34 41 70 48 59,2 1 1 0 1 1 0 1 1 0 1 0 0 NV NV NV 1 1 0

Playa 6 31 9,45 70 40 40,3 1 0 0 1 0 0 1 0 0 1 0 0 1 0 0 0 0 1(SD)

El Ripial 6 32 18,7 70 40 88,9 1 0 0 1 0 0 0 0 0 NV NV NV 1 0 0 0 0 0


Playa margen derecha
6 33 44,8 70 41 98,5 1 0 0 1 0 0 1 0 0 NV NV NV NV NV NV 1 0 1(SD)
(huellas)
Arriba de Chaparrito 6 34 47,1 70 47 27,7 2 0 0 2 0 0 2 0 0 0 0 0 0 2 0 1 2 0

Chaparrito 6 34 51,8 70 47 2,25 0 2 0 0 1 0 0 1 0 0 2 0 0 0 0 1 0 0

La Maravilla 6 34 42,1 70 46 41,2 0 1 0 0 1 0 NV NV NV 0 0 0 NV NV NV 0 0 0

Arriba Paso Ele 6 35 6,6 70 43 25,7 3 0 0 1 0 0 1 0 0 1 0 0 1 0 0 1 0 0

Paso Ele 6 34 47,4 70 42 55,3 1 0 0 1 0 0 1 0 0 1 0 0 1 0 0 1 0 0

Bebedero Las Animas 6 33 8,6 70 42 21,8 2 0 0 2 0 0 NV NV NV 1 1 0 1 1 0 0 1 0

Playa Hato Las Animas 6 34 8,2 70 43 5,4 0 0 2(47) 0 0 2(51) 1 0 0 0 0 SD 2 0 0 1 0 0

142 Crocodylus intermedius 143


BIOLOGÍA Y CONSERVACIÓN DE LOS CROCODYLIA DE COLOMBIA Crocodylus intermedius

FAMILIA CROCODYILIDAE FAMILIA CROCODYLIDAE

Anexo 3. Continuación.

Cordenadas 1991-1992 1993 1996 1999 2004-2007 2011 (2012)


Sitios reportados por
Latitud Longitud Nidos Nidos Nidos Nidos Nidos Nidos
diversas fuentes A SA A SA A SA A SA A SA A SA
G M S G M S (Crías) (Crías) (Crías) (Crías) (Crías) (Crías)

Viso Pitero 1 6 33 6,3 70 41 20,4 2 0 1(SD) 2 0 1 (SD) 0 0 0 1 0 SD 1 0 1(SD) 1 0 1(40)

Viso Pitero 6 33 17,9 70 41 30,9 1 0 1(SD) 2 0 1 (SD) 2 0 0 1 0 SD 1 0 1(SD) 1 0 1(51)

Playa Queseras 6 32 8 70 41 20,4 2 0 2(SD) 2 0 1(>100) 2 0 1(SD) 1 0 3(SD) 1 0 1(SD) 2 0 SD

Viso Queseras 6 32 50 70 40 9,53 1 1 SD 1 1 SD 0 0 0 1 1 SD 0 1 SD 0 1 SD

Viso Playa Larga 6 32 27 70 40 7,22 0 1 SD 0 1 SD 1 0 0 0 0 SD 0 0 SD 0 0 0

Playa Poyata 6 32 38 70 41 0,61 2 0 SD 2 0 SD 1 0 1(31) NV NV NV 1 0 1(SD) 2 0 1(SD)

Playa Palmar 6 31 9,38 70 41 15,8 1 0 SD 1 0 1(26) NV NV NV 1 0 1(30) 1 0 1(SD) 0 0 0

Playa Larga 1 6 31 7,76 70 43 78,3 1 0 0 1 0 0 NV NV NV 0 0 0 1 0 0 1 0 0

Boca caño Las Queseras 6 32 22 70 40 78 2 0 0 1 1 0 0 0 0 NV NV NV 2 1 0 1 1 0

Moravia-San Pablito 6 32 17 70 39 96,8 0 2 0 0 2 0 NV NV NV NV NV NV 0 0 0 0 0 0

Romereño 6 31 8,5 70 40 73 2 0 0 0 1 0 1 1 0 NV NV NV 0 0 0 0 0 0

Viso Taconero 6 31 26,2 70 39 49,4 1 0 0 1 0 0 NV NV NV NV NV NV 1 0 0 0 0 0

Playa Pico Moravia 6 30 4 70 39 84,1 NV 0 NV NV NV NV NV NV NV NV NV NV 2 0 0 1 0 0

Donde Peña 6 33 37,3 70 41 45,7 5 0 3(SD) 4 0 4(SD) 4 0 3(SD) 4 0 SD 4 0 0 2 0 0

Arriba de El Paeño 6 32 22,4 70 41 3,01 0 1 SD 0 1 SD 0 1 0 NV NV NV 2 0 0 2 0 0

El Paeño 6 32 2,44 70 41 9,48 1 1 SD 1 1 SD 1 0 0 NV NV NV 2 0 0 2 1 0

Rompida Ele 6 31 28,5 70 39 37,5 0 0 0 0 0 0 0 0 0 NV NV NV 1 0 0 1 0 0

La Caracola 6 30 19,7 70 39 35,8 2 0 0 2 0 0 2 0 0 NV NV NV 2 0 0 1 0 0

Boca Cravo-Ele 6 29 2,85 70 39 20,7 2 0 0 2 0 0 NV NV NV 0 0 0 2 0 0 1 0 0

Boca Cravo-Ele 6 28 59,8 70 39 24,5 0 0 0 0 0 0 NV NV NV 1 0 0 0 0 0 0 0 0

Sitio del caiman amarillo 6 29 87 70 42 45 1 0 0 1 0 0 1 0 0 NV NV NV 1 0 0 1 0 0

Playa oviposición 1 6 29 17,6 70 40 30 2 0 1(37) 2 0 SD NV NV NV NV NV NV 0 0 1(SD) 0 0 1(SD)

El Tormento 6 28 53,4 70 41 18,7 2 0 0 2 0 0 NV NV NV NV NV NV NV NV NV 1 0 0

Paso de Guahibos 6 29 45,3 70 42 31,1 2 0 0 2 0 0 NV NV NV NV NV NV NV NV NV 0 0 0

Peroza abajo 6 30 44,9 70 43 48,8 2 0 0 2 0 0 2 0 0 2 0 0 2 1 0 1 0 0

La Rompida 6 30 8,49 70 45 27,1 2 1 0 2 1 1(SD) 2 0 0 2 1 1(28) 1 1 SD 0 0 SD

La Palmita 6 30 24,3 70 45 13,9 1 0 0 1 0 1(24) 0 0 0 1 0 1(30) 1 0 0 1 0 1(SD*)

El paso a Palmita 6 30 31,3 70 44 58,3 2 0 0 2 1 0 1 1 0 1 0 0 NV NV NV 0 0 0

El Viso perocero 6 30 42,4 70 46 3,1 2 0 0 2 0 0 2 0 0 1 0 0 1 0 0 1 0 0

El Lunero 6 30 48,9 70 46 21,9 2 0 0 2 1 0 2 0 0 2 1 0 1 1 0 1 0 0

El Pereño 6 31 8,99 70 46 52,8 2 0 0 2 0 0 1 0 0 1 0 0 1 0 0 1 0 0

144 Crocodylus intermedius 145


BIOLOGÍA Y CONSERVACIÓN DE LOS CROCODYLIA DE COLOMBIA Crocodylus intermedius

FAMILIA CROCODYILIDAE FAMILIA CROCODYLIDAE

Anexo 3. Continuación.

Cordenadas 1991-1992 1993 1996 1999 2004-2007 2011 (2012)


Sitios reportados por
Latitud Longitud Nidos Nidos Nidos Nidos Nidos Nidos
diversas fuentes A SA A SA A SA A SA A SA A SA
G M S G M S (Crías) (Crías) (Crías) (Crías) (Crías) (Crías)

Abajo de La Bonanza 6 31 0,84 70 47 18,4 0 0 0 0 0 0 0 0 0 1 0 0 0 0 0 0 1 0


Buenos Aires de
6 28 26,7 70 53 33,5 1 0 0 1 0 0 NV NV NV 1 0 0 1 0 0 0 0 0
Matepalma
El Viso 2 6 31 0,06 70 46 50,6 2 0 0 2 0 0 NV NV NV NV NV NV 0 1 0 0 0 0

Bocas Matepalma 6 30 53,4 70 47 52,7 1 1 0 1 0 0 NV NV NV 2 0 0 2 0 0 0 0 0

Playa casita 6 30 39,2 70 47 4,06 0 1 0 0 1 0 1 0 1(26) 1 0 0 0 0 0 0 0 0

Charco con aceites y ripial 6 29 60,7 70 40 97,5 1 1 0 1 1 0 NV NV NV NV NV NV 1 1 0 1 1 0

Bocas del Caño El Piñal 6 29 45,2 70 42 84,4 1 0 0 1 1 0 NV NV NV NV NV NV 1 0 0 1 0 0

Pozo El Cuiloto 6 30 70 70 45 68 3 2 0 3 2 0 4 1 1(SD) NV NV NV 1 0 0 1 0 1(SD)

Charco de la Piedra 6 30 89,9 70 47 6,5 1 0 0 1 0 0 NV NV NV NV NV NV 1 0 0 1 0 0

La rompida Cuiloto 6 32 33,2 70 49 37,4 2 0 1(SD) 2 0 SD NV NV NV NV NV NV 0 0 0 0 0 0

La Argentina 6 32 42,1 70 50 53,9 2 0 SD 2 0 SD NV NV NV NV NV NV 1 0 0 0 0 0

La Esperanza en cuiloto 6 31 11,2 70 56 35,3 1 1 0 1 1 0 NV NV NV NV NV NV 1 0 0 NV NV NV

El Enredo 6 31 34,3 70 52 39,7 2 0 0 2 0 0 NV NV NV NV NV NV 2 0 0 NV NV NV

San José del Lipa 6 39 12 70 46 54,6 2 0 0 2 0 0 NV NV NV 4 0 0 2 0 0 0 0 0

Playa Cravo Norte 6 17 58,5 70 12 42,3 2 0 0 2 0 SD 2 1 0 4 2 0 NV NV NV 1 0 0

Palo herrado 6 27 13,6 70 35 28,2 2 0 0 2 0 0 1 0 0 0 0 0 1 0 0 0 0 0

Mijares 6 28 3,55 70 37 23,2 NV NV NV NV NV NV NV NV NV NV NV NV 1 0 1(38) 1 0 0

Alcalá 6 36 34,2 70 43 21,7 2 0 0 2 0 0 NV NV NV NV NV NV NV NV NV 0 0 0

Abajo Pto. Rondón 6 15 24,6 71 3 0,13 1 0 1(29) 1 0 SD NV NV NV 1 0 SD 1 0 SD 0 0 0

Playa 1 en río Meta 6 3 52 69 46 46,3 2 3 3(SD) 3 4 3(SD) NV NV NV NV NV NV 2 0 0 0 0 0

Playa 2 6 2 40,4 69 41 41,2 2 0 2(SD) 2 0 2(SD) NV NV NV NV NV NV 0 0 0 0 0 0

Boca Cravo-Casanare 6 2 31,6 69 50 28,6 2 0 0 2 0 0 NV NV NV 2 0 0 0 0 0 0 0 0

El Mochuelo 6 11 16 70 2 30,2 0 3 0 0 3 0 NV NV NV 0 2 0 NV NV NV 0 0 0

Boca Caño En medio 6 22 1,4 70 24 55,1 0 0 0 1 0 0 NV NV NV NV NV NV NV NV NV NV NV NV

Las Petacas 6 14 2,9 70 57 18,2 NV NV NV 1 1 0 NV NV NV 1 1 NV NV NV NV NV NV NV

Boca Caño La Vígia 6 29 93 70 39 40,9 NV NV NV 1 0 0 NV NV NV NV NV NV NV NV NV 0 0 0

Laguna Camilero 6 28 6,71 70 39 1 NV NV NV 2 0 0 NV NV NV NV NV NV NV NV NV 0 0 0

Playa Larga 6 28 9 70 40 7,83 NV NV NV 2 0 0 NV NV NV NV NV NV NV NV NV 0 0 0

Boca Caño San Felix 6 32 50,6 70 39 2,24 NV NV NV 1 0 0 NV NV NV NV NV NV NV NV NV 0 0 0


Laguna río Viejo (sector
6 27 9,84 70 39 14,4 NV NV NV 1 0 0 NV NV NV NV NV NV NV NV NV 0 0 0
Palo Herrao)
Charco La Palmita 6 28 27,5 70 38 9,1 NV NV NV 1 0 0 NV NV NV NV NV NV NV NV NV 1 0 0

146 Crocodylus intermedius 147


BIOLOGÍA Y CONSERVACIÓN DE LOS CROCODYLIA DE COLOMBIA Crocodylus intermedius

FAMILIA CROCODYILIDAE FAMILIA CROCODYLIDAE

Anexo 3. Continuación.

Cordenadas 1991-1992 1993 1996 1999 2004-2007 2011 (2012)


Sitios reportados por
Latitud Longitud Nidos Nidos Nidos Nidos Nidos Nidos
diversas fuentes A SA A SA A SA A SA A SA A SA
G M S G M S (Crías) (Crías) (Crías) (Crías) (Crías) (Crías)

Campo Florida Maticas 6 27 30 70 35 15,6 1 0 0 1 0 0 NV NV NV NV NV NV 1 0 0 0 0 0

Boca caño Curital 6 27 44,1 70 34 40,2 1 0 0 0 0 0 NV NV NV NV NV NV 0 0 0 0 0 0

La Favorita 6 27 31,9 70 39 18,5 1 0 0 1 0 0 NV NV NV NV NV NV 0 0 0 0 0 0

Caño Los Laureles 6 27 7,57 70 31 8,59 1 0 0 1 0 0 NV NV NV NV NV NV 0 0 0 0 0 0


Charco Doña Zully
6 26 8 70 31 7,75 1 0 0 0 0 0
Nicaragua NV NV NV NV NV NV 0 0 0 0 0 0
Laguna Las Mercedes
6 27 27,5 70 28 8,8 NV NV NV 1 0 0 NV NV NV NV NV NV 0 0 0 0 0 0
Caño En medio
Viso Monteverde 6 26 7,4 70 28 51,2 NV NV NV 1 0 0 NV NV NV NV NV NV 0 0 0 0 0 0

Campo Abierto 6 24 56 70 26 17 NV NV NV NV NV NV NV NV NV NV NV NV 0 0 0 0 0 0

Casa Monteverde 6 25 8,94 70 27 5,07 NV NV NV NV NV NV NV NV NV NV NV NV 0 0 0 0 0 0

Banco Largo 6 23 7,03 70 25 8,16 NV NV NV NV NV NV NV NV NV NV NV NV 0 0 0 0 0 0

Canta Rana 6 22 53,7 70 25 8,96 NV NV NV NV NV NV NV NV NV NV NV NV 1 0 0 0 0 0

Bocas Co Cumare 6 21 8,05 70 25 47 NV NV NV 1 0 0 NV NV NV NV NV NV 1 0 0 0 0 0

Poyata Cumare 6 21 51,2 70 24 2,92 1 0 0 0 0 0 NV NV NV NV NV NV NV NV NV 0 0 0

Mata de los Yugos 6 21 14 70 24 5,14 1 0 0 NV NV NV NV NV NV NV NV NV NV NV NV 0 0 0

Charco La gallina 6 20 9,59 70 21 8,76 1 0 0 NV NV NV NV NV NV NV NV NV NV NV NV 0 0 0

Charco Bejuquero 6 20 22,9 70 20 2,23 2 0 0 NV NV NV NV NV NV NV NV NV NV NV NV 0 0 0

Pitalito 6 20 6,3 70 18 8,2 NV NV NV NV NV NV NV NV NV NV NV NV NV NV NV 0 0 0


Charco los Picures de San
6 19 53,7 70 17 45 1 0 0 NV NV NV NV NV NV NV NV NV NV NV NV 0 0 0
José
Macanilla 6 20 7,26 70 15 2,19 1 0 0 1 0 0 NV NV NV NV NV NV NV NV NV 0 0 0
Pato Argelino 6 20 7,8 70 14 5,71 1 0 0 1 0 0 NV NV NV NV NV NV NV NV NV 0 0 0
Paloquemao 6 20 55 70 13 7,81 1 0 0 1 0 0 NV NV NV NV NV NV NV NV NV 0 0 0
La Andresera 6 18 44,9 70 13 2,81 1 0 0 NV NV NV NV NV NV NV NV NV NV NV NV 0 0 0
Playa Aeropuerto 6 18 44,9 70 13 28,1 1 0 0 NV NV NV 1 0 0 NV NV NV NV NV NV 0 0 0
Bocatoma Cravo Norte 6 18 9,62 70 12 6,79 1 0 0 NV NV NV 1 0 0 NV NV NV NV NV NV 0 0 0
Sendas 6 17 6,26 70 11 5,89 1 0 0 NV NV NV NV NV NV NV NV NV NV NV NV 0 0 0
Charco La Granja 6 17 8,53 70 9 7,87 1 0 0 NV NV NV NV NV NV NV NV NV NV NV NV 0 0 0
Charco El Trueno 6 17 9,53 70 9 1,37 1 0 0 NV NV NV NV NV NV NV NV NV NV NV NV 0 0 0
El Baile 6 37 31,5 69 52 16,7 1 0 0 NV NV NV 1 0 0 NV NV NV 0 0 0 NV NV NV
La Ponderosa 6 38 15,6 69 53 41,7 1 0 0 NV NV NV 1 0 0 NV NV NV 0 0 0 NV NV NV
Ormedillo Castellanos 6 51 7,51 70 38 48,5 1 0 0 NV NV NV NV NV NV NV NV NV 1 0 1 (52) NV NV NV

148 Crocodylus intermedius 149


BIOLOGÍA Y CONSERVACIÓN DE LOS CROCODYLIA DE COLOMBIA Crocodylus intermedius

FAMILIA CROCODYILIDAE FAMILIA CROCODYLIDAE

Cordenadas 1991-1992 1993 1996 1999 2004-2007 2011 (2012)


Sitios reportados por
Latitud Longitud Nidos Nidos Nidos Nidos Nidos Nidos
diversas fuentes A SA A SA A SA A SA A SA A SA
G M S G M S (Crías) (Crías) (Crías) (Crías) (Crías) (Crías)

Playa en río Cinaruco 6 30 8,64 69 51 25,8 1 0 0 2 0 0 NV NV NV NV NV NV 2 0 0 NV NV NV

Totales 130 30 17 116 31 17 50 7 8 52 11 14 65 10 10 39 9 11

Sitios visitados 104 95 48 42 67 101

Nidos Nidos Nidos Nidos Nidos Nidos


Dendidad (Individuos/sitio) 1,5   1,55   1,19   1,5   1,12   0,475  
17 17 8 7 10 11

Caimán llanero en Los Ocarros, Meta. Foto: M. Mejía Caimán llanero en el Parque Wisirare. Foto: M. A. Morales-Betancourt

150 Crocodylus intermedius 151


Caiman crocodilus

FAMILIA ALLIGATORIDAE

FAMILIA ALLIGATORIDAE
Caiman crocodilus
Melanosuchus niger
Paleosuchus palpebrosus
Paleosuchus trigonatus

153
Caiman crocodilus

FAMILIA ALLIGATORIDAE

8. Caiman crocodilus (Linnaeus 1758)

Foto: R. Antelo

Nombre común y/o indígena


Babilla, cachirre, babo, baba, jacaré tinga, jacaré, jacaré de lunetos, jacaré-tupicaimán de
anteojos, lagarto blanco, lagarto negro, lagarto de cocha, lagarto de concha, lagarto chato,
yurá-lagarto, cascarudo, tulisio, polulo, guapijal, cuajipal, matúa, matua, talulín, wizizil,
spectacled caiman, common caiman.

Otros nombres y/o sinonimias Nota: La subespecie Caiman crocodilus


Lacerta crocodilus (Linnaeus 1758), Caiman chiapasius Bocourt 1876 (citada
sclerops (Schneider 1801, fide Medem previamente para la vertiente Pacífico
1981), Crocodilus sclerops (Schneider 1801; colombiana), no está en Colombia. Su
fide Wermuth y Mertens 1977), Crocodilus distribución se extiende desde México
sclerops (Wied 1824), Alligator sclerops (frontera entre Oaxaca y Chiapas), hasta
(Duméril y Bibron 1836). El Salvador (Venegas-Amaya et al. 2008,
Escobedo-Galván et al. 2011). Ver también
Subespecies reconocidas Bloor (Capítulo 14) para una discusión
para Colombia más detallada.
• Caiman crocodilus apaporiensis Medem
1955 Estatus
• Caiman crocodilus crocodilus Linnaeus Categoría nacional IUCN (Castaño-Mora
1758 2002): Preocupación Menor (LC); catego-
• Caiman crocodilus fuscus Cope 1868 ría global IUCN: Bajo Riesgo con Preocu-

Babilla (Caiman crocodilus crocodilus) en Casanare. Foto: F. Trujillo 155


BIOLOGÍA Y CONSERVACIÓN DE LOS CROCODYLIA DE COLOMBIA Caiman crocodilus

FAMILIA ALLIGATORIDAE FAMILIA ALLIGATORIDAE

pación Menor (LC); CITES: Apéndice II, borde anterior de la cloaca. Con 11-14 filas las placas adyacentes; las placas grandes
excepto C. crocodilus apaporiensis que se longitudinales de placas ventrales; collar de los flancos pueden ser carenadas y osi-
ubica en el Apéndice I. ventral con una hilera de placas agranda- ficadas; placas granulares intercalares de
das. Placa ventral externa de los flancos, al los flancos, dispuestas entre las placas en
Descripción menos 1,5 veces más grande que las placas hileras cortas y bastante irregulares. Con
Basadas en Medem (1981), Ayarzagüena adyacentes grandes de los flancos; placas 3-4 placas grandes a cada lado de la hilera
(1983), Rueda-Almonacid et al. (2007) y grandes de los flancos sin osteodermos; transversal media de placas ventrales. De
Antelo (datos inéditos). placas granulares intersticiales pequeñas, 12 a 15 verticilos caudales basales (por lo
dispuestas en series longitudinales largas general 13-14). Collar ventral formado por
Caiman crocodilus bastante regulares y situadas entre las una hilera de placas agrandadas. Fórmula
Arista o “entrecejo” en forma de media placas grandes de los flancos. Las placas dentaria: 5+14-15/18-20. Coloración del
luna, ubicada justo anterior a los ojos y dorsales se distribuyen en 17 a 19 hileras dorso de los adultos café claro, café oliva
sobre el dorso del hocico, de ahí deriva el transversales y la cresta caudal doble pre- o amarillento, sin flecos o manchas oscu-
nombre popular de caimán de anteojos. senta 11-15 verticilos (usualmente 12 o ras; extremidades café amarillento como
Huesos premaxilares perforados en el dor- 13). En la cresta caudal sencilla el número el dorso, franjas o bandas oscuras sólo vi-
so (fosa de aspecto alveolar), donde aloja de verticilos varía entre 19 y 26, siendo 23 sibles en la cola. Las poblaciones ubicadas
los dos dientes más desarrollados de la el valor más frecuente. Fórmula dentaria: al occidente de los Andes poseen los osteo-
mandíbula. Hueso palpebral rudimenta- 5+14-15/18-20. Color del dorso verde oliva dermos ventrales menos osificados que las
rio en los adultos. Cinco placas cervicales con manchas numerosas y puntos café os- de la Amazonia y Orinoquia.
transversales; 2-3 hileras de placas postoc- curo y pecas negras sobre la cabeza, cuer-
cipitales; placas dorsales cuadrangulares y po y cola. Varias franjas o bandas diago- Variación en la morfología bucal
con crestas de elevación variable. Placas nales sepia o negras, que descienden sobre Según Ayarzagüena (1984), las cuatro sub-
de los lados del cuerpo ovoides y quilladas; el cuerpo y cola. Superficie ventral amari- especies de C. crocodilus presentan formas
sin órganos sensoriales en las placas del llo crema uniforme. Manchas negruzcas bucales características, que además están
vientre, pero con osteodermos bien desa- grandes a los lados de las mandíbulas, que relacionadas con su dieta. De acuerdo al
rrollados. Placas con numerosas fosetas en son más evidentes en individuos recién índice bucal presentado por el autor, que
Registros de Caiman crocodilus
la superficie externa (visibles en pieles se- nacidos y difusas en adultos relaciona el largo y el ancho del hocico con
cas o curtidas, en especial en los adultos). la longitud del cráneo, las cuatro subes-
Con 11-16 verticilos caudales de cresta Caiman crocodilus apaporiensis nestras supratemporales grandes. Color pecies se ordenan, de menor a mayor, de
doble. Fórmula dentaria: 5 +12-15/17-20. Longitud total hasta 2,2 m. Collar bien del dorso café amarillento brillante con la siguiente manera: C. c. apaporiensis, C.
Un sólo palpebral, párpado superior rugo- diferenciado en el escamado ventral. Con manchas y vermiculaciones negras sobre c. crocodilus, C. c. chiapasius y C. c. fuscus.
so. Cráneo con fenestras supratemporales. 21-24 hileras transversales de placas ven- la cabeza. Con 4-6 franjas o bandas oscu- De este modo C. c. apaporiensis es la sub-
Patas delanteras no palmeadas. Dorso café trales entre el borde posterior del collar y ras sobre el cuerpo y la cola, extremidades especie que presenta un hocico proporcio-
oliváceo sucio, café-oliva a amarillento, el borde anterior de la cloaca y 7-11 filas grises oscuras o negras, abdomen amari- nalmente más estrecho, lo que se relaciona
con bandas café oscuras sobre los lados de longitudinales de placas ventrales. Placa llo, las crías son mucho más amarillas que con una dieta blanda, donde los gasteró-
la cola en juveniles y neonatos, vientre cre- ventral externa 1,7 veces más grande que en las demás subespecies de Caiman. podos son poco importantes, mientras que
ma o blanquecino uniforme. Iris de color las placas adyacentes de los flancos, estas C. c. fuscus es la de hocico en proporción
oro o amarillo-limón. últimas sin osteodermos; placas granu- Caiman crocodilus fuscus más ancho y a la vez la que más consume
lares intersticiales pequeñas, dispuestas Longitud total hasta 2 m. Collar poco di- gasterópodos.
Caiman crocodilus crocodilus en series longitudinales entre las placas ferenciado; 20-24 hileras transversales de
Longitud total hasta 2,7 m. Collar diferen- grandes de los flancos. Collar ventral con placas ventrales entre el borde posterior Talla y peso
ciado en los individuos más viejos, muy una hilera de placas agrandadas. Formula del collar y el borde anterior de la cloaca. Caiman crocodilus es considerado un croco-
poco definido en juveniles. Entre 19 y 26 dentaria: 5+17-18/20. Rostro muy alarga- Con 12-16 hileras longitudinales de pla- dílido de tamaño pequeño. Se ha señalado
hileras transversales de placas ventra- do y comparativamente ancho, lados del cas ventrales; placa ventral externa de los una talla máxima para los machos de 2,5
les entre el borde posterior del collar y el hocico paralelos, tabla craneal plana; fe- flancos a lo sumo 1,5 veces más grande que a 2,8 m y 1,8 m de longitud total (LT) para

156 Caiman crocodilus 157


BIOLOGÍA Y CONSERVACIÓN DE LOS CROCODYLIA DE COLOMBIA Caiman crocodilus

FAMILIA ALLIGATORIDAE FAMILIA ALLIGATORIDAE

las hembras (Brazaitis 1973, Ayarzagüena Caiman crocodilus fuscus tan a 40 ha en la época de lluvias (Rueda- al. 2007). Caiman c. apaporencis habita en
1983, Thorbjarnarson 1990). En la colec- Cuencas: Caribe, Magdalena y Pacífico. Almonacid et al. 2007). ríos de aguas negras.
ción herpetológica del IAvH un cráneo de
una hembra colectada en el Arauca mostró Caiman crocodilus crocodilus Hábitat La ampliación del hábitat y abundancia de
una longitud total de 181 cm (Nº de colec- Cuencas: Amazonas y Orinoco. Principalmente dulceacuícola y ocasio- C. c. crocodilus y C. c. fuscus que se observa
ción J. J. 170, revisado por R. Antelo). Ve- nalmente aguas salobres (marismas, en la actualidad, está relacionado con la
lasco (com. pers.) durante la cosecha silves- Caiman crocodilus apaporiensis manglares), - se han registrado en salini- expansión hacia zonas donde los grandes
tre de babas en Venezuela (Hato El Cedral, Cuenca: Amazonas. dad desde 7 hasta 25 ppm (Seijas 2011)-. caimanes (Crocodylus acutus y Crocodylus
estado Apure) en el año 1992, capturó una Subcuencas: alto y medio río Apaporis, en- Generalistas en cuanto al hábitat y “adap- intermedius), fueron exterminados o que
hembra que midió 2,1 m de LT. No obs- tre los raudales de Jirijirimo y Puerto Ya- table” a diversos ecosistemas. Caiman c. sus poblaciones se han reducido drástica-
tante, existen variaciones poblacionales villa, incluyendo los caños Tunía, Rerorú o crocodilus y C. c. fuscus habitan ríos, caños, mente debido a la cacería comercial (Me-
que relacionan el tamaño de los animales Macayá y el río Ajaju; alto caño Tacunema, lagos, lagunas, pantanos, diques, maris- dem 1981, Seijas 1986, Thorbjarnarson
como carácter distintivo (Seijas 2011). Los a lo largo de unos 200 km (Medem 1981). mas, manglares e incluso sitios urbanos 1990) y a la creación de nuevos ambientes
machos alcanzan 65 kg y las hembras 20 (Gorzula y Seijas 1989, Velasco y Ayarza- acuáticos para satisfacer necesidades hu-
kg (Medem 1981, Ayarzagüena 1983). Los Crecimiento y longevidad güena 2010). Colonizador de abrevaderos manas (Rivero-Blanco 1974, Seijas et al.
neonatos nacen con un tamaño promedio Rodríguez (1988) en un ensayo compara- para el agua del ganado vacuno, regional- 1989, De La Ossa 1996).
de 22,4 cm de longitud total (21 a 23,6 cm) tivo de crecimiento en el medio natural, mente llamados jagüeyes (Colombia) o
y 36,4 g en peso (26,1 a 47,4 g) (Medem señala un crecimiento de 1,6 mm/día para préstamos (Venezuela) (Godshalk 1976, Alimentación
neonatos y juveniles. Ayarzaguena 1983, De La Ossa 1996). Para C. c. crocodilus y C. c. fuscus Chirivi
1981). Según Antelo (datos inéditos) en
Puede llegar hasta los 800 m s.n.m. (Gor- (1971) señala una dieta predominante-
Casanare las babillas nacen con tallas en-
De acuerdo con Ayarzagüena (1983), las zula y Paolillo 1986). Los neonatos sue- mente insectívora en los juveniles y pis-
tre 23 y 23,8 cm (promedio 23,4 cm).
babillas (C. c. crocodilus) de la Estación Bio- len congregarse en aguas poco profundas, cívora en los adultos. La dieta varía de
lógica El Frío (Llanos de Apure, Venezuela) provistas de abundante sombra y vegeta- acuerdo a las clases de edad y/o tamaño y
Distribución presentan su mayor tasa de crecimiento ción acuática flotante o emergente que a la oferta de alimento de los biotopos, lo
durante el primer año de vida, cuando pa- proveen abundantes insectos como ali- cual determina que sea una especie opor-
Caiman crocodilus san de 24 a unos 60 cm. Al segundo año de mento y refugio contra los depredadores tunista o eurífaga. Las crías y juveniles
Países: Brasil, Bolivia, Colombia, Costa vida alcanzan 70 cm, el tercero 84 cm y el (Ayarzagüena 1983, Rueda-Almonacid et (menores a 1 m) se alimentan principal-
Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, cuarto 92 cm de longitud total, aproxima-
Guayana Francesa, Guyana, Honduras, damente.
México, Nicaragua, Panamá, Perú, Suri-
nam, Trinidad y Tobago y Venezuela. In- En cautiverio según Pérez-Talavera (2000),
troducido en Cuba, Puerto Rico y Estados los neonatos y juveniles alcanzan una tasa
Unidos. diaria de crecimiento que varía entre 0,1 y
0,4 cm. Gutiérrez (1991) y Szeplaki (1991)
No se incluyen las subcuencas del área con- señalan para Venezuela que no suelen su-
tinental puesto que se encuentra amplia- perar los 2,5 cm/mes de crecimiento. En
mente distribuida en todo el país. No obs- Colombia, para C. c. fuscus, se tiene como
tante es oportuno señalar que la especie se medias de crecimiento mensual, 1,7 cm/
encuentra también en el Parque Nacional mes (Pachón 1982) y 2 cm/mes (Lieber-
Natural Isla Gorgona (Castro-Herrera et man y Hildebrand 1979).
al. 2012) e introducida (trasplantada) en
a. b.
la Isla de San Andrés (Forero-Medina et Ámbito doméstico (home range)
al. 2012). Se considera que probablemente En la estación seca las babillas se despla- Figura 1. a) Babilla alimentándose de un caribe o piraña (Pygocentrus cariba) en la Reserva
es una de las especies más abundantes del zan poco y muestran ámbitos de actividad Natural Palmarito (Orocué, Casanare). b) Macho de adulto de babilla alimentándose de una
mundo (Seijas 2011). menores de 10 ha, los cuales se incremen- carroña de chigüire (Hydrochoerus hydrochaeris). Foto: R. Antelo.

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FAMILIA ALLIGATORIDAE FAMILIA ALLIGATORIDAE

mente de crustáceos, moluscos e inverte- (Medem 1981, Ayarzagüena 1983, Ortiz rios de apareamiento. La cópula ocurre
brados terrestres. Al crecer, estos caima- 2012). Los órganos reproductores son fá- al final de la estación seca (Medem 1981,
nes consumen otros grupos de animales, ciles de diferenciar al tacto (Figura 2). Seijas 2011). De acuerdo con Ayarzagüena
como aves, reptiles, anfibios, pequeños (1983), en los Llanos de Venezuela, la re-
mamíferos y peces, siendo este último el Chirivi (1973) registra hembras de 1,1 cm producción está ajustada a las estaciones.
grupo más frecuente en su dieta (Ayarza- de longitud total (LT), anidando o con hue- El cortejo y territorialidad empieza entre
güena 1983, Thorbjarnarson 1993, Rueda- vos con cascara en los oviductos. Se cree abril y mayo, con el inicio de la tempora-
Almonacid et al. 2007, Da Silveira et al. que los jóvenes de ambos sexos alcanzan da de lluvias. La anidación tiene lugar en
2010). Los adultos son depredadores opor- la madurez sexual cuando tienen una edad agosto y septiembre, coincidiendo con el
tunistas que comen cualquier cosa que de 6-7 años y las hembras han alcanzado pico de aguas altas en los llanos, mientras
puedan capturar, como caracoles, repti- una longitud rostro-cloacal de 60-65 cm, que la eclosión ocurre durante octubre a a.
les, anfibios, peces y pequeños mamíferos y los machos de 75-80 cm. Se asume una diciembre, periodo de transición entre la
(Rueda-Almonacid et al. 2007) (Figura 1). talla reproductiva mínima en hembras estación de lluvias y la seca.
Antelo (2013) reporta el consumo de po- tomada en longitud cabeza cuerpo (LCC),
lluelos de la garza blanca (Ardea alba) que de 60-67,7 cm (Staton y Dixon 1977, Sei- La hembra construye un nido tipo mon-
caen al agua en los garceros de los Llanos jas 1979, Ayarzagüena 1983, Thorbjarnar- tículo en la orilla del río, con hojarasca o
del Casanare. Ha sido observada cazando son 1990). En general la madurez sexual material vegetal, en zonas protegidas por
murciélagos en los salados del río Caque- se asocia a una longitud total (LT) de 1,2 vegetación densa y no inundable. Después
tá (Payán com. pers.). En el río San Juan m (Ayarzagüena 1983, Thorbjarnarson de unos 2 o 4 días de construido el nido,
(Pacífico), C. c. fuscus se alimenta de peces 1994, Velasco et al. 1996). la hembra pone alrededor de 30 a 40 hue-
(Andinoacara sp. y Arius spp) y camarones vos (Staton y Dixon 1977, Medem 1981,
(Macrobrachium americanum y Penaeus sp.) Según Rueda-Almonacid et al. (2007) se Ayarzagüena 1983). Según Antelo (datos
(Usma-Oviedo et al. 2009). reproduce durante todo el año, especial- inéditos), en Casanare los primeros nidos
mente entre enero-marzo en el Caribe. se encuentran desde finales del mes de ju-
Reproducción No obstante es evidente que la actividad nio a los primeros días de septiembre, con
reproductiva se inicia al comienzo de la un pico de posturas en agosto. Los nidos se
b.
En esta especie existe dimorfismo sexual
secundario, ya que los machos alcan- estación de lluvias, tiempo en el cual los ubican en matas de monte, bosque de gale-
zan mayores tamaños que las hembras machos establecen y patrullan territo- ría inundable, terraplenes artificiales o en
los bajos de la sabana (Figura 3a). La altura
de los nidos varía de 38 a 74 cm, mientras
que la cámara de huevos se sitúa a alturas
comprendidas entre los 16,4 y los 54 cm.
El tamaño promedio de la nidada es de 24
huevos (Figura 3b), el largo, ancho y peso
promedio de los huevos es 6,4 cm, 4 cm y
57,4 g, respectivamente.
c.
Los huevos son calcáreos, elípticos y de
cáscara bastante rugosa, que miden en
promedio 65 x 42 mm (56-73 mm y 48-53
mm), con un peso promedio de 62 g (Me- Figura 3. a) Nido de babilla (Caiman
a. b. dem 1981, Rueda-Almonacid et al. 2007). crocodilus crocodilus), construido con gra-
Se ha planteado que la talla juega un pa- míneas en un bajo inundable, b) nidada
Figura 2. Órganos sexuales de Caiman crocodilus fuscus, a) macho y b) hembra. Foto: J. De pel muy importante en la reproducción, ya y c) nacimiento. Parque Wisirare, Orocué
La Ossa V. que favorece a las hembras más grandes (Casanare). Foto R. Antelo.

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BIOLOGÍA Y CONSERVACIÓN DE LOS CROCODYLIA DE COLOMBIA Caiman crocodilus

FAMILIA ALLIGATORIDAE FAMILIA ALLIGATORIDAE

en lugar de las más pequeñas puesto que


la mayor parte de los huevos provenien- Depredadores
tes de hembras jóvenes o de talla pequeña Dos de los mayores depredadores de hue-
son infértiles o malformados. Los machos vos de babilla son los lobos polleros o ma-
pueden copular eventualmente con varias tos de agua (Tupinambis teguixin) y los zo-
hembras (Rueda-Almonacid et al. 2007). rros (Cerdocyon thous). Las aves acuáticas
(garzón soldado, garza real, cigüeñas, etc.),
El periodo de incubación está determina- parecen ser los principales depredadores
do por la temperatura. Varía entre 28,8 de las crías y los cara cara depredan los
- 33,5 ºC y entre 70 y 90 días (promedio huevos en la Orinoquia (Lasso obs. pers.).
73-75 días) (Medem 1981, Lang y An- Los adultos tienen muy pocos enemigos,
derson 1994). Aún cuando la humedad y excepto las anacondas (Eunectes murinus)
la temperatura fuera de los nidos podría (Figura 4), jaguares (Panthera onca) y cai-
ser letal para los embriones, las condi- manes grandes (Crocodylus y Melanosuchus)
ciones de las mismas dentro de los nidos (Gorzula y Seijas 1989, Rueda-Almonacid
varían muy poco y se mantienen alrede- et al. 2007, Da Silveira et al. 2010).
dor del 90,5% de humedad relativa y 30
ºC (Rueda-Almonacid et al. 2007). En el Figura 4. Depredación por parte de un güio o anaconda (Eunectes murinus) sobre un macho
Comportamiento
medio natural (Costa Rica), los intervalos adulto de Caiman crocodilus crocodilus, en la Estación Biológica El Frío (Apure, Venezuela).
de temperatura de los nidos varían entre Foto: T. Crocetta.
Termorregulación. En la estación seca
32,1 y 33,6 (0,77-2,3 °C) (Escobedo-Gal-
pueden ser encontrados semienterrados
ván 2006). En términos generales la tem-
dentro del barro (Figura 5a) o escondidos
peratura media de incubación se establece
entre la hojarasca bosque adentro. Pasan
en 31,8 °C (30,5-32,8 °C) (Allsteadt 1994).
el día dentro del agua y salen a las playas
La eclosión de los huevos sucede en aguas
durante la noche (Figura 5b). En días nu-
altas, como una estrategia para evitar la
blados pasan más tiempo en las playas
inundación de los nidos y facilitar el rá-
pido acceso al agua de los neonatos (Rue- durante las mañanas (Figura 5c). La tem-
da-Almonacid et al. 2007, Seijas 2011). peratura del cuerpo se mantiene cons- a. b.
Sin embargo, en los Llanos nacen con las tante en 30-33 ºC durante el día y 26-30
aguas bajando (octubre-noviembre). En ºC en las noches (Rueda-Almonacid et al.
Casanare los nacimientos son entre fina- 2007). Ayarzagüena (1983) señala que en
les de agosto y mediados de noviembre la estación seca, las babas de la Estación
(Antelo datos inéditos) (Figura 3c). Biológica El Frío (Apure, Venezuela) salen
a asolearse al amanecer, con un pico de in-
Hay una relación muy significativa entre el dividuos fuera del agua entre las 8:00 y las
peso del huevo, el peso y la longitud total 10:00. Durante las horas de más calor, las
del neonato (Staton y Dixon 1977, Dixon y babas permanecen en el agua y se alcanza
Staton 1991, Pérez-Talavera 2010). un segundo pico entre las 14:00 y 16:00.

Se ha comprobado con C. c. crocodilus que Alimentación. Se registra un compor- c.


existe dependencia del sexo de acuerdo tamiento de caza/pesca que incluye movi-
con la temperatura de incubación y se ex- mientos con su cuerpo y cola que forman
presa con el patrón hembra-macho-hem- “trampas” para los peces (Marioni et al. Figura 5. a) Babilla asoleándose; b) babilla en la noche en la playa y c) grupo de babillas
bra; los machos se producen a temperatu- 2008). También utilizan la estrategia de asoleándose en la orilla de un jagüey en la Reserva Natural Palmarito, Orocué (Casanare).
ras medias de incubación (Lang y Andrews emboscada sumergiéndose en el agua y Fotos: F. Trujillo (a, b), R. Antelo (c).
1994).

162 Caiman crocodilus 163


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manteniendo sólo los ojos y el extremo de cluso prolongarse mucho más, 5-7 meses
los conductos nasales fuera del agua, me- (en cuerpos de agua permanentes) (Figura
canismo mediante el cual pueden respirar 7b). Los neonatos pueden permanecer jun-
debajo del agua ya que los conductos res- tos (o a veces asociados con ejemplares de
piratorios y la boca se encuentran separa- hasta dos años de edad), en las cercanías
dos (Gorzula y Seijas 1989). Ayarzagüena del nido hasta 18 meses (Rueda-Almona-
(1983) describe las siguientes técnicas de
caza: por sonido, a la espera, al acecho, por
salto y en tierra.

Reproducción y territorialidad. Se
ha observado un tipo de comportamiento Figura 7. Hembra de Caiman crocodilus crocodilus, a) protegiendo el nido y b) al cuidado de
que consiste en levantar la cabeza y casi sus crías en el caño Las Palomas. Reserva Natural Palmarito, Orocué (Casanare). Fotos: R.
inmediatamente la cola en posición ver- Antelo.
tical, simultáneamente emite sonidos que
provocan la vibración del agua (Figura 6a).
Esto se ha interpretado como una tarjeta cid et al. 2007). Para una mayor informa- la Reserva Natural Palmarito (Orinoquia
de presentación de los machos reunidos en a. ción sobre su comportamiento reproducti- colombiana), el cual es quizás la primera
grandes concentraciones al final de la es- vo en las sabanas inundables venezolanas, referencia para crocodílidos (Figura 8).
tación seca, cuando se inicia el celo. Tam- se pueden consultar los trabajos de Ayar-
bién se ha observado el comportamiento zagüena (1983) y Ayarzagüena y Castro- Vocalización. El comportamiento de C.
de cola arqueada (Figura 6b), el cual está viejo (2008). crocodilus incluye un sistema complejo de
igualmente relacionado con la territoria- señales. Las hembras emiten llamadas o
lidad, pero a diferencia de la cola vertical b. Antelo (2012) describe el comportamiento vocalizaciones de alerta a los juveniles.
puede anunciar el preludio de agresiones homosexual en esta especie, observado en Poseen un sistema de vocalizaciones de
entre machos de tamaños parecidos o el
inicio de la cópula. Esta no es una tarjeta
de presentación, sino un aviso claro de te-
rritorialidad a otros machos (Ayarzagüeña
y Castroviejo 2008).

En zoocriaderos bajo condiciones de alta


densidad y con áreas limitantes, incluso
con muy baja profundidad, la cópula puede
ocurrir (Figura 6c). c.

Algunas hembras defienden sus nidos


agresivamente ante el ser humano (Fi- Figura 6. a) Macho adulto de Caiman
gura 7a). Las vocalizaciones de las crías crocodilus crocodilus en pleno despliegue
en el nido e incluso dentro de los huevos, de cola vertical y vibraciones dorsales
estimulan a la madre a abrir el nido, rom- subaudibles y b) despliegue de cola
per los huevos y trasladarlos dentro de su arqueada en la Reserva Natural Palmarito,
boca, al agua. El cuidado postnatal puede Orocué (Casanare). c) Apareamiento de
extenderse cuatro meses después de la Caiman crocodilus fuscus en cautiverio. Figura 8. Intento de cópula de dos machos de babilla (Caiman crocodilus crocodilus) en el
eclosión (durante la estación seca) e in- Fotos: R. Antelo (a, b), J. De La Ossa V (c). caño Las Palomas, Reserva Natural Palmarito, Orocue (Casanare). Foto: R. Antelo.

164 Caiman crocodilus 165


BIOLOGÍA Y CONSERVACIÓN DE LOS CROCODYLIA DE COLOMBIA Caiman crocodilus

FAMILIA ALLIGATORIDAE FAMILIA ALLIGATORIDAE

angustia o estrés que son emitidas por los (C. c. crocodilus), que usan estas unidades Las babillas (cuencas Orinoco y Pacífico) todas las amenazas, la colecta de huevos
juveniles ante situaciones de peligro po- de almacenamiento de agua como refugio son cazadas o capturadas con escopeta, y la cacería ilegal de individuos de todas la
tencial o real. Las vocalizaciones de cohe- (Velasco y Ayarzagüena 2010). chuzos, trasmallos y arco y flechas (Usma- tallas (en las cuencas Caribe y Magdalena),
sión de grupo son emitidas por todos los Oviedo op. cit., Perera 2013). es sin duda, la de mayor impacto sobre las
individuos del grupo (Ayarzagüena y Cas- poblaciones de C. crocodilus (De La Ossa-
troviejo 2008). Los neonatos mantienen Uso Amenazas Lacayo y De La Ossa 2012).
la cohesión social mediante graznidos que En La Mojana (cuenca Caribe colombiana), En La Mojana sucreña y en general para
emiten (Rueda-Almonacid et al. 2007). C. c. fuscus tiene valor de uso consuntivo. toda la región del Caribe, el deterioro En cuanto a las nidadas, además de la pér-
Se utiliza la piel, carne y neonatos (De La del hábitat terrestre y acuático afecta en didas por depredación, las inundaciones
Los individuos jóvenes (40-120 cm de Ossa-Lacayo y De La Ossa 2012). Entre la gran medida a la especie. Estos incluyen también se indican como factores impor-
longitud total), también producen vocali- fauna utilizada en la región, esta especie deforestación, taponamiento de ríos, de- tantes en la pérdida de nidos de cocodri-
zaciones. Animales de mayor tamaño no muestra uno de los índices de uso más al- secamiento de ciénagas, vertimiento de lianos (Charruau et al. 2010). El exceso
vocalizan cuando son capturados. Las ba- tos (De La Ossa-Lacayo y De La Ossa op. metales pesados y agroquímicos. Entre de humedad en el sustrato de los nidos
billas que están libres, independientemen- cit.). Existe un mercado creciente e ilegal
te de su talla, responden con vocalizacio- que vincula la extracción de C. c. fuscus,
nes a los individuos capturados (Allsteadt para pieles, huevos y neonatos, que surte
y Vaughan-Dickhaut 1988). el mercado local, el cual por su propia na-
turaleza, no se puede evaluar (De La Ossa
y De La Ossa-Lacayo 2011).
Densidad poblacional
Las densidades de las babillas pueden Las babillas son objeto de consumo prác-
cambiar drásticamente entre la época de ticamente en toda su área de distribución
lluvias y la seca, sobre todo en aquellas re- (Figura 9). Tanto indígenas, comunidades
giones con regímenes climáticos estacio- afrodescendientes e incluso colonos, apro-
nales como los llanos colombo-venezola- vechan esta especie. En la Orinoquia hay
nos, donde se han registrado hasta 1.500 registros en las comunidades Cuiba (Hato
individuos por hectárea (con una biomasa Corozal y Agua Clara en Casanare; Cravo
que excede los 20.000 kg/ha), durante la Norte en Arauca); Wófhuha (río Vichada y a. b.
época seca y tan solo 0,45-0,60 ejempla- Guaviare) y Tsáse (llanos orientales entre
res/ha en las lluvias (Rueda-Almonacid et los río Guaviare, Vichada, Meta y Orinoco)
al. 2007). (Perera 2013). En la cuenca del Amazonas
en el río Negro y Guainía los Kurrim (Pe-
Los estudios en ciénagas y ríos del norte rera op. cit.) y los Curripacos (Lasso 2010)
de la cuenca Caribe, muestran densida- aprovechan las babillas. También los Tiku-
des de C. c. fuscus que van desde 0,1 ind./ nas (cacería 0,6 ind./mes, San Martín de
ha (Balaguera-Reina y González-Maya Amacayacu) y Huitoto (0,4 ind./mes) (Pa-
2009) a 1,4 ind./ha (Rodríguez 2000). Los yán 2009). De igual manera, es consumida
jagüeyes de la zona Caribe, muestran una por los Nonuyas en el bajo Caquetá (Payán
densidad en la época de lluvias que varía com. pers). En el Pacífico (río San Juan) c. d.
entre 3,8 y 4,9 ind./ha y de 13,5 a 20 ind./ los Woüwan de Tio Silirio cazan el tulisio
ha en la época de sequía (De la Ossa y De (C. c. fuscus), aunque el aporte en bioma-
La Ossa-Lacayo en prensa). En jagüeyes sa es muy bajo (31,4 kg consumidos en el Figura 9. Babillas capturadas para el consumo de subsistencia en las diferentes cuencas,
(o préstamos) de Colombia y Venezuela se 2002), en comparación con otros verte- a) Pacífico (bajo Calima), b) Amazonas (medio Caquetá), c) Magdalena y d) Orinoco (PNN
ha evidenciado un incremento de la capa- brados. También aprovechan la piel para El Tuparro). Fotos: F. Mosquera, L. M. Correa, L. F. Jiménez-Segura, M. Martínez, respec-
cidad de carga de poblaciones de babillas elaborar artesanías (Usma-Oviedo 2009). tivamente.

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BIOLOGÍA Y CONSERVACIÓN DE LOS CROCODYLIA DE COLOMBIA Caiman crocodilus

FAMILIA ALLIGATORIDAE FAMILIA ALLIGATORIDAE

reduce la capacidad de difusión del oxíge- Así, hay un plan de conservación en el va- subespecies de Caiman crocodilus. Es fun- vorezcan poblaciones de estas subespecies
no en la superficie del cascarón, causando lle del Magdalena (Cundinamarca) (Ardi- damental obtener datos actualizados de en el territorio nacional.
malformaciones, asfixia y posteriormente la-Robayo et al. 2009). En el departamento sus poblaciones y los factores causantes
la muerte del embrión (Thorbjarnarson de La Guajira, la babilla tiene un programa de la declinación y fragmentación de los Existen carencias investigativas a nivel de
1989, Ji et al. 2002). de conservación liderado por Corpoguajira mismos, como por ejemplo el caso del C. tamaños y tendencias poblacionales, uso
con el apoyo de la Fundación Hidrobiológi- c. crocodilus y C. c. fuscus (Rodríguez 2000, diferencial de hábitat entre clases de ta-
Por otro lado, en aquellos lugares donde ca George Dahl (Corpoguajira com. pers.). Balaguera-Reina y González-Maya 2009). maño o sexos, desplazamientos y posibles
la especie es abundante, como en el de- Existe un programa de conservación, uso Igualmente, hay que valorar de forma ur- migraciones, tamaño o edad de madurez
partamento de Arauca, puede presentarse y manejo sostenible por parte de las co- gente cómo está afectando la cacería ilegal sexual, tiempo generacional, sexo-termo
“conflictos” hombre-babilla. En la vía del munidades del departamento del Atlán- a C. c. fuscus y cuál es el mecanismo que se dependencia, tasas de crecimiento o tasas
sector Arauca-Corocoro se observan babi- tico (Medrano-Bitar y Rojano 2008). Para está utilizando para la comercialización de de sobrevivencia, manejo en cautiverio,
llas atropelladas por los vehículos. En la este mismo departamento, la Fundación pieles en el mercado negro. Es importan- genética de poblaciones, patrones de uti-
sabana los productores las matan con el IdeasBio y los zoocriaderos del Atlántico te resaltar que se deben hacer esfuerzos lización, liberaciones en sistemas natura-
argumento de que se comen los animales (Agrozoocría, Babilandia, CureRodgers, para invertir en investigación y para crear les, etnozoología, caza ilegal y estudio del
domésticos pequeños como los cerdos. Por Ecoreptiles, Frankutay, Las Trinitarias, y mantener áreas de conservación que fa- mercado ilegal de pieles.
ejemplo, en el 2007 entre Arauca y Cravo Repticosta, Reptiles, Zooagro), crearon el
Norte se observó una matanza de babillas. proyecto “Babillízate”, con el objetivo de
plantear acciones conjuntas para la con-
Éstas se encontraban en un pozo, fueron
servación de la babilla en los municipios
capturadas con una red de ahorque y las
de Ponedera, Repelón, Santo Tomás, Pal-
mataron con palos y machetes. Al parecer,
mar de Varela, Malambo y Galapa. Igual- Autores
esto es una actividad frecuente en esa re-
mente, para el departamento de Bolívar Jaime De La Ossa V., Alejandro De La Ossa-Lacayo, Alirio Fajardo-Patiño, Carlos A. Lasso,
gión (F. Mijares, com. pers.).
las acciones se concentran en el trabajo Rafael Antelo y Mónica A. Morales-Betancourt.
comunitario, monitoreo de las poblacio-
Conservación nes naturales y liberaciones de individuos
Las primeras medidas de conservación se provenientes de zoocriaderos (Palacios et
realizaron a través de la prohibición de la al. 2010).
caza y recolección de huevos para el co-
mercio, entre otras (Resoluciones Nº 987 y Bibliografia Corporación Autónoma Regional de
El departamento del Chocó tiene un plan • Allsteadt, J. 1994. Nesting ecology of Cundinamarca. Informe interno. 165 pp.
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de conservación en el Santuario de Flora dieta de Caiman sclerops. La relación entre
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la morfología bucal y la dieta. Memoria
estable que para las subespecies C. c. fuscus (Gamba et al. 2009), aunque no se han en- • Antelo, R. 2012. Caiman crocodiles (Spec-
Sociedad de Historia Natural La Salle 122:
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172 Caiman crocodilus 173


Melanosuchus niger

FAMILIA ALLIGATORIDAE

9. Melanosuchus niger (Spix 1825)

Foto: F. Trujillo

Nombre común y/o indígena


Caimán negro, yacaré negro, yacaré assú, caimán cocodrilo, jacaré guaçu, caimán, jacaré
jhu, jacaré negro, jacaré una, cocodrilo.

Otros nombres Arista interocular no osificada totalmente


Caiman niger Spix 1825, Champsa nigra en juveniles y adultos. Aristas en maxi-
(Wagler 1830), Alligator niger (Strauch lares longitudinales presentes. Un solo
1866), Caiman niger (Boulenger 1889), hueso palpebrar en juveniles y adultos.
Jacare niger (Mook 1921). Huesos vomerianos situados ventralmen-
te, a nivel de la sutura premaxilo-maxilar
Estatus y claramente visibles. Placas cervicales
Categoría nacional IUCN (Castaño-Mora en cuatro o cinco hileras. Dos hileras de
2002): En Peligro (EN) con tendencia a placas medio-dorsales marcadamente
Vulnerable (VU); categoría global IUCN: elevadas. De 72 a 76 dientes, incluyendo
Preocupación Menor (LC) dependiente de cinco premaxilares, 13 a 14 maxilares y
conservación; CITES: Apéndice I. 17 a 19 mandibulares, la fórmula dentaria
es 5 + 13 a 14 / 17 a 19. Patrón de esca-
Descripción mación: 3 a 5 filas de 6 a 10 placas post-
Cabeza voluminosa, ancha y alta; hocico occipitales, 4 a 5 filas transversas de 2 a
ancho, plano y relativamente corto. El ra- 4 placas cervicales, 18 a 19 filas de placas
billo del ojo se extiende más allá del mar- dorsales, 24 a 29 filas transversas de 12 a
gen frontal de los párpados superiores. 14 placas ventrales y collar ventral con 2

Caimán negro (Melanosuchus niger). Foto: F. Trujillo 175


BIOLOGÍA Y CONSERVACIÓN DE LOS CROCODYLIA DE COLOMBIA Melanosuchus niger

FAMILIA ALLIGATORIDAE FAMILIA ALLIGATORIDAE

filas transversas de placas. Las dos hileras dem 1963). Da Silveira (2001) menciona bitat y la disponibilidad de presas (Da Sil-
de placas medio-dorsales están muy eleva- que los machos alcanzan los 6 m mientras verira y Magnusson 1999). En Colombia
das. La cresta caudal doble tiene de 16 a 20 las hembras 3 m. Las crías al nacer miden se ha observado que consume lapas (Cu-
placas y la cresta caudal sencilla tiene de aproximadamente 30 cm. niculus paca), nutrias (Lontra longicaudis,
20 a 25 placas. Dorso predominantemen- Pteronura brasiliensis), aves, peces, al igual
te negro, región ventral crema-amarillo. Distribución que insectos (p. e. Orthoptera) y caracoles
Cabeza amarillenta-café, tornándose ver- acuáticos (Pomacea spp) (Medem 1963).
dosa-café, con manchas grises o cafés en Los invertebrados son la dieta fundamen-
Países: Bolivia, Brasil, Colombia, Ecua-
la mandíbula inferior y bandas amarillas a tal en las crías y va disminuyendo y cam-
dor, Guyana, Guayana Francesa y Perú
blancas a lo largo de los flancos, que desa- biando hacia vertebrados en los juveniles y
(The Reptile Database 2013).
parecen al madurar. Las crías son de color aún más en los subadultos y adultos (Mag-
negro con bandas amarillas en el dorso y la Cuenca: Amazonas. nusson et al. 1987). Así, en Brasil se ha
cola (Medem 1963, 1981) (Figura 1). Subcuencas: Amazonas (Cauce principal); reportado que los individuos pequeños se
Caquetá (-aguas abajo del raudal de Arara- alimentan de insectos, arañas, cangrejos y
Talla y peso cuara, Apaporis-hasta el raudal La Libertad-, caracoles, mientras que los grandes inclu-
En promedio alcanza los 5 m de longitud Mirita-Paraná-hasta el raudal El Depósito-, yen en su dieta, peces y otros vertebrados
total. En 1939 se capturó un ejemplar de Yarí-hasta el raudal La Gamitana-); Putuma- como tortugas (Podocnemis erythrocephala
4,2 m en los alrededores de Leticia (Me- yo (Caucayá, Cothué) (Medem 1963, 1981). y Peltocephalus dumerilianus) (Magnusson
et al. 1987, Da Silveira y Magnusson 1999,
De La Ossa et al. 2010).

Reproducción
En el río Amazonas la postura tiene lugar
de octubre a noviembre; en el río Putu-
mayo desde finales de noviembre hasta
diciembre y en el río Caquetá de diciembre
Registros de Melanosuchus niger
a enero (Medem 1981). El periodo de in-
cubación es de dos a tres meses, los nidos
contienen entre 35 y 50 huevos, de color
Hábitat blanco con cáscara dura, áspera y porosa
a. b. Con preferencia en aguas tranquilas del (Medem 1963). Prefieren anidar en zonas
cauce principal de los ríos y sobre todo altas, donde no llega directamente la luz
en los lagos, bosque inundado y panta- del sol, preferiblemente en bosques inun-
nos poco profundos (Medem 1963). Ha- dados o en vegetación flotante. Los nidos
bita tanto en ríos de aguas blancas como tienen una profundidad de 80 cm y ancho
negras. Los adultos se encuentran en las de 182 cm, con una capa superior de ma-
zonas pantanosas alrededor de los lagos y terial vegetal. El calor generado por la ho-
en el cauce principal de los ríos, mientras jarasca en descomposición acelera la incu-
que los neonatos y juveniles usan las pra- bación y muchas veces estos nidos también
deras de macrófitas acuáticas (Trujillo et son hechos sobre termiteros que también
al. 2008). contribuyen al aumento de la temperatu-
c. d. ra. El periodo de incubación se extiende
Alimentación entre 35 a 42 semanas (Medem 1983). Las
Figura 1. Melanosuchus niger. a-b) Crías, c) juvenil y d) detalle de la cabeza de un adulto. Depredadores generalistas y oportunis- hembras maduran sexualmente luego de
Fotos: Facuam (a), F. Trujillo (b, d), I. J. Negrete (c). tas. Su dieta varía con la edad, talla, há- los 8 años (Medem 1983) y según Thorb-

176 Melanosuchus niger 177


BIOLOGÍA Y CONSERVACIÓN DE LOS CROCODYLIA DE COLOMBIA Melanosuchus niger

FAMILIA ALLIGATORIDAE FAMILIA ALLIGATORIDAE

jarnarson (1996) cuando alcanzan los 2 Genética Tras 20 años de desconocimiento sobre el cit.). En la tabla 1 se muestra el número de
m de longitud total. Villamarín-Jurado Los resultados de las caracterizaciones estado de las poblaciones, no es sino has- individuos y sus respectivas densidades.
(2005) estudió en Ecuador siete nidos, de genéticas realizadas por Facuam (2009), ta los años 90 cuando se realiza un censo
los cuales seis se encontraban sobre ve- muestran una baja diversidad haplotípica nacional de Crocodylia en Colombia (Ro- De acuerdo al trabajo realizado por Cas-
getación flotante con predominancia de y nucleotípica de las poblaciones, eviden- dríguez 2000) en el que se obtiene nueva tellanos et al. (2005), en el río Putumayo
Montrichardlia linifera y uno en un bosque ciando que éstas han sufrido un cuello de información. Según este censo se encon- existía en 2004 una población estable
inundable, con predominancia de la pal- botella demográfico, producto de la pre- traron al menos cuatro poblaciones con entre los sectores Santa Clara y Puerto Ti-
ma Maurutiella aculeata. En este estudio el sión antrópica a la que han sido sometidas. números relativamente altos. En la cuenca cuna, con presencia de adultos, juveniles y
porcentaje de sobrevivencia fue del 39,7%. Asimismo, se observó una homogeniza- media del río Putumayo (lagunas de La crías. Para el Trapecio Amazónico y el río
Se observó también cuidado parental y ción genética de la especie en el Trapecio Paya y Sunicocha) y en el bajo Putumayo Putumayo la presencia del caimán negro
ayuda de la madre a las crías durante la Amazónico, bajo y medio Putumayo y bajo (lago Santa Clara hasta el caño Peixeboi), en caños y ríos tributarios fue baja, con
eclosión. En Guyana, el promedio de hue- Caquetá, que puede deberse a que existe se encontró una estructura demográfica apenas un adulto y dos crías en el río Ata-
vos por nido fue 34 huevos, con un prome- flujo genético entre las poblaciones de los equilibrada o por lo menos con una fuerte cuari (afluente río Amazonas) y un adulto
dio de peso de 141,8 g. Los nidos se ubican cuatro sectores, es decir, migración de in- tendencia hacia el equilibrio entre clases y 25 crías en el Cotuhé (afluente del río Pu-
en zonas dónde hay sombra la mayoría del dividuos entre ellas, o a que todas están en etarias. La cuarta población se reportó en tumayo) (Castellanos et al. op. cit.).
día (el 80% de los nidos se encontraba en proceso de recuperación recibiendo indivi- el lago Garzacocha en el río Amazonas,
la sombra). La temperatura interna de los duos de una población común. Sin embar- aunque con un número muy bajo de adul- En 2009 en cuatro sectores de la Amazonia
nidos se mantiene constante y no parece go, hay que ser cauteloso con estos resul- tos, condición que indica que la especie es (Trapecio Amazónico, bajo y alto Putumayo
estar influenciada por la temperatura am- tados (tamaño muestra bajo, n = 30), para objeto de aprovechamiento (Rodríguez op. y bajo Caquetá), se corroboró la presencia
biente. El promedio de huevos por nido fue no confundir estos dos patrones poblacio-
de 28 a 34, el porcentaje de sobrevivencia nales. Se necesita entonces realizar un es-
de 42,4% y la principal causa de muerte tudio genético más amplio y detallado, que
fueron las inundaciones (29%) (Taylor permita profundizar en estos aspectos. Tabla 1. Número de individuos y densidades (ind./km) de Melanosuchus niger de acuerdo al
2006). censo 1994-1997. Fuente: Rodríguez (2000).
Población
Comportamiento Hacia 1950 el caimán negro era muy abun- Punto de muestreo Número Densidad ind./km
Territorial y agresivo. Pueden recorrer lar- dante en el bajo río Caquetá y Putumayo, Río Putumayo 2 0,0008
gas distancias en busca de agua. En la esta- en el río Caucayá y la laguna La Paya, pero
ción seca se pueden enterrar hasta 50 cm ya en 1958 Medem (1963), hacía un llama- Río Curilla 5 0,0580
de bajo del lodo, fenómeno conocido como do de alerta, en el cual indicaba que el cai- Río Caucara 2 0,0160
estivación (Medem 1981). mán negro estaba en “peligro de extermi- Laguna La Paya 134 0,6400
nación” en extensas regiones por causa de Cocha Yarinas 16 0,29
Emite rugidos y gruñidos muy fuertes que la caza comercial no reglamentada. Esta
se pueden escuchar desde distancias lar- Sunicocha 58 0,3240
cacería se centró en animales de gran ta-
gas; los ejemplares más jóvenes y de tama- maño y luego se extendió a otros subadul- Río Caquetá 3 0,012
ño mediano producen sonidos más altos, tos que no habían alcanzado la madurez- Río Amazonas 6 0,004
mientras que en machos viejos, es bajo y sexual, lo que ocasionó un desequilibrio Río Loretoyaqu 5 0,016
muy parecido a un trueno cercano. Los so- de la estructura poblacional. Chiriví y Mo-
nidos están relacionados con la época de Río Boyahuasú 7 0,055
rales (citado en Medem 1981) afirmaron
celo pero se desconoce si se emiten sola- que en 1971 la especie había desaparecido Las Islas Colombianas 2 0,008
mente durante un periodo limitado o du- del territorio colombiano. Dichos autores El Soco 3 0,25
rante todo el año (Medem 1963). Dichos planteron que los últimos reservorios po- Tarapoto 10 0,03
sonidos son fáciles de imitar y con estos se blacionales de esta especie estarían loca-
puede comprobar la presencia de la especie Garzacocha 17 0,85
lizados en la laguna La Paya (Putumayo) y
en alguna zona determinada. en lago Tarapoto (Amazonas). Total promedio 271

178 Melanosuchus niger 179


BIOLOGÍA Y CONSERVACIÓN DE LOS CROCODYLIA DE COLOMBIA Melanosuchus niger

FAMILIA ALLIGATORIDAE FAMILIA ALLIGATORIDAE

de la especie. De acuerdo a las comunida- ba dirigido principalmente a juveniles y


des locales, en el Trapecio Amazónico y ocurría, con mayor frecuencia en la épo-
alto Putumayo, las poblaciones de caimán ca de aguas altas, cuando es mucho más
negro siguen disminuyendo, aunque en el difícil capturar los peces que están más
bajo Caquetá y bajo Putumayo, las pobla- dispersos en la selva inundada. De mane-
ciones están aumentando, lo que según ra regular, durante esta época, se observó
los lugareños representa una amenaza que cada día llegaban en promedio dos
para sus comunidades frente a posibles caimanes al mercado de Puerto Nariño.
comportamientos agresivos de individuos Otros animales se conservaban (asados o
adultos (Facuam 2009, Hernández-Rangel ahumados) para su consumo por parte de
et al. 2010). Sin embargo, es importante los pescadores y no eran comercializados a. b.
mencionar que no existe información que (Quesada et al. 2012) (Figura 2b).
compruebe esta afirmación. De acuerdo a
los avistamientos realizados por los inves- Según Gómez et al. (2008), en el Trapecio Figura 2. Melanosuchus niger, a) piel y b) consumo. Foto: F. Trujillo.
tigadores de Facuam (2009), en el Trapecio Amazónico es usado como carnada para
Amazónico y bajo Putumayo se observó el capturar la mota (Calophysus macropterus),
mayor número de indivíduos. En los cua- pez carroñero que se distribuye en el Ama- Los dientes se utilizan para hacer collares caimanes, se comenzó a fomentar la obser-
tro sectores se encontraron individuos zonas y Orinoco. Para pescar esta especie y el cráneo es exhibido en las casas como vación (nocturna) de estos animales con
con un espectro amplio de tamaños, espe- se usa como carnada carne en descompo- adorno. Los huevos también son objeto de fines turísticos en el Trapecio Amazónico
cialmente crías, lo que sugiere que hay un sición y se utilizan para ello a los delfines comercio (Alonso et al. 2008). colombiano. Desafortunadamente, en los
proceso de reproducción exitoso que pue- y caimanes (Gómez et al. op. cit). En esta primeros años lo que hacían algunos guías
de estar contribuyendo a la recuperación misma investigación se demuestra que ya Amenazas era arponear a los caimanes y luego mos-
de la especie. existen cazadores de carnada (aquellos Esta especie fue llevada a sus niveles más trárselos a los turistas. Con la creación de
que exclusivamente capturan delfines bajos de densidad poblacional por la ex- Corpoamazonía y el trabajo de educación
Uso y caimanes) y que por un caimán pagan portación de pieles que ocurrió hasta los ambiental realizado por algunas ONG,
El caimán negro fue el primer crocodíli- entre R$ 20,00 y 40,00 (20.000 y 40.000 años 70. Según estadísticas oficiales y da- como la Fundación Omacha, se empezó a
do cazado en la cuenca del Amazonas. Ya pesos colombianos). El uso del caimán ne- trabajar con los guías para desestimular
tos obtenidos por Medem (1981), en 1970
a inicios de los años 50 estaba sometida gro como carnada para capturar la mota este tipo de prácticas y reemplazarlas por
se exportaron legalmente 41.600 pieles y
a una fuerte presión, debido a su gran también ocurre en la cuenca media del río otras que no contribuyeran a disminuir las
19.700 animales vivos desde Leticia a Bo-
tamaño y la calidad de su piel (Da Silvei- Putumayo. poblaciones. Desafortunadamente, este
gotá, Barranquilla y Cali. Hoy día, la caza
tipo de actividad ya no se ofrece con tanta
ra y Thobjarnarson 1999) (Figura 2a). o sacrificio del caimán negro se da como frecuencia, ya que el número de caimanes
Después de casi 20 años sus poblaciones En el río Amazonas y alto Putumayo (Figura medida preventiva a algún ataque a seres ha bajado y los turistas quedan insatisfe-
sufrieron una declinación importante en 3) se aprovecha la carne y la grasa, práctica humanos o por el hecho aparente que estos chos. No está claro, si la captura para el
la mayor parte de su área de distribución menos frecuente en los ríos Caquetá y bajo animales atacan animales domésticos (po- consumo por si sola o si la combinación
geográfica. A finales de los noventa, con Putumayo (Alonso et al. 2008). También es llos, cerdos, perros). Igualmente, con el in- de esta con la perturbación causada por
la disminución de la captura de especies utilizado con fin medicinal y ornamental cremento en la utilización de artes de pesca la observación turística en lagos como el
tradicionales de peces de interés comer- (Hernández-Rangel et al. 2010). A los ani- variables como anzuelos, mallas y trampas Tarapoto, hicieron que disminuyera drás-
cial, comenzó a aumentar la presión de males adultos se les extrae la grasa que es para capturar el pirarucu (Arapaima gigas), ticamente el número de caimanes negros
pesca sobre otras especies en los lagos y usada como ungüento y se mezcla con be- han aumentado las capturas incidentales en esta región.
pequeños tributarios, en detrimento de la bidas alcohólicas para tratar afecciones de donde los caimanes quedan atrapados y se
seguridad alimentaria de muchas comuni- tipo respiratorio. Cerca de Leticia hay una ahogan (Alonso et al. 2008, Facuam 2009, En el río Amazonas y alto Putumayo, hay
dades locales. En 2011 la Fundación Oma- caza a baja escala del caimán negro, para Hernández-Rangel et al. 2010) (Figura 4). tráfico ilegal de caimán negro y se comer-
cha inició un monitoreo y talleres con las extraer el aceite del hígado que se comer- cializa la carne de la parte caudal, la cual
comunidades, donde evidenció el aumento cializa en el Perú, donde se valora como Desde hace más de dos décadas, con la re- se vende fresca o refrigerada, como carne
del consumo del caimán negro. Este esta- producto medicinal (Castaño-Mora 2002). cuperación paulatina de las poblaciones de de bagre (Pseudoplatystoma spp) o seca-sa-

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BIOLOGÍA Y CONSERVACIÓN DE LOS CROCODYLIA DE COLOMBIA Melanosuchus niger

FAMILIA ALLIGATORIDAE FAMILIA ALLIGATORIDAE

ble en la Amazonia Colombiana, generado largo plazo para establecer el verdadero


por Corpoamazonía, el Instituto Sinchi y estado de las poblaciones. Para el bajo y
el Sistema de Parques Nacionales Natu- alto Putumayo y Caquetá donde hay in-
rales (Casteñanos et al. 2005). En 2008 se dicios de recuperación de las poblaciones,
publica de manera resumida los resultados efectuar actividades de sensibilización y
(Alonso et al. 2008) y se incluye a M. niger manejo del caimán negro, previendo posi-
en la propuesta del Plan de acción para el bles conflictos de la especie con las comu-
manejo y conservación de la fauna acuáti- nidades ribereñas.
ca en la Amazonia colombiana (Trujillo et
al. 2008). En este mismo año, la especie es Por otra parte, tanto el alto Putumayo
incluida en el Plan de acción de biodiversi- como para el Trapecio Amazónico, hay que
dad del sur de la Amazonia colombiana, de hacer estudios sobre el aprovechamiento
manera prioritaria para hacer seguimien- de la especie.
to a los programas y planes de manejo en
la cuenca (Arévalo et al. 2008). Como se puede observar en este capítulo,
Figura 3. Caimán negro cazado con fines de consumo de subsistencia, en el alto río Putu- la información referente a la historia de
mayo. Foto: R. Polanco. En 2008 se crea una alianza interinstitu- vida es muy escasa, por lo que hay que in-
cional entre Corpoamazonia, el Instituto centivar estudios de historia natural que
Sinchi, la Fundación Omacha y la Fun- abarquen temáticas como los hábitos ali-
dación Natura, para realizar el proyecto menticios, reproducción y ámbito de ho-
lada como pirarucú (Arapaima gigas) (Ro- “Acciones para el uso y conservación de la gar, entre otros.
dríguez 2000, Alonso et al. 2008). Igual- fauna acuática amenazada en la Amazo-
mente, como se menciona anteriormente nia colombiana-Facuam”. En este trabajo En la actualidad la especie cuenta con un
la captura dirigida hacia estos animales se realizaron recorridos y talleres con las Programa Nacional para la conservación
para ser usados como carnadas es sin duda comunidades indígenas, para la genera- y uso sostenible en la Amazonia colom-
una amenaza importante. ción de propuestas de manejo para el cai- biana (Castellanos et al. 2005, Alonso
mán (ver Capítulo 16). Esta área incluyó el et al. 2008) y está incluida en el Plan de
Por último, la pérdida de hábitat deriva- Trapecio Amazónico (municipio de Puerto acción para el manejo y conservación de
da de la erosión que genera la tala de los Nariño y su área de influencia), el alto y la fauna acuática en la Amazonia colom-
árboles y la quema de las riberas para la bajo Putumayo (Puerto Leguizamo y Ta- biana (Trujillo et al. 2008). Con base en
construcción de puertos y chagras es una rapacá y sus áreas de influencia) y el bajo estos documentos es necesario realizar
amenaza (Da Silveira y Thorbjarnarson Caquetá (Pedrera y su área de influencia) un ejercicio de priorización para estable-
1999, Hernández-Rangel et al. 2010). (Facuam 2009). cer las rutas de trabajo futuro, al igual
que la búsqueda de financiación para su
Conservación Perspectivas para ejecución.
La primera medida de conservación imple- la investigación y conservación
mentada, tuvo lugar en 1969 con la apli- De acuerdo a los trabajos realizados en Finalmente, no hay que olvidar que dadas
cación de la prohibición total de la cacería los últimos años (Castellanos et al. 2005, las características de la especie, su conser-
(Resolución Nº 411 del Inderena) y de la re- Alonso et al. 2008, Facuam 2009, Her- vación debe considerar la conservación de
colección de huevos (Resolución Nº 573 del nández-Rangel et al. 2010), se recomienda sus ecosistemas, incluyendo lagos, cochas
Inderena). En 1984 se crea el Parque Nacio- realizar de manera prioritaria estudios a y ríos.
nal Natural La Paya con el objetivo de con-
servar las poblaciones del caimán negro.
Figura 4. Caimán negro ahogado tras
Actualmente cuenta con un Programa Na- quedar atrapado en un espinel. Foto: F. Autores
cional para la conservación y uso sosteni- Trujillo. Mónica A. Morales-Betancourt, Fernando Trujillo y Sandra Hernández.

182 Melanosuchus niger 183


BIOLOGÍA Y CONSERVACIÓN DE LOS CROCODYLIA DE COLOMBIA Melanosuchus niger

FAMILIA ALLIGATORIDAE FAMILIA ALLIGATORIDAE

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184 Melanosuchus niger 185


Paleosuchus palpebrosus

FAMILIA ALLIGATORIDAE

10. Paleosuchus palpebrosus (Cuvier 1807)

Foto: S. Hernández

Nombres comunes y/o indígenas


Cachirre, Wou böm o Woupi (Puinave), Só (Guanano), Ijsoñigú (Tucano) y Catchirretakai
(Curripaco), jacaré coroa o verrugoso, baba perro, babo morichalero, caimán jacaré-paguá,
jacaré-preto, jacaré-ferro, jacaré dirín-dirín, Jacarétiritiri, caimán almizclado, caimán de
frente lisa, caimán enano, en inglés (dwarf caiman, cuvier’s dwarf caiman, smooth-fron-
ted caiman).

Sinonimias y/o otros global IUCN: Bajo Riesgo/Preocupación


nombres científicos Menor (LC); CITES: Apéndice II.
Crocodilus (Alligator) palpebrosus Cuvier
1807, Jacaretinga moschifer Spix 1825, Descripción
Champsa palpebrosa (Wagler 1830), Cabeza robusta, con aristas rostrales
Alligator palpebrosus (Duméril y Bibron (canthus rostralis) bien definidas, promi-
1836), Champsa gibbiceps Natterer 1841, nentes entre los lacrimales y los dientes
Caiman palpebrosus (Gray 1844), Caiman maxilares número 4; hocico comprimido
(Aromosuchus) palpebrosus (Gray 1862), y cóncavo, con la punta ancha y volteada
Jacaretinga palpebrosus (Vaillant 1898), hacia arriba, de ahí el nombre de “baba pe-
Crocodylus palpebrosus Werner 1933. rro” en algunas localidades. El tamaño del
hocico en P. palpebrosus es relativamente
Estatus mas corto que el de P. trigonatus, como lo
Categoría nacional IUCN (Castaño-Mora muestra el análisis de regresión entre la
2002) Preocupación Menor (LC); categoría proporción longitud hocico (Lhoc) y an-

Paleosuschus palpebrosus. Foto: F. Trujillo 187


BIOLOGÍA Y CONSERVACIÓN DE LOS CROCODYLIA DE COLOMBIA Paleosuchus palpebrosus

FAMILIA ALLIGATORIDAE FAMILIA ALLIGATORIDAE

cho de punta del hocico (Aph): P. palpebro- y generalmente cinco placas cervicales o tiene entre 21 y 23 filas transversales, con
sus (Lhoc= 2,301* Aph -19,941; R²=0,985) nucales (Medem 1953, 1958, 1970, Sei- un número máximo de 16 placas en la fila
y P. trigonatus (Lhoc=2,7124*Aph-23,482; jas 2007). A nivel dorsal presenta 18 filas central (Medem 1970), aunque también
R²=0,986) (Seijas 2007). A diferencia de los transversales (Medem 1970, Seijas 2007), puede variar entre 12 y 15 (Medem 1953).
otros géneros de la familia Alligatoridae, pero puede variar entre seis y diez. Cresta Región dorsal inguinal o lumbar (entre
carece de fenestras supratemporales y de caudal doble con nueve a once filas de pla- ambas patas posteriores), con varias filas
cresta interocular. Párpados superiores cas, siendo diez el número más frecuente de cuatro placas cada una, a diferencia de
casi completamente osificados y lisos. Fo- (Medem 1953, 1970, Seijas 2007). Cresta P. trigonatus que presenta una o más filas
ramen mandibular externo relativamente caudal sencilla con número de placas va- con sólo dos placas (Seijas 2007). Contra-
pequeño, con un borde dentado; fórmu- riable, entre 17 y 20 (17 más frecuente) rio a P. trigonatus, en la superficie abdomi-
la dentaria: 4 + 14-15/21-22. Dos hileras (Medem, 1953), o entre 18 y 22 (20 más nal prevalece la coloración oscura con po-
transversales de placas postoccipitales frecuente) (Seijas 2007). A nivel ventral cos parches claros; cabeza marrón rojiza,
iris color marrón y la superficie dorsal del
cuerpo es café oscuro y casi negro en los
animales adultos. Los juveniles son algo
más claros y con manchas oscuras y ban-
das claras cruzadas, las mandíbulas salpi-
cadas por manchas redondas café oscuras
(Medem 1981) (Figura 1).

Tamaño y peso
Es el crocodílido más pequeño de Sura-
mérica. Los machos son de mayor tama-
ño que las hembras. En Colombia Medem
(1981), registra una talla máxima para
machos de LT=1,55 m (LCC=0,9 m) y las Registros de Paleosuchus palpebrosus
hembras LT=1,23 m (LCC=0,68 m) con
peso de 10,4 kg. Sin embargo, se registran
tallas mayores en otros países de su dis- Cuencas. Amazonas y Orinoco.
tribución. Por ejemplo en Surinam se re- Subcuencas. Amazonas (Apaporis, Ca-
a. b. gistró un macho de LT=1,8 m (LCC=0,92 quetá, Putumayo); Orinoco (Ariari, Bita,
m) (Ouboter 1996); en Brasil machos con Guaviare, Meta, Tomo, Tuparro, Vichada)
LT=2,1 m (LCC=1,12 m) y una hembra de (Medem 1981, Ríos y Trujillo 2004).
LCC=0,78 m (Campos et al. 2010a.). El ta-
maño de las crías al nacer es similar o un Crecimiento y longevidad
poco mayor que el de las crías de Caiman La tasa de crecimiento del género Paleosu-
crocodilus, LT=20,5-26,5 cm y el peso 0,45- chus es la más baja entre los crocodílidos.
0,64 g (Medem 1981, Lugo 2003). Estudios realizados en la Estación de Biolo-
gía Tropical Roberto Franco de la Universi-
Distribución dad Nacional de Colombia (EBTRF), donde
c. d. se mantuvieron ejemplares de P. palpe-
Países. Bolivia, Brasil, Colombia, Ecua- brosus por más de 20 años en cautiverio,
Figura 1. Paleosuchus palpebrosus (juvenil) en el bajo río Putumayo. a) Vista dorsal, b) vista dor, Guayana Francesa, Guyana, Perú, Pa- muestran una curva de crecimiento con
ventral, c) cabeza, d) detalle de la cabeza de un neonato. Fotos: S. Hernández (a,b,c) y M. raguay, Surinam y Venezuela (The Reptile valores de Y= -2,1695x² +90,458x+169,41
Lugo (d). Database 2013). (R²=0,9552); con una tasa de crecimiento

188 Paleosuchus palpebrosus 189


BIOLOGÍA Y CONSERVACIÓN DE LOS CROCODYLIA DE COLOMBIA Paleosuchus palpebrosus

FAMILIA ALLIGATORIDAE FAMILIA ALLIGATORIDAE

mayor durante los primeros cinco años Betancourt obs. per.). En Colombia habita
vida (5-8 mm/mes), alcanzando una lon- principalmente en ríos y caños de los bos-
gitud similar (LT=0,57 m) al promedio ques y selvas húmedas de la Amazonia, pie-
alcanzado en un año por las crías de Cai- demonte de la cordillera Oriental y Escudo
man crocodilus (LT=0,52 m) y Crocodylus Guayanés (Orinoquia), así como en mori-
intermedius (LT=0,56 m), bajo condiciones chales o cananguchales (palmares de pan-
similares (Lugo 2003). La longevidad esti- tano de Mauritia flexuosa) (Medem 1981,
mada es de 45 años (Lugo op. cit.). Godshalk 1982, Thorbjarnarson 1992,
Seijas 2007, Lugo obs. pers.). En Colombia
Ámbito doméstico (home range) ha sido registrada hasta los 750 m s.n.m.
En Colombia no hay información al res- (Medem 1981) y en Venezuela hasta los
pecto. En el resto de Suramérica, los pocos 400 m s.n.m. (Seijas 2007). Viven en ma-
estudios muestran resultados disímiles. drigueras cuyas entradas se encuentran a
Por ejemplo, en una investigación realiza- veces debajo de la superficie del agua. En
da en dos afluentes del río Paraguay (Bra- Colombia también se ha registrado en los Figura 2. Paleosuchus palpebrosus (juvenil), en Tauramena, Casanare. Foto: A. Acosta.
sil), se observaron tasas de recaptura bajas “zurales” (terrenos llenos de montículos
(5%), lo que sugiere que muchos de estos -zuros- separados por zanjas), situados en
animales no son residentes en los tra- relictos boscosos, donde se han encontra-
mos de los ríos estudiados (Campos et al. do nidos (Medem 1981). Los registros de Orthoptera, Odonata) y arañas, además mayor temperatura para incubar los hue-
1995). No obstante, en el caso de una hem- esta especie en los llanos orientales de Co- de pequeños vertebrados (anfibios, ser- vos de forma adecuada (Medem 1981).
bra con cuatro crías que fue monitoreada lombia corresponden a la zona de altilla- pientes, lagartijas, ratones, marsupiales Este comportamiento puede ayudar a
mediante un radiotransmisor durante dos nura (Figura 2) y no ha sido señalada -ex- y peces) (Medem op. cit.). En la Amazonia compensar la falta de calor aportada por
meses, se observó que permaneció todo el cepto en el alto río Cinaruco- en las zonas central brasileña se observó un consumo la luz solar (Magnusson et al. 1990). En
tiempo junto con la cría en la madrigue- de tierras bajas de la sabana inundable de mayor de invertebrados terrestres (en la Amazonia brasileña se han encontrado
ra (Campos et al. 2010b). Botero-Arias los departamentos de Arauca y Casanare. todas las clases de tamaños), seguido de nidos construidos a 15-20 m de las orillas
(2007) de acuerdo a sus estudios realiza- También se ha observado en pozos artifi- peces, crustáceos y moluscos (Magnusson de lagos y arroyos en bosques inundables
dos en el Amazonas (Brasil), señala que ciales de borde de carretera en la Amazo- et al. 1987), al igual que lo reportado por (Campos y Sanaiotti 2006). En Surinam se
esta especie suele tener desplazamientos nia central de Brasil (Botero-Arias 2007). Botero-Arias (2007) que además observó han reportado nidos en vegetación flotan-
cortos durante la época seca (en un pe- vertebrados terrestres. te (Medem 1981). Según este último autor
riodo de 24 horas) de su hábitat hacia los Las dos especies de Paleosuchus son sim- el promedio para dos nidos encontrados
pozos cerca de la carretera. En Venezuela, pátricas, sin embargo, rara vez son sintó- Reproducción fue de 135 cm de ancho, 44 cm de alto y
Paolillo y Gorzula (1985) mencionan mo- picas, es decir, aunque ambas especies se Se conoce muy poco sobre la reproducción 46 cm de profundidad. La temperatura en
vimientos terrestres, tanto en la época de pueden observar en una misma área, es en el medio natural. En cautiverio, Lugo uno de los nidos a cinco centímetros de
lluvias como en la seca, registrando indivi- muy raro encontrarlas juntas en el mismo (2003) observó durante los meses de julio profundidad fué 28 ºC y a 22 cm, 31 ºC.
duos a distancias de hasta 4 km del cuerpo sitio o localidad. y agosto, a las hembras con vientres abul- El número de huevos varía de 7 a 18, de
de agua más cercano. Este movimiento lo tados y comportamientos de cortejo. En color blanco y textura irregular; el tamaño
asociaron a la búsqueda de alimento. Alimentación Colombia (cuenca Orinoco), la anidación promedio es de 69 x 39 mm y el peso de
Los adultos se alimentan en mayor propor- en la naturaleza y en cautiverio, tiene dos 61 g (Figura 4) (Medem 1981, Lugo 2003),
Hábitat ción de pequeños vertebrados terrestres y periodos, el más importante entre agosto datos muy similares a los señalados por
Parece estar restringida a sistemas flu- acuáticos, aunque también incluyen en su y noviembre y otro menor, entre febrero Campos y Sanaiotti (2006).
viales de aguas claras y negras, caracteri- dieta a invertebrados (Medem 1981). Pre- y abril. Las hembras hacen los nidos en
zadas por una mayor oligotrofia y aguas sentan grandes cantidades de gastrolitos. montículos con vegetación en descompo- La madre cuida el nido y las crías. Las
más frías y ácidas que las blancas, aunque Los neonatos y juveniles consumen princi- sición (Figura 3), mezclada con capas de hembras responden a los llamados de es-
también ha sido observada en aguas blan- palmente invertebrados como crustáceos, lodo, y a menudo cerca de termiteros que tas y pueden permanecer más de 20 meses
cas como las del río Putumayo (Morales- insectos (Belostomatidae, Coleoptera, aporta el calor metabólico y proporciona cuidándolas. En Brasil, una hembra que

190 Paleosuchus palpebrosus 191


BIOLOGÍA Y CONSERVACIÓN DE LOS CROCODYLIA DE COLOMBIA Paleosuchus palpebrosus

FAMILIA ALLIGATORIDAE FAMILIA ALLIGATORIDAE

caso de hibridación “hipotética” entre am- por el acceso al único macho adulto. Se ob-
bas especies. servó el cortejo: “el macho de mayor edad
se encontraba inquieto en el agua, luego
Depredación natural salió a tierra, caminó lentamente sobre
Medem (1981,1983) señala la depredación sus cuatro patas con la cabeza muy ergui-
de individuos adultos por parte del jaguar da para dirigirse hacia una hembra, la tocó
(Panthera onca) y la anaconda (Eunectes repetidas veces con el hocico haciéndola
murinus) y las crías por tortugas como retroceder e ingresar al agua, inmediata-
Chelus fimbriatus y Phrynops geoffroanus. mente después se sumergió detrás de ella”.
Durante la anidación, las hembras com-
Comportamiento partieron un solo nido que irregularmen-
Es de hábitos nocturnos y crípticos. Se te e indistintamente, alternaban en su
asolea en sitios descubiertos como rocas, cuidado. No presentaron lesiones durante
lajas o encima de troncos caídos y en aguas este periodo. Medem (1981), registró com-
poco profundas. También se observan con portamientos de intimidación y agresivi-
la cabeza levantada en las chorreras (rápi- dad ante la presencia de humanos cerca
dos) de los ríos (Medem 1981). Los adultos del nido, mostrando pautas de inflado de
Figura 3. Nido de Paleosuchus palpebrosus. Foto: F. Medem. suelen ser vistos sobre los bancos de los cuerpo y sonidos sibilantes; si se llegaba a
ríos más tarde en la noche que las babillas tocar el nido, emitía ronquidos con la boca
(C. crocodilus). A menudo se observan con abierta y se registraron casos eventuales
las cabezas embarradas puesto que pasan de ataque al intruso. Las crías, después de
gran parte del día enterrados en cuevas y la eclosión, no se dirigen al agua, sino que
madrigueras, excavadas en los barrancos permanecen escondidas entre la hojarasca
de los cuerpos de agua. En aguas poco pro- del nido por unos dos días, saliendo sólo a
fundas se ocultan bajo las palizadas o ra- asolearse (Medem 1971).
mas caídas de los árboles. Son excelentes
nadadores, ágiles para la captura de peces La pérdida de parte de la cola en la mayo-
y se defienden de manera más vigorosa ría de los individuos observados en el me-
que las babillas (Medem op. cit.). Parecen dio natural, tanto machos como hembras,
ser muy territoriales, encontrándose solos es atribuido a enemigos naturales o a la
o en parejas no muy cerca unos de otros, territorialidad y competencia durante la
pudiendo permanecer en los mismos luga- temporada de apareamiento (Campos et
res por largos periodos. al. 2010b). En cautiverio llama la atención
Figura 4. Huevo y neonato de Paleosuchus palpebrosus. Foto: F. Medem. los movimientos al caminar tanto de adul-
En cautiverio muestran un comporta- tos como de individuos de menor tamaño:
miento tímido, receloso y de actividad “lentamente con sigilo caminan erguidos
fue objeto de radio-monitoreo por dos me- 95 a 130 días, el más largo entre los croco- principalmente nocturna (Lugo 2003). Se- sobre sus patas con la cabeza levantada,
ses en la época seca, todavía permanecía dílidos. Las hembras presentaron diferen- gún Lugo (op. cit.) en el encierro ocupado deteniéndose y quedando quietos por va-
junto a sus crías en la madriguera (Cam- tes intervalos de anidación, cada uno, dos por adultos machos y hembras, se presen- rios minutos”, situación no observada en
pos et al. 2010b). o cuatro años (Lugo 2003). taron lesiones (amputación de miembros, otros cocodrilos (Lugo 2003).
cola y herida grande en el vientre) (Figura
En cautiverio la edad mínima de madura- Medem (1970) describió y comparó una 5), en tres de las cinco hembras que for- Población
ción sexual para las hembras es de 15 años hembra capturada del medio silvestre con maban el grupo. Dicho comportamiento Algunos investigadores han planteado
con LT= 1,05 m (LCC=0,64 m) y peso de caracteres fenotípicos de P. palpebrosus y ocurrió en la época de celo y se asume que que los métodos tradicionales de conteo
8,5 kg. El periodo de incubación varió de de P. trigonatus, por lo que lo consideró un fue por competencia entre las hembras en crocodílidos (recorridos nocturnos con

192 Paleosuchus palpebrosus 193


BIOLOGÍA Y CONSERVACIÓN DE LOS CROCODYLIA DE COLOMBIA Paleosuchus palpebrosus

FAMILIA ALLIGATORIDAE FAMILIA ALLIGATORIDAE

Tabla 1. Densidad (ind./km) de Paleosuchus palpebrosus.

Cuenca Zona Densidad Fuente


Río Putumayo 0,5 Rodríguez (2000)
Río Caquetá 0,6 Rodríguez (2000)
Amazonas Lago el Muñeco (Apaporis) 0,3 Rodríguez (2000)
Río Loretoyacu 0,2 Rodríguez (2000)
Río Amacayacu 0,08 Rodríguez (2000)
Ríos Duda 0,0063 Rodríguez (2000)
Río Guayabero 0,026 Rodríguez (2000)
Río Guayabero 0,15-0,6 Lugo (obs. pers.)
Río Muco 0,5-0,6 Lugo (obs. pers.)
Orinoco Río Manacacías 0,1-0,6 Lugo (obs. pers.)
Río Vichada 0,005-0,3 Lugo (obs. pers.)
Río Tomo 0,08-0,3 Lugo (obs. pers.)
Río Tuparrito 0,05 Lugo (obs. pers.)
Río Bita 0,06 Lugo (obs. pers.)
Figura 5. Paleosuchus palpebrosus con herida en el costado. Estación de Biologia Tropical
Roberto Franco. Foto: M. Lugo.

Tabla 2. Densidades relativas de Paleosuchus palpebrosus en distintas cuencas de su área de


distribución fuera de Colombia.
embarcaciones y linternas), no son los más Uso
apropiados para las especies de Paleosuchus, El uso principal es el consumo de subsis- Densidad
dado sus hábitos solitarios, crípticos y Cuenca País Curso de agua o Lugar Fuente
tencia, en toda su área de distribución. Los (ind./km)
más terrestres que acuáticos. Así, es muy Kurrim del río Guainía-Negro cazan esta Campos et al.
probable que los censos subestimen el ta- especie (Perera 2013). También los Puin- Serra Amolar (Pantanal) 2-8
(1995)
maño real de las poblaciones. En Colombia ave, Curripaco, Tucano y Guanano del río Paraguay
P. N. Engenheiro Eliezer Campos et al.
sólo se conoce el trabajo realizado por el Inírida (Cruz-Antía 2013), así como los 4,5
Batista (Pantanal) (2007)
Ministerio del Medio Ambiente en los años Curripaco del Río Negro y bajo Guainía Brasil
Río Solimoes (Amazonia Botero-Arias
90 sobre el estado y distribución de los Cro- (Lasso 2011), los Sikuani del río Vichada 0,5-1,6
Central) (2007)
codylia en Colombia (Tabla 1) (Rodríguez (Plata 2012) y los Achagua y Guayabero Amazonas
2000). También hay datos inéditos toma- P. N. do Jaú (Amazonia Rebêlo y Lugli
(Correa et al. 2005, Trujillo et al. 2011). La 0,05-0,3
dos complementariamente durante los Central) (2001)
importancia de esta especie al igual que la
censos nocturnos de Crocodylus intermedius de su hermana (P. trigonatus) en la dieta Gorzula y Paolillo
Guayana venezolana 2
realizados entre 1994-1998 en la Orino- de las comunidades indígenas, queda cla- (1986)
quia colombiana (Lugo obs. pers.) (Tabla ramente reflejada en el estudio de Tafur Río Cinaruco (Llanos
0,2 Seijas (2007)
1). A pesar que los datos no son compara- (2010) realizado en la Reserva Nacional Orinoco Venezuela occidentales)
bles (metodología, época, entre otros), las Natural Puinawai, Guainía (160 habitan- Ríos Canjilones, Mapire,
densidades optenidas no difieren mucho tes, datos tomados por 18 cazadores en un Claro y Negro (Llanos 0,5-2,3 Pacheco (2009)
de lo reportado en otros países (Tabla 2). área de extracción de 92,9 m2). Entre 2005 orientales)

194 Paleosuchus palpebrosus 195


BIOLOGÍA Y CONSERVACIÓN DE LOS CROCODYLIA DE COLOMBIA Paleosuchus palpebrosus

FAMILIA ALLIGATORIDAE FAMILIA ALLIGATORIDAE

y 2009 se cosecharon (cazaron) 24 indivi- ción minera, así como por las grandes ex- Bibliografía der von Humboldt, Unitrópico, Fundación
duos con un peso promedio/individuo de tensiones de monocultivos como fuente de • Botero-Arias, R. 2007. Padrões de movi- Omacha, Fundación Horizonte Verde,
18 kg y una biomasa total de 432 kg. Estos biocombustibles. Estas intervenciones es- mento, uso de michrohábitat e dieta do Universidad Javeriana, Unillanos, WWF-
dos crocodílidos son las especies de cace- Jacaré-paguá, Paleosuchus palpebrosus Colombia, GTZ–Colombia. Bogotá, Colom-
timulan además el crecimiento de asenta-
(Crocodilia: Alligatoridae), em uma flores- bia. 273 pp.
ría más importante entre los reptiles, in- mientos humanos, por lo que los hábitats
ta de paleovárzea ao sul do rio Solimões, • Cruz-Antía, D. 2013. Transformaciones en
cluso más que las aves, siendo superados están sufriendo rápidas y grandes trans- el manejo indígena local de la fauna de ca-
Amazônia Central, Brasil. Tesis de Maes-
únicamente en términos de biomasa por la formaciones. tría. Instituto Nacional de Pesquisas da cería en la Estrella Fluvial de Inírida. Pp.
danta (Tapirus terrestris), la lapa (Cuniculus Amazônia (INPA). Universidade Federal do 128-253. En: Usma, J. S., F. Trujillo y C. A.
paca) y las dos especies de zaínos (Pecari Conservación Amazonas (UFAM). Manaus. 44 pp. Lasso (Eds.). Biodiversidad de la Estrella
tajacu, Tayassu pecari). La proporción entre En Colombia no se han tomado medias de • Campos, Z. y T. Sanaiotti. 2006. Fluvial de Inírida. WWF Colombia, CDA,
sexos de los animales cazados fue de 1,3 conservación, salvo la prohibición de la Paleosuchus palpebrosus (Dwarf caiman) Fundación Omacha, IAvH. Bogotá, Colom-
H: 1 M para un n=14 (Tafur op. cit). nesting. Herpetological Review 37 (1): 81. bia (en prensa).
caza, el comercio de ejemplares y produc- • Campos, Z., M. Coutinho y C. Abercrombie. • Godshalk, R. E. 1982. The habitat and dis-
tos en el territorio nacional (Resolución 1995. Size structure and sex ratio of dwarf tribution of Paleosuchus in Venezuela. Pp:
Amenazas Nº 530 de 1970 del Inderena). caiman in the Serra Amolar, Pantanal, 31-38. En: Crocodiles.Proceedings of the
El valor principal de P. palpebrosus en la Brazil.  Herpetological Journal 5: 321-322. 5th Working Meeting of the IUCN / SSC
mayoría de los países de su área de distri-
bución es la caza de subsistencia realizada
Perspectivas para la • Campos, Z., C. A. Zucco y G. Batista. 2007. Crocodile Specialist Group. IUCN. Gland,
investigación y conservación Registro de ocorrência de Jacaré-paguá Switzerland.
por los indígenas, que gusta de su carne y (Paleosuchus palpebrosus), na RPPN Eng- • Gorzula, S. y A. Paolillo. 1986. La ecología
huevos (Medem 1981). Si esta se realiza de La especie es poco conocida y en Colombia, enheiro Eliezer Batista, Pantanal, Brasil. y estado actual de los Alligatóridos de la
manera excesiva por una mayor demanda salvo los trabajos de Medem (1981), no se Comunicado Técnico 60 - Embrapa Panta- Guayana venezolana. Pp. 37-54. En: Croco-
externa de su carne, podría convertirse en han realizados trabajos de campo, por lo nal - Corumbá. Brasil. 3 pp. diles. Proceeding of the 6th Working Mee-
un problema. Otra amenaza es la pérdida que hay un desconocimiento importante • Campos, Z., T. Sanaiotti y W. E. Mag- ting of the IUCN / SSC Crocodile Specialist
sobre la distribución actual, historia na- nusson. 2010a. Maximun size of dwarf Group. IUCN. Gland, Switzerland.
de hábitat debido a las quemas de los bos-
tural y estado poblacional. Se proponen caiman, Paleosuchus palpebrosus (Cuvier, • Lasso, C. 2011. Consumo de pescado y fau-
ques de galería circundantes a los cursos 1807) in the amazon and habitats surroun-
de agua y de las grandes extensiones de estudios prioritarios sobre aspectos de su na acuática en la cuenca amazónica vene-
din the Pantanal, Brazil. Amphibia-Reptilia zolana: análisis de nueve casos de estudio
selva para ampliar la frontera agrícola. ecología y biología (alimentación, etología, 31: 439-442. entre comunidades indígenas. COPESCA-
Igualmente, la degradación del ambien- preferencia y uso de hábitat, reproducción, • Campos, Z., T. Sanaiotti y W. E. Magnusson. ALC Documento Ocasional N° 15. Roma,
te a causa de las explotaciones mineras, crecimiento). Asimismo, es importante 2010b. Clutch size and care parental of the FAO. 28 pp.
principalmente oro, coltán y petróleo. En adelantar trabajos sobre el uso que se le da dwarf caiman, Paleosuchus palpebrosus, in
• Lugo, M. 2003. Reproducción y crecimien-
Colombia, las zonas de piedemonte y de a la especie desde una perspectiva socio- habitats Amazonia and surrounding the
to del cachirre Paleosuchus palpebrosus (Cu-
Pantanal, Brazil. Pp. 159. En: Crocodiles.
altillanura están siendo intervenidas por cultural y los efectos que este tiene sobre vier 1807) (Reptilia: Alligatoridae) en cau-
Proceedings of the 20th Working Mee-
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196 Paleosuchus palpebrosus 197


BIOLOGÍA Y CONSERVACIÓN DE LOS CROCODYLIA DE COLOMBIA Paleosuchus palpebrosus

FAMILIA ALLIGATORIDAE FAMILIA ALLIGATORIDAE

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198 Paleosuchus palpebrosus 199


Melanosuchus niger

FAMILIA ALLIGATORIDAE

11. Paleosuchus trigonatus (Schneider 1801)

Juvenil. Foto: M. A. Morales-Betancourt

Nombres comunes y/o indígenas


Cachirre; Wouboon (Puinave); Só (Guanano); Ijsóbujtigú (Tucano); Catchirrejarekai
(Curripaco); jacaré coroa, coroa, curua, jacaré pedra, yacaré tinga, verrugoso, caimán de
frente lisa, caimán piraña, caimán coronado, caimán de montaña, yarina lagarto, tinga,
babo negro, caimán morichalero, caiman rouge, caiman chien, smooth-fronted caiman,
Schneider’s smooth-fronted caiman.

Sinonimias y/o otros Descripción


nombres científicos De mayor tamaño que Paleosuchus pal-
Crocodilus (Alligator) trigonatus (Merrem pebrosus. Sin arista interocular ósea, os-
1820), Champsa trigonata (Wagler 1830), teordermos muy desarrollados y promi-
Caiman trigonatus (Gray 1844), Caiman nentes, formando una coraza protectora.
(Paleosuchus) trigonatus (Gray 1862), Hocico alargado, con la punta angosta y no
Jacaretinga trigonatus (Vaillant 1898), volteada hacia arriba (Figura 1), canthus
Paleosuchus niloticus (Muller 1924), rostralis en los maxilares ausentes (Me-
dem 1981). La proporción longitud hocico
Crocodylus niloticus (Werner 1933).
(Lhoc) y ancho de punta del hocico (Aph)
Lhoc=2,7124*Aph-23,482, R 2=0,986), ma-
Estatus yor que la de P. palpebrosus (Lhoc= 2,301*
Categoría nacional IUCN (Castaño-Mora Aph -19,941; R²= 0,985) (Seijas 2007).
2002): Preocupación Menor (LC); catego- Fenestras supratemorales del cráneo au-
ría global IUCN: Bajo Riesgo/Preocupa- sentes en adultos, pero presentes en juve-
ción menor (LC); CITES: Apéndice II. niles; foramen mandibular externo más

Río Inírida, cerros de Mavicure. Foto: M. A. Morales-Betancourt 201


BIOLOGÍA Y CONSERVACIÓN DE LOS CROCODYLIA DE COLOMBIA Paleosuchus trigonatus

FAMILIA ALLIGATORIDAE FAMILIA ALLIGATORIDAE

grande que en P. palpebrosus. Dos hileras fondo amarillento. Coloración general del
de placas post-occipitales, la segunda con cuerpo a nivel dorsal café oscuro. Superfi-
placas considerablemente más pequeñas, cie abdominal dominada por tonos claros
aunque también pueden presentar una que prevalecen sobre la coloración oscura
sola fila. Placas cervicales con cuatro hile- (Medem 1981). Los neonatos exhiben una
ras, a veces cinco. Placas dorsales con 17 mancha dorada vistosa sobre la cabeza.
a 19 hileras transversales, 18 con mayor
frecuencia. La hilera más ancha (central Tamaño y peso
dorsal), frecuentemente con seis placas Las tallas son similares a las reportadas
(Medem 1970, Seijas 2007). Cresta caudal para Caiman crocodilus en Colombia (Fi-
doble con nueve o diez filas de placas con gura 2) y es ligeramente más grande que
aristas elevadas y puntiagudas de forma P. palpebrosus. La máxima talla registrada
marcadamente triangular. Cresta caudal para un macho fue LT=2,26 m (LCC=1,36) Figura 2. Paleosuchus trigonatus (arriba) y Caiman crocodilus (abajo). Foto: F. Medem.
sencilla, con 17 a 19 segmentos (Medem con cola mutilada (Medem 1981); las
1970), aunque puede variar entre 15 y 20 hembras llegan a LT=1,35 m y 10 kg de
(Seijas 2007). Región dorsal inguinal o peso (Medem 1967, 1981). Existe un regis-
tro de una hembra de LT=1,6 m (Vanzolini
Cuencas: Amazonas y Orinoco.
lumbar -entre ambas patas posteriores-
con una o más filas y con solo dos placas, y Gomes 1959 citado en Medem 1983). El Subcuencas: Amazonas (Apaporis, Ca-
este patrón no aparece generalmente en tamaño de las crías al nacer es de LT=0,23- quetá, Miriti-Paraná, Putumayo, Vaupés);
P. palpebrosus, que tiene cuatro placas en 0,254 m y con 0,45-0,6 g de peso (Medem Orinoco (Cinaruco, Inírida, Guaviare,
cada fila (Seijas op. cit.). Formula denta- 1981, Lugo obs. pers.). Meta, Vichada) (Medem 1981).
ria: 4+14-15/21-22. Palpebrales formados
por tres huesos delgados (Medem 1981). Distribución Crecimiento y longevidad
Iris marrón claro. Tabla craneal parda os- Aunque no hay información detallada, el
cura y cabeza con una lista longitudinal Países: Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, crecimiento es similar al de P. palpebro-
oscura entre las fosas nasales y la frente. Guayana Francesa, Guyana, Perú, Suriname sus. En la Estación de Biología Tropical
Mandíbula con manchas pardas sobre un y Venezuela (The Reptile Database 2013). Roberto Franco (EBTRF), el crecimiento
promedio (n=4) durante 54 meses fue 7,3
mm/mes (Lugo obs. pers.). Magnusson
y Lima (1991) y Magnusson et al. (1997)
en un modelo predictivo, reportan que los
machos con LCC=80 cm y hembras con
LCC=68 cm dejan de crecer o crecen muy
poco. En la EBTRF la talla de LCC=75 cm
se alcanzó a los 15 años de vida en el caso
de los machos.

Ámbito doméstico (home range)


En Colombia no hay información al respec-
to. Magnusson y Lima (1991) en la Amazo-
a. b. nia central brasileña, señalan la tendencia
de dispersión de las crías (se alejan del Registros de Paleosuchus trigonatus
Figura 1. a) Comparación de la cabeza de Paleosuchus trigonatus (arriba) y Paleosuchus nido entre 7 y 14 días después de nacer)
palpebrosus (abajo) y b) detalle de la cabeza de Paleosuchus trigonatus en la Estación de y juveniles. Las crías están pocos días cer- alejados de sus lugares de nacimiento. Los
Biologia Tropical Roberto Franco. Foto: M. A. Morales-Betancourt. ca de la madre, luego se dispersan a sitios juveniles permanecen muy poco tiempo

202 Paleosuchus trigonatus 203


BIOLOGÍA Y CONSERVACIÓN DE LOS CROCODYLIA DE COLOMBIA Paleosuchus trigonatus

FAMILIA ALLIGATORIDAE FAMILIA ALLIGATORIDAE

en un mismo lugar. Según estos autores prende que P. trigonatus tiende a ocupar
los machos adultos no se agrupan sino que ríos de menor orden, de aguas más frías
delimitan territorios de actividad de hasta y con mayor intervalo altitudinal que P.
5 km² y ejercen territorialidad temporal- palpebrosus. No obstante, en Surinam y
mente. Gorzula y Señaris (1998) también Brasil, ha sido observada en ríos grandes
han observado en la Guayana venezolana de zonas bajas. Otro hábitat utilizado por
este tipo de patrón, donde los machos per- esta especie, pero poco conocido, son los
manecen solos sin presencia de hembras o saladeros (Medem 1981), lugares donde
juveniles. tienen mayor oportunidad de atrapar pre-
sas (vertebrados pequeños). Las dos es-
Hábitat pecies son simpátricas, pero rara vez son
Paleosuchus trigonatus aunque es simpátri- especies sintópicas (Medem op. cit.).
co con P. palpebrosus, se encuentra en una
menor diversidad de ambientes y no está Alimentación Figura 3. Cría de Paleosuchus trigonatus. Foto: F. Medem.
presente al sur de la cuenca amazónica Se alimenta de insectos, moluscos, cangre-
(Magnusson 1989). En el Amazonas pre- jos, camarones, peces, ranas, serpientes,
fiere ríos y caños pequeños, pantanosos aves, pequeños mamíferos e incluso otros
y/o correntosos y bordeados de vegetación crocodílidos e individuos de su misma es-
selvática con doseles cerrados (Magnusson pecie. Los juveniles consumen una mayor una longitud total cercana a los 1,3 m y Comportamiento
y Campos 2010). Está restringida princi- cantidad de invertebrados terrestres que los machos con 1,4 (Rueda-Almonacid et Construye madrigueras que miden de 1,5
palmente a ríos de aguas claras y negras. los demás crocodílidos y los adultos inclu- al. 2007). En el Amazonas, Magnusson y a 3,5 m, alejadas de la orilla entre 5 y 90
En Colombia, Medem (1981), también lo yen en su dieta una mayor proporción de Lima (1991), deducen la edad mínima de m. Pasan más tiempo en las madrigueras
registró en pozos remanentes de inunda- vertebrados terrestres y peces con tallas reproducción a los 20 años para los ma- durante el día que fuera de ellas, tienden
ción en las zonas bajas selváticas (La Ma- mayores a los 30 cm (Medem 1958, 1981, chos y 11 años para las hembras, las cua- a ocupar el mismo refugio. Dichas madri-
carena, alto y medio Apaporis). También, Magnusson et al. 1987). les anidan en intervalos de tres años. El gueras son más amplias al final de las mis-
se ha observado asociado a vegetación apareamiento y la postura ocurre duran- mas, lo que le permite a la especie un área
acuática (Paspalum sp.) en el río Cothué Presentan grandes cantidades de gastro- te la mayor parte del año, excepto en los de descanso y un espacio para dar la vuelta
(aguas negras) tributario del río Putuma- litos en el estómago, incluso los neonatos meses más lluviosos cuando no se pueden (Magnusson y Lima 1991). Los adultos
yo (Morales-Betancourt obs. pers.). En la (Rueda-Almonacid et al. 2007). En el alto construir los nidos por escasez de lugares suelen ser vistos sobre los bancos de las
Guayana venezolana se encuentra en ríos Caroní (Guayana venezolana) incluye
apropiados. Durante la temporada repro- riberas de los ríos más tarde en la noche
de aguas negras con temperaturas de 22,4 en su dieta aves y cangrejos (Fredius
ductiva las hembras se desplazan hasta la en comparación con las babillas. También
°C en promedio, ácidas (pH 4,2 a 6,7) y de stenoloubus) (Lasso obs. pers.).
parte alta de los arroyos y construyen sus se ve con frecuencia en las chorreras con la
baja conductividad (6,6 umhos) (Gorzu-
nidos acumulando hojas, ramas, lodo, no cabeza levantada. En aguas poco profun-
la et al. 1988). También ha sido señalada Reproducción
muy alejados del agua y ocasionalmente das se ocultan bajo las palizadas o ramas
para ríos llaneros (p. e. Cinaruco), el cual En Colombia las únicas observaciones que
es un río de aguas claras que nace en el se han realizado al respecto fueron las de junto a termiteros. El número de huevos de los árboles.
departamento de Arauca (Colombia) y que Medem (1981) quien reportó actividad de promedio por nidada en comparación con
muestra una mayor similitud faunística y celo en enero. El periodo de desove tiene otros crocodílidos es bajo, de 8 a 19. Los Se asolean no en sitios descubiertos, sino
florística con la región Guayana y Amazo- lugar de noviembre a enero (Rueda-Al- huevos son de color blanco, de cáscara en orillas con vegetación arbórea, donde
nas, que con los otros ríos típicamente lla- monacid et al. 2007). En el Vaupés, según áspera, con tamaño promedio entre 6,7 x alternan luz y sombra (Medem 1981, Mag-
neros (aguas blancas) (Lasso obs. pers.). La los cazadores, la época reproductiva para 4,2 cm y 69 g. La temperatura crítica para nusson et al. 1985, 1987). Los adultos son
distribución altitudinal va de los 50 a los el género Paleosuchus se extiende de di- la producción de machos está entre 31-32 territoriales y se les puede observar por
1.340 m s.n.m. (Gorzula y Paolillo 1986), ciembre a marzo, principalmente febrero- °C. El período de incubación es superior a largos periodos de tiempo en los mismos
aunque Seijas (2007) reporta que sólo al- marzo (estación seca) (Medem 1958). Las los 100 días. Las crías se encuentran entre lugares. Las hembras no son muy territo-
canza los 1.200 m s.n.m. De esto se des- hembras alcanzan la madurez sexual con abril y mayo (Medem 1958) (Figura 3). riales, pues sus espacios se sobreponen

204 Paleosuchus trigonatus 205


BIOLOGÍA Y CONSERVACIÓN DE LOS CROCODYLIA DE COLOMBIA Paleosuchus trigonatus

FAMILIA ALLIGATORIDAE FAMILIA ALLIGATORIDAE

con frecuencia y tienden a concentrarse en Tabla 1. Densidad (ind./km) de Tabla 2. Densidades (individuos/kilómetros) de Paleosuchus trigonatus en cuencas fuera
tributarios pequeños. El cuidado del nido Paleosuchus trigonatus en Colombia. de Colombia.
y de las crías no es tan continuo ni agresi- Fuente: (Rodríguez 2000).
vo como en los otros crocodílidos. La ma- Cuenca País Curso de agua o lugar Densidad Fuente
dre responde a los llamados de los recién Cuenca Densidad Campus UFAM
nacidos y permanece junto a los neonatos 2-9,5 Villamarín et al. (2010)
Putumayo (Villa Flor) 0,04 (Amazonia Central)
por un poco mas de tres semanas. Brasil
Caucana 3,6 P. N. do Jaú
0,2-0,9 Rebêlo y Lugli (2001)
Caquetá 1,5 (Amazonia Central)
La posición en aguas profundas es distin-
ta a la de las babillas. En Paleosuchus spp se Bernardo (Cahunarí) 0,5 Sistema lacustre del
0,1-2,5 Ortiz (2012)
río Cuyabeno
observa la cabeza y nuca, y el cuerpo cuelga Apaporis 1,5 Amazonas
casi verticalmente, siendo poco visible. La Ecuador P. N. Yasuní 0,1-1,4 Ortiz (2012)
Apaporis (Chimborazo) 0,4
babilla muestra la cabeza y el dorso debajo Río Yasuní 0,1-2,4 Arroba (2011) en Ortiz (2012)
Apaporis (Pto. Jorge) 0,2
de la superficie del agua (Medem 1981). Río Curaray 0,8-2,2 Hines y Wilkinson (1996)
Apaporis (Piñalito) 0,07
Río Yavarí 0,2-0,4 Swan (2006)
Depredación natural Pacoa (boca) 0,0571 Perú
Los vertebrados carnívoros de mayor por- Río Mazán 0,05 Tejado (2012)
Cananari (bocas) 0,2
te (p. e. tigrillos y jaguares) son potencia- Apaporis (Caño Pacoa-Villa
Orinoco Venezuela Guayana venezolana 0,2-7,5 Gorzula y Paolillo (1986)
les depredadores de esta especie. También 0,1
Gladys)
roedores grandes, anacondas, boas, aves Caparú 0,6
de presa, otros crocodílidos y la tortuga
matamata (Chelus fimbriatus) (Medem
Laguna El Muñeco (Apaporis) 0,7 cosecharon (cazaron) 39 individuos con un
1981, de Assis y Dos Santos 2007). Las Quebrada Matamata (Amazonas) 0,3 peso promedio/individuo de 14,6 kg y una
biomasa total de 569 kg. En esta región las
tasas de mortalidad de los neonatos y ju-
dos especies de paleosuchus son la presa más
veniles son bastantes altas, en tanto que
Uso importante entre los reptiles e incluso, más
los adultos casi no tienen depredadores
Al igual que su especie hermana (P. pal- que las aves, siendo superados únicamente
con excepción de los mencionados arriba
pebrosus), es objeto de caza (consumo en términos de biomasa, por la danta (Tapi-
y por supuesto los cazadores (indígenas y de subsistencia) en toda su área de dis- rus terrestris), la lapa (Cuniculus paca) y las
colonos) quienes los consumen. tribución (Figura 4). Los Kurrim del río dos especies de zaínos (Pecari tajacu, Ta-
Guainía-Negro la utilizan (Perera 2013), yassu pecari). La proporción se sexos de los
Población al igual que los Puinave, Curripaco, Tuca- animales cazados fue de 1,8 H: 1 M para
Las densidades son mucho más bajas que no y Guanano del río Inírida (Cruz-Antia un n=31 (Tafur op. cit). En el río Duda y La
las observadas en Caiman crocodrilus. En 2013); los Curripaco del Río Negro y bajo Macarena los colonos consumen esta espe-
Colombia sólo se conoce el trabajo realiza- Guainía (Lasso 2011) y los Achagua y Gua- cie, en especial la cola (Cabrera com. pers.).
do por el Ministerio del Medio Ambiente en yabero (Correa et al. 2005, Trujillo et al.
los años 90 sobre estado y distribución de 2011). La importancia de esta especie en Amenazas
los Crocodylia en Colombia (Tabla 1) (Ro- la dieta de las comunidades indígenas es La especie no ha sido explotada comercial-
dríguez 2000). En la Sierra de la Macarena ligeramente superior a la de P. palpebrosus, mente debido al alto grado de osificación de
se encontraron densidades de 0,07/ km y como se deriva del trabajo de Tafur (2010) su piel, razón por la cual no es considerada
0,2/km (Lugo obs. pers.). Partiendo de que en la Reserva Nacional Natural Puinawai, de valor en los mercados peleteros. La es-
los datos no son comparables (metodología, Guainía. Aquí con base a 160 habitantes pecie es objeto de caza de subsistencia por
época, entre otros), las densidades encon- de la Comunidad de El Zancudo y datos to- Figura 4. Cacería de subsistencia de los habitantes rurales, especialmente la
tradas en Colombia no difieren mucho de lo mados por 18 cazadores en un área de ex- Paleosuchus trigonatus. Guyana. Foto: J. C. población indígena, que gusta de su carne
reportado en otros países (Tabla 2). tracción de 92,9 m2, entre 2005 y 2009, se Señaris. y de sus huevos. Si esta llega a sobrepasar

206 Paleosuchus trigonatus 207


BIOLOGÍA Y CONSERVACIÓN DE LOS CROCODYLIA DE COLOMBIA Paleosuchus trigonatus

FAMILIA ALLIGATORIDAE FAMILIA ALLIGATORIDAE

los límites de sostenibilidad, se converti- caza, el comercio de ejemplares y produc- Guayana I. A data base. Scientia Guaianae • Medem, F. 1967. El género Paleosuchus en
ría en una amenaza. La principal amenaza tos en el territorio nacional (Resolución 8: 90-191. Amazonia. Actas do Simposio sobre a Biota
en Colombia es la pérdida de hábitat debi- Nº 530 de 1970 del Inderena). • Gorzula, S., J. Paolini y J. Thorbjarnarson. Amazonica. 141-162.
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están sufriendo grandes transformacio- Es indispensable empezar a conocer los • Lasso, C. 2011. Consumo de pescado y fau- • Medem, F. 1983. Los Crocodylia de Sur
na acuática en la cuenca amazónica vene- América. Venezuela, Trinidad-Tobago,
nes de manera acelerada. aspectos básicos de la historia de vida, al
zolana: análisis de nueve casos de estudio Guyana, Suriname, Guayana Francesa,
igual que el impacto por el consumo del entre comunidades indígenas. COPESCA- Ecuador, Perú, Bolivia, Brasil, Paraguay,
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208 Paleosuchus trigonatus 209


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210 Paleosuchus trigonatus Río Orinoco, raudal de Atures. Foto: M. A. Morales-Betancourt


F. Trujillo
12. Uso de los Crocodylia en Colombia
Mónica A. Morales-Betancourt, Alejandro De La Ossa-Lacayo,
Jaime De La Ossa V., Carlos A. Lasso y Fernando Trujillo

Muchas poblaciones rurales en el mun- de la piel, este grupo es aprovechado con


do dependen de la biodiversidad para su distintos fines, consumo, ornamental,
subsistencia, la cual se basa en la pesca, medicinal y mascotas. En las especies de
la caza, los productos forestales no made- tamaño menor como los cachirres (Paleo-
rables y la agricultura (UNDP 2010). Por suchus palpebrosus y Paleosuchus trigonatus)
ejemplo, en Colombia la fauna es fuente y la babilla (Caiman crocodilus), su aprove-
importante de proteína para las comuni- chamiento está dirigido principalmente
dades rurales, las cuales representan 27% para el consumo de subsistencia (Morales-
de la población total del país. Solamen- Betancourt y Lasso 2012). El consumo de
te en la región amazónica colombiana se estas especies ha aumentado de manera
extraía anualmente un aproximado de preocupante en los últimos años, debido
4’000.000 de individuos de diferentes es- a la migración humana a las zonas rurales
pecies de fauna silvestre, lo que representa y alejadas bien conservadas. Dos razones
40.000 toneladas de carne (Gómez et al. fundamentan este hecho. La primera tie-
1994). Es así como la “carne de monte” es ne que ver con las nuevas tendencias de
considerada un recurso determinante de desarrollo promocionadas por el Estado
las condiciones de seguridad alimentaria (p. e. minería y monocultivos de palma,
(Fa et al. 2003), la cual no sólo se obtiene entre otros) y en especial la segunda, por la
a través de la extracción directa (cacería), presencia de los grupos armados, minería
sino también por medio de actividades y extracción de madera ilegal. En ambos
comerciales, convirtiéndose en fuente im- casos se promueve el consumo de carne de
portante de ingresos económicos para los crocodílidos y otros productos de la fauna
habitantes de los bosque húmedos de las silvestre, frente a la dificultad de obtener
regiones tropicales (Secretaría del Conve- otras fuentes proteicas tradicionales.
nio de Biodiversidad Biológica 2011).
A pesar del consumo elevado y la impor-
Los crocodílidos no son la excepción a tancia que este representa para la seguri-
esta situación. Además de la extracción dad alimentaria de muchas zonas rurales

Caza de subsistencia de babilla en el bajo río Putumayo. Foto: S. Hernández 213


BIOLOGÍA Y CONSERVACIÓN DE LOS CROCODYLIA DE COLOMBIA

USO DE LOS CROCODYLIA

F. Trujillo

del país, no hay prácticamente informa- fue a hacer todo lo que soñó. Entonces mató mido en la vida personal, comunitaria, social las que, en lugar de dar a luz, explotan, pa-
ción de esta actividad, tal que permita ge- un caimán como de cuatro metros de largo, lo e institucional con repercusiones que pocos riendo culebras, iguanas y lagartos (Tur-
nerar lineamientos de manejo (Mancera y jaló hacia afuera del agua y lo dejó allí, ni el imaginan”. Continua este autor: “Son elo- bay 1994 en Ramírez op. cit.).
Reyes 2008). chulo se lo comió, y se pudrió. A los quince días cuentes a propósito de la consideración ano-
salió un arbolito de su lomo, como de un me- tada los siguientes versos de Pedro Mendoza De forma complementaria, también está
Tradicional: ritos, leyendas y tro, grueso y blandito. Como al mes ya tenía Guardiola. Este agudo y festivo poeta popular documentado que el hombre caimán re-
creencias religiosas cinco metros de alto, pero el hombre no sabía del sur de Ciénaga (Magdalena) vivió lo sufi- presenta una leyenda que trata de la his-
Para las comunidades indígenas, el terri- cómo utilizarlo. Entonces, otra vez soñó. En ciente para conocer la formación y evolución toria de un hombre cuya pasión por espiar
torio, el suelo, subsuelo y los recursos na- su sueño se apareció el espíritu del caimán y le como danza de la leyenda del caimán, expre- a mujeres desnudas lo condenó a quedar
turales en general, constituyen su espacio dijo que no lo cortara hasta que echara pepas. sión folclórica que, como es de rigor anotar, convertido en un ser con cuerpo de caimán
vital y simbólico y no una fuente de explo- Al cabo de un mes, le salieron las pepas y el sólo bailaban en las calles, parejas formadas y cabeza humana. Se desarrolló en la po-
tación económica. Su valor es de carácter árbol creció más que todos los demás árboles por hombres y hombres vestidos de mujeres, blación ribereña de Plato, Magdalena (He-
colectivo y se constituye en alternativas del bajial. Estaba cargado de pepas, cuando ya que las damas inicialmente estuvieron rrera de León 1999). En esta misma po-
para el desarrollo de la medicina, el arte, llegaron las loras y se encargaron de llevar las excluidas del festejo. Quizá, queremos creer, blación se celebra anualmente el Festival
la ciencia, la alimentación y la cultura en pepas a la tierra, lejos. El árbol se regó en toda porque se entendía de mal recibo aquel relajo del Hombre Caimán. También existen una
general. Entre los pueblos existen elemen- parte. Pero el espíritu del caimán le dijo que varonil, de versos picantes, de largos recorri- plaza y un monumento en su honor que
tos de la biodiversidad que se constituyen había que espantar a los loros y dejar que las dos que se hacían hasta altas horas de la no- son patrimonio cultural de la población.
en valores espirituales, cuyos productos pepas cayeran para que se reventaran, caye- che”. Ramírez (op. cit.), explica: “La danza a La leyenda del Hombre Caimán quedó in-
contienen conocimiento asociado y son ran al río y el agua se encargara de regarlo en la que da nacimiento la leyenda del caimán es mortalizada en la canción “Se va el caimán”
parte fundamental de su vida y cosmovi- toda la tierra baja; por eso es que el invira se de tipo zoomorfo y origen anfibio, y en nuestro del barranquillero José María Peñaranda.
sión (Muyuy 2002). Los crocodílidos son da en el bajial. Entonces el espíritu del caimán medio, su génesis se la disputan los vecinos y
un ejemplo claro de ello. le dijo al chamán: “Ahí está su soga, tiene que hermanos municipios de Pueblo Viejo y Cié- En cuanto a la babilla (Caiman crocodilus
pelar la corteza para sacar la fibra, secarla y naga, ambas localidades del departamento fuscus), no hay registros escritos de mitos
Por ejemplo, en la cuenca del Amazonas torcerla, para que haga hamacas, mochilas y del Magdalena”. La elaboración folclórica o leyendas, sólo algunos dichos populares,
de acuerdo con el significado cultural de sogas para amarrar” (Hernández-Rangel et anfibia de la Ciénaga Grande, la leyenda tales como: “Caimán no come babilla”, para
la etnia Tikuna: “el caimán negro es la al. 2012). del caimán y la posterior danza a la que da referirse a la resistencia de la babilla. Se
hija mayor de Yewae (la Madre Agua), es lugar, guarda estricta relación con el nicho aplica el término babilla a la mujer fea.
por eso que las personas que matan al cai- Los indígenas del bajo río Putumayo men- ecológico y social que la genera C. acutus
mán por odio, mueren y se convierten en cionan que el “caimán es guardián de los la- (Rey-Sining 1987). Consumo: alimento
caimán o bufeo” (Castellanos et al. 2005). gos y madres de agua y del pescado, todo lago El aprovechamiento de los reptiles se re-
También se menciona en la historia de la tiene caimanes, pues un lago sin caimanes no También resalta Ramírez (2005): “Tam- monta a la llegada de los primeros grupos
cultura Tikuna: “los Tikuna que vivían en es un lago” (Hernández-Rangel et al. op. poco el caimán es un animal exclusivo del indígenas al continente hace más de 14 mil
las orillas y las islas del Amazonas no tenía cit.). entorno lagunar de la Ciénaga Grande. Su años, de acuerdo a la teoría del poblamien-
con qué hacer hamacas, ni con qué amarrar, presencia trasciende a otras subregiones to temprano (Cooke et al. 2007). La litera-
porque en esos lugares no se daba la chambi- En las cuencas del Caribe y Magdalena, de la costa Caribe: la subregión Zenú, la tura desde la época colonial documenta el
ra, por eso tenían que cambiarla con la gen- para Crocodylus acutus de forma documen- depresión Momposina, el bajo Magdalena, uso de la carne y los huevos de crocodíli-
te del centro. Un chamán Tikuna pensó que tada, existe la leyenda del hombre caimán la alta Guajira, en cada una de las cuales dos por parte de los grupos indígenas y los
tenía que encontrar algo para amarrar y en (Ramírez 2005): “El caimán, pues, no sólo es se ha dado origen a numerosos relatos, colonos para el consumo (Gumilla 1791,
su sueño vio que para tener una fibra que le un animal emblemático del entorno selvático- cuentos y leyendas, afines con la leyenda Bates 1863, Patiño 1990, La Condomine
sirviera para sacar hamacas y sogas tenía que cenagoso-marino en el que está asentada la cienaguera: el caimán de oro (San Andrés 1992, Goulding et al. 1996, Baptiste et al.
matar un lagarto, un caimán grande. Tenía Ciénaga (Magdalena), objeto por demás de de Sotavento), el hombre-caimán (Plato) 2002). Por ejemplo, entre los siglos XIII y
que jalarlo y dejarlo que se pudriera y, a los una devoción totémica con una cronología an- y el mito Wayuu de Keeralia, en La Guaji- XIV, las comunidades indígenas como los
quince días, ir a mirar qué pasaba. Cuando terior al descubrimiento, conquista y coloni- ra, lagarto que habita en las salinas y que Zenues y Malibúes de la familia Karib, ha-
se despertó, pensó en su sueño y dijo: “¿Sería zación de estos pagos precolombinos, sino un en los atardeceres rojizos de la península bitantes de las riberas del río Magdalena
verdad lo que vi en mi sueño? Voy a ver”, y se símbolo idiosincrásico de los cienagueros, asu- persigue, seduce y embaraza a las mujeres, en la depresión Momposina, tenían entre

214 215
BIOLOGÍA Y CONSERVACIÓN DE LOS CROCODYLIA DE COLOMBIA

USO DE LOS CROCODYLIA

F. Trujillo

las principales fuentes de proteínas a las consumo ha aumentado de manera alar-


babillas (Caiman crocodilus fuscus) y a los mante en los últimos años debido a la

De La Ossa- Lacayo y De La Ossa


Castaño-Mora (2002), Alonso et
al. (2008), Hernández-Rangel et

Morales-Betancourt (obs. pers.)

Morales-Betancourt (obs. pers.)

Racero-Casarrubia et al. (2008)


Abadía (1996), Corpoguajira y
Asociación Desarrollo Guajiro
caimanes aguja (Crocodylus acutus). migración de personas a las zonas rurales
bien conservadas. Esto ha generado que se
Las seis especies que se encuentran en cambie el patrón de uso, ya que se promue-

Referencia
Colombia, son utilizadas para el consu- ve el consumo de carne de crocodílidos y

Moreno et al. (2009)

Gamba et al. (2006)


Correa (com. pers.)
Payán (com. pers.)
Payán (com. pers.)
mo (Naranjo 1999, Ulloa 2006, Rueda- otros productos de la fauna silvestre, fren-

Bustillo (2009)
Almonacid et al. 2007, Alonso et al. 2008), te a la dificultad de obtener otras fuentes

Payán (2009)

Lasso (2011)

Ulloa (2006)
algunas con mayor predilección que otras. proteicas alternativas. Esto ya es un hecho

al. (2010)
Las restricciones en el consumo vienen preocupante en la Estrella Fluvial de Iní-

(2006)

(2012)
dadas principalmente por el tamaño de rida-EFI (confluencias de los ríos Orinoco,
los animales, con mayor preferencia por Guaviare, Inírida y Atabapo) con la llegada
los individuos más pequeños debido a que de la minería ilegal (Lasso obs. per.).
su carne es más tierna y de mejor sabor.

Caiman crocodilus, Melanosuchus niger,


Caiman crocodilus, Melanosuchus niger

Crocodylus acutus, Caiman crocodilus


Por ello, las principales especies objeto de Medicinal

Caiman crocodilus, Paleosuchus spp


consumo son las de tallas menores como El uso medicinal se ha documentado para
la babilla (Caiman crocodilus) y los cachi- las especies de mayor tamaño aunque su
rres (Paleosuchus palpebrosus y Paleosuchus efectividad no ha sido comprobada. En el

Especie
trigonatus) (Morales-Betancourt y Lasso Amazonas la grasa o manteca del caimán

Tabla 1. Referencias de consumo de las especies de crocodílidos en Colombia.


2012) (Figura 1b).

Melanosuchus niger
negro se usa para tratar el asma. También

Melanosuchus niger

Comunidad La Nueva Paya, alto Putumayo Melanosuchus niger


Caiman crocodilus

Caiman crocodilus

Caiman crocodilus

Caiman crocodilus

Caiman crocodilus

Caiman crocodilus
Crocodylus acutus

Crocodylus acutus
se utilizan los dientes contra la mordedu-

Paleosuchus spp
No existe información de las tendencias
ra de culebras venenosas, los cuales se ras-
de consumo en el país. Frente a la falta de
pan para hacer té, que debe tomarse cada
datos concretos sobre el uso de crocodíli-
quince minutos (Castellanos et al. 2005).
dos, es común ver esfuerzos de estimarlo
En la región Caribe y en la cuenca del Mag-
mediante entrevistas con personas locales
dalena, se atribuye tradicionalmente al
sobre sus patrones de uso. Pero esta in-
formación, no siempre es de fácil acceso y aceite del caimán aguja, poderes curativos

Indígenas Embera-Katio, cuenca alta del


Comunidad Curripacu, Río Negro y bajo
y de tratamiento del asma y otras afeccio-

Corregimientos San Antonio y Labarcé


además los usuarios son renuentes en oca-

Zona y/o comunidad indígena

Río Caqueta, La Pedrera y Araracuara

La Mojana y la depresión Momposina


Trapecio Amazónico, alto Putumayo
siones a dar información confiable, en par- nes respiratorias, lo cual se asemeja a lo

Comunidad Miraña, río Cahuinari


Comunidad Nonuyas, río Caquetá
Tierra, San Martín de Amacayacu
ticular porque temen que de acuerdo con escrito por Alderton (1999) que reporta

Área de influencia PNN Katios


esa información se tomen medidas res- su uso para él tratamiento de la tubercu-
trictivas. Sólo existen algunos registros losis en el Nuevo Mundo y en los Estados
que indican en que zonas se consumen Unidos de América en 1880. En La Guajira
los huesos del caimán aguja, en especial

Trapecio Amazónico
(Tabla 1), pero no existe información más

Bajo río Putumayo


detallada sobre este uso, salvo en algún los del cráneo, son utilizados para la cica-
que otro caso puntual como por ejemplo, trización de heridas y/o llagas, para esto

Bahía Cispatá
Bahía Portete

río San Jorge


los cachirres en la Orinoquia (Tafur 2010) trituran, muelen el hueso hasta convertir-

Guaviare
y las babillas en la Amazonia (Payán 2009) lo en polvillo y lo aplican en la herida; así

(Sucre)
y en el Pacífico (Usma-Oviedo et al. 2009) sana rápidamente (Corpoguajira y Asocia-
(ver fichas de especies para mayor detalle). ción Desarrollo Guajiro 2006).

Magdalena
En el Orinoco, con la grasa del caimán lla-

Amazonas
El consumo de estas especies por parte de
Cuenca

Caribe y
las comunidades indígenas es fundamen- nero, se hacen medicamentos para sanar la

Caribe
talmente de subsistencia y su captura es bronquitis (Lugo y Ardila 1998), así como
por lo general incidental. Sin embargo, el la tosferina, artritis, reuma y torceduras,

216 217
BIOLOGÍA Y CONSERVACIÓN DE LOS CROCODYLIA DE COLOMBIA

USO DE LOS CROCODYLIA

F. Trujillo

constipados y como ayuda para la cicatri- y caimanes negros en el Trapecio Ama-

Bonilla y Barahona (1999), Ardila

Correa et al. (2005), Trujillo et al.


et al. (2002), Anzola et al. (2012),
zación (Eslava 2013). zónico (Gómez et al. op. cit.), al igual que
en la cuenca alta del río Putumayo. En el
Ornamental

González y Asprilla (2009)


río Meta (cuenca Orinoco) tambien se está

Usma-Oviedo et al. (2009)


La representación de este orden se evi- evidenciando esta situación, pero para ello
Referencia

Delgado et al. (2008)


dencia en todo tipo de adornos de la época se esta utilizando la carne descompuesta
Ospino et al. (2005)

Castro et al. (2013)

Cruz-Antia (2013)

Payán (com. pers.)


prehispánica (colgantes, collares, pecto- de la babilla (Trujillo obs. pers.).
rales, narigueras y ollas, entre otros), ela-

Eslava (2013)
Perera (2013)

Perera (2013)
Tafur (2010)

Plata (2012)
borados en diferentes materiales como el Comercial
oro, cobre, arcilla, madera, hueso y piedra Históricamente, el mercado de pieles de

(2011)
(Ulloa 1996) (Figura 1 c, d). Actualmente crocodílidos ha sido el más importante
continúa esta tradición. Por ejemplo, en dentro de las exportaciones de fauna re-
el Amazonas los artesanos de varias co- gistradas desde 1916 en Colombia, lo cual
munidades indígenas tallan en madera ha traído como consecuencia una caída de
al caimán negro con una gran fidelidad. las poblaciones naturales (Ramírez-Peri-
Crocodylus intermedius (huevos)

Igualmente, los cráneos son lavados, lim- lla 2001, Baptiste et al. 2002).
piados y vendidos o regalados como ador-
no y los dientes se usan para hacer collares Inicialmente, la comercialización de la piel
Especie

(Hernández-Rangel et al. 2010). En el Pa- incluía las especies del género Crocodylus
cífico, específicamente en las comunida- y de Melanosuchus niger, dada la menor
Caiman crocodilus

Guahibo y Sikuania, afluentes del río Meta Caiman crocodilus

Caiman crocodilus

Caiman crocodilus

Caiman crocodilus
des de bahía Málaga, Taparal y Humane osificación de los osterdermos, por lo que
Paleosuchus spp
Paleosuchus spp

Paleosuchus spp

Paleosuchus spp

Paleosuchus spp

Paleosuchus spp

Paleosuchus spp

(bajo Anchicaya), bajo Calima y Guadua- eran consideradas pieles clásicas (mejor
lito (bajo Dagua), usan ocasionalmente calidad) y por ende las mejor pagadas. La
el cráneo y los dientes de la babilla como piel de Caiman crocodilus fuscus se conside-
adorno (González y Asprilla 2009). En el ra de inferior calidad, dada la osificación
bajo río San Juan la piel se utiliza para la mayor de los osterodermos; la caza co-
elaboración de artesanías (Usma-Oviedo mercial y consecuente aprovechamiento,
Sistema de los ríos Cravo Norte, Ele y Lipa

Wófhuha, ríos Vichada y Guaviare. Tsáse,

Cuencas Anchicayá, bajo Calima y Dagua


Puinave, Curripacu, Tucano y Guanano,

et al. 2009). se inició en la década de los 50, cuando las


Zona y/o comunidad indígena

Cuibas y Pumi del Casanare y Arauca.

poblaciones de crocodílidos considerados


Reserva Nacional Natural Puinawai

Carnada clásicos habían sido diezmadas y no era


Recientemente se están utilizando a los rentable la operación extractiva (Baptiste
ríos Guaviare, Vichada y Meta
Kurrim del río Guainía-Negro

Wouwan, bajo río San Juan

crocodílidos como carnada en las cuencas et al. 2002). De manera específica la cace-
Departamento de Nariño
Río Duda y La Macarena

del Amazonas y el Orinoco. Debido a la ría de babillas comenzó con la capturas de


Achagua y Guayabero

disminución de la producción pesquera en C. c. fuscus en la costa Caribe y cuenca del


Sikuani, río Vichada
Comunidad Puinave

la cuenca del Magdalena, que ha ocurrido Magdalena, posteriormente se trasladó a


a una sustitución de especies de esta cuen- la Orinoquia y Amazonia, aprovechando
ca por especies provenientes de las otras Caiman crocodilus crocodilus y por último,
río Inírida
Tabla 1. Continuación.

cuencas. Según Gómez et al. (2008), el ca- pasó a las cuencas del río Atrato y Acan-
paz de la cuenca del Magdalena (Pimelodus dí (cuenca Caribe) con C. c. fuscus. En la
grosskopfii), está siendo reemplazada por actualidad las babillas obtenidas de zoo-
la mota (Calophysus macropterus), especie criaderos proporcionan la mayor cantidad
carroñera que se distribuye en el Amazo- de pieles de crocodílidos para los mercados
Cuenca

Orinoco

nas y el Orinoco. Para capturar la mota se internacionales (Thorbjarnarson 1997,


Pacífico

usa como carnada, carne en descomposi- Ramírez-Perilla 2001, Rueda-Almonacid


ción y se utilizan para ello a los delfines et al. 2007). El mayor aporte porcentual

218 219
BIOLOGÍA Y CONSERVACIÓN DE LOS CROCODYLIA DE COLOMBIA

USO DE LOS CROCODYLIA

F. Trujillo

de pieles corresponde a C. c. fuscus (Figu- rio reglamentar esta actividad para evitar
ra 1e), dada la ubicación mayoritaria de conflictos con las poblaciones naturales
los zoocriaderos y la cacería ilegal que aún allí establecidas (Hernández-Rangel et al.
persiste (De La Ossa- Lacayo y De La Ossa 2010). Este fue el caso del caimán negro en
2012). Se calcula que de las exportaciones el Trapecio Amazónico, donde desde hace
de pieles de crocodílidos, C. c. fuscus de Co- más de dos décadas, con la recuperación
lombia contribuye con el 61,2% del total paulatina de sus poblaciones, se comenzó
(cerca de 600.000 unidades) (Velasco y De a fomentar la observación (nocturna) de
Sola 2005). Para mayor información refe- estos animales con fines turísticos. Des-
rente a la zoocría y comercio consultar el afortunadamente, en los primeros años
Capítulo 13. lo que hacían algunos guías era arponear a. b.
a los caimanes y luego mostrárselos a los
Por otro lado, durante el inicio de la activi- turistas. Esto trajo consigo a que el núme-
dad de zoocría en el Caribe colombiano (fi- ro de caimanes disminuyera y los turistas
nales de la década de 1980), se exportaron empezaran a quedar insatisfechos al no
neonatos de C. c. fuscus como mascotas, poder obsérvalos, ocasionando que este
siendo el país receptor por excelencia, los tipo de actividad ya no se ofreciera con
Estados Unidos. tanta frecuencia.

También se ha documentado el comercio Una situación similar se ha presentado


de las crías de Crocodylus intermedius, prác- esporádicamente en la ciénaga de la Cai-
tica muy común en Cravo Norte (Bonilla y manera, Santiago de Tolú (Sucre), con C.
Barahona 1999). acutus, dada las precauciones y temores c. d.
que los habitantes de la región manifies-
Por último, merece la pena señalar, que la tan. También es usual que lleguen visi-
secreción de las glándulas de Crocodylus tantes a conocer los caimanes (C. acutus)
acutus productoras de almizcle puede que se encuentran cautivos en la Estación
llegar a tener algún valor comercial si se Experimental Crocodylia en San Marcos,
desarrollara el mercado con destino a la Sucre. En ambos casos los turistas mues-
producción de perfumes (Thorbjarnarson tran una sensación de fascinación (De La
1997, Ulloa y Cavanzo 2003). Ossa-Lacayo obs. pers.)

Turismo El aporte de los Crocodylia


De manera indirecta estos animales pue- al mercado local e. f.
den ser elementos de carácter turístico No existe información para las cuencas del
dada su vistosidad como especies raras y Amazonas y Orinoco, puesto que su uso es
emblemáticas (Figura 1f). Así, al mantener en la mayoría de los casos, para subsisten- Figura 1. Diferentes usos de los crocodílidos.
las poblaciones en buenas condiciones se cia. Sin embargo, en Puerto Leguízamo
pueden ofrecer recorridos nocturnos y/o la carne de la babilla es cormercializada a. Estatuas de cocodrilos en Barrancabermeja. Foto: E. Briceño.
diurnos a los turistas para el avistamiento a $4.000 el kilo (Sánchez-Duarte com. b. Consumo de subsistencia de caimán negro. Foto: F. Trujillo.
de estos animales. Los turistas tienen la pers.). En las cuencas del Caribe y Mag- c. Artesanía representando el mito del caimán negro (Melanosuchus niger), Trapecio
oportunidad de observar detalladamen- dalena, se puede decir que salvo la vincu- Amazónico. Foto: F. Trujillo.
te los crocodílidos e incluso fotografiar- lación de la mano de obra no calificada y d. Collar elaborado con un cráneo de cocodrilo, Trapecio Amazónico. Foto: F. Trujillo.
se con ellos, una experiencia inolvidable en algunos casos profesionales del área, el e. Pieles de babilla (Caiman crocodilus). Foto: A. De La Ossa-Lacayo.
para cualquiera. Sin embargo, es necesa- aporte a la economía y empleo es mínimo. f. Ecoturismo en el Trapecio Amazónico. Foto: F. Trujillo.

220 221
BIOLOGÍA Y CONSERVACIÓN DE LOS CROCODYLIA DE COLOMBIA

USO DE LOS CROCODYLIA

F. Trujillo

Su mayor representatividad se fundamen- usan “chuzos” y redes (trasmallo) (Usma-


ta en las compras de insumos y materiales Oviedo et al. 2009).
para los zoocriaderos que se hacen en el
mercado regional o nacional. Los pesca- Pesca con anzuelos. Pueden ser simples
dores de la región Caribe consideran que o de tres garfios en una misma unidad.
la carne de C. c. fuscus es una fuente im- Como carnada viva se utilizan peces peque-
portante de proteína, que además genera ños ensartados por la columna vertebral a
ingresos económicos adicionales por su nivel de la aleta dorsal, así se les permite
comercialización (Thorbjarnarson 1997, que naden y sus movimientos erráticos
Ulloa y Cavanzo 2003, Rico-Hernández son un atrayente efectivo. Igualmente se
2009). En el medio y bajo río Atrato las usan como carnada viva, ranas y sapos (p.
comunidades mencionan que la carne de e. Hypsiboas sp. y Rhinella marina). Tam-
babilla se comercializa en $2.000 la libra bién de forma específica para las ciénagas
(Balaguera-Reina et al. 2007). En el Pací- y manglares de Córdoba, Sucre y Bolívar,
fico, el consumo también es de subsisten- se utiliza como cebo el peje sapo, pez globo
cia. En Bahía Málaga, Taparal y Humane (Sphoeroides spp). De la familia Tetraodonti-
(bajo Anchicaya) y bajo Calima, las comu- dae (peces globo) están presentes en el Ca- a. b.
nidades manifiestan que no se comercia. ribe Sphoeroides georgemilleris, S. greeleyi S.
En Guadualito (bajo Dagua), mencionan testudineus, S. spengleri, S. tyleri, S. yergeri,
que si eventualmente se vende, se hace a S. pachygaster y S. dorsalis (Acero y Polanco
$4.000 la libra (González y Asprilla 2009). 2006). Se les asocia con la presencia de te-
trodotoxinas (TTX), que ocasionan para-
Métodos de caza lasis y disnea (Nuñez-Vazquez et al. 2012).
Los métodos de captura varían según la Los cazadores indican “que adormece a la
región. En las cuencas del Amazonas y babilla o al caimán anzuelado”.
Orinoco es, en la mayoría de los casos, de
tipo incidental, quedando atrapados los
Captura con redes. Para adultos y ju-
animales en las artes de pesca como an-
veniles, especialmente en lagunas de baja
zuelos con carnada viva, espineles, redes y
profundidad (< 1,5 m) y para jagüeyes, se
c. d.
trampas para capturar pirarucu (Arapaima
usan trasmallos de ojo mediano (4 x 4 cm).
gigas) (Figura 2a), entre otros. La cacería
Para neonatos se utilizan redes con tama-
dirigida la hacen principalmente los indí- Figura 2. Métodos de caza.
genas, teniendo como herramientas arcos ño de ojo pequeño (2 x 2 cm).
y flecha o arpones de cabeza desprendible a. Trampa para capturar pirarucu (Arapaima gigas), Trapecio Amazónico. Foto: F. Trujillo.
(Figura 2b, c) y ocasionalmente escopetas. Cacería con armas de fuego. Se recu-
rre al alumbrado o “encandilado”en horas b. Indígena con arco y flecha, Orinoquia. Foto: C. A. Lasso.
de la noche y una vez que el ejemplar está c. Arpón de punta desprendible. Foto: S. Hernández.
En las cuencas Caribe y Magdalena don- d. Captura de babilla (Caiman crocodilus) con anzuelo, en la ciénaga de Paredes. Foto: L. S.
de hay una mayor captura dirigida, tanto inmóvil, se le dispara.
Pimiento.
para C. acutus, como para C. c. fuscus, los
métodos de captura incluyen anzuelos, re- Captura con señuelo. Los babilleros
des, armas de fuego, señuelo y búsqueda expertos capturan neonatos de C. c. fuscus
de nidos. en la época de eclosión, mediante la imita- Búsqueda de nidos. Se hace por obser- sumo si están frescos “que no estén mojo-
ciones de las vocalizaciones de los recién vación directa en la orillas de los cuerpos sos”. También se los llevan para incubarlos
En la cuenca del Pacífico (bajo río San nacidos. Estos se acercan y se congregan de agua, y si la hembra o algún otro adulto en sus casas y posteriormente vender los
Juan), la captura de la babilla se hace prin- en la orilla, allí son capturados con una se encuentra en la cercanía es cazado o es- neonatos.
cipalmente con escopeta pero también atarraya. pantado. Los huevos se extraen para con-

222 223
BIOLOGÍA Y CONSERVACIÓN DE LOS CROCODYLIA DE COLOMBIA

USO DE LOS CROCODYLIA

F. Trujillo

Conclusiones y recomendaciones y funcionalidad de las poblaciones vemos el Caimán. Arauca. Informe final. cional de Colombia, Ministerio de Medio
A pesar del consumo elevado y la impor- naturales de crocodílidos en sus eco- 621 pp. Ambiente, Conservación Internacional-
sistemas, especialmente en aquellos • Ardila-Robayo, M. C., S. L. Barahona, P. Colombia. Bogotá, Colombia. 160 pp.
tancia que este representa para la seguri-
Bonilla y J. Clavijo. 2002. Actualización • Castellanos, L., R. Maldonado y J. C. Alon-
dad alimentaria de muchas zonas rurales remanentes aislados que albergan po-
del status poblacional del caimán so. 2005. Formulación del programa para
del país, no hay prácticamente informa- blaciones de C. autus y C. intermedius. llanero (Crocodylus intermedius) en el la conservación y uso sostenible del caimán
ción básica de esta actividad, tal que per- • Por último es fundamental seguir departamento de Arauca (Colombia). Pp. negro (Melanosuchus niger, Spix 1825) en la
mita generar lineamientos de manejo. Por avanzando en la valoración de la fau- 57-67. En: Velasco, A., G. Colomine, G. Amazonia colombiana. Convenio especial
ejemplo, no se conoce cuanto es la ingesta na silvestre, con énfasis especial en Villarroel y M. Quero (Eds.). Memorias de cooperación N0 021/2004, Ministerio
o el aporte nutricional de estos animales los Crocodylia, partiendo de caracte- del taller para la conservación del caimán de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Terri-
en la dieta de las comunidades o el aporte rizaciones poblacionales y potenciali- del Orinoco (Crocodylus intermedius) en torial, Unidad Administrativa Especial del
en la economía local. Un punto importante dades biológicas en términos ecológi- Colombia y Venezuela. Sistema de Parques Nacionales Naturales,
cos, económicos, científicos, sociales • Balaguera-Reina, S., J. Barbosa e Y. Sana- Instituto Amazónico de Investigaciones
en la conservación de los reptiles debe ser
bria. 2007. Diagnostico y acciones de con- Científicas Sinchi. Leticia. Informe final.
el conocimiento de los patrones de uso, el y culturales.
servación del manati Trichechus manatus 111 pp.
efecto de este sobre las poblaciones natu- manatus y la babilla Caiman crocodilus, en la • Castro, A., M. Merchán, M. F. Garcés, M. A.
rales, su importancia para la subsistencia Bibliografía cuenca media y baja del río Atrato. Code- Cárdenas y F. Gómez. 2013. Uso histórico
comunitaria y cómo la utilización y el va- • Abadía, G. 1996. Population dynamics chocó, Fundación Omacha. Informe inter- y actual del caimán llanero (Crocodylus
lor intrínseco de los crocodílidos, pueden and conservation strategies for Crocodylus no. 117 pp. intermedius). Biota colombiana 14 (1): 65-82.
usarse como herramientas para construir acutus in Bahía Portete, Colombia. Pp. 176- • Baptiste L. G., R. Polanco, S. Hernández y • Cooke, R. G., M. Jiménez, y A. J. Ranere.
proyectos sostenibles. Para la generación 183. En: Crocodiles. Proceedings of the M. P. Quiceno. 2002. Fauna silvestre de Co- 2007. Influencia humanas sobre la vege-
13th Working Meeting of the Crocodile lombia: historia económica y social de un tación y fauna de vertebrados de Panamá:
de este tipo de estrategias es necesario que
Specialist Group, IUCN-The World Conser- proceso de marginalización. Pp. 295-340. actualización de datos arqueozoológicos y
este conocimiento sociocultural esté com- En: Ulloa, G. (Ed.). Rostros culturales de la su relación con el paisaje antrópico duran-
vation Union, Gland, Suiza.
plementado con investigaciones biológicas • Acero, A. y A. F. Polanco. 2006. Peces del or- fauna. Las relaciones entre los humanos y te la época precolombina. Pp. 562-593. En:
y ecológicas básicas, las cuales constituyen den Tetraodontiformes de Colombia. Biota los animales en el contexto colombiano. Leigh, Jr. E. G., E. A. Herre, J. B. C. Jackson
la única metodología robusta y verifica- Colombiana 7 (1): 155-164. Instituto Colombiano de Antropología e y F. Santos-G. (Eds.). Ecología y evolución
ble, para poder establecer las tendencias • Alderton D. 1999. Crocodiles and alligators Historia. Bogotá, Colombia. en los Trópicos. Editora Nova Art, Panamá.
demográficas de las poblaciones de estas of the world. Blandford. London. 190 pp. • Bates, H. W. 1863. The naturalist on the • Corpoguajira y Asociación Desarrollo Gua-
especies, en respuesta a todos los efectos • Alonso, J. C., C. A. Bonilla, L. Castellanos river Amazons. John Murray, London, UK. jiro. 2006. Programa de conservación de
antrópicos. Con esta información se po- y R. A. Maldonado. 2008. Estado del co- 407 pp. Crocodylus acutus (caimán aguja) en Bahía
nocimiento y perspectivas para el caimán • Bonilla, O. P. y S. L. Barahona. 1999. Portete, departamento de La Guajira. Cor-
drían generar estrategias para un consu-
negro (Melanosuchus niger Spix 1925) en la Aspectos ecológicos del caimán llanero poguajira, Asociación Desarrollo Guajiro.
mo sostenible. (Crocodylus intermedius Graves 1819) Rioacha. 56 pp.
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228 229
A. Castro
13. Zoocría de los Crocodylia en Colombia
Jaime De La Ossa V., Alirio Fajardo-Patiño, Álvaro Velasco B.,
Alejandro De La Ossa-Lacayo y Efrén Valencia-Parra

Los procesos de zoocría adelantados en permite tomar decisiones sobre las posibi-
Colombia son, después de cinco décadas, lidades de organizar legalmente su uso. La
productivos y sostenibles. No obstante, zoocría es una de estas opciones y aunque
es importante recordar que los crocodíli- sólo se referencie para Colombia de forma
dos, dada su importancia comercial glo- exitosa para Caiman crocodilus fuscus (ba-
bal, estuvieron sometidos durante largo billa) y Crocodylus acutus (caimán aguja),
tiempo a una extracción masiva previa al no excluye ni técnicamente ni comercial-
establecimiento legal de los zoocriaderos mente, las posibilidades de desarrollo para
comerciales, lo cual puso en riesgo muchas otras especies de este orden.
poblaciones naturales llegando incluso
a extinciones locales. Este fue el caso de 1. Antecedentes históricos de la
Crocodylus acutus, especie que soportó una zoocría en Colombia
cacería ingente, sus hábitats fueron degra- La exportación legal de cueros de cocodri-
dados al utilizar las tierras para la produc- los en Colombia registrada por los entes
ción agrícola y minera, y que actualmente, del estado, data de 1932, con un total de
sólo posee poblaciones focales. Así, la zoo- 49.097 cueros sin discriminar la especie
cría brinda adicionalmente una opción de de la cual provienen, pero que por la de-
conservación, la cual está presente en las manda de la época pueden atribuirse sin
poblaciones cautivas y reproductivamente temor a equivocarse, a pieles de Crocodylus
activas, que se convierten en importantes acutus. Esta era la de mayor demanda y
bancos genéticos. facilidad de obtención, de tal forma que
para el decenio de 1940 las poblaciones
No se debe olvidar también, que la valora- de esta especie se encontraban agotadas
ción económica de la fauna silvestre actúa y el Gobierno Nacional promulgó el De-
como un mecanismo de gran peso para creto Nº 459, primera norma substancial
resolver los problemas de tráfico, ya que que estableció vedas a la caza de especies

Juveniles de caimán llanero en la EBRF. Foto: M. A. Morales-Betancourt 231


BIOLOGÍA Y CONSERVACIÓN DE LOS CROCODYLIA DE COLOMBIA

ZOOCRÍA

M. A. Morales-B.

comerciales y la obligatoriedad a los caza- Pasó cerca de una década sin que existiera por proteína y energía de origen vegetal, con fines de establecimiento de zoocria-
dores y comerciantes de obtener la licencia un número significativo de pieles de co- lo cual vislumbró un horizonte promiso- deros (Acuerdo Inderena 039/1985). Esto
de caza correspondiente que otorgaba el codrilos colombianos exportados y todo rio para la cría de cocodrilos en cautiverio, conforme a lo estipulado en los artículos
Ministerio de la Economía Nacional, en- se resumía a los excedentes exportables pues pudo evidenciarse la viabilidad econó- 56 y 251 del Decreto 1608/1978 y otras
tidad administradora del recurso de esa que disponían algunas curtiembres de la mica de este tipo de proyectos. Con base en normas complementarias (Resolución
época. Hacia 1950 se intensificó la caza co- época de la caza comercial, de tal forma tales resultados, se estableció e implemen- 017/1987 del Inderena), que fija el número
mercial masiva sobre otras especies como que el estado dejo de percibir un impor- tó una estación biológica, para el manteni- máximo de ejemplares que podrían con-
el caimán llanero (Crocodylus intermedius) tante volumen de divisas, ya que todo el miento, manejo e investigación de especies formar la población parental). También se
y el caimán negro (Melanosuchus niger), comercio se abastecía de pieles ilegales. del orden Crocodylia (Proyecto Crocodylia) cuenta con la normativa que permitió el
llegándose a las postrimerías de la década Sin embargo, la situación cambia drástica- en un área del municipio de San Marcos, desarrollo de la nueva actividad que se de-
de 1960 a estar casi extintas las poblacio- mente debido a la entrada en rigor de me- departamento de Sucre (Figura 1a). Esta nominó zoocría. Esta actividad en Colom-
nes de estas dos especies y los volúmenes canismos especializados de control a nivel era representativa de los ecosistemas bia realmente se inicia entre 1983 y 1984
exportables de cocodrilos se orientaron a internacional y al hecho de que Colombia existentes en la región: biotopos fluvio la- cuando se establecieron los primeros pro-
las babillas (Caiman crocodilus) y en menor suscribió mediante Ley 17 de 1981 su ad- custres, planicies de inundación, bosque gramas reglamentados en el país, median-
cantidad a cachirries (Paleosuchus spp). El hesión a la Convención CITES, suscrita en inundable, playones de gramalotales y te la construcción de granjas experimen-
recurso fauna silvestre hasta 1970 era con- Washington el 3 de marzo de 1973. Esta bosque subhigrofítico no inundable. Tales tales con fines económicos y en donde se
siderado como uno de los mejores genera- herramienta de control fue muy efectiva, requisitos buscaban que el propósito de la definieron los primeros parámetros técni-
dores de divisas y por tanto de gran impor- ya que gran parte de los países consumi- estación no fuera meramente el de realizar cos de manejo para las diferentes especies
tancia económica para el país, alcanzando dores de pieles de cocodrilos de Colombia, un proyecto de crianza y mantenimiento de la fauna silvestre (Ulloa 1996, Ulloa et
en el decenio 1970-1981 una cifra alrede- ratificaron su adhesión a este tratado. Así de Crocodylia en confinamiento, sino que al. 1996). El marco jurídico colombiano y
dor de los 53 millones de dólares, como se fortaleció el control al comercio, blo- sirviera de base para el desarrollo poste- el avance tecnológico en el país permitió
resultado de las exportaciones de pieles queando el tráfico ilegal de especies ame- rior de proyectos análogos en materia de alcanzar un nivel de desarrollo que supe-
o manufacturas procesadas provenientes nazadas provenientes del medio natural fauna silvestre. La estación se constituyó ra y diferencia el proceso de fomento de
principalmente del orden Crocodylia. Con (Inderena 1990). en el mayor centro de reproducción de zoocriaderos a nivel mundial, puesto que
posterioridad a 1975, al entrar en vigor Crocodylus acutus en el mundo, con una ca- la actividad en Colombia en contraste con
el Código Nacional de los Recursos Natu- Desde 1970 se identificó en el Inderena el pacidad de expansión que podría superar otros países, ha recibido apoyo económico
rales Renovables y del Ambiente, Decreto aporte económico de los Crocodylia y se cualquier programa de cría en cautiverio del estado, mediante créditos blandos e
Ley 2811/1974, cesó el aprovechamiento iniciaron investigaciones orientadas a la no comercial, con fines de repoblación de igualmente es el único proceso que se desa-
directo del medio natural y se inició una reproducción y mantenimiento de la ba- una especie amenazada de extinción para rrolla a nivel del ciclo cerrado, es decir, con
nueva etapa de manejo, durante la cual se billa (Caimán crocodilus fuscus) y el caimán la década de los noventa. La estación cuen- el mantenimiento de poblaciones parenta-
desarrolló y entró en vigencia el Decreto aguja (Crocodylus acutus) en confinamiento, ta con infraestructura adecuada para el les productoras en confinamiento, maxi-
1608/1978, reglamentario del Código en en el centro de visitantes “Los Cocos”, PNN mantenimiento, manejo y levante de indi- mizando de esta forma la supervivencia de
materia de fauna silvestre, que estableció Isla de Salamanca. Simultáneamente se iba viduos parentales, juveniles y neonatos de la producción natural de la especie objeto
junto con las resoluciones de veda del In- adquiriendo información básica primaria y diferentes especies; viviendas adecuadas de cría. Un ejemplo de ello es la babilla, la
derena, amplias restricciones para el apro- acopiando información bioecológica de las para investigadores y operarios, almacén cual puede llegar a superar el 90% en con-
vechamiento de poblaciones silvestres in- diferentes especies de Crocodylia colom- y laboratorio. Actualmente se encuentra diciones de cautiverio y tan sólo a un 5%
cluyendo las especies de cocodrilos. Esto, bianas con miras al manejo de este recurso. bajo la administración de Corpomojana en el medio natural. Estas grandes dife-
desafortunadamente, en relación a la defi- Las actividades de Los Cocos presentaron (Fajardo-Patiño 1992). rencias en la supervivencia, sumadas a la
ciente capacidad operativa en los controles resultados satisfactorios y muy prometedo- eficiente capacidad reproductiva -derivada
tanto a nivel nacional como internacional res, encontrando rendimientos superiores Luego se complementan algunos aspectos de una población parental bien alimenta-
y a la amplia demanda mundial, generó un a los esperados en condiciones naturales. legales, aún pendientes por definir según da en condiciones de óptimo manejo-, así
creciente tráfico ilegal que aunado con la También se redujo considerablemente la lo estipulado en el Decreto 1608/1978, los como el manejo de dietas balanceadas y
destrucción del hábitat, repercutió nega- tasa de mortalidad de neonatos y se adelan- cuales se iniciaron con el establecimiento frecuencia en el suministro del alimento
tivamente en las poblaciones silvestres, taron ensayos iniciales sobre dietas, donde de un listado de vertebrados silvestres a los neonatos, dió como resultado que la
que ya mostraban una decadencia notable. se sustituía una parte de proteína animal que podran ser objeto de caza de fomento zoocría de cocodrilos tuviera y tenga un

232 233
BIOLOGÍA Y CONSERVACIÓN DE LOS CROCODYLIA DE COLOMBIA

ZOOCRÍA

M. A. Morales-B.

éxito evidente técnica y económicamente. exportación legal de productos o subpro-


Tal actividad teóricamente se vislumbra ductos obtenidos de la maximización de
como la mejor alternativa de conserva- la producción natural de una especie, me-
ción de especies de alto valor económico, diante su cría técnicamente eficiente en
con una incidencia notable sobre la cace- un medio controlado. Con la organización
ría ilegal, por cuanto permite acumular en y desarrollo por parte de los desapareci-
condiciones controladas un núcleo paren- dos institutos descentralizados, Inderena
tal que a la postre se convierte en un va- y Proexpo, del “Primer seminario de las
lioso banco de germoplasma de propiedad perspectivas de la zoocría en Colombia”,
del estado, que es mantenido y protegido evento que congregó en 1987 en el Centro
por particulares en propiedades privadas. de Convenciones de Cartagena de Indias a a. b.
Adicionalmente, el hecho de que exista la más de 500 personas, dió apertura oficial a
obligatoriedad de devolver el 5% de la pro- la actividad de zoocría, llegándose a auto-
ducción animal por parte de cada zoocria- rizar ya para 1992 una población parental
dero al estado, con el objeto de reforzar cautiva de 78.887 ejemplares de Caiman
las poblaciones, constituye un mecanismo Crocodilus y 300 ejemplares de Crocodylus
que permite la restitución de poblaciones acutus (177 capturados y 123 ejemplares
naturales en ambientes en recuperación F2 vendidos de la producción de la Estación
o en aquellos donde han disminuido no- Crocodylia), distribuida en 49 zoocriade-
tablemente sus poblaciones por múltiples ros en fase experimental, localizados en
factores. El éxito de estas acciones, depen- su mayor parte en la costa norte colombia-
de obviamente de la planificación y apoyo na (Inderena 1990) (Figura 1b, c, d, e).
económico de los entes estatales para ade-
lantar las faenas de reforzamiento pobla- La zoocría de cocodrilos busca implemen-
cional, mediante marcajes y monitoreos tar medidas de producción menos nocivas
adecuados de los ejemplares liberados que y con carácter sostenible, que ayuden a sa-
garanticen su desarrollo exitoso. Desde el tisfacer las necesidades y que a la vez sean
punto de vista económico, la actividad ha de carácter conservacionista. Hasta el mo-
posibilitado la recuperación de recursos mento no existe ninguna otra posibilidad
importantes de divisas derivados de la viable y ambientalmente justificable, y c. d.

Figura 1. Zoocría de crocodílidos en Colombia.

a. Vista aérea de la Estación Crocodylia. San Marcos, Sucre (2000). Foto: A. Fajardo-Patiño.
b. Juveniles de Caiman crocodilus fuscus producidos en zoocriadero para sacrificio. Ba-
rranquilla. Foto: J. De La Ossa.
c. Ejemplares F2 de Crocodylus acutus para venta a zoocriaderos producidos en la Estación
Crocodylia. Foto: A. Fajardo-P.
d. Piel de Crocodylus acutus en el bajo río Magdalena. Foto: E. Valencia.
e. Vista general encierros de manejo para Crocodylus acutus y Caiman crocodilus fuscus en e. f.
Tolú (Sucre). Foto: A. De La Ossa-Lacayo.
f. Ejemplar de Caiman crocodilus fuscus, capturado con anzuelo ilegalmente en el caño La
Solera, Tamalameque. Foto: A. Fajardo-Patiño.

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BIOLOGÍA Y CONSERVACIÓN DE LOS CROCODYLIA DE COLOMBIA

ZOOCRÍA

M. A. Morales-B.

mucho menos que pueda ser llevada a cabo los departamentos de la costa Caribe co- En cuanto a C. c. fuscus, actualmente hay (Rev. CoP15), que explica cómo debe rea-
con la tecnología y la situación económica lombiana (Ministerio del Ambiente-MMA 51 establecimientos dentro de 12 jurisdic- lizarse el “Registro de establecimientos
con que se cuenta en la actualidad (De La 1995, Ulloa et al. 1996). ciones ambientales: Atlántico (18), Bolívar que crían en cautividad especies de fauna
Ossa 2003). (18), Córdoba (5), Magdalena (2), Sucre incluidas en el Apéndice I con fines comer-
Así, los zoocriaderos que tenían C. crocodi- (2), Antioquia (1), Tolima (2), Cesar (1), ciales”; Res. Conf. 13.7 (Rev. CoP14), don-
Pese a existir esta alternativa, la caza fur- lus sumaban 64, es decir un 95% del total, Cundinamarca (1) y Meta (1) (Rivera et de expone las regulaciones para el “Con-
tiva (Figura 1f), se radicó en la zona del de ellos el 87,5% desarrollaban programas al. 2008). Se cuenta entonces con 165.965 trol del comercio de artículos personales y
bajo Magdalena, que tradicionalmente con la subespecie C. c. fuscus cuyo areal de reproductores a nivel nacional (MAVDT bienes del hogar” y la Res. Conf. 14.7 (Rev.
abastece el mercado ilegal, el triángulo hi- distribución en Colombia se localiza en 2008). CoP15), que define la “Gestión de cupos de
potético conformado por El Banco (Mag- los sistemas de los ríos Magdalena, Sinú, exportación establecidos nacionalmente.
dalena), Magangué (Bolivar) y Ayapel Atrato y Rancherías, que hacen parte de la 3. Regulación internacional
(Córdoba), geográficamente correspon- planicie costera del Caribe (Chiriví 1971). del mercado y producción Como se mencionó anteriormente, a fi-
diente a la depresión Momposina. Esto ha
Haciendo referencia a los zoocriaderos ya
histórica de pieles de nales de los años 70 Colombia permitía la
sido confirmado por traficantes retirados
citados, se tiene una ocupación areal total
Crocodylia en Colombia cría en cautiverio (ciclo cerrado) con fines
y abastecía en la década de los 90 alrede- El comercio de pieles de cocodrilos a nivel comerciales de la babilla, la baba y caimán
de 1.049 hectáreas, con áreas que cubren
dor de un millón de pieles al año al mer- mundial está regulado por la Convención aguja. Las dos primeras se encuentran lis-
desde 4 hasta 81 hectáreas, siendo la me-
cado negro. Las pieles crudas salían por la Internacional de Especies Amenazadas de tadas en el Apéndice II, lo que significa que
dia 15 hectáreas por zoocriadero (Ulloa et
ruta de Barranquilla hacia Aruba, Monte- Fauna y Flora Silvestre (CITES). Para casos se puede aprovechar comercialmente to-
video, Italia y Japón (Santos com. pers.). al. 1996). particulares de especies y sus productos, dos los ejemplares criados en cautividad.
las regulaciones incluyen Resoluciones El caimán aguja está en el Apéndice I y sólo
El panorama actual y futuro de la zoocría 2. Situación actual: normativa Conferencias (Res. Conf.), las cuales deter- se permite el aprovechamiento comercial
de cocodrilos desde el punto de vista técni- y existencia de planteles minan los sistemas de producción y condi- a partir de la obtención de la segunda ge-
co parece ser más halagador y promisorio, de zoocría ciones del comercio. neración (Res. Conf. 12.10, Rev. CoP15).
pues se inició investigación en materia de En Colombia, el uso de fauna con fines co-
alimentación, nutrición, incubación y ma- Para los cocodrilos y sus productos las nor- Colombia ha exportado tradicionalmen-
merciales se realiza principalmente a tra-
nejo en general, lo que a futuro permitirá mas regulatorias en el marco de la CITES te pieles de especies del orden Crocodylia
vés de la zoocría, la cual se define como “el
mantener y mejorar la producción de las son: los Artículos III y IV de la Conven- y hay registros sistematizados desde
mantenimiento, cría, fomento y/o aprove-
especies. Si bien es cierto que todavía sub- ción, que definen la reglamentación del 1854, en el ítem cueros varios, llegándo-
chamiento de especies de la fauna silvestre
sisten muchos inconvenientes, los logros comercio de las especies incluidas en los se a exportar en el periodo 1854 a 1905,
en un área claramente determinada, con
técnicos, son sin duda, los que realmente Apéndices I y II, respectivamente (PNU- 5’276.431 que además de cocodrilos, in-
han avanzado. No se puede decir lo mismo fines científicos, comerciales, industriales, MA/CITES 2000); Res. Conf. 9.6 (Rev.) que cluía pieles de animales de pelo. Los datos
de las limitaciones políticas y de las limi- de repoblación o de subsistencia” (Ley 611 define el comercio de partes y derivados de movimiento exportador de bienes pro-
taciones institucionales, que continúan, de 2000 Art. 3). Estos sistemas de pro- fácilmente identificables; Res. Conf. 10.16 cedentes de la oferta ambiental del perio-
salvo pequeños aciertos, en las mismas ducción ex situ incluyen la producción de (Rev.) que trata sobre “Especímenes de do 1932 a 1941, registrados por el Informe
condiciones (De La Ossa 2003). la babilla (C. c. fuscus) y caimán aguja (C. especies animales criados en cautividad”; de Comercio Exterior de la Contraloría Ge-
acutus), entre otras (Rivera et al. 2008). Res. Conf. 11.12 (Rev. ConP15), que esti- neral de la República, como cuero de cai-
De manera general a mediados de 1996, se Para C. acutus se cuenta actualmente con pula el “Sistema de marcado universal para mán, se presentan en la tabla 1.
tenían en Colombia con licencia de funcio- diez programas de cría en cautiverio, de identificar pieles de cocodrilos”; Res. Conf.
namiento definitiva, 67 planteles de cría y los cuales cinco poseen registro ante la 11.16 (Rev. CoP15), que define la “Cría en Para pieles exportadas con permisos CI-
manejo en cautiverio, constituidos por 56 Secretaría de la CITES: Caicsa (Sucre), Tro- granjas y comercio de especímenes criados TES, la metodología utilizada para evaluar
de C. c. fuscus (babilla), 8 de Caiman croco- pifauna (Tolima), Babilonia, CI Zobem, en granjas de especies transferidas del la comercialización de pieles de cocodrilos
dilus crocodilus (baba), 24 de C. acutus (cai- Crocodilia (Atlántico), Krokodeilos S. A, Apéndice I al Apéndice II”; Res. Conf. 12.8 y productos, fue a través de los datos que
mán aguja), ubicados a lo largo del territo- Zoocar, Zoofarm (Bolívar), Reptilandia (Rev. CoP13), que describe el “Examen de reportan los Países Partes de la Conven-
rio nacional, concentrándose más del 80% (Córdoba) y Lírica (Cundinamarca) (Rive- comercio significativo de especímenes de ción CITES en sus informes anuales, y se
de la actividad en la zona norte del país en ra et al. op. cit.). especies del Apéndice II”; Res. Conf. 12.10 encuentran en la página web del Centro

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BIOLOGÍA Y CONSERVACIÓN DE LOS CROCODYLIA DE COLOMBIA

ZOOCRÍA

M. A. Morales-B.

Tabla 1. Cueros de caimán exportados por año que son exportadas (http://www.
durante el periodo 1932 a 1941. unep-wcmc-apps.org/citestrade/ ).

Año Cantidad Valor (pesos) En el análisis detallado de las exportacio-


nes de Colombia, se utilizó la información
1932 49.097 26.747
reportada como “Informe de tabulación
1933 87.637 43.915 comparativo”. Los datos fueron clasifica-
1934 116.047 78.033 dos por especie, sistema de producción,
1935 43.425 23.919 año de exportación, país importador, tipo
de producto y cantidades (http://www.
1936 75.256 60.852
unep-wcmc-apps.org/citestrade/). En la fi-
1937 111.551 123.327 gura 2 se muestran las exportaciones bru-
1938 101.852 111.321 tas mundiales por sistema de producción.
1939 87.325 110.090
La mayor cantidad de pieles que entran
1940 56.099 57.695
al mercado internacional provienen del
1941 48.539 sistema de cría en cautiverio. Se obser- Figura 3. Cantidad de pieles exportadas de Colombia. Periodo 1976-2011.
van tres disminuciones importantes las
cuales están directamente relacionadas
de Monitoreo Mundial para la Conserva- con la caída en la demanda internacional,
ción (WCMC) del Programa Ambiental de producto de guerras en el Medio Oriente
Naciones Unidas (PNUMA). En la evalua- (años 1997 y 2005) y a la crisis financie- pieles provenientes del rancheo represen- (13,8%) y Japón (5,3%). En segundo orden
ción de la producción anual total y su re- ra mundial en el 2009 (Velasco 2010). El tan el 6%. Del total de pieles producidas de importancia está México (18,2%), USA
presentación en el mercado internacional, promedio anual de exportaciones totales por la cría en cautiverio que entran anual- (9%) y Panamá (2,5%). Finalmente en me-
se utilizaron los valores reportados como está alrededor de 1’500.000 pieles, donde mente al mercado internacional, Colombia nor proporción, el mercado europeo: Fran-
exportaciones brutas, las cuales el siste- la cría en cautiverio representa el 68%, se- aporta el 63%. Desde 1976 hasta 2011, se cia (3,5%) e Italia (1,8%). El último grupo
ma las reporta como cantidades de pieles guido por la cosecha silvestre (26%) y las han exportado de Colombia un total de representa el 2% de las pieles y lo integran
16’191.679 pieles (Figura 3), con el 95,8% Alemania, Austria, Bélgica, Brasil, Cana-
producidas por medio de la cría en cauti- dá, China, Ecuador, España, Finlandia,
verio, de las cuales la babilla representa el Gran Bretaña, Hong Kong, Holanda, Co-
97,7%, la baba el 2,07% y el caimán aguja, rea del Sur, Madagascar, Malasia, Portu-
el 0,03%. El 4,2% del total son pieles pro-
gal, Suecia, Suiza, Turquía y Vietnam.
ducidas de ejemplares silvestres, 66,2% de
babilla y 33,8% de baba. El 0,01% restante
La figura 5 muestra comparativamente
de las exportaciones corresponden a pie-
el mercado internacional de las pieles de
les producidas bajo el sistema de rancheo
o colecta de huevos y todas corresponden baba. El principal mercado es el europeo:
a babilla. Italia (42,9%), Alemania (16,6%) y Francia
(1,3%). Como segundo mercado en impor-
Con relación a los mercados internacio- tancia está USA (13,4%) y Panamá (9,4%).
nales, hay una diferencia marcada entre Finalmente, el mercado asiático con Tai-
las dos principales especies. La figura 4 landia (9,2%), Japón (4,1%) y Singapur
muestra los principales mercados para (2,9%). Un porcentaje muy bajo (0,45%),
las pieles de babilla. Predominan el mer- está representado por España, Luxembur-
Figura 2. Exportaciónes brutas mundiales de pieles. Periodo 1976-2011. cado asiático: Singapur (43,9%), Tailandia go y Surafrica.

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BIOLOGÍA Y CONSERVACIÓN DE LOS CROCODYLIA DE COLOMBIA

ZOOCRÍA

M. A. Morales-B.

De forma general y resumiendo, en el caso relaciones de 1 macho: 1 hembra o 1 ma-


de las pieles y subproductos de C. crocodilus, cho: 2 hembras. No se ha determinado la
la UNEP (2004) reporta un incremento proporción ideal, pero se han registrado
de alrededor de 70.000 pieles en 1990 a resultados adecuados de oviposición en
820.000 en el año 2000. En una tendencia encierros en donde se manejaban propor-
anual de 1994 a 2002, respectivamente ciones hembra : macho desde 1:1 hasta
de 514.792, 764.358, 646.832, 451.307, 1:3 (Pachón y Ramírez 1977, Ulloa et al.
669.269, 777.529, 824.303, 698.413 y 1996). Condiciones adecuadas de manejo
551.313 unidades/año (http://www.unep- y alimentación conllevan a una manifiesta
wcmc.org/species/reptiles/index.cfm). mansedumbre y reducción de estrés que
Posterior al año 2000, como lo indican repercute favorablemente en los niveles
Rivera et al. (2008), entran al mercado reproductivos (Figura 6a).
pieles enteras y subproductos de ellas,
llegando casi al 1’000.000 de unidades en Con relación al área vital que requiere cada
el 2006. animal en los encierros, se ha estimado
que un reproductor necesita entre 25 a 45
Figura 4. Países importadores de pieles de Caiman crocodilus fuscus.
4. Zoocría m2, para alcanzar bajo condiciones ópti-
De las seis especies que se encuentran en mas de manejo, hasta un 70% de hembras
el país, tres especies son objeto de zoocría. anidantes. Sin embargo, este porcentaje
Dos de estas (babilla y caimán aguja) con solamente se ha obtenido en casos muy
fines comerciales y una (caimán llanero), puntuales, siendo la media de hembras
con fines de conservación. A continuación anidantes un 55%, con unos mínimos que
se reseña aquellos aspectos más importan- pueden estar alrededor del 10% y unos
tes relativos a los reproductores, alimenta- máximos cercanos al 70%, esta última ci-
ción, incubación y levantamiento de neo- fra es la ideal como promedio (Ulloa et al.
natos y juveniles. 1996).

4.1. Caiman crocodilus (babilla) Para alcanzar el promedio óptimo de hem-


bras anidantes, es decir un 70%, es nece-
Reproductores sario que se mantenga un estricto control
Cuando se trata de un sistema de cría en de parentales, con sus respectivas tasas
cautiverio bajo ciclo cerrado, la calidad de de descartes y la vinculación periódica de
Figura 5. Países importadores de pieles de Caiman crocodilus crocodilus. los parentales es la base fundamental de nuevos individuos reproductores, prefe-
la producción, la cual a su vez debe ir com- riblemente de la filial 1 o 2, para que ga-
plementada con aspectos estructurales ranticen una producción estable. Por otro
biológicos y zootécnicos de manejo (De La lado, se debe tener especial atención con el
Ossa 1998). Manejos tales como la propor- espacio vital que se provea, así como una
Con relación al caimán aguja se han expor- cuero, colas, retazos de pieles, carteras, ción entre sexos, la homogeneidad de los buena y ajustada alimentación, sin descui-
tado desde el 2001 hasta el 2011, 3.566 zapatos, animales vivos, cintos, correas de lotes y la densidad, son básicos para lograr dar la talla media del lote y la densidad por
pieles, principalmente a Francia (50,3%) reloj y carne (Anexo 1). Con relación a la buenos resultados reproductivos. En Co- encierro. Respecto a éste último punto, los
e Italia (44%). El resto 5,8% ha sido ex- baba, esta lista de ítems es más reducida lombia, se ha establecido de manera gene- encierros de parentales deben albergar
portado a Austria, España, Gran Bretaña, y está conformada por artículos de cuero, ral, una relación de 1 macho: 3 hembras. entre 150 y 200 individuos, números su-
Japón y Singapur. La babilla es la especie colas, carteras, zapatos, animales vivos y No obstante, muchos planteles de zoocría periores incentivan la competencia y redu-
que más ítems aparte de las pieles enteras correas de reloj (Anexo 2). efectúan manejo con diferentes propor- cen el comportamiento reproductivo (De
ha exportado. Los ítems son artículos de ciones entre sexos, y se pueden encontrar La Ossa 1998).

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BIOLOGÍA Y CONSERVACIÓN DE LOS CROCODYLIA DE COLOMBIA

ZOOCRÍA

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Alimentación Hacia el centro del país, en los departa- pues se corre el riesgo de desarrollar sis- • Huevos/nido
Con relación a la alimentación, ya se co- mentos del Huila, Tolima y Cundinamarca, temas que no suministren las condiciones • Número de huevos incubados
nocen los requerimientos básicos de pa- ocurren al finalizar el año (noviembre y di- óptimas para lograr una buen ambiente y • Condiciones ambientales de la incu-
rentales, neonatos y levantes, para que el ciembre) (Figura 6b). Al aumentar de lati- por lo tanto no se obtendrá una produc- bación por día
sistema de manejo funcione y sea produc- tud los apareamientos se hacen más tardíos ción aceptable. Sin embargo, actualmente • Deshidratación de huevos
tivo. Básicamente se trata de suministrar (enero a marzo) (Tabla 2). algunas granjas implementan sistemas • Muertes embrionarias (causas)
en peso seco, una dieta que contenga al sencillos e ineficientes, con eclosiones • Fechas de nacimiento
menos 80% de proteína de origen animal, aproximadas del 50% sobre la totalidad de • % de eclosión
10% grasa y 10% de multivitaminas y mi- Tabla 2. Temporada de apareamiento en huevos fértiles (De La Ossa 1998). • % de fertilidad
nerales (De La Ossa 2002). El alimento de cautiverio para C. c. fuscus. Fuente: (Ulloa • % de mortalidad
buena calidad suministrado a las hembras et al. 1996). Los cuartos de incubación son infraestruc-
ovígeras, les permitirá elaborar yemas con turas provistas de paredes gruesas y forra- Los huevos deben ser recogidos de los
todos los elementos indispensables, así el Mes Zoocriaderos % das internamente con material sintético o corrales de reproducción habiendo trans-
embrión tendrá un normal desarrollo y por madera, lo que los hace térmicamente es- currido un lapso máximo de 15 horas
Noviembre 7 12,5
lo tanto una eclosión exitosa (Sierra 1994). tables. Estas incubadoras están provistas después de la postura (Pachón y Ramírez
Diciembre 8 14,3 de comandos automáticos, electromecáni- 1977), para ser trasladados y colocados
La frecuencia de alimentación varía a tra- Enero 14 25 cos o electrónicos, que controlan la tempe- en los sistemas de incubación controlada.
vés del año. Durante la época postrepro- Febrero 14 25 ratura en general y la mantiene constante Aquí se les debe garantizar el nivel de satu-
ductiva se realiza dos veces a la semana y de acuerdo a la programación que se reali- ración de oxígeno adecuado (20,5%), en el
Marzo 13 23,1
en la temporada reproductiva tres veces a ce. La humedad puede estar dada por va- ambiente gaseoso húmedo (HR: 98%), que
la semana. De igual manera varía la can- Total 56 100 porizadores o nebulizadores, en este caso rodea los huevos y con un sistema de calor
tidad de alimento. Se calcula un intervalo se provee para toda el área de incubación. o frío que mantenga estable la temperatu-
que va desde el 5% hasta el 10% del peso En otras situaciones se busca formar un ra, ya que de esta dependerá el tiempo de
vivo del animal a la semana, en concor- La oviposición es anual y se inicia con la microclima dentro de las cubetas donde incubación y la proporción de sexos de los
dancia con los requerimientos particula- construcción de un nido de hojarasca y/o se colocan los huevos. Este ambiente hú- neonatos eclosionados, así como su cali-
res y la estacionalidad reproductiva (De La material vegetal fresco, en donde se depo- medo es el producto de la evaporación del dad (Ulloa et al. 1996). De acuerdo con al-
Ossa 1998). Una alimentación adecuada sitan de 10 a 48 huevos aproximadamente, agua depositada en el fondo del recipiente gunos estudios realizados en cuatro siste-
y con frecuencias regulares hace que los con un promedio que depende de la talla o es producida por la liberación lenta de mas de incubación controlada, se apreció
parentales reduzcan sus niveles de agresi- y estado nutricional de la hembra, con algún material inerte saturado de agua, que un 55% de las muertes embrionarias
vidad, rompiéndose improntas del medio una media que puede estar cercana a los tal como la vermiculita o cualquier otro ocurrían en los primeros seis días de in-
natural e incluso llegándose a establecer 28 huevos por nido (Chiriví 1971, Medem material de origen vegetal similar al de los cubación y que las causas más probables
comportamientos de tolerancia intraespe- 1981, Rodríguez y Ulloa 1991). nidos. Todos estos sistemas requieren de estarían relacionadas con la recolección, el
cífica, con enemigos naturales como es el una supervisión diaria y de un monitoreo montaje y el manejo dentro de la incuba-
caso de babillas y caimanes. Incubación técnico que mida las diferentes variables dora. Dado que al momento de la oviposi-
La muerte embrionaria durante la incuba- físicas y biológicas. Implican también, ción el embrión flota libremente sobre el
Reproducción ción es claramente el mayor problema en como en todo proceso productivo contro- vitelo, su localización precisa depende de
Tal como ha sido reportado por Chirivi los programas de zoocría, tanto comercial lado que se lleven registros que permitan la posición del huevo en el nido. Si el huevo
(1971), Medem (1981) y Ulloa et al. (1996), como a nivel de conservación. La investi- detectar eventuales alteraciones y con los es movido durante las primeras 15 horas
el apareamiento de la babilla está relaciona- gación básica que tiene que ver con los fac- cuales se puedan ejecutar los correctivos luego de la postura, el embrión se mue-
do con factores ambientales, donde la lluvia tores físicos y biológicos que condicionan y necesarios (De La Ossa 1998). ve hacia el punto más alto de la yema sin
y tal vez el fotoperiodo tengan que ver con regulan el éxito de la eclosión es una prio- sufrir daños. Por el contrario si el huevo
esta actividad. Para los zoocriaderos se re- ridad (Ulloa et al. 1996). Los parámetros biológicos mínimos de se- es movido una vez que el embrión se ha
gistran cinco meses de actividad y los picos guimiento y control deben incluir: adherido a las membranas de la cáscara
parecen variar de acuerdo con el clima local En términos generales la incubación es un (16-24 horas después de la postura, apro-
y por lo tanto con la posición geográfica. factor crítico para la cría de crocodílidos, • Fecha de postura ximadamente), cualquier movimiento

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BIOLOGÍA Y CONSERVACIÓN DE LOS CROCODYLIA DE COLOMBIA

ZOOCRÍA

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brusco puede romper las aún incipientes Se recomienda que para animales menores
membranas que rodean al embrión y que de seis meses se mantengan de 10 a 15 in-
lo unen a la cáscara, ocasionándole la dividuos por m2, con una reducción de la
muerte en los días subsiguientes de incu- densidad a medida que los animales van
bación, ya que no podrá realizar ningún creciendo, hasta llegar a unos dos indivi-
tipo de intercambio gaseoso. De allí que duos por m2, con talla máxima promedio
se deba marcar la polaridad del huevo para de 120 cm de longitud total, que es la ta-
poderlo manipular durante las revisiones lla usual de sacrificio (Pachón y Ramírez
y poderlo reubicarlo posteriormente en la 1977, De La Ossa 1998).
posición original. Para mayor control, el
montaje de los nidos en la incubadora debe Alimentación a. b.
ser individual, así se podrá lograr un mejor El diseño de las dietas deben estar de
registro de los parámetros reproductivos, acuerdo con los productos que se tengan
fertilidad, mortalidad y eclosión (Sierra y la regularidad con que estos se consigan.
1994). Por lo general, se recurre a una base pro-
teica de origen animal, que puede estar
Neonatos y juveniles dada por pescado, desechos de matadero,
Existe una relación directa entre la calidad pollos de descarte, cabeza de camarón,
de la producción y la calidad de los paren- etc., enriqueciendo su composición con
tales. El sistema de incubación, manejo harinas de origen animal, aminoácidos,
del recién nacido, tipo de infraestructura premezclas vitaminas y sales (De La Ossa
de albergue, cantidad y calidad de la die- 1998). La cantidad y calidad de alimento
ta son determinantes para tener crías de suministrado es un factor definitivo en el
c. d.
excelentes condiciones biológicas, para éxito de esta actividad, pues una vez co-
alcanzar un buen desarrollo y lograr exce- nocidos los requerimientos nutricionales
lentes juveniles (De La Ossa 1998). de la especie, la cantidad de comida sumi-
nistrada debe estar ajustada proporcional-
Una vez eclosionados los huevos (Figura mente al peso del animal y a la eficiencia
6c), los neonatos (Figura 6d) deben ser de la dieta. Con estos valores es más fácil
desinfectados preventivamente en la re- elaborar la tabla técnica de alimentación
gión ventral sobre la cicatriz del ombligo para el criadero, la cual deberá ser específi-
y permanecer dentro de la incubadora o en ca para cada situación (De La Ossa op. cit.).
un ambiente similar el tiempo necesario, e. f.
para que el vitelo interno sea metaboli- El alimento en los recién nacidos y durante
zado y los animales no presenten abulta- los primeros seis meses de vida debe su-
miento en la zona ventral, como producto ministrarse diariamente, posteriormente
de la reciente internalización del vitelo. es posible bajar la frecuencia semanal. Por Figura 6. Zoocría de Caimán crocodylus fuscus.
Posteriormente, al momento de su trasla- lo general se tiene una dosificación que
do, se les debe aplicar gotas oftálmicas de acorde con la talla, va de cinco a siete ve- a. Parental. Foto: visita técnica de los funcionarios de la División Fauna Terrestre-Inderena.
manera profiláctica, ya que el cambio a un ces por semana. Lo anterior tiene sentido Zambrano, Bolívar (1990).
ambiente que implica concentración po- ya que un animal recién nacido y durante b. Apareamiento en cautiverio. Sucre. Foto: J. De La Ossa V.
blacional y aguas retenidas puede ocasio- su primera etapa de crecimiento, posee un c. Eclosión mediante incubación artificial. Barranquilla (2008). Foto: J. De La Ossa V.
nar conjuntivitis. El manejo debe hacerse metabolismo relativamente elevado y por d. Neonatos. Tolú (Sucre). Foto: A. De La Ossa-Lacayo.
a una densidad que dependerá del tamaño consiguiente experimenta las máximas e. Juveniles obtenidos en cautiverio. Foto: J. De La Ossa V.
de los animales y del diseño del encierro. tasa de crecimiento relativo y la máxima f. Juveniles obtenidos en cautiverio. Tolú (Sucre). Foto: A. De La Ossa-Lacayo.

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BIOLOGÍA Y CONSERVACIÓN DE LOS CROCODYLIA DE COLOMBIA

ZOOCRÍA

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eficiencia relativa para convertir el ali- reproductores pertenecen a la generación que los nidos de esta especie son excava- debe ser diario y el volumen entre el 30 y
mento en biomasa. En cuanto a los juveni- F1, la adaptación al cautiverio y al manejo dos en sustrato arenoso y su búsqueda es el 35% de alimento sobre el peso vivo a la
les (Figura 6 e, f), se establece al igual que será mucho mejor, lo cual redundará en más dispendiosa (De La Ossa 1998). semana para neonatos y para los juveniles
en parentales y neonatos, que la alimenta- un mayor rendimiento respecto a los ani- en un 12 o 15 % del peso corporal, tres o
ción debe ser suministrada de acuerdo a males silvestres. La relación entre sexos se Durante la recolección de los huevos hay cuatro raciones semanales (De La Ossa
las necesidades de la especie y al tamaño estima en un macho por cuatro hembras que hacer un registro de las variables am- 1998).
de los ejemplares. Se debe tener una fre- (1: 4); la densidad de manejo se ubica en bientales que tiene cada nido, luego de en-
cuencia mínima de tres raciones por se- un intervalo de 80 a 120 m2 por individuo contrar los huevos estos deben ser marca- Los registros de control tienen que cubrir
mana. En términos generales el manejo (Ulloa et al. 1996, De La Ossa 1998, 2002). dos indicando la polaridad de los mismos. por lo menos los siguientes aspectos:
de levantes es similar al de los neonatos y El montaje de nidadas dentro de la incuba-
por lo tanto, se deben tener en cuenta los Alimentación dora se debe llevar a cabo en forma indi- • Crecimiento: consignar datos men-
mismos parámetros de manejo (Pachón y Una dieta similar a la ofrecida a los repro- vidualizada, con el fin de ejercer un mejor suales de crecimiento de los ejempla-
Ramírez 1977, De La Ossa 1998). Como ductores de la babilla es funcional en esta control de los huevos. En la incubadora, res, lo que implica realizar pesajes y
en las otras áreas de los zoocriaderos, los especie. No obstante, debido al desarrollo los nidos deben ser revisados a diario, lo mediciones de un grupo seleccionado
registros de control tienen que referirse a corporal que alcanza el caimán aguja, la mismo que las variables físicas y el funcio- de animales.
cuestiones generales como el crecimiento, presentación debe ser en trozos de me- namiento interno (De La Ossa 1998). • Alimentación: cantidad ofrecida dia-
la eficiencia, la alimentación, morbilidad, diano a regular tamaño y en concordancia riamente y cantidad real consumida.
plan sanitario e investigación. con la talla de los ejemplares. Igualmente Los registros de control se deben diligen- • Plan sanitario: recambios de agua y
se recomienda el suministro de premez- ciar diariamente, esto permite llevar un procesos de desinfección periódica,
4.2. Crocodylus acutus clas multivitamínicas y multiminerales estricto manejo de los huevos en incuba-
tratamientos antiparasitarios.
proporcionalmente en cada ración (De La ción en aspectos tales como la fertilidad,
(caimán aguja)
Ossa 1998). muertes embrionarias, eclosión, deshi-
El manejo de C. acutus es muy similar al de 4.3. Encierros en general
dratación de huevos, tiempo y temperatu-
C. crocodilus, aunque existen algunas dife- Para la babilla y el caimán aguja, inde-
La ración semanal debe estar entre 5 y ra de incubación (De La Ossa 1998) (Figu-
rencias en el tipo de infraestructura im- pendientemente de la densidad de mane-
8% de peso corporal del animal, el ma- ra 7c).
plementada y ciertos cambios en cuanto jo -la cual está en relación con la talla del
nejo de estos porcentajes dependerá de la
al manejo de posturas y otros aspectos de animal-, los encierros son por lo general
estacionalidad reproductiva, por ejemplo Neonatos y juveniles
manejo, que se relacionan con los requeri- después de la época de postura se deberá similares. Para reproductores se utilizan
La densidad de los neonatos se establece
mientos básicos de alimentación. incrementar la ración semanal al máximo. entre 6 y 12 individuos por m², la cual va corrales cercados en malla eslabonada,
Crocodylus acutus se considera una especie disminuyendo a medida que los animales plaqueta de concreto o láminas de zinc. La
Reproductores piscívora (Álvarez del Toro 1974). En cuan- van creciendo (Figura 7d). El manejo de la altura varía: para C. c. fuscus 1,2 m y para
Los individuos que conforman el pie pa- to a los registros que se deben llevar, son densidad en intervalos óptimos permite C. acutus 2 m, son suficientes. Poseen un
rental deben tener una talla superior a en esencia los mismos que se describieron un buen crecimiento y una distribución lago central que puede ser sigmoideo o de
2,5 metros de longitud total (Figura 7a). para C. crocodilus. Su manejo y funcionali- uniforme de los animales dentro del encie- figura irregular, con ocupación de 50% al
Cuando son obtenidos del medio natural, dad es la misma, por lo que se recomienda rro, ya que altas concentraciones inducen 70% en espejo de agua. La ambientación
en virtud de una licencia de caza de fo- la actualización en cuanto a inventario, un comportamiento de “apilonamiento” en de la porción terrestre debe ser adecuada y
mento, la talla máxima que se logra captu- mortalidad y parámetros reproductivos las esquinas. Mensualmente se debe hacer mantener una cobertura del 60 al 80% (De
rar por lo general no supera los cuatro me- (De La Ossa 1998). la clasificación por talla de los animales, La Ossa 2002).
tros de longitud total. En cualquier caso, con esta sencilla pero eficiente práctica,
es necesario que la talla promedio de cada Incubación se logra la conformación de lotes de tallas Para neonatos y juveniles no existe dife-
uno de los reproductores sea en la medi- La recolección de huevos debe hacerse homogéneas, eliminándose la competencia rencia en cuanto a la forma y estructura
da de lo posible, lo más cercana entre sí. diariamente para evitar pérdidas por de- por acceso al alimento (Pachón y Ramírez de los encierros, los hay de diferentes es-
La homogeneidad del lote reproductor no predación (Figura 7b) y por factores am- 1977, De La Ossa 1998) (Figura 7e, f). tilos y siempre buscan una mejor distribu-
debe superar los 0,5 metros de longitud to- bientales adversos, además se facilita la ción espacial de los animales y reducción
tal entre individuos, con lo cual se favore- detección de las nuevas posturas dentro El alimento ofrecido debe ser rico en pro- de competencia por lugares de asoleado
ce el apareamiento. Cuando los ejemplares de los encierros. Se debe tener en cuenta teína de origen animal. El suministro y acceso a la alimentación. En general se

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BIOLOGÍA Y CONSERVACIÓN DE LOS CROCODYLIA DE COLOMBIA

ZOOCRÍA

M. A. Morales-B.

recomienda que las esquinas sean redon- se sumerge previamente el individuo en


deadas para evitar la acumulación de ani- un recipiente que contenga agua con hielo,
males (De La Ossa 2002). con una temperatura aproximada de 3 °C
durante 20 a 30 minutos, tiempo en el cual
En la figura 8 se puede observar diferen- hace “shock” térmico y luego se procede a
tes tipos de encierros utilizados en los la descerebración ya descrita (De La Ossa
zoocriaderos. 1998).

4.4. Aprovechamiento Posteriormente, cuando el animal está


a. b. El aprovechamiento tiene lugar una vez muerto y desangrado se lava con un des-
que el Ministerio del Medio Ambiente, a infectante durante cinco minutos, usual-
través de las Corporaciones Autónomas mente se utiliza una solución de hipoclo-
Regionales (CAR), autoriza el cupo para rito de sodio al 5%, la cual actúa como
el año de producción, basados en varias estabilizadora de cualquier actividad
visitas de control y en el concepto técni- bacteriana. Luego la piel es extraída ma-
co que respalda la producción lograda y nualmente (Figura 9 a). Acorde con las exi-
solicitada. gencias del mercado los cortes son de dos
tipos: “horn back” o “lomo”, que consiste
De forma general y operativa casi todos en hacer el corte a lo largo del vientre, de-
c. d. los zoocriaderos realizan una selección de jando la parte dorsal a la vista; “belly skin”
individuos para sacrificar. Esta selección o “barriga”, que implica cortar a través de
tiene el objeto de cumplir con los están- la línea media dorsal, dejando expuesta
dares de calidad exigidos por el mercado la parte ventral (Figura 9 b, c, d). Cuando
exterior. Durante el proceso se rechazan los animales son de talla grande, es decir
animales que no cumplen con las especifi- superiores a 130 cm de longitud total, tie-
caciones de tamaño y aquellos que por mal nen otra modalidad de corte cuyo objetivo
manejo u otras circunstancias presentan es la extracción de los flancos, dejándolos
alteraciones en la piel, por ejemplo hongos unidos por la piel gular y con la inclusión
y cicatrices (De La Ossa 1998). de la piel de las extremidades. Esto se de-
e. f. nomina “chaleco” (Figura 9 e). Después de
La forma como se sacrifican los animales efectuar la extracción, la piel es raspada
es en la mayoría de los casos, artesanal. para retirar los restos de grasa y carne,
Figura 7. Zoocría de Crocodylus acutus. En general consiste en una descerebración pasando luego al proceso de conservación,
manual del animal, para posteriormente el cual básicamente consiste en una des-
a. Reproductores mantenidos en zoocriadero de Barranquilla. Foto: E. Valencia. desmedular mediante una incisión a ni- infección y la aplicación de un bacterios-
b. Huevos. Foto: J. De La Ossa V. vel de las placas nucales en la zona donde tático inicial para luego ser deshidratada
c. Huevo y neonato . Foto: J. De La Ossa V. termina el cráneo cerca del occipucio, con mediante la utilización de abundante sal
d. Juveniles obtenidos por incubación en zoocriadero. Foto: A. Fajardo-Patiño. el fin de eliminar la movilidad (Ulloa et común (NaCl). El almacenamiento se pue-
e. Juveniles obtenidos en cautiverio en Tolú (Sucre). Foto: A. De La Ossa-Lacayo. al. 1996). No obstante ensayos realizados de efectuar en un medio frío (menor de 15
f. Captura. Foto: J. De La Ossa V. mediante enfriamiento, muestran que es grados) o mediante secado al sol, siendo
una buena alternativa con marcado carác- este último paso poco aconsejable en tér-
ter bioético. Para efectuar esta operación, minos de calidad (De La Ossa 1998).

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BIOLOGÍA Y CONSERVACIÓN DE LOS CROCODYLIA DE COLOMBIA

ZOOCRÍA

M. A. Morales-B.

a. b.
a. b.

c. d.
c. d.

e. f.
e. f.
Figura 8. Diferentes tipos de encierro utilizados en los zoocriaderos.

a. Encierro característico o tradicional para neonatos y juveniles. Tolú (Sucre). Foto: A. De Figura 9. Extracción de pieles de Caiman crocodilus fuscus.
La Ossa-Lacayo.
b. Encierro característico o tradicional para juveniles. Foto: E. Valencia. a. Extracción de pieles de Caiman crocodilus fuscus obtenidas en zoocriadero de
c. Manejo en áreas abiertas y de alta concentración, especial para juveniles. Tolú (Sucre). Barranquilla. Foto: E. Valencia.
Foto: A. De La Ossa-Lacayo. b. Corte tipo “barriga“. Foto: A. De La Ossa-Lacayo.
d. Encierro modificado con estructura geométrica en la porción de agua, formando cana- c. Tipos de corte en pieles curtidas acabadas, izquierda: “horn back” o “lomo”, derecha:
les que ayudan a una mejor distribución de los animales. Tolú (Sucre). Foto: A. De La belly skin” o “barriga”. Foto: J. De La Ossa V.
Ossa-Lacayo. d. Pieles curtidas y acabadas. Foto: J. De La Ossa V.
e. Encierro de juveniles. Foto: J. De La Ossa V. e. Corte tipo “chaleco“. Foto: E. Valencia.
f. Encierro de juveniles Foto: E. Valencia. f. Pieles listas para comercializar. Foto: A. De La Ossa-Lacayo.

250 251
BIOLOGÍA Y CONSERVACIÓN DE LOS CROCODYLIA DE COLOMBIA

ZOOCRÍA

M. A. Morales-B.

Crocodylus intermedius (caimán llanero) y programar las dietas. El uso de embuti- mal estado. Para los fines de liberación se
dos y concentrados se recomienda dado incuba a 30 °C para obtener hembras y así
el caso, en ejemplares que no van a ser ampliar el pie parental o garantizar la li-
Willington Martínez-Barreto, Robinson Manuel Surez-Daza liberados. beración de más hembras al medio silves-
y María Cristina Ardila-Robayo tre. Para obtener machos se incuba a 32 °C
Incubación (Ramírez 2000).
La recolección de un nido tiene lugar du-
El manejo en cautiverio del caimán llane- Alimentación rante las 48 horas siguientes a la postura. Neonatos y juveniles
ro se ha realizado de forma diferente a lo Al ser animales esencialmente carnívoros Las hembras son muy protectoras, así que Al nacer los cocodrilos deben ser atendidos
aplicado convencionalmente a otras espe- y dados su bajo metabolismo, no consu- se deben establecer normas de seguridad de forma individual y hay que realizar una
cies de crocodílidos, principalmente en lo men alimento diariamente. La proporción para esta labor. Durante el proceso de re- desinfección en el cierre del saco vitelino.
que respecta a la infraestructura y a las del alimento varía según la talla de los in- colección se toman datos del nido como: Luego se dejan en la incubadora hasta que
densidades poblacionales. En relación a la dividuos, lo cual incide en el tamaño de los temperatura ambiente, temperatura del absorban por completo el vitelo, este se
incubación esta se asemeja a las experien- trozos a preparar. La dieta se suministra nido, largo, ancho, profundidad y número nota en algunos animales como un abul-
cias con Crocodylus acutus. semanalmente en un solo día dependien- total de huevos. Los huevos se deben man- tamiento en el vientre. Se deben tomar los
do la época del año. Está conformada por tener con la misma polaridad con la que registros morfométricos, las observacio-
Reproductores una ración de pescado de criadero o del son encontrados dentro del nido. El trans- nes y realizar el marcaje establecido. La
Para conformar un pie parental, como en medio natural, carne y vísceras de res, porte se hace generalmente en el mismo densidad en este estadio de vida es de 15
otras especies de cocodrilos, el tamaño suplementado con vitaminas y minerales, sustrato de donde provienen los huevos y a 20 ejemplares en 5,4 m2. Por supuesto,
tiene gran importancia. Para el caimán del ajustadas en raciones específicas por ta- en cavas de icopor (poliestireno). Luego se hay que clasificar por tallas para evitar la
Orinoco el pie parental se estableció con maño y peso de cada individuo. Para los llevan a la incubadora donde a cada huevo competencia en la alimentación. Densida-
ejemplares capturados en medio silvestre, adultos la ración varía entre el 3 y el 5% del se le hace una valoración, se toman medi- des grandes de animales generan estrés y
donaciones o decomisos, de los cuales se peso del animal y para los neonatos está das de largo y ancho, peso y observaciones puede influir en un bajo consumo de ali-
han obtenido nuevas generaciones (F1 y en el 15%, distribuido en tres raciones se- generales. Inmediatamente se colocan en mento y disminuir su tasa de crecimiento.
F2), o conformando nuevos grupos paren- manales. Para los neonatos y los juveniles un sustrato de “torlita” el cual ayuda a
tales aumentado así la variabilidad genéti- es necesario mantener un control estricto mantener la humedad y garantiza un me- Para la identificación se utilizan dos siste-
ca de la población en cautiverio. Las hem- de tallas a fin de evitar un retroceso en el dio casi estéril en el proceso de incubación. mas de marcaje, uno que consiste en el cor-
bras destinadas a la reproducción deben crecimiento, dado que algunos individuos te de escamas caudales y otro, el sistema
tener un mínimo de longitud total de 2,8 de menor tamaño pueden no alimentarse. La temperatura de incubación es extre- electrónico el que consiste en la implanta-
m y en los machos igual o superior a los 3 La primera alimentación se puede realizar madamente importante en el embrión ción de un chip intradérmico.
m, tamaño que se obtiene entre los 7 y 10 de 4 a 6 días después de la eclosión. Por ser porque influye en la tasa de desarrollo, el
años siempre y cuando se usen protocolos animales mantenidos con fines liberación crecimiento, el tiempo de eclosión, la tasa En la figura 10 se muestran las instalacio-
nutricionales óptimos. Los individuos em- al medio silvestre, a los individuos de 1,2 de mortalidad y la determinación sexual, nes y los individuos de la EBTRF.
piezan a mostrar comportamiento repro- m (juveniles), se les suministra alimento por lo que se debe contar con ambiente
ductivo cuando alcanzan los 2,5 m y los 77 vivo (peces pequeños) para que los cap- controlado especifico. Para el caimán lla- Bibliografía
kg (Ramírez 2000). En la Estación de Bio- turen cada vez que tengan hambre. Este nero se recomienda una humedad rela- • Ramírez, J. A. 2000. Caimán llanero o co-
logía Tropical Roberto Franco la relación proceso ayuda a mantener las improntas tiva entre 90% y 96% y una temperatura codrilodel Orinoco (Crocodilus intermedius):
entre sexos se ha manejado de un macho de caza, necesarias para la supervivencia promedio de 31 °C. El tiempo promedio conservación y conocimiento público en
por una hembra (1:1) o un macho por tres por el resto de su vida. de incubación en cautiverio es de 85 a 90 la Orinoquia colombiana. Zoodivulgación
hembras (1:3), en encierros de concreto de días. Se debe hacer revisión diaria de los año 2 N° 1.
50 m2 o seminaturales de 1.250 m2, con A cada encierro se le lleva un registro de huevos e ir descartando los que están en
una proporción del 70% de agua y 30% de control de cantidad de alimento suminis-
zona seca en la que se adecuan playas arti- trado y retirado al siguiente día, lo que
ficiales para anidación y comederos. permite evaluar el consumo por encierro

252 253
BIOLOGÍA Y CONSERVACIÓN DE LOS CROCODYLIA DE COLOMBIA

ZOOCRÍA

M. A. Morales-B.

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c. Neonato. Foto: M. A. Morales-Betancourt. • Ministerio del Medio Ambiente. 1995. zerland and Cambridge UK.
d. Encierro para adultos. Foto: C. A. Lasso. Plan nacional de desarrollo ambiental: el
e. Encierro de juveniles. Foto: M. A. Morales-Betancourt.
f. Adultos s en la EBTRF. Foto: M. A. Morales-Betancourt.

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BIOLOGÍA Y CONSERVACIÓN DE LOS CROCODYLIA DE COLOMBIA

ZOOCRÍA

M. A. Morales-B.

Anexo 1. Otros ítems exportados de Caiman crocodilus fuscus. Anexo 2. Otros ítems exportados de Caiman crocodilus crocodilus.

Artículos Retazos
Pares
Animales Correas Carne
Artículos Pares de Animales Correas de
Año  Colas Carteras de Cintos Año  Colas Carteras
de cuero de pieles vivos de reloj (kg) de cuero zapatos vivos reloj
zapatos
1976            
1976
1977         50  
1977
1978 4.480          
1978 1.225
1979            
1979 2 6.009
1980 1980            
1981 1981           9.744
1982 1982            
1983 3 1983     5      
1984 2 1984 221     126    
1985 1985           29
1986 4 1986 2          
1987 1987            
1988 1988 6     6    
1989 505 1989         20  
1990 18 3 4.750 1990           208
1991 661 15.250 57 6 30 1991         102  
1992 218 41.781 186 1992 1.566         446
1993 1.447 66.683 30 242 21
1993   3.000     550  
1994 3.323 48.925 955 1368 91 6.080 1.814
1994 88     151 25 1.359
1995 2.064 89.773 542 71 8.053
1995 673 18.201 43     125
1996 4.710 32.821 12.170 367 874 1.020 321 7.149
1996   2.367 3 30    
1997 2.427 40.905 1.500 46 100 210 454
1997 787 5.800        
1998 5.575 62.931 11.370 2.344
1998 124       582  
1999 5.015 69.636 13.729 394 48 445
2000 6.988 85.371 30.916 2842 48 519 1999 38          
2001 6.166 116.122 76.151 58 2000 148     632    
2002 10.734 29.071 4.145 2001            
2003 28.112 48.873 18.320 367 2002 19          
2004 12.990 53.669 25.462 233 30,5 2003            
2005 28.459 44.299 36.067 18 2004            
2006 24.344 45.381 17.673 2005            
2007 57.294 43.175 5.725 200 2006            
2008 37.121 37.500 4.793 200 2007            
2009 47.831 24.444 530 2008 1          
2010 42.436 29.914 10.428 10 2009            
2011 31.020 11.700 15.636 2010            
2011 4          
Totales 360.184 1.038.224 291.382 1.744 6.562 8.729 238 15.628 9.448
Total 8.157 29.368 51 945 1.329 11.911

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M. A. Morales-B.
14. Genética del orden
Crocodylia en Colombia
Paul Bloor

En las últimas décadas, los métodos de iguales debido a las diferencias genéticas
genética molecular en la investigación y demográficas de cada población. Los es-
aplicada a la conservación, han pasado de tudios más relevantes abarcan aspectos
una relativa oscuridad a un énfasis sig- como la evaluación de la estructura y del
nificativo en la medida que las técnicas estatus poblacional, la identificación ta-
moleculares han incrementado nuestra xonómica, la identificación de híbridos,
capacidad para definir las relaciones en- parentesco entre individuos y poblaciones
tre individuos, poblaciones y especies. En (linajes evolutivos), la identificación fo-
cada uno de estos niveles, las técnicas de rense y acciones para el manejo y conser-
genética molecular proporcionan herra- vación (Flint et al. 2000, Dever et al. 2002,
mientas adecuadas para evaluar los proce- Fitzsimmons et al. 2002, Farias et al. 2004,
sos y desarrollar acciones de conservación Ray et al. 2004, Vasconcelos et al. 2006,
y manejo. Estas técnicas ahora forman
Wang et al. 2006, Amavet et al. 2007,
parte del repertorio de herramientas im-
Russello et al. 2007, Venega-Anaya et al.
prescindibles para hacer frente a nuestra
2007, Cedeño-Vázquez et al. 2008, Hrbek
creciente pérdida de biodiversidad y a las
et al. 2008, McVay et al. 2008, Murillo et
acciones urgentes que requieren su mane-
al. 2008, Rodríguez et al. 2008, Venegas-
jo (Frankham et al. 2002, DeSalle y Amato
2004, Frankham 2010a). Anaya et al. 2008, Weaver et al. 2008, Bis-
hop et al. 2009, Eaton et al. 2009, Mega-
Un número amplio de estudios han aplica- nathan et al. 2009, Cotroneo 2010, Hinlo
do las técnicas de genética molecular para 2010, Milian-Garcia et al. 2011, Luck et al.
resolver muchos temas de genética a nivel 2012). Mientras que existen incontables
de poblaciones e individuos para la con- experiencias de este tipo registradas en la
servación, manejo y recuperación de los literatura, son muy pocos los estudios ge-
crocodílidos. Los alcances y la metodolo- néticos que se han realizado en Colombia.
gía de los trabajos dependen generalmente A la fecha de la escritura de este capítulo,
de las metas y objetivos de los programas sólo se había registrado una publicación
de conservación, los cuales no siempre son que ha utilizado técnicas moleculares en

Babilla (Caiman crocodilus). Foto: F. Trujillo 259


BIOLOGÍA Y CONSERVACIÓN DE LOS CROCODYLIA DE COLOMBIA

GENÉTICA

F. Cáceres

crocodílidos en Colombia (Cuervo-Alarcón La aplicación de herramientas La consideración de las escalas espacial y en programas de manejo ex situ o de re-
y Burbano-Montenegro 2012). genéticas moleculares para la temporal, es fundamental para formular introducción, los recursos podrían ser
conservación y el manejo coherentemente las preguntas para análi- mal encaminados a proteger una especie
La ausencia evidente de estudios de este Si se asume que el objetivo de la conserva- sis genéticos (Frankham et al. 2002, Avise abundante desamparando las más priori-
tipo en Colombia influye sobre las nece- ción es la preservación de la mayor canti- 2004). Esto es porque, entre otras cosas, tarias, o se podrían establecer programas
sidades de conservación y manejo que las dad de variación genética como sea posible el grado de divergencia genética es una de conservación para especies híbridas
especies enfrentan en el país. Colombia es para todos los niveles de la biodiversidad, función de la magnitud de la separación mal identificadas (Ryder 1986, O’Brien
uno de los países con mayor diversidad de entonces la conservación estará estrecha- espacio-temporal o “distancia” entre dos y Mayr 1991, Ball y Avise 1992). Si bien
crocodílidos en el mundo, con seis especies mente ligada al conocimiento taxonómico. organismos comparados. Esa diferencia- en la práctica, la taxonomía de una po-
reconocidas: dos pertenecientes a la sub- Si las prioridades de conservación y mane- ción genética entre individuos y poblacio- blación en particular puede resolverse
familia Crocodylinae (Crocodylus acutus y jo están basadas en las designaciones de nes resulta de la conjugación de patrones usualmente con suficientes datos mor-
Crocodylus intermedius) y cuatro a la sub- especies, subespecies, segmentos pobla- espacio-temporales pasados (históricos) fológicos, ecológicos y reproductivos,
familia Alligatorinae (Melanosuchus niger, ciones distintos (DPSs por sus siglas en y presentes (contemporáneos) del flujo los datos genéticos pueden proporcionar
Paleosuchus palpebrosus, Paleosuchus tri- inglés) o unidades evolutivas significati- genético, en el cual la deriva genética, las una herramienta importante a través la
gonatus y Caiman crocodilus). No hay duda vas (ESUs por sus siglas en inglés), el aná- mutaciones y las presiones selectivas y descripción precisa de variación intra-
alguna de que la mayoría de estas especies lisis de ADN es cada vez más importante medioambientales, afectan la divergencia específica y divergencia inter-especifica
enfrentan serias amenazas de supervi- para determinar los límites geográficos y genética (Avise 2000, 2004). De esta ma- (Avise 2000, Frankham et al. 2002). Uno
vencia, sin embargo en ausencia de infor- evolutivos de cada una de estas designa- nera, si se está interesado en la distinción de los casos en crocodílidos colombianos
mación básica concerniente a su estruc- ciones (Ryder 1986, Moritz 1994, Vogler y de organismos diferenciados recientemen- que mejor ejemplifica la importancia de la
tura y estatus poblacional, se hace difícil Desalle 1994, Moritz 1995, Crandall et al. te (próximamente relacionados), la identi- precisión taxonómica, es el de Crocodylus
plantear acciones de manejo e identificar 2000, Frankham et al. 2002). Lejos de ser ficación molecular de especies o la deter- intermedius Graves 1819, una de las dos
las prioridades de conservación para cada solamente consideraciones estrictamente minación de la hibridación entre especies, especies de la subfamilia Crocodylinae
especie. En este escenario la aplicación de académicas, la precisión en la definición se deberá contar con los marcadores mole- presentes en Colombia y que pese a estar
herramientas de genética molecular pue- y delimitación de estas designaciones es culares con la apropiada capacidad de de- categorizada como en peligro de extin-
den jugar un papel significativo. de importancia crítica en la priorización tección o sensibilidad necesaria. ción, se propuso en el 2007 como espe-
de esfuerzos para la conservación y puede cie sinónima de C. acutus en reportes no
En este capítulo se ofrece una sinópsis del tener importantes consecuencias legales Definiciones taxonómicas e identi- publicados pero presentados en el “Third
contexto general de las aplicaciones de las de acuerdo con las leyes de protección aso- ficación de unidades de manejo para International Workshop on Crocodilian
técnicas de genética molecular en los cro- ciadas a cada una de ellas, sean especies conservación Genetics and Genomics”.
codílidos de Colombia. No es la intención amenazadas o en peligro de extinción. Un paso crítico en la conservación de es-
de este capítulo discutir las fortalezas y/o A pesar de la importancia de definir las pecies es el entendimiento de su taxono- Entre los años 1920 y 1950, Crocodylus
limitaciones de los marcadores molecula- designaciones de especies, subespecies, mía. ¿Es mono-específica la población de intermedius estuvo sometida a una inten-
res disponibles, para ello existe una am- DPSs o ESUs, su delimitación no siempre interés? ¿El taxón bajo análisis consta de sa caza para comercializar sus pieles hasta
plia literatura (p. e. Schlotterer 2004), sino es clara, más aún cuando los fenómenos de múltiples especies crípticas o es una frac- el punto de llevarla casi al borde de la ex-
ofrecer una síntesis de los avances recien- hibridación confunden los análisis taxo- ción de la variación clinal de un taxón de tinción, tanto en Colombia como en Vene-
tes y estado actual en la aplicación de las nómicos y por ende las acciones de conser- amplia distribución?. En la biología de la zuela (Medem 1981, Baptiste et al. 2002).
técnicas moleculares para la conservación vación. Aunque los avances en la genética conservación, muchas decisiones erróneas Por este motivo el Ministerio de Agricul-
y el manejo. La mayoría de los ejemplos se de la conservación demuestran que las téc- pueden resultar de una mala asignación tura de Colombia estableció una veda para
extraen de trabajos recientes, algunos de nicas moleculares de reconocimiento de taxonómica para el organismo de interés. la captura de esta especie en 1976 por
los cuales siguen en marcha. Aunque algu- especies son muy útiles en dar respuesta Es posible que no se pueda diferenciar tiempo indefinido en todo el territorio
nos de los resultados reportados acá no son a preguntas taxonómicas habituales, aún taxones crípticos y por ende se extinga nacional. Además la especie fue incluida
concluyentes, ellos representan en muchos existen diferencias filosóficas entre algu- debido a que este no se tuvo en cuenta en el Apéndice I por la Convención sobre
de los casos un importante paso en la apli- nos investigadores en torno a conceptos en programas de conservación. También el Comercio Internacional de Especies
cación de herramientas genéticas molecu- fundamentales de la distinción molecular es posible que especies taxonómicamen- Amenazadas de Fauna y Flora Silves-
lares para los crocodílidos en Colombia. de las especies. te mal determinadas hibriden con otras tres (CITES) en 1975 y se catalogó como

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GENÉTICA

F. Cáceres

una especie En Peligro Crítico (CR) por la se consideró importante este núcleo como acutus con localidad conocida, provenien- colecciones zoológicas, puede proveer de
Unión Internacional para la Conservación una fuente importante de ejemplares para tes de zoocriaderos privados ubicados en un medio robusto para resolver inquie-
de la Naturaleza y los Recursos Naturales los propósitos del Programa nacional para la región Caribe de Colombia. Los análisis tudes taxonómicas en todas las sub-dis-
(UICN) desde 1984. Finalmente, el Minis- la conservación del caimán llanero (MMA filogenéticos resultantes agruparon a los ciplinas de la sistemática molecular y de
terio de Medio Ambiente en su Resolución et al. 2002). individuos de las dos especies en dos cla- la genética de poblaciones (Wandeler et
N° 0676 del 21 de julio de 1997 la declaró dos distintos. Aunque las diferencias gené- al. 2007, Hekkala et al. 2011). Con la lle-
como una especie en peligro de extinción Cinco años más tarde en 2007, en el “Third ticas entre los dos grupos indicaron una se- gada de técnicas optimizadas para el tra-
en el territorio nacional y se dictaron me- International Workshop on Crocodilian paración histórica reciente, los resultados bajo con ADN contenido en muestras de
didas para su protección entre las cuales, Genetics and Genomics”, Venegas-Anaya sugieren que el estatus especifico C. inter- museo, las colecciones científicas se han
se encontraban medidas de manejo ex et al. (2007), cuestionaron el estatus ta- medius debería mantenerse. Este resultado convertido en una fuente fundamental de
situ de poblaciones silvestres, en la cuales xonómico de C. intermedius basándose en contribuyó a dar mayor credibilidad a los estudios en la genética de la conservación.
la Estación de Biología Tropical Roberto análisis de marcadores moleculares de esfuerzos de conservación actuales de esta
Franco de la Universidad Nacional de Co- ADN mitocondrial, que según los investi- especie, particularmente al Programa. Por ejemplo, análisis preliminares usando
lombia, ha jugado un papel preponderante gadores, agrupó C. intermedius con el clado fragmentos cortos de ADN mitocondrial
durante más de 15 años. generalmente reconocido como C. acutus, En algunas situaciones, la aclaración de antiguo, extraído de diversos paratipos
por lo que se sugirió que las dos especies especies puede no resultar en una di- de cráneos asignados a la subespecie C.
La distribución de C. intermedius está limi- deberían ser sinominizadas. Aunque los ferenciación, si no que por el contrario c. apaporiensis Medem 1955 en el Museo
tada únicamente a la cuenca del rio Orino- datos no han sido publicados en un do- puede resultar en la agrupación taxones de Ciencias Naturales de la Universidad
co en Colombia y Venezuela. En Colombia cumento científico, si esta información previamente separados como es el caso Nacional de Colombia (Figura 1 c, d) y de
el límite de distribución occidental es el resultara ser veraz, las implicaciones con de las subespecies de la especie Caiman muestras de individuos de poblaciones
río Duda en el departamento del Meta y respecto a casi 40 años de políticas de crocodilus. Según lo reportado por Velas- silvestres de C. c. crocodilus, permitieron
penetra por el sur hasta el río Guaviare, conservación y manejo en cautiverio de C. co y Ayarzagüeña (2010) en Colombia se cuestionar la validez de la determinación
el bajo río Inírida y San Fernando de Ata- intermedius tendrían un fuerte impacto en encontrarían cuatro subespecies de la es- taxonómica de tales cráneos como C. c.
bapo (Rueda-Almonacid et al. 2007). En el país. pecie Caiman crocodilus: Caiman crocodilus apaporiensis, puesto que en un análisis fi-
Colombia se reconocen al menos cuatro chiapasius a lo largo de la costa Pacífica y logenético, las muestras del museo iden-
relictos importantes de C. intermedius: el Por este motivo, se hizo necesaria la va- el Caribe; Caimain crocodilus crocodilus, en tificadas como C. c. apaporiensis anidaron
primero en los ríos Ele, Cravo Norte y Lipa, lidación de esta información para dar las cuencas Orinoco y Amazonas; Caimain en el clado reconocido como C. c. crocodilus.
el segundo en los ríos Duda y Guayabero, continuidad a las acciones propuestas en crocodilus fuscus en la costa Caribe y al este Pese a que los resultados agrupan a estas
el tercero en la zona media del río Meta Programa Nacional de conservación del del río Sinú y el Caiman crocodilus apapo- dos designaciones en una subespecie, po-
entre la Primavera y la Culebra y el cuarto caimán llanero. En el estudio (Posso-Pelaez riensis en el río Apaporis y otros afluentes dría potencialmente menoscabar el enfo-
se encuentra en el rio Vichada entre el río en preparación a), realizado por el Grupo de del Amazonas. No obstante, un análisis que de conservación que ha recibido C. c.
Muco y la Raya (Castaño-Mora 2002). Biodiversidad y Recursos Genéticos del Ins- preliminar de secuencias de los genes mi- apaporiensis, lo cual sería una acción pre-
tituto de Genética y la Estación de Biología tocondriales completos de Citocromo b y cipitada debido a que los resultados pre-
El censo realizado en 1996 mencionó la Tropical Roberto Franco de la Universidad Citocromo Oxidasa I de muestras de indi- liminares están soportados en ADN alta-
posible presencia de individuos aislados Nacional de Colombia, se analizó informa- viduos de poblaciones a lo largo de la costa mente degradado y proveniente de pocos
en los ríos Lipa y Orinoco (dentro del Par- ción de secuencias de los genes completos Pacífica y la costa Caribe, incluyendo el Ca- cráneos, por lo que se debe tener la mayor
que Nacional El Tuparro). Sin embargo, de Citocromo B y Citocromo Oxidasa I de tatumbo, indicaron la ausencia de diferen- precaución antes de sinonimizar las sub-
en El Tuparro no se han registrado avis- ADN mitocondrial de individuos para la re- cias genéticas significativas y la presencia especies hasta que no se obtengan más
tamientos recientes (Patiño com. pers.). construcción de las relaciones filogenéticas única de la subespecie en ambas vertien- datos genéticos. Actualmente este trabajo
Posteriormente un nuevo censo realizado del género Crocodylus en Colombia. Para tes: C. c. fuscus. sigue en marcha y los esfuerzos están en-
en el 2002 indicó que la estructura pobla- reconstruir las relaciones filogenéticas se focados en la obtención de secuencias de
cional y la estructura demográfica en los utilizaron muestras de individuos reporta- Además de la inclusión de ADN provenien- los genes completos de Citocromo B y Ci-
ríos Ele, Lipa y Cravo Norte, no había cam- dos como C. intermedius de la Estación de te de muestreos de poblaciones naturales tocromo Oxidasa I de ADN mitocondrial
biado significativamente desde el censo Biología Tropical Roberto Franco y mues- (Figura 1 a, b), la integración de análisis de de los paratipos de cráneos asignados a la
realizado en el 1996. Desde ese momento tras de individuos identificados como C. ADN antiguo o proveniente de museos y subespecie C. c. apaporiensis. Sin embargo,

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BIOLOGÍA Y CONSERVACIÓN DE LOS CROCODYLIA DE COLOMBIA

GENÉTICA

F. Cáceres

si los resultados previos se corroboran, de las poblaciones muestreadas, estos da-


las dos subespecies representarían un ex- tos también pueden ser valiosos para su
celente modelo para comprender la evo- conservación en tanto que son útiles para
lución de la divergencia morfológica en definir las unidades de conservación y de-
Caiman crocodilus. terminar las acciones de manejo (Moritz
1994, Crandall et al. 2000, Frankham et al.
La descripción de la distribución geográ- 2002). Es relevante decir que las diferen-
fica de la variación genética inter e intra tes poblaciones de una misma especie pue-
poblacional, también puede proveer in- den evidenciar una diferenciación genéti-
formación valiosa sobre los procesos de- ca tan significativa, que se puede justificar
a. b. mográficos contemporáneos e históricos perfectamente un programa de conserva-
de las poblaciones (Avise 2000, 2004). ción para esa población sin que sea consi-
Así mismo, las relaciones genéticas entre derada una especie distinta, pero sí como
las poblaciones pueden ser usadas para una unidad de conservación distinta. En-
deducir patrones históricos de flujo gené- tonces, la delimitación apropiada de esas
tico entre ellas. Por ejemplo la inclusion unidades de conservación, requiere de un
de la secuencia de C. crocodilus de Améri- ejercicio intelectual en el que convergen
ca Central y de Suramérica de un estudio tanto la genética de poblaciones como la
previo (Venegas-Anaya et al. 2008), en un sistemática molecular. Las unidades de
análisis con secuencias de C. crocodilus de conservación descritas, pese a que tengan
Colombia, permitió estimar las relaciones una historia común “muy” reciente, deben
a lo largo del grupo C. crocodilus. tener programas de manejo independien-
c. d. tes para preservar la diversidad biológica y
Venegas-Anaya et al. (2008) reportaron la el potencial evolutivo de la especie.
presencia de dos clados principales de C. c.
fuscus en el sur de América Central. Estos Cuando las poblaciones diferentes de una
dos clados mostraron una diversidad ha- especie están geográficamente estructura-
plotípica sustancial sin estructura geográ- das, las unidades de conservación poten-
fica al interior de los clados. En el análisis ciales pueden ser identificadas usando una
los individuos de C. c. fuscus de Colombia estimación que combine datos geográficos
se agruparon (compartiendo el haplotipo y filogenéticos (filogeografía). Gran par-
ancestral) dentro del clado más al sur de te de la variación genética de las especies
e. f. C. c. fuscus del sur de América Central. El se encuentra asociada a las diferencias
patrón de diversidad haplotípica dentro entre poblaciones agrupadas por regio-
de C. c. fuscus indica que las poblaciones nes geográficas (Avise 2000). Los grupos
Figura 1. Imagenes de los estudios de genética molecular de los Crocodylia en Colombia. actuales de C. c. fuscus en Colombia proba- principales de poblaciones que han sido
Fotos: Grupo Biodiversidad y Recursos Genéticos. blemente son el resultado de una expan- históricamente aisladas representan los
sión histórica reciente de un único linaje depositarios primordiales de la diversidad
a. Toma de muestra genética de Caiman crocodilus fuscus. del sur de América Central. genética y por esta razón son los mejo-
b. Caiman crocodilus (zoocriadero). res candidatos para aportar la diversidad
c. Cráneos de Caiman crocodilus apaporiensis del Instituto de Ciencias Naturales, Universi- Mientras que la distribución de la varia- genética importante a nivel adaptativo,
dad Nacional de Colombia. ción geográfica dentro y entre los taxo- dado que los genomas de poblaciones ais-
d. Procesamiento de cráneos de Caiman crocodilus apaporiensis para extracción de ADN. nes puede proveer información sobre los ladas durante un periodo largo de tiempo
e. Toma de muestra genética de Crocodylus acutus (zoocriadero). procesos tanto históricos como contem- probablemente han acumulado variación
f. Almacenamiento de muestra genético. poráneos de la demografía y la evolución genética adaptativa. En función de lo

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BIOLOGÍA Y CONSERVACIÓN DE LOS CROCODYLIA DE COLOMBIA

GENÉTICA

F. Cáceres

anterior los grupos de poblaciones filoge- cuando pertencen a unidades filogenéticas la pérdida aleatoria de alelos, que a su vez contrarrestadas mediante la introducción
néticamente distintas representan unida- o evolutivas distintas, ocurriendo lo que causa una disminución en la diversidad de individuos de poblaciones genética-
des apropiadas para priorizar los esfuer- se denomina depresión híbrida en los in- genética y un aumento en la homocigosis mente distintas (Moritz 1999, Sigg 2006).
zos en conservación (ver p. e. Ryder 1986, dividuos (Templeton et al. 1986). (Frankham et al. 2002). La homocigosis
Vogler y Desalle 1994, Moritz 1995). elevada puede causar aumento de la ex- Manejo genético de poblaciones en
La depresión híbrida puede afectar el éxi- presión de los alelos recesivos (Frankham cautiverio
La identificación de unidades apropiadas to de los programas de reintroducción o et al. 2002, Keller y Waller 2002). Debido a Los fundadores de una población en cau-
para la conservación es de gran impor- reforzamiento poblacional, así como la que estos alelos recesivos frecuentemente tiverio pueden provenir de diferentes lu-
tancia para la correcta implementación viabilidad de las poblaciones remanentes. tienen efectos deletéreos, el “fitness” pro- gares conocidos o desconocidos y así mis-
de los programas de introducción y cría Por lo tanto, cualquier translocación de medio de la población puede disminuir, un mo pueden pertenecer a diferentes linajes
en cautiverio. Para estos programas de individuos provenientes de otros lugares fenómeno conocido como depresión por genéticos distintos. Por lo tanto es muy
conservación, se debe distinguir entre dos para fortalecer la viabilidad demográfica y endogamia lo cual puede reducir la viabili- importante identificar la posible existen-
contextos diferentes para la introducción genética (o refuerzo genético) de una po- dad de la población (Keller y Waller 2002). cia de más de un linaje genético entre los
de individuos. Siguiendo las definiciones blación, se debe evaluar cuidadosamente y fundadores. Eso con el fin de definir las
dadas por la International Union for Con- tener en cuenta la existencia de la estruc- Para mitigar las consecuencias poten- unidades de manejo para la población ex
servation of Nature, el término reintro- tura filogeográfica dentro de la especie. cialmente perjudiciales de la depresión situ antes de iniciar la fundación de la po-
ducción se refiere al intento de establecer La prioridad en el caso de una reintroduc- por endogamia en poblaciones reducidas blación y evitar el fenómeno de depresión
una especie en un área que alguna vez for- ción es que la viabilidad, la persistencia y y mejorar la viabilidad de poblaciones híbrida. El proceso de fundación debería
mó parte de su área de distribución histó- el número de individuos se establezcan y consanguíneas, se establecen programas establecer en primera instancia las carac-
rica, pero que ya está extinta (restableci- se reproduzcan con éxito, dejando en se- de reforzamiento poblacional que tienen terísticas para la población cautiva y por
miento es un sinónimo de reintroducción gundo plano el “cotejo” filogenético. La como objetivo minimizar la endogamia y ende, su valor para la conservación de la
que se aplica cuando esta ha sido exitosa), estrategia de reintroducir individuos de la pérdida de variación genética mediante especie y programas de reintroducción. En
mientras que el reforzamiento poblacional diferentes poblaciones que están adapta- la introducción de individuos no consan- un estudio (Posso-Pelaez en preparación
se refiere a la incorporación de individuos dos a ambientes similares puede reducir guíneos, es decir, material genético de b), utilizando las secuencias de los genes
a una población existente de la misma la posibilidad de la endogamia y depre- otras poblaciones (Tallmon et al. 2004, completos de Citocromo B y Citocromo
especie (IUCN/SSC 2013). Ambos méto- sión híbrida. Sin embargo, mientras que Hedrick 2005, Edmands 2007, Frankham Oxidasa I de ADN mitocondrial, se evaluó
dos pueden implicar translocaciones (el las predicciones teóricas de la depresión et al. 2011, Hedrick et al. 2011). El impac- la presencia de más de un linaje evolutivo
movimiento intencionado de individuos híbrida se entienden bien, en la práctica to del reforzamiento poblacional sobre la distinto o ESUs en la población ex situ de
de poblaciones naturales de una parte de puede ser difícil decidir si los grupos dife- viabilidad de la población va a depender de C. intermedius de la Estación de Biología
su área de distribución a otra). Cuando se rentes merecen un manejo independiente los efectos tanto positivos como negativos Tropical Roberto Franco.
están evaluando individuos o poblaciones (Edmands 2002, Edmands y Timmerman producto de la hibridación (Hedrick y Fre-
para los programas de introducción es 2003, Edmands 2007). drickson 2010). A diferencia de programas La diversidad haplotípica detectada en
importante tener en cuenta dos aspectos de reforzamiento poblacional, los progra- la población ex situ de C. intermedius de
genéticos: la variación genética y la inte- Las consideraciones en cuanto a la va- mas de reintroducción son especialmente la EBTRF, resultó mayor que en otras es-
gridad genética. riación genética están relacionadas con propensos al efecto fundador, ya que gene- pecies de crocodílidos de poblaciones es-
el tamaño de la población, la cual puede ralmente se inician con la presencia de po- tudiadas en su hábitat natural, como es
La integridad genética se refiere al man- influir en la intensidad de la deriva gené- cos individuos, lo que conlleva a la perdida el caso de Crocodylus rhombifer (Milian-
tenimiento de la estructura filogeográfica tica, al igual que la endogamia causada de variación genética. Adicionalmente, los Garcia et al. 2011). Este resultado podría
natural (unidades evolutivas distintas) por el apareamiento entre consanguíneos efectos de la deriva genética puede llevar a ser la consecuencia de diferencias en el
dentro de una especie. Es importante (Frankham et al. 2002). Estos procesos que la nueva población se diferencie rápi- número de los individuos analizados en
mantener esta integridad genética cuan- tendrán mayores impactos sobre el “fit- damente de las poblaciones de origen des- los dos estudios. Alternativamente podría
do se tomen decisiones con respecto al ness” de la población, en la medida que pués del evento fundador (p. e. Williams ser la consecuencia de la procedencia de
cruzamiento de individuos, debido a que el tamaño de la población disminuye (Le- et al. 2000, Sigg 2006, Snoj et al. 2007). múltiples lugares geográficos de los fun-
el cruce de estos puede resultar en una berg 1993, Keller y Waller 2002, Keller et Las reducciones en la diversidad genética dadores de C. intermedius. Sin embargo
disminución del “fitness” de los individuos al. 2006). La deriva genética dará lugar a producto del efecto fundador pueden ser basado en los datos actuales no es posible

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discriminar entre las dos hipótesis. Los relaciones genéticas presentes entre los prevenir la extinción local de la misma para programas de reintroducción o para
niveles de divergencia haplotípica no indi- parentales. (Castaño-Mora 2002). Una estrategia de reforzamiento poblacional. Hasta la fecha,
can la necesidad de establecer más de una conservación de C. acutus se implementó ningún estudio ni morfológico ni molecu-
unidad de manejo en población ex situ ac- Si bien la EBTRF es un caso ejemplar en originalmente en 1991 en la bahía de Cis- lar se había ocupado de establecer las re-
tual de C. intermedius de la EBTRF. cuanto a la conservación de crocodílidos patá (departamento de Córdoba, Caribe). laciones filogenéticas del grupo C. acutus
en Colombia, no todas las poblaciones Sin embargo, todavía no se ha aprobado en Colombia, por lo que se sabe muy poco
Suponiendo que las incertidumbres taxo- cautivas se fundan con la intención de una estrategia nacional de conservación acerca de los niveles de diferenciación de
nómicas y la delimitación de las unidades conservar las especies o de proporcionar por el gobierno colombiano (Rueda-Al- los poblaciones naturales o en cautiverio.
de manejo han sido resueltas, el objetivo individuos a programas de reintroducción. monacid et al. 2007). El primer proyecto Por lo tanto el valor actual de las poblacio-
principal se convierte en mantener la di- Tal es el caso de las poblaciones cautivas piloto de reforzamiento poblacional de C. nes comerciales para programas de con-
versidad genética y minimizar la endoga- de C. acutus en zoocriaderos comerciales. acutus se llevó a cabo en 1998, cuando los servación y reintroducción de la especie es
mia (Frankham 2010b). Una de las contri- individuos criados en la Estación de Fauna desconocido.
buciones más importantes de la genética En Colombia, C. acutus está ampliamen- Silvestre de San Marcos (departamento de
al manejo de poblaciones en cautiverio es te distribuido en las regiones costeras y Sucre, costa del Caribe) fueron puestos en En un estudio preliminar sobre la diversi-
el diseño de programas de apareamiento tierras bajas, incluyendo el Caribe y las libertad en el Playoncito Pantano (depar- dad genética de C. acutus (Viloria-Lagares
que minimicen la endogamia y la pérdida costas del Pacífico, así como en el interior tamento de Bolívar, costa Caribe) (Casta- en preparación), se analizó información
de la diversidad genética. A pesar de la a lo largo de los principales sistemas flu- ño-Mora 2002). de secuencias de los genes completos de
importancia de la información de pedigrí viales, incluidas las marismas, pantanos, Citocromo B y Citocromo Oxidasa I de
para manejo genético, la gran mayoría de lagunas y manglares (Medem 1971a, Cas- Actualmente, en Colombia las poblacio- ADN mitocondrial, de individuos prove-
las poblaciones en cautiverio se caracteri- taño-Mora 2002). La caza comercial du- nes de cría en cautiverio de C. acutus se nientes de tres zoocriaderos comerciales
rante la primera mitad del siglo pasado y han establecido principalmente como ubicados en la región Caribe de Colombia
zan por un cierto grado de incertidumbre,
la destrucción del hábitat han resultado en zoocriaderos comerciales, con una repre- (Figura 1e). Los análisis revelaron una di-
al menos con respecto a la relación filial de
una reducción severa del número de indi- sentación de más de 4.000 individuos versidad genética considerable con haplo-
los individuos fundadores (F0), utilizados
viduos en poblaciones naturales (Medem parentales. Estos animales se reproducen tipos que formaban dos clados principales
en el establecimiento de la población. Por
1971b, Castaño-Mora 2002). A pesar de la libremente a partir un pequeño número y divergentes. Estas dos agrupaciones pue-
lo tanto, estimaciones de parentesco y con-
prohibición de la caza comercial, sus recu- de individuos fundadores extraídos de las den formar la base para asignar unidades
sanguinidad deben ser establecidas como
peración ha sido lenta como resultado de poblaciones naturales. Según legislación de manejo para C. acutus. Sin embargo,
parámetros mínimos para evitar la pérdi-
la supervivencia de pequeñas poblaciones nacional (Artículo 3 de la Resolución 1772 antes de aceptar esta propuesta y mane-
da de diversidad genética y minimizar la aisladas a lo largo de su antigua distribu- de 2010), “los zoocriaderos en ciclo cerra- jar los dos grupos genéticos por separado
endogamia (Jones et al. 2002, 2010). En el ción (Barrera 2004). Como consecuencia, do que hayan obtenido licencia ambiental como unidades de manejo distintas, es
caso de la población ex situ de C. intermedius está catalogado como en peligro crítico para la cría de especies del Apéndice I de importante determinar la significancia
presentes en la EBTRF, las relaciones ge- por la Unión Internacional para la Conser- CITES y se encuentren en fase comercial biológica tanto para un manejo adecuado
néticas eran desconocidas para la mayoría vación de la Naturaleza y los Recursos Na- o experimental, deberán desarrollar o de las poblaciones en programas de con-
de los individuos de la población. En un turales (UICN) y está incluida en el Apén- apoyar acciones de conservación in situ, servación y reintroducción como para de-
importante paso para optimizar el manejo dice I de la Convención sobre el Comercio que permitan la protección o recuperación terminar unidades de manejo productivo
y evitar la pérdida de diversidad genética y Internacional de Especies Amenazadas de de poblaciones silvestres considerados para su aprovechamiento comercial. Si la
minimizar la endogamia, Cuervo-Alarcón Fauna y Flora Silvestres (CITES) (Rueda- en riesgo de extinción o la restauración o divergencia genética encontrada se ve re-
y Burbano-Montenegro (2012) genotipifi- Almonacid et al. 2007). preservación de ecosistemas considerados flejada también en caracteres selectivos,
caron marcadores tipo microsatélites para no suficientemente protegidos, conforme como consecuencia es mejor darles un
determinar las relaciones genéticas (o si- Aunque el gobierno colombiano sancionó las directrices y obligaciones que la Auto- manejo por separado como unidades in-
militud genética) entre los individuos de indefinidamente la captura de C. acutus ridad Administrativa CITES de Colombia dependientes. Por consiguiente hasta que
la población ex situ de C. intermedius pre- en 1968 (Medem 1971b), los censos y se- establezca para tal fin”. Un posible apoyo no se determine la significancia biológica
sente en la EBTRF. Los resultados de este guimientos posteriores en 1994 y 1997 in- actualmente considerado para las accio- de la divergencia encontrada en C. acutus
estudio ofrecen los primeros parámetros dicaron el estado poblacional precario en nes de conservación in situ de C. acutus se recomienda que los cruces entre indivi-
básicos para iniciar un programa de mane- que se encontraba la especie y demostra- es la liberación en el medio natural de un duos de los linajes genéticos distintos sean
jo genético, evitando así supuestos de las ron la necesidad de seguir actuando para porcentaje de las crías (o de la producción) restringidos.

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BIOLOGÍA Y CONSERVACIÓN DE LOS CROCODYLIA DE COLOMBIA

GENÉTICA

F. Cáceres

Teniendo en cuenta todo lo anterior, se Uso de la genética molecular en consignado en la Resolución N° 1172 del de Caimanes y Cocodrilos de Colombia
puede evaluar si las poblaciones en cauti- análisis forense 7 de octubre de 2004, “por la cual se esta- - FunCroco, iniciaron el proyecto para
verio de C. acutus de los zoocriaderos ana- Desde hace varias décadas los crocodílidos blece el Sistema Nacional de Identificación “genotipificar los parentales de las pobla-
lizados son apropiadas como fuente de in- han sido aprovechados con propósitos co- y Registro de los Especímenes de Fauna ciones de C. acutus de zoocriaderos colom-
dividuos para acciones de reintroducción y merciales, siendo las poblaciones natura- Silvestre en condiciones ex situ”, dejando bianos mediante el desarrollo y uso de
recuperación de la especie en Colombia. Si les de C. acutus y C. intermedius las de ma- el corte de placas exclusivo para llevar un marcadores microsatélites específicos de
las poblaciones en los zoocriaderos comer- yor demanda en el mercado. Sin embargo, consecutivo de los animales de sacrificio. la especie”. Actualmente se ha realizado el
ciales van a ser importantes para progra- la extracción intensiva de individuos del No obstante, estos tipos de marcaje son muestreo (placa caudal) en 10 de los zoo-
mas de reintroducción, deberían ser repre- medio natural trajo como consecuencia susceptibles de errores tanto involunta- criaderos comerciales y se han almacena-
sentativos de los patrones principales de la una reducción drástica de las poblaciones rios como intencionales. Por ejemplo, el do en la banco de ADN de la Universidad
variación genética en poblaciones natura- naturales y extinciones locales, dando corte de placas puede generar duplicidades Nacional de Colombia, sede Bogotá. Al fi-
les y los grupos genéticos divergentes ser como resultado el inicio en la extracción entre dos criaderos diferentes o puede ser nalizar este proyecto se espera obtener la
manejados independiente. En adición, la de animales como Melanosuchus niger y C. usado fraudulentamente por traficantes base de datos de los genotipos para más de
liberación de animales para reforzar po- crocodilus. Debido a esto, Colombia adoptó que quieran hacer pasar pieles de animales
blaciones naturales deben proporcionar 4.000 parentales, de esta forma en el fu-
el modelo de cría en cautiverio como una silvestres como si fueran pieles provenien- turo se podrán cotejar pieles destinadas a
individuos que sean genéticamente pa- tes de zoocría (lavado de pieles), práctica
alternativa de aprovechamiento sosteni- la comercialización con la base de datos de
recidos a las poblaciones de interés para que representa una amenaza importante a
ble dada la disminución de sus poblaciones los parentales, permitiendo así la discri-
evitar depresión hibrida o la destrucción las poblaciones silvestres de crocodílidos.
silvestres, posicionándose como el mayor minación de pieles provenientes de los pa-
de adaptaciones locales en poblaciones
exportador de pieles de crocodílidos en el rentales registrados en cada zoocriadero.
naturales. El control y la regulación del aprovecha-
mundo (Larriera et al. 2004).
miento de estas especies, así como su
En cada una de las poblaciones comerciales Conclusiones
De acuerdo a la normativa vigente para la manejo y conservación, requieren una
analizadas en este estudio, se encontraron Sin lugar a duda, los avances expuestos,
zoocría, las licencias son otorgadas des- identificación precisa y confiable a nivel
los dos linajes mitocondriales distintos. ilustran como las herramientas molecu-
pués del cumplimiento de la fase experi- de especie y de individuo. Esta identifica-
Actualmente las prácticas de manejo para lares pueden ser usadas para abordar un
mental (Código de Recursos Naturales, ción puede verse comprometida cuando
las poblaciones en cautiverio se realizan amplio rango de problemas que enfrentan
CITES, Decreto 1608 de 1978, Ley 611 de los restos o productos son procesados y/o
como si se tratara de una única unidad de los planes de conservación y manejo de los
manejo a pesar de presentar los dos linajes 2000). Una vez obtenidas la licencia am- alterados, o si los caracteres diagnósticos
en el fenotipo no son confiables o son im- crocodílidos en Colombia. Aun cuando es-
mitocondriales, por esta razón los cruces biental y comercial, el zoocriadero está
precisos, como es el caso de las pieles de tos avances representan los pasos iniciales
se pueden dar libremente entre ambos. autorizado a solicitar el permiso de expor-
tación (Convención CITES). Actualmente, exportación de cocodrilos. Una solución de la aplicación de las técnicas molecula-
Finalmente, dada la ausencia de infor- res a la conservación y prácticas de mane-
mación concerniente a la significancia Colombia cuenta con varios zoocriaderos práctica son los marcadores moleculares
de C. acutus y C. crocodilus. En estos gran- específicos de la especie, subespecie o del jo de los cocodrilos en Colombia, también
biológica de estos dos linajes genéticos así
des sistemas de producción donde los indi- individuo, mediante el análisis de material proporcionan información importante
como de información sobre la estructura
viduos no son fácilmente reconocidos por forense (Ogden et al. 2009, Tobe y Linacre para la delimitación de especies y subespe-
de los linajes de poblaciones naturales, se
sus características individuales, el marca- 2010, Linacre y Tobe 2011). Sin embargo, cies, así como la identificación de unidades
recomienda categóricamente que las prác-
ticas de zoocría de C. acutus (y cualquier je ha sido una prioridad. En el caso de los Colombia no cuenta con una herramienta de conservación y estimación de las rela-
otro programa de cría) y conservación, crocodílidos el corte de placas caudales fue molecular adecuada que cumpla completa- ciones entre individuos, para el manejo
implementen un manejo distinto al que se la técnica más extendida para el marcaje mente con la función de trazabilidad para de las poblaciones en cautiverio. Todo lo
ha venido realizando hasta ahora y como de los parentales e incluso de los destina- determinar el origen de una piel. anterior ayuda a establecer prioridades en
consiguiente no liberar individuos produc- dos al sacrificio para extracción de la piel. la conservación de especies. Estos avances
to de la cría en cautiverio, hasta que no se Para cumplir con este propósito, el Grupo recientes en la aplicación de las técnicas de
determine la significancia biológica de es- Recientemente la marcación con micro- de Biodiversidad y Recursos Genéticos del genética molecular han abierto un nuevo
tos linajes genéticos, tanto en los cruces, chips se instauró como de cumplimien- Instituto de Genética de la Universidad capítulo en la conservación, así como, en
las liberaciones y la estructura filogenética to obligatorio para todos los individuos Nacional de Colombia, junto con la Funda- la ecología y biología evolutiva de los cro-
en poblaciones naturales. registrados como parentales según lo ción para la Conservación y Conservación codílidos de Colombia.

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BIOLOGÍA Y CONSERVACIÓN DE LOS CROCODYLIA DE COLOMBIA

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276 Caño Cristales, PNN Sierra de La Macarena. Foto: C. A. Lasso


L. F. Cáceres
15. Amenazas a los Crocodylia
en Colombia
Mónica A. Morales-Betancourt y Carlos A. Lasso

En Colombia se encuentran seis de las 23 te para el comercio de su piel. Actualmente


especies de crocodílidos que existen en el la babilla (Caiman crocodilus), es la especie
mundo y es junto con Brasil, el país que que más aporta al comercio de pieles, espe-
tiene mayor número de especies. Desafor- cíficamente la subespecie que se encuentra
tunadamente, la mitad de ellas se encuen- en el Caribe (Caiman crocodilus fuscus). No
tran amenazadas, dos En Peligro Crítico obstante, hay que aclarar que de acuerdo a
(Crocodylus acutus y Crocodylus intermedius) la normativa, sólo se aprovechan los indi-
y una En Peligro, con tendencia a Vulne- viduos provenientes de zoocriaderos, aun-
rable (Melanosuchus niger) (Castaño-Mora que es conocido que existe comercio ilegal
2002). Esto se ha debido principalmente, a como se discute más adelante.
la extracción desmedida para la obtención
de sus pieles durante la primera mitad del Además de la extracción de la piel, los cro-
siglo XX. codílidos son usados con distintos fines:
consumo, ornamental, medicinal y como
Los crocodílidos se encuentran amenaza- mascotas. Para las especies de menor ta-
dos en la actualidad por múltiples razones, maño como los cachirres (Paleosuchus pal-
las cuales son abordadas y agrupadas en pebrosus y Paleosuchus trigonatus) e incluso
este capítulo de dos maneras. La prime- la misma babilla, su aprovechamiento está
ra, que se denomina amenazas directas y dirigido principalmente para el consumo
tienen que ver con las acciones dirigidas al de subsistencia (Morales-Betancourt y
uso directo de los individuos, y la segunda, Lasso 2012), por lo que no representaría
llamada amenazas indirectas, que están una amenaza. Sin embargo, este consumo
relacionadas con el deterioro ambiental y ha aumentado en los últimos años de ma-
sus consecuencias inmediatas, a mediano nera alarmante, debido a la mayor deman-
y largo plazo. de de carne por la migración de personas
a las zonas rurales y alejadas bien conser-
En cuanto a las amenazas directas, los cro- vadas. Ese hecho promueve el consumo de
codílidos son aprovechados principalmen- fauna silvestre como la carne de los croco-

Sabana inundada, Parque Wisirare. Foto: M. A. Morales-Betancourt 279


BIOLOGÍA Y CONSERVACIÓN DE LOS CROCODYLIA DE COLOMBIA

AMENAZAS

M. A. Morales-B.

dílidos, frente a la dificultad de obtener bargo, el consumo ha aumentado de ma- objetivo, aspectos que en Colombia aún Bogotá (Polanco 1998), uso y comercio de
otras fuentes proteicas alternativas. De nera alarmante en los últimos años debido faltan por estudiar o que apenas están en la fauna silvestre en la Amazonia colom-
esta manera, en algunas regiones del país a una mayor demanda de alimento por la su inicio. biana (Gómez y Polanco 2000) y tráfico en
ha pasado de ser un consumo de subsis- migración de personas a las áreas silves- general (Ballesteros y Rocha 2001).
tencia a una actividad comercial. tres y/o rurales. Esto ha generado un cam- Tráfico ilegal. Los volúmenes de fauna
bio en el patrón de uso ya que se ha promo- en el tráfico internacional representan El tráfico de las especies de crocodílidos
Por otra parte, en relación con las amena- vido el consumo de carne de crocodílidos y movimientos de alrededor de 20 billones está dirigido principalmente para la ven-
zas indirectas, hay que señalar que este otros productos de la fauna silvestre, fren- de dólares anuales (Hemley 1994, Wyler ta de su piel (Figura 1). Para determinar
grupo ha sido y es, gravemente afectado te a la dificultad de obtener otras fuentes y Sheikh 2008). La explotación no contro- cómo fue y es la evolución del tráfico ilegal
por la destrucción del hábitat, una de las alimenticias del mercado tradicional. Las lada de especies de fauna y flora, además de crocodílidos en la actualidad, se com-
causas principales de la disminución po- comunidades indígenas pueden ver a este de tener consecuencias sobre la biodiversi- pilaron las estadísticas de los decomisos
blacional. Los humedales se encuentran recurso como una vía rápida de obtener dad, tiene efectos negativos también sobre de las corporaciones de los últimos seis
entre los ecosistemas más amenazados a ingresos económicos adicionales de mane- la economía de los países en vías de desa- años. De las 33 corporaciones existentes,
nivel mundial y se estima que se ha perdi- ra fácil (Alvard 1995). Este es el caso, -por rrollo, cuyos pobladores pueden depender 25 enviaron la información solicitada (Ta-
do cerca del 50% en el planeta en el último citar algún ejemplo que ilustre este fenó- de la venta de productos derivados de ani- bla 1), siendo la CDMB, CRA y CVS las más
siglo a causa de la irrigación para agricul- meno-, de la Estrella Fluvial de Inírida, males y plantas para sobrevivir. representativas en cuanto a número de
tura, desarrollo urbano y sistemas de re- confluencia de los ríos Orinoco, Guaviare, animales decomisados (Figura 2), con la
gulación de agua (Shine y Klemm 1999). Inírida y Atabapo, donde la llegada de la En Colombia no hay estadísticas detalla- aclaración de que la CDBM tiene un dato
Debido al hecho de que muchas especies minería ilegal ha traído consigo una ma- das o muy completas sobre el tema, pero atípico de un decomiso de 4.000 huevos.
de crocodílidos cumplen su ciclo de vida en yor extracción de la fauna silvestre (Lasso se asume que el volumen de tráfico es de Un aspecto importante a destacar es que
diferentes tipos de hábitats, se ven afec- obs. per.). gran magnitud y los mismos funcionarios a pesar del gran esfuerzo por llevar las ba-
tados entonces por actividades humanas de las corporaciones estiman que el total ses de datos unificadas entre corporacio-
que alteran tanto los ecosistemas terres- Por otra parte, aun cuando el consumo no de decomisos puede estar entre el 1 y el 10 nes, algunas de ellas no registran todavía
tres como los acuáticos. Así, a pesar de que se perciba como excesivo, esté puede con- % de lo comercializado realmente (Baptis- la información de forma homogénea. Así,
algún hábitat que utilice una especie se en- vertirse en una amenaza si tiene lugar bajo te et al. 2002). Así y tal como sucede con el número de datos, su origen y utilidad,
cuentre en buen estado de conservación, si alguna de estas dos premisas. La primera, otros mercados ilegales, la cuantificación es diferente para cada corporación y no
alguna de las áreas de las cuales depende si la población objeto del aprovechamien- y control eficiente del tráfico de fauna se pueden establecerse relaciones estadísti-
su ciclo vital es destruida o alterada, la po- to está declinando, como es el caso del convierte en un problema más costoso y cas significativas entre las diferentes va-
blación puede verse afectada. caimán negro en el Trapecio Amazónico menos factible que el mantenimiento de riables. Es por ello que el análisis que se
(Trujillo com. pers.), y la segunda, cuando estrategias de mercadeo legal (Baptiste muestra a continuación se hace de manera
Por último, la pesca continental está inci- las estrategias de la historia de vida de la et al. op. cit.). Globalmente, entre 1993 y más bien descriptiva.
diendo sobre los crocodílidos tanto de for- especie (talla de madurez sexual, fecun- 1998, se decomisaron 100.375 ejemplares
ma indirecta (al quedar atrapados en los didad, número de eventos reproductivos de fauna silvestre (Gómez 2000) y entre Para los seis años de toma de informa-
artes de pesca), como directa (al ser usados y densidad poblacional, entre otras), no 2005-2009, 211.571 (MAVDT 2011), que ción, se registraron 11.981 “individuos”,
como carnada) (Gómez et al. 2008). permiten una recuperación relativamente correspondieron a 1.639 procesos de in- asumiendo que cada huevo se convertirá
rápida de la población a corto o mediano vestigación. De estos, sólo 45 terminaron en un individuo y que cada piel igualmen-
A continuación se describen cada una de plazo. Esto ocurre con las dos especies de en multas, lo que muestra el alto nivel de te representa un crocodílido. La mayoría
estas amenazas. Paleosuchus (ver capítulos 10 y 11). impunidad (Trujillo 2009). Entre los gru- de los decomisos fueron pieles, seguido de
pos más representativos se encuentran las huevos (sólo un decomiso de la CDMB con
Amenazas directas Por esta razón, para determinar pautas de aves, los mamíferos y los reptiles. 4.000 huevos), animales muertos, animales
manejo y aprovechamiento de cualquier vivos, en algunas ocasiones carne y un dato
Consumo. El aprovechamiento de la car- especie de crocodílido en Colombia, con La información sobre el tráfico de fauna del decomiso de una mandíbula (Figura 3).
ne de crocodílidos es una actividad que miras a su sostenibilidad, es indispensa- silvestre en Colombia es muy escasa. Se
puede definirse como de subsistencia en la ble contar con información biológica, eco- destacan apenas los trabajos sobre comer- La información obtenida de los decomisos
mayoría de las regiones del país. Sin em- lógica y poblacional adecuada de la especie cio y utilización de la fauna silvestre en y su representatividad para estos análisis

280 281
BIOLOGÍA Y CONSERVACIÓN DE LOS CROCODYLIA DE COLOMBIA

AMENAZAS

M. A. Morales-B.

Tabla 1. Registro de corporaciones y años en los que han tomado la información sobre
decomisos. Abreviaturas. CAR: Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca; CDA:
Corporación para el Desarrollo Sostenible del Norte y el Oriente Amazónico; CDMB: Cor-
poración Autónoma Regional para la Defensa de la Meseta de Bucaramanga; CRA: Corpo-
ración Autónoma Regional del Atlántico; CRC: Corporación Autónoma Regional del Cauca;
CVC: Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca; CVS: Corporación de los Valles
del Sinú y San Jorge; DAGMA Cali: Departamento Administrativo de Gestión del Medio
Ambiente.

Corporación 2006 2007 2008 2009 2010 2011


CAR       x x  x
CDA   x x x x x
CDMB x x x x x x
Codechoco   x x x x x
Corantioquia   x x x x x
Cormacarena x x x x x  
Cornare x x x x x  
Corpoamazonia x x x x x  
Figura 1. Decomisos de pieles de Caiman crocodilus fuscus en Sincelejo (Sucre).
Corpoboyaca   x x x x x
Fotos: Carsucre.
Corpocaldas x x x x x  
Corpocesar x x x x x x
Corpochivor x x x      
Corpoguajira x x x x x x
Corpoguavio x x  x  x  x  x 
Corpomag           x
Corponariño x x x x x x
Corponor   x x x x x
Corporinoquia x x x x    
Corpouraba     x x x x
Cortolima           x
CRA x x   x x x
CRC x x x x    
CVC x x x x    
CVS     x x x x
DAGMA Cali x x   x x  

Figura 2. Número de crocodílidos decomisados en cada de corporación (n= 11.981).


Periodo: 2006-2011. Abreviaturas ver tabla 2.

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BIOLOGÍA Y CONSERVACIÓN DE LOS CROCODYLIA DE COLOMBIA

AMENAZAS

M. A. Morales-B.

a.
Figura 3. Porcentaje de los diferentes ítems de los decomisos de los crocodílidos. Periodo:
2006-2011.

está determinada por la voluntad policial Tabla 2. Número de individuos por es-
y la cantidad de policías ambientales por pecie de crocodílidos decomisados entre
territorio (Trujillo et al. 2011), medidos 2006 y 2011.
como el número de operativos realizados
y los lugares donde se hacen los patrulla- Número de
jes (www.CSV.gov.co en MAVDT y Unal Especie
individuos
2009). Reconociendo estas limitaciones, Caiman crocodilus 11.869
se observa que el 2007 presenta los valores
Melanosuchus niger 70
más altos de los registros (Figura 4a) y al
Paleosuchus palpebrosus 23
b.
analizar mensualmente el número de los
decomisos, se aprecia que enero es el mes Paleosuchus trigonatus 7
de mayor registro (Figura 4b). En ambos Crocodylus acutus 6 Figura 4. Magnitud y estacionalidad de los decomisos de crocodílidos. a) Número de indi-
casos el dato está afectado por el decomiso viduos por año (n= 10.960); b) número de individuos por meses (n= 8.306). Periodo: 2006-
Paleosuchus spp 6
de los 4.000 huevos. 2011.
Total 11.981
A nivel de especies, la babilla (C. crocodi-
lus) es la más representativa con el 99% de
los registros y el caimán llanero (C. inter- Roto comprando pieles frescas de babilla No obstante, este es un tema que requiere
medius), es la única especie no registrada de que la mayor cantidad de zoocriaderos para venderlas a los zoocriaderos de la de mayor atención y seguimiento para ser
(Tabla 2). se encuentran en esta región, por lo que costa Caribe cerca de Barranquilla (Bala- confirmado fehacientemente.
es probable que estos individuos pudieran guera-Reina et al. 2007) (Figura 5). En este
Como se observa en la figura 2, las corpo- ser utilizados por algunos zoocriaderos mismo trabajo se documentó que en la El tráfico ilegal de pieles se viene mencio-
raciones con mayor número de animales para cumplir con la cuota de exportación, comunidad de Río Sucio se extraen apro- nando desde hace muchos años, y no es
decomisados se encuentran en el Caribe, tal como se menciona en el trabajo reali- ximadamente 5.000 pieles mensuales de únicamente un problema de Colombia, sino
por lo que se asume que la mayor presión zado en el medio y bajo río Atrato donde babillas a lo largo de la cuenca baja y me- internacional. Así Medem (1981), mencio-
se esta haciendo sobre la subespecie C. c. según los pobladores locales, cada sema- dia del río Atrato, tomando como máximo naba que existia una marcada confusión
fuscus. Esto puede estar dado por el hecho na viaja una lancha desde Bojayá hasta El de caza per cápita 50 babillas por noche. respecto a los registros oficiales (Inderena,

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BIOLOGÍA Y CONSERVACIÓN DE LOS CROCODYLIA DE COLOMBIA

AMENAZAS

M. A. Morales-B.

Tabla 3. Volumen de comercialización de ejemplares del orden Crocodylia. Periodo 1980-


1989*. Fuente: Fajardo-Patiño (1992).

Tipo de
Año Especie Cantidad Destino
presentación
Pieles 11 Unión Europea
1980 Caiman crocodilus
Animales vivos 5.280 USA
10.129 USA
Pieles
10.830 Unión Europea
73.985 USA
Caiman crocodilus Productos
15.897 Unión Europea
1981 Flancos 3.992 Unión Europea
a. b. c. Animales vivos 23.894 USA
Crocodylus acutus Productos 200 USA
Productos 14 USA
Figura 5. Extracción de piel de babilla (Caiman c. fuscus) para comercio ilegal. Cuenca me- Paleosuchus sp.
Pieles 708 Unión Europea
dia del río Atrato. Foto: S. Balaguera.
53.408 USA
Pieles
548 Unión Europea
1982 Caiman crocodilus Productos 187.882 USA
Flancos 85.642 Unión Europea
Incomex, FAO), puesto que la cantidad de ción de caimanes y crocodilos de Colom-
Animales vivos 3.775 USA
pieles exportadas en ese tiempo -supues- bia - FunCroco, iniciaron un proyecto
Caiman crocodilus Productos 1.402 Unión Europea
tamente cazadas en Colombia- era supe- para “genotipificar los parentales de las 1983
rior a la cantidad de individuos observados poblaciones de C. acutus de zoocriaderos Crocodylus acutus Productos 24 Unión Europea
en campo. Este tema también se discute colombianos, mediante el desarrollo y uso 6.015 USA
Pieles
en el trabajo de Fajardo (1992), el cual re- de marcadores microsatélites específicos 69.918 Unión Europea
visa los diferentes registros de CITES de la de la especie”. Al finalizar este proyecto se 214.583 USA
1984 Caiman crocodilus Productos
década de los ochenta (en este periodo no espera obtener la base de datos de los ge- 47.930 Unión Europea
había comercio puesto que estaban veda- notipos para más de 4.000 parentales, así Flancos 161 Unión Europea
das), donde se muestra la entrada de pieles en el futuro se podrían cotejar pieles desti- Animales vivos 288 USA
provenientes de Colombia a Estados Uni- nadas a la comercialización, con la base de Caiman crocodilus Pieles 11 Unión Europea
dos y Europa (Tabla 3). La explicación ante datos de los parentales, permitiendo así la 1985
Crocodylus acutus Productos 12 USA
esta situación es que posiblemente fueran discriminación de pieles provenientes de Pieles 124 USA
excedentes de cupos de caza comercial que los parentales registrados en cada zoocria- Caimán crocodilus
Productos 215.029 USA
se acumularon y que algunas curtiembres dero (ver Capítulo 14). De acuerdo a los da- 1986
Paleosuchus
utilizaron como excusa para exportar pie- tos acá presentados, es indispensable que Productos 26 USA
palpebrosus
les de contrabando. se empiece a realizar este mismo ensayo
5.819 USA
para las babillas, ya que esta es la especie
Hoy día se están adelantando acciones más afectada por el tráfico. Pieles 12.276 Unión Europea
para controlar este tráfico. El Grupo de 9 Suráfrica
Biodiversidad y Recursos Genéticos del Amenazas indirectas 1987 Caiman crocodilus 216.058 USA
Instituto de Genética de la Universidad Entre las amenazas indirectas, están por Productos 80.770 Unión Europea
Nacional de Colombia, junto con la Fun- un lado los impactos naturales como el 48 Suráfrica
dación para la conservación y conserva- cambio climático y por otro, los impactos Flancos 3.439 Unión Europea

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BIOLOGÍA Y CONSERVACIÓN DE LOS CROCODYLIA DE COLOMBIA

AMENAZAS

M. A. Morales-B.

Tabla 3. Continuación. lidos. En Colombia, las principales acti- (genético) y la pérdida de vías de disper-
vidades económicas que tienen una gran sión, en especial en el sistema río-planicie
influencia incluyen a los desarrollos hi- de inundación (conectividad transversal)
Tipo de droeléctricos, la agricultura, ganadería, (Morales- Betancourt et al. 2012).
Año Especie Cantidad Destino
presentación minería, explotación de hidrocarburos y
16 USA las grandes industrias. Morales-Betan- Por último, se puede mencionar que la
Pieles 40.609 Unión Europea court et al. (2012) detallan cual es la afec- concentración ganadera extensiva y gene-
47 Suráfrica tación ambiental de cada una de estas ralmente trashumante, en las playas y bor-
1988 Caiman crocodilus 138.689 USA actividades y concluyen que todas estas des de los ríos, en la época seca, influye en
Productos 100.768 Unión Europea actividades causan en primera instan- la viabilidad de los nidos ya que el ganado
227 Suráfrica cia, la deforestación y como consecuencia pisotea las nidadas (De La Ossa 2002).
Flancos 19.080 Unión Europea de su actividad, la contaminación de las
aguas. La pérdida de cobertura vegetal Una amenaza común para todas las espe-
8.277 USA
Pieles puede causar una disminución en la pro- cies de crocodílidos colombianos es la al-
95 Suiza
ductividad de los ecosistemas terrestres teración del hábitat. Por ello, se trató de
105.254 USA y calidad del suelo, lo cual influye en los hacer un análisis descriptivo de cuáles son
1989 Caiman crocodilus Productos
148.463 Suiza ecosistemas acuáticos dada la escorren- las áreas en el país que presentan mayor
Animales vivos 838 USA tía a los cursos de agua. Por otra parte, afectación ambiental en relación a la defo-
Flancos 18.519 Suiza al existir poca cobertura boscosa, no hay restación y a las actividades productivas.
retención de agua en el sistema, ni ate- Se incluye también información sobre el
(*) Fuente de datos: Annual Report CITES, U.S. Fish and Wildlife Service; Report CITES,
nuación del escurrimiento fluvial, lo que Índice de Calidad del Agua (ICA) y datos
Department of Environment, United Kingdom; Annual Report CITES, Republic of South Africa,
CITES Suiza.
causa una mayor acumulación y acarreo de contaminación con metales pesados,
de sedimentos, que al llegar a las partes para a partir de ahí, relacionarlos con las
bajas de las cuencas puede causar colma- áreas de distribución de los crocodílidos
tación de cauces, ciénagas y estuarios, zo- e inferir las amenazas potenciales en sus
nas vitales para las poblaciones de croco- áreas de distribución. Dicho análisis es
ambientales derivados de las activida- pero en Costa Rica, Escobedo-Galván et dílidos. En resumen, la deforestación es una aproximación a groso modo, ya que
des antrópicas. Para ambos casos no hay al. (2012) estudiaron este efecto en pobla- la causa principal de la pérdida de hábi- hay incompatibilidad de unidades de tra-
prácticamente información concreta de ciones de Caiman crocodilus. Encontraron tat, especialmente en los hábitats terres- bajo a nivel nacional. Por un lado, la in-
cómo es su incidencia en las poblaciones. evidencias de que el aumento de la tempe- tres y la franja inundable y trae como con- formación ambiental en cuanto a calidad
Respecto al cambio climático, su efecto es ratura mínima del aire produce aumento secuencia efectos en la integridad biótica de agua y de contaminación se encuentra
de gran influencia ya que la temperatura de la temperatura de incubación, lo que fa- de los ecosistemas acuáticos, mediante la como unidad de análisis a nivel local; la
ambiental es clave para el mantenimiento vorecería la producción y la supervivencia alteración de las condiciones fisicoquími- información de deforestación está en la
de las poblaciones naturales, dado que la de machos sobre las hembras. Además, se cas del agua, ciclos biogeoquímicos y pa- mayoría de los casos a nivel de regiones
determinación sexual en su etapa embrio- evidenció que la disminución de la preci- trones de sedimentación. (las cuales no concuerdan con las regio-
naria está determinada por ésta. Los cam- pitación está asociada con una mayor pro- nes a nivel hidrográfico) y por último, hay
bios en los patrones de precipitación deri- ducción de machos y concluyeron que el Otra amenaza son los embalses. El efec- una aproximación a nivel de corporacio-
vados del cambio climático traen consigo cambio climático probablemente conduci- to inmediato está asociado al manejo de nes ambientales, que es la que se utilizará
alteraciones en los niveles hidrométricos ría a un menor número de hembras repro- los caudales después de la cola del embal- finalmente para dicho análisis. Las acti-
de los ríos. Así, cualquier ascenso súbito ductoras, lo que podría comprometer la se, debido a la inundación repentina de vidades productivas (industria, minería,
de los niveles de los ríos en la época de ani- viabilidad de esta población a largo plazo. las áreas de anidación (playas y zonas de agricultura y ganadería), tienen lugar a
dación, puede generar la pérdida total de desborde) de los ríos, lagunas y ciénagas, nivel de departamento y la aproximación
las nidadas, al inundar las playas o zonas Por otra parte, hay impactos ambientales aguas abajo del embalse. También al rom- para crocodílidos se considera por cuenca
de desborde antes de tiempo. En Colombia derivados de las actividades antrópicas per la conectividad fluvial longitudinal, hidrográfica. Para poder realizar este aná-
no hay información que documente esto, que afectan a las poblaciones de crocodí- se favorece el aislamiento reproductivo lisis, es indispensable comparar el área de

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BIOLOGÍA Y CONSERVACIÓN DE LOS CROCODYLIA DE COLOMBIA

AMENAZAS

M. A. Morales-B.

distribución detallada para cada especie ahí, hacer inferencias de cuales especies son los departamentos que presentan más Incidencia de la actividad
con el área de afectación de las actividades de crocodílidos podrían estar siendo más del 40% de las actividades. En la tabla 5 se pesquera sobre las poblaciones
económicas y los impactos generados por afectadas. muestra con mayor detalle las actividades de crocodílidos
las mismas en las diferentes poblaciones, o impactos para estos departamentos. La pesca continental influye de dos ma-
información no disponible en la actua- En la figura 6 se muestra la distribución neras, una indirecta y otra directa. Res-
lidad. De todas formas, en la tabla 4 se por departamentos y el número de impac- Las cuencas más afectadas serían en orden pecto a la primera, se puede decir que los
muestra qué impactos se analizaron y la tos (o actividades) presentes. Se observa de importancia, Magdalena, Caribe y Pa- patrones tradicionales de esta actividad
unidad de análisis utilizada. Debido que la que 31 de los 32 departamentos presentan cífico. Por ende, las especies más suscep- han cambiado, ya que se fortalecieron
información es muy heterogénea se inten- algún grado de impacto, siendo Antio- tibles serían Crocodylus acutus y la subes- los mercados de extracción, se actualiza-
tará dar una aproximación extrapolando quia el mayor y San Andrés el único que pecie Caiman crocodilus fuscus, de las cuales ron los artes, se incrementó el esfuerzo y
la información a nivel departamental y de no presenta impactos reportados. Once C. acutus está En Peligro Crítico. También se ampliaron las áreas de pesca. Esto ha
se observa que las cuencas del Amazonas generado un aumento en la probabilidad
y Orinoco son las de menor impacto. Sin de encuentro de los crocodílidos con esta
Tabla 4. Actividades productivas e impactos considerados en el análisis, unidad de análisis embargo, el departamento del Meta está actividad. Hay que recordar que los cro-
y fuente de donde se obtuvo la información. entre los más afectados y en este se dis- codílidos quedan atrapados en los artes
tribuye Crocodylus intermedius, especie En de pesca de forma accidental y se ahogan
Actividad Unidad de análisis Fuente Peligro Crítico, que tiene una distribución (Figura 7).
restringida (cuenca Orinoco) y sus pobla-
Número de individuos por
Ganadería Fedegan (2009) ciones no han mostrado indicios de recu- En cuanto a la incidencia directa, se ha
departamento
peración. Por esta razón, en dicha cuenca observado que con la disminución de la
Agricultura Departamento SIG-OT (2012)
se debe tener especial cuidado al momento producción pesquera en la cuenca del Mag-
> 10.000 ha/año para el de planear el desarrollo económico que el
Deforestación IDEAM (2010a) dalena ha ocurrido una apertura al merca-
periodo 2000-2005 por CAR
Gobierno Nacional está promoviendo en do de otras cuencas, como el Amazonas
Minería de carbón Departamento SIG-OT (2012) su plan de desarrollo regional. y el Orinoco, incluyendo la sustitución
Minería de oro Departamento SIG-OT (2012)
Minería de plata Departamento SIG-OT (2012)
Minería de platino Departamento SIG-OT (2012)
Sánchez y Uribe (1994), SIG-OT
Extracción de petróleo Departamento
(2012)
UNODC y Gobierno de Colombia
Cultivos ilícitos Departamento
(2011)
Industria Departamento Mitchell (2011)
Embalses Departamento Urrea (2010)
Por departamento > 2.000
Densidad poblacional DANE (2005)
habitantes
Impactos    
Índice de Calidad del
Local IDEAM (2010b)
Agua-ICA
Pulido (1985), Universidad de
Antioquia (1988), Mancera-R.
Presencia metales
Local y Álvarez-J. (2006), IDEAM
pesados
(2010b), Trujillo et al. (2010), IAvH
et al. (2011)
Figura 6. Departamentos y número de impactos presentes. La línea verde hacia la izquier-
Incendios Departamento IAvH et al. (2011) da señala los departamentos que presentan más del 40% de las actividades.

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BIOLOGÍA Y CONSERVACIÓN DE LOS CROCODYLIA DE COLOMBIA

AMENAZAS

M. A. Morales-B.

Tabla 5. Departamentos que presentaron más del 40% de los impactos o actividades pro-
ductivas.

Departamento Impacto
Agricultura, ganadería, petróleo, embalses, minería de carbón, oro
Antioquia y plata, cultivos ilícitos, industria, densidad poblacional, calidad del
agua baja, presencia de metales pesados
Agricultura, industria, incendios, minería de carbón, oro y plata,
Valle del Cauca densidad poblacional, calidad del agua baja, presencia de metales
pesados
Agricultura, ganadería, embalses, petróleo, industria, densidad
Santander
poblacional, minería de carbón, calidad del agua baja
Agricultura, ganadería, incendios, minería de carbón, embalses,
Cundinamarca industria, calidad del agua baja, presencia de metales pesados,
densidad poblacional
Agricultura, minería de carbón, oro, plata y platino, cultivos ilícitos,
Cauca
calidad del agua baja, presencia de metales pesados Figura 7. Pesca incidental del caimán negro (Melanosuchus niger) en Amazonas. Foto: F.
Agricultura, ganadería, cultivos ilícitos, petróleo, minería de carbón, Trujillo.
Córdoba
embalses, calidad del agua baja, presencia de metales pesados
Agricultura, deforestación, minería de oro, platino y plata, cultivos
Nariño
ilícitos, calidad del agua baja
Deforestación, ganadería, minería de oro, platino y plata, cultivos
Chocó
ilícitos, presencia de metales pesados
Petróleo, ganadería, cultivos ilícitos, minería de oro y plata, embalses,
Bolívar
presencia de metales pesados
Agricultura, cultivos ilícitos, minería de carbón, petróleo, industria,
Norte de Santander
calidad del agua baja
Agricultura, deforestación, ganadería, cultivos ilícitos, petróleo,
Meta
calidad del agua baja

de especies. En un estudio realizado en investigación se demuestra que ya existen


el Trapecio Amazónico por Gómez et al. cazadores de carnada (aquellos que exclu-
(2008), se documentó como el capaz de la sivamente capturan delfines y caimanes) y
cuenca del Magdalena (Pimelodus grossko- que por un caimán pagan entre R$ 20,00
pfii), está siendo reemplazada por la mota y 40,00 (20.000 y 40.000 pesos colom-
(Calophysus macropterus), especie carro- bianos). El uso del caimán negro como
ñera que se distribuye en el Amazonas carnada para capturar la mota también
y Orinoco. Para capturar la mota se usa ocurre en la cuenca del río Putumayo. En
como carnada carne en descomposición y la cuenca del Orinoco tambien se está evi- Figura 8. Resto de babilla (Caiman crocodilus crocodilus) después de ser extraída su carne
se utilizan para ello a los delfines y caima- denciando esta situación, en el río Meta se para usarla como carnada en la pesca de la mota (Calophysus macropterus) en el río Meta.
nes (Gómez et al. op. cit.). En esta misma esta utilizando la carne descompuesta de Foto: F. Trujillo.

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BIOLOGÍA Y CONSERVACIÓN DE LOS CROCODYLIA DE COLOMBIA

AMENAZAS

M. A. Morales-B.

la babilla como carnada para capturar la cipios fundamentales del desarrollo que son usados como carnada en la potencial del cambio climático en la pro-
mota (Trujillo com. pers.) (Figura 8). sostenible y eviten la inequidad en la pesca de la mota. porción de sexos del caimán en Costa Rica.
participación económica de los bienes Ambientales 44: 49-60.
• Fajardo-Patiño, A. 1992. El comercio de la
Conclusiones y recomendaciones y servicios ambientales involucrados Bibliografía fauna silvestre nativa y la problemática de
• El consumo de subsistencia no es en este caso. • Alvard, M. 1995. Shotguns and subsistence su manejo en el país. Inderena-División de
considerado como una amenaza, sin • Es indispensable desarrollar proyec- hunting in the Neotropics. Oryx 29: 58-66. Fauna Terrestre. Bogotá. Informe técnico.
embargo, puede llegar a serlo si la ex- tos para C. crocodilus similares a los • Balaguera-Reina, S., J. Barbosa e Y. Sana- 17 pp.
tracción ocurre en poblaciones que se de C. acutus, donde mediante técnicas bria. 2007. Diagnóstico y acciones de con- • Fedegan-Federación Colombiana de Ga-
encuentran en desequilibrio (p. e. cai- moleculares se podría cotejar pieles servación del manati Trichechus manatus naderos. 2006. Plan estratégico de la ga-
manatus y la babilla Caiman crocodilus, en la nadería colombiana 2019. Federación Co-
mán negro) o cuando la estrategia de destinadas a la comercialización, con
cuenca media y baja del río Atrato. Code- lombiana de Ganaderos. Bogotá, Colombia.
historia de vida de la especie no per- la base de datos de los parentales, chocó, Fundación Omacha. Informe inter- 296 pp.
miten una recuperación relativamen- permitiendo así la discriminación de no. 117 pp. • Gómez, M. 2000. Estadísticas del uso ilegal
te rápida de la población (cachirres). pieles provenientes de los parentales • Ballesteros, C. J. y C. A. Rocha. 2001. El de fauna silvestre en Colombia. Ministerio
• Es necesario ampliar la base infor- registrados en cada zoocriadero y así tráfico de fauna silvestre en Colombia. Pp. del Medio Ambiente. Bogotá, Colombia. 13
mativa y de conocimiento, sobre la disminuir el tráfico. 6–23. En: Proyección Investigativa No. 6-7. pp.
estructura, dinámica y factores que • En cuanto a la disminución y degra- Universidad de Córdoba. Colombia. • Gómez, C., F. Trujillo, M. C. Diazgranados
inciden en las poblaciones naturales dación del hábitat de los crocodílidos, • Baptiste L. G., R. Polanco, S. Hernández y y J. C. Alonso. 2008. Capturas dirigidas a
M. P. Quiceno. 2002. Fauna silvestre de Co- delfines de río en la Amazonia para la pes-
de los crocodílidos, así como de su his- hay que realizar estudios a fondo en
lombia: historia económica y social de un ca de la mota (Calophysus macropterus) una
toria natural. Esto como fundamento este tema, priorizando las especies de problemática regional de alto impacto. Pp.
proceso de marginalización. Pp. 295-340.
para el ordenamiento y gestión efi- distribución restringida, a objeto de 39-57. En: Trujillo, F., J. C. Alonso, M. C.
En: Ulloa, G. (Ed.). Rostros culturales de la
ciente del recurso. declarar áreas de conservación. Al re- fauna. Las relaciones entre los humanos y Diazgranados y C. Gómez (Eds.). Fauna
• Es claro que las acciones ilícitas ha visar el mapa del Sistema de Parques los animales en el contexto colombiano. acuática amenazada en la Amazonia co-
generando un problema dada su inte- Nacionales Naturales de Colombia, se Instituto Colombiano de Antropología e lombiana. Análisis y propuestas para su
racción con la zoocría de crocodílidos. observa que hay un número reducido Historia. Bogotá, Colombia. conservación. Fundación Omacha, Funda-
ción Natura, Instituto Sinchi, Coorpoama-
Para enfrentar el riesgo de caer en la de áreas protegidas en las tierras ba- • Castaño-Mora, O. V. (Ed.). 2002. Libro rojo
de reptiles de Colombia. Libros Rojos de zonía. Bogota, Colombia.
acción ilícita con sus implicaciones jas, especialmente en las cuencas del • Hemley, G. 1994. Internacional wildlife
socioeconómicas, la autoridad am- Caribe y Magdalena, que son las más Especies Amenazadas de Colombia. Insti-
trade: a CITES sourcebook. Island Press,
biental encargada del control debe afectadas en la actualidad. tuto de Ciencias Naturales, Universidad
Washington, D.C., USA. 150 pp.
Nacional de Colombia, Ministerio de Me-
diseñar y poner en marcha un mode- • Por otro lado, se evidencia que hay • IAvH, IDEAM, IIAP, INVEMAR, SINCHI,
dio Ambiente, Conservación Internacion-
lo asociativo y participativo que sea vacíos de información en cuanto a la 2011. Informe del estado del medio am-
al-Colombia. Bogotá, Colombia. 160 pp.
equitativo y que incentive a los pro- toma e integración de información biente y de los recursos naturales renova-
• DANE-Departamento Administrativo Na- bles 2010. Instituto de Hidrologia, Meteo-
ductores a tomar decisiones que ge- ambiental a nivel privado y guberna- cional de Estadísticas. 2005. Censo gen- rologia y Estudios Ambientales – IDEAM.
neren mayor bienestar social. Dicho mental. Se debe aprovechar la infor- eral 2005, nivel nacional. DANE. Bogotá, Bogotá, Colombia. 384 pp.
modelo sería viable si las ganancias mación generada en los diagnósticos y Colombia. 501 pp. • Ideam-Instituto de Hidrología, Meteoro-
por seguir la vía lícita compensara los en las licencias ambientales de las em- • De La Ossa, J. 2002. Informe final consul- logía y Estudios Ambientales. 2010a. In-
costos ambientales y si las inversiones presas. También es indispensable que toría manejo de fauna silvestre tropical. forme anual sobre el estado del medio am-
en conservación se hacen evidentes y exista una articulación más ajustada Proyecto de Desarrollo de Sostenible de la biente y los recursos naturales renovables
Mojana. FAO-DNP. Bogotá, Colombia. 48 en Colombia: Bosques-2009. Instituto de
rentables en términos de extracción entre las decisiones del sector produc-
pp. Hidrología, Meteorología y Estudios Am-
sostenible. tivo y el sector ambiental oficial. • Escobedo-Galván, A. 2013. Temperature- bientales. Bogotá, Colombia. 236 pp.
• Se requiere revisar los modelos ac- • Finalmente, en cuanto a la pesca arte- dependent sex determination in an un- • Iedam. 2010b. Informe anual sobre el es-
tuales de producción ex situ de cro- sanal, es clave que en los monitoreos certain world: Advances and perspectives. tado del medio ambiente y los recursos na-
codílidos, con el fin de plantear y pesqueros se empiece a cuantificar la Revista Mexicana de Biodiversidad 84: 727- turales renovables en Colombia – Estudio
adelantar formas alternativas de pesca y captura incidental de crocodí- 730. nacional del agua 2010. Instituto de Hidro-
aprovechamiento que fundamenten y lidos. De igual manera, hay que hacer • Escobedo-Galván, A., J. A. Retana, C. logía, Meteorología y Estudios Ambienta-
armonicen el uso actual con los prin- seguimiento a la caza de caimanes Méndez y J. González-Maya. 2012. Efecto les. Bogotá, Colombia. 421 pp.

294 295
BIOLOGÍA Y CONSERVACIÓN DE LOS CROCODYLIA DE COLOMBIA

AMENAZAS

M. A. Morales-B.

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296 297
M. A. Morales-B.
16. Estrategias para la conservación de
los Crocodylia en Colombia
Mónica A. Morales-Betancourt, Carlos A. Lasso, Jaime De La Ossa
V, Efrén Valencia Parra, Alejandro De La Ossa-Lacayo, Fernando
Trujillo y Rafael Antelo

Colombia tiene seis especies de crocodíli- han realizado algunos trabajos puntuales
dos de las cuales tres fueron sometidas al sobre la conservación de las especies de
comercio de pieles de manera desmedida crocodílidos. Sin embargo, mucha de esta
desde los años 20 a los 60, a tal punto que información no está publicada o disponi-
sus poblaciones llegaron a un grado preo- ble para su consulta de manera expedita
cupante de disminución e inclusive en al- (informes, consultorías, tesis). De esta
gunas zonas a desaparecer (Medem 1981). manera, para poder abordar este tema,
Hoy día todas las especies están sometidas se revisaron -dependiendo la disponibili-
a otras amenazas que las afectan de una dad-, los planes de manejo o de acción de
forma indirecta, por lo que el impacto es las corporaciones autónomas regionales,
muy difícil de cuantificar. Entre estas se así como los de Parques Nacionales Na-
encuentran las malas prácticas de pesca, turales, los documentos de algunas ONG
la reducción y degradación de los hábitats y conceptos de expertos para determinar
y el calentamiento global, por lo que la cuales de las especies estaban contempla-
conservación de los crocodílidos depende- das en los mismos.
rá de un manejo integral.
A continuación se presentan cada uno de
En el país se ha se han tomando medidas estos aportes, organizados para las cinco
generales para proteger el patrimonio na- grandes cuencas hidrográficas de Colom-
tural y a nivel internacional Colombia es bia. También se incluyen los temas más
signataria de varios convenios y tratados. representativos que se encuentran enmar-
A nivel nacional se encuentra la designa- cados dentro de las estrategias de conser-
ción de áreas protegidas, la adopción de vación como los son la zoocría, el ecoturis-
normas para prohibir la caza y recolección mo y la parte normativa (leyes, decretos,
de huevos y la generación de programas convenios, políticas, entre otros), en par-
o planes de manejo. A nivel regional se ticular lo referente a las medidas tomadas

Laguna El Pañuelo, Bojonawi, río Orinoco. Foto: M. A. Morales-Betancourt 299


BIOLOGÍA Y CONSERVACIÓN DE LOS CROCODYLIA DE COLOMBIA

ESTRATEGIAS PARA LA CONSERVACIÓN

R. Antelo

para cada una de las especies, al igual que indicaba que la especie era objeto de apro- Melanosuchus niger versus el hábitat y rea- Plan de acción de biodiversidad del sur de
las más representativas para evitar el de- vechamiento (Rodríguez 2000). lizar anualmente un taller técnico regional la Amazonia colombiana como prioridad
terioro ambiental. Finalmente, se discute (Castellanos et al. 2005). para hacer seguimiento a los programas
la efectividad de los mismos y se plantean En el tema de traslocación de especies, y planes de manejo en la cuenca (Arévalo
recomendaciones al respecto. Medem (1960) señala que en la década de Después de ocho años de realizado el ta- 2008).
1940 se realizó un intento de introducir ller, las acciones del plan regional todavía
Planes de conservación caimanes negros en la parte alta del río no fueron implementadas. Este hecho, su- De acuerdo a lo planteado en Trujillo et
Caquetá más arriba de Araracuara. Estos mado al creciente interés tanto por parte al. (2008), en 2009 se crea una alianza
Amazonas. En esta cuenca se encuen- individuos parecen no haber progresado y de las comunidades locales como por los interinstitucional entre Corpoamazonia,
tran cuatro de las seis especies: Caiman sólo se observó el registro de un animal de potenciales usuarios de este recurso na- el Instituto Sinchi, la Fundación Omacha
crocodylus, Melanosuchus niger, Paleosuchus tres metros capturado en el río Sencilla. tural, llevaron al Ministerio de Ambiente y la Fundación Natura, para realizar el
palpebrosus y Paleosuchus trigonatus. De Vivienda y Desarrollo Territorial-MAVDT proyecto “Acciones para el uso y conser-
estas cuatro, M. niger (caimán negro) es la Por otra parte, Colombia, consciente de (hoy día Ministerio de Ambiente y Desa- vación de la fauna acuática amenazada en
única que ha presentado interés especial que los proyectos de conservación de las rrollo Territorial-MADS), a desarrollar la Amazonia colombiana-Facuam”. En este
debido a su estado de conservación: En Pe- especies en el área de frontera requieren en conjunto con el Instituto Amazónico proyecto se realizaron conteos, talleres y
ligro (EN A1c) con tendencia a Vulnerable para su desarrollo de la cooperación de los de Investigaciones Científicas Sinchi y el actividades de sensibilización con las co-
países limítrofes, firma en 1978 el Trata- Sistema de Parques Nacionales Naturales- munidades indígenas para la generación
(VU), debido a una rápida reducción (70%)
UAESPNN, un proyecto que permitiera de propuestas de manejo para la especie en
en el tamaño poblacional (Castaño-Mora do de Cooperación Amazónica-TCA, con
formular un programa que propendiera el área de estudio (Figura 1). Esta región
2002). el cual se perseguía aunar esfuerzos para
por la conservación y uso sostenible de la incluyó el Trapecio Amazónico (municipio
promover el desarrollo armónico de los
especie en la Amazonia colombina (Caste- de Puerto Nariño y su área de influencia),
En 1971 Chiriví y Morales (citado en Me- territorios amazónicos. En este contexto,
llanos et al. op. cit). el alto y bajo Putumayo (Puerto Leguiza-
dem 1981), afirmaron que la especie había a finales de 1996 el Ministerio del Am-
mo, Tarapacá y sus áreas de influencia) y
desaparecido casi por completo del terri- biente de Colombia coordina junto con la
De acuerdo al trabajo adelantado por las el bajo Caquetá (Pedrera y su área de in-
torio colombiano, y que sólo se encontra- Secretaría Pro Tempore del TCA, el “Taller
instituciones y en compañía de los acto- fluencia) (Bermúdez et al. 2010, Hernán-
ban pequeños relictos poblacionales en la internacional sobre la conservación y uso res locales, se generó un diagnóstico del dez-Rangel et al. 2010). Los resultados de
laguna La Paya (Putumayo) y los hume- sostenible del caimán negro (Melanosuchus estado del conocimiento para esta espe- este estudio corroboraron la presencia de
dales de Tarapoto (Trapecio Amazónico). niger)”. Este taller contó con el apoyo de la cie y con base en el mismo, se consolidó la especie en los cuatro sectores. Según
Así, en primera instancia se crea en 1984 Organización de las Naciones Unidas para el programa. Este programa incluyó siete las comunidades locales, las poblaciones
el Parque Nacional Natural La Paya con el la Agricultura y la Alimentación-FAO y la líneas de acción: 1) investigación; 2) carac- de caimán negro en el Trapecio Amazóni-
objetivo de conservar las poblaciones del Convención Sobre el Comercio Interna- terización de las poblaciones silvestres y co y alto Putumayo siguen disminuyendo
caimán negro. Según un censo realizado cional de Especies Amenazadas de Fauna sus hábitats; 3) uso sostenible; 4) conser- por la presión de caza, especialmente en
en los 90 se encontraron al menos cuatro y Flora Silvestres-CITES. Como resultado vación in situ de poblaciones silvestres; 5) las épocas de aguas altas, cuando esca-
poblaciones con números relativamente del ejercicio, se propuso un “Plan regio- construcción del conocimiento y de for- sea el pescado y es reemplazado por otras
altos. En la cuenca media del río Putuma- nal para la conservación y uso sostenible mas organizativas de apoyo al programa; especies entre estas el caimán negro. Es-
yo (lagunas de La Paya y Sunicocha) y en del caimán negro”, el cual consideró lo si- 6) modificación, expedición y aplicación tos estudios fueron complementados por
el bajo Putumayo (Lago Santa Clara hasta guiente: estrategias de coordinación, me- de normas y 7) gestión para ejecución de Bustillo (2011) y Becerra et al. (2011), que
el caño Peixeboi), se encontraron poblacio- canismos de financiamiento por medio de proyectos (Castellanos et al. 2005, Alonso concentraron sus esfuerzos en evaluar la
nes con una estructura demográfica equi- formulación de proyectos, capacitación a et al. 2008). abundancia de caimán negro en los hu-
librada o por lo menos con una fuerte ten- los técnicos de los países miembros y un medales de Tarapoto. En el bajo Caquetá
dencia hacia el equilibrio entre clases de sistema de seguimiento y evaluación del Luego, se incluyó a M. niger en la propuesta y bajo Putumayo las poblaciones parecen
tamaño. La cuarta población se encuentra plan. Como recomendaciones se adoptaron del Plan de acción para el manejo y conser- haber aumentado, lo que según los habi-
en el Lago Garzacocha en el río Amazonas, la evaluación de la disponibilidad del recur- vación de la fauna acuática en la Amazonia tantes locales representaría una amenaza
sin embargo en esta zona la presencia de so, no fomentar el manejo en ciclo cerrado, colombiana (Trujillo et al. 2008). En este para sus comunidades frente a posibles
individuos adultos era baja, condición que establecer la relación entre la densidad de mismo año la especie es considerada en el comportamientos agresivos de individuos

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BIOLOGÍA Y CONSERVACIÓN DE LOS CROCODYLIA DE COLOMBIA

ESTRATEGIAS PARA LA CONSERVACIÓN

R. Antelo

adultos (Facuam 2009, Hernández-Rangel duos maduros) y en disminución continua


et al. 2010), aunque no hay información (Castaño-Mora 2002).
que compruebe esto. Como el objetivo de
este trabajo era generar propuestas de Babilla (Caiman crocodilus fuscus)
acuerdo a los requerimientos locales, se Para C. c. fuscus en general, tanto para el
definieron las siguientes actividades: 1) Caribe como para la cuenca del Magdale-
realizar estudios sobre la distribución, na, existe coincidencia de criterios que
caza y estado actual de la especie durante indican que los valores de abundancia
todo el ciclo anual, en compañía de los ha- comparativa son bajos y están relaciona-
b. bitantes locales (para los cuatros sectores); dos con poblaciones impactadas y apro-
a. 2) definir y delimitar zonas de protección vechadas, tal como lo registran Agudelo
y manejo para el caimán negro y las otras y Vergara (2005) para la zona norte del
especies de crocodílidos (alto Putumayo); embalse El Guájaro, La Peña y Arroyo de
3) realizar jornadas de sensibilización Piedra en el departamento del Atlántico y
para la conservación y protección de estos Balaguera-Reina y González-Maya (2009)
animales dirigidas a la comunidad en ge- en el PNN Vía Parque Isla de Salamanca,
neral, los docentes y los alumnos de los co- departamento del Magdalena. Por ello, se
legios (para los cuatro sectores); 4) realizar puede plantear el ingreso de poblaciones
ex situ como una estrategia para la resti-
jornadas de capacitación para la zoocría
tución de individuos y la aceleración en la
c. d. (Trapecio Amazónico y alto Putumayo); 5)
recuperación de las mismas. Para la mis-
estudiar la factibilidad del desarrollo eco-
ma región, otros autores observaron igual-
turístico (bajo Caquetá y alto Putumayo),
mente una estructura poblacional típica
aunque en el Trapecio Amazónico donde
de poblaciones sujetas a aprovechamiento,
ya se realizaba esta actividad, la propuesta
es decir, con predominio de individuos
estuvo más enfocada al control de la acti-
de tallas menores (clases I y II), algunos
vidad y por último; 6) implementar planes individuos de clase III e individuos de la
de piscicultura con especies nativas (para clase IV escasos o incluso ausentes (Ba-
los cuatro sectores) (Facuam 2009). rahona et al. 1996, Rodríguez 2000, Ulloa
y Cavanzo 2003, Agudelo y Vergara 2005,
De manera puntual el resguardo de Cura- Forero-Medina et al. 2006, Ardila-Robayo
e. f. re-Los Ingleses (bajo Caquetá), ha incluido et al. 2009a, Balaguera-Reina et al. 2010,
dentro del plan de manejo, actividades Moreno-Arias et al. 2013).
encaminadas a la conservación e investi-
Figura 1. Estrategias de conservación de cocodrilos en la cuenca del Amazonas. gación de esta especie, siendo Puerto Cai- En el Caribe existe un conocimiento tradi-
mán el área clave para desarrollar estos cional de las babillas, su ecología y uso por
a. Rescate del conocimiento tradicional del caimán negro (Melanosuchus niger) por los ar- procesos (CRIACIA 2003). parte de las poblaciones asentadas en la
tesanos del Trapecio Amazónico. Foto: F. Trujillo. zona de influencia de los cuerpos de agua.
b. Canoas representando las especies emblemáticas del Amazonas, con fines ecoturisti- Caribe- Magdalena. En estas cuencas se Este es el caso La Mojana, la depresión
cos. Foto: F. Trujillo. encuentran Crocodylus acutus y la subespe- Momposina y la Ciénaga Grande de San-
c. Celebración del día de los humedales en Tarapacá, muestra al caimán negro como espe- cie Caiman crocodilus fuscus. Ambas tienen ta Marta (Chiriví 1973, Rodríguez 2000,
cie representativa de estos ecosistemas. Foto: Facuam. acciones para su conservación. De estas, Ulloa y Cavanzo, 2003, Balaguera-Reina y
d. John Thorbjarnarson estudiando las babillas (Caiman crocodilus). Foto: S. Bustillo. C. acutus (caimán aguja), se encuentra en González-Maya 2010, De La Ossa-Lacayo y
e. Medición de caimán negro en el bajo río Putumayo. Foto: Facuam. Peligro Critico (CR C2a), por tener pobla- De La Ossa 2012). En la isla de San Andrés
f. Avistamiento de caimán negro adulto en el bajo río Putumayo. Foto: Facuam. ciones pequeñas (menores de 250 indivi- después de que C. c. fuscus fue introducida

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BIOLOGÍA Y CONSERVACIÓN DE LOS CROCODYLIA DE COLOMBIA

ESTRATEGIAS PARA LA CONSERVACIÓN

R. Antelo

en los años setenta, en el 2006 se llevó a valores más bajos en densidad de babillas mismo carácter (Ulloa y Sierra-Díaz 2002, 2008). Para este mismo departamento
cabo el primer trabajo investigativo, que y cantidad de bosque, se asociaban tam- Balaguera-Reina y González-Maya 2010), la Fundación IdeasBio y los zoocriaderos
confirmó su presencia y adaptación (Fore- bién al grado de presión antrópica a la que muestran la viabilidad para el desarrollo del Atlántico (Agrozoocría, Babilandia,
ro-Medina et al. 2006). Para información está sometido cada sitio. En estos lugares de programas de conservación in situ. CureRodgers, Ecoreptiles, Frankutay, Las
más actualizada al respecto, incluyendo la actividad urbanística y agrícola ligada a Trinitarias, Repticosta, Reptiles, Zooagro)
el análisis de riesgo de invasión en la isla, la expansión demográfica alta, incide ne- En el departamento de La Guajira la ba- crearon el proyecto “Babillízate”, con el ob-
consultar Forero-Medina et al. (2012). gativamente sobre las poblaciones de la billa cuenta con un programa de conser- jetivo de plantear acciones conjuntas para
babilla. Las actividades humanas en estas vación liderado por Corpoguajira y con la conservación de la babilla en los muni-
En 2005 el MAVDT crea la Resolución áreas impactan notablemente los ambien- el apoyo de la Fundación Hidrobiológica cipios de Ponedera, Repelón, Santo Tomás,
N° 1660 por la cual se establece el pro- tes acuáticos de varias formas, como por George Dahl, se logró realizar la caracte- Palmar de Varela, Malambo y Galapa.
cedimiento y la metodología que deben ejemplo la contaminación de las aguas por rización de la estructura de la población
adoptar las corporaciones autónomas re- un aumento en la producción de aguas re- distribuida desde el río Ranchería hasta Igualmente, la babilla cuenta con un pro-
gionales y de desarrollo sostenible para siduales, la sobreexplotación del recurso el río Palomino (Corpoguajira com. pers.). grama de conservación en el sur de Bolivar.
efectos del cálculo anual de la cantidad de pesquero y el aumento del tráfico fluvial En este se han caracterizado las poblacio-
especimenes a aprovechar en zoocriade- de botes con motor fuera de borda. Tam- La Corporación Autónoma Regional del nes al igual que sus hábitats (ciénagas). Se
ros cerrados de las subespecies de babilla bién existen impactos directos sobre el Atlántico (CRA), desde el 2004 empezó establecieron criterios para seleccionar los
(Caiman crocodilus fuscus, Caimán crocodilus hábitat de las babillas como la destrucción a implementar el Programa de conserva- individuos para utilizarlos en actividades
crocodilus) y se dictan otras determinacio- de la vegetación ribereña por la expansión ción, manejo y uso sostenible de sus hume- de reforzamiento poblacional y se identifi-
nes. En el Art. 1 estrategias de conserva- de pastos para la actividad ganadera y la dales. Entre sus estrategias se encuentra caron sitios para liberarlos. Este proyecto
ción, quedó establecido que las autorida- cacería ilegal, efectuada principalmente la liberación de babillas (Caiman crocodilus ha contado con la participación de la co-
des ambientales competentes remitirían para aprovisionar zoocriaderos de la re- fuscus). El programa cubrió ocho humeda- munidad que ahora recibe beneficios (ca-
al MAVDT, antes del 31 de enero del año gión Caribe. les del departamento e involucró a 13 co- pacitaciones y recursos económicos) por
2006, un plan de acción que contuviera las munidades y la empresa privada (Zoocría), su participación, como los ex-cazadores,
actividades, los plazos y los responsables Para el departamento del Cesar hay un la cual suministró los neonatos (13.819) y ahora guías y operarios del programa de
definidos para implementar los planes de convenio de cooperación interinstitu- subadultos (5.289) a liberar. Los primeros conservación (p. e. monitoreos de las po-
conservación de las subespecies Caiman cional Corpocesar-Instituto de Ciencias se entregaron a 138 mujeres de las comu- blaciones). Se reconocieron líderes que
crocodilus fuscus y Caiman crocodilus croco- Naturales de la Universidad Nacional de nidades quienes los cuidaron y mantu- conformaron grupos de trabajo asocia-
dilus en el área de su jurisdicción, a fin de Colombia, en el marco de proyecto “Carac- vieron en buenas condiciones durante un tivo, que han generado cambios de hábi-
hacer seguimiento y monitoreo al estado terización de la biota y del medio físico en año, recibiendo un apoyo económico U$ tos y actitud con miras al uso sostenible.
de las poblaciones silvestres. Igualmente áreas bajo la jurisdicción de Corpocesar”. 0.30 mes/animal; los segundos fueron li- Esto mediante el permiso Caza Comercial
quedó plasmado que anualmente las cor- También se han realizado liberaciones berados en los humedales luego de cumplir o Zoocría mixta. El programa lo apoya la
poraciones remitirían al Ministerio los de 399 individuos de C. c. fuscus con ta- los protocolos apropiados. Los monitoreos Corporación del Sur de Bolívar-CBS, el
avances de los mismos. llas entre los 25 y 44 cm de longitud to- de los ejemplares liberados son realizados MAVDS y el Zoocriadero Colombian Croco
tal, debidamente marcados y obtenidos por los pescadores, los resultados iniciales S. A. (Palacios et al. 2010).
Así, en el marco del Programa ecosiste- como contraprestación por las cuotas determinaron una buena adaptación de
mas estratégicos y su biodiversidad, del de liberación decretadas por la ley para los individuos, establecida por su condi- En el departamento del Chocó, Codechocó
proyecto inventario y monitoreo de la los procesos de zoocría de estas especies ción física, crecimiento, y aumento de ani- y la Fundación Omacha realizaron un diag-
biodiversidad del valle del Magdalena en (Corpocesar com. pers.). Recientemente, daciones. Socialmente las comunidades se nostico del estado de la especie y a partir
Cundinamarca, se adelantaron acciones Balaguera-Reina (2012) en un estudio han apropiado del programa, afianzando de este, se formuló el plan de conservación
para la formulación del plan de conser- etno-zoológico, de hábitat y estructura su sentido de pertenencia y aceptación, para el medio y bajo río Atrato (Balaguera-
vación de la babilla (C. c. fuscus) (Ardila- poblacional, propone una aproximación a una especie que anteriormente les era Reina et al. 2007) (Figura 2 a, b).
Robayo et al. 2009a). Posteriormente para a la definición de criterios y variables que indiferente o indeseable. En el futuro se
la misma zona, Moreno-Arias et al. (2013) permiten evaluar la capacidad de carga de proyecta, el aprovechamiento de algunos Por último, la babilla es objeto de conser-
en un estudio de ecología poblacional, de- áreas aptas para el reforzamiento poblacio- de los individuos nacidos de los ejempla- vación en el Santuario de Flora y Fauna El
terminaron que en términos generales los nal de las babillas. Este y otros estudios del res liberados (Medrano-Bita y Rojano Corchal “Mono Hernández” (Gamba et al.

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BIOLOGÍA Y CONSERVACIÓN DE LOS CROCODYLIA DE COLOMBIA

ESTRATEGIAS PARA LA CONSERVACIÓN

R. Antelo

2009), aunque no se han encontrado in- ciones ni labores de extensión, conserva-


vestigaciones al respecto. ción o manejo, que apoyen iniciativas con
esta especie en el medio natural.
Caimán aguja (Crocodylus acutus)
Al igual que en el caso de la babilla, hay Por otra parte, está el proyecto piloto de
muy pocas áreas conservadas para la re- conservación en la bahía de Cispatá, anti-
gión Caribe y el valle del Magdalena, gua boca del río Sinú, en el departamento
donde Crocodylus acutus sea objeto de con- de Córdoba. Con la combinación de acti-
servación. Sólo es considerada en la par- vidades de investigación, seguimiento y
te alta del río Sinú en El PNN Paramillo monitoreo en sus etapas iniciales y con la
(Martínez et al. 2009) y el Santuario de formulación de un plan de manejo, se con- a. b.
Flora y Fauna El Corchal “Mono Hernán- sideró que se podría apoyar efectivamente
dez” (Gamba et al. 2009), aunque no se han a la conservación de la especie, tanto en
emprendido acciones o investigaciones al el ámbito local como nacional (Ulloa et al.
respecto. 2005). El programa ha sido liderado por
la Corporación Autónoma Regional de los
Crocodylus acutus presenta una declina- Valles del Sinú y San Jorge-CVS, y ejecuta-
ción poblacional riesgosa en toda su área do por las comunidades locales (Figura 2 e,
de distribución -a excepción del Norte de f) y hace parte del Proyecto Manglares del
Santander y la bahía de Cispatá-, y existe Ministerio de Ambiente Vivienda y Desa-
una ausencia notoria de estudios detalla- rrollo Territorial, apoyados por el Institu-
dos sobre su biología, ecología y distribu- to Humboldt, Conservación Internacional c. d.
ción, lo cual representa una de las barreras Colombia-CI, Fundación Omacha, Funda-
principales para el desarrollo de estrate- ción Natura, Agrosoledad S. A., Zoben S.
gias de conservación efectivas (Ulloa et al. A. y Garbe S. A. En la actualidad se cuenta
2005, Espinosa et al. 2012). con información técnica de unos diez años
de monitoreo, que señalan la estabilidad
La especie se encuentra protegida en Co- y una recuperación de la población (Ulloa
lombia desde julio 24 de 1969 bajo la Re- 2012), a tal punto que este año se hizo una
solución Nº 573 (Inderena). Luego se con- propuesta de enmienda en la decimosexta
solidó el Proyecto Crocodylia del Inderena reunión de la Conferencia de las Partes en
que se había iniciado en los años 70. Poste- Bangkok (Tailandia), para pasar del Apén- e. f.
riormente, a comienzos de los años 80, se dice I al II para la subpoblación de este
creó una estación en una zona de distribu- sector (CoP16 Prop. 23), propuesta que
ción histórica de la especie y de gran valor no fue aprobada por los Países Parte de la
para la conservación, la Ciénaga de Gam- Convención. Figura 2. Actividades de conservación de Crocodylia en las cuencas Caribe y Magdalena.
boa, municipio de San Marcos (Sucre), per-
teneciente a la ecorregión de La Mojana y En la bahía de Portete en La Guajira, se a. Medición de babilla (Caiman crocodilus) en el medio río Atrato. Foto: S. Balaguera.
por ende a la depresión Momposina. Dicha estableció un programa de conservación b. Babillas hechas en plastilina por los niños que viven en el medio río Atrato. Foto: S.
estación ha tenido eventos reproductivos (Corpoguajira y Asociación Desarrollo Balaguera.
exitosos y mantiene una población cautiva Guajiro 2006). Datos adicionales han sido c. Examen de babilla (Caiman crocodilus) para posterior liberación en La Guajira. Foto: F.
de animales de gran tamaño. Hoy se en- consolidados a través de monitoreos bio- Trujillo.
cuentra bajo la administración de Corpo- lógicos en el área de influencia de Cerre- d. Vacunación de babilla (Caiman crocodilus). Foto: F. Trujillo.
mojana. Además del trabajo de mantener jón a lo largo de los últimos diez años. En e. Liberación de juveniles de caimán aguja (C. acutus) en la bahía de Cispatá. Foto: CVS.
dicha población, no se conocen investiga- el 2007, Cerrejón inició un programa de f. Actores locales realizando examen médico previo a la liberación de caimán aguja. Foto: CVS.

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BIOLOGÍA Y CONSERVACIÓN DE LOS CROCODYLIA DE COLOMBIA

ESTRATEGIAS PARA LA CONSERVACIÓN

R. Antelo

recuperación poblacional en Bahía Por- mento de Norte de Santander se encontró autoridades científicas CITES de Colombia 1) recuperación de huevos y neonatos; 2)
tete, mediante acciones orientadas a la recientemente la población más impor- los mecanismos necesarios para que el co- implementar 1.200 m2 de infraestructura
conservación de la población y su hábitat. tante del país, tanto por su abundancia mité de fauna de la CITES y el grupo de es- para levante de 2.500 individuos; 3) iden-
Este programa tiene como objetivo funda- como por su estado de conservación. Es- pecialistas de cocodrilos de la UICN, apo- tificación de hábitats potenciales para la
mental diseñar e implementar estrategias tas poblaciones se encuentran en los ríos yen técnica, científica y económicamente reintroducción; 4) definir el protocolo de
de participación comunitaria y educación Sardinata, San Miguel, Nuevo Presidente los programas y proyectos nacionales que reintroducción; 5) realizar el monitoreo de
para la conservación mediante la imple- y Tibú. A partir de estas investigaciones propendan por la recuperación y conserva- las poblaciones reintroducidas y 6) inter-
mentación de acuerdos de conservación. más el trabajo a nivel comunitario, se es- ción del caimán llanero en el país (Art. 6). cambio internacional (MMA et al. 1998).
tablecieron las estrategias a seguir para la En el programa se discrimina por activida-
Durante el 2007 y 2008, se realizó el diag- conservación de la especie. Estas incluyen De acuerdo a los trabajos realizados para des, criterios, tiempo indicadores y respon-
nóstico de la población silvestre en Bahía la investigación, educación, participa- determinar la presencia de la especie en sables para cada uno de los temas. En 2002
Portete con el fin de obtener información ción comunitaria y declaratoria de áreas Colombia (Medem 1981, Lugo y Ardila- la Dirección Nacional de Ecosistemas-
sobre su distribución, estado de conserva- protegidas (categoría: distrito de manejo Robayo 1998, Bonilla y Barahona 1999, Grupo de Biodiversidad del MMA, el IAvH
ción, dinámica y estructura poblacional. integrado-DMI), todas incluidas en el plan Rodríguez 2000, Ardila-Robayo et al. y la Universidad Nacional de Colombia a
El diagnóstico realizado mostró una po- de manejo. Igualmente, se determinó que 2002, 2005, Anzola et al. 2012, Castro et través de la Estación de Biología Tropical
blación reducida, con una estructura de es prioritario un plan de restauración de al. 2012), se puede establecer que existen “Roberto Franco”-EBTRF, reeditaron el
edad desequilibrada y en aparente estado las zonas boscosas que bordean estos ríos cuatro relictos poblacionales importantes: documento del Programa nacional para la
de amenaza. Durante el 2009 se inició el (Ulloa 2011). 1) el sistema fluvial de los ríos Ele, Cravo conservación del caimán llanero Crocodylus
enriquecimiento del hábitat de anidación Norte, Lipa (departamento de Arauca); 2) intermedius, en el cual definen el ... “esta-
como estrategia para lograr un aumento Orinoco. En esta cuenca se encuentran ríos Duda y Guayabero (departamento de do de las poblaciones de la especie con sus
problemáticas, limitantes y potencialida-
significativo en el número de neonatos cuatro de las seis especies presentes en Meta); 3) cuenca media del río Meta, entre
des y las acciones a seguir para su recupe-
producidos y así acelerar el proceso de Colombia; Caiman crocodilus, Crocodylus La Primavera y La Culebra; y 4) río Vicha-
ración y conservación” (MMA et al. 2002a).
recuperación poblacional. Se realizó el le- intermedius, Paleosuchus palpebrosus y Pa- da, entre la desembocadura del río Muco
vante de una nidada al año ex situ (aprox. leosuchus trigonatus. De estas cuatro, C. y la comunidad de La Raya (departamento
Para facilitar el desarrollo de las activida-
100 ind.), en las instalaciones del Centro intermedius (caimán llanero) es la que ha de Vichada). Sin embargo, es importante
des se determinó la necesidad de desarro-
de Fauna de Cerrejón y su posterior libe- mostrado mayor interés, debido a su es- mencionar que en ninguna prospección
llar varios componentes. Institucional:
ración y seguimiento, así como también tado crítico de conservación ya que se en- reciente se observa recuperación de las po- una secretaría técnica, con un coordina-
cuidado de nidadas in situ. Actualmente cuentra en Peligro Critico (CR C2a), por blaciones. dor de la entidad de turno, la cual será
se continua el monitoreo y seguimiento tener poblaciones pequeñas (menores de rotativa cada dos años (MADS, IAvH,
en la zona. Recientemente, se reporta una 250 individuos maduros) y en disminu- En 1998 el Instituto Humboldt-IAvH y la Universidad Nacional, Corporinoquia,
abundancia de 134,3 ± 17,9 individuos ción continua (Castaño-Mora 2002). Universidad Nacional de Colombia, con el Cormacarena); financiación: se buscará el
(Espinosa et al. 2012). apoyo del MMA, elaboraron el Programa apoyo de CITES, Grupo de Especialistas de
La conservación de esta especie tiene su nacional para la conservación del caimán Cocodrilos-CGS, entidades regionales; co-
En el departamento de Sucre desde hace origen en la Resolución Nº 676 de 1997 llanero (Procaimán), cuyo objetivo fue municación: se desarrollará una estrategia
cinco años se vienen realizando censos expedida por el MMA, por la cual se decla- promover la recuperación de las pobla- de comunicación para apoyar el programa,
poblacionales con fines de conservación. ra la especie en peligro de extinción en el ciones en el área de distribución natural, boletines, internet; educación ambiental:
Estos censos se hacen en áreas de man- territorio nacional (Art. 1) y se dictan me- para así contribuir en la recuperación a los programas de educación ambiental se
glar del golfo de Morrosquillo, lugares didas para su protección. En su parte reso- largo plazo de la especie integrándola a integrarán a las instituciones regionales
que aún albergan una población repre- lutoria también incluye promover la con- los sistemas económicos y culturales de (PNN, entidades regionales) y por último,
sentativa de esta especie en la Ciénaga La ciliación de los esfuerzos nacionales para la región. Las acciones concertadas para investigación: este componente apoyará la
Caimanera y la Ciénaga de Guacamayas, la recuperación y conservación del caimán la primera fase del programa que deberían estructura de las actividades en cada ac-
principlamente. llanero con los que realiza la República de realizarse en los siguientes diez años (su- ción (EBTRF con el apoyo del IavH).
Venezuela, a través de la comisión de ve- jeto al éxito de los eventos reproductivos y
Gracias a las investigaciones adelantadas cindad Colombia-Venezuela (Art. 5); acor- la tendencia de las poblaciones en proceso A partir del 2002 ejerce dicha secretaría
por Corponor y Ecopetrol en el departa- dar e implementar conjuntamente con las de reintroducción) fueron las siguientes: el Ministerio de Ambiente, pero sólo y por

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BIOLOGÍA Y CONSERVACIÓN DE LOS CROCODYLIA DE COLOMBIA

ESTRATEGIAS PARA LA CONSERVACIÓN

R. Antelo

insistencia de la Universidad Nacional, en Por otra parte, uno de los objetivos para la sidad Nacional sede Orinoquia, hicieron intermedius a partir de reintroducir suba-
2006 se retoman los análisis de los avan- conservación del caimán llanero a través una primera evaluación (Ardila-Robayo et dultos levantados en cautiverio (Antelo
ces y se evalúan los logros del programa. de la EBTRF, es el de educar y concientizar al.), la cual posteriormente fue profundi- com. pers.).
a los colombianos de la importancia de esta zada por la Gobernación de Arauca (Anzo-
De acuerdo a la información suministrada especie, bajo la premisia de que se encuen- la et al. 2012). Hoy día el IAvH y la Univer- La Fundación Palmarito se hizo cargo en
por la Estación Biológica Tropical Roberto tra en peligro de extinción debido a la caza sidad Jorge Tadeo Lozano con apoyo de diciembre de 2011 de la gestión del Par-
Franco-EBTRF de la Universidad Nacio- indiscriminada para el comercio interna- las demás instituciones e investigadores que Wisirare, propiedad de la Goberna-
nal desde el 2003 a través de la Facultad cional de pieles, que sufrió a comienzos que trabajan en pro de la especie, están ción de Casanare, donde desde 2002 se
de Ciencias -dependencia a la cual perte- del siglo pasado. Si se conoce, se valora y realizando un ejercicio para determinar mantenían nueve adultos en cautiverio.
nece la EBTRF-, en asocio con el Instituto se protege, esto conlleva a su conservación. las áreas y estrategias de conservación Con recursos propios adecuó las playas de
de Ciencias Naturales (autoridad científi- (reintroducción, reforzamiento poblacio- anidación de los encierros, la incubado-
ca CITES) y el departamento de Biología, En cuanto al levante de individuos para la nal, declaratoria de área de conservación, ra y construyó nuevos encierros para los
y en algunas oportunidades en asocio liberación posterior, hay que mencionar entre otras), que se deben llevar a cabo en caimanes jóvenes, estableciendo de este
con la Facultad de Medicina Veterinaria que a pesar de que a finales de los años 90 cada una de las zonas donde se ha reporta- modo un nuevo centro de cría en cautivi-
y Zootecnia, se ha propuesto organizar y la EBTRF señaló la imposibilidad de obte- do la presencia de la especie, según su dis- dad de esta especie. En menos de dos años
divulgar la información existente sobre ner nuevas crías por reproducción -debido tribución histórica en la Orinoquia colom- la Fundación Palmarito ha logrado la re-
el caimán llanero al igual que desarrollar a que ya no contaba con espacio físico y biana, para ello, se utilizará como insumo producción exitosa en cautividad (Figura
proyectos de investigación que aporten recursos económicos para mantenerlos- los trabajos anteriormente mencionados, 3 a, b) y actualmente custodia 116 crías
conocimientos sobre la biología, manejo y (Ramírez 2000), actualmente tiene 423
los requerimientos ambientales de la espe- nacidas en Wisirare. De este modo se ha
comportamiento de la especie. Así, desde individuos en cautiverio (en ese momento
cie, las variables origen antrópico (uso del constituido en el segundo zoocriadero de
2008 han realizado varios proyectos den- contaba con 112). Estos individuos están
territorio) y el conocimiento por parte de caimán llanero en importancia en el país.
tro de convenios de cooperación técnico- debidamente marcados mediante el corte
los investigadores expertos en la especie Este año realizó una jornada de marcaje,
científica entre los que se encuentran: de placas y marcaje electrónico con chips,
(Morales-Betancourt en preparación). medición y examen médico a los indivi-
inventario rápido in situ en Cravo Norte, distribuidos en diferentes centros: 381 en
duos que se encontraban en la estación en
Arauca (Ardila-Robayo et al. 2009b); apor- la EBTRF entre crías, juveniles, subadul-
En la actualidad se han involucrado nue- el que participaron la EBTRF, la Goberna-
tes al conocimiento de la caracterización tos y adultos; 23 adultos en la Estación
genética y estado de la población natural piscícola La Terraza Villavicencio (Meta), vos actores para apoyar el Programa. La ción de Casanare, PNN, Corporinoquia, el
en la región de los ríos Duda y Guayabero y nueve en el Parque Ecotemático Wisirare Fundación Palmarito inició en 2011 accio- IAvH (Figura 3 c-k).
algunos sectores del río Meta (Ardila-Ro- (Orocué, Casanare); tres (un macho y dos nes para la conservación de esta especie
bayo et al. 2009c); aportes al conocimiento hembras) en el Bioparque Los Ocarros (Vi- en su hábitat natural y en cautividad, me- Los fines de la cría en cautiverio son ex-
sobre el estado actual de la población in llavicencio, Meta) y siete en el Zoológico diante la firma de convenios de coopera- clusivamente de conservación y el objeti-
situ y evaluación del hábitat, en algunos Piscilago (Nilo, Cundinamarca). ción con Corporinoquia, el Instituto Hum- vo es liberar los juveniles en reservas na-
sectores de los municipios de Puerto Ló- boldt, Parques Nacionales Naturales y la turales de la sociedad civil o en parques
pez y Puerto Gaitán, departamento del En cuanto a la identificación de áreas idó- Gobernación de Casanare. En primer lu- nacionales ubicados dentro de su área de
Meta (Ardila-Robayo et al. 2010); formu- neas para adelantar o llevar a cabo pro- gar se caracterizó el caño Caimán, ubicado distribución, donde se encuentren efecti-
lación de un plan integral para el estable- gramas de conservación, se han realizado en la RNSC Palmarito (Orocué, Casanare) vamente protegidos. Además la Fundación
cimiento de un núcleo piloto para el repo- diferentes aproximaciones, una nivel de desde un punto de vista físico y biológico Palmarito ha realizado, tanto en Wisirare
blamiento en un sector del municipio de cuenca binacional (Colombia-Venezuela): y se determinó que éste cumple con las ca- como en la RNSC Palmarito, jornadas de
Puerto Gaitán (Ardila-Robayo et al. 2012); taller de expertos realizado en Venezuela racterísticas ambientales necesarias para educación ambiental y sensibilización con
caracterización genética de la población ex (Arteaga et al. 1996); otra a nivel nacional: la reintroducción de ejemplares criados en los jóvenes del municipio de Orocué y de
situ (Cuervo y Burbano 2012); implemen- taller realizado por MMA y EBTRF (MMA cautividad. Para ello elaboró un protocolo los resguardos indígenas vecinos. La fina-
tación de una estrategia de comunicación 2006) y un ejercicio realizado por la Aso- de reintroducción, basado en la experien- lidad es que los más jóvenes le pierdan el
del riesgo del caimán para las comuni- ciación Chelonia (Asociación Chelonia y cia exitosa de la Estación Biológica El Frío miedo a esta especie considerada como un
dades de Puerto Gaitán y/o La Macarena Corporinoquia 2012). A nivel departamen- (Apure, Venezuela), donde por primera vez peligroso depredador al que hay que temer
(Ardila-Robayo et al. 2013). tal en Arauca, Corporinoquia y la Univer- se estableció una población silvestre de C. (Figura 3 l).

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BIOLOGÍA Y CONSERVACIÓN DE LOS CROCODYLIA DE COLOMBIA

ESTRATEGIAS PARA LA CONSERVACIÓN

R. Antelo

g. h.
a. b.

c. d.

i. j.

e. f.

Figura 3. Conservación de caimán llanero en el parque Wisirare, Orocué.

a. Traslado de huevos a la incubadora. Foto: R. Antelo. k. l.


b. Nacimiento. Foto. R. Antelo.
c. Marcaje con microchip. Foto: C. A. Lasso.
d. Marcaje con corte de placa. Foto: M. A. Morales-Betancourt. i. Toma de peso de neonato. Foto: C. A. Lasso.
e. Detalle del marcaje de corte de placa. Foto: M. A. Morales-Betancourt. j. Toma de peso de adulto. Foto: M. A. Morales-Betancourt.
f. Vacunación de neonato. Foto: M. A. Morales-Betancourt. k. Examen médico de un macho adulto. Foto: M. A. Morales-Betancourt.
g. Medida de la cabeza. Foto: C. A. Lasso. l. Educación ambiental y sensibilización con los jóvenes del municipio de Orocué. Foto: R.
h. Medida de la longitud total. Foto: M. A. Morales-Betancourt. Antelo.

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BIOLOGÍA Y CONSERVACIÓN DE LOS CROCODYLIA DE COLOMBIA

ESTRATEGIAS PARA LA CONSERVACIÓN

R. Antelo

Igualmente, Corporinoquia y la Asocia- del tulisio en los territorios colectivos de tigaciones dirigidas a la reproducción y Ecoturismo
ción Chelonia, a través de un convenio los consejos comunitarios de Guadualito mantenimiento en cautiverio de la babilla El ecoturismo constituye sin duda alguna
de cooperación han implementado desde (bajo Dagua), Taparal y Humanes (bajo An- (Caiman crocodilus fuscus) y el caimán agu- una herramienta muy útil para la conser-
el 2010, acciones dirigidas a actualizar el chicaya) y bajo Calima, municipio de Bue- ja (C. acutus), en el Centro de Visitantes vación de la fauna silvestre. Las experien-
conocimiento sobre el estado actual de las naventura. Para esto se planteó: 1) dismi- “Los Cocos” en el PNN de Salamanca. Las cias a lo largo y ancho del planeta son
poblaciones silvestres, identificar lugares nuir la degradación del hábitat; 2) regular experiencias en dicho centro dieron lugar prueba de ello, en especial en los países
potenciales para el reforzamiento pobla- y controlar la presión de uso; 3) aumentar a la creación de la Estación Biológica y se en vías de desarrollo considerados como
cional, realizar actividades de sensibiliza- el conocimiento sobre la biología, ecología consolidó como el mayor centro de repro- “megadiversos”. Tanto la fauna silvestre
ción, información y difusión sobre el esta- y distribución; 4) diseñar e implementar ducción del caimán aguja en el mundo. Así como los recursos hidrobiológicos en áreas
do de conservación y la historia natural de campañas educativas y divulgativas que mismo, la información y la experiencia tropicales son centro de atención para un
la especie a nivel nacional e internacional permitan la sensibilización y fortaleci- aquí recogida, permitieron sentar las ba- mundo cada vez más globalizado. Los co-
(Castro com. pers.). miento de las comunidades locales en tor- ses para el desarrollo de numerosos zoo- codrilos, dada su apariencia “primitiva”
no a la importancia de la conservación del criaderos en la región Caribe que hoy día unida a su aparente ferocidad, han sido
También el caimán llanero está catalogado tulisio y el manglar. Estos objetivos serán deben su éxito a todo ese trabajo inicial. objeto de numerosos programas, docu-
como especie focal en el Plan de acción en abordados mediante el plan de acción el Desafortunadamente el seguimiento a la mentales, “shows” televisivos en todo el
biodiversidad en la cuenca del Orinoco-Co- cual tiene cuatro líneas de trabajo: inves- obligación legal de dichos zoocriaderos a mundo, libros, comics y prensa escrita en
lombia 2005-2015 (Correa et al. 2006). Asi- tigación y monitoreo; conservación y ma- devolver un porcentaje de la población al general, que han acercado estas especies
mismo es especie objeto de conservación nejo del paisaje; políticas e instrumentos “estado” colombiano para liberar al medio a la sociedad moderna. Aunque hace años
en las cuencas Guayabero y Duda, dentro eran vistos como animales peligrosos o
de gestión y comunicación y divulgación. natural, no ha recibido la atención adecua-
del Plan de manejo del PNN Sierra de La alimañas cuya convivencia con el ser hu-
Para cada una de estas líneas se definieron da y tampoco se siguieron los protocolos
Macarena (Zarate et al. 2005), al igual que mano era imposible, hoy día esta forma de
las actividades, indicadores, tiempos de que la Genética de la Conservación aconse-
en el del PNN Tinigua (Arévalo y Sarmien- pensar ha cambiado y se han convertido en
ejecución y aliados estratégicos. ja. Se recomienda consultar el Capítulo 14
to 2005). Sin embargo, no hay información especies protegidas en muchas regiones,
sobre las implicaciones ecológicas de este
sobre estudios o actividades que se puedan en virtud no sólo de las amenazas a las
estar implementando a este respecto.
Zoocría tema genético y el Capítulo 13 para más
que están sometidas, sino por el potencial
Tradicionalmente la zoocría de crocodíli- detalles sobre la zoocría en Colombia.
turístico que representan. Hay casos em-
También ha sido considerada como especie dos ha sido considerada y nació con obje-
blemáticos en Australia con el cocodrilo
focal para generar propuestas de trabajo a tivos puramente crematísticos. En un ini- De cualquier forma, el asunto en cues-
gigante (Crocodylus johnsoni), el “alligator”
nivel binacional (Colombia-Venezuela), ya cio su razón de ser era la cría para proveer tión, es destacar como esta actividad
(Alligator mississippiensis) de La Florida, el
que su conservación depende de este tra- pieles en un mercado internacional cada puede ser una estrategia efectiva para la
yacaré (Melanosuchus niger) en el Pantanal
bajo conjunto (Hernández et al. 2011). vez más demandante y de manera secun- conservación de los crocodílidos. Ya se ha brasileño o las babillas (Caiman crocodilus)
daria, después de su regulación, para la visto entonces como hay centros diseña- y caimán llanero o del Orinoco (Crocodylus
Pacífico. En esta cuenca se encuentran producción de individuos que eran intro- dos con el único objetivo de la producción intermedius), en los llanos venezolanos,
Crocodylus acutus y la subespecie Caiman ducidos al medio natural con fines de re- de pieles, pero también hay otras expe- por mencionar algunas experiencias exi-
crocodilus fuscus (=Caiman crocodilus chia- introducción o de reforzamiento poblacio- riencias de organizaciones no guberna- tosas y bien documentadas.
pasius), con acciones de conservación sólo nal. Incluso algunos países vieron en esta mentales y académicas que persiguen
para C. c. fuscus. actividad una fuente alternativa para la con la zoocría la conservación y manejo Colombia tiene un gran potencial al res-
producción de carne como fue el caso de la ex situ de la especie objeto. La Estación pecto y salvo por las especies más peque-
Para el área del Valle del Cauca se cuenta Ciénaga de Zapata en Cuba con el caimán de Biología Tropical Roberto Franco de ñas, crípticas y difíciles de detectar por
con el Plan de manejo para la babilla o tuli- aguja (Crocodylus acutus). la Universidad Nacional en Villavicen- sus hábitos particulares, como los cachi-
sio (Caiman crocodilus fuscus) realizado por cio y la Fundación Palmarito en Wisirare rres (Paleosuchus spp), el resto de los cro-
la Corporación Autónoma Regional del Colombia tiene una amplia experiencia al (Orocué), son un ejemplo de ello, en el codílidos son fáciles de observar, tanto
Valle del Cauca-CVC (González y Asprilla respecto y ha sido un país pionero en esta marco de la protección del caimán llane- de día como de noche. No se requiere por
2009). Su objetivo es conservar poblacio- actividad. Ya en la década de los 70 con el ro (Crocodylus intermedius), la más ame- parte del turista o del visitante un equi-
nes viables y ecologicamente funcionales entonces Inderena, se iniciaron las inves- nazada de las especies colombianas. pamiento particular o una preparación

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BIOLOGÍA Y CONSERVACIÓN DE LOS CROCODYLIA DE COLOMBIA

ESTRATEGIAS PARA LA CONSERVACIÓN

R. Antelo

específica como sería el caso de los obser- plicar las experiencias llevadas a cabo en cué), donde se pueden combinar la zoocría lución Nº 411 del Ministerio de Agricultu-
vadores de aves o pescadores deportivos. Venezuela son clave para lograr su recupe- con fines de conservación y el ecoturismo ra) y de la cacería para Melanosuchu niger,
Simplemente con la disposición, cierta ración en Colombia. Durante muchos años al mismo tiempo. Crocodylus intermedius y Crocodylus acutus
precaución e ir en la época adecuada, es la Estación Biológica El Frío-EBEF, situa- (Resolución Nº 573 de 1969 del Ministe-
suficiente. Así, los Llanos orientales son da en los llanos apureños frente al Arauca Normativa rio de Agricultura y 873 del 1974 del In-
una excelente oportunidad para observar colombiano, llevó a cabo un programa de La normativa relacionada con la conserva- derena). En 1970 el Instituto Nacional de
las grandes agregaciones de babillas en la recuperación de la especie mediante su re- ción de los recursos naturales se encuen- los Recursos Naturales-Inderena, estable-
época seca, sobre todo en las Reservas Pri- producción y cría ex situ con el objeto de tra enmarcada en los principios generales ció la prohibición de la caza, el comercio
vadas de la Sociedad Civil, donde gozan de su reintroducción en la región. Esta inicia- del Código Nacional de los Recursos Natu- de ejemplares y productos de Paleosuchus
protección de los propietarios; la costa Ca- tiva que empezó siendo conservacionista rales Renovables y de Protección al Medio palpebrosus y Paleosuchus trigonatus (Reso-
ribe para el caimán aguja, como por ejem- en sentido estricto, fue transformándose Ambiente (Decreto Ley 2811 de 1974), la lución Nº 530 de 1970 del Inderena) en el
plo la Ciénaga La Caimanera, donde los en una experiencia exitosa con la partici- Constitución Política de Colombia (1991) territorio nacional. En 1973 se prohíbe la
lugareños se organizaron en cooperativas pación de la comunidad local, autoridades y la Ley 99 de 1993 (mediante la cual se caza y comercio de ejemplares menores de
para trabajar con un turismo tradicional gubernamentales y turistas nacionales e crea el Ministerio del Medio Ambiente y se 150 cm y productos de Caiman crocodilus y
y el Amazonas, con el caimán negro. Mu- internacionales (Figura 4). El aporte eco- organiza el Sistema Nacional Ambiental caza y comercio de sus subespecies (Reso-
chos operadores turísticos ofrecen en la nómico de las visitas de estos últimos per- –SINA-), que son los grandes instrumen- lución Nº 847 de 1973 del Inderena). En
región esta alternativa e incluso algunas mitió seguir adelante con el programa una tos normativos que rigen la gestión de los 1974 se prohíbe la caza comercial con fines
ONG como la Fundación Omacha, le han vez que los fondos oficiales o privados se recursos naturales en la Nación. De estos, científicos para las subespecies de Caiman
dado un enfoque educativo y netamente agotaron. En Colombia hay una gran opor- se derivan numerosas leyes, decretos, re- crocodilus, Melanosuchus niger, Paleosuchus
conservacionista que ha redundado en la tunidad con las iniciativas de la Estación soluciones, entre otros, que velan por la papebrosus y P. trigonatus por un tiempo
protección de la especie. El caimán llanero de Biología Tropical Roberto Franco de la conservación de la diversidad biológica del determinado (Resolución Nº 873 de 1974
tiene una gran oportunidad en el marco Universidad Nacional en Villavicencio y país. En este apartado se tratarán las más del Inderena).
del Programa para su conservación y re- la Fundación Palmarito en Wisirare (Oro- representativas e importantes para los
crocodílidos y en particular las que hacen Luego en el Decreto Ley 2811 de 1974,
referencia al uso del recurso. Igualmente Código Nacional de los Recursos Natura-
se abordaran algunas políticas y leyes re- les Renovables y de Protección al Medio
ferentes a la prevención del deterioro am- Ambiente-CNRNR y su Decreto regla-
biental, ya que para la conservación de las mentario 1608 de 1978, se desarrolla lo
especies se necesita de un manejo integral. concerniente al manejo, administración,
protección, control, uso y aprovechamien-
Aprovechamiento de la fauna silves- to de los recursos naturales renovables, y
tre. Debido a los niveles preocupantes de de manera particular de la fauna silvestre
extracción entre los años 20 y los 60 so- y los recursos hidrobiológicos. Igualmen-
bre algunas especies, principalmente por te, se estableció la responsabilidad de que
el comercio de sus pieles, se han expedido el Estado efectuara la planificación y or-
numerosas normas orientadas al control denamiento de los recursos naturales re-
de dichas actividades y el fomento de mé- novables y estableciera los mecanismos e
todos alternativos de aprovechamiento. instrumentos administrativos a través de
Así, en 1959 se prohibió la exportación de los cuales se puede realizar el uso y apro-
ejemplares vivos y la caza para Caiman c. vechamiento de dichos recursos, recono-
fuscus (Resolución Nº 987 y 1023 del Mi- ciendo la necesidad de la participación
nisterio de Agricultura). En 1968 se pro- social y su uso racional.
hibió la captura y recolección de huevos de
Figura 4. Fotógrafo de la naturaleza (Tony Crocetta) fotografiando babillas en la EBEF. Melanosuchus niger, Crocodylus intermedius, Según el artículo 250 y siguientes del
Foto: archivo EBEF. Crocodylus acutus y Caiman c. fuscus (Reso- CNRNR, la forma de aprovechar la fau-

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BIOLOGÍA Y CONSERVACIÓN DE LOS CROCODYLIA DE COLOMBIA

ESTRATEGIAS PARA LA CONSERVACIÓN

R. Antelo

na silvestre nativa en el país, es a través nera esta actividad sobre la biodiversidad duos de estas especies deberá estar sujeto regionales y de desarrollo sostenible para
de las actividades de caza (subsistencia, (Moreno y Negrete op. cit.). a una reglamentación particularmente efectos del cálculo anual de la cantidad de
comercial, fomento, científica, deporti- estricta, a fin de no poner en peligro aún individuos aprovechar en los zoocriaderos
va, control) y para realizar esta actividad Con la Resolución Nº 17 de 1987 del Inde- mayor su supervivencia y se autorizará cerrados de las subespecies de babilla (C.
se requiere de la obtención de permiso o rena que reglamenta el acuerdo 39 de 1985 solamente bajo circunstancias excepcio- c. fuscus y C. c. crocodilus) y se dictan otras
licencia ambiental que debe ser otorgada (Ministerio de Agricultura e Inderena), nales. En este caso que provengan de zoo- determinaciones (Resolución Nº 1660 de
por la respectiva corporación autónoma con el cual se estableció el listado de verte- cría y que sean de la F2. En el Apéndice II 2005).
regional con jurisdicción en el sitio donde brados pertenecientes a especies de fauna se incluyen especies que no se encuentran
pretende realizarse la actividad. Se excep- silvestre que pueden ser objeto de caza con necesariamente en peligro de extinción, Con el Decreto 4688 de 2005 se regla-
túa lo dispuesto para la caza de subsisten- fines de fomento y se regulariza la obten- pero cuyo comercio debe controlarse a fin menta el Código Nacional de Recursos
cia (sin ánimo de lucro, que tiene como ción de parentales, el control y supervisión de evitar una utilización incompatible con Naturales Renovables y de Protección al
objeto exclusivo proporcionar alimento a de los zoocriaderos. Entre estas especies se su supervivencia. Caiman crocodilus, Paleo- Medio Ambiente, la Ley 99 de 1993 y Ley
quien la ejecuta y a su familia). Debe se- encuentran Caiman crocodilus (excepto C. c. suchus palpebrosus y Paleosuchus trigonatus 611 de 2000 en materia de caza comercial.
ñalarse que la citada norma expresa que apaporiensis), C. acutus, C. intermedius y M. están incluidas en el Apéndice II. En este En éste se establece que el interesado en
dicha actividad no requiere permiso (Art. niger. Para las tres últimas, dado su estado sentido sólo se podrán exportar indivi- realizar caza comercial deberá tramitar y
259) e igualmente dispone que corres- de conservación, se autoriza el aprovecha- duos que provengan de zoocriaderos y el obtener licencia ambiental ante la corpo-
ponde a la administración, es decir, a las miento a partir de la segunda generación. número permitido será dependiendo de la ración autónoma regional con jurisdicción
corporaciones autónomas regionales y de cuota que el Ministerio adjudique. en el sitio donde se pretenda desarrollar la
desarrollo sostenible (CAR), autorizar la Adicionalmente a las regulaciones nacio- actividad; esta situación necesariamente
venta de los productos de la caza de sub- nales, Colombia se adhirió mediante la Con la Ley 84 de 1989 se adopta el Estatu- conlleva a que el interesado debe presen-
sistencia que por su naturaleza no puedan Ley Nº 17 de 1981 a la Convención sobre to Nacional de Protección de los Animales. tar un estudio de impacto ambiental. La li-
ser consumidos por el cazador o su familia el Comercio Internacional de Especies Con este estatuto se llegó al punto de pro- cencia ambiental citada se otorgará por un
(Art. 258). Es de resaltar que este aspecto Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres– hibir la caza comercial en el territorio na- término de cinco años y anualmente se de-
no cuenta con ningún tipo de regulación CITES, con lo cual ha asumido compro- cional, de tal manera que las únicas acti- ben asignar los cupos de aprovechamiento
a nivel nacional, de manera que se desco- misos en el ámbito internacional para vidades comerciales permitidas se limitan por parte de la corporación respectiva, lo
noce qué requisitos deben cumplirse y qué regular el comercio legal de especimenes a aquellas relacionadas con especimenes o cual se traduce en la necesidad de que el
procedimiento debe aplicarse para este y productos y, simultáneamente, imple- productos derivados de la zoocría o cría en titular de la licencia ambiental presente
efecto (Moreno y Negrete 2012). Si bien mentar medidas que permitan un control cautiverio. La prohibición de la caza con fi- los resultados del monitoreo de las pobla-
la caza de subsistencia no requiere de la más eficiente del tráfico ilegal, así como nes comerciales se mantuvo vigente hasta ciones silvestres que serán objeto de apro-
obtención de un permiso previo, no puede la conservación de las especies. Esta con- el año 2000, cuando a través de la Ley 611 vechamiento. Dicho monitoreo deberá
realizarse con individuos de las especies vención promueve reglamentar de ma- de 2000, se levantó dicha prohibición. La haberse realizado dentro de los tres meses
sobre las cuales las autoridades ambienta- nera estricta el comercio de especies. En referida ley tiene por objeto regular el ma- anteriores a la fecha de presentación de la
les hayan determinado que exista prohibi- Colombia se aplica mediante la coordina- nejo sostenible de la fauna silvestre y acuá- solicitud. Sin embargo, un monitoreo debe
ción, aspecto que según Moreno y Negre- ción que ejerce la autoridad administrati- tica, y el aprovechamiento de las mismas y realizarse a lo largo del tiempo, puesto que
te (op. cit.) no se ha cumplido, porque se va, en cabeza del Ministerio del Ambiente de sus productos, el cual se podrá efectuar al hacerlo en tres meses, no brinda infor-
ha interpretado que esta prohibición sólo y Desarrollo Sostenible y el apoyo de la a través de cosecha directa del medio o de mación sólida de la estructura y estado de
aplica con respecto a las especies sobre las autoridad científica, constituida por los zoocría de ciclo cerrado y/o abierto. Para la población, tal que permita dar directri-
cuales existe veda. La caza de subsistencia institutos del SINA, con el apoyo cientí- este mismo año, el Ministerio del Medio ces para el manejo del recurso. Las corpo-
al no estar sujeta a permiso alguno y no fico y técnico de las universidades. De los Ambiente mediante la Resolución Nº 1317 raciones autónomas regionales solamente
haber estrategias y acciones concretas por crocodílidos, tres especies (Melanosuchus de 2000 establece unos criterios para el podrán otorgar licencias ambientales para
parte de las autoridades ambientales sobre niger, Crocodylus intermedius, Crocodylus otorgamiento de la licencia de caza con fi- actividades de caza comercial, en los casos
el desarrollo de esta actividad, no existe acutus) se encuentran en el Apéndice I, el nes de fomento y para el establecimiento que previamente el Ministerio de Ambien-
información documentada del alcance e cual incluye todas las especies en peligro de zoocriaderos. En 2005 se establece el te y Desarrollo Sostenible haya fijado las
incidencia de la misma, así como tampoco de extinción que son o pueden ser afecta- procedimiento y la metodología que de- especies y los cupos globales de aprovecha-
se conoce con certeza el impacto que ge- das por el comercio. El comercio de indivi- ben adoptar las corporaciones autónomas miento. Según Moreno y Negrete (2012),

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BIOLOGÍA Y CONSERVACIÓN DE LOS CROCODYLIA DE COLOMBIA

ESTRATEGIAS PARA LA CONSERVACIÓN

R. Antelo

a la fecha el Ministerio no ha señalado ni das, especies con valor cultural, social o día. En este mismo año se expide la Políti- cuentran tres de las seis especies de croco-
siquiera las especies que pueden ser objeto económico, entre otros. Los crocodílidos ca Nacional de Biodiversidad-PNB (MMA dílidos; C. intermedius y C. acutus ambas En
de esta actividad, y por su puesto sin este cumplen con estos criterios. Ya identifica- et al. 1996), cuyo objetivo fue “promover Peligro Crítico y M. niger En Peligro.
primer paso, mucho menos los volúmenes das las especies, la ley dice que se “elabora- la conservación, el conocimiento y el uso
(cupos) de aprovechamiento de cada espe- rán estrategias, planes o programas nacio- sostenible de la biodiversidad, así como la Deterioro ambiental. Por otra parte
cie, conforme se dispone en el numeral 42 nales para la conservación y la utilización distribución justa y equitativa de los be- están los instrumentos que velan por el
del artículo 5 de la Ley 99 de 1993 y el artí- sostenible de la diversidad biológica o neficios derivados de la utilización de los mantenimiento del medio ambiente en ge-
culo antes citado, por lo que hoy en día no adaptará para ese fin las estrategias, pla- conocimientos, innovaciones y prácticas neral. A nivel internacional para la conser-
puede autorizarse esta actividad. nes o programas existentes”. En este sen- asociados a ella por parte de la comunidad vación de los ecosistemas continentales, se
tido como se menciona en la primera parte científica nacional, la industria y las co- encuentra el Convenio para la Protección
Para lograr ejecutar lo anterior, el país de este capítulo, el país elaboró una serie munidades locales”. Para este mismo año del Patrimonio Mundial, Cultural y Natu-
cuenta con instrumentos de apoyo tales de estrategias (planes, programas, etc.). se genera la Propuesta técnica para la for- ral- UNESCO (1972), el Tratado de Coope-
como la Estrategia Nacional para la Pre- Adicional a esto, se plantea para estas es- mulación de un plan de acción nacional en ración amazónica (1978), la Convención
vención y el Control del Tráfico Ilegal de pecies que se “procederá, mediante mues- biodiversidad (Fandiño y Ferreira 1998). relativa a los humedales de importancia
Especies Silvestres donde se definió un treo y otras técnicas, al seguimiento de los Después de 15 años de una gestión orien- internacional-Ramsar (1981), la Conven-
grupo interinstitucional conformado por componentes de la diversidad biológica tada por esta PNB, el desarrollo de nuevos ción marco de las Naciones Unidas contra
la Policía Nacional, la Armada Nacional, identificados, prestando especial atención conceptos y esquemas relacionados con el el cambio climático-UNFCCC (1992), la
el Ejercito Nacional, una dependencia de a los que requieran la adopción de medi- tema, así como la necesidad de incorporar Convención para la lucha contra la deser-
la Dirección de Investigación Criminal- das urgentes de conservación y a los que una visión actualizada de los conflictos, tificación y la sequía-UNCCD (1994).
Dijin e INTERPOL y las corporaciones ofrezcan el mayor potencial para la utili- generó la necesidad de revisar y actuali-
autónomas regionales, entre otros, que zación sostenible”. Esta parte no se cum- zar la política, para ajustarla a las nue- A nivel nacional está la ya mencionada
en conjunto monitorean, controlan, vigi- ple, ya que los monitoreos deben hacerse vas tendencias concep­tuales y a los retos Ley 165 de 1994. Se encuentra también el
lan y sancionan a quienes incumplan con de forma continua en el tiempo y para esto emergentes producto del cambio ambien- Decreto 2340 de 1997 por el cual se dic-
la normativa existente en Colombia en se debe contar con un buen presupuesto tal global de origen humano, generando la tan unas medidas para la organización en
materia de fauna silvestre (MMA 2002b). y una metodología estandarizada y en el Política Nacional para la Gestión Integral materia de la prevención y mitigación de
También se cuenta con la Resolución Nº país no se invierte lo suficiente para cum- de la Biodiversidad y sus Servicios Ecosis- incendios forestales; el Decreto 1443 de
3438 de 2011 de la Fiscalía General de la plir con esta necesidad. La ausencia de témicos (PNGIBSE) (MADS et al. 2013). 2004 en donde se reglamenta parcialmen-
Nación, que dio vida a la Unidad Nacional monitoreo genera por un lado el descono- te el Decreto Ley 2811 de 1974, Ley 253 de
de Delitos contra los Recursos Naturales y cimiento del estado de las poblaciones de Por otra parte, en cuanto a las especies 1996 y la Ley 430 1998 en relación con la
el Medio Ambiente. las especies objeto de uso y por otro, no se amenazadas, mediante la Resolución Nº prevención y control de la contaminación
puede evaluar la implementación de los 584 de 2002, el Ministerio declaró las es- ambiental por el manejo de plaguicidas y
Biodiversidad. En un nivel más general planes o programas. pecies silvestres que se encuentran ame- desechos o residuos peligrosos. La Ley 133
en cuanto a la conservación de la biodiver- nazadas en el territorio nacional, con de 1999 por la cual se establece el procedi-
sidad del país, por medio de la Ley 165 de En 1996 se expide la Política para la Ges- fundamento en la información consigna- miento sancionatorio ambiental y se dic-
1994 se aprueba el Convenio de las Nacio- tión Ambiental de la Fauna Silvestre en da en la serie de Libros rojos de especies tan otras disposiciones. El Decreto 2820
nes Unidas sobre la Diversidad Biológica Colombia, cuyo objetivo es “generar las amenazadas de Colombia. Esta resolución de 2010 por el cual se reglamenta el título
firmado en Río de Janeiro en 1992. En condiciones necesarias para el uso y apro- fue modificada por el Ministerio de Am- VIII de la Ley 99 de 1993 sobre licencias
este se determinan medidas generales a vechamiento sostenible de la fauna silves- biente, Vivienda y Desarrollo Territorial, ambientales. La licencia ambiental, es la
efecto de la conservación y la utilización tre como estrategia de conservación de la a través de la Resolución Nº 572 de 2005, autorización que otorga la autoridad am-
sostenible de la biodiversidad. Para lograr biodiversidad y alternativa socioeconómi- con el propósito de adicionar el listado de biental competente para la ejecución de un
esto, primero que todo hay que identificar ca para el desarrollo del país, garantizan- especies silvestres amenazadas. Nueva- proyecto, obra o actividad, que de acuerdo
los componentes de la diversidad biológica do la permanencia y funcionalidad de las mente se vuelve a revisar este listado para con la ley y los reglamentos pueda producir
(especies o ecosistemas) que sean impor- poblaciones naturales y de los ecosistemas la expedición de la Resolución Nº 383 de deterioro grave a los recursos naturales re-
tantes para su conservación y utilización de los cuales hacen parte” (MMA 1996), 2010 del Ministerio de Ambiente, Vivien- novables o al medio ambiente, o introducir
sostenible. Se incluyen especies amenaza- política en proceso de actualización hoy da y Desarrollo Territorial. En esta se en- modificaciones considerables o notorias al

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BIOLOGÍA Y CONSERVACIÓN DE LOS CROCODYLIA DE COLOMBIA

ESTRATEGIAS PARA LA CONSERVACIÓN

R. Antelo

paisaje, la cual está sujeta al beneficiario fuscus y M. niger tienen una percepción po- servación brinden resultados positivos y 2. Los esfuerzos realizados son pun-
de ésta, al cumplimiento de los requisitos, sitiva que permitiría adelantar programas las poblaciones naturales se encuentren tuales, tanto en términos espaciales
términos, condiciones y obligaciones que de conservación. Estos podrían llevarse a en condiciones apropiadas tal que generen (localidades) como temporales (con-
la misma establezca en relación con la pre- cabo mediante el reforzamiento poblacio- excedentes para el aprovechamiento. tinuidad a mediano y largo plazo), lo
vención, mitigación, corrección, compen- nal o por medio de la protección de áreas que imposibilita que el programa de
sación y manejo de los efectos ambientales donde aún subsisten poblaciones viables. Para C. inermedius se puede decir que este es conservación tenga algún impacto
del proyecto, obra o actividad autorizada. un momento clave para que el comité cien- poblacional, en vista que éstas son
Es indispensable que los planes de mane- Los programas de conservación existentes tífico de Procaiman coordine y direccione especies longevas y que utilizan há-
jo ambiental generados por las empresas para C. acutus y de C. c. fuscus que se es- las acciones a seguir dentro del programa, bitats por fuera de los límites del área
presentes en áreas de distribución de las tablecen como ex situ, tienen como objeto ya que en la actualidad hay varias institu- de incidencia del programa de conser-
especies que se encuentran en alguna cate- ser zoocriaderos de tipo comercial y no ciones trabajando en pro de la especie pero vación.
gorías de amenaza, incluyan estas especies con fines de conservación. Esta situación de una forma desarticulada. Igualmente 3. Las poblaciones de crocodílidos en-
en sus actividades de monitoreo. Igual- debe cambiar y buscar la aplicación de la es indispensable continuar trabajando con frentan una multitud de amenazas
mente, se debe tomar esta medida como un norma legal vigente con el seguimiento antrópicas directas e indirectas (Ca-
los investigadores e instituciones venezo-
apoyo a la toma de información ambiental, oficial correspondiente y por supuesto con pítulo 15), que las afectan de forma
lanas (gubernamentales, privadas, ONG,
los protocolos de liberación adecuados, a sinérgica. Las amenazas indirectas
por lo que la información generada por la academia), ya que la conservación de la es-
la luz de los nuevos avances en la Genética aún no han sido adecuadamente eva-
empresa privada debe ser de fácil acceso. pecie depende de los dos países. De todas
de la Conservación. En el caso del caimán luadas para poder proponer acciones
llanero (Crocodylus intermedius), la zoocría las especies, el caimán llanero es la única
Conclusiones concretas y eficaces que ayuden a mi-
sólo tiene fines de conservación. que no ha mostrado recuperación pobla-
En general se puede decir que para las tigar su efecto negativo.
cional y que al mismo tiempo tiene el área
4. Para lograr la conservación de una
cinco grandes cuencas hidrográficas de Es indispensable que se mantenga y rea- de distribución más reducida. Ya es el mo-
población es indispensable un trabajo
Colombia se han llevado a cabo diferen- lice un seguimiento óptimo a las estra- mento de poner las liberaciones en marcha
a largo plazo, algo difícil cuando hay
tes iniciativas que van desde trabajos de tegias de conservación implementadas, con casos piloto, pues las condiciones téc-
una falta de continuidad institucio-
investigación, acciones de conservación, principalmente en el Caribe, puesto que nicas están dadas y sólo falta la voluntad
nal, tanto a nivel presupuestal como
planes de acción, talleres, convenios, etc., estas están planteadas para que en un fu- política y el acuerdo entre las autoridades de personal. Esto trae consigo la pér-
pero que en casos muy particulares y con- turo se puedan aprovechar los individuos ambientales respectivas. dida de los pocos avances que se rea-
tados, estos han contribuido de manera silvestres por parte de las comunidades lizan y de la confianza en las institu-
efectiva para la conservación de los cro- locales. Esto generará una distribución Respecto a los planes conservación elabo- ciones por parte de los actores locales.
codílidos. En otras circunstancias dichas más equitativa en el ingreso de recursos rados y/o implementados, a pesar de que Hay un olvido también de la memoria
iniciativas no se han reflejado en accio- económicos, una apropiación por parte de se han realizado acciones importantes institucional y colectiva.
nes reales de conservación por la falta de los usuarios y una disminución del tráfi- en la conservación de las especies, hay 5. La información disponible es muy
acompañamiento oficial y la carencia de co ilegal, ya que el mantenimiento de las que señalar que la implementación de los dispersa y de difícil acceso, dado la
financiamiento al menos a mediano plazo, poblaciones silvestres estaría influyendo mismos en la mayoría de los casos ha sido falta de incentivos en las ONG y en-
condición indispensable para que un plan en su bienestar económico. Igualmente, incipiente, lo cual puede atribuirse a dife- tidades gubernamentales de divulgar
o programa de conservación sea exitoso. el aporte económico a las comunidades rentes factores que se enumeran a conti-
locales en la implementación de los pro- los datos detallados de sus proyectos
nuación. en revistas científiicas (de fácil acce-
gramas, es una estrategia que se debe
Hay que resaltar que Paleosuchus palpebro- so) o en internet.
seguir incentivando. El uso sostenible de
sus y Paleosuchus trigonatus no están con- 1. Antes de implementar cualquier pro- 6. Ligado a las dificultades de acceder a
los crocodílidos silvestres es una práctica
templadas en los planes de manejo de los grama de manejo, no se realizan es- la información señalada, hay una falta
ya implementada por varios países a nivel
PNN ni tienen sus propias estrategias de mundial. Colombia tiene un gran poten- tudios poblacionales que permitan de coordinación y cooperación entre
conservación. cial al respecto, por lo que es importante evaluar eventualmente cual fue la in- las diferentes entidades estatales, la
que las autoridades ambientales se empie- cidencia o el efecto del trabajo de con- academia, los zoológicos y las ONG, lo
Las comunidades asentadas en las zonas cen a preparar (legal, judicial, tramites, servación, sin importar la naturaleza que genera que se dupliquen esfuerzos,
naturales de distribución de C. acutus, C. c. etc.), para cuando las estrategias de con- del mismo. perdiendo tiempo y recursos. En este

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BIOLOGÍA Y CONSERVACIÓN DE LOS CROCODYLIA DE COLOMBIA

ESTRATEGIAS PARA LA CONSERVACIÓN

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punto la labor del MADS es fundamen- presenta algún tipo de investigación o • Anzola, L. F., G. D. Mejia, H. A. Serrano, J. Tropical Roberto Franco. Informe interno.
tal ya que es quien debe dar las pautas actividad de manejo. Son muy pocos los Clavijo, H. Velazco, J. Anzola y F. A. Cas- 15 pp.
y la ruta a seguir en la implementación tro. 2012. Investigación sobre el estado • Ardila-Robayo, M. C., W. Martínez-B., R. A.
parques que se encuentran en las tierras
actual de las poblaciones de caimán lla- Moreno-A., R. M. Suárez-D. y M. Torres-M.
de los programas o planes. bajas del país. Además el hecho de que el nero (Crocodylus intermedius) con fines de 2009c. Aportes al conocimiento de la ca-
7. Los planes de manejo son en la mayo- área de distribución de una especie esté conservación y recuperación en el departa- racterización genética y estado de la pobla-
ría de los casos demasiados generales comprendida en un PNN, no quiere decir mento de Arauca. Gobernación de Arauca- ción natural del caimán llanero (Crocodylus
y no existe una ruta de trabajo, que que se esté realmente protegida o que este Secretaría de Desarrollo Agropecuario y intermedius), en la región de los ríos Duda
permita orientar cuales son las accio- propenda por su conservación. Sostenible Departamental, Consorcio Sal- y Guayabero y algunos sectores del Río
nes prioritarias para realizar por espe- vemos el Caimán. Arauca. Informe final. Meta. Cormacarena, Universidad Nacional
cie o las formas de evaluar el éxito de 621 pp. de Colombia-Estación de Biología Tropical
En cuanto a la normativa del país, las es- Roberto Franco. Informe interno. 70 pp.
cumplimiento de los objetivos. • Ardila-Robayo, M. C., S. L. Barahona y O.
pecies en general cuentan con herramien- P. Bonilla. 2002. Monitoreo poblacional • Ardila-Robayo, M. C., W. Martínez-B., R.
8. La implementación de los planes está tas jurídicas para su conservación. No de Crocodylus intermedius (caimán llanero) A. Moreno-A., R. M. Suárez-D. y M. Torres-
enfocada principalmente en el trabajo
obstante su aplicación y puesta en marcha, en los ríos Guayabero y Duda (municipio M. 2010. Aportes al conocimiento sobre
comunitario y de educación, olvidan- de la Macarena – Meta). Instituto de el estado actual de la población in situ de
no es efectiva.
do la importancia de la investigación Ciencias Naturales, Universidad Nacional Crocodylus intermedius (caiman llanero) y
científica y el monitoreo de las es- de Colombia. Bogotá. 55 pp. evaluación del hábitat, en algunos sectores
Es indispensable que la información am- de los municipios de Puerto López y Puerto
pecies. Así mismo, no se incentivan • Ardila-Robayo, M. C., J. Clavijo, W. Martí-
biental generada por la empresa privada Gaitán, departamento del Meta, Colom-
las alternativas de manejo para las nez-Barreto y L. F. Anzola. 2008. Informe
especies como el caso de la zoocría o en los documentos de diagnóstico ambien- final del proyecto primera fase del Progra- bia. Cormacarena, Universidad Nacional
tal o programas ambientales, sea de libre y ma Nacional de Conservación del caimán de Colombia-Estación de Biología Tropical
cuotas de extracción para las especies
fácil acceso. De igual forma que estos pro- llanero en el departamento de Arauca. Uni- Roberto Franco. Informe interno. 85 pp.
permitidas. • Ardila-Robayo, M. C., W. Martínez-B., R.
gramas ambientales de las empresas in- versidad Nacional y Corporinoquia. ODS
9. Los crocodílidos son fuente impor- 08. Informe Interno. 86 pp. A. Moreno-A., R. M. Suárez-D. y M. Torres-
tante en la alimentación de las co- cluyan las especies amenazadas y generen M. 2012. Formulación de un plan integral
• Ardila-Robayo, M. C., S. A. Segura-
munidades rurales (indígenas, cam- investigación enfocadas al conocimiento y para el establecimiento de un núcleo piloto
Gutiérrez y W. Martínez-D. 2005.
pesinos y afrodescendientes) y al no conservación de las mismas. Desarrollo y estado actual del Programa para el repoblamiento del caimán llanero
generarles alternativas que les permi- Nacional para la Conservación del (Crocodylus intermedius) en un sector del
tan suplir esta necesidad, cualquier Bibliografía Caimán Llanero, Crocodylus intermedius, municipio de Puerto Gaitán, departamen-
• Agudelo, W. y J. Vergara. 2005. Estatus en Colombia. Pp. 138-150. En: Varela, to del Meta, Colombia. Cormacarena, Uni-
esfuerzo de disminuir el consumo versidad Nacional de Colombia-Estación de
poblacional de la babilla (Caiman crocodilus N., C. Brieva, J. Umaña y J. Torres (Eds.).
será en vano. Biología Tropical Roberto Franco. Informe
fuscus) y algunos aspectos relacionados con I Congreso internacional de medicina
10. Las áreas de distribución actuales de la ecología de la especie en la zona norte de interno. 80 pp.
y aprovechamiento de fauna silvestre
los crocodílidos son en la mayoría de el embalse El Guájaro, La Peña – Arroyo neotropical (Libro de Resúmenes). Uni-
• Ardila-Robayo, M. C., W. Martínez-B., R.
los casos, zonas de difícil acceso, uti- de Piedra, departamento del Atlántico, A. Moreno-A., R. M. Suárez-D. y M. Torres-
versidad Nacional de Colombia, Facultad
lizadas inclusive por los grupos ar- M. 2013. Estimación mediante monitoreo
Colombia. Tesis de pregrado, Universidad de Medicina Veterinaria y de Zootecnia.
satelital de los patrones de desplazamiento
mados al margen de la ley. Esto trae del Atlántico. Barranquilla. 112 pp. Bogotá.
del Crocodylus intermedius e implementa-
consigo que no se pueda realizar in- • Alonso, J. C., C. A. Bonilla, L. Castellanos • Ardila-Robayo, M. C., R. A. Moreno-Arias,
ción de una estrategia de comunicación del
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324 325
BIOLOGÍA Y CONSERVACIÓN DE LOS CROCODYLIA DE COLOMBIA

ESTRATEGIAS PARA LA CONSERVACIÓN

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328 329
M. A. Morales-B.
J. Rodríguez

17. Conclusiones y recomendaciones


para la conservación
Mónica A. Morales-Betancourt, Carlos A. Lasso y Fernando Trujillo

De acuerdo a la información consignada resultados preocupantes puesto que la


en los capítulos precedentes se puede con- información aún es deficiente y limitada a
cluir que tras los trabajos realizados por algunas regiones geográficas.
Federico Medem hace más de 30 años, los
estudios referentes a la historia natural y De las seis especies distribuidas en
las iniciativas de conservación de los croco- Colombia, el caimán llanero (Crocodylus
dílidos colombianos han sido muy escasos, intermedius) es la única que cuenta con
existiendo todavía un vacío muy grande un programa de conservación nacional.
en su conocimiento. Es indispensable y El caimán negro (Melanosuchus niger)
urgente determinar el estado poblacional tiene un programa de conservación a
de estas especies, así como diseñar y man- nivel regional, el caimán aguja (Crocodylus
tener un programa de monitoreo. Hay que acutus), cuenta con varios planes de
destacar que para los cachirres (Paleosuchus conservación a nivel local, al igual que
palpebrosus y Paleosuchus trigonatus) y el las babillas (Caiman crocodilus fuscus)
caimán negro (Melanosuchus niger), hay un en las cuencas del Caribe y Magdalena.
desconocimiento sorprendente sobre su Los cachirres (Paleosuchus palpebrosus y
biología y ecología en Colombia. Paleosuchus trigonatus) y la otra subespecie
de babilla (Caiman crocodilus crocodilus) de
La UICN recomienda actualizar los análi- las cuencas del Amazonas y Orinoco, no
sis de riesgo de extinción cada cinco años. tienen ningún plan de conservación.
El Libro rojo de reptiles de Colombia fue
publicado en 2002 y después de once años Adicional a esto, los planes o programas
no se realizado ninguna actualización al de conservación diseñados y/o implemen-
respecto. Para que esta sea efectiva se re- tados en Colombia no han sido efectivos
quiere contar con información de historia puesto que no se ha evidenciado recupe-
natural y estructura poblacional de las ración poblacional alguna, salvo el caso
especies, reto que se ha tratado de cum- puntual del caimán aguja en bahía Cispatá
plir parcialmente en este libro, pero con (ver Capítulo 6). Esto se debe en parte al

Babillas (Caiman crocodilus crocodilus). Foto: F. Trujillo 331


BIOLOGÍA Y CONSERVACIÓN DE LOS CROCODYLIA DE COLOMBIA

CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES

J. Rodríguez

hecho de que para lograr la conservación cuidadosamente y generar mecanismos pesar de los esfuerzos, aún se está traba- de aprovechamiento y la importancia que
y/o recuperación de una población, es in- más estrictos para su cumplimiento. jando de una forma desarticulada, por lo este representa para la seguridad alimen-
dispensable un trabajo a largo plazo, si- que es indispensable que el comité cientí- taria local, no hay prácticamente informa-
tuación que es difícil en el país cuando hay Para hacer liberaciones al medio natural fico de Procaiman coordine y direccione ción básica de esta actividad, tal que per-
una falta de continuidad institucional, es indispensable tener la caracterización las acciones a seguir dentro del programa mita generar lineamientos de manejo. Por
presupuestal y de personal. Esto trae con- genética de las poblaciones a las cuales se y se alcancen los resultados esperados. Las ejemplo, se desconoce la ingesta o el apor-
sigo el retraso en los pocos avances que se les va a realizar el refuerzo poblacional, áreas protegidas, ya sean Parques Nacio- te nutricional de estos animales en la dieta
realizan y la pérdida de la confianza en las ya que se deben proporcionar individuos nales o incluso Reservas Privadas, pro- de las comunidades o su contribución en la
instituciones por parte de los actores loca- que sean genéticamente apropiadas para veen oportunidades adecuadas para ini- economía local.
les. De la misma forma, los esfuerzos rea- las poblaciones de interés para evitar la ciar un programa piloto de liberación de
lizados son puntuales, tanto en términos depresión hibrida o la pérdida de adapta- caimán llanero, al igual que hábitats poco Un aspecto importante en la conservación
espaciales (localidades) como temporales ciones locales en poblaciones naturales, poblados y aislados en el departamento de de los grandes reptiles, es el conocimiento
(continuidad a mediano y largo plazo), lo especialmente para aquellas especies cuya Arauca donde aún parecen existir relictos de los patrones de uso, el efecto de este so-
que imposibilita que el programa de con- distribución es amplia (ver Capítulo 14). de esta especie. bre las poblaciones naturales y su impor-
servación tenga algún impacto poblacio- Las liberaciones de babillas no han tenido tancia para la subsistencia comunitaria.
nal, dado que son especies longevas y que en cuenta este requerimiento genético, en Al programa del caimán negro es necesario También, cómo la utilización y el valor
utilizan en muchos casos, hábitats fuera parte porque es un tema tratado muy re- hacerle un ejercicio de priorización para intrínseco de los crocodílidos puede ser
de los límites del área de incidencia del cientemente en el país. establecer rutas de trabajo, al igual que usado como herramientas para construir
plan o programa. Tampoco se hacen estu- se debe propender por mantener un pre- proyectos sostenibles. Para la generación
dios poblacionales previos a la aplicación El Programa Nacional para la conserva- supuesto a largo plazo para su ejecución. de este tipo de estrategias es necesario que
ción del caimán llanero está enfocado a Las poblaciones del caimán negro tienen este conocimiento sociocultural sea com-
del plan de conservación que sirva para
la producción de individuos en cautiverio un desequilibrio importante en el alto río plementado con investigaciones biológicas
medir después la efectividad del mismo.
para su liberación posterior, es decir, ex- Putumayo y en el Trapecio Amazónico, zo- y ecológicas básicas, las cuales constituyen
A esto se suma que desafortunadamente
clusivamente con fines de conservación. nas donde precisamente se ha incrementa- la única metodología robusta y verificable
la percepción humana en muchas regio-
El objetivo específico de este programa era do la presión por caza en los últimos años. para poder establecer las tendencias de-
nes no es poositiva hacia estas especies,
incrementar en un periodo de diez años, la Dicha cacería está dirigida tanto para el mográficas de las poblaciones, en respues-
y por el contrario, el factor de temor hace
población al menos un 50%. Sin embargo, consumo de subsistencia como para usar ta a los efectos antrópicos.
que sea dificil promover la recuperación
tras casi 15 años de elaborado el progra- los caimanes como carnada para la pesca
de sus poblaciones en habitats que actual- ma, no se han adelantado acciones para la de la mota (Calophysus macropterus). Esto La mayoría de poblaciones o relictos de
mente están ocupados con asentamientos conservación in situ, puesto que a pesar de parece ser una consencuencia de la dismi- caimán aguja y de la babilla (C. c. fuscus),
humanos. que el trabajo ex situ ha sido eficiente, no nución del potencial pesquero en algunas acusan problemas serios en la estructura
ha ocurrido liberación alguna y tampoco zonas y la necesidad de acceder a fuentes de las poblaciones, asociado al aprovecha-
Los programas actuales del caimán aguja ha mostrado algún indicio de recupera- de proteína animal. Por ello es indispen- miento ilegal. Hoy día se están empezando
y la babilla (C. c. fuscus) que se establecen ción poblacional. En contraste, en Vene- sable cuantificar esta actividad y realizar a emplear herramientas como la genética
como ex situ, tienen como objeto exclusi- zuela se han implementado desde los años trabajos con las comunidades correspon- molecular, que contribuyen a controlar el
vamente la zoocría de tipo comercial y no 90, este tipo de estrategias, cuyo resultado dientes. Adicionalmente, se recomienda tráfico ilegal. Así, de acuerdo a las investi-
la conservación. De acuerdo a la normati- ha sido el establecimiento de poblaciones realizar una evaluación poblacional en la gaciones realizadas recientemente en Co-
va, existe la obligatoriedad por parte de estables que partieron exclusivamente de mayor parte de su área de distribución con lombia, en el futuro inmediato se podrían
cada zoocriadero de devolver un porcen- ejemplares criados en cautiverio. Este es una metodología estandarizada y robus- cotejar las pieles de caimán aguja destina-
taje de la producción animal al Estado, un ejemplo claro que este tipo de acciones ta, para realmente contar con una línea das a la comercialización, con la base de
que será asignado en función del grado puede funcionar y ser efectiva si se hace base que permita priorizar acciones de datos de los parentales registrados en cada
de conservación de la especie, que podrá adecuadamente. En la actualidad hay va- conservación. zoocriadero (ver Capítulo 14). De igual
ser recibido en recursos económicos, ser- rias instituciones trabajando en pro de la manera y con base a los datos de los deco-
vicios ambientales y/o especímenes para especie, por lo que es un momento clave Los cachirres y la babilla (C. c. crocodilus) misos, es indispensable que se empiece a
ser utilizados en el manejo sostenible de para aunar esfuerzos interinstitucionales son las subespecies típicas de consumo de realizar este mismo ensayo para las babi-
la especie. Este aspecto debe ser evaluado y avanzar realmente en el programa. A subsistencia. A pesar de la elevada tasa llas, ya que ésta es la especie más afectada

332 333
BIOLOGÍA Y CONSERVACIÓN DE LOS CROCODYLIA DE COLOMBIA

CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES

por el tráfico (99% de los decomisos son de La disminución y degradación del hábi-
C. c. fuscus, ver Capítulo 15). tat es una amenaza común para todas las
especies, aunque tiene mayor impacto en
Las investigaciones adelantadas con base aquellas de distribución restringida. Para
en la genética molecular del caimán aguja estas últimas, es fundamental declarar
en cautiverio, ha mostrado la existencia áreas de conservación. El incremento de
de dos linajes mitocondriales distintos, y centros poblados, el tráfico de embarcacio-
este hallazgo es muy importante porque nes y la agricultura a lo largo de las orillas
actualmente las prácticas de manejo para de los ríos genera una disminución impor-
las poblaciones en cautiverio se realizan tante de hábitats para los crocodílidos en
como si se tratara de una única unidad de Colombia. Igualmente, para las especies
manejo a pesar de presentar estos dos li- de interés de consumo (subsistencia) es
najes. Por esta razón, los cruces se pueden fundamental estudiar si muestran signos
dar libremente entre ambos linajes. Dada de contaminación, como ya está sucedien-
la ausencia de información concerniente do con otras especies como tortugas y pe-
al significado biológico de estos dos lina- ces (altos contenidos de mercurio), ya que
jes genéticos, así como de la información esto representaría y también una alerta
sobre la estructura de los linajes de pobla- para la salud de los humanos.
ciones naturales, se recomienda categóri-
camente que las prácticas de zoocría del Al revisar el mapa del Sistema de Par-
caimán aguja y conservación, implemen- ques Nacionales Naturales de Colombia,
se observa que hay un número reducido
ten un manejo distinto al que se ha venido
de áreas protegidas en las tierras bajas
realizando hasta ahora. Por consiguiente,
(donde se distribuyen los crocodílidos),
no liberar individuos producto de la cría
especialmente en las cuencas del Caribe
en cautiverio, hasta que no se determine
y Magdalena. Estas son las más afectadas
las implicaciones de estos linajes genéti-
ambientalmente y en las que se presenta
cos, tanto en los cruces, las liberaciones y
la mayor presión por cacería ilegal (ver Ca-
en la estructura filogenética de las pobla-
pítulo 15). Igualmente, son pocos los PNN
ciones naturales (ver Capítulo 14). que incluyen las especies de crocodílidos
en sus planes de manejo o como valores
La pesca artesanal es una amenaza actual objeto de conservación (VOC, Odc) y las
y tiene incidencia sobre las poblaciones que los hacen, no están adelantando accio-
de crocodílidos. Se recomienda que en los nes para su conservación.
monitoreos pesqueros se empiece a cuan-
tificar la captura incidental y que en las Por último, se evidencia que hay vacíos de
cuencas del Amazonas y el Orinoco, haya información en cuanto a la toma e integra-
seguimiento a la caza de crocodílidos y su ción de información ambiental a nivel pri-
uso como carnada en la pesca de la mota. vado y gubernamental. Se debe aprovechar
De manera complementaria hay que reali- la información generada en los diagnósti-
zar también jornadas de educación en las cos y en las licencias ambientales de las
zonas donde tiene lugar esta pesca dirigi- empresas, lo cual debería ser de consulta
da, para desestimular dicha práctica, así más accesible. También es indispensable
como concienciar a los comerciantes de que exista una articulación más ajustada
este mercado para que no promuevan su entre las decisiones del sector productivo
comercio. y el sector ambiental oficial.

334 Manglar en el río Sinú. Foto: F. Trujillo

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