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ATANDO CABOS Carmen Arellano Hoffmann y Gary Urton Editores & QhapaaNan Javier Prado Este 2465, San Borja - Lima 41 Tel. (611) 476-9873 ‘wnww.meultura.gob.pe Primera edicion, 2011, Correccién de estilo: Constanza Calamera Fernandez y Omar Pinedo Pérez Diserio y diagramacién: Giacomo Capurro Csirke Dibyjo: Olga Lucta Valencia Alarcén Fotografia de portada: Maria del Rosario Jhong Leén Portada: Quipu del Museo Nacional de Arqueologta, Antropologia e Historia del Perii RT 35268 Hecho el Depésito Legal en la Biblioteca Nacional del Pert N°: 2011-07447 ISBN: 978-612-45909-4-8 Tiraje: 2000 Impreso en: Rapimagen S.A. Jt.Callao 465, Of, 201 Limaot Reservados todos los derechos. Impreso en Lima, Perd, julio 2011 Indice In Memoriam Hugo Pereyra In Memoriam Catherine J. Julien ‘ Juan Ossio Acuiia Prefacio i Carmen Arellano Hoffmann El avance en el estudio del quipu: Una introduccién Luis Mifones Descifrando el futuro: Una mirada al camino por recorrer Gary Urton El quipu inca: Mantenimiento de registros en cuerdas con nudos Wiliam Conkiin Antes del quipu inca: La evolucion de los sistemas informativos basados en cuerdas Catherine Julien El quipu en el imperio incaico Gary Urton Los quipus de la Laguna de los Condores Galon Brokaw El quipu en la época colonial Frank Salomon, Carrie Brezine, Reymundo Chapa y Vietor Falcén Huayta _ El quipu desde la Colonia hasta la Republica: El patrimonio de Rapaz 09 13 23 25 47 59 7 95 125 161 177 193 227 239 263 A al ramet coloniales del lenguaje y la e El cuipe ee ls losfia ons de engi y esetara J encuentro entre europeos y andinos a partir de la legada de Francisco Pizarro a las costas de prodyjo un efecto de incomprensién muuo, Este contacto creé en el siglo XVI la necesidad de comprender cémo teenologlas andinas cvalitativamente diferentes de las europeas podian registrar y organizar fa informacion de manera eficaz para sostener Ia cohesién administrativa de un Estado tan sextendido como el Tahuantinsuyo de principios del siglo XVI Esta necesidad de comprensién dio lugar & tina sere de “lecturas” de los cronistas y oficiales europens que intentaron entender la légica andina de comunicacion, con el fin de decodificar los datos que se escondian—y se esconden auin—elusivamente bajo la forma de cuerdas, nudos, colores, materiales ¥ modalidades de tejido. En suma, los primeros ceuropeos que entraron en contacto con ol mundo andino del siglo XVI se enfrentaron a un sistema de comunicacion que reconocieron como eficaz para registrar y transmilir informacién acerca del pasado prehispanico: los quipus. Cronistas, oficiales administrativos ¥ eclesiasticos intentaron “leor’ los quipus aeumiendo que guardaban por To menos dos clases de informacion: numérica —que se usaba en contabildad, administracién y asuntos estadisticos— y narrative tas genealogias © historia prehispanica de los incas—. Una parte de dichos: oficiales y administradores intent6 no solo interpretar los datos en los qulpus, sino también asimilar su modo de funcionamiento pat fines europeos, como testmonian los lamados “quipus confesionales”. Este capitulo aborda entonces formas europeas de ‘ieer” et quipu andino, teniendo en cuenta la filosofia del lenausl® del siglo XVI y como oficiales y administradores esparioles asociaban lenguaje y escritura en esta 6poca Comprender como el europeo pensaba acerca del lenguaje y su escritura en el siglo XVI ayuda a comprender los criterios bajo '0s qvales ls intérpretes, cronistas y otros intelectuales coloniales transcribieron la informacién obtenida @ partir de los quipus, describieron su funcionamiento @ intentaron aplicarlo en contextos nuevos como Ia confesién y el calendario cristianos. Cuando nos enfrentamos al estudio de quipus, ls primeras fuentes 2 las que accedemos se encuentran en as crénicas y otros documentos coloniales dela primere mitad del siglo XVI. Uno de estos primeros documentos que se conacen hoy esta Relacion dea descendencia, gobierno y conquista de los Incas, requeride en 1542 por el gobemador Cristobal Vaca de Casto (Coltapiia etal. 1974 (1542-1608) Rocio Quispe-Agnol El obj ivo del gobernador en este momento era recoger informacion acerca del gobierno inca. Las fuentes orales que habia consultado primero parecian contradecirse unas a otras, porlo cual buscé otras fuentes de informacién’ Cuatro quipucamayos “muy viejos", que escaparon de los generales de ‘Atahualpa, fueron traidos a la presencia de Vaca de Castro para rendir testimonio con sus quipus’. Es importante observar los objetivos de Vaca de Castro con esta Relacién y su dominio del acto de comunicacién. El gobemador espanol dicta lo que se trata aquty la recoleccién de datos se lleva a cabo segiin sus intereses. El quipucamayo recitaba la informacién contenida en su quipu segiin las preguntas hechas por el oficial espario. La ectura de los quipus en este ejemplo estaba no solo medializada porlos diferentes cédigos que entraron en contacto (quechua/espafiol, registro orallregistro escrito alfabético, tecnologia del tejido/tecnologta del papel yla pluma), sino también porel acto de habla porel cual Vaca de Castro ordené a los quipucamayos que hablaran, y éstosrecitaron lainformacién contenida en los quipus memoria oral segin las preguntas impuestas por el oficial espaitol El ejemplo de la Relacién me sirve para indicar la diversidad de formas de “leer” y comprender los quipus, para lo cual es necesario preguntamos cémo pensaban estos oficiales espafioles acerca del lenguaje, su fijacién por medio de la escritura alfabética, la validez del medio escrito y, yendo mas lejos, como explico mas adelante, la relacién entre poseer un sistema de eseritura, una historia, y tenerinteligencia y alma, La Relacion de fos quipucamayos, de 1542, es una de las primeraslecturas que se hacen de los quipusa partir del siglo XVI. Entre estas lecturas se incluyen las apreciaciones y comentarios de otros oficiales y eronistas espafioes,indigenas y mestizos de los siglos XVI y XVII, mas tarde, lalectura de los observadores europeos de los siglo XVIIly XIX, que ven al quipu como un enigma a descifrar en el contexte de una aventura romantica (Figura 1. Los primeros intentos de una lectur clentiia del quipu se encuentran en ta obra de estudiosos de fines del siglo XIX y primeras décadas dol siglo XX (como "ha jutary pect arte ts ado os gas vj antics det Cusco ye todas corarca, fomsndose de els, come se pretend, ‘haune nto con sisaclon dra muy attends cas une on drecho dotupare (art Sah 17), ‘Deexos une qupucanayos tb ota ar nome trandoaratartodos ion qupacmayoy quar ss qapunparabrrara mero Nay regard nro ons a fonaroy den ‘comer vo nud) de Tekpcinga qlnsitratan ange ga xan 37) "irae clas des ernsnseapatolos que meena el so Ge qu conta ecuenca s onvenran a "Razin des upucaayos ‘ada hoes por GicblVac de ax, yt our orersren de Colpitay Supra 1871642 1eue) 9 ede ands Seances 1603 [N381-187p Jor do costa (105, 1087 (1800) Marin deren (1846 en 1590 yArtone dea Calc 19742699), elge Guaman Pore Se ‘ata (1087 6s). nea Garase den Vega (1570 008-1647) lon txton attios Sas Vr, pro queen proce, an gamstos So {anita ncgents mestizos que mencenar ol vs a upon oss sigs. Los tanos abo a las Vera cone La Matos dees Ieas 2 Sreueriranperdotosaoy, ‘lads de Graf pubs ates ne Prine en 1747, isto onl ea protagonist, Za una rincsa ica, 0 camunica con ‘nao Ars, pore dq Ps pat, Rae do Sang, Prine de San Severo, eb on 1790s Lote apabpetce doves" {areadamic dos Cia cvtnentte ea dla tlt Leo um Peruana por spe ale sipvoszion de up, cba ania gue tsa ita det quip aratvo que rewla do Gatigny popania. won se Gan Sere cul dine» cle Se on copy co vanctatoson o ‘isco ee cae comorentadunexto poste. logue elt so raien ay nla bisa Jam Car bron alae Se Gysienun ung ve Kea unovg seu85 wor 0103) srdino-z0001 201 VeIEPEWeSreUN UO BuBeueUNy gol (osc) BstoRayEREIeT cworog Ue 1 ‘OIBUES Ip Opuoe! nin Un op uo;seveisuesy “,einbig ¢ . DIESER mmc Filsofas colonials dt lenge yt escrtra lou frente a Lise tLy A pate ea Rocio Quispe-Agnali Radamés Andrés R. Alier 1941; Leland Locke 1923; Erland Nordenski6ld 1925a, 1925b; Carlos Radicati di Primeglio 1977; y Max Unle 1940). Estos autores reconocieron la capacidad numeral y estadistica de los quipus, y sefialaron algunos elementos para una posible interpretacién de narraciones. Finalmente, tenemos desde las uitimas décadas del siglo XX hasta hoy a aquellos especialistas de diversas disciplinas que repasan, a su vez, las lecturas anteriores con el fin de corroborarta estructura decimal de los quipus (Robert y Marcia Ascher 1975; John Rowe 1985; Frank Salomon 2004; Gary Urton 1998, 2002), insisten en el devetamiento del quipu como un medio de significacion que reproduce o abre la puerta a la reconstruccién de narrativas prehispénicas, condicién necesaria para que haya relato histérico (Carmen Arellano-Hoffmann 1999; Galen Brokaw 2003; Lydia Fossa 2006; John Murra 1991; Frank Salomon 2004; Carlos Sempat Assadourian 2002; Gary Urton 1998, 2002). Los objetivos de cada tuna de estas lecturas son variados, y van desde el objetivo colonizador que intenta conocer el pasado andino con fines de conquista y/o evangelizacin, el objetivo pragmatico de categorizar los recursos de los desconocidos para tomar control de dichos recursos, hasta el rescate de una identidad sometida, ‘Aquollos que abogaban por el timo tenian como fin demostrar que los andinos si tenian inteligencia y esta era la prueba de “cvilizacién” que les reconocia también poseer un alma, y, porlo tanto, el derecho de libre albedrio y la salvacién cristiana. Ahora bien, por qué es necesario tener escritura e historia para tener alma en la ideologia cristiana? En disciplinas como la antropologia, la historia y los estudios literarios occidentales, el desarrollo de una escritura alfabética o equivalente ha sido usado como medida del progreso de grupos humanos que se categorizan como “civilizados". En esta mirada, la oralidad no tiene validez como la escritura porque no se puede registrar de manera permanente. Sin embargo, hoy en dia los estudios ‘académicos del mundo andino han aceptado ya que el criterio orallescrito para diferenciar y oponer texto europeo escrito versus text \digona oral resulta problemético para categorizar la produccién textual del ‘mundo indigena americano, Mas atin, no solo se trata de que oralidad y escritura no son medios de {expresién que se oponen sino, més bien, que en el mundo andino la oralidad complementa y completalos datos organizados en el quipu por medio de un agente, el quioucamayo, y otras herramientas como la ‘Yupana. Es necesario entonces reconocer Ia relacién dialégica entre oralidad y medios andinos de ‘expresién (Arellano 1999; Brokaw 2003; Quispe-Agnoli 2004). De esta manera, entendemos el contexto ‘comunicativo en el que se produce el quipu y s* reproduce su lectura con la participacién de otros medios ue forman parte de dicho contexto (memoria oral, cuentas, piedras o granos de malz). Este modo de funcionamiento del quipu se confirma miitiples veces en documentos coloniales que reconocen la interaccién del quipucamayo con el quipu y algin otro medio con el fin de producirsignificacién, y, tal vez, luna narracién. Vuelvo sobre estos puntos mas adelante, a propésito dela filosoffa del lrnguaje de Acosta y su concepcién de la escritura alfabética como medida de rango cultural nem 1 eaipy frente alas flosoias colonies del lengua y fa esr Examinemos ahora las ideas que enmarcan el pensamiento europeo del seacon a lengua y esorura. Es. paride estas ideas que los gramations,creadores de cecionaroy gensadores del lengueje se aroximan alos quipusy los een’. En este punt, las ideas del josuita José de Acosta nos serdndtles para entender la relacin entre lenguaje, escrtura, historia y salvacién, asi somo para aproximamos ala convivencia confltiva de medios de comunicacién que culminaria con a orden de destruccién delos quipus en 1582". José de Acosta como filésofo del conocimiento ‘con el fin de contextualizar el razonamiento dl esuita José de Acosta y su lectura de los quipus Y la ‘ar brevemente su carrera intelectual. José de Acosta (1540-1600) inteigencia andina, es preciso re ingresé ala orden jesuta en 1551 —a los once afios— y en 1852 ent al Colegio de Salamanca, Sus ddeseos de viajar al Nuevo Mundo se revelan ya en 1568, en una cartaa Francisco de Borja, General dela Ccompatia de Jesus: "Lo que me suele desportar estos deseos principalmente es parecorme que} 8° hace est [esto y conocimiento} en aquelas partes con menos peligro de vanidad y con esperanza de mas rato, ato menos hay mas necesidad” (1954: 251), Acosta llegé a Lima en abril de 1872, ¢incié sus viajes al Pert y México (1672-1875, 1576-1577, 1578-1579).Asimismo, aprenci el ech inspirado porlas ideas jsuitas sobrela necesidad de aprenderlas lenguas ndigenas para ovangeizaralindo,Asu legadia. Lima, conoci6 los resuitados dea vista al Pert realizada por el vrrey Toledo en 1569, os cuales veblon sido exviados a Espana en marzo de 1572. En Pert, el jesuita trabajé como catedrstco del Seminario de San Pablo que ensefiaba artes, teologia,flosoffa, cénones y lenguas indigenas a los novicios jesuitas. En el marco del pensamiento humanista reformista que daba importancia central a estudio det lenguaje, Acosta contribuyé al estudio y ensefianza de ls clésicos grieges y latinos al lado de las longuas nativas. También sinvié como miembro del Tribunal dela Inqusicion y participé en el Tercer Conello Limense (1582-1583). lqualmente, se desemperé entre 1578 y 1581como asesor del virey Toledo, con quion to diftcultades, hasta que este fue reemplazado por Martin Enriquez de Almansa. ‘Acosta se incorporé de esta manera al movimiento toledano que recogia informacién acerca del pasado prohispanico de los Andes y qued6 favorablemente impresionado porlaracionaliéad de a cultura nding yelentendimiento de losindios. En 1588 Acosta publicé on Salamanca su primera obra, De natura novi orbis et De promugaltione evangeli apud barbaros, sive De Procuranda Indorum Salute. Se rata de une obra de «yempcn Cary Uten expla edt melo ups conpatn contre patie encantoaia orci ows os oot, “expat Gary Uren np on tale ce encanta use Tear Coto Liman tara sina 0 == PS foro uone ddnony opr cetvomac, Ver Uren 188 2002 ° . ro ty La aay 3 soso co a aun ox rogdeiedes en ono lee car ns eles ris of ae toe quoraca enn ato ds fen 1578 Acosta habia estado cargo de este. Rocio Quspe-agnon teologfa misional en la que el jesuita se ocupa de tres grandes temas: la naturaleza del Nuevo Mundo, la labor evangelizadora en este, y la salvacién de losindios (Acosta 1954). Estos temas contienen la semilla de los temas fundamentales de la Mistoria natural y moral de las Indias (1987 [1590]), que saldré a la luz dos afios més tarde (1590). Esta obra de Acosta nos permite comprender muchos elementos del pensamiento europeo en relacién a los indios de América, en especial aquellos concernientes a la capacidad de historiar que tionen —o no— {as lenguas indigenas y la capacidad de abstraccién que se facilita a través de sus éscrituras. Es por ello que reviso a continuacién el razonamiento lingUifstico de Acosta, que formé parte dela filosofia del lenguaje que enmarca su disertacién sobre la inteligencia de los indios en el Libro VI de su Historia. Dicha disertacién incluye una reflexién sobre el caracter humano de los amerindios y la preservacién de informacién para la posteridad como condicién de civilizacién ¢ inteligencia. La preocupacién final de Acosta es comprobar si las lenguas indigenas y sus medios de expresién proveian la competencia abstracta necesaria para aprender el conocimiento de Dios y asi Posibilitar su conversién. Veremos también cémo, si bien Acosta parece reivindicar un lugar para el indigena en su época, el mismo pensador acepta que losindios tienen signos (“cifras”,“pinturas") que son efectivos para registrar informacién y comunicarla, pero carecen de escritura —tal como la entiende el Jesuita— y esto plantea un problema paralla salvacién de sus almas. Con el fin de comprender el pensamiento del jesuita, propongo examinar entonces tres Puntos relacionados con su filosofia del lenguaje y los quipus en su Historia: (1) la tradicién naturalista del Siglo XVI que imputsa a Acosta al estudio de lo desconocide y lo diferente, siempre con el objetivo final de 's salvacién del alma; (2) la posibilidad de “buen gobierno" y la inteligencia de los indios; y (3) la carencia de escritura alfabética en el mundo andino y sus consecuencias Latradicién naturalista y el humanismo ‘Seguin José Carlos Ballén Vargas, la Historia de Acosta inauguré la tradicién naturalista de la cultura Peruana, asi como el inicio de un discurso filoséfico en el Pert (Ballén 1999: 309). La tradicién naturalista de! siglo XVI daba una gran importancia a la naturaleza que rodea al hombre, no solo como su entomo, que parece inmévil y que el hombre aprovecha y cambia a su antojo, sino como.una instancia que influye en éste y la constitucién de su historia. Por ello, piensa Acosta, es fundamental conocer el entomo natural del hombre de las Indias para conocer el desarrollo de su cultura y aprender su historia. Esto explica por qué es necesario escribir una historia natural que sienta las bases para entender el desarrollo de la Sociedad humana y la historia moral del hombre. Se trata entonces de mirar el entorno natural, el Nuevo Mundo y los Andes, con una perspectiva que busca estudiar, aprender y conocer. Este afan por investigar aturalezas nuevas —y el Nuevo Mundo ofrece una gran diversidad de lo nuevo al europeo— explica el anhelo del jesuita por ser trasladado a las Indias, tal como él mismo lo explicé a Francisco de Borja, El uipu frente a fas flosoias colonies del lengua y la escritura General de la Compafiia de Jess, en una carta de 1569: “Se hace esto [el estudio de lo nuevo] en _aquollas partes con menos peligro de vanidad y con mas esperanza de fruto” (Acosta 1954: 251). Estudiar la naturaleza de las Indias no es un fin en si mismo, sino el primer paso hacia la labor evangelizadora jesuita. Por ejemplo, en el Proemio"a su Historia, Acosta declara que el objetivo de ‘su discurso es a historia nueva, la filosofia de la nueva naturaleza y la indole moral de los hombres que viven en dicho contexto (Figura 2): Del Nuovo Mundo e Indias Occldentales han escrito muchos autores diversos libros yrelaciones, en que dan noticia de as cosas nuevas y extrafas, que en aquelias partes se han descubleto,y de los hechos y sucesos de lo esparioles que las han conquistadoy poblado. Mas hasta agora noe visto aulor que tate {do declarar las eausas y razin de tales novedades y exraiezas de naluraleza,ni que haga discurso © inguisicn en esta pera, ni tampoco he topadlisro cuyo argumento sea los hechos e historia do los mismos ncios angus y naturales habltadores del Nuevo Orbe. Ala verdad amas eases tienen dicing rhopoquehia (1987 1580} 57). Enlacita anterior, Acosta declara la necesidad de conocer la nueva naturaleza, asi como la ausencia de datos sobre la historia prehispanica de los indios. Lograr ambos objetivos, sin embargo, resulta en una necesaria revisién de los conocimientos de! mundo que tiene el europeo hasta ese momento: "los que han escrito de Indias Ocedentales, no han hecho protest de tanta fiosoia nan es més 66 Giles Han hecho avertena en alos cosas (ola natutloza nuova do las Indes), La segunda feos por toga), de trata los echos «histor propa de os nd, saqueria mucho rate y muy ininsoco on os imamos ins, do cus eareciron los nae que han ese de nas, 0 po po saber Su lengus oper no Curer ge saber us anbgdedades; ai se contentaron con relalar algunas de sus cose superfias(1087 {1590}57) Le ausencia del aprendizaje de las lenguas nativas y de estudios lingUistioos constituye el puente necesario entre el aprendizajo de lo natural y lo moral en las Indias, algo que no se ha llevado a cabo tampoco. Los intérpretes y escribanos que transiiteran la recitacion de los quipucamayos en 1542 no solo responden a sus propios intereses, sino que ademas no reflexionan sobre su labor interpretativa de una lengua que han aprendido de manera intultiva’. Acosta se dedica entonces a aprender quechua y recoger datos de informantes andinos que é! selecciona y considera “muy versados en tales materias”. Ademés, el objetivo final de conocer la naturaleza del Nuevo Mundo y la historia de sus habitantes es

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