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Universidad del Atlántico

Filosofía del arte

Nombres:

Olga Anillo
María Saltarín

Docente:
Camilo Morón

Facultad de Ciencias humanas


Programa de filosofía
2016-1

01/06/2016
INTRODUCCIÓN

En el presente trabajo abordaremos la cuestión concerniente a la comercialización del arte ,


que hoy en día se ha cambiado la calidad de este por la cantidad , es decir que ya no se hace
por amor al arte , sino por mover masas , por el factor monetario; lo cual ha sido pieza clave
para que la originalidad del arte pase a estar en un segundo plano y la comercialización de
este se vea gravemente afectada por la era de las tecnologías.
El arte al verse contaminado, al no ser considerado natural pierde su esencia y se convierte
en mercancía.

Nuestro principal interés en este trabajo es analizar el contexto en el que artistas como
óscar murillo pasó de ganarse solo 8 euros por limpiar ventanas a 356.000 euros por una
obra de arte.
COMERCIALIZACION DEL ARTE

En la actualidad el arte es comprendido como aquella actividad que es realizada o producida


por el hombre, por medio de la cual busca expresar emociones, ideas o una visión acerca del
mundo. En la antigüedad era muy limitado el número de personas que eran reconocidas como
artistas, pues no cualquiera podía ser considerado artista como lo es hoy en día.

Para ser considerado un artista de alta categoría en la actualidad no solo se necesita que el
artista haga cuadros magníficos, esplendorosos sino que sea consiente que como tal el arte
en la actualidad ha sido invadido por la industria y los medios, de tal modo que el arte ha ido
perdiendo su valor y como tal se ha convertido en una mercancía más.

El arte al ser contaminado, pierde su naturalidad, pierde su esencia para convertirse en una
mercancía. Se podría decir que esto se origina en “la obra de arte en la época de su
reproductibilidad técnica” que es precisamente donde se origina el fenómeno del arte en
múltiples ejemplares; es decir mediante la fotografía y el cine es posible hacer varios
ejemplares de la misma imagen aunque con los múltiples ejemplares de esta se perdería su
autenticada y si no hay copia de la autenticidad tampoco del aura, porque “del aura no hay
copia”. Un claro ejemplo de esto es la representación de la Gioconda, la cual se ha convertido
en un icono publicitario pero al ser reproducida innumerables veces es claro que la obra de
arte pierde el espíritu nato que le dio el artista en el lienzo original, es decir la obra de arte
perdió su aura porque esa solo se puede captar una sola vez y de esta no hay copia. Como
sostiene Theodor Adorno: “El beneficio se ha objetivado en la ideología de la industria
cultural y hasta se ha emancipado de la obligación de vender las mercancías culturales que
de todos modos deben ser consumidas”. Esto se relaciona con el concepto de pérdida del aura
propuesto por Walter Benjamín, en donde el autor ve en las técnicas de reproducción masivas
del arte y en las condiciones de producción de ese arte una pérdida, una extinción de la huella
original: “No más el objeto que lleva la huella de la mano del artesano, no más la obra de
arte que existe a través del artista”.

En la actualidad la era de la tecnología se ha convertido en una fuente tanto para la difusión


y comercialización del arte, ya no se necesita ir a una galería para apreciar las obras de arte
ahora todo esto lo podemos hacer por medio del internet quien poco a poco le ha ido quitando
espacio a las galerías y se ha convertido en pieza clave para la comercialización de obras de
arte.

Para ubicarnos un poco debemos mirar una breve muestra de cómo se originó esto, el
mercado del arte es un concepto más que artístico es económico, que designa al conjunto de
agentes tanto individuales como instituciones que se dedican a la comercialización y
explotación del arte, fijando precios a los productos artísticos , ósea a las obras de arte.
Anteriormente la forma de comercialización del arte era mediante los pedidos o encargos
directos a dicho artista por un cliente, esta era la forma en la cual se negociaba y se hacía la
transacción comercial entre el artista y el cliente, se daba más bien entre grupos de artistas y
apreciadores o admiradores del arte, y conocedores de ésta, se le daba un valor cultual como
dice Walter Benjamín en “ el arte en la época de la reproductibilidad técnica”.

Estas transacciones comerciales con las obras de arte llegaron a ser la base de un negocio que
arrojaba una buena cantidad ganancias en la Baja Edad Media, impulsando incluso
preferencias por determinados tamaños o materiales como por ejemplo: tablas, tapices,
esculturas, y especialmente, la técnica más manejable y exitosa: la pintura al
óleo sobre lienzo, y la más propicia para la difusión: el grabado; ya que estos son más fáciles
de transportar de un lado a otro, incluso a distancias muy extensas.

El aumento del prestigio social del artista vino a partir del Renacimiento italiano, cuando los
más afamados de entre ellos se llegaron a considerar humanistas al nivel de los poetas y
filósofos, codeándose con príncipes y papas. Los pintores de corte llegaron a gozar de la
confianza de los reyes, encargándoseles actividades diplomáticas o recibiendo títulos
nobiliarios (Jan van Eyck, Rubens, Velázquez); además de tener un papel especial en la
compra de objetos de arte, especialmente en sus viajes al extranjero.

La revalorización renacentista del arte antiguo y la mitificación de sus productos


como reliquias hicieron nacer el interés por la arqueología y el
coleccionismo de antigüedades, así como la aparición de los anticuarios. Como forma de
exhibir su riqueza y gusto artístico, los aristócratas competían en la exuberancia de
sus gabinetes ( closet, gabinetes de curiosidades), donde sus recientes adquisiciones de arte
contemporáneo se exhibían no para una contemplación piadosa (el uso habitual de la
tradicional pintura de oratorio), sino para el disfrute sensorial e intelectual, conjuntamente
con antigüedades y curiosidades científicas o con los libros de sus bibliotecas. Incluso se
definieron las convenciones de un género pictórico denominado pintura de gabinete. Más
adelante, la costumbre del Grand Tour incitó a los jóvenes de clase alta a completar su
formación con un viaje cultural, del que la compra de objetos de arte formaba parte esencial.
Las obras o artesanías que adquirían cumplían la función de recuerdo de tales viajes.

Venecia, Florencia, Roma y otras ciudades italianas, especialmente las destacadas por
disponer de una escuela de pintura característica, tuvieron mercados artísticos muy activos
desde el siglo XV, y fuera de Italia se desarrollaron importantes núcleos.

Para evitar fraudes y conseguir un control fiscal, se fijaron lugares determinados para
mercado organizado, y se prohibió la venta en otros (con poco éxito). Amberes lo tuvo en el
patio de la iglesia de Nuestra Señora a partir de 1481. Los comerciantes pagaban en función
de la extensión del puesto que ocupaban. También había subastas públicas en el mercado del
viernes celebrado a orillas del Escalda(vrijdagsmarkt) desde 1547. En 1540 había 300
maestros pintores y grabadores en Amberes.

En 1565 se fundó, bajo la dirección de Bartholomäus de Momper, una sala permanente de


ventas en la galería superior del nuevo edificio de la Bolsa de Amberes. El saco de
Amberes de 1576 provocó el declive económico de la ciudad, de modo que para 1595 la
galería sólo tenía ocho puestos. En el siglo XVII el centro comercial del arte pasó a ser
Ámsterdam, pero en Amberes continuaron existiendo prestigiosos marchantes, como Jan
Snellinck, con clientes distinguidos de toda Europa.

Algo muy peculiar ocurre con algunos artistas quienes mediante la comercialización del arte
se vuelven reconocidos como es el caso de óscar murillo un colombiano que ha
revolucionado el mundo del arte. Pasó de limpiar oficinas a vender sus cuadros por cientos
de miles de euros.

Llego a Inglaterra cuando tenía 10 años. Su padre se dedicó a limpiar oficinas. Él, con el
tiempo, también. Aunque lo compaginaba con los estudios de arte que cursó en la
Universidad de Westminster. Hoy, a sus papás, les cuesta hacer la cuenta de sus progresos.
Los apenas ocho euros que podían empezar ganando a la hora por tragarse el polvo de las
moquetas desgastadas y limpiar los cristales salpicados de gotas ya sin hollín en la ciudad de
Charles Dickens se han multiplicado, con mucho sacrificio, en los 356.000 euros que, dicen,
pagó en 2013 Leonardo DiCaprio por uno de los cuadros de Murillo en una subasta.

VENTAS
Sotheby’s vende una obra por 177.456 y Phillips por 224.145. Dólares. Un coleccionista
privado (algunos medios especularon que se trataba del actor Leonardo Di Caprio, aunque
esta información nunca fue confirmada oficialmente) paga 400.000 dólares por otro de sus
cuadros subastado en la casa de subastas Phillips.
Posteriormente, los precios de sus obras experimentan una recaída y se han puesto en venta
en ferias en sumas que oscilan entre 150.000 y 200.000 dólares, y en ventas privadas, incluso,
en menos de 100.000 dólares.

Oscar murillo en su obra artística busca reflejar la vida de la calle en el valle , su niñez a
través de la abstracción ,las líneas deliberadas del lienzo y la escenificación, el tema de lo
urbano, del grafiti, del lienzo sucio, al estilo de Jackson Pollock, la mezcla de técnicas. Oscar
Murillo es sobre todo un pintor aunque también trabaja performance y con el formato del
video. En su obra, el artista busca retratar la vida de la calle en el Valle, su niñez a través de
la abstracción, las líneas deliberadas sobre el lienzo y la escenificación, el tema de lo urbano,
del graffiti, del lienzo sucio, al estilo de Jackson Pollock, la mezcla de técnicas. Su trabajo
es muy físico y pinta en el suelo o hace instalaciones que requieren gran esfuerzo.

Desde 2008 ha participado en más de 15 muestras en solitario y colectivas. Su primera


muestra individual en Reino Unido es en al South Gallery. También ha trabajado en proyectos
con: Serpentine Gallery ICA South London Gallery y otras galerías de Londres y Berlín.
CONCLUSIÓN

Al concluir con este trabajo podemos notar que el arte a perdido su valor de expresión
artística, pueden estar dos artistas muy buenos pero al uno ser más conocido que otro y sus
obras costar más cantidad de dinero, las masas asumen que éste último es mejor solo
porque pagan más por sus obras, también que uno de los problemas que causa la
comercialización del arte es que las obras ya no se conmemoran, se aprecian y se afaman
como anteriormente se hacía, si no que los artistas son fugaces, hoy puede ser reconocido
por algo y dos meses después nadie lo recuerda.

En el caso especial de Oscar Murillo, como una persona le prestó atención a sus obras y
pago a cambio de una de ellas una fuerte cantidad de dinero, esto le dio el salto a la fama e
inmediatamente todos los focos de atención estuvieron en él.
BIBLIOGRAFIA

 Oliveras Elena, Estética. La cuestión del arte, Buenos Aires, Emecé, 2007,399 pp.
 Benjamín, Walter. “la obra de arte en la época de su reproductibilidad técnica”, en
discursos interrumpidos I (prólogo, Trad. Y notas de Jesús Aguirre), Buenos Aires,
Taurus, 1989.
 Adorno, Theodor W. Teoría estética (trad. Fernando Riaza), Barcelona, Orbis, 1983.
 Etienne Gilson, Pintura y realidad (trad. Manuel Fuentes Senot. Versión actualizada:
Rosa Fernández Urtasun), Aguilar, Madrid 1961,460pp.

 Vallugere, Fuster Anna .el mercado artístico como herramienta de estudio para el
historiador del arte. Una aproximación. arte y sociedad revista de investigación [en
línea]. [fecha de consulta: 9 mayo 2016].Disponible en: <http://asri.eumed.net/0/avf.html>.
 Comercialización del arte tomado de : B1NAR1ZAD0S LA INDUSTRIA
CULTURAL EN LA ERA DIGITAL
 Oscar murillo tomado de:
http://elpais.com/elpais/2015/03/27/eps/1427483053_191694.html

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