El aceite del árbol del té es un aceite destilado de la planta australiana Melaleuca
alternifolia. Ha sido usada con propósitos medicinales por los aborígenes australianos durante décadas y fue identificada como antiséptico en 1920 por un eminente químico de Nueva Gales del Sur. Durante décadas también se ha visto que el aceite del árbol del té tiene una actividad sustancial tipo antiinflamatoria, antivírica, antibacteriana y anti hongos. La especie es única de Australia y las plantas con la genética específica para fabricar el aceite esencial son nativas de la zona norte de Nueva Gales del Sur. Por lo tanto, es ahí donde ocurre la mayor parte de la producción dedicada al comercio. Casi el 90% del aceite de árbol del té australiano se exporta principalmente a Norteamérica y Europa. El uso final más común del aceite va dirigido a un uso antimicrobiano y para la cosmética, la mayor parte se vende como aceite puro a productores de estos productos. El tipo de cosméticos a los que se añade el árbol del té (y su concentración típica en la formulación) son hidratantes (1,25%), lociones corporales (1,25%), champús y acondicionadores, pastas de dientes ( 0,2%), limpiadores faciales (0,7%), preparados para limpiar las manos (o,7%), jabones (2%), spray para pies (2%), polvos para pies (1%), productos de afeitado (2%) y desodorantes (2%).
Debido a su actividad antihongos, antibacterial, antivírica y antiinflamatoria, el
aceite del árbol del té también se vende en mostradores para usar sin diluir o en preparaciones al 10-15%.
El aceite Melaleuca alternifolia tiene más de 100 componentes. El más abundante
de ellos es el terpineol-4-ol con un volumen de, al menos, un 30% y juega un papel importante en su actividad antimicrobiana.
Forma de obtención
Una vez cosechada, la biomasa, es decir, la Melaleuca alternifolia finamente
cortada, es transporta a las instalaciones donde el lote se procesa en alambiques de acero inoxidable lo más rápido posible después de cosechada para producir el aceite esencial del árbol del té australiana árbol del té puro. Durante la destilación, la biomasa se satura con vapor durante 2 h de calentamiento en contenedores sellados. Una vez que la temperatura de la biomasa alcanza los 100ºC la mezcla de aceite y vapor comienza a elevarse y pasa a través de un condensador donde cae repentinamente a una temperatura de entre 35 y 55º, lo que causa que se condense formando la mezcla de aceite y agua. Esta mezcla pasa entonces a una cámara que separa el aceite del agua produciendo 100% puro aceite esencial de árbol del té y que, generalmente, se guarda en unos recipientes durante unas 12 h para permitir que cualquier residuo de agua u otros contaminantes se asienten (para ser eliminados) y para que el aceite se enfríe a temperatura ambiente antes de transferirlos al tanque adecuado de almacenamiento antes de ser vendido. El aceite de árbol de té se puede adquirir tanto en establecimientos físicos, generalmente en farmacias y tiendas especializadas en productos naturales, como a través de internet. En cualquier caso, siempre es recomendable asegurarse de que se trata de un producto de calidad, ya que existen muchos “falsos árbol de té” y aceites esenciales adulterados que, además de no tener propiedades curativas, pueden resultar muy irritantes para la piel. El precio del aceite de árbol de té puede variar bastante entre unas marcas y otras, por lo que una botellita de 25ml puede costarnos desde 7 hasta 30€.