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La modernidad desde sus inicios tuvo un contexto caótico debido a que vino a destruir
un modo de vida establecido que databa cerca de doscientos años atrás, por lo que para la
mayoría de la gente este movimiento representó un cambio radical hacia todo lo que conocían
o creían.
Una de las revoluciones que mas tuvo impacto para este movimiento, fue la
revolución francesa, cuyos ideales eran “fraternidad, igualdad y libertad”, ideales que chocan
entre sí, presentando las ambigüedades que se harían parte característica de esta época y las
siguientes, debido a que la libertad de un hombre se contrapone a la igualdad de este.
Los cambios que la modernización trae consigo son cambios hechos para bien, debido
a la importancia de la industria para el desarrollo, pero también para mal, pues la sociedad
empieza a decaer, la ciencia es empleada con ignorancia; el hombre solía ser lo más
importante de todo, ahora el hombre se adapta a la máquinas, pues ellas se han convertido en
el estelar. Por esos cambios, el hombre se ha dejado de sorprender, ha dejado sentir y de ser
él mismo… vive de manera automatizada, pues todo lo tiene programado. El futurismo, es el
modernismo más radical y extravagante, en dónde se exponen claramente los excesos en los
que ha caído el hombre y sus consecuencias que han llegado hasta la muerte.
Es aquí cuando muchos pensadores y filósofos se hacen la pregunta de que tan buena
fue la modernidad para la humanidad ya que en algunos campos se ha avanzado mucho y de
forma muy clara pero en otros se ha llegado a un desarrollo confuso y a veces en retroceso.
Uno filósofo destacado alemán, que nos habla del modernismo es Nietzsche, él
plantea que en ésta etapa existe una ausencia de valores (nihilismo) por ende, la religión,
específicamente refiere al cristianismo, decae y se genera lo que él denomina “la muerte de
Dios”. Su visión en concreto sobre el modernismo es que no todos evolucionan a la
perfección en el modernismo, por lo que la solución de caos para muchos es dejar de vivir,
vivir mediocre para adquirir un sentido a la vida. Además dice que los peligros del
modernismo se deben aceptar con entusiasmo, pues si se obtiene el valor suficiente para
oponerse al presente, se podrán crear nuevos valores posteriormente.
Referencias.