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2018

Dinámica Económica Mundial a


partir de la década de los ochenta

Alicia Gabriela Valdez León


Relaciones Económicas Internacionales
04/01/2018
Introducción
La crisis de 2008-2009 es una inflexión aguda que produjo un crecimiento negativo
durante un corto periodo, abriendo espacio para la subfase de madurez que inicio
a partir de 2010. Este periodo tuvo las siguientes características:

Menor intensidad de expansión en relación con el periodo 1950-1973.


Desplazamiento creciente del dinamismo económico para el Este asiático.
Crisis de la hegemonía del eje atlantista, economía mundial y de las
periferias.
Lento y progresivo establecimiento de una bifurcación y la ascensión de
regionalismos y de hinterlands (un hinterland es un territorio extenso que
existe al interior de un sitio de acceso de un determinado país).

En la década de 1870, se comienzan a mundializar los Kondratiev, con la difusión


de la gran industria y la organización de una división internacional del trabajo a ella
articulada. (Los Kondratiev, son conocidos como ciclos largos de la actividad
económica, deben su nombre al economista soviético Nikolái Kondrátiev). El peso
de Estados Unidos como economía mundial y la profunda asociación de las
oscilaciones de la tasa de ganancia estadounidense con las del crecimiento
económico del PIB global, permite utilizar esté indicador como evidencia
probabilística de estos ciclos. A partir de 1994, la tasa de ganancia en Estados
Unidos creció respecto a la que tuvo entre 1974 y 1993, pero la masa de ganancia
de las corporaciones estadounidenses no financieras originadas en el exterior tuvo
una elevación drástica.

Desde 1970 se estableció la crisis de la hegemonía atlantista, la cual tiene su


origen en el agotamiento del pacto keynesiano que vinculó el aumento del gasto
público al establecimiento del pleno empleo. El pleno empleo ejerció una amenaza
estructural sobre la tasa de ganancia a partir de la mundialización de la revolución
científico-técnica, la cual transforma el valor de la fuerza de trabajo en el
fundamento central de la productividad, ya que establece a conocimiento y la
subjetividad como los principales elementos de las fuerzas productivas. Esta crisis
se expresó en los movimientos de masas que iniciaron de forma explosiva en
1968 y que avanzaron durante los setenta. A partid de la década de 1980, esta
ofensiva perdió su fuerza, siendo confrontada por el neoliberalismo sustituyendo al
keynesianismo, con ello se transformó en un instrumento regulatorio decisivo del
capital para contener los nuevos movimientos sociales, refundar el Estado y crear
las condiciones para restablecer la tasa de ganancia, imponiendo un mercado de
trabajo con altos niveles de desempleo, fundado en la caída de los precios de la
fuerza de trabajo por debajo de su valor.

La experiencia neoliberal se inició en el Chile de Pinochet extendiéndose hacia


Estados Unidos, Alemania, Reino Unido y Europa Occidental a principios de los
años 80. El neoliberalismo impuso la financiarización del capital que disloco parte
de la acumulación del sector productivo al financiero, impulsando la deuda pública
y la competencia por el capital circulante, bien como la relocalización de las
inversiones productivas a través de la apertura comercial y la liberalización de los
flujos de capital. La deuda pública se convirtió en un instrumento de generación de
capital ficticio y ya no de generación de empleos y elevación de la productividad.

Mediante el uso del monopolio de la violencia, el neoliberalismo significo la


ampliación del Estado, direccionando los gastos públicos para sustentar los
procesos financieros de acumulación y la competencia armamentista y para
contener o bajar los gastos en bienestar social.

Relocalización de la inversión: permitió descentralizar parte de la industria,


utilizando las ventajas competitivas de la fuerza de trabajo en el mundo para re
direccionar los flujos de inversión productiva. Estos procesos redujeron la tasa de
inversión en los países centrales, contribuyendo a mediano y largo plazo al
parasitismo y desmonte del engranaje del crecimiento virtuoso del eje atlantista.

La sobrevaluación del dólar significó un acentuado incremento de la riqueza de la


burguesía estadounidense, sin embargo, el crecimiento de los déficits comerciales,
de la deuda pública y su internacionalización entran en contradicción con los bajos
stocks que presentaban a inicios de los años ochenta, acumulándose y poniendo
en jaque la diplomacia del dólar fuerte. A partir de 1994 disminuye la capacidad de
Estados Unidos y la Unión Europea para imponer al mundo la valorización de sus
monedas y de su política monetaria. Entre 1979 y 1994, la elevación de las tasas
de interés estadounidenses provocó un aumentó dramático de los niveles de
endeudamiento internacionales, generando un colapso de los proyectos de
modernización acelerada en la periferia, la fuerte reducción de las tasas de
crecimiento económico mundiales y la drástica caída de los precios del petróleo.
En este periodo, Estados Unidos incremento sus niveles de renta per cápita de
417 a 458% en relación con la media de la economía mundial y el norte de Europa
lo hizo en menor escala, de 308 a 329%.

La crisis de hegemonía del eje atlantista se inicia por razones internas y presenta
diferentes dimensiones que se agudizaron en este ciclo largo:

Financiarización de la economía. Presenta dos periodos: el primero, fue


estimulado por el aumento de las tasas de interés que fue impulsado por la
Reserva Federal de Estados Unidos. Esta etapa predomino en la fase
recesiva del Kondratiev, cuando las tasas de interés reales son
significativamente superiores a las de crecimiento del PIB e implican un
pero significativo y creciente de los intereses en el presupuesto público. Se
crea una regulación de la economía que eleva significativamente el gasto
público en relación con el periodo keynesiano clásico, pero lo direcciona en
gran parte hacia la valorización del capital ficticio. El segundo periodo inicia
a partir del Kondratiev expansivo, las tasas de interés reales caen por
debajo de las tasas de expansión del PIB, no obstante, la deuda y los
gastos públicos continúan creciendo a partir de la intervención del Estado
en el mercado privado de títulos financieros, que garantiza la liquidez de
activos cuando éste colapsa.
La financiarización implica una caída significativa en la tasa de inversión de
los centros atlantistas, asociada a un doble fenómeno que se desarrolla en
la formación de las ganancias de sus corporaciones multinacionales: cuotas
crecientes de masa de ganancias se originan en el sector financiero y en el
exterior, proveniente, en este caso, de las inversiones de filiales de las
corporaciones multinacionales.
Caída de las tasas de inversión. La caída de las tasas de inversión en los
países centrales puede ser estimada por varios indicadores: la caída de la
tasa de inversión productiva de Estados Unidos, la caída de la tasa de
ahorro en Europa Occidental y Japón, el aumento de los beneficios de
origen financiero y los beneficios obtenidos en el exterior en la masa
general de ganancia de las corporaciones estadounidenses.
Aumento de la deuda pública.
Desplazamiento de las inversiones productivas hacia el exterior.
La pérdida de competitividad a nivel internacional y de autonomía de la
política monetaria. La pérdida de competitividad se expresa principalmente
en la reducción de la participación relativa en las exportaciones mundiales,
pudiéndose presentar como fuerte déficit comercial, en el caso de Estados
Unidos.
El alto nivel de desempleo. Las políticas de superexplotación del trabajo
elevan drásticamente la desigualdad en los países centrales y ponen en
jaque el centrismo político, expresado en el sistema bipartidista. Las tasas
de desempleo promedio se mantuvieron en niveles altos en Estados Unidos
y Europa, alcanzando principalmente a la juventud, y los salarios reales se
mantienen deprimidos, situándose en Estados Unidos en niveles inferiores
a los del inicio de la década de 1970.
Contención o reducción de los salarios reales. La contención salarial en
combinación con la alta tecnología permitió a Alemania impulsar dramáticos
desequilibrios comerciales en la zona euro, provocando la crisis de la
balanza de pagos y de la deuda soberana de Grecia, España y Portugal,
invirtiendo la tendencia a la convergencia de la renta media europea que se
establecía lentamente. Para la contención salarial de los trabajadores
alemanes fue esencial la unificación alemana con la destrucción de
empresas e incorporación de millones de trabajadores a la Alemania
Occidental.
Aumento de la desigualdad y de las asimetrías regionales. Alemania, a
pesar de valerse del mercado regional para producir asimetrías, no
consiguió detener su proceso de deterioro, pues la crisis europea y
mediterránea restringe su expansión sostenida.
Sustitución del liberalismo por el neoliberalismo generando la crisis del
bipartidismo. En el siglo XX, Alemania reunificada adopto un enfoque
neoliberal impulsado desde los principales centros atlantistas: Estados
Unidos y Reino Unido. Con ello, articula la financiarización en Europa con la
creación de un mercado regional regulado por las altas tasas de
desempleo.

1986-2006

China se aproximó fuertemente a Estados Unidos, aspirando a la condición


de G-2. Devalúa su moneda y la fija al dólar, aprovechando la revaluación
del yen, creando gigantescos superávit comerciales, financia una parte
creciente de la deuda norteamericana al compra títulos de la Fed, y
desarrolla procesos de acumulación por desposesión mediante la
discriminación radical de los empleos en el sector público y de la
expropiación de la tierra, volviéndola urbana por determinación estatal. La
economía china asume u alto perfil industrial respondiendo por el 15% de la
producción industrial mundial y 50% del PIB nacional. Se estructuro un
sector productivo basado en un segmento estatal que comprende
aproximadamente 30% del PIB industrial. Pero, la crisis de 2008 puso en
jaque el modelo y mostro sus importantes limites estructurales:
 Su vinculación prioritaria al mercado norteamericano coloco a China
en una posición vulnerable frente a sus inestabilidades.
 El crecimiento de la desigualdad presiona en el sentido de la
búsqueda permanente de niveles elevados de crecimiento
económico para reducir las tensiones sociales que se acumulan.
 El alto grado de concentración industrial aumenta los desequilibrios
macroeconómicos internacionales y eleva la dependencia de as
commodities.
 La exposición a su ciclo de precios y la vulnerabilidad externa.
 El alto nivel de contaminación, provocado por la concentración
industrial y sus altas tasas de crecimiento, degrada las condiciones
de vida y viola el desarrollo sustentable
La crisis obligo al gobierno chino a revisar el modelo de expansión, y
priorizar el mercado interno.

Los BRICS presentan una agenda:


1. Propone un giro de las inversiones financieras hacia las productivas.
2. Construcción de marcos intergubernamentales que envuelven
directamente al 40% de la humanidad.
3. Fortalece un patrón de desarrollo ampliamente apoyado en
empresas estatales y pequeñas y medianas empresas de carácter
inclusivo y universalista.
4. Cuestiona la hegemonía atlantista en la economía mundial
materializada en su control del sistema de Bretton Woods y la ONU.
5. Impulsa un patrón de política externa antiimperialista basado en los
principios de soberanía, autodeterminación de los pueblos y solución
negociada de conflictos.

Los factores que impulsan a los BRICS como embrión de un nuevo bloque
histórico territorialista son:
a) Posición similar de su población en términos de renta per cápita,
próxima a la media de la economía mundial.
b) Amplio potencial de mercado interno y regional como factor de
expansión.
c) Fuerte presencia del nacionalismo y de las izquierdas como factor
interno de legitimación popular de estos Estados y en el conjunto de
los países periféricos.
d) Interés de las fuerzas nacionalistas y de izquierda en quebrar los
monopolios tecnológicos, financieros y comerciales mundiales.

La bifurcación entre potencias marítimas y países territorialistas ha favorecido a


América Latina. La proyección de China en la economía mundial ha generado
efectos virtuosos para los países periféricos y semiperifericos, esta proyección se
ha dado a través del comercio mundial, elevando los precios de las commodities y
revirtiendo el tradicional deterioro de las relaciones de cambio entre productos
manufacturados y primarios. Gracias a ello, América Latina pudo atravesar la crisis
del neoliberalismo a finales de la década de 1990, haciendo frente al periodo
crítico de salida de capitales extranjeros sobre la balanza de pagos con la
obtención de saldos comerciales altamente expresivos. Otro de los factores que
beneficiaron a América Latina fue la crisis económica y la eclosión de la deuda
pública en los países centrales. Estos factores asociados a la emergencia de la
centro-izquierda y de las izquierdas de América Latina, dotaron a la región de una
fuerte capacidad de emprendimiento para reformular los marcos de la integración
regional e impulsar los mercados internos. En este contexto se desenvolvieron la
Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR) y la Comunidad de Estados
Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) y se reformulo el Mercosur.
Se desarrolló una concepción teórica de integración regional que se propone
impulsar un patrón de desarrollo solidario y sustentable, profundizar la
democracia, erradicar la pobreza, reducir las desigualdades y asimetrías
regionales, promover la soberanía y seguridad alimentarias, así como impulsar el
desarrollo industrial y científico tecnológico de la región.

Estados Unidos ha perdido la vanguardia en el sector industrial, que se ha


desplazado a China. Este último país con un Partido Comunista en el gobierno
tiene muchos más instrumentos para lidiar con las reivindicaciones obreras.
Además, tiene una reserva casi inagotable de fuerza de trabajo que le permite
mantener el nivel promedio de los salarios relativamente bajos. La emergencia de
China tiene muchos significados –no sólo en el campo de la producción industrial–
que implican nuevos enfrentamientos globales a niveles cultural, ideológico y
tecnológico. ¿Puede el tejido social de China soportar los cambios y enfrentar con
éxito a Estados Unidos y Europa occidental? El motor industrial, como lo previó
Arrighi, se desplazó de Estados Unidos a China. Hace 100 años se había
trasladado de Inglaterra a Estados Unidos. Después de 250 años de hegemonía
productiva centrada en el norte-atlántico, de guerras mundiales, coloniales y
civiles, el motor se desplaza a Oriente.

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