LIDERAZGO ESPIRITUAL

Ser un hombre de Dios no consiste en ser perfecto, sino que es estar en el

constante proceso de ir madurando.

En Filipenses 3:13, 14 dice: Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya

alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda
atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio
del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.

Pablo pone en claro que estaba en un proceso, su jornada hacia la madurez

aún estaba incompleta.

La verdadera medida del hombre no es tener todas las cualidades que Pablo
indicó y que deben ser la meta para el y para nosotros, sino es si estamos o no
dando los pasos necesarios para alcanzar la meta. Cada uno estamos en un
proceso similar ¿estamos prosiguiendo al blanco?

En las epístolas pastorales de 1 Timoteo y Tito, el apóstol Pablo da una lista de

veinte cualidades para medir el nivel de madurez. Es aquí donde el empieza a
evaluar a los aspirantes al ministerio para ver si están calificados o no para
dirigir a otros.

En 2 Timoteo 2:1, 2 dice: Tu, pues, hijo mío, esfuérzate en la gracia que es
en Cristo Jesús. Lo que has oído de mi ante muchos testigos, esto
encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros.

¿Quiere usted ser uno de esos hombres fieles?

“La iglesia tiene una dolorosa necesidad de líderes” William Sangster.

Para que el mundo pueda oír la voz de la iglesia o la voz de Dios a través de
ésta, se necesitan líderes de autoridad, espirituales y sacrificados. Espirituales,
porque sin una fuerte relación con Dios, hasta las personas mas atractivas y
competentes no pueden guiar a las personas al Señor. Sacrificados, porque
esto sigue el modelo de Jesús, que se dio a sí mismo por todo el mundo, y nos
llama a seguir sus pasos.

Las iglesias crecen en cada área cuando son guiadas por líderes fuertes y
espirituales, sin liderazgo la iglesia se hunde en confusión y desazón moral.

Los líderes espirituales no son elegidos, designados ni creados por asambleas,

o comités eclesiásticos. Solo Dios puede buscarlos y formarlos.

En 1 Samuel 13:14 dice: …Jehová se ha buscado un varón conforme a su

corazón, al cual Jehová ha designado para que sea príncipe sobre su
pueblo..
En Jeremías 5:1 dice: Recorred las calles de Jerusalén, y mirad ahora, e
informaos; buscad en sus plazas a ver si halláis hombre, si hay alguno
que haga justicia, que busque verdad; y yo la perdonaré.

En Ezequiel 22:30 dice: Y busqué entre ellos hombre que hiciese vallado..

La Biblia nos muestra que cuando Dios encuentra una persona que está
preparada para guiar, para comprometerse al discipulado total y tomar la
responsabilidad de otros, esa persona es usada hasta el límite, con deficiencias
e imperfecciones, pero a pesar de eso llegan a ser líderes espirituales. Como
Moisés, Gedeón y David.

La persona no se vuelve líder simplemente porque ocupa un cargo, porque ha

tomado un curso de liderazgo o porque de su propia voluntad decide hacerlo.
Una persona debe poseer idoneidad adecuada para ser un líder espiritual.

Lo que Dios quiere mostrarle simplemente a quien aspira al liderazgo sincero,

es solamente cuan fuerte realmente Él es (2 Crónicas 16:9). Pero no todos
están dispuestos a pagar un precio personal tan alto.

¿Está usted dispuesto a pagar un alto precio para mostrar el poder de Dios a
través de su vida?

Continúe este estudio de Liderazgo Espiritual fielmente y verá lo que Dios

quiere hacer con su vida y la de quienes le rodean.
 Capítulo 3

COMO SER FIEL

Vivimos en un mundo donde queremos que todas las cosas se hagan de

manera instantánea, prepara comidas en un minuto, adelgazar y obtener la
figura deseada en solo dos semanas, ser ricos solo con un raspe. Queremos la
solución de nuestros problemas con solo decir “¡hágase ahora!”.

Lamentablemente muchos cristianos piensan de la misma forma hoy en día en

cuanto a la madurez espiritual. Pero la verdad es que se requiere mucho
tiempo para conformarse a la imagen de Jesucristo. Es un proceso que dura
toda la vida. No existen atajos ni formulas nuevas para ser un hombre de Dios.
El apóstol Pablo les escribió a los filipenses:

No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo,
por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo
Jesús. Filipenses 3:12