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Sr. Presidente, no nos quite nuestro principal capital..

Como agrupaciones dedicadas al análisis de políticas sanitarias vimos con preocupación en el


último tiempo, como estrategias y programas nacionales empezaban a mostrar falencias en la
continuidad de acciones. Vimos cómo empezó a haber dificultades en la entrega de insumos
para los programas de salud sexual y reproductiva, como se entregaron botiquines con cada vez
menos medicamentos a los centros de atención primaria, o como el programa de prevención de
enfermedades de transmisión sexual lentamente decaía.

Esto sumado a un crónico desinterés en la situación de salud de nuestra provincia y un


escandaloso apoyo de carácter político a otras que nos degrada cada vez más como habitantes
de esta Patagonia.

Pero en el peor escenario no nos imaginamos que Ud. Señor Presidente convertiría el ministerio
al rango de Secretaria. Queremos advertir a la población, esto no es una simple reorganización
para “volver a vivir según los recursos que tenemos”.

Es un atraso de 68 años (desde la creación del ministerio) para un país que cíclicamente vuelve
a tomar recetas que consideran a la salud como un privilegio. Casi 70 años de una deuda
histórica con los argentinos de ofrecerles un sistema de salud justo y equitativo.

Pero este momento de crisis de nuestro país, no es un momento de crisis para todo el mundo,
es el momento en el que los que más tienen ganan muchísimo más, mientras el resto de la
población continúa ahogándose en tarifazos dentro de los cuales se encuentran un aumento
escandaloso a las prepagas que aumentara aún más la brecha de inversión con el sistema de
obras sociales y el sistema estatal.

Al mismo tiempo que su gobierno Sr. Presidente condona deudas, también acaba con el derecho
fundamental de todos los ciudadanos de nuestra querida Argentina de una SALUD PUBLICA,
universal y gratuita negando a nuestras generaciones futuras un sistema con servicios esenciales
de Salud de calidad, un elemento base para una república que pretende ser soberana. vemos un
gobierno que no responde ante los aumentos de casos de tuberculosis, enfermedades de
transmisión sexual, desnutrición.

El aplastante descenso en las condiciones de vida de los argentinos ha puesto en una situación
de alto riesgo sanitario a los sectores más desprotegidos y vulnerables.
Exigimos desde nuestro espacio Sr. Presidente restablecer este derecho universal de contar con
un sistema de salud justo, equitativo y al alcance de todos.

Si nos convertimos en una sociedad que no cuida la salud de sus ciudadanos, como pediremos
que actuemos privilegiando el bien común, como pediremos que cada uno haga su mayor
esfuerzo para construir un mejor país.

En síntesis Sr. Presidente, como generaremos mejores argentinos en este país que necesita más que
nunca lo mejor de cada uno para salir adelante.

Y advertimos, vemos que esto no es una simple reorganización para optimizar recursos. Es
política pura y del peor nivel.

El común de la gente desconoce que argentina gasta el 10% de su PBI en salud y que del
ministerio dependían organismos rectores de enorme transcendencia en la regulación de ese
gasto.

La Superintendencia de Servicios de Salud, autoridad de control de obras sociales y prepagas,


pasa a depender un ministerio de carácter eminentemente político, oscureciendo aún más la
gestión de esa caja que históricamente nunca pudo ser parte en la gestión en beneficio de los
aportantes chubutenses.

La ANMAT, (Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Medica) pasara


también a esa dependencia, con lo cual se agrega un capítulo más sobre quien velara por los
intereses de los usuarios en la política de medicamentos, algo que ya estaba cuestionado en
base a los intereses de algunos miembros del gobierno con intereses en la industria
farmacéutica.

El decreto del traspaso no se hizo siquiera con las mínimas consideraciones a las misiones y
funciones de la ahora secretaria, por lo que no solo pierden su autoridad y autonomía ,ademas
lo exponen al órgano rector de la salud pública argentina a manejos discrecionales de lo que
consideramos fundamental para el desarrollo de un país: las políticas públicas en salud.

Poner en riesgo el bienestar gral de la población y su DERECHO FUNDAMENTAL que es la SALUD


colocando al cuidado de la salud de los argentinos a la par de los planes sociales les va a quitar
el único capital con el cual millones de argentinos pueden trabajar, cuidar a los suyos, disfrutar
la vida, superarse, estudiar. Les sacara ese capital que no se vende en ningún mercado, que no
sube ni baja, que es suyo más que cualquier otra cosa. Les sacara su principal capital: su salud.

Por Equipo de trabajo 1° Salud de Agrupación 1° Chubut :

Dr. Sergio Jaime – Sandra Tribuzio (Coordinadora)

Por Agrupación Escalante:

Dr. Eduardo Wassermann

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