You are on page 1of 1

LA JURISDICCIÓN CONTENCIOSO ADMINISTRATIVA.

La constitución española de 1978 consagró la creación de un estado


social y democrático de Derecho que se garantiza a través del sometimiento a la
ley de todos los ciudadanos y poderes públicos, los cuales “están sujetos a la
Constitución y al resto del ordenamiento jurídico” (artículo 9.1 CE 1978).

De todos los poderes públicos, el que tiene mayor capacidad para incidir
en la esfera jurídica de los ciudadanos es el poder ejecutivo, a través de las
decisiones y actos de la Administración Pública, por lo que el indispensable
principio de sometimiento a la ley y al derecho, no sería real sin un control eficaz
de los actos de la Administración. Es la propia Constitución la que articula los
mecanismos para garantizar plenamente los postulados del Estado de Derecho
frente a los posibles abusos del poder ejecutivo destacando entre ellos:

 El derecho de todo ciudadano a la tutela judicial efectiva de sus derechos


e intereses legítimos (artículo 24 CE)

 El sometimiento de la Administración Pública a la ley y al derecho (artículo


103.1 CE)

 El control por parte de los tribunales de la potestad reglamentaria y de la


legalidad de la actuación de la Administración (artículo 106 CE).
Los tribunales competentes para ejercer dicho control sobre la actuación de
la Administración constituyen la llamada Jurisdicción Contencioso-administrativa
cuya actuación se regula en la Ley 29/1998, de 13 de julio (LCA)

2. NATURALEZA:

El procedimiento contencioso-administrativo, debe entenderse como un


control de la legalidad de los actos de la Administración. Lo que realmente
importa y justifica la existencia de la Jurisdicción Contencioso-administrativa es
asegurar, en beneficio de los intereses particulares y del interés general, el
exacto sometimiento de la Administración al derecho en todas las actuaciones
que realiza en su condición de poder público y en uso de las prerrogativas que
como tal le concede el ordenamiento Jurídico.

You might also like