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FRANCISCO CATÃO
5. La espiritualidad cristiana
INSTITUTO BIBLICO TEOLÓGICO
P. Alfonso de Hato Mota
Estos cuatro ejes están siempre presentes
en la vida de todas las persona.
De ahí que la vida de la humanidad sea un
camino hacia la felicidad y plena realización
de sí misma. Este es el objetivo final de la
creación y de la comunicación de la vida divina.
En este sentido, la espiritualidad es la
vocación concreta de la humanidad por la
cual Dios nos quiere participar Su vida divina,
y en Jesús se nos expresa claramente este
deseo.
Y esto es válido para cualquier cultura y INSTITUTO BIBLICO TEOLÓGICO
espiritualidad de todo tiempo. P. Alfonso de Hato Mota
Resumiendo:
Los seres humanos, creados a imagen y semejanza de Dios, están
sustentados por el deseo de Dios. Y somos doblemente capaces
de Dios: conocerlo y estar unidos a Él en el amor.
Nuestra vocación, por tanto, es a la comunión con Dios, en la cual
se sustenta también nuestra plena realización y nuestra felicidad.
La filosofía griega contribuyó a expresar esta realidad a partir del
propio ser humano.
La convergencia de la tradición judía y la filosofía griega se
manifiesta plenamente en Jesús, cuya espiritualidad gira en torno
a su intimidad con el Padre y a su amor al prójimo.
Él es la fuente de nuestro camino espiritual. INSTITUTO BIBLICO TEOLÓGICO
P. Alfonso de Hato Mota
Preguntas para la reflexión:
1. Desde el punto de vista bíblico, ¿cuáles son los principales datos
que nos llevan a establecer los fundamentos antropológicos de la
espiritualidad cristiana?
2. ¿Qué relación existe entre el autoconocimiento y la espiritualidad?
3. Conocidos los fundamentos antropológicos de la espiritualidad
cristiana, ¿cuál es su importancia para la orientación de la acción
de la Iglesia, particularmente en el área de la catequesis y de la
iniciación cristiana?
Realizar un ensayo a partir de la reflexión de estas preguntas.
LA PERSONA DE JESÚS
LA PERSONA DE JESÚS
5. El Reino de Dios
INSTITUTO BIBLICO TEOLÓGICO
P. Alfonso de Hato Mota
La espiritualidad cristiana es, pues, la vida en el Reino de Dios*.
En la historia de la espiritualidad, este rasgo central de Jesucristo
y del Reino, no siempre ha estado bien claro.
Ambos aspectos centrales están enraizados en el AMOR: amor
de Jesús que nos conduce a la comunión íntima con Él; y amor
como consecuencia de este encuentro que impulsa a la realidad
del Reino, que no es otra cosa que amor entre nosotros como
norma suprema de la vida espiritual.
Esto lo tuvieron bien claro, desde un principio, los cristianos. Dios
que nos creo por amor, nos juzgará con base en el amor.
1. La historicidad de la fe
2. La historia espiritual cristiana
3. La lectio divinæ
1. La historicidad de la fe
INSTITUTO BIBLICO TEOLÓGICO
P. Alfonso de Hato Mota
Por otra parte, también las formas de seguimiento de Jesús,
dejan en la historia su huella en monumentos como en textos
que buscan expresar la experiencia de fe personal y comunitaria.
Estos textos, a partir de los cuales se esboza la naturaleza de la
vida espiritual cristiana, han sido elaborados por místicos y
teólogos muy apegados a la tradición teológica de la Iglesia.
En el desarrollo de la tradición espiritual cristiana, es importante
considerar dos aspectos fundamentales: los distintos periodos
de la historia de la espiritualidad cristiana, y la forma de leer los
textos espirituales, desde los tiempos bíblicos.
1. La historicidad de la fe
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P. Alfonso de Hato Mota
Jesucristo trasciende la historia y, por tanto, está presente
en toda ella, ayer, hoy y siempre (Heb 13,8). Él está al
centro de todas las formas de espiritualidad cristiana.
La espiritualidad cristiana no evoluciona por sustitución de lo
antiguo por lo nuevo, sino por el enriquecimiento siempre
creciente de lo antiguo, cuyos valores y formas de vivir
tienden a purificarse sin jamás desaparecer. Y es necesario
considerarla siempre en su contexto histórico.
De ahí que una buena manera de diferenciar las distintas
épocas de la espiritualidad, es tener en cuenta su relación
con la cultura de cada época*.
3. La lectio divinæ
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P. Alfonso de Hato Mota
Los pasos a seguir en la lectio divinæ:
1. Lectio, lectura consciente y realizada en voz alta, hasta
impregnarse de la Palabra
2. Meditatio, procurando apropiarse de toda su riqueza
3. Oratio, buscando la intimidad con Dios
4. Contemplatio, luego de ver la profundidad de la Palabra,
contemplarla sin poseerla nunca en su verdad plena. Esta
es la coronación de la lectio y lo que da sentido a la TE.
No puede haber auténtico teólogo sin esta experiencia*.
3. La lectio divinæ
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P. Alfonso de Hato Mota
Resumiendo:
LA ANTIGÜEDAD CRISTIANA
LA ANTIGÜEDAD CRISTIANA
No haremos un resumen de la historia de la espiritualidad cristiana,
sólo retomaremos algunos elementos fundamentales en la historia.
Para esto dividiremos la materia en tres grandes secciones según la
postura de la comunidad cristiana ante la cultura y la sociedad: La
antigüedad (c II), el mundo cristiano (c III), y los tiempos actuales (c IV)*.
Antigüedad cristiana es el periodo comprendido a partir de las
enseñanzas de Jesús, hasta el siglo IV en que el cristianismo fue
reconocido como religión oficial del imperio romano**.
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P. Alfonso de Hato Mota
El objetivo de este capítulo es analizar algunos rasgos de la
vida de Jesús y la comunidad apostólica que aparecen en el NT.
Lo primero que observamos es que Jesús se presenta como un
judío común. Elige el camino de la humildad y obediencia a
Dios*. Sus milagros tuvieron una intención pedagógica. Son
signos que están en continuidad con la historia de Israel, y
apuntan al cumplimiento de las promesas mesiánicas. Sin
embargo las multitudes los interpretaron como signo de poder.
Por ello se retira de Galilea, para formar a sus discípulos en otra
perspectiva. De hecho, nunca se atribuyó hecho extraordinario
alguno, siempre hacía referencia al Padre, fuente de todo bien.
2. El monacato
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P. Alfonso de Hato Mota
San Agustín (+430). Principal exponente de la antigüedad*.
Su gran aporte: El acercamiento espiritual a la Biblia a través de
la lectio divina: lejos de un racionalismo vacío de fe, es posible
conocer y experimentar afectivamente el amor de Dios y la
comunión íntima con Jesús.
Al final de su vida presenció el desmoronamiento de las
instituciones imperiales por la invasión bárbara. Con estos
cambios, la Iglesia comienza a asumir el control de la vida social.
Y los monjes, influenciados por la doctrina de san Agustín, se
vuelcan al mundo paganizado para cristianizarlo.
3. La edificación de la cristiandad
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La antigüedad P. Alfonso de Hato Mota
El medievo fue un tiempo de gran efervescencia mística en la
búsqueda de Dios. Vivir en el mundo inspirados por la eternidad.
San Bernardo (+1153). Defensor de la vida monástica en los
aspectos del trabajo y la vida en común. Profundizó en la unión
mística con Dios a partir de la oración de Jesús.
San Francisco de Asís (+1226). La radicalidad de la pobreza.
Santo Tomás (+1274). Apostolado universitario como dominico.
Hubo grandes místicas y mujeres consagradas al servicio de
los más pobres, como las beguinas, asistidas por dominicos.
3. La edificación de la cristiandad
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El Medievo P. Alfonso de Hato Mota
A partir del siglo XIV se entra en una etapa de delicada transición.
El poder político de Roma fue avanzando significativamente.
En este contexto y en continuidad con la devotio moderna*
comienza un tiempo de búsqueda de reforma espiritual.
Martín Lutero (+1546) Reformador separado de la Iglesia.
Ignacio de Loyola (+1556) Sus ejercicios espirituales, gran aporte.
Teresa de Jesús (+1582) y San Juan de la Cruz (+1591) Fidelidad
a la Iglesia y mística son inseparables.
Francisco de Sales (+1622) Introducción a la vida devota y Juana
de Chantal (+1641) para quien escribe Tratado del amor de Dios**
5. La espiritualidad en renovación
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P. Alfonso de Hato Mota
NUEVOS TESTIGOS: don de Dios para el mundo
Santa Teresita (+1897) Vida oculta en la humildad del Carmelo.
Carlos de Foucauld (+1916) Testimonio a partir de una vida de
oración en un ambiente pobre y no cristiano al norte de África.
Muchas familias religiosas se inspiran en él.
Juan XXIII El propulsor de la renovación de la Iglesia
Madre Teresa de Calcuta por su dedicación a los más pobres
Hoy en día es necesaria una espiritualidad de cara a la realidad de
sufrimiento que vive el mundo, una espiritualidad que testimonie el
amor de Jesús y su radical unión con el Padre.
5. La espiritualidad en renovación
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P. Alfonso de Hato Mota
Resumiendo:
La espiritualidad cristiana nace en Jesucristo en continuidad
con el AT, especialmente la Torá.
Con el reconocimiento del cristianismo como religión del imperio
romano, surge el monacato en el seno de un mundo que se volvió
cristiano sin dejar de ser mundo
El despertar de los ideales de emancipación propios de la
modernidad, distanció la espiritualidad cristiana del mundo,
cerrándose en una postura de defensa de la fe. En medio de esto,
nace la riqueza de la espiritualidad moderna.
En el siglo XIX surge un movimiento restaurador que valora la
experiencia de la vida cotidiana. INSTITUTO BIBLICO TEOLÓGICO
P. Alfonso de Hato Mota
Preguntas para la reflexión:
2. La bienaventuranza
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P. Alfonso de Hato Mota
Dios nos ha creado libres y con una conciencia (voz de Dios)
que nos orienta a lo que es bueno, justo y recto.
La espiritualidad cristiana es radicalmente un acto humano
que se realiza en la libertad y la recta conciencia, que se traduce
en una adhesión plena al sumo Bien que es Dios mismo.
La conciencia se ilumina y forma en la contemplación del
Evangelio que nos lleva al conocimiento amoroso de Jesús.
La voluntad, movida por este amor, se adhiere a las exigencias
del Reino. Y cuanto más unido se está al proyecto de Jesús,
más se madura en la auténtica Libertad.
3. Conciencia y libertad
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P. Alfonso de Hato Mota
Toda actuación humana se integra al propósito al que Dios nos
llama: la comunión de vida: en Dios y en la Iglesia familia de
Dios. Nadie es ni se experimenta pleno en la soledad, porque
somos creados a imagen de Dios: comunidad perfecta de amor.
Si observamos la historia de la salvación, Dios realiza su obra a
través de un pueblo al que le ofrece la salvación, misma que
culmina con la venida del Mesías prometido.
Ya en el NT, este pueblo se universaliza al tomar conciencia los
nuevos lazos que les unen son espirituales… comunidad-familia
cimentada en la libertad y el amor.
4. La comunidad
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P. Alfonso de Hato Mota
Desafortunadamente, a lo largo de la historia nos hemos alejado
de nuestro fundamento espiritual*. No somos un grupo basado en
el poder, ni tampoco podemos atribuir nuestra salvación a las
tradiciones o prácticas de devoción o movimientos. Nuestra
salvación está en Dios que nos llama a vivir en comunión de
amor. Y esta vida de comunión es un don exclusivo de Él cuyo
único mediador es Jesús**. “No llamen a nadie padre…”
Hemos de estas atentos a los ídolos que se nos presentan de
diversas maneras, a veces vestidos de ángeles de luz, pues nos
pueden alejar del único Dios vivo y verdadero. Un solo Maestro:
el Espíritu; un solo Padre: Dios; un solo Guía: Jesús.
4. La comunidad
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P. Alfonso de Hato Mota
El individualismo fomentado por la cultura actual ha propiciado un
grave desequilibrio entre persona y comunidad. Por otra parte, la
libertad de los seres humanos se encuentra muy reducida, y la
voluntad sumamente condicionada. Urge que la Iglesia retome
con bríos su vocación a ser comunidad: don de Dios par todos,
pues en ella encontramos la plena realización y la santidad*.
No hay espiritualidad cristiana sin comunidad, en ella se refleja el
misterio de Dios-comunión. Necesitamos estar atentos a las
tendencias que alejan de este fundamento al centralizar todo en
el singular ser humano, o en las prácticas tradicionales, o en
experiencias masificadoras que nada tienen de comunitarias**.
4. La comunidad
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P. Alfonso de Hato Mota
Resumiendo, tres referencias complementarias:
1. Las virtudes
2. La sabiduría
3. La relación con Dios
4. La relación con el prójimo
5. La autonomía espiritual
6. A la luz y en la fuerza del Espíritu
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P. Alfonso de Hato Mota
CAPITULO II
1. Las virtudes
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P. Alfonso de Hato Mota
En la espiritualidad cristiana, el rasgo supremo de la actuación
humana radica en la sabiduría, que está en la raíz de la relación
de amistad íntima y total con Dios y con el prójimo. Propicia que
la voluntad de Dios sea grata al corazón.
La sabiduría se asienta en la base de la experiencia cristiana de
docilidad al Espíritu que ilumina la conciencia y fortalece la
voluntad para no actuar conforme a los criterios mundanos, ni
temer a las dificultades; y así dar testimonio como hijos de Dios.
San Pablo en Cor 12,1ss señala la importancia de actuar con
inteligencia, pues la vida cristiana tiene su base en el saber.
Implica a la prudencia y se regula por la caridad.
2. La sabiduría
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P. Alfonso de Hato Mota
En Jesús, Dios viene a nuestro encuentro, y se nos revela
como Padre. Él quiere establecer una relación de amor con
nosotros, y para ello nos capacita a través de su Palabra y de su
Espíritu, para que nos configuremos cada vez más con su Hijo.
Dado que Dios es Misterio, para que podamos acceder a él, nos
capacita a través de las virtudes teologales: acogerlo en la fe,
entregarnos a él en la esperanza, en un clima de comunión y de
amistas en la caridad.
Jesús nos mostró el camino para vivir esta relación con Dios, nos
comunicó la luz verdadera, la fuerza y la vida a través de su
Espíritu para hacer realidad esta comunión de amor.
5. La autonomía espiritual
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P. Alfonso de Hato Mota
La misión del Verbo y del Espíritu es una sola.
La acción del Espíritu se entiende en la línea de causa formal, no
de causa eficiente: el Espíritu no nos hace santos, sino que nos
santifica, nos impulsa al amor que nos une a Dios y al prójimo.
El Espíritu ilumina y conforta, nos mueve a llamar a Dios, Padre.
Es más importante la acción interior del Espíritu que el carisma
mismo. El Espíritu ilumina el camino de seguimiento de Jesús,
nos fortalece para serle fieles. Produce frutos cuando nos
dejamos guiar por Él. Los dones se analizan en relación con las
virtudes, y están en función de la misión y comunión eclesial.
1. Humanismo y santidad
2. El combate espiritual
3. La Iglesia y el universo sacramental
4. Las manifestaciones de Dios en la Historia
5. La oración
EL ESPACIO ESPÍRITU
El campo que el Espíritu encuentra, desde la libre disposición, para
actuar y manifestarse en la persona y en la comunidad.
Espacio Jesús y espacio Espíritu con complementarios. Veremos
algunos puntos que caracterizan la vida cristiana.
Analizaremos algunas formas cristianas de vivir nuestra vocación a la
bienaventuranza.
1. Humanismo y santidad
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P. Alfonso de Hato Mota
Se integran tradición bíblica y tradición griega para dar paso a un
humanismo cristiano… presente el deseo humano de felicidad.
Imagen de Dios y vocación a la vida en el Espíritu son las dos
caras del humanismo que hablan de la misma realidad: la lucha
por llegar a ser plenamente lo que está llamado a ser… siguiendo
las huellas de Jesús.
El Espíritu nos libera a través de la lucha ascética para vivir
conforme al Espíritu. Por este objetivo, muchos decidieron dejar
todo para vivir este combate espiritual para vivir la intimidad con
Dios a partir del monacato.
2. El combate espiritual
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P. Alfonso de Hato Mota
La auténtica humanización y la lucha espiritual lejos de aislarnos
de la humanidad, nos hace más humanos porque nos acerca a
los demás… humanidad que camina rumbo a la bienaventuranza.
La Iglesia es signo visible de esta comunión en Dios, sacramento
de salvación y depositaria de la plenitud de Dios. A través de ella,
la humanidad puede alcanzar esa plenitud a la que está llamada.
La espiritualidad cristiana es prevalentemente comunitaria, y no
se puede concebir sin la Iglesia. Lo mismo puede decirse de los
sacramentos; imposible una espiritualidad sin ellos. Los
sacramentos como todas las prácticas devotas son medios, no
fines. Estar atentos al peligro de la idolatría.
5. La oración
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P. Alfonso de Hato Mota
Resumiendo:
Hasta hace tiempo, la teología se limitaba a analizar la esencia de
las realidades del cosmos, de la historia y de nuestra propia vida,
abstrayéndose de sus realidades concretas. Hoy cobran importancia
esas circunstancias concretas. Algunos autores usan la metáfora
del espacio para analizar las realidades del mundo, la historia y la
vida, integrando las condiciones efectivas de la existencia.
Son variados los espacios en que se realiza existencialmente la
espiritualidad cristiana: el carácter humanista de la vida en el
Espíritu, el combate espiritual, el conocimiento experiencial de Dios
y sus manifestaciones en la historia, el universo sacramental y la
oración.
INSTITUTO BIBLICO TEOLÓGICO
P. Alfonso de Hato Mota
Preguntas para la reflexión:
1. ¿Cuáles son los grandes temas que tenemos que abordar cuando
queremos tratar las diferentes formas de vivir la espiritualidad
cristiana?
2. ¿Cómo establecer en la vida una continuidad entre las exigencias
del trabajo, de la profesión y del día a día con la práctica
sacramental, teniendo presente la necesaria intimidad con Dios?
3. ¿Cuáles son los grandes desafíos que tienen que enfrentar los
cristianos actualmente en el ámbito de la vida del espíritu?
Realiza una síntesis de este capítulo
1. El principio de colaboración
2. El triple aspecto del crecimiento espiritual
3. La madurez cristiana
Dios Gracia
Relación activa Colaboran para alcanzar un bien común
Hombre libertad
1. El principio de colaboración
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P. Alfonso de Hato Mota
Dios precisa de nuestra libre disposición
para realizar su obra de salvación.
La encarnación acontece en un
contexto esponsal, fruto del amor
de Dios que elige a María de quien
preciso su asentimiento FIAT para
ser la madre de su Hijo.
Así, teniendo como fundamento la anunciación, la vida espiritual es
el resultado histórico de muchos actos que se inscriben en nuestra
vida temporal e esa relación personal y comunitaria con Dios que se
hace cada vez más profunda.
1. El principio de colaboración
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P. Alfonso de Hato Mota
Las tres vías acompañan la historia de la espiritualidad desde los
primeros siglos*. Según esta estructura, el crecimiento espiritual
se apoya en dos elementos: ascesis como purificación espiritual
y distanciamiento de las cosas materiales, y autoconocimiento.
Sin embargo, en este nuevo enfoque, “el crecimiento espiritual
consistirá en la profundización de la unión del amor con Dios y
con el prójimo, en el sublime encuentro de dos libertades”
La fórmula monástica pureza de corazón no tiene que ver con
prácticas ascéticas, sino con la pureza de amor. En este sentido,
la santidad tiene qué ver con el AMOR a Dios y al prójimo, más
que con prácticas ascéticas.
3. La madurez cristiana
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P. Alfonso de Hato Mota
La paciencia es clara señal de madurez cristiana; y unida a la fe,
nos da el coraje de vivir el Evangelio con fidelidad en cualquier
circunstancia, y estar preparados para amar por encima de todo,
más allá de nuestras propios egoísmos. Sólo ella nos permite
enfrentar con alegría, en la rutina diaria, los mayores desafíos
que se presentan a quienes buscan verdaderamente a Dios.
La santidad no es más que la plena aceptación de la voluntad
divina, la total colaboración con Dios en nosotros mismos y en la
historia, para que se cumpla su designio universal de salvación.
(San Francisco de Sales)
3. La madurez cristiana
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P. Alfonso de Hato Mota
Resumiendo:
La tradición espiritual siempre ha buscado entender la forma como
se da el crecimiento espiritual. Lo abordamos partiendo de un
principio básico: la colaboración entre el Creador que quiere que
nos salvemos, y el sí por el que acogemos esta gracia.
Este camino implica tres facetas inseparables de purificación,
iluminación y unión, que se van dando a lo largo de la vida.
La actitud básica es el sometimiento paciente y tenaz de vivir el día
a día procurando hacer la voluntad de Dios, a sabiendas que Dios
nos coronará con la bienaventuranza.