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Pontificia Universidad Católica del Perú

Atypical: una aproximación al lenguaje de las personas


autistas
Presentada como parte del curso Investigación Académica, EEGGLL, PUCP

Tatiana González Bendezú

20161455
Horario 0674 / Comisión 674C
tgonzalez@pucp.edu.pe

Resumen
El presente trabajo evalúa y analiza la aplicación de los trastornos de la comunicación relacionados a las
personas que presentan el trastorno del espectro autista (TEA) en el personaje Sam de la serie Atypical. Se
sostiene que las teorías de la comunicación relacionadas a las personas que presentan el TEA se encuentran
adecuadamente expuestas en la serie Atypical mediante las interacciones sociales y verbales que Sam realiza
durante cada capítulo.

La primera parte de la investigación contextualiza al lector sobre los trastornos de la comunicación que se
presentan en las personas autistas y señala cuál es la relación entre estos trastornos y la habilidad de poder
atribuir pensamientos a otras personas. Además, se explican los parámetros de los que se guían las personas
cuando se encuentran en una situación comunicativa para sostener un discurso que se adecue al contexto. En
la segunda parte de la investigación se analizan las conversaciones realizadas por Sam a partir de los
trastornos de la comunicación y los parámetros comunicativos. Esta investigación concluye que, en la serie,
se hace un especial énfasis al trastorno semántico pragmático y que las personas autistas no se guían de los
parámetros comunicativos al momento de entablar una conversación.

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Tabla de contenidos
Introducción…………………………………………………………………………………..2

Capítulo 1: El trastorno del espectro autista (TEA)……………………………………….....5


1.1 Los trastornos de la comunicación………………………………………………..6
1.1.1 Los trastornos de la comunicación en las personas que presentan
el TEA ………………………………………………………………...6
1.1.2 Las características del lenguaje en las personas que presentan el
TEA…………………………………………………………………...8
1.2 La teoría de la mente según Premarck, Woodruff y Rivière…………………….10
1.2.1 La teoría de la mente en relación a las personas autistas……………...11
1.2.2 La relación entre la teoría de la mente y la comunicación en
personas autistas……………………………………………………..12
1.3 Los parámetros de la comunicación según Koch y Oesterreicher……………….14
1.3.1 La tradición discursiva…………………………………………………14
1.3.2 La distancia e inmediatez comunicativa……………………………….15

Capítulo 2: La aplicación de los trastornos de la comunicación en el personaje Sam


Gardner………………………………………………………………………………………18
2.1 El trastorno del espectro autista en el personaje Sam Gardner………………….18
2.1.1 La aplicación de las teorías de la comunicación cuando Sam se
encuentra en su casa…………………………………………………20
2.1.2 La aplicación de las teorías de la comunicación cuando Sam se
encuentra en la escuela………………………………………………22
2.2 Interacciones que realiza Sam según los parámetros de Oesterreicher………….24
2.2.1 Conversaciones entre Sam y su enamorada…………………………...25
2.2.2 Conversaciones entre Sam y su terapeuta……………………………..29

Conclusiones………………………………………………………………………………...34
Bibliografía………………………………………………………………………………….36

1
Introducción
El trastorno del espectro autista (TEA) es un trastorno que, con el paso del tiempo, ha
aumentado su diagnóstico considerablemente en las personas. Según el Conadis, “durante la
última década, a nivel mundial el número de niños y niñas diagnosticados con Trastorno del
Espectro Autista (TEA) se elevó considerablemente y en la actualidad se estima que uno (01) de
cada 160 niños tiene algún síndrome del TEA” (2017: 3). No obstante, a pesar de que el número
de personas que presentan este trastorno ha aumentado, no existe una debida concientización
sobre este tema, lo cual genera que las personas autistas no tengan un lugar adecuado para
desarrollarse, pues las personas los perciben como individuos “raros” de los cuales pueden hacer
burla por su “carente desarrollo” en lo que habilidades comunicativas respecta.

La mayoría de casos en los que algunas personas se burlan de quienes presentan el


trastorno del espectro autista es debido a que no tienen conocimiento sobre este trastorno ni qué
es lo que este genera en las personas que lo presentan. Así, por ejemplo, en mi promoción de
secundaria había una niña que presentaba el TEA, sin embargo, las chicas que integrábamos la
promoción no lo supimos hasta después de terminar el colegio. Recuerdo muchas veces verla
fastidiarse por cosas que le decían como, por ejemplo, que ella se parecía a Milett Figueroa
(cuando realmente no era así) o que ella conquistaba a todos los chicos que estaban en el colegio
de al frente, el cual era solo de hombres. Yo no entendía por qué le molestaba tanto este tipo de
comentarios si todos eran parte de la humorada de un salón de chicas en secundaria. Además,
recuerdo también que ella no se juntaba con nadie del salón y lo único que hacía en la hora de
recreo era dibujar o avanzar las tareas en su sitio, el cual estaba en la primera fila. Los dibujos
que ella hacía se los regalaba a los profesores, pues siempre le resultó muy fácil entablar
relaciones con ellos, aunque estos la trataran como una niña, a pesar de que ella ya tenía 16 años.

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Todos la trataban diferente, cuando lo que tenían que hacer era tratarla igual que a los demás,
incluirla a la promoción, incluirla al colegio. Sin embargo, yo no tomé conciencia de lo que ella
podía sentir hasta que entramos a la universidad y me comentaron que le pasaba lo mismo que en
el colegio, es decir, estaba sola, lo cual se debe al carente apoyo que tuvo para su desarrollo
comunicativo cuando estaba en el colegio. Así, después de ver la serie Atypical, me di cuenta que
las personas que presentan este trastorno, tienen muchas dificultades al momento de interactuar y
que hacen lo posible para poder desenvolverse en una situación comunicativa. Sin embargo, el
entorno no siempre contribuye a que este desarrollo comunicativo se logre. Por esta razón, esta
investigación busca concientizar a las personas sobre las habilidades comunicativas que las
personas autistas presentan para que así no los traten como personas extrañas, sino que sepan que
sus habilidades son diferentes, pero que, en un ambiente adecuado, pueden aprender a superarlas.
Cabe resaltar que la metodología que se utilizará para realizar esta investigación es una
metodología a base de fuentes bibliográficas y una fuente visual, la cual es la serie Atypical. Esta
serie recién se ha estrenado en el 2017, por lo que no hay análisis con fundamento científico
hasta el momento. Debido a esto, el análisis del personaje Sam se hará a partir de las
investigaciones bibliográficas relacionadas al trastorno del espectro autista y la comunicación
que se encontraron.

Para lograr esta concientización, la investigación explicará si las teorías de la


comunicación verbal en relación con las personas que presentan el trastorno del espectro autista
(TEA) se presentan adecuadamente expuestas en la serie Atypical mediante las interacciones
sociales que Sam Gardner realiza durante cada capítulo. Esta monografía se divide en dos
capítulos. En el primer capítulo, se explicarán los trastornos de la comunicación que se presentan
en las personas autistas y cuál es la relación entre estos trastornos y la habilidad de atribuir
pensamientos a otra persona, es decir la habilidad metarrepresentacional, la cual es una habilidad
que las personas autistas no poseen. Así mismo, se explicarán los parámetros de la comunicación
propuestos por Koch y Oesterreicher, debido a que eso permitirá realizar un mejor análisis de las
habilidades comunicativas que posee Sam Gardner. Por otro lado, en el segundo capítulo, se
procederá a realizar la evaluación y el análisis de las interacciones que realiza Sam en diferentes
contextos como, por ejemplo, en su escuela o en su casa. Además, se analizarán las

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conversaciones que realiza Sam con su terapeuta y su enamorada a partir de los parámetros de la
comunicación, lo cual resulta interesante, ya que las personas autistas no se guían de las
convenciones sociales, debido a que no presentan la habilidad metarrepresentacional.

Terminamos esta investigación sosteniendo que, efectivamente, los trastornos de la


comunicación relacionados a las personas que presentan el trastorno del espectro autista se
aplican de manera adecuada en el personaje Sam Gardner en los momentos en los que se
encuentra interactuando con otras personas. Además, se concluye que en la serie se hace un
especial énfasis al trastorno semántico pragmático, el cual afecta la manera en la que Sam se
desenvuelve debido a que no puede atribuir estados mentales a otras personas ni guiarse de las
convenciones que existen en una situación comunicativa.

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Capítulo 1
El trastorno del espectro autista (TEA)
El trastorno del espectro autista es considerado un trastorno generalizado del desarrollo, pues
las personas que lo presentan se caracterizan por no desarrollar adecuadamente las habilidades
comunicativas e interactivas y, además, tienen comportamientos e intereses repetitivos. Así,
según la American Psychiatric Association, “las características esenciales del trastorno autista
son la presencia de un desarrollo marcadamente anormal o deficiente de la interacción y
comunicación sociales y un repertorio sumamente restringido de actividades e intereses” (2002:
69-70). Siguiendo esta línea, las personas que presentan el trastorno del espectro autista, para
empezar, tienen dificultades para interactuar con otras personas, debido a que no les interesa
establecer lazos de amistad con las personas o, al momento de interactuar, no siguen las
convenciones sociales existentes como, por ejemplo, prestar atención a lo que dice otra persona o
permitir que otra persona también participe en la conversación para que no parezca un
monologo. Por esta razón, se sostiene que las personas autistas no le dan importancia a las
necesidades de otros ni perciben su malestar (Lopez, Rivas y Taboada 2009: 557). No obstante,
las personas autistas no siguen las convenciones que existen en una interacción comunicativa,
puesto que no han desarrollado la capacidad de poder atribuirles pensamientos a otras personas,
por lo que se les dificulta percatarse de las necesidades de los demás. Así mismo, las personas
autistas no han desarrollado adecuadamente las habilidades comunicativas verbales o, en otros
casos, las no verbales, por lo que presentan problemas sintácticos, pragmáticos o una ausencia
total del lenguaje. Así, por ejemplo, no suelen utilizar el pronombre “yo” para hablar de sí
mismos o no entienden el lenguaje figurado. Por último, las personas autistas muestran
comportamientos repetitivos e intereses muy limitados (Lopez, Rivas y Taboada 2009: 557); por
ejemplo, suelen realizar a misma rutina todos los días o, si les gustan los videojuegos, hablan e
investigan sobre este tema hasta que les deje de interesar.

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Explicado esto, el presente capitulo va a tratar de forma más detallada los trastornos de la
comunicación en relación a las personas que presentan el trastorno del espectro autista y cómo
estos trastornos se encuentran relacionados con la ausencia de la habilidad
metarrepresentacional, es decir, la teoría de la mente. Además, se explicará los parámetros de la
comunicación según Koch y Oesterreicher para que se entienda mejor cómo es que las personas
se desenvuelven en una situación comunicativa y así poder realizar el análisis de las habilidades
comunicativas del personaje Sam de la serie Atypical.

1.1 Los trastornos de la comunicación

Para empezar, los trastornos de la comunicación generan que se presenten deficiencias en el


uso del lenguaje; estos trastornos se encuentran divididos en los trastornos del lenguaje
expresivo, los trastornos mixtos del lenguaje receptivo-expresivo, los trastornos fonológicos y el
tartamudeo. Así, según la American Psychiatric Association, los trastornos del lenguaje
expresivo generan que las personas no pueden producir frases u oraciones complejas; los
trastorno mixtos del lenguaje receptivo-expresivo generan que las personas no puedan
comprender lo que otras personas desean comunicar; los trastornos fonológicos generan que las
personas no utilicen los fonemas de manera adecuada y, por último, el tartamudeo genera un
déficit en la fluidez normal del habla (2002: 58-68). No obstante, no todos los trastornos
mencionados se encuentran presentes en las personas autistas. Por esta razón, se procederá a
explicar las teorías de la comunicación relacionadas a las personas que presentan el trastorno del
espectro autista; para ello, se explicará cuáles son los síndromes del lenguaje que presentan las
personas autistas y qué caracteriza a este lenguaje.

1.1.1 Los trastornos de la comunicación en las personas que presentan el TEA

Los trastornos de la comunicación relacionados a las personas que presentan el trastorno


del espectro autista han sido estudiados en los últimos años; sin embargo, como afirma Artigas,
“cuando se han analizado los trastornos del lenguaje en los niños autistas, se ha evidenciado que,
en general, no difieren de los que pueden presentar los niños no autistas, por lo menos en sus
aspectos formales” (1999: S119). En este sentido, si bien no difieren de los trastornos que

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pueden presentar los niños no autistas, estos se presentan de manera más evidente y prolongada
en los niños autistas. Entre los trastornos de la comunicación relacionados a las personas que
presentan el TEA se pueden encontrar el síndrome lexico sintáctico, el síndrome fonológico
sintáctico, la agnosia auditiva verbal y el trastorno semántico pragmático 1. A continuación se
explicará cuál es el efecto de los trastornos mencionados en el uso del lenguaje.

En primer lugar, se encuentra el síndrome léxico sintáctico, el cual es uno de los


trastornos más comunes en las personas que presentan el trastorno del espectro autista. Este
síndrome se caracteriza por poseer una gramática y una semántica no muy compleja. Así,
Tordera sostiene que “los niños de espectro autista presentan dificultades con las palabras a cuyo
significante no le corresponde un único significado, como las palabras polisémicas y
homonímicas” (2007: 8). Por esta razón, por ejemplo, una persona autista ante la oración “Tu
hermana fue al mecánico para que le presten una gata y así poder cambiar su llanta”, la persona
autista entendería el significado de la palabra “gata” en su sentido más cotidiano, es decir, un
felino y no una gata entendido como una herramienta que usan los mecánicos. Esto se debe a que
los autistas no asignan el significado a una palabra dependiendo del contexto en la que la palabra
ha sido utilizada, sino le asignan el único concepto que ellos consideran que le corresponde. Así
mismo, en este síndrome, la expresión y la compresión se encuentran relacionadas, debido a que
“las palabras con función sintáctica como artículos, preposiciones, conjunciones, […], no suelen
estar presentes en el discurso de los autistas […]. La morfología también es deficiente con una
falta o incorrección de inflexiones verbales. La inteligibilidad del habla está muy comprometida
debido a las alteraciones morfológicas, tales como distorsiones, sustituciones, etc.” (García 2002:
414). Por esta razón, las personas autistas presentan un vocabulario muy reducido, lo cual, al
mismo tiempo, genera que no comprendan oraciones con una sintaxis muy compleja.

En segundo lugar, se encuentra el síndrome fonológico sintáctico, el cual se considera


como una consecuencia del síndrome léxico sintáctico, ya que las personas autistas, al no poder
construir oraciones complejas, tampoco pueden comprenderlas. En este caso, los niños autistas
pueden articular perfectamente las palabras; no obstante, suelen demorarse al construir una

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El trastorno semántico pragmático se encuentra relacionado con la teoría de la mente, por ello, no se explicará detalladamente en el apartado
sobre los trastornos de la comunicación que presentan el TEA, sino en el apartado sobre la relación entre la teoría de la mente y el lenguaje en
personas autistas..

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oración, pues, como sostiene García, “tienen muchas dificultades a la hora de elaborar frases
declarativas complejas, porque son incapaces de relatar comprensiblemente algún
acontecimiento, cuento, etc.” (2002: 415). Así mismo, al momento de hablar, suelen presentar
muchas interrupciones, reformulaciones y muletillas, lo cual impide que puedan lograr una
comunicación fluida.

En tercer lugar, se encuentra la agnosia auditiva verbal, el cual es el trastorno más severo
presentado en el autismo, pues las personas autistas tienen problemas para decodificar el
lenguaje recibido vía auditiva, lo cual genera que no presenten interés en comunicarse de manera
verbal con otras personas. Así, según Artigas, los niños que presentan este trastorno suelen
comunicarse de manera no verbal con sus padres, por ejemplo, si el niño desea que su mamá le
pase un objeto, solo le cogerá la mano y la dirigirá hacia el objeto sin realizar una interacción
comunicativa (1999: S120). No obstante, este tipo de comunicación no verbal genera que el niño
no desarrolle adecuadamente la comunicación verbal o que no la desarrolle en lo absoluto, por lo
que se le dificultará comunicarse con otras personas.

Por último, se encuentra el trastorno semántico pragmático, el cual no solo se vincula con
los problemas lingüísticos, sino también se encuentra relacionado con la falta de la habilidad
metarrepresentacional de las personas autistas. Así, según María del Pilar, “el desarrollo del
lenguaje que se da en estos casos es bastante temprano, incluso antes de lo normal. Hablan con
locuacidad, a menudo en exceso, y su muy buena memoria verbal mecánica hace que sus
expresiones suenen pedantes, con un vocabulario demasiado sofisticado” (2002: 414-415). No
obstante, si bien pueden construir enunciados bien estructurados gramaticalmente, a menudo son
frases aprendidas de memoria. Así mismo, las personas que poseen este trastorno no entienden el
lenguaje figurado y no saben cómo desenvolverse correctamente en el entorno comunicativo.

1.1.2 Las características del lenguaje en las personas que presentan el TEA

Las personas autistas, como se mencionó anteriormente, presentan dificultades al momento


de entender o producir el lenguaje. Por esta razón, las personas autistas presentan un lenguaje
muy característico al momento de entablar una interacción comunicativa como, por ejemplo, no

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variar su entonación al momento de hablar o no hablar cuando la situación lo amerita. Así, entre
las características que se explicaran a continuación, se encuentran la ecolalia, la inversión
pronominal, la semántica, el trastorno de la prosodia y el mutismo selectivo.

Para empezar, la ecolalia se presenta en las personas autistas cuando escuchan una palabra o
frase recientemente y la repiten sin necesidad de que esta frase o palabra concuerde con el
contexto. No obstante, la repetición de esta frase no siempre es inmediata, también puede ser
posterior al momento que la frase o palabra ha sido escuchada. Así mismo, según García, existe
una ecolalia matizada, en la cual “se produce una modificación o añadido respecto al estímulo
original. Este fenómeno puede resultar en una expresión pedante e incluso ridícula, pero puede
llevar a pensar a una persona no experta que las emisiones del autista son elaboraciones propias
y no repeticiones de algo dicho anteriormente” (2002: 413). Así, por ejemplo, el niño autista
puede haber escuchado a su hermana estudiar Filosofía antigua y repetir que el alma es inmortal,
por lo cual las personas pensarán que la persona autista, sin leer El Fedón, tiene pensamientos
platónicos; no obstante, el niño autista solo se encuentra repitiendo lo que ha escuchado
recientemente. Cabe resaltar que esta característica se evidenciará de manera más explícita en
una de las conversaciones analizadas en la segunda parte de la investigación.

En segundo lugar, se encuentra la inversión pronominal, el cual es un fenómeno lingüístico


que se evidencia cuando las personas autistas utilizan pronombres de segunda o tercera persona
cuando se refieren a sí mismos. Por esta razón, según Tordera, “el niño presenta dificultades en
la utilización de los pronombres y los morfemas personales” (2007: 8). Así, por ejemplo, si el
niño autista quiere salir a pasear con su perro, sostendrá que un niño quiere salir a pasear con su
perro aunque se encuentre refiriéndose a él mismo o, también, dirá su nombre y la acción que
desea realizar, pero no utilizará el pronombre “yo”.

En tercer lugar, se encuentra la semántica, la cual es una característica muy evidente en la


construcción del lenguaje en las personas autistas. Si bien los niños autistas, en este caso, no
tienen problemas para adquirir conceptos simples, su adquisición de conceptos empieza
centrándose en conceptos inanimados o estáticos. Además, la presencia de verbos se encuentra
muy limitada y no suelen utilizar verbos relacionados con estados de ánimo, deseos o

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sentimientos (García 2002: 413). Por esta razón, por ejemplo, los niños autistas no suelen
demostrar su afecto mediante frases como “te quiero” o “me siento feliz por verte”.

En cuarto lugar, se encuentra el trastorno de la prosodia, el cual consta en que, cuando la


persona autista habla, su tono de voz es el mismo durante toda la conversación o no refleja lo que
realmente quiere expresar. Siguiendo esta línea, Belinchón, Igoa, y Rivière sostienen que “se
produce un déficit tanto en la percepción como en la producción. Perceptivamente, los niños con
autismo no tienen en cuenta las claves prosódicas, por lo que no consiguen interpretar
adecuadamente el cambio en el tono, la intensidad, etc. Productivamente, los niños con autismo
presentan alteraciones prosódicas en el volumen, ritmo, entonación y tono del habla” (Citado en
Tordera 2007: 6-7). Así, por ejemplo, el niño autista en vez de enunciar una frase en tono
interrogativo como “¿iremos a almorzar?”, dirá “Iremos a almorzar” en tono declarativo, lo cual
no refleja lo que él quería expresar en primera instancia.

Por último, se encuentra el mutismo selectivo, en el cual las personas autistas manejan un
lenguaje adecuado, sin embargo, lo utilizan dependiendo del contexto. Así, según la American
Psicology Association, “la característica esencial del mutismo selectivo es la incapacidad
persistente de hablar en situaciones sociales específicas (p. ej., en la escuela, con compañeros de
juego) cuando es de esperar que se hable, pese a hacerlo en otras situaciones” (2002: 120). Por
esta razón, se pueden presentar casos en los que los niños autistas hablen de manera fluida en su
hogar, pero no en la escuela o en un lugar público, lo cual se demostrará en el segundo capítulo
cuando se compara las conversaciones que realiza Sam en su hogar y en su escuela.

1.2 La teoría de la mente según Premarck, Woodruff y Rivière

Para empezar, los estudios sobre la teoría de la mente comenzaron en el año 1978 por los
psicólogos Premarck y Woodruff, quienes sostuvieron que la teoría de la mente consistía en que
“the individual imputes mental states to himself and to others […]. A system of inferences of this
kind is properly viewed as a theory, first, because such states are not directly observable, and
second, because the system can be used to make predictions, specifically about the behavior of
other organisms” (1978: 515). Así, los que poseen la habilidad de atribuir pensamientos a otras
personas y a sí mismos, poseen lo que es denominado la “teoría de la mente”. Siguiendo con esta

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línea, Riviere sostiene que “los humanos tenemos una capacidad de carácter
metarrepresentacional que nos permite tener representaciones sobre nosotros mismos y sobre la
mente de los demás y que nos da la posibilidad de anticipar la conducta de los otros, es decir, nos
permite atribuir creencias y predecir conductas” (2000: 128). Por esta razón, las personas pueden
inferir, por ejemplo, cuándo otra persona no se encuentra emocionalmente bien o inferir si es que
va a empezar a llorar. Así mismo, esta habilidad influye en la interacción y comunicación de las
personas; sin embargo, no todas las personas poseen esta habilidad, como es el caso de las
personas autistas. Por ello, a continuación, se explicará cual es la relación entre la teoría de la
mente y las personas autistas, y cómo influye la ausencia de esta habilidad en el lenguaje de estas
personas.

1.2.1 La teoría de la mente en relación a las personas autistas

Para empezar, la habilidad de atribuir pensamientos a otras personas y a uno mismo


influye en las interacciones sociales y en otros aspectos de la vida cotidiana; no obstante, los
niños autistas presentan un déficit en esta habilidad. Por esta razón, Leslie y Frith sostienen que
“el autismo es un trastorno del desarrollo que impide a los sujetos que lo tienen llevar a cabo con
éxito las actividades que requieren el uso de una Teoría de la Mente. […]. Los déficits sociales
de los niños autistas pueden ser explicados si se conciben como una consecuencia de la
incapacidad para comprender estados mentales” (citado en Gómez 2010: 120-121). Así mismo,
las actividades que se encuentran relacionadas a la teoría de la mente son en las que existe
interacción social como, tal es el caso de jugar con otros niños, aprender en un salón de clases,
etc. Siguiendo esta línea, Garcia y Barbolla sostienen que la teoría de la mente puede ser la
explicación a las distintas conductas que presenta las personas autistas. En ese entendido, los
problemas de lenguaje son problemas de la semántica de los estados mentales; los problemas del
aprendizaje son consecuencia del tener una mente que piensa diferente de los demás; los
problemas de competencias sociales deberían comprenderse no solo por el incumplimiento de las
normas sociales, sino de la capacidad de leer los pensamientos de los demás (1993: 18). A partir
de esta explicación, se puede constatar que la teoría de la mente, no es una habilidad aislada de
otras habilidades como puede ser jugar con otros niños, sino que ella influye y se relaciona con
distintas habilidades; la habilidad de jugar con otros niños se encuentra relacionada con la teoría

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de la mente, puesto que, por lo general, los niños suelen emplear un juego de roles al momento
de jugar, el cual consta de asumir el rol de una persona diferente a sí misma; sin embargo, esta
actividad no se puede realizar si es que no se ha desarrollado la habilidad de atribuir
pensamientos a los demás o a unos mismo adecuadamente.

1.2.2 La relación entre la teoría de la mente y el lenguaje en personas autistas

La teoría de la mente y el lenguaje en personas autistas se encuentran altamente relacionadas,


puesto que la teoría de la mente influye en la pragmática del lenguaje; es decir, de qué manera el
individuo se desenvuelve en la interacción comunicativa. Por esta razón, Artigas sostiene que “la
teoría de la mente (TM) resulta sumamente interesante, puesto que ofrece una explicación
coherente, tanto para la conducta del autista, como para los déficit pragmáticos en el lenguaje.
Resulta evidente que para participar activamente en una conversación es preciso hacer
constantemente inferencias sobre las intenciones, el estado anímico y las sensaciones que
experimenta el interlocutor” (1999: S119-S120). Así, como se explicó anteriormente, el trastorno
semántico pragmático no se evidencia fácilmente, puesto que las personas que lo presentan han
desarrollado un lenguaje adecuado para su edad; no obstante, no saben cómo utilizarlo y
comprenderlo de manera adecuada o no saben cómo desenvolverse adecuadamente en una
interacción comunicativa. Por esta razón, las personas autistas suelen utilizar el mismo tono de
voz durante toda la conversación, no saben cuándo iniciar una conversación o cuándo es el turno
de la otra persona para hablar, entre otros. Este trastorno es de suma importancia para la
investigación debido a que se hace un especial énfasis en este trastorno en las conversaciones
que Sam desarrolla durante la serie. Considerando esto, a continuación, se explicará qué
caracteriza al trastorno semántico pragmático en las personas autistas.

En primer lugar, las personas autistas presentan problemas al iniciar una conversación,
puesto que se requiere tener un desarrollo cognitivo-social adecuado para ello y este desarrollo
cognitivo-social se relaciona con la teoría de la mente. Para iniciar satisfactoriamente una
conversación, Artigas sostiene que las personas deben identificar el momento adecuado para
iniciar una conversación, para lo que es necesario reconocer claves no verbales que indiquen al
interlocutor un inicio de la conversación, por ejemplo, el contacto ocular (1999: S122). Así, las

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personas autistas, al no poder reconocer las claves no verbales, no logran encontrar el momento
adecuado para iniciar una conversación, por lo que, al final, la conversación no se realiza o
queda dispersa.

En segundo lugar, las personas autistas presentan problemas para identificar el turno de la
palabra, es decir, identificar en qué momento uno tiene que responder a lo que la otra persona
sostiene o cuándo uno tiene que dejar de hablar para que el receptor del mensaje opine. Por ello,
Artigas sostiene que “es preciso un conocimiento de la estructura sintáctica de las frases y una
interpretación de las claves prosódicas, aspectos que permiten predecir el final de un turno”
(1999: S121). Así, las personas autistas, al no poder darse cuenta en qué momento su turno tiene
que comenzar o terminar, generan que la conversación se convierta en un monologo. No
obstante, los problemas para identificar el turno de la palabra también se relacionan con la falta
de interés por parte de las personas autistas para entablar una conversación.

En tercer lugar, las personas autistas presentan problemas al narrar un acontecimiento, pues,
según Tordera, “desde la Teoría de la mente se propone que la incapacidad metarrepresentacional
mengua la capacidad inferencial, lo cual es una condición necesaria para narrar” (2007: 11). Así,
las personas autistas al no poder inferir información que no se encuentra explícita en el
enunciado, generan problemas en la fluidez de la conversación. Por ejemplo, si una persona
sostiene “mi hermana es muy inteligente, pero mantiene una relación amorosa con un chico que
ni siquiera estudia”, la persona autista no inferirá que la persona ha utilizado la conjunción
adversativa “pero” para enlazar dos ideas que ella considera que no se deberían relacionar, la
cual en este caso es que una persona inteligente mantenga una relación amorosa con una persona
que no estudia.

Por último, presentan problemas para entender el lenguaje figurado; es decir, las metáforas o
las frases de doble sentido. Así, según Tordera, “el niño entiende el significado de una oración
solo a partir de la suma de las partes que la componen, y, por tanto, es incapaz de captar su
significado global” (2007: 10); por ejemplo, cuando se sostiene que “el tiempo es oro”, la

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persona autista entenderá que el tiempo es un elemento químico y no que el tiempo es tan valioso
como el oro y que, por ello, debemos organizarnos bien.

1.3 Los parámetros de la comunicación según Koch y Oesterreicher

La manera en que una persona se desenvuelve en una situación comunicativa se


encuentra influencia por la manera en cómo otras personas han actuado en el mismo contexto
guiándose de diversos parámetros implícitos en una interacción social. Así, los parámetros de la
comunicación que proponen Koch y Oesterreicher, se evidencian en la pragmática del lenguaje,
ya que la pragmática del lenguaje “toca principalmente el aspecto del uso, se interesa
específicamente por las relaciones entre discursos y sus participantes, a saber, por las reglas que
rigen el uso de expresiones, proposiciones, etc. La pragmática considera esencialmente las
situaciones en las que los discursos aparecen, las intenciones que rigen su producción, los efectos
que los discursos provocan” (Oesterreicher 1995: 87). Esto se debe a que las personas, ante una
situación comunicativa, no solo crean textos o discursos según el sistema gramatical que tienen
internalizado, sino también repiten textos o formulas textuales, pues eso forma parte de la
competencia lingüística. Por ello, a continuación, se procederá a explicar la tradición discursiva
y la distancia e inmediatez comunicativa, aspectos que influencia el estilo comunicativo que se
utilizará en la interacción con otras personas.

1.3.1 La tradición discursiva

Como se mencionó anteriormente, las personas no siempre innovan al momento de


hablar, sino que también repiten frases o patrones ya establecidos; así, a esta acción se le
denomina tradición discursiva. Las tradiciones discursivas son importantes para la pragmática
del lenguaje, puesto que evidencia lo que una persona considera habitual en un acto determinado
de habla (Kabatek 2005: 161). Por esta razón, se procederá a explicar qué caracteriza a las
tradiciones discursivas.

Para empezar, la tradición discursiva se caracteriza por la relación que existe entre un
texto en un momento determinado y un texto anterior a este momento a través de la repetición
total o parcial del texto anterior o solo la repetición de una forma textual, es decir, el estilo

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empleado (Kabatek 2005:157). Siguiendo esta línea, se puede sostener que cuando las personas
dicen “muchas gracias”, se encuentran repitiendo una frase que ya ha sido dicha anteriormente o
también cuando las personas se encuentran realizando un discurso, utilizan un estilo determinado
que ya ha sido empleado anteriormente como, por ejemplo, un discurso académico. No obstante,
no todo lo que se repite en el tiempo puede ser llamado tradición discursiva. Por esta razón
Kabatek sostiene que la repetición lingüística de un texto o de un estilo no necesariamente debe
ser considerada una tradición discursiva, puesto que las repeticiones pueden relacionarse con las
tradiciones discursivas, mas no considerarse parte de ellas. Así, estas repeticiones forman parte
de las tradiciones discursivas mediante lo que es denominado la evocación (2005: 158). Las
repeticiones lingüísticas de un texto anteriormente dicho suele presentarse por la presencia de
una evocación, es decir, por la situación en la que la persona se encuentra; por ejemplo, si a una
persona le sirven comida, él responderá “muchas gracias”, puesto que la situación evocaba esa
respuesta. No obstante, si a la persona que sirvió la comida no se le agradece por el acto, el
silencio del comensal adquiere un significado. Esto se debe a que la tradición discursiva, la cual
en este caso era la frase “muchas gracias”, no fue evocada, queda un vacío en la interacción
comunicativa.

Explicado esto, se puede entender que la tradición discursiva no consiste solo en repetir
una frase o un estilo utilizado anteriormente, sino que esta repetición debe ser evocada para que
sea considerada una tradición discursiva. Así, debido a esta razón, las tradiciones discursivas se
encuentran ligadas a la distancia comunicativa y a la inmediatez comunicativa, puesto que la
persona repite una frase o un estilo dependiendo de la situación comunicativa en la que se
encuentra. Por ello, a continuación se explicará en qué consta la distancia y la inmediatez
comunicativa.

1.3.2 La distancia y la inmediatez comunicativa

Para explicar en qué consta la distancia y la inmediatez comunicativa, se debe explicar


antes la diferencia entre medio-concepción, oralidad-escrituralidad y en qué difieren estos
conceptos de la inmediatez y la distancia comunicativa, debido a que los conceptos suelen ser
confundidos. No obstante, cabe resaltar que si bien estos conceptos no presentan el mismo

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significado, no se encuentran aislados, sino están relacionados, pues todos forman parte de la
pragmática del lenguaje.

Para empezar, el medio es de qué manera se manifiesta el discurso, es decir, si se


manifiesta de una manera fónica o gráfica, mientras que la concepción es cómo la persona
concibe el discurso dependiendo de la situación, es decir, si concibe el discurso por oralidad o
por escrituralidad. Así, el discurso en la oralidad es un discurso más afín a un lenguaje coloquial,
mientras que un discurso en la escrituralidad es un discurso más afín a un lenguaje académico.
Explicado esto, la inmediatez y la distancia comunicativa se encuentran relacionados con la
oralidad y la escrituralidad, pues la inmediatez comunicativa es un polo extremo que se
encuentra en la oralidad, el cual presenta un discurso espontaneo, un lenguaje coloquial y una
cercanía a los hechos de la realidad a los que se hace referencia, mientras que la distancia
comunicativa es un polo que se encuentra en la escrituralidad, la cual se caracteriza por presentar
un discurso planificado, un lenguaje formal y una distancia de los hechos a los que se hace
referencia. Así mismo, la distancia y la inmediatez comunicativa se encuentran relacionadas con
la pragmática del lenguaje, pues las situaciones comunicativas se desarrollan de diferente manera
dependiendo del contexto comunicativo en el que la persona se encuentra. Así, según
Oesterreicher, “la producción del discurso representa siempre una tarea de formulación o de
verbalización, puesto que el locutor tiene que respetar y sintetizar al mismo tiempo el carácter
lineal de la expresión lingüística, las estructuras de la lengua como técnicas de hablar, las reglas
de las tradiciones discursivas y su interpretación individual de la realidad extralingüística”
(1995: 88). No obstante, para diferenciar la distancia comunicativa de la inmediatez
comunicativa, no solo se debe argumentar si el discurso que se llevó a cabo ha sido planificado o
espontaneo, sino que también se debe tomar en cuenta los parámetros comunicativos, los cuales
han sido propuestos por Oesterreicher. De este modo, las personas, al momento de hablar, toman
en cuenta a cuántas personas se les está hablando, qué tipo de relación mantienen con la otra
persona, qué tan próximo o variable es el tema al que se están refiriendo, si los interlocutores se
encuentran cara a cara o existe una separación local, si el grado de cooperación entre los
hablantes es el adecuado para el desarrollo de la conversación, si existe un carácter dialógico o
monológico en la conversación, si la conversación se realiza de manera espontánea y, por último,
si a lo que se hace referencia se encuentra en el lugar en el que se da la conversación (1995:88).

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Así, esto demuestra que una persona, involuntariamente, se guía de distintos parámetros para
establecer una conversación académica o coloquial.

Como se ha visto en este capítulo, las personas que presentan el trastorno del espectro autista no
suelen desenvolverse adecuadamente en una interacción comunicativa debido a los diversos
trastornos de la comunicación que presentan. Así mismo, se ha explicado cuál es la relación que
tienen los trastornos de la comunicación con la habilidad metarrepresentacional, la cual las
personas autistas no han desarrollado. Por último, se explicó por qué una persona decide hablar
en una situación con un estilo académico y, en otras, con un estilo coloquial. Así, habiendo
explicado esto, se podrá analizar correctamente las interacciones comunicativas que Sam
Gardner, personaje de la seria Atypical, realiza en la serie.

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Capítulo 2
La aplicación de los trastornos de la comunicación en el personaje Sam
Gardner
Habiendo explicado los trastornos de la comunicación relacionados a las personas que
presentan el trastorno del espectro autista en el primer capítulo, en el presente capítulo se
procederá a explicar de qué manera estos trastornos de la comunicación se aplican en el
personaje Sam Gardner de la serie Atypical. Para ello, en primer lugar, se explicará cuáles son
las características del autismo que se presentan en Sam. En segundo lugar, se analizará de qué
manera se desenvuelve Sam en una interacción comunicativa cuando se encuentra en su casa y
en su colegio a partir de los trastornos de la comunicación que las personas autistas presentan.
Por último, se analizarán las interacciones comunicativas que realiza Sam con su enamorada y
con su terapeuta según los parámetros comunicativos propuestos por Oesterreicher.

2.1 El trastorno del espectro autista en el personaje Sam Gardner

En la serie, Sam Gardner es un adolescente de 18 años de edad, el cual presenta el


trastorno de espectro autista. Sam vive con Doug, Elsa y Casey quienes son su padre, madre y
hermana, respectivamente. Así mismo, él asiste al consultorio de una terapeuta llamada Julia
quien lo ayuda a controlar sus ansiedades y contribuye en su desarrollo cognitivo y
socioemocional. Cabe resaltar que Sam, en la serie, lleva a cabo las mismas actividades que las
personas neurotípicas realizan como ir a la escuela, trabajar y tratar de conseguir una
enamorada, lo cual es “something that provides plenty of opportunities to showcase his social
awkwardness” (Genzlinger 2017). Esto se debe a que se pueden observar las interacciones
comunicativas que Sam realiza en distintos contextos y, además, con diferentes personas, lo cual
permite un mejor análisis del desenvolvimiento de Sam. Así, “in service to these goals, Sam
makes all sorts of socially inappropriate remarks and misapplies various concepts” (Genzlinger
2017) como, por ejemplo, cuando Sam asistió a una cita con una chica por primera vez, quiso
halagarla repitiendo una frase que había leído en Internet. No obstante, esta frase no era

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adecuada para el contexto en el que Sam se encontraba pues sostuvo “amor, tienes unos enormes
ojos de cucaracha” (Netflix 2017a), lo cual no es halagador para una chica, pero como él había
investigado en Internet qué se les decía a las chicas para conquistarlas, consideró que esa frase
era la apropiada, lo cual demuestra el poco criterio que demuestra Sam para entender cuándo una
frase es apropiada o si esta frase de verdad resulta halagadora para la otra persona. Para
contextualizar sus acciones, a continuación, se explicará de manera más detallada las
características del autismo que se presentan en Sam.

Para empezar, como se mencionó anteriormente, las personas que presentan el trastorno
del espectro autista, suelen limitarse a investigar y hablar sobre un tema en específico. En este
caso, Sam maneja una gran cantidad de datos sobre la Antártida, pues es su continente favorito.
Por esta razón, en cada capítulo de la serie, se puede apreciar los conocimientos que maneja Sam
sobre este continente y, además, que el cuarto de Sam se encuentra decorado con una temática de
dicho continente. Así mismo, Sam utiliza sus conocimientos sobre los animales que habitan en
este lugar para relajarse, por lo que cuando se encuentra estresado, sostiene lo siguiente
“Adelaida, Barbijo, Emperador, Juanito” (Netflix 2017c), los cuales son nombres de especies de
pingüinos que habitan en la Antártida. No obstante, no es la única actividad que realiza para
relajarse, pues también mueve las cosas de su cuarto para crear un espacio en el que él pueda
caminar alrededor, lo cual también es un rasgo característico de las personas autistas. Respecto a
las actividades que Sam realiza durante el día, las personas autistas acostumbran a tener un
horario establecido, el cual no debe tener grandes variaciones o cambios que no fueron
anteriormente avisados, pues la persona autista se estresará. Debido a esto, “los autistas
normalmente necesitan que alguien les ayude a controlar el tiempo y a recordar el material y las
cosas indispensables que deben llevar” (Sigman y Capps 2000: 164-165). Así, por ejemplo, se
puede apreciar que si se tiene prevista una variación de lo establecido en el transcurso del día, le
avisan a Sam los cambios que habrá y le preguntan si es que él está de acuerdo con estos
cambios. Así mismo, según Sigman y Capps, “no es de extrañar que los individuos autistas más
avanzados desarrollen con frecuencia destrezas en el campo técnico más que en el abstracto. Por
ejemplo, es muchísimo más probable que los individuos autistas de alto grado de funcionamiento
lleguen a ser programadores informáticos que físicos o matemáticos” (2000: 162). Por esta
razón, en la serie se puede apreciar que Sam trabaja en Techtropolis, una tienda que vende

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aparatos electrónicos, en la cual Sam ayuda a los clientes a elegir el mejor producto o arregla los
artefactos.

Por último, respecto a las habilidades comunicativas que se evidencian en Sam, estas se
encuentran adecuadamente retratadas en las interacciones comunicativas que realiza Sam. Así,
según Felperin, “he talks in a somewhat rat-a-tat monotone voice (demonstrating atypical verbal
development), can’t understand social cues and takes everything very literally (social and
emotional difficulties)” (2017). Esto se puede apreciar, por ejemplo, cuando Sam sostiene,
después de una cita fallida con una chica que conoció por Internet con quien no supo de qué
conversar, que no volverá a salir de nuevo porque es muy difícil adivinar lo que piensan las
personas (Netflix 2017a), lo cual se encuentra ligado con el trastorno semántico pragmático,
debido a que las personas autistas no pueden atribuir pensamientos a otras personas. Habiendo
explicado las características del autismo que se presentan en Sam, a continuación, se explicará de
qué manera se muestran los trastornos de la comunicación cuando Sam se encuentra en su casa y
cuando se encuentra en el colegio.

2.1.1 La aplicación de los trastornos de la comunicación cuando Sam se encuentra en su


casa

El desenvolvimiento de una persona autista en el lugar donde vive depende, en gran


medida, del ambiente que exista en su casa, pues este debe ser perceptivamente agradable. No
obstante, las personas que presentan el trastorno del espectro autista no siempre se desarrollan en
un ambiente adecuado para ellos. Igualmente, se debe tener en cuenta que las personas autistas
no interactúan de la misma manera que los niños que no lo son por lo que “los comportamientos
cotidianos de interacción entre un niño y una madre, tales como el contacto ocular, la mirada, la
sonrisa, los gestos, las posturas, el acercamiento, el abrazo, etc, no ocurren entre un bebé con
autismo y su madre” (Martinez y Bilbao 2008: 223-224). Debido a esto, es comprensible la
manera en la que Sam interacciona con su mamá, pues considera que ella trata de
sobreprotegerlo siempre. Además, se debe tener en cuenta que las personas que presentan el
trastorno del espectro autista, tienen actitudes peculiares al momento de interactuar con otra
persona como, por ejemplo, no dejar que la otra persona hable o no entender el sarcasmo, etc.

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Por otro lado, también se debe tener en cuenta la relación que existe entre el niño autista y sus
hermanos, pues esto también afectará la manera en la que el niño se desenvuelve. Esto se debe,
según Jara, a que “la experiencia emocional de los hermanos adolescentes de niños con TEA
puede ir desde la cólera, la tristeza, la culpa, la vergüenza, hasta la alegría, la tranquilidad, la
fortaleza y la esperanza. Además, que la reacción emocional de los adolescentes estaría asociada
a las características sintomáticas propias del TEA y a los cambios ocurridos en casa a partir de la
noticia del diagnóstico” (2014: 41). Por lo explicado, la manera en la que la persona autista
interactúa varía dependiendo de distintos factores como la relación con sus padres o sus
hermanos. Por ello, a continuación, se analizará de qué manera se desenvuelve Sam en su hogar.

Para empezar, el ambiente de la casa de Sam es un ambiente muy tranquilo, pues sus
papás y su hermana toman en cuenta las necesidades que él tiene para desenvolverse de una
manera adecuada. Así, cuando Sam se encuentra en su casa, se puede evidenciar distintos
momentos en los que se demuestran los trastornos o las características de la comunicación
relacionadas a las personas que presentan el trastorno del espectro autista. De esta manera, por
ejemplo, es evidente que Sam presenta ecolalia, la cual consiste en repetir una palabra o frase
recientemente escuchada, por lo que Sam, después de escuchar que su hermana le dijo a su
mamá que una chica del colegio era una “tarada”, recuerda este adjetivo y sostiene “a veces una
palabra o frase se me graba en la mente como en un bucle, y la repito y repito, y la repito y
repito. Tarada, tarada, tarada, tarada, tarada” (Netflix 2017a). Debido a esto, cuando una chica
toca la puerta de su casa, él le grita “tarada”, a pesar de que la palabra no tenía relación con el
contexto. Así mismo, se evidencia que Sam no tiene la habilidad de entender metáforas o el
lenguaje figurado, por ejemplo, cuando Sam se encuentra en su cuarto peinándose y Doug, su
papá, le dice que “parece un gallo en un gallinero” haciendo referencia a que el remolino que se
formaba en su cabello era una cresta, Sam lo corrige y le dice que los gallos no tenían cabello y,
por ende, lo que sostuvo era incoherente (2017b). Un caso similar sucede cuando Doug le dice a
Sam que su mejor amiga debería ser su esposa, con lo que quería decir que él debería llevarse
bien con su futura esposa y confiar en ella. No obstante, Sam le pregunta si es que él debería
casarse con su tortuga, debido a que él la consideraba su mejor amiga (2017a). Habiendo
mencionado estos ejemplos, se puede apreciar que los trastornos de la comunicación que se
aplican cuando Sam se encuentra en su casa son los más característicos en las personas autistas,

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lo cual evidencia que el ambiente de la casa de Sam es el adecuado para su desarrollo
comunicativo, debido a que no presenta grandes alteraciones en su manera de desenvolverse.

2.1.2 La aplicación de las trastornos de la comunicación cuando Sam se encuentra en la


escuela

En la serie, se puede apreciar que Sam no acude a una escuela exclusiva para personas
que presentan el trastorno del espectro autista, sino a una escuela inclusiva, es decir, una escuela
diseñada para dar respuesta a todos los alumnos sin crear distinciones (Simarro 2013b: 215). Por
esta razón, en la serie, Sam interactúa con distintas personas que no necesariamente tienen
conocimiento sobre el trastorno que presenta Sam, lo cual puede generar que la interacción
comunicativa no sea la más adecuada. Siguiendo con esta línea, Simarro sostiene que “la
comunicación determina en gran medida la participación social en la escuela. Por un lado, el
acceso al código del lenguaje oral expresivo es problemático, lo que dificulta la relación con
iguales […]. Las habilidades sociales, en este caso, los códigos de conducta adecuados en
espacios comunes como, por ejemplo, el aula, pueden suponer un gran obstáculo incluso a las
personas con TEA de mayor nivel general de funcionamiento” (2013a: 137). Por esta razón, el
entorno en el que Sam interactúa comunicativamente influye considerablemente en la forma en
la que él actuará. Así mismo, se suele pensar que a los autistas no les interesa en lo absoluto
realizar conversaciones con otras personas; no obstante, se ha demostrado que “todas las
personas con TEA muestran su bienestar en la interacción con otros cuando la relación se efectúa
en formatos comprensibles y agradables para ellos” (Simarro 2013c: 240). Habiendo explicado
esto, a continuación, se describirá una interacción en la que participa Sam cuando se encuentra
en la escuela, pues en esta se pueden encontrar varios trastornos de la comunicación relacionados
al autismo.

En el fragmento que se presentará a continuación, Sam se encontraba preocupado, debido


a que la chica que le gustaba tenía novio y él no sabía qué hacer para conquistarla, por lo que
decide emprender una investigación en su colegio y así poder observar cuáles son las tácticas que
los chicos utilizan para conquistar a una chica. No obstante, se acercó al grupo equivocado para
obtener información, pues estos solo empezaron a burlarse de él:

22
SAM: Discúlpame, ¿Bailey? Soy el hermano de la chica que te golpeó. Noté que ayer besabas a Henry y
hoy estás besando a Arlo, y me preguntaba cómo te conquistó. Y, por favor, sé específica.
ARLO: Oye, ¿qué te pasa?
SAM: Estoy investigando cómo robar una novia, y Bailey es perfecta para la investigación porque es una
zorra.
BAILEY; ¡Oye!
ARLO: ¿Estás investigando cómo robar a una mujer? Maravilloso.
BAILEY: Sé amable, Arlo.
CHICO 1: ¿Tratas de estrenarte, Sam? ¿Quieres meterla?
SAM: No lo creo. ¿Meter qué cosa?
CHICO 1: No. Hablo de meter el camarón.
SAM: No me gustan los mariscos. Creo que son interesantes, pero prefiero las aves a los mariscos, y sobre
todo, me encantan las aves no voladoras.
ARLO: ¿Qué clase de chica buscas, Sam? ¿O quieres penetrar a un ave no voladora?
SAM: Claro que no, una humana. Una hembra humana. (Netflix 2017b)

En primer lugar, se puede sostener que Sam no entiende qué es lo que hizo mal durante la
conversación. Esto se debe a que, como se mencionó en el capítulo anterior, las personas autistas
no presentan la habilidad de atribuir pensamientos a los demás, por lo que, al momento de
interactuar, no piensan si es que lo que dirán afectará a la otra persona. Por esta razón, por
ejemplo, Sam cataloga a Bailey como una “zorra”. No obstante, cabe resaltar que él la cataloga
de esa manera debido a que su hermana, Casey, la calificó con dicho adjetivo el día anterior, lo
cual evidencia la ecolalia que presenta Sam, pues solo repitió una palabra anteriormente dicha
sin necesidad de que esta sea la apropiada para el contexto. Así mismo, se evidencia el trastorno
semántico pragmático que posee Sam, pues este trastorno genera que las personas autistas no
entiendan el lenguaje figurado. Debido a esto, cuando los chicos le dicen a Sam que él quiere
“meter el camarón”, Sam entiende la frase en sentido literal, es decir, entiende camarón como un
crustáceo y no como el miembro viril masculino. Por situaciones como estas, Sam, al final de
esta escena, sostiene “la gente piensa que no sé cuándo se burlan de mí, pero sí lo sé. Y no
siempre sé por qué, y eso, de cierta forma, es peor” (Netflix 2017b). Todo esto genera que Sam
no se sienta cómodo en la situación en la que se encuentra y se retire. Así, este contexto
comunicativo, no contribuye a que Sam continúe desarrollando sus habilidades comunicativas,
sino, por el contrario, generan que Sam se estrese y tenga la sensación de que está actuando de
una manera inadecuada por lo que se va a su casa y comienza a dar vueltas alrededor de su

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cuarto. Sin embargo, las actitudes que él tiene al momento de interactuar se deben al trastorno
del espectro autista que presenta.

2.2 Interacciones que realiza Sam según los parámetros comunicativos de Oesterreicher

Las personas, generalmente, suelen guiarse de parámetros implícitos al momento de


interactuar, los cuales les permiten desarrollar una conversación adecuada dependiendo de la
persona a la que se le habla o el contexto en el que se sitúa. Así, se sostiene que “las funciones
ejecutivas consisten, de forma general, en la habilidad para prepararse para la realización de
conductas complejas que incluyen en su ejecución la planeación, la flexibilidad mental y la
representación mental de tareas y metas. También requieren procesos involucrados con la
atención, la planificación y organización, la monitorización de programas cognitivos, la
inhibición mental y la memoria de trabajo (citado en Pérez y Martinez 2014: 146). Estas
habilidades de planeación, sin embargo, no la presentan las personas autistas, pues, como se
mencionó anteriormente, no han desarrollado correctamente la habilidad metarrepresentacional.
Por esta razón, Sigman y Capps sostiene que “los niños y los adolescentes autistas parecen
carecer de los guiones y de las convenciones culturales que se requieren para interpretar las
situaciones sociales y para responder a ellas” (Sigman y Capps 2000: 170). Explicado esto,
resulta interesante analizar si el personaje Sam toma en cuenta las convenciones que existen al
momento de interactuar con otras personas en contextos distintos. Sin embargo, antes de analizar
las conversaciones, se realizará una breve referencia sobre qué caracteriza a una conversación en
la inmediatez comunicativa y en la distancia comunicativa según los parámetros de
Oesterreicher.

Una conversación ubicada en el polo de la inmediatez se caracteriza por presentar un alto


nivel de privacidad, es decir, hay un número reducido de personas en la conversación; un alto
grado de intimidad, pues los interlocutores ya han desarrollado un vínculo amical o afectivo
anteriormente; un alto grado de emotividad, debido a que puede haber una gran carga emotiva en
la conversación; un alto grado de inserción, ya que el tema o el objeto del que se habla se puede
utilizar en cualquier contexto; un alto grado de referencia, pues el tema del que se habla es
reciente; la posición local y temporal de los interlocutores es cara a cara; un alto grado de

24
cooperación del receptor, ya que este puede realizar preguntas u opinar; un dialogo simétrico, es
decir, se respetan los turnos de la conversación; un bajo grado de formalidad y, por último,
presenta un bajo grado de fijación en el tema, ya que las personas pueden cambiar al tema que
deseen. Así mismo, las técnicas de verbalización que se suelen usar en este tipo de conversación,
se caracterizan por presentar una mínima planificación, redundancias o vacilaciones y se utiliza
un léxico impreciso (Oesterreicher 1995: 94). Por otro lado, una conversación ubicada en el polo
de la distancia comunicativa se caracteriza por presentar un bajo grado de privacidad, es decir, no
necesariamente se da entre dos personas, sino puede ser también en una conferencia; un bajo
grado de intimidad, pues las personas que participan en la conversación no se conocen; el grado
de emotividad es bajo, ya que los discursos no suelen tener una carga emotiva; un bajo grado de
inserción, pues se suele hacer referencia a textos de carácter jurídico o de alguna otra
especialidad, lo cual requiere que la persona sepa de lo que se está hablando; se suele hacer
referencia a temas que no necesariamente son actuales; una separación local, es decir, las
personas no necesariamente se encuentran en el mismo lugar; un carácter monológico, es decir,
solo una persona habla; un discurso de carácter formal y, por último, un alto grado de fijación del
tema, pues este no puede ser muy variable. Además, las estrategias de verbalización que se
suelen utilizar para este tipo de discurso se caracterizan por tener una planificación, por lo que no
aparecen huellas de formulación y se usa un léxico complejo (Oesterreicher 1995:94). No
obstante, estas características no siempre se cumplen pues, según López, “ni los parámetros ni
las estrategias de verbalización aludidas pretenden constituir un inventario definitivo. Se requiere
una labor empírica que constate la existencia de una variación lingüística efectiva en alguno(s)
de los distintos niveles de análisis en correlación con estos parámetros y proponga, en su caso, la
adición de otros que se estimen pertinentes” (2006: 260). Habiendo explicado esto, se procederá
a analizar las conversaciones que realiza Sam, en primer lugar, con su enamorada y, en segundo
lugar, con su terapeuta, pues esto contribuye en diferenciar la manera en la que Sam se
desenvuelve dependiendo del contexto comunicativo en el que se encuentra.

2.2.1 Conversaciones entre Sam y su enamorada

Las interacciones entre las personas autistas y su pareja pueden variar dependiendo del
nivel de vínculos afectivos que se hayan establecido, debido a que “las emociones desempeñan

25
un papel fundamental para determinar nuestras metas en base a lo que nos agrada o desagrada. Si
no somos capaces de reconocer nuestras emociones e interpretarlas, no estaremos utilizando una
información muy valiosa (Paula, Martos y Lorrente 2010: S87). Siguiendo con esta línea, las
conversaciones que Sam mantiene con Paige, su enamorada 2, son relevantes, pues los vínculos
afectivos que desarrollan las personas son de suma importancia para el sujeto, debido a que estas
determinan el comportamiento social de cada individuo (citado en Bustos 2017: 5). Así, a
continuación, se procederá a analizar dos conversaciones que realiza Sam con Paige. En la
primera conversación que se analizará, Sam no tenía ningún vínculo afectivo con Paige, pues era
la primera vez que hablaban, mientras que en la segunda conversación que se analizará Sam ya
mantenía una relación amorosa con Paige.

En la siguiente conversación, Sam se encontraba sentando en el pasillo de la escuela


leyendo un libro cuando Paige se acerca a él para pedirle que estudien juntos. No obstante, era
una de las primeras veces en las que Paige le hablaba a Sam, por lo que Sam no tenía interés en
entablar una conversación con ella:

PAIGE: ¡Hola, Sam! Estaba a punto de preguntarte si…

SAM: No te oigo. Traigo mis audífonos eliminadores de ruido.

PAIGE: Está bien. Pues quería preguntarte si tal vez te gustaría…

SAM: Grita todo lo que quieras, pero no te oiré. Son los mejores que hay.

PAIGE: ¿No te los quitarías por un segundo?

-SAM SE QUITA LOS AUDIFONOS-

PAIGE: Hola. Vi que tendremos pronto un examen de biología. No lo sé, creí que querrías que
estudiáramos juntos.

SAM: ¿Por qué querría eso? Obtendré un diez en biología y tú solo un nueve. Hacerlo a mí no me
beneficiaría en nada. (Netflix 2017e)

2
Cabe resaltar que Sam llega a estar con Paige, debido a que ella mostraba interés en él y él quería tener una “enamorada de prueba” para así
poder estar preparado para estar con la persona que le gustaba realmente, es decir, su terapeuta. Así, cuando Paige y Sam se encontraban solos
conversando en la puerta de la casa de Sam, él le pide que sea su enamorada.

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Habiendo leído el fragmento de la situación comunicativa que se da entre Sam y Paige, se
analizará si el lenguaje que utiliza Sam es el adecuado según las tradiciones discursivas
existentes. Para ello, se procederá a analizar el contexto en el que se da la conversación según los
parámetros de Oesterreicher. Para empezar, el grado de privacidad es alto, pues si bien se
encuentran conversando en el pasillo de la escuela, la conversación solo es entre los dos; el grado
de intimidad es medio, ya que si bien no habían entablado un conversación antes, ya tenían
conocimiento uno del otro, debido a que tenían clases juntos; el grado de emotividad es bajo,
pues la conversación no presenta carga afectiva; el grado de inserción es alto, debido a que las
personas que escuchen la conversación no necesitan estar especializados en el tema; el tipo de
referencia es alto, pues se encuentran hablando de una materia que ambos llevan; la posición
local de los interlocutores es cara a cara; el grado de cooperación es bajo, debido a que a Sam no
le interesa conversar con Paige; la conversación tiene un carácter dialógico; el grado de
institucionalización es bajo, pues la que Sam iba a decir no estaba previamente pensado y, por
último, el grado de fijación y determinación del tema es bajo debido a que Sam puede cambiar el
tema si así lo desea. De esta manera, la conversación que Sam sostiene con Paige presenta siete
características de inmediatez comunicativa, dos características de distancia comunicativa y una
característica entre la distancia e inmediatez comunicativa por lo que la conversación estaría
ubicada en un contexto de inmediatez comunicativa, es decir, una conversación de carácter
coloquial. Efectivamente, el discurso que Sam utiliza en la conversación presenta rasgos de
inmediatez comunicativa, debido a que su discurso presenta un mínimo esfuerzo formulatorio
con procesos agregativos como, por ejemplo, cuando le pregunta a Paige en qué le beneficiaría a
él estudiar con ella. Por lo tanto, en esta situación comunicativa, Sam ha utilizado un discurso
que se adecua al contexto.

En comparación a la conversación anteriormente analizada, en esta conversación Sam y


Paige ya habían establecido un vínculo afectivo, pues eran enamorados. Sin embargo, Sam se
encontraba experimentando muchas emociones, debido a que no sabe a quién ama realmente: si a
Paige, quien es su enamorada o a Julia, quien es su terapeuta. Así mismo, cabe recalcar que
cuando esta conversación se desarrollaba, Sam y Paige se encontraban en un restaurante de
pastas con la familia de Paige, pues Sam y Paige asistirían a su primera fiesta juntos:

27
SAM: ¡Julia!

PERSONA 1: ¿Qué sucede?

PAIGE: No es nada. Es normal, a veces habla sin pensar. ¿Todo bien, Sam?

SAM: Paige, lamento informarte esto, pero no debería estar aquí porque no te amo.

PAIGE: ¿Qué?

SAM: No te amo. Creí que sí, porque hice una simple prueba de control y la pasaste, pero la prueba más
fácil era simplemente saberlo, y no la pasaste. Por eso debemos terminar. (Netflix 2017d)

De la misma manera, la conversación anteriormente expuesta se analizará a partir de los


parámetros propuestos por Oesterreicher para así poder establecer una comparación entre las dos
situaciones comunicativas. Para empezar, en el contexto comunicativo se presenta un grado de
privacidad bajo, debido a que se encuentran en un restaurante con la familia de Paige; el grado
de intimidad es medio, pues si bien tiene confianza con Paige, era la primera vez que conocía a
su familia; el grado de emotividad es alto, ya que Sam sostiene un discurso cargado de
emociones, en el cual le dice a Paige que lo que creía sentir por ella no era cierto; el grado de
inserción es alto, pues se encuentran en un ambiente en el que no se habla de temas
especializados; el tipo de referencia es alto, ya que el tema del que se habla, el cual, en este caso,
los sentimientos de Sam, es un tema reciente; la posición local es cara a cara; el grado de
cooperación es alto, pues cuando Sam le dice a Paige que no la ama, todos se encuentran
prestándole atención a Sam; la conversación tiene un carácter dialógico; presenta un bajo grado
de institucionalización, pues no es una conversación formal y, por último, hay un alto grado de
fijación en el tema, pues nadie intenta cambiar el tema de conversación que se estaba realizando.
Además, se puede apreciar que hay un mínimo esfuerzo formulatorio, a pesar de que no parezca
un discurso provisional, pues se siguen las normas prescriptivas. Así, la conversación que Sam
mantiene con Paige presenta características variadas, pues tiene tres características de la
distancia comunicativa, una característica entre la inmediatez y la distancia comunicativa, y ocho
características de la inmediatez comunicativa, por lo que la conversación se puede catalogar
como una conversación de inmediatez comunicativa. Como se dijo anteriormente, en la
inmediatez comunicativa se utiliza un lenguaje más coloquial y espontaneo, lo cual se puede
evidenciar cuando Sam grita intempestivamente el nombre de Julia y cuando le dice a Paige que

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no la ama. Además, usa una sintaxis simple en la que le explica por qué se dio cuenta que no la
amaba. En esta ocasión, si bien la manera en la que Sam habla era la adecuada, no fue el mejor
momento para decirlo, lo cual hace pensar si Sam se da cuenta de cuándo es el momento
adecuado para decir las cosas y cómo se puede sentir la otra persona al escuchar que no es amada
en un momento que, se supone, debería ser feliz.

Después de haber analizado estas dos conversaciones, resulta interesante realizar una
comparación para constatar si realmente los vínculos afectivos influyen en la manera en la que
una persona se desenvuelve en una situación comunicativa. Así, si bien en la primera
conversación Sam y Paige no habían establecido ningún vínculo anteriormente, mientras que en
la segunda conversación sí, la manera en la que Sam adecua su discurso al contexto
comunicativo no difiere a grandes rasgos entre los dos diálogos, lo cual resulta contradictorio
con la afirmación de que los vínculos afectivos influyen en la manera que uno interactúa.

2.2.2 Conversaciones entre Sam y su terapeuta

Las conversaciones que se realizan entre un terapeuta y su paciente, por lo general, son
conversaciones de carácter profesional, por lo que no llegan a ser coloquiales, pero tampoco
completamente formales, debido a que el paciente debe sentirse cómodo al momento de entablar
una conversación. No obstante, según Bustos, las personas autistas presentan dificultades en las
funciones ejecutivas del lenguaje, pues su control inhibitorio, es decir, lo que les permite
modular sus respuestas y prestar atención a lo que la otra persona dice, no se encuentra
adecuadamente desarrollado (2017: 5). Así, la falta de este control inhibitorio se puede observar
cuando Sam se encuentra en el consultorio y, sin tomar en cuenta la manera en la que se le debe
hablar a un terapeuta, le dice “se te ve el sostén, es morado”, por lo que su terapeuta se ríe
(Netflix 2017a). Dicho esto, el análisis de las conversaciones que mantiene Sam con Julia, su
terapeuta, es de suma importancia, pues ella es la persona que le enseña a Sam cómo
desenvolverse en una interacción comunicativa por lo que la manera en la que se desarrolla la
interacción comunicativa entre Sam y Julia debería ser una conversación espontanea. Por esta
razón, se procederá a analizar dos conversaciones que realiza Sam con Julia: la primera
conversación se da en un sesión de terapia, por lo que parece ser una conversación de carácter

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espontaneo, mientras que en la segunda conversación Sam no va al consultorio para una sesión
de terapia, sino va a decirle a Julia todo lo que siente por ella, por lo que el discurso ya había
sido planificado anteriormente.

En la primera conversación, Sam asiste al consultorio de Julia para su terapia semanal


después de haber sido rechazado por una chica cuando le pidió tener una cita con ella. La chica,
para rechazarlo, le dice que él era “raro”, debido a que siempre usaba la misma ropa, por lo que
Sam comienza a tener dudas sobre el estilo de ropa que usa:

SAM: Necesito ropa nueva.

JULIA: ¿Sí? ¿Por qué?

SAM: Porque creo que a las chicas les gustan los chicos que usan más de una camisa… ¿Por qué?

JULIA: Creo que es para entender tu estilo. Les muestra tu personalidad.

SAM: ¿Cómo las iguanas que muestran la papada colorida para atraer hembras?

JULIA: Exacto, eso es… creo. ¿Cómo eliges tu ropa ahora?

SAM: No la elijo. Mi mamá la escoge. ¿Tu mamá no elige tu ropa?

JULIA: No, ya no. Creo que tal vez sea momento de comenzar a elegir tu ropa. (Netflix 2017f)

Para iniciar con el análisis de la conversación, se explicará la conversación a partir de los


parámetros de la comunicación de Oesterreicher, los cuales se encuentran relacionados con el
contexto en el que se da la conversación. Para empezar, el grado de privacidad es alto, pues solo
se encuentran los dos en el consultorio; el grado de intimidad es alto debido a que Sam y Julia ya
han conversado anteriormente en otras sesiones; el grado de emotividad es bajo, pues no hay
carga afectiva en el discurso de Sam; el grado de inserción es alto, ya que no es necesario saber
sobre el tema para entender la conversación; el tipo de referencia es alto debido a que se
encuentran hablando de la ropa de Sam; la posición local es cara a cara; el grado de cooperación
entre los interlocutores es alto debido a que Julia contesta y atienda a todo lo que dice Sam; el
discurso tiene un carácter dialogico; presenta un bajo grado de institucionalización, pues la
conversación es espontánea y, por último, presenta un bajo grado de fijación del tema debido a

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que Sam puede cambiar el tema de conversación sin ningún problema si quiere. De esta manera,
se concluye que el discurso de Sam presenta nueve características de inmediatez comunicativa y
una característica de distancia comunicativa, lo cual con la estrategia de verbalización utilizada
por Sam, pues utiliza un discurso coloquial con una sintaxis simple.

Por otro lado, en la segunda conversación Sam había decidido decirle a Julia lo que siente
por ella, por lo que va a su consultorio para declararle su amor:

JULIA: ¿Sam? ¿Qué haces aquí? Hoy no teníamos cita.


SAM: Lo sé, pero quería decirte algo y quería hacerlo en persona porque el mensaje implica un obsequio.
JULIA: Adelante.
SAM: Julia… he querido que seas mi novia desde que te di mi cerebro, pero me enteré que tienes novio y
que existe algo llamado “conflicto de intereses”. Por eso, como sugirió mi padre, tuve una novia de práctica
llamada Paige para prepararme para cuando podamos estar juntos.
JULIA: Oye, Sam, no…
SAM: Y pienso que ya estoy listo. Sé bailar e ir de compras y que no se encierra a una mujer en el armario.
He visto pechos, unos muy lindos, y fue excelente. (Netflix 2017d)

Como se hizo en la anterior conversación, se procederá a realizar el análisis a partir de los


parámetros propuestos por Oesterreicher. Para empezar, el grado de privacidad es alto, debido a
que solo se encuentran los dos en el consultorio de Julia; el grado de intimidad es alto debido a
que Julia y Sam ya han tenido varias conversaciones por lo que ya se conocen el uno al otro; el
grado de emotividad es alto, pues, como se evidencia en el dialogo, Sam le está diciendo lo que
siente por ella; el grado de inserción es bajo, debido a que Julia no estaba enterada de los
sentimientos que Sam sentía por ella; el tipo de referencia es alto, pues Sam habla de lo que
siente en el momento; la posición local y temporal de los interlocutores es de cercanía, ya que los
dos se encuentran en el mismo consultorio hablando; el grado de cooperación es alto, debido a
que los dos no están haciendo otras actividades mientras conversan y Julia responde a todo lo
que Sam sostiene; el grado de dialoguicidad es alto, ya que los dos respetan los turnos de
conversación que debe haber en una conversación, es decir, es un dialogo simétrico; el grado de
espontaneidad es bajo, pues no se encuentran hablando de una manera formal; por último, el
grado de fijación y determinación del tema es alto, pues sería un acto descortés el cambiar el
tema cuando Sam se encuentra declarando su amor hacia Julia. Así mismo, en las técnicas de

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verbalización que se encuentra utilizando Sam, se evidencia que esta ha sido planificada
anteriormente, pues no hay rasgos de formulación y, además, se utiliza una precisión semántica,
por lo que la conversación se encontraría en una distancia comunicativa. Explicado esto, la
conversación que sostiene Sam con su terapeuta presenta siete características de inmediatez
comunicativa, dos características de distancia comunicativa y dos características ubicadas entre
la inmediatez y distancia comunicativa, lo cual generaría que la conversación se caracterice por
ser de inmediatez comunicativa, es decir, un discurso más coloquial. Esto se evidencia en la parte
final del dialogo, pues, en una conversación formal, las personas no hablan sobre “novias de
práctica” o dicen que “ya vieron pechos muy lindos”.

Habiendo analizado las dos conversaciones que Sam realiza con Julia, se evidencia que, a
pesar de que las tradiciones discursivas relacionadas a las conversaciones entre paciente-
terapeuta sostienen que el discurso que se debería utilizar es un discurso de carácter formal, Sam
no siempre utiliza un discurso formal, debido a que él se encuentra enamorado de Julia. El estar
enamorado de Julia influye en el discurso que Sam utiliza, pues él ya no considera que la
relación que mantienen es estrictamente profesional, sino cree que en algún momento podrá
tener una relación amorosa con ella.

En conclusión, después de haber examinado las conversaciones entre Sam y su


enamorada así como las conversaciones entre Sam y su terapeuta, se puede afirmar que Sam
suele adecuar el discurso que debe ser utilizado al contexto comunicativo en el que se encuentra,
lo cual resulta contradictorio, pues la conclusión no concuerda con la postura inicial en donde se
sostenía que las personas autistas no se guían de las tradiciones discursivas, es decir, no siguen la
manera en la que las personas acostumbran a desenvolverse en un contexto comunicativo. No
obstante, como se mencionó anteriormente, al final, al momento de hablar, la persona habla de la
manera que le parece más adecuada y no siempre se guía del contexto para decidir de qué
manera hablar, por lo que la manera en la que una persona debería actuar resulta relativa.

Para concluir, en este capítulo, se ha explicado cuáles son los rasgos del espectro autista que
presenta el personaje Sam Gardner, debido a que eso permite argumentar de manera más
adecuada cuáles son los trastornos de la comunicación relacionados a las personas que presentan

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el trastorno del espectro autista que se utilizan en las interacciones comunicativas de Sam. Luego
del análisis, se concluye que Sam solo presenta el trastorno semántico pragmático, el cual afecta
la manera en la que él se desenvuelve en una conversación. Mención aparte merece el análisis de
las conversaciones que realiza Sam a partir de los parámetros comunicativos que propone
Oesterreicher, pues se evidenció que Sam utiliza las estrategias de verbalización adecuadas para
la situación comunicativa en la que se encuentra. Sin embargo, el contenido del mensaje no
siempre es el adecuado, puesto que la falta de su habilidad metarrepresentacional genera que él
no se dé cuenta de cuándo algo debería decirse y cuándo no.

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Conclusiones
Esta investigación tuvo como objetivo responder a una pregunta central ¿de qué manera
se aplican los trastornos de la comunicación verbal en relación con las personas que presentan el
trastorno del espectro autista en el personaje Sam de la serie Atypical? Esto se da debido a que
las personas autistas presentan deficiencias en las interacciones comunicativas. Para ello, se
analizaron las distintas interacciones comunicativas que Sam realiza en la serie a partir de los
trastornos de la comunicación que fueron explicados en el primer capítulo como, por ejemplo, el
trastorno semántico pragmático, la ecolalia, el trastorno de la prosodia, entre otros.

Después del análisis realizado en los capítulos, se puede concluir, en primer lugar, que
Sam solo presenta el trastorno semántico pragmático, pues las personas que poseen este trastorno
hablan con locuacidad, tienen un vocabulario sofisticado, aunque no entienden el lenguaje
figurativo y no saben cómo desenvolverse en una situación comunicativa. Para evidenciar este
trastorno, en la serie se presentan distintas escenas en las que Sam se encuentra interactuando y
entiende todo lo que las otras personas sostienen, pero de manera literal. A pesar de no entender
el lenguaje figurativo, Sam realiza discursos que presentan una sintaxis muy sofisticada, lo cual
también es propio del trastorno semántico pragmático. Así mismo, respecto a las características
del lenguaje de las personas autistas presentadas en la serie, se encuentran la ecolalia y el
trastorno de la prosodia. No obstante, estas características no se encuentran aplicadas en todos
los capítulos de la serie, sino solo en dos casos, en los cuales estas características fueron
momentáneas y, en el caso del trastorno de la prosodia, esta suele ser constante, por lo que no
estaría aplicada correctamente en la serie.

Por otro lado, se ha constatado que la habilidad metarrepresentacional influye en la


pragmática del lenguaje, es decir, la manera en la que la persona actúa al momento de interactuar.
Debido a esto, cuando se analizaron los contextos comunicativos en los que Sam interactúa
como, por ejemplo, su casa o su colegio, se evidenció que la manera en la que él interactúa
depende del contexto comunicativo en el que se encuentra. De esta manera, si bien cuando Sam

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se encuentra en su casa y en su colegio presenta las mismas características del lenguaje, las
cuales son la ecolalia y el entendimiento de manera literal de un discurso, se puede apreciar que
Sam se estresa al no entender bien lo que dicen las otras personas, pues siente que se están
burlando de él, mientras que cuando se encuentra en su casa, pide clarificaciones para saber si lo
que ha entendido está bien, Debido a esto, en la serie se ha empleado un buen manejo de las
diferencias que pueden tener las personas autistas cuando se encuentran en distintos lugares.

Por último, al inicio de la investigación, se sostuvo que las personas autistas no se


guiaban de las convenciones que existían en una interacción comunicativa, por lo que, para
confirmar esta premisa, se analizaron cuatro interacciones que realizó Sam durante la serie a
partir de los parámetros comunicativos propuestos por Oesterreicher, los cuales se guían de las
tradiciones discursivas, es decir, cómo las personas suelen actuar mientras interactúan en un
contexto determinado. Para esto, se analizaron dos conversaciones entre Sam y su enamorada así
como dos conversaciones entre Sam y su terapeuta. Después de este análisis, se niega la postura
de que las personas no se guían de las convenciones que existen en una interacción
comunicativa, pues, en las conversaciones que se analizaron, se evidencia que Sam sí adecua su
discurso al contexto en el que se encuentra. No obstante, el contenido del discurso no siempre es
el más adecuado como, por ejemplo, cuando le termina a Paige en frente de toda su familia o le
declara su amor a Julia, lo cual se encuentra relacionado con la falta de la habilidad de poder
atribuir estados mentales a otras personas, ya que no identifican cuando es el momento adecuado
para decir algo que pueda resultar incómodo para la otra persona.

En conclusión, en la serie se presenta con mayor relevancia el trastorno semántico


pragmático, el cual influye en la manera en la que Sam actúa en una interacción comunicativa. A
pesar de esto, la manera en la que se aplican los rasgos comunicativos de las personas autistas es
adecuada, pues logra evidenciar la esencia de las personas autistas al momento de interactuar con
otras personas.

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