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M. López
La Orden-Extremadura
1. Introducción
La higuera (Ficus carica L., 2n=26) es una especie frutal perteneciente
a la familia Moraceae, que agrupa a más de 40 géneros (Watson y Dallitz,
2004), siendo el género Ficus el de mayor importancia. Comprende aproxi-
madamente 750 especies distribuidas en su mayoría en las regiones tropicales
y subtropicales del planeta.
Esta especie ha sido considerada como originaria de Oriente Medio, si
bien estudios recientes demuestran que Ficus carica evolucionó a partir de
Ficus carica var. rupestris, que se extendió por toda la cuenca mediterránea an-
tes de ser domesticada, existiendo varios puntos simultáneos de selección en
dicho área, entre los que se encuentran la Península Ibérica y las Islas Baleares
(Khadari y Kjellberg, 2009).
Se trata de una especie dioica cuyas flores y frutos (numerosos y de peque-
ño tamaño) se encuentran localizados en el interior de un receptáculo carnoso
denominado sicono. Los tipos de flores varían en las dos formas sexuales di-
ferenciadas. En la higuera macho o cabrahigo los siconos contienen las flores
estaminadas (productoras de polen) y las pistiladas de estilo corto o brevisti-
las, mientras que la higuera hembra o común alberga únicamente flores pis-
tiladas de estilo largo o longistilas. La polinización entre ambas, denominada
caprificación, se realiza mediante el himenóptero Blastophaga psenes L., cuyo
ciclo de vida está íntimamente ligado al cabrahigo ya que únicamente las flo-
res brevistilas están adaptadas a la oviposición en la polinización. En algunos
tipos de higuera, la caprificación no es esencial para la producción de frutos
comestibles. Son las denominadas partenocárpicas.
El cabrahigo presenta a lo largo de su ciclo anual tres tipos de infrutescen-
cias no comestibles: los prohigos, los mamones y las mamas. En cambio, en
la higuera hembra cuando madura el sicono se observan en su interior unos
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3. Cultivo
3.1. Material vegetal
La tradición del cultivo de la higuera en todo el mundo y especialmente
en la Cuenca Mediterránea, unido a su facilidad de propagación vegetativa,
ha resultado en una gran diversidad varietal. Esto ha propiciado que la bús-
queda de las variedades comerciales se haya centrado en la caracterización y
utilización de los recursos fitogenéticos de esta especie, más que en programas
de mejora genética. Todo ello ha contribuido a la aparición de múltiples ho-
monimias y sinonimias que han dificultando el control y la certificación del
material vegetal. Los estudios centrados en la descripción varietal mediante
técnicas morfológicas y moleculares han esclarecido este panorama. En la ac-
tualidad, existen al menos 600 variedades descritas en el mundo, adaptadas
a distintos requerimientos edafoclimáticos y que comprenden todos los tipos
productivos de higuera y los cabrahigos (Condit, 1955).
Serie Agricultura
Tipo Color
Variedad Origen Sinonimias Maduración Color Piel Aptitud Observaciones
Productivo Pulpa
Reconversión de frutales
Muy productiva.
Albatera, Negro largo, Black B: Media
Brown Turkey Francia Bífera Púrpura Rosa Fresco Higos y brevas de gran tamaño (peso medio 90g).
Doruo, Noire de Languedoc H: Media
A veces los frutos se oxidan interiormente.
Bastante productiva.
Coll Dame Negre, Coll de
Col de Dame Negro Francia Unífera H: Media Púrpura Rojo Fresco Frutos de buena calidad. Piel fina.
Dame Negre
Cultivada en regadío y adaptada a climas fríos.
Bastante productiva.
B: Media Verde
Dalmatie Francia D'es Marqués, Portuguesa Bífera Rojo Fresco Frutos de gran calibre y buena calidad.
H: Media amarillento
Resistente al frío.
Napolitana Enguera,
España B: Media Medianamente productiva.
Napolitana Negra Negra Pozuelo, Bífera Púrpura Rojo Fresco
(Cataluña) H: Tempana Sus frutos son dulces y firmes, de buena calidad para el consumo fresco.
Napolitana Chelva
Elevada producción.
España Verde
Picholetera Pezón Largo Unífera H: Media Rosa Secado Higos de excelente calidad organoléptica y piel elástica muy usados
(Extremadura) amarillento
para secado.
Serie Agricultura
M. López
El cultivo de la higuera
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Reconversión de frutales
La higuera es una especie que se cultiva sobre sus propias raíces por lo que
no es habitual la utilización de patrones en plantaciones comerciales. Prefiere
suelos ricos, sanos, aireados y algo calizos, aunque también se puede adaptar
a suelos pobres. Es muy sensible al encharcamiento, que le provoca asfixia
radicular, por lo que hay que descartar el cultivo de higuera en suelos muy
fuertes y que no drenen bien. Es un cultivo totalmente adaptado al clima
mediterráneo. Tolera bien altas temperaturas en verano, pero pueden causarle
un descenso e incluso una paralización de la producción. En lo que se refiere
a bajas temperaturas, las heladas muy tardías e inferiores a -10 ºC, son muy
perjudiciales tanto para la producción de brevas, como para las nuevas brota-
ciones. Debido a la fragilidad de sus frutos, el granizo puede ser muy dañino
y destruir por completo la producción.
tablecidos para regadío por el MAGRAMA (2013). Por último, cabe destacar
la relativa facilidad de gestión del cultivo ecológico de higuera.
En la aplicación de técnicas de poda hay que tener en cuenta varios aspec-
tos relativos a la variedad como el hábito de crecimiento, la densidad de rami-
ficación, el tipo productivo y el destino de la producción. En general, en las
plantaciones para consumo en fresco con producción de brevas e higos, las ra-
mas principales (entre 3 y 5 ramas) deben insertarse a partir de unos 50-60 cm
del tronco y es necesario alcanzar en la poda de invierno un equilibrio que ase-
gure ambas cosechas (si se poda demasiado disminuye la producción de brevas
al año siguiente). En el caso de plantaciones para secado, la altura de inserción
de las ramas principales debe ser próxima a los 90-100 cm para facilitar la re-
cogida de los higos desde el suelo o mallas y facilitar la aireación y pérdida de
humedad de los frutos. Estudios relativos a fechas e intensidades de poda en
variedades tipo San Pedro (cultivados para la producción de brevas), los au-
tores encontraron diferencias significativas en la producción y productividad
dependiendo de la fecha y el tipo de corte. Las producciones más elevadas se
obtuvieron cuando los árboles se podaron en fechas tempranas después de la
producción de higos, ya que estas podas tempranas incrementaron la longitud
de los nuevos brotes productores de brevas en la campaña siguiente (Caetano
et al., 2005; Puebla et al., 2003).
4. Análisis de rentabilidad
Para el estudio de rentabilidad de este cultivo hay que tener en cuenta
varios aspectos, que pueden combinarse entre ellos: el tipo de plantación (se-
cano o regadío), el destino de los frutos (consumo en fresco o para secado) y
por último, la variedad a establecer (unífera, bífera o tipo San Pedro).
En general, los costes de establecimiento de la plantación pueden oscilar
entre unos 2.000 €/ha en el caso de plantaciones tradicionales en secano con
amplios marcos de plantación (8 x 8 m) para la producción de higos secos.
Dichos costes podrían oscilar en torno a los 4000 € en plantaciones en regadío
con marcos más estrechos (5 x 5 m) y para la producción brevas e higos con
destino al consumo en fresco, debido principalmente al aumento del número
de plantones y al establecimiento de un sistema de riego por goteo.
Una vez establecida la plantación los costes anuales/ha pueden oscilar en-
tre 0,30 €/kg en plantaciones tradicionales y 0,60 €/kg en regadío respectiva-
mente, siendo la mano de obra en poda y recolección la parte más importante
de dichos costes.
En cuanto a los rendimientos de cosecha y precios percibidos por el agri-
cultor, la producción depende en gran medida de la variedad, alcanzándose
una media de unos 3500 kg/ha de higo seco en plantaciones tradicionales a
un precio medio de 1 euro/kg. En el caso de plantaciones en regadío, una pro-
5. Perspectivas y retos
La higuera es un cultivo con un potencial comercial excepcional debido a
los precios de mercado que alcanzan sus frutos frescos y secos, al crecimiento
del consumo y a la extraordinaria calidad que puede alcanzar el producto.
Existe un creciente interés en el mercado del higo en fresco como com-
plemento al de los higos secos y sus derivados. A medida que esta deman-
da aumenta, se hacen necesarios mayores avances en sistemas de cultivo más
eficientes, la utilización de variedades adecuadas a las nuevas exigencias del
consumidor y a un desarrollo significativo de la tecnología poscosecha. El
aporte nutricional y funcional que ofrece este producto, unido al aumento de
la demanda del consumidor, son aspectos clave para incrementar la posición
en los mercados nacionales e internacionales.
Hoy en día la higuera, en la mayoría de países, se sigue cultivando de ma-
nera tradicional, siendo necesarios diferentes avances tanto a nivel agronómico
como de calidad poscosecha, que pueden resumirse en los siguientes puntos:
Agradecimientos
Esta investigación ha sido financiada por los proyectos RTA-2010-
00123-C01, RF-2010-0009 del Instituto Nacional de Investigación y Tecno-
logía Agraria y Alimentaria (INIA), Ministerio de Economía y Competitivi-
dad y por el Fondo Europeo de desarrollo Regional (FEDER).
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