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2. Identificar algunas de las figuras que utiliza Ibn Hazm para hablar del amor y de la condición
de los enamorados.
Una de las figuras que más destaca en la metáfora, utilizada para referirse al nacimiento del amor y
en qué condiciones mantiene a los enamorados: “En cambio, el alma del amante está libre, y como
sabe el lugar en que se encuentra la otra alma con quien estuvo unida y vecina, la busca, tiende a
ella, la persigue, anhela encontrarse con ella y la atrae a sí, cuanto puede, como el hierro a la
piedra imán” (106).
Además, el autor también utiliza el oxímoron: “[…] pero es una dolencia deliciosa y un mal
apetecible […]” (110).
Finalmente, también recurre a la comparación para explicar cómo nace el amor y cómo se
relacionan los enamorados: “Y lo mismo cabalmente que con el amor sucede con el odio, pues
verás que dos personas se aborrecen sin razón y sin causa, y no se pueden soportar una a otra sin
un motivo alguno” (110).
De modo general, el “tercero” es otro participante de las relaciones amorosas, pudiendo influir
positiva o negativamente en ellas. Un ejemplo de “tercero” es el espía, quien puede ayudar a los
enamorados o perjudicarlos en sus intentos de comunicarse o reunirse, en el fondo es un
obstáculo en la satisfacción del deseo de compartir íntimamente con amado. Otro ejemplo es el
calumniador, quien como participante de la relación amorosa suele dirigirse al amado tratando de
separarlo del amante ya sea por ese único propósito o para quedarse con uno de ellos.
6.- ¿Cómo se representa a las mujeres? ¿Cómo son las relaciones entre mujeres y hombres?
En primer lugar, el autor representa a las mujeres de acuerdo a diferentes características. Una
mujer honesta, por ejemplo, es aquella que se mantiene firme y no se deja guiar por sus pasiones,
a diferencia de la mujer adúltera, quien por su pecado debe ser azotada y lapidada. En general, a
las mujeres se les representa tan propensas al amor como los hombres.
En segundo lugar, y respecto a las relaciones entre mujeres y hombres, cabe destacar que en un
pasaje del texto el autor manifiesta la igualdad entre mujeres y hombres respecto a su inclinación
al pecado de maledicencia y concupiscencia. Además, según las descripciones, la relación
particularmente amorosa entre ambos puede ser de verdaderos enamorados o también de seres
apasionados y pecadores.