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Los Argonautas, en la mitología griega, fueron los héroes que navegaron desde

Págasas hasta la Cólquide en busca del vellocino de oro, comandados por Jasón.
Sus avatares fueron contados en varios poemas épicos de la Antigüedad cuyos
detalles en muchas ocasiones difieren entre sí.

El nombre de Argonautas procede del latín argonauta y este del griego


αργοναύτης, de αργος / argos (nombre de la nave) y ναύτης / nautes" (marinero).
Argo era el nombre de la nave en la que viajaron, bautizada en honor a su
constructor Argos, aunque también se relacionaba etimológicamente este nombre
con ἀργός, que significa «rápido».1

La historia de los argonautas es una de las leyendas griegas más antiguas e


incorpora numerosos elementos comunes en las historias populares: un héroe al
que se le envía a un viaje peligroso para desembarazarse de él, imponiéndole una
tarea imposible de llevar a cabo, pero de la que sale victorioso gracias a la ayuda
de aliados inesperados.

Fuentes antiguas[editar]
Los acontecimientos del mítico viaje de los Argonautas fueron narrados en numerosas obras
literarias de la Antigüedad. Homero cita a la nave Argo como la primera que fue capaz de
atravesar las rocas Errantes, navegando desde la Cólquide,2 pero no hace mención alguna
al vellocino de oro. También hace una breve mención del viaje Hesíodo.3 El relato completo
más antiguo que se ha conservado la expedición es la Pítica IV, de Píndaro, que pertenece al
siglo V a. C. Hubo otros poemas más antiguos que debían narrar el viaje, uno de ellos
atribuido a Eumelo de Corinto, que suele datarse en el siglo VIII a. C. y otro
llamado Naupactias, que debió ser anterior al siglo V a. C. pero de ellos únicamente se
conservan algunos fragmentos.4 Al siglo V a. C. también pertenece
la Medea de Eurípides que, aunque narra sucesos posteriores al viaje, ofrece en su desarrollo
algunos detalles acerca de él.

Al siglo III a. C. pertenece el relato que se considera más completo de la expedición,


las Argonáuticas de Apolonio de Rodas. Entre los siglos I a. C. y II d. C., la Biblioteca
histórica de Diodoro Sículo, las Argonáuticas de Valerio Flaco, —aunque esta obra quedó
inacabada—, la Biblioteca mitológica de Apolodoro y las Fábulas de Higino también ofrecen
relatos detallados acerca del mito. Más tardías son las Argonáuticas órficas, quizá del siglo IV.
Algunas de estas obras emplearon como fuente obras de mitógrafos cuyas obras no se han
conservado, como Cleón de Curio, Herodoro, Ferécides, Teólito de
Metimna,Demarato o Dionisio Escitobraquión.5

En las representaciones artísticas, destacan por su antigüedad y por su calidad artística


las metopas del Monóptero del Tesoro de Sición de Delfos, que se han fechado en torno a
570 a. C. y tienen representaciones de Frixo y de la nave Argo, donde se incluye a Orfeo. Los
Argonautas también se representaban participando en los juegos fúnebres en honor de Pelias
en el famoso cofre de Cípselo, según informaciones de Pausanias, pero esta obra artística no
se ha conservado. Dentro de la cerámica, se conocen representaciones de aspectos
puntuales del mito desde los siglos VII-VI a. C.6

Antecedentes del viaje[editar]

Frixo montado sobre el carnero alado.

El trono de la ciudad de Yolco había sido ocupado por Pelias, tras haber sido nombrado
regente por su hermanastro Esón o tras haberlo destronado por la fuerza. Cuando Jasón, hijo
de Esón, alcanzó la madurez, llegó a Yolco con objeto de reclamar el reino que había
pertenecido a su padre o, según una variante, para participar en un sacrificio en honor a
Poseidón, pero un oráculo había prevenido a Pelias contra un hombre calzado con una sola
sandalia y así es como llegó Jasón.nota 1 Así pues, Pelias accedió a entregarle el trono con la
condición previa de que realizase la hazaña de traer de la Cólquide el espíritu de Frixo y
el vellocino de oro. Este vellocino era la piel de oro de un carnero alado que había salvado a
Frixo de su madrastra Ino.

Esta misión había sido ideada por Pelias con la pretensión de que Jasón muriera durante su
desarrollonota 2 o, según otra variante, tras sugerencia del propio Jasón, a quien Pelias había
preguntado qué haría él si un oráculo le hubiera profetizado que un ciudadano lo mataría. La
respuesta de Jasón había sido instigada por la diosa Hera, que odiaba a Pelias por algunos
agravios que había cometido este rey y pretendía que la misión resultase exitosa.7

Construcción del Argo[editar]

Construcción del Argo: Atenea ajusta la vela, mientras Tifis sujeta laverga y Argos trabaja en la
popa.Bajorrelieve romano de terracota (hacia el siglo I), Museo Británico, Londres.

Jasón consultó el oráculo, que le animó a que dispusiera de un barco y realizase la


expedición.8 Así pues, tuvo que ser construida una nave a la que se llamó Argo, en honor de
su constructor, que se llamaba Argos.9 nota 3

La Argo fue construida bajo la dirección de Atenea, con madera de los bosques del
monte Pelión, en Tesalia. Tenía cincuenta remos. La proa del barco, construida con madera
de Dodona, tenía el don del habla y de la profecía.10

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