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Características y medidas de los ascensores para

hospitales
10 de mayo, 2017 Astarlifts Ascensores elevadores

Los hospitales son lugares en los que la movilidad y el tráfico de personas son
elementos muy importantes, por lo que los ascensores han de servir para gestionarlos de
una forma segura y eficiente. En este tipo de lugares lo habitual es instalar ascensores
montacamas y montacamillas, diseñados especialmente para proporcionar un transporte
seguro, fiable y confortable a pacientes, visitantes, personal sanitario y del equipamiento
médico. Dados los condicionantes especiales que se dan en este tipo de centros, los
elevadores han de contar con unas características específicas que satisfagan sus
necesidades y que cumplan la normativa europea reflejada en las normas EN 81-20 y
EN 81-50.

Carga nominal, superficie útil y número de personas


Las medidas y capacidad del elevador de un hospital van a depender de las
características específicas con las que cuente el edificio. No existe un estándar, pero la
normativa europea sí que publica unas tablas que se deben cumplir para garantizar la
eficiencia y seguridad de estos elementos de transporte.

Se ha establecido que el peso medio de una persona está en 75 kilos. No obstante, la


norma dicta que un ascensor para una persona debe soportar una carga nominal de 100
kilos y contar con una superficie útil máxima de cabina de 0,37 metros cuadrados y una
mínima de 0,28. Para dos personas, la carga pasaría a ser de 180 kilos y la superficie útil
máxima de 0,58 metros cuadrados, así como la mínima de 0,49. Así, sucesivamente.

En cualquier caso, lo normal es que en este tipo de edificios se instalen ascensores


montacamillas que soporten una carga nominal mínima de 1000 kilos y tengan
capacidad para 13 personas, y a partir de ahí pueden llegar a instalarse este tipo de
elementos que soporten cargas de hasta 6000 kilos.

La superficie útil mínima de cabina para un ascensor con capacidad para 20 personas
está en los 3,13 metros, y por encima de estos 20 pasajeros se añaden 0,115 metros
cuadrados más por cada uno de ellos. Es decir, la superficie útil mínima en cabina de un
ascensor para 30 personas debería ser de 4,28 metros cuadrados.
Ascensores eléctricos y ascensores hidráulicos
La principal diferencia entre estos dos tipos de ascensores es su sistema de
accionamiento. En cualquier caso, no existe ninguna norma que obligue a instalar un
modelo de elevador específico en este tipo de edificios.

Los hidráulicos incorporan una bomba conectada a un motor eléctrico que, a través de
un bloque de válvulas, inyecta aceite a presión para que se produzca la subida de la
cabina. El descenso se produce por efecto de la gravedad, y es el bloque de válvulas lo
que regula el caudal de aceite que se devuelve al tanque. Los eléctricos cuentan con un
sistema en suspensión con un contrapeso. La polea motriz dispone de un motor eléctrico
y un freno electromecánico que se deslizan a través de unos raíles fijos verticales.

Eficacia y disponibilidad
El tráfico de personas que se produce en un centro hospitalario a lo largo del día y
también por la noche es muy elevado. Por tanto, los ascensores han de adecuarse a los
patrones de estos edificios para garantizar su eficiencia y su disponibilidad.

Existe un tráfico preferente cuya atención debe ser prioritaria, tales como los traslados
de camas y camillas a los quirófanos o las habitaciones, traslado de enfermos con
movilidad reducida o movimientos de los carros de la comida en horarios determinados.
El tiempo de espera del personal sanitario debe ser mínimo, por lo que los ascensores
han de incorporar los últimos avances en maniobras electrónicas que permitan su
utilización sin paradas intermedias y también en señalización y derechos de acceso.

En este tipo de edificios, es conveniente separar el tráfico del personal del hospital con
el de las visitas, mediante la instalación de bancos múltiples. Hay que tener en cuenta
que en estos centros se producen picos muy altos de tráfico en momentos determinados
como los horarios de visita, los cambios de turno o los horarios de comida.

Asimismo, el ascensor de un hospital debe garantizar un traslado eficiente, teniendo en


cuenta que en muchos casos van a ser utilizados para mover a pacientes con diferentes
dolencias o enfermedades. En este sentido, deben ser poco ruidosos y no producir
movimientos bruscos.

Accesibilidad
En un hospital, los ascensores deben garantizar la accesibilidad para todo tipo de
personas y, además, hay que tener en cuenta las dificultades que puede presentar el
traslado de pacientes en camas o camillas. Por tanto, es esencial que la nivelación en
planta sea precisa, de manera que permita la entrada y salida de camas de una forma
rápida y confortable. Las puertas han de proporcionar una operativa fiable y rápida, y
deben incorporar sistemas para detectar obstáculos y personas.

Seguridad
El uso intenso al que se ven sometidos diariamente estos elevadores obliga a que se
extremen las medidas de seguridad. En este sentido, las cabinas han de ser de materiales
duraderos y resistentes y estar específicamente diseñadas para el transporte de material
sanitario. Deben cumplir con las normas de seguridad referentes a los sistemas de
evacuación y protección contra incendios, y su revisión y mantenimiento han de
completarse, al menos, de forma anual.

Los ascensores deben poder conectarse a sistemas de monitorización remota, de manera


que puedan ser controlados en tiempo real. Esto permite una actuación rápida y eficaz
en caso de emergencia, y además posibilita el desarrollo de programas de
mantenimiento específicos.

También es obligatorio que incorporen elementos de seguridad tales como paracaídas de


acción inmediata, luces de emergencia, botón de alarma y teléfono dentro de la cabina,
señalización visual y acústica cuando se sobrepasa la carga máxima, detección de
aflojamiento en los cables de suspensión o mecanismos auxiliares de rescate.
Eficiencia energética
La eficiencia energética de los ascensores se convierte en un punto fundamental a tenor
de los patrones de tráfico que se presentan en los hospitales. Estos elementos deben
incorporar sistemas para el ahorro directo de energía y una gestión eficiente.

Los ascensores deben incorporar un sistema de control de tracción por frecuencia


variable (VVVF), que proporciona un notable incremento en el ahorro de energía y,
además, garantiza el máximo confort en los viajes y una excelente nivelación. Además,
permite reducir la potencia necesaria en los ascensores con sistema de tracción
hidráulica, que generalmente siempre han consumido más energía que los eléctricos.

Compatibilidad electromagnética
Los hospitales cuentan con determinadas áreas en las que se requiere un menor nivel de
emisiones de EMC, debido a que disponen de otros equipos electromagnéticos, para
evitar que se produzcan efectos de acoplamiento que generen interferencias o
perturbaciones que afecten al funcionamiento normal de este tipo de aparatos o
dispositivos.
Por este motivo, los ascensores instalados en un hospital deben incorporar sistemas
regenerativos de energía que permitan reducir de forma drástica estas emisiones. Los
ascensores deben ser compatibles electromagnéticamente con el entorno en el que se
encuentren.

La compatibilidad electromagnética (EMC) vela por garantizar que los dispositivos o


equipos funcionen perfectamente en presencia de otras fuentes electromagnéticas y no
afecten a otros equipos ni al entorno que los rodea (vegetación, animales y personas).

Algunos implementos médicos de un hospital son altamente sensibles a la


contaminación electromagnética, por lo que los ascensores deben incorporar sistemas
que eviten que se produzca una situación que, incluso, puede llegar a afectar también de
manera directa a la salud de pacientes y visitantes.

Higiene hospitalaria
Los hospitales son lugares en los que se requieren altos niveles de higiene. Los
ascensores instalados en este tipo de centros deben garantizar que se cumplan las
exigencias que se encuentran registradas en la guía de higiene hospitalaria que maneja
cada centro.

En este sentido, no solamente se exige un mantenimiento, limpieza y desinfección


adecuadas a los parámetros que se incluyen en estos manuales, sino que los ascensores
deben incorporar extras que permitan garantizar que se cumpla con estas elevadas
exigencias.

Es importante que el foso del elevador se encuentre impermeabilizado para evitar


humedades, que afectan de forma directa a la salud, sobre todo en pacientes con
problemas respiratorios. Asimismo, la cabina debe estar fabricada con materiales
antibacterianos y respetuosos con el medioambiente, que causen el menor impacto
ambiental posible.

La ventilación es otro de los aspectos que se debe tener en cuenta a la hora de instalar
ascensores en hospitales. Para cumplir con la normativa vigente, es indispensable que
estos elementos incorporen un sistema de ventilación mecánica.

Ascensores de emergencia en hospitales


El Código Técnico de Edificación obliga a la instalación de ascensores de emergencia
en edificios públicos como los hospitales. En cada planta, el acceso debe estar en el
recinto de una escalera protegida y su capacidad de carga debe ser como mínimo de 630
kilos. Las dimensiones de la planta de la cabina han de ser de 1,20 metros por 2,10
metros, y deben estar capacitados para realizar todo su recorrido en menos de 60
segundos.
Estos ascensores deben contar con una fuente propia de energía para su alimentación
eléctrica con una autonomía de, al menos, una hora, para garantizar su funcionamiento
en caso de fallos en el abastecimiento general. El número de ascensores de emergencia
que se deben instalar en un hospital irá en función de la previsión de ocupantes en la
totalidad del edificio, a razón de un ascensor de emergencia por cada mil ocupantes o
fracción.

http://www.astarlifts.com/blog/ascensores-elevadores/caracteristicas-y-medidas-de-los-
ascensores-para-hospitales

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