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La cita anterior de Octavio Paz recoge de forma singular el sentido de este ensayo: “ese
tú que somos todos”. La radiografía de la Docencia Mexiquense es un proceso que evoca
la imagen peregrina de hombres y mujeres que han transitado por caminos y fronteras,
su andar ha sido como la de Jesús, El Quijote, Sócrates, tú, nosotros, todos. Los maestros
del Estado de México y su vocación de servicio despliega ante nosotros la herencia de
espíritus nobles, la exposición de héroes de la lucha y la solidaridad, que, sostenidos por
la fuerza del amor, la vocación y profesionalización, han hecho realidad la esencia del
magisterio estatal y, que con sus esfuerzos nos han legado el más grande de los tesoros:
La construcción de una educación de calidad.
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Octavio Paz Lozano (Ciudad de México 1914 – 1998). Escritor, poeta, ensayista. Premio Nobel de Literatura (1990).
El 28 de septiembre de 1957 fue publicado, por primera vez, uno de los poemas que han marcado un antes y un
después en la poesía hispanoamericana, a saber; Piedra de Sol, la cual está escrito en 584 versos, cifra igual (según
explica el mismo Octavio Paz) a los días que tarda el planeta Venus en realizar la conjunción con el Sol. Cada verso
es una afirmación, es decir, cada verso es completo en sí mismo, salvo en ocasiones donde se completa con dos
versos o más. La "Piedra de Sol" es el Calendario Azteca, los 584 versos son los días del planeta Venus (Quetzalcóatl
en la mitología mexica) en su camino hacia el Sol; puede ser también el "eterno retorno", pues el poema es claramente
circular. Esta es solo una de tantas interpretaciones que se le puede dar a este poema, obra maestra d Octavio Paz.
Garduño, Roberto (2008). Cfr. en:
Aranda Luna, Javier (2007). Piedra de sol, a medio siglo, La Jornada en Internet, viernes 28 de septiembre:
http://www.jornada.unam.mx/2007/09/28/index.php?section=opinion&article=a07a1cul
Biblioteca electrónica Wikipedia: http://es.wikipedia.org/wiki/Piedra_de_sol_(poema), consultada el 9 de diciembre de
2012.
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Estado de México, con la finalidad de generar un conjunto de reflexiones para actuar y
comprender la crisis de los valores, la cancelación de la trascendencia y la presencia de
un individualismo que cada vez se extiende como símbolo de nuestro tiempo: la presencia
de la posmodernidad en nuestras escuelas y, particularmente en la Docencia.
¿Qué nos queda como personas? Seres despojados del ser, obesos y voraces, efímeros,
alimentándonos en soledad. El paradigma del momento actual se inscribe en los cánones
del mercado. El triunfo y el éxito es progresar, vivir a placer, seguros y sin sufrir. El
bienestar mantiene a las personas que buscan a toda costa la utilidad y el placer. Para
ello es necesario el dinero, pues el estandarte de la ética moderna es lo bueno como
2 Cfr. Beuchot, P. Mauricio (1999), Las caras del símbolo: el ícono y el ídolo, Caparrós Editores, Madrid, p. 11.
3 Cfr. Gilles Lipovetsky. La Sociedad de la Decepción. Anagrama. España. 2008.
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aquello que propicia la felicidad de la mayoría.4 Tener y acumular es vivir mejor. De esta
forma, el Magisterio Estatal tiene básicamente dos desafíos: una endógena y otra
exógena, la primera es administrar, fomentar y fortalecer la unidad entre sus docentes, la
segunda es la inserción al espacio público a través de la transmisión de valores
democráticos y liberales. De otro modo, el Magisterio sería víctima de una racionalidad
unívoca que rompe con la construcción de un mundo distinto –todo esto- mediante la
instrumentalización de un dualismo que tiene como presupuestos la desarticulación con
el “Otro”, el yo y el tú como dos horizontes inalcanzables y ajenos que incapacitan la
reconstrucción de la armonía, la paz, la convivencia pacífica y solidaria.
Así, la recuperación del “reconocimiento del otro”5, como una actitud básica, el diálogo,
el afecto, la palabra, el amor, el cuidado, en la Docencia y la Enseñanza para el contexto
del Estado de México, recupera el sentido vital de comunidad, de koinonía6-como el
espacio común entre enseñanza y aprendizaje-, donde el docente y sus alumnos
conviven, aprenden, participan y comparten la enseñanza. El acto de aprendizaje no
supone alguien que “enseña” y alguien que es “enseñado”. Por ello, pensar la educación
más allá de la pedagogía y de las técnicas, nos alejará de la visión reducida de un mundo
que supone superiores e inferiores, de gente que sabe y de gente que no sabe.
Por ello, debemos asumir que una Educación que no considere lo humano y la dignidad
humana como lo central y fundamental en la formación de los estudiantes, debe ser
considerada como una educación enajenada. Los nuevos modelos pedagógicos y
didácticos no pueden ser asumidos como la “panacea” de los problemas de la escuela y
de las aulas de clase, pero es necesario que estén articulados a la trayectoria biográfica
y profesional del Docente. Porque el docente de este tiempo no sólo enseña con sus
4 Cfr. Mill, John Stuart. (1974) ¿Qué es el utilitarismo? Aguilar. Buenos Aires.
5 Honneth, Axel (1997). La lucha por el reconocimiento, Traducción española de Manuel Ballestero, Barcelona, Crítica.
Honneth plantea que la intersubjetividad es constitutiva de la subjetividad. El concepto de reconocimiento implica que
el sujeto necesita del otro para poder construirse en una identidad estable y plena. Para ello, Honnet enfatiza tres tipos
de praxis como formas de reconocimiento: 1). El amor (hijo-madre), 2). Praxis social (reconocimiento de derechos) y
3). La Solidaridad.
6 La koinonía es un concepto teológico que refiere a “uno” con “muchos”, a saber, el sentido de comunidad donde se
comparten los bienes materiales y espirituales como paradigma del “Reino de los cielos”.
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“palabras”, también enseña con su “testimonio y ejemplo”. Finalmente, “decir” y “mostrar”
constituyen la “iconicidad” del Docente: imagen y modelo para sus estudiantes.
Es un hecho que el mundo que les toca vivir a los jóvenes y particularmente el
contexto de nuestro país, les lleva a subordinarse cada vez más al mismo. La experiencia
cotidiana hace patente la urgencia de una ética del cuidado que subyace en recrear el
mundo, donde se asuma la tarea de reconfigurar la existencia tan necesaria para nuestros
jóvenes, a saber; rescatarlos de la "sobrevivencia" y llevarlos a la experiencia de la
"existencia". La violencia como fragmentación conduce a la destrucción y a la pérdida de
la capacidad simbólica: Es preciso reparar en que los Docentes y los estudiantes no sólo
somos mente o pura racionalidad; sino que somos “mente” y “cuerpo”, cuerpo y alma,
esencia y existencia, proyectados en la búsqueda de sentido y trascendencia. Sin
embargo, esta es nuestra pesadilla: que aún quede fuera un resto sin integrar.
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resultado de la nueva radiografía de la posmodernidad o tardomodernidad que llegó para
quedarse.
11 Biblia de Jerusalén (2000), Editorial Desclée De Brouwer, Primera Carta a los Corintios, Capítulo 13, 1-3.
12 En una entrevista con el Académico Edgar Morales Flores, Profesor de Textos Filosóficos Medievales y
Renacentistas y de Problemas de Filosofía de la Historia y de las Ciencias Sociales en la Facultad de filosofía y Letras,
aseguró que no existe una sola definición de amor. Edgar Morales resume el amor en dos sentidos: Eros y Ágape, el
primero se refiere al amor carnal, sensual, erótico y el amor divino, espiritual. En este sentido, José Gaos evoca la
imagen de Sócrates como la encarnación y modelo de enseñanza de la filosofía “que expuso y encarnó como nadie y
para siempre el eros pedagógico”. Cfr. Gaos, José. (1979).Confesiones profesionales. México, Fondo de Cultura
Económica, p. 84.
13 Por vocación profesional y docente se entiende no sólo la investidura profesional, el título universitario o el
nombramiento académico, sino también la capacidad de mirar dentro de lo oscuro, la capacidad de poseer una mirada
hacia la profundidad. La comprensión de sí (biografía personal) y la posición didáctica (profesión).
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su biografía personal y profesional, con su enseñanza puesta en interrelación con sus
estudiantes.
En este sentido, la filósofa alemana, Hannah Arendt, nos lleva a considerar la advertencia
de "pensar en lo que hacemos"14, esto es, pensar y repensar en nuestra condición desde
nuestros temores y experiencias. Nos invita a pensar en lo que hacemos para evitar la
barbarie y la aniquilación de la vida social marcada por nuestra época. De la misma forma,
potenciar la docencia y la enseñanza, es tan oportuno como el agua y el abono, porque
conduce a los estudiantes a la experiencia de la existencia, de la trascendencia y del
sentido, pues parte de la vida misma, mitiga el egoísmo y mejora a la personas
cualitativamente.
Más aún, porque pueden haberse preocupado mucho cultivo intelectual: temas, autores,
problemas, investigaciones, textos, pero continuar enseñando y educando en la
enseñanza mínima, en los límites, “por lo menos”, “aunque sea”, “por lo menos que
terminen el Bachillerato”, “por lo menos, que aprueben y obtengan su certificado”, “por lo
menos que sean gente de bien”, “que sean buenos ciudadanos”, “buenos padres de
familia”, “por lo menos que conozcan algo de tal o cual materia”, cuando la enseñanza es
el desvelo del cuidado del otro, desde los cimientos hasta el tejado.
De igual manera, la violencia y la pérdida del sentido de la vida, plantea la condición vital
de nuestros jóvenes, de los adolescentes del Bachillerato del Estado de México, el ser
“adolescente” será aquel que se constituye por lo que no es, por lo que le falta o adolece.
Es preciso entonces, repensar que la enseñanza en el Bachillerato está constituida por
lo dicen y piensan los alumnos; y que naturalmente aquello que piensan y dicen los
alumnos se conforma según su ser adolescente.
14
Hannah Arendt (1996). La condición humana, Paidós, Barcelona.
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reconocimiento de ambos discursos, siempre estará al borde de la “enajenación”, de la
no pertenencia, el no reconocimiento15 y por ende, la enseñanza y las clases seguirán
siendo “frías”, “aburridas” y alejadas de la vida concreta de los estudiantes. No podemos
andar por las ramas: la docencia y la enseñanza apasiona o traiciona las expectativas.
La condición adolescente y la posición docente, deberán propugnar por una enseñanza
de la filosofía que rescate a los alumnos del estado de “sobrevivencia”, caracterizado por
la “velocidad”, la “transitividad” y la “fugacidad” y con ello, el olvido y la inmediatez.
De este modo, podrán venir una más o mil reformas educativas, todas las posiciones o
imposiciones en sobre currículum, didáctica y pedagogía, pero la enseñanza y la
docencia, como herencias milenarias, siempre estarán presentes como una forma de
vida, siempre dispuesta para morar en el corazón de las personas. Nuestro ser Docentes
depende el ganarnos no sólo el pan, sino el “ser”, el ser para sí y para los demás,
recordando a María Zambrano16.
15 Carlos Marx planteó en sus Manuscritos económico-filosóficos de 1844 el problema de la “enajenación” del hombre.
Al iniciar su análisis de la enajenación, Marx parte de un hecho económico: la situación del obrero que vende su fuerza
de trabajo al capitalista. En esta situación se observa que en la medida en que el obrero da valor con su trabajo a las
mercancías que produce, él mismo se desvaloriza, puesto que ha gastado sus energías en producir una cosa que no
le pertenece y, además, en un trabajo forzado.
16 Zambrano, María (2007). Filosofía y Educación (manuscritos). Editorial Club Universitario, España.
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Antes de concluir, sería necesario descender a una imagen del cuidado, del paradigma
del cuidado de quienes enseñamos en las aulas de clase. Me refiero a la historia de Orfeo,
personaje de la mitología griega.
Cuando Orfeo cantaba, los ríos detenían su curso y los peces asomaban su cabeza para
oírlo, los árboles torcían sus troncos y se inclinaban a escucharlo cuando caminaba por
los senderos donde solía pasar. Orfeo era un gran propiciador del bien, su atractivo no
solo lo constituían su música, parecía que de su mente emanara una especie de “aroma
mental” tan armonioso que encantaba a todo y a todos a su paso. De su mente solo
surgían pensamientos de bondad y aceptación de los demás. Tal metáfora constituye un
fondo para emanar ese “aroma mental” tan agradable que demanda la enseñanza y el
cuidado de las personas, de nuestros estudiantes, quienes cada día comparten la
enseñanza y el aprendizaje17.
17Se puede descargar el Link del podcast para escuchar la narración completa de “aroma mental”, de la escritora Gaby
Vargas (MVS Radio): http://ww2.noticiasmvs.com/podcasts/Mejor-con-Gaby-Vargas/el-aroma-mental-946.html
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conductor que le da sentido a nuestra condición de educadores, a nuestro ser docentes
del Sindicato de Maestros del Estado de México, de nunca renunciar y olvidar el amor del
primer día: “el amor a la sabiduría”, el amor por la Enseñanza y la Docencia, esa que
nunca se agota porque nunca terminamos de aprender, como hace 60 años: caminar y
caminar, recorrer sin detenerse, descubrir y traspasar caminos y fronteras. Hoy
levantemos el equipaje, emprendamos la marcha, aquella que no tiene fin porque se
prolonga a cada paso.
Vivimos tiempos difíciles, los cambios que vive nuestra sociedad, y los que ha sufrido en
los últimos treinta años redunda en una comunidad de docentes y de estudiantes que
también va cambiando. La revisión de nuestras conductas, la capacidad de autocrítica
que lleva a nuestra constante actualización y superación, responde a la idea de que es
posible prever “el mañana”.
Desde esta perspectiva, los tiempos de crisis son al mismo tiempo, momento de
oportunidades y nuevas esperanzas. Los docentes debemos ser congruentes con los
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nuevos cambios y demandas que la enseñanza ofrece, lo cual implica, que el ejercicio de
la profesión se alimente constantemente de una formación que recupere nuestra
identidad y vocación: formadores de estudiantes adolescentes, que con nuestro “decir” y
“mostrar”, hacemos de la docencia una fuente inagotable del diálogo y el afecto.
La imagen del docente nos remite a la de una persona dedicada a la creación, una
persona que al investigar, enseñar, o interactuar con su entorno, que renueva la
esperanza. Su relación con la escuela como parte central de su proyecto de vida, en el
que cada jornada es una jornada de aportación y de enriquecimiento personal que tiene
una influencia benéfica en sus colegas y estudiantes.
Por ello, se considera que el ser humano ha nacido para vivir intensa, plenamente y en
perfección, como lo señala Aristóteles. Cuando pueda hacerlo sin limitar la libertad de
otros, sin lastimar a nadie y sus actividades le sean agradables, será más sano, más
civilizado, más humano. Será más el mismo, será un “docente de carne y hueso”. Cuando
una persona está auténticamente feliz, quiere decir que está en armonía consigo mismo,
con su ambiente y con su vocación.
Si existe un privilegio para los que se dedican a la tarea educativa es que se trata de una
tarea destinada a cuidar y desarrollar todo lo bueno que sea posible en cada ser humano
y en la sociedad. El docente es aquel que acerca a los estudiantes a la experiencia viva
del aprendizaje, donde su tarea primordial es la formación, no sólo información, que
siempre busca que sus estudiantes sean mejores personas.
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Por ello, cuando el docente que se erige en evaluador y busca ejercer su autoridad, se
convierte en el confeso enemigo del académico y de sí mismo. Al buen académico no le
importa. Es él el que en su interior conoce lo que es y también lo que no es. Nadie se
pertenece solo a sí mismo. Ser autónomos no significa ser sujetos aislados y
autosuficientes que se limitan al discurso del “deber ser”, sin otorgarle sentido y
significación a la práctica educativa, a lo que puede ser.
Muchos pueblos antropófagos abren o abrían el cráneo de sus enemigos para comer
parte de su cerebro, en un intento de apropiares así de su sabiduría, de sus mitos y de
su coraje. Si me permiten, nuestros estudiantes, deben alimentarse de los conocimientos,
de la experiencia, de la relación que guardan todos los días con sus profesores. Jóvenes;
no se pierdan de este alimento, sin embargo; por nuestra parte, solo queremos
apropiarnos a mordiscos de una buena porción del tesoro que les sobra: juventud
intacta.
Bibliografía:
5. ______________ (1999). Las caras del símbolo: el ícono y el ídolo, Caparrós Editores, Madrid.
9. Cerletti, Alejandro (2008). La enseñanza de la filosofía como problema filosófico, Libros el Zorzal, Buenos
Aires, Argentina.
10. Honneth, Axel (1997). La lucha por el reconocimiento, Traducción española de Manuel Ballestero,
Barcelona, Crítica.
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11. Jarquín Ortega, M. Teresa (2003). Reseña: El Sindicato de Maestros al Servicio del Estado de México
de Roberto León Ponce en Economía, Sociedad y Territorio, enero-junio, vol.
IV, núm. 13, El Colegio Mexiquense, A. C; Toluca, México, pp. 193-201.
Página Web:
http://redalyc.uaemex.mx/src/inicio/ArtPdfRed.jsp?iCve=11101309
13. López Ponce, Norberto (2001). Ya es tiempo de actuar. El proceso de organización de los profesores
del Estado de México 1921-1959, El Colegio Mexiquense, México.
15. Mill John Stuart (1974). ¿Qué es el utilitarismo? Aguilar. Buenos Aires.
16. Obiols, Guillermo (2008). Una introducción a la enseñanza de la filosofía, Libros el Zorzal, Buenos Aires,
Argentina.
17. Riquelme, R. (2006). Perspectivas para el desarrollo de la filosofía en el siglo XXI. Algunas reflexiones.
Consultado el 10 de septiembre de 2018, en:
http://www.comisionunesco.cl/Unesco/filosofía/dia_mundial/ponencias/rosa_riquelme
.doc
18. Zambrano, María (2007). Filosofía y Educación (manuscritos). Editorial Club Universitario, España.
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