Professional Documents
Culture Documents
a la crítica: un imaginado
Yucatán para México
y el mundo
Margaret Shrimpton
Celia Rosado
He pretendido […] hacer una estilización del
espíritu maya, del concepto que tienen todavía
los indios […] he pensado el libro en maya y
lo he escrito en castellano. He hecho como un
poeta indio que viviera en la actualidad y sin-
tiera, a su manera peculiar, todas esas cosas
suyas. […] Una poesía especialísima, autócto-
na, misteriosa y de fuentes remotísimas, hay
de todo esto. (Antonio Mediz Bolio, 1922).
Margaret Shrimpton Masson. En la carta-prólogo que elaboró Al- Guardando su distancia del indígena
Doctora en ciencias filológi-
cas por la Universidad de La fonso Reyes para la edición de La —"los indios"; "esas cosas suyas", "lo
Habana, Cuba; con Maestría tierra del faisán y del venado en 1922, remoto y lo misterioso", Mediz Bolio
en Estudios Latinoamerica-
nos por la Universidad de Reyes cita una carta anterior que le expone su interés y simpatía por el
Cambridge. Profesora inves- fue enviada por Antonio Mediz Bolio. espíritu maya que le inspira a escri-
tigadora de la Facultad de
Ciencias Antropológicas de La correspondencia con Reyes avala bir su mejor poesía. En esta ponencia
la Universidad Autónoma y confirma la inclusión de Antonio quisiéramos exponer los lazos que
de Yucatán. Articulista, críti-
ca, escritora y editora. Mediz Bolio en la política indigenista unen a Mediz Bolio con el discurso
nacional, posrevolucionaria. Alfonso indigenista oficial y la recepción de
Celia Rosado Avilés. Con Maes-
tría en Literatura Mexicana Reyes, prologuista de su obra, en más esta postura en y el extranjero: cómo
por la Universidad Veracru-
zana. Profesora investigado-
de una ocasión le extendía el abrazo era la imagen de México —proyecta-
ra de la Facultad de Ciencias oficial que permitía enlazar esta pe- do a través de Yucatán— en la críti-
Antropológicas de la Univer-
sidad Autónoma de Yucatán.
culiar región indígena con la visión ca academicista norteamericana. Por
Coordinadora de Posgrado e mestiza de la República Mexicana en otra parte, presentaremos algunos
Investigación de la citada Fa-
cultad. Escritora. las primeras décadas del siglo XX. acercamientos a las múltiples lecturas
las que constituyen un referente in- y del venado. La consagración del au-
mediato para el receptor. Dicho refe- tor no solamente como representante
rente es tan fuerte que configuró todo de la cultura maya a nivel nacional,
un imaginario de la cultura maya sino también de Yucatán como la cara
como sinónimo de la yucataneidad, indígena que México presenta hacia
que se actualiza constantemente en afuera —siempre sin demostrar una
propios y extraños de tal forma que ruptura con la hegemonía nacional—,
cuando se piensa en presentar alguna se revela claramente en los estudios
estampa de la "realidad" yucateca los realizados por académicos norteame-
fragmentos de La tierra del faisán y del ricanos. Desde los años veinte hasta
venado son referencia obligada. En los la década de los setenta y ochenta del
espectáculos de luz y sonido de los siglo XX se configura a Mediz Bolio
sitios arqueológicos —dirigidos a los como "eminente poeta yucateco y
turistas nacionales y extranjeros—, al academicista Maya" (Ralph R. Roys,
igual que en los trabajos de los jóve- 19501). Mientras tanto, para 1971, en
nes comunicólogos asuntos relacio- un estudio de la Revista Contemporá-
nados con Yucatán (todavía hace dos neos, Edgard Mullen señala que va-
día pudimos asistir a la presentación rios números de Contemporáneos se
de videos realizados por jóvenes co- dedicaron al "tema del indio mexica-
municólogos de la UADY sobre la no, su evolución, filosofía, folclor y
cría de bovinos que iniciaban con ci- su destino político". Como ejemplo,
tas de La tierra del faisán y del venado) menciona la traducción de Mediz
Así, pues, la imagen que se constru- del Chilam Balam de Chumayel. (Mu-
ye en el texto de Mediz Bolio se alza llen, 1971:127-8.) Evidente aquí es la
como la lectura prácticamente icónica distancia que se marca entre los estu-
de la región. dios sobre el indígena (la cultura), y
Los trabajos más difundidos y, por el indígena en sí: el indígena es obje-
ello, más conocidos de Mediz centran to, y es traducción, pero, como aclara
su atención casi exclusivamente en el Mullen, es "restringido a un marco
tema indígena; así mismo, la consoli- histórico-filosófico. Literatura propa-
dación de Mediz Bolio como mayista gandística abiertamente a favor del
y como indigenista se configura en las indígena jamás fue publicada en Con-
lecturas críticas de ciertos textos cla- temporáneos".2 En su mayoría, los tex-
ves: su traducción del Chilam Balam tos publicados en Contemporáneos, y
de Chumayel, su colaboración como en otras revistas nacionales y extran-
prologuista en la traducción del Có- jeras, son de antropólogos estadouni-
dice Pérez por Emilio Solís Alcalá y su denses y mexicanos (Redfield, Mead,
obra más popular, la tierra del faisán Villa Rojas), quienes rescataban los
esa paradoja central del México pos- obras de teatro y trabajos poéticos
revolucionario: la necesidad de reco- presentan a un proletariado belicoso
nocer la heterogeneidad de México que se levanta para exigir sus deman-
y a la vez la búsqueda constante de das, o confrontar los hechos de la ac-
la homogenización: Como señala tualidad con la esperanza de que los
el investigador Juan Castro: "Si [los pueblos, no sólo mexicanos, enfrenta-
conceptos, sic.] de transculturación ran a los gobiernos totalitarios.
y de hibridez intentan analizar la Es evidente que estos textos no
heterogeneidad de América Latina, han tenido en los receptores y dentro
el discurso del mestizaje paradóji- de la historia de la literatura la mis-
camente utiliza esa heterogeniedad ma acogida que La tierra del faisán y
para imaginar un pasado COMÚN del venado. De hecho, las obras com-
y un futuro HOMOGÉNEO" (Cas- bativas de Mediz Bolio causaron cier-
tro, 2002.9).6 Por un lado, la nación to estupor en el Yucatán de su época
mexicana debía reconocer la diversi- y sin duda siguieron incomodando a
dad cultural del país, y en particular un proyecto de nación y una oligar-
le interesaba el valor cultural de los quía. Respecto de la presentación de
pueblos indígenas; por el otro lado, La Ola, obra teatral, Leopoldo Peniche
México había ya escogido un camino Vallado nos comenta nos comenta:
de modernización y progreso que im-
plicaba unificar las diversas caras de En el ambiente pacato y asusta-
su nación —un futuro homogéneo, dizo del Yucatán de 1917, La ola
incompatible con el pueblo indígena. desencadenó una tormenta, por
Dentro de esa paradoja encontra- su tesis audaz, tan mal avenida
mos también la otra cara de Antonio con las tradiciones de la clase a
Mediz Bolio: mayista, hermano y que pertenecía su autor, una clase
defensor de los indígenas, y a la vez tras décadas de predominio ape-
hijo de la Casta divina, hacendado, nas salía de su asombro al verse
y diplomático del Servicio Exterior embestida tan rudamente por el
Mexicano. Nuestro autor es en sí sím- ímpetu reformador de Alvarado
bolo de la paradoja que señalamos. y que, sin esperanzase del todo,
Es sumamente revelador tener acceso alimentaba aún afanes secretos
a sus otros textos, obviados por la crí- de recuperación, favorecidos por
tica regional, nacional y extranjera, el espíritu de solidaridad que
y donde una lectura "hacia adentro" siempre la había caracterizado.
nos hace preguntar si fueron silen- Ahora era uno de los de esa mis-
ciados por no representar el rostro ma clase quien arremetía contra
deseado de la región. Algunas de sus sus moldes caducos (:21)
nacional. La imagen del buen salva- derrocó a Porfirio Díaz. Pese a ha-
je y del espacio utópico de Manelic ber ocupado un segundo lugar de
se rompe cuando baja de su mon- tras de la popularidad de La tierra
taña y, sin embargo, el poema ins- del faisán y del venado, estamos se-
ta a la ruptura del espacio utópico guros que estas serie de textos re-
porque la nación se encuentra aquí sultarán de gran atractivo para el
abajo. Resulta interesante que en un lector contemporáneo, tan gustoso
numero reciente de la Revista Pe- de la ruptura a las idealizaciones
ninsular, Manelic sirvió de epígrafe de los héroes nacionales latinoa-
para encuadrar las diferencias po- mericanos. Así, pues, creados se-
lítica entre un gobernador ya falle- guramente con otra intención por
cido con un líder de nombre maya, parte del autor real estos relatos
colocando este texto en el marco de bien pueden inscribirse en una
la actualidad política yucateca. tendencia sumamente actual de la
No podemos dejar de lado este literatura: historiar la cotidianidad
abanico de lecturas a la obra de de los sucesos y figuras de la histo-
Mediz Bolio sin considerar una ria latinoamericana.
veta que todavía está por explo- Como hemos podido ver, la obra
tarse y es la recepción de A la som- de Mediz Bolio se inscribió clara-
bra de mi ceiba en los tiempos de su mente en el indigenismo oficial
publicación. El autor nos refiere mexicano y ello conllevó a la enor-
que esta obra se armó de artículos me fortuna de la difusión de sus
previamente publicados en varios trabajos como mayista, pero, tam-
periódicos, en particular en El Na- bién, eliminó las otras vertientes de
cional. Sin embargo, en 1953, con su pensamiento. Sin duda, la pre-
una revolución triunfante y cerca sentación del mundo maya como
de su canonización, Mediz presen- un universo lleno de misterio que
ta una serie de textos en los que los se fragua en tierras lejanas y nece-
próceres nacionales aparecen su- sita de un mediador para ser com-
mamente humanos y coloquiales. prendido en occidente le otorgó a
No estamos muy seguras de que el estas obras un halo profundamen-
Francisco I. Madero de Mediz Bo- te cautivador para el lector de la
lio, llegando a la redacción de un época. El prólogo de Ermilo Abreu
periódico en bicicleta y subiendo Gómez a La tierra del faisán y del ve-
de nuevo a ella después de lanzar nado llama la atención a esta cuali-
su arenga política, hubiera agrada- dad de acceso a la hermética maya
do mucho a los constructores del y al fenómeno de apropiación de la
gran prócer revolucionario que cultura indígena como elementos