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La Presión Atmosférica

El aire como todo gas tiene peso propio, esto fue descubierto
por Galileo tras observar un recipiente conteniendo aire
comprimido, en el que cuyo peso aumentaba proporcionalmente
con el aumento de la cantidad de aire que contenía.

En física la presión está definida como al cociente entre la


acción de una fuerza sobre la unidad de superficie. P = F/S

En base a esto definimos presión como el peso del gas


por unidad de superficie.
Presión atmosférica es el peso de una columna de aire
que tiene como base la unidad de superficie y como
altura la de la atmósfera.

La presión atmosférica disminuye con la altitud ya que


disminuye la cantidad de aire por encima y por tanto su peso.
Esta disminución resulta evidente, siendo perfectamente
comprensible que si la dimensión vertical de la columna de aire
disminuye, la presión ejercida es menor.
Sin embargo, la cuestión es algo más complicada, pues tenemos
que contar támbien con la densidad del aire, en el aire frio, el
índice de disminución es mayor que en el aire caliente,
reduciendose este indice con la altitud. Los meteorólogos han
calculado cuánto baja la presión atmosférica por cada metro de
elevación. (La gráfica muestra cómo, a medida que se gana
altura, cada vez hay que subir más metros para conseguir una
determinada variación de la presión: al nivel del mar, haya que
subir unos 8 metros para que la presión baje 1 milibar; a 5.000
metros, hay que subir 20 metros).

En nuestras regiones, situadas en una latitud media, la presión


atmosférica al nivel del mar, varía entre 950 y 1.050 milibares,
siendo la presión media llamada a menudo normal de 760 mm
(1.012 mb), por lo que se consideran presiones altas y bajas las
respectivamente superiores e inferiores a este valor.
Existe una variación diurna de la presión llamada marea
barométrica cuya amplitud es muy pequeña, del orden de 1
milibar. En nuestro pais, la presión sube entre las 4 y las 10
horas, y entre las 16 y las 20 horas y baja entre las 10 y las 16
horas y entre las 22 y las 04 horas. (Horas solares)

La presión se representa gráficamente en los mapas meteorológicos a través de las líneas isobaras. En los
mapas de superficie estas líneas unen puntos de la tierra cuya presión atmosférica calculada al nivel del mar es
la misma. Se suelen trazar con un intervalo de 4 milibares y se clasifican en presiones altas y presiones bajas,
considerándose como presión normal 1012 milibares.
Por su forma pueden ser rectilíneas o curvilíneas, abiertas o cerradas; aunque la configuración más habitual se
reduce a dos formas principales cerradas: la de altas y bajas presiones.

Altas presiones
Suelen aparecer representadas en el mapa por isobaras de forma elíptica, con valores crecientes de la presión
desde su periferia al centro. Se definen tres configuraciones:

•Anticiclón fijo. Tiene una gran extensión y viene indicado en los mapas con una A. Aunque hay países que
utilizan la H (High pressure)

•Anticiclón móvil. Hace de separación de dos familias de depresiones móviles y es más pequeño que una
anticiclón fijo. En los mapas se indica con una A.

•Área de altas presiones. Es una región de forma irregular con altas presiones en su interior y sin centros
definidos

Bajas presiones
Las isobaras son circulares o elípticas y tienen valores decrecientes de la presión desde su periferia al centro.
Se dividen en tres:

•Depresión. Más conocidas como borrasca, las depresiones son casi siempre móviles y se las reconoce por una
B y también con una D.

•Ciclón tropical. Su área de influencia es mucho menor.

•Área de bajas presiones. Las isobaras no son circulares y definen varios centro, al contrario de un área de
altas presiones.

La diferencia de presión entre dos puntos situados al mismo nivel y separados una unidad de distancia se llama
gradiente de presión o gradiente barométrico

La presión es la variable principal con que cuentan los metereólogos para la predicción del tiempo.

Desde el punto de vista histórico, la primera unidad empleada


para medir la presión atmosférica fue el "milímetro de mercurio"
(mm Hg), esto que aparentemente no tiene relación con la
definición, en realidad proviene del experimento de Torricelli
(fig 1).

Torricelli utilizó una cubeta llena de Mercurio, en ella sumerge la


boca de un tubo de vidrio de un metro de longitud que también
se encontraba lleno de mercurio.

La columna de mercurio descendía hasta cierta altura y se


detenía a una altura de la superficie quedando el sistema en
equilibrio. Esto indica que tomando en cuenta la superficie de la
cubeta y la del tubo la presión atmosférica es equilibrada por el
peso de la columna de mercurio, desde luego la altura de la
columna variará según varíe la presión atmosférica, este es el
principio de funcionamiento del barómetro.

Si consideramos una columna de mercurio de un centímetro


cuadrado de sección, a nivel del mar la columna medirá 760 mm
aproximadamente. El centímetro cúbico de mercurio pesa 13,6
gramos, luego la columna pesa 1033,6 gramos.

La unidad de presión del Sistema Internacional es el N m² y


recibe el nombre de Pascal (Pa).
En el Sistema Cegesimal la unidad es la dyn cm² y recibe el
nombre de baria (10 baria = 1 Pa).
En el sistema métrico anglosajón, las unidades utilizadas son la
pulgada de mercurio y la libra por pulgada cuadrada (psi =
pound per square inch = lbf/pulg²), unidad que aún aparece en
algunos manómetros.

La equivalencia de estas unidades son:


1 mm Hg = 0,01934 lbf/pulg²
1 pulg de Hg = 2,538 cm Hg =25,38 mm Hg
1 lbf/pulg² = 6894,65 N/m² = 0,0680 atm

Además de estas unidades existen otras tradicionalmente


usadas en meteorología.
Entre ellas citaremos:

- La atmósfera (atm): La equivalencia que da el SI es 1 atm = 101325 Pa


Representa la presión que ejerce una columna de mercurio de 0.76 m de altura y de densidad 13596.00 kg m³
en un lugar donde la aceleración de la gravedad es 9.806 m s².

Por lo tanto:
1 atm = 13596.00 kg m³ 9.806 m s² 0.76 m = 101325 Pa

- El bar (b): 1 bar = 106 barias = 105 Pa


- El milibar (mb): 1 mb = 10-3 bar = 102 Pa = 103 barias
1 atm = 1013.25 102 Pa = 1013.25 mb ≅1013 mb

- El Torr (tor) o mm de mercurio: Es la presión ejercida por una columna de un mm de mercurio (mm Hg).
Desde el punto de vista histórico fue la primera unidad utilizada para la medida de la presión. La equivalencia
con otras unidades es la siguiente:

1 atm = 760 mm Hg = 760 tor


1 tor = (1/760) atm = (1/760) 101325 Pa = (1/760) 1013.25 102 Pa = 1.333 mb

- El kp cm² o atmósfera técnica (at) es una unidad que se ha usado mucho en la industria:

1 atm = 13596.00 kp m³ 0.76 m = 10333 kp m² = 1,0333 kp cm²


Es decir, que podríamos hacer la aproximación de que la atmósfera ejerce una presión de 1 kilo por cada cm2
de superficie.

Se generalizó el empleo del sistema CGS, basado en el centímetro, el gramo y el segundo. La elección lógica
era la "baria", correspondiente a una fuerza de una dina actuando sobre una superficie de un centímetro
cuadrado. Consensuado usar como unidad de presión el "bar" que equivale a un millón de dinas, finalmente se
adopto el milibar (mb), que es la milésima parte, es decir mil dinas por centímetro cuadrado, siendo el
resultado 1013 mb y este es el equivalente a los 760 mm de columna de mercurio.

En la industria también ha sido usada la "atmósfera técnica" (at), definida como la presión debida a la acción de
un kilogramo fuerza (kgf) sobre una superficie de un centímetro cuadrado.

Recordemos que 1 kgf corresponde a la fuerza de gravedad actuando sobre una masa de 1 kg, es decir,
aproximadamente 9,81 newtons (N). La "atmósfera técnica" no debe confundirse con la "atmósfera normal" o
"atmósfera física" (atm), definida como la presión debida a una columna de mercurio de (exactamente) 760
mm, bajo condiciones predeterminadas.

La equivalencia es 1 atm. = 1,033at.


BARÓMETROS: sus clases.

Se conoce con el nombre de barómetro al instrumento para medir la presión atmosférica. Hay dos clases, los
basados en el experimento de Torricelli (de columna de mercurio) y los basados en las dilataciones y
contracciones de unas cápsulas vacías, conocidos como barómetros aneroides.

Barómetro de mercurio

Támbien conocidos como barómetros líquidos, son aquellos que transforman la presión que se ha de medir en
altura equivalente de una columna de líquido con una densidad específica conocida.

Tipos:
۞ Barómetro de Fortin
۞ Barómetro de cubeta fija
Estos dos modelos son los que habitualmente se utilizan en estaciones meteorológicas.

Ambos se basan en el dispositivo utilizado por Torricelli en sus experimentos.


Los diferentes tipos de barómetro de mercurio poco difieren del tubo de Torricelli, en general se diferencian en
el diámetro del tubo (que debe impedir el efecto de capilaridad) y el diámetro de la cubeta que debe ser muy
superior al del tubo. Así en el barómetro de Tonnelot el diámetro del tubo es de 8 mm, y el diámetro de la
cubeta es de una sección 100 veces superior a la del tubo.
El barómetro de mercurio que más se emplea en la actualidad es el Barómetro de Fortín , también llamado
de cubeta móvil o de nivel constante, que al contrario de los anteriores que son de cero móvil, es de cero fijo.
El barómetro de Fortín consta en un tubo de vidrio de un metro de longitud lleno de mercurio y colocado, como
el tubo de Torricelli, sobre una cubeta cilíndrica de vidrio, con su punta inferior algo afilada. y situada bajo el
tubo graduado. Su cubeta posee un fondo compuesto de un material flexible, por lo que puede ser alterado
mediante un tornillo auxiliar con el fin de conseguir ajustar el nivel del mercurio de la cubeta al cero de la
escala graduada cada vez que se efectúa una medida. Lleva un termómetro adjunto para medir la temperatura
del mercurio. Está construido de manera que se conoce la relación entre las secciones del tubo y la cubeta. La
escala se hace de tal manera que las subidas del mercurio en el tubo estén compensadas por las bajadas del
mercurio en la cubeta. Dispone de un medidor que puede deslizarse a lo largo del tubo graduado por medio de
un sistema de engranaje (vernier). La escala tiene una amplitud desde 560 Hpa a 1040 Hpa. Resiste
temperaturas entre -15 y 50ºC y la precisión es de +- 0,3 Hpa. Debe contrastarse con un barómetro patrón.

Instalación y medición: Se coloca en el interior de la estación meteorológica, ya que no puede estar expuesto al
sol, ni a la corriente de aire. Deben colocarse sobre paredes por las que no pasen cañerías y debe estar a una
altura en la que sea fácil medir y completamente vertical. Para medir la presión el primer paso es llevar el
mercurio de la cubeta, mediante un tornillo, hasta el extremo de un índice de marfil (es el 0 de la escala). Este
procedimiento se llama enrase. Luego se debe ajustar el vernier de manera que apenas toque el menisco que
forma el mercurio. Paralelamente se debe medir la temperatura del termómetro adjunto. Una vez leído el dato
de presión se deben hacer algunas correcciones: Por temperatura, ya que la altura del mercurio varía con la
temperatura, al igual que la escala (esta se hace de ínvar que es un material poco dilatable). Por gravedad
(reducir a 45º de latitud y 0 metros)

Los barómetros de sifón son simples manómetros de tubo cerrado en los cuales la rama corta del tubo en J
hace las veces de cubeta y la rama larga de tubo de Torricelli. Dentro de los barómetros de mercurio.

Estas clases de barómetros son solo usados en los observatorios, ya que su conservación y exactitud de lectura
presenta muchas dificultades a bordo. Actualmente en los barcos solo se usa el barómetro anaeride.

Barómetro aneroide

Támbien conocidos como barómetros de deformación de sólidos o barómetros elásticos porque utilizan la
deformación producida en un material por la presión del aire sobre un elemento elástico. Es un barómetro más
cómodo, práctico y casi tan preciso como el de mercurio.

De entre los barómetros elásticos podemos citar:

 el barómetro aneroide o cápsula de Vidi


 el tubo Bourdon.

Respecto al barómetro aneroide o cápsula de Vidi cuyo esquema se muestra en la Figura de la izquierda, su
nombre proviene de la palabra griega “neros” que significa líquido y el prefijo “a” significa sin; por tanto este
barómetro no contiene líquido barométrico. Está formado por una cápsula metálica flexible, cerrada de forma
hermética, en el interior de la cual se ha hecho el vacio (cápsula de Vidi). Esta cápsula tiene paredes elásticas
muy delgadas que se contraen o se dilatan de acuerdo a las variaciones de la presión atmosférica. Si la presión
atmosférica cambia, la cara de la cápsula conectada a un resorte cambia su posición y la elasticidad del resorte
provoca que la caja se expanda. Estos movimientos se amplifican por medio de un sistema de engranajes, en el
extremo de los cuales se encuentra un índice que señala en una escala graduada. En la imagen se puede ver el
aspecto exterior de un barómetro aneroide comercial.
De las dos agujas que se ven, la aguja más fina sirve de referencia para conocer las variaciones barométricas y
es de gran valor para hacer predicciones.

El tubo de Bourdon es un tubo de sección cilíndrica que forma un anillo casi completo, cerrado por un extremo
como se muestra en la imagen.
Al aumentar la presión en el interior del tubo, éste tiende a enderezarse y el movimiento es transmitido a la
aguja indicadora. El material de que está hecho es, normalmente, acero inoxidable o una aleación de cobre y
algunas veces alguna aleación especial.

Basado en las cápsulas aneroides, tenemos también lo que se llama un Barógrafo.


Se trata de un barómetro con un registrador que nos proporciona un diagrama continuo de cómo la presión
atmosférica varía con el tiempo.
El elemento sensible está formado por una serie de cápsulas de Vidi colocadas unas a continuación de las otras
de manera que sus deformaciones se sumen. A través de un sistema de palancas que amplifican la dilatación o
contracción del sistema, comunican a la aguja registradora un recorrido suficiente. El sistema registrador lo
hace sobre un papel graduado en milímetros y décimas con las 24 horas de cada día de la semana, enrollado a
un tambor, que a su vez, mediante un sistema de relojería, gira una vuelta completa cada siete días. Este papel
se conoce con el nombre de barograma.

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Ciencias naturales
-Ciencias de la Tierra y del Universo

Las capas fluidas de la Tierra

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Características de la atmósfera

-Los aviones que realizan vuelos intercontinentales ascienden a más de 10.000 metros
de altitud. En su cota de vuelo, las condiciones de la atmósfera son muy distintas de las
existentes en la superficie.

Gráfico

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Experimento de Torricelli

Una cubeta y un fino tubo lleno de mercurio nos permiten medir la presión atmosférica,
que, a nivel del mar, resulta ser de 760 mm Hg.

Parte del mercurio cae en la cubeta, pero otra parte queda en el interior del tubo. La
altura del mercurio en el tubo es, a nivel del mar, de 760 mm.
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HIDROSTÁTICA

INTRODUCCIÓN

Mecánica de fluidos, parte de la física que se ocupa de la acción de los fluidos en reposo o en movimiento, así como de
las aplicaciones y mecanismos de ingeniería que utilizan fluidos. La mecánica de fluidos es fundamental en campos tan
diversos como la aeronáutica, la ingeniería química, civil e industrial, la meteorología, las construcciones navales y la
oceanografía.

La mecánica de fluidos puede subdividirse en dos campos principales: la estática de fluidos, o hidrostática, que se
ocupa de los fluidos en reposo, y la dinámica de fluidos, que trata de los fluidos en movimiento. El término de
hidrodinámica se aplica al flujo de líquidos o al flujo de los gases a baja velocidad, en el que puede considerarse que el
gas es esencialmente incompresible. La aerodinámica, o dinámica de gases, se ocupa del comportamiento de los gases
cuando los cambios de velocidad y presión son lo suficientemente grandes para que sea necesario incluir los efectos de
la compresibilidad.

Entre las aplicaciones de la mecánica de fluidos están la propulsión a chorro, las turbinas, los compresores y las
bombas. La hidráulica estudia la utilización en ingeniería de la presión del agua o del aceite.

ESTÁTICA DE FLUIDOS O HIDROSTÁTICA

Una característica fundamental de cualquier fluido en reposo es que la fuerza ejercida sobre cualquier partícula del
fluido es la misma en todas direcciones. Si las fuerzas fueran desiguales, la partícula se desplazaría en la dirección de la
fuerza resultante. De ello se deduce que la fuerza por unidad de superficie —la presión— que el fluido ejerce contra las
paredes del recipiente que lo contiene, sea cual sea su forma, es perpendicular a la pared en cada punto. Si la presión
no fuera perpendicular, la fuerza tendría una componente tangencial no equilibrada y el fluido se movería a lo largo de
la pared.

PRESIÓN

Fuerza por unidad de superficie que ejerce un líquido o un gas perpendicularmente a dicha superficie. La presión suele
medirse en atmósferas (atm); en el Sistema Internacional de unidades (SI), la presión se expresa en newtons por
metro cuadrado; un newton por metro cuadrado es un pascal (Pa). La atmósfera se define como 101.325 Pa, y equivale
a 760 mm de mercurio en un barómetro convencional.

MANÓMETROS

La mayoría de los medidores de presión, o manómetros, miden la diferencia entre la presión de un fluido y la presión
atmosférica local. Para pequeñas diferencias de presión se emplea un manómetro que consiste en un tubo en forma de
U con un extremo conectado al recipiente que contiene el fluido y el otro extremo abierto a la atmósfera. El tubo
contiene un líquido, como agua, aceite o mercurio, y la diferencia entre los niveles del líquido en ambas ramas indica la
diferencia entre la presión del recipiente y la presión atmosférica local. Para diferencias de presión mayores se utiliza el
manómetro de Bourdon, llamado así en honor al inventor francés Eugène Bourdon. Este manómetro está formado por
un tubo hueco de sección ovalada curvado en forma de gancho. Los manómetros empleados para registrar
fluctuaciones rápidas de presión suelen utilizar sensores piezoeléctricos o electrostáticos que proporcionan una
respuesta instantánea.

Como la mayoría de los manómetros miden la diferencia entre la presión del fluido y la presión atmosférica local, hay
que sumar ésta última al valor indicado por el manómetro para hallar la presión absoluta. Una lectura negativa del
manómetro corresponde a un vacío parcial.

Las presiones bajas en un gas (hasta unos 10-6 mm de mercurio de presión absoluta) pueden medirse con el llamado
dispositivo de McLeod, que toma un volumen conocido del gas cuya presión se desea medir, lo comprime a temperatura
constante hasta un volumen mucho menor y mide su presión directamente con un manómetro. La presión desconocida
puede calcularse a partir de la ley de Boyle-Mariotte. Para presiones aún más bajas se emplean distintos métodos
basados en la radiación, la ionización o los efectos moleculares.

RANGO DE PRESIONES

Las presiones pueden variar entre 10-8 y 10-2 mm de mercurio de presión absoluta en aplicaciones de alto vacío, hasta
miles de atmósferas en prensas y controles hidráulicos. Con fines experimentales se han obtenido presiones del orden
de millones de atmósferas, y la fabricación de diamantes artificiales exige presiones de unas 70.000 atmósferas,
además de temperaturas próximas a los 3.000 °C.

En la atmósfera, el peso cada vez menor de la columna de aire a medida que aumenta la altitud hace que disminuya la
presión atmosférica local. Así, la presión baja desde su valor de 101.325 Pa al nivel del mar hasta unos 2.350 Pa a
10.700 m (35.000 pies, una altitud de vuelo típica de un reactor).

Por “presión parcial” se entiende la presión efectiva que ejerce un componente gaseoso determinado en una mezcla de
gases. La presión atmosférica total es la suma de las presiones parciales de sus componentes (oxígeno, nitrógeno,
dióxido de carbono y gases nobles).

PRESIÓN ATMOSFÉRICA

Presión en un punto cerca de la superficie de la Tierra debida al peso del aire sobre ese punto.

Su valor varía alrededor de los 100 kPa (100 000 newton por metro cuadrado).

Para medir la presión atmosférica se emplean barómetros. La medición de la presión es importante porque se
relacionan con alteraciones inminentes del tiempo.

Como la presión en un fluido depende de la profundidad, los barómetros se pueden utilizar como altímetros; se pueden
marcar para indicar altitud sobre o debajo del nivel del mar.

En todos los planetas con atmósfera existe una presión atmosférica con cierto valor.

EL EXPERIMENTO DE TORRICELLI

Torricelli tomó un tubo de vidrio, de casi 1 m de longitud, cerrado por uno de sus extremos, y lo llenó de mercurio.
Tapando el extremo abierto con un dedo e invirtiendo el tubo, sumergió este extremo en un recipiente que también
contenía mercurio. Al destapar el tubo, estando éste en posición vertical, Torricelli comprobó que la columna líquida
bajaba hasta tener una altura de casi 76 cm, por arriba del nivel del mercurio del recipiente. Concluyó entonces que la
presión atmosférica pa al actuar sobre la superficie del líquido del recipiente, lograba equilibrar el peso de la columna
de mercurio. Arriba del mercurio, en el tubo, existe vacío, pues si se hiciera un orificio en esta parte, a fin de permitir la
entrada del aire, la colunma descendería hasta nivelarse con el mercurio del recipiente.

Como la altura de la columna líquida en el tubo era de 76 cm, Torricelli llegó a la colclusión de que el valor de la presión
atmosférica, pa equivale a la presión ejercida por una columna de mercurio de 76 cm de altura, es decir,

pa= 76 cmHg

Por este motivo, una presión de 76 cmHg recibe el nombre de atmósfera y se emplea como unidad de presión.

ECUACIÓN FUNDAMENTAL DE LA HIDROSTÁTICA


Cálculo de la presión en el interior de un fluido.

En la figura se indican los puntos 1 y 2 en el interior de un f luido de densidad p. La diferencia del nivel entre estos
puntos es h. Consideremos una porcion del liquido, de forma cilindrica, como si estuviese separada del liquido. Dicha
parte esta en el equilibrio por la acción de su propio peso p y de las fuerzas que el resto del liquido ejerce sobre ella. En
la dirección vertical, estas fuerzas son: La fuerza f 1,que actuan hacia abajo sobre la superficie superior del cilindrico, y
que se debe al peso de la capa de líquido situada encima de esta superficie, y la fuerza f2 , que actúan sobre la
superficie inferior de la porción cilíndrica. Obsérvese que como el cilindro está en equilibrio, y P y f 1 estan dirigidas
hacia abajo, f2 deberá estar dirigida hacia arriba. Podemos , entonces escribir que

F2 = F1 + P (condición de equilibrio)

Siendo p1 la presión en la superficie superior (punto 1); p2 , la presión en la superficie inferior (punto 2), y A el área de
esas superficies, tenemos (recordando la definición de presión):

F1 = p1A y F2 = p2A

Si m es la masa de la porción cilíndrica y V es su volumen, es posible expresar, de la siguiente manera, el peso P de


esta porción:

P= mg pero m= Pv= pAh

Donde P= pAhg

Aplicando estas relaciones a F2= F1 + P, entonces

P2a= P1A + pAhg o bien p2= p1 + pgh

Esta ecuación muestra que la presión en el punto 2, es mayor que en elpunto 1, y que el aumento de la presión al
pasar de 1 a 2, está dado por pgh. La relación p2= p1 + pgh es tan importante en el estuido de la estática de los
fluidos, que suele ser denominada ecuación fundamental de la Hidrostática.

Suponiendo que uno de los puntos se encuentra en la superficie del líquido y que el otro punto está a una profundidad
h vemos que la presión en elprimer punto será la presión atmosférica pa, y en consecuencia la presión p1, en el
segundo punto se puede obtener por la relación

P= pa + pgh

Llegamos,pues, a la conclusión siguiente:

Si la superficie de un líquido, cuya densidad es p, está sometida a una presión pa, la presión p en el interior de este
líquido y una profundidad h, está dada por: P= pa +pgh

DENSIDAD

Masa de un cuerpo por unidad de volumen. En ocasiones se habla de densidad relativa que es la relación entre la
densidad de un cuerpo y la densidad del agua a 4 °C, que se toma como unidad. Como un centímetro cúbico de agua a
4 °C tiene una masa de 1 g, la densidad relativa de la sustancia equivale numéricamente a su densidad expresada en
gramos por centímetro cúbico.

La densidad puede obtenerse de varias formas. Por ejemplo, para objetos macizos de densidad mayor que el agua, se
determina primero su masa en una balanza, y después su volumen; éste se puede calcular a través del cálculo si el
objeto tiene forma geométrica, o sumergiéndolo en un recipiente calibrando, con agua, y viendo la diferencia de altura
que alcanza el líquido. La densidad es el resultado de dividir la masa por el volumen. Para medir la densidad de líquidos
se utiliza el densímetro, que proporciona una lectura directa de la densidad.

El término de densidad también se aplica a las siguientes magnitudes:

 La relación entre el número de partículas en un volumen dado, o el total de una determinada cantidad —como la
energía o el momento— que existe en un volumen, y dicho volumen. Es el caso de la densidad de carga, la densidad de
electrones o la densidad de energía.

 La energía luminosa por unidad de volumen (densidad de energía luminosa).


Este concepto fue formulado por primera vez en una forma un poco más amplia por el matemático y filósofo francés
Blaise Pascal en 1647, y se conoce como PRINCIPIO DE PASCAL. Dicho principio, que tiene aplicaciones muy
importantes en hidráulica, afirma que la presión aplicada sobre un fluido contenido en un recipiente se transmite por
igual en todas direcciones y a todas las partes del recipiente, siempre que se puedan despreciar las diferencias de
presión debidas al peso del fluido y a la profundidad.

Cuando la gravedad es la única fuerza que actúa sobre un líquido contenido en un recipiente abierto, la presión en
cualquier punto del líquido es directamente proporcional al peso de la columna vertical de dicho líquido situada sobre
ese punto. La presión es a su vez proporcional a la profundidad del punto con respecto a la superficie, y es
independiente del tamaño o forma del recipiente. Así, la presión en el fondo de una tubería vertical llena de agua de
1 cm de diámetro y 15 m de altura es la misma que en el fondo de un lago de 15 m de profundidad. De igual forma, si
una tubería de 30 m de longitud se llena de agua y se inclina de modo que la parte superior esté sólo a 15 m en vertical
por encima del fondo, el agua ejercerá la misma presión sobre el fondo que en los casos anteriores, aunque la distancia
a lo largo de la tubería sea mucho mayor que la altura de la tubería vertical. Veamos otro ejemplo: la masa de una
columna de agua dulce de 30 cm de altura y una sección transversal de 6,5 cm2 es de 195 g, y la fuerza ejercida en el
fondo será el peso correspondiente a esa masa. Una columna de la misma altura pero con un diámetro 12 veces
superior tendrá un volumen 144 veces mayor, y pesará 144 veces más, pero la presión, que es la fuerza por unidad de
superficie, seguirá siendo la misma, puesto que la superficie también será 144 veces mayor. La presión en el fondo de
una columna de mercurio de la misma altura será 13,6 veces superior, ya que el mercurio tiene una densidad 13,6
veces superior a la del agua.

El segundo principio importante de la estática de fluidos fue descubierto por el matemático y filósofo griego
Arquímedes. El PRINCIPIO DE ARQUÍMEDES afirma que todo cuerpo sumergido en un fluido experimenta una
fuerza hacia arriba igual al peso del volumen de fluido desplazado por dicho cuerpo. Esto explica por qué flota un barco
muy cargado; el peso del agua desplazada por el barco equivale a la fuerza hacia arriba que mantiene el barco a flote.

El punto sobre el que puede considerarse que actúan todas las fuerzas que producen el efecto de flotación se llama
centro de flotación, y corresponde al centro de gravedad del fluido desplazado. El centro de flotación de un cuerpo que
flota está situado exactamente encima de su centro de gravedad. Cuanto mayor sea la distancia entre ambos, mayor es
la estabilidad del cuerpo.

El principio de Arquímedes permite determinar la densidad de un objeto cuya forma es tan irregular que su volumen no
puede medirse directamente. Si el objeto se pesa primero en el aire y luego en el agua, la diferencia de peso será igual
al peso del volumen de agua desplazado, y este volumen es igual al volumen del objeto, si éste está totalmente
sumergido. Así puede determinarse fácilmente la densidad del objeto (masa dividida por volumen). Si se requiere una
precisión muy elevada, también hay que tener en cuenta el peso del aire desplazado para obtener el volumen y la
densidad correctos.

Las leyes de la mecánica de fluidos pueden observarse en muchas situaciones cotidianas. Por ejemplo, la presión
ejercida por el agua en el fondo de un estanque es igual que la ejercida por el agua en el fondo de un tubo estrecho,
siempre que la profundidad sea la misma. Si se inclina un tubo más largo lleno de agua de forma que su altura máxima
sea de 15 m, la presión será la misma que en los otros casos (izquierda). En un sifón (derecha), la fuerza hidrostática
hace que el agua fluya hacia arriba por encima del borde hasta que se vacíe el cubo o se interrumpa la succión.

CALOR

INTRODUCCIÓN

Calor es la transferencia de energía de una parte a otra de un cuerpo, o entre diferentes cuerpos, en virtud de una
diferencia de temperatura. El calor es energía en tránsito; siempre fluye de una zona de mayor temperatura a una zona
de menor temperatura, con lo que eleva la temperatura de la segunda y reduce la de la primera, siempre que el
volumen de los cuerpos se mantenga constante. La energía no fluye desde un objeto de temperatura baja a un objeto
de temperatura alta si no se realiza trabajo.

Hasta principios del siglo XIX, el efecto del calor sobre la temperatura de un cuerpo se explicaba postulando la
existencia de una sustancia o forma de materia invisible, denominada calórico. Según la teoría del calórico, un cuerpo
de temperatura alta contiene más calórico que otro de temperatura baja; el primero cede parte del calórico al segundo
al ponerse en contacto ambos cuerpos, con lo que aumenta la temperatura de dicho cuerpo y disminuye la suya propia.
Aunque la teoría del calórico explicaba algunos fenómenos de la transferencia de calor, las pruebas experimentales
presentadas por el físico británico Benjamin Thompson en 1798 y por el químico británico Humphry Davy en 1799
sugerían que el calor, igual que el trabajo, corresponde a energía en tránsito (proceso de intercambio de energía).
Entre 1840 y 1849, el físico británico James Prescott Joule, en una serie de experimentos muy precisos, demostró de
forma concluyente que el calor es una transferencia de energía y que puede causar los mismos cambios en un cuerpo
que el trabajo.
TEMPERATURA

La sensación de calor o frío al tocar una sustancia depende de su temperatura, de la capacidad de la sustancia para
conducir el calor y de otros factores. Aunque, si se procede con cuidado, es posible comparar las temperaturas relativas
de dos sustancias mediante el tacto, es imposible evaluar la magnitud absoluta de las temperaturas a partir de
reacciones subjetivas. Cuando se aporta calor a una sustancia, no sólo se eleva su temperatura, con lo que proporciona
una mayor sensación de calor, sino que se producen alteraciones en varias propiedades físicas que pueden medirse con
precisión. Al variar la temperatura, las sustancias se dilatan o se contraen, su resistencia eléctrica cambia, y —en el
caso de un gas— su presión varía. La variación de alguna de estas propiedades suele servir como base para una escala
numérica precisa de temperatura.

Propiedad de los sistemas que determina si están en equilibrio térmico. El concepto de temperatura se deriva de la idea
de medir el calor o frialdad relativos y de la observación de que el suministro de calor a un cuerpo conlleva un aumento
de su temperatura mientras no se produzca la fusión o ebullición. En el caso de dos cuerpos con temperaturas
diferentes, el calor fluye del más caliente al más frío hasta que sus temperaturas sean idénticas y se alcance el
equilibrio térmico. Por tanto, los términos de temperatura y calor, aunque relacionados entre sí, se refieren a conceptos
diferentes: la temperatura es una propiedad de un cuerpo y el calor es un flujo de energía entre dos cuerpos a
diferentes temperaturas.

Los cambios de temperatura tienen que medirse a partir de otros cambios en las propiedades de una sustancia. Por
ejemplo, el termómetro de mercurio convencional mide la dilatación de una columna de mercurio en un capilar de
vidrio, ya que el cambio de longitud de la columna está relacionado con el cambio de temperatura. Si se suministra
calor a un gas ideal contenido en un recipiente de volumen constante, la presión aumenta, y el cambio de temperatura
puede determinarse a partir del cambio en la presión según la ley de Gay-Lussac, siempre que la temperatura se
exprese en la escala absoluta.

La temperatura depende de la energía cinética media (o promedio) de las moléculas de una sustancia; según la teoría
cinética, la energía puede corresponder a movimientos rotacionales, vibracionales y traslacionales de las partículas de
una sustancia. La temperatura, sin embargo, sólo depende del movimiento de traslación de las moléculas. En teoría, las
moléculas de una sustancia no presentarían actividad traslacional alguna a la temperatura denominada cero absoluto.

DILATACIÓN

Aumento de tamaño de los materiales, a menudo por efecto del aumento de temperatura. Los diferentes materiales
aumentan más o menos de tamaño, y los sólidos, líquidos y gases se comportan de modo distinto.

El coeficiente de dilatación lineal se define como la variación de longitud por unidad de una sustancia por cada 1°C de
aumento de temperatura.

Elongación = x longitud x aumento de temperatura

L=Lt

DILATACIÓN DE SÓLIDOS

Para un sólido en forma de barra, el coeficiente de dilatación lineal (cambio porcentual de longitud para un determinado
aumento de la temperatura) puede encontrarse en las correspondientes tablas. Por ejemplo, el coeficiente de dilatación
lineal del acero es de 12 × 10-6 K-1. Esto significa que una barra de acero se dilata en 12 millonésimas partes por cada
kelvin (1 kelvin, o 1 K, es igual a 1 grado Celsius, o 1 ºC). Si se calienta un grado una barra de acero de 1 m, se
dilatará 0,012 mm. Esto puede parecer muy poco, pero el efecto es proporcional, con lo que una viga de acero de 10 m
calentada 20 grados se dilata 2,4 mm, una cantidad que debe tenerse en cuenta en ingeniería. También se puede
hablar de coeficiente de dilatación superficial de un sólido, cuando dos de sus dimensiones son mucho mayores que la
tercera, y de coeficiente de dilatación cúbica, cuando no hay una dimensión que predomine sobre las demás.

DILATACIÓN DE LÍQUIDOS

Para los líquidos, el coeficiente de dilatación cúbica (cambio porcentual de volumen para un determinado aumento de la
temperatura) también puede encontrarse en tablas y se pueden hacer cálculos similares. Los termómetros comunes
utilizan la dilatación de un líquido —por ejemplo, mercurio o alcohol— en un tubo muy fino (capilar) calibrado para
medir el cambio de temperatura.

DILATACIÓN DE GASES
La dilatación térmica de los gases es muy grande en comparación con la de sólidos y líquidos, y sigue la llamada ley de
Charles y Gay-Lussac. Esta ley afirma que, a presión constante, el volumen de un gas ideal (un ente teórico que se
aproxima al comportamiento de los gases reales) es proporcional a su temperatura absoluta. Otra forma de expresarla
es que por cada aumento de temperatura de 1 ºC, el volumen de un gas aumenta en una cantidad aproximadamente
igual a 1/273 de su volumen a 0 ºC. Por tanto, si se calienta de 0 ºC a 273 ºC, duplicaría su volumen.

ESCALAS DE TERMOMÉTRICAS

En la actualidad se emplean diferentes escalas de temperatura; entre ellas están la escala Celsius —también conocida
como escala centígrada—, la escala Fahrenheit, la escala Kelvin, la escala Rankine o la escala termodinámica
internacional. En la escala Celsius, el punto de congelación del agua equivale a 0 °C, y su punto de ebullición a 100 °C.
Esta escala se utiliza en todo el mundo, en particular en el trabajo científico. La escala Fahrenheit se emplea en los
países anglosajones para medidas no científicas y en ella el punto de congelación del agua se define como 32 °F y su
punto de ebullición como 212 °F. En la escala Kelvin, la escala termodinámica de temperaturas más empleada, el cero
se define como el cero absoluto de temperatura, es decir, -273,15 °C. La magnitud de su unidad, llamada kelvin y
simbolizada por K, se define como igual a un grado Celsius. Otra escala que emplea el cero absoluto como punto más
bajo es la escala Rankine, en la que cada grado de temperatura equivale a un grado en la escala Fahrenheit. En la
escala Rankine, el punto de congelación del agua equivale a 492 °R, y su punto de ebullición a 672 °R.

En 1933, científicos de treinta y una naciones adoptaron una nueva escala internacional de temperaturas, con puntos
fijos de temperatura adicionales basados en la escala Kelvin y en principios termodinámicos. La escala internacional
emplea como patrón un termómetro de resistencia de platino (cable de platino) para temperaturas entre -190 °C y 660
°C. Desde los 660 °C hasta el punto de fusión del oro (1.063 °C) se emplea un termopar patrón: los termopares son
dispositivos que miden la temperatura a partir de la tensión producida entre dos alambres de metales diferentes. Más
allá del punto de fusión del oro las temperaturas se miden mediante el llamado pirómetro óptico, que se basa en la
intensidad de la luz de una frecuencia determinada que emite un cuerpo caliente.

En 1954, un acuerdo internacional adoptó el punto triple del agua —es decir, el punto en que las tres fases del agua
(vapor, líquido y sólido) están en equilibrio— como referencia para la temperatura de 273,16 K. El punto triple puede
determinarse con mayor precisión que el punto de congelación, por lo que supone un punto fijo más satisfactorio para
la escala termodinámica. En criogenia, o investigación de bajas temperaturas, se han obtenido temperaturas de tan sólo
0,00001 K mediante la desmagnetización de sustancias paramagnéticas. En las explosiones nucleares se han alcanzado
momentáneamente temperaturas evaluadas en más de 100 millones de kelvin.

UNIDADES DE CALOR

La cantidad de calor se expresa en las mismas unidades que la energía y el trabajo, es decir, en julios. Otra unidad es la
caloría, definida como la cantidad de calor necesaria para elevar la temperatura de 1 gramo de agua a 1 atmósfera de
presión desde 15 hasta 16 °C. Esta unidad se denomina a veces caloría pequeña o caloría gramo para distinguirla de la
caloría grande, o kilocaloría, que equivale a 1.000 calorías y se emplea en nutrición. La energía mecánica puede
convertirse en calor a través del rozamiento, y el trabajo mecánico necesario para producir 1 caloría se conoce como
equivalente mecánico del calor. A una caloría le corresponden 4,1855 julios. Según la ley de conservación de la energía,
todo el trabajo mecánico realizado para producir calor por rozamiento aparece en forma de energía en los objetos sobre
los que se realiza el trabajo. Joule fue el primero en demostrarlo de forma fehaciente en un experimento clásico:
calentó agua en un recipiente cerrado haciendo girar unas ruedas de paletas y halló que el aumento de temperatura del
agua era proporcional al trabajo realizado para mover las ruedas.

Cuando el calor se convierte en energía mecánica, como en un motor de combustión interna, la ley de conservación de
la energía también es válida. Sin embargo, siempre se pierde o disipa energía en forma de calor porque ningún motor
tiene una eficiencia perfecta.

APARATOS PARA LA MEDICIÓN DE LA TEMPERATURA

El termómetro es un instrumento empleado para medir la temperatura. El termómetro más utilizado es el de mercurio,
formado por un capilar de vidrio de diámetro uniforme comunicado por un extremo con una ampolla llena de mercurio.
El conjunto está sellado para mantener un vacío parcial en el capilar. Cuando la temperatura aumenta el mercurio se
dilata y asciende por el capilar. La temperatura puede leerse en una escala situada junto al capilar. El termómetro de
mercurio es muy usado para medir temperaturas ordinarias; también se emplean otros líquidos como alcohol o éter.

La invención del termómetro se atribuye a Galileo, aunque el termómetro sellado no apareció hasta 1650. Los
modernos termómetros de alcohol y mercurio fueron inventados por el físico alemán Gabriel Fahrenheit, quien también
propuso la primera escala de temperaturas ampliamente adoptada, que lleva su nombre. En la escala Fahrenheit, el
punto de congelación del agua corresponde a 32 grados (32 ºF) y su punto de ebullición a presión normal es de 212 ºF.
Desde entonces se han propuesto diferentes escalas de temperatura; en la escala centígrada, o Celsius, diseñada por el
astrónomo sueco Anders Celsius y utilizada en la mayoría de los países, el punto de congelación es 0 grados (0 ºC) y el
punto de ebullición es de 100 ºC.
TIPOS DE TERMÓMETRO

Hay varios tipos de dispositivos que se utilizan como termómetros. El requisito fundamental es que empleen una
propiedad fácil de medir (como la longitud de una columna de mercurio) que cambie de forma marcada y predecible al
variar la temperatura. Además, el cambio de esta propiedad termométrica debe ser lo más lineal posible con respecto a
la variación de temperatura. En otras palabras, un cambio de dos grados en la temperatura debe provocar una
variación en la propiedad termométrica dos veces mayor que un cambio de un grado, un cambio de tres grados una
variación tres veces mayor, y así sucesivamente.

La resistencia eléctrica de un conductor o un semiconductor aumenta cuando se incrementa su temperatura. En este


fenómeno se basa el termómetro de resistencia, en el que se aplica una tensión eléctrica constante al termistor, o
elemento sensor. Para un termistor dado, a cada temperatura corresponde una resistencia eléctrica diferente. La
resistencia puede medirse mediante un galvanómetro, lo que permite hallar la temperatura.

Para medir temperaturas entre -50 y 150 ºC se utilizan diferentes termistores fabricados con óxidos de níquel,
manganeso o cobalto. Para temperaturas más altas se emplean termistores fabricados con otros metales o aleaciones;
por ejemplo, el platino puede emplearse hasta los 900 ºC aproximadamente. Usando circuitos electrónicos adecuados,
la lectura del galvanómetro puede convertirse directamente en una indicación digital de la temperatura.

Es posible efectuar mediciones de temperatura muy precisas empleando termopares, en los que se genera una pequeña
tensión (del orden de milivoltios) al colocar a temperaturas distintas las uniones de un bucle formado por dos alambres
de distintos metales. Para incrementar la tensión pueden conectarse en serie varios termopares para formar una
termopila. Como la tensión depende de la diferencia de temperaturas en ambas uniones, una de ellas debe mantenerse
a una temperatura conocida; en caso contrario hay que introducir en el dispositivo un circuito electrónico de
compensación para hallar la temperatura del sensor.

Los termistores y termopares tienen a menudo elementos sensores de sólo uno o dos centímetros de longitud, lo que
les permite responder con rapidez a los cambios de la temperatura y los hace ideales para muchas aplicaciones en
biología e ingeniería.

El pirómetro óptico se emplea para medir temperaturas de objetos sólidos que superan los 700 ºC, cuando la mayoría
de los restantes termómetros se fundiría. A esas temperaturas los objetos sólidos irradian suficiente energía en la zona
visible para permitir la medición óptica a partir del llamado fenómeno del color de incandescencia. El color con el que
brilla un objeto caliente varía con la temperatura desde el rojo oscuro al amarillo y llega casi al blanco a unos 1.300 ºC.
El pirómetro contiene un filamento similar a un foco o bombilla. El filamento está controlado por un reóstato calibrado
de forma que los colores con los que brilla corresponden a temperaturas determinadas. La temperatura de un objeto
incandescente puede medirse observando el objeto a través del pirómetro y ajustando el reóstato hasta que el
filamento presente el mismo color que la imagen del objeto y se confunda con ésta. En ese momento, la temperatura
del filamento (que puede leerse en el reóstato calibrado) es igual a la del objeto.

Otro sistema para medir temperaturas, empleado sobre todo en termostatos, se basa en la expansión térmica
diferencial de dos tiras o discos fabricados con metales distintos y unidos por los extremos o soldados entre sí.

TERMÓMETROS ESPECIALES

Los termómetros también pueden diseñarse para registrar las temperaturas máximas o mínimas alcanzadas. Por
ejemplo, un termómetro clínico de mercurio es un instrumento de medida de máxima, en el que un dispositivo entre la
ampolla y el capilar de vidrio permite que el mercurio se expanda al subir la temperatura pero impide que refluya a no
ser que se agite con fuerza. Las temperaturas máximas alcanzadas durante el funcionamiento de herramientas y
máquinas también pueden estimarse mediante pinturas especiales que cambian de color cuando se alcanza una
temperatura determinada.

PRECISIÓN DE LAS MEDIDAS

La medida precisa de la temperatura depende del establecimiento de un equilibrio térmico entre el dispositivo
termométrico y el entorno; en el equilibrio, no se intercambia calor entre el termómetro y el material adyacente o
próximo. Por eso, para que la medida de un termómetro clínico sea precisa debe colocarse éste durante un periodo de
tiempo suficiente (más de un minuto) para que alcance un equilibrio casi completo con el cuerpo humano. Estas
condiciones son casi imposibles de lograr con un termómetro oral, que suele indicar una temperatura corporal menor
que la proporcionada por un termómetro rectal. Los tiempos de inserción se reducen de forma significativa con
termómetros pequeños de reacción rápida, como los que emplean termistores.

Un termómetro sólo indica su propia temperatura, que puede no ser igual a la del objeto cuya temperatura queremos
medir. Por ejemplo, si medimos la temperatura en el exterior de un edificio con dos termómetros situados a pocos
centímetros, uno de ellos a la sombra y otro al sol, las lecturas de ambos instrumentos pueden ser muy distintas,
aunque la temperatura del aire es la misma. El termómetro situado a la sombra puede ceder calor por radiación a las
paredes frías del edificio. Por eso, su lectura estará algo por debajo de la temperatura real del aire. Por otra parte, el
termómetro situado al sol absorbe el calor radiante del sol, por lo que la temperatura indicada puede estar bastante por
encima de la temperatura real del aire. Para evitar esos errores, una medida precisa de la temperatura exige proteger el
termómetro de fuentes frías o calientes a las que el instrumento pueda transferir calor (o que puedan transferir calor al
termómetro) mediante radiación, conducción o convección.

COMPORTAMIENTO DE LOS GASES

Al analizar el comportamiento de un gas se halla que los cambios de presión pueden producir variaciones considerables
en su temperatura y en su volumen. Al estudiar experimentalmente el comportamiento de una determinada masa-gas,
se encontró que tal comportamiento podría expresarse mediante relaciones matemáticas sencillas entre su presión p, su
volumen v y su temperatura T. Una vez conocidos los valores de estas cantidades (masa, presión, volumen y
temperatura), la situación ene la cual se encuentra el gas, queda determinada; queda definido su estado.

Al producir una variación en un gas de esas magnitudes, se observa que en general, las demás también se modifican, y
estos nuevos valores caracterizan otro estado del gas. Así que el gas sufre una transformación al pasar de un estado a
otro.

En las leyes experimentales, descritas anteriormente, se examinan algunas de las transformaciones que puede sufrir un
gas. Esta leyes son válidas solo aproximadamente para los gases que existen en la naturaleza y que se les denomina
gases reales (O2, H2, N2; aire, etc). El gas que se comporta exactamene deacuerdo con tales leyes se denominan gas
ideal. Los gases reales sometidos a pequeñas presiones y altas temperaturas, se comportan como un gas ideal.

La ley de Boyle-Mariotte, descubierta a mediados del siglo XVII, afirma que el volumen de un gas varía inversamente
con la presión si se mantiene constante la temperatura. La ley de Charles y Gay-Lussac, formulada alrededor de un
siglo después, afirma que el volumen de un gas es directamente proporcional a su temperatura absoluta si la presión se
mantiene constante.

TRANSFORMACIÓN ISOTÉRMICA

Proceso que tiene lugar a temperatura constante. El sistema está en equilibrio térmico con su entorno mediante un
proceso isotérmico. Por ejemplo, un cilincro de gas en contacto con una caja a temperatura constante puede ser
comprimido lentamente mediante un émbolo, El trabajo efectuado aparece como energía que fluye al interior del
recipiente para mantener el gas a la misma temperatura. Las transformaciones isotérmicas contrastan con las
transformaciones adiabáticas, en las cuales no entra energía al sistema ni tampoco sale energía del mismo, y la
temperatura varía. En la práctica ningún proceso es perfectamente isotérmico ni tampoco hay ninguno perfectamente
adiabático. Pero muchos se pueden aproximar en su comportamiento a uno de estos ideales.

TRANSFORMACIÓN ISOBÁRICA

Consideramos una masa de gas encerrada en un tubo de vidrio, y que soporta una presión igual a la atmósferica más la
presión de una pequeña columna de Hg. Al calentar el gas y dejar que se expanda libremente, la presión sobre él no se
altera, pues siempre es ejercida por la atmósfera y por la columna de Hg. Una transformación como ésta, en la que el
volumen del gas varía con la temperatura mientras se mantiene constante la presión, se denomina transformación
isobárica (del griego isos= igual y baros= presión).

LEY DE AVOGADRO

Ley fundamental en química que establece que bajo idénticas condiciones de temperatura y presión, volúmenes iguales
de gases contienen el mismo número de moléculas. Esta ley fue enunciada por primera vez como hipótesis por el físico
italiano Amedeo Avogadro en 1811. Los químicos y físicos italianos continuaron desarrollando esta hipótesis, y en la
década de 1850, gracias a los esfuerzos del químico italiano Stanislao Cannizzaro, la ley de Avogadro llegó a aceptarse
universalmente.

LEY DE LOS GASES IDEALES

La teoría atómica de la materia define los estados, o fases, de acuerdo al orden que implican. Las moléculas tienen una
cierta libertad de movimientos en el espacio. Estos grados de libertad microscópicos están asociados con el concepto de
orden macroscópico. Las moléculas de un sólido están colocadas en una red, y su libertad está restringida a pequeñas
vibraciones en torno a los puntos de esa red. En cambio, un gas no tiene un orden espacial macroscópico. Sus
moléculas se mueven aleatoriamente, y sólo están limitadas por las paredes del recipiente que lo contiene.
Se han desarrollado leyes empíricas que relacionan las variables macroscópicas. En los gases ideales, estas variables
incluyen la presión (p), el volumen (V) y la temperatura (T). La ley de Boyle-Mariotte afirma que el volumen de un gas
a temperatura constante es inversamente proporcional a la presión. La ley de Charles y Gay-Lussac afirma que el
volumen de un gas a presión constante es directamente proporcional a la temperatura absoluta. La combinación de
estas dos leyes proporciona la ley de los gases ideales pV = nRT (n es el número de moles), también llamada ecuación
de estado del gas ideal. La constante de la derecha, R, es una constante universal cuyo descubrimiento fue una piedra
angular de la ciencia moderna.

MOL

Unidad básica del Sistema Internacional de unidades, definida como la cantidad de una sustancia que contiene tantas
entidades elementales (átomos, moléculas, iones, electrones u otras partículas) como átomos hay en 0,012 kg (12 g)
de carbono 12. Esa cantidad de partículas es aproximadamente de 6,0221 × 1023, el llamado número de Avogadro. Por
tanto, un mol es la cantidad de cualquier sustancia cuya masa expresada en gramos es numéricamente igual a la masa
atómica de dicha sustancia.

NÚMERO DE AVOGADRO

Número de moléculas de un mol de cualquier sustancia, representado por el símbolo NA o L. Ha sido establecido en
6,0221367 × 1023, según los distintos métodos utilizados entre los químicos físicos.

Su nombre se debe al físico italiano Amedeo Avogadro, quien en 1811 estableció que volúmenes iguales de gases, a
temperatura y presión equivalentes, contienen un mismo número de moléculas. Este enunciado recibió el nombre de ley
de Avogadro. Fue una teoría importante en el desarrollo de la química, aunque el número en concreto no pudo
calcularse hasta finales del siglo XIX, cuando se extendió el concepto para incluir no sólo los gases sino todos los
productos químicos. Aunque las consideraciones sobre el volumen no son aplicables a líquidos y sólidos, el número de
Avogadro es válido para todas las sustancias, independientemente de su estado.

TERMODINÁMICA

campo de la física que describe y relaciona las propiedades físicas de sistemas macroscópicos de materia y energía. Los
principios de la termodinámica tienen una importancia fundamental para todas las ramas de la ciencia y la ingeniería.

Un concepto esencial de la termodinámica es el de sistema macroscópico, que se define como un conjunto de materia
que se puede aislar espacialmente y que coexiste con un entorno infinito e imperturbable. El estado de un sistema
macroscópico en equilibrio puede describirse mediante propiedades medibles como la temperatura, la presión o el
volumen, que se conocen como variables termodinámicas. Es posible identificar y relacionar entre sí muchas otras
variables (como la densidad, el calor específico, la compresibilidad o el coeficiente de expansión térmica), con lo que se
obtiene una descripción más completa de un sistema y de su relación con el entorno.

Cuando un sistema macroscópico pasa de un estado de equilibrio a otro, se dice que tiene lugar un proceso
termodinámico. Las leyes o principios de la termodinámica, descubiertos en el siglo XIX a través de meticulosos
experimentos, determinan la naturaleza y los límites de todos los procesos termodinámicos.

LEYES DE LA TERMODINÁMICA

PRINCIPIO CERO DE LA TERMODINÁMICA

Frecuentemente, el vocabulario de las ciencias empíricas se toma prestado del lenguaje de la vida diaria. Así, aunque el
término de temperatura parece evidente para el sentido común, su significado adolece de la imprecisión del lenguaje no
matemático. El llamado principio cero de la termodinámica que se explica a continuación proporciona una definición
precisa, aunque empírica, de la temperatura.

Cuando dos sistemas están en equilibrio mutuo, comparten una determinada propiedad. Esta propiedad puede medirse,
y se le puede asignar un valor numérico definido. Una consecuencia de ese hecho es el principio cero de la
termodinámica, que afirma que si dos sistemas distintos están en equilibrio termodinámico con un tercero, también
tienen que estar en equilibrio entre sí. Esta propiedad compartida en el equilibrio es la temperatura.

Si uno de estos sistemas se pone en contacto con un entorno infinito situado a una determinada temperatura, el
sistema acabará alcanzando el equilibrio termodinámico con su entorno, es decir, llegará a tener la misma temperatura
que éste. (El llamado entorno infinito es una abstracción matemática denominada depósito térmico; en realidad basta
con que el entorno sea grande en relación con el sistema estudiado).
La temperatura se mide con dispositivos llamados termómetros. Un termómetro contiene una sustancia con estados
fácilmente identificables y reproducibles, por ejemplo el agua pura y sus puntos de ebullición y congelación normales. Si
se traza una escala graduada entre dos de estos estados, la temperatura de cualquier sistema puede determinarse
poniéndolo en contacto térmico con el termómetro, siempre que el sistema sea grande en relación con el termómetro.

PRIMER PRINCIPIO DE LA TERMODINÁMICA

La primera ley de la termodinámica da una definición precisa del calor, otro concepto de uso corriente.

Cuando un sistema se pone en contacto con otro más frío que él, tiene lugar un proceso de igualación de las
temperaturas de ambos. Para explicar este fenómeno, los científicos del siglo XVIII conjeturaron que una sustancia que
estaba presente en mayor cantidad en el cuerpo de mayor temperatura fluía hacia el cuerpo de menor temperatura.
Según se creía, esta sustancia hipotética llamada calórico era un fluido capaz de atravesar los medios materiales. Por el
contrario, el primer principio de la termodinámica identifica el calórico, o calor, como una forma de energía. Puede
convertirse en trabajo mecánico y almacenarse, pero no es una sustancia material. Experimentalmente se demostró que
el calor, que originalmente se medía en unidades llamadas calorías, y el trabajo o energía, medidos en julios, eran
completamente equivalentes. Una caloría equivale a 4,186 julios.

El primer principio es una ley de conservación de la energía. Afirma que, la energía no puede crearse ni destruirse
dejando a un lado las posteriores ramificaciones de la equivalencia entre masa y energía la cantidad de energía
transferida a un sistema en forma de calor más la cantidad de energía transferida en forma de trabajo sobre el sistema
debe ser igual al aumento de la energía interna del sistema. El calor y el trabajo son mecanismos por los que los
sistemas intercambian energía entre sí.

En cualquier máquina, hace falta cierta cantidad de energía para producir trabajo; es imposible que una máquina realice
trabajo sin necesidad de energía. Una máquina hipotética de estas características se denomina móvil perpetuo de
primera especie. La ley de conservación de la energía descarta que se pueda inventar nunca una máquina así. A veces,
el primer principio se enuncia como la imposibilidad de la existencia de un móvil perpetuo de primera especie.

SEGUNDO PRINCIPIO DE LA TERMODINÁMICA

La segunda ley de la termodinámica da una definición precisa de una propiedad llamada entropía. La entropía puede
considerarse como una medida de lo próximo o no que se halla un sistema al equilibrio; también puede considerarse
como una medida del desorden (espacial y térmico) del sistema. La segunda ley afirma que la entropía, o sea, el
desorden, de un sistema aislado nunca puede decrecer. Por tanto, cuando un sistema aislado alcanza una configuración
de máxima entropía, ya no puede experimentar cambios: ha alcanzado el equilibrio. La naturaleza parece pues
`preferir' el desorden y el caos. Puede demostrarse que el segundo principio implica que, si no se realiza trabajo, es
imposible transferir calor desde una región de temperatura más baja a una región de temperatura más alta.

El segundo principio impone una condición adicional a los procesos termodinámicos. No basta con que se conserve la
energía y cumplan así el primer principio. Una máquina que realizara trabajo violando el segundo principio se denomina
“móvil perpetuo de segunda especie”, ya que podría obtener energía continuamente de un entorno frío para realizar
trabajo en un entorno caliente sin coste alguno. A veces, el segundo principio se formula como una afirmación que
descarta la existencia de un móvil perpetuo de segunda especie.

TERCER PRINCIPIO DE LA TERMODINÁMICA

El segundo principio sugiere la existencia de una escala de temperatura absoluta con un cero absoluto de temperatura.
El tercer principio de la termodinámica afirma que el cero absoluto no puede alcanzarse por ningún procedimiento que
conste de un número finito de pasos. Es posible acercarse indefinidamente al cero absoluto, pero nunca se puede llegar
a él.

CALOR COMO ENERGIA

El calor de un cuerpo consiste en la energía cinética del movimiento desordenado de sus moléculas y la temperatura de
un cuerpo depende de la velocidad media de sus moléculas, a cuyo cuadrado es directamente proporcional.

Energía calorífica. El calor como manifestación es el poseído por un cuerpo es la suma de la energía cinética de todas
sus moléculas.

La idea de que el calor es una forma de energía es relativamente moderna. Joule y Mayer comprobaron que en los
fenómenos en que existe una transformación íntegra de trabajo en calor o viceversa, una determinada cantidad de
calor, produce la misma cantidad de trabajo, y a la inversa, el trabajo siempre origina el calor.

El calor es una forma de energía que existe en todos los cuerpos.


TRANSFERENCIA DE CALOR

Proceso por el que se intercambia energía en forma de calor entre distintos cuerpos, o entre diferentes partes de un
mismo cuerpo que están a distinta temperatura. El calor se transfiere mediante convección, radiación o conducción.
Aunque estos tres procesos pueden tener lugar simultáneamente, puede ocurrir que uno de los mecanismos predomine
sobre los otros dos. Por ejemplo, el calor se transmite a través de la pared de una casa fundamentalmente por
conducción, el agua de una cacerola situada sobre un quemador de gas se calienta en gran medida por convección, y la
Tierra recibe calor del Sol casi exclusivamente por radiación.

CONDUCCIÓN

En los sólidos, la única forma de transferencia de calor es la conducción. Si se calienta un extremo de una varilla
metálica, de forma que aumente su temperatura, el calor se transmite hasta el extremo más frío por conducción. No se
comprende en su totalidad el mecanismo exacto de la conducción de calor en los sólidos, pero se cree que se debe, en
parte, al movimiento de los electrones libres que transportan energía cuando existe una diferencia de temperatura. Esta
teoría explica por qué los buenos conductores eléctricos también tienden a ser buenos conductores del calor. En 1822,
el matemático francés Joseph Fourier dio una expresión matemática precisa que hoy se conoce como ley de Fourier de
la conducción del calor. Esta ley afirma que la velocidad de conducción de calor a través de un cuerpo por unidad de
sección transversal es proporcional al gradiente de temperatura que existe en el cuerpo (con el signo cambiado).

El factor de proporcionalidad se denomina conductividad térmica del material. Los materiales como el oro, la plata o el
cobre tienen conductividades térmicas elevadas y conducen bien el calor, mientras que materiales como el vidrio o el
amianto tienen conductividades cientos e incluso miles de veces menores; conducen muy mal el calor, y se conocen
como aislantes. En ingeniería resulta necesario conocer la velocidad de conducción del calor a través de un sólido en el
que existe una diferencia de temperatura conocida. Para averiguarlo se requieren técnicas matemáticas muy complejas,
sobre todo si el proceso varía con el tiempo; en este caso, se habla de conducción térmica transitoria. Con la ayuda de
ordenadores (computadoras) analógicos y digitales, estos problemas pueden resolverse en la actualidad incluso para
cuerpos de geometría complicada.

CONVECCIÓN

Si existe una diferencia de temperatura en el interior de un líquido o un gas, es casi seguro que se producirá un
movimiento del fluido. Este movimiento transfiere calor de una parte del fluido a otra por un proceso llamado
convección. El movimiento del fluido puede ser natural o forzado. Si se calienta un líquido o un gas, su densidad (masa
por unidad de volumen) suele disminuir. Si el líquido o gas se encuentra en el campo gravitatorio, el fluido más caliente
y menos denso asciende, mientras que el fluido más frío y más denso desciende. Este tipo de movimiento, debido
exclusivamente a la no uniformidad de la temperatura del fluido, se denomina convección natural. La convección
forzada se logra sometiendo el fluido a un gradiente de presiones, con lo que se fuerza su movimiento de acuerdo a las
leyes de la mecánica de fluidos.

Supongamos, por ejemplo, que calentamos desde abajo una cacerola llena de agua. El líquido más próximo al fondo se
calienta por el calor que se ha transmitido por conducción a través de la cacerola. Al expandirse, su densidad disminuye
y como resultado de ello el agua caliente asciende y parte del fluido más frío baja hacia el fondo, con lo que se inicia un
movimiento de circulación. El líquido más frío vuelve a calentarse por conducción, mientras que el líquido más caliente
situado arriba pierde parte de su calor por radiación y lo cede al aire situado por encima. De forma similar, en una
cámara vertical llena de gas, como la cámara de aire situada entre los dos paneles de una ventana con doble vidrio, el
aire situado junto al panel exterior —que está más frío— desciende, mientras que al aire cercano al panel interior —más
caliente— asciende, lo que produce un movimiento de circulación.

El calentamiento de una habitación mediante un radiador no depende tanto de la radiación como de las corrientes
naturales de convección, que hacen que el aire caliente suba hacia el techo y el aire frío del resto de la habitación se
dirija hacia el radiador. Debido a que el aire caliente tiende a subir y el aire frío a bajar, los radiadores deben colocarse
cerca del suelo (y los aparatos de aire acondicionado cerca del techo) para que la eficiencia sea máxima. De la misma
forma, la convección natural es responsable de la ascensión del agua caliente y el vapor en las calderas de convección
natural, y del tiro de las chimeneas. La convección también determina el movimiento de las grandes masas de aire
sobre la superficie terrestre, la acción de los vientos, la formación de nubes, las corrientes oceánicas y la transferencia
de calor desde el interior del Sol hasta su superficie.

RADIACIÓN

La radiación presenta una diferencia fundamental respecto a la conducción y la convección: las sustancias que
intercambian calor no tienen que estar en contacto, sino que pueden estar separadas por un vacío. La radiación es un
término que se aplica genéricamente a toda clase de fenómenos relacionados con ondas electromagnéticas. Algunos
fenómenos de la radiación pueden describirse mediante la teoría de ondas pero la única explicación general satisfactoria
de la radiación electromagnética es la teoría cuántica. En 1905, Albert Einstein sugirió que la radiación presenta a veces
un comportamiento cuantizado: en el efecto fotoeléctrico, la radiación se comporta como minúsculos proyectiles
llamados fotones y no como ondas. La naturaleza cuántica de la energía radiante se había postulado antes de la
aparición del artículo de Einstein, y en 1900 el físico alemán Max Planck empleó la teoría cuántica y el formalismo
matemático de la mecánica estadística para derivar una ley fundamental de la radiación. La expresión matemática de
esta ley, llamada distribución de Planck, relaciona la intensidad de la energía radiante que emite un cuerpo en una
longitud de onda determinada con la temperatura del cuerpo. Para cada temperatura y cada longitud de onda existe un
máximo de energía radiante. Sólo un cuerpo ideal (cuerpo negro) emite radiación ajustándose exactamente a la ley de
Planck. Los cuerpos reales emiten con una intensidad algo menor.

La contribución de todas las longitudes de onda a la energía radiante emitida se denomina poder emisor del cuerpo, y
corresponde a la cantidad de energía emitida por unidad de superficie del cuerpo y por unidad de tiempo. Como puede
demostrarse a partir de la ley de Planck, el poder emisor de una superficie es proporcional a la cuarta potencia de su
temperatura absoluta. El factor de proporcionalidad se denomina constante de Stefan-Boltzmann en honor a dos físicos
austriacos, Joseph Stefan y Ludwig Boltzmann que, en 1879 y 1884 respectivamente, descubrieron esta
proporcionalidad entre el poder emisor y la temperatura. Según la ley de Planck, todas las sustancias emiten energía
radiante sólo por tener una temperatura superior al cero absoluto. Cuanto mayor es la temperatura, mayor es la
cantidad de energía emitida. Además de emitir radiación, todas las sustancias son capaces de absorberla. Por eso,
aunque un cubito de hielo emite energía radiante de forma continua, se funde si se ilumina con una lámpara
incandescente porque absorbe una cantidad de calor mayor de la que emite.

Las superficies opacas pueden absorber o reflejar la radiación incidente. Generalmente, las superficies mates y rugosas
absorben más calor que las superficies brillantes y pulidas, y las superficies brillantes reflejan más energía radiante que
las superficies mates. Además, las sustancias que absorben mucha radiación también son buenos emisores; las que
reflejan mucha radiación y absorben poco son malos emisores. Por eso, los utensilios de cocina suelen tener fondos
mates para una buena absorción y paredes pulidas para una emisión mínima, con lo que maximizan la transferencia
total de calor al contenido de la cazuela.

Algunas sustancias, entre ellas muchos gases y el vidrio, son capaces de transmitir grandes cantidades de radiación. Se
observa experimentalmente que las propiedades de absorción, reflexión y transmisión de una sustancia dependen de la
longitud de onda de la radiación incidente. El vidrio, por ejemplo, transmite grandes cantidades de radiación
ultravioleta, de baja longitud de onda, pero es un mal transmisor de los rayos infrarrojos, de alta longitud de onda. Una
consecuencia de la distribución de Planck es que la longitud de onda a la que un cuerpo emite la cantidad máxima de
energía radiante disminuye con la temperatura. La ley de desplazamiento de Wien, llamada así en honor al físico
alemán Wilhelm Wien, es una expresión matemática de esta observación, y afirma que la longitud de onda que
corresponde a la máxima energía, multiplicada por la temperatura absoluta del cuerpo, es igual a una constante, 2.878
micrómetros-Kelvin. Este hecho, junto con las propiedades de transmisión del vidrio antes mencionadas, explica el
calentamiento de los invernaderos. La energía radiante del Sol, máxima en las longitudes de onda visibles, se transmite
a través del vidrio y entra en el invernadero. En cambio, la energía emitida por los cuerpos del interior del invernadero,
predominantemente de longitudes de onda mayores, correspondientes al infrarrojo, no se transmiten al exterior a
través del vidrio. Así, aunque la temperatura del aire en el exterior del invernadero sea baja, la temperatura que hay
dentro es mucho más alta porque se produce una considerable transferencia de calor neta hacia su interior. Además de
los procesos de transmisión de calor que aumentan o disminuyen las temperaturas de los cuerpos afectados, la
transmisión de calor también puede producir cambios de fase, como la fusión del hielo o la ebullición del agua. En
ingeniería, los procesos de transferencia de calor suelen diseñarse de forma que aprovechen estos fenómenos. Por
ejemplo, las cápsulas espaciales que regresan a la atmósfera de la Tierra a velocidades muy altas están dotadas de un
escudo térmico que se funde de forma controlada en un proceso llamado ablación para impedir un sobrecalentamiento
del interior de la cápsula. La mayoría del calor producido por el rozamiento con la atmósfera se emplea en fundir el
escudo térmico y no en aumentar la temperatura de la cápsula.

CAPACIDAD TÉRMICA Y CALOR ESPECÍFICO

Suponga que a un cuerpo A se le proporciona una cantidad de calor igual a 100 cal, y que su temperatura se eleva
20°C. Pero si se suministra esa misma cantidad de calor (100 cal) a otro cuerpo., B, podemos observar un aumento de
temperatura diferente, por ejemplo, 10°C. Por tanto, al proporcionar la misma cantidad de calor a los cuerpos distintos,
en general, éstos presentan diferentes variaciones en sus temperaturas. Para caracterizar este comportamiento de los
cuerpos se define una magnitud, llamada capacidad térmica, de la siguiente manera:

Si un cuerpo recibe una cantidad de calor Q y su temperatura varía en t, la capacidad térmica de este cuerpo está dada
por

C=Q

El valor de la capacidad térmica varía de un cuerpo a otro. Independientemente de que estén hechos del mismo
material, dos cuerpos pueden tener distintas capacidades térmicas, pues sus masas pueden ser diferentes. De modo
que si tomamos bloques hechos del mismo material, de masas m1, m2,m3, etc, sus capacidades térmicas C1,C2,C3,
etc., serán distintas. Pero se halla que al dividir la capacidad térmica de cada bloque entre su masa, se obtiene el
mismo resultado para todos los cuerpos, es decir,

C1 = C2 = C3 = …constante

m1 m2 m3

Calor específico. De acuerdo con la teoría cinética de la materia, los átomos individuales de cualquier sustancia estan
en estado de rápido movimiento. A medida que el cuerpo se calienta a una temperatura más elevada, crece su
movimiento átomico y el cuerpo se dilata. Cuando un cuerpo se enfria disminuye el movimiento átomico y el cuerpo se
contrae. El calor es una forma de energía y es debido a la energía cinética del movimiento molecular.

TRABAJO TÉRMICO

EL hombre primitivo acudió a la transformación de trabajo en calor para procurarse fuego.

En todos los rozamientos hay conversión de trabajo en calor. Puedes darte cuenta frotándote las manos y también
cuando le ponemos aire a los neumáticos. En los frenos también se convierte en calor el trabajo de rozamiento.

Si el trabajo se puede transformar en calor, recíprocamente, el calor también se puede transformar en trabajo.

Las máquinas de vapor, las turbinas de vapor y los motores de los coches y de los aviones funcionan a base de
transformar en trabajo la energía calorífica la energía calorífica desprendida en una combustión.

Cuando se efectúa un trabajo mecánico se produce cierta cantidad de calor. El trabajo se mide en joules o en
kilográmetros y el calor se mide en calorías.

MÁQUINA DE VAPOR

Dispositivo mecánico que convierte la energía del vapor de agua en energía mecánica y que tiene varias aplicaciones en
propulsión y generación de electricidad. El principio básico de la máquina de vapor es la transformación de la energía
calorífica del vapor de agua en energía mecánica, haciendo que el vapor se expanda y se enfríe en un cilindro equipado
con un pistón móvil. El vapor utilizado en la generación de energía o para calefacción suele producirse dentro de una
caldera. La caldera más simple es un depósito cerrado que contiene agua y que se calienta con una llama hasta que el
agua se convierte en vapor saturado. Los sistemas domésticos de calefacción cuentan con una caldera de este tipo,
pero las plantas de generación de energía utilizan sistemas de diseño más complejo que cuentan con varios dispositivos
auxiliares. La eficiencia de los motores de vapor es baja por lo general, lo que hace que en la mayoría de las
aplicaciones de generación de energía se utilicen turbinas de vapor en lugar de máquinas de vapor.

En una máquina de vapor, la válvula de corredera o deslizamiento envía alternativamente el vapor a los dos extremos
del cilindro para mover el pistón.

CAMBIO DE FASE

La aplicación contínua de calor a un líquido o a un sólido resultará eventualmente en un cambio de fase. Para ilustrar el
comportamiento general de muchas sustancias podemos recurir a una descripción detallada de los cambios que se
producen en el líquido más común de todos, el agua. Si se coloca un bloque de hielo, a una temperataura de -50°C , en
un cazo que colocamos luego dentro de una estufa podremos calentar lentamente hastas que se alcancen 0°C . A 0°C
la temperatura deja de aumentar y empieza a fundirse el hielo. A medida que se sigue aplicando calor, la masa de hielo
funde cada vez más; hasta que no se ha producido la total conversión del hielo en agua no se registra ningún aumento
más de temperatura. Luego el agua se va calentando hasta alcanzar una temperatura de 100°C , momento en que da
comienzo a una vigorosa ebullición. A quí vuelve a detener la temperatura su crecimiento y, a medida que se aplica más
calor, el agua va hirviendo y transformándose en vapor. Finalmente, cuando todo el agua se ha convertido en vapor a
100°C, la temperatura vuelve a crecer.

FUSIÓN

Cambio de una sustancia del estado sólido al líquido, normalmente por aplicación de calor. El proceso de fusión es el
mismo que el de fundición, pero el primer término se aplica generalmente a sustancias como los metales, que se licúan
a altas temperaturas, y a sólidos cristalinos. Cuando una sustancia se encuentra a su temperatura de fusión, el calor
que se suministra es absorbido por la sustancia durante su transformación, y no produce variación de su temperatura.
Este calor adicional se conoce como calor de fusión. El término fusión se aplica también al proceso de calentar una
mezcla de sólidos para obtener una disolución líquida simple, como en el caso de las aleaciones.
SOLIDIFICACIÓN

Cambio de líquido al estado sólido que ocurre cuando se retira calor de la sustancia. Para sustancias puras, esto ocurre
a una temperatura característica llamada punto de congelación o punto de solidificación. Este depende de la presión,
así que se suele medir a presión atmosférica normal. Las impurezas haces descender por lo general el punto de
congelación.

VAPORIZACIÓN

Cambio de estado de sólido a líquido a gas (o vapor). La evaporización puede tener lugar a cualquier temperatura; la
tasa aumenta con la temperatura. Se presenta porque algunas moléculas tienen suficiente energía para escapar a la
fase gaseosa (si están cerca de la superficie y se mueven en dirección adecuada). Como estas son las moléculas con
más alta energía cinética, la vaporización produce enfriemiento de líquido.

SUBLIMACIÓN

Si colocamos una bola de naftalina en el interior de un armario, observamos que pasa del estado de vapor sin antes
pasar por el líquido, es decir, se produce la sublimación de la naftalina. Este hecho también se produce con el CO2
sólido, y por ello se le denomina comunmente “hielo seco”. Aunque sean pocas las sustancias que se subliman en las
condiciones del ambiente podemos observar que este fenómeno puede producirse con cualquier sustancia, y ello
depende de la temperatura y de la presión a la que este sometida.

PUNTO TRIPLE

Condiciones de temperatura y presión a las que pueden coexistir en equilibrio las tres fases de una sustancia pura:
sólida, líquida y gaseosa.

Un gráfico de la presión frente a la temperatura que muestra los intervalos en los que pueden existir las distintas fases
se denomina diagrama de fases. En el del agua, mostrado aquí, las líneas AB y BC representan las curvas de presión de
vapor del hielo y el agua líquida respectivamente. La línea BD muestra el efecto que un aumento de la presión tiene
sobre el punto de congelación. La pendiente de esa línea indica que un aumento de la presión disminuye el punto de
congelación. Esto es lo contrario de lo que ocurre con la mayoría de los demás líquidos, y se debe al hecho de que el
agua —a diferencia de otros líquidos— se expande al congelarse

En la región ABD, el hielo es la única fase estable; en DBC y ABC, las únicas fases estables son, respectivamente, el
agua y el vapor de agua. En el punto de intersección B, la temperatura es de 0,01 ºC, y tanto el hielo como el agua
tienen la misma presión de vapor: 610,5 pascales. B es el punto triple del agua.

A diferencia del punto de congelación y del punto de ebullición, que dependen de la presión, el punto triple es una
propiedad fija. Se utiliza para definir el kelvin, la unidad de temperatura termodinámica. Por definición, hay
exactamente 273,16 K entre el punto triple del agua y el cero absoluto.

La temperatura del punto triple para cualquier sustancia pura es muy próxima a la de fusión, puesto que la variación de
esta última con la presión es muy pequeña.

EJEMPLOS ILUSTRADOS

Presión
Al clavar un clavo ejercemos mucha presión porque se aplica mucha fuerza en una área muy pequeña. Al acostarse en
una cama de clavos no nos causa dolor porque la fuerza que ejerce nuestro cuerpo se reparte en toda al área en que
estamos acostados.

Densidad

Cuando aplastamos una barra de pan su volumen disminuye y su densidad aumenta. Al comprimir una esponja
aumentamos su densidad.

Principio de Pascal

En un vaso de agua la presión en los puntos 1, 2 y 3 se transmite por igual en las mismas direcciones.

Principio de Arquímedes

Si sumergimos una roca en un recipiente de agua, la roca desplazará un volumen de agua igual a su propio volumen

Dilatación de líquidos

Un ejemplo muy claro de dilatación de líquidos se da en los termómetros de Mercurio o de alcohol.

Dilatación de sólidos

Al construir y diseñar los puentes de las ciudades se toma en cuanta la dilatación en el material de construcción que
puede provocar el aumento de temperatura.

Transfomación isotérmica

Cuando un gas se expande con servando su temperatura inicial

Transformación isobárica

Cuando un gas se transforma al aumentar su temperatura pero con una presión constante.

Ley de Avogadro

A temperatura de 16° C, 345 mm de Hg y en un espacio de 12m3 en dos recipientes idénticos que contienen, uno Helio
y en otro Oxígeno, hay el mismo número de moléculas de cada gas.

Conducción

Al calentar una barra de metal con una vela el calor se transmite por conducción lo mismo que al abrazar a alguien.

Convección

Al poner a calentar una olla de agua en la estufa las diferencias en la temperatura provocan movimiento en el fluido y
así se transmite el calor por convección.

Radiación

Al iluminar una escultura con un reflector, la escultura se calentará por radiación.

Fusión

Al sostener un hielo en las manos el hielo se funde porque aumenta su temperatura.

Solidificación

Al apagar una vela la cera se solidifica porque disminuye su temperatura.


Vaporización

Al bañarnos con agua muy caliente algunas moléculas de agua, por tener gran energía, se escapan a la fase gaseosa.

Sublimación

En los carros de paletas que tienen hielo seco al abrir la hielera sale gas. Esto sucede porque en CO2 congelado se está
sublimando.

BIBLIOGRAFÍA

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Diccionario de Física. Norma. Cali, Colombia. 1992.

García Sánchez. La Física de hoy: tercer curso. SEP. México DF.

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Murphy y Smooth. Física: Principios y problemas. CECSA. México DF. 1989.

Microsoft Corporation. Enciclopedia Encarta 2000. 2000.

39

Considermos que hacemos el experimento de


llenar un tubo de 1 cm2 de grosor de agua y darle la vuelta deponsitándolo sobre un
recipiente también con algua. Si el tubo fuera suficientemente largo, observaríamos que
el agua empieza a descender por el mismo hasta llegar a los 10,336 m de altura. Nota: A
esa altura el tubo seguiría lleno si su altura fuera exactamente esa.

Ahora bien, hagamos el experimento con algo más denso que el agua. Por ejemplo el
mercurio.

Observaremos que haciendo lo mismo, la altura a la que llega el mercurio es de 76 cm.


Resulta que la relación entre h1 y h2 es de 13,6, que precisamente es la relación entre la
densidad del mercurio y la densidad del agua, de donde deducimos lo siguiente:

d1 h1 = d2 h2 (donde d = densidad y h = altura).

Ahora hagamos otra cosa: multipliquemos esta ecuación por la misma constante a
ambos lados, de forma que la ecuación siga siendo válida:

Cte . d1 . h1 = Cte . d2 . h2

La Cte puede ser cualquiera, de modo que la ecuación también se cumplirá si ponemos
que dicha constante sea = g . S (donde g es la aceleración de la gravedad y S la
superficie del tubo, o sea, el grosor).

g . S . d1 . h1 = g . S . d2 . h2

lo cual sigue siendo correcto, matemáticamente y por tanto, no discutible.


Como resulta que la altura por la superficie nos da el volumen, tenemos:

h.S=V

luego:

g . d1 . V1 = g . d2 . V2

y como densidad por volumen es igual a masa:


g . m1 = g . m2

que indica que el peso de la columna de mercurio a 76 cm es el mismo que el de la


columna de agua a 10,336 m.

En consecuencia tenemos que F1 = F2, o lo que es lo mismo, no hay ninguna otra


fuerza actuando, más que la presión atmosférica, porque de otra manera, esta relación
no se cumpliría.

Bien, pues con esto ya podemos ver de forma clara y precisa cuál es la presión
atmosférica que es precisamente la fuerza que actúa contrarrestando el peso o bien del
agua, o bien del mercurio, en cada caso, y tenemos que, puesto que la densidad del
mercurio es 13,6 gr / cm3, en 76 cm de tubito de grosor 1cm2, tendremos exactamente
13,6 x 76 = 1033,6 gr de Mercurio.

Resulta además que esto es masa, no peso, lo que quiere decir que estos 1033,6 gr de
Mercurio serán esa cantidad de Mercurio aquí y en la luna. Otra cosa es lo que pesen,
que viene dado por la fórmula F = m . g. Y esto nos va a dar el peso en "newtons" de los
1,033 Kg de mercurio en el tubito y éste es, pasando todo a unidades del sistema
internacional, nos da, 1,01 x 10^5 Nw / m2.
También podríamos decir que el peso equivalente es de 1033,6 gr / cm2 (gramos por
cada centímetro cuadrado), que fue lo que midió Torricelli y que evidentemente, sigue
siendo válido.

Presión atmosférica
El aire, como toda materia, pesa. La presión atmosférica se define como el peso del
aire por unidad de superficie

Experimentos: El aire pesa, El mar de aire

La presión del aire sobre la superficie de la Tierra es diferente en los distintos lugares.
Esto se debe a la diferente cantidad de calor que reciben

Cuando el aire se eleva, deja abajo un área de baja presión, porque al ascender ya no
presiona sobre la superficie tan fuertemente.

Cuando el aire desciende, empuja con más fuerza sobre la superficie formando áreas de
alta presión

La diferencia de presiones hace que el aire se mueva desde las zonas de presión más alta
a las de presión más baja, para tratar de emparejarlas. En la atmósfera todo consiste en
la búsqueda del equilibrio. Esto genera el viento.

¿Cuánto pesa el aire? Repitamos el experimento de Torricelli: tomó un tubo de 1


metro de largo y un cm2 de sección lleno de mercurio, tapó el extremo abierto del
mismo con el dedo y lo introdujo en una cubeta a su vez llena de idéntico metal. Al
dejar de obstruir la abertura, la columna de mercurio desciende pero no hasta vaciarse el
tubo ¿Qué fuerza impide que esto ocurra? Sencillamente la fuerza que el aire ejerce
sobre la superficie libre de la cubeta. En otras palabras, el peso de la columna de
mercurio queda equilibrado por el del aire sobre el metal líquido de la cubeta. Si
medimos la altura de la columna de mercurio, ésta será aproximadamente de 760 mm.
Esta es la base en la que se fundamenta el funcionamiento del barómetro (instrumento
que mide la presión atmosférica)

La unidad que se usa para medir la presión es el milibar o hectopascal. A nivel del mar
la presión normal es de 1013,2 Hpa. ó 760 mm de Mercurio.
Experimento: Construye un barómetro, Un barómetro aneroide

Instrumentos:

Para medir la presión se usa el barómetro de mercurio (se basa en la experiencia de


Torricelli). El barómetro aneroide (se basa en la deformación que se produce como
consecuencia de las variaciones de presión en una caja metálica de paredes flexibles, en
la que se ha hecho vacío. La deformación de la cápsula aneroide es transmitida a una
aguja que marca la presión sobre un círculo graduado o en un tambor giratorio en el que
queda inscripta una línea continua que representa la variación de la presión con el
tiempo, en este caso se llama barógrafo.

La presión del aire disminuye con la altura, así como también la densidad. Dicha
variación es logarítmica. Así a 5000 metros la presión se reduce a la mitad (1/2
atmósfera). Al tener el aire siempre la misma proporción de oxígeno, si uno se eleva a
5000 metros, respira el mismo volumen de aire pero su presión parcial es la mitad y la
sangre recibirá la mitad de oxígeno. En este caso se dice que uno se apuna.

Si unimos los puntos de igual presión


atmosférica en un mapa, obtendremos las
isobaras o líneas de igual presión. Aquí
hay una carta analizada por el SMN.

EL MANÓMETRO

 Que es y para que sirve?


 Rango de presiones
 Manómetro Burdon
 Manómetro de columna de Liquido
 El Barómetro
 Manómetro de McLeod
 Algunas aplicaciones cotidianas
 Algunos manómetros en la industria

Que es y para que sirve?:

El manómetro es un instrumento utilizado para la medición de la presión en


los fluidos, generalmente determinando la diferencia de la presión entre el
fluido y la presión local.

En la mecánica la presión se define como la fuerza por unidad de superficie


que ejerce un líquido o un gas perpendicularmente a dicha superficie.

La presión suele medirse en atmósferas (atm); en el sistema internacional


de unidades (SI), la presión se expresa en newtons por metro cuadrado; un
newton por metro cuadrado es un pascal (Pa). La atmósfera se define como
101.325 Pa, y equivale a 760 mm de mercurio en un barómetro convencional.

Cuando los manómetros deben indicar fluctuaciones rápidas de presión se


suelen utilizar sensores piezoeléctricos o electrostáticos que proporcionan
una respuesta instantánea.

Hay que tener en cuenta que la mayoría de los manómetros miden la


diferencia entre la presión del fluido y la presión atmosférica local,
entonces hay que sumar ésta última al valor indicado por el manómetro para
hallar la presión absoluta. Cuando se obtiene una medida negativa en el
manómetro es debida a un vacío parcial.

Rango de presiones :

Las presiones pueden variar entre 10-8 y 10-2 mm de mercurio de presión


absoluta en aplicaciones de alto vacío, hasta miles de atmósferas en prensas
y controles hidráulicos. Con fines experimentales se han obtenido presiones
del orden de millones de atmósferas, y la fabricación de diamantes
artificiales exige presiones de unas 70.000 atmósferas, además de
temperaturas próximas a los 3.000 °C.
En la atmósfera, el peso cada vez menor de la columna de aire a medida que
aumenta la altitud hace que disminuya la presión atmosférica local. Así, la
presión baja desde su valor de 101.325 Pa al nivel del mar hasta unos 2.350
Pa a 10.700 m (35.000 pies, una altitud de vuelo típica de un reactor).

Por 'presión parcial' se entiende la presión efectiva que ejerce un


componente gaseoso determinado en una mezcla de gases. La presión
atmosférica total es la suma de las presiones parciales de sus componentes
(oxígeno, nitrógeno, dióxido de carbono y gases nobles).

Manómetro de Burdon:

Instrumento mecánico de medición de presiones que emplea como elemento


sensible un tubo metálico curvado o torcido, de sección transversal
aplanada. Un extremo del tubo esta cerrado, y la presión que se va a medir
se aplica por el otro extremo. A medida que la presión aumenta, el tubo
tiende a adquirir una sección circular y enderezarse. El movimiento del
extremo libre (cerrado) mide la presión interior y provoca el movimiento de
la aguja.

El principio fundamental de que el movimiento del tubo es proporcional a la


presión fue propuesto por el inventor francés Eugene Burdon en el siglo
XIX.

Los manómetros Burdon se utilizan tanto para presiones manométricas que


oscilan entre 0-1 Kg/cm2 como entre 0-10000 Kg/cm2 y también para vacío.

Las aproximaciones pueden ser del 0.1 al 2% de la totalidad de la escala,


según el material, el diseño y la precisión de las piezas.

El elemento sensible del manómetro puede adoptar numerosas formas. Las


más corrientes son las de tubo en C, espiral y helicoidal.

El tubo en C es simple y consistente y muy utilizado con esferas indicadoras


circulares. También se emplea mucho en algunos indicadores eléctricos de
presión, en los que es permisible o deseable un pequeño movimiento de la
aguja. El campo de aplicación es de unos 1500 Kg/cm 2.

Las formas espiral y helicoidal se utilizan en instrumentos de control y


registro con un movimiento más amplio de la aguja o para menores esfuerzos
en las paredes. Los elementos en espiral permiten un campo de medición de
0.300 Kg/cm2, y los helicoidales hasta 10000 kg/cm2

A menudo se prefiere el tubo torcido, consistente y compacto,


especialmente para los indicadores eléctricos de presión.

Los tubos Burdon se presentan en una serie de aleaciones de cobre y en


aceros inoxidables al cromo níquel. En ciertos aspectos las aleaciones de
cobre dan mejor resultado, pero los aceros inoxidables ofrecen mayor
resistencia a la corrosión. También se utilizan tubos de aleación hierro-
níquel, debido a que tienen un coeficiente de dilatación muy pequeño, que
hace que la lectura d la presión no esté influida por la temperatura del
instrumento.

Los instrumentos mecánicos y neumáticos con elementos Burdon permiten


una aproximación del 0.5% de la escala. Si se precisa mayor exactitud se
emplean indicadores eléctricos. Los manómetros Burdon miden la diferencia
entre la presión interior y la exterior del tubo. Como la presión exterior
suele ser la atmosférica, el manómetro indica la diferencia existente entre
la presión medida y la presión atmosférica, es decir la presión manométrica.

El manómetro Burdon es el instrumento industrial de medición de presiones


más generalizado, debido a su bajo costo, su suficiente aproximación y su
duración.

Manómetro de columna de líquido:

Doble columna líquida utilizada para medir la diferencia entre las presiones
de dos fluidos. El manómetro de columna de líquido es el patrón base para la
medición de pequeñas diferencias de presión.

Las dos variedades principales son el manómetro de tubo de vidrio, para la


simple indicación de la diferencia de las presiones, y le manómetro de
mercurio con recipiente metálico, utilizado para regular o registrar una
diferencia de presión o una corriente de un líquido.

Los tres tipos básicos de manómetro de tubo de vidrio son el de tubo en U ,


los de tintero y los de tubo inclinado, que pueden medir el vacío o la presión
manométrica dejando una rama abierta a la atmósfera.
Manómetro de tubo en U: Si cada rama del manómetro se conecta a
distintas fuentes de presión, el nivel del líquido aumentara en la rama a
menor presión y disminuirá en la otra. La diferencia entre los niveles es
función de las presiones aplicadas y del peso específica del líquido del
instrumento. El área de la sección de los tubos no influyen el la diferencia
de niveles. Normalmente se fija entre las dos ramas una escala graduada
para facilitar las medidas.

Los tubos en U de los micro manómetros se hacen con tubos en U de vidrio


calibrado de precisión, un flotador metálico en una de las ramas y un
carrete de inducción para señalar la posición del flotador. Un indicador
electrónico potenciometrico puede señalar cambios de presión hasta de 0.01
mm de columna de agua. Estos aparatos se usan solo como patrones de
laboratorio.

manómetro de tubo en U

manómetro de tintero: Una de las ramas de este tipo de manómetro tiene un


diámetro manómetro relativamente pequeño; la otra es un deposito. El área
de la sección recta del deposito puede ser hasta 1500 veces mayor que la de
la rema manómetro, con lo que el nivel del deposito no oscila de manera
apreciable con la manómetro de la presión. Cuando se produce un pequeño
desnivel en el depósito, se compensa mediante ajustes de la escala de la
rama manómetro. Entonces las lecturas de la presión diferencial o
manométrica pueden efectuarse directamente en la escala manómetro. Los
barómetros de mercurio se hacen generalmente del tipo de tintero.
manómetro de tintero con ajuste de cero

manómetro de tubo inclinado: Se usa para presiones manométricas


inferiores a 250mm de columna de agua. La rama larga de un manómetro de
tintero se inclina con respecto a la vertical para alargar la escala. También
se usan manómetros de tubo en U con las dos ramas inclinadas para medir
diferenciales de presión muy pequeñas.

Si bien los manómetros de tubo de vidrio son precisos y seguros, no


producen un movimiento mecánico que pueda gobernar aparatos de registro
y de regulación. Para esta aplicación de usan manómetros de mercurio del
tipo de campana, de flotador, o de diafragma.

Los manómetros de tubo en U y los de deposito tienen una aproximación del


orden de 1mm en la columna de agua, mientras que el de tubo inclinado, con
su columna más larga aprecia hasta 0.25mm de columna de agua. Esta
precisión depende de la habilidad del observador y de la limpieza del líquido
y el tubo.
manómetro de tubo inclinado

El Barómetro:

El barómetro es básicamente un manómetro diseñado para medir la presión


del aire. También es conocido como tubo de Torricelli. El nombre barómetro
fue usado por primero vez por Boyle.

Historia del manómetro: La historia del descubrimiento parece haber sido la


siguiente: Antiguamente se había observado que si por el extremo superior
de un tubo abierto y vertical se aspiraba el aire mediante una bomba,
estando el otro extremo en comunicación con un recipiente con agua, esta
ascendía por el tubo, este fenómeno era atribuido al horror que
manifestaban los cuerpos al vacío, según Aristóteles. Pero un constructor
de bombas de Florencia se propuso elevar por este medio agua a una altura
superior de 10 metros, sin conseguirlo. Fue y la pregunto a Galileo la razón
del hecho, y este le respondió que era que el agua había alcanzado su límite
de horror al vacío.

El primero que se dio cuenta del fenómeno real fue una de los discípulos de
Galileo, Viviani (1644), quien afirmó que era la presión atmosférica y que la
máxima altura del agua en un tubo vertical cerrado, suficientemente largo, y
en cuya parte superior se hiciera vacío, debía exactamente medir la presión
atmosférica, ya que esta era la que sostenía la columna de agua. Pensó luego
que si la presión atmosférica sostenía a nivel de mar una columna de agua de
10 metros aproximadamente, podría sostener una columna de mercurio de
unos 760mm, ya que el mercurio es 13.5 veces más pesado que el agua. Esta
observación fue el fundamento del experimento de Torricelli, un amigo de
Viviani, que confirmó la explicación de su amigo.

El experimento de Torricelli consiste en tomar un tubo de vidrio cerrado


por un extremo y abierto por el otro, de 1 metro aproximadamente de
longitud, llenarlo de mercurio, taparlo con el dedo pulgar e invertirlo
introduciendo el extremo abierto en una cubeta con mercurio. Luego si el
tubo se coloca verticalmente, la altura de la columna de mercurio de la
cubeta es aproximadamente cerca de la altura del nivel del mar de 760mm
apareciendo en la parte superior del tubo el llamado vacío de Torricelli, que
realmente es un espacio llenado por vapor de mercurio a muy baja tensión.

Torricelli observó que la altura de la columna variaba, lo que explico la


variación de la presión atmosférica.
experimento de Torricelli

Manómetro de McLeod:

Modelo de instrumento utilizado para medir bajas presiones. También se


llama vacuometro de McLeod. Se recoge un volumen conocido del gas cuya
presión se ha de medir y se eleva en el nivel de fluido (normalmente
mercurio) por medio de un embolo, por una elevación del deposito, con una
pero de goma o inclinando el aparato. Al elevar mas el nivel del mercurio el
gas se comprime en el tubo capilar. De acuerdo con la Ley de Boyle, el gas
comprimido ejerce ahora una presión suficiente para soportar una columna
de mercurio lo bastante alta como para que pueda ser leída. Las lecturas son
casi por completo independientes de la composición del gas.

El manómetro de McLeod es sencillo y económico.

Es muy usado como patrón absoluto de presiones en la zona de 0.0001-10mm


de mercurio; a menudo se emplea para calibrar otros manómetros de bajas
presiones que tienen un uso más practico.

Este manómetro tiene como inconvenientes que las lecturas son


discontinuas, que necesita cierta manipulación para hacer cada lectura y que
esta lectura es visual. El vapor de mercurio puede ocasionar trastornos al
difundirse en el vacío que se va a medir.

posición de carga
posición de medida

Algunas aplicaciones cotidianas del manómetro:

El manómetro en el buceo: El manómetro es de vital importancia para el


buceador por que le permite conocer cuanto aire le resta en el tanque
(multiplicando el volumen del tanque por la presión), durante una inmersión y
determinar entonces si debe continuarla o no.

Se conecta, mediante un tubo de alta presión o latiguillo, a una toma de alta


presión (HP). Normalmente, indica la presión mediante una aguja que se
mueve en una esfera graduada, en la que acostumbra a marcarse en color
rojo la zona comprendida entre las 0 y las 50 atmósferas, denominada
reserva.

La manometría en la medicina: En la mediciones se utiliza la manometria para


realizar mediciones de actividades musculares internas a través de
registros hidroneumocapilares, por ejemplo la manometría anorectal o la
manometría esofágica.

En la industria del frigorífico: Para mantener controlada la presión del


líquido refrigerante que pasa por la bomba.

Algunos manómetros en la industria:


MANOMETROS DE COLUMNA.

Manómetros de columna para presión, vacío y


presión diferencial.

Columna inclinada con tres escalas de


10 – 25 y 50 mmca.

Columna en "U", escalas de 50 – 0 – 50 mmca.


hasta 1500 -- 0 – 1500 mmca.

Columna directa, escalas 0 / +250 mmca hasta

0 – 1400 mmca.

Líquido medidor: Silicona, tetrabromuro ó


mercurio.

MANOMETROS STANDARD.
Manómetros de muelle tubular serie standard en diámetros
40,50,63,80,100 ó 160 mm.

Montaje radial, posterior, borde dorsal, borde frontal o con brida, según
modelos.

Material de la caja: en plástico, acero pintado de negro ó acero


inoxidable. Racord – tubo en latón (según modelos).

Conexiones 1/8", 1/4",1/2 " GAS, según modelos (otras bajo demanda).

Rangos de 0 – 0,6 bar a 0 – 1000 bar (según modelos) para vacío,


vacío / presión o presión.

Precisión clase 1 ó 1,6.

Ejecuciones: Llenado de glicerina, contactos eléctricos, marcas


personalizadas, ... etc. (Otras, consultar).
MANOMETROS DE BAJA PRESION.

Manómetros a cápsula, serie BAJA PRESION.

En diámetros 63, 100 ó 160.

Montaje radial, posterior, borde dorsal o borde frontal (según modelos).

Material: caja en acero pintado en negro o acero inoxidable. Racord – cápsula en latón o acero inoxidable.

Conexiones 1/4",1/2" GAS, según modelos. (Otras bajo demanda).

Rangos de 0 – 2,5 mbar a 0 – 600 mbar (según modelos), para vacío, vacío / presión o presión.

Precisión clase 1,6.

Otras ejecuciones, consultar.

MANOMETROS DIGITALES.

Manómetros digitales con sensor integrado o independiente.

Rangos de 0 – 30 mbar a 0 – 2000 bar ó –1+2 bar a –1 +20 bar.

Precisiones del ± 0,2 %, ± 0,1 % ó 0,05% sobre el fondo de escala.

Opciones con selección de unidades, valor máximo y mínimo, tiempo


de funcionamiento, puesta a cero, salida vía RS232 para volcado de
datos y software.

BIBLIOGRAFÍA

 Enciclopedia Encarta 98
 Enciclopedia Universal Ilustrada, Europeo-Americana, Tomos XXXII,
VII, Hijos de J Espasa editores. Barcelona, España.
 Enciclopedia Salvat de la ciencia y de la tecnología tomo VIII,
editorial Salvat, primera edición. Barcelona, España. 1964.
 Fundamentos de Mecánica de Fluidos, segunda edición, P. Gerhart, R.
Gross, J. Hochtein, Addison-Wesley Iberoamericana. USA 1995.

HIDROSTÁTICA

INTRODUCCIÓN
Mecánica de fluidos, parte de la física que se ocupa de la acción de los fluidos en reposo o en movimiento, así como de
las aplicaciones y mecanismos de ingeniería que utilizan fluidos. La mecánica de fluidos es fundamental en campos tan
diversos como la aeronáutica, la ingeniería química, civil e industrial, la meteorología, las construcciones navales y la
oceanografía.

La mecánica de fluidos puede subdividirse en dos campos principales: la estática de fluidos, o hidrostática, que se
ocupa de los fluidos en reposo, y la dinámica de fluidos, que trata de los fluidos en movimiento. El término de
hidrodinámica se aplica al flujo de líquidos o al flujo de los gases a baja velocidad, en el que puede considerarse que el
gas es esencialmente incompresible. La aerodinámica, o dinámica de gases, se ocupa del comportamiento de los gases
cuando los cambios de velocidad y presión son lo suficientemente grandes para que sea necesario incluir los efectos de
la compresibilidad.

Entre las aplicaciones de la mecánica de fluidos están la propulsión a chorro, las turbinas, los compresores y las
bombas. La hidráulica estudia la utilización en ingeniería de la presión del agua o del aceite.

ESTÁTICA DE FLUIDOS O HIDROSTÁTICA

Una característica fundamental de cualquier fluido en reposo es que la fuerza ejercida sobre cualquier partícula del
fluido es la misma en todas direcciones. Si las fuerzas fueran desiguales, la partícula se desplazaría en la dirección de la
fuerza resultante. De ello se deduce que la fuerza por unidad de superficie —la presión— que el fluido ejerce contra las
paredes del recipiente que lo contiene, sea cual sea su forma, es perpendicular a la pared en cada punto. Si la presión
no fuera perpendicular, la fuerza tendría una componente tangencial no equilibrada y el fluido se movería a lo largo de
la pared.

PRESIÓN

Fuerza por unidad de superficie que ejerce un líquido o un gas perpendicularmente a dicha superficie. La presión suele
medirse en atmósferas (atm); en el Sistema Internacional de unidades (SI), la presión se expresa en newtons por
metro cuadrado; un newton por metro cuadrado es un pascal (Pa). La atmósfera se define como 101.325 Pa, y equivale
a 760 mm de mercurio en un barómetro convencional.

MANÓMETROS

La mayoría de los medidores de presión, o manómetros, miden la diferencia entre la presión de un fluido y la presión
atmosférica local. Para pequeñas diferencias de presión se emplea un manómetro que consiste en un tubo en forma de
U con un extremo conectado al recipiente que contiene el fluido y el otro extremo abierto a la atmósfera. El tubo
contiene un líquido, como agua, aceite o mercurio, y la diferencia entre los niveles del líquido en ambas ramas indica la
diferencia entre la presión del recipiente y la presión atmosférica local. Para diferencias de presión mayores se utiliza el
manómetro de Bourdon, llamado así en honor al inventor francés Eugène Bourdon. Este manómetro está formado por
un tubo hueco de sección ovalada curvado en forma de gancho. Los manómetros empleados para registrar
fluctuaciones rápidas de presión suelen utilizar sensores piezoeléctricos o electrostáticos que proporcionan una
respuesta instantánea.

Como la mayoría de los manómetros miden la diferencia entre la presión del fluido y la presión atmosférica local, hay
que sumar ésta última al valor indicado por el manómetro para hallar la presión absoluta. Una lectura negativa del
manómetro corresponde a un vacío parcial.

Las presiones bajas en un gas (hasta unos 10-6 mm de mercurio de presión absoluta) pueden medirse con el llamado
dispositivo de McLeod, que toma un volumen conocido del gas cuya presión se desea medir, lo comprime a temperatura
constante hasta un volumen mucho menor y mide su presión directamente con un manómetro. La presión desconocida
puede calcularse a partir de la ley de Boyle-Mariotte. Para presiones aún más bajas se emplean distintos métodos
basados en la radiación, la ionización o los efectos moleculares.

RANGO DE PRESIONES

Las presiones pueden variar entre 10-8 y 10-2 mm de mercurio de presión absoluta en aplicaciones de alto vacío, hasta
miles de atmósferas en prensas y controles hidráulicos. Con fines experimentales se han obtenido presiones del orden
de millones de atmósferas, y la fabricación de diamantes artificiales exige presiones de unas 70.000 atmósferas,
además de temperaturas próximas a los 3.000 °C.
En la atmósfera, el peso cada vez menor de la columna de aire a medida que aumenta la altitud hace que disminuya la
presión atmosférica local. Así, la presión baja desde su valor de 101.325 Pa al nivel del mar hasta unos 2.350 Pa a
10.700 m (35.000 pies, una altitud de vuelo típica de un reactor).

Por “presión parcial” se entiende la presión efectiva que ejerce un componente gaseoso determinado en una mezcla de
gases. La presión atmosférica total es la suma de las presiones parciales de sus componentes (oxígeno, nitrógeno,
dióxido de carbono y gases nobles).

PRESIÓN ATMOSFÉRICA

Presión en un punto cerca de la superficie de la Tierra debida al peso del aire sobre ese punto.

Su valor varía alrededor de los 100 kPa (100 000 newton por metro cuadrado).

Para medir la presión atmosférica se emplean barómetros. La medición de la presión es importante porque se
relacionan con alteraciones inminentes del tiempo.

Como la presión en un fluido depende de la profundidad, los barómetros se pueden utilizar como altímetros; se pueden
marcar para indicar altitud sobre o debajo del nivel del mar.

En todos los planetas con atmósfera existe una presión atmosférica con cierto valor.

EL EXPERIMENTO DE TORRICELLI

Torricelli tomó un tubo de vidrio, de casi 1 m de longitud, cerrado por uno de sus extremos, y lo llenó de mercurio.
Tapando el extremo abierto con un dedo e invirtiendo el tubo, sumergió este extremo en un recipiente que también
contenía mercurio. Al destapar el tubo, estando éste en posición vertical, Torricelli comprobó que la columna líquida
bajaba hasta tener una altura de casi 76 cm, por arriba del nivel del mercurio del recipiente. Concluyó entonces que la
presión atmosférica pa al actuar sobre la superficie del líquido del recipiente, lograba equilibrar el peso de la columna
de mercurio. Arriba del mercurio, en el tubo, existe vacío, pues si se hiciera un orificio en esta parte, a fin de permitir la
entrada del aire, la colunma descendería hasta nivelarse con el mercurio del recipiente.

Como la altura de la columna líquida en el tubo era de 76 cm, Torricelli llegó a la colclusión de que el valor de la presión
atmosférica, pa equivale a la presión ejercida por una columna de mercurio de 76 cm de altura, es decir,

pa= 76 cmHg

Por este motivo, una presión de 76 cmHg recibe el nombre de atmósfera y se emplea como unidad de presión.

ECUACIÓN FUNDAMENTAL DE LA HIDROSTÁTICA

Cálculo de la presión en el interior de un fluido.

En la figura se indican los puntos 1 y 2 en el interior de un f luido de densidad p. La diferencia del nivel entre estos
puntos es h. Consideremos una porcion del liquido, de forma cilindrica, como si estuviese separada del liquido. Dicha
parte esta en el equilibrio por la acción de su propio peso p y de las fuerzas que el resto del liquido ejerce sobre ella. En
la dirección vertical, estas fuerzas son: La fuerza f 1,que actuan hacia abajo sobre la superficie superior del cilindrico, y
que se debe al peso de la capa de líquido situada encima de esta superficie, y la fuerza f2 , que actúan sobre la
superficie inferior de la porción cilíndrica. Obsérvese que como el cilindro está en equilibrio, y P y f 1 estan dirigidas
hacia abajo, f2 deberá estar dirigida hacia arriba. Podemos , entonces escribir que

F2 = F1 + P (condición de equilibrio)

Siendo p1 la presión en la superficie superior (punto 1); p2 , la presión en la superficie inferior (punto 2), y A el área de
esas superficies, tenemos (recordando la definición de presión):

F1 = p1A y F2 = p2A

Si m es la masa de la porción cilíndrica y V es su volumen, es posible expresar, de la siguiente manera, el peso P de


esta porción:

P= mg pero m= Pv= pAh


Donde P= pAhg

Aplicando estas relaciones a F2= F1 + P, entonces

P2a= P1A + pAhg o bien p2= p1 + pgh

Esta ecuación muestra que la presión en el punto 2, es mayor que en elpunto 1, y que el aumento de la presión al
pasar de 1 a 2, está dado por pgh. La relación p2= p1 + pgh es tan importante en el estuido de la estática de los
fluidos, que suele ser denominada ecuación fundamental de la Hidrostática.

Suponiendo que uno de los puntos se encuentra en la superficie del líquido y que el otro punto está a una profundidad
h vemos que la presión en elprimer punto será la presión atmosférica pa, y en consecuencia la presión p1, en el
segundo punto se puede obtener por la relación

P= pa + pgh

Llegamos,pues, a la conclusión siguiente:

Si la superficie de un líquido, cuya densidad es p, está sometida a una presión pa, la presión p en el interior de este
líquido y una profundidad h, está dada por: P= pa +pgh

DENSIDAD

Masa de un cuerpo por unidad de volumen. En ocasiones se habla de densidad relativa que es la relación entre la
densidad de un cuerpo y la densidad del agua a 4 °C, que se toma como unidad. Como un centímetro cúbico de agua a
4 °C tiene una masa de 1 g, la densidad relativa de la sustancia equivale numéricamente a su densidad expresada en
gramos por centímetro cúbico.

La densidad puede obtenerse de varias formas. Por ejemplo, para objetos macizos de densidad mayor que el agua, se
determina primero su masa en una balanza, y después su volumen; éste se puede calcular a través del cálculo si el
objeto tiene forma geométrica, o sumergiéndolo en un recipiente calibrando, con agua, y viendo la diferencia de altura
que alcanza el líquido. La densidad es el resultado de dividir la masa por el volumen. Para medir la densidad de líquidos
se utiliza el densímetro, que proporciona una lectura directa de la densidad.

El término de densidad también se aplica a las siguientes magnitudes:

 La relación entre el número de partículas en un volumen dado, o el total de una determinada cantidad —como la
energía o el momento— que existe en un volumen, y dicho volumen. Es el caso de la densidad de carga, la densidad de
electrones o la densidad de energía.

 La energía luminosa por unidad de volumen (densidad de energía luminosa).

Este concepto fue formulado por primera vez en una forma un poco más amplia por el matemático y filósofo francés
Blaise Pascal en 1647, y se conoce como PRINCIPIO DE PASCAL. Dicho principio, que tiene aplicaciones muy
importantes en hidráulica, afirma que la presión aplicada sobre un fluido contenido en un recipiente se transmite por
igual en todas direcciones y a todas las partes del recipiente, siempre que se puedan despreciar las diferencias de
presión debidas al peso del fluido y a la profundidad.

Cuando la gravedad es la única fuerza que actúa sobre un líquido contenido en un recipiente abierto, la presión en
cualquier punto del líquido es directamente proporcional al peso de la columna vertical de dicho líquido situada sobre
ese punto. La presión es a su vez proporcional a la profundidad del punto con respecto a la superficie, y es
independiente del tamaño o forma del recipiente. Así, la presión en el fondo de una tubería vertical llena de agua de
1 cm de diámetro y 15 m de altura es la misma que en el fondo de un lago de 15 m de profundidad. De igual forma, si
una tubería de 30 m de longitud se llena de agua y se inclina de modo que la parte superior esté sólo a 15 m en vertical
por encima del fondo, el agua ejercerá la misma presión sobre el fondo que en los casos anteriores, aunque la distancia
a lo largo de la tubería sea mucho mayor que la altura de la tubería vertical. Veamos otro ejemplo: la masa de una
columna de agua dulce de 30 cm de altura y una sección transversal de 6,5 cm2 es de 195 g, y la fuerza ejercida en el
fondo será el peso correspondiente a esa masa. Una columna de la misma altura pero con un diámetro 12 veces
superior tendrá un volumen 144 veces mayor, y pesará 144 veces más, pero la presión, que es la fuerza por unidad de
superficie, seguirá siendo la misma, puesto que la superficie también será 144 veces mayor. La presión en el fondo de
una columna de mercurio de la misma altura será 13,6 veces superior, ya que el mercurio tiene una densidad 13,6
veces superior a la del agua.
El segundo principio importante de la estática de fluidos fue descubierto por el matemático y filósofo griego
Arquímedes. El PRINCIPIO DE ARQUÍMEDES afirma que todo cuerpo sumergido en un fluido experimenta una
fuerza hacia arriba igual al peso del volumen de fluido desplazado por dicho cuerpo. Esto explica por qué flota un barco
muy cargado; el peso del agua desplazada por el barco equivale a la fuerza hacia arriba que mantiene el barco a flote.

El punto sobre el que puede considerarse que actúan todas las fuerzas que producen el efecto de flotación se llama
centro de flotación, y corresponde al centro de gravedad del fluido desplazado. El centro de flotación de un cuerpo que
flota está situado exactamente encima de su centro de gravedad. Cuanto mayor sea la distancia entre ambos, mayor es
la estabilidad del cuerpo.

El principio de Arquímedes permite determinar la densidad de un objeto cuya forma es tan irregular que su volumen no
puede medirse directamente. Si el objeto se pesa primero en el aire y luego en el agua, la diferencia de peso será igual
al peso del volumen de agua desplazado, y este volumen es igual al volumen del objeto, si éste está totalmente
sumergido. Así puede determinarse fácilmente la densidad del objeto (masa dividida por volumen). Si se requiere una
precisión muy elevada, también hay que tener en cuenta el peso del aire desplazado para obtener el volumen y la
densidad correctos.

Las leyes de la mecánica de fluidos pueden observarse en muchas situaciones cotidianas. Por ejemplo, la presión
ejercida por el agua en el fondo de un estanque es igual que la ejercida por el agua en el fondo de un tubo estrecho,
siempre que la profundidad sea la misma. Si se inclina un tubo más largo lleno de agua de forma que su altura máxima
sea de 15 m, la presión será la misma que en los otros casos (izquierda). En un sifón (derecha), la fuerza hidrostática
hace que el agua fluya hacia arriba por encima del borde hasta que se vacíe el cubo o se interrumpa la succión.

CALOR

INTRODUCCIÓN

Calor es la transferencia de energía de una parte a otra de un cuerpo, o entre diferentes cuerpos, en virtud de una
diferencia de temperatura. El calor es energía en tránsito; siempre fluye de una zona de mayor temperatura a una zona
de menor temperatura, con lo que eleva la temperatura de la segunda y reduce la de la primera, siempre que el
volumen de los cuerpos se mantenga constante. La energía no fluye desde un objeto de temperatura baja a un objeto
de temperatura alta si no se realiza trabajo.

Hasta principios del siglo XIX, el efecto del calor sobre la temperatura de un cuerpo se explicaba postulando la
existencia de una sustancia o forma de materia invisible, denominada calórico. Según la teoría del calórico, un cuerpo
de temperatura alta contiene más calórico que otro de temperatura baja; el primero cede parte del calórico al segundo
al ponerse en contacto ambos cuerpos, con lo que aumenta la temperatura de dicho cuerpo y disminuye la suya propia.
Aunque la teoría del calórico explicaba algunos fenómenos de la transferencia de calor, las pruebas experimentales
presentadas por el físico británico Benjamin Thompson en 1798 y por el químico británico Humphry Davy en 1799
sugerían que el calor, igual que el trabajo, corresponde a energía en tránsito (proceso de intercambio de energía).
Entre 1840 y 1849, el físico británico James Prescott Joule, en una serie de experimentos muy precisos, demostró de
forma concluyente que el calor es una transferencia de energía y que puede causar los mismos cambios en un cuerpo
que el trabajo.

TEMPERATURA

La sensación de calor o frío al tocar una sustancia depende de su temperatura, de la capacidad de la sustancia para
conducir el calor y de otros factores. Aunque, si se procede con cuidado, es posible comparar las temperaturas relativas
de dos sustancias mediante el tacto, es imposible evaluar la magnitud absoluta de las temperaturas a partir de
reacciones subjetivas. Cuando se aporta calor a una sustancia, no sólo se eleva su temperatura, con lo que proporciona
una mayor sensación de calor, sino que se producen alteraciones en varias propiedades físicas que pueden medirse con
precisión. Al variar la temperatura, las sustancias se dilatan o se contraen, su resistencia eléctrica cambia, y —en el
caso de un gas— su presión varía. La variación de alguna de estas propiedades suele servir como base para una escala
numérica precisa de temperatura.

Propiedad de los sistemas que determina si están en equilibrio térmico. El concepto de temperatura se deriva de la idea
de medir el calor o frialdad relativos y de la observación de que el suministro de calor a un cuerpo conlleva un aumento
de su temperatura mientras no se produzca la fusión o ebullición. En el caso de dos cuerpos con temperaturas
diferentes, el calor fluye del más caliente al más frío hasta que sus temperaturas sean idénticas y se alcance el
equilibrio térmico. Por tanto, los términos de temperatura y calor, aunque relacionados entre sí, se refieren a conceptos
diferentes: la temperatura es una propiedad de un cuerpo y el calor es un flujo de energía entre dos cuerpos a
diferentes temperaturas.

Los cambios de temperatura tienen que medirse a partir de otros cambios en las propiedades de una sustancia. Por
ejemplo, el termómetro de mercurio convencional mide la dilatación de una columna de mercurio en un capilar de
vidrio, ya que el cambio de longitud de la columna está relacionado con el cambio de temperatura. Si se suministra
calor a un gas ideal contenido en un recipiente de volumen constante, la presión aumenta, y el cambio de temperatura
puede determinarse a partir del cambio en la presión según la ley de Gay-Lussac, siempre que la temperatura se
exprese en la escala absoluta.

La temperatura depende de la energía cinética media (o promedio) de las moléculas de una sustancia; según la teoría
cinética, la energía puede corresponder a movimientos rotacionales, vibracionales y traslacionales de las partículas de
una sustancia. La temperatura, sin embargo, sólo depende del movimiento de traslación de las moléculas. En teoría, las
moléculas de una sustancia no presentarían actividad traslacional alguna a la temperatura denominada cero absoluto.

DILATACIÓN

Aumento de tamaño de los materiales, a menudo por efecto del aumento de temperatura. Los diferentes materiales
aumentan más o menos de tamaño, y los sólidos, líquidos y gases se comportan de modo distinto.

El coeficiente de dilatación lineal se define como la variación de longitud por unidad de una sustancia por cada 1°C de
aumento de temperatura.

Elongación = x longitud x aumento de temperatura

L=Lt

DILATACIÓN DE SÓLIDOS

Para un sólido en forma de barra, el coeficiente de dilatación lineal (cambio porcentual de longitud para un determinado
aumento de la temperatura) puede encontrarse en las correspondientes tablas. Por ejemplo, el coeficiente de dilatación
lineal del acero es de 12 × 10-6 K-1. Esto significa que una barra de acero se dilata en 12 millonésimas partes por cada
kelvin (1 kelvin, o 1 K, es igual a 1 grado Celsius, o 1 ºC). Si se calienta un grado una barra de acero de 1 m, se
dilatará 0,012 mm. Esto puede parecer muy poco, pero el efecto es proporcional, con lo que una viga de acero de 10 m
calentada 20 grados se dilata 2,4 mm, una cantidad que debe tenerse en cuenta en ingeniería. También se puede
hablar de coeficiente de dilatación superficial de un sólido, cuando dos de sus dimensiones son mucho mayores que la
tercera, y de coeficiente de dilatación cúbica, cuando no hay una dimensión que predomine sobre las demás.

DILATACIÓN DE LÍQUIDOS

Para los líquidos, el coeficiente de dilatación cúbica (cambio porcentual de volumen para un determinado aumento de la
temperatura) también puede encontrarse en tablas y se pueden hacer cálculos similares. Los termómetros comunes
utilizan la dilatación de un líquido —por ejemplo, mercurio o alcohol— en un tubo muy fino (capilar) calibrado para
medir el cambio de temperatura.

DILATACIÓN DE GASES

La dilatación térmica de los gases es muy grande en comparación con la de sólidos y líquidos, y sigue la llamada ley de
Charles y Gay-Lussac. Esta ley afirma que, a presión constante, el volumen de un gas ideal (un ente teórico que se
aproxima al comportamiento de los gases reales) es proporcional a su temperatura absoluta. Otra forma de expresarla
es que por cada aumento de temperatura de 1 ºC, el volumen de un gas aumenta en una cantidad aproximadamente
igual a 1/273 de su volumen a 0 ºC. Por tanto, si se calienta de 0 ºC a 273 ºC, duplicaría su volumen.

ESCALAS DE TERMOMÉTRICAS

En la actualidad se emplean diferentes escalas de temperatura; entre ellas están la escala Celsius —también conocida
como escala centígrada—, la escala Fahrenheit, la escala Kelvin, la escala Rankine o la escala termodinámica
internacional. En la escala Celsius, el punto de congelación del agua equivale a 0 °C, y su punto de ebullición a 100 °C.
Esta escala se utiliza en todo el mundo, en particular en el trabajo científico. La escala Fahrenheit se emplea en los
países anglosajones para medidas no científicas y en ella el punto de congelación del agua se define como 32 °F y su
punto de ebullición como 212 °F. En la escala Kelvin, la escala termodinámica de temperaturas más empleada, el cero
se define como el cero absoluto de temperatura, es decir, -273,15 °C. La magnitud de su unidad, llamada kelvin y
simbolizada por K, se define como igual a un grado Celsius. Otra escala que emplea el cero absoluto como punto más
bajo es la escala Rankine, en la que cada grado de temperatura equivale a un grado en la escala Fahrenheit. En la
escala Rankine, el punto de congelación del agua equivale a 492 °R, y su punto de ebullición a 672 °R.
En 1933, científicos de treinta y una naciones adoptaron una nueva escala internacional de temperaturas, con puntos
fijos de temperatura adicionales basados en la escala Kelvin y en principios termodinámicos. La escala internacional
emplea como patrón un termómetro de resistencia de platino (cable de platino) para temperaturas entre -190 °C y 660
°C. Desde los 660 °C hasta el punto de fusión del oro (1.063 °C) se emplea un termopar patrón: los termopares son
dispositivos que miden la temperatura a partir de la tensión producida entre dos alambres de metales diferentes. Más
allá del punto de fusión del oro las temperaturas se miden mediante el llamado pirómetro óptico, que se basa en la
intensidad de la luz de una frecuencia determinada que emite un cuerpo caliente.

En 1954, un acuerdo internacional adoptó el punto triple del agua —es decir, el punto en que las tres fases del agua
(vapor, líquido y sólido) están en equilibrio— como referencia para la temperatura de 273,16 K. El punto triple puede
determinarse con mayor precisión que el punto de congelación, por lo que supone un punto fijo más satisfactorio para
la escala termodinámica. En criogenia, o investigación de bajas temperaturas, se han obtenido temperaturas de tan sólo
0,00001 K mediante la desmagnetización de sustancias paramagnéticas. En las explosiones nucleares se han alcanzado
momentáneamente temperaturas evaluadas en más de 100 millones de kelvin.

UNIDADES DE CALOR

La cantidad de calor se expresa en las mismas unidades que la energía y el trabajo, es decir, en julios. Otra unidad es la
caloría, definida como la cantidad de calor necesaria para elevar la temperatura de 1 gramo de agua a 1 atmósfera de
presión desde 15 hasta 16 °C. Esta unidad se denomina a veces caloría pequeña o caloría gramo para distinguirla de la
caloría grande, o kilocaloría, que equivale a 1.000 calorías y se emplea en nutrición. La energía mecánica puede
convertirse en calor a través del rozamiento, y el trabajo mecánico necesario para producir 1 caloría se conoce como
equivalente mecánico del calor. A una caloría le corresponden 4,1855 julios. Según la ley de conservación de la energía,
todo el trabajo mecánico realizado para producir calor por rozamiento aparece en forma de energía en los objetos sobre
los que se realiza el trabajo. Joule fue el primero en demostrarlo de forma fehaciente en un experimento clásico:
calentó agua en un recipiente cerrado haciendo girar unas ruedas de paletas y halló que el aumento de temperatura del
agua era proporcional al trabajo realizado para mover las ruedas.

Cuando el calor se convierte en energía mecánica, como en un motor de combustión interna, la ley de conservación de
la energía también es válida. Sin embargo, siempre se pierde o disipa energía en forma de calor porque ningún motor
tiene una eficiencia perfecta.

APARATOS PARA LA MEDICIÓN DE LA TEMPERATURA

El termómetro es un instrumento empleado para medir la temperatura. El termómetro más utilizado es el de mercurio,
formado por un capilar de vidrio de diámetro uniforme comunicado por un extremo con una ampolla llena de mercurio.
El conjunto está sellado para mantener un vacío parcial en el capilar. Cuando la temperatura aumenta el mercurio se
dilata y asciende por el capilar. La temperatura puede leerse en una escala situada junto al capilar. El termómetro de
mercurio es muy usado para medir temperaturas ordinarias; también se emplean otros líquidos como alcohol o éter.

La invención del termómetro se atribuye a Galileo, aunque el termómetro sellado no apareció hasta 1650. Los
modernos termómetros de alcohol y mercurio fueron inventados por el físico alemán Gabriel Fahrenheit, quien también
propuso la primera escala de temperaturas ampliamente adoptada, que lleva su nombre. En la escala Fahrenheit, el
punto de congelación del agua corresponde a 32 grados (32 ºF) y su punto de ebullición a presión normal es de 212 ºF.
Desde entonces se han propuesto diferentes escalas de temperatura; en la escala centígrada, o Celsius, diseñada por el
astrónomo sueco Anders Celsius y utilizada en la mayoría de los países, el punto de congelación es 0 grados (0 ºC) y el
punto de ebullición es de 100 ºC.

TIPOS DE TERMÓMETRO

Hay varios tipos de dispositivos que se utilizan como termómetros. El requisito fundamental es que empleen una
propiedad fácil de medir (como la longitud de una columna de mercurio) que cambie de forma marcada y predecible al
variar la temperatura. Además, el cambio de esta propiedad termométrica debe ser lo más lineal posible con respecto a
la variación de temperatura. En otras palabras, un cambio de dos grados en la temperatura debe provocar una
variación en la propiedad termométrica dos veces mayor que un cambio de un grado, un cambio de tres grados una
variación tres veces mayor, y así sucesivamente.

La resistencia eléctrica de un conductor o un semiconductor aumenta cuando se incrementa su temperatura. En este


fenómeno se basa el termómetro de resistencia, en el que se aplica una tensión eléctrica constante al termistor, o
elemento sensor. Para un termistor dado, a cada temperatura corresponde una resistencia eléctrica diferente. La
resistencia puede medirse mediante un galvanómetro, lo que permite hallar la temperatura.

Para medir temperaturas entre -50 y 150 ºC se utilizan diferentes termistores fabricados con óxidos de níquel,
manganeso o cobalto. Para temperaturas más altas se emplean termistores fabricados con otros metales o aleaciones;
por ejemplo, el platino puede emplearse hasta los 900 ºC aproximadamente. Usando circuitos electrónicos adecuados,
la lectura del galvanómetro puede convertirse directamente en una indicación digital de la temperatura.

Es posible efectuar mediciones de temperatura muy precisas empleando termopares, en los que se genera una pequeña
tensión (del orden de milivoltios) al colocar a temperaturas distintas las uniones de un bucle formado por dos alambres
de distintos metales. Para incrementar la tensión pueden conectarse en serie varios termopares para formar una
termopila. Como la tensión depende de la diferencia de temperaturas en ambas uniones, una de ellas debe mantenerse
a una temperatura conocida; en caso contrario hay que introducir en el dispositivo un circuito electrónico de
compensación para hallar la temperatura del sensor.

Los termistores y termopares tienen a menudo elementos sensores de sólo uno o dos centímetros de longitud, lo que
les permite responder con rapidez a los cambios de la temperatura y los hace ideales para muchas aplicaciones en
biología e ingeniería.

El pirómetro óptico se emplea para medir temperaturas de objetos sólidos que superan los 700 ºC, cuando la mayoría
de los restantes termómetros se fundiría. A esas temperaturas los objetos sólidos irradian suficiente energía en la zona
visible para permitir la medición óptica a partir del llamado fenómeno del color de incandescencia. El color con el que
brilla un objeto caliente varía con la temperatura desde el rojo oscuro al amarillo y llega casi al blanco a unos 1.300 ºC.
El pirómetro contiene un filamento similar a un foco o bombilla. El filamento está controlado por un reóstato calibrado
de forma que los colores con los que brilla corresponden a temperaturas determinadas. La temperatura de un objeto
incandescente puede medirse observando el objeto a través del pirómetro y ajustando el reóstato hasta que el
filamento presente el mismo color que la imagen del objeto y se confunda con ésta. En ese momento, la temperatura
del filamento (que puede leerse en el reóstato calibrado) es igual a la del objeto.

Otro sistema para medir temperaturas, empleado sobre todo en termostatos, se basa en la expansión térmica
diferencial de dos tiras o discos fabricados con metales distintos y unidos por los extremos o soldados entre sí.

TERMÓMETROS ESPECIALES

Los termómetros también pueden diseñarse para registrar las temperaturas máximas o mínimas alcanzadas. Por
ejemplo, un termómetro clínico de mercurio es un instrumento de medida de máxima, en el que un dispositivo entre la
ampolla y el capilar de vidrio permite que el mercurio se expanda al subir la temperatura pero impide que refluya a no
ser que se agite con fuerza. Las temperaturas máximas alcanzadas durante el funcionamiento de herramientas y
máquinas también pueden estimarse mediante pinturas especiales que cambian de color cuando se alcanza una
temperatura determinada.

PRECISIÓN DE LAS MEDIDAS

La medida precisa de la temperatura depende del establecimiento de un equilibrio térmico entre el dispositivo
termométrico y el entorno; en el equilibrio, no se intercambia calor entre el termómetro y el material adyacente o
próximo. Por eso, para que la medida de un termómetro clínico sea precisa debe colocarse éste durante un periodo de
tiempo suficiente (más de un minuto) para que alcance un equilibrio casi completo con el cuerpo humano. Estas
condiciones son casi imposibles de lograr con un termómetro oral, que suele indicar una temperatura corporal menor
que la proporcionada por un termómetro rectal. Los tiempos de inserción se reducen de forma significativa con
termómetros pequeños de reacción rápida, como los que emplean termistores.

Un termómetro sólo indica su propia temperatura, que puede no ser igual a la del objeto cuya temperatura queremos
medir. Por ejemplo, si medimos la temperatura en el exterior de un edificio con dos termómetros situados a pocos
centímetros, uno de ellos a la sombra y otro al sol, las lecturas de ambos instrumentos pueden ser muy distintas,
aunque la temperatura del aire es la misma. El termómetro situado a la sombra puede ceder calor por radiación a las
paredes frías del edificio. Por eso, su lectura estará algo por debajo de la temperatura real del aire. Por otra parte, el
termómetro situado al sol absorbe el calor radiante del sol, por lo que la temperatura indicada puede estar bastante por
encima de la temperatura real del aire. Para evitar esos errores, una medida precisa de la temperatura exige proteger el
termómetro de fuentes frías o calientes a las que el instrumento pueda transferir calor (o que puedan transferir calor al
termómetro) mediante radiación, conducción o convección.

COMPORTAMIENTO DE LOS GASES

Al analizar el comportamiento de un gas se halla que los cambios de presión pueden producir variaciones considerables
en su temperatura y en su volumen. Al estudiar experimentalmente el comportamiento de una determinada masa-gas,
se encontró que tal comportamiento podría expresarse mediante relaciones matemáticas sencillas entre su presión p, su
volumen v y su temperatura T. Una vez conocidos los valores de estas cantidades (masa, presión, volumen y
temperatura), la situación ene la cual se encuentra el gas, queda determinada; queda definido su estado.
Al producir una variación en un gas de esas magnitudes, se observa que en general, las demás también se modifican, y
estos nuevos valores caracterizan otro estado del gas. Así que el gas sufre una transformación al pasar de un estado a
otro.

En las leyes experimentales, descritas anteriormente, se examinan algunas de las transformaciones que puede sufrir un
gas. Esta leyes son válidas solo aproximadamente para los gases que existen en la naturaleza y que se les denomina
gases reales (O2, H2, N2; aire, etc). El gas que se comporta exactamene deacuerdo con tales leyes se denominan gas
ideal. Los gases reales sometidos a pequeñas presiones y altas temperaturas, se comportan como un gas ideal.

La ley de Boyle-Mariotte, descubierta a mediados del siglo XVII, afirma que el volumen de un gas varía inversamente
con la presión si se mantiene constante la temperatura. La ley de Charles y Gay-Lussac, formulada alrededor de un
siglo después, afirma que el volumen de un gas es directamente proporcional a su temperatura absoluta si la presión se
mantiene constante.

TRANSFORMACIÓN ISOTÉRMICA

Proceso que tiene lugar a temperatura constante. El sistema está en equilibrio térmico con su entorno mediante un
proceso isotérmico. Por ejemplo, un cilincro de gas en contacto con una caja a temperatura constante puede ser
comprimido lentamente mediante un émbolo, El trabajo efectuado aparece como energía que fluye al interior del
recipiente para mantener el gas a la misma temperatura. Las transformaciones isotérmicas contrastan con las
transformaciones adiabáticas, en las cuales no entra energía al sistema ni tampoco sale energía del mismo, y la
temperatura varía. En la práctica ningún proceso es perfectamente isotérmico ni tampoco hay ninguno perfectamente
adiabático. Pero muchos se pueden aproximar en su comportamiento a uno de estos ideales.

TRANSFORMACIÓN ISOBÁRICA

Consideramos una masa de gas encerrada en un tubo de vidrio, y que soporta una presión igual a la atmósferica más la
presión de una pequeña columna de Hg. Al calentar el gas y dejar que se expanda libremente, la presión sobre él no se
altera, pues siempre es ejercida por la atmósfera y por la columna de Hg. Una transformación como ésta, en la que el
volumen del gas varía con la temperatura mientras se mantiene constante la presión, se denomina transformación
isobárica (del griego isos= igual y baros= presión).

LEY DE AVOGADRO

Ley fundamental en química que establece que bajo idénticas condiciones de temperatura y presión, volúmenes iguales
de gases contienen el mismo número de moléculas. Esta ley fue enunciada por primera vez como hipótesis por el físico
italiano Amedeo Avogadro en 1811. Los químicos y físicos italianos continuaron desarrollando esta hipótesis, y en la
década de 1850, gracias a los esfuerzos del químico italiano Stanislao Cannizzaro, la ley de Avogadro llegó a aceptarse
universalmente.

LEY DE LOS GASES IDEALES

La teoría atómica de la materia define los estados, o fases, de acuerdo al orden que implican. Las moléculas tienen una
cierta libertad de movimientos en el espacio. Estos grados de libertad microscópicos están asociados con el concepto de
orden macroscópico. Las moléculas de un sólido están colocadas en una red, y su libertad está restringida a pequeñas
vibraciones en torno a los puntos de esa red. En cambio, un gas no tiene un orden espacial macroscópico. Sus
moléculas se mueven aleatoriamente, y sólo están limitadas por las paredes del recipiente que lo contiene.

Se han desarrollado leyes empíricas que relacionan las variables macroscópicas. En los gases ideales, estas variables
incluyen la presión (p), el volumen (V) y la temperatura (T). La ley de Boyle-Mariotte afirma que el volumen de un gas
a temperatura constante es inversamente proporcional a la presión. La ley de Charles y Gay-Lussac afirma que el
volumen de un gas a presión constante es directamente proporcional a la temperatura absoluta. La combinación de
estas dos leyes proporciona la ley de los gases ideales pV = nRT (n es el número de moles), también llamada ecuación
de estado del gas ideal. La constante de la derecha, R, es una constante universal cuyo descubrimiento fue una piedra
angular de la ciencia moderna.

MOL

Unidad básica del Sistema Internacional de unidades, definida como la cantidad de una sustancia que contiene tantas
entidades elementales (átomos, moléculas, iones, electrones u otras partículas) como átomos hay en 0,012 kg (12 g)
de carbono 12. Esa cantidad de partículas es aproximadamente de 6,0221 × 1023, el llamado número de Avogadro. Por
tanto, un mol es la cantidad de cualquier sustancia cuya masa expresada en gramos es numéricamente igual a la masa
atómica de dicha sustancia.
NÚMERO DE AVOGADRO

Número de moléculas de un mol de cualquier sustancia, representado por el símbolo NA o L. Ha sido establecido en
6,0221367 × 1023, según los distintos métodos utilizados entre los químicos físicos.

Su nombre se debe al físico italiano Amedeo Avogadro, quien en 1811 estableció que volúmenes iguales de gases, a
temperatura y presión equivalentes, contienen un mismo número de moléculas. Este enunciado recibió el nombre de ley
de Avogadro. Fue una teoría importante en el desarrollo de la química, aunque el número en concreto no pudo
calcularse hasta finales del siglo XIX, cuando se extendió el concepto para incluir no sólo los gases sino todos los
productos químicos. Aunque las consideraciones sobre el volumen no son aplicables a líquidos y sólidos, el número de
Avogadro es válido para todas las sustancias, independientemente de su estado.

TERMODINÁMICA

campo de la física que describe y relaciona las propiedades físicas de sistemas macroscópicos de materia y energía. Los
principios de la termodinámica tienen una importancia fundamental para todas las ramas de la ciencia y la ingeniería.

Un concepto esencial de la termodinámica es el de sistema macroscópico, que se define como un conjunto de materia
que se puede aislar espacialmente y que coexiste con un entorno infinito e imperturbable. El estado de un sistema
macroscópico en equilibrio puede describirse mediante propiedades medibles como la temperatura, la presión o el
volumen, que se conocen como variables termodinámicas. Es posible identificar y relacionar entre sí muchas otras
variables (como la densidad, el calor específico, la compresibilidad o el coeficiente de expansión térmica), con lo que se
obtiene una descripción más completa de un sistema y de su relación con el entorno.

Cuando un sistema macroscópico pasa de un estado de equilibrio a otro, se dice que tiene lugar un proceso
termodinámico. Las leyes o principios de la termodinámica, descubiertos en el siglo XIX a través de meticulosos
experimentos, determinan la naturaleza y los límites de todos los procesos termodinámicos.

LEYES DE LA TERMODINÁMICA

PRINCIPIO CERO DE LA TERMODINÁMICA

Frecuentemente, el vocabulario de las ciencias empíricas se toma prestado del lenguaje de la vida diaria. Así, aunque el
término de temperatura parece evidente para el sentido común, su significado adolece de la imprecisión del lenguaje no
matemático. El llamado principio cero de la termodinámica que se explica a continuación proporciona una definición
precisa, aunque empírica, de la temperatura.

Cuando dos sistemas están en equilibrio mutuo, comparten una determinada propiedad. Esta propiedad puede medirse,
y se le puede asignar un valor numérico definido. Una consecuencia de ese hecho es el principio cero de la
termodinámica, que afirma que si dos sistemas distintos están en equilibrio termodinámico con un tercero, también
tienen que estar en equilibrio entre sí. Esta propiedad compartida en el equilibrio es la temperatura.

Si uno de estos sistemas se pone en contacto con un entorno infinito situado a una determinada temperatura, el
sistema acabará alcanzando el equilibrio termodinámico con su entorno, es decir, llegará a tener la misma temperatura
que éste. (El llamado entorno infinito es una abstracción matemática denominada depósito térmico; en realidad basta
con que el entorno sea grande en relación con el sistema estudiado).

La temperatura se mide con dispositivos llamados termómetros. Un termómetro contiene una sustancia con estados
fácilmente identificables y reproducibles, por ejemplo el agua pura y sus puntos de ebullición y congelación normales. Si
se traza una escala graduada entre dos de estos estados, la temperatura de cualquier sistema puede determinarse
poniéndolo en contacto térmico con el termómetro, siempre que el sistema sea grande en relación con el termómetro.

PRIMER PRINCIPIO DE LA TERMODINÁMICA

La primera ley de la termodinámica da una definición precisa del calor, otro concepto de uso corriente.

Cuando un sistema se pone en contacto con otro más frío que él, tiene lugar un proceso de igualación de las
temperaturas de ambos. Para explicar este fenómeno, los científicos del siglo XVIII conjeturaron que una sustancia que
estaba presente en mayor cantidad en el cuerpo de mayor temperatura fluía hacia el cuerpo de menor temperatura.
Según se creía, esta sustancia hipotética llamada calórico era un fluido capaz de atravesar los medios materiales. Por el
contrario, el primer principio de la termodinámica identifica el calórico, o calor, como una forma de energía. Puede
convertirse en trabajo mecánico y almacenarse, pero no es una sustancia material. Experimentalmente se demostró que
el calor, que originalmente se medía en unidades llamadas calorías, y el trabajo o energía, medidos en julios, eran
completamente equivalentes. Una caloría equivale a 4,186 julios.
El primer principio es una ley de conservación de la energía. Afirma que, la energía no puede crearse ni destruirse
dejando a un lado las posteriores ramificaciones de la equivalencia entre masa y energía la cantidad de energía
transferida a un sistema en forma de calor más la cantidad de energía transferida en forma de trabajo sobre el sistema
debe ser igual al aumento de la energía interna del sistema. El calor y el trabajo son mecanismos por los que los
sistemas intercambian energía entre sí.

En cualquier máquina, hace falta cierta cantidad de energía para producir trabajo; es imposible que una máquina realice
trabajo sin necesidad de energía. Una máquina hipotética de estas características se denomina móvil perpetuo de
primera especie. La ley de conservación de la energía descarta que se pueda inventar nunca una máquina así. A veces,
el primer principio se enuncia como la imposibilidad de la existencia de un móvil perpetuo de primera especie.

SEGUNDO PRINCIPIO DE LA TERMODINÁMICA

La segunda ley de la termodinámica da una definición precisa de una propiedad llamada entropía. La entropía puede
considerarse como una medida de lo próximo o no que se halla un sistema al equilibrio; también puede considerarse
como una medida del desorden (espacial y térmico) del sistema. La segunda ley afirma que la entropía, o sea, el
desorden, de un sistema aislado nunca puede decrecer. Por tanto, cuando un sistema aislado alcanza una configuración
de máxima entropía, ya no puede experimentar cambios: ha alcanzado el equilibrio. La naturaleza parece pues
`preferir' el desorden y el caos. Puede demostrarse que el segundo principio implica que, si no se realiza trabajo, es
imposible transferir calor desde una región de temperatura más baja a una región de temperatura más alta.

El segundo principio impone una condición adicional a los procesos termodinámicos. No basta con que se conserve la
energía y cumplan así el primer principio. Una máquina que realizara trabajo violando el segundo principio se denomina
“móvil perpetuo de segunda especie”, ya que podría obtener energía continuamente de un entorno frío para realizar
trabajo en un entorno caliente sin coste alguno. A veces, el segundo principio se formula como una afirmación que
descarta la existencia de un móvil perpetuo de segunda especie.

TERCER PRINCIPIO DE LA TERMODINÁMICA

El segundo principio sugiere la existencia de una escala de temperatura absoluta con un cero absoluto de temperatura.
El tercer principio de la termodinámica afirma que el cero absoluto no puede alcanzarse por ningún procedimiento que
conste de un número finito de pasos. Es posible acercarse indefinidamente al cero absoluto, pero nunca se puede llegar
a él.

CALOR COMO ENERGIA

El calor de un cuerpo consiste en la energía cinética del movimiento desordenado de sus moléculas y la temperatura de
un cuerpo depende de la velocidad media de sus moléculas, a cuyo cuadrado es directamente proporcional.

Energía calorífica. El calor como manifestación es el poseído por un cuerpo es la suma de la energía cinética de todas
sus moléculas.

La idea de que el calor es una forma de energía es relativamente moderna. Joule y Mayer comprobaron que en los
fenómenos en que existe una transformación íntegra de trabajo en calor o viceversa, una determinada cantidad de
calor, produce la misma cantidad de trabajo, y a la inversa, el trabajo siempre origina el calor.

El calor es una forma de energía que existe en todos los cuerpos.

TRANSFERENCIA DE CALOR

Proceso por el que se intercambia energía en forma de calor entre distintos cuerpos, o entre diferentes partes de un
mismo cuerpo que están a distinta temperatura. El calor se transfiere mediante convección, radiación o conducción.
Aunque estos tres procesos pueden tener lugar simultáneamente, puede ocurrir que uno de los mecanismos predomine
sobre los otros dos. Por ejemplo, el calor se transmite a través de la pared de una casa fundamentalmente por
conducción, el agua de una cacerola situada sobre un quemador de gas se calienta en gran medida por convección, y la
Tierra recibe calor del Sol casi exclusivamente por radiación.

CONDUCCIÓN

En los sólidos, la única forma de transferencia de calor es la conducción. Si se calienta un extremo de una varilla
metálica, de forma que aumente su temperatura, el calor se transmite hasta el extremo más frío por conducción. No se
comprende en su totalidad el mecanismo exacto de la conducción de calor en los sólidos, pero se cree que se debe, en
parte, al movimiento de los electrones libres que transportan energía cuando existe una diferencia de temperatura. Esta
teoría explica por qué los buenos conductores eléctricos también tienden a ser buenos conductores del calor. En 1822,
el matemático francés Joseph Fourier dio una expresión matemática precisa que hoy se conoce como ley de Fourier de
la conducción del calor. Esta ley afirma que la velocidad de conducción de calor a través de un cuerpo por unidad de
sección transversal es proporcional al gradiente de temperatura que existe en el cuerpo (con el signo cambiado).

El factor de proporcionalidad se denomina conductividad térmica del material. Los materiales como el oro, la plata o el
cobre tienen conductividades térmicas elevadas y conducen bien el calor, mientras que materiales como el vidrio o el
amianto tienen conductividades cientos e incluso miles de veces menores; conducen muy mal el calor, y se conocen
como aislantes. En ingeniería resulta necesario conocer la velocidad de conducción del calor a través de un sólido en el
que existe una diferencia de temperatura conocida. Para averiguarlo se requieren técnicas matemáticas muy complejas,
sobre todo si el proceso varía con el tiempo; en este caso, se habla de conducción térmica transitoria. Con la ayuda de
ordenadores (computadoras) analógicos y digitales, estos problemas pueden resolverse en la actualidad incluso para
cuerpos de geometría complicada.

CONVECCIÓN

Si existe una diferencia de temperatura en el interior de un líquido o un gas, es casi seguro que se producirá un
movimiento del fluido. Este movimiento transfiere calor de una parte del fluido a otra por un proceso llamado
convección. El movimiento del fluido puede ser natural o forzado. Si se calienta un líquido o un gas, su densidad (masa
por unidad de volumen) suele disminuir. Si el líquido o gas se encuentra en el campo gravitatorio, el fluido más caliente
y menos denso asciende, mientras que el fluido más frío y más denso desciende. Este tipo de movimiento, debido
exclusivamente a la no uniformidad de la temperatura del fluido, se denomina convección natural. La convección
forzada se logra sometiendo el fluido a un gradiente de presiones, con lo que se fuerza su movimiento de acuerdo a las
leyes de la mecánica de fluidos.

Supongamos, por ejemplo, que calentamos desde abajo una cacerola llena de agua. El líquido más próximo al fondo se
calienta por el calor que se ha transmitido por conducción a través de la cacerola. Al expandirse, su densidad disminuye
y como resultado de ello el agua caliente asciende y parte del fluido más frío baja hacia el fondo, con lo que se inicia un
movimiento de circulación. El líquido más frío vuelve a calentarse por conducción, mientras que el líquido más caliente
situado arriba pierde parte de su calor por radiación y lo cede al aire situado por encima. De forma similar, en una
cámara vertical llena de gas, como la cámara de aire situada entre los dos paneles de una ventana con doble vidrio, el
aire situado junto al panel exterior —que está más frío— desciende, mientras que al aire cercano al panel interior —más
caliente— asciende, lo que produce un movimiento de circulación.

El calentamiento de una habitación mediante un radiador no depende tanto de la radiación como de las corrientes
naturales de convección, que hacen que el aire caliente suba hacia el techo y el aire frío del resto de la habitación se
dirija hacia el radiador. Debido a que el aire caliente tiende a subir y el aire frío a bajar, los radiadores deben colocarse
cerca del suelo (y los aparatos de aire acondicionado cerca del techo) para que la eficiencia sea máxima. De la misma
forma, la convección natural es responsable de la ascensión del agua caliente y el vapor en las calderas de convección
natural, y del tiro de las chimeneas. La convección también determina el movimiento de las grandes masas de aire
sobre la superficie terrestre, la acción de los vientos, la formación de nubes, las corrientes oceánicas y la transferencia
de calor desde el interior del Sol hasta su superficie.

RADIACIÓN

La radiación presenta una diferencia fundamental respecto a la conducción y la convección: las sustancias que
intercambian calor no tienen que estar en contacto, sino que pueden estar separadas por un vacío. La radiación es un
término que se aplica genéricamente a toda clase de fenómenos relacionados con ondas electromagnéticas. Algunos
fenómenos de la radiación pueden describirse mediante la teoría de ondas pero la única explicación general satisfactoria
de la radiación electromagnética es la teoría cuántica. En 1905, Albert Einstein sugirió que la radiación presenta a veces
un comportamiento cuantizado: en el efecto fotoeléctrico, la radiación se comporta como minúsculos proyectiles
llamados fotones y no como ondas. La naturaleza cuántica de la energía radiante se había postulado antes de la
aparición del artículo de Einstein, y en 1900 el físico alemán Max Planck empleó la teoría cuántica y el formalismo
matemático de la mecánica estadística para derivar una ley fundamental de la radiación. La expresión matemática de
esta ley, llamada distribución de Planck, relaciona la intensidad de la energía radiante que emite un cuerpo en una
longitud de onda determinada con la temperatura del cuerpo. Para cada temperatura y cada longitud de onda existe un
máximo de energía radiante. Sólo un cuerpo ideal (cuerpo negro) emite radiación ajustándose exactamente a la ley de
Planck. Los cuerpos reales emiten con una intensidad algo menor.

La contribución de todas las longitudes de onda a la energía radiante emitida se denomina poder emisor del cuerpo, y
corresponde a la cantidad de energía emitida por unidad de superficie del cuerpo y por unidad de tiempo. Como puede
demostrarse a partir de la ley de Planck, el poder emisor de una superficie es proporcional a la cuarta potencia de su
temperatura absoluta. El factor de proporcionalidad se denomina constante de Stefan-Boltzmann en honor a dos físicos
austriacos, Joseph Stefan y Ludwig Boltzmann que, en 1879 y 1884 respectivamente, descubrieron esta
proporcionalidad entre el poder emisor y la temperatura. Según la ley de Planck, todas las sustancias emiten energía
radiante sólo por tener una temperatura superior al cero absoluto. Cuanto mayor es la temperatura, mayor es la
cantidad de energía emitida. Además de emitir radiación, todas las sustancias son capaces de absorberla. Por eso,
aunque un cubito de hielo emite energía radiante de forma continua, se funde si se ilumina con una lámpara
incandescente porque absorbe una cantidad de calor mayor de la que emite.

Las superficies opacas pueden absorber o reflejar la radiación incidente. Generalmente, las superficies mates y rugosas
absorben más calor que las superficies brillantes y pulidas, y las superficies brillantes reflejan más energía radiante que
las superficies mates. Además, las sustancias que absorben mucha radiación también son buenos emisores; las que
reflejan mucha radiación y absorben poco son malos emisores. Por eso, los utensilios de cocina suelen tener fondos
mates para una buena absorción y paredes pulidas para una emisión mínima, con lo que maximizan la transferencia
total de calor al contenido de la cazuela.

Algunas sustancias, entre ellas muchos gases y el vidrio, son capaces de transmitir grandes cantidades de radiación. Se
observa experimentalmente que las propiedades de absorción, reflexión y transmisión de una sustancia dependen de la
longitud de onda de la radiación incidente. El vidrio, por ejemplo, transmite grandes cantidades de radiación
ultravioleta, de baja longitud de onda, pero es un mal transmisor de los rayos infrarrojos, de alta longitud de onda. Una
consecuencia de la distribución de Planck es que la longitud de onda a la que un cuerpo emite la cantidad máxima de
energía radiante disminuye con la temperatura. La ley de desplazamiento de Wien, llamada así en honor al físico
alemán Wilhelm Wien, es una expresión matemática de esta observación, y afirma que la longitud de onda que
corresponde a la máxima energía, multiplicada por la temperatura absoluta del cuerpo, es igual a una constante, 2.878
micrómetros-Kelvin. Este hecho, junto con las propiedades de transmisión del vidrio antes mencionadas, explica el
calentamiento de los invernaderos. La energía radiante del Sol, máxima en las longitudes de onda visibles, se transmite
a través del vidrio y entra en el invernadero. En cambio, la energía emitida por los cuerpos del interior del invernadero,
predominantemente de longitudes de onda mayores, correspondientes al infrarrojo, no se transmiten al exterior a
través del vidrio. Así, aunque la temperatura del aire en el exterior del invernadero sea baja, la temperatura que hay
dentro es mucho más alta porque se produce una considerable transferencia de calor neta hacia su interior. Además de
los procesos de transmisión de calor que aumentan o disminuyen las temperaturas de los cuerpos afectados, la
transmisión de calor también puede producir cambios de fase, como la fusión del hielo o la ebullición del agua. En
ingeniería, los procesos de transferencia de calor suelen diseñarse de forma que aprovechen estos fenómenos. Por
ejemplo, las cápsulas espaciales que regresan a la atmósfera de la Tierra a velocidades muy altas están dotadas de un
escudo térmico que se funde de forma controlada en un proceso llamado ablación para impedir un sobrecalentamiento
del interior de la cápsula. La mayoría del calor producido por el rozamiento con la atmósfera se emplea en fundir el
escudo térmico y no en aumentar la temperatura de la cápsula.

CAPACIDAD TÉRMICA Y CALOR ESPECÍFICO

Suponga que a un cuerpo A se le proporciona una cantidad de calor igual a 100 cal, y que su temperatura se eleva
20°C. Pero si se suministra esa misma cantidad de calor (100 cal) a otro cuerpo., B, podemos observar un aumento de
temperatura diferente, por ejemplo, 10°C. Por tanto, al proporcionar la misma cantidad de calor a los cuerpos distintos,
en general, éstos presentan diferentes variaciones en sus temperaturas. Para caracterizar este comportamiento de los
cuerpos se define una magnitud, llamada capacidad térmica, de la siguiente manera:

Si un cuerpo recibe una cantidad de calor Q y su temperatura varía en t, la capacidad térmica de este cuerpo está dada
por

C=Q

El valor de la capacidad térmica varía de un cuerpo a otro. Independientemente de que estén hechos del mismo
material, dos cuerpos pueden tener distintas capacidades térmicas, pues sus masas pueden ser diferentes. De modo
que si tomamos bloques hechos del mismo material, de masas m1, m2,m3, etc, sus capacidades térmicas C1,C2,C3,
etc., serán distintas. Pero se halla que al dividir la capacidad térmica de cada bloque entre su masa, se obtiene el
mismo resultado para todos los cuerpos, es decir,

C1 = C2 = C3 = …constante

m1 m2 m3

Calor específico. De acuerdo con la teoría cinética de la materia, los átomos individuales de cualquier sustancia estan
en estado de rápido movimiento. A medida que el cuerpo se calienta a una temperatura más elevada, crece su
movimiento átomico y el cuerpo se dilata. Cuando un cuerpo se enfria disminuye el movimiento átomico y el cuerpo se
contrae. El calor es una forma de energía y es debido a la energía cinética del movimiento molecular.

TRABAJO TÉRMICO

EL hombre primitivo acudió a la transformación de trabajo en calor para procurarse fuego.


En todos los rozamientos hay conversión de trabajo en calor. Puedes darte cuenta frotándote las manos y también
cuando le ponemos aire a los neumáticos. En los frenos también se convierte en calor el trabajo de rozamiento.

Si el trabajo se puede transformar en calor, recíprocamente, el calor también se puede transformar en trabajo.

Las máquinas de vapor, las turbinas de vapor y los motores de los coches y de los aviones funcionan a base de
transformar en trabajo la energía calorífica la energía calorífica desprendida en una combustión.

Cuando se efectúa un trabajo mecánico se produce cierta cantidad de calor. El trabajo se mide en joules o en
kilográmetros y el calor se mide en calorías.

MÁQUINA DE VAPOR

Dispositivo mecánico que convierte la energía del vapor de agua en energía mecánica y que tiene varias aplicaciones en
propulsión y generación de electricidad. El principio básico de la máquina de vapor es la transformación de la energía
calorífica del vapor de agua en energía mecánica, haciendo que el vapor se expanda y se enfríe en un cilindro equipado
con un pistón móvil. El vapor utilizado en la generación de energía o para calefacción suele producirse dentro de una
caldera. La caldera más simple es un depósito cerrado que contiene agua y que se calienta con una llama hasta que el
agua se convierte en vapor saturado. Los sistemas domésticos de calefacción cuentan con una caldera de este tipo,
pero las plantas de generación de energía utilizan sistemas de diseño más complejo que cuentan con varios dispositivos
auxiliares. La eficiencia de los motores de vapor es baja por lo general, lo que hace que en la mayoría de las
aplicaciones de generación de energía se utilicen turbinas de vapor en lugar de máquinas de vapor.

En una máquina de vapor, la válvula de corredera o deslizamiento envía alternativamente el vapor a los dos extremos
del cilindro para mover el pistón.

CAMBIO DE FASE

La aplicación contínua de calor a un líquido o a un sólido resultará eventualmente en un cambio de fase. Para ilustrar el
comportamiento general de muchas sustancias podemos recurir a una descripción detallada de los cambios que se
producen en el líquido más común de todos, el agua. Si se coloca un bloque de hielo, a una temperataura de -50°C , en
un cazo que colocamos luego dentro de una estufa podremos calentar lentamente hastas que se alcancen 0°C . A 0°C
la temperatura deja de aumentar y empieza a fundirse el hielo. A medida que se sigue aplicando calor, la masa de hielo
funde cada vez más; hasta que no se ha producido la total conversión del hielo en agua no se registra ningún aumento
más de temperatura. Luego el agua se va calentando hasta alcanzar una temperatura de 100°C , momento en que da
comienzo a una vigorosa ebullición. A quí vuelve a detener la temperatura su crecimiento y, a medida que se aplica más
calor, el agua va hirviendo y transformándose en vapor. Finalmente, cuando todo el agua se ha convertido en vapor a
100°C, la temperatura vuelve a crecer.

FUSIÓN

Cambio de una sustancia del estado sólido al líquido, normalmente por aplicación de calor. El proceso de fusión es el
mismo que el de fundición, pero el primer término se aplica generalmente a sustancias como los metales, que se licúan
a altas temperaturas, y a sólidos cristalinos. Cuando una sustancia se encuentra a su temperatura de fusión, el calor
que se suministra es absorbido por la sustancia durante su transformación, y no produce variación de su temperatura.
Este calor adicional se conoce como calor de fusión. El término fusión se aplica también al proceso de calentar una
mezcla de sólidos para obtener una disolución líquida simple, como en el caso de las aleaciones.

SOLIDIFICACIÓN

Cambio de líquido al estado sólido que ocurre cuando se retira calor de la sustancia. Para sustancias puras, esto ocurre
a una temperatura característica llamada punto de congelación o punto de solidificación. Este depende de la presión,
así que se suele medir a presión atmosférica normal. Las impurezas haces descender por lo general el punto de
congelación.

VAPORIZACIÓN

Cambio de estado de sólido a líquido a gas (o vapor). La evaporización puede tener lugar a cualquier temperatura; la
tasa aumenta con la temperatura. Se presenta porque algunas moléculas tienen suficiente energía para escapar a la
fase gaseosa (si están cerca de la superficie y se mueven en dirección adecuada). Como estas son las moléculas con
más alta energía cinética, la vaporización produce enfriemiento de líquido.

SUBLIMACIÓN
Si colocamos una bola de naftalina en el interior de un armario, observamos que pasa del estado de vapor sin antes
pasar por el líquido, es decir, se produce la sublimación de la naftalina. Este hecho también se produce con el CO2
sólido, y por ello se le denomina comunmente “hielo seco”. Aunque sean pocas las sustancias que se subliman en las
condiciones del ambiente podemos observar que este fenómeno puede producirse con cualquier sustancia, y ello
depende de la temperatura y de la presión a la que este sometida.

PUNTO TRIPLE

Condiciones de temperatura y presión a las que pueden coexistir en equilibrio las tres fases de una sustancia pura:
sólida, líquida y gaseosa.

Un gráfico de la presión frente a la temperatura que muestra los intervalos en los que pueden existir las distintas fases
se denomina diagrama de fases. En el del agua, mostrado aquí, las líneas AB y BC representan las curvas de presión de
vapor del hielo y el agua líquida respectivamente. La línea BD muestra el efecto que un aumento de la presión tiene
sobre el punto de congelación. La pendiente de esa línea indica que un aumento de la presión disminuye el punto de
congelación. Esto es lo contrario de lo que ocurre con la mayoría de los demás líquidos, y se debe al hecho de que el
agua —a diferencia de otros líquidos— se expande al congelarse

En la región ABD, el hielo es la única fase estable; en DBC y ABC, las únicas fases estables son, respectivamente, el
agua y el vapor de agua. En el punto de intersección B, la temperatura es de 0,01 ºC, y tanto el hielo como el agua
tienen la misma presión de vapor: 610,5 pascales. B es el punto triple del agua.

A diferencia del punto de congelación y del punto de ebullición, que dependen de la presión, el punto triple es una
propiedad fija. Se utiliza para definir el kelvin, la unidad de temperatura termodinámica. Por definición, hay
exactamente 273,16 K entre el punto triple del agua y el cero absoluto.

La temperatura del punto triple para cualquier sustancia pura es muy próxima a la de fusión, puesto que la variación de
esta última con la presión es muy pequeña.

EJEMPLOS ILUSTRADOS

Presión

Al clavar un clavo ejercemos mucha presión porque se aplica mucha fuerza en una área muy pequeña. Al acostarse en
una cama de clavos no nos causa dolor porque la fuerza que ejerce nuestro cuerpo se reparte en toda al área en que
estamos acostados.

Densidad

Cuando aplastamos una barra de pan su volumen disminuye y su densidad aumenta. Al comprimir una esponja
aumentamos su densidad.

Principio de Pascal

En un vaso de agua la presión en los puntos 1, 2 y 3 se transmite por igual en las mismas direcciones.

Principio de Arquímedes

Si sumergimos una roca en un recipiente de agua, la roca desplazará un volumen de agua igual a su propio volumen

Dilatación de líquidos
Un ejemplo muy claro de dilatación de líquidos se da en los termómetros de Mercurio o de alcohol.

Dilatación de sólidos

Al construir y diseñar los puentes de las ciudades se toma en cuanta la dilatación en el material de construcción que
puede provocar el aumento de temperatura.

Transfomación isotérmica

Cuando un gas se expande con servando su temperatura inicial

Transformación isobárica

Cuando un gas se transforma al aumentar su temperatura pero con una presión constante.

Ley de Avogadro

A temperatura de 16° C, 345 mm de Hg y en un espacio de 12m3 en dos recipientes idénticos que contienen, uno Helio
y en otro Oxígeno, hay el mismo número de moléculas de cada gas.

Conducción

Al calentar una barra de metal con una vela el calor se transmite por conducción lo mismo que al abrazar a alguien.

Convección

Al poner a calentar una olla de agua en la estufa las diferencias en la temperatura provocan movimiento en el fluido y
así se transmite el calor por convección.

Radiación

Al iluminar una escultura con un reflector, la escultura se calentará por radiación.

Fusión

Al sostener un hielo en las manos el hielo se funde porque aumenta su temperatura.

Solidificación

Al apagar una vela la cera se solidifica porque disminuye su temperatura.

Vaporización

Al bañarnos con agua muy caliente algunas moléculas de agua, por tener gran energía, se escapan a la fase gaseosa.

Sublimación

En los carros de paletas que tienen hielo seco al abrir la hielera sale gas. Esto sucede porque en CO2 congelado se está
sublimando.

BIBLIOGRAFÍA

Alvarenga y Máximo. Física general con experimentos sencillos. Oxford. México DF. 1997.

Diccionario de Física. Norma. Cali, Colombia. 1992.

García Sánchez. La Física de hoy: tercer curso. SEP. México DF.

Hewitt. Física conceptual. Addison-Wesley Iberoamericana. México DF. 1995.


Smooth, Price y Smith. Química. Un curso moderno. México DF. 1988.

Murphy y Smooth. Física: Principios y problemas. CECSA. México DF. 1989.

Microsoft Corporation. Enciclopedia Encarta 2000. 2000.

1
Sábado, 16
La Laguna
Tenerife Norte abril 2005
Tenerife Sur
La Palma
Islas
Canarias
Vivir,
Sociedad Evangelista Torricelli De la bomba
Sucesos
Cultura, Campus de agua a la invención del
Dinero y Trabajo
Nacional barómetro
Internacional
Venezuela
Jornada
Si nos sentamos a ver las noticias, podremos escuchar al hombre del tiempo
Deportiva decir que hay una región de bajas presiones al norte de Baleares, y que se
Esquelas mantienen las altas presiones alrededor de las Azores o algo por el estilo.
Gente Sabemos que se está refiriendo a la presión atmosférica y que la presión
Agenda atmosférica se mide con un barómetro. Cualquier escolar un poquito
zon@web avispado nos dirá que el barómetro lo inventó Torricelli, y nos describirá su
Comunicación
Programación
famoso experimento que, como es bien sabido, consiste en tomar un tubo de
TV más o menos un metro de longitud, llenarlo de mercurio, taparlo con el dedo
Última e invertirlo sobre una cubeta de mercurio, observando que la columna se
mantiene en el tubo hasta aproximadamente los tres cuartos del mismo.
SERVICIOS
Loterías
Sin embargo, lo que no resulta tan conocido es el hecho de que el famoso
Mercados de
valores experimento de Torricelli tuvo que ver en su inicio no con un afán de medir la
Subvenciones presión atmosférica, sino con un problema aparentemente mucho más
Teléfonos cotidiano, como es el intento de elevación de agua de un pozo con la ayuda
útiles de una bomba.
Publicidad
Difusión
Calculadora Evangelista Torricelli nació en 1608 en Faenza ciudad del norte de Italia,
de anuncios cerca de Rávena, hoy famosa por sus cerámicas de loza fina. Educado en un
clasificados colegio jesuita, continuó su formación de la mano de su tío Benedetto
Suscripciones Castelli, enseñante de la Universidad de Roma. Torricelli fue desde muy
Conózcanos joven admirador de Galileo Galilei (1564-1642), cuyos trabajos acerca de la
Cartas al
Director
teoría heliocéntrica había leído con detenimiento. Sin embargo su atención
estuvo de inicio centrada en las matemáticas, cuyos trabajos reuniría
posteriormente en 1644 en la obra Opera Geométrica, en cuya segunda
parte, titulada "De motu gravium", aborda el problema, ya tratado por Galileo,
del movimiento parabólico de los proyectiles. Impresionado por los primeros
escritos de su discípulo y sobrino, Castelli le escribe a Galileo con el objeto
de que éste tome a Torricelli como su asistente, lo cual tiene lugar finalmente
en Octubre de 1641, si bien por un corto periodo de tiempo, ya que Galileo
fallece en Enero de 1642. Torricelli, sin embargo, permanece en Florencia al
servicio de Ferdinando II, Gran Duque de Tuscany, mostrando su habilidad
como constructor de instrumentos y abordando numerosos problemas, como
el referido inicialmente, hasta que la muerte lo sorprende en 1647 a la
temprana edad de 39 años.

Volviendo al problema al que nos referíamos al comienzo del artículo, hemos


de señalar que el uso de bombas de mano para elevar el agua de los ríos y
pozos ya comenzó a extenderse en las ciudades europeas del Renacimiento.
El funcionamiento de las bombas en esta época era muy similar al usado
hasta hace muy poco en algunas casas antiguas: un pistón ajustado a un
cilindro metálico con un par de lengüetas de cuero que permitían o cerraban
el paso del agua según el recorrido del mismo. Al subir el pistón, el agua
acompañaba el recorrido de éste llenando el espacio vacío dejado por el
pistón, según el principio enunciado por Aristóteles de que la naturaleza
Contenido
Apunte de aerostática: La aerostática frente a la hidrostática. La compresibilidad de los
gases. Ley de Boyle. La presión atmosférica. Manómetros y barómetros.

AEROSTATICA
La aerostática frente a la hidrostática
Desde un punto de vista mecánico,la diferencia fundamental entre líquidos y gases
consiste en que estos últimos pueden ser comprimidos. Su volumen, por tanto, no es
constante y consiguientemente tampoco lo es su densidad. Teniendo en cuenta el papel
fundamental de esta magnitud física en la estática de fluidos, se comprende que el
equilibrio de los gases haya de considerarse separadamente del de los líquidos.

Así, la ecuación fundamental de la hidrostática no puede ser aplicada a la aerostática. El


principio de Pascal, en el caso de los gases, no permite la construcción de prensas
hidráulicas. El principio de Arquímedes conserva su validez para los gases y es el
responsable del empuje aerostático, fundamento de la elevación de los globos y
aeróstatos. Sin embargo, y debido a la menor densidad de los gases, en iguales
condiciones de volumen del cuerpo sumergido, el empuje aerostático es
considerablemente menor que el hidrostático.

La compresibilidad de los gases. Ley de Boyle.


El volumen del gas contenido en un recipiente se reduce si se aumenta la presión. Esta
propiedad que presentan los gases de poder ser comprimidos se conoce como
compresibilidad y fue estudiada por el físico inglés Robert Boyle (1627-1691). Si se
dispone de un cilindro con un émbolo móvil que puede modificar el volumen de aquél y
se introduce un gas en su interior, el volumen ocupado por el gas variará con la presión
del émbolo de tal modo que su producto se mantiene constante si la temperatura es
constante durante el experimento. Es decir:

p.V = constante (5.9)

Ello significa que a temperatura constante la presión y el volumen de un gas son


magnitudes inversamente proporcionales

P = constante/V

y por tanto la representación gráfica de p frente a V corresponde a una hipérbola


equilátera. Este resultado se conoce como ley de Boyle y describe de forma aproximada
el comportamiento de un gas en un amplio rango de presiones y volúmenes. No
obstante, a temperaturas elevadas o a presiones elevadas, para las cuales el gas se
aproxima bastante al estado líquido, la ley de Boyle deja de cumplirse con una precisión
razonable.
La presión atmosférica
Del mismo modo que existe una presión hidrostática en los líquidos asociada al peso de
unas capas de líquido sobre otras, las grandes masas gaseosas pueden dar lugar a
presiones considerables debidas a su propio peso. Tal es el caso de la atmósfera. La
presión del aire sobre los objetos contenidos en su seno se denomina presión
atmosférica.

La ley de variación de la presión atmosférica con la altura es mucho más complicada


que la descrita por la ecuación fundamental de la hidrostática p = p0 + ρ g h . Al tratarse
de un fluido compresible, la densidad no es constante, sino que varía con la presión;
pero además, para variaciones importantes de la altura el valor de g tampoco se
mantiene constante. Esta dependencia mutua de las variables que aparecen en la anterior
ecuación hace que el cálculo preciso de la presión atmosférica en un punto determinado
sea una tarea compleja que proporciona tan sólo resultados aproximados.

La primera comprobación experimental de la existencia de una presión asociada al aire


fue efectuada por Evangelista Torricelli (1608-1647). El experimento de Torricelli
consistió en llenar de mercurio un tubo de vidrio de más de un metro de largo, cerrarlo
provisionalmente e invertirlo sumergiéndolo en una gran cubeta con mercurio. Cuando
abrió el extremo del tubo sumergido observó que éste sólo se vaciaba en parte,
quedando en su interior una columna de mercurio de unos setenta y seis centímetros.

Este resultado fue interpretado como una prueba de que la presión del peso del aire
actuando sobre la superficie libre del mercurio de la cubeta era capaz de soportar el peso
de la columna. En el espacio restante del tubo se había producido el primer vacío de la
historia de la física que se conoce como vacío de Torricelli. La presión correspondiente
a una columna de mercurio de 760 mm de altura define, precisamente, la atmósfera
(atmósfera) como unidad de presión.

Además de con la altura, la presión atmosférica varía con la temperatura y con la


humedad y, en general, con el estado del tiempo, por lo que constituye una magnitud
decisiva en el análisis y en la predicción meteorológicos. Las primeras variaciones de la
presión atmosférica de un día a otro fueron observadas por el propio Torricelli con su
dispositivo, que fue precursor de los actuales barómetros.

Manómetros y barómetros
Un manómetro es un aparato que sirve para medir la presión de los gases contenidos en
recipientes cerrados. Existen, básicamente, dos tipos de manómetros: los de líquidos y
los metálicos. Los manómetros de líquidos emplean, por lo general, mercurio que llena
un tubo en forma de J. El tubo puede estar o abierto por ambas ramas o abierto por una
sola. En ambos casos la presión se mide conectando al recipiente que contiene el gas el
tubo por su rama inferior y abierta y determinando el desnivel h de la columna de
mercurio entre ambas ramas. Si el manómetro es de tubo abierto entonces es necesario
tomar en cuenta la presión atmosférica p0 en la ecuación:

p = p0 ± ρ .g.h
Si es de tubo cerrado, la presión vendrá dada directamente por p = ρ .g.h. Los
manómetros de este segundo tipo permiten, por sus características, la medida de
presiones elevadas. En los manómetros metálicos la presión del gas da lugar a
deformaciones en una cavidad o tubo metálico. Estas deformaciones se transmiten a
través de un sistema mecánico a una aguja que marca directamente la presión del gas
sobre una escala graduada.

El barómetro es el aparato con el que se mide la presión atmosférica. Como en el caso


de los manómetros, los hay también de mercurio y metálicos. Los primeros se basan en
el dispositivo utilizado por Torricelli en sus experimentos. El llamado barómetro de
fortín es, de hecho, una reproducción mejorada del aparato de Torricelli. Su cubeta
posee un fondo compuesto de un material flexible, por lo que puede ser alterado
mediante un tornillo auxiliar con el fin de conseguir ajustar el nivel del mercurio de la
cubeta al cero de la escala graduada cada vez que se efectúa una medida. Los
barómetros de sifón son simples manómetros de tubo cerrado en los cuales la rama corta
del tubo en J hace las veces de cubeta y la rama larga de tubo de Torricelli.

Los barómetros metálicos o aneroides constan de una caja metálica de paredes


relativamente elásticas, en cuyo interior se ha efectuado el vacío. Un resorte metálico
hace que las paredes de la caja estén separadas. En su ausencia dichas paredes tenderían
a aproximarse por efecto de la presión exterior. Por igual procedimiento variaciones en
la presión atmosférica producen cambios en la forma de la caja que se transmiten al
resorte y éste los indica, a través de un mecanismo de amplificación, sobre una escala
graduada en unidades de presión. Los barómetros metálicos pueden mortificarse de
forma que sus resultados queden registrados en un papel. De este modo se puede
disponer de información sobre cómo varía la presión atmosférica con el tiempo.

APLICACION DEL PRINCIPIO DE ARQUIMEDES


Un globo de goma tiene 8 g de masa cuando está vacío. Para conseguir que se eleve se
infla con gas de ciudad. Sabiendo que la densidad del aire es de 1,29 kg/m ³ y la del gas
de ciudad 0,53 kg/m ³ determinar el volumen que, como mínimo, ha de alcanzar el
globo para que comience a elevarse. Para que el globo inicie el ascenso, la fuerza del
empuje ha de ser superior a la del peso:

E>P

En virtud del principio de Arquímedes:

E = V.δ aire.g

ya que en este caso el fluido desalojado es el aire. Por otra parte, el peso P será la suma
del peso del globo más el peso del gas ciudad que corresponde al volumen V, es decir:

P = 8.10-³ kg.g + V.δ gas.g


V = δ aire.g > 8.10-³ kg.g + V.δ gas.g
V.(δ aire - δ gas) > 8.10-³ kg

V > 8.10-³ kg/(δ aire - δ gas) = 8.10-³ kg/[(1,29 - 0,53) kg/m ³] = 10,5.10-³ m ³
El volumen mínimo será, por tanto, de 10,5 litros.

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Todo el mundo se ha cruzado alguna vez


en su vida con el concepto de vacío.
Aparentemente, este es simple: ausencia
de cualquier cosa. Y en esa misma
definición habita la trampa. Lo que
supuestamente es un concepto que
apenas ofrece discusión, puede llevarnos
a largas tardes de entretenida tertulia. Acerquémonos a una breve
historia del vacío.

Breve historia del vacío


Aristóteles fue una de las primeras personas que argumentó en
relación con la existencia del vacío. Él era contrario a su
presencia arguyendo sobre la imposibilidad de que algún espacio
estuviera vacío. Dicha disertación aparece en el libro IV de su
Física. Así, algunos fenómenos como la dificultad en despegar
una ventosa, o separar las partes de un fuelle del que se ha
expulsado el aire, se interpretaban como la tendencia que
presentaba la naturaleza a no quedarse sin aire en ningún lugar:
principio del horror vacui o natura abhorret vacuum, la naturaleza
aborrece el vacío.

Pero en 1643, Evangelista Torricelli realizó un experimento que


tiró por tierra el pensamiento predominante hasta la fecha. Este,
llenó totalmente un tubo de vidrio con mercurio tapando su
orificio. Posteriormente lo volcó sobre una cubeta también
repleta de mercurio. Observó, entonces, como el mercurio del
tubo descendía una cierta altura. Esto le permitió tres cosas: por
un lado pudo calcular la presión atmosférica, por otro demostró
la facilidad para generar el vacío y por último le consintió
explicar que los efectos atribuidos al horror vacui eran debidos
en realidad a la presión del aire. Poco a poco la tesis de Torricelli
fue ganando adeptos y se impuso, realizándose multitud de
experimentos que se diseñaron para confirmar la existencia del
vacío.

Así, es famosa la exhibición datada en 1654 de las esferas de


Magdeburgo, realizada por Otto von Guerike quien, tras construir
la primera bomba de vacío, extrajo el aire contenido entre dos
hemisferios de cobre y mostró cómo la fuerza de 16 caballos de
tiro era insuficiente para separarlas. Durante los años
posteriores, se fue experimentando con el vacío para estudiar
sus propiedades tales como la incapacidad para transmitir las
ondas longitudinales sonoras.

Llegado el siglo XIX el concepto de vacío adquirió nuevos y


sutiles matices. Para ilustrarlo hagamos un experimento
imaginario. Supongamos que disponemos de un cilindro hueco en
cuyo interior podemos desplazar un émbolo que se ajusta a él
herméticamente. Si inicialmente este estuviera situado adosado
a la base del cilindro y estiráramos de él, dejaría tras de sí un
hueco en el que evidentemente existiría el vacío. Al soltar el
émbolo, de nuevo se adheriría a la base del cilindro por efecto de
la presión atmosférica. Pero curiosamente, si no lo soltáramos
muy rápidamente, sino que esperáramos unos instantes,
comprobaríamos cómo el émbolo se retiraría hacia la base
dejando un hueco entre esta y él. Por tanto, algo habría entrado
en el interior del cilindro. Según los físicos del siglo XIX, dicho
espacio estaría ocupado por radiación térmica procedente de las
paredes del cilindro. Dicha radiación es isótropa y homogénea, y
se desenvuelve frente a la compresión como lo hacen los gases,
es decir, aumentando su presión y temperatura.

En el último cuarto del siglo pasado, se desarrolló la conocida ley


de Stefan-Boltzman que nos decía que la intensidad de radiación
térmica (o dicho en otras palabras, la energía por unidad de
volumen) es proporcional a la cuarta potencia de la temperatura
absoluta. De este modo, si la temperatura absoluta se hacía nula,
la intensidad de radiación térmica también valdría cero. Se
concluía de aquí que en el hipotético caso de alcanzar el cero
absoluto, tampoco existiría radiación térmica, con lo que el vacío
a esta temperatura no solo se encontraría exento de materia,
sino también de radiación térmica.

A mediados del siglo XX, un investigador de la compañía Philips,


llamado Hendrik Casimir propuso un experimento para averiguar
la fuerza con que se atraerían dos placas conductoras
descargadas en el vacío. Su experimento se basaba en el hecho
de que en ausencia de fuerzas electrostáticas en el espacio vacío
solamente habría ondas electromagnéticas, las cuales
transmitirían parte de su momento a las placas. Dado que estas
ondas chocarían en ambos lados de las placas, las fuerzas
ejercida por ellas tenderían a anularse, quedando una fuerza
residual que sería proporcional al tamaño de las placas,
dependería de la distancia entre ambas y del espectro de la
radiación circundante. A esto se le conoce como efecto Casimir.
Es evidente que para que estos argumentos fueran coherentes
con los que se dedujeron a finales del siglo XIX, a medida que
descendiera la temperatura absoluta, también lo debía hacer la
fuerza residual hasta desaparecer una vez se alcanzara el cero.

En 1958, el holandés Marcus Sparnaay realizó experimentos para


estudiar el efecto Casimir. Su sorpresa fue que la fuerza residual
no tendía a cero al disminuir la temperatura, sino que se
observaba la existencia de una fuerza mínima, que no se podía
disminuir más, aunque se redujera la temperatura.

Estos resultados condujeron a una nueva modificación del


concepto de vacío adoptado en el siglo anterior. El efecto Casimir
obligaba a concluir que no existía el vacío absoluto. Lo máximo a
que se podía tender en una región del espacio era a vaciarlo de
todo salvo de esa radiación residual que se denominó radiación
del punto cero.

No obstante surge un aparente problema en relación con el


experimento del émbolo. Si no podemos ignorar nunca esta
radiación del punto cero, ¿por qué al soltar rápidamente el émbolo
este vuelve a contactar con el fondo del cilindro? La explicación
radica en las características de dicha radiación. Esta es homogénea
e isótropa y además insensible a la compresión.

A modo de resumen
Los antiguos no concebían la existencia de una región del
espacio en la que permaneciera un vacío absoluto (libre de
‘todo’). Posteriormente, el experimento de Torricelli demostró la
posibilidad real de ‘vaciar’ de materia un determinado espacio
aunque condujo a una definición de vacío absoluto errónea ya que
no incluía la existencia de radiación térmica. En el siglo XIX se
constató la presencia de dicha radiación y se pronosticó la
posibilidad de obtener el vacío absoluto (libre incluso de
radiación térmica) si se lograba alcanzar el cero absoluto. Por
último, el efecto Casimiracabó de transformar el concepto de
vacío, dejándolo en un punto tal que este se definiría como aquella
región del espacio en que únicamente sobreviviría la radiación del
punto cero.
Algunos experimentos caseros para ‘notar’ la presión
atmosférica

Con objeto de poder experimentar la atmósfera que nos rodea, se


presentan a continuación un par de experimentos muy sencillos
que hacen evidente su presencia.

El papel de periódico mágico


Este primer experimento consiste en colocar una regla de
plástico en el borde de una mesa sobresaliendo
aproximadamente su mitad. Si sobre esta mitad dejamos caer un
objeto no muy pesado (por ejemplo un trozo de tiza o una
pequeña goma de borrar) observaremos cómo la regla cae
irremediablemente de la mesa.

Si ahora colocamos una liviana hoja de papel de periódico


totalmente extendida sobre la mitad de la regla situada en la
mesa, comprobaremos cómo en esta ocasión la regla no se
precipita. La explicación, evidentemente, se encuentra en la
presión atmosférica que ejerce una fuerza tal sobre el papel (y
por tanto sobre la regla) que impide su caída.

La botella arrugada
En esta ocasión nos haremos con una simple botella de plástico
flexible del tipo de las que se emplean para bebidas refrescantes
que podemos encontrar en cualquier establecimiento de
comestibles. Calentaremos agua hasta aproximadamente su
ebullición y llenaremos alrededor de la mitad de la botella.
Dejaremos que salga un poco de vapor y cerraremos la botella,
permitiendo que se enfríe. A medida que baje la temperatura,
comprobaremos cómo el recipiente se va arrugando
paulatinamente. En este caso la razón de dicho encogimiento
estriba en dos causas. Por un lado, el vapor que ha salido de la
botella habrá empujado parte del aire que quedaba en la mitad
vacía y por otro lado, el enfriamiento produce una condensación
del vapor pasando a fase líquida. Ambas circunstancias hacen que
la presión en el interior de la botella sea inferior a la atmosférica y
conduce a su aplastamiento.

Bibliografía
A. Ribas Massana, Biografía del vacío. Su historia científica y
filosófica desde la Antigüedad a la Edad Moderna, Destino,
Barcelona, 1997.
Ch. Webster, De Paracelso a Newton: la magia en la creación de la
ciencia moderna, FCE, México, 1988.
E. Grant, Much ado about nothing. Theories of space and vacuum
from the Middle Ages to the Scientific Revolution, Cambridge
Univ. Press, 1981.
F. Chen y U. Mohideen, 2002, Demonstration of the lateral Casimir
force Phys. Rev. Lett. 88 101801
K. A. Milton, 2001, The Casimir Effect: Physical Manifestations of
Zero-point Energy (World Scientific, Singapore)
Th. E. Madey & W. C. Brown (eds.), History of Vacuum Science and
Technology, American Institute of Physics, New York, 1983.

1.INTRODUCCION

EXPERIMENTO DE TORRICELLI:

El barómetro es un aparato que permite medir la presión atmosférica (del griego báros =
presión, metrón = medida). Torricelli ideó el primer barómetro tratando de explicar por
qué las bombas aspirantes no pueden hacer subir al agua más allá de cierta altura.

El barómetro de mercurio de Torricelli es posible de construir muy fácilmente: se llena


con mercurio un tubo delgado de vidrio de unos 80 cm. de longitud y cerrado por un
extremo; se tapa por el otro extremo y se sumerge en una cubeta la cual también
contiene mercurio; si entonces se destapa se verá que el mercurio del tubo desciende
unos centímetros, dejando en la parte superior un espacio vacío, es la llamada cámara
barométrica o "vacío de Torricelli".

La altura de la columna de mercurio en el tubo, medida desde la superficie del mercurio


de la cubeta, es de 760 mm al nivel del mar bajo condiciones normales. Torricelli dijo
que la presión ejercida por la atmósfera sobre la superficie libre de mercurio de la
cubeta, era suficiente para equilibrar la presión ejercida por la columna. La altura de
dicha columna constituye, por lo tanto, una medida de presión atmosférica. Lo mismo
puede decirse de una columna de agua que, a causa del menor peso específico, puede
ascender en el tubo de una bomba aspirante a una altura de 10 m: exactamente a 10.33
m = 0.76*13.59, siendo 13.59 el peso específico del mercurio.

Posteriormente, habiendo observado que la presión atmosférica disminuye en


proporción a la altitud sobre el nivel del mar y comprobada la dependencia entre
condiciones atmosféricas y presión, se trató de idear otros barómetros de mercurio más
adecuados al uso normal, entre ellos el llamado "sifón". Esquemática mente, este
barómetro consiste en un tubo en U, en el cual uno de los brazos es cerrados (de 1 m de
longitud) y el otro es corto y abierto. Este tubo con tiene mercurio. Al variar la presión
atmosférica, varía la diferencia de niveles de mercurio en las dos ramas

CAPSULA ANEROIDE:

Es el aparato que todos tenemos en casa. Se fundamenta


en la deformación que la presión atmosférica produce en
una cápsula metálica (cobre o berilio), ondulada, elástica
y cerrada (Cápsula de Vidi), en la que se ha hecho el
vacío casi absoluto, a fin de que la temperatura del aire
que contiene no influya en las indicaciones del aparato.
El hecho de que la superficie de la cápsula sea ondulada
se debe a que de esta manera aumenta la superficie sin
afectar su resistencia. En el interior de la cara ondulada de la cápsula, y para evitar que
se aplaste con la presión del aire, se coloca un resorte.. Una aguja indicadora señala la
presión en un círculo graduado. Debido a la inercia que este instrumento tiene debido a
su elasticidad, conviene golpearlo suavemente con los dedos antes de realizar la lectura.
de esta manera la aguja se pone en su punto.

Para medir la presión se usa el barómetro de mercurio (se basa en la experiencia de


Torricelli). El barómetro aneroide (se basa en la deformación que se produce como
consecuencia de las variaciones de presión en una caja metálica de paredes flexibles, en
la que se ha hecho vacío. La deformación de la cápsula aneroide es transmitida a una
aguja que marca la presión sobre un círculo graduado o en un tambor giratorio en el que
queda inscripta una línea continua que representa la variación de la presión con el
tiempo, en este caso se llama barógrafo.

TUBOS DE PITOT-ESTATICA:

El tubo de Pitot puede ser definido como el instrumento para medir velocidades de un
flujo mediante la diferencia de presiones estática y dinámica en una línea de corriente.

La explicación de su
funcionamiento y
principio se complementa
con la figura al costado.

Supóngase un fluido que


circula a través de una
tubería. Tal instrumento
contiene un orificio principal por donde se mide la presión dinámica, en efecto el fluido
tiene velocidad cero en ese punto pero como la presión total se mantiene sobre una línea
de corriente se debe cumplir que:

donde en 1 el fluido tiene velocidad v que es la que queremos medir.

También ocurre que todo perfil de velocidades tiene valor cero (v=0) en los puntos
solidarios a un objeto, sea cualquier pared de este, por lo que se confeccionan agujeros
al costado del tubo para medir la presión estática, pues v=0.

Ahora siguiendo la nueva figura:

Con la ecuación de Bernoulli se obtiene la siguiente relación:

Observando el esquema, sabemos que se cumple además que la presión P3 es igual a la


presión P1, ya que se encuentran en el mismo nivel de altura en el manómetro con forma
de "U", por lo que se tiene lo siguiente:

Donde: rm= Densidad del


fluido del manómetro.

De la segunda relación
obtenemos:

Igualando esta expresión


con la primera tenemos :

Expresión de la cual
obtenemos el valor de la
velocidad:

La ecuación de Bernoulli
nos lleva a una conclusión intuitiva de que el movimiento del fluido tiene una presión
interna más baja que el aire estacionario. En definitiva, la energía cinética del fluido en
movimiento es compensada por una pérdida de energía potencial del fluido o presión.

Tres de los seis instrumentos principales de vuelo miden la presión del aire. Estos
instrumentos: altímetro, anemómetro y variómetro, se denominan instrumentos Pitot
con toma estática.

Los tres

instrumentos Pitot con toma estática están conectados a un puerto estático. Este puerto,
o toma de admisión, permite la entrada de aire del exterior a la caja de cada instrumento.
Cuando el avión asciende o desciende, la presión externa disminuye o aumenta. El
altímetro y el variómetro traducen estos cambios de presión en altitud y velocidad de
ascenso o de descenso. El anemómetro, también conectado al tubo de Pitot, mide la
diferencia entre la presión estática y la presión dinámica del aire en el tubo de Pitot y
muestra esta diferencia de presión en forma de velocidad.

Una pequeña sonda metálica, por lo general fijada a un ala o al morro de un avión, que
mide la presión dinámica del aire a medida que el avión se mueve. El tubo de Pitot es
parte del sistema Pitot con toma estática. Está conectado directamente al velocímetro,
que muestra la presión dinámica del aire en una escala por lo general calibrada en
nudos. El tubo de Pitot suele tener un calefactor para evitar que el hielo lo tapone.

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