17 litros de agua (3 primero), 300 gramos de sosa cáustica, 1 litro
de aceite usado, 1 litro de detergente liquido para color, 1 litro de kalia, 1 bote de antitransfer color (en Mercadona), ½ litro de antigrasa (la marca Kh 7 funcionan bien).
En un recipiente de plástico tipo cubo grande o un bidón de pinturas
poner 3 litros de agua caliente, usando una cuchara de madera larga o bien un palo ir añadiendo con mucho cuidado la sosa cáustica, remover bien hasta que esté disuelta. El aceite lo debemos tener bien filtrado para que no tenga impurezas (vale cualquier aceite usado siempre y cuando lo filtremos bien, el de pescado también), ir añadiendo el aceite al cubo removiendo con el palo o cucharada, desde el momento en que ponemos el aceite hemos de remover siempre en la misma dirección porque si no se corta, remover durante unos 10 minutos y luego ir añadiendo poco a poco el resto de ingredientes menos el agua restante. A lo largo del día ir removiendo cada vez que nos acordemos durante un par de minutos.
En los siete días siguientes ir añadiendo dos litros de agua caliente
y remover enérgicamente durante 2-3 minutos al menos 3 veces al día, siempre en la misma dirección. Durante este tiempo al principio parecerá que no va bien, se separará el aceite y no tendrá aspecto de detergente liquido, al principio es de un color marrón más bien oscuro y con el paso del tiempo se va aclarando. Pasados estos 7 días el detergente debe estar ya espeso y con un color entre blanco y beige, ya no hará falta remover 3 veces al día y lo tendremos que dejar en espera tapado durante unas 4 semanas antes de usarlo, en este tiempo una vez a la semana podéis comprobar cómo va, si se espesa demasiado le añadís un poco más de agua y volvéis a remover con el palo. Para envasar podemos usar botes de detergente o de suavizante usados. Espero que aunque no sea comestible le saquéis provecho a esta receta.