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iz reflexiones de CI udio Magris para despedir el siglo de Borges El gran Borges es cl cna esta en El eseritor italiano Claudio Magris ha sido, sin duda, un gran lector de Borges. El autor de Conjeturas sobre un sable, El Danubio, Microcosmos, ha dedicado varios ensayos a analizar la obra del argentino, mientras que su propia obra refleja la influencia borgesiana. Desde su casa de Trieste, Magris reflexiona, a peticién de MILENIO, sobre Borges el poeta, el novelista, el ensayista; pero también sobre el Borges hombre, a quien considera “el poeta del amor reprimido y silenciado, ignorante de lo fisico” pero capaz de “expresar la dolorosa nostalgia del amor, la perdicién del corazon” por Maria TERESA MENESES .{Cémo empieza su lectura de las obras de Jorge Luis Borges? Ha Tefdo sus libros en espanol? :Por qué su literatura ha sido importan. ‘te para su propia concepcién de las letras, sobre todo, de la vida? Empecé a leer a Borges relaivamente tarde, si se piensa que, en gene- ral, yo siempre fui un lector precoz. Comencé-aleerlo hace veintisis 0 vwintisiete afos, a leerloa fondo, y qued hondamente impresionado ‘con si literatura, En esparil he leida muchos poemas y paces cuen= tos: "El Aleph”, "La muerte y la brjula" "La casa de Asterion’ y, so- bre todo, algunas de sus historias cortas, de sus fragmenios apécrifos aque tal vez Se encuentran entre sus mas excelsos escritos. Me resulta ‘muy diffi explicar por qué su iteratura ha sido y es importante para imi, para mi Concepcion de la literatura y de la vida; para responder verdaderamente a esta pregunta tendria que escribir unos ensayos, casa que ya he hecho (por la menos, he escrito tres sobre Borges. pu- blicados en diversos libros: Deins de las palabras, raeay mas ll y Uto= pa.ydesencanto). Peto creo quela presencia de Berges también sesien~ te, sobre todo, en muchas casas que escribo, aun sino tienen que ver lirectamente con él y si no lo mencionan, pero en las que, de alguna ‘manera, existe un eco de sui manera de set y de eseribirun ambiente, tuna alusion. Ademas, ereo que este procedimlento de ecos y resonan- «as es algo muy borgesiano, o que distingue a menudo mi estilo. Sobre todo, me impresioné profundamente su concepeion mis ‘ma de la literatura, Toda su obra esté invadida por la melancélica certeza de que la literatura no puede salvar la Vida y que un poeta, en tn poema sobre el tigre, slo logra expresar "palabras, palabras, pa- labras”, un tigre de slabas y de papel, Buscando en vanoal otrotigre, el que no esta ene! verso sino en la jungla, Pero Borges es grande pre~ clsamente porque logra evocar Ia vida, su plenitud y su vanidad can- tando la ineptitud dela literatura para representarla y haciendo pro- pla esta ineptitud asume todos los riesgos del vacio y de la aridez lo- grando, asi, expresar la verdad de la ausencia_ moderna, del significado que no se deja hallar y de las cosas que no se dejan afe- rrar, Nos hace entender que la gran literatura es la-que nosotros no somos y.a través de esta dolorosa y melancélica distancia —aunque no nos permite aleanzarla—, por lo menos podemos sentria a fondo, Gram interprete de Ia ausencia moderna, Borges también sabe set vietma de ella, destinando su abra a semejarse al mapa del impe- riodel que habla una parabola suya, mapa que reproduce cabalmen- telatierrayy se adhiere a ella con exactitud, pero que al finales hecho ppedazos por el vento, Pero él es grande cual sobrio poeta de la nos~ talgia dela vida, de su sencillez profunda y estrujante, de su verdad inalcanzable y perdida; el gran Borges na es aquel —que gusta mu- cchisimo— que encarna una capeiosa suitieza en realidad bastante superficial, efinamientes verbales, complaciente artifico, literarie~ dad soberbla al grado de volverse mentiosa y extrafia a la vida, El ‘gran Borges es aguel que se concentra en pocas paginas de altima Poesia (a menuda continuadas en variaciones insistentes) en mo- rmentos esenciales y en revelactones absolutas, mientras que, quiza, ¢s incapaz de la dimension lana e impura de los valores medios. Sa~ be ser admirable en veias de una pureza perfecta, mientras le falta la dimensin plana, el paisaje acostumbrado y cotidiano que, sin em= bargo, sostiene y une esas cimas. Quiz4 por ello, , autor de algunos ‘cuentas de grandeza absoluta (pienso por ejemplo en “El inmortal”) tiene dificultades con la épica que, sin embargo, lees tan querida y ome ha contado Juan Octavio P ha dicho, no le concedieran la expeesién que sino s6lo a alusi6n que la menciona de pasada. ‘grande cuando canta la melancalia de est la inminencia de una revelacién que no llega” a fo que no es revelado, En un poema suyo sobre el ge, siempre con el estupor de la primera vez, alas ales, ala luz del atardecer, ala Luna, al fuego de una ica él habla de Ulises que, cansado de prodiglos ca humike y verde, 2fadiendo que la poesia es aquel ro de la casa natal. El ha sido uno de los poquisimes ‘apaces de reencontrar una poesia tan rsal que parece impersonal y necesaria como la rea compan la es= poderoso de la livia, [a inmi= eho. El es de la fidelidad, de la idad con la vido y con la muerte y de esos valores que é iani, salvo raras excepciones, ene sda cantar la nostalgia. ha hecho sentir a fondo lo que, por lo ondicién humana, uestra nostalgia i de a terra prometida, nuestro sentirnos fuera dela via y in por corter hacia ela. Este es el gran Borges, no el fu el prestidigkador de la relojertaIiteraria y de fetbales fins en si mismos. Este es un truca que él para distraerse de su melancolia le ha jugado a mu= ‘mulos admiradores sofisticados, es deci, burdos, yes riseramente la dolorosa e Irdnica ambivalencia fa que parece facil de imita muestra, ciertamente, el triunfo coqueto de smas, sino la aventura y el extraviode la inteligencia en la mental del mundo. Borges mismo, ademas, en muchas pigi- vas se asemeja a sus perez0s0s plagiarios, Jacida mas Intensa ha sido, qu i, expres: "Yo no sé 3a la frescura de la sornbra y del agua que 1 caer lento y de la val os cuales ssl le q ara mi, es un tema esencial de nuestra decir. Ia a, elexllo de la vida verdadera, como lakafkiana, pero a gua inimitable y no 4, 1a lotura de 3, al inicio de “El Aleph”, en las que el protagonista, sa- al en el que murié la mujer amada observa que en una ente dolor, porque entiende continiay lo aleja de su amada Beatriz, En ese momento, ‘on ina dolorosa punzada ene! coraz6n, loque se pire ‘una persona amada: el hecho de que el mundo cambla mundo trastecado, ya no se pus propésito de la celebracién del centenario de Borges, el 23 de josto, se multiplicaron las publicaciones, exposiciones y me- sredondas en torno a su figura. {Qué piensa de estos ritos de bien tiendo a sentir poco los aniversarios es y privados que nunca he festejado ni cial Por tanto, digamos que, personal En este caso orges, ésta no es la ocasion de le- manera esp me son indiferen lo que respecta a polémica, asi como tampoco la de acudir desnudos a-una cil, sin embargo, de todas maneras, el vestido tlene sportancia, Ciertamente, el mecanismo cada vez mas ¢ ia comuinicacin multiplica las cosas a fal punto que eada 2s, por ejemplo la pagina de un periddico o una mesa re- ond -sabre Borges en su aniversario, para seguir hablando sobre conel debido res- cultur Claudio Magris. nuestro tema —serfa, en si mismo, razonable y significa ‘wuelve el momento de un engranale loco, de tal manera mi como para restare sentido a cada uno de sus men, es como si se corriera de un congreso a otto, de una conforen cia a otra, no con el interés por lo que se esta haciendo, sino con el elo ya hecho, para olvidarlo de inmediato e 20 que todo esto ¢s muy poco borgeslano y podria ido— el objeto de una satira suya. 9, pero se licado set —y qulzd ha Un dia, en Venecia, usted tuvo la maravillosa oportunidad de en- contrarse con Borges. Usted llevabaen las manos —y sobre todo ‘en el corazén—un regalo, para ofrecerle: un cuento. zNos puede hablar sobre ello? Qué pensé en aquella época sobre el hombre. Borges? Recuerdo con intensidad, com el sentimiento de un profundisimo signif do aquel encuentro, ese dia en el Lido de Venecia, uno de los mais grandes dias de mi vida. De Borges, en ese entances, pensaba lo que 2 ahora, con el entusiasmo por su genio, la clara certeza el profuncio significado particular que su figura y su obra dete taban y detentan, subjetvamente para mi. Entre otras cosas, aquella certeza des limites est estrechamente igada al gran amor que len to por é, es el reverso de la medalla de es ¢ estado cconvencido que, cuanto més amamos a una persona oa un escitor, ve sus limiaciones, porque clamor no es cego, como mos mas claramen dice un estipico proverbio, nonos enceguece, sino que aguiza la vista nos have ver mas a fondo, precisamente porque verios mis dolorosa~ ‘mente Ia falas del objeto amado, porque quiskramos verlo perfect. 77 x ‘Ademas, aquel ia se veriticd el aspecto humano del encuentro, una, pare mi, inolvidable atmosfera de cercania, de ternura, Entre va ras cosas, yo le narré la trama de lo que, también par mérito suyo, poco despues se volveria mi primera novela breve Conjeturas sobre ut sable Una historia muy borgesiana que queria regalarle porque él hu- biera podio hacer de ella una obra maestra, por muchas razones: es la historia de los cosacos a los que los alemanes les habian prometl- do una patria cosaca que, de acuerdo al proyecta original, deberia haber estado situada —hacia finales de la guerra— en Rusla, pero, dado que el eércto aleman con sus aliados cosacos durante la gue- rra se ba retiranco cada yez més, esta patrla camblaba de lugar en Jos mapas, se ba moviendo cada vez mas hacia Occidente, hasta que dlurante algunos meses estuve situada en Carnia, una pobre region del Frill, cercana a Trieste, Yo, cuando era nic, habia visto a este fantasmagirieo y extratio cosaco, a ls cosacos con sus trastos y - ballos, incluso con camels... En resumen, el tema muy borgesiano ‘de cémo un deseo auténtice de patria termina por trastocarse en algo {also, no s6lo porque los cosacos en busca de su patria habian llega- do a robarle la patria a otros, sino porque este deseo de autenticidad se volvia falso como un creo al intentar transformar una terra friu- liana en tierra cosaca. Y ademds, la trama de traicion y fidelidad, de persongjes que son, ala vez, todos, traldores y traleionados, Pero, sobte todo, la historia de Krasnow, que, luego de haber combatido una primera vez, a finales de la Primera Guerra Mundial, y de haber perdido contra los Rojos,e incluso de haber descrito mas tarde este combate, en algunas novelas, es recatada, ya anciano, por «f elvido e incorporado como caueilo de esta remendada armada, en la que suena una libre y gran aventura sin darse cuenta que repite pa- sivamente un forzade libreto, suena grandes campafas militares y nc ‘es mds que una marioneta en manos de los alemanes que abligan @ 1s hombres a realizar operaciones adiosas y de poca manta. Y ade~ ‘mas, el trgico final de estos cosacos y todas las conjeturas sabre la muerte de Krasnow. En resumen, realmente peetendia contarle la his- toria,y se la conté, para que é hiciese uso de ella como sabia hacer- lo, Recuerdo gue él tendis Ja mano por sobre la mesa en la que est4- bamos sentados, me tocé leve y duleemente el braza, y me dijo: "No, fta es la historia de su vida, usted tlene que contarla" ¥ asi fue que la escrbiy éstees um regalo que élme hizo y que jams olvidaré, por- que quiza si fublera sido de otra manera yo no la hubiera escrito. ¥ _ademés porque me resulta muy hermosa la lea de que esa historia ‘que yo queria regalarle a él, se volvera un regalo de él para mi. Borges decia, en su ensayo sobre la cequera, que 61 no podia vivir sin amor, pero la imagen que muchos de sus lectores tenemos de Borges esla de un hombre nsidiado por'afalta de amoryy de deseo. En aquella ocasin, en Venecia en un elerio momento le ie que sus paginas me hacfan pensar can rara intensidad, en esos sentimientos, enesos amores que, por una w otra razén, se quedaron sin expresar y bloqueados,v que viven en la nostalgia 9 en la sublimacién ynoen su realizaci6n. Me parece que enrojeci6 levemente. Una intensidad Interior parece haber secado en él la linfa del deseo erdtica,transfi- riéndolo a la abstraccién de la memoria y déndole a su pagina una aséptica extrafieza para con el sexo. La sublimacién es tan intensa {que consume toda energia, el amor se quema todo en la interioridad de! sentimiento y del pensamiento, en el apasionado y minucioso ar- chive de la persona amada. El amante tiende a catalogar, en la men- te yen el corazdn, los rasgos imperiosos de su Beatriz oa celebrar indtilmente, despues de la muerte, los aniversarlas, porque ya no le quedan fuerzas para amar realmente de cerca Borges es el porta del amor reprimido ysllenciado, ignorante de lo isco y tan sélo capaz de transfigurar; sus melancdlices y puntillo- +08 protocolos de! corazén conocen la perdicién del enamoramiento ‘on el tema encanto la sospechosa acritud de quien anela desde lejos eignora la totalidad del amor. Su aversion ala procreacién noes sélo la objecion metafisica a la Indl multipicacién de la ihisonte apariencia individual, ambien es un espia de la estelidad que insi- dla su obra, Pero pocos como él saben expresar la delorosa nostalgia del amor, la intensidad melancdlica del anhelo amoraso, Ia perdicion del corazén. Pese a que estoy muy lejos de él en la manera de conce- bir el amor, muchas veces, al pensar y al fantasear sobre esto, siento resonar en mi muchas de las cuerdas borgesianas. Qué Borges es mas querico para usted: el Borges pocta, el Bor- {ges-ensayista o bien el Borges-narrador? Quiza amo menos al Borges poeta, 2un slo amo mucho; més que todo al Borges nartador —narrador de pocos cuentos perfectos;y sabre to- tdoal narrador-ensayista, creo que en no se pueden distingui os dos ‘momentos de algunos textos, sobre todo broves. Me siento particu larmente cercano a esa fusion de natracion y ensayismo, en el que és lun gran maestro y que iambién para mi constituye la manera de narra Borges tuvo una influencia notable entre los escritores italianos de su generacion. Actualmente, en Italia, se lee a Borges? Si, ciertamente tuvo una influencia, basta pensar en Calvino y atts. ‘Yo estuve bastante lejano de esta influencia porque tengo la impre~ sion que se ha imitado al Borges menor, al fundmbulo de los juegos verbales y del arco linguistico, que era indudablemente genial pe- ro. menudo también cansado, En tesumen, ] Borges de a literatura ‘como relojeria, noel de la melancolia que desclende sobre el ararde- ‘cer de Buenos Aires o en el coraz6n de Asterién. Crea que hoy se le le, pero no ereo que se pueda hablar de una influencla particular, pero sé demasiado poco sobre ello como para poder deci alg. Usted que ha escrito sobre personajes bizaros, fugitivas de la vida, olvidados por la Gran Historia, zqué piensa de los gauchos de Borges? Siempre tengo presentes a es0s personajes fugtvos, que tatan de no sery precisamente por esto viven de una manera mas auténtica 1y ms profunda; que desaparecen, que borran sus rasgos, que se reencueniran 2 sf mismos en cualquier momento de epitania, pa- sando, quiz, de un lado a otro de la linea de fuego... Crea que de 11s de mi predileccion por estos personajes errabundos y fugttivos seencuentra también Borges, predlecciSn que me hizo escribir his- torias como “Otro mar", muchas historias presentes en seracos- tos. Creo fuertemente que esta dimension némada y errabunda es tuna forma de guerrilla. de resistencia de la “vida verdadera” Es co- ma todos estos personajes trminaran por componer un mosaieo sel mundo quees precisamente el rostro del mundo. No por casua liad mis beroeesmes lovan, como epigate, una pagina de Borges: “Ln hombre se propone la area de eibujar al mundo. A lo largo de Jos ais, puebla un espacio con imagenes de provincas,deceincs, dée montahas, de bahia, de naves, de Islas. de pecs, de habllaco- nes. de instrumentos, de astro, de cabalos y de personas. Poco antes de mori, deseubre que ese paciente laberinto de linea traza la imagen ce su cara. También de estas lineas nacieron mis Mir «esmas 0, por lo mencs, ellos se relejan periectamente en estas neas. Quiz, para responder a la entrevista hubiera sido suicente que yo recordar esto.

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