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Salmo Responsorial 01/30/18 Salmo Responsorial 02/13/18

Salmo 85, 1-2. 3-4. 5-6 Salmo 93, 12-13a 14-15. 18-19
R. (1a) Protégeme, Señor, porque te amo. R. (12a) Señor, dichoso aquel a quien tú educas.
Presta, Señor, oídos a mi súplica, Señor, dichoso aquel a quien tú educas,
pues soy un pobre, llene de desdichas. y enseñas a cumplir tus mandamientos;
Protégeme, Señor, porque te amo; cuando lleguen las horas de desgracia,
salva a tu servidor, que en ti confía. no perderá el sosiego.
R. Protégeme, Señor, porque te amo. R. Señor, dichoso aquel a quien tú educas.
Ten compasión de mí, Jamás rechazará Dios a su pueblo
pues clamo a ti, Dios mío, todo el día, ni dejará a los suyos sin amparo.
y ya que a ti, Señor, levanta el alma, Hará justicia al justo
llena a este siervo tuyo de alegría. y dará un porvenir al hombre honrado.
R. Protégeme, Señor, porque te amo. R. Señor, dichoso aquel a quien tú educas.
Puesto que eres, Señor, bueno y clemente Cuando me hallaba al borde del sepulcro,
y todo amor con quien tu nombre invoca, tu amor, Señor, me conservó la vida;
escucha mi oración cuando se multiplican mis problemas,
y a mi súplica da repuesta pronta. en tus consuelos halla mi delicia.
R. Protégeme, Señor, porque te amo. R. Señor, dichoso aquel a quien tú educas.
Salmo Responsorial 02/06/18 Salmo Responsorial 02/20/18
Salmo 83, 3. 4. 5 y 10. 11 Salmo 33, 4-5. 6-7. 16-17. 18-19
R. (2) Qué agradable, Señor, es tu morada. R. (18b) El Señor libra al justo de todas sus
Anhelando los atrios del Señor angustias.
se consume mi alma. Proclamemos la grandeza del Señor,
Todo mi ser e gozo se estremece y alabemos todos juntos su poder.
Y el Dios vivo es la causa. Cuando acudí al Señor, me hizo caso
R. Qué agradable, Señor, es tu morada. y me libró de todas mis temores.
Hasta el gorrión encuentra casa R. El Señor libra al justo de todas sus angustias.
y la golondrina un lugar para su nido, Confía en el Señor y saltarás de gusto,
cerca de tus altares, jamás te sentirás decepcionado,
Señor de los ejércitos, Dios mío. porque el Señor escucha el clamor de los pobres,
R. Qué agradable, Señor, es tu morada. y los libra de todas sus angustias.
Dichosos los que viven en tu casa, R. El Señor libra al justo de todas sus angustias.
te alabarán para siempre; Los ojos del Señor cuidan al justo
dichosos los que encuentran en ti su fuerza, y a su clamor están atentos sus oídos.
pues caminarán cada vez con más vigor. Contra el malvado, en cambio, está el Señor,
R. Qué agradable, Señor, es tu morada. para borrar de la tierra su recuerdo.
Pues un día en tus atrios vale más R. El Señor libra al justo de todas sus angustias.
que mil fuera de ellos, y yo prefiero Escucha el Señor al hombre justo
el umbral de la casa de mi Dios y lo libra de todas sus congojas.
al lujoso palacio del perverso. El Señor no está lejos de sus fieles,
R. Qué agradable, Señor, es tu morada. Y levanta a las almas abatidas.
R. El Señor libra al justo de todas sus angustias.

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