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Medida De Coerción
Estas medidas son cautelares porque tienden a evitar los peligros de obstaculización del
proceso y buscan asegurar el efectivo cumplimiento de la posible condena. Si luego de
comprobada la culpabilidad del imputado en juicio, éste pudiera sustraerse al
cumplimiento de la sanción; la justicia se vería burlada y la sociedad perdería la
confianza en el Derecho.
Las medidas de coerción o cautelares de carácter real tienen como finalidad garantizar
la reparación del daño y el pago de costas (pagos del proceso) o multas. Las medidas de
coerción o cautelares sobre bienes sujetos a confiscación o decomiso tienen como
finalidad asegurar que dichos bienes queden a efectos de prueba en el proceso.
ARTICULO 222. Del Código Procesal Penal. Toda persona tiene derecho a la libertad
y a la seguridad personal. Las medidas de coerción tienen carácter excepcional y solo
pueden ser impuestas mediante resolución judicial motivada y escrita, por el tiempo
absolutamente indispensable y a los fines de asegurar la presencia del imputado en el
procedimiento.
2)La prohibición de salir sin autorización del país, de la localidad en la cual reside o del
ambit0 territorial que fije el juez;
5)La colocación de localizadores electrónicos, sin que pueda mediar violencia o lesión a
la dignidad o integridad física del imputado;
LA PRISIÓN PREVENTIVA
Hasta el año 2004, la prisión preventiva era la única disposición que equivalía a lo que
hoy son las medidas de coerción en la República Dominicana, situación que no les
dejaba otra opción a los jueces que enviar a los acusados a las cárceles, provocando el
congestionamiento de esos recintos de reclusión.
A partir de ese año, se introducen modificaciones al Código Procesal Penal que incluyen
siete medidas de coerción, pero se mantiene la prisión preventiva como la más socorrida
de ellas, situación que, lejos de resolver el problema del congestionamiento de las
cárceles, lo agrava.
Los expertos coincidieron al señalar que esta disposición es la preferida por los jueces,
aunque tienen opiniones encontradas en torno a las posibles razones por las que los
magistrados ordenan el envío a la cárcel de los acusados.
Para Simón, los jueces optan por la prisión preventiva en la mayoría de las decisiones
judiciales, por temor a posibles represalias que pueda asumir el Consejo del Poder
Judicial en su contra.
“El Consejo del Poder Judicial, cuando un juez dispone la libertad de un caso notorio, lo
humilla, lo suspende y anuncia públicamente que lo pusieron en investigación, y eso le
genera un conflicto emocional, social y familiar”, agrega.
Simón reveló que el 64% de los casi 27 mil presos del país están en calidad de
preventivos, y afirmó que esa situación tiene a los jueces aterrorizados. “De manera que
la falta de dependencia funcional de los jueces es el terror que le tienen al Consejo
Nacional de la Magistratura cuando ponen en libertad a una persona de un caso
notorio”.
“Aquí existe una cultura que entiende que si se abre un proceso judicial contra alguien,
necesariamente el imputado tiene que caer preso, y no necesariamente es así. En los
países desarrollados, el ciudadano se queda en libertad y se queda realizando sus
actividades cotidianas, produciendo dinero para pagar su defensa y asistiendo a las
audiencias”, dice Enrique García.
ARRESTO DOMICILIARIO
Es por todo esto que se hace ineludible, pensar en la necesidad que tiene el juez de
visualizar estos elementos para imponer esta medida de coerción personal, ante la
posibilidad de que en la República Dominicana no tenga la misma eficacia que la que
han tenido otros Estados, en virtud de la ausencia o inexistencia de organismos
competentes que cuiden por el fiel control y cumplimiento a cabalidad, en toda la
extensión de lo estatuido por el Tribunal.
Esta medida cautelar ha sido objeto de un sin número de críticas por parte de la sociedad
civil y otros sectores de la vida nacional, algunas referentes a la dificultad de garantizar
su fiel cumplimiento, ya que en cada caso hay que asignarle al imputado en cuestión, un
oficial de la Policía Judicial particular, que debe custodiar la casa del procesado a los
fines de someterlo a una vigilancia permanente, para así evitar que se viole el
cumplimiento de esta disposición, y a la postre ese oficial tal vez producto de sus
necesidades económicas, termina siendo cómplice del primero.
IMPEDIMENTO DE SALIDA
Bajo esta medida el imputado no podrá salir del país, de la localidad en que reside o del
ámbito territorial sin la previa autorización del juez.
A pesar de su efectividad y de que no tienen costo alguno para el Estado, los tribunales
emiten pocas sentencias ordenando la colocación de localizadores electrónicos para
evitar los “acercamientos victimarios” que afectan principalmente a mujeres objeto de
violencia por parte de hombres.
Se trata de un novedoso sistema que opera mediante ley y que permite ver en tiempo
real los movimientos y ubicación de las personas que los utilizan.
En este sentido, la garantía económica es una fianza. El imputado u otra persona puede
presentar dicha garantía en las siguientes modalidades; depósito de dinero o valores;
entrega de bienes, otorgamiento de prendas, muebles o hipotecas, sobre bienes libres de
gravámenes; así como una póliza con cargo a una empresa de seguros o fianza solidaria
de una o más personas con solvencia.
PRESENTACION PERIODICA
FINALIDAD DE LAS MEDIDAS DE COERCIÓN
La finalidad de las medidas de coerción a la luz del Código Procesal Penal no es otra
que “asegurar la presencia del imputado en el procedimiento”, finalidad ésta
propiamente cautelar, que pudiera implicar formas de coerción rígidas sobre la persona
del imputado Art. 222 del Código Procesal Penal Dominicano.
Las Medidas de Coerción han sido definidas por el tratadista Cuéllar Cruz como
"aquellas que pueden adoptarse motivadamente por el órgano jurisdiccional (tribunal),
contra un presunto responsable de un hecho delictivo al estimarse dos aspectos
esenciales: por una parte, la existencia de una imputación basada en la constatación
objetiva de un hecho típico y en la probabilidad razonable de quien sea su autor; y por
otra, en la fundada responsabilidad de ocultación personal o patrimonial del imputado
en el curso del procedimiento penal, teniendo como finalidad única y legítima el
garantizar los efectos penales y civiles de una futura sentencia condenatoria.".