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oco tiempo después que me convertí al cristianismo, alguien escribió en
una de las primeras páginas de mi Biblia las siguientes palabras: “Este
libro te alejará del pecado, o el pecado te alejará de este libro”. La frase
era cierta entonces, y lo sigue siendo aún ahora. Las Biblias empolvadas
siempre llevan a vidas sucias. De hecho, o usted está en la Palabra y la Palabra está
conformando su vida a la imagen de Cristo o usted está en el mundo y el mundo le está
metiendo cada vez más en su molde.
La gran tragedia entre los cristianos hoy en día es que demasiados de nosotros
estamos bajo la Palabra de Dios, pero no estamos en ella por nosotros mismos. Conocí a
un hombre en cierta ocasión quien había viajado de costa a costa con toda su familia para
asistir a una conferencia bíblica.
Sorprendido, le pregunté, “¿Y por qué vino desde tan lejos?”
“Porque quería estar bajo la Palabra de Dios”, respondió.
A simple vista, esa respuesta es Maradi losa. Pero más tarde comencé a pensar: He
aquí un hombre dispuesto a manejar casi 2,000 kilómetros para estar bajo la Palabra de
Dios; pero, ¿estaría igualmente dispuesto a cruza la sala de su casa, tomar la Biblia, y
meterse en ella por sí mismo?
Verán, no hay duda de que los creyentes necesitan sentarse a recibir la enseñanza
de la Palabra de Dios. Pero eso debería ser un estímulo –y no un sustituto—para que ellos
se pongan a estudiarla por sí mismos.
Aún y cuando la Biblia continúa siendo el libro más vendido en todo el mundo, es a
la vez uno de los libros más desatendidos. El grupo Barna de Investigación en Glendale,
California, reporta que en una semana típica, solamente el 10% de los norteamericanos
leen la Biblia diariamente. Y es posible que incluso ese porcentaje sea alto, dice George
Barna, presidente de la firma de investigación. Muchas personas que dicen leer la Biblia
una vez a la semana, o un poco más seguido, reconocieron que no la habían leído en la
semana anterior a una encuesta nacional levanta en 1991.
Las encuestas de Gallup confirman estos hallazgos. Una encuesta encontró que el
82% de los norteamericanos creen que la Biblia es la Palabra de Dios, ya sea en forma
literal o inspirada. Más el 50% dijeron que ellos leían la Biblia al menos una vez al mes.
No obstante, la mitad de ellos no pudo dar el nombre de tan siquiera uno de los cuatro
evangelios, Mateo, Marcos, Lucas y Juan. Y menos de la mitad sabía quién había
predicado el Sermón del Monte.
10 ¿POR QUÉ ESTUDIAR LA BIBLIA?
Menos
La lectura de la Biblia Diaria Sema Men
de una
19862 nal sual Nunca
mente vez
mente mente
al mes
A Nivel Nacional 11 22 14 26 22
Hombres 8 18 12 30 27
Mujeres 15 25 16 22 17
Blancos 11 21 14 26 23
Negros 17 31 12 21 15
Protestantes 18 27 15 23 12
Católicos 4 16 13 32 31
Evangélicos 29 37 15 15 4
No evangélicos 4 15 13 31 30
1
1990. Encuesta de Gallup de 1,000 adultos seleccionados al azar durante el período de noviembre 1 – 4 de 1990.
2
1986. Encuesta de Gallup de 1,559 adultos, mayores de 18 años, conducida en más de 300 lugares seleccionados a
través de todo el país durante el período de octubre 24 – 27 de 1986.
algún escritor decía acerca de algún pasaje, luego leía el pasaje y no podía entender cómo
aquel comentarista había llegado a esas conclusiones. Finalmente quedé tan confundida
que mejor lo dejé por completo.
HGH: Ah, de modo que tu problema fue en relación a la técnica. Eso es común en
muchas personas hoy en día. Dudan de “lanzarse al agua porque temen no poder nadar”.
Y nuestra cultura no ayuda mucho. Con todos nuestros televisores, y computadoras y
todo lo demás nos hemos convertido en personas orientadas a lo visual y, francamente
hablando, estamos perdiendo nuestra habilidad para leer. Es por eso que en una de
nuestras siguientes secciones estaremos trabajando en la recuperación de nuestra
habilidad para leer algo como la Biblia.
atractivo como ir al dentista. Sabemos que debemos hacerlo, pero… en realidad vamos a
descubrir que el estudio Bíblico puede ser fascinante, más emocionante que nada, y hasta
divertido. Así que, ánimo.
HGH: Bien, tú estás mencionando algunas objeciones muy legítimas. ¿Es confiable
este Libro? ¿Tienen autoridad? ¿Podemos edificar nuestras vidas con base en Él? ¿Es
digno de creerse? ¿O bien cuando leamos la Biblia debemos arrojar nuestra inteligencia
por la ventana, y obligarnos a creer algo que allá muy en el fondo sabemos que es
absolutamente imposible? Descubriremos que este libro es totalmente confiable, y que
mientras más lo estudiemos más consistente y razonable nos parecerá.
entrenamiento especial para entenderlo? ¿Es el estudio Bíblico algo con baja prioridad (o
tal vez no entra en su lista de prioridades), especialmente con tantas demandas sobre su
tiempo? ¿Tiene dudas acerca de la confiabilidad de la Biblia, o piensa que jamás podrá
realmente definir qué es lo que quiere decir? ¿Le parece que el estudio Bíblico es
terriblemente aburrido y que no vale la pena que le dé tiempo y atención?
Si usted se identifica con cualquiera de estas razones, entonces este libro es para
usted. Yo voy a atacar todos estos obstáculos, y aún más. Todos y cada uno de ellos
pueden ser vencidos.
Pero primero, una vez que hemos dado tiempo a considerar lo negativo --¿por qué
la gente no estudia la Biblia?—demos la vuelta y preguntémonos, ¿Por qué debemos
estudiar la Biblia? En el siguiente capítulo le daré tres razones importantes que le
demostrarán que el estudio Bíblico no es una cosa opcional, ES ALGO ESENCIAL!
¿Qué tan a menudo lee la Biblia? (Encierre en un círculo la frase que contenga su
respuesta)
Nunca Una vez al mes Una vez a la Dos o tres Todos los días
semana veces a la
semana
______ 2. La Biblia parece confusa y difícil de entender. No sé cómo hacer para que
tenga sentido.
______ 3. Yo solía leer la Biblia, y me hacía sentir bien. Pero después de algún tiempo
ya no parecía tener el mismo efecto así que decidí dejarla por completo.
______ 4. Cuando leo la Biblia me siento culpable.
______ 5. La Biblia es terriblemente anticuada. Puede que tenga algunas historias
interesantes, pero tiene muy poco significado para la vida hoy día.
______ 6. Yo me apoyo en el pastor para que me explique la Biblia. Si yo necesito saber
alguna cosa, él me dirá acerca de ello.
______ 7. Tengo dudas acerca de la confiabilidad de la Biblia.
______ 8. No tengo tiempo. Estoy demasiado ocupado.
______ 9. La lectura de la Biblia me resulta aburrida.
______ 10. No tengo Biblia.
______ 11. El libro está lleno de mitos y verdades a media. ¿Por qué estudiar algo a lo
que le falta credibilidad?
______ 12. Yo no dedico tiempo a la lectura de ninguna clase.
El salmo 19:10 dice que la Escritura es más dulce que la miel, pero eso nunca lo
sabrías por la actitud de muchos creyentes. Mire usted, hay tres tipos de estudiantes de
la Biblia. Hay los del tipo del “aceite de ricino”. Para ellos la Palabra es amarga, ¡vaya
que lo es!, pero es buena para aliviar sus dolencias. Luego está el tipo de “All Bran”.
Para ellos la Palabra es nutritiva, pero totalmente seca. Es como estar comiendo una
paca de heno.
Pero el tercer tipo es el que yo llamo “fresas con crema”. Estos simplemente
parecerían nunca tener suficiente. ¿Cómo desarrollaron ese gusto? Deleitándose en la
Palabra. Ellos han cultivado lo que Pedro describe aquí –un apetito insaciable por la
verdad espiritual. ¿De cuál de estos tres tipos es usted?
Hay una intención para todo esto, lo cual nos trae a la tercera palabra, propósito.
¿Cuál es el propósito de la Biblia? El texto nos lo dice: para que por ella crezcáis. Por
favor noten, no es para que sepan. Por supuesto que no se puede crecer sin saber. Pero
se puede saber y no crecer. La Biblia no fue escrita para satisfacer su curiosidad sino
para ayudarlo a conformarse a la imagen de Cristo; no para hacerlo un pecador más
listo sino para hacerlo a usted como el Salvador; no para llenar su cabeza con una
colección de hechos bíblicos sino para transformar su vida.
Cuando nuestros hijos eran pequeños, teníamos una gráfica de crecimiento en la
parte interior de la puerta del closet. A medida que iban creciendo, nos rogaban que los
midiéramos y que apuntáramos en la gráfica. No importaba qué tan pequeño fuera el
incremento ellos saltaban de alegría al ver su crecimiento. Un día después de medir a
mi hija, ella me hizo una pregunta de esas que no quisiéramos que nos hicieran: “Papi,
¿por qué la gente grande deja de crecer?”
¿Cómo explicarle que la gente grande no deja de crecer –sólo que crecemos en
una dirección diferente? No recuerdo qué le contesté, pero en el momento presente el
Señor me sigue preguntando “Hendricks, ¿estás creciendo o estás simplemente
envejeciendo?
¿Qué hay de usted? ¿Hace cuántos años es usted cristiano? ¿Nueve meses?
¿Siete u ocho años? ¿Treinta y nueve años? Lo realmente importante es, ¿cuánto ha
crecido usted? Colóquese usted en la gráfica de crecimiento de Dios y mida su avance.
Esto es lo que este pasaje enseña.
Así que la primera razón para estudiar la Escritura es que es una forma de
crecimiento espiritual. No hay ninguna otra aparte de la Palabra. Es la herramienta
principal de Dios para desarrollarlo a usted individualmente.
tiempo, tenéis necesidad de que se os vuelva a enseñar cuáles son los primeros
rudimentos de las palabras de Dios; y habéis llegado a ser tales que tenéis
necesidad de leche, y no de alimento sólido. Y todo aquel que participa de la
leche es inexperto en la Palabra de justicia, porque es niño; pero el alimento
sólido es para los que han alcanzado madurez, para los que por el uso tiene los
sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal.
Este es un pasaje para nuestra instrucción. El escritor dice que tiene mucho qué
decir, pero que es “difícil de explicar”. ¿Por qué? ¿Es lo complicado de la revelación?
No. La dificultad está en la densidad de la recepción. Hay incapacidad para aprender:
“os habéis hecho tardos para oír”, dando a entender “que son lentos para aprender”.
La palabra clave en este pasaje es tiempo. Subráyela en su Biblia. El escritor les
dice a sus lectores, que debido al paso del tiempo ya deberían estar en la universidad, y
ahora han tenido que regresarse al nivel de pre-escolar y aprender las primeras letras
nuevamente. Cuando debieran ya estar comunicando la verdad a otros, necesitan que
alguien les hable de la verdad a ellos.
De hecho, les dice, aún necesitan leche, y no alimento sólido. El alimento sólido
es para los maduros. ¿Quiénes son los maduros? ¿Son aquellos que van al Seminario?
¿Aquellos que pueden sostener un duelo teológico? ¿Aquellos que se saben más
versículos de la Biblia?
No, el escritor dice que es usted maduro si se ha usted entrenado en el uso
constante de la Escritura de tal manera que pueda usted distinguir entre el bien y el
mal. La señal de madurez espiritual no es qué tanto entiende usted, sino qué tanto usa
usted ese conocimiento en la vida práctica. En el reino espiritual, lo opuesto a
ignorancia no es conocimiento, sino obediencia.
Así que esa es una segunda razón por la que el estudio Bíblico es indispensable.
La Biblia es la forma divina de desarrollar la madurez espiritual. No hay otra manera.
Pablo dice que toda la Escritura es útil. ¿Pero útil para qué? Él menciona cuatro
cosas. Primero, para doctrina o enseñanza. Esto es, que estructura su forma de pensar.
Esto es crucial, porque si no piensa correctamente, no está viviendo correctamente. Lo
que usted crea determinará su comportamiento.
También dice que la Biblia es útil para redargüir. Esto es, que le dirá en dónde se
está saliendo usted de los límites. Es como un “ampayer” que grita, “out” o “¡Seif!” Le
dice a usted lo que es pecado. Le dice lo que Dios quiere para su vida. Le provee de
normas para vivir.
En tercer lugar dice que es útil para corregir. ¿Tiene usted un closet donde pone
todo aquello para lo que no encuentra lugar en ninguna otra parte? Lo que atiborra de
cosas y luego, un día, habiendo olvidado cómo está aquello, abre la puerta y se le viene
todo encima. “¡Caray!”, dice usted, “Más vale que limpie este lugar.” La Biblia es así.
Abre las puertas de su vida y provee una dinámica purificadora para ayudarle a limpiar
su pecado y enseñarle a conformarse a la voluntad de Dios.
Una ventaja de la Biblia es que es útil para instruir en justicia. Dios la usa para
mostrarle cómo vivir. Habiéndole corregido en lo negativo, Él le da principios para
normar su vida.
¿Cuál es el propósito total? El de que esté usted preparado para toda buena
obra. ¿Ha dicho usted alguna vez, “Desearía que mi vida fuera más eficaz para Cristo
Jesús? Si así es, ¿qué ha hecho usted para prepararse? El estudio bíblico es un medio
básico para ser un siervo eficaz de Cristo Jesús.
En una ocasión le pregunté a un grupo de hombres de negocios, “si usted no
supiera más acerca de su negocio o profesión de lo que sabe usted acerca del
cristianismo después del mismo número de años de exposición, ¿qué pensaría?”
Una persona contestó abruptamente, “Me despedirían”.
¿Sabe una cosa? Él tenía razón. La razón por la que Dios no puede usarle más
de lo que él querría es que no está preparado. Quizá ha asistido al templo por 5, 10 ó 20
años pero nunca ha abierto la Biblia para prepararse para ser eficaz como su
instrumento. Ha estado bajo la influencia de la Palabra pero no inmerso en ella por sí
mismo.
Ahora la decisión está de su lado. Dios quiere comunicarse con usted en el siglo
veinte. Él escribió su mensaje en un libro. Él le pide que vengas y estudies ese libro por
tres poderosas razones: Es indispensable para el crecimiento. Es indispensable para la
madurez. Es indispensable para equiparlo, entrenarlo, de tal manera que sea usted un
instrumento disponible, limpio, experto en sus manos para lograr sus propósitos.
La pregunta con la que ahora usted se enfrenta es: ¿Puede usted darse el lujo de
quedarse fuera?
20 ¿Por qué estudiar la Biblia?
guiados en sus escritos para ir a donde Dios quería que fuesen para producir lo que
Dios quería que produjesen. No hay la menor duda de que su personalidad, estilo de
escritura, perspectivas y características personales están plasmadas en sus palabras.
Pero sus narraciones son más que las meras palabras de hombres –son la misma Palabra
de Dios.
¿Ha oído usted acerca del Proyecto Jesús? Ciertos eruditos dudan de la
confiabilidad de las palabras de Jesús registradas en los cuatro evangelios, así que ellos
se reúnen anualmente a discutir esos textos. Para cada declaración que se atribuye a
Jesús estas personas toman una votación para decir si ellos creen que fue Jesús quien
realmente la pronunció, o si fueron los escritores del Nuevo Testamento quienes las
pusieron en su boca.
La votación puede ser una de cuatro alternativas. El grupo puede decidir que las
palabras de Jesús son “rojas”, para indicar que definitivamente fue Él quien las
pronunció. Por otra parte, los eruditos pueden clasificar las palabras como “negras” si
ellos creen en forma definitiva que Jesús no las pronunció. Entre estos dos extremos
está el color “rosa” (para indicar que Jesús probablemente las pronunció, aunque hay
dudas), y el color “gris” (Jesús probablemente no las pronunció, aunque es posible que
lo haya hecho).
¿Cuál es el propósito de este ejercicio? Un vocero del grupo dice que los que
ellos quieren es fortalecer la fe de las personas, haciéndoles saber lo que es confiable y lo
que no lo es.
No sé lo que le parezca a usted este proyecto, pero a mí me parece absurdo –para
no decir peligroso. ¿Cómo es posible que un comité de personas que dudan, viviendo
dos mil años después de que sucedieron los hechos, se sienten con capacidad para
emitir juicios sobre la autoridad de las Escrituras? Me parece que para ellos la
inspiración de las Escrituras debe ser decidida por el consenso.
Yo prefiero la inspiración por medio del Espíritu Santo. El texto de la Biblia no
es producto de la meditación de los hombres sino que es un producto sobrenatural: es la
mismísima Palabra de Dios.
LA BIBLIA ES INERRANTE
A fin de ser autoridad, la Biblia debe ser verdadera; es decir, no contener errores.
Hay solamente dos alternativas. La Biblia contiene errores, o la Biblia no contiene
errores. No hay término medio. Una Biblia con “verdades a medias” sería una Biblia
con errores.
“Inerrante” significa “que no contiene errores de ninguna clase en los escritos
originales”. He ahí algo en qué pensar para nuestra generación actual. La nuestra es
una generación de relativistas para la cual nada puede ser absoluto en ningún sentido.
Del por qué las personas no estudian la Biblia 23
Y más aún, nuestra cultura querría que nosotros creyésemos que la ciencia ha dejado
muy atrás a la Biblia.
La verdad es que la Biblia ha resistido las más severas pruebas de la verdadera
ciencia. Es un hecho que muchos de los más eminentes científicos de nuestra época
están echando una “tercera mirada” a las Escrituras a la luz de eventos y
descubrimientos recientes.
El hecho de que creamos en una Biblia que está libre de errores no quiere decir
que tomamos todas sus declaraciones de una manera rígidamente literal. Como
veremos después, la Biblia a menudo habla en términos figurados. Más aún, aceptamos
que ha habido errores en la transmisión de la Biblia de una copia a otra al través de los
años (aunque esos errores, sorprendentemente, han sido muy pocos).
No obstante, la Biblia da testimonio de su propia inerrancia. El más poderoso
testigo es Jesús mismo. En Mateo 4:1-11 Él enfatiza que son las palabras contenidas en
las Escrituras –y no simplemente las ideas que ellas comunican—las que son confiables.
En Mateo 5:17-18, Él hace extensiva la confiabilidad absoluta del texto a cada una de las
letras e inclusive a las partes de las letras.
Al través de los evangelios, Jesús hace referencia a porciones de las Escrituras
que algunas “autoridades” del día de hoy ponen en duda. No hay ninguna pista que
parezca indicar que Él no las consideró exactas, verdaderas y dignas de confianza.
(Solamente en Mateo, véanse 8: 4; 10: 15; 12: 17, 40; 19: 3-5; y 24: 38-39).
Inerrancia significa que tenemos una Biblia que no contienen ningún error en su
forma original y que es absolutamente confiable. Al estudiarla, podremos esperar con
expectación respuestas que necesitamos para las preguntas que nos plateamos.
3
ESTE LIBRO PUEDE AYUDARLE
Espero que para este momento usted esté convencido tanto de la necesidad como
del beneficio de involucrarse con la Biblia por sí mismo. Yo he sido un creyente por
cinco décadas y puedo asegurarle que la lectura de la Palabra de Dios ha hecho una
gran diferencia en mi experiencia cristiana.
Y hará lo mismo para usted. Revolucionará su vida. Como vimos en el capítulo
anterior ésta es la llave para el crecimiento espiritual, la madurez y la efectividad.
Cuando digo “método”, quiero decir una estrategia, un plan de ataque que rinda
los máximos resultados para su inversión de tiempo y esfuerzo. Sin un método, usted
puede frustrarse muy pronto, como le sucedió a Wendy en el capítulo uno. O también
puede meterse en profundidades en cuestiones de interpretación y aplicación. Esa era
la queja de Tony, como usted recordará.
COSTOS
También hay costos involucrados. Las riquezas de Dios son gratuitas, pero no
son baratas. El estudio Bíblico presenta varias demandas a su persona. Permítame
mencionar tres.
Esfuerzo
Las Escrituras no entregan sus frutos a los flojos. Como cualquiera otra disciplina
de la vida, el estudio Bíblico rinde en forma proporcional a la inversión. A mayor
inversión, mayor rendimiento.
Obviamente, requerirá de tiempo, la razón que Linda esgrimió en el capítulo 1.
Pero si su estudio Bíblico es productivo, si usted está descubriendo cosas emocionantes
que nunca supo que existían, si el proceso está provocando cambios importantes en su
vida, usted seguramente encontrará tiempo para ello. De otra manera, usted
seguramente encontrará algo más que hacer. Yo quiero que este libro le ayude a
iniciarse en un esfuerzo productivo de tal forma que el tiempo sea un precio que usted
esté dispuesto a pagar a la luz de los beneficios.
Apertura a Dios
Como dije anteriormente, el propósito final del estudio Bíblico es el de conocer a
Dios. La pregunta es ¿Quiere usted conocer a Dios en forma íntima? ¿Es eso lo que
usted está buscando? Si sus respuestas son afirmativas Dios le ofrece honrar su
diligencia en la Palabra.
Bienaventurado el hombre que me escucha,
Velando a mis puertas cada día,
Aguardando a los postes de mis puertas.
Porque el que me halle, hallará la vida,
Y alcanzará el favor de Jehová.
(Proverbios 8:34-35)
Todos quieren las bendiciones y la vida prometidas aquí. Pero ¿estamos
dispuestos a “velar cada día” a las puertas de las Escrituras?
Apertura al cambio
La Biblia fue escrita no para ser estudiada sino para cambiar nuestras vidas. El
cambio de la vida es el producto que estamos buscando. El corazón humano se resiste al
cambio más que a ninguna otra cosa, pero el crecimiento espiritual implica un
compromiso para cambiar.
Romanos 8:29, por ejemplo, dice que Dios tiene la intención de conformarnos a la
imagen de Su Hijo; en otras palabras de hacernos como Cristo. Si eso es cierto, ¿qué
tanto cambio le parece que puede esperar? ¿Está usted dispuesto a ello? ¿Está usted
dispuesto a permitirle a Dios que invada su carácter y su conducta con Su verdad?
28 ¿Por qué estudiar la Biblia?
Iniciando
Estamos a punto de lanzarnos al proceso. En el próximo capítulo voy a darle una
panorámica de lo que significa el método en el estudio Bíblico. Pero antes de llegar allá,
perítame hacerle dos sugerencias.
Primero, fíjese algunas metas. ¿Qué desea usted obtener de este proceso? ¿Qué
necesidades de su vida deben ser atendidas? ¿Hay actitudes que necesitan ser
cambiadas o reforzadas? ¿Hay hábitos que usted necesita romper o establecer?
Preguntas como estas pueden ayudarle a establecer metas que le guiarán en el estudio
Bíblico.
Segundo, ajuste sus expectativas. Sea realista. Usted puede ser como un tigre que
vibra por la ansiedad. Apenas si puede esperar para lanzarse sobre el objetivo. ¡Eso es
magnífico! Pero recuerde, usted no va a dominar el proceso de la noche a la mañana.
Requerirá tiempo. Por otra parte, es posible que usted se sienta como una tortuga:
nunca llegará a la meta; es demasiado difícil. En ese caso, ánimo. La clave en el estudio
Bíblico no es la velocidad sino la dirección. No importa tanto qué tan lejos llega, sino si
es constante y continúa progresando. La llave es la diligencia.
¿Está usted listo para iniciar? Entonces comencemos el siguiente capítulo y
empecemos por darnos la idea de lo que es el estudio Bíblico personal.
MARGENES AMPLIOS
Esto será ideal si es que puede encontrar una Biblia así. De esta manera usted
tendrá suficiente espacio para registrar sus observaciones y cosas que haya aprendido.
QUE NO TENGA COMENTARIOS
Cuando uno está estudiando la Palabra, uno quiere llegar a ella sin prejuicios de
ninguna clase, sin comentarios extraños que compitan por su atención. Lo ideal es que
venga el texto bíblico y nada más.
QUE NO TENGA SUBTÍTULOS
Esto es algo de menor importancia, pero una Biblia de Estudio ideal tendría
divisiones de capítulos ni subtítulos para dividir las secciones de los mismos, tal como
“El Padre Nuestro”, o “La Gran Comisión”. Esos encabezados son útiles para localizar
el material en el texto pero tienen el problema de que tienden a preenjuiciar al lector.
REFERENCIAS CRUZADAS
Pueden ser muy útiles para comparar versículos con otros versículos.
BUENA CALIDAD DE PAPEL Y DE ENCUADERNACIÓN
Si usted estudia las Escrituras en la manera que yo sugiero en este libro, usted va
a darle una buena trabajada a su Biblia. Constantemente estará yendo de pasaje en
pasaje, haciendo anotaciones en los márgenes, consultando los mapas al final del libro y
yendo de acá para allá entre la Biblia y fuentes secundarias. De manera que necesita una
edición que aguante el uso en serio. Por eso hablamos de un papel de calidad y de una
buena encuadernación que no aventará las pastas a las primeras de cambio. Pregunte en
la librería a alguien que sepa, a fin de que le informen con todo el detalle posible qué
tipo de proceso se ha aplicado en la impresión y encuadernación de la Biblia que usted
está pensando adquirir.
UNA BUENA CONCORDANCIA AL FINAL
Una concordancia es una lista de las palabras que aparecen en el texto con
referencias acerca de dónde encontrarlas. Hablaremos más acerca de las concordancias
en los capítulos 34 y 35. Una buena concordancia al final de su Biblia puede ser de lo
más útil.
MAPAS
Para un estudio bíblico serio usted realmente necesita un atlas, del cual también
hablaremos más tarde. Pero unos cuantos mapas al final de su Biblia de estudio pueden
ser muy útiles para referencias y consultas rápidas. Siempre es importante el considerar
el lugar en el que los eventos de la Biblia tienen lugar.
Asegúrese de que consigue una Biblia completa, una que tenga tanto el Antiguo
como el Nuevo Testamento. Si usted utiliza solamente el Nuevo Testamento no podrá
acudir al Antiguo a consultar los pasajes que arrojan luz sobre el Nuevo. También se
verá tentado a convertirse en un “Cristiano de un solo Testamento”. Recuerde ambos
30 ¿Por qué estudiar la Biblia?
testamentos son la Palabra de Dios. Ambos son inspirados. Todos los sesenta y seis
libros son útiles (2ª Timoteo 3:16). En hebreos 4:12, el escritor sagrado llama a las
Escrituras una “espada de dos filos”. No obstante, algunas personas tratan de trabajar
con un pequeño testamento de bolsillo, lo que parece reducir a la espada del Espíritu
hasta convertirla en una navaja de bolsillo.
Es muy seguro que usted querrá trabajar con base en una traducción al español, a
menos que usted sepa griego o hebreo. Hay muchas buenas traducciones. Todas tienen
sus puntos fuertes y sus puntos débiles y sirven para diferentes propósitos. Por una
buena parte de mi vida yo hice uso de la New American Standard Bible (NASB). Es una de
las más exactas aunque un poco seca a veces. Pero es muy útil.
Algunas otras traducciones contemporáneas son las New International Version
(NIV), la New King James (NKJV), y la New Revised Standard Version (NRSV). Estas son
traducciones exactas, en oposición a las parafraseadas, tales como la God News Bible o el
New Testament in Modern English de Phillips. Sea cual fuere la traducción que usted
escoja, asegúrese de que es una buena Biblia de Estudio según ha quedado descrita con
anterioridad.
Y, finalmente, no dude de escribir en su Biblia. Algunas personas me dicen, “Es
que no quiero echarla a perder”. “Échela a perder haciendo anotaciones en ella”, les
digo yo. Escriba por todas partes. De hecho usted deberá estar usando tanto su Biblia
que debería “gastar” una cada dos o tres años. Luego puede conseguir otra. Es
maravilloso el poder examinar nuestras viejas Biblias y ver cuánto hemos avanzado en
nuestra vida espiritual.
Del por qué las personas no estudian la Biblia 31
4
UNA PANORAMICA AL PROCESO
Hace varios años Jeanne y yo estábamos vacacionando en la Costa Oeste junto
con nuestro hijo Bill. Teníamos un amigo que era dueño de un avión un día nos
preguntó que si queríamos volar con él a la Isla Santa Catalina. Aceptamos y la
siguiente mañana despegamos a toda velocidad de la pista, remontándonos a los cielos
sobre el condado de Orange.
Cuando el avión se niveló ya volando sobre el Pacífico, nuestro amigo se volvió
hacia Bill, quien iba de copiloto y le dijo, “¿Qué te parecería probarte como piloto?”
Siempre dispuesto a la aventura, le contestó, “Seguro que si”. Bill no había
piloteado un avión en su vida pero, ¿qué importaba eso?
Nuestro amigo le dio unas breves instrucciones sobre el arte de volar, algo así
como un “curso intensivo”, podríamos decir. Y le pasó los controles y ahora Bill estaba
a cargo. Todo siguió sin contratiempos mientras íbamos volando derecho. Pero después
de unos minutos el piloto le dijo, “¿Por qué no intentas una vueltecita?”
Bill giró hacia la izquierda, y repentinamente me empecé a sentir un poco
mareado. Unos momentos después nuestro amigo dijo, “Muy bien, ahora inténtalo para
el otro lado”, y el giró para la derecha. Ahora tanto Jeanne como yo nos sentíamos
mareados. Nos sentíamos mucho mejor cuando vimos que el piloto puso sus manos
sobre los controles mientras nivelaba el avión y volvía a hacerse cargo de la situación.
“No estuvo mal”, le dijo a Bill, el cual estaba sonriendo como todo un experto.
“Solo caíamos como 300 metros”.
Obviamente, aprender a manejar requiere un poco más que soltar los controles a
alguien y decirle, “Qué te diviertas”. Requiere habilidades que toman años para
desarrollarlas plenamente. Aparte de tener esa experiencia, tienes tu vida en tus manos.
El estudio de la Palabra de Dios no es diferente. Aprender a hacerlo
adecuadamente es un proceso que no se da de la noche a la mañana. Y aún así, es eso lo
que hacemos con los nuevos creyentes cuando le decimos que se metan en la palabra,
les damos una Biblia, y esperamos que ellos se hagan cargo de ahí en adelante. No es de
extrañarse que muchos creyentes se den por vencidos por la frustración de no poder
hacerlo.
Una panorámica del proceso 33
En este capítulo quiero dar un vistazo del proceso del estudio Bíblico.
Primeramente, quiero definir qué tiene que ver el método en el estudio Bíblico. Después
quiero mostrarles a dónde les lleva el proceso y dónde terminarán si lo siguen.
2. Estructura
Contrario a la opinión popular, la Biblia no es una colección de dichos e historias
al azar que en alguna forma se unieron. Más bien es una biblioteca de libros
cuidadosamente hechos que revelan, a aquellos que buscan, dos tipos de estructuras
básicas.
Una panorámica del proceso 35
Primeramente, hay una estructura gramatical. Casi puedo escuchar los quejidos:
“¿Tenemos que volver a eso? Yo dejé la gramática desde la secundaria”. Pero si quiere
usted aprender a estudiar las Escrituras en forma efectiva, debe usted aprender a leer
tomando en cuenta la gramática. ¿Cuál es el sujeto de la oración? ¿Cuál es el objeto?
¿Cuál es el verbo principal? Entre más gramática sepa usted, más le podrá sacar a un
pasaje.
También existe una estructura literaria. Hay preguntas y respuestas. Hay un
clímax y una resolución. Hay una causa y un efecto. Les mostraré una variedad de
formas en la que los autores han estructurado sus obras.
3. Forma Literaria
Me asombra cómo la gente ignora el estilo literario cuando se trata de los libros
de la Biblia. Los tratan todos de la misma manera.
Sin embargo, hay una gran diferencia entre la poesía Hebrea de los Salmos y las
epístolas argumentativas de Pablo; entre la grandiosa y completa narrativa de Génesis y
Éxodo y las sencillas pero intensas historias de las parábolas. Hay alegorías y poesía
romántica, sátira y apocalíptica, comedia y tragedia, y mucho más. El Espíritu Santo usó
cada una de estas formas para comunicar Su mensaje. Así que, si usted quiere captar ese
mensaje, debe leer cada estilo de acuerdo a sus propias “reglas”. Les mostraré una
variedad de formas en la que los autores han estructurado sus obras.
4. Atmósfera
Leyendo para encontrar la atmósfera tiene que ver con captar el escenario y los
sentimientos del texto bíblico. ¿Cómo sería el estar en la situación del autor? Por
ejemplo, Pablo dice, “Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos! (Fil.
4:4) Se oye bien. Pero, ¿dónde estaba él? ¿En un lujoso hotel? No precisamente. El estaba
en una maloliente prisión romana. Y la vida se ve muy diferente detrás de unas rejas.
Usted querrá transportar sus sentidos al pasaje. Si hay un atardecer, véalo. Si hay
un olor, huélalo. Si hay un grito de angustia, siéntalo. ¿Está usted estudiando la carta a
los Efesios? Entonces únase a la iglesia en Efeso y escuche a Pablo al hincarse a orar
(Efesios 3:14-21). Este es un ejercicio para la imaginación, no solamente para el intelecto.
Así que, no requiere de entrenamiento profesional capturar la atmósfera de un
determinado pasaje de la Escritura.
36 ¿Para qué estudiar la Biblia?
Una panorámica del proceso 37
más las lea, más claras le parecerán. Asegúrese de leer con cuidado los capítulos 8-18 de
este libro en donde presento diez estrategias para una lectura de primera clase.
REGISTRE
En otras palabras escriba algunas notas. Escriba lo que usted ve en el texto. Lleve
un registro de sus preguntas y de sus hallazgos. No sé cuántas veces alguna persona me
ha dicho, “Maestro, lo que tengo qué escribir no es muy bueno”. No obstante, el hecho
es que usted no puede construir sobre una base que no tiene. Así que comience usted
justamente donde se encuentre, aunque sea con cosas muy elementales. Todo mundo
comienza ahí. ¡Pero escríbalo! Use una libreta para anotar lo que usted ve. Haga un
resumen escrito de sus observaciones a fin de que pueda luego recordarlas. El escribirlo
le ayudará a recordar lo que usted ha descubierto a fin de usarlo posteriormente.
REFLEXIONE
Es decir, tome algo de tiempo para pensar en lo que usted ha visto. Pregúntese,
¿Qué es lo que está sucediendo en este pasaje? ¿Qué me está diciendo acerca de Dios?
¿Qué acerca de mi mismo? ¿Qué necesito hacer con base en lo que estoy leyendo aquí?
Como veremos mas adelante, la reflexión (o meditación) es vital para entender y aplicar
la palabra de Dios.
Una palabra final: cuando se haga referencia a un capítulo particular del libro de
los Salmos, use la forma singular, “Salmo”, como en Salmo 23, y no Salmos 23. El libro
de los Salmos es una colección de salmos (plural); cada capítulo individual es un salmo
(singular).
El valor de la observación 43
5
EL VALOR
DE LA OBSERVACIÓN
El primer paso en el estudio bíblico es el de la Observación, en donde uno
plantea y responde la pregunta, ¿Qué es lo que veo? Cuando el salmista oró, diciendo
“abre mis ojos, y miraré las maravillas de tu ley” (Salmo 119:18), él estaba pidiendo que se le
diese el poder de la observación. El estaba pidiendo al Espíritu de Dios que le retirara
las vendas de sus ojos a fin de que pudiera ver y penetrar en las verdades que Dios
había revelado.
¿Qué es lo que hace que una persona sea mejor estudiante de la Biblia que otro?
Simplemente que él puede ver más que el otro, eso es todo. La misma verdad está
disponible a ambos en el texto. La única diferencia entre ellos es lo que cada uno puede
ver en un espacio de 300 centímetros cuadrados de papel.
¿Ha ido usted a algún estudio bíblico o ha escuchado algún mensaje predicando
en alguna iglesia local en un pasaje que usted había leído y estudiado (y tal vez hasta lo
había enseñado) para simplemente preguntarse después, “¿Por qué puede esa persona
ver más que yo? ¿Por qué le ha sacado mucho más a ese texto?”.
La diferencia entre ustedes es la diferencia que le encantaba señalar a Sherlock
Holmes: “Tú ves, pero no observas”.
La habilidad para ver es un proceso desarrollado. Louis Agassiz, el renombrado
naturalista de Harvard del siglo XIX fue interrogado en una ocasión de la siguiente
manera: “¿Cuál ha sido su mayor contribución hablando científicamente?”.
Su respuesta: “He enseñado a los hombres y mujeres a observar”.
Y él utilizaba un fascinante proceso para hacerlo. El colocaba un maloliente
pescado en una charola de disección, lo ponía bajo la nariz de un estudiante de nuevo
ingreso y le ordenaba, “Observe este espécimen y ponga por escrito todo lo que vea”.
El estudiante comenzaba su tarea con entusiasmo y escribía veinte o treinta
cosas. Mientras tanto el profesor desaparecía hasta el día siguiente y, al retornar,
preguntaba, “¿Cómo le va con la tarea?”
“¡Ah! Vi treinta y siete cosas”, respondía el estudiante.
“Magnífico”, respondía el maestro. “Continúe observando”.
44 Paso 1: Observación
¿Cómo le fue? ¿Tiene ojos de águila para los detalles? ¿O es tan ciego como un
murciélago? Por supuesto ninguna de las diez preguntas contiene asuntos de vida o
muerte (excepto tal vez el aceite del automóvil).
No obstante es curioso cómo las cosas pequeñas a menudo son las que hacen
gran diferencia en una historia de misterio o en la investigación que la policía hace de
un caso de la vida real. Todo gira en derredor de los pequeños detalles, el color de los
ojos del sospechoso, la hora del día, una palabra mal pronunciada. Los hechos están allí
y cualquiera puede verlos, sin embargo solamente el maestro investigador los observa.
“Tú ves, pero no observas”.
Déjeme darle una oportunidad para comenzar a observar las Escrituras. En el
siguiente capítulo echaremos un vistazo a un versículo y formularemos la sencilla
pregunta, ¿Qué es lo que veo? Puede ser que se sorprenda del resultado.
Trace cuatro líneas rectas, conectadas entre sí, que toquen cada punto solamente
una vez, sin levantar el lápiz del papel. Después de que haya intentado dos formas
diferentes piense cuales restricciones podría estarse poniendo usted mismo en la
solución de este problema.
46 Paso 1: Observación
¡AHORA ES SU TURNO!
La observación es una de las habilidades más útiles que uno puede adquirir.
También puede ser muy divertido. Aquí hay un ejercicio que usted puede intentar con
jóvenes. Desarrollará su capacidad de observación y le enseñará a usted mucho acerca
del proceso de observación.
Sin que se den cuenta los participantes, ponga sobre una mesa un grupo de
objetos tales como:
Una piedra
Un libro con pastas de cartón
Una pluma
Dos o tres conchas de mar
Un carrito de juguete
5 crayones
Un block de Lego
Una hoja de un árbol
Un imán con la forma de un número o una letra
Una corbata
Un cepillo de dientes
El valor de la observación 47
EL RELOJ
“Le he escuchado decir que es difícil para un hombre el poseer un objeto de uso
diario sin dejar impresa en él su propia individualidad en tal forma que un observador
entrenado pueda percibirla. Pues bien, tengo aquí un reloj que ha llegado recientemente
a mi posesión. ¿Tendría usted la amabilidad de darme su opinión respecto del carácter
o hábitos de su anterior propietario?”
Le entregué el reloj con un ligero sentimiento de asombro en mi corazón porque
la prueba, según yo, era casi imposible y yo pretendía que fuera una lección en contra
del tono dogmático que él ocasionalmente asumía. El balanceó aquel reloj de bolsillo en
sus manos, observó fijamente la carátula, levantó la cubierta trasera y examinó la
máquina, primeramente a simple vista y después con un poderoso lente de aumento. Yo
apenas si podía evitar una sonrisa al ver su rostro poco expresivo cuando finalmente
volvió a cerrar la cubierta trasera y me devolvió el reloj.
“Hay realmente muy poca información”, comentó él. “El reloj ha sido limpiado
recientemente, lo cual me roba de los hechos más determinantes”.
“Tiene usted razón”, respondí. “Fue limpiado justo antes de que se me enviara”.
En mi corazón ya estaba yo acusando a mi compañero de utilizar la más lamentable
excusa para disfrazar su fracaso. ¿Qué información podría él haber derivado de un reloj
sucio?
“Aunque poco satisfactoria, mi investigación no ha sido del todo improductiva”,
dijo él, clavando la vista en el cielo con ojos soñadores y poco expresivos. “Sujeto a que
usted me corrija, yo diría que el reloj perteneció a su hermano mayor, quien lo heredó
de su padre”.
“Eso lo obtiene usted, sin duda alguna, de las letras H.W. inscritas en la tapa
trasera”.
48 Paso 1: Observación
“Así es. La W sugiere su propio nombre. La fecha del reloj es de hace casi
cincuenta años, y las iniciales son tan viejas como el reloj: de manera que fue hecho para
la generación anterior. Las joyas usualmente pasan al hijo mayor, y lo más probable es
que el tuviera el mismo nombre que su padre. Si mal no recuerdo, su padre falleció hace
ya bastantes años. Por tanto, el reloj ha estado en manos de su hermano mayor”.
“Correcto, hasta este punto”, dije yo. “¿Alguna otra cosa?
“El era un hombre de hábitos no muy limpios; de hecho era bastante descuidado.
Se le dejó una buena herencia, pero la despilfarró. Vivió por algún tiempo en extrema
pobreza con intervalos, breves y ocasionales, de prosperidad; finalmente se dio a la
bebida y murió. Eso es todo lo que puedo deducir”.
Yo salté de la silla caminando impacientemente en derredor del cuarto con
considerable amargura en mi corazón.
“Esto es indigno de usted, Holmes”, dije yo. “Jamás creí que usted descendería a
este nivel. Usted ha investigado la infeliz historia de mi hermano, y ahora pretende
deducir todos estos hechos de una manera fantasiosa. ¡Usted no pretenderá que yo crea
que ha deducido todo esto de una breve observación de un antiguo reloj!”. Es poco
bondadoso y, para hablar claro tiene hasta un toque de charlatanería en ello”.
“Mi querido doctor”, dijo él calmadamente, “por favor acepte mis disculpas.
Viendo el asunto en una manera abstracta, olvidé lo personal y doloroso que esto
podría ser para usted. Le aseguro, no obstante, que yo jamás supe que usted había
tenido un hermano sino hasta que me entregó el reloj”.
“Entonces, dígame en nombre de todo aquello que es maravilloso, ¿Cómo es que
obtuvo esta información? Es absolutamente correcta hasta el más mínimo detalle”.
“Ah, eso fue buena suerte. Yo solamente dije lo que creí que era más probable. Yo
no esperaba dar en el blanco todo”.
“Pero, ¿acaso fue todo un mero adivinar?”
“No, no; yo nunca adivino. Es un hábito desagradable, que destruye la facultad
de razonar. Lo que a usted le parece extraño es solamente porque usted no sigue mi
línea de pensamiento ni observa los pequeños hechos de los cuales dependen las
grandes inferencias. Por ejemplo, yo comencé diciendo que su hermano era descuidado.
Cuando usted observa la parte baja del estuche del reloj, usted nota que no solamente
está marcada en dos lugares, sino que también está cortada y tiene marcas por todas
partes que surgen del hábito de guardar otros objetos duros, tales como monedas o
llaves, en la misma bolsa. Seguramente no es una gran cosa el suponer que un hombre
que trata a un reloj tan valioso como este en forma tan descuidada sea el mismo un
hombre descuidado. Ni tan poco es una inferencia muy ilógica el decir que un hombre
que hereda un artículo de tal valor también recibió otros artículos valiosos como parte
de su herencia”.
Yo asentí para mostrar que estaba siguiendo su razonamiento.
El valor de la observación 49
Todavía más, comienzo a averiguar que Lucas y Hechos tienen el mismo tema:
“todas las cosas que Jesús comenzó a hacer y a enseñar”. Esta es una clave que me
indica que Hechos va a darme una continuación del ministerio de Cristo a través de sus
apóstoles. No solamente descubro que Lucas y Hechos tienen el mismo tema sino que
son dirigidos al mismo individuo, un hombre llamado Teófilo. ¿Quién era Teófilo? Si
yo voy a Lucas 1:3 descubriré que allí es llamado “excelentísimo”, lo cual podría indicar
que tenía un título y una posición de gran prominencia en la sociedad Romana. Pero
aquí en Hechos es llamado simplemente “Teófilo”. Es posible que en el lapso de tiempo
transcurrido entre la escritura de Lucas y la de Hechos el haya venido a conocer a Cristo
como Salvador, y eso le haya hecho perder posición. O tal vez Lucas utiliza la forma
más simple debido a la familiaridad entre ellos desarrollada. Sea como fuere, Lucas
tenía a un individuo específico en mente mientras escribía este libro.
La narración de Hechos se inicia con una discusión. En el versículo 6, encuentro
al Señor y a sus discípulos hablando acerca del Reino de Dios. El texto dice, “Entonces
los que se habían reunido le preguntaron, diciendo: Señor, ¿restaurarás el reino de Israel
en este tiempo?” La primera cosa que hacen los discípulos es plantear una pregunta.
“¿Es esto así?” “¿Es ‘que’ así?” “¿Es este el tiempo en el que tú vas a restaurar el reino
de Israel?”
Jesús da respuesta a su pregunta. Para empezar, la respondió en sentido
negativo, diciéndoles “No os toca a vosotros saber” (vs. 7). Luego la respondió en forma
positiva. (vs.8), y aquí es donde la palabra “pero” figura en forma tan prominente.
“Pero ésta es vuestra responsabilidad”. Así que el verso 8 es parte de un diálogo en el
que los discípulos están formulando preguntas y el Señor está respondiéndolas.
Ese es, entonces, el contexto anterior. Echemos también un vistazo a lo que sigue
en los versículos 9-11, porque en ellos se narra la ascensión del Señor. Recuerde que
además de los términos, usted debe considerar la atmósfera porque si ésta que aquí se
describe es la ascensión del Señor, y lo es, entonces las palabras de Jesús escritas en el
versículo 8 son sus últimas palabras a sus discípulos. De hecho, el Señor está aquí
dando sus instrucciones de marcha. “Ahora el trabajo depende de ustedes”, es
justamente lo que les está diciendo. Y luego, mientras ellos están viéndolo, Él se va a las
alturas. Él se ha ido, ellos son ahora los responsables de que sus órdenes se cumplan.
Siempre que usted estudie un versículo de la Escritura, asegúrese de que lo ubica
dentro de su contexto. Véalo en términos de lo anterior y lo posterior.
52 Paso 1: Observación
futuro
Pero recibiréis poder
Supernatural
(¿Quién?) cuando haya venido sobre vosotros el (Espíritu Santo,)
y me seréis testigos,
en Jerusalén,
en toda Judea,
en Samaria
y hasta lo último de la tierra.
1. Ellos acompañaron a Jesús por algo así como tres años durante su ministerio
terrenal.
2. Jesús los seleccionó personalmente.
3. Están inquietos, y probablemente a eso se debió el que formularan la pregunta
del verso 6.
4. Todos ellos son judíos.
5. Muchos de ellos son, o han sido, pescadores.
Y hay más que podría añadir. Pero el punto aquí es que cuando uno llega a algo
como esto, uno debe recordar en su mente tanto como le sea posible acerca de estas
personas. En este caso, éstas son personas que han recibido las enseñanzas. Han
presenciado los milagros y han pasado mucho tiempo con el Señor. Y ahora tienen la
responsabilidad de formularle la pregunta más importante de sus vidas.
Comencemos con un versículo 53
SOBRENATURAL
Ese es el tipo de dinámica que Lucas quiere que veamos en este pasaje. Como
resultado de lo que los apóstoles van a recibir, ellos se convierten en testigos. Pero
¿testigos de quién? Testigos de Jesucristo. Testigos suyos. Ellos van a ser sus
representantes.
SOBRENATURAL
SOBRENATURAL
¿B
(1) ORDEN LOGICO: PRIMERO VIENE
O El principio de una
S en Jerusalén serie EL ESPÍRITU SANTO
Q (2) LUEGO SE TESTIFICA
U UNIDAS
E en toda Judea, (Usualmente
J separadas)
(3)
O?
en Samaria,
Comencemos con un versículo 59
silenciosamente a su oído y le grité. Se despertó tan violentamente que del brinco por
poco pega con su cabeza con el techo.
“¿Qué es lo que estás leyendo?”, le pregunté, una vez que recobró su
compostura. “Si lo que lees es tan emocionante me gustaría darlo como lectura
requerida en una de mis clases”.
Él se rió.
“¿Es divertido?”, le pregunté.
“Es trágico”, me contestó.
“¿Qué quieres decir?”
“Pues que me acabo de dar cuenta de que voy en la página treinta y siete y no
tengo ni la más remota idea de lo que estoy leyendo”.
Tenía razón. Era una tragedia. Si usted no entiende lo que está leyendo, entonces
usted no está leyendo, está perdiendo su tiempo. Y yo me temo que muchas personas
dejan a un lado su Biblia habiendo desperdiciado su tiempo porque si en ello les fuera
la vida, ni así le podrían decir a uno lo que leyeron.
¿Es ése su caso? Si lo es, permítame darle tres sugerencias para ayudarle a
aprender a leer.
APRENDA A LEER MEJOR Y MÁS RÁPIDO
Hay una relación directa entre su habilidad para observar las Escrituras y su
habilidad para leer. Así que cualquier cosa que pueda hacer para mejorar su habilidad
para leer será un gran avance en cuanto a la mejoría de sus habilidades de observación
como estudiante de la Biblia.
No obstante, es un hecho de que cada vez son más los graduados de preparatoria
y aún de la facultad con problemas para leer. De hecho, yo dije a uno de mis grupos en
el seminario, “Si ustedes se gradúan de la universidad y no saben leer, no saben
escribir, y no saben pensar, ¿qué es lo que pueden hacer?”
Y no faltó el listo que respondiera, “Ver la televisión”
Triste, pero cierto. Uno de mis hijos estaban ya a medio año en el primer grado
escolar antes de que me diera cuenta de que no le estaban enseñando a leer. Fui a
quejarme con la maestra.
“Es que usted no entiende, Sr. Hendricks”, me dijo ella. “La cosa más importante
para su hijo no es que aprenda a leer, sino que sea feliz”.
Aunque no estaba de acuerdo con la posición, dejé que las cosas siguieran
avanzando un poco más. Pero al final del año me di cuenta de que el niño no estaba
feliz, tampoco había aprendido a leer. Así que, volví a visitar a la maestra y le dije: “¿No
se le ha ocurrido a usted que mi hijo, y todos los demás niños, estarían mucho más
felices si supieran leer?”
Usted debe aprender a leer 63
Otro buen libro es el de Norman Lewis, titulado “Cómo leer mejor y más
rápido”. Es realmente un manual que promete ayudarle a leer un 50 o 60 por ciento más
rápido de cómo lo hace usted ahora, y con mucha mayor comprensión. Lewis habla
acerca de cómo leer buscando ideas principales, cómo pensar en la misma inquisitiva.
Vienen incluidas cuarenta y dos sesiones de trabajo con docenas de ejercicios a fin de
involucrarle a uno con el proceso. Yo recomiendo muy bien este libro.
Cuando el libro de Mortimer J. Adler salió por primera vez a la luz pública, lo
anunciaron en “The New York Times” de esta manera: “¡Cómo leer una carta de amor!”
Aparecía la fotografía de un adolescente mirando una carta, con el siguiente texto como
pie de grabado:
Este joven acaba de recibir su primera carta de amor. Tal vez la ha leído tres o
cuatro veces, pero apenas está comenzando. El leerla con precisión, como él quisiera
hacerlo, podría requerir varios diccionarios y muchas horas de intenso trabajo bajo la
dirección de expertos en etimología y filología.
Sin embargo, lo hará bien sin la ayuda de ellos.
Él va a meditar sobre el significado exacto de cada expresión, de cada palabra, de
cada signo de puntuación. Su novia ha iniciado la carta diciendo, “Querido Juan”. Y él
se pregunta ¿Cuál es el significado exacto de esas palabras? ¿Se abstuvo de decir “Muy
querido” porque le daba pena? ¿Mi estimado habría sido demasiado formal?
¡Caracoles!: A la mejor le habría dicho “Querido Fulano” a cualquier otra
persona.
Por ahora aparecerá una expresión de preocupación en su rostro. Pero ésta
pronto desaparecerá cuando se ponga a meditar en la primera oración. De seguro que
ella no le habría escrito eso a ninguna otra persona.
Y así va avanzando al través de la carta, por un instante caminando en las nubes,
y al siguiente preocupado y apesadumbrado por algo que ahí le dice. En su mente se ha
generado un sin fin de preguntas. Él podría recitar de memoria ese texto. De hecho así
lo va hacer por las semanas que vienen.
Y luego el anuncio terminaba diciendo.
Si la gente leyera libros con una concentración similar, seríamos una raza de
gigantes espiritualmente hablando.
Si usted quiere entender la Biblia, tiene usted qué aprender a leer, mejor aún y
más rápido, como si fuera la primera vez, y como se lee una carta de amor. Piense usted
en esto por un momento: Dios quería comunicarse con usted en el siglo veinte y Él
escribió su mensaje en un libro.
PRUEBE SUS HABILIDADES DE LECTURA
¿Qué tan hábil es usted para leer? A continuación le presento un ejercicio para
ponerlas a prueba. Tome 90 segundos o menos para leer el siguiente material y
responder a cada pregunta encerrando en un círculo ya sea la F o la V, según usted crea
que la aseveración sea falsa o verdadera PERO SIN VOLVER A LEER EL PARRAFO
BASE. Mida el tiempo con un cronómetro o asigne a alguna persona del grupo para que
mida exactamente los 90 segundos. Al terminar el tiempo, deje de responder al ejercicio,
sea que haya terminado o no.
66 Paso 1: Observación
HIELO SECO
¿Puede usted imaginarse un hielo que no se derrite y tampoco es húmedo?
Entonces usted puede imaginarse el hielo seco. El hielo seco se produce al congelarse un
gas llamado dióxido de carbono. El hielo seco es totalmente diferente al hielo ordinario,
el cual es simplemente agua congelada.
El hielo seco fue manufacturado por primera vez en 1925. Desde entonces ha
cumplido las más altas esperanzas de su inventor. Puede usarse para producir neblina
artificial en las películas (cuando se pasa vapor por encima del hielo seco se produce
una densa niebla) y para destruir insectos entre los granos almacenados. Es más
práctico que el hielo ordinario porque requiere menos espacio y es 142 grados más frío.
Puesto que no se derrite sino que se evapora, su uso es más limpio. Es debido a estas
razones que es extremadamente popular y muchas personas lo prefieren sobre el hielo
ordinario.
El hielo seco es tan frío que si uno lo toca con los dedos (sin la protección de
guantes), le quemará.
Responda a las siguientes:
1. El hielo seco se hace a base de agua, pero como es especialmente tratado, no se F V
derrite.
2. El hielo seco fue manufacturado por vez primera en la década de los 50’s. F V
VERSIÓN MODERNA
1907
Si yo hablara lenguas de hombres, y de ángeles, mas no tuviera amor, he venido
a ser como bronce que suena, o címbalo que retiñe. Y si tuviera el don de profecía, y
supiera todos los misterios, y toda la ciencia; y si tuviera toda la fe, de modo que
pudiera remover montañas, más no tuviera amor, nada soy.
Y si distribuyera todos mis haberes para dar de comer a los pobres, y si entregara
mi cuerpo para ser quemado, mas no tuviera amor, nada me aprovecha.
El amor es sufrido y benigno; el amor no tiene envidia; el amor no es jactancioso,
no se engríe, no se porta indecorosamente, no busca lo suyo propio, no se irrita, no hace
caso de un agravio; no se regocija en la injusticia, mas se regocija juntamente con la
verdad: todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor nunca se
acaba; mas ora que haya profecías, terminarán; ora que haya lenguas, cesarán; ora que
haya ciencia, terminará.
Usted debe aprender a leer 69
otra dirección durante miles de años, sin tener conciencia de que a unos cuantos cientos
de metros debajo de sus pies yacían riquezas de valor inimaginable.
Y así es con las Escrituras. La verdad misma de Dios está ahí, capaz de
transformar su vida entera. Pero debe usted buscarla. Tiene usted que penetrar la
superficie con algo más que un vistazo general. En otras palabras, usted tiene que
pensar.
Para usar otra metáfora, su objetivo tiene que ser el de desarrollar una mesa de
alimento que le dará en que pensar; o dicho en otras palabras, algo para “rumiar”. En
efecto, usted necesita programar su mente con la verdad de Dios.
En pocas palabras,
“… surgió la oportunidad de estudiar la vida de Cristo como había deseado
durante tanto tiempo, investigar los orígenes de su literatura, cribar alguna de la
evidencia de primera mano y formar mi propio juicio sobre el problema que presenta.
Me limitaré a decir que revolucionó todo mi pensamiento. Surgieron cosas de la historia
de aquel antiguo mundo que yo jamás habría creído posibles. Lentamente, pero de una
manera definitiva, llegué a la convicción de que el drama de aquellas semanas
inolvidables de la historia humana era más extraño y profundo de lo que parecía. Y fue
precisamente la extrañeza de muchos sucesos notables en la historia lo que
primeramente atrajo mi atención y solamente mucho después me daría cuenta a
plenitud de la irresistible lógica del significado”.
¿Puede usted percibir el grado de intensidad con el que la mente de Morrison se
había concentrado en el proceso de estudio de la Biblia? He aquí un hombre que leía, y
al leer pensaba en lo que leía. Él estaba aplicando al estudio del Nuevo Testamento el
mismo proceso mental que aplicaba a su tarea como periodista.
Resultado: El libro que el comenzó a escribir resultó ser El libro que se rehusó a ser
escrito. En lugar de escribir ese libro, la integridad exigía que él escribiera otro libro:
¿Quién movió la piedra? Publicado originalmente en 1930, es aún considerado como un
clásico de la apología sobre el tema de la resurrección. Realmente es la historia de la
convicción de Morrison al cristianismo. Y es una ilustración especialísima de la primera
estrategia para la lectura de la Biblia: Lea pensando en lo que lee.
¡AHORA ES SU TURNO!
He aquí un proyecto que le ayudará a cultivar la habilidad de leer las Sagradas
Escrituras pensando en lo que lee. Se trata de leer el pequeño libro de Filemón, en el
Nuevo Testamento. Son solamente 25 versículos. Filemón registra el consejo de Pablo a
un viejo amigo cuyo esclavo, Onésimo, se había escapado. Onésimo se encontró con
Pablo en Roma, se convirtió al Señor, y luego Pablo lo envió de regreso a su amo con
esta carta en la mano.
74 Paso 1: Observación
Hace muchos años leí un libro en el que el autor escribió estas palabras, “Cuando
leí este pasaje por la centésima ocasión, me vino a la mente la siguiente idea…”
“Vamos”, dije yo para mis adentros, “debes estar bromeando”. En esos días, si yo
leía una porción de la Biblia dos veces, ya eso era increíble. Si leía la misma porción tres
o cuatro veces, eso ya era un milagro. Pero he aquí este gran estudiante de la Biblia, un
hombre maduro en la Palabra que me dice que yo necesito leer la Palabra una y otra
vez, no una ni dos, sino cien veces, si es necesario, a fin de realmente entenderla y
derivar mis propias conclusiones.
Hoy día me doy cuenta que ese escritor estaba sabiamente practicando la
segunda estrategia a fin de llegar a ser un lector de primera clase en lo que a la Biblia
respecta:
LEA LA BIBLIA EN FORMA REPETITIVA
El genio de la Palabra de Dios es que jamás se desgasta o cae en desuso; aguanta
la exposición repetitiva. De hecho, eso es lo que le hace ser diferente a cualquier otro
libro. Usted puede ser un experto en una disciplina dada. Si usted lee un libro de su
especialidad dos o tres ocasiones, ya lo tiene totalmente dominado. Puede ponerlo en el
librero y moverse hacia otra cosa. Pero eso jamás será cierto de la Biblia. Léala una y
otra vez, y cada vez encontrará cosas que nunca jamás había visto en ella.
Permítame sugerirle varias ideas para ayudarle en este proceso.
Lea libros enteros de una sola entrada.
Ya se lo que usted está pensando. Usted está pensando en libros como Isaías y
Jeremías, y está diciendo, “Qué va, me voy a hacer viejo antes de que los pueda
terminar”. Pero permítame recordarle que la mayoría de los libros de la Biblia no son
más largos que el equivalente a dos o tres columnas de un periódico de la localidad. Y
aún los libros más largos son más cortos que la mayoría de las novelas cortas. De modo
que, ¡vamos! Lea libros enteros en una sola sentada.
El valor de esto es que usted podrá apreciar la unidad de cada libro. Eso es de lo
que se pierde la mayoría de las personas cuando brincan de pasaje en pasaje. Jamás
pueden captar el sentido de totalidad que el libro tiene. Consecuentemente, su
percepción del tema es fragmentaria. Es como estarle cambiando al televisor de canal en
canal, viendo unas cuantas escenas o trozos de diálogo de cada programa completo.
76 Paso 1: Observación
son narraciones “amistosas al usuario”, con su trama y caracterización. Los otros cuatro
libros mencionados son cartas escritas a cristianos, que son cortas y prácticas. Usted no
tendrá demasiados problemas tratando de entender lo que el escritor sagrado está
tratando de entender lo que el escritor sagrado está tratando de decir.
Haga “acercamientos y alejamientos”
Un mes puede parecer mucho tiempo para permanecer con un libro pero en
realidad no es mucho. Y puesto que hay tanto qué ver en un pasaje cualquiera (recuerde
que hicimos casi treinta diversas observaciones solamente en Hechos 1:8), es necesario
fijar objetivos limitados.
Una estrategia es utilizar un lente de “acercamiento” para nuestro estudio.
Comenzamos con un gran angular. Hacemos un “alejamiento” y captamos el cuadro
completo leyendo todo el libro de golpe. Vea si puede detectar un flujo, un movimiento
en el material, una progresión de eventos o de ideas. Luego hacemos un “acercamiento”
en algo que nos parece interesante o prominente. Si usted usa el plan de un mes,
invierta una semana más o menos en ese evento o idea.
Por ejemplo, en Génesis, los primeros once capítulos cubren la historia de la
creación del universo, el Diluvio y la confusión de las lenguas en Babel. Luego los
siguientes treinta y nueve capítulos cubren solamente cuatro generaciones, encabezadas
por cuatro personajes: Abraham, Isaac, Jacob y José. Ese es el gran cuadro de Génesis.
Pero algunos eventos en los que vale la pena hacer algunos “acercamientos” son los
capítulos que narran la creación (1 y 2), el Diluvio (6-10), el sacrificio de Isaac (22) y la
profecía de Jacob respecto a sus hijos (49).
Una vez que haya invertido algo de tiempo en uno de estos eventos menores,
usted puede acercarse aún más al texto y estudiar un aspecto particular en detalle. Por
ejemplo, en la narración de la Creación, Dios establece el matrimonio (2: 18-25). Este es
un pasaje que vale la pena estudiar más a fondo porque los principios establecidos aquí
se proyectan hacia toda la Biblia. Jesús hace referencia a este pasaje (Mateo 19:4-6), y
también Pablo (Efesios 5:31). Su presencia aquí le obliga a preguntarse, “¿Qué lugar
tiene el matrimonio en el libro de Génesis?”
Una vez que ha hecho su “acercamiento” para estudiar algún evento, concepto o
palabra en especial, asegúrese que hace un “alejamiento” a fin de volver a captar todo el
cuadro. Recuerde, usted no desea terminar su estudio con una canasta llena de
fragmentos desconectados entre sí sino con un todo armonioso en el cual todos los
detalles encajen con el mensaje total del libro.
Modifique su enfoque
Como podemos ver, hay más de una manera de estudiar la Biblia. Al hacer uso
de más diversas estrategias, mayores conocimientos derivará para usted mismo. Y la
manera de mantenerse en la ruta larga del estudio bíblico consiste en variar el enfoque,
tal y como los corredores modifican su ritmo. En capítulos posteriores hablaremos
acerca de diversas técnicas que usted puede usar con diferentes tipos de material.
Lea la Biblia pacientemente 83
gustaría a usted ser etiquetada con esa expresión? Ella jamás vuelve a aparecer en la
narración sin ese título.
O ¿qué me dice usted de Andrés, el hermano de Simón Pedro? ¿Conoce usted a
alguna persona que tiene un hermano famoso, o que uno de sus padres es famoso?
Cada vez que se le presenta se dice, “este es Andrés, usted sabe, el hermano de Pedro”.
Es casi como si no tuviera una identidad propia. Ese era el predicamento en que se
encontraba Andrés. El punto es que cada vez que se diga algo acerca de alguna persona,
usted lo note.
Y asegúrese de que consulta otros pasajes para averiguar todo lo que pueda de
esa persona. Por ejemplo, el prefacio al Salmo 88 nos dice que ese Salmo es un “Masquil
de Hemán Ezraita”. (A propósito estas pequeñas notas que aparecen como prefacio son
consideradas como parte del texto bíblico) ¿Y quién era Heman Ezraita? El Salmo no le
dice. Usted tiene que ir a los libros históricos de la Biblia para averiguarlo. Y cuando lo
averigua, usted comienza a integrar un fascinante cuadro que le explica el por qué el
Salmo 88 es tan obscuro y perturbador.
O tome Hebreos 11. Menciona más de una docena de personajes del Antiguo
Testamento. Pero a menos que usted vaya y busque lo que se dice acerca de ellos, usted
jamás podrá apreciar la valiosa aportación de la carta a los Hebreos.
Una segunda cosa que hay que buscar es ¿qué dice la persona? Tomemos por
ejemplo a Pedro en el Monte de la Transfiguración (Mateo 17:1-8). Ahí lo tenemos,
disfrutando una de las más increíbles experiencias jamás concedida a un ser humano.
¿Y qué dice? “Señor, bueno es para nosotros que estemos aquí”. (Esa debe haber sido la
frase más destacada del primer siglo. ¿No le parece?) “Si quieres, hagamos aquí tres
enramadas…” y que siga la conferencia. Verá usted, Pedro era la clase de persona cuyo
lema era: No te quedes callado, di algo.
Usted tal vez se pregunta, ¿por qué llenó Dios el texto bíblico con este tipo de
diálogos? ¿Por qué tantos comentarios y detalles triviales? La razón es porque Él quiere
que usted vea el proceso por el que la gente tuvo que pasar para llegar a las
conclusiones que llegaron.
¿Qué?
Una segunda pregunta que hay que formular es, ¿qué está pasando en este texto?
¿Cuáles son los eventos? ¿Qué pasa a los personajes? O, si se trata de un pasaje que
discute algún punto: ¿Cuál es el argumento? ¿Qué está tratando de probar el escritor?
¿Qué está tratando de comunicar?
Otra pregunta del tipo “¿Qué?” es, ¿Qué es lo que está mal con este cuadro? Hay
un número de este tipo de pasajes en el Antiguo Testamento. Por ejemplo, el rey Saúl
sale a la guerra contra los amalecitas en I de Samuel 15. Él los borra del mapa, captura a
su rey, se hace de despojos, y se prepara para adorar a Dios con sacrificios. Pero, ¿qué
está mal con este cuadro? Samuel pone el dedo en la llaga cuando dice (15:19): “¿Por
86 Paso 1: Observación
qué, pues, no has oído la voz de Jehová…?” Saúl había obedecido pero no
completamente, y en el libro de Dios, la obediencia parcial es desobediencia.
¿Dónde?
Esto le dará a usted la ubicación. ¿En dónde tiene lugar lo que se narra? ¿En
dónde están las personas de la historia? ¿De dónde vienen? ¿Hacia dónde se dirigen?
¿Dónde se encuentra el escritor? ¿Dónde estaban los lectores originales de este texto?
La pregunta “¿Dónde?” es una de las razones por las cuales hay que tener a la
mano un juego de mapas o un atlas siempre que usted estudie la Biblia. Por eso es que
al final de muchas Biblias usted encontrará varios mapas. No es porque los editores no
sabían que más poner. Es para mostrarle dónde tuvieron lugar los eventos bíblicos.
¿Se encuentra usted estudiando un viaje? Entonces haga sus anotaciones en un
mapa. ¿Se encuentra usted estudiando I de Corintios? Ubique a Corinto en un mapa.
¿Está usted en Hechos 8 con Felipe y el eunuco etíope? Entonces ubique el camino que
va al sur de Jerusalén a Gaza y averigüe sobre que tipo de terreno viajaba aquel
hombre.
Yo una vez tuve un grupo de alumnos en el cual había una mujer que tenía
varios títulos de postgrado. Justo en la mitad de una de las sesiones levantó su mano y
preguntó, “Dr. Hendricks, ¿en qué parte de Sudamérica está teniendo lugar esto?”
Estábamos estudiando el libro de Marcos.
Aquí se encuentra una persona inteligente y muy preparada. Pero yo había
pasado por alto el hecho de que ella no tenía el menor conocimiento de la geografía del
Nuevo Testamento. Y ella no es la única. Esto se ha convertido en un punto ciego en
nuestra cultura. Cuando usted lea acerca de lugares en la Biblia, no dé nada por sentado
y así jamás se verá desilusionado. La mayor parte de la gente no tiene la menor idea
acerca de dónde tuvieron lugar los eventos bíblicos.
¿Cuándo?
Esta es la pregunta relativa al tiempo. ¿Cuándo tuvieron lugar los eventos de los
que habla el pasaje? ¿Cuándo ocurrieron estos eventos en relación a otros narrados en la
Escritura? ¿Cuándo está escribiendo el texto el escritor sagrado?
En pocas palabras, siempre determine la variable tiempo. Por ejemplo, en Marcos
1:35, leemos, “Levantándose muy de mañana, siendo aún muy oscuro, (Jesús) salió y se
fue a un lugar desierto, y allí oraba”. Es fácil decir cuándo sucedió esto: “Muy de
mañana”. Pero, ¿qué mañana? Fue la mañana después del día más ocupado que se
tenga registrado en la vida de nuestro Señor. Solamente hay cincuenta y dos de ellos en
los evangelios. Ese día en particular estuvo saturado de milagros, enseñanzas y
sanidades.
¿Podría decir lo siguiente sin que suene irreverente? Jesús tenía toda la
justificación del mundo para dormir hasta tarde esa mañana. Él incluso pudo haber
usado la excusa, “Padre, estuve atendiendo tus asuntos”. Pero su relación con el Dios
Lea la Biblia en forma selectiva 87
infinito tenía tan alta prioridad que se levantó siendo aún muy oscuro, es decir, mucho
antes de que amaneciese y se fue a un lugar desierto a orar. Ahora bien, si Cristo Jesús,
quién tenía un continuo compañerismo y comunión con el Padre, tenía necesidad de
orar, ¿Cuál será mi necesidad? ¿Cuál será la suya?
Nosotros aprendemos éste tipo de cosas formulando una simple pregunta:
¿Cuándo sucedió esto?
¿Por qué?
Hay una infinidad de “por qué ’s” que preguntar del texto bíblico. ¿Por qué está
incluido esto? ¿Por qué está ubicado aquí? ¿Por qué viene después de esto? ¿Por qué
viene antes de esto? ¿Por qué dice esta persona esto? ¿Por qué aquel personaje no dice
nada? ¿Por qué? Es una pregunta que busca significados.
Por ejemplo, la parábola del hijo pródigo se encuentra solamente en el evangelio
de Lucas, no en Mateo, ni en Marcos, ni en Juan. ¿Por qué? ¿Por qué es Lucas el único
que registra ésta poderosa parábola?
O por ejemplo, cuando venimos al libro de los Hechos, y no le encontramos el
final. Pablo está en Roma, enseñando y predicando; pero jamás sabemos qué es lo que
sucedió después con él o con la iglesia primitiva, o con el resto de los apóstoles. ¿Por
qué? ¿Por qué razón no continuó Lucas con la narración? ¿Por qué no hubo alguien más
que siguiese con la historia tomándola de donde la dejó Lucas?
La pregunta ¿Por qué? Profundiza en el texto más que cualquiera otra. Formular
esta pregunta nos conducirá en forma inevitable ha nuevos e importantes hallazgos.
¿Y ahora qué?
Esta pregunta nos lleva realmente a una confrontación con nosotros mismos. Es
como si nos preguntáramos, ¿qué diferencia habría si yo aplicase esta verdad a mi vida?
Esta es la pregunta que nos pone en la línea de arranque, que nos hace
reaccionar, hacer algo en relación a lo que hemos leído. Recuerde, la Palabra de Dios no
fue escrita para satisfacer nuestra curiosidad; fue escrita para cambiar nuestras vidas.
Así que con cada pasaje de la Escritura necesitamos preguntarnos, ¿Y ahora qué?
Cuando lleguemos al tema de la Aplicación le mostraré una serie de maneras para
responder a esa pregunta.
Testamento mientras una de las aeromozas venía caminando por el pasillo. Cuando me
vio con mi Biblia abierta, se detuvo y me preguntó, “¿Ah, es usted creyente?”
“Seguro que lo soy”, respondió ella con una sonrisa.
Comenzamos a conversar acerca de cuestiones espirituales.
Finalmente le dije, “¿Le importaría si le hago una pregunta?”
“Por supuesto que no”.
“¿Tiene usted un programa regular de estudio bíblico?”
“No señor. Me temo que no”.
“¿Por qué no?”
Ella dijo, “Pues no sé. No sé dónde comenzar”.
Yo entonces le pregunté, “¿Le gustaría aprender cómo o dónde comenzar?”
“Me encantaría”.
“¿Tiene usted un poco de tiempo?”
Ella tenía tiempo libre en ese vuelo, así qué tomé una de esas bolsitas para el
mareo (son buenísimas para hacer notas) y le escribí las seis preguntas que acabo de
mencionar en este capítulo: ¿Quién? ¿Qué? ¿Dónde? ¿Cuándo? ¿Por qué? ¿Y ahora qué?
Luego tomamos el pasaje de Marcos 4:35-41, donde Jesús calma la tempestad. Le
pedí que leyera el pasaje y luego recorrimos las seis preguntas: ¿Quiénes son los
personajes involucrados? ¿Qué está pasando en este párrafo? ¿Dónde está ocurriendo
este evento? ¿Cuándo está teniendo lugar? ¿Por qué cree usted que Dios lo incluyó en la
narración? Y ¿Qué diferencia produciría esto si lo aplicase en su vida?
Raras veces he visto a alguien tan emocionado. Cuando terminamos ella dijo,
“¿Cómo es que ya llevo siete años de ser cristiana y nadie jamás me enseñó estudiar la
Biblia?”
Esa es una buena pregunta, pero realmente es una tragedia. La Iglesia hoy en día
está llevando a las gentes a Cristo, pero a veces ellas están en la fe por diez, quince, o
hasta veinte años sin aprender cómo estudiar la Biblia. ¿La razón? No saben dónde
comenzar.
Estas gentes se parecen mucho a mí cuando iba a aquel estanque en Colorado,
veía los peces, pero no podía pescar ni uno de ellos para mí. Eso no es muy importante
cuando usted se encuentra simplemente de vacaciones. Pero cuando usted está
muriéndose de hambre espiritualmente, --y la gran mayoría de la gente lo está -- usted
necesita aprender a pescar.
Le sugiero que ponga en práctica los seis “señuelos” que le he mencionado para
leer la Biblia en forma selectiva. Cualquiera podrá encontrar unas cuantas lecciones
monumentales.
Lea la Biblia en forma selectiva 89
¡AHORA ES SU TURNO!
Las seis preguntas para leer la Biblia en forma selectiva son especialmente
interesantes y divertidas cuando uno estudia las historias de la Escritura. Lucas 24:13-35
registra una de las más fascinantes: la narración del encuentro de Jesús con sus dos
discípulos en el camino a Emaús después de su resurrección. Lea el pasaje dos o tres
veces y luego póngalo a prueba con las seis preguntas presentadas en este capítulo. No
olvide anotar sus observaciones.
12
LEA LA BIBLIA
CON ESPIRITU DE ORACIÓN
Una quinta estrategia para ser un eficaz lector de la Biblia es:
LEER LA BIBLIA CON ESPÍRITU DE ORACIÓN
Nosotros tendemos a creer que el estudio de la Biblia y la oración son disciplinas
separadas, pero el hecho es que ambas están relacionadas de una manera integral. La
oración es realmente la clave para un estudio Bíblico eficaz. Aprenda a orar antes,
durante, y después de su lectura de las Escrituras.
La oración es especialmente crucial cuando usted llega a un momento en su
estudio en donde se siente totalmente confundido. Ese es un buen lugar para detenerse
y sostener una buena conversación con Dios. “Señor, no le hallo sentido a este pasaje.
Dame percepción espiritual. Ayúdame a descubrir Tu verdad”.
Sin embargo, la mayor parte de nosotros comenzamos a batallar cuando
llegamos al momento de oración. ¿No le pasa a usted esto? ¿Quiere usted aprender a
orar? He aquí un par de sugerencias, algo que debe hacer y algo que debe evitar.
No trate de imitar a otros cristianos.
Si usted pone demasiada atención a las oraciones de otros hermanos, estará
aprendiéndose todos los “clichés”, toda la “jerga”, todas las expresiones que le harán
“sonar bien cuando ora”. No hay la menor objeción al hecho de que los cristianos
“oren” en forma corporativa. Pero eso no significa que deben orar en forma idéntica.
Yo me he dado cuenta de que hay dos grupos de personas que pueden enseñarle
a orar. El primero de ellos, los niños. Ellos oran de una manera que da gusto
escucharlos, y además son muy realistas. ¿Cuántas iglesias cree usted que hay que
repiten el Padre Nuestro cada semana? Y semana tras semana es la misma cosa, las
mismas palabras, el mismo ritmo, el mismo sonsonete. Pero que diferencia hay cuando
un niño de cuatro años de edad comienza a orar en una forma simple y directa ya sea
antes de cenar o de acostarse.
El otro grupo es el de los nuevos creyentes. Ellos aún no han aprendido toda la
terminología que usan los cristianos veteranos. Un hombre en nuestra iglesia aceptó a
Jesucristo y decidió venir al servicio de oración y estudio bíblico de media semana.
Tuvimos el estudio y después nos separamos en grupos para orar.
Lea la Biblia con Espíritu de oración 91
¡AHORA ES SU TURNO!
De todas las estrategias para ser un lector eficaz de la Biblia probablemente la de
hacerlo con un espíritu de oración sea la que necesite ser más cultivada. A continuación
encontrará tres proyectos para ayudarle a arrancar:
Salmo 23
El Salmo 23 puede ser el pasaje más famoso de las Escrituras, y con justa razón:
pinta un hermoso cuadro de la tierna relación entre Dios y uno de sus hijos. Usted
puede convertir este salmo en una oración personal insertando su nombre dondequiera
que vea un pronombre personal como “yo”, “mi” y “me”.
Isaías 40:28-31
Aquí está otro pasaje que usted puede convertir en su propia oración. Vea las
tremendas promesas de Dios en este texto. ¿Necesita usted que Él cumpla lo que Él aquí
ofrece en su vida personal? Convierta este pasaje en su propia oración pidiendo a Dios
que haga justamente eso.
Filipenses 4:8-9
Aquí está otro conjunto de promesas --y condiciones-- que usted puede leer y
estudiar con un espíritu de oración. Revise la lista de cualidades que Pablo menciona
aquí y pregúntese: ¿Cuáles son algunas ilustraciones de estas cualidades en mi vida?
Luego con base en el versículo 8, ¿Qué necesito comenzar a practicar a fin de conocer la
paz de Dios? Hable con Dios acerca de las cosas mencionadas en estos versículos y de
sus respuestas para con ellos. ¿Dónde necesita Él cambiarle? ¿Qué actitudes y
pensamientos necesita que Él le ayude a cultivar?
13
LEA LA BIBLIA
CON IMAGINACIÓN
Es triste pero es cierto que la persona promedio piensa que leer la Biblia es
inevitablemente aburrido. De hecho, la única cosa más aburrida sería escuchar a alguien
enseñar de la Biblia. Aún así, yo estoy convencido de que la razón por la cual las
Escrituras les parecen aburridas a muchas personas es porque se allegan a la Biblia
pensando en que la lectura va a ser aburrida. Cuán diferentes serían las cosas sí
utilizáramos la sexta estrategia para ser un lector eficaz de la Biblia. Estamos hablando
de:
Por contraste, nuestra iglesia tuvo una vez un pastor quien era un maestro en el
arte de presentar la Escritura en forma dramática. Él tenía ciertos antecedentes teatrales
y los usaba con mucha ventaja. Frecuentemente asumía el papel de un personaje. Hacía
estudios de todo tipo para darnos un buen marco cultural e histórico del pasaje, y luego
narraba la historia del personaje usando la primera persona, con lenguaje simple como
el que se usa todos los días.
Como resultado de ello para el momento en que terminaba su representación
nosotros no solamente habíamos sido involucrados en la narración sino también
habíamos sido instruidos. Nuestra imaginación entraba en acción y nos introducíamos a
la época, al personaje y a la situación. Entendíamos así cómo la verdad bíblica y la
experiencia humana podían mezclarse.
Una de las cosas que me encantaría que más personas hicieran cuando estudian
la Biblia es que oraran esta pequeña oración: “Señor, haz que los hechos sean
fascinantes. Ayúdame a meterme dentro de la piel de estos personajes, para ver a través
de sus ojos, sentir con sus dedos, entender con su corazón y comprender con sus
mentes”. La Palabra de Dios tomaría así nueva vida delante de nosotros.
A continuación presento cinco sugerencias para leer la Biblia con imaginación.
Haga uso de diferentes traducciones y paráfrasis
Mencionaré esto una y otra vez. El leer de diferentes versiones de la Biblia es una
excelente forma de estimular nuestra imaginación.
Realmente es una bendición el tener tantas traducciones y versiones el día de
hoy. Hasta hace poco tiempo los cristianos no tenían sino solo una versión para leer. De
hecho, antes de la traducción de John Wycliffe en 1382 no había ninguna (este dato se
refiere a la primera traducción al inglés). Pero gracias al avance de nuestra comprensión
del hebreo y griego antiguos, hoy tenemos traducciones extraordinariamente exactas, y
algunas de ellas muy fáciles de leer.
Una de mis favoritas es El Nuevo Testamento en Inglés Moderno (Edición
Revisada). Phillips tiene un estilo que fluye y que captura en forma excelente la
atmósfera del texto.
Por ejemplo, comparemos como se presenta el encuentro de Pablo con los
filósofos atenienses (Hechos 17:16 al 21) en la antigua versión Reina - Valera, revisión
1960, en contraste con la Versión Popular del Nuevo Testamento “Dios Llega al
Hombre”.
Aquí está la versión Reina- Valera:
“Mientras Pablo los esperaba en Atenas, su espíritu se enardecía viendo la
ciudad entregada a la idolatría. Así que discutía en la sinagoga con los judíos y
piadosos, y en la plaza cada día con los que concurrían. Y algunos filósofos de los
epicúreos y de los estoicos disputaban con él; y unos decían: ¿Qué querrá decir
este palabrero? Y otros: parece que es predicador de nuevos dioses; porque les
Lea la Biblia con imaginación 97
¡AHORA ES SU TURNO!
Aquí está una oportunidad para incrementar su creatividad. Vea lo que puede
hacer con estos proyectos de lectura bíblica con imaginación.
Hechos 16:16-40
Esta es una vívida narración de la visita de Pablo y Silas a Filipos. Lea y observe
los eventos narrados en esta sección y luego haga una dramatización de ellos con sus
amigos o familiares.
Salmo 19
Este Salmo alaba las obras de Dios y Su Palabra. Obsérvelo cuidadosamente y
luego trate de parafrasearlo para una clase de Física o de Filosofía en la Universidad.
I de Samuel 17
Esta es la narración épica de David y Goliat. No obstante, aunque la mayor parte
de las personas conocen la historia, muy pocos saben lo que realmente sucedió en ella.
Lea el capítulo cuidadosamente y luego escríbalo de una manera que se relacione con
una pandilla de jóvenes de una gran ciudad.
Lea la Biblia con imaginación 99
Hechos 15:22-29
Lucas reproduce una carta que el concilio de Jerusalén envió a los nuevos
creyentes de Fenicia y de Samaria. Estudie cuidadosamente el contexto y luego escriba
este pasaje como un fax a un grupo de nuevos creyentes que se reúnen en el centro de la
ciudad donde usted vive.
14
LEA LA BIBLIA CON UN
ESPIRITU DE MEDITACIÓN
La séptima estrategia para llegar a ser un lector eficaz de la Biblia es difícil para
la mayoría de nosotros. Consiste en:
LEER LA BIBLIA CON ESPÍRITU DE MEDITACIÓN
En otras palabras, aprenda a reflexionar en lo que lee. Eso es difícil porque la
mayoría de nosotros estamos viviendo “en el carril de alta velocidad”. Antaño, si la
gente perdía la diligencia decían: “Está bien. No hay problema. La tomaremos el mes
próximo”. Hoy en día, si perdemos una vuelta de la puerta giratoria nos da un ataque.
Como resultado de ello la lectura bíblica con un espíritu de meditación ha
perdido popularidad. A veces cantamos ese Salmo que dice “Pacientemente esperé a
Jehová”, pero me temo que no lo practicamos, y creo que se por qué. Queremos que el
Señor haga cosas para nosotros pero no queremos esperar pacientemente; queremos
que las haga “¡pero ya!” Lo cierto es que vivimos en un mundo instantáneo. ¿Quiere ver
televisión? Aprieta un botón e instantáneamente tiene sonido y color. ¿Quiere café?
Simplemente disuelve un polvito en agua hirviendo y ya tiene su café. Pero no hay en el
mercado un producto que se llame “espiritualidad instantánea”.
Es por eso que la Palabra de Dios habla con mucha frecuencia acerca de la
meditación. Yo quiero darle cinco pasajes para abrirle su apetito respecto de esto.
Josué 1:8
“Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche
meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está
escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien”.
Ese verso muestra que hay una estrecha relación entre meditar en la Palabra de
Dios y actuar conforme a ella. Esta va a ser la clave cuando lleguemos al Paso Tres,
Aplicación. Aquí solamente quiero señalar la frecuencia con la que la verdad bíblica
debe impregnar nuestra mente: “de día y de noche”. Eso me lleva a preguntar, ¿qué
porción de la Escritura estaba en mi mente esta mañana al iniciar el día? ¿Y en cuál
pensaba mientras estaba trabajando, o mientras iba a casa? O para acabar pronto,
¿Cuándo fue la última vez que medité conscientemente en los principios y las verdades
bíblicas?
Lea la Biblia con Espíritu de meditación 101
Proverbios 23:7
Un día estaba yo leyendo el libro de Proverbios cuando una frase saltó de la
página: “Porque cual es su pensamiento en su corazón, tal es él”. Eso realmente me
impactó, tal vez porque acababa de ver un letrero en una oficina, que decía “Tu no eres
lo que piensas, eso eres”. La Biblia nos enseña el principio básico de que uno llega a ser
lo que piensa. Así que cuidado con lo que piensa.
Salmo 1:1-2
El Salmo 1 tiene un mensaje similar:
“Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos,
Ni estuvo en camino de pecadores,
Ni en silla de escarnecedores se ha sentado;
Sino que en la ley de Jehová está su delicia,
Y en su ley medita de día y de noche”.
Aquí está otra vez ese modelo “de día y de noche”. Eso es lo típico de la
meditación. No es algo que uno lleve consigo durante unos minutos y luego lo borra de
la lista. Es una disciplina mental que uno pone en práctica al través de todo el día. Es un
marco mental y un estilo de vida en el cual la Palabra surca su mente.
Eso es lo que hace de la meditación bíblica algo totalmente diferente de la
meditación que conocemos en nuestra sociedad. La meditación tal y como la enseñan
las filosofías orientales le dice a la persona que vacíe su mente exactamente lo opuesto a
lo que la Escritura nos dice. La meditación bíblica significa llenar nuestra mente con la
verdad que Dios ha revelado.
Salmo 119:97
El Salmo 119 refuerza la idea al exclamar el salmista,
¡Oh, cuánto amo yo tu ley!
Todo el día es ella mi meditación.
¿Se ha dado usted cuenta de que la mayoría de nosotros desperdiciamos
muchísimo tiempo? Tiempo haciendo cosas rutinarias: esperando en la línea telefónica a
que nos contesten, haciendo fila ante algún mostrador, manejando rumbo al trabajo, etc.
Yo le pregunté a un amigo en Los Ángeles, California, cuánto tiempo invertía de ida y
vuelta al trabajo. “Una hora y media de ida y el mismo tiempo de regreso”, me
respondió. Tres horas diarias cinco días a la semana, y a veces seis. Eso es muchísimo
tiempo. Millones de personas invierten esa cantidad de tiempo --y a veces más-- yendo
y viniendo del trabajo.
102 Paso 1: Observación
La pregunta es, ¿qué están haciendo con sus mentes durante ese tiempo?
Sospecho que la mayor parte de ellos van manejando con sus mentes en blanco,
escuchando el radio y enojándose con los otros automovilistas a su alrededor. Pero que
fantástica oportunidad para poner nuestras mentes a trabajar.
Por eso es que yo he comenzado a escuchar grabaciones de la Biblia cuando ando
de viaje, como lo mencioné en el capítulo 9. Es increíble lo que hace para mí el escuchar
la Palabra de Dios, especialmente al prepararme para las actividades del día. Hace que
la verdad impregne mi corazón.
Salmo 19
El Salmo 19 ofrece una profunda percepción de la Escritura. Es necesario que
usted estudie ese pasaje. Se enfoca en la Palabra de Dios y le dice cuáles son sus
características: “La ley de Jehová es perfecta… El testimonio de Jehová es fiel… Los
mandamientos de Jehová son rectos”, y mucho más (versos 7-8).
También le dice cuáles son los efectos que produce la Palabra. Por ejemplo,
“convierte el alma”. ¿Se ha sentido alguna vez como que ya no tiene combustible? La
Palabra de Dios puede hacerle arrancar de nuevo. También “hace sabio al sencillo”. No
importa si usted es graduado de la Universidad o no, o cuál es su coeficiente intelectual.
Lo que importa es que tan dispuesto está usted a ser enseñado, y a permitir que la
Palabra de Dios programe su mente con la sabiduría que proporciona.
El clímax del Salmo es la oración,
“Sean gratos los dichos de mi boca y la meditación de mi
corazón delante de ti,
Oh Jehová, roca mía y redentor mío (verso 14) “.
Esa es una oración reveladora. Nos muestra que el salmista consideraba la
meditación como una necesidad absoluta de su vida espiritual. Pero si ese era el caso
con él en su día, cuánto más esencial debe serlo para nosotros que vivimos en esta
generación enfrentando las presiones de nuestra sociedad. Necesitamos saturar
nuestras mentes con la Palabra de tal forma que nuestras palabras y nuestros
pensamientos sean agradables delante de Dios.
Use su tiempo, al iniciar su día, durante el receso para café, durante su hora de
comida, regresando a casa del trabajo, antes de irse a dormir por la noche, para
reflexionar sobre la verdad que estudia.
Para ser honesto, los más grandes cambios que Dios ha producido en mi vida
han venido al través del proceso de meditación; simplemente permitir que la Palabra de
Dios se filtre a través de mi mente y de toda mi vida. He aprendido que un buen lector
de la Palabra de Dios se especializa no es las instantáneas, sino en las exposiciones de
tiempo.
Lea la Biblia con Espíritu de meditación 103
¡AHORA ES SU TURNO!
Si usted no está habituado a leer la Biblia con un espíritu de meditación, aquí le
ofrezco una sugerencia para empezar: escoja un día en que usted pueda apartarse de su
rutina (no trabajo, no interrupciones, no compromisos. Tal vez usted tenga un lugar
favorito en el campo, en la costa, o tal vez tenga acceso a una cabaña junto a un lago.
Dondequiera que sea, encuentre un lugar en donde pueda pasar varias horas a solas.
Dedique su tiempo a meditar sobre Juan 4:1-42, la narración de la visita de Jesús
a Samaria. Comience pidiendo a Dios que le ayude a discernir Su Palabra y que le
muestre cómo aplicarla. Luego lea el pasaje varias veces. Utilice las sugerencias
formuladas en el capítulo 9 (Leer la Biblia en Forma Repetitiva).
Examine las secciones antes y después de Juan 4 para ubicarlo en contexto. Luego
lea cuidadosamente el pasaje para responder preguntas como: ¿Quiénes son los
personajes de esta historia? ¿Quiénes eran los samaritanos? ¿Por qué era poco usual que
Jesús hablase a esta mujer? ¿Cuál fue la reacción de sus vecinos? ¿Y la de los discípulos?
¿Qué les dijo Jesús cuando volvieron de la ciudad? ¿Qué lecciones enseña este pasaje
acerca de hablarles del evangelio a otras personas?
Una vez que tenga una buena comprensión de la historia, piense acerca de las
implicaciones que podría tener para con usted. Por ejemplo, ¿de qué tipo de personas se
mantiene usted a distancia usualmente? ¿Por qué? ¿Cómo cree usted que estas personas
responderían al evangelio? ¿Hay algo que usted pudiera hacer o decir para ayudarles a
acercarse un poco más a Cristo y finalmente confiar en Él? Cuando se hable de
evangelismo personal, ¿es usted un sembrador o un segador (vv.36-38)? ¿O no es
ninguno de los dos? ¿Con cuál de los personajes de la historia se identifica usted más?
¿Por qué?
¿Cómo fue que usted conoció a Jesucristo? ¿Quién le habló a usted acerca de Él?
¿Cuál fue su respuesta inicial? ¿A quién le ha hablado usted acerca de Jesús? ¿Qué dijo
usted? ¿Cuál fue la respuesta? ¿Hay algunos principios en esta historia que usted
podría utilizar la próxima vez que usted le hable a alguien acerca de Cristo?
Usted puede pensar en preguntas adicionales. La meta es masticar bien la
Palabra, profundizar en ella y examinarse a sí mismo buscando maneras de aplicar la
Palabra de Dios. Asegúrese de tomar nota escrita de todo lo que usted observe en el
pasaje, así como de sus conclusiones. Y no olvide invertir tiempo en la oración. Con
base en lo que usted ha estudiado y meditado, ¿qué le está diciendo el Señor? ¿Qué
necesita usted decirle a Él? ¿Dónde necesita usted sus recursos y ayuda? ¿Qué tipo de
oportunidades para el evangelismo personal le gustaría a usted que Él le presentase?
15
LEA LA BIBLIA
CON PROPOSITO
tenía? El modificador “todo” es definitivo: “Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta”,
literalmente “todas vuestras necesidades”. Él no nos estafa. Él no solamente suple lo
que necesitamos. Él suple todo lo que necesitamos.
Frases preposicionales.
Las preposiciones son esas palabritas que le dicen dónde está teniendo lugar la
acción: en, entre, sobre, a, hacia, etc. Considere unas cuantas de las muchas frases
preposicionales que aparecen en las Escrituras y podrá ver lo importante que es
tomarlas en cuenta: “en Cristo”, “en el principio”, “por el Espíritu”, “conforme al
Espíritu”, “en la carne”, “bajo la ley”, “por fe”, “conforme a la Palabra del Señor”.
Conectores.
Dos de las más poderosas palabras en la Biblia son “y” y “pero”. Nosotros ya
vimos lo importante que era la palabra pero en Hechos 1:8. Examine ahora II de Samuel
11:1; I de Juan 3:17; Lucas 22:26; y Números 13:31 (en estas dos últimas citas el “más”
equivale a “pero”), y verá usted algunas ilustraciones del significado de esta pequeña
preposición.
“Y” es igualmente crucial “Deléitate asimismo en Jehová, y él te concederá las
peticiones de tu corazón” (Salmo 37:4); “Permaneced en mí, y yo en vosotros” (Juan
15:4); “a Pablo y a Bernabé” (Hechos 13:42-43); “Acercaos a Dios, y él se acercará a
vosotros” (Santiago 4:8).
Otro conector importante es “por tanto” o “así pues”. Siempre que usted vea una
expresión así, lea un poco más atrás y vea porque está allí la expresión. Romanos está
llena de “por tantos”, puesto que Pablo está maniobrando al través de un argumento
muy estructurado. Los profetas del Antiguo Testamento usan el “por tanto” en forma
abundante. Una y otra vez manifiestan su acusación en contra del pueblo, y luego
claman, “por tanto, así dice el Señor”.
diario que registra los primeros tiempos del reino de Israel. Incidente tras incidente se
inicia con la palabra “Aconteció…”, o “Después…”
Estructura Ideológica
La mayor parte de las cartas de Pablo a las Iglesias están estructuradas en
derredor de ideas y conceptos. La carta a los Romanos es un ejemplo clásico de esto.
Presenta argumentos vigorosos y completos a favor de una idea principal, como la del
resumen del verso 1:16: “El evangelio es poder de Dios para salvación”. Al presentar su
caso, Pablo elabora sobre conceptos tales como pecado, ley, fe, gracia y vida en el
Espíritu.
La estructura ideológica facilita el bosquejar un libro. Una vez que usted entiende
el tema y el propósito central del libro, usted puede determinar lo que cada parte
contribuye a la comprensión de ese tema y propósito.
INVOLÚCRESE EN EL PROCESO
En la misma forma, este libro tendrá valor para usted en el grado en que se
involucre en el proceso. ¿Qué importancia tiene el hecho de que usted haya leído cada
una de sus páginas, e incluso haya subrayado partes del texto, si al final usted deja su
Biblia sobre el escritorio y jamás se dispone a estudiarla? Mi propósito, y espero que el
suyo también, es el de ver cambios en su vida como resultado de su interacción
personal con la Palabra de Dios.
¿Qué ideas puede usted generar a fin de que el resultado de su trabajo con el
texto bíblico permanezca con usted? ¿Está usted estudiando a Elías en el Monte
Carmelo? ¿Qué le parecería dramatizar la historia con su familia y algunos otros
amigos? Un grupo de consejeros en un campamento lo hicieron para presentarlo a sus
camperos, incluyendo el fuego que descendió del cielo. Los chicos jamás lo han
olvidado.
114 Paso 1: Observación
O intente escribir, con sus propias palabras, pasajes como Eclesiastés 3:1-8 (“Todo
tiene su tiempo”), Lucas 19:1-10 (Zaqueo), o I Corintios 13 (“El capítulo del amor”).
O intente un estudio concentrado, con duración de un mes, sobre una biografía
de un personaje de la Biblia. Busque todas las referencias en el texto relacionadas con
esa persona. Consígase un diccionario bíblico y lea acerca de los antecedentes culturales
e históricos en los que dicho personaje vivió (vea el capítulo 34 para más información
sobre diccionarios bíblicos). Localice los lugares donde dicha persona vivió y viajó,
haciendo uso de un atlas bíblico.
Desarrolle también un perfil psicológico: ¿Qué tipo de persona era? ¿Qué
actitudes y sentimientos tenía? ¿Qué prejuicios? ¿Qué ambiciones? ¿Cuál era su
antecedente familiar? ¿Qué lo motivaba? Conviértase en un especialista en la vida de
ese individuo de tal forma que si se lo encontrara en la calle lo reconocería de
inmediato.
Para acabar pronto, haga lo que tenga que hacer a fin de retener lo que lea y
estudie en la Biblia. Una la verdad de la Palabra con sus propios intereses y
experiencias, mediante la involucración personal en el proceso, a fin de que logre algo
más que recordar la Escritura: La hace suya.
¡AHORA ES SU TURNO!
Aquí está una idea para posesionarse de un pasaje bíblico. Busque Números 13,
la historia de los espías que Moisés envió a la tierra prometida. Léala cuidadosamente,
usando todos los principios que hemos cubierto hasta ahora. Proceda luego a escribir su
propia paráfrasis de dicha narración. Permítame darle algunas sugerencias:
1. Decida cuál es el punto central de la historia. ¿Qué sucede? ¿Por qué es
significativo este incidente?
2. Piense acerca de cualquier paralelo entre lo que sucede aquí y la historia
de su propia familia, iglesia, nación, o en su propia vida.
3. Decida cuál es el enfoque que usted desea utilizar. Por ejemplo: el
informe de un equipo de trabajo a Israel, S. A. (un enfoque de negocios);
una lucha política entre dos facciones (el enfoque político o
gubernamental). Usted puede escoger cualquier enfoque que desee; el
punto es que seleccione algo que se adecué a la situación y que haga de
este incidente algo memorable para usted.
4. Escriba la historia conforme al enfoque que usted seleccionó. Utilice
lenguaje adecuado a ese enfoque. Haga que los personajes suenen
reales. Cambie los nombres y lugares para adaptarlos al estilo.
5. Cuando termine, lea su paráfrasis a algún amigo o miembro de su
familia.
17
LEA LA BIBLIA
EN FORMA TELESCOPICA
La décima y última estrategia para desarrollar habilidades de primera como
estudiante de la Escritura es:
LEER LA BIBLIA EN FORMA TELESCOPICA
Esto significa que vemos las partes a la luz del todo.
El presidente de Sony, Akio Morita vino a Texas recientemente para responder a
la pregunta ¿Por qué se rehúsan los japoneses a fabricar, en los Estados Unidos,
productos para el consumidor? Su respuesta: no pueden encontrar partes hechas en el
país que satisfagan sus estándares de control de calidad.
Tome por ejemplo la “Sony Camcorder”, dijo. Sony tiene un estándar de
producción que tolera solamente que una de cada cien presente fallas. Eso parece fácil
de cumplir, hasta que uno se da cuenta de que el artefacto está hecho de más de 2000
partes. Con todas esas partes, cada una debe trabajar en forma impecable, una falla en
cien mil, o inclusive en un millón, a fin de que la unidad completa satisfaga el estándar.
El todo es mucho mayor que la suma de las partes.
Y así sucede con la Biblia. No es simplemente una suma de partes. Es un mensaje
integrado en el cual el todo es mucho mayor que la suma de sus partes. Eso puede ser
malas matemáticas, pero es un buen método. No obstante, lo que sucede en una gran
cantidad de estudio bíblico y de enseñanza bíblica es que la fraccionamos, y luego la
fraccionamos aún más, hasta que terminamos con nada más que una canasta llena de
fragmentos. Lo que necesitamos hoy en día es gente que pueda unir las partes
nuevamente en un todo poderoso, integrado y significativo.
Así que cada vez que usted lea y analice la Escritura, cada vez que la fragmente,
dese cuenta que usted ha hecho solamente la mitad del trabajo. Su siguiente tarea es
integrar las partes nuevamente.
¿Cómo puede usted hacer eso?
Busque los conectores
En el capítulo 15 hablamos acerca del poder que hay en esas palabritas como
“pero,” “y “ “por tanto”. Estas y otras palabras son conectores porque unen los
diversos elementos del texto. Son elementos copulativos en una línea de palabras
116 Paso 1: Observación
Otro hecho interesante es que Roma se anexó a Judea, el lugar donde nació
Cristo, en el año 6 A. C.
De manera que cuando Lucas inicia el capítulo 2 con una referencia a Augusto
César, él está recordando al lector los extraordinarios cambios políticos que estaban
teniendo lugar en ese tiempo. ¿Impacta esto de alguna manera a la narración? ¿Nos da
esto algún enfoque especial en cuanto a las circunstancias que rodearon la vida y la
muerte de Jesús? ¿Arroja algo de luz sobre la narración del libro de los Hechos, que
continúan la historia? ¿Nos da esto algunas pistas para saber a quién le escribía Lucas, y
qué pudo haberle pasado a la persona que él llama Teófilo en Lucas 1:3 y Hechos 1:1?
Siempre que usted llegue a un libro de la Biblia pregúntese, ¿En dónde se ubica
este libro desde el punto de vista histórico? ¿Cuándo fue escrito? ¿Cuándo tuvieron
lugar los eventos narrados? ¿Qué más estaba pasando en el mundo en esa época?
También pregúntese, ¿En dónde se ubica este libro dentro de todo el contexto de
la Biblia? ¿Es de antes, durante o después de Cristo? ¿Qué tanto de la Biblia estaba ya
terminado cuando este material se escribió? En otras palabras, ¿Qué tanto conocían
acerca de Dios el escritor y la gente de su época?
Usted probablemente tenga que usar fuentes secundarias para descubrir el
contexto histórico de los libros de la Biblia. Hablaremos acerca de esto en el capítulo 34.
Por ahora, tenga muy presente que Dios es el Dios de la historia. El trabaja en y al través
de personas reales en el mundo real para lograr sus propósitos. Usted puede descubrir
mucho acerca de esos propósitos si lee la Biblia en forma telescópica.
¡AHORA ES SU TURNO!
Para leer un libro de la Biblia en forma telescópica, usted tiene que enfocar el
cuadro grande. Usted tiene que comenzar a leer en forma sintética, no analítica. Es
decir, sondee el terreno antes de que comience a hacer hoyos en él. Dese una idea
general de lo que cubre el escritor, especialmente de qué tanto espacio dedica a cada
tema.
Un buen libro para estudiar de esta manera es el libro de Jueces. Cubre el período
justo después de la muerte de Josué, antes de que Israel tuviese un rey. Dios levantó
líderes individuales, llamados jueces, para guiar al pueblo al asentarse en la tierra
prometida.
A fin de adquirir la perspectiva más amplia, lea todo el libro de una sentada. Y
haga una lista de quienes son los personajes principales --los jueces-- y cuándo
comienzan a aparecer en el texto. (Una frase clave es “los hijos de Israel hicieron lo malo
ante los ojos de Jehová”).
A continuación, haga una gráfica que muestre en dónde aparece cada uno de
ellos en el libro y qué tanto espacio se le asigna. (Vea el capítulo 25 para ejemplos de los
118 Paso 1: Observación
diferentes tipos de gráficas. Le recomiendo que desarrolle una gráfica como la del
ejemplo abajo).
Cuando usted complete este ejercicio habrá tenido un excelente arranque en la
lectura telescópica del libro de Jueces. Usted tendrá ya el cuadro grande de modo que
cuando lea las historias de los jueces individuales, tendrá un contexto en el cual
ubicarlas.
Algunos otros libros del Antiguo Testamento que pueden leerse de esta manera
son: 1° y 2° de Reyes, 1° y 2° de Crónicas.
Cf. 24:1
52
Mateo
(2 capítulos)
Marcos
(20 capítulos)
LA ORACIÓN DE NEHEMÍAS
El párrafo que vamos a estudiar es el de Nehemías 1:4-11. Les sugiero que abran
sus Biblias en ese pasaje, pero de todos modos aquí esta:
“Cuando oí estas palabras me senté y lloré, e hice duelo por algunos días, y
ayuné y oré delante del Dios de los cielos. (4) Y dije: te ruego, oh Jehová, Dios de los
cielos, fuerte, grande y temible, que guarda el pacto y la misericordia a los que le aman
y guardan sus mandamientos; (5) esté atento tu oído y abiertos tus ojos para oír la
oración de tu siervo, que hago ahora delante de ti día y noche, por los hijos de Israel tus
siervos; y confieso los pecados de los hijos de Israel que hemos cometido contra ti; sí, yo
y la casa de mi padre hemos pecado. (6) En extremo nos hemos corrompido contra ti, y
no hemos guardado los mandamientos, estatutos y preceptos que diste a Moisés tu
siervo. (7) Acuérdate ahora de la palabra que diste a Moisés tu siervo diciendo: Si
vosotros pecareis, yo os dispersaré por los pueblos; (8) Pero si os volviereis a mí, y
guardareis mis mandamientos, y los pusiereis por obra, aunque vuestra dispersión
fuere hasta el extremo de los cielos, de allí os recogeré, y os traeré al lugar que escogí
para hacer habitar allí mi nombre. (9) Ellos, pues, son tus siervos y tu pueblo, los cuales
redimiste con tu gran poder, y con tu mano poderosa. (10) Te ruego, oh Jehová, esté
ahora atento tu oído a la oración de tu siervo, y a la oración de tus siervos, quienes
120 Paso 1: Observación
desean reverenciar tu nombre; concede ahora buen éxito a tu siervo, y dale gracia
delante de aquel varón. Porque yo servía de copero al rey”. (11)
Al discutir este párrafo ya resaltaré las preguntas que formulo al texto por medio
de negrilla como lo hice en el capítulo 6.
VERIFIQUE EL CONTEXTO
El verso 4 comienza diciendo, “Cuando oí estas palabras”. ¿Cuál es el
significado de la palabra cuando? En este párrafo está conectando el párrafo con algo
más. Más aún, la frase estas palabras me llevan a preguntar ¿qué palabras? Así que, ambas
preguntas me obligan a volver al principio del capítulo para verificar el contexto.
El principio del verso 1 me da la introducción al libro. ¿Qué es lo que encuentro
allí? Tres claves muy importantes, claves que la mayor parte de las gentes tienden a
ignorar. Primero que nada descubro algo acerca de la naturaleza o contenido del libro,
estas son las palabras de un hombre en particular. En segundo lugar descubro quién es
ese hombre, Nehemías. En tercer lugar averiguo de qué familia procedía Nehemías, lo
cual es especialmente útil porque el nombre Nehemías aparece en otra parte; pero es un
Nehemías diferente.
En la última parte del verso 1 dice, “Aconteció” y luego, ¿qué es lo que observo?
Tres frases preposicionales: “En el mes de Quisleu, en el año veinte, estando yo en Susa,
capital del reino”. De manera que yo pregunto, ¿a qué se refiere esto? ¿qué palabra
podría yo escribir junto a las primeras dos frases? Tiempo, porque me dicen el mes y el
año.
Un diccionario bíblico puede ayudarme a averiguar qué mes es Quisleu. Me doy
cuenta que el calendario de los antiguos hebreos era completamente diferente al
nuestro. Ellos no tenían enero, febrero, marzo, etc. Quisleu era su noveno mes,
comenzando en noviembre y extendiéndose hasta diciembre. De manera que
suponiendo que los eventos aquí narrados están teniendo lugar en el hemisferio norte,
estamos hablando de los principios del invierno.
También descubro que el calendario de los hebreos difería del de los persas, lo
cual viene a ser significado cuando recuerdo que Nehemías era un exiliado en Persia.
De hecho, tenía una alta posición en el gobierno. Sin embargo, él está señalando el
tiempo conforme al calendario judío.
En seguida él señala que esto está teniendo lugar “en el año veinte”. Esto me
obliga a preguntar, ¿el año veinte de qué? No puedo contestar eso aquí. La respuesta
no se me da sino hasta que llego al principio del capítulo 2.
Finalmente, ¿qué me dice la expresión “Susa la capital”? Eso responde a la
pregunta ¿en dónde?, pero yo aún tengo que seguir investigando. ¿De qué reino es
capital Susa? Cuando busco en un diccionario bíblico me doy cuenta de que había dos
palacios en este reino. Susa era el palacio de invierno. (Recuerde que estos eventos
Trabaje con un párrafo 121
tiene que ver con la gente); (2) “El muro de Jerusalén derribado” (eso tiene que ver con
el lugar); y (3) “Sus puertas quemadas a fuego” (también relativo al lugar).
Así que el orden de la respuesta corresponde exactamente al orden de la
pregunta: primero la gente, luego el lugar. A mi me parece que eso nos dice algo acerca
de Nehemías. Su primer interés era la gente, no los lugares. Mas tarde descubriremos
que tan importante es esto en relación a los acontecimientos que se narran en este libro.
y por Jerusalén
y me dijeron
el remanente… en gran mal y afrenta
el muro de Jerusalén derribado
y sus puertas quemadas a fuego
3
4 Cuando
oí estas palabras
lloré
me senté hice duelo
ayuné
oré
NO SE DONDE COMENZAR
Hay muchas más observaciones que hacer acerca de este párrafo. De hecho este
libro es una de los más fascinantes en la Palabra de Dios. Pero cuando comencé a
estudiarlo, yo no veía las cosas en el texto de la manera que las veo ahora. En ninguna
manera.
No mucho después de que me convertí al cristianismo, alguien me dijo, “Ahora
que usted ya está en la fe, necesita adentrarse en la Palabra”.
“Magnífico”, le contesté, “¿Dónde comienzo?”
“Comience en donde quiera, hermano. Toda ella es útil”.
De manera que me fui a casa y abrí mi Biblia, y aterricé en el libro de Ezequiel.
Justamente en medio de las ruedas.
1a
1b Aconteció
en el mes de Quisleu
en el año veinte
en Susa, capital del reino
que vino Hanani
y les pregunté
por los judíos
y por Jerusalén
y me dijeron
el remanente… en gran mal y afrenta
Trabaje con un párrafo 125
Luché con ese pasaje por un tiempo hasta que al fin pensé, esto tiene que ser una
excepción. Así que intenté el otro extremo de la Biblia, y caí en Revelación. Copas, sellos
e ira por todas partes; yo estaba completamente confundido. De manera que me da
pena decirlo, pero decidí cerrar el Libro por un tiempo. Por todo un año. Ya para este
momento yo estaba convencido de que lo que el sacerdote me había enseñado era
verdad, se necesita a un verdadero experto para poder explicar la Palabra.
Por la gracia de Dios alguien vino y me preguntó, “¿Qué hay Hendricks, estás
estudiando la Biblia?”
“¿No, de hecho no lo estoy”, le respondí.
“¿Y cómo está eso?”
Mi respuesta fue muy directa: “No se cómo entrarle. No se dónde comenzar”.
Para este momento usted sabe muchísimo más de lo que yo sabía cuando
comencé a estudiar la Palabra de Dios por mí mismo. Usted ha visto cómo observar un
versículo, y ahora un párrafo. Usted ha descubierto que necesita aprender a leer mejor y
más rápido, como si fuera la primera vez, y justo con el interés que leería una carta de
amor. Y usted ya ha considerado diez estrategias que le garantizan el convertirle en un
eficaz lector.
Pero no solamente debe usted aprender a leer, usted necesita saber qué buscar en
la Biblia. En los siguientes capítulos le voy a dar seis claves que le ayudarán a
adentrarse aún más en el texto bíblico.
126 Paso 1: Observación
¡AHORA ES SU TURNO!
En este capítulo he trabajado con un párrafo, observando cómo respondió
Nehemías al reporte de Hanani y los hermanos. Ahora es su turno. A continuación
encontrará un párrafo de la carta de Pablo a Tito, quien era un pastor del primer siglo,
trabajando en la isla de Creta, en el Mar Mediterráneo.
Lea el párrafo cuidadosamente poniendo en práctica las diez estrategias para una
lectura de primera clase y poniendo atención a los términos y a la estructura gramatical.
Vea qué puede descubrir aquí acerca del estilo de vida que debe caracterizar a todos los
creyentes, especialmente a los líderes.
“Por esta causa te dejé en Creta, para que corrigieses lo deficiente, y establecieses
ancianos en cada ciudad, así como yo te mandé; él que fuere irreprensible, marido de
una sola mujer, y tenga hijos creyentes que no estén acusados de disolución ni de
rebeldía. Porque es necesario que el obispo sea irreprensible, como administrador de
Dios; no soberbio, no iracundo, no dado al vino, no pendenciero, no codicioso de
ganancias deshonestas, sino hospedador, amante de lo bueno, sobrio, justo, santo,
dueño de sí mismo, retenedor de la palabra fiel tal como ha sido enseñada, para que
también pueda exhortar con sana enseñanza y convencer a los que contradicen”. (Tito
1:5-9)
Se cree que este manuscrito bíblico haya sido producido a mano sobre un cuero
de ternera en Cambridges, Inglaterra, alrededor de 1180. Como todas las Biblias de la
época, no tenían división de capítulos, ni de versículos. Estos fueron añadidos
posteriormente. Probablemente haya tomado a un escritor unos dos años para producir
una Biblia como ésta.