LOS LIMONES

Elige un limón. Cierra los ojos y toca su forma, palpa la textura y trata de definir en tu mente su
forma y tamaño. ¿Cómo es su textura? ¿Es regular? Abre los ojos y mira los colores de tu limón.
¿Qué tonos tiene? ¿Tiene manchitas?

Descascara un pedacito del limón para ver su piel. Aproxima el limón a tu nariz y percibe el olor.
Imagina que sabor tiene. Trata de definir su sabor y
olor.

Ahora vas a explorar la historia de tu limón. ¿Imagina

de dónde es? ¿De qué lugar de Chile proviene? ¿Cómo
era el árbol… frondoso, pequeño, muy grande,
etcétera? Visualízalo. ¿En qué lugar del árbol ha
crecido tu limón?

Imagina que este árbol ha pasado por días de sol, de

lluvia, de viento. ¿Cómo crees que fue cosechado tu
limón? ¿Se cayó sola por la fuerza de la gravedad?
¿Fue recogida por alguna persona? ¿Cómo era ella?

Ahora tu limón ha sido puesto en una caja y ha sido colocada en un camión. ¿En qué parte del
camión viaja tu limón?

¿Ella ha llegado a un mercado y ha sido escogida por alguien que tú conoces?

Ahora piensa en toda la historia de tu limón porque ella tiene la energía del lugar donde creció, del
árbol, del clima de la zona, de la persona que la cosechó, del camionero, del que la recibió en el
mercado, de la persona que la compró.

¿Qué sabor tenía?... ¿Cómo la sentiste?... Si limón fuera una persona, qué
características tendría esta persona. Realiza una analogía.

¿Podrías imaginar, ahora que has comido el limón, que tú te has “limonizado”?

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