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FILOSOFÍA. 1º DE BACHILLERATO.

1. EL SABER FILOSÓFICO

“Pues la cosa es como sigue: ninguno de los dioses ama la sabiduría ni desea ser
sabio, porque ya lo es, como tampoco ama la sabiduría cualquier otro que sea
sabio. Por otro lado, los ignorantes ni aman la sabiduría ni desean hacerse sabios,
pues en esto precisamente es la ignorancia una cosa molesta: en que quien no es
ni bello, ni bueno, ni inteligente se crea a sí mismo que lo es suficientemente. Así,
pues, el que no cree estar necesitado no desea tampoco lo que no cree necesitar.”
Platón. Banquete, 203e-204a.
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Año escolar 2017/18


1. El saber filosófico Página 2

Índice del tema 1.


1 Definición de la palabra “filosofía”. ...................................................................................................... 3

1.1 Saber mítico y saber racional. ........................................................................................................ 3

1.2 Saber científico y saber filosófico. ................................................................................................ 4

2 Caracterización de los primeros principios. ......................................................................................... 6

3 Clasificación de la filosofía...................................................................................................................... 8

4 El saber filosófico a través de la historia. ........................................................................................... 10

4.1 Filosofía antigua (desde el siglo VI a. C., hasta el II d. C.). .................................................... 10

4.2 Filosofía medieval (desde el siglo II hasta el XV). ................................................................... 13

4.3 Renacimiento, filosofía moderna e ilustración (desde el siglo XV hasta el XVIII). ........... 15

4.4 Filosofía contemporánea (desde el siglo XIX hasta la actualidad). ....................................... 17

5 Vigencia de la filosofía........................................................................................................................... 20

6 Glosario.................................................................................................................................................... 21

7 Textos del tema 1. .................................................................................................................................. 22

7.1 Texto de Ortega............................................................................................................................. 22

7.2 Texto de Bertrand Russell............................................................................................................ 23

7.3 Texto de Popper. ........................................................................................................................... 24

7.4 Texto de Bertrand Russell............................................................................................................ 25

8 Esquema del tema 1. .............................................................................................................................. 26


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1 Definición de la palabra “filosofía”.

Etimológicamente la palabra filosofía se compone a su vez de las palabras griegas “philo”


que indica amistad”, “amor”, y “sophia” que significa “sabiduría”; de modo que filosofía
etimológicamente significa “amor a la sabiduría”1.

El significado varió rápidamente y “filosofía” pasó a significar la sabiduría misma. Sin


embargo qué sea la sabiduría, y por tanto, qué sea la filosofía se ha hecho en sí misma
una pregunta filosófica sobre la que los propios filósofos discuten. Aunque no haya
acuerdo pleno sobre qué sea la filosofía puede definirse, en un sentido amplio, como
un saber racional sobre los primeros principios.

En lo que sigue se aclarará qué significan los términos técnicos de la definición.

1.1 Saber mítico y saber racional.

Existen diferentes clases de saberes. Históricamente la primera clase de saber teórico, y


por tanto la primera forma en que el hombre intenta conocer teóricamente el mundo,
son los mitos.

Los mitos son relatos de acontecimientos fabulosos que narran cómo se produce alguna
realidad de importancia para el ser humano, por la voluntad de seres sobrenaturales.

Y así en los mitos se narra la creación del mundo, la aparición del propio ser
humano, la de la tierra, la muerte…

La religión, por su parte, significa una evolución hacia el pensamiento racional, sin
llegar a serlo. Se separa del pensamiento racional en que acepta como verdaderas una

1 La leyenda menciona a Pitágoras como introductor del término.


1. El saber filosófico Página 4

serie de proposiciones fundamentales, denominados dogmas, por fe, sin demostración


o fundamento racional, y en esto sentido se parece al mito. Sin embargo, una vez
adoptadas tales proposiciones, y a diferencia de lo que hace el mito, la religión utiliza la
razón para entender e interpretar las proposiciones aceptadas de modo que se eviten
incoherencias entre ellas, y deducir más proposiciones hasta construir un edificio
sistemático de conocimientos que se denomina teología.

Y así, por ejemplo, si entre las proposiciones que debe aceptar por fe se encuentra
una que dice que Dios es incansable, y otra que afirma que el séptimo día de la
creación Dios descansó, el teólogo debe intentar compatibilizar ambas, ya que de
entenderlas literalmente podría haber contradicción. Esa labor de hacer coherentes
las diferentes proposiciones es típica de la teología.

Por tanto, la característica esencial del mito y de la religión, que los diferencia del saber
racional es que no disponen, en todo (mito), o en parte (teología), de la capacidad de
aportar razones que justifiquen su validez.

Una forma distinta de intentar conocer y explicar el mundo es a través de las teorías
racionales, que son las que la filosofía y la ciencia producen.

La característica esencial de las teorías racionales es que utilizan la razón para comprobar
o demostrar, las distintas teorías que puedan ocurrírsele a la imaginación; esto hace de
las teorías racionales un pensamiento bien fundado.

La imaginación puede producir múltiples teorías, sin embargo, para hacer de ellas
un pensamiento bien fundado, hay que someterlas a una labor crítica por parte de la
razón que hace que se muestren las razones que hacen preferible a esa teoría frente
a las múltiples alternativas que puedan ofrecerse.

1.2 Saber científico y saber filosófico.

Tanto la ciencia como la filosofía son saberes racionales. No se diferenciaron hasta el


siglo XVI, en el que las primeras ciencias comienzan a segregarse de la filosofía.

La ciencia y la filosofía presentan distintas diferencias entre la que destacan dos.

La primera es respecto al objeto de estudio de ambas. El modo de proceder de la ciencia


respecto a su objeto de estudio consiste en acotar una parte de la realidad y, sobre esa
parcela, aplicar un método racional de estudio específico a fin de producir el
conocimiento.

Por ejemplo, la física acota de toda la realidad la de los seres físicos, la biología los
seres vivos; pero dentro de una ciencia, como la físicas, hay otras ciencias que
recorten parcelas de esa realidad, como puede ser la astronomía, que dentro de los
seres físicos estudia únicamente a los astros.
1. El saber filosófico Página 5

Lógica
Formales
Matemáticas

Física
Ciencias
Naturales
Biología

Psicología

Sociales Sociología

Antropología

En cambio, la filosofía, cuando estudia la realidad, la toma entera como objeto de


estudio, no a una parte, sino a la totalidad.

Desde ese punto de vista se pregunta cosas como si es real el mundo que se percibe,
o cuales son las propiedades que tienen todos los seres por el hecho de ser seres….
Preguntas que no se aplican a un sector concreto de lo real sino al conjunto global.

La segunda diferencia entre ciencia y filosofía se encuentra en los supuestos de los que
se parte. La ciencia supone la existencia y validez de una serie de principios iniciales, en
los cuales se apoya, pero que no demuestra; la filosofía, en cambio, intenta no suponer
nada, cuestiona todos los supuestos intentando dar cuenta de su racionalidad.

Por ejemplo, todas las ciencias pretende producir conocimiento verdadero, pero eso
supone partir del supuesto de que existe el conocimiento y la verdad; justificar que
exista el conocimiento y la verdad, y en qué consistan, es labor de la filosofía, no de
la ciencia.

¿Es un discurso que pretende ser verdadero?


No.

¿Tiene el discurso un desarrollo con argumentación racional?

Sí.

No.

¿Se puede dar razón de los principios de ese discurso?

Sí.
No.
¿Trata ese discurso sobre
parcelas de la realidad?

No. Sí.

Cuentos Mito Teología Filosofía Ciencia


1. El saber filosófico Página 6

2 Caracterización de los primeros principios.

Nuestros pensamientos, y las acciones que son fruto de éstos, se apoyan sobre la
influencia de diferentes supuestos que las personas damos como ciertos sin
planteárnoslos ni cuestionarlos.

Por ejemplo, cuando una persona se levanta y dirige al trabajo no se cuestiona si su


lugar del trabajo sigue existiendo desde la última vez que estuvo allí, ni se preocupa
al ponerse en marcha si la ley de la gravedad ha dejado de funcionar. Supone la
existencia y la verdad de esos y de otros muchos acontecimientos.

Los supuestos tienen varias características.

La primera es que no son conscientes. La persona no los tiene en la mente cuando


realiza la acción, no se los plantea. Aunque, en ocasiones, pueda hacerlo.

Por ejemplo, un conductor que se dirige al trabajo supone, de forma habitual, que la
carretera por la que transita no se encuentra inundada por el agua. Sin embargo, si
ese conductor oye por la radio que ha habido inundaciones debido a un temporal de
lluvia, posiblemente deje de suponer la integridad de la carretera y tal integridad
pase a ser una idea en su mente, una idea que, por no poder asegurar, puede
producirle inquietud.

Además los supuestos dan sentido a la acción que se va a realizar, sin contar con ellos,
sin suponer su validez, la acción no se realizaría.

Una tercera característica de los supuestos es que presentan distinto grado de


generalidad y profundidad; es decir, que hay supuestos que, a su vez, son soportados
por otros supuestos más profundos y generales que son los que justifican a los más
superficiales.

Por ejemplo, el estudiante que se dirige andando al instituto supone, entre otras
cosas, que el suelo le sostendrá al caminar. Si hacemos que sea consciente de ese
supuesto y le preguntamos por qué supone qué el suelo le sostendrá, podría decir
que es por el efecto de la Ley de la gravedad. Por tanto, su creencia en la existencia
y validez de la Ley de la Gravedad soporta su creencia de que el suelo le sostendrá
al caminar –por eso es más hondo- y además la validez de la Ley de la Gravedad
sirve para explicar no sólo que el suelo le sostendrá, sino que, por ejemplo, un
bolígrafo que arroje caiga hacia el suelo –por eso es más general.

Pero la existencia y validez de la Ley de la Gravedad también es un supuesto que


toma como cierto, y sobre el que, igualmente podemos preguntar. Y de nuevo,
preguntado por qué piensa que existe la Ley de la gravedad, al contestar, debe
recurrir a un supuesto aún más hondo y general que soporte la validez que concede
a la Ley de la Gravedad; quizá porque hasta ahora esa ley parece haber funcionado.
Y así, la afirmación de que lo que hasta ahora ha funcionado en la naturaleza seguirá
haciéndolo en el futuro sería un supuesto más hondo y general que sostendría su
creencia en la validez de la Ley de la gravedad y de otras leyes que adopta como
ciertas.

Podríamos seguir ahondando en sus supuestos al preguntarle por qué piensa que lo
que hasta el momento ha funcionado en la naturaleza seguirá haciéndolo en el futuro,
y en su respuesta iría profundizando en el nivel de sus supuestos, haciéndoles ideas
conscientes, hasta presumiblemente llegar a algún o algunos supuestos que no se
justifique en otros, y que serían los principios que dan soporte a los demás.
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Los último supuestos, aquellos que siendo los más profundos y generales no se apoyan
en otros, sino que son la base de todos los demás, es a los que se denominan principios,
y constituyen el objeto de estudio más específico de la filosofía.

La mayor parte de las personas ni son conscientes de sus principios ni han intentado
hacerlos conscientes. Sin embargo, cada vez que realizamos una acción, incluso
cada vez que tenemos un pensamiento, éste se realiza “apoyado” en una serie de
principios que lo justifican y le dan sentido.

Sin principios sobre los que percibir y entender lo que nos rodea no se puede vivir,
porque son la base sobre la que asentar la comprensión que las personas tenemos de
lo que somos y de la realidad que nos rodea.

La labor de la filosofía es doble; primero trata de escarbar en nuestros supuestos hasta


llegar a aquellos que son principios, haciéndolos conscientes. Tras eso estudia cuál sea
la justificación racional de esos principios encontrados, porque en el caso de que no
tengan justificación racional, y no se cambien por otros que sí la tengan, nada de los que
hacemos, pensamos o planeamos, estaría racionalmente justificado.
Las personas adquieren sus principios al heredarlos de la cultura a la que pertenecen a
través de un proceso de educación infantil.

Para las culturas los principios fueron inicialmente ideas conscientes con las cuales la cultura se
enfrentaba al problema de la realidad y la supervivencia que le planteaba el medio ambiente.
En la medida en que esas ideas tuvieron éxito, fueron siendo asumidas por el colectivo social,
y se internalizaron en las consciencias. Tras esto ya no se discute sobre su validez, ya no se
cuestionan, parecen evidentes, naturales y sensatos, y parece inconcebible que las cosas
puedan ser de otro modo: Es entonces cuando esas ideas se convierten en principios.

Por ejemplo, la noción de que existe un yo que nos constituye como individuos
distintos es un principio del que nos resulta muy difícil dudar. De igual modo la
existencia del mundo exterior que percibimos. O nuestra creencia de que quemar a
un niño con un cigarro encendido está mal, pero si nos preguntan ¿qué hay de malo
en quemar a alguien?, posiblemente nos asombremos de la pregunta, porque damos
por supuesto que eso está mal, pero ¿cómo sabemos que eso está mal? ¿Por qué está
mal?
1. El saber filosófico Página 8

3 Clasificación de la filosofía.

Existen distintas clases de principios, y por ello distintas ramas de la filosofía que
constituyen su clasificación.

El estudio de los principios que se refieren a la realidad, con lo que hay o con lo que es,
dan lugar a la metafísica. Pero, dentro de lo real algunos filósofos han considerados
que no todo lo que es real lo es del mismo modo. Y así diferenciarían los seres
denominados “entes”, que son aquellos seres que consisten meramente en ser espacio-
temporales, lo que llamamos cosas, y que serían estudiados por la ontología, de otras
clases de seres que consistirían en hacer que los entes valgan, denominados valores, y
que serían estudiados por la axiología.

Ejemplos de entes serían las mesas, las casas, las personas, los colores…, y que, en
tanto que entes, lo estudiaría la ontología. Sin embargo una cosa es el ente cuadro y
otra distinta sería que el cuadro fuera bello. La belleza del cuadro no sería un ente,
sino un valor del ente cuadro. El valor puede diferenciarse de los entes en que no
pueden señalarse con el dedo, no están en el espacio-tiempo, ni existen fuera de los
entes a los que hacen valiosos o disvaliosos, por que la fealdad también es un valor,
un valor negativo o disvalor.

Esta clasificación de la metafísica no es exhaustiva. Muchos filósofos consideran


que existen más clases de seres además de entes y valores, como pueden ser los seres
mentales: la idea de Pegaso o la del teorema de Pitágoras; o el ser llamado Dios. En
todos esos casos cada rama de la metafísica estudiarían las características específicas
de cada clase distintiva de seres.

Una clase distinta de principios serían los que atañen al conocimiento. Por eso, una
segunda rama de la filosofía la constituirá la Teoría del Conocimiento, que se ocuparía
de todos aquellos supuestos que se refieren al conocer.

Dentro de la teoría del conocimiento se incluiría la gnoseología, que se ocuparía de


aquellos principios que son válidos para todo conocimiento2.

Preguntas típicas de la gnoseología son: ¿qué es la verdad?, ¿qué la certeza?, ¿qué


podemos conocer con certeza?, ¿de qué distintos modos conocemos?, etc.

Y también la epistemología, que estudiaría sólo aquellos principios del conocimiento


que se refieren específicamente al conocimiento científico en general.

Como la existencia de un método científico, de su validez, de sus métodos, como


la inducción, etc.

Sin embargo cada ciencia y disciplina específica, dentro de su propio ámbito de


aplicación, parte de una serie de principios que ella misma no cuestiona. Por eso, para
cada una de las ciencias y disciplinas existentes hay una filosofía de la ciencia
específica que estudiaría los principios de los que parte.

2 La terminología puede cambiar en español y en otros idiomas. Así, algunos filósofos


utilizan la palabra “epistemología” para referirse a la “teoría del conocimiento” en general,
sin distinguir entre gnoseología y epistemología.
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Y así existiría una filosofía de las matemáticas, de la física, de la historia, de la


religión…

Otra clase de principios, ya no teóricos, sino prácticos, y por ello diferentes de los de la
metafísica y de los de la teoría del conocimiento, son lo que corresponderían al ámbito
de la acción humana.

La acción humana es el procedimiento mediante el cual el ser humano se plantea


conseguir una serie de fines.

Los principios que se encuentran tras la acción personal del ser humano, cuando esta
acción se encamina a conseguir la felicidad o la moralidad, da lugar a la ética como
disciplina filosófica.

En tanto que la acción humana forma comunidades sociales da lugar a filosofía política
que estudiaría los principios reguladores del poder, el derecho y la justicia.

Análogamente a lo que ocurre con la ciencia hay numerosas actividades humanas que,
de forma específica, intentan conseguir una serie de fines: economía, juego, técnica...
Pues bien, todas ellas parten igualmente de una serie de principios específicos que son
los que las diferencian de otras: y por ello, para cada uno de esas disciplinas hay una
filosofía que se ocupa de sus principios específicos.

Filosofía
Principios

Teóricas Práctica
Teoría Acción

Metafísica Teoría del Conocimiento Varias Ética Filosofía Política Varias


La realidad El conocimiento Historia. Felicidad. Justicia.
Derecho. Economía.
Religión... Moralidad
Poder, ... Técnica...

Ontología Axiología Gnoseología Epistemología F. ciencias


El ente Los valores General Ciencia Física.
Biología
Matemáticas.
Lógica. ...
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4 El saber filosófico a través de la historia.

4.1 Filosofía antigua (desde el siglo VI a. C., hasta el II d. C.).

El paso del pensamiento mítico al pensamiento racional se ha denominado


tradicionalmente “el paso del mito al logos”.

“Logos” significa “palabra”, “razón”; y justamente se refiere al cambio en el modo de


intentar explicar el mundo en el que vive.

Ese cambio de actitud en la explicación se originó con el problema intelectual que


presenta la naturaleza: su variabilidad y el cambio natural que ésta conlleva.

El cambio natural que podemos observar en la experiencia hace que los seres naturales
parezcan cambiar de modo “natural”; es decir, no con un cambio impulsado desde fuera
sino desde “dentro”, terminando por convertirse en otras cosas. Esa característica, que
el cambio parece ocurrir desde “dentro”, es lo que caracteriza a los seres naturales,
siendo el conjunto de ellos lo que se denomina naturaleza.

Los seres vivos cambian de modo natural; por ejemplo cuando crecen, engordan o
adelgazan; pero también los seres naturales que no están vivos, como el agua que se
evapora con el calor o se congela con el frío. E incluso se trasforman unos en otros,
como cuando el fuego incendia un bosque pasando de haber árboles a ceniza. El
propio proceso digestivo transforma los alimentos y la muerte transforman la carne
en “polvo”. Ese cambio natural se da entre una variedad enorme de seres; miles de
especies de animales y vegetales, incluso minerales, modificándose y convirtiéndose
unos en otros, de una manera “natural”, aparentemente como si de forma interna,
sin la intervención del ser humano, cambiaran.

¿Cómo el cambio natural puede conseguir que cosas tan distintas se conviertan unas en
otras?

Los primeros filósofos intentaron responder a la cuestión pensando que tras la aparente
variedad de distintos seres naturales producidos por el cambio, debía haber algún
principio común en todas las cosas que no cambiara. A ese principio común, del que
estaban hechos todos los seres, lo denominaron arje 3.

Los primeros filósofos griegos; que forman la denominada escuel a de Mileto o escuela
Jónica, pensaron que ese arjé era uno y material; considerando cada pensador que era
una sustancia distinta.

Tras estos, otros filósofos denominados pluralistas, consideraron que un único arjé
material no podría explicar la tamaña diversidad de seres naturales; y que debían de
existir varios arjés, todos ellos materiales, por cuyas combinaciones pudiera explicarse
la variedad de seres naturales.

Por último aparecen filósofos que considerarán que el arjé no puede ser material ,

3 También trascrito en castellano como arke, arché…


1. El saber filosófico Página 11

iniciando con sus explicaciones el modo de pensar metafísico que va a centrarse en un


segundo problema relacionado con el anterior: el cambio.

El problema aparece cuando intentamos compatibilizar tres cosas:

 Primero la información que nos suministran los sentidos sobre un ser


concreto: que éste ha cambiado por incorporar o perder alguna propiedad.
 Segundo lo que la razón nos dice a través del Principio de Identidad sobre
los seres: cualquier ser “A” es igual a sí mismo, es decir: “A = A”, si y sólo si
todas las propiedades que tiene la primera “A” las tiene la segunda “A" 4; es
decir, si y sólo si mantiene el mismo conjunto de propiedades
 Tercero lo que nos dice el sentido común sobre la mayoría de los seres que
cambian: que siguen siendo el mismo ser a pesar del cambio.

Escuela Jónica Pluralistas Metafísicos


Tales Agua Empédocles Aire, agua, fuego, tierra. Pitágoras Los Números
To apeiron
Anaximandro Anaxágoras Homeomerías Heráclito Devenir
(Lo ilimitado)
Anaxímenes Aire Atomistas Átomos Parménides Ser

Parménides de Elea apoyándose en el Principio de Identidad5, considerará que lo que


la razón nos dice a través de ese principio es cierto; aquello que es no cambia. Lo que
no es cierto, en opinión de Parménides, es la información que nos proporcionan los
sentidos; es decir, no es cierto que aquello que es pueda cambiar: el cambio no existe,
no es más que una ilusión.

Los sentidos nos informan de que los seres cambian, pero lo que dicen los sentidos
es absurdo, ya que entonces un mismo ser tendría y no tendría las mismas
propiedades; aquello que es, no puede cambiar; es eternamente idéntico a sí mismo:
inmutable.

Una perspectiva contrapuesta a la de Parménides es la de Heráclito de Éfeso.

Para Heráclito los sentidos no nos engañan, el mundo es, justamente, como éstos lo
muestran: algo sujeto a constante cambio; continuamente fluye, como un río.

Por el contrario, lo que el sentido común nos indica, que las cosas sigan siendo las
mismas tras el cambio, no es cierto.

Para Heráclito nada permanece siendo la misma cosa a través del tiempo. Lo real se
caracteriza por ese fluir evanescente de lo que es en un instante y, al instante
siguiente, deja de ser; lo único eterno es ese perpetuo devenir. Cuando las cosas nos
parecen las mismas es porque el cambio que sufren es muy leve, a veces casi
imperceptible, sin embargo el cambio ocurre, luego nada es idéntico a sí mismo; en
el tiempo nada permanece.

4El principio es formulado así por Leibniz.


5De hecho, el Principio de Identidad es originario de Parménides. La forma en que éste lo
expresa dice que “el ser es, y el no ser no es”; es decir, lo que es, es; y lo que no es, no es.
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Se adjudica a Heráclito la afirmación de que no es posible bañarse dos veces en el


mismo río, ya que la segunda vez es otro el río, porque otras son sus aguas. Un
seguidor suyo, Crátilo, señaló que ni siquiera podemos decir que nos hemos bañado
una vez en el río, porque uno es el que entra en el río y otro el que sale.

Ahora bien, “conocer”, es afirmar algo de un sujeto, luego si ningún sujeto permanece
en el tiempo, no podrá existir conocimiento. En vez de conocimiento lo que existe es
la “opinión6”; que consiste en afirmaciones de valor relativo, que no describen cómo
es la realidad, y que sólo proporcionan una ilusión temporal de la permanencia.

Tras estos pensadores aparece Sócrates que a través de un método de preguntas y


respuestas cortas, denominado mayeútica, toma como problema, la definición de los
conceptos universales: su esencia; especialmente aplicados a temas humanos: qué es la
valentía, qué la justicia, el bien, la belleza…

Discípulo de Sócrates es Platón, que intentará mediar entre las filosofías de Parménides
y Heráclito con su Teoría de las Ideas.

Coindice con Heráclito en pensar que todo lo que hay en este mundo en el que vivimos,
al que denomina Mundo Sensible, cambia y que, por tanto, sobre las cosas de ese mundo
no puede haber conocimiento, sólo opinión. Pero coincide con Parménides, que sí
existe el conocimiento, pero éste no es sobre los seres del mundo, sino sobre los seres
de otro mundo diferente, que se caracteriza por no cambiar, y que residen en un mundo
distinto del sensible al que llama Mundo de las Ideas,

En ese Mundo de las Ideas se encuentran los modelos con los que se han hecho las
cosas del mundo sensible en el que vivimos: a esos seres que son los modelos de las
cosas sensibles los denomina Ideas.

Por ejemplo, en ese mundo de las Ideas se encontraría un ser al que denomina Idea
de Caballo, y ocurriría que esa Idea de Caballo es el modelo que copian, de mejor o
peor manera, todos los caballos de nuestro mundo. Mientras los caballos del mundo
sensible cambian mientras existen en tanto que nacen, crecen y mueren, la Idea-
Caballo nunca cambia, es inmutable. Para cada clase de cosas de nuestro mundo
existiría una Idea en ese otro mundo que habría servido de modelo para construir los
seres del nuestro.

Las Ideas no cambian, son eternas, y se encuentran fuera del tiempo y del espacio;
además no son seres mentales; es decir, no son las ideas que “sostenemos” en la cabeza,
y por ello su existencia es autónoma a la mente y al mundo sensible.

No se puede acceder a su existencia a través de la experiencia y los órganos sensoriales.


La única manera de conocerlas es a través de la razón y al hacerlo, y describirlas,
producimos el conocimiento.

Un caballo del mundo material puede envejecer; y por tanto cambiar, hasta terminar
por perecer y dejar de ser “caballo”, por eso sobre él no hay conocimiento. Pero la
Idea de Caballo no cambia, es eterna, por eso sobre ella sí cabe conocimiento. Los
triángulos del mundo sensible, por ejemplo uno dibujado en un papel, no son

6 doxa.
1. El saber filosófico Página 13

realmente triángulos, la línea que los dibuja no tiene los lados perfectos, no es
unidimensional -como tendría que ser para ser un triángulo- además puede
desaparecer al quemarse el papel en el que está representado; en realidad es una
copia defectuosa de la Idea de Triángulo. En cambio, ni la Idea-Caballo, ni la Idea-
Triángulo cambian; son eternas e inmutables. Si tenemos conocimiento del
triángulo, o del caballo, no puede ser conocimiento de algo que muere o se quema,
cambia…; ese conocimiento tiene que serlo de la Idea-Triángulo y de la Idea-
Caballo que son eternamente iguales a sí mismas.

Discípulo de Platón fue Aristóteles, que se mostrará insatisfecho con la teoría de su


maestro por negar que haya conocimiento de los seres del mundo sensible. Por ello, y
como alternativa a esa teoría, propondrá la Teoría Hilemórfica.

Para esta teoría los seres del mundo, a los que denomina sustancias, son un compuesto
de materia y forma. La materia es de lo que está hecho el ser, y la forma es el modo en
que esa materia se organiza para dar lugar a la clase de seres que son.

Así por ejemplo un tornillo de hierro, por ser un ser individual del mundo, es una
sustancia. La materia de la que está hecho es hierro, y la forma es la manera en que
ese hierro se organiza para producir un tornillo. Ese mismo material “hierro”,
organizado con una forma distinta, por ejemplo, la “tuerca”, produciría una sustancia
distinta que sería una tuerca.

Los seres sensibles, o sustancias, se conocen al conocer cuál es la forma que los organiza.

Para explicar el cambio introduce el concepto de accidente o forma accidental.

Un accidente es una forma que la sustancia posee pero no le pertenece. Los accidentes
no son parte de la esencia del ser, sino que “accidentalmente” los poseen. Se distinguen
de las formas porque no pueden existir por sí mismos, necesitan una sustancia en la que
darse para existir.

Por ejemplo, una tuerca puede ser blanca, o negra, o de otro color, pero el color no
es parte esencial de ser tuerca, es un accidente que le pertenece pero que no la define.
Ejemplos de accidentes son el color, la posesión, la situación, los arañazos…
Ninguna de esas propiedades puede existir por sí misma, para existir deben darse en
una sustancia que sería la coloreada, la poseída, la situada, o la arañada…

Pues bien, cuando una sustancia pierde o adquiere un accidente sufre un cambio
accidental, pero la sustancia no deja de ser la que es; permanece siendo la misma.

Si una persona cambia de color, por tomar el sol, crece, engorda, se hace militar,
padre o malvado…, sigue siendo la misma persona. Los accidentes cambian sin que
el ser en el que están cambie.

Por el contrario, si lo que cambia en un ser es la materia, la forma, o ambas, el ser deja
de ser el que es, y se produce un cambio sustancial.

Por ejemplo, si quemamos una mesa de madera ésta deja de existir, ya que la ceniza
resultante ya no es una mesa; o si derruimos una casa deja de haber casa, ya que los
elementos de construcción derruidos: ladrillos, cemento, tejas..., no forman por sí
mismos una casa, etc.

4.2 Filosofía medieval (desde el siglo II hasta el XV).


1. El saber filosófico Página 14

Los problemas a los que se enfrenta la filosofía medieval se producen debido a que la
aparición de la noción del Dios cristiano repercute en un amplio abanico de cuestiones
filosóficas que pueden agruparse en tres grandes problemas capitales: la creación, los
universales y la relación entre razón y fe.

La creación se constituirá en problema filosófico porque el cristiano entenderá, contra


lo que afirma el principio de Identidad de Parménides, que se produce desde la nada.

Desde esa perspectiva el mundo se muestra como contingente; es decir, es una realidad
que no tiene en sí el fundamento de su existencia, ya que recibe su existencia de otro,
de Dios. Pero Dios, en contraste con el mundo, no depende para
existir de ningún otro ser, existe por sí mismo, luego lleva en sí el
fundamento de su existencia; es decir, es un ser necesario.

Explicar la relación entre el ser necesario y el contingente, en qué


consiste ser Dios, e incluso demostrar su existencia, se
constituyen en temas capitales de la creación.

El segundo problema medieval es el de los universales, que se


entienden como los géneros y las especies, y que se oponen a los
individuos. La creación del hombre y los animales

La cuestión es saber qué tipo de realidad corresponde a esos universales. La Edad Media
parte de una postura extrema, el realismo exagerado, defendido por Agustín de
Hipona, que considera a los universales como seres que se encuentran en Dios como
ideas suyas, son por tanto anteriores a las cosas individuales por él creadas.

Pero poco a poco las tesis realistas van pasando de poner el acento e importancia en la
especie a transferirlo al individuo, como ocurre ya con Tomás de Aquino en el s. XIII, y su
realismo moderado; ahora el universal deja de entenderse como existiendo separado de
las cosas y vuelve a entenderse, al modo aristotélico, informando las cosas.

Por último el nominalismo, iniciado por Juan Escoto Erígena y desarrollado por
Guillermo de Ockham, niega la existencia de los universales en la naturaleza,
considerándolos como creaciones mentales del individuo.

El tercero de los temas es la relación entre la razón, representada por la filosofía, y la fe,
representada por la teología.

La teología es el conocimiento sobre Dios.

Muchos teólogos pensarán que la razón, por sí sola, es capaz de establecer distintos
conocimientos sobre Dios -por ejemplo que Dios existe. Por eso afirmarán la existencia
de una teología natural que incluiría todo aquello que sobre Dios podemos saber a
través de la sólo razón natural.

Sin embargo, también pensarán, que hay otra parte de la teología, formada por
proposiciones que Dios ha revelado, que carecen de posibilidad de demostración
1. El saber filosófico Página 15

racional; los dogmas. El conjunto de los dogmas es lo que forma la teología revelada.

Los mismos dogmas son proposiciones que para ser comprendidos, y conectados unos
con otros, necesitan una interpretación que la fe por sí misma, no proporciona, hace
falta recurrir a la razón.

Por ejemplo, la primera oración del Credo cristiano es “Creo en un Dios


todopoderoso”. ¿Pero qué significa “todopoderoso”? ¿Podría Dios hacer una piedra
tan pesada que él mismo no pudiera mover? Para poder creer que Dios es
todopoderoso hay que saber qué es la omnipotencia porque, en otro caso, ¿qué es lo
que se cree?

Por eso, no es posible prescindir de la teología natural quedándose exclusivamente con


la revelada. El pensamiento racional, representado por la filosofía, se hace necesario
como instrumento para aclarar los dogmas; es decir, su uso es necesario aunque sea
como una disciplina auxiliar de la teología.

Pero con ese uso benéfico de la filosofía convive el peligro de que la razón desee
anteponer lo que ella descubre por sí misma al dogma, e incluso llegue a declarar que
éste es inválido.

Por eso las posturas cristianas serán inicialmente ambivalentes respecto al valor de
la filosofía. Por un lado parece un instrumento valioso para la teología —la filosofía
sierva de la teología— pero por otro presenta el peligro de reclamarse autónoma y
contradecir la revelación.

4.3 Renacimiento, filosofía moderna e ilustración (desde el siglo XV hasta el XVIII).

El periodo denominado “Renacimiento” transcurre, aunque no hay consenso en ello,


desde la 2ª mitad del siglo XIV7, hasta el final del siglo XVI8.

El Renacimiento significa un nuevo modo de encarar la vida, lo cual se verá reflejado


en una nueva cultura, literatura, política, arte, ciencia…

El movimiento cultural que inicia el Renacimiento es el humanismo, que es una


corriente de carácter predominantemente literario, filológico y erudito, cuyo interés se
centra en la recuperación e imitación de las letras antiguas. Los humanistas consideran
el mundo clásico como una edad dorada de perfección humana9. Ellos no proponen un
progreso hacia una meta futura10, sino que su modelo es retroceder hacia el pasado ideal
de la cultura greco-romana.

La segunda corriente renacentista es el naturalismo, que consiste en tomar el mundo y


al propio hombre como seres de estudio autónomos de Dios. En el medievo fueron

7 Habitualmente se considera que la Edad Media llegaría hasta la toma de Bizancio 1453.
Otros señalan el Descubrimiento de América 1492. En realidad son fechas imprecisas, ya que
cada nación entra en él en fechas diferentes.
8 Con la muerte de Giordano Bruno en 1600.
9 Es decir, como el mito de la perfección clásica que, posiblemente, nunca existió.
10 Eso lo pensará el hombre moderno e ilustrado.
1. El saber filosófico Página 16

considerados desde la óptica de su relación con Dios; estudiarlos como objetos


independientes significa el paso de una visión teocéntrica a otra antropocéntrica.

El fruto de ese naturalismo, en el estudio del mundo, será un cambio en los principios
de la astronomía y de la física que, a la postre, dará lugar a la aparición del método
científico.

Es Galileo el que al formular esta nueva física hace algo más, introduce un nuevo
método con el que hacer ciencia: el denominado método hipotético deductivo, que
es el que dará lugar a una revolución en la actividad científica y a una nueva concepción
epistemológica sobre cómo conocer el mundo.

El periodo moderno cronológicamente corresponde al siglo XVII. La diferencia con el


periodo renacentista está en que mientras el Renacimiento mira a los clásicos del pasado,
considerando su época como la edad dorada del ser humano, el hombre moderno mira
hacia el futuro, considerando que en ese futuro por construir es donde se hallará la edad
dorada del ser humano. En cambio el periodo ilustrado, que cronológicamente
corresponde al siglo XVIII, intentará llevar ese programa a la práctica difundiendo el
uso de la razón en todos los campos del saber y hacer humano.

En el aspecto del pensamiento filosófico, el periodo moderno produce filosofías que,


herederas de las aportaciones de Galileo, intenten dar cuenta de la nueva metodología
científica que está cambiando la noción tradicional de acceso al conocimiento.

Se tratará de buscar los primeros elementos del conocimiento, para fundamentar y


extraer de ellos el resto del saber. El problema del origen de esos elementos primeros
del conocimiento se convierte en el problema fundamental de la época que dividirá a
los filósofos, dando lugar a dos escuelas antagónicas de filosofía: la racionalista que se
desarrolla en el continente europeo, y la empirista que lo hará en Gran Bretaña.

El racionalismo considerará que el origen de esos elementos primeros se encuentra en la


razón. El principio fundamental del racionalismo afirma que todo nuestro conocimiento
científico puede construirse de forma deductiva a partir de ciertas ideas y principios que son
innatos al entendimiento, y que, por tanto, se obtienen fuera de toda experiencia sensible.

Se habla del conocimiento científico; es decir, de un conocimiento de pretensión


universal, no del conocimiento que podemos obtener por experiencia en la vida
cotidiana. Serian, pues, las leyes universales las que se basarían en nuestras ideas
innatas, mientras que para su aplicación necesitaríamos la información que
suministran los sentidos.
1. El saber filosófico Página 17

Renato Descartes Godofredo Guillermo Leibniz Baruch de Spinoza Nicolás Malebranche

Descartes es el primer pensador claramente racionalista, además de él destacarán


Malebranche, Leibniz y Spinoza.

El empirismo, en cambio, tomará como idea principal que los elementos iniciales, de
los que proceden por mezcla y composición, el resto de nuestros conceptos y
conocimientos, proceden de la experiencia sensible. Nuestra mente, nace sin
concepciones innatas, es como un papel en blanco, una tabula rasa donde la experiencia
escribe.

Filósofos empiristas son Berkeley (1685-1753), Locke (1632-1704) y David Hume


(1711-1766).

George Berkeley John Locke David Hume

Ante esta disyuntiva entre racionalismo y empirismo, Kant, representante del


pensamiento ilustrado, hará una mediación, proponiendo un sistema, el criticismo 11,
qué, integrando elementos que proceden de la sola razón, necesiten de la realidad
exterior al sujeto, denominada por Kant “cosa en sí” para poder construir la experiencia
y el conocimiento.

4.4 Filosofía contemporánea (desde el siglo XIX hasta la actualidad).

El pensamiento filosófico del siglo XIX es rico en distintas orientaciones.

Como heredero del pensamiento kantiano aparece en Alemania un proyecto filosófico


denominado idealismo alemán, que consistirá en el intento de explicar la realidad

11 Llamado más propiamente Idealismo Transcendental.


1. El saber filosófico Página 18

eliminando la cosa en si kantiana, y por tanto potenciando las capacidades del sujeto, en
especial su razón.

Entre estos pensadores destacan Fichte, Schelling y Hegel.

Como reacción a esta confianza en la razón surge, en la propia Alemania el


romanticismo, que no sólo es un movimiento literario, sino una corriente de
pensamiento que se expresa en distintas manifestaciones e ideas.

El romanticismo reivindica los aspectos irracionales y particulares de los individuos y


los pueblos, frente a los racionales y universales que reivindicara la Ilustración.
Considerará que aquello que de fundamental tiene la existencia no puede ser captado
por el discurso racional ilustrado; al contrario, se manifiesta mejor en la naturaleza y en
la vida, que viene a vincularse con una fuerza espiritual, mística y religiosa, que
constituye todo el universo.

Como prolongación de las dudas románticas acerca del proyecto ilustrado se levantan
los denominados filósofos de la sospecha: Marx y Nietzsche y Freud, que desde
posiciones nada románticas mantendrán que los ideales sociales, morales y científicos,
lejos de ser expresión de una razón universal, no son más que expresión de intereses
ocultos, no racionales, sin valor universal.

A partir de la segunda mitad del siglo XIX el romanticismo va desapareciendo y es el


positivismo el que se hace con el dominio cultural de la época. El positivismo
filosófico, establecido por Auguste Comte, es una revitalización del ideal ilustrado que,
como éste, confía en que el avance del conocimiento repercuta en la felicidad humana ;
para conseguirlo debe enfrentarse a cualquier tendencia metafísica e idealista que no se
atenga, por tanto, a los hechos positivos.

El siglo XX se ha mostrado muy fecundo en escuelas. Una de las más importantes es la


Filosofía Analítica, que en líneas generales se caracteriza, además de por tener un
fundamento empirista, por prestar una atención especial al estudio del lenguaje al
considerar que en el análisis de éste se halla la solución de muchos problemas filosóficos.
Sus representantes más destacados fueron el británico Bertrand. Russell y al austriaco
Ludwig Wittgenstein.

Otra corriente de pensamiento es la fenomenológica, impulsada por el alemán E.


Husserl, que intenta superar el positivismo reduccionista. Así se impone como
método filosófico el tomar las cosas como se presentan. De esta manera quiere
liberar al sujeto del cientifismo en el que desembocaba la filosofía analítica.

El existencialismo en su desarrollo contemporáneo recoge la afirmación de la


irreductibilidad del individuo, es decir, de la existencia humana. Es esta existencia el
fenómeno fundamental desde el que cobra sentido toda la realidad. Los autores
existencialistas más importantes han sido Heidegger y el francés Jean Paul Sartre.

Una nueva escuela es la corriente hermenéutica, representada por el alemán H.G.


Gadamer, que parte del problema de la comprensión, considerando que en el modo
de comprender queda caracterizado el ser humano esencial y ontológicamente,
orientando toda experiencia humana del mundo.
1. El saber filosófico Página 19

En el intento de analizar la vida del ser humano en la sociedad, llegamos a una nueva
corriente de pensamiento del siglo XX: la llamada “Escuela de Frankfurt”. A esta
escuela pertenecieron autores como Max Horkheimer, T. Adorno, H. Marcuse y
Jürgen Habermas. El intento de esta corriente es la de realizar una reflexión crítica
sobre las consecuencias que la sociedad industrializada provocaba en la vida de los
seres humanos, y en la configuración social. De influencia marxista, pretendían no
sólo hacer la crítica sino llevar a la práctica la transformación social que llevara a
una sociedad más justa.

Otra escuela importante es el estructuralismo, iniciada por el antropólogo Levi-


Strauss y representado por Michel Foucault (1926-1984); el estructuralismo busca
las estructuras a través de las cuales se produce el significado dentro de una cultura.
Así concluye que en una cultura el significado es producido y reproducido a través
de varias prácticas, fenómenos y actividades que sirven como sistemas de
significación (ritos religiosos, juegos, textos, formas de ocio, etc.).

Para finalizar se encuentran una pléyade de autores, etiquetados como


postmodernos, que en distintas reflexiones plantean una manera novedosa y muy
crítica de enfrentarse a la filosofía, realizando una deconstrucción de los grandes
sistemas filosóficos que tiene como común denominador manifestar la dificultad de
que ésta pueda volver a caminar por caminos seguros. Representantes de esta
escuela son Lyotard, y sobre todo J. Derrida.

Dentro del ámbito hispano destacan las aportaciones de José Ortega y Gasset (1883-
1955) y su raciovitalismo, que conjuga elementos existencialistas y
fenomenológicos tomando como elemento de análisis la propia vida. Además de
Ortega destaca Miguel de Unamuno, María Zambrano y Xavier Zubiri.
1. El saber filosófico Página 20

5 Vigencia de la filosofía.

La condición inicial de cada ser humano es la de encontrarse viviendo en el mundo;


y esta es una circunstancia que no ha elegido; es algo que le ocurre.

De forma diferente a los animales este vivir no se nos da resuelto. El animal cuenta
con unos instintos que le dicen qué hacer; pero el ser humano sólo cuenta con su
capacidad racional para pensar y decidir qué es él, qué la realidad que le rodea y qué
hacer dada esa relación; y eso es el problema que el vivir nos plantea.

Sin embargo históricamente nacemos dentro de una cultura, y de ella heredamos


respuestas a esas preguntas, respuestas que fue pensada por otras personas, que
tuvieron éxito social, y que se difundió por la sociedad como un conocimiento
compartido que se internaliza en el proceso de educación infantil.

Tras esa internalización ni nos damos cuenta que lo tenemos: son los supuestos
últimos en los que se apoyan, sin que seamos conscientes, nuestra comprensión de
lo que somos, de lo que es el mundo, y del sentido de nuestra vida en él.

Pues bien; hay distintas maneras de relacionarnos con ese material heredado e
internalizado en el que sustentamos nuestra vida.

Una manera es asumir sin crítica esos principios; vivir nuestra vida confiando en su
verdad, sin ni siquiera cuestionarlos su validez; sin dudas.

Esta es la actitud natural. Nos fiamos de esos principios porque son los únicos
conocidos, nos los han transmito personas que nos quieren y, en ocasiones, no se
observan alternativas. Sin embargo, en ocasiones, experiencias trágicas, dolorosas o
excepcionales hacen que repentinamente empecemos a cuestionarnos su validez:
dudar de ellos, ver que no todo “encaja”, intentar explicarlos, mejorarlos o
sustituirlos es admitir que no son el suelo firme que pensábamos que eran.

Una vez que ponemos en duda esos principios caben dos procedimientos de
solución. El primero es encontrar otros principios que, como los que inicialmente
aceptábamos, sean asumidos sin una actitud racional.

Es decir, más que buscar la verdad se busca volver a ese paraíso inicial en el que,
por no dudar, todo tenía sentido. Y volver a esa situación justifica aceptar nuevos
principios, aunque estos carezcan de fundamentación racional: basta con que
podamos creerlos y con ello alcancemos la seguridad necesaria para vivir.

El segundo, en cambio, parte de una actitud crítica; es decir una actitud


desengañada que ya se para en supuestos que puedan ponerse en duda, una actitud
que sólo pararía al encontrar principios racionalmente justificados del existir, y ese
es el camino del filósofo.

¿Cómo hacer ese camino? Dudando, poniendo en duda racionalmente el suelo


heredado, no conformándose con aquello que no esté racionalmente justificado.

¿Cuál es pues la vigencia de la filosofía en el presente? De nuevo, como en el pasado,


se trata de dar razón de la vida que nos encontramos obligados a vivir; de su sentido.
1. El saber filosófico Página 21

6 Glosario

Mayeútica ...................................................................... 12
Accidente ........................................... Véase Aristóteles
Metafísica ........................................................................ 8
Actitud crítica ............................................................... 20
Método hipotético deductivo .................................... 16
Arje................................................................................. 10
Mito.................................................................................. 3
Axiología ......................................................................... 8
Naturalismo .................................................................. 15
Contingente .................................................................. 14
Necesario ...................................................................... 14
Criticismo ...................................................................... 17
Nominalismo ................................................................ 14
Dogma ............................................................................. 4
Positivismo filosófico.................................................. 18
Empirismo .................................................................... 17
Principio de Identidad ................................................ 11
Ente.................................................................................. 8
Racionalismo ................................................................. 16
Epistemología................................................................. 8
Realismo exagerado ..................................................... 14
Existencialismo ............................................................ 18
Realismo moderado ...................................................... 14
Filosofía........................................................................... 3
Romanticismo .............................................................. 18
Filosofía Analítica ........................................................ 18
Teología........................................................................... 4
Filósofos de la sospecha ............................................. 18
Teología natural ........................................................... 14
Forma ................................................. Véase Aristóteles
Teología revelada ......................................................... 15
Gnoseología.................................................................... 8
Teoría de las Ideas ....................................................... 12
Humanismo .................................................................. 15
Teoría del conocimiento............................................... 8
Idea (Platón) ........................ Véase Teoría de las Ideas
Teoría Hilemórfica ...................................................... 13
Logos ............................................................................. 10
Universales.................................................................... 14
Materia ................................................ Véase Aristóteles
1. El saber filosófico Página 22

7 Textos del tema 1.

7.1 Texto de Ortega.

Entrevimos que la verdad científica, la verdad física, posee la admirable calidad de ser exacta, pero es incompleta
y penúltima. No se basta a sí misma. Su objeto es parcial, es sólo un trozo del mundo y además parte de muchos
supuestos que da sin más por buenos; por tanto no se apoya en sí misma, no tiene en sí misma su fundamento y
raíz, no es una verdad radical. Por ello postula, exige integrarse en otras verdades no físicas ni científicas que sean
completas y verdaderamente últimas. Donde acaba la física no acaba el problema; el hombre que hay detrás del
científico necesita una verdad integral, y, quiera o no, por la constitución misma de su vida, se forma una
concepción enteriza del Universo.

Vemos aquí en clara contraposición dos tipos de verdad; la científica y la filosófica. Aquella es exacta pero
insuficiente; ésta es suficiente pero inexacta. Y resulta que ésta, la inexacta, es una verdad más radical que aquella
–por tanto y sin duda, una verdad de más alto rango- no sólo porque su tema sea más amplio, sino aun como
modo de conocimiento; en suma que la verdad inexacta filosófica es una verdad más verdadera.

Ortega y Gasset. ¿Qué es filosofía?

PREGUNTAS

1. En el texto se afirma que la verdad física no es radical, ¿qué significa eso y cuáles son las razones
por las que el autor realiza esa afirmación? Razona la respuesta poniendo ejemplos de alguna
ciencia.

2. ¿Qué significa la afirmación que hace Ortega de que “ el hombre que hay detrás del científico
necesita una verdad integral”?
3. ¿Qué diferencias establece el texto entre “ la verdad filosófica” y “la verdad científica” según
Ortega?

4. Haz una redacción explicando esas diferencias y tu opinión.


1. El saber filosófico Página 23

7.2 Texto de Bertrand Russell.

De hecho, el valor de la filosofía debe ser buscado en gran medida en su real incertidumbre. El hombre que no
tiene ningún barniz de filosofía, va por la vida prisionero de los prejuicios que derivan del sentido común, de las
creencias habituales en su tiempo y en su país, y de las que se han desarrollado en su espíritu sin la cooperación ni
el consentimiento deliberado de la razón. Desde el momento en que empezamos a filosofar, hallamos que aun los
objetos más ordinarios conducen a problemas a los cuales sólo podemos dar respuestas muy incompletas. La
filosofía, aunque incapaz de decirnos con certeza cuál es la verdadera respuesta a las dudas que suscita, es capaz de
sugerir diversas posibilidades que amplían nuestros pensamientos y nos liberan de la tiranía de la costumbre. Así,
al disminuir nuestro sentimiento de certeza sobre lo que las cosas son, aumenta en alto grado nuestro conocimiento
de lo que pueden ser; rechaza el dogmatismo algo arrogante de los que no se han introducido jamás en la región
de la duda liberadora y guarda vivaz nuestro sentido de la admiración, presentando los objetos familiares en un
aspecto no familiar.

Bertrand Russell. Los problemas de la filosofía.

PREGUNTAS.

1. Enuncia las ideas y las razones del texto.


2. Cita los prejuicios filosóficos que crees que puede tener tu sociedad o tú mismo.
1. El saber filosófico Página 24

7.3 Texto de Popper.

Todos los hombres y mujeres son filósofos. Si no son conscientes de tener problemas filosóficos, en cualquier
caso tienen prejuicios filosóficos. La mayoría de éstos son teorías que dan por supuestas: teorías que han absorbido
de su entorno intelectual o de la tradición.

Dado que pocas de estas teorías se sostienen de forma consciente, son prejuicios en el sentido de que se sustentan
sin examen crítico, aun cuando puedan tener una gran importancia para las acciones prácticas de las personas, y
para su vida toda.

Constituye una defensa de la existencia de la filosofía profesional el que los hombres tienen que examinar
críticamente estas teorías difundidas e influyentes.

Teorías como éstas constituyen el inseguro punto de partida de toda ciencia y de toda filosofía. Toda filosofía debe
partir de las ideas dudosas y a menudo perniciosas del sentido común acrítico. Su meta es llegar hasta el sentido
común esclarecido y crítico: alcanzar una concepción más cercana a la verdad; y con una influencia menos
perniciosa sobre la vida humana.

Karl Popper. En busca de un mundo mejor, pg 231.

PREGUNTAS.

1. Enuncia las ideas y las razones del texto.


2. Cita los prejuicios filosóficos que crees que puede tener tu sociedad o tú mismo.
1. El saber filosófico Página 25

7.4 Texto de Bertrand Russell.

La filosofía, como todos los demás estudios, aspira primordialmente al conocimiento. El conocimiento a que aspira
es aquella clase de conocimiento que nos da la unidad y el sistema del cuerpo de ciencias, y el que resulta del
examen crítico del fundamento de nuestras convicciones, prejuicios y creencias. Pero no se puede sostener que la
filosofía haya obtenido un éxito realmente grande en su intento de proporcionar una respuesta concreta a estas
cuestiones. Si preguntamos a un matemático, a un mineralogista, a un historiador, o a cualquier otro hombre de
ciencia, qué conjunto de verdades concretas ha sido establecido por su ciencia, su respuesta durará tanto tiempo
como estemos dispuestos a escuchar. Pero si hacemos la misma pregunta a un filósofo, y éste es sincero, tendrá
que confesar que su estudio no ha llegado a resultados positivos comparables a los de otras ciencias. Verdad es que
esto se explica, en parte, por el hecho de que, desde el momento en que se hace posible el conocimiento preciso
sobre una materia cualquiera, esta materia deja de ser denominada filosofía y se convierte en una ciencia separada.
Todo el estudio del cielo, que pertenece hoy a la astronomía, antiguamente era incluido en la filosofía; la gran obra
de Newton se denomina Principios matemáticos de la filosofía natural. De modo análogo, el estudio del espíritu humano,
que era todavía recientemente, una parte de la filosofía es, en gran medida, más aparente que real; los problemas
que son susceptibles de una respuesta precisa se han colocado en las ciencias, mientras que sólo los que no la
consienten actualmente quedan formando el residuo que denominamos filosofía.

Sin embargo, esto es sólo una parte de la verdad en lo que se refiere a la incertidumbre de la filosofía. Hay muchos
problemas –y entre ellos los que tienen un interés más profundo para nuestra vida espiritual- que en los límites de
los que podemos ver, permanecerán insolubles para el intelecto humano, salvo si su poder llega a ser de un orden
totalmente diferente de lo que es hoy. ¿Tiene el Universo una unidad de plan o designio, o es una fortuita
conjunción de átomos? ¿Es la conciencia una parte del Universo que da la esperanza de un crecimiento indefinido
de la sabiduría, o es un accidente transitorio en un pequeño planeta en el cual la vida acabará por hacerse imposible?
¿El bien y el mal son de alguna importancia para el Universo, o solamente para el hombre? La filosofía plantea
problemas de este género, y los filósofos contestan a ellos de diversas maneras. Pero parece que, sea o no posible
hallarles por otro lado una respuesta, las que propone la filosofía no pueden ser demostradas como verdaderas.
Sin embargo, por muy débil que sea la esperanza de hallar una respuesta, es una parte de la tarea de la filosofía
continuar la consideración de estos problemas, haciéndonos conscientes de su importancia, examinando todo lo
que nos aproxima a ellos, y manteniendo vivo este interés especulativo por el Universo, que nos expondríamos a
matar si nos limitáramos al conocimiento de los que pueden ser establecidos mediante un conocimiento definitivo.
RUSSELL, Bertrand.- Los problemas de la filosofía . Editorial Labor.

PREGUNTAS.

1. Esquema del texto (sólo qué es lo que se dice en el texto de Russell).

2. Contestar las siguientes preguntas:


1. En el segundo párrafo del texto se hacen tres preguntas filosóficas. Primero aclara qué se está
preguntando y después respóndelas según tu opinión.
2. ¿Alguna vez te has hecho preguntas de ese tipo? ¿Cuáles? ¿Qué te has respondido?
3. ¿Tienen ese tipo de cuestiones importancia en tu vida? ¿Por qué si/no?
4. ¿Se puede vivir sin preguntarse nada de esas cosas? ¿Por qué sí/no?
1. El saber filosófico Página 26

8 Esquema del tema 1.

1. Definición de la palabra “filosofía”.


1.1. Etimología.
1.2. Definición.
1.3. Saber mítico y saber racional.
1.3.1. Los mitos.
1.3.1.1. Característica
1.3.1.2. Definición
1.3.2. La religión.
1.3.2.1. Diferencia con el pensamiento racional:.
1.3.2.2. Diferencia con el mito.
1.3.3. Característica común a ambos que los distingue del saber racional .
1.3.4. Saber racional.
1.3.4.1. Son el conjunto de saberes proporcionados por.
1.3.4.2. Característica esencial.
1.4. Saber científico y saber filosófico.
1.4.1. Separación y aparición: .
1.4.2. Diferencias.
1.4.2.1. Objeto de estudio:
1.4.2.2. Supuestos de los que se parte: .
2. Caracterización de los primeros principios.
2.1. Qué son los supuestos.
2.2. Características:
2.2.3. .
2.3. Últimos supuestos.
2.4. La labor de la filosofía.
2.5. Adquisición de los principios.
2.5.1. Para el individuo.
2.5.2. Para la cultura.
3. Clasificación de la filosofía.
3.1. La realidad.
3.2. El conocimiento.
3.3. La acción.
4. El saber filosófico a través de la historia.
4.1. Filosofía antigua.
4.1.1. El paso del pensamiento mítico al racional.
4.1.2. Primer problema
4.1.2.1. Naturaleza.
4.1.2.2. Problema:
4.1.2.3. Solución de los primeros filósofos: el arje.
4.1.2.3.1. Escuela de Mileto.
4.1.2.3.2. Pluralistas.
4.1.2.3.3. Metafísicos.
4.1.3. Segundo problema.
4.1.3.1. Incompatibilidad de tres cosas:
4.1.3.1.1. La información de los sentidos.
4.1.3.1.2. La razón.
4.1.3.1.3. El sentido común.
4.1.3.2. Parménides de Elea.
4.1.3.3. Heráclito de Éfeso.
4.1.4. Tercer problema.
4.1.4.1. Sócrates.
1. El saber filosófico Página 27

4.1.4.2. Platón.
4.1.4.2.1. Teoría de las Ideas.
4.1.4.2.1.1. Media entre Parménides y Heráclito.
4.1.4.2.1.2. Coincide con Heráclito.
4.1.4.2.1.3. Coincide con Parménides
4.1.4.2.1.3.1. Distingue el Mundo sensible y el Mundo de las Ideas.
4.1.4.2.1.3.2. Las Ideas: descripción.
4.1.4.3. Aristóteles.
4.1.4.3.1. Crítico con Platón:
4.1.4.3.2. Teoría Hilemórfica.
4.1.4.3.2.1. Materia y forma: la sustancia.
4.1.4.3.2.2. El conocimiento: .
4.1.4.3.2.3. El cambio.Accidente. Cambio accidental:
4.1.4.3.2.3.3. Cambio sustancial:
4.2. Filosofía medieval.
4.2.1. Los problemas de la filosofía medieval.
4.2.2. La creación.
4.2.2.1. Contra lo dicho por Parménides:.
4.2.2.1.1. Contingente.
4.2.2.1.2. Necesario.
4.2.2.1.3. Temas de la creación:.
4.2.3. Los universales.
4.2.3.1. Descripción.
4.2.3.2. Problema:
4.2.3.3. Soluciones.
4.2.3.3.1. Realismo exagerado:.
4.2.3.3.2. Realismo moderado: .
4.2.3.3.3. Nominalismo:.
4.2.4. La relación razón y fe.
4.2.4.1. Teología: .
4.2.4.1.1. Teología natural:.
4.2.4.1.2. Teología revelada:
4.2.4.1.2.1. Necesidad de la razón:
4.2.4.1.2.1.1.
4.3. Renacimiento, filosofía moderna e ilustración.
4.3.1. Acotación temporal del Renacimiento.
4.3.2. Significado:
4.3.3. Humanismo.
4.3.4. Naturalismo.
4.3.5. Galileo y la nueva física.
4.3.5.1. En metodología científica.
4.3.6. Periodo moderno (s. XVII) e ilustrado (s. XVIII).
4.3.6.1. Diferencia con el periodo renacentista.
4.3.6.2. Pensamiento filosófico;
4.3.6.2.1. .
4.3.6.2.2. El problema filosófico de la época.
4.3.6.2.2.1. Racionalismo
4.3.6.2.2.1.1. Principio fundamental.
4.3.6.2.2.2. Empirismo: .
4.3.6.2.2.2.1. Idea principal: .
4.3.6.2.2.2.2. Criticismo kantiano.
4.4. Filosofía contemporánea.
4.4.1. Pensamiento filosófico del s. XIX.
4.4.1.1. Herederos del pensamiento kantiano.
1. El saber filosófico Página 28

4.4.1.2. Romanticismo
4.4.1.3. Filósofos de la sospecha.
4.4.1.4. Positivismo: revitalización del ideal ilustrado, enfrentado a la metafísica y al idealismo.
4.4.2. Pensamiento filosófico del siglo XX.
4.4.2.1. Filosofía analítica.
4.4.2.2. Existencialismo.
5. Vigencia de la filosofía.
5.1. La condición inicial del ser humano.
5.1.1. Diferencia con el animal.
5.1.2. Problema que nos presenta el vivir.
5.2. Condición histórica.
5.2.1. Posiciones respecto a ese material heredado:
5.3. La vigencia de la filosofía.

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