El alta del proceso es un momento fundamental para el proceso terapéutico, pues por un lado marca el

final de un proceso de deconstrucción, recomposición y avance personal e individual del cliente, así
como el inicio de una nueva etapa que debería de ser prometedora y esperanzadora como la
independencia clínica.

En el caso de los niños, población asignada, es más difícil y situacional dicha entrevista. Consideramos
importante mantener vigencia sobre asuntos relevantes en el trato de los niños como la confianza y la
identificación del niño para con el terapeuta. Así mismo, la edad de los niños determinará la longitud de
la entrevista de alta.

Una entrevista de salida o de terminación terapéutica representa para el profesional de la salud mental,
un momento clave en el que se recibirá algún tipo de retroalimentación sobre el proceso clínico así
como la independencia futura que el paciente deberá de enfrentar. En el caso de los niños, población
asignada, es más difícil y situacional dicha entrevista. Consideramos importante mantener vigencia
sobre asuntos relevantes en el trato de los niños como la confianza y la identificación del niño para con
el terapeuta. Así mismo, la edad de los niños determinará la longitud de la entrevista de alta.

En el caso de los niños, población asignada, es más difícil y situacional dicha entrevista. Consideramos
importante mantener vigencia sobre asuntos relevantes en el trato de los niños como la confianza y la
identificación del niño para con el terapeuta. Así mismo, la edad de los niños determinará la longitud de
la entrevista de alta.

La estructura libre en la entrevista si bien es cierto que implica gran responsabilidad por el conocimiento
necesario de los procesos, de las entrevistas y del tipo de paciente complejo que se pueda abordar.

Proponemos lo siguiente tanto como contextualización y como entrevista para niños:

- Construir rapport a partir del criterio investigativo de lo psicológico.

- Abandonar poses adultas y no prejuicios del mismo.
- Mezclar la entrevista con el juego no dirigido.

Entre las preguntas propuestas que consideramos, están a continuación:

- ¿Cómo has estado este día?

- ¿Cómo te sentís en relación a aquel problema X hoy y después de nuestro proceso?
- Dependiendo del motivo original de consulta, plantearle una circunstancia similar donde esa reacción
no deseada se manifestaria y planteará al niño.
- Consultar lo que más le ha gustado del proceso terapéutico y lo que no.
- ¿Qué te sirvió más y qué te sirvió menos de lo que yo te he contribuido a mejorar?
*Jugar constantemente *
- Repasar algunas técnicas o estrategias del proceso, para contribuir con el momento de independencia
clínica.
- Reafirmar cosas con seguridad como el lugar de los padres, así como el futuro rol de una vida sin
terapia.
- Agradecerle al niño y a sus responsables por la confianza en este terapeuta, así como dejar aburras
las puertas para futuras consultas vinculadas o no.

Si la Patología amerita, se debería considerar como parte del proceso de salida, un retesteo de
cualquier instrumento psicodiagnostico estandarizado o proyectivo o que sirva de referencia para medir
progreso y recomfirmarlo.

La libertad de la entrevista libre es precisamente que puede individualizarse basándose tanto en las
particularidades del cliente como en la experiencia psicológica del mismo. Es esto mismo, a la vez, su
castigo.