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RESOLUCIONDE CONFLICTOS
1. 1. ¿QUÉ ES UN CONFLICTO?.
Naturalmente es muy difícil precisar con exactitud dónde acaba una conducta y
dónde empieza la otra. Ahora bien, trataremos de diferenciarlas de forma que queden
lo más claramente definidas.
Conductas disruptivas.
Estas conductas suelen ser: causar molestias a los compañeros, hablar en voz alta
cuando el profesor está explicando alguna cosa, hacerse el gracioso, mostrar una
actitud pasota, provocar ruidos, moverse de un lado para otro, no disponer del
material necesario para seguir la clase, etc.
Afrontar estas conductas es relativamente sencillo, a menudo basta con prestar ese
plus de atención que se nos está demandando. En función del motivo específico que
empuje al alumno a ese tipo de comportamiento (afecto, rendimiento, hábitos...)
debemos dar un tipo de respuesta u otra: un acuerdo de trabajo periódico que le
permita tener éxito en el estudio, un refuerzo regular y positivo de los aspectos que lo
requieran, un seguimiento más detallado de su evolución, una ayuda extra en algunos
aprendizajes instrumentales, etc.
Conductas antisociales.
Por otra parte a esta variedad de situaciones cabe añadir dos características que
hacen el diagnóstico aún más complicado: la frecuencia con la que se dan esas
conductas y la gravedad o intensidad de las mismas. Y como es lógico suponer, estas
características se superponen entre sí.
Los alumnos que, por lo general, presentan conductas antisociales acumulan otras
características como: bajo rendimiento, déficits de aprendizaje, hiperactividad...
Ahora bien, una cosa son los conflictos puntuales o persistentes, observables e
incluso medibles, y otra las razones profundas que los han provocado. En este punto el
entorno socioeconómico juega un papel muy importante (población poco arraigada,
alto nivel de paro, barrios o poblaciones con infraestructuras más que deficientes,
familias desestructuradas, despreocupadas de la educación de sus hijos etc.).
Por supuesto también podemos decir que hay conflictos, leves y graves, que
obedecen a problemas de fondo sobre los cuales el profesorado no tiene capacidad de
influencia (son competencia de la familia, del médico, del psicólogo, del asistente
social...).
Así pues, una gran parte de los conflictos pueden tener su origen en el propio
alumno o en su familia, pero otros surgen a causa de un funcionamiento deficiente de
los centros, de la carencia de estrategias de prevención y de atención a la diversidad. Y
ahí si tenemos una responsabilidad que no podemos obviar.
- - La rutina, que es un enemigo terrible que nos impide hacer las cosas con
sentido, con un objetivo renovado.
- - El individualismo, ya que aunque sea cierto que a la hora de la verdad el
profesor o la profesora se encuentra solo ante sus alumnos, esto no significa
que no tengan el apoyo de sus compañeros o la cobertura necesaria del
centro, ni por supuesto tampoco significa que deba enfrentarse a sus
alumnos sino, por el contrario, lo que debe hacer es buscar su colaboración.
2. 2. INTERVENCIÓN A NIVEL DE CENTRO.
1. 1. Motivarlo, diseñar un plan de trabajo personal en función de los centros de interés que él manifieste.
2. 2. Establecer objetivos concretos, para que pueda darse cuenta de cómo consigue alcanzarlos.
3. 3. Preparar actividades poco extensas, con un ritmo adecuado.
4. 4. Utilizar material didáctico atractivo, de fácil manejo, etc.
5. 5. Tratar con cosas cercanas, significativas para él.
6. 6. Introducir el aprendizaje de técnicas instrumentales, de estudio, etc.
7. 7. Evitar la total dependencia del profesor por lo que se refiere al estudio, facilitar que el alumno pueda avanzar por sí
mismo: plan de trabajo individual, fichas autocorrectivas...
8. 8. Actitud positiva (profesional y afectiva) del profesor respecto del alumno.
9. 9. Potenciar el trabajo en pequeño grupo.
10. 10. Integrarlo en comisiones de carácter diverso (fiestas, deportes...). de manera que pueda sentir el grupo- clase y la
Un acuerdo o un contrato de rendimiento debería reunir, entre otras, las
siguientes características:
Estar dispuesto a que el alumno se explique con sus propia palabras. Hay que
evitar que se descentre la cuestión porque pensamos que su expresión es
inadecuada.
Estar informado sobre la cuestión que se va a tratar. Cuando no dispongamos
de información controlar la posibilidad de emitir juicios previos.
Evitar las distracciones durante la comunicación. Aunque en la dinámica de los
centros educativos es un problema importante, hay que evitar al máximo las
interrupciones.
Centrarse en las ideas importantes del discurso del estudiante. Es difícil
encontrar soluciones cuando nos perdemos en análisis de anécdotas y de datos.
Evitar al máximo las interpretaciones subjetivas, por lo que hay que preguntar
al alumno toda la información que se crea necesaria. Una mala interpretación
puede ser el origen o la continuidad de un conflicto.
Evitar intervenciones muy largas por ambas partes con el fin de mantener la
comunicación y darle agilidad. Resumir el discurso del estudiante y preguntarle
si nuestra síntesis es correcta es una buena estrategia comunicativa.
Es imprescindible que no saltemos a las conclusiones y que no nos
anticipemos a los mensajes.
Es positivo tomar notas cuando se trata de cuestiones complejas con
explicaciones o entrevistas de una duración significativa.
En resumen, se trata de adoptar y desarrollar una actitud profesional del tutor que
intenta una mejora continua de uno de los instrumentos más eficaces que tendrá en el
ejercicio de su tarea.
Los centros docentes tienen que unificar sus criterios sobre cómo tratar los
conflictos desde la tutoría individualizada al menos en los siguientes puntos:
Los objetivos que el tutor se debe plantear en este aspecto son los siguientes:
Estos objetivos no son ni pueden ser el contenido de todas las tutorías del grupo.
Hay que ser consciente de que no debe relacionarse exclusivamente este espacio
temporal con ésta actividad. Se trata de incorporar el hábito de tratar problemas de
forma grupal pero no de realizar catarsis grupales a través del profesor.
Tampoco hay que utilizar el recurso grupal cuando los conflictos han entrado en un
ciclo maligno de difícil solución. En realidad este espacio de comunicación debe servir
para la prevención de los conflictos y, en menor grado, para su solución.
Finalmente hay que utilizar el grupo para la solución de aquellos conflictos para los
que preveamos un mínimo de eficacia. No podemos lanzar el grupo- clase a la solución
de conflictos individuales o, lo que es más común, intentar la solución de conflictos
individuales en el marco de una sesión general de grupo, utilizándolo meramente de
espectador. Los resultados en estas situaciones son en general muy deficientes.
Esquemas de organización comunicativa de la tutoría de grupo según la
finalidad respecto a la solución de conflictos.
Se utiliza para:
- - Dar a conocer los objetivos y líneas generales de funcionamiento del aula.
- - Indicar instrucciones de trabajo derivadas de acuerdos previos de los órganos de
decisión del centro.
- - Indicar procedimientos formales.
Además de estos cinco puntos esenciales deberán tenerse en cuenta todas las
Para llevar a buen término la toma de decisiones para la resolución de los conflictos
debemos tener en cuenta algunas normas de funcionamiento:
- - Aclarar los condicionantes para la toma de decisiones. Por ejemplo hay que limitar
las propuestas a aquellas que sean aceptables para el reglamento del centro. Antes
de decidir hay que saber en qué marco tenemos que decidir.
- - Orientar la discusión para el desarrollo de propuestas. Hay que ser insistente en la
búsqueda de soluciones, viables y útiles.
- - Agrupar las propuestas semejantes y descartar colectivamente aquellas
imposibles.
- - Implicar al grupo en la solución de propuestas y en su seguimiento, sin que en
ningún caso se deleguen funciones que son responsabilidad del tutor.
La mediación.
Una buena manera de aprender las cosas es saber para qué sirven. La práctica
de la resolución de conflictos en el medio escolar contribuye a incrementar la
autoestima, así como la apreciación positiva de la diversidad mejora las habilidades de
comunicación, observación y análisis de la realidad social circundante; también sirve
para prevenir el incremento y desarrollo de problemas de orden disciplinario