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I) INTRODUCCIÓN:
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N.A: La siguiente anécdota describe las características personales de Osvaldo Soriano: “Una vez Beatriz Sarlo invitó a
Soriano a una charla en el ámbito universitario. El alumnado se burló de él porque apenas si había terminado a los
tumbos la primaria. Esa madrugada, destruido, Soriano lo llamó a Bayer. Como reivindicación, Bayer invitó a Ricardo
Piglia a presentar a Soriano en su cátedra. Piglia arrancó planteando que los tres escritores argentinos más grandes de
nuestra literatura no habían terminado la primaria: Arlt, Borges y Soriano”. En www.pag12.com.ar
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N A: “A partir de la década de 1960 y hasta bien entrados los años ‘70, se desarrolla en la totalidad del orbe
Hispanoamericano un proceso vinculado a la creciente producción y consumo de obras literarias -sobre todo novelas- de
autores oriundos del subcontinente. Este fenómeno cultural se conoce como ‘boom de la literatura latinoamericana”.
Algo impensado desde los tiempos del Modernismo”. En GARCIA, Guillermo “Cátedra de Literatura
Hispanoamericana del siglo XX” Edit. Hachette. Bs.As. 2002 Pág.10
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II) DESARROLLO:
1.- Encuadre biográfico del autor:
Osvaldo Soriano, nació en Mar del Plata en
enero de 1943 y falleció el 29 de enero de 1997 en la Ciudad de Buenos Aires, luego de
tres años de sufrir los embates de un cáncer de pulmón.
Comenzó a trabajar en periodismo (Diarios: Primera Plana, Panorama, La Opinión 3)
a mediados de los años sesenta, y se dio a conocer como escritor en 1973 con su
originalísima novela “Triste, solitario y final”. Si bien publicaría sus dos libros siguientes
(“No habrá más penas ni olvido y Cuarteles de invierno”) durante su exilio en Europa, la
aparición de ambos en la Argentina en 1982 lo convertiría en el autor vivo más leído del
país.
El destierro lo alejó de su patria, de su equipo de fútbol, de su vida cotidiana; pero
paradójicamente lo acercó a sus afectos más fieles. En Francia conoció a la mujer de la
que se enamoró, Catherine Brucher, y allí también se encontró con escritores amigos que
saborearon la nostalgia y el dolor de lo lejano. Uno era Osvaldo Bayer 4, y el otro Julio
Cortázar.
Su retorno con la democracia y su rol como alma mater del diario “Página/12”5
reforzarían aun más este vínculo con los lectores: cuatro novelas más (“A sus plantas
rendido un león”, en 1986; “Una sombra ya pronto serás”, en 1990; “El ojo de la patria”, en
1992 y “La hora sin sombra”, en 1995) y cuatro volúmenes con sus mejores crónicas
periodísticas (“Artistas, locos y criminales”, en 1984; “Rebeldes, soñadores y fugitivos”, en
1988; “Cuentos de los años felices”, en 1993 y “Piratas, fantasmas y dinosaurios”, en
1996) habrían de transformarlo en un clásico contemporáneo de la literatura argentina.
Eduardo Febbro dice: “Osvaldo Soriano tenía una relación privilegiada con la
historia. Era un cronista metafísico de sus movimientos profundos y la contaba desde la
superficie de sus protagonistas, héroes comunes, borrachos geniales, boxeadores
pensantes y nobles, vagabundos filosóficos, ladrones matemáticos o actores fracasados,
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“Transitó por distintas publicaciones hasta incorporarse al diario La Opinión. Luego de la clausura del periódico por la
dictadura de J.R.Videla, “el Gordo decidió exiliarse preventivamente, porque a pesar de no ser militante de ningún
partido político, se solidarizó con los apretados por la dictadura”. No figuró en los listados de las organizaciones
políticas, pero se lo conoció por su compromiso con los sectores populares”.ALTERMAN, D en: www.pagina12.com.ar
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“Osvaldo Soriano alcanzó la madurez personal e intelectual después de dejar “La Opinión”, libre de todo compromiso
político o cultural, adquiriendo un fervoroso dominio de sus inclinaciones literarias, en el mismo momento en el que el
país entraba en un prolongado cono de sombra y baño de sangre” BAYER, Osvaldo en . www.pagina12.com.ar
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Su última nota fue publicada el 27 de julio de 1996 en Página/12, en su sección de los domingos: Llamada
Internacional. El título fue: “La última llamada” en: www.pagina12.com.ar
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policías corruptos pero con algún rasgo de orgullo, futbolistas imposibles, adivinas
enamoradas, solitarios, perdidos y reencontrados, peronistas de alma y peronistas
traicionados” 6.
Por superstición literaria, o por necesidad autobiográfica, los gatos aparecen en
todas las novelas de Osvaldo Soriano, en toda su vida. Negros, rojos, dantescos,
azulados, callejeros, orejudos, los felinos se convirtieron en musas de creación: "Siempre
que uno rescata una historia, hay un gato adentro".
Pero quizá la metamorfosis haya sido más profunda, y Soriano se haya convertido
finalmente en un gato gordo y sensible, eterno. "Soy uno de ellos, perezoso y distante,
aunque no sé si aprendí la sutileza de la especie. Los gatos han sido muy importantes
para mí, o yo para ellos".
Sus libros han sido traducidos a dieciocho idiomas y adaptados con éxito a la
pantalla cinematográfica7.
2.- Argumento:
El título de la novela que se analiza proviene de un famoso tango
de Carlos Gardel y Alfredo Le Pera, "Mi Buenos Aires querido" ("Mi Buenos Aires
querido/cuando yo te vuelva a ver/no habrá más penas ni olvido").
La novela se sitúa en la última presidencia de Juan Domingo Perón en la década
de 1970, en donde se produce la infiltración del pensamiento marxista en la juventud
universitaria que pugnaba por cambios políticos y sociales. Relata la luchas internas de
Colonia Vela (pueblo ficticio creado por Soriano) entre peronistas de izquierda y
peronistas de derecha. Soriano describe como estaba constituido el movimiento peronista.
Por un lado: los peronistas revolucionarios de izquierda, compuestos por la organización
guerrillera Montoneros y de la Juventud Peronista. Y, por el otro, los burócratas peronistas
con ascendencia netamente fascista. A grandes trazos, es una reflexión del peronismo de
aquellos turbulentos años.
Todo comienza cuando uno de los habitantes del pueblo (Ignacio) es acusado de
traidor. Aunque intenta demostrar su inocencia, pocos le creen. Poco después, toma la
comisaría y desde ahí se desarrolla un conflicto típico de Soriano, narrado con agilidad y
con la inserción de ciertas escenas cómicas, como cuando el intendente de Colonia Vela
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En www.wilkipedia.com.es FEBBRO, Eduardo en Entrevista de “Pág. 12” en relación con el aniversario de la muerte
de Osvaldo Soriano
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N.A: “No habrá más penas ni olvido”, fue llevada al cine por Héctor Olivera, que ganó el Oso de Plata en el festival
de cine de Berlín
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le pide a Ignacio que se entregue, y éste, mediante una nota, contesta simple y concreto:
"Váyase a la reputa que lo parió. Perón o muerte"
Finalmente, la policía logra tomar preso a Ignacio, quien muere tras ser brutalmente
golpeado. El resto de sus compañeros también son acribillados. Entre tanto, un grupo
integrante de la Juventud Peronista (aliados de Ignacio) capturan a algunos compañeros
del comisario.
Ante lo incontenible de la situación, el intendente pide ayuda al ejército. Sólo dos
de los aliados de Ignacio escapan en avión, casi metafóricamente (ellos escapan porque
llegan los militares, lo que representan a la dictadura).
Un aspecto a destacar es que en el correr de la novela se vislumbra claramente el
accionar de Perón y su ministro López Rega, que llevaron a cabo la inexorable depuración
de los componentes de la izquierda del peronismo.
fui peronista”, “¿qué era eso de que Perón bautizara como peronistas a quienes no lo
eran y echara peronistas que sí lo eran?” Todo esto, que tiene explicaciones políticas, a
mí me parecía poéticamente siniestro hace decir Soriano y, otra vez, el paradigma está a
flor de labio.
El mundo de personajes de Soriano se puede sintetizar, en una apretada definición,
como el mundo de los "desgraciados", porque es la mala suerte de los que se quedan
afuera, de los comunes, de los que sólo tienen fuerza cuando están con miles, de los
nadie.
En un análisis más acabado: los personajes de Soriano son, más que desplazados,
desclasados. Si no tienen conciencia de clase es porque no pueden, no pertenecen a
ninguna clase. Son la resaca del Estado benefactor peronista. Sus personajes no son sólo
perdedores. Son también la encarnación de las realidades de la Argentina del contraste
social como por ejemplo los movimientos piqueteros.
Se trata de personas que nunca dejan de ser protagonistas de la historia, pero no
justamente de la historia "grande", de la de los libros, sino de esa que se escriben todos
los días y que es la que ocurre, justamente, fuera de todos los hechos históricos.
Sus personajes son síntesis, compleja y desestructurada, pero resumen de lo que
como país, nos pasa.
Osvaldo Soriano se mete con los postergados, los excluidos, a veces hasta por
decisión propia. Pero lo que nunca pueden decidir es cuándo entran y cuando salen del
escenario grande de la historia. Eso, en todo caso, lo decide el autor cuando dibuja
caminos y laberintos que siempre terminan en un mismo lugar: los comunes, los hombres
de la tierra.
Personajes "orilleros", porque suelen estar en un costado, mientras la historia pasa,
y, de repente, por un segundo o por algunos años, se meten en ella para ocupar un rato el
escenario mayor.
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III) CONCLUSIÓN:
Realizando una investigación profunda de la obra de Osvaldo Soriano,
muchos de los que analizan su trayectoria como periodista-escritor, han señalado que se
caracteriza por ser “populista”. Sin embargo otros opinan que acostumbrado a escribir
para públicos masivos, sus novelas resultaron ser una extensión de sus trabajos
periodísticos.
Lo cierto es que la novela “No habrá mas penas ni olvido” presenta un humor
negro, una acción vertiginosa, diálogos apretados y chispeantes, un estilo rápido y seco
por momentos tragicómico, que la hacen apasionante. Soriano demuestra, como escritor
argentino, que la historia política puede ficcionalizarse.
Su literatura es dramatismo y momento trágico en sentido amplio. No hay
hojarascas, ni aclaraciones. Soriano es como un tenor que encuentra el tono y no lo
suelta. Todos los personajes que aparecen son marcas que se incrustan en la trama,
como insectos sobre el telgopor.
Esta novela atrapa por la asimetría entre la dimensión de la tragedia narrada y el
correcto uso de los recursos narrativos. ¿Cómo narrar una guerra en la que todos se
matan y mueren invocando a un Ausente?. A partir de una historia muy simple y de un
modo eficaz y contundente
En “No habrá más penas ni olvido” cabe rescatar el talento y la capacidad de
Soriano para ilustrar un período complejo de nuestra historia, como el movimiento
peronista que se articula en 1944 y se transforma en un movimiento combativo en 1970
durante el exilio de Perón en momentos en que la Argentina esta gobernada por los
Militares. Esta es abordada desde una óptica crítica y consciente, pero a su vez
resguardándose de no caer en el error de la explicación de los procesos, ni en la
apelación al folclore panfletario, permitiendo al lector el espacio necesario para su
interpretación.
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