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Segunda parte: Proyectos Urbanos Integrales, más allá del mejoramiento de barrios
Universidad Científica del Sur S. A. C.
Carretera Antigua Panamericana Sur km 19, Villa El Salvador, Lima 42, Perú
Teléfono: (511) 610 6400 / anexo 1528 .Zt> 4 Del plan al proyecto urbano. Reestructurar la ciudad o las políticas públicas 77
www.cientifica.edu.pe Luis Rodríguez Rivero, Álvaro Espinoza Benza
fondoeditorial@cientifica.edu.pe 5 Participación para un plano participación para el desarrollo 95
Gabriella Huanay Figueroa, María Eugenia Lorbés
Grupo de Análisis para el Desarrollo (GRADE)
6 El riesgo en ladera como contingencia urbana. Reflexiones sobre la medición
Av. Grau 915, Barranco, Lima 4, Perú
Apartado postal 18-0872, Lima 18, Perú del riesgo y las formas de habitar la ladera 111
Teléfono: 247 9988 Franklin Velarde Herz, Jaime Vásquez Milla
www.grade.org.pe 7 La multiescalaridad del proyecto urbano 131
Pablo Muñoz Unceta
Edición general: Fondo Editorial de la Universidad Científica del Sur 8 Las cartografías de los PUI como dispositivo de visibilización 147
Editores: Jitka Molnárová, Luis Rodríguez Rivero, Álvaro Espinoza Benza, Ricardo Fort Meyer
Jitka Molnárová, Luis Rodríguez Rivero
Coordinación editorial: Miguel Ruiz Effio
Coordinación general del proyecto: Jitka Molnárová
Diseño de portada y diagramación: Vera Lucía Jiménez Araujo Tercera parte: Programa Barrio Mío
Cuidado de textos: Juan Carlos Bondy
9 Programa Barrio Mío. Resumen descriptivo del programa 175
Las opiniones y recomendaciones vertidas en estos documentos son responsabilidad Tamara Alva Olórtegui, Lisset Escudero La Torre
de sus autores y no representan necesariamente puntos de vista de la PUCP, GRADE 10 Obstáculos de implementación del programa Barrio Mío
ni de la Científica.
Lecciones y recomendaciones 199
Los autores declaran que no tienen conflicto de interés vinculado a la realización Jitka Molnárová
del presente estudio, sus resultados o la interpretación de los mismos. Conclusiones: hacia otro urbanismo para Lima 219
Los editores
Se prohíbe la reproducción total o parcial de este libro sin autorización
expresa de los editores. 224
Autores
Lista de acrónimos 227
Primera edición, marzo de 2017
Tiraje: 1000 ejemplares
ISBN N.°: 978-612-4276-04-0
El presente artículo es un esfuerzo por describir las formas en que fue abordada la
medición del riesgo en zona de laderas, como parte de la formulación de una pla-
nificación y propuesta de rehabilitación urbana trabajada por los PUI, en procesos
de urbanización popular. Asimismo, y como resultado de los talleres de diagnóstico
participativo realizados con la población por los PUI, se busca reflexionar sobre las
formas de habitar y producir entornos urbanos en las laderas de Lima, situando el
riesgo como una dimensión urbana vivida desde la contingencia y la precariedad.
De esta manera el problema del riesgo formó parte esencial de la creación del
programa Barrio Mío y de los PUI, teniendo como precedente y base el trabajo
de diagnóstico realizado por Barreda y Ramírez Corzo (2011), que consistió en un
mapeo y análisis de los mayores índices de vulnerabilidad física, social, económica y
de accesos a servicios en el área de Lima Metropolitana. Es así que se definieron las
zonas de intervención de los PUI. Sin embargo, los estudios que definen la naturale-
za del riesgo y la vulnerabilidad para estas zonas, realizados dentro del procesos de
diagnóstico de los PUI, no fueron exhaustivos; asimismo, la zonificación sísmica a la
fecha de iniciar el programa era referencial. A esto habría que sumarle que Defensa
Civil y el Sigricil tenían manuales cuya implementación demandaba un tiempo que
los proyectos no tenían, debido a que su objetivo principal era realizar una planifica-
ción integral que culminara en una propuesta urbana y no un diagnóstico extenso
del territorio.
Esta medición del riesgo fue retroalimentada con las experiencias, conocimientos
y expectativas de la población sobre sus barrios o asentamientos. Como parte de
este proceso se evidenció que los vecinos residentes de zonas de laderas conocen
—en la mayoría de los casos— el riesgo en los cuales se encuentran sus viviendas y
asentamientos. Finalmente, la caracterización el riesgo no solo sirvió para realizar
un diagnóstico útil en relación con la propuesta de rehabilitación y planificación
urbana, sino también para dialogar con la población y retroalimentar todo esfuerzo
público de pensar la ciudad popular en ladera.
(1) Institución creada por el Centro Nacional de Estimación, Prevención y Reducción del Riesgo
de Desastres.
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otro urbanismo para Lima el riesgo en ladera como contingencia urbana
Procesos de urbanización popular en América Latina y el Perú en la actualidad los procesos de asentamiento se manifiestan mayoritariamente en
suelos residuales de ocupaciones populares anteriores. Asimismo, no existen ya ins-
Es innegable la actual condición urbana de América Latina. Los acelerados proce- tituciones que permitan pensar y ejecutar acciones integrales de prevención frente
sos de urbanización y la construcción de una cultura urbana son características al riesgo anticipando la ocupación del territorio3.
históricas y espaciales trascendentales de nuestras ciudades durante el siglo XX y
el presente (Ledgard, 2015). Los procesos latinoamericanos de producción de ciu- Por ese motivo, Lima, por el caso de algunos distritos periféricos, está compuesta
dades exhiben sus propias características, siendo la principal que nuestra condición por una ciudad popular consolidada y en proceso de densificación ubicada en las
urbana se ha estructurado mayoritariamente a través de procesos populares zonas planas, y otras nuevas —y no tan nuevas— ocupaciones populares en zona de
-formales o informales- de urbanización. Es decir, el hábitat popular, como modelo pendiente o ladera en simultánea consolidación y expansión difusa. Es así como en
mayoritario de urbanización, ha pasado de ser un acontecimiento extraordinario -a la trama urbana se puede observar la coexistencia de diversas situaciones de riesgo
inicios del siglo XX-, a realidades toleradas, repetitivas, legitimadas y en expansión, y, al mismo tiempo, el despliegue —muchas veces fragmentado y desigual— de
en ciudades como La Paz, Caracas, Bogotá, Ciudad de México o Lima (Connolly, experiencias comunales o institucionales para prevenirlo y/o mitigarlo.
2012). Estos procesos de urbanización popular se han convertido en una constante
irreversible en muchas ciudades y, con excepción de países como Argentina, Chile Por otro lado, la informalidad urbana presente en estos procesos de urbanización
o Uruguay, en la principal característica de nuestra condición urbana latinoamerica- popular no debe simplificarse, como propone Hernando de Soto, a la propiedad del
na (Duhau, 1998). suelo ni a la entrega de títulos de propiedad como solución. Convertir a la propie-
dad privada en el eje de análisis y generación de políticas públicas o proyectos
Es así como muchos procesos de urbanización en América Latina se han desarrolla- urbanos reduce las posibilidades de concebir el territorio como un marco común
do a través de experiencias comunes y compartidas, producidas, mayoritariamente, de problemas y soluciones, por ejemplo, frente al riesgo. De esta manera, Pedro
a partir de una serie de procesos histórico-sociales semejantes y del rol periférico Abramo (2012) propone la informalidad en tres dimensiones: urbanística, construc-
que cumple la región dentro del sistema capitalista global. Dentro de esta experien- tiva y sobre la propiedad del suelo. Por ello, toda urbanización informal es popular
cia latinoamericana, al menos la mitad de los habitantes de nuestras ciudades ocu- (por ejemplo, a través de procesos de autoconstrucción o autogestión del espacio),
pan ilegalmente el suelo sobre el cual desarrollan sus vidas generalmente en condi- pero no toda urbanización popular es necesaria y totalmente informal (urbanísti-
ciones precarias con relación a la edificación de sus viviendas, el mundo del trabajo, ca, constructiva o jurídicamente) de forma estricta. Así, el riesgo como dimensión
el acceso a servicios de salud, educación y espacios públicos de calidad (Calderón, urbana está presente a nivel constructivo —la vivienda—, pero también urbanístico
2016), ante lo cual se suman situaciones de riesgo físico, tanto de la vivienda como —el asentamiento—. Es decir, componentes de la trama urbana como áreas comu-
del entorno urbano, frente a peligros o desastres de origen natural o humano. nes —espacios públicos— o accesos —calles o escaleras— comparten y posibilitan
una situación de riesgo de la vivienda. Esto se ve agravado por la informalidad en la
En el Perú, uno de los acontecimientos más importantes en el siglo XX fueron los propiedad del suelo, la cual no permite acceder a programas de inversión pública o
procesos migratorios de zonas rurales a entornos urbanos usualmente ubicados en consolidación de servicios básicos, lo que vuelve más vulnerable a la población.
la costa. En el caso de Lima, dichos desplazamientos poblacionales se tradujeron en
aceleradas ocupaciones formales o informales de suelo durante el siglo XX. Estas Finalmente, dentro de estos procesos de urbanización, que suponen una aglome-
se desarrollaron primero sobre terrenos marginales, no necesariamente de carácter ración progresiva o acelerada de población en el territorio, y que pueden definirse
residual o en situación de riesgo, ubicados fuera del casco urbano tradicional de según su concentración espacial y formas de habitar (Castells, 1972), el riesgo se
la ciudad. De igual forma, existieron instituciones, como la Enace2, que ofrecie- presenta como parte de las características físicas del tejido urbano, producto de la
ron asistencia urbanística y/o constructiva a los barrios que se iban produciendo. localización, composición y distribución de los componentes de la trama urbana
Aunque estas iniciativas no pudieron desplegarse con la misma rapidez con que los dentro de un marco geográfico común; y del despliegue de múltiples formas de
procesos de urbanización popular se producían y expandían, resultaban medidas vincularse con el territorio, que suelen traducirse en procesos y prácticas colecti-
preventivas de la planificación urbana frente al riesgo. vas de producción, consolidación y apropiación de los entornos urbanos, donde la
informalidad y la topografía —características del suelo— suponen un reto público y
Por otro lado, desde finales del siglo XX e inicios del siglo XXI, los procesos de urba- en muchos casos un peligro cotidiano.
nización popular y tráfico de suelo se han multiplicado en zonas cuyas principales
características son la vulnerabilidad frente a desastres de origen natural o condicio- Es por esto que todo proceso de rehabilitación o planificación urbana debe incluir la
nes topográficas adversas que dificultan la consolidación de los barrios. Es decir, medición del riesgo de forma integral junto con el diagnóstico de la trama
(2) Enace fue fundada en 1981 sobre lo que fue la Empresa de Administración de Inmuebles del Perú (Emadi
(3) La Constitución de 1993, elaborada durante el primer gobierno de Alberto Fujimori, eliminó el derecho a
Perú). El 7 de mayo de 1992 pasó a formar parte del sector institucional del Ministerio de la Presidencia. la vivienda establecido en la Constitución de 1979. Durante este periodo, se eliminaron también el Ministerio
Actualmente, su capital social pertenece al Fonafe e integra el sector de Economía y Finanzas dentro del de Vivienda y Construcción, el Banco de la Vivienda y el Banco Central Hipotecario, lo cual supuso el aban-
Estado peruano. dono y la desarticulación de los programas públicos de vivienda nueva y de acceso —popular— ordenado al
suelo urbano en la periferia de la ciudad.
social y física, y traducirlo en propuestas urbanas —locales o metropolitanas— que Estimación del riesgo dentro de los PUI
permitan prevenirlo o mitigarlo, al mismo tiempo que mejoren las condiciones de
habitabilidad y de accesos a servicios públicos de la población. Cualquier esfuerzo Para la estimación del riesgo, en los PUI se identificaron los peligros y las vulnerabi-
público —o comunitario— integral de pensar la ciudad o el barrio debe tomar en lidades presentes en el área de estudio, utilizando el manual del Indeci° como base
cuenta la geografía y el riesgo generado de forma histórica, ya sea de origen natural metodológica para realizar el cálculo y diagnóstico. De esta forma, se buscó combi-
o por prácticas constructivas. Por lo tanto, en las siguientes hojas se expondrá una nar en una matriz los conocimientos obtenidos en campo o elaborados en gabinete,
experiencia municipal metropolitana de enfrentar el riesgo a escala local y de forma en relación con los peligros y la capacidad de resistencia —vulnerabilidad— de los
participativa en zonas de laderas; todo esto como parte de un proyecto de rehabili- elementos del sistema, como la población e infraestructura urbana existente en el
tación urbana integral de barrios o asentamientos populares en la ciudad de Lima. área del PUI.
El riesgo como contingencia urbana en zona de ladera: medición del riesgo Estimación de los peligros dentro de los PUI
en los PUI
Se realizó un trabajo a priori de recolección de información bibliográfica y posterior-
¿Qué son los PUI? mente información de campo, donde, a través de la observación y entrevistas, se
registraron los datos en una ficha, cuantificando y calificando los peligros. Para ello,
Los PUI, implementados en 2013 por el programa Barrio Mío, pertenecieron a la se elaboró un modelo de ficha de campo, que fue adaptándose a las necesidades y
MML. El programa Barrio Mío4 fue creado para implementar proyectos de desarrollo al contexto geográfico o urbanístico de los PUI.
urbano y prevención del riesgo con la finalidad de mejorar las condiciones de vida
en distintas zonas populares y vulnerables de la ciudad. El programa estaba con- Asimismo, la identificación de peligros consistió en dos etapas. Primero, se identifi-
formado por dos áreas: PMRL5 y PUI. Estos últimos trabajaron, a través de procesos có, ubicó y delimitó los peligros en gabinete. Esto implicó un trabajo de recopilación
participativos con las poblaciones beneficiadas, un diagnóstico integral de la zona y de información espacial variada, peligros geológicos obtenidos en el Ingemmet7 y
una propuesta de intervención urbana en varias etapas. una base poblacional del INEI, así como otros elementos que permitieron caracte-
rizar geográfica, urbanística y socialmente el área del PUI, teniendo como unidad
Debido a que este programa partió de las limitaciones propias de la experiencia mínima de análisis las manzanas. Segundo, se hicieron visitas técnicas a fin de cons-
municipal metropolitana limeña (por ejemplo, un territorio fragmentado adminis- tatar la información recopilada y se dividió en sectores el territorio de los PUI, para
trativamente en varios distritos, presiones políticas y vecinales por saneamiento de un mejor manejo y análisis de la información. Esta sectorización obedeció general-
servicios básicos, recursos presupuestales limitados y la carencia de una política mente a características geográficas y a la continuidad o ruptura de la trama urbana.
urbana nacional), los PUI debieron implementar una metodología que les permitie- De esta manera, por ejemplo, se realizó una división entre barrios consolidados en
ra obtener datos del territorio para el proceso de planificación, de forma práctica, la zona plana y asentamientos e invasiones informales en la zona de laderas, a la vez
rápida y eficaz. que se identificó una tercera zona, denominada línea de quiebre, que consistía en
un espacio de tránsito, tanto topográfico como urbano, entre la zona plana y las la-
De esta manera, la caracterización del riesgo —como parte del diagnóstico urba- deras. Asimismo, se identificaron los barrios dentro de las áreas de los PUI, en todas
no— se trabajó en gabinete, visitas a campo y talleres participativos con la pobla- sus formas: asentamientos humanos, asociaciones familiares y sus ampliaciones.
ción local, y concluyó en un análisis de las condiciones de vulnerabilidad y peligro
de cada zona. Así se elaboró, de forma progresiva y a manera de ensayo y error, una Finalmente, la metodología de Indeci 2006 exigió la identificación, la recopilación
práctica de medición del riesgo que se adaptara a cada circunstancia geográfica y el registro de los peligros existentes. Para ello, se realizó un trabajo de campo
del PUI, a fin de convertirse en un método referencial no tan exhaustivo, pero sí a través de la observación y entrevistas, a fin de registrar todo en una ficha para
más dinámico, ágil y específico. Finalmente estos procesos de medición del riesgo la cuantificación y calificación de los peligros. Se elaboró un modelo de ficha de
se retroalimentaron de las experiencias obtenidas en campo con la población y se campo, donde (según las necesidades, el contexto geográfico o urbanístico de los
adaptaron a los recursos disponibles dentro del programa. De igual forma, fue vital PUI) se iban adicionando o retirando elementos, de acuerdo con la variación de los
su desarrollo durante el proceso de generación de una propuesta urbana, dado que peligros a identificar. Pese a todo, existieron peligros recurrentes, como el material
se reconoció la importancia de la planificación como una herramienta que puede
no solo mitigar el riesgo, sino también prevenirlo desde el diálogo con la población, (6) Manual básico para la estimación del riesgo (Indeci, 2006).
sumando experiencias de producción de espacios comunales y como parte de un (7) Ingemmet, organismo público técnico descentralizado del sector energía y minas del Perú.
esfuerzo público de desarrollo urbano a escala local.
(4) El Programa Barrio Mío fue creado mediante la Ordenanza 1625 con carácter de programa
metropolitano.
(5)Ver el capítulo «Programa Barrio Mío» de Tamara Alva y Lizett Escudero.
Figura 21 Tabla de estratificación de peligros. Fuente: PUI, 2013. La vulnerabilidad social también fue un elemento importante dentro del diagnóstico
urbanístico y de riesgo en el área de intervención de los PUI. Un indicador clave para
determinar la vulnerabilidad social fueron los grados y las formas de organización
suelo en pendientes, el tipo de suelo, los derrumbes de pircas y los huaicos. dentro de las comunidades. Esto debido a que el impacto negativo o el «trauma-
Para el cálculo de riesgo los peligros se estratificaron en cuatro niveles: muy alto, tismo social» resultante de un desastre de origen natural o humano es inversa-
alto, medio y bajo, que se detallan en la figura 2. mente proporcional al nivel de organización e intensidad de los lazos comunitarios
(Wilches Chaux, 1993). Es decir, a mayor organización, mayores probabilidades de
Estimación de la vulnerabilidad dentro de los PUI prevenir, pensar y accionar frente a desastres.
Por otro lado, la vulnerabilidad de una población puede ser abordada de forma Ahora bien, no siempre una organización barrial o comunal activa está orientada a
amplia y diversa. A mayor observación y análisis de una población, se pueden iden- asegurar la disminución del riesgo ante desastres. Incluso estando organizada, la
tificar distintos tipos de vulnerabilidades, como vulnerabilidad física, social, econó- vulnerabilidad de una población puede continuar siendo alta ante alguna contin-
mica, ambiental, organizacional, jurídica, institucional, tecnológica y educativa. De gencia o eventualidad (las juntas vecinales usualmente se organizan para acceder a
esta forma se podrían llenar varias hojas con todos los tipos de vulnerabilidades y servicios básicos como agua, desagüe o luz, o producir accesos para el ingreso de
hacer un análisis extenso. Sin embargo, lo que se realizó en los PUI fue evaluar dos materiales de construcción). Solo después de solucionar estas necesidades las fae-
tipos de vulnerabilidades específicas: vulnerabilidad física y social. Se evaluaron nas comunales se orientan a nivelar el suelo, limpiar la ladera de materiales sueltos,
esos dos tipos de vulnerabilidades porque son las más necesarias para realizar una producir plataformas para la edificación de viviendas o espacios comunes, y cons-
propuesta urbana de regeneración y prevención del riesgo. Por ejemplo, cuando truir muros de contención o pircas. Sin embargo, como se mencionó anteriormente,
Estrato Descripción o características Valor Cuando estas circunstancias o problemáticas confluían en un asentamiento en
ladera, se planteó la reubicación. Pero como estas zonas resultantes eran en su
VB Viviendas asentadas en terrenos seguros, con material noble o
Vunerabilidad
1 mayoría invasiones aún irregulares o urbanizaciones piratas creadas por traficantes
sismorresistente, en buen estado de conservación, población Menos de 25%
baja de terrenos, las competencias del programa Barrio Mío no permitían ningún tipo de
con un nivel de ingreso medio y alto, con estudios y cultura de
prevención, con cobertura de los servicios básicos, con buen intervención, dado que este solo podía accionar o intervenir en terrenos o asenta-
nivel de organización, participación total y articulación entre mientos regularizados. Esta situación implicó una de las mayores limitaciones que
las instituciones y organizaciones existentes. tuvieron los PUI, es decir, una inexistente normativa nacional acorde a las necesida-
VM des de los territorios y que acompañara a los procesos de reubicación. Esto se ve
Viviendas asentadas en suelo de calidad intermedia, con acele-
Vulnerabilidad raciones sísmicas moderadas. Inundaciones muy esporádicas,
2 agravado por la ausencia de una planificación urbana real a nivel distrital y la falta
media De 26% a 50% de voluntad política para desplegar de forma multiescalar una serie de esfuerzos
con bajo tirante y velocidad. Con material noble, en regular
y buen estado de conservación, población con un nivel de públicos de prevención del riesgo de manera integral y con participación de las
ingreso económico medio, cultura de prevención en desarrollo,
comunidades.
con cobertura parcial de los servicios básicos, con facilidades
de acceso para atención de emergencia. Población organizada,
con participación de la mayoría, medianamente relacionados Finalmente, la vulnerabilidad se estratificó en cuatro niveles: muy alto, alto, medio y
e integración parcial entre las instituciones y organizaciones bajo, que luego se ingresaron a la matriz de riesgos.
existentes.
A su vez, existen peligros que representan una amenaza mayor que otros, por lo que
se asignaron pesos según la amenaza que representaban. La asignación de peso no
es más que multiplicar por dos el peligro que representa una mayor amenaza. Para
las vulnerabilidades también se consideró el peso según el criterio del estimador,
Figura 41 Lotización producto del mediante la siguiente fórmula, donde n es el número de vulnerabilidades:
tráfico de suelo. Fuente: Velarde, 2013.
7. Deforestación Bajo Sin causal Alto Sin red pública, Los talleres participativos desarrollados por los PUI permitieron constatar que la
Medio Con causal cercana pilón, tanque, silo, población es consciente de la situación de riesgo en la que vive, y reconoce, al
Alto Existe riesgo de pozo séptico igual que los diagnósticos realizados por los equipos PUI, las áreas de mayor riesgo
Muy alto deforestación
Muy alto No tiene nada
dentro de sus asentamientos. Para esto, primero se buscó evidenciar situaciones
Vivienda en zona
deforestadas de riesgo usando material audiovisual sobre desastres de origen natural en zonas
de laderas ocurridos en otras ciudades o comunidades. Segundo, se recogieron
Peligros Vulnerabilidad
los testimonios o historias de vida de la población, sobre sucesos ocurridos en sus
Descripción Cuáles son los peligros identificados en su comunidad Variables para evaluar vulnerabilidad asentamientos y, posteriormente, sobre las acciones que tomaron —o no— para pre-
o
venirlos. Finalmente, se buscó generar un diagnóstico conjunto sobre la situación
Número de Lotes
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Observacion
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Observación
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n o .13 0 de riesgo en el PUI y vincularlo con la propuesta urbana.
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UCV 236
16 F Alto Medio Alto Alto Bajo Alto Medio
UCV 237 Bajo
52 F Alto Alto Muy alto Muy alto Bajo Muy alto
UCV S30AB Muy alto Bajo
63 Alto Medio Muy alto Muy alto Bajo Muy alto
(Talleres) Muy alto Medio
25 S/F Alto Alto Muy alto Alto Alto Muy alto
UCV 237C Muy alto Medio
38 S/F Alto Alto Muy alto Alto Medio Alto
UCV 237D Muy alto Muy alto
57 S/F Alto Alto Muy alto Alto Medio Alto
UCV 239 Muy alto Alto
59 S/F Alto Alto Muy alto Alto Medio Alto
(Amp. talleres) Muy alto Alto
45 S/F Alto Medio Muy alto Alto Bajo Muy alto
UCV 238 Muy alto Medio
UCV 240
Figura 71 Ficha de campo de registro de peligros y vulnerabilidades, donde P = Pendiente. Fuente: Barrio Mio, 2013.
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otro urbanismo para Lima el riesgo en ladera como contingencia urbana
Este proceso también evidenció un problema para los programas de rehabilitación ciudad. Ante la falta de suelo cercano a centralidades y la ausencia de un programa
o planificación urbana: el autorreconocimiento de los peligros y las vulnerabilidades de vivienda de interés social en el Perú —accesible para poblaciones pobres—, mu-
por parte de una comunidad frente a la necesidad de vivienda no inhibe los asen- chas veces la única opción para estas familias es la mitigación del riesgo como una
tamientos irregulares en zonas de riesgo ubicadas en laderas. Esta situación se ve posibilidad de permanecer en sus barrios o asentamientos, sin que esto signifique
agravada por la proliferación y expansión de lógicas de tráfico de terrenos. planificar de forma integral la ladera, mejorar las condiciones de habitabilidad y, en
algunos casos, posibilitar e incentivar nuevas ocupaciones informales de terrenos.
Sin embargo, este reconocimiento del riesgo como problemática urbana también
significa que su mitigación no es ignorada por las comunidades como parte de su Finalmente, mientras calcular el riesgo de forma técnica e institucional supone
accionar colectivo en la producción o consolidación del espacio. Así, los vecinos ponderar la vulnerabilidad y el peligro, asumir esta condición de forma cotidiana,
organizados plantean el desarrollo de faenas de limpieza o reforzamiento de infraes- por parte de poblaciones pobres y sin acceso a vivienda a través del Estado o el
tructuras como muros de contención o pircas, con la idea de mejorar y hacer más mercado formal de suelo, implica ponderar su necesidad imperante de vivienda, las
seguro su hábitat. Es decir, el riesgo en ladera no es una problemática ignorada a oportunidades a futuro de consolidar su entorno, la recurrencia —o no— de de-
nivel comunal o familiar, sino que se traduce en acciones colectivas concretas, pero sastres de origen natural o humano y su capacidad para reconstruir o recuperar lo
fragmentadas y carentes de asistencia, ayuda estatal efectiva y sin vinculación con perdido. Es decir, asumir el peligro desde su necesidad de acceder y sobre todo de
otros aspectos de la planificación urbana, como la producción de espacios públicos permanecer en el mundo urbano.
o accesos de calidad. Este conocimiento y las prácticas colectivas que se registran
en un territorio frente al riesgo pueden ser tomadas en cuenta por los programas de Conclusiones
intervención urbana a través de procesos participativos —como generaron los PUI—
y generar lazos de cooperación y planificación conjunta. Nuestra condición urbana y la expansión de nuestras ciudades son definidas y es-
tructuradas a través de su condición popular. Esta condición popular ha estado en
Asimismo, por lo registrado en los PUI, los niveles socioeconómicos de las pobla- acelerada expansión a lo largo del siglo pasado y el presente en diversas ciudades
ciones que habitan estos espacios suelen ser precarios o bajos, lo cual implica de América Latina (Velarde, 2016). El riesgo, como una dimensión urbana, se relacio-
una problemática que habitualmente es asumida por las comunidades con mayor na de forma directa con las formas de producción y consolidación de los barrios o
urgencia: la sobrevivencia. La necesidad de vivienda y el acceso a servicios bási- asentamientos populares a nivel urbanístico, constructivo y de propiedad del suelo.
cos hacen que la vulnerabilidad social sea lo más inmediato y, probablemente, la Por lo tanto, la prevención, medición y mitigación del riesgo deben ser asumidas de
primera urgencia a resolver dentro de los procesos colectivos de consolidación del forma integral por la política pública urbana.
hábitat. Por ese motivo, se hace necesario vincular la prevención del riesgo con
intereses inmediatos de los asentamientos, para que sea asumida como una necesi- Los PUI parten de una experiencia metropolitana de planificación y rehabilitación ur-
dad común. Para esto, es fundamental comprender los procesos de consolidación bana participativa dentro de distritos de origen popular en la periferia de la ciudad.
del hábitat en que los vecinos se encuentran y, por lo tanto, conocer sus intereses, Por lo tanto, la estimación del riesgo también parte de una experiencia municipal
necesidades y urgencias. Es así que se puede evidenciar los elementos o caracterís- y las limitaciones que esta pueda tener en torno a sus capacidades logísticas y
ticas geográficas o urbanas que pueden significar un riesgo y, finalmente, vincular- competencias sobre el territorio. En el caso de Lima, esto se ha agravado debido a
los con las problemáticas que la comunidad tenga más presente como parte de la la fragmentación política y administrativa de la ciudad en 43 municipios distritales y
consolidación de sus asentamientos. Es decir, emplear una lógica relacional sobre el un municipio metropolitano, que superponen esfuerzos de planificación y ejecución
territorio, donde una problemática está vinculada a otras y donde su solución parte en los proyectos de infraestructura urbana. Se suma a esta situación la inexistencia
de varios componentes urbanos y sociales. de un sistema de información geográfica con una base de datos compartida, unifi-
cada a nivel metropolitano y de libre acceso.
El riesgo en comunidades vulnerables es asumido desde la precariedad económi-
ca y social. En los talleres participativos realizados por los PUI, los vecinos de los Las estimaciones de riesgos en el PUI fueron llevadas a cabo por personal de poca
asentamientos diagnosticados de mayor riesgo manifestaron conocer o sospechar experiencia y con bajo conocimiento de nuevas herramientas que permitieran su
del peligro que significa habitar el área que ocupaban, pero, al mismo tiempo, óptimo cálculo, y por ello hubo limitaciones e imprecisiones metodológicas. Por
mencionaron no tener otro lugar donde ir. Por lo tanto, la necesidad de vivienda se otro lado, en este artículo solo se describe la metodología que predominó en los PUI
impone al peligro y la vulnerabilidad en zona de laderas. Al proponer a las poblacio- en su etapa final, dado que dentro de cada equipo en un comienzo el profesional a
nes ubicadas en zonas de riesgo no mitigable la reubicación como una solución, cargo de la estimación de riesgo tuvo la libertad de elegir la metodología a emplear
se reaccionó usualmente de manera desconfiada y negativa. Es decir, se prefirió de forma particular. De esta manera, no existió —al inicio— coincidencia entre las
la construcción de infraestructura de prevención —muros de contención, mejores metodologías usadas por cada PUI y, por lo tanto, no se consolidó una línea de
pircas o accesos— que el traslado a otro lugar. Esto se debe a la desconfianza en el trabajo estrictamente uniforme y retroalimentada a partir de las experiencias en
Estado, su arraigo con el territorio o el miedo de ser reubicados aún más lejos de la campo o gabinete. Estos criterios se uniformizaron en los PUI posteriores, buscando
no perder la flexibilidad y adaptabilidad a las necesidades de cada equipo y a las técnica, sino también vinculante, con otros componentes urbanos, diversas proble-
particularidades geográficas de cada territorio. La estimación del riesgo en las pri- máticas sociales y la fragmentación política de la ladera en muchos asentamientos.
meras experiencias de los PUI fue desarrollada de manera posterior al diagnóstico Se puede concluir entonces que las laderas de Lima necesitan ser incluidas dentro
espacial y social. Posteriormente, se intentó corregir esto, al desarrollar el proceso de la planificación urbana metropolitana o distrital de manera activa, propositiva e
de la estimación del riesgo tomando como base el diagnóstico social y contribuyen- innovadora. Sobre todo porque son una realidad concreta y en expansión que debe
do a que el análisis del territorio fuera más aterrizado y vinculante, para que, de esta ser asumida con sus potencialidades y sus retos, dentro del debate público y el dise-
manera, las propuestas urbanas obedecieran a la complejidad geográfica, la trama ño urbano. Se hace necesario pensar la ciudad en ladera como un territorio donde la
urbana y la dinámica social. Es decir, dentro de la elaboración de herramientas y planificación y la generación de capacidades para prevenir el riesgo o sobreponerse
metodologías para la medición de riesgo se priorizó la adaptabilidad de los métodos a los desastres son parte del desarrollo de una propuesta urbana o modelo de ciudad
a una uniformidad metodológica. vinculada con su marco geográfico, urbano y social.