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Otro urbanismo para Lima

Más allá del mejoramiento de barrios


Presentación Javier Bouby Vega 9
Prólogo Pablo Vega Centeno 11
Introducción 20
Otro urbanismo para Lima. Más allá del mejoramiento de barrios
Primera parte: Gestión pública y gestión urbana en Lima
© Los autores: Tamara Cusi Alva Olórtegui, Álvaro Espinoza Benza,
Ricardo Fort Meyer, Lisset Pilar Escudero La Torre, Gabriella Alexandra Patricia Huanay Figueroa, 1 Los programas de mejoramiento de barrios en América Latina: 25
David Gustavo Labarthe Arispe, María Eugenia Maguiña Lorbés, Jitka Molnárová, Pablo Arán Muñoz límites y posibilidades
Unceta, Luis Elías Rodríguez Rivero, Jaime Vásquez Milla, Franklin Alberto Velarde Herz Pablo Muñoz Unceta, David Labarthe Arispe
Determinantes de la fragmentación de la inversión pública urbana: 45
O Derechos reservados de esta edición:
evidencia empírica en los barrios populares de Lima
Pontificia Universidad Católica del Perú Álvaro Espinoza Benza, Ricardo Fort Meyer
Av. Universitaria 1801, Lima 32, Perú 3 Las posibilidades de transformación de los barrios populares en Lima 63
Teléfono: (511) 626 2000, anexo 5580 y la construcción de sus imaginarios urbanos
facultad.pucp.edu.pe/arquitectura Luis Rodríguez Rivero
publicacionesfau@pucp.pe

Segunda parte: Proyectos Urbanos Integrales, más allá del mejoramiento de barrios
Universidad Científica del Sur S. A. C.
Carretera Antigua Panamericana Sur km 19, Villa El Salvador, Lima 42, Perú
Teléfono: (511) 610 6400 / anexo 1528 .Zt> 4 Del plan al proyecto urbano. Reestructurar la ciudad o las políticas públicas 77
www.cientifica.edu.pe Luis Rodríguez Rivero, Álvaro Espinoza Benza
fondoeditorial@cientifica.edu.pe 5 Participación para un plano participación para el desarrollo 95
Gabriella Huanay Figueroa, María Eugenia Lorbés
Grupo de Análisis para el Desarrollo (GRADE)
6 El riesgo en ladera como contingencia urbana. Reflexiones sobre la medición
Av. Grau 915, Barranco, Lima 4, Perú
Apartado postal 18-0872, Lima 18, Perú del riesgo y las formas de habitar la ladera 111
Teléfono: 247 9988 Franklin Velarde Herz, Jaime Vásquez Milla
www.grade.org.pe 7 La multiescalaridad del proyecto urbano 131
Pablo Muñoz Unceta
Edición general: Fondo Editorial de la Universidad Científica del Sur 8 Las cartografías de los PUI como dispositivo de visibilización 147
Editores: Jitka Molnárová, Luis Rodríguez Rivero, Álvaro Espinoza Benza, Ricardo Fort Meyer
Jitka Molnárová, Luis Rodríguez Rivero
Coordinación editorial: Miguel Ruiz Effio
Coordinación general del proyecto: Jitka Molnárová
Diseño de portada y diagramación: Vera Lucía Jiménez Araujo Tercera parte: Programa Barrio Mío
Cuidado de textos: Juan Carlos Bondy
9 Programa Barrio Mío. Resumen descriptivo del programa 175
Las opiniones y recomendaciones vertidas en estos documentos son responsabilidad Tamara Alva Olórtegui, Lisset Escudero La Torre
de sus autores y no representan necesariamente puntos de vista de la PUCP, GRADE 10 Obstáculos de implementación del programa Barrio Mío
ni de la Científica.
Lecciones y recomendaciones 199
Los autores declaran que no tienen conflicto de interés vinculado a la realización Jitka Molnárová
del presente estudio, sus resultados o la interpretación de los mismos. Conclusiones: hacia otro urbanismo para Lima 219
Los editores
Se prohíbe la reproducción total o parcial de este libro sin autorización
expresa de los editores. 224
Autores
Lista de acrónimos 227
Primera edición, marzo de 2017
Tiraje: 1000 ejemplares
ISBN N.°: 978-612-4276-04-0

Hecho el Depósito Legal en la Biblioteca Nacional del Perú N.°: 2017-04239

Impreso en Tarea Asociación Gráfica Educativa


Pasaje María Auxiliadora 156, Breña, Lima 5, Perú
Mayo de 2017
Printed in Peru
6. El riesgo en ladera como contingencia urbana
Reflexiones sobre la medición del riesgo y las formas
de habitar la ladera
Franklin Velarde Herz, Jaime Vásquez Milla

El presente artículo es un esfuerzo por describir las formas en que fue abordada la
medición del riesgo en zona de laderas, como parte de la formulación de una pla-
nificación y propuesta de rehabilitación urbana trabajada por los PUI, en procesos
de urbanización popular. Asimismo, y como resultado de los talleres de diagnóstico
participativo realizados con la población por los PUI, se busca reflexionar sobre las
formas de habitar y producir entornos urbanos en las laderas de Lima, situando el
riesgo como una dimensión urbana vivida desde la contingencia y la precariedad.

De esta manera el problema del riesgo formó parte esencial de la creación del
programa Barrio Mío y de los PUI, teniendo como precedente y base el trabajo
de diagnóstico realizado por Barreda y Ramírez Corzo (2011), que consistió en un
mapeo y análisis de los mayores índices de vulnerabilidad física, social, económica y
de accesos a servicios en el área de Lima Metropolitana. Es así que se definieron las
zonas de intervención de los PUI. Sin embargo, los estudios que definen la naturale-
za del riesgo y la vulnerabilidad para estas zonas, realizados dentro del procesos de
diagnóstico de los PUI, no fueron exhaustivos; asimismo, la zonificación sísmica a la
fecha de iniciar el programa era referencial. A esto habría que sumarle que Defensa
Civil y el Sigricil tenían manuales cuya implementación demandaba un tiempo que
los proyectos no tenían, debido a que su objetivo principal era realizar una planifica-
ción integral que culminara en una propuesta urbana y no un diagnóstico extenso
del territorio.

Esta medición del riesgo fue retroalimentada con las experiencias, conocimientos
y expectativas de la población sobre sus barrios o asentamientos. Como parte de
este proceso se evidenció que los vecinos residentes de zonas de laderas conocen
—en la mayoría de los casos— el riesgo en los cuales se encuentran sus viviendas y
asentamientos. Finalmente, la caracterización el riesgo no solo sirvió para realizar
un diagnóstico útil en relación con la propuesta de rehabilitación y planificación
urbana, sino también para dialogar con la población y retroalimentar todo esfuerzo
público de pensar la ciudad popular en ladera.

(1) Institución creada por el Centro Nacional de Estimación, Prevención y Reducción del Riesgo
de Desastres.
"'.•. é
otro urbanismo para Lima el riesgo en ladera como contingencia urbana

Procesos de urbanización popular en América Latina y el Perú en la actualidad los procesos de asentamiento se manifiestan mayoritariamente en
suelos residuales de ocupaciones populares anteriores. Asimismo, no existen ya ins-
Es innegable la actual condición urbana de América Latina. Los acelerados proce- tituciones que permitan pensar y ejecutar acciones integrales de prevención frente
sos de urbanización y la construcción de una cultura urbana son características al riesgo anticipando la ocupación del territorio3.
históricas y espaciales trascendentales de nuestras ciudades durante el siglo XX y
el presente (Ledgard, 2015). Los procesos latinoamericanos de producción de ciu- Por ese motivo, Lima, por el caso de algunos distritos periféricos, está compuesta
dades exhiben sus propias características, siendo la principal que nuestra condición por una ciudad popular consolidada y en proceso de densificación ubicada en las
urbana se ha estructurado mayoritariamente a través de procesos populares zonas planas, y otras nuevas —y no tan nuevas— ocupaciones populares en zona de
-formales o informales- de urbanización. Es decir, el hábitat popular, como modelo pendiente o ladera en simultánea consolidación y expansión difusa. Es así como en
mayoritario de urbanización, ha pasado de ser un acontecimiento extraordinario -a la trama urbana se puede observar la coexistencia de diversas situaciones de riesgo
inicios del siglo XX-, a realidades toleradas, repetitivas, legitimadas y en expansión, y, al mismo tiempo, el despliegue —muchas veces fragmentado y desigual— de
en ciudades como La Paz, Caracas, Bogotá, Ciudad de México o Lima (Connolly, experiencias comunales o institucionales para prevenirlo y/o mitigarlo.
2012). Estos procesos de urbanización popular se han convertido en una constante
irreversible en muchas ciudades y, con excepción de países como Argentina, Chile Por otro lado, la informalidad urbana presente en estos procesos de urbanización
o Uruguay, en la principal característica de nuestra condición urbana latinoamerica- popular no debe simplificarse, como propone Hernando de Soto, a la propiedad del
na (Duhau, 1998). suelo ni a la entrega de títulos de propiedad como solución. Convertir a la propie-
dad privada en el eje de análisis y generación de políticas públicas o proyectos
Es así como muchos procesos de urbanización en América Latina se han desarrolla- urbanos reduce las posibilidades de concebir el territorio como un marco común
do a través de experiencias comunes y compartidas, producidas, mayoritariamente, de problemas y soluciones, por ejemplo, frente al riesgo. De esta manera, Pedro
a partir de una serie de procesos histórico-sociales semejantes y del rol periférico Abramo (2012) propone la informalidad en tres dimensiones: urbanística, construc-
que cumple la región dentro del sistema capitalista global. Dentro de esta experien- tiva y sobre la propiedad del suelo. Por ello, toda urbanización informal es popular
cia latinoamericana, al menos la mitad de los habitantes de nuestras ciudades ocu- (por ejemplo, a través de procesos de autoconstrucción o autogestión del espacio),
pan ilegalmente el suelo sobre el cual desarrollan sus vidas generalmente en condi- pero no toda urbanización popular es necesaria y totalmente informal (urbanísti-
ciones precarias con relación a la edificación de sus viviendas, el mundo del trabajo, ca, constructiva o jurídicamente) de forma estricta. Así, el riesgo como dimensión
el acceso a servicios de salud, educación y espacios públicos de calidad (Calderón, urbana está presente a nivel constructivo —la vivienda—, pero también urbanístico
2016), ante lo cual se suman situaciones de riesgo físico, tanto de la vivienda como —el asentamiento—. Es decir, componentes de la trama urbana como áreas comu-
del entorno urbano, frente a peligros o desastres de origen natural o humano. nes —espacios públicos— o accesos —calles o escaleras— comparten y posibilitan
una situación de riesgo de la vivienda. Esto se ve agravado por la informalidad en la
En el Perú, uno de los acontecimientos más importantes en el siglo XX fueron los propiedad del suelo, la cual no permite acceder a programas de inversión pública o
procesos migratorios de zonas rurales a entornos urbanos usualmente ubicados en consolidación de servicios básicos, lo que vuelve más vulnerable a la población.
la costa. En el caso de Lima, dichos desplazamientos poblacionales se tradujeron en
aceleradas ocupaciones formales o informales de suelo durante el siglo XX. Estas Finalmente, dentro de estos procesos de urbanización, que suponen una aglome-
se desarrollaron primero sobre terrenos marginales, no necesariamente de carácter ración progresiva o acelerada de población en el territorio, y que pueden definirse
residual o en situación de riesgo, ubicados fuera del casco urbano tradicional de según su concentración espacial y formas de habitar (Castells, 1972), el riesgo se
la ciudad. De igual forma, existieron instituciones, como la Enace2, que ofrecie- presenta como parte de las características físicas del tejido urbano, producto de la
ron asistencia urbanística y/o constructiva a los barrios que se iban produciendo. localización, composición y distribución de los componentes de la trama urbana
Aunque estas iniciativas no pudieron desplegarse con la misma rapidez con que los dentro de un marco geográfico común; y del despliegue de múltiples formas de
procesos de urbanización popular se producían y expandían, resultaban medidas vincularse con el territorio, que suelen traducirse en procesos y prácticas colecti-
preventivas de la planificación urbana frente al riesgo. vas de producción, consolidación y apropiación de los entornos urbanos, donde la
informalidad y la topografía —características del suelo— suponen un reto público y
Por otro lado, desde finales del siglo XX e inicios del siglo XXI, los procesos de urba- en muchos casos un peligro cotidiano.
nización popular y tráfico de suelo se han multiplicado en zonas cuyas principales
características son la vulnerabilidad frente a desastres de origen natural o condicio- Es por esto que todo proceso de rehabilitación o planificación urbana debe incluir la
nes topográficas adversas que dificultan la consolidación de los barrios. Es decir, medición del riesgo de forma integral junto con el diagnóstico de la trama

(2) Enace fue fundada en 1981 sobre lo que fue la Empresa de Administración de Inmuebles del Perú (Emadi
(3) La Constitución de 1993, elaborada durante el primer gobierno de Alberto Fujimori, eliminó el derecho a
Perú). El 7 de mayo de 1992 pasó a formar parte del sector institucional del Ministerio de la Presidencia. la vivienda establecido en la Constitución de 1979. Durante este periodo, se eliminaron también el Ministerio
Actualmente, su capital social pertenece al Fonafe e integra el sector de Economía y Finanzas dentro del de Vivienda y Construcción, el Banco de la Vivienda y el Banco Central Hipotecario, lo cual supuso el aban-
Estado peruano. dono y la desarticulación de los programas públicos de vivienda nueva y de acceso —popular— ordenado al
suelo urbano en la periferia de la ciudad.

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otro urbanismo para Lima el riesgo en ladera como contingencia urbana

social y física, y traducirlo en propuestas urbanas —locales o metropolitanas— que Estimación del riesgo dentro de los PUI
permitan prevenirlo o mitigarlo, al mismo tiempo que mejoren las condiciones de
habitabilidad y de accesos a servicios públicos de la población. Cualquier esfuerzo Para la estimación del riesgo, en los PUI se identificaron los peligros y las vulnerabi-
público —o comunitario— integral de pensar la ciudad o el barrio debe tomar en lidades presentes en el área de estudio, utilizando el manual del Indeci° como base
cuenta la geografía y el riesgo generado de forma histórica, ya sea de origen natural metodológica para realizar el cálculo y diagnóstico. De esta forma, se buscó combi-
o por prácticas constructivas. Por lo tanto, en las siguientes hojas se expondrá una nar en una matriz los conocimientos obtenidos en campo o elaborados en gabinete,
experiencia municipal metropolitana de enfrentar el riesgo a escala local y de forma en relación con los peligros y la capacidad de resistencia —vulnerabilidad— de los
participativa en zonas de laderas; todo esto como parte de un proyecto de rehabili- elementos del sistema, como la población e infraestructura urbana existente en el
tación urbana integral de barrios o asentamientos populares en la ciudad de Lima. área del PUI.

El riesgo como contingencia urbana en zona de ladera: medición del riesgo Estimación de los peligros dentro de los PUI
en los PUI
Se realizó un trabajo a priori de recolección de información bibliográfica y posterior-
¿Qué son los PUI? mente información de campo, donde, a través de la observación y entrevistas, se
registraron los datos en una ficha, cuantificando y calificando los peligros. Para ello,
Los PUI, implementados en 2013 por el programa Barrio Mío, pertenecieron a la se elaboró un modelo de ficha de campo, que fue adaptándose a las necesidades y
MML. El programa Barrio Mío4 fue creado para implementar proyectos de desarrollo al contexto geográfico o urbanístico de los PUI.
urbano y prevención del riesgo con la finalidad de mejorar las condiciones de vida
en distintas zonas populares y vulnerables de la ciudad. El programa estaba con- Asimismo, la identificación de peligros consistió en dos etapas. Primero, se identifi-
formado por dos áreas: PMRL5 y PUI. Estos últimos trabajaron, a través de procesos có, ubicó y delimitó los peligros en gabinete. Esto implicó un trabajo de recopilación
participativos con las poblaciones beneficiadas, un diagnóstico integral de la zona y de información espacial variada, peligros geológicos obtenidos en el Ingemmet7 y
una propuesta de intervención urbana en varias etapas. una base poblacional del INEI, así como otros elementos que permitieron caracte-
rizar geográfica, urbanística y socialmente el área del PUI, teniendo como unidad
Debido a que este programa partió de las limitaciones propias de la experiencia mínima de análisis las manzanas. Segundo, se hicieron visitas técnicas a fin de cons-
municipal metropolitana limeña (por ejemplo, un territorio fragmentado adminis- tatar la información recopilada y se dividió en sectores el territorio de los PUI, para
trativamente en varios distritos, presiones políticas y vecinales por saneamiento de un mejor manejo y análisis de la información. Esta sectorización obedeció general-
servicios básicos, recursos presupuestales limitados y la carencia de una política mente a características geográficas y a la continuidad o ruptura de la trama urbana.
urbana nacional), los PUI debieron implementar una metodología que les permitie- De esta manera, por ejemplo, se realizó una división entre barrios consolidados en
ra obtener datos del territorio para el proceso de planificación, de forma práctica, la zona plana y asentamientos e invasiones informales en la zona de laderas, a la vez
rápida y eficaz. que se identificó una tercera zona, denominada línea de quiebre, que consistía en
un espacio de tránsito, tanto topográfico como urbano, entre la zona plana y las la-
De esta manera, la caracterización del riesgo —como parte del diagnóstico urba- deras. Asimismo, se identificaron los barrios dentro de las áreas de los PUI, en todas
no— se trabajó en gabinete, visitas a campo y talleres participativos con la pobla- sus formas: asentamientos humanos, asociaciones familiares y sus ampliaciones.
ción local, y concluyó en un análisis de las condiciones de vulnerabilidad y peligro
de cada zona. Así se elaboró, de forma progresiva y a manera de ensayo y error, una Finalmente, la metodología de Indeci 2006 exigió la identificación, la recopilación
práctica de medición del riesgo que se adaptara a cada circunstancia geográfica y el registro de los peligros existentes. Para ello, se realizó un trabajo de campo
del PUI, a fin de convertirse en un método referencial no tan exhaustivo, pero sí a través de la observación y entrevistas, a fin de registrar todo en una ficha para
más dinámico, ágil y específico. Finalmente estos procesos de medición del riesgo la cuantificación y calificación de los peligros. Se elaboró un modelo de ficha de
se retroalimentaron de las experiencias obtenidas en campo con la población y se campo, donde (según las necesidades, el contexto geográfico o urbanístico de los
adaptaron a los recursos disponibles dentro del programa. De igual forma, fue vital PUI) se iban adicionando o retirando elementos, de acuerdo con la variación de los
su desarrollo durante el proceso de generación de una propuesta urbana, dado que peligros a identificar. Pese a todo, existieron peligros recurrentes, como el material
se reconoció la importancia de la planificación como una herramienta que puede
no solo mitigar el riesgo, sino también prevenirlo desde el diálogo con la población, (6) Manual básico para la estimación del riesgo (Indeci, 2006).
sumando experiencias de producción de espacios comunales y como parte de un (7) Ingemmet, organismo público técnico descentralizado del sector energía y minas del Perú.
esfuerzo público de desarrollo urbano a escala local.

(4) El Programa Barrio Mío fue creado mediante la Ordenanza 1625 con carácter de programa
metropolitano.
(5)Ver el capítulo «Programa Barrio Mío» de Tamara Alva y Lizett Escudero.

116 Franklin Velarde Herz, Jaime Vásquez Milla


otro urbanismo para Lima el riesgo en ladera como contingencia urbana

se buscó intervenir en los PUI de Huaycán o Mariscal Cáceres, lo primero que se


Estrato Descripción o Características Valor observó fueron las viviendas precarias y asentadas en lugares con la pendiente muy
fuerte, y donde residía población en situación de pobreza sin accesos a servicios
PB Terrenos planos o con poca pendiente, roca y suelo 1 básicos o programas sociales. Por ese motivo, se buscaron zonas donde confluyera
Peligro bajo compacto y seco, con alta capacidad portante. Menos de 25% una precariedad estructural de los componentes de la trama, población asentada
Terrenos altos no inundables, alejados de barrancos o cerros
en situación de pobreza y una topografía difícil de ocupar y habitar.
deleznables. No amenazados por peligros, como actividad
volcánica, maremotos, etc.
Distancia mayor a 500 metros desde el lugar del peligro La vulnerabilidad física en los PUI se evaluó en función del material y la forma de
tecnológico. construcción de las viviendas. Este proceso constructivo se relacionó con el grado
PM
de inclinación de la pendiente y el tipo de suelo donde estaba asentada la pobla-
Suelo de calidad intermedia, con aceleraciones sísmicas 2
Peligro medio moderadas.
ción. Esto se debe a lo común que resulta la construcción de las viviendas por alba-
De 26% a 50%
Inundaciones muy esporádicas, con bajo tirante y velocidad. ñiles locales o la autoconstrucción por las propias familias. Usualmente, en ambos
De 300 a 500 metros desde el lugar del peligro tecnológico. casos, no suele contarse con permiso de construcción municipal, se incumplen los
requerimientos técnicos que exige el Reglamento Nacional de Edificaciones (2006)
PA Sectores donde se esperan altas aceleraciones sísmicas por 3
Peligro alto y se carece de asesoría o ayuda técnica de alguna institución del Estado, tanto para
sus características geotécnicas. De 51% a 75%
Sectores que son inundados a baja velocidad y permanecen la construcción de las viviendas como para la planificación integral de los asen-
bajo agua por varios días. tamientos. Si bien no se hizo un estudio específico del tipo y la resistencia de los
Ocurrencia parcial de la licuación y suelos expansivos. materiales por cada vivienda ni de la capacidad portante del suelo, sí se realizó una
De 150 a 300 metros desde el lugar del peligro tecnológico. inspección ocular, a cargo de ingenieros civiles especialistas en construcción, de
PMA Sectores amenazados por aludes, avalanchas y flujos repenti-
cada una de las manzanas que componían los asentamientos.
4
Peligro muy alto nos de piedra y lodo (IlocIlas). De 76% a 100%
Áreas amenazadas por flujos piroclásticos o lava. Por lo tanto, se identificó la relación entre la informalidad urbanística y constructiva
Fondos de quebrada que nacen de la cumbre de volcanes acti- con la vulnerabilidad social de la población dentro de un marco geográfico común,
vos y sus zonas de deposición afectables por flujos de lodo.
pues muchas veces la informalidad constructiva o urbanística contribuye a contex-
Sectores amenazados por deslizamientos o inundaciones a
gran velocidad, con gran fuerza hidrodinámica y poder erosivo. tos de mayor vulnerabilidad física que, por ejemplo, la inclinación de la pendiente
Sectores amenazados por otros peligros: maremotos, o la composición del suelo. Los gobiernos locales también contribuyen y legitiman
heladas, etc. estas informalidades al permitir la regulación de la vivienda o el asentamiento sin
Suelos con alta probabilidad de ocurrencia de licuación gene- que cumplan con los requerimientos mínimos establecidos, y al desentenderse de
ralizada o suelos colapsables en grandes propbrciones.
Menor de 150 metros desde el lugar del peligro tecnológico.
la planificación de los procesos de urbanización en zonas de laderas.

Figura 21 Tabla de estratificación de peligros. Fuente: PUI, 2013. La vulnerabilidad social también fue un elemento importante dentro del diagnóstico
urbanístico y de riesgo en el área de intervención de los PUI. Un indicador clave para
determinar la vulnerabilidad social fueron los grados y las formas de organización
suelo en pendientes, el tipo de suelo, los derrumbes de pircas y los huaicos. dentro de las comunidades. Esto debido a que el impacto negativo o el «trauma-
Para el cálculo de riesgo los peligros se estratificaron en cuatro niveles: muy alto, tismo social» resultante de un desastre de origen natural o humano es inversa-
alto, medio y bajo, que se detallan en la figura 2. mente proporcional al nivel de organización e intensidad de los lazos comunitarios
(Wilches Chaux, 1993). Es decir, a mayor organización, mayores probabilidades de
Estimación de la vulnerabilidad dentro de los PUI prevenir, pensar y accionar frente a desastres.

Por otro lado, la vulnerabilidad de una población puede ser abordada de forma Ahora bien, no siempre una organización barrial o comunal activa está orientada a
amplia y diversa. A mayor observación y análisis de una población, se pueden iden- asegurar la disminución del riesgo ante desastres. Incluso estando organizada, la
tificar distintos tipos de vulnerabilidades, como vulnerabilidad física, social, econó- vulnerabilidad de una población puede continuar siendo alta ante alguna contin-
mica, ambiental, organizacional, jurídica, institucional, tecnológica y educativa. De gencia o eventualidad (las juntas vecinales usualmente se organizan para acceder a
esta forma se podrían llenar varias hojas con todos los tipos de vulnerabilidades y servicios básicos como agua, desagüe o luz, o producir accesos para el ingreso de
hacer un análisis extenso. Sin embargo, lo que se realizó en los PUI fue evaluar dos materiales de construcción). Solo después de solucionar estas necesidades las fae-
tipos de vulnerabilidades específicas: vulnerabilidad física y social. Se evaluaron nas comunales se orientan a nivelar el suelo, limpiar la ladera de materiales sueltos,
esos dos tipos de vulnerabilidades porque son las más necesarias para realizar una producir plataformas para la edificación de viviendas o espacios comunes, y cons-
propuesta urbana de regeneración y prevención del riesgo. Por ejemplo, cuando truir muros de contención o pircas. Sin embargo, como se mencionó anteriormente,

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otro urbanismo para Lima el riesgo en ladera como contingencia urbana

Estrato Descripción o características Valor Cuando estas circunstancias o problemáticas confluían en un asentamiento en
ladera, se planteó la reubicación. Pero como estas zonas resultantes eran en su
VB Viviendas asentadas en terrenos seguros, con material noble o
Vunerabilidad
1 mayoría invasiones aún irregulares o urbanizaciones piratas creadas por traficantes
sismorresistente, en buen estado de conservación, población Menos de 25%
baja de terrenos, las competencias del programa Barrio Mío no permitían ningún tipo de
con un nivel de ingreso medio y alto, con estudios y cultura de
prevención, con cobertura de los servicios básicos, con buen intervención, dado que este solo podía accionar o intervenir en terrenos o asenta-
nivel de organización, participación total y articulación entre mientos regularizados. Esta situación implicó una de las mayores limitaciones que
las instituciones y organizaciones existentes. tuvieron los PUI, es decir, una inexistente normativa nacional acorde a las necesida-
VM des de los territorios y que acompañara a los procesos de reubicación. Esto se ve
Viviendas asentadas en suelo de calidad intermedia, con acele-
Vulnerabilidad raciones sísmicas moderadas. Inundaciones muy esporádicas,
2 agravado por la ausencia de una planificación urbana real a nivel distrital y la falta
media De 26% a 50% de voluntad política para desplegar de forma multiescalar una serie de esfuerzos
con bajo tirante y velocidad. Con material noble, en regular
y buen estado de conservación, población con un nivel de públicos de prevención del riesgo de manera integral y con participación de las
ingreso económico medio, cultura de prevención en desarrollo,
comunidades.
con cobertura parcial de los servicios básicos, con facilidades
de acceso para atención de emergencia. Población organizada,
con participación de la mayoría, medianamente relacionados Finalmente, la vulnerabilidad se estratificó en cuatro niveles: muy alto, alto, medio y
e integración parcial entre las instituciones y organizaciones bajo, que luego se ingresaron a la matriz de riesgos.
existentes.

Para la identificación de los peligros y las vulnerabilidades dentro de los territo-


VA Viviendas asentadas en zonas donde se esperan altas acele- 3 rios de los PUI se formaron brigadas integradas por un ingeniero encargado de la
Vulnerabilidad raciones sismicas por sus características geotécnicas, con
alta
De 51% a 75% estimación del riesgo —en todos los casos era un ingeniero civil— y dos técnicos,
material precario, en mal y regular estado de construcción,
con procesos de hacinamiento y tugurización en marcha.
que usualmente eran bachilleres en Ingeniería Geográfica y Arquitectura. Asimismo,
Población con escasos recursos económicos, sin conocimien- para identificar y registrar tanto las formas e intensidad de la organización vecinal
tos ni cultura de prevención, cobertura parcial de servicios como la situación constructiva de los asentamientos —vulnerabilidad—, se forma-
básicos, accesibilidad limitada para atención de emergencias; ron equipos compuestos por arquitectos, sociólogos y antropólogos. Su trabajo de
así como con una escasa organización, mínima participación,
campo consistía en hacer un levantamiento de información de las manzanas y los
débil relación y una baja integración entre las instituciones y
organizaciones existentes. asentamientos usando fichas, que el personal encargado completó y empleó para
generar matrices de información. Estas matrices eran analizadas en gabinete, en un
VMA Viviendas asentadas en zonas de suelos con alta probabilidad 4 proceso sencillo donde se cuantificaba y calificaba todas las manzanas en el plano
Vulnerabilidad de ocurrencia de licuación generalizada o suelos colapsa-
muy alta
De 76% a 100% referencia', según el grado de peligro a las que estaban expuestas.
bles en grandes proporciones, de materiales precarios en
mal estado de construcción, con procesos acelerados de
hacinamiento y tugurización. Población de escasos recursos Ponderación del riesgo en zona de laderas
económicos, sin cultura de prevención, inexistencia de
servicios básicos y accesibilidad limitada para atención de Para el cálculo de peligros, primero se identificaron en una visita al campo todos los
emergencias, asi como una nula organización, participación y
elementos que podían causar daño a la población en el área de intervención. Se-
relación entre las instituciones y organizaciones existentes.
gundo, se recopiló información histórica de eventos ocurridos en la zona mediante
Figura 31 Tabla de estratificación de peligros. Fuente: Barrio Mio, 2013.
entrevistas a actores clave o dirigentes vecinales. Con toda esta información física
e histórica recopilada en campo, se definieron los peligros a evaluar. Todos los PUI
seleccionados generalmente tuvieron las mismas características geográficas, es
esto no asegura —por la falta de conocimiento técnico, proyección o recursos— que decir, contaron con un área consolidada en la parte plana, una segunda etapa de
frente a una eventualidad exista una reacción oportuna o infraestructura adecuada asentamientos en las laderas de los cerros, donde la pendiente no es muy pronun-
para evitar un desastre. ciada, y otra tercera etapa, generalmente de ampliaciones o invasiones irregulares o
procesos de tráfico de tierras, asentados en zonas con mucha pendiente, un suelo
En este sentido, dentro de los PUI se propuso la reubicación como una opción de inestable y con material rocoso suelto. Si bien estas eran las características geográ-
ordenamiento territorial y prevención del riesgo, cuando las malas condiciones de ficas y urbanísticas generales de los PUI, cada zona tuvo sus propias particularida-
habitabilidad o la inclinación de la pendiente eran extremas. Por desgracia, en el des urbanísticas, de acuerdo con sus procesos históricos barriales o con el accionar
Perú —y en este caso en Lima— esta medida es un tema sensible y que carece de individual de las personas.
experiencias previas. Para el caso de los PUI se identificaron como zonas a reubicar
aquellas donde la pendiente era mayor a 60%, el tipo de terreno era muy inestable,
la capacidad portante del suelo era muy baja y no existían accesos adecuados.

120 Franklin Velarde Herz, Jaime Vásquez Milla 121


el riesgo en ladera como contingencia urbana

Los peligros calificados y cuantificados eran los siguientes: deslizamiento de tierras,


desprendimiento de rocas, derrumbes de pirca y huaicos (deslizamientos de tierra y
agua). Los criterios de evaluación para cada tipo de peligro se muestran en la ficha de
campo de la figura 8.

Al igual que en el cálculo del peligro, en la evaluación de la vulnerabilidad se realizó


una visita de campo para registrar las principales vulnerabilidades del área de
estudio. El cálculo de vulnerabilidades consideró, por lo general, tres variables:
vulnerabilidad estructural, vulnerabilidad por pendiente y vulnerabilidad por ac-
ceso a servicios básicos. Sin embargo, la metodología implementada consideró la
pendiente como un elemento representativo de la vulnerabilidad, lo cual no es una
regularidad. Es decir, no toda vivienda ubicada en pendiente está necesariamente
en situación de vulnerabilidad física o social.

Los criterios de evaluación para cada tipo de vulnerabilidad aparecen también en la


ficha de campo de la figura 8.

Con los criterios establecidos se procedió a la vista técnica de campo, donde se


llenó una ficha (figura 7). Una vez cuantificados y calificados los peligros en el
campo, estos eran sistematizados y, a su vez, adecuados para ser manejados por
un software SIG (Sistema de Información Geográfica). De los datos de peligros y
vulnerabilidades se generó como resultado el mapa de riesgo. Para fines de cálculo,
la fórmula matemática usada fue:

Riesgos = Peligros x Vulnerabilidad

En la ecuación básica que Indeci 2006 recomienda para la estimación de riesgo,


peligro, vulnerabilidad y, producto de ellos, el riesgo se expresan en términos de
probabilidad. Por otro lado, si bien se usó la fórmula R = P x V para estimar el riesgo,
la obtención de peligros y vulnerabilidades fue calculada a través de la suma de to-
450 das las variables dividida entre la cantidad de ellas; es decir, se empleó la siguiente
4P.

1111.,;?, fórmula, donde n es el número de peligro

(P1 + P2 + P3 + P4 +... Pn)


Peligros:
n

A su vez, existen peligros que representan una amenaza mayor que otros, por lo que
se asignaron pesos según la amenaza que representaban. La asignación de peso no
es más que multiplicar por dos el peligro que representa una mayor amenaza. Para
las vulnerabilidades también se consideró el peso según el criterio del estimador,
Figura 41 Lotización producto del mediante la siguiente fórmula, donde n es el número de vulnerabilidades:
tráfico de suelo. Fuente: Velarde, 2013.

Figura 5 !Accesos en situación preca- (V1 + V2 + V3 + V4 +... Vn)


Vulnerabilidades:
ria el asentamiento humano Unidos al n
Desarrollo en San Juan de Lurigancho.
Fuente: Velarde, 2016.

Figura 6 ¡Faena comunal en el asen-


tamiento humano Unidos al Desarrollo
en San Juan de Lurigancho.
Fuente: Velarde, 2016.

122 Franklin Velarde Herz, Jaime Vásquez Milla


123
el riesgo en ladera como contingencia urbana
Ficha de campo - Peligro y vulnerabilidad

Localización Mosaico de las UCV Criterios


que forman la zona «X»
El riesgo como contingencia urbana
Criterios de Evaluación Criterios de Evaluación
de Peligros de Vulnerabilidad Una vez estimado el riesgo a través de entrevistas, observaciones en campo y
trabajo de análisis de gabinete, se elaboró una serie de materiales gráficos didácti-
2. Deslizamiento Bajo P < 10% - Tierra fija 1. Pendiente Bajo P s 10% cos y lúdicos —planos, maquetas o juegos—, donde se buscó evidenciar y explicar
de tierra Medio P < 20% - Tierra fija de terreno Medio 10%_ P s 20%
Alto P > 20% - Tierra suelta
la relación entre la localización y el origen de los riesgos en el área del PUI, con las
Alto 20% a P a 30%
Muy alto P > 30% - Tierra suelta Muy alto 30% a P a 50% características geográficas del territorio, la distribución de los asentamientos en la
pendiente y sus procesos de consolidación. Con este material gráfico, se trabajó
3. Desprendi- Bajo P < 10% - Roca fija
a lo largo de los talleres participativos la importancia de una planificación urbana
miento de rocas Medio P < 20% - Roca fija
Alto P > 20% - Roca suelta
integral que incluyera la prevención del riesgo —y no solo lo mitigara—, las posibi-
Muy alto P > 30% - Roca suelta lidades reales de reubicación y, finalmente, la propuesta urbana a desarrollar. En
muchos casos, la población tenía identificadas previamente las áreas de riesgo, las
4. Derrumbes Bajo Sin pircas 2. Tipologia Bajo Estructuras
de pirca
acciones necesarias para mitigarlo y la importancia de pensar sus asentamientos
Medio Pircas en P > 20% de viviendas aporticadas
Alto Pircas en P > 30% dentro de un marco geográfico particular como es la ladera, dado que previamente
Medio Estructuras
Muy alto Pirca zona alta P > 30% ya había ocurrido algún tipo de suceso que evidenció —huaicos o deslizamientos de
confinadas
Alto Estructura mixta: rocas— la vulnerabilidad de la comunidad.
ir 5. Huaicos Bajo Sin huaico
Medio Huaico colindante confinada-precaria
Muy alto Precario Por ello, así como la gente no reflexiona todo el tiempo sobre los niveles de monóxi-
Alto Huaico en la zona
Muy alto Vivienda en cauce de do de carbono que respira al caminar por una avenida de alto tránsito vehicular, la
huaico posibilidad de un derrumbe o la inestabilidad del suelo no son problemáticas pensa-
6. Inundaciones Bajo das constantemente, pese a que sí existe una conciencia de su existencia. Es decir,
Sin causal de
Medio inundación Bajo Vivienda con cone- la convivencia diaria con la vulnerabilidad y el peligro se manifiesta muchas veces
Alto Con causal cercana xiones internas de de manera resignada. Solo existe como un problema comunitario o público, cuando
Muy alto Existe riesgo de agua y desagüe ocurre alguna eventualidad y lo evidencia nuevamente. Es así que el riesgo se hace
inundación
Medio Vivienda con cone- visible desde lo extraordinario y no necesariamente desde lo cotidiano, porque se
Vivienda en zona de 3. Servicios
xiones externas de encuentra normalizado.
inundación Básicos
agua y desagüe

7. Deforestación Bajo Sin causal Alto Sin red pública, Los talleres participativos desarrollados por los PUI permitieron constatar que la
Medio Con causal cercana pilón, tanque, silo, población es consciente de la situación de riesgo en la que vive, y reconoce, al
Alto Existe riesgo de pozo séptico igual que los diagnósticos realizados por los equipos PUI, las áreas de mayor riesgo
Muy alto deforestación
Muy alto No tiene nada
dentro de sus asentamientos. Para esto, primero se buscó evidenciar situaciones
Vivienda en zona
deforestadas de riesgo usando material audiovisual sobre desastres de origen natural en zonas
de laderas ocurridos en otras ciudades o comunidades. Segundo, se recogieron
Peligros Vulnerabilidad
los testimonios o historias de vida de la población, sobre sucesos ocurridos en sus
Descripción Cuáles son los peligros identificados en su comunidad Variables para evaluar vulnerabilidad asentamientos y, posteriormente, sobre las acciones que tomaron —o no— para pre-
o
venirlos. Finalmente, se buscó generar un diagnóstico conjunto sobre la situación
Número de Lotes

c (I)
Observacion

e o ::12 2o S
Observación

o E e
n o .13 0 de riesgo en el PUI y vincularlo con la propuesta urbana.
NJ
E
czi _c
E S-. W5) cT) 92
c:))-0
O
.12
2 a, O
c 17:3 => J5)
ee
1:3
-o

UCV 236
16 F Alto Medio Alto Alto Bajo Alto Medio
UCV 237 Bajo
52 F Alto Alto Muy alto Muy alto Bajo Muy alto
UCV S30AB Muy alto Bajo
63 Alto Medio Muy alto Muy alto Bajo Muy alto
(Talleres) Muy alto Medio
25 S/F Alto Alto Muy alto Alto Alto Muy alto
UCV 237C Muy alto Medio
38 S/F Alto Alto Muy alto Alto Medio Alto
UCV 237D Muy alto Muy alto
57 S/F Alto Alto Muy alto Alto Medio Alto
UCV 239 Muy alto Alto
59 S/F Alto Alto Muy alto Alto Medio Alto
(Amp. talleres) Muy alto Alto
45 S/F Alto Medio Muy alto Alto Bajo Muy alto
UCV 238 Muy alto Medio
UCV 240

Figura 71 Ficha de campo de registro de peligros y vulnerabilidades, donde P = Pendiente. Fuente: Barrio Mio, 2013.

125
otro urbanismo para Lima el riesgo en ladera como contingencia urbana

Este proceso también evidenció un problema para los programas de rehabilitación ciudad. Ante la falta de suelo cercano a centralidades y la ausencia de un programa
o planificación urbana: el autorreconocimiento de los peligros y las vulnerabilidades de vivienda de interés social en el Perú —accesible para poblaciones pobres—, mu-
por parte de una comunidad frente a la necesidad de vivienda no inhibe los asen- chas veces la única opción para estas familias es la mitigación del riesgo como una
tamientos irregulares en zonas de riesgo ubicadas en laderas. Esta situación se ve posibilidad de permanecer en sus barrios o asentamientos, sin que esto signifique
agravada por la proliferación y expansión de lógicas de tráfico de terrenos. planificar de forma integral la ladera, mejorar las condiciones de habitabilidad y, en
algunos casos, posibilitar e incentivar nuevas ocupaciones informales de terrenos.
Sin embargo, este reconocimiento del riesgo como problemática urbana también
significa que su mitigación no es ignorada por las comunidades como parte de su Finalmente, mientras calcular el riesgo de forma técnica e institucional supone
accionar colectivo en la producción o consolidación del espacio. Así, los vecinos ponderar la vulnerabilidad y el peligro, asumir esta condición de forma cotidiana,
organizados plantean el desarrollo de faenas de limpieza o reforzamiento de infraes- por parte de poblaciones pobres y sin acceso a vivienda a través del Estado o el
tructuras como muros de contención o pircas, con la idea de mejorar y hacer más mercado formal de suelo, implica ponderar su necesidad imperante de vivienda, las
seguro su hábitat. Es decir, el riesgo en ladera no es una problemática ignorada a oportunidades a futuro de consolidar su entorno, la recurrencia —o no— de de-
nivel comunal o familiar, sino que se traduce en acciones colectivas concretas, pero sastres de origen natural o humano y su capacidad para reconstruir o recuperar lo
fragmentadas y carentes de asistencia, ayuda estatal efectiva y sin vinculación con perdido. Es decir, asumir el peligro desde su necesidad de acceder y sobre todo de
otros aspectos de la planificación urbana, como la producción de espacios públicos permanecer en el mundo urbano.
o accesos de calidad. Este conocimiento y las prácticas colectivas que se registran
en un territorio frente al riesgo pueden ser tomadas en cuenta por los programas de Conclusiones
intervención urbana a través de procesos participativos —como generaron los PUI—
y generar lazos de cooperación y planificación conjunta. Nuestra condición urbana y la expansión de nuestras ciudades son definidas y es-
tructuradas a través de su condición popular. Esta condición popular ha estado en
Asimismo, por lo registrado en los PUI, los niveles socioeconómicos de las pobla- acelerada expansión a lo largo del siglo pasado y el presente en diversas ciudades
ciones que habitan estos espacios suelen ser precarios o bajos, lo cual implica de América Latina (Velarde, 2016). El riesgo, como una dimensión urbana, se relacio-
una problemática que habitualmente es asumida por las comunidades con mayor na de forma directa con las formas de producción y consolidación de los barrios o
urgencia: la sobrevivencia. La necesidad de vivienda y el acceso a servicios bási- asentamientos populares a nivel urbanístico, constructivo y de propiedad del suelo.
cos hacen que la vulnerabilidad social sea lo más inmediato y, probablemente, la Por lo tanto, la prevención, medición y mitigación del riesgo deben ser asumidas de
primera urgencia a resolver dentro de los procesos colectivos de consolidación del forma integral por la política pública urbana.
hábitat. Por ese motivo, se hace necesario vincular la prevención del riesgo con
intereses inmediatos de los asentamientos, para que sea asumida como una necesi- Los PUI parten de una experiencia metropolitana de planificación y rehabilitación ur-
dad común. Para esto, es fundamental comprender los procesos de consolidación bana participativa dentro de distritos de origen popular en la periferia de la ciudad.
del hábitat en que los vecinos se encuentran y, por lo tanto, conocer sus intereses, Por lo tanto, la estimación del riesgo también parte de una experiencia municipal
necesidades y urgencias. Es así que se puede evidenciar los elementos o caracterís- y las limitaciones que esta pueda tener en torno a sus capacidades logísticas y
ticas geográficas o urbanas que pueden significar un riesgo y, finalmente, vincular- competencias sobre el territorio. En el caso de Lima, esto se ha agravado debido a
los con las problemáticas que la comunidad tenga más presente como parte de la la fragmentación política y administrativa de la ciudad en 43 municipios distritales y
consolidación de sus asentamientos. Es decir, emplear una lógica relacional sobre el un municipio metropolitano, que superponen esfuerzos de planificación y ejecución
territorio, donde una problemática está vinculada a otras y donde su solución parte en los proyectos de infraestructura urbana. Se suma a esta situación la inexistencia
de varios componentes urbanos y sociales. de un sistema de información geográfica con una base de datos compartida, unifi-
cada a nivel metropolitano y de libre acceso.
El riesgo en comunidades vulnerables es asumido desde la precariedad económi-
ca y social. En los talleres participativos realizados por los PUI, los vecinos de los Las estimaciones de riesgos en el PUI fueron llevadas a cabo por personal de poca
asentamientos diagnosticados de mayor riesgo manifestaron conocer o sospechar experiencia y con bajo conocimiento de nuevas herramientas que permitieran su
del peligro que significa habitar el área que ocupaban, pero, al mismo tiempo, óptimo cálculo, y por ello hubo limitaciones e imprecisiones metodológicas. Por
mencionaron no tener otro lugar donde ir. Por lo tanto, la necesidad de vivienda se otro lado, en este artículo solo se describe la metodología que predominó en los PUI
impone al peligro y la vulnerabilidad en zona de laderas. Al proponer a las poblacio- en su etapa final, dado que dentro de cada equipo en un comienzo el profesional a
nes ubicadas en zonas de riesgo no mitigable la reubicación como una solución, cargo de la estimación de riesgo tuvo la libertad de elegir la metodología a emplear
se reaccionó usualmente de manera desconfiada y negativa. Es decir, se prefirió de forma particular. De esta manera, no existió —al inicio— coincidencia entre las
la construcción de infraestructura de prevención —muros de contención, mejores metodologías usadas por cada PUI y, por lo tanto, no se consolidó una línea de
pircas o accesos— que el traslado a otro lugar. Esto se debe a la desconfianza en el trabajo estrictamente uniforme y retroalimentada a partir de las experiencias en
Estado, su arraigo con el territorio o el miedo de ser reubicados aún más lejos de la campo o gabinete. Estos criterios se uniformizaron en los PUI posteriores, buscando

126 Franklin Velarde Herz, Jaime Vásquez Milla 127


otro urbanismo para Lima el riesgo en ladera como contingencia urbana

no perder la flexibilidad y adaptabilidad a las necesidades de cada equipo y a las técnica, sino también vinculante, con otros componentes urbanos, diversas proble-
particularidades geográficas de cada territorio. La estimación del riesgo en las pri- máticas sociales y la fragmentación política de la ladera en muchos asentamientos.
meras experiencias de los PUI fue desarrollada de manera posterior al diagnóstico Se puede concluir entonces que las laderas de Lima necesitan ser incluidas dentro
espacial y social. Posteriormente, se intentó corregir esto, al desarrollar el proceso de la planificación urbana metropolitana o distrital de manera activa, propositiva e
de la estimación del riesgo tomando como base el diagnóstico social y contribuyen- innovadora. Sobre todo porque son una realidad concreta y en expansión que debe
do a que el análisis del territorio fuera más aterrizado y vinculante, para que, de esta ser asumida con sus potencialidades y sus retos, dentro del debate público y el dise-
manera, las propuestas urbanas obedecieran a la complejidad geográfica, la trama ño urbano. Se hace necesario pensar la ciudad en ladera como un territorio donde la
urbana y la dinámica social. Es decir, dentro de la elaboración de herramientas y planificación y la generación de capacidades para prevenir el riesgo o sobreponerse
metodologías para la medición de riesgo se priorizó la adaptabilidad de los métodos a los desastres son parte del desarrollo de una propuesta urbana o modelo de ciudad
a una uniformidad metodológica. vinculada con su marco geográfico, urbano y social.

Como resultado de la estimación del riesgo hubo zonas donde la reubicación de


la población era necesaria según el diagnóstico, pero a falta de una política de Bibliografía
vivienda de interés social y de herramientas de planificación que abordaran la reu-
bicación de poblaciones en situación de riesgo de manera integral y participativa, Brown, E. y Geisse, G. (1973) Maguiña, E. (2010)
¿Planificación para los planificadores o para el cambio social? Un acercamiento al estudio de las inmigraciones extranjeras en
fue muy difícil plantear el traslado concertado y planificado de las poblaciones. Otra el Perú durante el siglo XIX y las primeras décadas del siglo XX.
En M. Castells (Ed.) Imperialismo y urbanización en América
alternativa —más convencional— trabajada por los PUI, en los asentamientos con Latina (pp. 315-338). Barcelona: Gustavo Gili. Tierra Nuestra, VIII (1).
formalidad en la propiedad del suelo, fue la construcción de muros de contención Maquet, P. (2011)
Calderón, J. (2005)
y mejores accesos para las poblaciones en riesgo. Sin embargo, posteriormente se La ciudad ilegal. Lima en el siglo XX. Lima: Universidad Nacio- Guía práctica para construir la ciudad del futuro. Apunte para
corroboró que esto generó el asentamiento de más población en la pendiente y en nal Mayor de San Marcos. una historia de las utopias urbanas. Lima: Cenca.
muchos casos en zonas de riesgo. Es decir, los esfuerzos por prevenirlo contribuyen Calderón, J. (2016) McLoughlin, B. (1971)
de forma indirecta a la expansión difusa e informal de la ciudad, lo cual represen- La ciudad ilegal. Lima en el siglo XX. Lima: Punto Cardinal. Planificación urbana y regional. Un enfoque de sistemas.
ta un reto público, tanto a nivel de normativas y fiscalización como de diseño y Madrid: Instituto de Estudios de Administración Local.
Cipur (1990)
planificación urbana. Por otro lado, y como quedó evidenciado en los talleres de los Lima, crisis y alternativas. La Carta de Lima. Lima: Cipur. Morris, A. (1985)
Historia de la forma urbana. Desde sus orígenes hasta la
PUI, se desmitificó que la mayoría de las poblaciones no conocen las situaciones Conurb (2016)
Revolución industrial. Barcelona: Gustavo Gili.
de riesgo de las zonas donde viven. Es decir, a nivel de política pública se pueden Estudio de vivienda en laderas. Estudio para Ministerio de
Vivienda, Construcción y Saneamiento no publicado. Municipalidad Metropolitana de Lima (2014)
generar opciones o respuestas urbanas accesibles para una población que ya es
PLAM 2035.
consciente del riesgo. Correa, F. (1990)
Políticas urbanas. En: Lima, crisis y alternativas. La Carta de Panerai, P. y Mangin, D. (1999)
Lima. Lima: Cipur. Projet urbain. París: Parenthéses.
Finalmente, se puede concluir que Lima, en el caso de algunos distritos periféricos
Cuadra, M. (2010) Portocarrero, G. (Ed.) 2013
y de origen popular, está compuesta por una ciudad popular consolidada y en Sombras coloniales y globalización en el Perú de hoy. Lima:
Arquitectura en América Latina: Perú, Bolivia, Ecuador y Chile
proceso de densificación ubicada en las zonas planas, y por otras nuevas —y no tan en los siglos XIX y XX. Lima: Inifaua y Goethe Institut. Red para el Desarrollo de las Ciencias Sociales en el Perú.
nuevas— ocupaciones populares en zona de pendiente o ladera, en constante con- Salewski, C. (2012)
Grompone, R. (1990)
solidación y expansión difusa. Así, en la trama urbana, se puede observar la coexis- Las lecturas políticas de la Informalidad. En Bustamante, A. et Dutch New Worlds. Scenarios in Physical Planning and design
tencia de diversas situaciones de riesgo y, al mismo tiempo, el despliegue —muchas al. (Ed.), De marginales a informales (pp. 33-67). Lima: DESCO. in the Netherlands,1970-2000.Róterdam: 010 Publishers.
veces fragmentado— de múltiples experiencias comunales y esfuerzos públicos Geddes, P. (2004) Secchi, B. (2014)
para prevenirlo y, sobre todo, mitigarlo. Cities in evolution: An introduction to the town planning move- Primera lección de urbanismo. Lima: Facultad de Arquitectura
ment and the study of civics. En Valdivia, J. (Ed.), Constructores y Urbanismo de la Pontificia Universidad Católica del Perú.
de la ciudad contemporánea. Aproximación disciplinar a Vigano, P. (2012)
El riesgo como parte de la dimensión urbana es un tema sobre el cual se debe
través de los textos. Madrid: Dossat. Les territoires de l'urbanisme. Le projet comme producteur
ensayar, proponer y abordar, en el mejor de los casos, de forma previa a la expan-
Instituto de Estudios Peruanos (2014) . de connaissance. París: MetisPress.
sión de la mancha urbana. Excusándose en la complejidad de este tema, la política
Baja confianza en las instituciones peruanas afecta el ejercicio
pública urbana municipal muchas veces solo propone infraestructura paliativa y no de su autoridad. Recuperado de http://iep.org.pe/noticias/
una planificación integral, elaborada de forma participativa con las poblaciones ya baja-confianza-en-las-instituciones-peruanas-afecta-el-ejerci-
asentadas, lo que disminuye la capacidad de innovar sobre este tema o generar un cio-de-su-autoridad
ordenamiento territorial efectivo y con proyección a futuro. El riesgo como varia- Ipsos (2015)
ble urbana es uno de los mayores indicadores de injusticia espacial, dado que se Tremenda desconfianza: opinión ciudadana sobre
instituciones. Recuperado de http://elcomercio.pe/vi-
enfrenta en condiciones de desigualdad por parte de los habitantes de una ciudad.
sor/1842421/1204395-tremenda-desconfianza-opinion-ciuda-
En este sentido, los PUI intentaron abordar el riesgo no solo desde una perspectiva dana-sobre-instituciones-noticia

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