DESARROLLO SUSTENTABLE MICHEL DANIEL BECERRA ORTÍZ
ELABORADO POR: ELESBAAN RESENDIZ ZARCO
GRUPO “B” INGENIERÍA EN GEOCIENCIAS ESTRATEGIAS PARA LA CONSERVACIÓN DE LOS ECOSISTEMAS EN MÉXICO El principal objetivo de las estrategias es frenar las tendencias de deterioro del medio ambiente, los ecosistemas y los recursos naturales, y sentar las bases para un proceso de restauración y recuperación ecológica que permita promover el desarrollo económico y social, con criterios de sustentabilidad. Estrategias: 1. Establecimiento y manejo de Áreas Naturales Protegidas (ANP). 2. Vida silvestre y diversificación productiva en el sector rural. 3. Ordenamiento ecológico del territorio para el desarrollo regional. 4. Coordinación con ONG, universidades, institutos de investigación y sectores organizados. 5. Convenios y acuerdos internacionales.
ESTABLECIMIENTO Y MANEJO DE ÁREAS NATURALES PROTEGIDAS (ANP).
Programa de Áreas Naturales Protegidas de México 1995-2000. Definición de Área Natural Protegida: Las ANP constituyen porciones del territorio nacional, terrestres o acuáticas, representativas de los diferentes ecosistemas y su biodiversidad, en donde el ambiente original no ha sido esencialmente alterado por la actividad del hombre y que están sujetas a regímenes especiales de protección, conservación, restauración y desarrollo. a) Consolidación de sistemas de manejo. b) Ampliar el alcance y representatividad del Sistema Nacional de Áreas Naturales Protegidas (SINAP). c) Descentralización, rescate y recategorización de Parques Nacionales. d) Desarrollo de estructuras organizativas internas e institucionales locales. e) Financiamiento. f) Participación y corresponsabilidad social. g) Oportunidades de desarrollo regional. h) Coordinación interinstitucional. i) Educación, capacitación y desarrollo de cuadros técnicos. j) Sistema de información de las Áreas Naturales Protegidas y biodiversidad.
INSTRUMENTOS PARA LLEVAR A CABO LAS ESTRATEGIAS EN MATERIA DE
ÁREAS NATURALES PROTEGIDAS 1. Declaratoria del ANP vía decreto presidencial. El decreto que se establece sobre una jurisdicción territorial claramente delimitada, genera una matriz regional para la conservación y el desarrollo sustentable, lo que hace factible promover iniciativas, coordinar actividades y construir sistemas de regulación interna. 2. Convenios, acuerdos y participación. Existen diversas instancias del diseño de la gestión y la política ambiental en las que participan activamente ciudadanos o sectores organizados de la población, tanto instituciones académicas y grupos de interés como organismos no gubernamentales. Estos pueden integrarse en ámbitos técnicos, administrativos, económicos y consultivos para asumir responsabilidades en el diseño y aplicación de políticas de conservación y en la atención de problemas específicos. 3. Acuerdos de coordinación intergubernamental. La participación concertada de los gobiernos estatales y municipales establece la posibilidad de definir procedimientos de coordinación entre los distintos niveles de gobierno para garantizar la congruencia del desarrollo municipal y estatal con la planeación nacional, con lo que se evita la descoordinación de programas y proyectos o bien la realización de actividades o esfuerzos antagónicos. 4. Financiamiento fiscal. Se da por medio de los presupuestos que fluyen de las diferentes instancias de gobierno. Los recursos llegados por las vías federal, estatal y municipal se suman para realizar las funciones de gestión, operación y conservación de las ANP. 5. Financiamiento oficial internacional. El Global Environmental Facility (GEF) manejado por el Banco Mundial, lleva varios años apoyando las tareas de conservación en las ANP mexicanas. Estos fondos, así como los provenientes de otros mecanismos multilaterales o bilaterales, siendo donaciones únicas o transitorias que no constituyen necesariamente una corriente financiera a largo plazo, deben utilizarse como capital semilla para crear condiciones sostenibles de financiamiento. 6. Convenios internacionales. Permiten la articulación transfronteriza y multilateral de los objetivos del desarrollo sustentable, refuerzan la responsabilidad común sobre la conservación de la biodiversidad, regulan el tráfico de especies, y presentan componentes de cooperación, capacitación y financiamiento. 7. Programas de manejo. El manejo de un ANP puede definirse como el conjunto de decisiones y estrategias tendientes a combinar las funciones de conservación, investigación, desarrollo económico y recreación asignadas a estas áreas. Es posible entender el manejo de las ANP como la conciliación entre el aprovechamiento y la conservación. 8. Programas operativos anuales. Conocidos como POA, contienen metas cuantificables para avanzar hacia el cumplimiento de cada uno de los objetivos definidos en el Programa de Manejo.
Con este instrumento se posibilita la definición de actividades a corto plazo, su
alcance y calendarización detallada. 9. Administración y operación. Es el instrumento, básico y vital, que permite la eficiencia en la toma de decisiones sobre todas las políticas, actividades, funciones, necesidades, infraestructura, equipo y acciones que deben desarrollarse para el funcionamiento exitoso de un ANP. 10. Investigación. Tiene la función formal de identificar, conocer y explicar fenómenos e incidir en la exploración, planificación, ejecución y operación de proyectos alternativos de uso sustentable que deben llevar hacia la adecuada protección de las ANP y hacia el mejoramiento del nivel de vida de los habitantes locales y de las áreas de influencia de las mismas. 11. Información educación y comunicación. La información ambiental es fundamental para establecer horizontes de política, objetivos y prioridades, para evaluar el desempeño de las propias políticas. Contribuye a facilitar la acción colectiva y ensanchar los márgenes de maniobra de la autoridad al crear y documentar consensos sociales. 12. Regulación y promoción de la vida silvestre. La regulación directa de los recursos faunísticos y florísticos se da a través de permisos, licencias y autorizaciones para colecta científica, aprovechamiento, comercialización, movimientos fronterizos y producción, indispensable para el manejo adecuado, para garantizar la permanencia de especies endémicas o en peligro de extinción y para regular y promover su comercio y aprovechamiento, adoptando criterios y lineamientos técnicos rigurosos y científicamente sustentados, que permitan hacer compatible el aprovechamiento con la conservación. 13. Ordenamiento ecológico del territorio (OET). Instrumento normativo básico sobre el cual descansan otros instrumentos que no pueden tomar en cuenta impactos o efectos acumulativos. La planeación del uso de los recursos naturales a través del OET se basa en la determinación del potencial de los terrenos, en función de un posible uso agrícola, ganadero, forestal o urbano. El uso potencial, tal como se considera en la planeación, consiste en determinar la capacidad de usar el territorio y sus ecosistemas sin riesgo de degradación. 14. Convergencia con programas sectoriales. Este instrumento, fundamentado en acuerdos de coordinación intergubernamentales, tiene como intención aprovechar y sinergizar los recursos económicos de los diferentes sectores del gobierno que puedan incidir en el ámbito de las áreas protegidas para darles coherencia y consistencia con las políticas de protección, uso sustentable y ordenamiento territorial. 15. Normatividad. La expedición de normas es uno de los pilares de la política ecológica, y se constituye como un esfuerzo regulatorio para adecuar las conductas de agentes económicos a los objetivos sociales de conservación.
VIDA SILVESTRE Y DIVERSIFICACIÓN PRODUCTIVA EN EL SECTOR RURAL.
Programa de Conservación de la Vida Silvestre y Diversificación Productiva en el
Sector Rural 1997-2000. Estrategias: a) Sistema de Unidades de Manejo para la Conservación de la Vida Silvestre (SUMA). b) Proyectos de Recuperación de Especies Prioritarias (PREP). c) Financiamiento, mercados, educación, capacitación, adecuación del marco jurídico, modernización administrativa, convenios y acuerdos. SISTEMA DE UNIDADES DE MANEJO PARA LA CONSERVACIÓN DE LA VIDA SILVESTRE (SUMA).
El SUMA es un esquema de gestión y administración impulsado durante la pasada
administración (1997 a la fecha), que busca promover el desarrollo de alternativas de producción compatibles con el cuidado de la biodiversidad y el ambiente, a través del uso ordenado y planificado de los recursos naturales, en particular la vida silvestre. El Sistema se integra a partir del establecimiento de las Unidades de Manejo para la Conservación de la Vida Silvestre (UMA) que pueden ser criaderos o predios de fomento de flora y fauna silvestres, así como centros de exhibición, reproducción o investigación, incluyendo cualquier otra forma viable de propagación de ejemplares y generación de servicios, productos y subproductos que puedan ser integrados a un mercado legal y certificado. El SUMA ha logrado integrar bajo un concepto los sitios que hasta 1996 se conocían sólo de manera dispersa como: viveros, jardines botánicos, zoológicos, criaderos y ranchos cinegéticos, entre otros. Las UMA, una alternativa para la producción, diversificación, preservación, conservación y obtención de recursos económicos. Objetivos de las UMA: Crear oportunidades de aprovechamiento que sean complementarias de otras actividades productivas convencionales como la agricultura, la ganadería o la silvicultura. Lograr en los propietarios y legítimos poseedores de la tierra una nueva percepción en cuanto a los beneficios derivados de la conservación de la biodiversidad. Promover la diversificación de actividades productivas en el sector rural, basadas en el binomio conservación-aprovechamiento de los recursos naturales, a efecto de lograr otras fuentes de empleo, de ingreso para las comunidades rurales, generación de divisas, valoración de los elementos que conforman la diversidad biológica y el mantenimiento de los servicios ambientales. Instrumentos para lograr la recuperación de especies prioritarias: 1. Integración de Comités Técnicos Consultivos. Constituidos por los sectores gubernamental, académico y la sociedad civil en general para cada especie o grupo de especies prioritarias, con el fin de determinar, promover, fomentar y realizar actividades encaminadas a la conservación y manejo de la especie y su hábitat. Tienen como tarea sustantiva desarrollar e implementar las estrategias operativas para el desarrollo de los proyectos de recuperación.
2. Articulación con el Sistema de Unidades de Manejo para la Conservación de la
Vida Silvestre (SUMA). En la práctica, la conservación y manejo de especies prioritarias se lleva a cabo en las UMA que contienen poblaciones (o ejemplares, p.e. lobo gris mexicano) de la especie. Cada UMA realiza actividades de vigilancia, señalización, monitoreo y manejo del hábitat y de las poblaciones, con base en su Plan de Manejo. 3. Articulación con el Sistema Nacional de Áreas Naturales Protegidas (SINAP). Dentro del área de distribución de las especies prioritarias se ubican algunas Áreas Naturales Protegidas. La adecuada articulación entre el SINAP y el SUMA constituye un pilar en los proyectos de recuperación de especies prioritarias y se logra mediante el desarrollo de programas conjuntos de conservación y manejo. 4. Integración de mecanismos de financiamiento. El financiamiento juega un papel preponderante como instrumento económico. Las fuentes usuales de financiamiento son las aportaciones fiscales, los recursos nacionales e internacionales vía crédito o donación, las inversiones de la iniciativa privada y las aportaciones de los productores organizados. Instrumentos para lograr la recuperación de especies prioritarias 5. Fortalecimiento de las capacidades de vigilancia participativa. La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) es la instancia facultada para asegurar el cumplimiento de la ley y la normatividad; sin embargo, es necesaria la corresponsabilidad entre autoridades del gobierno federal, estatal y municipal con los distintos sectores sociales de la población, ya que la participación social es de enorme importancia para consensar y fortalecer la política pública de aprovechamiento sustentable de la vida silvestre. 6. Educación ambiental, difusión, capacitación técnica y desarrollo tecnológico. Las labores de educación ambiental deben desarrollarse conjuntamente por las universidades, instituciones, centros de investigación, autoridades gubernamentales, organizaciones no gubernamentales, productores y particulares, con el fin de lograr una cultura ecológica, a través del conocimiento y manejo adecuado de los recursos, en los diferentes sectores de la sociedad. Conclusión Las estrategias para conservar un ecosistema deben ser aplicadas conforme a la necesidad de cada lugar dependiendo sus características, la importancia de preservar un ecosistema radica en que en un futuro no muy lejano comenzaremos a perder todo lo maravilloso que nos rodea, tales como son la flora y fauna, pero también las maravillas naturales que se han formado debido a procesos geológicos. Emplear correctamente cada estrategia es de vital importancia ya que de no hacerlo puede generar una pérdida, por otro lado tratar de recuperar los ecosistemas que han sido dañados aplicando una restauración del lugar, realizar un análisis que determine como dará inicio el proceso y el seguimiento que este tendrá hasta que la restauración sea completada.