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El Tribunal del Santo Oficio de Cartagena de Indias, al igual que los demás
CINCUENTA AÑOS DE INQUISICIÓN EN EL TRIBUNAL DE tribunales inquisitoriales pertenecientes a la corona española. tenía por objeto velar
CARTAGENA DE INDIAS 1610 - 1660. por la preservación de la pureza e integridad de la fe católica y conjurar la herejía. El
cumplimiento de tal objetivo exigía, por parte del Tribunal, asumir una estrecha
TOMO I. Editora Ana María Splendiani vigilancia sobre cada uno de los miembros que componían la sociedad, ya que a sus
Bogotá: Centro Editorial Javeriano, 1997 ojos ningún católico estaba exento de incurrir en errores que atentaran contra la fe y
Páginas 209-227. la doctrinaLa cristiana.
población sujeta a la vigilancia del Santo Oficio de Cartagena estaba
compuesta por blancos, mestizos, negros, mulatos, zambos, etc. En contraste a lo que
comúnmente se ha supuesto hasta hoy día y para sorpresa de muchos, el indígena
no aparece incluido dentro de la citada población puesto que el mismo estuvo por
fuera de la jurisdicción del Santo Oficio desde el mimo momento en que se
promulgaron los edictos de fundación de los tribunales americanos. En dichos edictos
la corona española ordenaba que los inquisidores "no procediesen contra los indios,
sino contra los cristianos viejos y sus descendientes y las otras personas contra quien
en estos reinos de España se suele proceder ... "; en consecuencia. tanto la
responsabilidad de la evangelización del indígena. como el control sobre los errores de
fe cometidos por éstos quedaron en manos de la competencia eclesiástica.
Dentro delos distintos mecanismos de control que operaron sobre la sociedad
colonial se destaca el Tribunal del Santo Oficio, pieza fundamental de dicho
mecanismo. Su función era la de sancionar todos aquellos delitos de fe relacionados
con la herejía en sus diversas formas: apostasía, herejía dogmática, contravenciones
de los sacramentos, etc.l Por lo tanto su acción se concentraba sobre los sospechosos
no sólo de haber atentado de una u otra forma contra el dogma o la doctrina católica,
sino también de haber escandalizado con su acción y mal ejemplo al resto de la
población, situación que los convertía en individuos peligrosos y nocivos para la
sociedad en general. Los delitos más comunes a lo largo del periodo señalado fueron
el judaísmo, la hechicería. el protestantismo. la brujería, el reniego, la blasfemia. la
bigamia, las proposiciones malsonantes o sospechosas de herejía, la solicitación y el
desacato a los funcionarios inquisitoriales, entre otros.
Entre las múltiples lecturas que podemos hacer con respecto al delito de fe en
el ámbito inquisitorial, se impone aquella que nos revela el delito como un medio
particular a través del cual algunos individuos, que se reconocían o se confesaban
católicos, proyectaron su inconformismo personal en el campo social, económico,
afectivo. laboral. religioso, etc. Al profundizar en este tipo de lectura. dicho delito
cobra diversos matices al manifestarse como instrumento o recurso por medio del
cual fueron canalizados, de forma consciente o inconsciente, las propias necesidades,
frustraciones, miedos y resistencias relacionados con los campos mencionados
anteriormente.
1 A pesar de que en algunas ocasiones los delitos de fe denunciados se encontraban asociados a
transgresiones mayores y suficientes para dar lugar a un proceso civil o cr!miilal, le estaba p~ohibido al
Santo Oficio comunicar a la justicia ordinaria la información que había recibido. puesto que esta había
sido obtenida bajo el vínculo de la confesión sacramental, por lo tanto la rois~a ~ra un secreto de
confesión. De esta manera el delito de fe escapaba a la competencia de la justicia orcJjnarta e igualmente a la
de los tribunales religiosos como el episcopal.
SAN BENITO
Fuente: To
In mado de: DÍAZ-PLAJA, FERNANDO, La vida cotidiana en la España de la
quzszción, Edaf, Madrid, 1996, p. 249.
JOSÉ ENRIQUE SÁNCHEZ BOHÓRQUEZ 211
210 lA HECHICERÍA, LA BRUJERÍA Y EL RENIEGO DE lA FE
Desde esta perspectiva, el delito de fe nos permite _establecer una ~on~;ctón en fm, un mundo mágico que contaba con siglos de tradición en Europa y que los
directa entre el inconformismo de quienes incurrieron en el, con la canahzacwn Y peninsulares difundieron rápidamente en América. '
exteriorización de dicho inconformismo; en este sentido el delito de fe adquiere la Entre sus múltiples prácticas se contemplaba el empleo de oraciones
condición de instrumento o recurso, siendo dicha condición una de las constantes cristianas .~irigidas ~ D.ios y a sus santos o el uso de las palabras propias de la
más importantes, sino la más importante y común, en medio de la mayoria de los consagracwn eucanstlca, todas ellas combinadas indiscriminadamente con
reos inquisitoriales analizados en este trabajo, _ innumerables fórmulas y conjuros mágicos, a las que se sumaba el tráfico y manejo
Si deseamos comprender aquellas motivaciones que tuvieron estos SUJetos de reliquias u objetos sagrados sigilosamente robados en las iglesias para fines
para actuar de tal manera, no basta con estudiar simplemente al individuo o su "deshonestos"; las más temerarias se permitían invocar al dios de las tinieblas en
delito, también es necesario buscar la interrelación con los diversos aspectos que contra de sus enemigos a pesar de que se consideraban a sí mismas profundamente
determinaron la estructura social, económica, política, religiosa, y cultural en la que piadosas y de que decían sentir temor de Dios. El conjunto de tales prácticas
ellos se desenvolvieron, hasta lograr aproximarnos lo más cerca que nos sea posible manifestaban la existencia de un mundo mágico-religioso que a su vez expresa la
al universo simbólico de la sociedad de aquel entonces. Una de las múltiples formas de natural convivencia de lo sagrado y lo profano en medio de una sociedad
hacerlo es precisamente a través de un elemento 9-ue desde este momento s': plantea eminentemente católica apostólica y romana, como lo era la sociedad neogranadina
como sui generis en la histortografia contempor~ea, nos referimos al dehto de fe del siglo xvn.
entendido como práctica y concepto, ya que a traves del mismo no solam~ntenos es Su condición de solteras, casadas o viudas, su status social, pero
posible estudiar la manera como se exteriorizaban l~s cr~encms, la_s motivac;wnes Y especialmente el tipo de problemas por los cuales estaban atravesando, determinaban
las formas de pensar de quienes cometieron el dehto, smo tambien de qmenes lo de forma significativa en estas mujeres el propósito de sus hechizos. Es por ello que
persiguieron y denunciaron, razón por la cual dich:~ delito se c':'nstituye a su vez en ent:e los muchos motivos que ellas exponían ante el Tribunal inquisitorial como la
un elemento idóneo para contribuir a la comprenswn de la sociedad en su conjunto razon de sus errores en la fe y la doctrina católica, se encuentra el deseo de buscar un
"hombre que las quisiese bien", el adivinar lo que "habria de suceder", el averiguar si
desde las fuentesinquisitoriales.
A continuación estudiaremos algunos de los distintos matices Y alguien se casaría de nuevo, o si cierta persona, a quien no veían hacía mucho
particularidades propios de delitos tales como la hech~ceria, la brujeria y el r~niego de tiempo, "era viva o muerta". De acuerdo con sus explicaciones parece ser que les era
la fe, delitos característicos en medio de la poblacwn blanca, ya sea penmsular o inaplazable el deseo y afán por averiguar todo tipo de información que les permitiera
criolla, así como en la afroamericana de condición esclava, respectivamente. abrigar la más mínima ilusión o esperanza que les aliviase su desasosiego.
Frecuentemente las victimas de sus hechizos eran los hombres, a saber sus
propios esposos, sus amigos, sus amantes, o simplemente ese alguien que en
LA HECHICERÍA: cualqu~er momento tendría que aparecer con el deseo de amarlas y protegerlas
UN RECURSO DE LA MUJER Y EL HOMBRE BLANCOS mcondicwnalmente. Sobre este aspecto y dentro de los fmes pretendidos por ellas se
destacan el deseo de "tener ventura con los hombres", el de encontrar a alguien que
"la quis~era mucho y la regalase", o el evitar que determinado hombre las dejase; las
A lo largo de las primeras cinco décadas de funcionamiento ?_el Tribunal de que teman dificultades con su esposo intentaban "desenojarlo", tomar represarlas por
Cartagena de Indias contabilizadas a partir de su fundacwn en 1610, medio de la venganza, o hasta llegar a deshacerse definitivamente de él. No seria de
aproximadamente el 50% de los reos juzgados por el mismo Tribun~ eran de raza extrañar que seguramente el ideal de muchas fuese nada más ni nada menos que el
blanca; precedido por el blanco, aparece el negro como la casta mas propensa a de lograr apoderarse de la voluntad del hombre en cuestión.
incurrir en algunos de los diversos delitos perseguidos por la inquisi.ción: . . Dentro de este contexto no sobra señalar que si bien es cierto que no hizo
Durante el periodo estudiado el Tribunal de Cartagena JUZgo a diecwcho
falta aquella blanca que llegó a ejercer la hechiceria como un oficio, lo habitual era
mujeres blancas, catorce de ellas peninsulares y las demás criollas, p~rt~~ecientes a que ellas aprendieran y ejercieran la hechiceria a nivel de aficionadas en beneficio
los distintos estamentos socio-económicos propios del Nuevo Mundo. Dieciseis de ellas propio o en el de alguna conocida que ocasionalmente acudía a ellas a comentarle sus
fueron acusadas de hechicería, una de brujeria y otra de llevar prendas prohibidas. problemas.
A pesar de que su condición de blancas les concedía de alguna forma un
lugar "privilegiado" dentro de la sociedad colonial, en términos _Jurídicos esa misma
sociedad les asignaba, sin distinción de castas, un status subordinado como resu_ltado
de su visión de un sexo débil de cuerpo, alma y voluntad. Se trataba de una sociedad AMOR Y DELITO
eminentemente patriarcal, donde el hombre tenia potestad sobre su mujer e hijas.
Sin embargo, aquella concepción de la supuesta debilidad femenina y Uno de los procesos inquisitoriales que reflejan vivamente las condiciones
sujeción incuestionable fue puesta en tela de juicio por muchas mujeres cuando se culturales que enmarcaron la existencia de estas mujeres y a su vez las indujo a
vieron abocadas a enfrentar su viudez, cuando les fue preciso vengarse de sus propios cometer ciertos delitos, es el seguido por hechicería contra doña Lorenzana de Acereto
maridos o de enemigos ocasionales, cuando creyeron necesario decidir por sí mismas en momentos en los cuales apenas se acababa de fundar el Tribunal del Santo Oficio
de Cartagena de Indias.2
su futuro o garantizar su propia subsistencia.
Dentro de este contexto podemos comprender y explicar algunos de los En el "discurso de su vida" declara que luego de que murió su madre, fue
motivos por los cuales estas mujeres procesadas por el Santo ü_ficio, de_ alguna forma puesta por su padre al cuidado de un tio cuando sólo tenía cuatro años de edad, así
se apartaron del modelo de mujer recogida, devota y hogarena, ?omun dentro del fue abandonada desde ese momento por su padre. Dicho tio la casó a los once años
estamento blanco, y recurrieron al delito de fe como alternatlva para resolver con un hombre, por lo menos 27 años mayor que ella, el hidalgo y escribano real don
Andrés del Campo.3
personalmente sus necesidades y problemas. . .
Como señalábamos anteriormente, los delitos de fe que caractenzaron a
dichas mujeres fueron la hechicería y excepcionalmente la brujeria. La hechicería 2 Archivo Histórico Nacional de Madrid. Sección Inquisición Cartagena de Indias. Libro 1020, Folio
59r. De aquí en adelante sólo se citará el nú.mero del libro (L.) y el folio (F.)
como práctica formaba parte de su herencia cultural peninsular donde eran 3. . El ab~don? de hijos de inmigrantes peninsulares es uno de los aspectos poco trabajados en la
tradicionales las fórmula mágicas, las oraciones, los ritos y ceremonias, los conjuros, histona colomal, sm embargo los casos debieron ser frecuentes, ya que muchos de los inmigrantes eran
212 LA HECHICERÍA, LA BRUJERÍA Y EL RENIEGO DE LA FE JOSÉENRIQUESÁNCHEZ BOHÓRQUEZ 213
Doña Lorenzana hacía parte de la "gente principal" de la sociedad trat?-ba de "gente principal". El Santo Oficio, atendiendo a la misma consideración no
cartagenera y como miembro del estamento blanco, estaba sujeta a ciertas normas y !_'O~la evitar conducirla a la cárcel y dictarle la respectiva condena, sin embargo ~sta
costumbres tales como el matrimonio de conveniencia donde los acuerdos referentes ultima fue particularmente indulgente seguramente gracias a la intervención directa
a la dote no sólo se imponían sobre la calidad de los sentimientos de los futu;os de su propio esposo, quien a su vez fue la victima directa de muchos de los embrujos
esposos, sino que también establecían los vínculo más importantes entre las familias. de Lorenzana: por ello el mismo Tribunal optó por leerle la sentencia en privado e
No era dificil que dentro de este contexto social las cosas en el matrimonio no ~gual~e'?;te citarla a escuchar misa en forma de penitente en la capilla privada de la
marcharan como se deseaban, por lo menos en el plano afectivo, y que por lo tanto m9-UlS1C10n y no en una de las misas ordinarias de la catedral como era costumbre
algunas mujeres sin exceptuar las pertenecientes a la élite neogranadina, como en el mas el pago de una multa de cinco mil ducados, todo esto con el fm de exponerla ¡~
caso de la nueva esposa de don Andrés del Campo, dedicaran secretamente una parte menos posible al inevitable escándalo público.
de su tiempo libre a los hechizos y a la preparación de bebedizos, lo cual no es de C?mo lo señalábamos anterionl';en~e. el abandono, la infidelidad, la soledad y
extrañar ya que de alguna manera las prácticas mágico-religiosas, consideradas hasta la vmdez fueron alp>nos de los pnnc1pales factores que motivaron a muchas de
como parte de la herencia cultural peninsular, constituían un espacio propicio para estas muJeres, por demas profundamente piadosas, a franquear las fronteras de ¡0
desahogar su aburrimiento fruto del encierro y de las largas esperas por el marido profano Y lo prohibido, en busca de alivio a su desesperada situación. Uno de estos
ausente, como también para vengar el abandono y la infidelidad al que las sometían cas_os es el de Ana Mari~ de _Olarreaga, viuda, de treinta años, originaria de España y
sus esposos. " res1de~te en Cartagena, qme~ fue acusada en 1613 de hechicera por cuatro testigos
Tales prácticas les permitían, sin necesidad de tener que exponerse a la critica comph~es, los cuales_ s~ reuman en casa de ella para hacer conjuros e invocar al
y al rumor público, deshacerse sutilmente del marido que las ignoraba o maltrataba, demomo con el propos1to de que. uno de ellos lograra conquistar el amor de una
mientras que simultáneamente buscaban y atraían para sí a otro hombre con el cual dama.
llegaban a sostener por tiempo indeterminado una relación "ilícita". No obstante, Al parecer ~a repentina soledad a la que se vio abocada luego de la muerte de
pocas estaban dispuestas a llegar a tales extremos, pero sí a vengarse de sus su. esposo la m~\'-J.o a buscar en las prácticas esotéricas una alternativa que le
cónyuges por medio del uso de brebajes, pócimas, oraciones y ritos, en los cuales lo bnndara la pos1b1hdad de encontrar un nuevo compañero sin tener que atentar
divino y lo profano se confundían cuando, por ejemplo, trataban de volver impotentes contra el recato y el ac_os~umbrado luto. En estas circunstancias los recursos que le
a sus esposos con el objeto de que perdieran el interés en buscar a otras mujeres o en quedaban a su d1spos1c10n eran cas1 mexistentes mientras debía luchar contra la
su defecto para que éstas los rechazaran. Entre los brebajes conocido se destaca el angustia que le originaban la desprotección, la soledad y la falta de afecto.
uso de las berenjenas de monte empleadas coincidencialmente por dos esposas . Muchas de las oraciones y supersticiones compartidas por Ana María con
jóvenes e inconformes con sus maridos como lo eran doña Lorenzana y Rufina de sus ~m1gos en busca de amores, las aprendió de los distintos hechiceros a Jos que
Rojas, esta última sentenciada por la inquisición en 1644. acudm para tal fm. Así lo confiesa ella misma ante el Santo Oficio al acusarse de
Pero si el desahogo y el orgullo mancillado las inducía a recurrir a dichas haber hecho
prácticas, el miedo a morir en pecado mortal o la posibilidad de ser denunciadas ante
la Inquisición las atemorizaba. Luego de que doña Lorenzana había llegado tan lejos la suerte ~el agua, hacie~do ?endiciones y lo demás que en ella se dice, y que
al intentar todo tipo de hechizos contra su esposo Andrés, fueron posiblemente sus para la d1cha suerte hab1a dicho la oración de San Zebrian diciendo: Señor
temores los que la obligaron a confesar sus culpas con el padre Bemardino de San 2_ebrian. por Vuestra Santidad y la virginidad de esta doncella, que
mos~e1s en el agua la mujer que se pretendía; y que una mujer le enseñó la
Almanza y a intemarse en un convento por iniciativa propia. Sin embargo a oracmn de Santa ~~ta Y. que la había aprendido y que era buena para que
Lorenzana no le bastó el confesar sus pecados, ni el intemarse como señal de su una persona la qu1s1ese b1en. Y que así mismo había aprendido la oración de
arrepentimiento, pues meses más tarde ella misma pidió audiencia ante la Inquisición la e~trella_ para e~ dicho fm y la oración que dice Con dos te veo, y que también
de Cartagena con el objeto de autodelatarse por haber recurrido a la hechicería para habm ~ogtdo la srmiente de un hombre, con quien tenía amistad deshonesta y
causarle daño a su marido y para conquistar a otros hombres. 1~ ~abm quemado en un candil, porque así se lo había enseñado una mujer,
¿Qué necesidad tenia, entonces, luego de haber ingresado al convento y de d1c1endo que era bueno para que el hombre la quisiese mucho. 5
haberse convertido en novicia, de solicitar una audiencia con los funcionarios del
Santo Oficio para confesar de nuevo las mismas culpas por las cuales ya había sido . Dura~te el transcurso de su búsqueda desesperada también aprendió una
absuelta por su confesor? ¿Por qué exponerse a la vergüenza pública? Es posible que sene ~e oracwnes en las cual:s se mezclaba toda clase de símbolos sagrados del
su conciencia aún no estuviera lo suficientemente tranquila, o que guardara la catohc1smo con c1ertas supersticwnes donde se confundía lo mágico y Jo religioso en
esperanza de que su autodelación le evitara castigos mayores en la eventualidad de pos del fin deseado, así:
que alguien se adelantase a acusarla de hechicera.
La hechicería por sí misma era un delito grave, perseguido y castigado una hechic~ra conjur~ en su casa un poco de agua bendita y la echó por toda
ejemplarmente por la Inquisición. Sin embargo, en el caso de doña Lorenzana, se la casa y diJo un conJuro que es como se sigue, que se lo enseñó la dicha
reunieron condiciones especiales tales como el arrepentimiento, la autodelatación y la hechicera: "Conjúrate con el di y con el de y con Isaac y con Maria Magdalena
importancia de su condición social, condiciones que no fueron desatendidas en el y con e~ juev~s de la cena 6 y con el rio Jordán y con las palabras que mi Señor
momento de dictarse la sentencia. Jesucnsto ~o a San Juan, Juan ¿quién está más bien bautizado, yo o vos?, y
dijiste yo Senor, porqu~ me bautizastes vos, así como esto es verdad, me juráis
Inicialmente el padre Almanaza la había absuelto sin pedirle que se oto~gar esto qu~ te p1do que hagas, que fulano me quiera y te vuelvo a
denunciara ante la Inquisición, posiblemente atendiendo a la circunstancia de que se conJur~ con el_ Cielo, y las estrellas, con la mar y con doce iglesias catedrales
Y doce libros nnsales, con las tablas de Moisés, con doce fuentes manantiales,
aventureros errantes en busca de fortuna. Su forma de vida no les permitía vivir al lado de sus hijos y si la
esposa maria, como en el caso de la madre de Lorenzana, los niños eran puestos en manos de algún
partente que cuidara de su educación. Si con el paso de los años el niño se convertía en un estorbo para los
parientes, existían vartas alternativas: en el caso de los hombres, podían ser puestos al cuidado de un 4 L. 1020, F. S!v.
clérigo que los educara y las niñas intemadas en un colegio de monjas, claro está que si se trataba de una 5 L. 1020. F. 52r.
joven en "edad de merecer", éste era el momento de casarla. 6 Se refería al Jueves Santo.
214 LA HECHICERÍA, LA. BRUJERÍA Y EL RENIEGO DE LA FE JOSE ENRIQUE SÁNCHEZ BOHÓRQUEZ 215
con el abad revestido en el altar y con el libro misal y con el ara 7 y con la incuestionable y por lo tanto debía ser sometida a la vergüenza pública en
sacraS y con el cáliz y con la patena y con las palabras de la consagración y te consonancia con el escándalo y el mal ejemplo propiciados. La condena proferida por
vuelvo a conjurar con el compadre y la comadre y con la bendita Santa Marta el Tribunal de Cariagena la sentenciaba a ser expuesta en autol5 público de fe con
y con San Silvestre de Montemayor y te vuelvo a conjurar con el consistorio 9 hábito de reconciliada e insignias de bruja, y a que luego del auto se le confiscaran
de la Santísima TrinidadlO sus bienes y fuera desterrada de la villa de Tolú por cuatro años. 16
evidencia no solamente el testimonio de quienes denunciaron a estas mujeres ante el corona en Flandes, de haberse arruinardo económicamente y de haber pasado al
Santo Oficio, sino también el silencio de quienes conocían de la pública fama de éstas Nuevo Mundo, se instaló en la ciudad de Santafé, en el Nuevo Reino de Granada,
como hechiceras pero que no se atrevieron a acusarlas o de aquellos que siemplll' se donde entró como religioso al convento de San Agustin. Al cabo de ocho meses dejó
sirvieron secretamente de ellas. No sabemos hasta qué punto estas mujeres hubiesen los hábitos y partió hacia la ciudad de Cal! para finalmente casarse y más tarde ser
sido conscientes de haber incurrido en uno u otro delito de fe con sus embustes, pero acusado, muy posiblemente por sus propios suegros, de "echar suertes para hallar
lo que sí es cierto es que descubrieron en los mismos una forma de subsistencia que tesoros y adivinar".
justificaba arriesgarlo todo. Su aparente suerte comenzó el día en que un vecino suyo le ofreció enseñarle
a utilizar unas varillas para buscar "guacas o tesoros escondidos por los indios". Para
ello se debían utilizar las siguientes palabras "Jesús, en el nombre de Jesús y de la
USOS DE IA SUPERSTICIÓN Y EL SORTILEGIO EN MEDIO DE LOS HOMBRES Santa Veracruz", dicho tres veces "varilla,- varillas, varillas, por la virtud de Dios pido
me digas si hay alguna guaca y declines [las varillas[ a la parte donde estuviere".23
Si las mujeres blancas eran dadas a todo tipo de hechicerias, su contraparte Luego de un par de búsquedas infructuosas el maestro le confesó a su aprendiz que él
masculina manifestaba inclinaciones similares aunque sus motivaciones no movía las varillas de acuerdo con su propio capricho.
correspondiesen exactamente con las de ellas. Estos hombres eran en su totalidad de La confesión, lejos de desalentar a Juan de Noguera, le proporcionó una
origen europeo, siete de ellos españoles, dos portugueses, un italiano y un turco. nueva idea inspirada en los celos que le despertaba su mujer a la que visitaban
Sus sortilegios, adivinaciones y supersticiones estaban relacionadas distintos hombres. Así confiesa ante la Inquisición que se le ocurrió enseñarle a su
frecuentemente con la búsqueda de la fortuna, donde de nuevo aparecen mezclando mujer las varillas y decirle "que con ellas sabía cuanto pasaba, por ponerle miedo, y
elementos sagrados y profanos para tales fines. Pero algunos no solamente osaban que como mujer no hiciese ningún yerro,24 porque entraban en su casa muchas
recurrir a estas prácticas sino que además hasta llegaban a hacerse pasar por personas y frailes". 25 Esta misma estrategia la empleó en otras oportunidades con dos
ministros del Santo Oficio para disuadir así toda sospecha originada por sus mujeres que tenian trato ilícito con hombres distintos a sus esposos, todo esto con el
prácticas supersticiosas como lo hizo José Niño de Frias, natural de Sevilla, quien fue objeto de disuadirlas de su liviana conducta.
procesado por la Inquisición en 1626 no sólo de falso ministro sino también de Como anotábamos desde un comienzo, todos estas prácticas y sortilegios, al
enseñar "un embuste herético" el cual, según él, era bueno para gan¡rr en el juego Y igual que la mezcla de elementos sagrados y profanos empleados en éstos, eran
consistia en que "ponian un real de a ocho, la cruz hacia arriba, y teniéndolo debajo predominantemente de origen europeo y extendidos en el Nuevo Mundo por los
del pie oían misa y en tanto que el sacerdote decía el evangelio, decían: mientes, mismos europeos. En la actualidad poi>lll~ente es conocido el uso de tales varillas
mientes, mientes".2o Quienes lo hacían seguramente confiaban en que la moneda para la localización de guacas y algunos otros recursos de origen mirteral, pero
adquiria poderes mágicos como amuleto con el que asegurarian la suerte en el juego. parece ser que éstas mismas originalmente tuvieron otros propósitos adicionales y
Algunos recurrian a otros saberes en función de la salud de sus clientes que era una práctica aparentemente extendida por Europa. Así se puede inferir de lo
haciendo uso de ensalmos, modo supersticioso de curar con palabras mágicas y comentado en ercaso de Santiago Peregrino, cristiano nuevo, natural de Turquía con
medicamentos empíricos. Así lo confiesa Juan Melón, de origen italiano, quien luego escaso dominio del castellano, arrestado por el Santo Oficio en Santa Fe al ser
de ser prendido por el Santo Oficio confiesa en 1633 haber curado durante siete años "delatado de que ponía cuatro varillas sobre una bactnilla y diciendo ciertas palabras
"por ensalmo heridas, llagas y dolores de cabeza y de muelas, diciendo estas palabras: que no entendía, se meneaban las dichas varillas y ~ue de esta manera descubria los
coronis, coronis, tona, bepha, macabriz". 21 Como curandero, también recurría a hurtos y respondía a las dudas que le preguntaban". 6
prácticas como la quiromancia y la astrología que le conferian distintos poderes que a Hacia 1649 Santiago Peregrino declara en el interrogatorio que "estando en
su vez empleaba en favor de quienes acudían a él, como lo testifican veinte testigos el Reino de Polonia y en otras partes, había visto en todo genero de gentes" que
cuando se les perdía algo "tomaban cuatro varillas y las ponían sobre un plato y
de haber cometido diferentes sortilegios, mezclando en ellos cosas y palabras decían un Padre Nuestro y un Ave Maria, con lo cual se movían dichas varillas ... ".27
con profanas, forzando el libre albedrío, preciándose de judiciario A pesar de la pública fama que tenían todos estos hombres como sortílegos,
astronómico, dando papeles con líneas, círculos, caracteres y letras con que hechiceros y adivinos, curiosamente la mayoria coincide en confesar que incurrieron
persuadía que teniéndolos una persona con sigo no moriría muerte violenta y en tales errores por ignorancia, debilidad o entretenimiento, y reconocen, tal vez por
se liberaría de otros riesgos ... 22 convicción o tal vez por ganar para sí el favor y la indulgencia del Tribunal
inquisitorial, que todo lo que hacían y practicaban eran mentiras y que por lo tanto
Uno de los usos más comunes que estos hombres daban a sus prácticas ellos mismos no creían en lo que practicaban, argumento que además les posibilitaba
heréticas era el de "descubrir hurtos", es decir, averiguar por bienes u objetos robados alejar toda sospecha por parte de la Inquisición de pacto implícito o explícito con el
al igual que por sus correspondientes usurpadores. Algunos hacían el sortilegio de la demonio.
"batea de agua" donde colocaban unos papeles con los nombres de las personas de A lo largo de los casos mencionados, además de conocer los diversos matices
quienes se sospechaba, luego invocaban a los santos con las siguientes palabras "por propios de los delitos de fe cometidos por parte de la sociedad blanca, es posible
San Pedro y por San Pablo y por el apóstol Santiago que tomó esto fulano" para así percibir una cierta disposición y tolerancia ilícita de la sociedad en general con
adivinar lo que faltaba, haciendo creer a los presente que en la batea de agua se veía respecto a este tipo de prácticas esotéricas donde confluían los sortilegios, la
la persona que había cometido el robo. quiromancia y la astronomía, al lado de la invocación de Dios, de los santos y de
Al lado de estos sortilegios la imaginación y la fantasía contribuían en el oraciones piadosas y profanas, todo esto mezclado con una importante dosis de
redimensionamiento del uso de los mismos, al punto de que cada quien le asignaba a
su arte distintos usos de acuerdo con sus propias necesidades. Es el caso de Juan de
Noguera, portugués, quien luego de haber prestado sus servicios como militar a la
23 L. 1021, F. 367v.
24 Error
20 L. 1020, F. 259v. 25 L. 1021. F. 367v.,
21 L. 1020, F. 399r. 26 L. 1021, F. 237v.
22 L. 1020, F. 398v. y 399r. 'Zl Ibídem.
LA HECHICERÍA, LA BRUJERÍA Y EL RENIEGO DE LA FE
JOSE ENRIQUE SANCHEZ BOHÓRQUEZ 219
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charlatanería orientada a atender las necesidades de quien consultaba y a las comienzos del siglo XVII, durante el periodo del auge de la minería, contaba con 10.000
intenciones del adivino. esclavos, de los cuales "el Inquisidor Mañozca ... afirma que en Zaragoza, después de
1611, habían más de 2.000 negros sacando oro"32.
En relación con el lugar de residencia es preciso destacar que si bien es cierto
~ ; que los cuarenta esclavos fueron juzgados y sentenciados en Cartagena, no todos
' pertenecieron a la Nueva Granada. Tal circunstancia se debe al hecho de que la
CONDICIONES QUE DETERMINARON LA HEREJÍA EN EL ESCLAVO ! jurisdicción territorial del Tribunal de Cartagena de Indias abarcaba las provincias
del Nuevo Reino de Granada, Tierrafirme, Isla Española y todas las Islas de
Los reos pertenecientes a las castas, distintas de la blanca, fueron Barlovento, además de las provincias que dependían de la Audiencia de Santo
aproximadamente 145 de los cuales el 58% eran ~ujeres y el 42% eran hombres;_ el Domingo. En términos eclesiásticos, el distrito comprendía los arzobispados de Santo
negro fue el grupo más numeroso con 76 reos, segmdo del mulato con 48, del mestizo Domingo y Santa Fe, y los obispados de Cartagena, Panamá, Santa Marta, San Juan
con 17 y del zambo con 4 reos. Del grupo negro el 52,6% fue registr~do como de de Puerto Rico, Popayán, Caracas y Santiago de Cuba.
condición esclavo, el 11 o/o como libres, y sobre el restante no se regtstran datos
referentes sobre su condición, pero parece ser que la mayoría eran negros libres. LoS VICIOS DE LA CRISTIANIZACIÓN
No obstante las dificultades que representa el establecer a ciencia cierta el
origen de muchos de los negros que comparecieron ante el Tribunal del Santo Ofici?, Dentro de las principales preocupaciones que desde un comienzo captaron la
debido al desarraigo y a la movilidad a la que fueron so_meü~os ~omo consecuencia atención tanto de la Corona como de la Iglesia españolas, se destaca la cristianización
del comercio esclavista, las relaciones de sus procesos mqmsitonales nos perm1ten del indígena y del negro. Las jerarquías eclesiásticas exigieron desde los primeros
establecer la localidad donde residían y el oficio que desempeñaban en el momento ~e años del Descubrimiento que los negros esclavos conducidos a las Indias Occidentales
incurrir en el delito, e igualmente ubicar de forma aproximada el sitio de proced~nc1a fueran previamente catequizados, condición compartida por el rey católico don
ya sea africana, peninsular28 o criolla, de una o más generaciones. La imporian~Ia de Fernando de Aragón quien en los primeros permisos concedidos advierte que la única
dicha información reside en la posibilidad de llegar a establecer las principales limitación impuesta "para conceder el traslado era que los tales negros fueran
características y condiciones socioeconómica y culturales que determinaron su cristianos";33 ésta era una forma de velar porque el proceso de cristianización de la
existencia, elementos que a su vez nos ayudarán a comprender y explicar_ algunos de población aborigen no sufriera ningún tipo de interferencia por parte del elemento
los muchos motivos por los cuales ciertos delitos de fe llegaron a ser particularmente negro considerado de por sí como un elemento "naturalmente malo".
recurrentes entre los esclavos. En términos generales, las leyes españolas prohibían el paso al Nuevo Mundo
En la medida en que una parte importante de los reos eran negros c~ollos de de cualquier persona que no perteneciera a la religión católica. Sin embargo, desde
una o más generaciones llegadas al Nuevo Mundo desde el inicio de la Conqmsta o la un comienzo las exigencias económicas prevalecieron sobre las religiosas. Dadas las
Colonia, y que se encontraban en proceso de ":sumir o ha~e~ asumido la esca!a de condiciones de la creciente demanda de mano de obra negra, era frecuente que los
valores y principios de una sociedad colomal reg1da por el cnstianismo, claro está que cautivos escasamente fueran bautizados antes de partir de los puertos africanos hacia
sin abandonar del todo algunas de sus manifestaciones religiosas y culturales, con el las colonias españolas. Este reiterado descuido tan notorio cada vez que
tiempo se dio paso a un sincretismo que continuamente se_ iba retroalimentando con desembarcaban las armazones negreras en el puerto de Cartagena, donde eran
el arribo permanente de nuevos esclavos provenientes de Africa, 29 ~specialmente de atendidos por los religiosos de la Compañía de Jesús quienes se había instalado alli a
Guinea y Cabo Verde, quienes, además de resistirse a la aculturacion, recordaban a fmes del siglo XVI, no podía pasar desapercibido por el padre Alonso de Sandoval quien
sus congéneres los ritos, cantos y lenguas ancestrales ya olVIdadas o desvirtuadas en dedicó, junto con el padre Pedro Claver, gran parte de su vida apostólica y "cientifica"
medio de los criollos. al servicio de los esclavos. Tal desacierto llevó al padre Sandoval a dudar sobre si estos
Al examinar la residencia3D a la cual estaba sujeta la población de los reos de esclavos habían sido bautizados en África y sobre si había peligro de bautizarlos
condición esclava, es preciso señalar la coincidencia existente entre los p~ncipales nuevamente,34 razón por la cual pidió información sobre este asunto al padre
núcleos espaciales que concentraban una gran pob_laci~~ ~sclava, ~o~ los as1en~os de Sebastián Gómez, rector del colegio de los jesuitas en Cabo Verde, África. La carta de
negros donde era más asiduo y reconocido el ejerciCio d1Cüo de practicas hereti~ales, respuesta aparece fechada en abril de 1614 y dice:
sitios que atrajeron la especial atención y acción del Santo Oficio. Dentro de d1chas
localidades se destacan en el Nuevo Reino de Granada la ciudad de Cartagena, las Cuanto a la cuestión que V. R. 35 me envió sobre los esclavos que allá se
minas de oro en Zaragoza en el actual departamento de Antioquia y la villa de Tolú vuelven a baptizar, tiene V. R. mucho fundamento para lo hacer; porque yo he
contigua a Cartagena. estado ya en Cacheo a donde hacen lo mismo que aquí, y es ir a la nao un
Los escasos datos con que contamos para la Nueva Granada nos indican que clérigo y preguntar a aquellos negros brutos si se quieren bautizar, y algunos
la provincia de Cartagena, donde incluimos a Tolú, contaba aproximadamente en de los que allí se hallan presentes en el navio les grttan que digan que sí, sí: y
1621 con unos 20.000 negros.31 Cabe recordar que Cartagena fue el princ~pal pue~o ellos tanto saben qué cosa es sí, como no, y sin los catequizar los baptizan. 36
de trata de esclavos, y que la vecina villa de Tolú fue~ una de las regwne~- mas
concurridas para introducir esclavos de contrabando con la consecuente evaswn de En consecuencia, la labor sacramental en África se limitaba a cumplir de
impuestos y permisos. Respecto a la región minera de Antioquia se calcula que a forma superficial con un formalismo sin el cual era imposible obtener la autorización
para que el embarque partiera hacia el nuevo continente. Tal método era rechazado
28 No podemos desconocer la presencia de negros provenientes ~e Port;ugal Y España que se
embarcaron con sus amos hacia el Nuevo Mundo desde los puertos de Sevilla y Lisboa. Cabe recordar que 32 Ibídem., p. 86
en estos reinos se practicaba la trata de esclavos desde la segunda mitad del siglo XV. _ . 33 BELTRÁN. G., La población negra en México, p. 157.
29 Los esclavos introducidos al Nuevo Reino de Granada provenían básicamente de los Ríos de Gumea, 34- El sacramento del bautismo es indeleble y sólo puede ser administrado una sola vez en la vida a cada
Sierra Leona, Arará, Mina, Carabalí, Congo y Angola. _ . católico.
3J La residencia de los reos esclavos estaba establecida por el lugar de trabajo al cual hab1an s1do 35 Vuestra Reverencia.
asignados por sus dueños, ya fuera la casa, la mina o hacienda de la cual hacían Pa:te· 3Ei SANDOVAL, AWNSO DE, De tn.stauranda aethiopum salute, El Mundo de la Esclavitud Negra en
31 Del Castillo Mathieu, Nicolás, Esclavos negros en Cartagen.a Y sus aportes léxicos, P· 90 América, p. 347
JOSÉ ENRIQUE SÁNCHEZ BOHÓRQUEZ 221
220 LA HECHICERÍA, LA BRUJERÍA Y EL RENIEGO DE LA FE
por el padre Sandoval y a su vez justificaba la necesidad de un rebautizo así como de las colonias estaban cristiarlizados, en consecuencia eran igualmente responsables de
una apropiada catequesis. los posibles delitos que cometieran contra la fe o el dogma, como lo eran sus amos,
Pero a pesar de que la evangelización de los jesuitas fue asidua y constante, sin embargo no se desconoció la posibilidad de que el esclavo pudiese incurrir en
no podemos decir lo mismo de sus efectos sobre los miles de esclavos que se errores de fe por tratarse de neófitos en la doctrina católica, a lo que debemos añadir
encontraban de paso por el puerto mientras esperaban ser enviados por sus nuevos las deficiencias en la catequización, como las señaladas anteriormente.
dueños hacia las distintas- provincias. En estos casos lo común era una catequesis Uno de los medios más importantes con que contó el Santo Oficio para velar
superficial debido a la rapidez de los trasladados, a las dificultades de las lenguas, y a por la pureza de la fe, lo constituyó la lectura del edicto de fe, realizada en la catedral
las penosas condiciones psicológicas y fisicas en las que seguramente se encontraban o iglesia prtocipal de cada ciudad o pueblo, donde se conminaba al católico, bajo pena
aquellos cautivos. Dicha evangelización pocas veces logró ser eficaz ya que los curas de excomunión mayor, a delatar ante la Inquisición a todo aquel hereje del que
doctrineros, quienes debían complementar la evangelización en las minas y tuviera conocimiento, sin que para ello interfiriera la más minirna consideración de
haciendas, regularmente no contaban con la formación y el celo necesarios . o tipo afectivo o familiar.
simplemente no llegaban hasta aquellos sitios a pesar de que las leyes de Ind1as En el edicto las herejías aparecían divididas en siete capítulos, 40 entre los
exigían su presencia por tratarse de localidades con importantes concentraciones de cuales el quinto fue el que más esclavos proporcionó, en calidad de reos, al Santo
esclavos. Oficio de Cartagena. En este capítulo se exigía denunciar a quienes incurrieran en
Uno los tantos casos donde la ausencia de doctrina se hacía evidente y hasta herejías como la blasfemia, la brujería, la participación en cultos diabólicos, la
cómplice de los errores de fe entre los negros, es el de Guiomar, esclava de Francisco adivinación o la astrología. Al estudiar las relaciones de los procesos inquisitoriales de
de Santiago "vecino y señor de cuadrilla en la ciudad de Zaragoza". quien luego de ser aquellos esclavos, encontramos que dentro de los cuarenta reos, quince fueron
prendida por bruja. confesó ante el Santo Oficio: acusados por reniego, doce por brujería, nueve por hechicería, dos por desacato a las
autoridades de la Inquisición, uno por desprecio a una imagen y otro por fautoría.4l
.. .ser negra de Guinea, de nación Bran y de cincuenta años de edad, .y que era ¿De qué forma las condiciones sociales y laborales contribuyeron para que
cristiana bautizada, que la habían bautizado en la dicha ciudad de Zaragoza, estos reos hubiesen incurrido particularmente en dichos delitos? ¿A qué necesidades
siendo esclava de otro antes que el runo que ahora tenía, y no supo decir si respondían sus acciones? ¿Hasta qué punto la buena o mala catequización de los
estaba confiiiilada, ni supo decir ninguna oración de la doctrina cristiana, ni esclavos los hacía responsables de sus herejía? Éstas son algunas de las preguntas
apenas se supo signar y santiguar, diciendo que como estaba siempre en las que saltan a primera vista si deseamos comprender qué sentido tenían para ellos el
minas no aprendía las oraciones. 37 empleo de prácticas como el reniego y la brujería.
Amparados en estas leyes los amos de los reos acusados de reniego o De esta forma el esclavo logró diseñar su propia trinchera, donde la astucia y
blasfemia ante el Santo Oficio se consideraban facultados para castigar a sus esclavos la rebeldía se asociaban, para defenderse de aquella sociedad que, a pesar de estar
con tal inclemencia, que podían llegar a matarlos o dejarlos lisiados. El temor al regida por un alto espíritu religioso, sometía el cuerpo y alma de éste a todo tipo de
castigo, pero particularmente el sufrimiento originado en los excesos que rayaban maltratos e injusticias, la mayor de las veces con sevicia e impiedad, tncluso por parte
con la tortura y la injusticia, no podía menos que suscitar en los esclavos la ira de aquellos que predicaban el amor y el paraíso para los justos.
iJ¡I expresada en gritos de dolor e ignoradas súplicas de clemencia, y en ocasiones hasta
' 1,
En 1633 Domingo Canga fue acusado de haber renegado por tres veces de
renegar de Dios o de su fe. Dios y de sus santos mientras era azotado por su amo el padre Antonio de Cifuentes.
Es el caso de Juana de Aranda,43 esclava de Gabriel de Aranda, de catorce En su confesión Domingo expuso a los funcionarios inquisitoriales cómo luego de
años de edad y residente en Cartagena, denunciada en septiembre de 1611 por tres haber estado por un período de cuatro meses en Río de la Hacha, 48 a "donde había ido
testigos quienes afirman que una vez atada para ser azotada por su amo, ella dijo para sustentar a su madre y dos hermanas pobres que tenía", llegó a allí el padre
"reniego de Dios y de sus santos y de Nuestra Señora del Rosario y del Santisimo Cifuentes y "le había echado mano y mandado amarrar y dar trescientos azotes49 ... ,
Sacramento y de la crísma44 que había recibido". diciendo que era su esclavo y le había de servir". Al insistir Domtngo en que él era un
La esclava confesó ante el Santo Oficio que "ella había dicho que renegaba de hombre libre, el padre mandó traer una caña con brea para brearle; fue en ese
Dios y de sus santos y del Santisimo Sacramento y de nuestra Señora del Rosario y momento cuando, al sentirse castigado de forma inmisericorde y stn razón alguna, le
de la crisma que había recibido, pero que lo había dicho con el dolor grande de los pidió al clérigo que por amor de Dios lo dejase o que de lo contrarío "había de hacer
azotes, sin mala intención". Independientemente de lo honestas que fueran las un disparate". Perseverando el padre en su crueldad, no le quedó a la víctima otro
explicaciones ofrecida, el error había sido cometido .Y. por lo tan~o _el castigo era remedio que renegar de Dios y de sus santos, "con lo cual lo había dejado el dicho
inevitable. Así, la joven fue sentenciada a abjurar de levfl5 en auto publico de jfi46 y a clérígo"_5<l"
recibir un total de cien azotes.47 Otro tanto hizo Juan González, esclavo africano de don Gonzalo de Herrera
¿Por qué acudir al reniego a sabiendas de que posteriormente este error le vecino de Cartagena, al ser castigado por permitir que le robaran una mula que
proporcionaría un nuevo castigo por parte del Tribunal de la Inquisición? Tanto ~a estaba a su cargo. En octubre de 1652, cuando estaba preso en las cárceles secretas
ignominia de la cual era objeto, como la sensación de impotencia fisica que produc1a de la Inquisición, confiesa que aquel día "lo ataron a un palo y que fueron tantos y
el cepo mientras sufría las heridas inflingidas por los azotes, no le daba al esclavo otra tan crueles los azotes que le daban, que pidió por amor de Dios y de la Virgen no le
altemativa que la de resistirse al castigo por medio del uso del reniego pues al parecer diesen más, y que no queriéndolo hacer, con el gran dolor y porque lo soltasen di1o
era de dominio común entre los esclavos, no obstante sus rudimentarios que renegaba de Dios, pero que no fue de corazón sino sólo porque no lo matasen".5
conocimientos acerca de la doctrina cristiana, que una vez pronunciado el reniego, el Seis mese más tarde el Santo Oficio, de común acuerdo, sobreseyó en la
verdugo se veía obligado a cesar inmediatamente el castigo ya que debía evitar que su causa a Juan González aunque no dejó de llamarle la atención por su error y de
acción provocara una nueva herejía por parte de la víctima. imponerle como penitencia que "se confesase dos veces la cuaresma próxima que
El esclavo de alguna manera era consciente de la pena que le podía esperar venía y que cada día de la cuaresma rezase el rosario de Nuestra Señora".
una vez fuese llevado ante la Inquisición, pero guardaba la esperanza de que ésta ¿Qué pudo haber llevado a la Inquisición a detemiinar que tanto este esclavo,
fuera menos inclemente que la recibida por órdenes de su amo o capataz. El mismo como Domingo Canga, no eran en sí responsables de un delito de fe tan grave como el
reniego le daba un tiempo razonable, mieniras era acusado, procesado y sentenciado cometido? Posiblemente la respuesta la encontramos en la amonestación de que
por el Santo Oficio, para recuperarse de sus heridas y tratar de ser exitoso en su fuera objeto el mayordomo que castigó a Juan González. Dicho mayordomo fue
defensa. citado para comparecer ante el Santo Oficio, donde fue "gravemente reprendido y
Es así como por medio de este recurso el dominado pasaba a dominar la advertido [de] que en adelante se abstuviese de semejantes provocaciones. Y este dia
situación de una manera mucho más sutil y efectiva que la empleada por el látigo. El habiéndosele dado los avisos de cárcel, fue suelto. "52
esclavo había aprendido que uno de los puntos más susceptibles de aquella sociedad El Tribunal entendió que en estos casos los esclavos no habían renegado de
del siglo XVII era precisamente el aspecto religioso, por lo tanto aprendió a emplear el forma deliberada, sino que habían sido víctimas de la cruel provocación de sus
reniego como un baluarte de resistencia con el cual podía disuadir a su verdugo de verdugos.
insistir en el castigo, pues de lo contrario sería el verdugo y no el esclavo el único No sería dificil suponer que en algunas oportunidades los mismos dueños,
responsable de provocar la reincidencia en tal herejía. amparados en las leyes, querían satisfacer su sed de revancha y crueldad al castigar
De acuerdo con esta lógica, y conquistado su propósito, el esclavo llegaba a con semejante sevicia a sus esclavos hasta hacerlos renegar, mientras que se
confesar ante la Inquisición que se había visto obligado a renegar no por falta de fe, ni regocijaban en el dolor de los mismos sin importar las consecuencias. A esos
por desacato a la Iglesia, sino por el dolor que le producían los azotes. extremos llegó Domingo Juan Caraballo, vecino de la ciudad de Portobelo, cuando en
1654 ordenó flagelar a su esclavo Juan Antonio. En esa oportunidad, mientras su
propietarios en su evangelización y a la vez mejorar sus condiciones de vivienda, alimentaci_ón y trato; ~e
otro lado se establecieron multas y penas que disuadieran las atrocidades de los amos. As1 se pretend13.
esclavo era azotado cruelmente y éste pedía a su amo "que lo dejase por amor de
acabar con las formas aberrantes de castigo que infringían muchos blancos a sus esclavos y a su vez Dios", Caraballo, no satisfecho con el castigo y los gritos de dolor de la víctima, le dijo
defender la estmctura familiar negra prohibiendo que un matrimonio llegara a ser separado por razón de al negro que manejaba el látigo "dale a ese perro hasta que reniegue", lo que logró
nna venta. fmalmente sin mucha dificultad.
43 Era costumbre que los esclavos nacidos en casa de sus dueños fueran bautizados con el apellido de
los mismos.
44 Óleo recibido en los sacramentos del bautismo y la confinnac!ón.
45 Era la condena más leve impuesta por el Santo Oficio y consistía en el juramento de no volver a 48 Actual Riohacha.
cometer el delito por el cual el reo había sido juzgado. En este caso se le impuso por ser su primer delito. 49 De acuerdo con las Leyes de Indias los castigos establecidos para los esclavos cimarrones, a quienes
46 Ceremonia solemne donde se leían de forma pública las sentencias impuestas a los reos; se realizaba no era necesario instruirles proceso alguno, era de cincuenta azotes si
en la plaza principal o en la catedral de la ciudad. se ocultaban cuatro dias; ·cien azotes si el negro huido se juntaba con otros fugitivos; si permanecía más de
47 De acuerdo con las relaciones de fe, éste era el menor número de azotes que se le imponía a un reo seis meses en cimarronaje se le aplicaba la pena de muerte.
en el Tribunal de Cartagena. 00 L. 1020, F. 3!8v. 319r.
51 L. 1021, F. 308v.
52 L. 1021, F. 361
224 LA HECHICERÍA, LA BRUJERÍA Y EL RENlEGO DE LA FE
J OSE ENRIQUE SÁNCHEZ BOHÓRQUEZ 225
1
JOSÉ ENRIQUE SÁNCHEZ BOHÓRQUEZ 227
226 -LA HECHICERÍA, lA BRUJERÍA Y EL RENIEGO DE lA FE
los _l_avaderos del oro, [y[ lo ahogaron en el agua de la quebrada". En este caso su
de justicia, e igualmente defenderse o vengarse, por medio del arte de la brujeria que accion como brujas se encontraba íntimamente relacionada con el deseo de vengarrza
allí aprendían, ya fuera de sus enemigos, de sus verdugos y hasta de sus amos. originado por los castigos, de los cuales eran objeto por parte del capitán, durante su
- Los excesos que propició el uso de la brujeria en estos términos, obligaron a labor como esclavas en la mina.
Francisco de Santiago a pedir la rápida intervención de los funcionarios
. Leonor terúa al _r~d.':dor de cincuenta ~os cuando fue acusada de bruja ante
inquisitoriales en el año _!le 1618. El hecho lo originó la peligrosa situación que el comisario de la InqmsiCion en Zaragoza. Allí confesó que una vez trasladada a la
algunos esclavos brujos desencadenaron entre sus propiedades ubicadas en casa de su nuevo ~o, Francisco de Santiago, fue persuadida de ser bruja por otra
inmediaciones del distóto minero de Zaragoza. 59 es?lava lla_mada Gnomar Bran: Al hablar de los males que hacían, comenta que eran
Los primeros indicios de lo que estaba ocurriendo los descubrió por
mas de vemte los bruj~s y bruJaS con los que ella salía "y que el demonio, para hacer
intermedio de una esclava suya de nombre Lorenza, quien le comunicó el gran daño m~ a los frutos de la tierra, mandaba a las langostas que fuesen a hacer daño en los
que estaban causando las brujas que terúa su amo en la casa de la rancheria en Las marees y l?s talase~ como Jo hacían".63 En realidad las langostas eran los mismos
Zabaletas. Según Lorenza, dichas brujas habían maltratado a una de las esclavas y a ?rujos, qmenes baJo los efectos de los alucinógenos creían tomar la figura de estos
ella misma "la habían maltratado de tal manera, que de la cintura para abajo estaba
msect~s o de '?uchos o~ros a~m~es, para luego salir "de las juntas llevados del
como muerta"; en su opinión la responsable de estos males era una esclava llamada
Leonor Zape y así se lo comunicó a un hermano de su amo quien azotó a la
demomo, de vemte en vemte, divididos en tropas ¡or
diferentes rancherias donde se
les mandaba hiciesen todo el daño que pudiesen". 6
sospechosa para que dijese la verdad. Fue entonces cuando Leonor confesó que tanto Durante su confesión Leonor se mostró siempre arrepentida de sus errores
ella como Guiomar, otra esclava de Francisco de Santiago que trabajaba para éste en p~r los que pidió perdón y misericordia al Santo Oficio al que le solicitaba que la
la rancheria de Porce, "querian mal" a Lorenza por trabajar en la casa de su amo, lo remco'l_'orara dentro del gremio de la Santa Madre Iglesia, luego de haber renegado
cual era un privilegio motivo de envidias; también confesó que en cierta oportunidad de la nnsma para adorar al demomo. Su petición de misericordia se fundamentaba en
Guiomar, al despedirse de Lorenza para partir de la rancheria de Las Zabaletas hacia el hecho de que desde el comienzo reconoció su error y se mostró solícita para
la de Porce, "la había abrazado y con el abrazo le había cogido el alma y amarrándola colaborar en su proceso al decir toda la verdad. El caso fue estudiado por el
60
en un trapo y llevado consigo y que la dicha Leonor sola no la podía desatar". ordín~o 65 del arzobispad? de Santa Fe y los consultores del Santo Oficio, quienes
Una vez informado el amo sobre el episodio, éste decidió mandar a llamar a estuvreron de acuerdo en que esta rea sal¡¡a en auto público de fe... en forma de
Leonor quien se comprometió, con el apoyo de su amo, a exigirle a Guiomar que reconciliada con hábito perútencial y abjureBll sus errores y tenga hábito y carceleria
"deshiciese el daño que había hecho a la dicha Lorenza". Guiomar, amedrentada de su perpetua67 en esta ciudad".68
amo, no tuvo otra opción que la de terminar de inmediato con el embrujo. . _El objetivo del Tribunal no era el de castigar a los acusados mas si el de
En otra oportunidad el amo llamó a Leonor con el fin de que le contara la
reconciharlos con Dios y con la Iglesia Católica, pero para ello era necesario que
verdad de todo lo ocurrtdo. Leonor se mostró dócil y habló sobre muchos de los males antes el acusado reconociera el error cometido al apartarse de la doctóna cristiana y
que hacían allí algunas de las negras que eran brujas. Puesto que hacía cuatro años que jurara no reincidir en él.
que Francisco de Santiago estaba "tullido de las piernas", le preguntó a su esclava que De acuerdo con lo anterior es explicable que la Inquisición quedara satisfecha
cómo era que estaba enfermo sin existir una razón aparente para ello. La respuesta al lograr_ que el reo reconociera sus errores de fe, independientemente de la gravedad
fue que "la dicha Guiomar se las tenía amarradas" y que no se las queria soltar. de los cnmenes cometidos y de los motivos que lo habían llevado a incidir en ellos con
Leonor le confesó a su amo que era bruja, como más tarde lo confirmaria lo que daba por terminado el proceso sin dar parte a otros tribunales civlies o
una de sus cómplices al rendir testimonio ante el Santo Oficio. Durante el testimonio eclesiásticos, pues debía guardar el secreto de la confesión.
la dicha cómplice confesó cómo ella con Leonor y otra esclava "iban hechas brujas Curiosamente a pesar de que la brujeria era uno de los delitos más comunes
desde la rancheria de las Zabaletas de su amo hasta Cana volando, y el demonio con
~nt::e los esclavos y en sí de las castas distintas a la blanca, dicho delito se encuentra
ellas, en figura de gato"_6l En la misma confesión declara la forma cómo mientras se limitado er: el tiempo, pues a partir de 1636 desaparecen los denuncios sobre las
encontraban en una junta, hacía aproximadamente seis años, ellas fueron volando sectas diab~lí~as con el consecuente reniego de la fe, hecho que nos permite sospechar
en compañía del demonio hasta la casa de su amo y "la dicha Leonor Zape, en sobre una tácita tolerancia con respecto a la brujeria y en sí a las sectas diabólicas.
presencia de la testigo y la otra, mató a Isabel Biáfara su compañera, esclava del
dicho su amo, ahogándola por las narices", luego regresaron a la junta y "dieron
cuenta al demonio de cómo la Leonor Zape había muerto a aquella negra". El
demonio le preguntó a Leonor porqué la había matado, a lo que respondió diciéndole
"que porque cada rato la azotaba", justificación que no fue suficiente para el demonio
ya que la víctima era una de sus brujas, razón por la cual la amenazó con cobrarle el
error.
Un año después de haber asfixiado a Isabel, Leonor protagonizó un nuevo 9-uie? ~conocía !as técnicas ~e~s y manejaba a los esclavos. Cada grupo de esclavos tema por jefe a un
crimen cuando hacía parte de una de las cuadrillas de esclavos que trabajaban en las capitán o capitana de cuadrilla . El dueño de los esclavos se denominaba "señor de cuadrtlla".
63.. Este culto agrari~, muy común en Europa, sobre todo en la zona que se encuentra entre el norte de
minas de oro de su amo. En esta oportunidad Leonor se encontraba participando en !taha Y el sur_ de Austria:_es. muy raro _en América. _En Europa se Creía que grandes ejércitos de brujos
una de las juntas cuando decidió salir volando a hacer daños, junto con otra malos combatían contra eJercitas de bruJOS buenos; SI ganaban los malos la cosecha se perdía y si ganaban
compañera, y hallaron "a un negro capitán de la cuadrilla52 de su amo durmiendo en los buenos la cosecha era abundante. Los malos tenían por armas manojos de sorgo y los buenos
luchaban con manojos d_e _hinojos. Ep Eun~pa los buenos eran llamados "benandantes", y de éstos no se
encue~~~ traza en Amenca. Ambos, brUJOS buenos y malos, fueron perseguidos en Europa por la
InquiSlClOn.
59 L. 1020. F. 208v. -214. 64 La junta a las que asistía Leonor estaba compuestas por un total de 140 brujos los cuales se dividían
00 Se creía que la única persona que podía deshacer el maleficio era precisamente la que originalmente en grupos de veinte para salir a hacer dafto encabezados por tm demonio.
lo había hecho. 65 Se trata del obispo que tenía jurisdicción ordtnruia sobre la diócesis de donde provenía el reo.
61 Tanto la sensación de volar como las posibles apariencias que decían adoptar, posiblemente hacían 63 Jurar no volver a cometer el delito por el cual era juzgada.
parte del efecto que producían los alucinógenos ingeridos durante las juntas de brujas. 01 Le quedaba prohibido salir de la ciudad que era su cárcel.
62 La organización del trabajo en las minas se basaba en la cuadrilla. Estaba compuesta por grupos de 68 1020. F. 214v.
esclavos, empleados en trabajos grandes, al mando de un administrador de minas o capataz de la cuadrilla