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SIRIA:
Tras Túnez, Egipto y el inicio de la rebelión en Libia, en marzo del 2011 estallaron las
protestas contra el presidente sirio, Bashar el Asad, cabeza del régimen del partido Baaz,
en la ciudad de Deraa (sur). Se iniciaron tras el arresto y tortura de unos adolescentes que
pintaron en la pared de su escuela: “Es tu turno, Doctor”, en referencia a Asad, que es
oftalmólogo. Las fuerzas de seguridad sirias mataron a manifestantes en las primeras
protestas y éstas se extendieron por todo el país. En verano del 2011, cientos de miles de
sirios pedían en las calles la dimisión de Asad, reformas políticas y el fin de la brutalidad
policial. "Al principio del conflicto, muchos creyeron dentro y fuera de Siria que Asad
duraría pocos meses. Vieron el efecto dominó que se estaba produciendo, con caídas de
líderes fuertes en países árabes", apunta Yaron Friedman, profesor de la Universidad de
Haifa y experto en Siria.
Los yihadistas aumentaron y las fuerzas seculares del ESL perdieron terreno. Aparecieron
grupos como el yihadista Frente al Nusra, filial de Al Qaeda en Siria, y el Estado Islámico
(EI), que lanzó una fuerte ofensiva en Irak en junio del 2014, y luego en la zona de Siria
cercana a la frontera iraquí. El EI proclamó un califato en el área que controla en Irak y
Siria cuya capital de facto es la ciudad siria de Raqqa. Integrado por miles de extranjeros,
el EI lucha contra todos los bandos: las fuerzas gubernamentales, los rebeldes, el Frente
al Nusra -con el que se ha aliado en algunas ocasiones- y las fuerzas kurdas, también
opuestas a Asad y contra las que arremete Turquía.
En septiembre del 2014, una coalición internacional liderada por EEUU, con Jordania,
Baréin, Catar, Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos (EAU) empezó a bombardear
al EI. Francia inició los ataques en septiembre del 2015 y el Reino Unido, en diciembre.
Rusia comenzó en septiembre atacando a “los terroristas del EI”. Pero además, ha
bombardeado a grupos rebeldes y ha conseguido que el régimen de Asad, que hace medio
año estaba al borde del colapso, haya recuperado terreno en zonas clave como Alepo
(norte). “La intervención rusa es fundamental, puede cambiar el curso de la guerra a favor
de Asad”, asegura Phillip Smyth, investigador de la Universidad de Maryland.
El mapa de quién controla cada zona de Siria actualmente está lleno de divisiones. El
régimen de Asad -Ejército y milicias afines- tiene una gran parte del oeste del país,
Damasco, Latakia, Tartús, casi toda la frontera con Líbano, Alepo, otra en el centro del
país y en Deir Ezzor. Tras perder Alepo, en el norte, los rebeldes tienen una zona amplia
de la provincia de Idlib, fronteriza con Turquía, un área cercana a Damasco y otra en
Homs. La franja norte, a lo largo de la frontera con Turquía y una parte de la iraquí, está
en manos de las fuerzas kurdas, a excepción de unos tramos que controlan los rebeldes y
el EI. Los yihadistas tienen una parte del este de Siria fronterizo con Irak, y zonas del
norte, en Alepo, Al Raqa, As Shaddadah, áreas centrales y pequeñas partes en el sur.
La caída de Alepo en manos del régimen de Bashar Al Asad deja un orden de cosas
difícilmente revertible: aunque el final del conflicto no parece próximo, está claro
que Asad ya no va a perder la guerra. Frente a unas victoriosas tropas del régimen, el
bando rebelde, desmoralizado, se bate en retirada. La batalla por esta ciudad, que ha
terminado cuando la guerra entra en su sexto año, consolida al presidente sirio y a sus dos
grandes aliados, Rusia e Irán, como los grandes ganadores del conflicto. Y a los
rebeldes, Turquía, Arabia Saudí y EEUU, como los perdedores.
FASE 6: ATAQUE QUÍMICO Y REACCIÓN DE EEUU
El 4 de abril del 2017, un ataque con armas químicas causó al menos 86 muertos -según
el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH)- en la localidad siria de Jan Sheijun,
en la provincia de Idleb (noroeste de Siria). La oposición siria, EEUU y otros países
acusaron al régimen de Damasco del ataque, pero las autoridades sirias negaron haberlo
perpetrado. Rusia alegó que se había bombardeado un almacén donde los rebeldes que
controlan Jan Sheijun guardaban armas químicas. La noche del 6 al 7 de abril,
Washington bombardeó con 59 misiles Tomahawk la base militar siria de Al Shayrat, en
la provincia de Homs, en represalia por el ataque químico de Jan Sheijun. Según el
Pentágono, el bombardeo -el primero de EEUU contra el régimen de Asad- destruyó "el
20% de la aviación siria". El ataque estadounidense provocó la condena de los aliados de
Damasco: Rusia, Irán y Hizbulá. Moscú, bajo una gran presión internacional que lo acusa
indirectamente del bombardeo químico y le exige que se distancie de Asad, advirtió junto
a Teherán de que responderá con fuerza a "cualquier agresión". Las grandes potencias
podrían acabar sumidas en una confrontación abierta en el tablero de Siria.
Irán-Irak:
Los incidentes fronterizos irano-iraquíes se han multiplicado y ampliado estos últimos quince
días y se han extendido, durante las últimas 48 horas, hacia el sur de Irak.Resulta, sin
embargo, difícil para observadores y diplomáticos hacerse una idea exacta de la intensidad
de los combates, a causa de la falta de precisiones por ambas partes sobre los efectivos que
participan en los combates. Una lancha de la Marina iraquí, que navegaba por el río Chatt Al
Arab, atacó, el domingo por la tarde, el puesto iraní de Jain, cerca del golfo, indicó ayer el
diario iraní República Islámica. Varios barcos de guerra iraníes replicaron al ataque con
disparos. Al término de tres horas de enfrentamientos, cuatro iraquíes resultaron muertos. En
el Jazestán, el puesto fronterizo iraquí de Shalantcheh fue destruido el sábado, afirma el diario
iraní Mizan. El rotativo añade que la frontera ha sido cerrada por orden del gobernador de la
principal provincia fronteriza con Irak. Más al norte, en la zona de Kermanchah, tres Mig
iraquíes han sido derribados y cuatro carros de combate destrozados cerca de Qasr e Chirine,
según se desprende de los comunicados militares iraníes. Por último, en la localidad de Naft
Chahr, en la misma zona de Kermanchah, las fuerzas iraníes han «destruido instalaciones
petroleras iraquíes», cuando replicaban a una ofensiva militar, informa el diario Mizan. Por
su parte, la agencia iraquí de información señaló ayer que tres aviones de combate iraníes del
tipo Phantom fueron derribados estos últimos días, en el curso de los combates fronterizos
irano-iraquíes de Zein al-Kaouss, en la provincia de Diyala (noreste de Irak). Citando una
declaración de un oficial iraquí a los medios informativos, la agencia añade que «dieciocho
soldados iraníes han sido hechos prisioneros» en el curso de los citados combates, que han
permitido al Ejército iraquí «liberar» un territorio de 120 kilómetros cuadrados.
El ataque contra Banisadr
El jefe del Estado iraní, Abolhassan Banisadr, expresó el domingo por la noche reservas sobre
las circunstancias del «ataque» del que fue víctima, según la agencia de Prensa oficial iraní
PARS, por parte de un Mig iraquí, cuando sobrevolaba el domingo la zona fronteriza,
acompañado por el primer ministro, Mohamed Ali Radjai. De regreso a Teherán, Banisadr
indicó, en una entrevista a la radio nacional: «Se me dijo al principio que era un Mig y después
que se trataba de un Phantom. Para mí todo esto no está muy claro», concluyó el presidente.
En cambio, Banisadr reveló que el domingo por la mañana cuando recorría en automóvil,
acompañado por Radjai, una carretera a lo largo de la frontera irano-iraquí un obús iraquí
estalló a tan sólo cincuenta metros del vehículo. El domingo, la agencia PARS informó que
los dos dirigentes iraníes habían sido atacados por un Mig iraquí cuando efectuaban un vuelo
en helicóptero a lo largo de la zona fronteriza. En Viena, la delegación iraní amenazó ayer
con abandonar la conferencia de la OPEP si la delegación iraquí era elegida para presidir la
reunión. Una solución de compromiso, adoptada por los conferenciantes, consistió en
nombrar como presidente al ministro argelino de Asuntos Exteriores, Mohamed Benyahia.
El ministro iraquí del Petróleo, Tayeh Abdel Kerim, fue el encargado de preparar los trabajos
de la cumbre de jefes de Estado de la OPEP, que debe iniciarse en Bagdad, el próximo mes
de noviembre.
IRAK:
Estados Unidos anunció que combatirá a la fuerza terrorista que creó. El actual conflicto
en Irak, es hipercomplejo, con múltiples actores y alineamientos variables. Muy distinto
al de 2003 donde, de un lado se encontraba Estados Unidos y enfrente todo lo que se le
oponía. La actual política estadounidense, está llena de intrigas, dobleces, incógnitas y
aún errores. Aquí, intentamos explicar los contornos de la situación presente.
El sentido común construido por los medios de comunicación, señalaba que el ataque del
Ejército Islámico (también conocido como Califato, EI, ISIS, ISIL o Daesh) contra Irak,
proviene de una guerrilla ajena a los intereses de Estados Unidos; que el gobierno iraquí
era sumiso a las órdenes de Washington y que por lo tanto el Departamento de Estado no
tenía ningún interés en que una fuerza irregular ataque a su gobierno.
Esa configuración del conflicto, dictada por un sentido común que se apoya en
informaciones y omisiones que siembran los medios masivos de información, es falsa. La
configuración del conflicto actual, es muy distinta.
2- Tiene su origen en las fuerzas irregulares armadas por la OTAN para derrocar al
gobierno libio de Muamar Al Gaddafi. Una vez cumplida esa misión, los mercenarios
fueron trasladados a Siria para derrocar al gobierno de Bashar Al Assad. Fracasada esa
tarea, que tenía como objetivo de máxima terminar con la unidad nacional de Siria, estas
fuerzas se trasladaron a Irak.
3- Esta fuerza de combate fue armada por Estados Unidos y hasta el momento se dedicó
a ejecutar objetivos geopolíticos del Departamento de Estado. Algunos de sus
combatientes podrán encontrar motivación subjetiva en su fe musulmana. Pero eso es
apenas una anécdota personal de cada uno de ellos. El curso objetivo concreto en el que
se inscribe su accionar es el de la estrategia estadounidense para Medio Oriente. Si esos
combatientes creen estar haciendo otra cosa (incluso la contraria, como combatir a los
infieles), eso solo prueba la eficiencia de los servicios secretos estadounidenses para
lograr que otros hagan lo que esos servicios quieren, creyendo que lo hacen por motus
propio.
4- El contexto en el que esta fuerza mercenaria ataca a Siria y luego a Irak, es tras la firma
de un acuerdo para construir un gasoducto que arranque de los grandes campos gasíferos
iraníes, atraviese Irak y salga al Mediterráneo a través de Siria. Irak, que había sido
ocupado por Estados Unidos y que debía carecer de cualquier atisbo de independencia,
participaba de un proyecto que modificaba radicalmente la geopolítica del gas, en sentido
adverso a los intereses de Washington. ¡Una irreverencia inadmisible!
8- La creación de un Califato, por parte del EI en la zona centro de Irak, cumple el objetivo
de impedir la construcción de ese gasoducto, ahora mediante el eslabón iraquí. El Estado
Islámico le garantiza al Departamento de Estado algo que le resultaba imprescindible y
que no le garantizaba el gobierno iraquí del ex primer ministro Nuri Al Maliki. Por eso
no se puede afirmar que Estados Unidos apoyaba al gobierno iraquí en detrimento del
Estado Islámico. Washington juega a mil bandas en un conflicto plagado de actores e
intereses cruzados. Aquí no hay apenas dos bandos.
9- Según reveló el PKK, la ofensiva del EI sobre Irak estuvo coordinada con el ala
proimperialista de los kurdos iraquíes encabezada por Massud Barzani. Esta organización
revolucionaria dio a conocer las actas de una reunión realizada el 1 de junio de 2014 en
Amman, capital de Jordania. Esto termina con el mito de que el EI avanzó sobre Irak por
cuenta propia. Fue un movimiento coordinado, avalado por Estados Unidos y sus aliados,
y con la complicidad interna de sectores iraquíes. Por eso la avanzada fue veloz y no
encontró resistencia.
10- Esta interpretación es avalada también por la declaraciones de Al Maliki quién, aún
estando en funciones, acusó al gobierno de la región kurda de albergar en su capital, Erbil,
el cuartel general del Estado Islámico. El presidente del gobierno autónomo kurdo,
Massud Barzani, respondió calificando al primer ministro iraquí de “histérico”. Vemos
entonces que el descuartizamiento de Irak fue un movimiento coordinado, con la anuencia
de Washington.
11- Que Estados Unidos bombardee al Estado Islámico no quiere decir que no sea su
criatura; que le entregue armas, tampoco quiere decir que lo apoye irrestrictamente.
Realiza un equilibrio. Si Siria amenaza con exterminar a sus agresores, le entrega armas
para que pueda resistir ese intento. Si su criatura amenaza con extenderse más allá de lo
conveniente, los cazabombarderos le recuerdan cuál es el límite.
12- Irak se encuentra ahora balcanizado en tres regiones. La zona sur donde gobierna lo
que queda del Estado iraquí y con mayoría chiíta; al norte la zona kurda manejada por el
ala proimperialista de ese pueblo; en el centro el Estado Islámico dirigido por un sunismo
fanático. La balcanización garantiza la sumisión que el gobierno iraquí (el de Al Maliki
cayó hace pocas semanas) no garantizaba. Por su parte, los cristianos que se encontraban
en la zona sunita fueron expulsados por esta fuerza terrorista armada por Estados Unidos.
13- Las líneas anteriores fueron escritas previamente al discurso de Barack Obama del
miércoles 10 de septiembre donde anunció que redoblará el involucramiento de Estados
Unidos en Irak. ¿Cómo interpretamos este paso? Vayamos a las palabras de Obama: “Por
ello he insistido en que medidas adicionales por parte de Estados Unidos dependerán de
que los iraquíes formen un gobierno inclusivo, lo que han hecho en los últimos días”. El
ataque de los mercenarios contra Irak sirvió a la Casa Blanca para cambiar al gobierno de
Al Maliki y formar uno nuevo que satisface los intereses norteamericanos, según nos
informa el Presidente. Seguramente, Estados Unidos obtuvo garantías de ese gobierno;
luego de obtenidas, Obama dio su discurso, anunciando el involucramiento en Irak.
14- Otros dos motivos llevan al involucramiento. El EI no respetó los límites geográficos
a los que debía atenerse en Irak al penetrar en la zona kurda. Allí operan Chevron y
Exxon-Mobil y en ese subsuelo yacen más de 40.000 millones de barriles de petróleo y 6
billones de metros cúbicos de gas. El tercer motivo -una bagatela- es que la barbarie de
los yihadistas supera cualquier límite. Persiguen a todas las minorías religiosas
expulsándolos del territorio o asesinándolos. No es que al Pentágono ese detalle lo
conmueva, pero a veces es necesario disimular. Recordemos que el Papa se pronunció
enfáticamente sobre el tema.
15- La presencia de los mercenarios del EI también se verifica útil en Siria. En el mismo
discurso, el presidente estadounidense dice: “Al otro lado de la frontera, en Siria, hemos
incrementado nuestra ayuda militar a la oposición” ¡Obama admite que estará entregando
armas a grupos irregulares! Repite el accionar que creó el monstruo que ahora quiere
combatir. Sigue Obama: “Esta noche, volví a solicitar al Congreso que nos otorgue
autoridad y recursos adicionales para capacitar y equipar a estos combatientes. En la lucha
contra el ISIL, no podemos confiar en el régimen de Assad”.
16- Hasta hace pocos días, la oposición siria eran los mismos que ahora se combate en
Irak. Entonces ¿a quién se le estará entregando armas? A otro sector de lo que denominan
“oposición siria” y que no son más que otros retazos de una fuerza militar mercenaria. Lo
que distingue a ese sector, no es ser más moderado o democrático, sino que, por disputas
de poder, está enfrentando al Estado Islámico. Así la Casa Blanca continuará abasteciendo
de armas a un grupo que al mismo tiempo combatirá contra el EI y contra el gobierno de
Bashar Al Assad. Verificamos que el EI sigue siendo útil para, con su excusa, armar a
otros grupos que seguirán jaqueando a Siria. Esa es la hipótesis más benigna. En otra,
más cínica, cabe preguntarse si no será el propio Estado Islámico, en caso de que resulte
útil, el que reciba armas en Siria mientras se lo combate en Irak.
17- La incógnita que resta despejar es cuánto empeño pondrá la Casa Blanca para
combatir al EI: si buscará destruirlo rápidamente o si preferirá mantenerlo en la escena.
En principio, todo parece indicar que la alternativa elegida será mantenerlo en escena. En
el propio discurso de Obama quedó planteada la ambivalencia: “Junto con nuestros
amigos y aliados para degradar y, en última instancia, destruir al grupo terrorista conocido
como ISIL”. Degradarlo y no destruirlo, permitirá a Estados Unidos usar al EI contra sus
contrincantes cuando sea necesario. El fiel de la balanza entre una y otra opción estará
dado por las garantías y concesiones que obtenga de los distintos actores en juego en la
región, principalmente del gobierno iraquí.
19- El perdedor de este capítulo (solo de este capítulo) de la debacle iraquí es Irán. Ya no
cuenta con el gobierno de Al Maliki en Bagdad y el sunismo fanático (Irán es de mayoría
chiita) tiene en su poder un fragmento de territorio necesario para construir gasoductos
dirigidos hacia el Mediterráneo. Recordemos que uno de los financistas del EI fue Qatar,
competidor directo de Irán, como productor de gas.
20- El ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, resumió con exquisita ironía la
situación: “Nos solidarizamos con los dirigentes iraquíes y con el pueblo iraquí, los que
deben restablecer la paz y la seguridad en su país, pero las acciones de nuestros socios
occidentales causan muchas preguntas”.