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Beatriz Aisenberg

Silvia Alderoqui
(compiladoras)

Didáctica de las
ciencias sociales
Aportes y reflexiones

Coordinación del proyecto de didácticas especiales


mida Weissmann

RAIDOS
Buenos Aires - Barcelona - México
CAPÍTULO I

. EPISTEMOLOGIA DE L A DIDACTICA
DE LAS CIENCIAS SOCIALES

Alicia R. W. de Camilloni

INTRODUCCIÓN

La enseñanza de las ciencias sociales constituye una compleja tarea, ya


que exige a la didáctica la resolución sistemática de una serie de problemas
que, si bien son comunes a la enseñanza de todas las disciplinas, en el caso
de las ciencias sociales se perciben con mayor agudeza y evidencia en razón
de la problemática propia de los contenidos con los que debe trabajar. Para
conslruir una didáctica de las ciencias sociales y establecer el carácter propio
del conocimiento de sus contenidos es necesario dar respuesta explícita a
cuestiones tales como la determinación del status epistemológico de las
ciencias sociales, la posibilidad de integración de las diferentes ciencias
sociales entre sí, el valor de verdad o certeza del conocimiento social, los
límites de la objetividad o neutralidad de ese conocimiento y su relación
con los valores y con la acción del hombre. Evitar resolver, u ocultar, estos
problemas hace imposible la construcción del discurso didáctico. Del mismo
modo, es imprescindible resolver problemas de carácter específicamente
didáctico, tales como el establecimiento y desarrollo de criterios para la
selección de contenidos disciplinares o no disciplinares, para su conversión
o trasposición didáctica, para el manejo de la clase y para la producción de
materiales didácticos.
Por otra parte, ambos tipos de problemas deben ser encarados teniendo
en cuenta que es una caracten'stica actual de cada una de las ciencias so-
ciales y de su conjunto el presentar desarrollos simultáneos que correspon-
den a diferentes enfoques y teorías, sin que exista un paradigm.a o un
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programa de investigación científica que se pueda considerar predominante mayor que la c i i i i i i c n c . I.i ilidáciica general? Y , en segundo lugar y en un
o que se proyecte a corto plazo con posibilidad de ser aceptado como tal por nivel más cspcciluo, ,,t|uc enseñar y cómo enseñar en el dominio de las
las comunidades científicas. ciencias sociales?
En el terreno didáctico, diferentes autores desarrollaron propuestas curri-
culares muy interesantes que, de hecho, procuraban dar respuesta a esta
piuridimensional cuestión. Son ya clásicos, por ejemplo, los proyectos de LA DIDÁCTICA nr i AS CIP.NCIAS SOCIALES COMO DISCIPLINA
Jerome Bruner ("El hombre, un tema de estudio")' y el de Lawrence
Stenhouse ("Humanities Curriculum Project").- Ambos autores diseñaron e Como afirma (iillcs f-crry, el discurso de la pedagogía es el di.scur.so
implementaron proyectos construidos a partir de la adopción de decisiones propio de un salxrr hucci complejo, es un saber sobre el saber-hacer.' Este
con respecto a cada uno de los problemas que hemos planteado antes. Esas saber se caracteriza pi)ii|uc se construye a través de un proceso de refiexión-
respuestas surgen con claridad, explícita o implícitamente, cuando se ana- acción-retlexióii. La iclli-xión se enmarca en teorías, las enriquece, las re-
lizan dichos proyectos. estructura.
Pero, si el objeto de la didáctica, la enseñanza de las ciencias sociales, La reflexión procesa la a c c i ó n en términos teóricos. Acción realizada/
se presenta como una labor de extrema complejidad cuando se la encara observada/recordada/imaniiiada/deseada/, tampoco exenta de reflexión. Las
seriamente, la construcción de una didáctica de las ciencias sociales, esto es, propias teorías permiten ir más allá de la simple observación de prácticas
de una teoría de la enseñanza de las ciencias sociales, se revela doblemente propias y a j e n a s . I M I la permanente fecundación entre teoría y práctica
intrincada. A la complejidad de su objeto (la enseñanza de las ciencias pedagógica .se coiiMiuyc- el discurso didáctico.
sociales) se añade el controvertido carácter epistemológico de la didáctica Es indudable cinc, en la actualidad, el status epistemológico de la didáctica
misma como disciplina. Para resolver este problema es menester responder, es una cuestión conirovcriida que ha dado lugar a diferentes interpretacio-
por ejemplo, a las siguientes preguntas: ¿qué tipo de conocimiento es el nes.
conocimiento didáctico? ¿Cuál es la relación de la didáctica con otras Entre los autores que han tratado el tema, una postura, por ejemplo, que
disciplinas, pedagógicas o no? ¿Cómo se construye el discurso didáctico? cuenta con un consenso elevado es la que sostiene que la didáctica, como
¿Qué relación se establece entre el discurso didáctico y la práctica peda- parte de una t e o r í a de la educación, es una teoría práctica, no científica. Así,
gógica? ¿Qué papel juegan los valores en la teoría didáctica? Su carácter T. W. Moore so.siienc. en un texto clásico sobre esta cuestión, con Paul
normativo, ¿es un obstáculo para que la didáctica se construya como ciencia Hirst, que siendo una disciplina prescriptiva o recomendatoria no puede
y, en particular, como ciencia social? tener carácter lieiiuTico.^ De acuerdo con esta afirmación, la didáctica no
Como se ve,'estas preguntas son isomórficas de los interrogantes que puede ser sometula a los mismos controles que los que recibe una teoría
planteábamos acerca del objeto propio de la teoría de la enseñanza de las científica. Para validar el conocimiento pedagógico, según estos autores, es
ciencias sociales. Responder a estas últimas preguntas permite avanzar en necesario dcmosirar que las conclusiones valen la pena de ser puestas'en
la construcción de una respuesta en los dos niveles que presenta el proble- práctica, que la a c c i ó n es factible, que tiene coherencia interna, que sus
ma: en un primer nivel, ¿qué características debe asumir la didáctica de las supuestos no son contrarios a las leyes científicas y que son moralmente
ciencias sociales como región disciplinar, en el marco de una disciplina aceptables los méiodos pedagógicos recomendados.
Los represcntaiiies de esta postura sostienen, en síntesis y poniendo mayor

1. Bruner, Jerome, Hacia una teoría de la instrucción, México, UTEHA, 1969, cap. 4.
2. Stenhouse, Lawrence, "El aprendizaje hacia la responsabilidad" en Edmund J. King y 3. Ferry, Gilíes, Le irojeí de ta formation. Les enseignants entre la théorie et la pratique,
col.: Las necesidades de ¡a sociedad moderna y la función del maestro, Buenos Aires, El París, Dunod. 1983. (Trad. cast.: El trayecto de la formación, México, Paidós, 1991.]
Ateneo, 1973. 4. Müoie, T. \V., /niíiidiiKt iíUi ú la Teoría d: ic Educación, Madrid, Ali^p^a, I9í?0,
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énfasis en uno u otro argumento según quién sea el autor, que la teoría ponderancia de ün valor sobre otro, esto es, el compromiso que tal valor
didáctica no puede tener carácter científico en razón de su estrecha relación exige para su actuación, no puede de ningún modo fundamentarse".*
con una actividad práctica como la actividad docente y por causa de sus En el marco de una concepción positivista o neopositivista de la ciencia,
presupuestos valorativos, de su carácter normativo o prescriptivo y de los por lo tanto, sería discutible toda afirmación que postule el carácter cientí-
modos de validación o justificación de sus conclusiones que son empleados fico de la didáctica, del mismo modo que muchos enfoques y teorías de las
corrientemente. ciencias sociales caen bajo idéntico anatema racionalista. Para esta corrien-
Este razonamiento, sin embargo, parte de un supuesto que debe ser ana- te, entonces, la didáctica es una disciplina que no puede ser considerada
lizado y discutido, porque el concepto de ciencia que se adopta responde a como un punto de vista científico porque está íntimamente ligada a la bús-
la misma interpretación positivista de la ciencia, que para algunos queda del logro práctico de los fines de la educación, comprometida, por
epistemólogos pone en cuestión, también, el carácter científico de las deno- consiguiente y necesariamente, con un plexo de valores, con un discurso
minadas ciencias sociales. que nunca puede excluir los juicios del deber ser, aunque sí pueden caber
Según ese concepto positivista de la ciencia, ella tiene como meta alcan- dentro de ella diferentes teorías científicas.' La didáctica, a partir de la
zar la verdad, y postula como ideal el logro de un conocimiento absoluto aceptación de una concepción positivista o neopositivista de la ciencia, es
de la realidad en sí misma. Pretende llegar a conocer la totalidad de su una teoría diferente, no científica. Es una teoría práctica.
dominio. Y , aunque algunos de estos autores acepten, incluso, que las teo- Frente a esta postura epistemológica, ejemplificada en Moore y Hirst, no
rías científicas tienen un carácter hipotético, metas móviles, un camino se trata de manifestar nuestro disenso centrando el eje de la discusión en
itinerante y carencial, se descartan siempre de las teon'as que son calificadas una descripción y una caracterización diferentes de las que se hace de la
como científicas todas las implicaciones normativas. En esta concepción, la didáctica, desde esa perspectiva.
ciencia es eminentemente desinteresada, en el mismo sentido en que Aris- Nadie podría afirmar seriamente que la didáctica es desinteresada y
tóteles diferenciaba la teoría de la praxis y de la poiesis. objetiva, o que se limita a desarrollar un conocimiento explicativo o com-
Así, pues, en este enfoque, razón y decisión, conocimiento y valores prensivo de los procesos que configuran su dominio y que no presenta
están estrictamente separados entre sí. E l interés y la inclinación son expul- postulaciones normativas para la acción. Lo que sí debe discutirse, y se ha
sados de la ciencia. O son apartados, al menos, cuando no responden a lo discutido efectivamente, es el concepto positivista de la ciencia, en particu-
que se establece como racionalidad científica. Es el caso de Popper, por lar cuando es aplicado al análisis de las ciencias sociales. En este terreno,
ejemplo, cuando exige "como una las tareas más significativas de la crítica otros autores han revelado no sólo lo inapropiado de una concepción se-
científicaj la desvelación de las confusiones de esferas de valor y la sepa- mejante, porque no describe lo que ocurre históricamente en este campo
ración de cuestiones concernientes a valores puramente científicos como" la de construcción de conocimiento, sino íambién porque es programáticamente
verdad, la relevancia, la sencillez, etc., de problemas extracientíficos".' Los limitante, porque amputa desarrollos ya realizados y obstaculiza concrecio-
dominios del ser y del deber ser se diferencianrigurosamente.Y el campo nes posibles de los conocimientos acerca de las problemáticas sociales. Si
del deber ser queda librado a la irracionalidad. En su crítica a esta postura, bien ninguna ciencia se limita a reflejar más o menos pasivamente el mundo
Jurgen Habermas sostiene que, a partir de esta concepción de la ciencia, exterior, en las ciencias sociales la neutralidad valorativa es imposible. Es
"cada valor individual aparece como un apelotonamiento de sentido, mar- en la región de construcción del conocimiento acerca de la sociedad y los
cado tan sólo con el estigma de la irracionalidad. A causa de ésta, la pre- procesos sociales donde se advierte más intensa y directamente la importan-
cia de los valores. Gunnar Myrdal asegura que la valoración es parte de la

5. Popper, Karl R., "La lógica de las Ciencias Sociales", en Popper, K. R. Adorno, T.
Dahrendorf y Habermas, J., La lógica de las Ciencias Sociales, México, Grijalbo, 1978, pág. 6. Habermas, Jurgen, Teoría y praxis, Buenos Aires, Sur, 1966, pág. 141.
20. 7. Moore, T. W., ob. cit., pág. 21.
DroÁCnCA DE L A S CIENCIAS SOCIALES Ei'is 11 M( )i ()( ;IA DI; LA DIDÁCTICA DE LAS CIENCIAS soGiaibE* '^i»^*:'^ 31
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ciencia, y que no podemos imaginar ningún conocimiento social "desinte- enunciados d c s c u p i i v . i s y explicativos, sin que el lenguaje prescriptivo.
resado", lo cual no está en contradicción con la búsqueda de racionalidad orientado a la a c c i m i , |)ucda ser puesto en relación lógica con ellos. Popper
en el pensamiento." alerta a los economistas, por ejemplo, para que a través de la crítica "eviten
Nos apoyamos en esta interpretación que enfrenta al neopositivismo, y las infiltraciones noiiiiiiiivas".'" en un sentido semejante al que, a principios
acordamos, pues, en que no hay conocimiento específicamente social ni de este siglo, era soMciuilo por Max Weber desde otra postura epistemológica.
conocimiento en general que pueda ser caracterizado como libre de valores. Según e.ste último, una ciencia empírica, experimental, nunca podría te-
Es por esta razón, y no sólo porque hay un progreso constante de las ciencias ner por tarea el cslablecimiento de normas e ideales para derivar de ellos
por acumulación de conocimientos e invención de nuevas teorías explica- recetas para la praxis. V:\r los fines a la práctica es cosa de la voluntad.
tivas, que las ciencias, y, entre ellas las ciencias sociales, deben construirse De acuerdo con la perspectiva weberiana, la ciencia puede dar el conoci-
y reconstruirse permanentemente. miento, pero "la elección sólo concierne a la persona"." Desvinculadas la
Esta aserción no implica afirmar el relativismo absoluto del conocimien- teoría y la acción, las ciencias deben ubicarse, sin duda, en el campo de la
to científico. La ciencia es un saber público, no es individual y, si bien los teoría. Max Welici no aconsejaba ni pasividad ni indiferencia al científico
valores no pueden estar sujetos a verificación, el desarrollo teórico que los social, pero afirmaba que la ciencia como tal no puede dar valores norma-
sustenta sí puede, y debe, ser validado. Porque los que están en juego no tivos a sus juicios, aiiiu|ue las ciencias sociales hayan nacido históricamente
son los valores individuales sino que se trata de valores socialmente rele- de consideraciones prácticas.
vantes. Y esta relevancia puede, en efecto, ser demostrada. Conocimiento y Este reconociniienio del origen práctico de los problemas que impulsan
valor, lejos de oponerse o de reducirse el uno al otro, se constituyen con- el desarrollo de las ciencias sociales es, como se ve, compartido por Popper
juntamente. E l juicio de valor y la decisión son también el fruto de y por Weber. PCID ambos coinciden en afirmar la necesidad de establecer
procesos cognoscitivos y no sólo nuevas respuestas emocionales e irracio- una clara delimitación entre la teoría científica y la acción.
nales. Exigen, por lo demás, que el sujeto sea consciente de su existencia, Cuando se analiza buena parte de la literatura dedicada al tratamiento de
de sus supuestos y, además, que los someta a reflexión crítica. Deben ser la caracterización epistemológica de la didáctica, es habitual que el punto
problematizados en términos de su objetividad-subjetividad histórica y, por de partida de ese análisis sea la adopción de la concepción de la ciencia que,
ende, de su universalidad. De este modo se puede concluir que un discurso desde diversos marcos teóricos, establece la exigencia de la delimitación de
en el que los valores jueguen un papel fundante no queda necesariamente teoría científica y acción, de teoría científica y valores y de teoría científica
por ello fuera del campo de los discursos científicos. y normatividad.
En la concepción positivista de la ciencia, así como se diferencian y Desde esa perspectiva, la pregunta acerca de si la didáctica (en general
desarticulan los conocimientos y los valores, también se establece una clara o, específicamente, la didáctica de las ciencias sociales) puede asumir el
demarcación entre lo teórico y lo práctico, entre el conocimiento y la ac- carácter de disciplina científica sólo podn'a tener una respuesta negativa. Es
ción, si bien dentro de ese encuadre se puede aceptar, como lo hace Popper evidente que, en tanto saber-hacer, en tanto disciplina de carácter —al menos
(1978), que "serios problemas prácticos, como el de la pobreza, el del anal- parcialmente— normativo y como conocimiento necesariamente impregna-
fabetismo, el de la opresión política y la inseguridad jurídica han constituido do de valores, la didáctica no podría aspirar sino a ser considerada una
importantes puntos de partida de la investigación social".' Estos problemas,
sin embargo, deben ser teorizados, para el neopositivismo, en la forma de
10. Popper, Karl, citado por Luis Angel Rojo, "El método empírico y el conocimiento
económico" en Ensayos de filosofía de la ciencia. Simposio de Burgos, Madrid, Tecnos,
8. Citado por Jerzy Topoisky, Metodología de la historia, Madrid, Cátedra, 1983, pág. 1970, pág. 97.
261. 11. Weber, Max, "La objetividad del conocimiento en las ciencias y en la política social",
9. Popper, Karl, ob. cit., pág. 11. en Solire la teoría en ¡as Ciauias Sociales. Barcelona, ¡971, pág. ¡0.
32 DIDÁCTICA DE LAS CIENCIAS SOCIALES EPISTEMOLOGÍA DE LA DIDÁCTICA DE LAS CIENOAS SOCIALES 3 3

"teoría práctica", no científica. Pero, así como desde otras corrientes mismo análisis que se efectúa de ese proceso debe ser comprendido, y es
epistemológicas, en particular desde la teoría crítica, se recupera para las entendido según Habenmas, como una posible crítica de sí mismo. E l anta-
ciencias sociales la relación esencial de conocimiento y valor, también se gonismo epistemológico de la teoría crítica se manifiesta, de este modo,
propone rearticular los dominios del ser y del deber ser. Frente a aquello, contra el "conformismo positivista" y no contra la investigación científica
que en Popper y en Weber aparecía como necesariamente disociado, rigurosa.
Habermas, por ejemplo, se pregunta: "¿Es que el conocimiento reducido, de El propósito es no quedar atado acríticamente al contexto social. "No se
acuerdo con el planteamiento positivista, a ciencia empírica está desgajado puede separar cognición e interés en la forma de definición del 'objetivis-
realmente de toda vinculación normativa?".'- Una primera cuestión a seña- nio' científico", afirma Habermas. Su presunta separación, ideal de la cien-
lar es que la respuesta de la Escuela de Frankfurt parte de efectuar una cia positiva, sería ilusoria y sólo serviría para ocultar la verdadera relación
distinción entre las ciencias fácticas y los modos de conocimiento en las entre conocimiento e interés. Con conciencia cri'tica, constructora de teoría,
ciencias naturales y en las ciencias sociales. Si Popper mismo ponía en duda apoyada en una ciencia experimental estricta y en una ciencia analítico-
su principio de la "unidad del método"," la Escuela de Frankfurt sostiene descriptiva, el científico social no puede detenerse ante la realidad ni limi-
que lo histórico y lo social no pueden ser comprendidos por la lógica dis- tarse a ella. La crítica y la solución son inseparables. La ciencia no es un
cursiva con categorías sencillas y unánimes, porque lo histórico y social es, fetiche. Tiene estrecha relación con los problemas reales. Como dice Ador-
simultáneamente, contradictorio, determinable, racional, irracional, domina- no, "toda crítica implica una posibilidad de solución".
do por la naturaleza ciega y transmitido por la conciencia. Como vemos, en la teoría crítica, la ciencia social es definida a partir de
Theodor Adorno afirma, por ejemplo, que los datos ya están cualificados. una ruptura con la concepción positivista. El dualismo hechos/decisiones y
Para él, "la anticipación del conjunto estructural constituye el primer paso la contradicción conocer/valorar, característicos del positivismo, son nega-
en la comprensión de la realidad. La teoría tiene que descomponer la con- dos.
sistencia del objeto en un campo de tensión, de lo real y lo posible, puesto Para Horkheimer, por ejemplo, la praxis, como mediación histórico-
que este líltimo no existe sin aquél. La anticipación de la unidad del todo social, afecta tanto al sujeto como al objeto. En Habermas, el nexo teoría-
constituye la premisa inalienable de todo análisis de los fenómenos socia- praxis es tan necesario que el predominio de la praxis desprendida de la
les".'* No se ignora la investigación empírico-analítica en las ciencias so- teoría llevaría según él "a una civilización exclusivamente técnica", civi-
ciales, pero se la usa como materia para la interpretación de cada caso lización peligrosa "por la dicotomía de la conciencia y por la escisión de
concreto. los hombres en dos clases: ingenieros sociales y moradores de hospicios
Al tiempo que se conceptualiza a la sociedad como un proceso histórico, cerrados".'^ Pero, aunque la teoría no deba ser excluyentemente científica,
se concibe cada situación como fruto de un antagonismo dialéctico con otra también debe ser entendida en términos de un vasto concepto de racio-
situación de la que nace y mediante una relación entre teoría y praxis. nalismo en el que confluyen interés y razón. Encontramos en Habermas
Ninguna disciplina puede aislarse de otra y ninguna puede conformarse con que tres son los intereses que dirigen el conocimiento humano: el trabajo
una comprobación empírica y una descripción de los hechos. (la acción técnica), la interacción (acción práctica) y la reflexión (acción
Por lo tanto, en la construcción del conocimiento del proceso social, el emancipatoria). La concepción amplia de totalidad racional radica en la
unidad del hombre. Hay una realidad fundamental, que es la reflexión.
Etica y ciencia se integran.
Desde este punto de vista, entonces, se abre un nuevo camino para el
12. Habermas, Jurgen, "Teoria analítica de la Ciencia y la Dialéctica" en La lógica de análisis del status epistemológico de la didáctica. Si desde una perspectiva
las Ciencias Sociales, ob. cit., pág. 73.'
13. Popper, Karl, citado por Rojo (nota 10), ob. cit., pág. 113 y 114.
14. Mansilla, H. C. F., Introducción a la teoría crítica de la sociedad, Barcelona, Seix
Barral, 1970. 15. Habemias, Jurgen, Teoría y praxis, Buenos Aires, Sur, 1966, pág. 161.
34 DIDÁCTICA DE LAS CIENCIAS SOCIALES EPISTI-MOIOdlA DE LA DIDÁCTICA DE LAS CIENCIAS SOCIALES 35

positivista o neopositivista le es negada la posibilidad de constituirse en una de los docentes y c o n el conocimiento "espontáneo" y las teorías implícitas
disciplina científica por esencia y no por su nivel de desarrollo histórico, acerca de lo social y de la realidad en general, de las que son portadores
hemos visto que, a partir de un nuevo concepto de ciencia social, tomando maestros y alumnos (y que de ninguna manera son "naturales").
la teoría crítica, los obstáculos epistemológicos pueden ser levantados. L a " Varios son los obsiáculos que deben vencerse para que la vigilancia
didáctica puede ocuparse y pre-ocuparse de la práctica pedagógica, estar —la autovigilancia— permita repensar la realidad pedagógica y social en
impregnada de valores elegidos y adoptar una postura nonnativa, sin perder otros términos. F.nire esos obstáculos ocupa un lugar importante el lenguaje
su potencial para construirse como disciplina científica. Pero, para ello, común a lo "esponiáneo" por una parte, y al discurso didáctico científico y
debe encararse su construcción como un programa o conjunto de programas ' sobre los procesos sociales, por la otra. Como afirman Bachelard y luego
a ser realizados. Pues difi'cilmente puedan ser calificadas como científicas Bourdieu, las prenociones y las nociones científicas se confunden en el
todas las producciones incluidas dentro de lo que hoy se denomina discipli- conocimiento de lo social, pero deben ser separadas o diferenciadas, al
na didáctica. Como Durkheim antes lo .señaló, Bourdieu, Chamboredon y menos, aunque ambos tipos de nociones puedan llegar a coexistir en un
Passeron indican más tarde que para hacer sociología científica es necesario mismo sujeto.
"saldar cuentas" con la sociología espontánea. Y lo plantean como un pro- Esta necesidad de diferenciación surge con evidencia cuando se analiza
blema inicial que debe ser resuelto a causa de su decisiva importancia: "la la historia de la didáctica, en la que doxa y episteme se han confundido
vigilancia epistemológica se impone particularmente en el caso de las cien- permanentemente. Los filósofos analíticos hicieron un apone sustancial en
cias del hombre, en las que la separación entre la opinión común y el este sentido, que podríamos denominar "sanitario". Sus trabajos de denun-
discurso científico es más imprecisa que en otros casos [...] la familiaridad cia sobre el empleo de lemas pedagógicos en el discurso de la disciplina
con el universo social constituye el obstáculo epistemológico por excelencia brindaron un instrumento de gran valor para el ejercicio de una de las
para el sociólogo [...]."' suertes de "vigilancia epistemológica" aplicables a los nuevos desarrollos
Dice Bachelard que "nada se da, todo se construye"," y esta afirmación de la didáctica.
vale tanto para quienes ya son portadores del espíritu científico y asumen, Si ellos exigen hoy un empleo sistemático de los resultados de la inves-
en consecuencia, la tarea de construir la ciencia, como para quienes son tigación psicológica, sociológica, antropológica, cultural y lingüística, es
sujetos de la enseñanza y del aprendizaje y deben formar o ser formados en igualmente manifiesto que se está comenzando a cubrir un número impor-
ese espíritu. Se construye el conocimiento, se construyen las teorías cien- tante de campos que .se incluyen en la teon'a de la enseñanza, con investi-
tíficas, se construye el mundo, se "inventa". Pero todo ello, si no ha de ser gación encarada desde una perspectiva específicamente didáctica.
una impostura,'* ha de hacerse con cuidado, con arreglo a ciertas reglas, Hasta aquí, pues, desde la definición que asumimos de la ciencia y, en
pautas o principios. particular, de las ciencias sociales, la didáctica podn'a ser aceptada como
Así como el sociólogo debe romper con la "sociología espontánea", la disciplina científica y, en particular, como una ciencia social. Pensamos que
didáctica debe proceder a una doble ruptura: con la "didáctica espontánea" cuenta con suficientes condiciones de validación y justificación de los co-
nocimientos y las normas que ofrece, o podría ofrecer, para la configuración
de la práctica pedagógica y para la mejor comprensión de ésta.
Claro es que plantear de esta manera el carácter epistemológico del dis-
16. Bourdieu, P., Chamboredon, J. C. y Passeron, J. C , El oficio de sociólogo. Presu- curso didáctico, implica desterrar a la didáctica del paraíso artesanal en el
puestos epistemológicos, México, Siglo X X I , 1986, pág. 27. que creció durante siglos.
17. Bachelard, G., Epistemología, Barcelona, Anagrama, 1989, pág. 189. Primero el conductismo, y luego los enfoques cognitivos y, entre ellos,
18. Foucault, Michel, Las palabras y las cosas, México, Siglo X X I , 1986, pág. 354. especialmente, los que toman como eje la construcción de significados,
Según Foucault, hablar de ciencias del hombre es un puro abuso del lenguaje. No son
plantean la imprescindibilidad de que la didáctica se constituya en un do-
ciencias, pero tampoco falsas ciencias; son configuraciones epistemológicas que pertenecen,
sin embargo, al dominio positivo del saber —son casi ciencias. minio del saber apoyado en el aporte riguroso de disciplinas científicas.
DIDÁCTICA DE LAS CIENCIAS SOCIALES EPISTEMOLOGÍA DE LA DIDÁCTICA DE LAS CIENCIAS SOCIALES 37.
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Pero uno y otro programa de investigación científica definen a la ciencia de cualquiera de los niveles en que éste se realice: el de los sabios, el de los
distinta manera y también a la didáctica. E l programa que podría ser com- docentes o el de los alumnos.
patible con la afirmación de que la propia didáctica puede constituirse en La ampliación de los horizontes espaciales y temporales es un requerí-T
una disciplina científica, contraponiéndose, sin embargo, a la perspectiva miento de altísima importancia cultural para todos ellos, ya que superar el
positivista del conductismo, que la interpreta como tecnología y no como antropocentrismo, el etnocentrismo y el localismo es requisito para la
ciencia, es el que podríamos denominar "programa científico de una didáctica construcción del conocimiento científico y para la construcción de una
sociedad igualitaria, justa y solidaria. Es fácil percibir cuántas de las dispu-J
centrada en los significados". Entendida de acuerdo con ese programa de
tas metodológicas o de las controversias en tomo de la cuestión de la se-
trabajo, se podría definir a la didáctica, al menos potencialmente, como una
lección de los contenidos para el currículo escolar han surgido de posturas
ciencia social, estructurada en tomo de algunos supuestos básicos, hipótesis
seudocientíficas en las que, hasta en posiciones presuntamente objetivas, no
y conceptos comunes a más de una teoría científica y centrada en una
se hacía más que ocultar el etnocentrismo de historiadores y geógrafos o,
peculiar definición de su objeto de conocimiento y acción: la enseñanza
de modo similar, de profesores de historia o geografía. E l concepto de
como proceso mediante el cual docentes y alumnos no sólo adquieren "trascendencia" con respecto a la situación, que tiene tanto peso en la di-
algunos tipos de conocimiento sin calificar sino como actividad que dáctica bruneriana, por ejemplo, expresa con claridad esta meta del trabajo
tiene como propósito principal la construcción de conocimientos con intelectual.
significado.
Entendemos que el aceptar este principio como eje implica su adopción"'
para los dos niveles, el de la construcción de la ciencia y el de la teoría de
I . A DIDACTICA DE LAS CIENOAS SOCIALES COMO CIENCIA SOCIAL
su enseñanza. Si las ciencias sociales exigen un compromiso que rompe l o s '
límites de los intereses personales o locales, siempre pequeños y parciales,
Postular el carácter epistemológico isomórfico de la teoría de la enseñanza y por ello, mezquinos, la universalidad de la humanidad como noción esen-
(le las ciencias sociales en relación con el contenido específico de cuya cial también es meta fundamental de la enseñanza de las ciencias sociales. •
enseñanza trata, permite comprender los problemas que se plantean a didactas Estas ciencias procuran, igualmente, acrecentar la capacidad de compren-
y docentes y explicar las muchas dificultades que presenta su resolución. AI sión/explicación de los procesos sociales. Para ello, deben plantear y resol- ;
mismo tiempo que, como base teórica, nos brinda una fértil orientación, útil ver, empleando conceptos utilizados desde Windelband hasta Piaget, la
relación a establecer entre el pensamiento acerca de lo general, nomotético,
para la búsqueda de soluciones en los niveles teórico-práctico y práctico
ya que permitirá formular leyes, y la conceptualización de lo individual,
relacionados con la didáctica.
idiográfico, que toma en cuenta sólo lo propio y único de cada proceso
Desde este enfoque, construir una ciencia social y una teoría acerca de
social.
cómo debe ser enseñada son tareas que se enmarcan en problemáticas
epistemológicas similares. Entre estas problemáticas se destacan, por ejem- Al caracterizar a la historia, F. Braudel afirma que " [...] la historia no
plo, la necesidad de garantizar la ampliación de los horizontes espaciales y consiste únicamente en la diferencia, en lo singular, en lo inédito, en lo que
temporales de sabios, docentes y alumnos; de resolver las complejas rela- no se ha de repetir. Y , además, lo inédito nunca es perfectamente inédito.
ciones entre el pensamiento nomotético y el jjensamiento idiográfico, o las Cohabita con lo repetido o con lo regular"." Este problema que se propone
relaciones entre la objetividad y la subjetividad tanto del sujeto cognoscente resolver Braudel con respecto a la clásica categorización de la historia como
como de la comunidad científica, docente o escolar a la que aquél ciencia idiográfica, ¿no es semejante a las dos cuestiones que, en planos
pertenece.También debe resolver la vinculación entre la teoría y la acción
intelectual o práctica. Otro problema que es menester considerar es el que
plantea la aceptación del carácter inevitable de la existencia del conflicto
conceptual como punto de partida, trayecto y meta del trabajo intelectual en 19. Braudel, Femand, La historia y las ciencias sociales, Madrid, Alianza, 1963, pág. 112.
DIDÁCTICA DE LAS CIENCIAS SOCIALES EPISTEMOLOGÍA DE LA DIDÁCTICA DE LAS CIENCIAS SOCIALES 39
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distintos, deben resolver didactas y docentes al construir, unos, una teoría Como teoría juega, simultáneamente, y como lo afirmaba Braudel para
de la enseñanza, y al adoptaría y llevaría a la práctica los otros? la historia, con lo general y con lo único e irrepetible. Pero lo general tiene
¿No ocurre algo similar con las siguientes dos afirmaciones del mismo aquí un papel particular, dado el carácter normativo de la didáctica. Para
autor?: " [ . . . ] el viejo oficio de historiador no cesa de retoñar y reflorecer entender este pumo, es útil el análisis que hace Charíes Taylor de la teoría
en nuestras manos [...]".-" Didactas y docentes pueden hacer idéntica aser- social. Según Taylor, la validación de una teon'a social no se hace "median-
ción en relación con su tarea y, más aún, con Braudel, pueden sostener que te la comparación con un ámbito de objetos independiente. Aquí la confir-
"las respuestas de los grandes historiadores del pasado ya no responderían mación tiene en cuenta el modo como la teoría configura la práctica"." La
a nuestras preguntas".-' También aquí lo que se dice de la historia se puede didáctica, como teoría social, configura la práctica y se valida para ella.
predicar de la didáctica. Pero, a diferencia de la historia, en la didáctica, los Pero no sólo en términos de la eficacia y eficiencia de los medios cuyo uso
preconiza sino también, y fundamentalmente, en relación con el valor de los
procesos metodológicos del comprender/explicar se enmarcan en lo que
fines que presiden la elección de los medios. Siendo normativa, tiene que
Max Weber hubiera denominado "ciencia dogmática", ya que no se trata de
dar cuenta y orientarse hacia lo general y repetible, pero la naturaleza del
encontrar el sentido "objetivamente justo" o "verdadero" metafísicamente
acto pedagógico no pennite obviar lo que tiene de único e irrepetible. E l
fundado. Lo que se busca construir en la didáctica es el sentido "justo" y
pensamiento nomotético y el pensamiento idiográfico reclaman ambos su
"válido", tarea que comparte con la jurisprudencia, la lógica y la ética,
participación y requieren ser articulados en los procesos de comprensión/
según la caracterización que hace Max Weber de esas ciencias.
explicación y de definición normativa de la disciplina.
' L a acción didáctica es una acción con sentido, orientada a fines, y la
didáctica se ocupa no sólo de la investigación empírica con el propósito de Desde esa misma perspectiva se puede resolver la articulación objetivi-
establecer su racionalidad, sino también de prescribir los fines cuyo logro dad/subjetividad del sujeto cognoscente (docente o alumno) en una didáctica
es deseable y los medios más apropiados para alcanzarlos. Para ello no es de las ciencias .sociales. Si no es posible sostener la neutralidad valorativa
suficiente una aprehensión intuitiva o empírica del sentido. Es fundamental de las ciencias que constituyen el contenido por enseñar, tampoco es posible
construir la norma a partir de una racionalidad explicativa. afirmarla para la teoría de su enseñanza, lo cual no excluye la exigencia de
rigor conceptual ni instala la disciplina en el reino de lo caprichoso, con-
Por ello, comprender la relación causal de los procesos de enseñanza y
vencional o sólo individualmente válido.
aprendizaje supone explicarios conceptualmente, para lo cual se hace nece-
sario estructurar, en un marco teórico integrado, los aportes de las diferentes La negación de la neutralidad valorativa también implica la negación de
ciencias que se han ocupado específicamente de estudiar esos procesos o la búsqueda del consenso teórico en los enfoques didácticos o en los con-
tenidos enseñados.
que trabajan con objetos próximos que contienen, se intersectan o están
incluidos en los procesos que la didáctica estudia y construye. Michael. Apple hace un importante análisis de la exclusión del tema del
La teoría didáctica, por lo tanto, no es autónoma. Es una teoría de encru- conflicto en las ciencias como contenido curricular. Este escamoteo condu-
cijada, en la que confluyen aportes de todas las ciencias sociales y también ce al estudiante a varias suposiciones tácitas: la ciencia está compuesta por
de otras ciencias como, por ejemplo, las biológicas. Los aportes, sin embar- verdades que cuentan con el consenso de todos los científicos; otros (los
go, aunque imprescindibles, son leídos desde el objeto de la didáctica, la científicos) son los únicos que construyen el conocimiento legítimo; el
enseñanza, por lo que la disciplina conser/a su identidad propia. conflicto es intrínsecamente malo; la lógica válida para la ciencia es la
lógica reconstruida luego de la aceptación de los nuevos conocimientos por
la totalidad de la comunidad científica. Las luchas intelectuales e interper-

20. Idem, pág. 2!. 22. Taylor, Charles, "La teoría social como práctica" (fragmento), en J. M. Mardones:
21. Idem, pág. 24. Filosofía de ¡as Ciencias Humanas v Sociales, Barcelona. Anthropos, 1991, pág. 310.
40 DIDÁCTICA DE LAS CIENCIAS SOCIALES
EPISTEMOLOGÍA DE LA DIDÁCTICA DE LAS CIENCIAS SOCIALES 41
sonales a través de las cuales se ha construido la ciencia se ignoran o se
misma una forma de la práctica social, es ún camino abierto a docentes y
ocultan. L a ciencia, por lo tanto, se cosifica. "Se presenta a los niños una
alumnos para la construcción y la restauración de los significados sociales
teon'a del consenso en la ciencia"P Así se expresa, y se genera, el miedo
en una y diversas sociedades y con una y diferentes miradas. Para ello
a la controversia.
deben utilizar las que Bruner denomina "poderosas herramientas de inter-
Sin embargo, la controversia es inherente al progreso científico e, igual-
pretación". No existe una única explicación causal del hombre, la sociedad
mente, al aprendizaje de las ciencias. Y más aún, en el dominio de las
y la cultura. "En última instancia —escribe Bruner— ni siquiera las expli-"
ciencias sociales, donde no existe y, quizá, nunca pueda existir teoría,
caciones causales más poderosas de la condición humana pueden tener sentido
paradigma o programa de investigación científica que puedan considerarse
y plausibilidad sin ser interpretadas a la luz del mundo simbólico que cons-
hegeinónicos. La didáctica de las ciencias sociales no puede construir sobre
tituye la cultura humana".-" Una cultura en la que, a través de "prolongados i
la arena como si construyera sobre la roca.-"* Pero tiene que construir sus
e intrincados procesos de construcción y negociación" de significados, se
pilares teóricos y, para ello, el planteo de los distintos aspectos críticos de
instituye la noción de "realidad social", de carácter público y comunitario
su status epistemológico resulta indispensable.
que sirve de base para que "la gente organice su experiencia, conocimiento
Pero si el planteo del problema ha sido una constante en la didáctica
y transacciones relativos al mundo social"." La enseñanza de las ciencias
desde su constitución oficial como disciplina en la Didáctica Magna de
sociales es una forma privilegiada de intervención en ese proceso, que debe
Comenio, las respuestas a ese problema habrán de variar necesariamente
dar paso a la ruptura epistemológica necesaria para la conquista de un
según las circunstancias históricas y el proyecto educativo en el que se
conocimiento científico de la propia realidad y de los procesos sociales en
contextualicen. Y , en este caso, esas respuestas serán constitutivas, a la vez,
lo que se instituye y a los que ella instituye a su vez.
del discurso didáctico y de los contenidos de cuya enseñanza se habrá de
ocupar la teoría.
Como dice Castoriadis, "todas las sociedades hasta ahora han intentado
dar una respuesta a unas cuantas preguntas fundamentales. [La sociedad
define] su identidad, su articulación, el mundo, sus relaciones con él y con
los objetos que contiene, sus necesidades y sus deseos [...]. Las preguntas
no se plantean previamente a las respuestas. La sociedad se va constituyen-
do al hacer surgir, en su vida, en su actividad, una respuesta de hecho a
estas preguntas".-'
Para Castoriadis, como para Habenmas, los actos y los objetos sociales
sólo pueden ser definidos o aprehendidos mediante la comprensión de la
orientación global del hacer social, ya que el hacer y su dimensión signi-
ficativa son indisociables.
Una didáctica de las ciencias sociales que, en tanto teoría social es ella

23. Apple, Michael, Ideología y currículo, Madrid, Akal, 1986, pág. 119.
24. Veca, Salvatore, "Modos de la razón", en Aldo Gargani (comp.). Crisis de la Razón,
México, Siglo XXI, 1986, pág. 257.
25. Castoriadis, Comelius, "La institución imaginaria de la sociedad", en Eduardo Co-
26. Bruner, Jerome, Actos de significado, Madrid, Alianza, 1990 pág 133
lombo: El imaginario social, Montevideo, Tupac-Nordan, 1989. 27. Idem, pág. 49.
LA HISTORIA: REFLEXIÓN Y COMPROMISO 43

Sin embargo, la demanda y el interés crecientes que despiertan las expli-


caciones que la historia ofrece a la sociedad chocan, a menudo, con la
indiferencia y el desinterés que muestran, en general, los alumnos por los
contenidos históricos que se enseñan en la escuela. Contenidos que suelen
referirse principalmente al pasado más lejano, el que menos relación tiene
con el presente, con la cotidianidad de los alumnos, con la historia actual.
CAPÍTULO I I Entre las diversas causas que pueden explicar el extendido desinterés de los
alumnos por la historia, en este capítulo sólo abordaremos aquellas que de-
L A HISTORIA: UNA R E F L E X I O N SOBRE E L PASADO. rivan de la selección de contenidos y del modo de presentarlos en la escuela.
UN COMPROMISO CON E L FUTURO "~ ¿Para qué estudiamos historia? ¿Para qué sirve la historia? ¿Qué relación
existe entre ese pasado muerto que aparece en los libros de texto y nuestro
presente vivo? Seguramente éstas son algunas de las preguntas que están
Silvia Gojman implícitas en la actitud de desinterés —e incluso de rechazo— que mani-
fiestan los alumnos hacia esta disciplina.
INTRODUCCIÓN Frente a listas de datos, fechas, acontecimientos y nombres, y sin conocer
los criterios a partir de los cuales fueron seleccionados, a los docentes se
Sabemos lo que la vieja historia tradicional, que se ttos enseñó nos plantean algunas preguntas: ¿por qué fueron elegidos éstos y no otros?
a nosotros, tiene de tnalo, y la hemos sometido a una crítica ¿Cuáles fueron los criterios que guiaron al historiador para hacer esta selec-
despiadada y convincente. Pero no resulta tan fácil decidir ción? Para reconstruir el relato y explicar lo acontecido, ¿es indiferente
cómo ha de ser la "mieva", que ocupe su lugar... Cotistruir elegir unos u otros?
esta "nueva" historia es algo que no se logrará como resultado Un ejemplo nos ayudará a comprender esta problemática: la Semana de
inmediato de una conversión, moral o metodológica, a nuevas Mayo, tema del currículo de Historia.
y más progresivas concepciones, sino que exigirá un largo tra-
bajo colectivo de elaboración, tanteo, rectificación y enrique- 14 de mayo: Llega a Buenos Aires la noticia de la ocupación de Anda-
cimiento. La tarea es dura, pero merece la pena hacerla. Por- lucía, la caída de Cádiz y el establecimiento de un Consejo de Regencia en
que sólo así se podrá conseguir que ¡a enseñanza de la Imtoria las islas de León. Se considera perdida a España.
18 de mayo: Cisneros redacta una proclama que informa al pueblo sobre
se convierta en instrumento de reflexión crítica que ayude al
estos hechos.
estudiante a comprender mejor la sociedad en que vive.
20 de mayo: El síndico Leiva propone al virrey Cisneros que convoque
J o s E P F O N T A N A , "Para una renovación en la enseñanza de la a Cabildo abierto.
historia". Cuadernos de Pedagogía, n- W, noviembre de 1975. 22 de mayo: Se reúne el Cabildo abierto. De las 450 invitaciones envia-
das sólo fueron aceptadas 250.
23 de mayo: El Cabildo ofrece una solución: la conformación de una
Nunca c o m o en los últimos tiempos se han escrito, editado y comprado junta integrada por dos españoles, dos criollos, y como presidente, el virrey.
tantos libros de historia. Los periódicos y revistas dedican espacio en sus 24 de mayo: Renuncian los dos criollos a la junta.
páginas a reproducir reportajes o artículos escritos por historiadores reco- 25 de mayo: Se nombra la nueva Junta de Gobierno integrada por Cor-
nocidos. Sus opiniones son leídas con atención por un público cada vez más nelio Saavedra, como presidente, Mariano Moreno y Juan José Paso, secre-
tarios, y los vocales Juan José Castelli, Manuel Belgrano, Miguel de Azcué-
amplio. La televisión y la radio, las ediciones populares, los fascículos,
naga, Manuel Aiberti, Juan Larrea y Domingo Matheu.
posibilitan también la difusión de sus reflexiones.
DlDÁtniCA DE LAS CIENCIAS S O C L \ L E S LA HISTORIA: REFLEXIÓN Y COMPROMISO 45
44

Este listado enumera los acontecimientos que ocurrieron durante esos ~ ¿Cómo reconstruir los hechos del pasado? ¿Cómo comprender los fenó-
días. Si nuestro objetivo es que los alumnos comprendan qué es una revo- menos sociales pasados y presentes? Es a partir de preguntas, problemas y
lución, qué fue la Revolución de Mayo, por qué se produjo, quiénes la explicaciones como los historiadores logran organizar y jerarquizar la va-
promovieron, qué conflictos se plantearon, si hubo o no participación po- riada y heterogénea información con que cuentan. Sin embargo, esta in-
pular, cuál es la relación entre la Revolución y el presente, etcétera, es formación no tiene valor explicativo sin una teoría, sin un marco conceptual
que le dé sentido. En otras palabras, la concepción histórica que posee el
evidente que con esos datos no lograrán explicar ese proceso ni responder
historiador y los marcos conceptuales con los que trabaja funcionan como
a estas preguntas.'
organizadores de la información, ayudan a jerarquizada y a encontrar las
Seguramente, las preguntas formuladas anteriormente —entre muchas
generalizaciones necesarias para alcanzar la comprensión de los fenómenos.
otras posibles— son las que se hacen los historiadores que estudian este
período partiendo de otras visiones históricas. Las diferentes respuestas Que los alumnos comprendan la Semana de Mayo implica que también
ellos puedan preguntar y obtener respuestas, y en el entramado de las pre-
surgen de las distintas interpretaciones que cada uno de ellos hace de los
guntas y respuestas construyan su propia explicación de los hechos, del
hechos conocidos.
proceso histórico.
Ahora bien, ¿por qué no acompañar la crónica de los hechos de la Se-
Lucien Febvre (1970) afirma: "Elaborar un hecho es construir. Es dar
mana de Mayo con estas preguntas? ¿Por qué no explicitar las diferentes
soluciones a un problema, si se quiere. Y si no hay problema no hay
visiones? ¿Por qué no reconstruir los criterios a partir de los cuales los
nada", y Jacques Le Goff (1991): "No hay hecho o hecho histórico sino
historiadores formulan preguntas, problematizan la realidad, encuentran dentro de una historia-problema".
explicaciones? ¿Por qué no pedir a los alumnos que ellos también den su
Conocer y comprender la Revolución de Mayo significa también que los
propia interpretación de los hechos?
alumnos modifiquen y amplíen sus ideas sobre qué es una revolución como
Según nuestro ejemplo, podemos pensar que la pregunta implícita que
proceso social de cambio, que descubran las relaciones y articulaciones
antecede a aquel listado es: ¿qué sucedió entre el 18 y el 25 de mayo de existentes entre los hechos, que construyan nuevas relaciones y que con-
1810? La enumeración de acontecimientos es el criterio con el cual se fronten sus propias hipótesis con los datos y la información que obtengan.
pensaron los sucesos de esta semana: un criterio cronológico y descriptivo Es, sin duda, tarea de la didáctica y de la psicología del aprendizaje
de los acontecimientos. analizar qué pueden comprender los niños de estos procesos y cuál es el
Pero también sabemos que junto al qué y al cómo, la pregunta que debe modo más adecuado de trabajo en el aula.
plantear la historia es por qué ocurrieron determinados hechos. Para que el En este capítulo nos limitaremos a mostrar, en primer lugar, cuál es el
relato de la historia nos acerque a algunas respuestas más explicativas, ¿a recorrido histórico, y algunos de los problemas y discusiones que constitu-
qué información y a qué datos apelar, a qué fuentes recurrir, qué preguntas yen a la historia como ciencia. En segundo lugar, cuáles son los fundamen-
realizar? tos de una nueva concepción de la historia que, tal como lo expresa José
La realidad social es compleja, contradictoria, difícil de aprehender, y los Luis Romero (1988), estudia el pasado no como algo muerto sino como
dentistas sociales, entre los cuales se encuentran los historiadores, constru- "vida vivida, la que sigue viviendo en el presente de cada uno".
yen diversas explicaciones a partir de las distintas concepciones que tienen Pensamos poder contribuir al debate y al intercambio de algunos de estos
acerca de la historia y de su sentido. temas que preocupan a los docentes. Nuestro objetivo es aportar ideas acer-
ca de la historia que enseñamos, la que queremos enseñar, y reflexionar
1. Esta manera de presentar los hechos históricos deriva de un modelo curricular que se acerca del "para qué" enseñamos la historia en la escuela.
materializa en la mayoría de los libros de texto. Es importante aclarar que existen, sin
embargo, textos y experiencias docentes en el aula basados en nuevos enfoques. Son aún
pocos y no están generalizados, pero muestran el esfuerzo de muchos docentes y el aporte
de los especialistas.
46 DIDÁCTICA DE LAS CIENCIAS SOCIALES LA HISTORIA: REFLEXIÓN Y COMPROMISO 47

LA HISTORIA COMO CIENCIA: UN LARGO CAMINO Las sociedades americanas, cerradas en sí mismas, recibieron el impacto de
un acontecimiento externo: la conquista.
La mayoría de los historiadores occidentales estudiaron y registraron
a) ¿Qué es la historia? estos acontecimientos desde la perspectiva de los conquistadores, de los
vencedores. Pero existe otra mirada sobre estos hechos, otro registro para
Desde siempre ios iiombres necesitaron reflexionar sobre su pasado y la memoria de los hombres: la que realizaron los indígenas sobre la ruina
reconstruir una memoria de sí mismos. Primero fueron los ancianos, los de sus civilizaciones. ¿Cómo relataron y explicaron la derrota?
sabios y los sacerdotes, y luego los historiadores quienes contaron y escri- Una misma historia, pero diferentes interpretaciones. Un conjunto de
bieron sobre el pasado: a través de mitos, crónicas y biografías elaboraron hechos y situaciones mirados y registrados desde dos miradas distintas: la
un saber histórico destinado a legitimar situaciones y reafirmar identidades. de los vencedores y la de los derrotados.
Enrique Florescano (1980) reflexiona: .

b) ¿Cuál es el objeto de la historia?


La reconstrucción parcial y pragmática del pasado es tan antigua como la
historia del hombre y se ha prolongado hasta los tiempos más recientes. Asume Definir una ciencia es, ante todo, definir el objeto cuyo conocimiento
todas las formas de identificación, de explicación de los orígenes, de legitima- quiere alcanzar. Durante siglos, la historia fue considerada el relato de los
ción del orden establecido, de darle sentido a la vida de los individuos y las hechos del pasado. Esta concepción, hoy en crisis no totalmente superada,
naciones, de inculcar ejemplos morales, de sancionar la dominación de unos limitaba este relato a los acontecimientos de la vida política: la vida gloriosa
hombres sobre otros, de fundar el presente y ordenar el futuro inmediato.
de los "grandes hombres", las guerras, las leyes, las instituciones. Desde el
Renacimiento, pero sobre todo durante el siglo X V I I I , comenzó a ampliarse
el objeto de conocimiento de la historia. La reconstrucción histórica siguió
Después de esta larga cita, cabe una pregunta: ¿qué es la historia? Co-
marcada por un fuerte sentido pragmático y político, pero las preguntas que
mencemos por definirla. No es una tarea fácil, porque la palabra "historia" comenzaron a hacerse los historiadores cambiaron: la historia comienza a
tiene múltiples acepciones. Tal com.o lo plantea Pierre Vilar (1980): "His- ser la lección de donde se sacan enseñanzas políticas.
toria designa a la vez el conocimiento de una materia y la materia de ese En el siglo X V I I I , para Voltaire
conocimiento".
Es decir que el concepto historia incluye la realidad histórica tal y como
objetivamente aconteció y el conocimiento histórico, o sea la ciencia que [La historia] tratará de averiguar cuáles han sido el vicio radical y la virtud
pretende develar la realidad histórica mediante el trabajo del historiador. dominante de una nación; por qué ha sido poderosa o débil en el mar; cómo
La importancia de la aclaración anterior reside en el hecho de que la y hasta qué punto se ha enriquecido desde hace un siglo; los registros de las
realidad histórica no siempre se corresponde con el producto del conoci- exportaciones pueden decírnoslo. Querrá saber cómo se han establecido las
miento histórico. Podemos afirmar que así como existió una historia de la artes, las manufacturas; las seguirá en su paso y en su vuelta de un país a
Revolución de Mayo, de la Argentina o de América, existen miíltiples y otro. En fin, los cambios en las costumbres y en las leyes serán su gran tema.
muchas veces divergentes historias de cada revolución, de cada país o de Se sabría así la historia de los hombres en vez de conocer una pequeña parte
cada continente, porque en las ciencias sociales, el conocimiento tiene muchas de ¡a historia de los reyes y de las cortes.
versiones y múltiples perspectivas, ya que la historia de la humanidad está
hecha por una gran diversidad de hombres y sociedades.
Un ejemplo en este sentido es la historia del descubrimiento de América. Los autores de la Ilustración no sólo querían conocer los hechos y des-
cribirios: querían comprender el sentido de la evolución de la humanidad y
48 D I I M C m C A DE LAS CIENCIAS SOCIALES LA HISTORIA: REFLEXIÓN Y COMPROMISO 49

de sus cambios, ai mismo tiempo que explicar por qué se desarrollaban y c) ¿Quién es el sujeto de la historia?
decaían pueblos y civilizaciones.
Pero es sólo en el siglo X I X cuando los historiadores comienzan a re- En ninguna etapa de la historia, ni aun en las más antiguas y primitivas,
flexionar sistemáticamente acerca de las causas de los hechos históricos, de el hombre se encontraba aislado, al margen de la sociedad, fuera de algún
grupo social.
cuándo, dónde y cómo ocurrieron. Es la escuela histórica del positivismo la
que aporta rigurosidad al conocimiento erudito y crítico de las fuentes de Sin embargo, no siempre los hombres, los hombres en sociedad, fueron
la historia. considerados los protagonistas de la historia. Tradicionalmente, la historia
Sin embargo, ni la erudición por sí misma ni el estudio aislado de los se ocupó de los hombres importantes, los grandes hombres, los personajes,
y explicaba sus acciones y comportamientos a partir de las ambiciones de
hechos, aunque éste fuera "de la mayor cantidad posible de hechos", como
poder, de la honradez o la crueldad que los movían.
afirmaban los positivistas, pudieron evitar el estancamiento de la historia.
Este se debió, fundamentalmente, a la negativa de estos historiadores a La historiografía romántica del siglo X I X construyó un nuevo sujeto: el
pueblo o la nación. Este constituía un conjunto social homogéneo, con
incorporar aspectos teóricos, interpretativos o valorativos a las explicacio-
raíces profundas en la tradición y en el pasado, y con muy pocos cambios
nes históricas. Para ellos la .historia era sólo la sistematización y organiza-
en su conformación a través del tiempo.
ción de los datos obtenidos en los documentos y la inclusión de aspectos
Es así como, junto al individuo, al "gran hombre", la historia comenzó
teóricos e interpretativos oscurecía e interfería en el carácter "objetivo" que
a observar cómo la evolución de cada sociedad era producto del espíritu o
debía tener para ellos la historia.
"alma colectiva" de cada pueblo, que se manifestaba en el lenguaje, la
Fue necesario recorrer un largo camino de discusiones y polémicas, para
literatura, las costumbres.
que en las primeras décadas del siglo X X empezara a modificarse profun-
En la segunda mitad del siglo X I X , con el predominio de la corriente
damente el objeto de la ciencia histórica. Con el aporte de la escuela fran-
histórica del positivismo, se volvió nuevamente a una historia de los hechos
cesa de los Annales (a partir de 1929), la historia comenzó a ocuparse de
políticos, y los historiadores volcaron su atención en los hechos individua-
los hombres en sociedad, y a ser definida como les: e] "héroe" ocupó nuevamente un lugar de privilegio en la historia.
Es en el siglo X X cuando la historia, en contacto con otras ciencias
el estudio científicamente elaborado de las diversas actividades y de las sociales, comenzó a pensar en términos de sujetos colectivos:, las comuni-
diversas creaciones de los hombres de otros tiempos, captados en su fecha, dades, los estamentos, los grupos, las clases sociales, en permanente cambio
en el marco de sociedades extremadamente variadas y, sin embargo, com- y atravesados por diversos conflictos.
parables unas a otras [...]; actividades y creaciones coíi las que cubrieron la El hombre es el sujeto de la historia, en la medida en que junto a otros
superficie de la Tien-a y la sucesión de las edades (Febvre, 1970). hombres forma grupos sociales que constituyen una sociedad. Sin embargo,
el individuo que "ha pasado a la historia" existe y muchas veces ha desem-
peñado un papel importante: nadie puede negar el protagonismo de
Esta historia, conocida con el nombre de "historia social", comenzó a Cariomagno, Newton o San Martín, para citar sólo algunos ejemplos.
globalizar en un único objeto de estudio todas las manifestaciones y reali- Ambos tipos de acciones, las protagonizadas por individuos o las que
zaciones humanas. Se iniciaba así el proceso de formulación de una "his- llevan a cabo los diferentes grupos humanos, son importantes para com-
toria total" cuyo objeto privilegiado de estudio será el análisis de las so- prender una sociedad. Como lo señala Josep Fontana (1974), los grupos
ciedades y la dinámica del cambio social. (Esta concepción de la historia se sociales y los individuos "son como la marea y las olas, que explican
desarrolla en la segunda parte del capítulo.) conjuntamente el avance del agua del mar tierra adentro".
50 DIDÁCTICA DE LAS CIENCIAS SOCIALES
LA HISTORIA: REFLEXIÓN Y COMPROMISO 51
d) Las teorías de la historia
mayores grados de con.sen.so, en un proceso en espiral en el que el cono-
cimiento se contrasta permanentemente con la realidad.
¿Qué se entiende por teoría cuando hablamos de l í historia? En la ma-
yoría de los casos, las teorías de la historia establecen, explícita o implíci- En la actualidad, la mayoría de los historiadores reconoce la necesidad
de seleccionar los datos que fundamentarán su trabajo de reconstrucción
tamente, principios generales según los cuales se intenta explicar la evolu-
histórica.
ción de la humanidad, sus permanencias, sus cambios, sus transformacio-
Pero más importante aún es reconocer que los criterios utilizados para la
nes, sus avances y retrocesos. A través de un conjunto de ejemplos creemos
selección de datos dependen de los marcos teóricos que sustentan las hipó-
poder demostrar la importancia de las teorías en la construcción de la his-
tesis que ellos elaboran y pretenden verificar.
toria.
Al mi.smo tiempo, intervienen en dicho proceso de selección su pro-.
San Agustín, al elaborar una teoría de la voluntad divina, afirmó que toda
pia subjetividad, sus valores, sus expectativas, sin perder por ello la
la historia de la humanidad era la consecuencia directa de una sola causa:
tarea histórica su carácter científico. Más aún, cuanto mayor es la
la voluntad de Dios. Participó así de la construcción de una concepción conciencia que el historiador tiene de la presencia de estos elementos,
teológica de la historia. mayor es su posibilidad de controlar la pertinencia y confiabilidad de sus
En el siglo X V I I I , algunos pensadores y filósofos franceses buscaron en explicaciones.
los factores geográficos, en especial en el clima, las explicaciones acerca de
En consecuencia, en el proceso de selección de los datos convertirán a
la evolución de las sociedades. Elaboraron así los principios de una concep-
algunos en hechos históricos, al mismo tiempo que rechazarán otros, que
ción determinista —desde el punto de vista natural— de la historia. según su criterio no son significativos. Es en este sentido que Edward Carr
En el mismo siglo, en Inglaterra, la llamada escuela histórica escocesa (1973) afirma que
afirmaba que la historia era una progresión continua de los recursos econó-
micos de la humanidad hacia el logro de la felicidad. Esta escuela elaboró
así una teoría histórica basada en el progreso económico de las sociedades.
los llamados datos b á s i c o s , que son los mismos para todos los historiadores,
Un siglo más tarde, Marx enunciaba la teoría según la cual "la historia m á s bien suelen pertenecer a la c a t e g o r í a de materias primas del historiador
de la humanidad es la historia de la lucha de clases", afirmando que en las que a la historia misma [y] la necesidad de fijar estos datos b á s i c o s no se
relaciones sociales intrínsecamente contradictorias y en la superación de apoya en ninguna cualidad de los hechos mismos, sino en una d e c i s i ó n que
dichas contradicciones se encontraba la causa fundamental de la evolución formula el historiador a priori.
de la humanidad. Contribuyó así a la construcción de una concepción dia-
léctica de la historia.
Esta afirmación no significa que la selección de datos pueda realizarse en
forma arbitraria ni tampoco que el historiador pueda "crear" el hecho his-
e) La objetividad en la historia tórico como producto de su actividad intelectual. E l dato adquirirá status de
hecho histórico o no, de acuerdo con la teoría que subyace al planteo de las
¿Existe la historia objetiva? ¿Se puede alcanzar un conocimiento verda- hipótesis del historiador.
dero de los hechos? ¿Intervienen las concepciones del historiador, sus jui- Lo anterior no significa, de ninguna manera, que se deba relativizar o
cios valorativos, en el conocimiento de la realidad histórica? aceptar todo tipo de interpretaciones: la crítica histórica y los métodos de
Antes de avanzar con este tema es importante aclarar que objetividad y la historiografía permiten verificar con rigurosidad la validez de las inter-
verdad no son sinónimos. La ciencia histórica se propone construir un co- pretaciones de los historiadores.
nocimiento lo más objetivo posible. Al decir lo más objetivo posible, nos Es importante también tener en cuenta que el conocimiento histórico se
referimos a la búsqueda de objetividad, de acercamientos a la realidad, de construye continuamente porque en historia no existen períodos cerrados a
52 DIDÁCTICA DE LAS CIENCIAS SOCL\LES LA HISTORIA: REFLEXIÓN Y COMPROMISO 53

la revisión y, por lo tanto, los criterios de objetividad también se modifican. SIGLO X X : NUEVOS APORTES
Así se avanza en el conocimiento histórico, se rectifican interpretaciones, se
conocen nuevos datos, se descubren nuevas fuentes. La llamada Escuela de los Annales, fundada en Francia en 1929, desem-
peñó durante varias décadas del siglo X X un importante papel en la reno-
vación de los estudios de la historia. Sus fundadores, Marc Bloch y Lucien
f) La causalidad en la historia Febvre, iniciaron un combate que al mismo tiempo que cuestionaba la his-
toria positivista construía una "nueva historia" que se definía por su carácter
Algunos historiadores afirman que "el estudio de la historia es el estudio social: la llamada "historia social".
de causas". Otros sostienen que la historia "debe renunciar a la búsqueda de Este proyecto no surgió espontáneamente sino que lo desarrollaron a
causas". partir de una serie de influencias, amplias y heterogéneas, que confluyeron
Ciro Cardoso (1982), entre otros historiadores, enfatiza el papel de las en una nueva propuesta historiográfica. Sin embargo, no todas las influen-
explicaciones causales, "por vincularse al establecimiento de regularidades cias actuaron de la misma manera ni se mantuvieron a lo largo de la exis-
y, por tal camino, de leyes y teorías". tencia de la escuela.
Entre los diversos intentos de clasificación, este autor establece una tipo- Los aportes más importantes que esta escuela realizó a la evolución del
logía a partir de cuatro críterios, agrupando las causas en: 1) unicausales y conocimiento histórico pueden resumirse en los siguientes aspectos (Cardoso
multicausales; 2) ligadas a la racionalidad de las acciones humanas y a y otros, 1984):
consecuencias no intencionales de acciones humanas; 3) ligadas a factores
intrínsecos al sistema estudiado y a factores externos al sistema; 4) por 1) en la crítica al "hecho histórico", y a una historia de acontecimientos
último, una clasificación de tipo lógico-formal. 2) en la búsqueda de colaboración con las otras ciencias sociales
El tema de la causalidad en la histona es complejo, en la medida en que 3) en el reemplazo de la historia-relato por la historia-problema
afecta tanto al hecho concreto que se trata de explicar como a la estnictura 4) en la atención puesta a la historia presente.
global de la sociedad en la que se produce.
Sin las explicaciones causales, la historia es incomprensible: la descrip- Lucien Febvre escribía que "plantear un problema es, precisamente, el
ción de acontecimientos y procesos históricos debe ser fundamentalmente comienzo y el final de toda historia. Sin problema no hay historia", y
explicativa, y la explicación remite, en primer lugar, a la búsqueda de agregaba que las tareas fundamentales del historiador debían ser "plantear
causas. De esta manera, la tarea del historiador consiste, según Topoisky problemas y formular hipótesis".
(1985), en "reunir diferentes factores del proceso histórico (actos humanos, Por otra parte, los Annales negaron al documento escrito el carácter, que
otros hechos históricos, tendencias, procesos), mediante las con-espondien- poseía para los positivistas, de constituirse en única fuente histórica. "Toda
tes relaciones causales". realización que parte de la actividad del hombre tiene carácter de fuente",
Sin embargo, esta afirmación no significa que el historiador deba limi- expresaban.
tarse a responder al "¿por qué?" de los acontecimientos históricos. Para Por su parte, Pierre Vilar (1980) expresa:
completar la explicación de los fenómenos, deberá reconstruirlos en su
desarrollo y en el marco de su tiempo y lugar, y sobre todo, tendrá que
interpretados valorando las motivaciones e intencionalidades a que dichos Indudablemente la historia se hace con documentos escritos. Pero tam-
bién puede hacerse, debe hacerse, sin documentos escritos si éstos no exis-
fenómenos obedecen.
ten. Con todo lo que el ingenio del historiador puede permitirle utilizar para
fabricar su miel, a falta de las flores usuales. Por tanto, con palabras. Con
signos. Con paisajes y con tejas. Con formas de campo y malas hierbas. Con
eclipses de luna y cabestros. Con exámenes periciales de piedras realizados
LA HISTORIA: REFLEXIÓN Y COMPROMISO 55
54 DIDÁCTICA DE LAS CIENCIAS SOCIALES
Vemos así de qué manera se amplía la realidad histórica, cómo se extien-
por geólogos, y análisis de metal realizados por químicos. En una palabra: de en el tiempo, se complejiza. Ya no son sólo los hechos políticos ni el
con todo lo que, siendo del hombre, depende del hombre, sirva al hombre, relato detallado de las obras realizadas por reyes y gobernantes en tiempos
expresa al hombre, significa la presencia, la actividad, los gustos y las for- pasados. Para el conocimiento histórico, toda la experiencia de los hombres
mas de ser del hombre. es significativa: incluye tanto la forma como los hombres resolvieron y
resuelven sus necesidades básicas (alimentación, abrigo, trabajo) como las
diversas maneras de organizar sus familias, de educar a sus hijos, de cons-
¿Cómo se reflejan estos cambios en la historia que se hace y la historia truir sus viviendas, de expresar su religión. También comprende las insti-
que se en.seña en nuestro país? tuciones que crearon, las leyes que dictaron, las ideas que sostuvieron y los
Es a partir aproximadamente de los años sesenta cuando llega la influen- libros que escribieron; los conflictos, los acuerdos; las utopías, las esperan-
cia de esta escuela a América latina y a la Argentina. zas y los proyectos.
Y junto con ella, comienzan a surgir entre los historiadores nuevas pre- Las preguntas son infinitas. No hay experiencia humana que quede fuera
ocupaciones: la necesidad de definir nuevos protagonistas del proceso his- de la preocupación del historiador. Las acciones y las experiencias de los
tórico y encontrar nuevos abordajes para comprender y explicar la realidad hombres cobran entidad histórica a través de las preguntas que formula el
histórica. historiador.
Sin embargo, esta influencia quedó circunscrita a reducidos ámbitos de in- Decíamos que la realidad se complejiza. Es expresión de fuerzas y acti-
vestigación y espacios académicos, y a algunas pocas revistas especializadas. vidades humanas, de estructuras y procesos, de permanencias, cambios y
En los programas escolares, en los libros de texto, en las instimciones fonmadoras conflictos. También su conocimiento se hace más complejo, y para com-
de docentes perdura, con algunos retoques, una concepción de la historia que prenderla es necesario apelar a criterios de análisis, a sistematizaciones, a
hoy tiene más de cien años y que arrastra fuertes resabios positivistas. modelos explicativos.
El criterio que se desarrolla a continuación nace de la idea brindada por
Marcos Kaplan (1987) de que
a) Una mirada diferente sobre la realidad histórica

" E l pasado es el tema del historiador". A esta afirmación, José Luis una sociedad es un conjunto complejo de fuerzas, aspectos, niveles, instan-
Romero (1980) le agrega varias preguntas que nos permitirán acercarnos a cias, todos ellos con estructuras y dinámicas propias y con eficacia especí-
la comprensión del concepto de realidad histórica. ¿Cuáles son estas pre- fica. [...] Cada lipo de sociedad se diferencia de otros por la modalidad de
guntas? ¿Qué se le debe preguntar al pasado? ¿Cuáles son las preguntas que las relaciones, las combinaciones y las articulaciones específicas de los
el historiador debe fonmuiar para conocerio? aspectos, niveles e instancias en la totalidad compleja.
José Luis Romero propone algunas: "¿Quiénes somos? ¿Qué hemos crea-
do? ¿Cómo fue el proceso de esas creaciones? ¿Cómo hemos cambiado?".
Y continúa: Para abordar el conocimiento de esta realidad compleja la historia se
acercó progresivamente a otras ciencias sociales, que con sus aportes de
conceptos,. categorías, métodos de análisis e investigación le permitieron
L a última pregunta, la más angustiosa y precisa que se le debe formular ampliar su visión de esa realidad.
al pasado, se refiere al presente y al futuro. [...] Sobre ellos se le pregunta,
en rigor, a! pasado cada vez que se lo interroga sobre la identidad, sobre las
estructuras, sobre la dinámica creadora del proceso histórico. Porque son
ellos —presente y futuro— la verdadera y última razón de ser del saber
histórico.
56 DIDÁCTICA D ELAS CIENCIAS SOCIALES L A HISTORLíl: R E F L E X I Ó N Y COMPROMISO 57

b) La realidad histórica: los caminos para comprenderla el agrario, en el siglo X I X la producción fabril comenzó a extenderse reem-
plazando a los talleres artesanales de los siglos anteriores.
La complejidad de la realidad histórica supone, para su mejor compren- La distribución social de la producción es propia también de cada socie-
sión, un abordaje analítico, de los factores económicos, políticos, sociales dad. La proporción destinada al consumo, al ahorro y a la inversión varía
o mentales. Duby, citado por Cardoso y otros, dice que " [...] la historia de en cada sociedad. También va cambiando el sector beneficiado: el indus-
las sociedades debe sin duda primero, y para la comodidad de la investiga- trial, el agrario o el de servicios, por ejemplo.
ción, considerar los fenómenos a distintos niveles de análisis [...)". La distribución y la proporción de riqueza, beneficios y poder que el
El conocimiento que procura elaborar el historiador implica, entonces, Estado, las instituciones religiosas, los guenreros, los propietarios de la tierra
prestar atención a aspectos o problemas diferentes, cuyas combinaciones en o los industriales reciben en cada sociedad y de acuerdo con su desarrollo
el tiempo y en el espacio configuran a cada grupo social, a cada sociedad. son también cambiantes.
En el nivel económico contempla las actividades económicas, la produc- En el «/ve/ social contempla las formas de organización de la sociedad,
ción y distribución de bienes, servicios e insumes. Analiza cómo cada so- indaga quiénes son los actores sociales y cómo se expresan sus conflictos.
ciedad organiza estas actividades con el objetivo de asegurar su subsistencia Cada sociedad tiene una organización propia que le- permite diferenciarse
y su reproducción. de otras. Una sociedad esclavista es diferente de una sociedad feudal o de
Son estudiados en su desarrollo histórico la mano de obra, los recursos una capitalista. En cada una de ellas la relación que se establece entre el
naturales y la tecnología, así como la organización social de la producción, esclavo con su amo, el siervo con su señor o el obrero con el patrón adquie-
la distribución y el consumo. re rasgos particulares, constituyendo la relación básica de esa sociedad.
La disponibilidad de mano de obra depende, entre otros factores, del Pueden, sin embargo, coexistir o estar mezcladas con otras formas de orga-
aumento de la población, de la incorporación de la mujer o de los jóvenes nización más antiguas, que aún perduran, o con otras nuevas de incipiente
al mundo del trabajo, de las migraciones. L a incorporación de la mujer al desarrollo. Un ejemplo, en este sentido, es el de la burguesía, que inició su
mercado de trabajo durante las guerras es un fenómeno que modificó tanto desarrollo dentro mismo de la sociedad feudal, aproximadamente en el siglo
la oferta y la demanda de mano de obra como su calidad. X I . Un segundo ejemplo es el de algunos países latinoamericanos donde
Los recursos naturales también se constituyen como tales históricamente. coexisten, aún hoy, relaciones capitalistas en las ciudades y relaciones casi
En distintos momentos se incorporan zonas y productos nuevos, o determi- feudales en las zonas rurales.
nados productos naturales comienzan a tener utilidad y se convierten en En relación con los actores sociales, también se ha ampliado y
recursos. Esto sucedió en nuestro país, por ejemplo, con el quebracho co- complejizado su presencia y la atención que sobre ellos han puesto los
lorado, que se convirtió en un apreciado recurso cuando se descubrió el historiadores. -
valor y los usos del tanino que producía. El hombre es el sujeto de la historia porque junto con otros hombres
La tecnología varía a lo largo del tiempo, y nuevos inventos y descubri- conforma grupos sociales que constituyen la sociedad. Los campesinos, la
mientos influyen en el desarrollo de una sociedad. Por ejemplo, la robótica burguesía, la aristocracia, los sectores populares urbanos, con todos los
y su aplicación a la producción están generando transformaciones profundas matices que cada uno de estos grupos presenta, son los actores colectivos
e ilimitadas en el funcionamiento de las sociedades. que han ocupado la escena. Su lugar y su preponderancia dependerán de las
Atentos a los cambios que se producen en estos aspectos y a sus preguntas que el historiador les haga.
interrelaciones, los historiadores pueden explicar, por ejemplo, cómo pro- Al mismo tiempo, un gobernante, un héroe popular o un sabio capaz de
duce una sociedad determinada, señalar los cambios y estudiar sus pers- revolucionar los conocimientos científicos de su época son valorados histó-
pectivas. ricamente, a partir no sólo de su talento personal sino también en función
Las formas como cada sociedad organiza la producción varían también del momento histórico que les tocó vivir y de las necesidades sociales de
históricamente. Mientras el sistema de producción de la época medieval era su tiempo.
LA HISTORIA; REFLEXIÓN Y COMPROMISO 59
58 DIDÁCTICA DE LAS CIENCIAS SOCIALES
modificaron las mentaliilades, la idea que las personas tenían de sí mismas
Los conflictos están sin duda presentes en toda sociedad, aunque no y respecto de los demás y su papel en la vida diaria de la sociedad durante
siempre se manifiesten abiertamente. un período histórico determinado.
Los motivos de conflicto son muy diversos y abarcan desde la escasez de De acuerdo con su investigación comienzan a surgir en la sociedad nue-
recursos, de productos, de empleo, de ingresos, hasta los conflictos produ- vas reglas y códigos de cortesía y una actitud nueva de pudor frente al
cidos por la aplicación de normas consideradas injustas o, incluso, por propio cuerpo y el ajeno; se comienzan a escribir cartas, diarios íntimos,
cuestionamientos al orden establecido. confesiones que reflejan el avance de la alfabetización y el deseo de cono-
La oposición parlamentaria en los conflictos de tipo político, las huelgas cer el propio yo a través de la escritura íntima; se desarrolla el gusto por
en los conflictos de tipo gremial, las polémicas a través de los medios de la soledad, por el ejercicio de la amistad en el ámbito privado; el gusto por
comunicación, son algunas de las fomias en que los conflictos pueden ex- el refinamiento se convierte en un verdadero valor, y crecen la atención y
presarse. el cuidado puestos en hacer confortables las viviendas.
En el nivel político analiza, en primer lugar, todas las cuestiones rela- Estas son las categorías de análisis que le permiten identificar los cam-
tivas al poder, al Estado y a la organización institucional de la sociedad. bios que se produjeron en los pensamientos y en las conductas de los indi-
¿Quién ejerce el poder?, ¿en representación y en beneficio de quiénes?, viduos entre los siglos X V I y X V I I I , es decir durante el procesó histórico
¿para qué? que lleva a la modernidad.
Otro aspecto que procura explicar en este nivel es la relación que existe Por otra parte, junto a estas ideas coexiste en las sociedades otro grupo
entre los distintos sectores sociales y el Estado a través del tiempo. Por de ideas sistematizadas, claras y precisas, que son expresadas por los gran-
ejemplo, no es igual la relación que tenían los esclavos con el Estado des pensadores, por los filósofos, los economistas o los políticos.
ateniense a la que establecía el Estado argentino con los inmigrantes a Ambos grupos de ideas, aunque pertenecen a ámbitos diferentes, el pri-
principios del siglo X X . vado y el público, interactúan y constituyen guías para la acción y para la
En este nivel también se estudia la forma que adquiere la lucha por el valorización de la realidad.
poder entre los diferentes grupos sociales y, al mismo tiempo, los esfuerzos
que éstos realizan para mantener la cohesión, el equilibrio y la permanencia
de la sociedad. c) Reconstruir la realidad histórica: la tarea del historiador

Las alianzas y los enfrentamientos, la construcción del consenso y el ¿Cuál es la tarea del historiador? ¿Cuál es su aspiración? ¿Cómo encara
ejercicio de la violencia, la formación de la opinión pública, las formas la reconstrucción de la historia para que ésta sea una síntesis que integre los
democráticas ó autoritarias de hacer política, son también estudiados como resultados de la historia económica, de la historia política, de la historia de
momentos diferentes pero estrechamente ligados a un proceso propio y las mentalidades?
único de cada sociedad. George Duby (1984), en su lección inaugural en el Collége de France,
En el nivel de las mentalidades estudia el conjunto de creencias, saberes, propone algunos caminos, algunos principios metodológicos. El primero, ya
opiniones y valores que constituyen la mente de los hombres y de las conocido, es que "el hombre en sociedad constituye el objeto final de la
sociedades. Son un conjunto de ideas y valores, muchas veces contradicto- investigación histórica". Sólo la necesidad de análisis lleva a disociar los
rios y cambiantes, que la sociedad acepta —en la mayoría de los casos— niveles económicos, políticos, sociales o mentales.
como naturales y obvios. Si se los analiza históricamente se observa que Y refiriéndose a la historia señala: "Su vocación propia es la síntesis. Le
sufren cambios y modificaciones en el tiempo, y que no son únicos ni toca recoger los resultados de investigaciones llevadas a cabo en todos esos
homogéneos para toda la sociedad. dominios (político, económico, social, etc.) y reunirlos en la unidad de una
Philippe Aries (1991), en "Para una historia de la vida privada", explica visión global".
con sumarigurosidadcuáles son los acontecimientos que, según su opinión.
60 DIDÁCTICA DE LAS CIENCIAS SOCIALES LA HISTORIA: REFLEXIÓN Y COMPROMISO 61

Su segundo principio metodológico consiste en "ocuparse de descubrir, los recuerdos del pasado, de las tradiciones, la transmisión de acontecimien-
en ei seno de una globalidad, las articulaciones verdaderas". tos que representaron hitos importantes en la vida de la sociedad. Pero
El tercer principio que plantea George Duby es precisar las jerarquías de también la constituyen los acontecimientos vividos, las experiencias que
los procesos que se desarrollan en cada uno de los niveles estudiados, han dejado huellas en el presente.
encontrar la capacidad de determinación que tienen algunos o la capacidad La conciencia histórica, apoyada en el conocimiento histórico, es la que
de autonomía de otros. proporciona a los hombres las respuestas a las preguntas fundamentales que
Esta es la tarea del historiador: descubrir las articulaciones significativas, se hacen acerca de su origen, de su presente y de su futuro.
las que le permiten hacer inteligible la realidad histórica. José Luis Romero (1986) lo expresa muy claramente:
Estas articulaciones y conexiones deben ser descubiertas, analizadas y
explicadas desde la perspectiva de la historia, es decir desde la preocupa-
ción por mirar la realidad en términos de procesos. Y en este concepto, Una conciencia histórica certera puede proveer al hombre de un criterio
básico y clave de la historia, están incluidas las nociones de tiempo y de seguro para la acción; ante el mundo sabrá descubrir los especü-os que —crea-
temporalidad. dos por fuerzas anónimas— pueden ser destruidos, evitando así su peligro;
sabrá descubrir las empresas que las generaciones pasadas emprendieron y
Son tiempos distintos el del cambio de un gobierno, el de una crisis
que es deber suyo proseguir; sabrá por último que cada época como cada
económica, el de cambios en las creencias de los hombres. Braudel (1970) hombre debe jugar su carta; hacer la historia y no dejarla hacer.
piensa en términos de diferentes tiempos. E l tiempo más rápido o de los
cambios cotidianos, el de los acontecimientos o el que nos traen los medios
de comunicación. Otro, más lento, es el que se mide por años o décadas y Poner en contacto a nuestros alumnos con historias que les permitan
que también podemos percibir nosotros mismos. desarrollar su capacidad de juzgar por sí mismos y de reconocerse como
El tercer tipo de tiempo se refiere a los fenómenos que por su muy larga parte de utia historia que comenzó hace muchísimos años y en la que
duración no pueden ser registrados en su totalidad por los individuos y que pronto tendrán su lugar para preservarla y mejorarla, es valorar las posibi-
modifican la estructura misma de la sociedad. Son éstos los largos períodos lidades formativas y éticas que tiene la enseñanza de la historia. Y es
de crecimiento, de crisis, de retrocesos económicos, de cambios en las también contribuir a la formación de su conciencia histórica. Para que el
costumbres de la sociedad. próximo capítulo de la historia sea escrito por ellos.

A MODO DE CIERRE

BIBLIOGRAFÍA
Hasta aquí tratamos algunos temas relacionados con la historia, con el
conocimiento histórico, con la compleja elaboración de una nueva mirada Aries, Philippe: "Para una historia de la vida privada", en Historia de la
sobre la realidad histórica. vida privada. Tomo 5, Dirección de Aries, P. y Duby, G., Madrid, Taurus,
Pero no se puede comprender la historia sin vincularla a la sociedad, no 1991.
sólo porque ésta es su objeto de estudio sino porque la comprensión de la
Braudel, Femand: " L a larga duración", en La historia y las ciencias
historia se relaciona con la búsqueda de explicaciones y de sentido de la
sociales, Madrid, Alianza, 1970.
vida, que los seres humanos se plantean y que expresan su conciencia
Cardoso, Ciro: Introducción al trabajo de la investigación histórica,
histórica.
Barcelona, Crítica, 1982.
¿Qué es la conciencia histórica, cómo se constituye? Son las distintas Cardoso, Ciro y Pérez Brignoli, H.: Los métodos de la historia, Barce-
formas de conocimiento que una sociedad tiene de sí misma, el conjunto de lona, Crítica, 1984.
62 DIDÁCTICA DE LAS CIENCIAS SOCIALES - »

Carr, Edward: ¿Qué es la historia?., Barcelona, Seix Barral, 1973.


Duby, George: "Les sociétés medievales. Une approche d'ensemble", en
Anuales E.S.C. Citado por Cardoso, C. y otros, ob. cit.
Febvre, Lucien: Combates por ¡a historia, Barcelona, Ariel, 1970.
Florescano, Enrique: " L a historia como explicación", en Historia, ¿para
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Fontana, Josep: La historia, Barcelona, Salvat, 1974.
Kaplan, Marcos: Ciencia, sociedad y desarrotfo, México, UNAM, 1987. CAPÍTULO I I I

Le Goff, Jacques: Peiu^ar la historia. Modernidad, presente, progreso,


Barcelona, Paidós, 1991. UN DESAFIO PARA L A GEOGRAHA:
Romero, José Luis: La vida histórica, Buenos Aires; Sudamericana, 1988. EXPLICAR E L MUNDO R E A L
Topoisky. Jerzy: Metodología de ¡a historia, Madrid, Cátedra, 1985.
Vilar, Pierre: Iniciación al vocabulario del análisis histórico, Barcelona, Raquel Gurevich
Crítica, 1980.
Voltaire: "Nuevas consideraciones sobre la historia" (1744), en Opúsculos
satíricos y filosóficos, Madrid, Alfaguara, 1978. PRESENTACIÓN

Quizá sea la geografía, dentro de las materias del área de Ciencias So-
ciales, la más cuestionada por sus contenidos y por los problemas que
presenta su en.señanza en el aula, pero es, a la vez, la más abandonada: poco
se han ocupado de ella las nuevas corrientes pedagógicas, no cuenta con
suficiente difusión de bibliografía actualizada, y su valoración y legitima-
ción como ciencia social son todavía relativamente bajas.
Las dificultades con las que los maestros trabajan son muchas y muy
variadas; en particular, en lo que se refiere a los contenidos de la disciplina,
lo hacen en un marco de dudas y confusión acerca de la pertinencia y la
actualidad de los temas. El malestar que provoca enseñar siem.pre lo mismo
y del mismo modo tiene su contraparte en la insatisfacción de los alumnos,
por tener que aprender de memoria abundante información, generalmente
muy alejada de sus inquietudes e intereses. Frente a esto, las casi únicas
salidas que tiene el docente para combatir el aburrimiento y lograr que los
chicos aprendan los temas escolares de la geografía son apelar a la inventiva
o la intuición, recurrir a las noticias de los diarios y la T V , o la consulta
esporádica y asistemática a alguna publicación reciente.
Los libros de texto que existen en plaza mayoritariamente no abordan
problemáticas del mundo de hoy; edición tras edición, presentan los mismos
contenidos, con alguna actualización estadística y nuevos modos discursi-
vos que atrapan más a los chicos, pero en general es escasa la incorporación
de elementos que favorezcan la explicación y comprensión de los fenóme-

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