Salomón, todos los animales se entristecieron, lloraron todo el tiempo y dejaron de comer. Asimismo, los árboles bajaron sus hojas y no dieron frutas, en muchas ocasiones hablaban entre ellos sobre la grandeza de Shlomóh Hamélej. Solamente, el árbol de olivo estaba callado y sus hojas se mantenían vivas como siempre. Los árboles se enojaron con él, pensando que no se entristeció por la muerte del Rey y lo excomulgaron de ellos. Una noche, se oyó una fuerte explosión, todos miraron hacia donde se produjo el ruido y vieron que el tronco del árbol de olivo se partió en dos. En ese momento los árboles comprendieron que el olivo sufrió más que ellos por la muerte de Shlomóh Hamélej, ya que su sufrimiento vino del corazón, así, aunque por fuera no se vio, internamente sufrió mucho. Por eso se dice que hoy en día, los troncos viejos del olivo están vacíos – por la muerte de Shlomóh Hamélej. SHALOM