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es de las más utilizadas, en ella se concentran los cables en una dirección sobre las fajas de
columnas y los cables normales se distribuyen en forma uniforme. Las consideraciones sobre el
funcionamiento de cada distribución exceden el alcance de estas notas.
6.- EMPARRILLADOS
a) GENERALIDADES
Si bien gran parte de lo que se dirá en los párrafos siguientes es de validez general, estas
notas están orientadas principalmente a estructuras de hormigón armado “in situ”. Mientras no
Figura 6.1
18
se aclare lo contrario los razonamientos que siguen estarán referidos a cargas uniformemente
distribuidas sobre el entrepiso.
b) TRAMAS O MALLAS
c.1) Plantas Cuadradas o Casi Cuadradas con Apoyos Simples en los Cuatro Bordes
19
Geometría General Placa Cuadrada Momentos sobre un eje de
simetría paralelo a uno de los lados
Figura 6.2
- Dependiendo del coeficiente de Poisson, los
momentos máximos pueden ser positivos o
negativos. Si son positivos pueden ubicarse en el
centro de la placa o en la cercanía de las esquinas.
En cualquier caso los momentos en el centro de la
placa y en los vértices presentan valores absolutos
del mismo orden.
- En coincidencia con los vértices aparecen
reacciones concentradas dirigidas hacia abajo (estas
reacciones contrarrestan la tendencia de los vértices
a levantarse).
20
Si en un emparrillado se dispusieran los nervios siguiendo las trayectorias de los
momentos principales éstos no se verían sometidos a esfuerzos de torsión. La observación
anterior tiene un doble interés dado que los nervios de sección rectangular o de alma calada
presentan una resistencia a la torsión muy baja en comparación con su resistencia a flexión. Por
otra parte, en el caso del hormigón armado, la rigidez a torsión cae muy rápidamente con la
fisuración produciendo una modificación del esquema resistente que conduce a una disminución
en los esfuerzos de torsión y a un aumento en los esfuerzos de flexión. De hecho, en la práctica,
es de uso frecuente suponer que los nervios de los emparrillados no tienen rigidez torsional4.
λ1
λ1
0.076 pa2 λ1
a) Emparrillado con Trama Paralela a los Lados
-0.056 pa2 λ2
λ2
λ2 Momentos sobre la
diagonal y normales
a ella
0.035 pa2 λ2
Figura 6.4
En la Figura 6.4 se han representado dos emparrillados de planta cuadrada, simplemente
apoyados en su contorno que tienen aproximadamente igual longitud total de nervios sometidos a
la acción de una carga uniforme de valor “p”. El caso a) corresponde a una trama paralela a los
lados mientras que el b) representa una trama oblicua o diagonal. Ambos emparrillados han sido
calculados suponiendo rigidez torsional nula.
Comparando los diagramas de momentos flectores con los correspondientes a una placa
llena (Figura 6.2) se observa que:
4
En consecuencia no aparecen momentos torsores por compatibilidad independientemente de cual sea el trazado de
los nervios.
21
- En el emparrillado con trama diagonal los momentos podrían obtenerse en forma
aproximada multiplicando los momentos por metro de ancho que se producen en la
placa por la separación entre nervios. Indirectamente esto indica que al haberse
adoptado una disposición de nervios que sigue aproximadamente las direcciones de los
momentos principales el emparrillado, aún sin presentar torsiones, manifiesta un
comportamiento asimilable al de la placa llena.
- En el emparrillado con malla paralela a los lados los momentos son significativamente
mayores (del orden del doble) que los que se obtendrían aplicando un procedimiento
como el indicado en el párrafo anterior. Esto pone de manifiesto que, al apartarse la
trama de la trayectoria de los momentos principales y al no presentar los nervios una
rigidez torsional significativa, el comportamiento del emparrillado se aleja del de la
placa llena isótropa.
En particular, para el caso de la Figura 6.4.a, el cálculo por analogía con una losa
ortótropa sin rigidez torsional conduce a un resultado para el momento en el punto medio del
nervio central de: 0.076 pa2 λ1, es decir, coincidente con el cálculo “exacto” del emparrillado.
Cualquiera sea el material de los nervios (hormigón o acero de alma llena o calada), la
superficie de tránsito suele estar constituida por una losa de hormigón armado (“in situ” o
parcialmente premoldeada) por lo que, para momentos flectores positivos los nervios se
comportan siempre como vigas “T” resultando por lo tanto altamente eficientes. No ocurre lo
mismo al actuar momentos negativos7 por lo que los nervios suelen requerir algún tipo de
“refuerzo” inferior en estos sectores. Los momentos flectores negativos son muy comunes en
emparrillados que presentan lados continuos y en tramas oblicuas en las que, como ya se ha
visto, estos momentos aparecen aún cuando el contorno se encuentre simplemente apoyado. Para
no sobredimensionar los nervios se recurre en estos casos a refuerzos locales en las zonas de
momentos negativos. En estructuras de hormigón armado estos refuerzos pueden consistir en
ensanchamientos localizados del alma (Figura 6.5) o bien en macizamientos de los casetones
ubicados en las zonas de momentos negativos (Figura 6.6). Constructivamente el macizamiento
resulta la solución más sencilla y esta facilidad constructiva suele compensar el mayor volumen
necesario en su ejecución.
Desde el punto de vista estructural la trama diagonal resulta más eficiente pues, a
igualdad de longitud total de nervios, en ella se desarollan menores momentos máximos. Si
5
Se recomienda en este sentido el texto “Platten” de Stiglat y Wippel en su versión alemana (la versión traducida no
incluye losas ortótropas sin rigidez torsional) y diferentes versiones del Beton-Kalender (muy particularmente la del
año 1977)
6
Se trata de losas que se resuelven anulando el término cruzado en la ecuación de Lagrange. No deben confundirse
con las losas que Marcus denomina “sin torsión” pues en este último caso lo que se ha hecho es suponer que las
esquinas no se encuentran ancladas contra el levantamiento pero la losa sigue manteniendo su rigidez torsional.
7
Si se trata de nervios de hormigón estos estarán comprimidos inferiormente es decir, donde presentan su menor
ancho. En el caso de nervios metálicos se estará comprimiendo el cordón inferior que tampoco cuenta con la
colaboración de la losa de hormigón.
22
hubiéramos hecho un análisis similar en términos de rigideces veríamos que, a igualdad de
longitudes totales de nervios y de momentos de inercia de los mismos, la trama diagonal conduce
a menores deformaciones lo que, conjuntamente con la menor magnitud de los momentos
flectores, permite utilizar menores secciones resistentes.
Figura 6.7
En el caso de las placas, a medida que la planta se va haciendo más alargada ocurre que:
8
Salvo las estructuras proyectadas por Pier Luigi Nervi en las décadas de 1950 y 1960.
9
Vale aquí una salvedad importante: en plantas alargadas, tanto para tramas rectangulares como cuadradas los
momentos máximos en la dirección más larga no se producen en el centro de la planta sino a una distancia de los
23
- Las direcciones de los momentos principales tienden a ser paralelas a los
lados en una superficie cada vez mayor de la zona central de la losa es
decir, la zona central tiende a adoptar una deformada cilíndrica10.
Las Figuras 6.8 y 6.9 muestran dos emparrillados con relación de lados 3, uno de ellos
con trama paralela a los lados y el otro con trama diagonal.
lados cortos del orden de la mitad de su longitud tomada normalmente al mismo (ver diagrama en esta misma nota).
Este fenómeno se debe a que en el centro del emparrillado los nervios largos descienden manteniéndose rectos
mientras que, al aproximarse a sus apoyos en los lados cortos, deben curvarse hasta alcanzar un descenso nulo. La
figura muestra en una perspectiva la distribución de momentos sobre un nervio largo central para un emparrillado
con relación de lados igual a 3. Estos momentos no son despreciables y, para relaciones de lados mayores a 2,
pueden calcularse aproximadamente como pa2λ/25 donde “a” es el lado corto. Es decir, que se trata de momentos
que son del orden de los correspondientes a los que se producen en el centro de una losa isótropa cuadrada de lado
“a”.
10
Una deformada cilíndrica “perfecta” conduciría a un momento máximo en los nervios cortos igual a pa2λ/8. Sin
embargo, el efecto del apoyo sobre los bordes cortos se hace sentir aún en plantas bastante alargadas teniéndose para
tramas cuadradas momentos máximos aproximados iguales a pa2λ/n siendo “n” :
Rel. de Lados 1 1.5 2 3 ≥4
n 13.1 7.8 7.1 7.5 ≈8
11
No es práctica frecuente el utilizar nervios con separaciones variables pues esto da lugar a la existencia de
casetones de diferentes medidas lo que complica y encarece el encofrado.
24
Si se analiza los valores absolutos de los momentos surge que, para longitudes totales de
nervios comparables, la trama diagonal presenta menores valores de momentos máximos. Esto
se debe a que las cargas son resistidas con similar peso estructural por ambas familias de nervios.
La trama diagonal conduce asimismo a estructuras más rígidas. Nuevamente la combinación de
menores momentos máximos y mayor rigidez permite la utilización de menores alturas
estructurales.
En el caso de la planta cuadrada vimos que la trama diagonal seguía en forma bastante
aproximada la dirección de los momentos principales y eso la hacía particularmente eficiente.
Cabría preguntarnos si podemos afirmar lo mismo en el caso de plantas alargadas dado que la
trama oblicua vuelve a aparecer como muy interesante pero ahora no sigue la trayectoria de los
momentos principales en una buena proporción de la superficie de la planta. Parecería existir una
contradicción.
En los casos en que la estructura quedará a la vista la trama diagonal resulta estéticamente
más interesante que la paralela y muy especialmente en el caso de las plantas alargadas.
c.3) Plantas Cuadrangulares con Apoyos Simples en Tres Bordes y Un Borde Libre
a)
ly/lx = 1
b)
25
En la Figura 6.10 se muestran las trayectorias de momentos principales correspondientes
a losas apoyadas sobre tres de sus lados. Valen todos los comentarios hechos en el punto
anterior. Básicamente la trama diagonal permitirá utilizar alturas menores con solicitaciones
máximas menores mientras que la rectangular se adaptará mejor a estructuras de hormigón de
planta rectangular con un lado menor libre.
c.4) Plantas Cuadrangulares con Apoyos en Dos Bordes y Dos Bordes Libres
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prestar especial atención al hecho de evitar trazados que sobrecarguen excesivamente unos pocos
nervios pues la altura final del emparrillado vendrá definida por la necesidad del nervio más
solicitado. Recalcamos finalmente que es muy importante evitar la necesidad de contar con la
presencia de momentos torsores para garantizar el equilibrio.
Respecto a trazados más complejos desde el punto de vista constructivo, como los
utilizados en su momento por Pier Luigi Nervi, recalcamos que son muy poco utilizados por su
costo y que sólo se recurre a ellos cuando la estructura tiene un fuerte protagonismo visual.
Por simetría los nervios anulares tienden a sufrir un giro uniforme. El caso es conocido:
en una barra de planta circular una rotación uniforme no produce torsión sino flexión.
12
Algo similar ocurre en las losas macizas donde las armaduras radiales suelen anclarse sobre una parrilla central
constituida por armaduras ortogonales.
13
Tanto sea que el apoyo se encuentre en el perímetro exterior como en el perímetro interior.
27
d) VIGAS DE BORDE
Pensar a los emparrillados como losas aligeradas nos permite en muchos aspectos evitar
recorrer dos veces el mismo camino. Al analizar la Figura 4.1 observamos que la influencia de la
rigidez relativa entre vigas de borde y losa hacia variar el comportamiento de esta última desde
el correspondiente a una losa sobre apoyos infinitamente rígidos hasta el de un entrepiso sin
vigas. Con los emparrillados ocurre algo similar. Sin embargo, la distribución de la trama de
nervios hace que las tramas oblicuas presenten una particularidad respecto a las tramas paralelas.
Los emparrillados de la Figura 6.4 han sido calculados suponiendo que existen vigas
perimetrales de igual inercia que los nervios y apoyos en coincidencia con cada intersección de
los nervios con las vigas perimetrales. En otras palabras, se ha supuesto descenso nulo en todo el
perímetro14.
Pensemos por un momento en que mantenemos los apoyos en todos los nudos del
perímetro pero que eliminamos las vigas de borde.
A
B
Figura 6.16 Figura 6.17
Como vemos en la Figura 6.17, al quitar las vigas de borde desaparecen los momentos de
empotramiento parcial en el contorno. Estos momentos no requieren de la existencia de
momentos torsores y su efecto es altamente beneficioso. En el caso de la figuras, el emparrillado
sin vigas de borde presenta momentos positivos y negativos máximos sobre la diagonal mayor
casi un 50% superiores a los correspondientes a la estructura con vigas de borde (el dibujo no
está en escala). Si repitiéramos el análisis para un emparrillado con trama paralela a los lados
veríamos que los momentos con y sin vigas de borde son iguales. Se deja al lector la
interpretación que se reduce a la composición de los vectores momentos flectores en un nudo del
perímetro.
La observación de la Figura 6.16 también nos permite avanzar sobre la interpretación del
funcionamiento estructural de los emparrillados oblicuos. Podríamos preguntarnos por qué el
momento positivo máximo se produce en un elemento tan corto como el nervio B-B y no en el
centro del nervio largo A-A (centro de la planta). O bien por qué el nervio A-A presenta
momentos negativos tratándose de una planta simplemente apoyada.
14
Si los emparrillados se encontran apoyados solamente en las cuatro esquinas (una columna en cada esquina), sus
solicitaciones variarían con la rigidez de las vigas de borde de una forma similar a lo visto para las losas.
28
Figura 6.18
Para interpretar este comportamiento razonaremos sobre una estructura más sencilla pero
que presenta un comportamiento similar. Pensemos al nervio A-A del emparrillado de la Figura
6.18 como una viga apoyada elásticamente en los nervios que la cortan ortogonalmente. Por
simetría, en el punto medio no existe interacción entre nervios. Al dirigirnos hacia los vértices
los nervios transversales se van volviendo cada vez más cortos (en este caso sencillo tenemos un
único nervio) y por lo tanto se van transformando en apoyos cada vez más rígidos para el nervio
A-A. Esta rigidez relativa tiene varias consecuencias:
• Los nervios largos “se apoyan” sobre los cortos. Estos últimos reciben
fuertes reacciones “hacia abajo” que originan en ellos importantes
momentos flectores positivos.
• Como es lógico, los nervios largos experimentan importantes reacciones
“hacia arriba” que, combinadas con los efectos de los apoyos fijos en las
esquinas, dan lugar a la aparición de momentos negativos en el nervio A-A
• Los momentos negativos se producen por la tendencia a levantarse de los
extremos del nervio A-A. Esta tendencia está impedida por la reacción de
esquina.
e) MATERIALES
Los emparrillados de acero son raros de ver dado que su construcción es costosa pues es
laboriosa la materialización de las intersecciones entre los nervios. Aún en estos casos la
superficie de tránsito suele estar constituida por una losa de hormigón.
En cualquiera de los sistemas que hemos visto las cargas que actúan sobre los entrepisos
deben ser transferidas a las columnas a través de esfuerzos de corte poniendo en juego diferentes
mecanismos resistentes.
29
En el caso de los entrepisos sin vigas ya se ha visto
en el Curso de Hormigón Armado que las cargas se
transfieren a la columna provocando esfuerzos de
punzonamiento (figura 7.1).
En la práctica es más común el uso de ábacos que el de capiteles dado que el encofrado y
las armaduras de estos últimos son bastante costosos.
Como se recordará, a los efectos del cálculo, la superficie lateral del volumen de rotura se
determina multiplicando la altura útil de la sección por un perímetro ficticio denominado
perímetro crítico. En consecuencia, a mayor perímetro crítico, mayor resistencia. Sin entrar en
detalles vale la pena recordar que este perímetro es cerrado para las columnas internas y abierto
para las perimetrales cercanas a un borde o a una abertura (figuras 7.2 a 7.4). Por ese motivo en
estos casos suele recurrirse a la disposición de vigas perimetrales que transformarán el problema
de punzonamiento en un problema de corte mucho más fácil de manejar. Otra solución a la que
se puede recurrir consiste en proyectar voladizos en todo el contorno exterior de la planta de
modo de que el perímetro crítico de las columnas externas resulte cerrado. Por supuesto que esta
última solución está condicionada por las posibilidades arquitectónicas.
30
El pretensado, como ya se ha estudiado, mejora la resistencia al corte (y al
punzonamiento) por lo que, sumado al hecho ya comentado de que también mejora la rigidez al
limitar o evitar la fisuración, permite disminuir los espesores.
Los entrepisos sin vigas son estructuras poco aptas para resistir esfuerzos horizontales
(viento y sismo) por lo que en edificios altos se los utiliza en combinación con otras tipologías
estructurales en las que recae la responsabilidad de la resistencia lateral (p.e. pantallas y
núcleos).
Vale todo lo dicho en el punto anterior haciendo la salvedad de que en losas cruzadas la
rotura de la losa por corte es todavía menos probable que en losas armadas en una dirección.
31
8.- CRITERIOS DE PREDIMENSIONAMIENTO
Tanto las losas como las vigas de los sistemas estudiados hasta ahora en estas notas se
predimensionan de modo de asegurar una adecuada rigidez de los mismos. Los criterios que
expondremos a continuación son empíricos y se basan en la observación de estructuras
construidas sobre las que actúan cargas ordinarias. Ya sea porque estemos frente a luces que
exceden el campo usual de estas estructuras o bien frente a cargas extraordinarias puede ser
necesario revisar los valores que se mostrarán seguidamente.
En rigor, lo que dicen los reglamentos es que si se siguen los criterios en ellos expuestos
no es necesario verificar las deformaciones de la estructura con lo que no impiden utilizar alturas
menores 15.
El hecho de que una estructura tenga una altura mayor o igual que la mínima
reglamentaria no indica que su resistencia sea adecuada. Esto es particularmente válido para el
caso del punzonamiento en entrepisos sin vigas pues una misma losa puede o no tener problemas
de punzonamiento dependiendo del tamaño y posición de las columnas16.
La altura total mínima se obtiene dividiendo la luz máxima del paño en estudio (Ln) por
el coeficiente correspondiente que se extrae de la tabla. La luz máxima se mide de cara interior a
cara interior de columna (no de eje a eje).
15
Es práctica común utilizar alturas del orden de las mínimas reglamentarias en el caso de losas y algo mayores en
el caso de vigas pues para estas últimas el adoptar alturas del orden de las mínimas reglamentarias conduce a
elementos muy armados.
16
En los edificios de varias plantas los problemas de punzonamiento van disminuyendo a medida que nos
acercamos a las plantas inferiores pues van aumentando las dimensiones de las columnas con el consiguiente
incremento del perímetro crítico.
17
Se ha tomado este reglamento de referencia por ser Estados Unidos el país que cuenta con mayor experiencia en
este tipo de estructuras. Por otra parte, al momento de escribirse estas notas no existe un reglamento local que pueda
tomarse como referencia actualizada en este tema.
32
En entrepisos sin vigas sin ábacos no se permite adoptar espesores menores a 13
centímetros (5 pulgadas) y en entrepisos con ábacos dicho mínimo pasa a ser 10 centímetros (4
pulgadas).
El CIRSOC 20119 permite omitir la verificación de flechas cuando las losas (se supone
que se trata de losas para edificios con cargas ordinarias) tienen una altura útil mayor o igual que
la luz menor dividida “m” donde “m” se obtiene de la siguiente tabla:
30
55
35
40 60
El CIRSOC 201 establece además que las losas deben tener como mínimo los siguientes
espesores:
En general 7 cm
Losas con tránsito de automóviles 10 cm
Losas con tránsito de vehículos pesados 12 cm
Losas excepcionalmente transitadas 5 cm
18
Ocurre algo similar a lo dicho en la nota anterior. En este caso la experiencia europea en entrepisos sin vigas con
pretensado no adherente resulta especialmente válida.
19
Los valores que da el reglamento nacional son del orden de los que se encuentran en otras normas internacionales.
33
d) Vigas No Pretensadas que sirven de apoyo a losas
En el caso de vigas, los valores mínimos de altura útil dados por el CIRSOC 20120
conducen en general a elementos que resultan armados por encima de los niveles de mayor
economía. Por ese motivo, en la siguiente tabla se indican los valores de “m” dados por el
reglamento y otros que son más utilizados en la práctica por conducir a soluciones más
económicas.
16 10 a 12
22 12 a 15
25 15 a 18
9.- ABERTURAS
a) HORIZONTALES
Este tipo de aberturas varía enormemente en cuanto a tamaño y ubicación. Pueden estar
destinadas a circulaciones verticales (p.e. escaleras), al pasaje de conducciones o bien formar
parte de la concepción arquitectónica de la obra. Es importante anticipar la existencia de
aberturas de modo de realizar las modificaciones estructurales pertinentes. Hacerlas con el
hormigón ya endurecido es costoso y peligroso particularmente en estructuras pretensadas.
20
Idem nota anterior.
34
a.1) Entrepisos Sin Vigas
Si bien en los sectores “1” no hay limitación de tamaño, debe verificarse que la
dimensión de la abertura no modifique el funcionamiento global del sistema, sobre todo en lo
que hace a su rigidez.
Dimensiones Máximas
B/2 3 2 3
Indicadas por el ACI
318 para Aberturas
2 1 2 En Zona 3: B/8
En Zona 2: B/4
En Zona 1: No hay
3 2 3 Limitación
Figura 9.1
1A
2A: Corta mucha armadura
de tramo en la losa
2A
Figura 9.2
Si se presentara una situación como la “2A” la losa debe ser analizada cuidadosamente
pues su funcionamiento unidireccional se verá fuertemente distorsionado. En casos como este, el
criterio de disponer refuerzos a los costados de la abertura (reposición de la armadura cortada) no
siempre resulta válido. Frente a un caso como este se recomienda la lectura de la Referencia 3.
35
a.3) Losas Armadas en Dos Direcciones
2 3 2
3 1 3 Afecta el ancho
colaborante de la
viga “T”
2 3 2
Figura 9.3
Los números de la Figura 9.3 indican el orden de preferencia para ubicar aberturas en
losas que presenten vigas de borde en todo el perímetro teniendo en cuenta la colaboración de la
losa en el funcionamiento estructural de dichas vigas.
b) VERTICALES
Las aberturas en vigas deben ser planificadas cuidadosamente y las armaduras de las
mismas deben ser proyectadas para resistir los esfuerzos provocados por estas perturbaciones.
Para comprender las consecuencias que genera una abertura debemos tener presente los
conceptos básicos vistos en el dimensionado a flexión y a corte. En el dimensionado a flexión
hemos visto la necesidad de contar con una profundidad de hormigón comprimido delimitada
inferiormente por el eje neutro. En el dimensionado al corte hemos desarrollado la analogía del
reticulado que nos permitió ver la importancia del hormigón del alma (bielas inclinadas) en la
resistencia al corte. En función de lo anterior debemos prever que la dimensión “a” (figura 9.4)
sea mayor que la profundidad del eje neutro y trataremos de evitar disponer aberturas en las
cercanías de los apoyos donde los cortes son máximos y por lo tanto se requiere la mayor
integridad y dimensión posible de las bielas comprimidas.
a >x
b > 10 cm
36
En la Referencia 3 se dan recomendaciones para el armado de estas zonas. En los últimos
diez años, en las revistas del “Structural Journal” del ACI han ido apareciendo artículos sobre
casos especiales y métodos de cálculo que resultarán de interés para aquellos que decidan
profundizar en el tema.
En términos generales, cuando se prevé una acción importante de fuego se prefiere el uso
de estructuras continuas. Esto se debe a que el fuego tiene una acción más intensa sobre la parte
inferior de los elementos estructurales por lo que la resistencia frente a momentos positivos es la
que se ve más severa y rápidamente disminuida. En estas situaciones las estructuras continuas
están en condiciones de redistribuir el momento estático total transfiriendo parte del mismo hacia
los momentos negativos de apoyo.
21
Si bien un cálculo afinado debería tener en cuenta entre otras cosas el tipo y distribución de los elementos
inflamables (carga de fuego), la ventilación y la existencia y efectividad de los sistemas contra incendio, los
reglamentos de edificación recurren a la tipificación de un fuego (ISO, DIN, ASTM) y, en función del tipo de
ocupación y otras características de la edificación, fijan el tiempo durante el cual la estructura debe resultar estable
frente a ese fuego. Las características de estos fuegos dependen de su origen (celulosa o hidrocarburos) y sus
temperaturas máximas rondan los 1100oC.
37
11.- ENTREPISOS SIN VIGAS. COMENTARIOS SOBRE CÁLCULOS
ESTRUCTURALES
A pesar de que esta no es una asignatura orientada hacia el cálculo de estructuras, vale la
pena hacer un comentario sobre un método de cálculo aproximado específico para entrepisos sin
vigas.
Para tener en cuenta el hecho de que el momento estático total debe ser tomado en ambas
direcciones, el método analiza pórticos en ambas direcciones de modo que toda la superficie de
la planta es barrida totalmente una vez en cada dirección. Asimismo, es posible considerar la
presencia de vigas de borde. Permite analizar entrepisos pretensados si se introduce el concepto
de cargas equivalentes de pretensado.
Paso 1: Dividir la planta en pórticos equivalentes, uno por cada fila de columnas
en cada dirección
Paso 2: Calcular las rigideces de cada uno de los miembros. Para esto se dan
indicaciones de cómo calcular las rigideces aportadas por losas, vigas (de
borde si existen) y columnas22
Paso 3: Cálculo de los pórticos equivalentes. Obtención de momentos y esfuerzos
de corte
Paso 4: Distribución de los momentos concentrando la mayor proporción sobre las
fajas de columnas
22
Dado que el dintel (losa) es mucho más ancho que las columnas, el funcionamiento del nudo losa-columna es muy
complejo y parte del momento que por él transita es transferido desde la losa mediante mecanismos de torsión. Esta
particular forma de funcionamiento quita rigidez al nudo. El ACI permite considerar esta pérdida de rigidez de dos
formas: trabajando con una rigidez ficticia de columna o bien intercalando entre el dintel y la columna una barra
ficticia con rigidez torsional finita de modo de simular la “elasticidad” del nudo.
38
Obtenidas las solicitaciones se procede al dimensionamiento a flexión y a la verificación
del punzonamiento y el eventual cálculo de armaduras de punzonamiento.
Las ventajas de este método respecto a cálculos más afinados (p.e. elementos finitos) son
la simplicidad de los medios de cálculo a utilizar (programas para el cálculo de pórticos planos)
y además tiene en cuenta (empíricamente) la redistribución de momentos que origina la
fisuración. Contrariamente, el método de los elementos finitos (como un cálculo elástico
riguroso cualquiera) muestra picos muy fuertes de momentos inmediatamente por encima de las
columnas que traducidos a armaduras conducen a distribuciones de armaduras incómodas y no
representativas de la realidad del hormigón armado.
En nuestro medio se ven situaciones paradójicas. Hay profesionales que, tras una
pretendida exactitud, calculan los entrepisos sin vigas por elementos finitos pero, para poder
abordar los problemas con recursos más o menos ordinarios, toman a las columnas como apoyos
a libre rotación dejando de evaluar los momentos transferidos desde las losas a las columnas con
la conocida importancia que tiene la presencia de momentos desde el punto de vista de la
resistencia al punzonamiento.
a) GENERALIDADES
Si bien hasta aquí estas notas han estado referidas fundamentalmente a estructuras
ejecutadas “in situ”, haremos una breve referencia a otras modalidades constructivas conocidas
como “entrepisos compuestos” y caracterizadas por la utilización de elementos prefabricados.
b) CLASIFICACIÓN
- Losas Compuestas
- Vigas de Hormigón Compuestas
- Vigas de Acero Compuestas
- Sistemas Compuestos por Vigas y Bloques
39
Analizaremos brevemente cada una de estas categorías.
c) LOSAS COMPUESTAS
En nuestro país se fabrican losetas pretensadas en anchos de 0.30, 0.60 y 1.20 metros con
espesores que van de 0.10 a 0.30 metros y con luces máximas de hasta 16 metros. Los largos
comerciales varían de 0.10 en 0.10 metros.
23
En inglés se las conoce como “double-T units” o “double Tee beams” pero la traducción literal al castellano
podría llevar a confusión pues esas denominaciones harían pensar en perfiles doble T simétricos.
40
Es típico que los fabricantes entreguen tablas para la selección de sus productos de
acuerdo a las luces y sobrecargas a utilizar.
Las losas comerciales están proyectadas para trabajar hasta un determinado nivel de
cargas como estructuras simples, es decir sin capa de compresión. Su rigidez y resistencia
pueden mejorarse transformándolas en estructuras compuestas mediante el agregado de una capa
superior de hormigón “in situ”.
Hormigón Armadura de
“in situ” Repartición
Figura 12.3
Armaduras para
momentos negativos
Siempre debe recordarse que estos elementos (como otros que veremos enseguida) están
preparados para resistir momentos positivos por lo que, si se desea hacerlos trabajar en voladizo
o darles continuidad con elementos adyacentes, debe ejecutarse una capa de hormigón superior e
incluir armadura en ese espesor de modo de asegurar la resistencia frente a momentos negativos
(Figura 12.3). Asimismo, en las zonas de apoyos, debe asegurarse que el hormigón “in situ”
penetre en los alvéolos de las losas de modo de crear el mecanismo de funcionamiento conjunto
con la viga.
24
A título de ejemplo, una loseta de 0.30 metros de ancho y 0.095 m de espesor pesa 44 kg por metro lineal.
41
c.2) Placas (Solid planks)
El límite mínimo de participación estructural de una placa sería actuar como encofrado
perdido formando parte del recubrimiento.
Por su pequeño espesor estas placas requieren en muchos casos el uso de apuntalamientos
temporarios.
Como en el caso de las losas aligeradas estas estructuras pueden llevar capa de hormigón
“in situ” o no. En este último caso no se tratará de una estructura compuesta.
Para cualquiera de las estructuras vistas hasta ahora se recomienda que las capas de
hormigón “in situ” no tengan un espesor menor a 0.04 metros, que el tamaño máximo del
agregado grueso no supere un tercio del espesor de la capa y que, de ser transitable, el hormigón
tenga una adecuada resistencia al desgaste. Las capas de hormigón “in situ” pueden ir armadas o
no. Cuando se prevean acciones dinámicas estas armaduras son obligatorias.
Las capas de hormigón “in situ” pueden utilizarse para disponer armaduras sobre los
apoyos de modo de dar continuidad a los diferentes elementos premoldeados y armaduras
trasnversales que mejoren el comportamiento frente a cargas concentradas.
25
Es difícil decir si estamos frente a una losa en una dirección aligerada o bien frente a una viga.
42
d) VIGAS DE HORMIGÓN COMPUESTAS
Estas estructuras constan de una viga de hormigón ejecutada en una primera etapa (puede
ser prefabricada u hormigonada “in situ” con anterioridad a la ejecución de la losa) y losas de
hormigón ejecutadas en una segunda etapa (las losas pueden ser hormigonadas “in situ” o
prefabricadas).
En estos casos se deja armadura de conexión entre las vigas y las losas a construir. Estas
armaduras suelen denominarse conectores y se dimensionan de modo de asegurar el
funcionamiento solidario de la estructura compuesta. Cada tipo de losa prefabricada requiere de
detalles constructivos particulares en su encuentro con las vigas. Asimismo, de acuerdo al tipo de
losa utilizado, podrán variar los anchos colaborantes a utilizar en el cálculo de las vigas.
Como estrategia contra la corrosión, las chapas pueden galvanizarse o pintarse. Las
chapas galvanizadas han recibido críticas en cuanto a la adherencia con el hormigón por lo que
en general no se acepta considerarlas como armadura de la losa a menos que se les agregue
indentaciones o bien conectores. De hecho todas las chapas hechas especialmente para construir
losas mixtas tienen algún tipo de
indentación para asegurar el trabajo
conjunto aún para solicitaciones
elevadas (Figura 12.7). Por pedido
estas chapas pueden venir de fábrica
Figura 12.7 con la cara expuesta pintada.
Las estructuras mixtas se proyectan de modo que la viga de acero tome las tracciones y el
hormigón de las losas las compresiones. En general estas estructuras se proporcionan de modo de
que el eje neutro caiga dentro de la zona de hormigón.
26
En nuestro medio se han ejecutado algunas losas utilizando esta tecnología y se conocen con el nombre de marcas
comerciales: Steel Deck y Losacero.
43
El funcionamiento conjunto se logra
mediante conectores metálicos que se sueldan
en la cara superior de la viga. En la Figura
12.8 se muestran diferentes tipos de
conectores (A a E) en una estructura mixta en
la que la losa se materializa a partir de losetas
huecas pretensadas.
Para que la colaboración del hormigón pueda desarrollarse totalmente los conectores
deben ser adecuadamente proyectados y ejecutados. Los conectores más frecuentemente
utilizados en la práctica son los pernos con cabeza (headed studs). Estos pernos (Figura 12.10)
27
Ni fallas en la unión entre el hormigón y la viga metálica pero esto no hace a la definición de “compacta”.
44
pueden soldarse en taller o en obra. En el mercado se
comercializan equipos de soldadura portátiles
específicos de muy alta eficiencia para su uso en
obra. Estos equipos permiten instalar los pernos
atravesando las chapas por lo que el procedimiento es
muy rápido y cómodo dado que no requiere el corte
de las chapas al pasar por sobre las vigas.
Para entrepisos convencionales de viviendas los elementos más pesados de estos sistemas
(las viguetas) pueden ser manipulados por dos personas por lo que no se requieren utilajes
especiales y se puede trabajar en espacios reducidos. Se trata de sistemas ideales para cubrir
pequeñas superficies o para obras con baja disponibilidad de equipamiento.
Las vigas de estos elementos suelen ser de pequeño porte y en nuestro país se conocen
con el nombre de viguetas (Figura 12.11). Hoy se construyen casi exclusivamente en hormigón
pretensado.
En la Figura 12.12 se aprecia una perspectiva de una configuración típica donde se ven
las viguetas, los bloques (en este caso cerámicos) y una malla de armadura de pequeño diámetro
destinada al armado de la capa de hormigón “in situ”. El espesor de esta capa no debería ser
menor que 0.04 metros y es, junto con la altura de los bloques, uno de los elementos de proyecto
utilizados para modificar la altura total de la estructura compuesta y, por consiguiente, también
su peso propio y su resistencia.
Capa de Hormigón “in situ”
Vigueta Bloque
45
a) b) c)
Los bloques pueden ser de mortero de cemento y granza (se los conoce como bloques de
hormigón), cerámicos o de materiales sintéticos (p.e. poliestireno expandido) y se comercializan
en diferentes alturas de modo de poder lograr diferentes espesores estructurales aún para una
misma geometría de vigueta. En nuestro país (Figura 12.15) las alturas más frecuentes son 9, 11,
13 y 16 (ó 17) centímetros y las dimensiones de los bloques (42 centímetros de ancho y 25
centímetros de largo), hacen que, para las dimensiones ordinarias de viguetas (Figura 12.16), la
separación entre ejes de viguetas sea de 50 centímetros y que se requieran 8 bloques por metro
cuadrado de entrepiso.
Cuando se desea aumentar la resistencia de un entrepiso o bien cuando existe una carga
lineal paralela a la luz de flexión del entrepiso (por ejemplo una pared) puede recurrirse al uso de
46
dos o más viguetas puestas una junto a la
otra (Figura 12.17). En estos casos, y para
las dimensiones de elementos que se
comercializan en nuestro medio la
Figura 12.17 separación entre ejes de pares de viguetas
es de 62 centímetros y se necesitan 6.45
bloques por metro cuadrado de entrepiso.
De todas formas, si bien se fabrican viguetas de algo más de 7 metros, es difícil lograr
sobrecargas de uso interesantes para luces mayores a los 5 metros.
g) COMENTARIOS
Esta fuera del alcance de este trabajo analizar todas las particularidades constructivas y de
cálculo de las estructuras enumeradas anteriormente. Sin embargo, vale la pena hacer algunos
comentarios de carácter general que ayudarán a no pasar por alto situaciones que son comunes a
casi todas estas estructuras pero que no suelen presentarse en las estructuras enteramente
ejecutadas “in situ”. Otras características serán estudiadas al ver específicamente el proyecto de
estructuras prefabricadas.
Tanto las losetas como las placas y las viguetas se comercializan en longitudes estándar.
Podría darse el caso que por errores de replanteo o cualquier otro motivo fuera necesario cortar
uno de estos elementos. Se trata de situaciones que deben evitarse pero frente a ellas hay que
tener en cuenta que el corte no puede hacerse por impacto y destrucción del hormigón. Acciones
de este tipo pueden dañar involuntariamente el hormigón remanente. Como consecuencia pueden
producirse fisuras longitudinales en coincidencia con los cables y estarían indicando la presencia
de armaduras sin adherencia. Las consecuencias son dos: los extremos no estarán pretensados y
la resistencia al corte de la pieza se verá fuertemente disminuida dado que está asociada a la
cantidad de armadura adecuadamente anclada en la zona de apoyo.
Los cortes de elementos pretensados por adherencia deben realizarse utilizando discos
abrasivos o bien discos metálicos diamantados. Obviamente, no pueden realizarse cortes en
elementos pretensados postesados por el peligro de destruir los anclajes mecánicos.
Muchas estructuras construidas íntegramente “in situ” pueden verificarse para el estado
final, es decir, para la estructura totalmente construida28. Las estructuras compuestas suelen
requerir verificaciones para las diferentes etapas constructivas. En la bibliografía se habla de
estructuras “evolutivas” pues las secciones resistentes van “evolucionando” hasta llegar a su
28
En estructuras de varios pisos puede requerirse la verificación de estados más complicados originados en la
necesidad de resistir las cargas del hormigón fresco y de los encofrados de un piso en construcción por parte de los
entrepisos ya ejecutados. Estas verificaciones suelen incluir el trabajo conjunto de varios pisos apuntalados entre sí
de modo de no descargar la totalidad de la carga de un entrepiso en construcción en el inmediato inferior.
47
configuración final y otro tanto va ocurriendo con las condiciones de apoyo que pueden ir
cambiando de acuerdo a la existencia o no de elementos de apuntalamiento.
Perfil
Estados Constructivos
cargas de Hormigón
construcción Fresco
• Encofrado
• Hormigón Fresco
• Cargas de
Puntales Encofrado Construcción
Hormigón Endurecido
• Reacciones de
desencofrado
Estado Definitivo (sección)
Liberación
de Puntales
Reacciones
Sobrecargas Contrapiso
y Piso
Cerramientos
• Resto de cargas
permanentes
• Sobrecargas
Cielorraso • Acciones
Indirectas
Figura 12.18
Sin agotar el tema ni cubrir todos los casos posibles la Figura 12.18 muestra un caso de lo
dicho anteriormente. En el primer recuadro se ve una viga metálica que forma parte de una
estructura más compleja. En el segundo se muestra a la misma viga en el momento en que se está
hormigonando una losa. Para esta situación se ha instalado un encofrado y se ha apuntalado
48
temporariamente la viga de modo de disminuir las tensiones originadas por el peso del hormigón
fresco, el encofrado y otras cargas de construcción. Por el momento la sección resistente sigue
siendo la del perfil. El tercer cuadro corresponde al momento en que, con el hormigón ya
endurecido, se liberan los puntales. Esto equivale a aplicar, ahora sobre la estructura compuesta,
cargas hacia abajo iguales en magnitud a las reacciones liberadas en los puntales. Finalmente, en
el último cuadro se ve el estado final de la estructura a la cual se le han aplicado el resto de las
cargas permanentes y las sobrecargas de uso. Obviamente en este caso la sección resistente
también corresponde a la de la estructura compuesta.
Sin entrar en detalles haremos un comentario respecto a las secciones compuestas por
hormigón y acero (o por hormigones de diferentes calidades, o por hormigones de diferentes
edades). Si una sección mixta como la del ejemplo anterior está sometida a un momento flector
positivo y permanente, el hormigón comprimido de la sección tenderá a sufrir deformaciones por
creep mientras que el acero permanecerá ajeno a este tipo de fenómenos. Esta diferencia de
comportamiento requiere un tratamiento analítico adecuado dado que se producen transferencias
de esfuerzos entre ambos materiales. Ocurre algo parecido con respecto a la retracción.
g.3) Apuntalamientos
Como comentario de carácter general: los tramos con apoyos en ambos extremos se
desapuntalan desde el centro hacia los apoyos mientras que los voladizos se liberan desde el
extremo libre hacia el extremo continuo o empotrado.
Las distancias entre puntales vienen dadas por los fabricantes en función del tipo de
elemento a apuntalar y del espesor de hormigón “in situ” a agregar. Respetando estas distancias
se evita someter a los diferentes elementos a solicitaciones excesivas y se evitan asimismo
flechas que pudieran afectar la estética o el funcionamiento de la estructura terminada.
49
13.- ELECCIÓN DE UN SISTEMA ESTRUCTURAL PARA UN
ENTREPISO
Para celebrar los 100 años de la Revolución Francesa, se decidió la construcción en París del
monumento más alto del mundo. Sería instalado en ocasión de la Exposición Universal de 1889
y debería tener 1000 pies de altura (alrededor de 300 metros). Se presentaron muchos proyectos,
uno fue el de Eiffel, otro fue una guillotina de 300 metros de altura que conmemoraba a las
víctimas del Terror. Este ejemplo grotesco (y un poco forzado) muestra los límites tan distantes
entre los que se pueden mover las soluciones a un determinado problema “estructural”.
Resulta imposible encontrar una “tabla” o un diagrama de flujo en los que, ingresando las
condiciones de proyecto, podamos extraer una única solución estructural. Esto tiene que ver con
aspectos que están mucho más allá de la efectividad estructural de una determinada solución.
Veamos, a través de algunos ejemplos, como cuestiones que poco tienen que ver con la
efectividad estructural orientan hacia determinadas tipologías.
Losa de
Subpresión
La presencia de agua hace que debamos tratar de enterrar la estructura lo menos posible
de modo de minimizar los efectos de la subpresión sobre la losa de pavimento del último
subsuelo y las presiones sobre los muros laterales29. Si pensamos a la losa de pavimento del
último subsuelo como un entrepiso mas, veremos que la subpresión será muy superior a la
sobrecarga de uso (hacia abajo) por lo que, de no modificar su esquema estructural,
29
Pensemos que subir 0.50 metros la cota de la losa inferior implica una disminución de 320 kN (32 toneladas) en el
empuje total hacia arriba sobre cada paño de 8 metros de lado.
50
requiriríamos una estructura mucho más robusta que las utilizadas en los entrepisos. Para
minimizar este problema suele recurrirse al uso de elementos de anclaje que, dispuestos en una
trama no muy abierta (en este caso podría ser de 2 por 2 metros), disminuyen la luz de flexión de
la losa inferior y tomen las cargas de subpresión. El tema de las losas de subpresión es muy
extenso por lo que limitaremos nuestros comentarios al respecto a lo dicho en el párrafo anterior.
Como la planta de columnas define cuadrados trataremos de proyectar una estructura que
trabaje eficientemente en las dos direcciones.
El alto costo de bombeo nos dice que la estructura que proyectemos debería ejecutarse en
un plazo corto. Esto nos orientaría hacia una estructura con el mayor nivel posible de
prefabricación. Esto se contrapone con un trabajo eficiente en dos direcciones pues, como hemos
visto, las estructuras prefabricadas tienen un trabajo dominante en una dirección. A pesar de que
en estructuras premoldeadas podemos incorporar elementos pretensados, en términos generales
podemos decir que una estructura con elementos premoldeados dará como resultado una
estructura de mayor altura total que otra “in situ” con trabajo en dos direcciones (y
preferentemente pretensada).
En primer lugar deberemos optar entre estructuras con vigas y estructuras sin vigas.
Como ya dijimos, las estructuras con vigas son más eficientes desde el punto de vista estructural
y conducen a menores espesores de losas. Haciendo “vigas cinta” (menor altura que ancho)
podríamos tener una altura de vigas de 8.00/25 ≈ 0.32 metros.
Veremos que un entrepiso sin vigas pretesado (postesado sin adherencia) podría resultar
una mejor solución al problema.
En general, los entrepisos sin vigas son estructuras de poco espesor31 y muy rápida
ejecución dado que tienen muy poco trabajo de encofrado y armaduras.
30
Aunque existen ejemplos de edificios construidos utilizando estas tecnologías.
31
Nos estamos refiriendo al espesor máximo y no al medio. El espesor medio de estas estructuras siempre es mayor
que el correspondiente a una estructura con vigas debido a su menor eficiencia. De todas formas, si comparamos su
espesor con el de una viga correspondiente a un entrepiso convencional, el mismo resultará menor.
51
Veamos por qué podríamos preferir pretensar. En primer lugar la altura total será menor.
Digamos que un entrepiso sin pretensar requeriría una altura del orden de 8.00/33 ≈ 0.24 metros
mientras que uno pretensado podría estar en el orden de 8.00/40 ≈ 0.20 metros. En segundo
lugar, el pretensado permite un avance de obra más rápido dado que al pretensar se libera
rápidamente el encofrado y el apuntalamiento. Aún utilizando cementos normales y sin
necesidad de curado a vapor, los entrepisos pueden pretensarse dentro de las 72 horas de
hormigonados por lo que los encofrados tienen un período de reciclado muy corto.
La solución estará seguramente entre una estructura de hormigón convencional con vigas
cinta, un entrepiso sin vigas no pretensado y un entrepiso sin vigas pretensado. En este punto (y
posiblemente antes de llegar a este punto) habrá que realizar la consulta con el contratista
encargado de la ejecución de la obra para hacer los respectivos análisis de precios y comparar las
diferentes soluciones teniendo en cuenta los costos de bombeo necesarios en cada caso y los
costos de la losa inferior de subpresión y de los muros laterales. Muy posiblemente el orden de
tipologías estructurales citado al principio de este párrafo indique también el orden creciente de
precios de cada entrepiso pero resulta el orden inverso en términos de altura total de estructura,
de tiempos de ejecución (costos de bombeo) y de costos de losa de subpresión y muros laterales.
El tiempo disponible indica que la estructura a adoptar deberá tener el mayor grado de
prefabricación posible y que no podrá depender del tiempo de fraguado de ningún hormigón.
52
ocupados por las escaleras quedan entonces 44 metros de largo por cubrir. Probaremos con
losetas huecas premoldeadas prefabricadas de 0.30 metros de ancho. Estas losetas pesan 1,45
kN/m2 por lo que el puente grúa podrá levantar una loseta de una longitud no mayor de 20 kN x
0.30 m / 1.45 kN/m2 = 4.14 metros. Podemos pensar en proyectar 12 luces de aproximadamente
3.67 metros de longitud (Figura 13.2) con lo que cubriremos los 44 metros requeridos32 y
superamos la luz mínima de 3.50 metros. Consultado el manual del fabricante de losetas, se
PLANTA GENERAL
50 m
15 m
Loseta Pretensada
CORTE Losetas Pretensadas
Figura 13.2
confirma que las mismas pueden cubrir esta luz sin dificultad para las cargas especificadas.
Veremos qué ocurre con el ancho a cubrir: 13 losetas de 0.30 metros cubrirán 3.90
metros. Antes de consultar al arquitecto sobre un posible cambio de ancho (de 4.00 a 3.90
metros) se verifica la velocidad del puente grúa para movilizar los elementos. La cantidad de
elementos a mover será 13 x 12 = 156. Pensando en que se requerirán algunas tareas de
terminación se le asignan al montaje 40 de las 58 horas disponibles durante el segundo fin de
semana. Lo anterior indica que el tiempo disponible para montar cada loseta será de alrededor de
15 minutos lo que se considera razonable.
Con todo esto a la vista se consulta al arquitecto sobre un posible cambio de ancho de
4.00 a 3.90 metros. El cambio es aceptado.
Resuelto el partido estructural del entrepiso resta dimensionar las vigas metálicas y sus
conectores de modo de que soporten el peso de las losetas con su sección propia y el resto del
peso propio y las sobrecargas con la sección compuesta, las columnas (que en este caso se
32
Podrían habre sido 11 tramos de 4 metros pero el arquitecto dio prioridad a la simetría.
53
adoptaron metálicas de modo de no tener que recurrir al uso de encofrados y además facilitar la
unión con las vigas metálicas) y las fundaciones (que se ejecutarán mediante un único pozo de
fundación por columna).
CASO 3: Se trata de construir una habitación de 3 por 3 metros sobre el patio de una
vivienda existente. El patio tiene 3 metros de ancho entre la pared medianera y
una pared lateral de la casa. La vivienda se encuentra en uso y al patio se llega a
través de un pasillo descubierto de 1.50 metros de ancho que comunica con la
calle. El propietario desea provocar durante la construcción el menor “daño”
posible a su propiedad. El acceso final a la habitación se hará abriendo una puerta
desde el primer piso de la casa por lo tanto no se prevé la ejecución de escalera. El
techo, que apoya sobre mampostería portante, será construido con un
entrablonado de madera y chapas galvanizadas.
Se evalúa el estado de las paredes existentes y se consultan los planos para obtener las
dimensiones de las fundaciones. Paralelamente se contrata a un Ingeniero Geotécnico que realiza
una perforación cercana al patio en cuestión. En la misma zona se verifica “in situ” la dimensión
de la fundación de una pared existente para confirmar los valores de planos. Los resultados de
los estudios anteriores indican que las paredes que se encuentran a ambos lados del patio y sus
fundaciones serían capaces de soportar el peso de un nuevo entrepiso, paredes, techos y cargas
de uso.
Figura 13.3
33
Para evitar fisuras por asentamientos relativos en la mampostería existente.
54
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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Institute, 1987
2.- Timoshenko S. et al, “Teoría de Placas y Láminas”, Editorial Urmo, 1975
3.- Leonhardt, Fritz, “Estructuras de Hormigón Armado – Tomo 3 – Bases para el armado de
estructuras de hormigón armado”, Editorial El Ateneo, 1985.
4.- Walther R., “Construire en Béton”, Presses Polytechniques et Universitaires Romandes, 1993
5.- “ACI Manual of Concrete Practice – Part 3”, American Concrete Institute, 1996
6.- Gaylord E. et al, “Structural Engineering Handbook”, McGraw-Hill, 1997
7.- “Recomendación para el proyecto y construcción de losas pretensadas con tendones no
adherentes – HP9-96”, Asociación Técnica Española de Pretensado, 1996
8.- Calavera , J, “Proyecto y Cálculo de Hormigón Armado para Edificios, Tomos I y II”,
INTEMAC, 1984
9.- “Composite Floor Structures”, fib, may 1998
10.- Hirt, Manfred et Crisinel, Michel, “Charpentes Métaliques”, Presses Polytechniques et
Universitaires Romandes, 2001
55