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Reseña del libro El maestro ignorante de Jacques Rancière

Rancière, J. (2010). El maestro ignorante: cinco lecciones sobre la emancipación

intelectual. España: Editorial Laertes. Jacques Rancière, filósofo francés nacido en el año

de 1940, ha escrito varios libros, algunos destacados en temas como la lucha de clases en

igualdad social y temas de estética general. Textos como "para leer el capital" (1965), "la

participación de lo sensible" (2000), "el futuro de la imagen" (2007), "el espectador

emancipado" (2010) y "el maestro ignorante. Cinco lecciones para la emancipación

intelectual" publicado en 1897.

El maestro ignorante, es un libro donde el autor realiza una reflexión sobre la

pedagogía, educación y eso que llamamos o entendemos como el "saber". Menciona allí

al pedagogo Joseph Jacotot y su "experiencia intelectual"

Comienza con el primer capítulo llamado "una aventura intelectual" donde narra

la vida del pedagogo hasta el momento en que comienza a vivir en Eslovenia, países

bajos y trabaja como profesor. Allí, presenta una aventura intelectual al poner a un grupo

de estudiantes que sabían poco francés, el leer el libro Telémaco pidiendo que escribieran

y entendieran en el idioma anteriormente mencionado ya qué él no sabía Holandés, por

medio de la experiencia de ver que sus estudiantes sin haber tenido clases de francés o

algún tipo de explicación, llegaron a traducir y realizar lo pedido de manera correcta.

Surge la duda de ¿Que tan importante viene siendo el papel de un Maestro? Visto que sin

explicación alguna, sus alumnos han cumplido de manera satisfactoria la tarea pedida

llegando a conclusiones como el hecho de que lo esencial del maestro es explicar lo que

realmente termina siendo una traducción de lo aprendido por él. El maestro al explicar lo

que hace es hacerle creer a sus estudiantes que son incapaces de aprender sin un
explicador, también que existe una línea de superioridad porque la inteligencia se divide

en dos: la inferior (repite empíricamente, registra al azar percepciones, retiene el

interpreta en el círculo de costumbres y necesidades) la cual se presenta en los estudiantes

u hombre de pueblo y la segunda (conoce las cosas a través de la razón, procede por

método y va de lo simple a lo complejo) dado en los maestros, esto termina volviendo al

maestro en maestro ignorante y por último los alumnos usan el método del azar para

aprender, el cual es un método de igualdad y voluntad y para ser un maestro emancipador,

se debe enseñar lo que se ignora para obligar al alumno a hacer uso de su propia

inteligencia para aprender. Lo que lleva al pedagogo a enseñar clases a un grupo de

estudiantes sin tener conocimiento alguno de esta materia y permitir la libertad y

búsqueda de aprendizaje en los estudiantes.

En el segundo capítulo, llamado "La lección del ignorante" el autor se continúa

viendo el desarrollo de los estudiantes con el Telémaco, pidiéndole a sus estudiantes que

hablaran de todo lo que hubiera en el Telémaco; llegando a exponer el hecho de que una

persona que aprender puede hablar, decir lo que ve y como un principio de enseñanza el

hecho de relacionar aquello que creemos entender con el resto. A su vez, este

razonamiento debe ser verificable en el Telémaco, también dice el autor que en la persona

siempre se presenta un progreso, pero este nunca llena por completo su ignorancia.

En el capítulo tercero llamado "la razón de los iguales" el autor toma la idea de la

voluntad del conocimiento, donde dice que es posible aprender por si solos y sin la

existencia de un maestro explicador (algo retomado en el primer capítulo) posicionándolo

como la base del desarrollo de la inteligencia.


En el cuarto capítulo llamado "La sociedad del menosprecio" reflexiona sobre una

sociedad que fomenta la pereza del pensamiento y desestimación del sujeto en el hecho

de producir su propia voluntad de saber, es decir, el saber está ligado a la voluntad,

convirtiendo al pedagogo en algo relativo llegando a términos como la desigualdad,

diciendo que esta es una sociedad apasionada por ello ya que sirve para afirmar el hecho

del dominio de los "superiores" sobre los "inferiores" disfrazándola de manera razonable.

Por último, en el capítulo "El emancipador y su mono" llega a la conclusión de

que el “método" debe ser usado por todos, es decir, no hay un nivel de inteligencia, todas

son iguales. Se es ignorante no por no saber, sino por despreciarse a si mismos y

despreciar su voluntad de conocimiento, el seguir un tipo de sociedad que ha vivido años

enseñando esto.

Cómo conclusión, el texto es una clara crítica a eso que llamamos muchas veces

"educación" ya que, aprender muchas veces lo vemos como una parte del sistema, como

aquello que debe sí o sí, ser dado por un maestro y caemos en la falacia de que existen

dos tipos de inteligencia, en el hecho de que no tenemos voluntad de conocimiento. Es

una crítica bastante interesante pues tanto maestros como alumnos caemos en esto,

maestros al no enseñar lo que ignoran pero si lo que conocen, muchas veces al no

permitirnos como alumnos, el defendernos a nuevos conocimientos, a ir más allá de un

concepto, al enseñarnos más a no depender de un tipo de pedagogo sino el indagar,

cuestionarnos, entender que nunca es suficiente conocimiento y nunca se es

completamente sabio.

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