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I. Marco conceptual:
1. Generalidad: Se controla todo ámbito de actuación del Estado, tanto la actividad material,
jurídica, contable, gestión, etc. Las únicas restricciones son en relación a la titularidad de
los correspondientes controles. Esta figura lleva a que existan diferentes figuras de
control: control de cuentas, control de legitimidad, control de mérito o de oportunidad
(comprobación de regularidad de funciones), o control de gestión (objeto del control).
Cualquier intereses o fin asumido por Administración es reconducible a la
Administración, que consagra el principio de la instrumentalidad del poder público.
2. Expansividad: El control expansivo o difuso de la juridicidad de los actos de la
Administración significa que existen varias modalidades de control jurídico atribuidas a
distintos organismos y autoridades (CGR, TC, TCP, etc), dotados de autonomía e
independencia para ejercer cada una de sus irrenunciables potestades. Éstos, además,
operarían en diferentes momentos de la vida del acto administrativo, pudiendo ser
controles preventivos (impiden el nacimiento de las decisiones irregulares) o controles
represivos (dejan sin efecto las que ya han entrado en vigor), a priori manteniendo sus
prerrogativas sin interferencias de los demás.
Ámbito de evaluación de fines, resultados, eficiencia y eficacia son posibles de asumir
mecanismos de control en un sinnúmero de instrumentos.
3. Publicidad: La publicidad de los actos de control (vinculado al principio de publicidad y
el derecho de acceso a la información) se entiende de dos formas:
a. Los objetos sujetos a control.
b. Los resultados del control.
II. Descripción de los tipos de control:
a. Control preventivo:
Entregada a la Administración, facultada por medio de:
o Órganos internos con específicas competencias fiscalizadoras (contralorías
internas).
o Órganos externos a autoridad emisora, cuya opinión previa es requerida antes de
adoptar una determinación.
Senado: Hay una especie de control anticipado cuando Ejecutivo requiere de esté para la
aprobación de una determinada decisión (como art. 53 Nº5 CPR).
CGR: Especie de control anticipado cuando fiscaliza por medio de la toma de razón.
TC: Especie de control anticipado cuando pdte. no se conforme con representación del
contralor fundada en la constitucionalidad de un decreto o resolución (Art. 93 N°9 CPR).
Tribunales de Justicia: Especie de control preventivo, hay dos casos:
o En RP donde, por vía de medida cautelar, se suspende tramitación de un AA
cuando se acredite amenaza a un derecho constitucional indubitado.
o En TCP, por condición de ilegalidad o arbitrariedad en proceso licitatorio.
b. Control represivo:
Operan después de la entrada en vigencia de los AA. Su finalidad consiste en dejar sin
efecto los AA contrarios a derecho, aun cuando hayan sorteado el control preventivo
Controles jerárquicos y de supervigilancia: Formas de fiscalización a posteriori, que
puede llegar hasta la modificación o invalidación de un AA si se advierte que adolezca
de algún vicio de legalidad originario.
Puede ser realizado por:
o (Indirectamente) CGR al ordenar a la Administración activa a alterar o deje sin
efecto sus decisiones irregulares por atribuciones dictaminantes (LOCCGR).
o Tribunales de Justicia: Por medio de acciones jurisdiccionales de rango
constitucional (Arts. 12, 19 N°24, 20 y 21 CPR) o simplemente legales (38.2
CPR y 15 – 54 LBPA – TCP, Ley 19.886) // TC (93 N°12 CPR) y Cámara de
Diputados (52.1 CPR).
3. Tipo de órgano que la realiza: Considerando el tipo de sujeto que debe ejercer la potestad de
control.
iii. Control de la CGR: a través del trámite de toma de razón (AA se ajusta a
CPR y ley), fiscalizando la inversión de fondos del Fisco, examinando y
juzgando las cuentas, llevando la contabilidad general de la nación.
c. Control social o ciudadano: Aquel que la sociedad efectúa sobre el ejercicio del
poder, siendo diferente al control externo y el control político porque en el control
ciudadano el derecho juega un papel mucho menos trascendental. Este control opera
en forma difusa debido a la falta de regulación normativa de los mecanismos
mediante los cuales puede ejercerse. Ejemplos de control ciudadano: derecho a
solicitar acceso a la información pública, procesos obligatorios de participación
ciudadana en la elaboración de actos de la administración, las observaciones que
puedan aportar los interesados sobre los Planes Reguladores Comunales que
expongan los Municipios, etc.
Panorama general: Los tribunales tienen una doble función: I) Tutela de derechos y II) Servir a
la democracia para limitar el desborde del poder público.
Sin embargo, en el modelo constitucional chileno este sistema está separado, pues la tutela de
derechos está dada a los tribunales de justicia (art. 38.2 CPR) y el control de legalidad general de
los actos de la administración está dada a la CGR (art. 98 y 99 CPR). El primero se denomina
“contencioso subjetivo” porque está llamado a tutelar un derecho o interés legítimo concreto, y el
segundo “contencioso objetivo” porque su propósito es contrastar la legitimidad del acto con el
ordenamiento jurídico.
El objeto del contencioso y sus acciones: El objeto de las acciones contenciosas administrativas
es, en general, proveer de tutela judicial efectiva los derechos de los particulares en sus vínculos
con la Administración, cuando ésta ha actuado contraviniendo el ordenamiento jurídico, llevando
al juez a anular un acto, condenar a pagar una suma a la Administración por los daños
ocasionados, o reconocer una situación jurídica concreta, entre otras.
El proceso del contencioso administrativo incluye: I) El derecho a na tutela judicial efectiva, II)
El derecho a acceder a un tribunal, III) La prohibición de indefensión, IV) El derecho a un proceso
sin dilaciones indebidas, V) El derecho a una resolución judicial sobre el fondo debidamente
motivada, VI) El derecho a los recursos en contra de la decisión judicial, y VII) El derecho a
ejecutar lo juzgado.
Desde el punto de vista material y bajo la influencia del modelo francés, se pueden distinguir 5
tipos de contenciosos administrativos:
I. Contencioso de nulidad:
a. Descripción: Tiene por propósito que el juez señale la ilegalidad de un AA y, en
consecuencia, declare la nulidad del acto respectivo.
b. Legitimación: Quien solicite la nulidad de un AA debe tener un concreto interés
jurídico afectado.
c. Respecto de qué vicios procede: Vicio de exceso de poder, ya sea por: falta de
investidura regular, sin competencia, sin procedimiento legal, violación de ley en
cuanto a objeto, motivos o desviación de poder.
IV. Contencioso represivo: Tiene por objeto que el juez aplique medidas de gravámenes
concretas a un particular, como puede ser en los casos en que la sanción debe ser aplicada
por el juez y no por la Administración. Por ejemplo, en materia de derecho de los
consumidores, pesca o libre competencia, como la Administración carece de potestad
sancionatoria directa, debe recurrir a un tribunal para la aplicación de la sanción,
V. Contencioso cautelar: Tiene por propósito que el juez adopte medidas cautelares,
conservativas o innovativas, con el objeto de que se impida que el derecho cuyo
reconocimiento o actuación se pretende obtener a través de otro proceso, pierda su
virtualidad o eficacia durante el tiempo que transcurre entre la iniciación de ese proceso
y el pronunciamiento de la sentencia definitiva. En Chile, ese objeto cautelar lo ha
cubierto el recurso de protección, que por cierto, se ha convertido en el gran contencioso
administrativo de nulidad en el derecho chileno debido al vacío institucional.
Los problemas son dos: I) Para recurrir de protección e necesario utilizar un derecho fundamental
constitucional protegido, y II) La condición cautelar deja de ser transitoria y se transforma en una
decisión de fondo del asunto.
La delimitación del control: juzgar y administrar son dos funciones constitucionales distintas:
La distinción entre función judicial y administrativa se explica por la voluntad de lograr el
cumplimiento óptimo de cometidos materiales distintos, los cuales exigen métodos organizativos
y procedimientos diferentes, adaptados a cada ámbito. Esta sería la función positiva de la
distinción funcional, que permitiría el correcto funcionamiento de la sociedad. Existiendo
distintas funciones a realizar por el Poder, cada una de ellas debe ser realizada preferentemente
por los órganos preparados para realizarla, quedando así ese Poder repartido funcionalmente entre
los órganos preparados para ejercerlo.
Sobre esto último, la Administración está mejor equipada, en comparación con el Poder
Legislativo y el Poder Judicial, para enfrentarse con complejos problemas, debido a su diseño
institucional: personal especializado, experiencia derivada de su actividad y flexibilidad. Esto
exige al juez una definición previa de los límites de sus competencias, para apreciar
adecuadamente el problema que debe resolver, lo que significa en términos concretos la
posibilidad de anular las decisiones de los órganos técnicos pero sin sustituir la competencia
propia de la Administración al decidir el contenido de la solución final.