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LGUNOS ASPECTOS DE LA CONTROVERSIA ENTRE INVESTIGACION CUALITATIVA E INVESTIGACION CUANTITATIVA Fernando Cortés* En este trabajo se argumenta que le evolucién del empirismo l6gico en el postpositivismo ha ido borrando las barreras entre las investigaciones cualitativa y cuantitativa; sin embargo, no 8s claro que la nocién madera de causalided sea totalmente equivalente a la interprotacion. Se arguye que las criticas a la Investigacion cualitativa en cuanto a no respetar los “canones de la ciencia" y a su incapacidad para generalizar sus hallazgos se formulan a partir del modelo legico que subyace a la inferencia estadistica; que si cambiamos la dptica y reexaminamos estos temas desde la perspectiva de la estadistica experimental, las criticas se diluyen, ‘Some Aspects of the Debate between Qualitative and Quantitative Research This work argues that the evolution of logical empiricism within post-pasitivism has gradually erased the boundaries between qualitative and quantitative research. It is not clear, however, that the modem notion of causality be completely equivalent to interpretation. It is argued that attacks against qualitative research with regard to its lack of respect for the “principles of science” and its inability to generalize its findings are formulated on the basis of the logical mode! that underlies stalistical inference, It is also argued that, by changing the focus and reconsidering these themes from the perspective of experimental statistics, such attacks fade away. Quelques aspects de la controverse entre recherche qualitative et recherche quantitative Ce travail cherche a démontrer que evolution de I'empirisme logique dans le post-positivisme a pragressivement effacé les barriéres entre les recherches qualitatives et quaniitatives, néanmeins, il n'est pas certain que la notion moderne de causalité soit totalement équivalente celle interpretation. || est demiontré que les ertiques selon lesquelies la recherche qualitative ne respecterait pas les “canons de a science’ et ne serait pas capable de généraliser ses résultats, sont faites a partir du modéle iogique sous-jacent au raisonnement statistique: mais ssil'on change d'optique et si /on reexamine ces problemes depuis la perspective des statistiques ‘expérimentales ces critiques disparaissent, * Investigador de! Centro de Estudios Sociolégicos de Et Colegio de México, Argumentos 38, agosto de 2000 {. Introduccion las ciencias sociales tiene lugar en varios dominios. Se mezclan idiscusiones que se erigen cesde los fundamentos filosdficos en que se basan las, i i | a controversia sobre la investigacion cualitativa y cuantitativa en fe metodologicos como ob- nfiabilidad y validez de la medi- da); y con pugnas que implican cuestiones de caracter como los alcances y limitaciones de los instrumentos de recopilacion de informacién, pero que la mayoria de las veces se centran en el uso y la aplicacién de los métodos estadisticos. La caracteristica central de los métodos cuantitativos es la medicién numérica que aplican a los fenémenos observados. La estadi constituye un instrumento apropiado para mecir fendmenos GEISHA cr: como para estimar su variabiidad y @uugpengadem astro, 1999: 62]. La mezcia de las dimensiones presentes en la discusién se advierte con claridad en la serie de dicotomias que enuncia Halfpenny (1979: 799), entre las cuales destacamos: los métodos cualitativos serian Felativistas, holistas, descriptivos/exploratorios, subjetivos, inductivos, especulativos/ilustratives, ideograficos, interpretativistas, orientados a exponer el sighificado para los actores, etc. Los estudios cuantitativos, por otra parte, serian universalistas, atomislicos, explicalivos, objetivos, deductivos, orientados a la prueba de hipétesis, nomotéticos, positivistas, impondrian la teoria socioldgica, etc. La tesis central del trabajo de este autor es que el origen de la discusién parte de que_los conceptos Pe que la nocién “cua €8 diferente en el positivismo, en el interpretativismo (fenomenologia y hermenéutica), en le etnometodologia y en el estructuralismo, A diferencia de Halfpenny, que se limita Unicamente @ presentar un listado de oposicion in y Lincoln raconocen que el andlisis cualitativo ‘ston sins span, mosey perepesivas epistemolégicas (1994: X y XI). Por jarlamos, la discusion sobre la aproximacion cuantitativa puede tener lugar en cualquiera de e505 dominios. Los términos en que se ha conducido la investigacién en México, asi com ' llevan a algunos a sostener que hay (ne A 25 estgecon cuclttva y Ta cuantitativa: La tarea primaria del cientifico social no es “probar’ la veracidad del conocimiento que genera (sélo en la préctica social —esto es, en la * Una buena sistematizacion acerca de la discusién en diferentes campos de las ciencias sociales en los Estados Unidos se encuentra en A. Tashakkori y Ch. Teddlie (1988: 3-6). historia—, puede jlegar a probarse algo), ni explicar cémo funcionan unas supuestas leyes inmutables, fijas, que rigen el comportamiento del mundo social; su tarea central es la de entender y describir en profundidad, por medio de conceptos teéricos, si es necesario, el movimiento de las sociedades (Martinez, 1999: 48] Ung posicién no tan ra ro alineada en la misma tesitura sostiene qué titative, ras que otros deman ratamiento cuaftitativo. Ahi donde el investigador se interesa por significados suele haber también un contexto con dimensiones numéricas (edad de los entrevistados, educacién, ete.); y a la inverse, ahi donde el investigador se interesa por asociaciones entre variables suele haber individuos que atribuyen significados propios a cada una de las preguntas que formula el entrevistador [Castro, 1999: 83]. En un trabajo de Roberto Castro en coautoria con M an, se st ue la interrelacion entre los métodos. Sit A et como parece desprenderse de Ja cita anterior) sin tambia ue |e interesa privilegiar al investigador (genera~ cién de teorias o transformacién de la realidad) (Castro y Bronfman, 1999: 61). En el otro extremo se argumenta que el conocimienta alcanzado por los métodos cuantitativos, especialmente el producido por la estadistica, seria el Unico valid, ya que es confiable, significativo y generalizable, atributos que segin esta posicion brillan por su ausencia en la | e/ investigador debe estar investigacién cualitative. Entre ambos polos 4 (cualitativista y cuantitativista) ha surgido una abierto a utilizar sorriente de pensamiento segun a cual sl | ta anroximacién jebe estar metodolégica que le dé @BRGETOABICarcia y Oliveira, 1994), lo que | [OS mejores frutos no excluye enalizar un mismo problema desde i ambas Opticas (Blaneo y Pacheco, 2000). SU Jes Uperenies Este trabajo se propone desbrozar el campo fases de una misma de la discusin entre ambos tipos de investiga. | inex ciones, limiténdose Unicamente a algunos temas | ‘nvestigacién propios de los paradigmas en contienda y a topicos metodolégico-técnicos seleccionados. Separar y clasificar los diferentes ordenes de problemas sobre los cuales se discute es una condicién necesaria, aunque no suficiente, para que el intercambio de puntos de vista permita reunir conocimientos que ayudan a perfilar las. diferencias de fondo. La seccién que sigue se dedicara a examinar la denominada guerre de los paradigmas y en la subsiguiente se trataran los aspectos metodolagicos y ‘écnicos que, supuestamente, marcarian diferencias nitidas entre ambos enfoques Il. La guerra de los par@i@inas y la Detente En este trabajo se evitaré la polisemia del concepto paradigma, cirouns- cribiéndolo a las concepciones del mundo, a la forma de entender la OTE. esi como al conjunto dqmnommasamyaionss que guien fa investigacion. El desarrollo que se presenta en el cuadro 1 toma como punto de partida el tratamiento que ofrecen Abbas Tashakkori y Charles Teddlie (1998: 1-19) sobre los rasgos esenciales que caracterizarian al légico", al “cl también etiquetado como (RRB a la posicién Hy considerados como para- igmas en los términos reciér cuadro 1 se han resumido las posiciones de las tres corrientes. Si bien las entradas son suficiente- mente informativas respecto a las principales ideas que caracterizan a los tres paradigmas, es absolutamente necesario, para los propésitos de este trabajo, agregar algunas acotaciones (cuadro 1). Los cuatro renglones inferiores de la uiltima columna del cuadro 1 estan en bianco porque Tashakkori y Teddlie no hacen mencién explicita de las posiciones que mantendria el postpositivismo respecto a los valores, la generalizacién, la causalidad y el papel de la légica, Mas adelante se volvera sobre los casilleros vacios. E| punto de partida de! positivismo légico (véase la segunda columna de| cuadro) es que “existen enunciados elementales en el sentido de que, si son verdaderos, corresponden a hechos absolutamente simples” (Ayer, 1965: 17). En otros términos, los enunciados elementales reflejan fos hechos que constituyen Es evidente que la teor que la investigacién (la buena, la realizada de acuerdo con los canones de la cena) ED 0s enunciados son espaci-tompo- ralmente independientes porque refiejan la realidad. E] método, es el dominante en este enfoque, puesto que el instrumento cee de construccién teérica es la légica proposicional desarrollada a comien- z08 de siglo por Whitehead y Russell. En este m: i - prensible la idea de bletvidee: ‘entendida como Esta forma de entender el concepto de objetividad es llamada por Leon iterpretacién correspondentista, realista meta- fisica de la verdad” (1988: 144-151). La idea de causalidad que desarrolla el empirismo légico (en su versién clasica) dista de la que proporcionan Abbas Tashakkori y Charles Teddlie (véase cuadro). Concebir que hay causas reales que son tem- poralmente precedentes o simultaneas a los efectos, traza con precisién la concepcién de Sellliz of al. (1951: 83-88). Sin embargo, en este punto hay un desfase temporal significativo, si se toma en cuenta que la obra de esos autores fue publicada en los aos cincuenta (por lo que histeri- camente corresponderia mas bien a la era marcada por el post-positi- vismo) y que la caracterizacién del empirismo que presentan (en los restantes renglones del cuadro) describe apropiadamente la corriente epistemoldgica dominante en los afios veinte.? Esto querria decir que el * Un poco mas adelante se mostrar que a principios de la década de los Cuadro 4 Positivismo Constructivismo! légico naturalismo — Postpositivismo Ontoiogia Supone Las realidades La realidad que hay ‘son maltipies. es construida una realidad y construidas, Epistemologia E! sujeto El sujeto El objeto y el objeto son yelobjeto son es construido independientes interdependientes a partir de einseparables _hipdtesis 0 teorias Axlologla La investigacién La investigacién esta libre esta orientada de valores por valores: Generalizacion Es posible No es posible generalizar para generalizar para cualquier espacio todo tiempo y tlempo y lugar Causalidad Hay causas reales Es imposible que son distinguir entre temporaimente causas precedentes 0 son y efectos simulténeas 3 los efectos Lagica Se entatizan los ‘Se enfatizan los argumentos que van argumentos que van de lo general de lo particular @ lo particular, a lo general 0 Olas hipétesis —_las teorias “aterrizadas" a prior! contenido del renglén causalidad deberia desplazarse desde el positi- visme légico al postpositivisma. Si se acepta dicho desplazamiento, so abririan dos interrogantes. {Cual ser'a, entonces, la nocién de causalidad dsl empirismo? Por otra parte, si la idea de causalidad en el post- positivismo es tan diferente de la interpretacién cualitativista, zcémo podria argumentarse, validamente, el fin de la guerra de los paradigmas? Con el propdsito de esbozar una respuesta a la primera de estas pre- guntas, haremos un feo del status de la nocién de jando se trate el tema de la referencia a la segunda pregunta. | detallado andlisis que realiza Hume del concepto de causalidad |e lleva a concluir que: Asi, aunque la causa sea una relacién filoséfica implicando conti- gildad, sucesién y enlace constante, sin embargo, solamente en anos treinta, una fuerte discusién interna en las filas del empirismo marcé el Inicio de una serie de transformaciones que culminaron en el postpositivismo. @ & tanto que es una relacion natural y produce una unién entre nuestras ideas somos capaces de razonar sobre ella o de hacer una inferen- cia a partir de ella [Hume, 1992: 127] Los ingredientes presentes en la causalidad humeana son: contigliidad, sucesion (precedencia temporal) y relacién o enlace constante.’ Sin embargo, a fin de lograr una adecuada apreciacion del concepto es necesario aclarar que para Hume contigiidad no es sindnimo de proxi- midad espacial: Aunque los objetos distantes puedan a veces parecer producirse los unos a los otros, se halla después de mas detenide examan que estan enlazados por una cadena de causas contiguas entre ellas y con los objetos distantes, y cuando en un caso particular no podemos: descubrir esta conexién, presumimos que existe (Hume, 1992: 103]. El andlisis de Hume fo lleva a concluir que la causalidad es un concepto sintético, es decir, no analitico: ‘Ya que no es por el conocimiento 0 por un razonamiento cientifico por lo que derivamos ia opinion de ta necesidad de una causa para cada nueva produccién, dicha opinién debe necesariamente surgir de la observacién y experiencia [Hume, 1992; 120]. Una pieza importante del argumento que se desarrolla en ese trabajo (en lo relative a la causalidad) es que Hume concluye, después de un andlisis pormenorizado, que es imposible fundar empiricamente el con cepto de causalidad: Como. nuestros sentidos nos muestran en un caso dos cuerpos 0 cualidades, en ciertas relaciones de sucesién y continuidad nuestra memoria nos presenta solamente una multitud de casos en que hallamos siempre cuerpos, movimientos 0 propiedades andlogas en andlogas relaciones, de la repeticién de una impresion pasada no ‘surgira una nueva idea original como lo es Ia de! enlace necesario, y el numero de impresiones no tiene en este caso més efecto que limitarnos a una sola [Hume, 1992: 120]. La conclusién de Hume sostiene, en sintesis, que las relaciones nece- sarias no son inferibles desde la experiencia, sin importagel numero de “i aie ; : uno de los problemas mas recalcitrantes que ha tenido que enfrentar el empirismo. Los empiristas logicos de comienzos del siglo xx, al igual ee dividian los enunciados significativos en ‘sane ‘ostenian que las proposiciones formales eran tautolégicas ® Mario Bunge hace una erlica a las nociones de contigUidad y de precedencia temporal en la concepcién humeana de la causalidad, mostrando asi la recupe- racin de este concepto en la era postpositivista (1987: 98-113). y que las. ualquier pro- yer ) Los enunciados que no pertenecian a estas categorias fueron calificados como metafisicos por los empiristas l6gicos, y que podian tener velor emativo 0 estético pero no valor cognoseitivo, Esta misma idea la expone Hempel cuando afirma: El principio fundamental del empirismo modern es la idea de que todo conocimiento no analitico se basa en la experiencia. Llamemos a esa tesis al principio del empirismo, El empirismo Iégico con- temporaneo le ha afiadido fa maxima segin la cual una oracién constituye una afirmacion cognoscitivamente significativa y puede, por lo tanto, decitse que es verdadera o falsa Unicamente si es 0 ien 1) analitica 0 contradictoria, o bien 2) capaz por lo menos en nino, dose cnfmade pera exparenda °F srursocxv axe iter llamado criterio empirista de significado cognoscitive, 0 de significatividad cognoscitiva, muchas ce las formulaciones de le metafisica tradicional y grandes partes de la epistemologia resultan carentes de significado cognoscitivo —independientemente de lo fructiferas que resuiten algunas de ellas en sus connotaciones en virtud de su atractivo emocional o de la inspiracion moral que ofrecen [Hempel, 1959: 115). E} pavor que transpiran los textos de los empiristas \6gicos por la me- tafisica en el dominio cognoscitivo, sus claras raices humeanas, y la lidad de fundar empiricamente la nocién sintética de “causalidad” les llevé a abandonar esta idea y 2 sustituirla por la de funcién. El estudio de la causalidad realizado por Manuel Gil (1997) lo muestra una y otra vez. Por ejemplo, después de citar textualmente a Mach, concluye: Como ya ha afirmado, la tarea de la cisncia consiste en dar cuenta de las relaciones funcionales de dependencia entre los diversos elementos —sensaciones— de tal suerte que la ngcién! acusa ciertos vestigios de concepciones metafisicas que se eluden erfectamente bien si la sustituimos por la concepcioganeteTaNesD Sanaa 114415), ‘Cuando Gil analiza la posicién de Duhem, concluye que: Las teorias fisicas que pretenden ser explicativas de las apariencias sensibles estan conformadas por dos partes radicalmente distintas: 2) une parte sinplenr® ISSR sansa BSE> clasificar las leyes; b) la otra —explicativa— pretence S@EUSaaIaaUaEEEB>s que subyace a los fenémenos. Asi divididas, Duhem considera que es falso que la primera dependa de la segunda; el vinculo entre ambas es frégil y artificial; la primera se ha desarrollado por medio del método adecuado de Ja teoria fisica y la segunda es, sin mas, un pardsito de la primera [p. 120}, Se podria continuar con citas del mismo tenor tomadas de Manuel Gil, 0 directamente de las obras de renombrados empiristas, para su- brayar que para esta corriente de pensamiento la idea de causalidad | ranjon cur 9 npn gonunde con's de metn on mates, Para no cansar al lector serraremos con dos Citas, ut directamente de Carnap, uno de los mas importantes exponentes de! empirismo légica, y otra qua se refiere a él: ‘Sea lo que fuere, debera quedar claio que cuando un cientifico habla de una ley, no hace més que referirse a la descripcién de una ee 1966]. Para Camap referirse a la causalidad implica, en primer lugar, hacer referencia a leyes generaies, no siempre formuladas explicitamente. Y, en se que esas leyes generales se utilizan en tanto trayectoria de los procesos. Es por ello que [Gil, 1997: 470]. Este breve paseo por la nocién de causalidad de! empirismo ldgico proporciona una respuesta a la primera pregunta. En efecto, para el empirismo Jdgico la nocién de causalidad caracterizada por la “contigti- dad’, la “precedencia temporal” y el “enlace constante”, fue remplazada por la idea de relacién funcional 0, si se quiere, el concepto humeano se redujo al “enlace constante” Dentro de! mismo empirismo légico surgieron algunas discusiones que pusieron en tela de juicio sus concepciones mas profundas, A partir del hecho de que eran las sensaciones las que daban el contenido faclico a los enunciados, a ellas se debia su significado; esta opinion se resur el lema que vel joultades us aoa cuando fueron incapates de verificqgemmpiieamentenesten En las filas, s también se debatid acerca de la observacién. y si se referian a sensaciones privadas o publi jes llevaron a ©. Neurath (1932-1933) y a R. Carnap (1932-1933) a sostener que en la medida en que los enunciados elementales debian servir de funda- mento 2 enunciados intersubjetivos ellos mismos debian ser tives; tenian qugsreferirse no a experiencias privadas sino a Desde este mismo momento a los enunciados elementales ares, como les llamaban Neurath y Camap) ya no se les considerd incorregibles. Russell Hanson (1958) da una vuelta de tuerca mas en su ensayo sobre la observacién, donde: concluye: Pero la ciencia fisica no es solamente una sistematica exposicién de os sentidos al mundo; también es una manera de pensar acerca del mundo, de formar concepciones. E| observador paradigmatico no es el hombre que ve y comunica lo que todos los observadores normales ven, sino el hombre que ve en objetos familiares lo que nadie ha visto anteriormente [p. 252]. Poco a poco va surgiendo la idea de que la observacién esta condi- cionada por el conocimiento previo (incluidas afirma Rolando Garcia). Mario Bunge (1999) sintetiza brillantemente la posicién a la que ha llegado e] empirismo ldgico en la actualidad (postpositivismo): solamente a través di Caeré on la tentacién de la metafora: la experiencia —la percepcién y la accién— tiene lugar en la interfase entre nosotros y nuestro mundo exterior. La percepeién y la accién median entre el mundo y nuestras ideas acerca de él y nos dan la materia prima para la imaginacién y el razonamiento. La slaboracién resultante es un conjunto de ideas: imagenes, conceptos, proposiciones, di esquemas, clasifica- ciones, modelos y teorias Particular, no confronta- mos una proposicion p acerca de un hecho o hechos f con f mismo, sino con algtin dato (0 datos) e pertinente a f, es decir alguna eviden- cia en favor o en contra de p. Podemos hacer esto porque tanto p como e son proposiciones [p. 238] La evolucién del empirismo ldgico, impulsada por el fragor de la disputa interna, abandoné poco a poco la teoria de la correspondencia y se impuso la concepcién desarrollada por Neurath y Carmap de pero qu sta idea fue enriquecida por Russell Hanson con la nocién de qui relacién con lo real esta media- BEE hipétesis, es decir, que el abjeto de la investiga- siguiente secuencia de citas tomadas de Bunge sintetiza el planteamiento: Todo hecho involucra una cosa concreta [Bunge, 1999: 33]. Toda cosa real posee diversas propiedades (op. cit., p. 34]. Cualquier pro- piedad puede ester conceptualizada o representada por un atributo opredicado, que constituye una categoria especial de conceptos [idem, p. 36]. En resumen, distinguimos una propiedad P, de una cosa, de un atributo, predicado o funcién F que representa a P: y tenemos presente que una y la misma propiedad pueden represen- {arse con predicados diferentes en andlisis 0 teorias alternativos [idem, p. 36), Es claro que en la actualidad los contendientes de la discusi6n entre los @ ser las posiiones @SIiConSit SMES lo tiene sentido contrastarfas con la del empirismo. légico, postura ya superada. En esta discusién, hay que contrastar las casillas correspondientes de las dos Uitimas columnas del cuadro. + isi) La metamorfosis del viejo empirismo légico en el postpositivismo hace pensar que tal vez sea exagerado afirmar que la realidad es algo construido (primer renglén de la peniltima y ultima columnas). Seria més justo afirmar que tanto el constructivismo como el post-positivismo y por tanto, es posible ue lleva a la imposibilidad de @ llega asi a la conclusion ce que para ambas corrientes cabe la posibilidad de que existan varias teorias compatibles con la avidencia (cuestion que no es privativa de las ciencias sociales), y la adopcidn de una u otra no sdlo dependera de consideraciones mentales sino también de sei oad ca) De |o anterior se deriva que las posicio- nes del ismo y del postpositivismo coincidirian en la ontologia, ja epistemologia y la axiologia, En cuanto a la supuesta validez universal de las teorias (sostenida por el visio empinemey que coresponde ong i Sc cuadro) hay que reconacer que en Ia actualidad ni siquiera en las ciencias fisicas se plantea la certeza de que se dispone de teorias validas para cualquier espacio y todo tiempo. La siguiente cita referida a las ciencias fisicas expresa con claridad esta idea: Pero, una vez mas, tenemos que insistir en que proponer y someter a prueba teorias de validez universal es sdlo parte del propdsito de la ciencia. Puede no haber teorias universales validas, dependiendo de que las condiciones difieran marcadamente a través del tiempo y el espacio; ésta es una posibilidad que no podemos pasar por alto. Pero aun en este caso, la ciencia podria satisfacer muchos de sus propésitos en darnos conocimientos y predicciones verdaderas en las condiciones cercanas 0 internas @ nuestro nicho espacio-temporal [0' Hear, 1989: 43}. La posicién que sostiene que r@(SSISOSIBIEIBEREIBIEP para todo tiem- Po y lugar es congruente con el postpositivismo y, por lo tanto, no seria ésta una fuente de controversia entre ambas corrientes. El renglon del cuadro de Tashakkori y Teddlle titulado “Légica” ten- ds acidn partiera, en un caso (postpositivismo), de teor ;con base en las cuales se fieren enunciados empiricos (Stinchcombe, 1970, cap. 2) que sirven: para rechazar o no las hipétesis y acrecentar asi, por afirmacién 0 ne- gacién de las hipotesis, el fondo del conacimien- Fv to acumulado (Campbell y Stanley, 1973: 14-16); fa objetividad ya no puede | 4 on a cite caso (conetructiviemofnaturlisre), consistir en representar | se argumenta que el conocimiento valido se ind | empirico, es de- fielmente los objetos Gea Esta distincién pierde toda validez si se reconoce que el proce- so de investigacién implica un movimiento continuo y ascendente entre las hipétesis y el material empiric, que dibuja mas bien una helicoide que una recta (Piaget y Garcia, 1982: 190-193; Cortés y Rubalcava, 1987: 15). Una de las consecuencias que se derivan del abandono de la teoria de la correspondencia es que las nociones de objetividad y de contrastacion (significacién) sufren fuertes variaciones. En efecto, como ya no se tiene acceso a los Si enunciados protocolares, evidencias o datos, SRD °CSLRIPAEBIERENISTHIEIMENIENPSTURIESD Se nace entonces imprescindible mudar et concepio de objelividad. La metamorfosis se puede observar con toda claridad en Popper: Ahora bien, yo mantengo que las teorias cientificas no son nunca teramente justificables 0 veriicetles, pero que son, no obstante, Ganga Ors por faa, ue fs Seg a cient sscansa en el hecho de que (GRRSUEIEIVAMEMIA!” o9per, 1967: 43} Y en una nota de pie de pagina agrega la siguiente aclaracién: Desde que escribi estas palabras he generalizado esta formulacion: pues la contrastacién intersubjetiva es meramente un aspecto importante de la idea mas general de otro modo, de la idea de la Sais aeaaetnta een @UBEBERRIGENIEDNP opp, 1967: 43) Si bien 1a objetividad 0 subjetividad no es una entrada explicita de! cuadro que se comenta, se debe sefialar que, por una parte, es una discusién que suele consumir bastante espacio en los escritos dadic: dos a la polémica y por otra, esta implicita en los renglones “ontoiogia” y “epistemologia’, En efecto, si el sujeto y el objeto son independientes, entonces es posible hablar de la objetividad como correspondencia en- tre el conocimiento producido y los hechos, pero si la separacién no existe (como plantea la concepcién postpositivista que empezé a ser sostenida en 1934, fecha en que vio la luz La /égi Sirtitea de Kart Popper no Paria cabisa pore aR dag, la necesidad de su remplazo, como se ha visto, ene ners Cuando en los trabajos dec los a la polemica entre los métodos: cualitativos y cuantitativos se afirma que los primeros son subjetivos en tanto que los segundos son objetivos, za qué concepto de objetividad 's@ estan refiriendo? Mucho me temo que la discusién esté enfrentando al positivismo légico y no al actual postpositivismo, y si éste fuera el caso se estaria luchando contra molinos de viento. Cuesta trabajo pen- sar que los partidarios dal analisis cualitativo se resistan a la objetividad (Ja actual, la del postpositivismo), La nocién popperiana de objetividad se limita, como se ha visto, “a la regulaci6n racional mutua por medio del debate critico”. No deja de ser paradéjico que la objetividad termine siendo un acuerdo entre intersubjetividades. Piaget propone un concepto més refinado en un pasaje de una de sus pocas obras especificamente dedicadas a las clencias sociales: re 8 Es cierto que el objeto no es conocido sino gracias a unas percepcio- nes que tienen un cardcter subjetivo y gracias a unos cdlculos 0 a una estructuracién matematica 0 légico-matematica, que también son signos de actividades del sujeto. Pero conviene establecer cuanto antes la distincién entre el sujeto individual, centrado en los rganos de los sentidos 0 en su propia accién, es decir, el "yo" 0 sujeto egocéntrico, fuente de posibles deformaciones o ilusiones de la natu- raleza “subjetiva’, en este primer sentido del término: y el sujeto “descentrado, que coordina sus acciones entre si y con las de otro, gue mide, calcula y deduce de "iaiiStaiVennGEbIeysreUslGUIeT=IEND ER ahh comsantorte, comune ere La idea de objetividad de Piaget incorpora la no existe ningtin critica racional, el debate de! sujeto epistémico a es no sdlo con los otros sino con é| mismo, pero conocimiento empirico | agrega ta idea de coordinar las acciones que duro como Ia roca | Petmitirian limar las deformaciones o las ilusio- nes de naturaleza subjetiva y aproximarse y no todas las hipdtesis mente al conocimiento del objeto. Es son igualmente endebles Son pocas las premisas de Ia teoria piagetiana; una de elles es que la realidad existe, aunque, como se ha visto y esta implicito en la cita precedente, los abjetos de conocimientos individualizados por el investi- gador sobre esa realidad pueden ser multiples. Es probable que esta nocién de objetividad permita afinar la discusién entre la investigacion cualitativa y la cuantitativa. En cuanto a |: ERE? © me limitafa]a consignar dos citas que no dejan lugar a dudes sobre el papelliglie desempefia en el postpositivismo: El criterio de que los enunciados elementales, 0 como los llamaban Neurath y Camap, enunciados *protocolares” quedaban incluidos en el “lenguaje fisico", los despojé de su situacién privilegiada; ya no se les consider incorregibles. Su verdad, como la de cualquier otro enunciado: fisico, quedaba siempre sujeta a discusion; pero, por encima de tod clus perceron su poiion uc, (URES TSeSSESHED en conficto con un enunciado de un orden mas elevado, tal como una hipotesis cientifica, uno u otro tiene que ser desechado, pero no forzosamente la rechazada tiene que ser la hipdtesis cientifica: en determinadas circunstancias, por el contrario, puede ser mas ‘conveniente rechazar el enunciado protocolar [Ayer, 1965: 26]. rot De hecho, algu- nas Se apoyan en otras hipstesis que @ su vez han sido confirmadas de manera satisfactoria. Asi, el apoyo de una hipdtesis procede en parte de los datos empiricos y en parte del resto del cuerpo de conocimientos pertinentes. De esta forma, las hipstesis se verifican contra este ultimo antes de ser sometidas a pruebas empiricas [Bunge, 1999: 257]. Resta por analizar e renglén “Causalidad” del cuadro construido a partir de los planteamientos de Tashakkori y Teddlie, tamando en cuenta que ya se despiaz6 el contenido de Ia columna “Positivismo légico” a la columna “Postpesitivismo".* A continuacién hablaremos sobre los nexos en] ociologia weberiana y ia explica busca capt po: era fanuel Gil (1997), al analizar la obra metodolégica de Weber, plantea que dicho sentido puede captarse de diferente manera segiin los intereses cognitivos: En la consideracién historica se trata de! sentido mentado realmente en la accion particular; en fa consideracién socialégica “en masa’ se trata del sentido mentado “en promedio y de modo aproximativo", y también puede tratarse del sentido construido cientificamente —por e} métoco tipalégico— para (GGSrseAeel ise ace ae UT “onémeno tresvente fp. ©. Como se desprende de esta cita, es el método tipolégico el que dard el sentido a la accién en el domi de la ciencia, y la explicacian causal consiste USMBUMECROMSEMEONAMaLevtencia. Por otra parte, los estudios de a epistemologia genética han mostrado que el individuo atribuye a los hechos que busca explicar la necesidad de las relaciones logicas dentro de la estructura de la teoria que intenta explicarlos (Piaget y Garcia, 1973; Inhelder, 1986 y Halbwachs, 1977). El claro paralelismo entre ambas ideas de explicacién causal, que difieren sdlo en los conceptos de imputacién y atribucién, proporciona una repuesta a la segunda pregunta en tanto que la distancia entre ambos conceptos no parece abismal a primera vista, lo que jugaria a favor de la tesis de! fin de la guerra entre los paradigmas. Ahora bien, si los experimentos llevados a cabo por la epistemologia genética develaron ‘a estructura de la explicacién causal, adios del akkori y Teddlie sos! eon el consiructivismo epistemologia genética, a intente zafarse del fantasma de Hume limitandose a las meras regularidades empiricas. Del andlisis realizado hasta este punto se desprende que la transformacién del empirismo Iégico en postpositivismo fue borrando paulatinamente jas barreras que dividieron en el pasado a este paradigma del paradigma constructivista/natur ta. Hoy es dificil trazar una frontera “ Hay que sefialar que un tratamiento acabado sobre la causalidad excode con mucho los estrechos limites de este trabajo, Asi como en la década de los cincuenta y de los sesenta, se advierte un renacer del tema, Son numerosos, los libros recientes que se dedican exclusivamente a la causalidad, por ejemplo, Salmon W. (1998) y Mc Kim y Tumer (1997), aun més, libros antiguos como el de Bunge citado en la nota numero 3, que aparacié por primera vez en 1959, fue reditado en 1997, Por ello las escasas lineas que se desarrollan en este texto no pasan de ser unas cuantas notas. Nos dams por bien servidos si a juicio del lector estan hilvanadas. nitida, A partir del desenvolvimento de! empirismo durante el siglo xc es imposible sostener hoy que e! método cualitativo es propio de las ciencias, sociales y el cuantitativo de las ciencias naturales porque sus objetos de estudio difieren. Esta aseveracién es consonante con el empirismo de los afios veinte, pero no con el que se empieza a desarrollar a partir del comie 120 da los afios treinta. ‘Tampoco seria posible sostener que el método cualitativo es subjetivo y el cuantitativo objetivo, a menos que se acepte la idea de objetividad- objeto, y perderia sentido si la objetividad surge del acuerdo de intersubjetividades. La explicacién causal, como atribucién o imputacién de sentido construida a través de modelos teéricos, hace dificil plantear una distincién paradigmatica entre causalidad e interpretacién, Sdio podriamos justificar dicha diferenciacién si se supone que el sentido de la accién surge desde “ta realidad’, es decir, si se adscribe a la teoria de la correspondencia que los pioneros de! empirismo rechazaron por razones de consistencia Ill, Metodologia cualitativa versus metodologia cuantitativa 0 viceversa Por a historia reciente de fas ciencias sociales, por ef destino 0 por azar, la etiqueta metodulogia de las ciencias sociales ha quedado vacia de contenido en América Latina. Si en un programa de licenciatura, maestria 0 doctorado hay asignaturas con dicho titulo, no se podria saber si se impartiran cursos cuyos contenidos son de filosofia de la ciencia 0 de epistemologia, o si la ensefianza se reduciré a la estadistica, pasando por todas las combinaciones intermedias. En este trabajo se incluiré con el rétulo metodologia de tas ciencias sociales al conjunto de operaciones que median entre la teoria y la informacion empiriea, inclu- yendo las técnicas de andlisis de datos. Toda Investigacion se inicla por el planteamiento de un problema, es decir, p todo investigador es deudor de fo que se conceptuales, por un lado, y de los que han estudia mismo problema o problemas conexos, por el otro. Una pregunta bien formulada, dentro de un cuerpo teorico y relevante en relacién con lo que se sabe del tema, conlleva siempre 0 casi siempre una respuesta hipétesis de rave lila eo oce hipstesis, debe tener consistencia légica, ser compatible con el conocimisnto cientifico (que incluye no séic las te | conocimiento acumulado) y ser Asi como el problema de Investigacion no puede ser cualquier pregunta (sino que debe sustentarse en el conocimiento cientifico disponible), una hipétesis, en clencias, Stcicdr no es cualquier ocurrencia. Ahora bien, cualquier hipétesis implica uno 0 mas conceptos. Por ejemplo, una hipétesis podria ser que el paso de un modelo econémico orientado hacia el mercado interno @ otro de participacién en una economia globalizada ha traido como consecuencia aumentos en la desigualdad econémica y en la pobreza. O bien que la contraccién econémica induce a los hogares pobres a enviar a los nitfos, adolescentes y ancianos a conseguir dinero; personas que en otras circunstancias estarian en la escuela o en sus casas. En el primer ejemplo, los conceptos son “modelo econémicc’, “desigualdad econdmica’ y “pobreza’, en el segundo, son “contraccién econémica’ y “utilizacién de fuerza de trabajo secundaria’ Una de las clasificaciones tiles de los conceptos fue planteada por Mario Bunge (1979: 78), y distingue entre conceptos individuales, de clase, relacionales no comparativos, relacionales comparativos y rela- cionales cuantitativos. Esta ta ja, util para los propésitos de este pio, el ef Una comunidad cientifica es un concepto de clase y el concepto marxista de clase social es relacional no comparativo, pues agrupa en una categoria a los individuos que pertenecen a la clase proletaria y en otra a los que pertenecen a la burguesia. Seria impropio, seria una violacién a la teoria y al concepto intentar distinguir entre el grado o el nivel de proletarizacién de los trabajadores. Del mismo modo, fa estratficacion social es un concep (QAI ya que en este caso los individuos se jerarquizan segun “igual”, “mayor que" 0 "menor que". Conceptos cuantitativos son la pobreza y su intensidad, asi como |a desigualdad en Ia distribucién del ingreso. Considérese la posibilidad de introducir una distincion radical entre investigacion cualitativa y cuantitativa segun los conceptos sean de uno u otro tipo. A partir de la condicion de otesis sean enunciados contrastables se plantea el tema aia entendiendo por medir no atribuir ndmeros a los objetos 0 a sus propiedades sino el poner en correspondencia los objetos 0 sus atributos con un lenguaje formal prmmiaeinmanttiie lenguaje que podria ser el de los ni De las diversas clases de conceptos se derivan las muy conocidas 4 ida (Cortés y Rubalcava, 1990): exer RRR Ss pmcros so pooson corset y las dos restantes cuantitativas. Gon base en esta dicotomia se podria fincar la distincién entre la investigacién cualitativa y la cuantitativa, argumentando que el lenguaje formal de medicién seria la légica (manejaria ‘a conjuncién, la disyuncion, la pertenencia, la existencia, etc.) en el primer caso, y la aritmética, en el segundo. Sin embargo, hoy se sabe, a partir del ota sj oats i a iaeinna ai ee ED ti ina de las formas en que se presenta esta idea al investigador es que las escalas de medicién estan ligadas por relaciones de transformacién que permiten reducir la “exigencia lagica de la medicién” (Cortés y Rubalcava, 1990: 57-59); por lo tanto, es licito pasar de la escala de razén a la escala de intervalo, de esta a la ordinal y de la ordinal a la nominal. Se concluye asi que la diferencia de lenguaje de medicién es més bien tactica que estratégica; que la pretendida diferen- ciacién de esencia se esfumaria. Podria intentarse fincar la distincién ya no en las escalas de medida sino en los instruments de acopio de informacién. Dichos instrumentos conforman una gama amplia que va desde los diversos tipos de obser /acin (no estructurada, estructurada, participante, no participante, etc., andlisis de textos, anélisis de contenidos, grupos focales, etc.) hasta llegar a los cuestionarios que incluyen preguntas con posibllidades de respuestas cerradas, abiertas o semiabiertas. Es bastante habitual, en el medio de las ciencias sociales, introducir la diferenciacién entre ambos tipos de investigaciones (cualitativa 0 cuantitativa) segun se use ‘0 no un cuestionario para recabar la informacion, No hay duda de que la naturaleza de los conceptos contenidos en la © las hipétesis y las potencialidades de los instrumentos de acopio de informacién deberian ayudar en su seleccién, procurando que éstos posean suficientes garantias de confiabilidad (saturacién) y validez (triangulacién) de las medidas. Estas debieran ser las razones que Conduzcan a utilizar instrumentos de uno u otro tipo. En este punto hay una clara diferanciacion de tradiciones de investigacién, pues hay herramientas de acopio mas apreciadas por los antropélogos y otras mas valoradas por los socidiogos (cuantitativistas). Pero, hay que insisti los criterios centrales para optar por el dispositivo de acopio deberian ser los de confiabilidad y validez: es decir, que las respuestas @ una misma pregunta (formulada 0 no de maneras altemnativas) no varien demasiado cuando son respondidas por la misma persona y que a la vez esa pregunta o preguntas se refieran al contenido del concepto que interesa observer. ‘Ahora bien, antes de continuar es necesario hacer un alto. Las consi- deraciones que siguen suponen que la investigacién desembocé en una matriz de datos que sera analizada a través de paquetes de cémputo, ya sean estadisticos o especializados, en él tratamiento de la informacién cualitativa. Claramente no pueden aplicarse si por alguna razén no es posible construir una matriz de datos, por ejemplo, por disponer de informacin parcial o referida a distintos niveles no vinculados entre sf, © porque el interés de Ia investigacién radica en proponer una estructu- ra 0 un sistema a partir de conocimiento de parcialidades, situacion tipica que enfrenta la construccién de sistemas complejos (Cortés y Garcia, 1993) Formulada esta aclaracién retomaramos el hilo del desarrollo. Una vez que se tiene Ia informacion hay que proceder a la asignacién de marcas a las propiedades de los objetos. Si las variables son cuantitati- vas (es decir, si la escala de medicidn fue de intervalo 0 de razén) se transcribe directamente la respuesta desde el cuestionario a la matriz de datos, por ejemplo, 10 000 pesos mensuales de ingresos 0 12 afios de instruccidn. Pero si las variables son cuaiitativas es necesario codificer. Por ejemplo, si la respuesta, la observacién o el andlisis de! documento ha originado una serie de oraciones respecto a cémo se evaliia la gestion de la autoridad, sera necesario distinguir, por lo menos, aquellas que son iguales de las que son distintas, en cuyo caso se estaria usando una escala nominal, y si se emplean nimeros para codificar, slo se usa una de sus propiedades: su nombre. También se pueden jerarquizar las respuestas de acuerdo con la intensidad de la critica, dando lugar asi a una escala ordinal que podria ir desde los que simpati- Zan totalmente con Ia autoridad y no formulan critica alguna, hasta los que realizen la critica mas acerba, En este caso también se puede codi- ficar usando niimeros, pero emplean- do las propiedades del nombre y el orden que caracterizan al sistema nu- mérico, Lo que deseamos subrayar es que independientemente del tipo de con- cepto empleado en la hipdtesis de trabajo (como respuesta provisional a la pregunta de investigacién) y del instrumento de acopio de informacién, se termina con una matriz de datos que contiene némeros que son cédi- gos 0 que representan la magnitud de las propiedades de las unidades de observacién. Se podria objetar el uso de niimeros y no de otro tipo de marcas, Para jos propésites de la investigacién es indiferente que se usen marcas © numeros pues si el sistema de marcas es consistente sera posible ponerlo en correspondencia con el sistema numérico. Por otra parte, debe sefalarse la conveniencia de codificar con dicho siste- ma porque ello facilita el procesamiento en las computadoras, incluyen- do los programas especificaments disefados para realizar analisis cua- litativos. Dada una mairiz de datos con observaciones en los renglones y varia- bles en fas columnas, podria volverse a intentar introducir una diferen- ciacion entre la Investigacion cualitativa y la cuantitativa; ésta quedarla claramente reflejada por el tipo de programas con el que se realiza el analisis: por ejemplo, Etnograph o Atias.Ti en el primer caso y SPSS o Stata en el segundo. Es decir, si bien no habria una diferencia radical entre ambas verlientes de ia investigacién hasta la construccién de la matriz de datos, éstas se separarian radicaimente en el momento del analisis. La investigacién cuantitaliva echaria mano de la estadistica mientras que la cualitativa funcionaria con operaciones tomadas de la légica. Por qué no aplicar un andlisis estadistico a la matriz de datos, sin importar si se realiz con una metodologia cualitativa? Parece que son dos las objeciones principales que se plantean ante este procedimiento 7) Que la estadistica no esta disefiada para tratar variables cualitativas y 2) que la investigacién cualitativa no tiene pretensiones de generalizacion. La primera objecién se puede dividir en dos. La primera tiene que ver con la habilidad de la estadistica para analizar variables cualitativas y la segunda se relaciona con la nocién de aleatoriedad. La primera parte de esia objacién ha sido superada por el desarrollo interno de la propia estadistica, en dos periodos histéricos diferentes. A comienzos del siglo xx, la estadistica descriptiva que permitia el tratamiento de variables no métricas fue enriquecida por el andlisis de asociacién® que se desarrollé a lo largo de ias primeras tres cuarias partes del siglo, hasta llegar a proponer una funcién generatriz de cosficientes de asociacién depenciente de la hipdtesis esiadistica, que se sometia a contraste empfrico (Cortés y Rubalcava, 1987: 121-148). A pesar de los avances que se lagraron durante esos afios era perceptible una clara distancia respecto al desarrollo que habia alcanzado el analisis de regresién y correlacién Después de la Segunda Guerra Mundial, la incorporacién de variables explicativas no métricas en el modelo de regresién tuvo un progreso ex- plosivo, Hoy en dia cualquier manual Ge econometria, por elemental que sea, suele traer un capitulo dedicado ai tema de las variables ficticlas (dummy) (por ejemplo, Kennedy, 1997: cap. 14), donde se ensefia ‘cémo convertir variables con miiltiples categorias (por ejemplo, fa posicién en la ocupacién, las profesiones, ia religién, ete.) en un conjunto de variables ficticias, sin por ello forzar la medicién. Sin embargo, quedaba pendiente |a tarea de incluir en el modelo variables dependientes no métricas. Fue Leo Goodman quien publicé, en 1972, el primer trabajo sobre este tema, originando lo que hoy se llama regresién logistica. A partir de entonces se han logrado avances espectaculares que permiten considerar no solo variables dependientes dicot6micas sino variables con cualquier numero Jos avances | 4s categorias. En la actualidad este conocimiento en los diversos campos | esta tan desarrollado que su tratamiento ha pasado a los libros de texto; una exposicion que componen | sistematica y detallada se encuentra en el la estadistica | aPitulo 19 del liaro de W. Greene (2000). En los ultimos treinta afios ha habido avances en la han ido desdibujando estadistica, por el claro impulso de los problemas 7 i planteados por las ciencias sociales, que al fas diferencias | conjugarse con los desarrollos de la micro- en el andlisis | computacién abren la posibilidad de enalizar la relacién entre conjuntos de variables no matri- de la informacién cas usando poderosas técnicas de andlisis. Asi ‘como el desarrollo del paradigma postempirista fue borrando 9s Upatsas ene la lgsloaoip syallys Ya cuantitativa, del mismo m I ss join sorters, recusrdoso, aa aleatoriedad. Podria objetarse el uso de la estadistica para analizar la matriz de datos argumentando que dicha técnica se aplica sobre variables total o parciaimente aleatorias, lo que deja fuera de juego a los datos que se generan en |a investigacién cualitativa, ya que ésta siempre o casi siempre toma muestras intencionales. Este argumento se vuelve dudoso si tomamos en cuenta que los procedimientos esta- disticos se aplican sobre datos censeles. Para analizar esta objecién + | anélisis de asociacién emerge en medio de una disputa ideciégica que enfrent6 a Yule en contra de Galton y Pearson, quienes desarrollaron e! anzlisis de regresi6n y corretacidn para investigar cuestiones raciales (D. Mackenzie, 1979: 39-50). habria que tomar en cuenta que la aleatoriedad en la estadistica no sdlo surge de la seleccidn de muestras al azar, sino también de otro tipo de argumentos que han sido sintetizados por King, Keohane y Verba (59): Perspectiva 1: Un mundo probabilistic: La variacién aleatoria existe en la naturaleza y el mundo social y politico y nunca puede ser eliminada. Aun si midiésemos todas las variables sin error, censamos (en lugar de tomar muestras) e incluimos toda variable explicativa concebible, nuestro analisis nunca arrojara predicciones perfectas. Un investigador puede dividir e! mundo entre componentes apa- rentemente sisteméticos y no sistematicos y mejorar sus prediccio- nes, pero nada de lo que pueda hacer un investigador que debe analizar datos tendré efecto en reducir la cantidad fundamental de variacién no sistematica que existe en el mundo empirico, Perspectiva 2: Un mundo deterministico: La variacién aleatoria es s6lo una porcién de! mundo sobre la cual no tenemos explicacién. La division entre variaciones sistemdticas y estocésticas es impuesta por el analista y depende de qué variables explicatives estan disponibles y se incluyen en el andlisis, Dadas las variables explicativas correctas, el mundo es enteramente predecible [p. 59]. Haciendo a un lado cuestiones de “detalle", como la superposicin de la nocién de explicacién con prediccién, ambas perspectivas son equiva- lentes para los propésitos de este escrito, en la medida en que permiten sostener la idea de que la aleatoriedad no surge unica y exclusivamente de la seleccién de muestras al azar, sino que también emerge de las limitaciones humanas en cuanto a la capacidad para considerar todas las variables que afectan un fenémeno, o bien de las limitaciones en el desarrollo tedrico para reconocer cuales son las variables explicativas correctas, La idea de un mundo predecible al cual nos acercariamos asintéticamente a través de la investigacién cientifica tiene un fuerte sabor newtoniano. Por ei contrario, Ja nocién de que la naturaleza es aleatoria se relaciona con nociones basicas de la teoria del caos y de la teorfa de los sistemas complejos. En conclusién, independientemente de que se opte por una u otra perspectiva, el arguimento que sostiene que la investigacién cualitativa no puede usar métodos estadisticos por- que sus observaciones no son generadas por muestras al azar, resulta no ser valido. E! investigador que ha utlizado instrumentos cualitativos para recopilar su informacién, que ha seleccionado muestras intencionales y que ha generado una matriz cualitativa de datos podria, si asi lo deseara, utilizar los métodos que le proporciona la estadistica. No habria razones conceptuales que se lo impidieran, Es probable que el tipo de co- Rocimiento que genera la estadistica no responda cabalmente las pre- guntas de una investigacién y que, por lo tanto, tenga que recurrir a otros métodos de analisis de informacién, pero no es menos cierto que arrojaré resultados que dificilmente se consigan con otros instrumentos. En este sentido habria que concebir el método estadistico como una manera de enriquecer el andiisis, asf como los estudios Cualitativos informan sobre ambitos que dificimente alcanza la estadistica, Pero resta atin el problema de la generalizacion empirica, a diferencia de la generalizacién tedrica, que se tratd en relacion con los paradigmas. Uno de los aspectos dlgidos de la controversia es la generalizacién Desde las filas cuantitativistas se afirma que los resultados de la Investigacion cualitativa tienen escasa “validez"; que ésta se reduce, en | mejor de los casos, a la comunidad 0 al grupo de donde se hizo la seleccion, y en el peor, que sdlo son “validos” para tas 15, 20 0 30 observaciones que se analizaron. En un sentido estricto, sélo se limitarian a las j6venes que se entrevistaron en un estudio de embarazo adolescente, 0 a las madres adolescentes que asisten al hospital donde se hizo [a seleccién; a los pocos empresarios populares que fueron entrevistados para estudiar sus cosm2visiones, 0 al barrio de Lima en que viven y trabajan; al ethos cientifico de los quimicos, bidlogos y socidlogos de los grupos académicos que se estudiaron, o a las tres disciptinas. Sin embargo, la “critica” queda en el aire cuando se afirma que efectivamente, la investigacién cualitativa no tiene ninguna pretensién de generalizar mas alla del tiempo y del lugar en que se lev a cabo. Asi, en principio, se produciria un acuerdo entre ambas posiciones; sin embargo, no es claro que estén entendiendo lo mismo cuando se refie- ren a “todo tigmpo y lugar’. {Estarian de acuerdo los cualitativistas en reducir el dominio del conocimiento producido a los casos que estudia- ron? O, por el contrario, gsuponen que sus hallazgos tienen aplicacién en un dominio un poco mayor al de los datos, aunque no necesariamen- te sean validos para “todo tiempo y lugar"? En todo caso, lo que si ocurre con bastante frecuencia, especialmente en el caso de la investi- gacién cualitativa orientada al disefio de politicas, es que si bien en principio es posible aceptar que no interesa la generalizacién, los inves- tigadores, paulatina e inadvertidamente, introducen aseveraciones que van mas alla de sus datos, es decir, infieren o generalizan. Pareciera que esta critica a la investigacién cualitativa surge desde el muesireo estadistico. Las muestras aleatorias permiten hacer inferencias 0 estimaciones a la poblacién muestreada que suele ser la poblacién objetivo. La seleccién aleatoria de las observaciones permite hacer uso de las probabilidades para estimar los errores en que se incurre al pasar de lo particular (los resultados de la muestra) hacia lo general (las catacteristicas de la poblacién). El calculo de los errores (errores presentes en todo proceso de inferencia, se disponga o no de una estimacién de su magnitud) es lo que caracteriza y distingue al muestreo aleatorio. Sin embargo, aun cuando el error de muestreo sea pequefio, el grado de confianza de {a estimacién sea alto, se usen estimadores insesgados, eficientes, consistentes, suficientes, de varianze minima, es decir, a pesar de que se cumplan todas las propiedades que caracterizan a un “buen” calculo, nada garantiza que los intervalos de estimacién tomen en cuen- fa las caracteristicas de la poblacién (sus medi- das de tendencia central, de dispersion, correlaciones, regresién, etc.). Puede ocurrir por azar que la muestra que se seleccioné sea una de las “malas’, es decir, una de aquellas que arrojan estimaciones alejadas de los parémetros de Ja poblacién mas alla de los errores admisi- bles. El discurso estadistico es muy claro en este sentido: nada garantiza que la generalizacion de la muestra aleatoria 4 la poblacién arroje los resultados correctos, pero si proporciona una estimacion del porcentaje de casos en que la inferencia seria errénea. Por lo tanto, en una aplicacién particular, a pesar de cumplirse estrictamente con todos los requerimientos estadistices, la estimacién puede estat muy alejada de los pardmetros poblacionales, es decir, la generalizacion puede resultar equivocada. La diferencia entre la investigacién cuantitativa y la cualitativa en cuanto a la generalizacién radicaria en que la primera proporciona estimaciones de los errores que surgen del paso de lo particular a lo general, mientras que la segunda (en tanto no selecciona muestras aleatorias sino intencionales) no dispone de formas de evaluar los errores de inferencia, Sin embargo, nada garantiza que las generalizaciones que proporciona el muestreo esta- distico sean mas precisas que las de Ia investigacién cualitativa ‘Tampoco es aceptable, con base en este argumento, que las investi- gaciones desarrolladas dentro del cartabén aleatorio sean cientificas, mientras que las que escapan a este marco no lo sean. La estadistica no se agota en [a inferencia (muestreo, estimacién y pruebas de hipdte- sis). El “analisis de experimentos” (campo en que destacan el disefio de experimentos propiamente tal y el analisis de varianza) es otra linea de desarrollo que tiene su dindmica propia (Snedecor, 1962). En este texto, nos interesa destacar que, con base en esta vertiente de la esta- distica, Campbell y Stanley publicaron en 1966 su obra Disefios experi- mentales y cuasi experimentales en la Investigacion social, que permitio extender los avances logradas en ese campo, a pesar de que las situa- ciones investigadas van mds allé de los campos tradicionales de experi- mentacién: Por “experimento” entendemos aquella parte de la investigacién en la cual se manipulan ciertas variables y se observan sus efectos sobre otras. Conviene aclarar que el propésito particular de este libro no es estudiar el diserio experimental dentro de la tradicién de Fischer, donde el experimentador con pleno dominio de la siluacion programa tratamientos y mediciones a fin de lograr la mejor eficiencia estadistica, Linico objetivo al que obedece la mayor o menar complejidad del diserio, Los disefios aqui analizades son tanto mas complejos cuanto mayor es |a inflexibilidad del ambiente, en la medida que el experimentador carece de control absoluto sobre la situacién. Aunque hay no pocos puntos de contacto entre nuestra tratamiento y el de la cortiente de Fischer, juzgamos apropiado dejar la exposicion de esta Ultima para obra de mayor envergadura (Campbell y Stanley, 1979: 7] El texto de estos autores nos ensefia a pensar en situaciones dadas (es decir, situaciones en las que el investigador no interviene o no tiene posibilidades de intervenir) como si se tratase de experimentos natura- les.’ La idea central es que si bien es cierto que el investigador no esta en condiciones de manipular las variables como en los experimentos, puede pensar como si la “naturaleza” hubiese experimentado. El libro se Gesarrolla con ejemplos de Investigacion ofientados basicamente 2 la educacién. Sin embargo, Paul Spector (1981), basandose en él, escribe un texto con aplicaciones a la sacioiogia, la antropologia y la ciencia politica. Ch} Desde esta perspectiva se ramifican tres campos en que el investiga- dor debe tomar decisiones: elegir la situacién que puede aportar res- puestas al probiema de investigacién, controlar jos factores que limitan la validez intema y los que afectan [a validez externa, No es el propésito de este trabajo exponer estos temas sistematicamente. Quien se intere- se en ellos puede consultar las obras citadas, sin embargo, es necesa- rio incluir algunas breves consideraciones sabre dichos tépicos para desembocar en la idea de que ia discusién sobre la generalizacién en la investigaci6n cualitativa seria mas fructifera dentro de la linea experi- mental de Campbell y Stanley. Dada una pregunta de investigacién, como por ejemplo, zes el cambio. en la politica poblacional en México la que condujo al abatimiento obser- vado en la tasa de fecundidad?, o gel embarazo adolescente se transite generacionalmente de madres.a hijas?, o 4de qué depende que haya una alta proporcién de hijos varones en la zona frontariza norte que no estu- dian ni trabajan?, o cual es el ethos de una comunidad cientifica dada?, etc., se debe decidir qué situacién o situaciones deben observarse para intentar proporcionar una respuesta.’ Para la primera pregunta pareceria adecuado buscar informacién historica, busqueda que podria orientarse por el “disefio de series cronolégicas” (Campbell y Stanley, 1979: 76) 0 por un “disefio pretest-postest de un solo grupo” (Campbell y Stanley, 1979: 20). Para la segunda, podrian usarse varias estrategias entre las que proponen esos autores. La mas simple seria el “disefio de comparacién con un grupo estatico” (Campbell y Stanley, 1979: 29). Una vez que se decide emprender este camino, habria que recabar informacion sobre las jovenes que no han sido madres solteras. Este

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