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Necesidades sociales y motivacidn: exposicidn y critica de las teorfas @ investigaciones ‘Manin CONSUELO Dé SANTAMARIA Tradicionalmente las necesidades humanas se han clasificado en dos categorias: necesidades primarias o fisiologicas y necesidades secunda- rias o aprendidas. A estas tltimas se les ha llamado también necesidades sociales (Morgan, 1962). Las necesidades sociales dependen, como su nombre lo indica, de la interaccién de las personas y de los valores 0 nor- mas del grupo 0 sociedad; entendidas de esta forma, es obvio que solo existen en los seres humanos. En este capitulo, el concepto motivacién comprende: a) el motivo © impulso que leva a actuar al sujeto y que se origina por la falta de algo; b) la conducta motivada o instrumental, y c) la reduccién del impulso. A estos tres componentes se les llamaré elementos de la moti- vacién. Debido a que algunos autores consideran como fundamental para entender la motivacién a s6lo uno de estos elementos, concentran su interés en él. Sin embargo, los diferentes modelos y teorias intentan, en Gltima instancia, explicar el comportamiento, es decir, encontrar las, causaso lasrelaciones funcionales y los diferentes factores que controlan Ia conducta; en el caso de las necesidades sociales, la conducta humana. Algunos autores se han dedicado especificamente a desarrollar teorias de la motivacién (Maslow, Herzberg, McClelland, ete.), mientras que otros, con la intencidn de estructurar una teoria para explicar toda la conducta humana o algunos aspectos de ella, mencionan elementos rela- cionados con la motivacin pero no elaboran Gnicamente una teoria al respecto. A continuacién se expondran brevemente algunas de las principales teorias sobre la motivacién, que incluyen, como elemento esencial de su estructura, ciertas necesidades sociales especificas; algunas teorfas sobre el comportamiento que aluden a la motivacién; ciertas necesidades so- ciales que se consideran de particular importancia y que, en general, se tratan en mas de una de las teorfas sobre la motivacién; algunas investi- gaciones especificas sobre estas necesidades particulares, y, finalmente, se 153 154 TERCERA PARTE, NECESIDADES SOCIALES hard un anilisis critico del conjunto de las investigaciones mencionadas y de las teorfas expuestas. TRES TEORIAS SOBRE LA MOTIVACION Jerarquia de necesidades de Maslow Para Maslow, las necesidades de un individuo estén organizadas segan una jerarquia relativa (véase figura 7.1), de tal forma que las necesidades primarias o fisiolégicas son las mas importantes y las que determinan el comportamiento en tanto no sean satisfechas. El individuo no puede alcanzar la satisfaccién de las necesidades de orden superior mientras no satisfaga las primarias e, igualmente, una especie no puede desarrollar necesidades superiores mientras tenga que dedicar la totalidad de su actividad a su supervivencia. Necesidades de actualizacion A i Nocesidades de afecto y pertenencia Necesidades de seguridad Necesidades fisiologicas Figura 7.1. Jerarquia de necesidades de Maslow. Segin Maslow, el objetivo tltimo de toda accién humana es la auto- nomia y la autodirecci6n, que se obtienen mediante el desarrollo 6ptimo de las propias potencialidades. Sin embargo, este fin ultimo sdlo 1o al- canzan personas que han satisfecho todas sus otras necesidades o niveles de necesidad. Son cinco los niveles en la jerarquia de Maslow: 1. Necesidades fisiologicas. Mientras un sujeto sienta hambre o tenga sed, es obvio que todo su comportamiento se dirigiré a conseguir es CAP, 7, NECESIDADES SOCIALES Y MOTIVACIGN 185 alimento o bebida. Mientras perduren estas necesidades todas las demis actividades serdn poco importantes y no se le podr4 pedir que desarrolle conductas orientadas hacia una tarea@ptelectual 0 de bisqueda de realizacién propia o de otros. 2. Necesidades de seguridad. Son las necesidades de seguiidad y proteccién fisica tales como el abrigo, la salud y la comodidad, e igualmente las que garantizan cierta estabilidad del medio. Por i ello, para Maslow, la supersticién, la religién y aun la ciencia, en parte, han sido motivadas por esa necesidad del ser humano de conocer y controlar su ambiente. 3. Necesidades de afecto y pertenencia. Estas necesidades corres- ponden a lo que se llama necesidad de afiliacién, es decir, a todo aquello que Heva al individuo a buscar a otros para ser aprobado, querido, etc.; son las necesidades de apoyo y asociacién con otros. | 4. Necesidad de autoestima. La bisqueda de estima y el desarrollo | de un concepto positivo de si mismo dependen completamente de la satisfaccién de las necesidades de afecto y pertenencia. Es gracias al desarrollo de unas relaciones interpersonales satisfacto- | rias para el sujeto como pueden evitarse los problemas de salud | mental, tan comunes hoy en E.U.A. La falta de autoestima con- | lleva siempre sentimientos de inferioridad, depresién e incapaci- dad que, a su vez, fomentan los llamados comportamientos tipi- camente neuréticos, En este nivel se encuentran las necesidades de independencia, logro y aprobacién, y en ellas hay dos subcla- ses: primero, las necesidades de autorrespeto y estima de si mis- mo y, segundo, las necesidades de respeto y aprobacion de otros. 5. Necesidades de actualizacién. Este nivel corresponde a todos los comportamientos orientados a desarrollar las potencialidades propias y alcanzar el maximo rendimiento y compromiso de que se es capaz. Si bien este nivel requiere de la satisfaccion de todos los anteriores, a diferencia de ellos, es relativamente indepen- diente del mundo externo. En efecto, para Maslow, la persona que ha satisfecho esta necesidad es mas libre y esta mas liberada del motivo como primer elemento de Ja motivaci6n; es una per- sona que no s6lo busca conocer y comprender su medio y a si misma, sino que también es capaz de producir una obra de arte o de conquistar su propia naturaleza para alcanzar su grado opti- mo de desarrollo y, por consiguiente, de salud. Maslow estudié un buen niimero de personas famosas y de estudiantes universita- ios, y desarrollé una lista de quince caracteristicas de la persona autoactualizada (Maslow, 1954). Son muchas las implicaciones de la teoria de Maslow en Jas diferentes dreas de la psicologia. Desde el punto de vista de la psicologia clinica, a 166 TERCERA PARTE, NECESIDADES SOCIALES dicha teorfa implica una definicion de persona sana, implicita en algunas formas de terapia (Rogers, 1963); pero quizds la psicologia organizacio- nal es la que mas ha investigado sus implicaciones. Teorfa del doble factor de Herzberg Para Herzberg (1959), la actividad mas importante de un individuo es su trabajo; actividad eminentemente social, en la cual se presentan o no oportunidades para satisfacer necesidades sociales de autoestima, aprobacién, etc. Herzberg formulé su teorfa basado en una serie de entrevistas a in- genieros y contadores. Les pidié que recordaran incidentes especificos de su experiencia reciente de trabajo que los hubiera hecho sentir par- ticularmente bien o mal respecto a su cargo, que explicaran los efectos que habjan tenido en su comportamiento y si éstos habian durado poco ‘© mucho. De alli surgieron las dos categorias de factores del trabajo: los motivadores y los higiénicos. Herzberg encontré una serie de factores © condiciones laborales que provocan altos niveles de motivacién y sa- tisfaccién en el trabajo. Estos factores, que estan directamente relacio- nados con la naturaleza y el contenido del trabajo, se aman factores motivadores y son: a) Logro: desempefto exitoso en la tarea. 4) Reconocimiento por el logro. c) El trabajo mismo: tarea interesante y desafiante. @) Avance o crecimiento. e) Responsabilidad. La ausencia de estos motivadores en el trabajo, no necesariamente causa insatisfaccién, Esta corresponde a la no satisfaccién de uno o més de los factores higiénicos, que son: | a) Politicas administrativas de la organizaci6n. b) Supervision. c) Relaciones interpersonales con compafieros, jefes y subalternos, 4) Condiciones de trabajo. e) Salario. P) Categoria. g) Estabilidad en el puesto. Si el empleado considera que los factores higiénicos no son conve- nientes, se sentird insatisfecho y sera menos productivo. Es importante destacar que los llamados motivadores son congruentes con los dos nive- eee eee eae CAP, 7, NECESIDADES SOCIALES Y MOTIVACIGN 157 les superiores de la jerarquia de Maslow. Segin Herzberg, si el trabajo contiene factores motivadores, el impulso (primer elemento de la moti- vaci6n) serd generado internamente por el individuo, en lugar de que sea externamente aplicado, y asi el sujeto tendrd la sensacion de que controla més su ambiente. En cambio, los factores higiénicos que operan en el ambiente del trabajo o la tarea, no producen motivaci6n, pero su ausen- cia puede afectar la satisfaccién en el trabajo (Herzberg, 1959, 1968). Esta teorfa se trataré con més detalle en el capitulo 10. Teoria de la motivacién de McClelland Para McClelland, Atkinson, Clark y Lowell (1953), 1a base de la mo- tivacin no est en un impulso, sino en el reestablecimiento de un cambio en la situacién afectiva actual. No ¢s la satisfaccién de una necesidad biol6gica lo que determina nuestro comportamiento inicial, porque dicha satisfaccién no es suficiente como activador del comportamiento. Lo que da direccién a la conducta es la biisqueda de la confirmacion de si se ha dado o no un cambio afectivo. En cuanto se inicia dicha conduc- ta, se establece una secuencia conductual que implica ir hacia o alejarse de una situacion. Ahora bien, todas las tendencias de evitaci6n y acer- camiento son aprendidas. El sujeto aprende a acercarse cuando determi- nada clave desencadena una anticipacion de que se dard un efecto positivo en la situacin anunciada por la clave y lo contrario sucede en la evita- cién. Lo importante de esta teorfa, respecto a las necesidades sociales, es que concede un lugar fundamental a las relaciones con otros, y de alli que sus autores desarrollen un sistema de medicion de las necesidades de logro y afiliacin, necesidades que, como se verd mas adelante, depen- den para su satisfaccion del contacto con otros y, segén McClelland, de Ios estimulos recibidos en edad temprana. La medicién de estas necesi- dades, segin esta teorfa, se analizard en el siguiente capitulo en forma detallada, porque es quiz4 una de las mayores aportaciones de McClelland al érea de la motivacin y, sobre todo, de las necesidades sociales. RELACION ENTRE ALGUNAS TEORIAS O HIPOTESIS ACERCA DE LA CONDUCTA Y LOS PROBLEMAS DE LA MOTIVACION Y LAS NECESIDADES SOCIALES Como se dijo al comienzo del capitulo, cada teorfa del comporta- miento humano trata de establecer relaciones funcionales entre la con- ducta y los factores que supuestamente la controlan o suscitan, para determinar por qué actian los organismos de tal o cual manera. Se 158 TERCERA PARTE, NECESIDADES SOCIALES expusieron brevemente algunas teorias sobre la motivacion que preten- den entender por qué actian los individuos para alcanzar una u otra meta, o para satisfacer un impulso 0 motivo. Las diferentes teorias o modelos estudian el comportamiento desde Angulos diferentes y desarrollan sus propias categorias conceptuales. Asi, existen los estudios experimentales, los neurofisiolégicos, los com- portamentales, los matematicos, etc., que comprenden y explican la motivacién de forma distinta; no estudian algo diferente, simplemente lo analizan con otro marco conceptual, segiin el punto de vista que adopten. La comparaci6n breve de algunas de las teorias del comporta- miento sera suficiente para ilustrar lo anterior. Para Lewin (1936), el objeto o meta no es Jo que determina la direc- cionalidad del comportamiento motivado, sino que la relacion mutua entre los diferentes factores fisicos, especialmente entre el objeto y el ambiente, es lo que orienta o dirige la conducta. Entonces el comporta- miento es una funcion de la situaci6n total y no solamente de un impulso inicial 0 de un objeto meta. En cambio, para Hull (1943), la reduccion de una pulsion eslo que dirige la conducta, por lo que habla de pulsiones aprendidas primarias y secundarias, Por su parte, Tolman (1949) reco- noce el papel determinante de los estados motivacionales fisiolégicos, pero afirma que lo fundamental es el comportamiento “molar” y las caracteristicas observables de éste. Para Thorndike (1932), es la ley del efecto la que permite comprender el comportamiento intencional. Skinner (1974) considera que una pulsion o un impulso no es otra cosa que un estado hipotético, interpolado entre operacion y conducta. La pulsion es un cambio conductual inducido por las operaciones de privacion, saciedad y otras que alteran la probabilidad de presentacién de la conducta. El impulso no es un estado fisiolégico, ni un estimulo, ni un estado psiquico. La conducta depende de las variables anteceden- tes y consecuentes que pueden ser manipuladas. Se busca la compafiia de otros porque en el pasado esta buisqueda ha sido reforzada; se pre- tende alcanzar posiciones sociales altas porque el medio lo refuerza, etc. Pero la posibilidad de que un reforzador sea un “reductor” de una “necesidad” o tensidn, no significa que siempre lo sea, ni que haya algo interno en el sujeto que explique esa busqueda. En algunas de las inves- tigaciones que se expondran mas adelante es evidente la influencia de la concepcién skinneriana en los autores que piensan que la motivacién no es un proceso aparte que requiere una interpretacién tedrica propia, sino que es una funcion de la manipulacion ambiental. Algunas necesidades sociales Debido a que las necesidades sociales son aprendidas y estan deter- minadas por el medio y la cultura, la lista de ellas puede ser mas 0 menos CAP. 7. NECESIDADES SOCIALES Y MOTIVACION 159. larga y variable segin el autor que las estudie o el grupo que las reco- nozca. En este apartado se tratarin algunas de las necesidades sociales especificas que de una u otra manera forman parte de las teorfas expues- tas sobre la motivacion, de las cuales se han realizado investigaciones empiricas importantes. Necesidad de logro Para algunas personas existen metas lo suficientemente valiosas para que desarrollen comportamientos que les permitan sobresalir en lo que se han propuesto. Por ejemplo, ser el mejor en el area de trabajo, con- quistar posiciones politicas o vencer obstaculos fisicos para ser el depor- tista mimero uno de su pafs, pueden constituirse en las determinantes del comportamiento de ciertos individuos; se dice que estas personas tienen una alta necesidad de logro (McClelland, 1953). Esta necesidad de logro, tan valorada en nuestra sociedad occidental, se manifiesta de diferentes maneras en las distintas etapas de la vida de una persona: en la competencia deportiva, académica, etc., entre los niffos desde edad temprana, fomentada por sus padres y profesores; en el establecimiento de patrones institucionales para evaluar el desempefio de los trabajadores en las empresas, y, en fin, en el valor que se atribuye a toda persona que alcanza el éxito (Bourne y Ekstrand, 1973). McClelland y Atkinson (1948) fueron los primeros que intentaron medir la motivacion o necesidad de logro mediante el empleo del test de apercepcion temitica (T. A. T.) de Murray. Posteriormente, otros auto- res (Douvan, 1956; Haller y Sewell, 1957; Winterbotton, 1958) preten- dieron establecer relaciones entre el desarrollo de esta necesidad y la educacion de los padres, la clase social de los nifios, su raza, etc. En el siguiente capitulo se hard referencia mas precisa a la necesidad de logro, se ampliaran las descripciones de los procedimientos utilizados para me- dirla, y se analizardn los resultados obtenidos en estas investigaciones. Necesidad de afiliacién A la tendencia de los seres humanos a asociarse con otros, a buscar contacto social esporddico o permanente, y a formar grupos, se le llamo instinto gregario y en la actualidad se le conoce como necesidad de afiliacién. Varios autores consideran que la necesidad de afiliacién se origina en la primera infancia. Al nacer, el nifio depende completamente para su supervivencia de sus padres o de las personas encargadas de ctiarlo; todas sus necesidades primarias las satisface otra persona y, por consiguiente, aprende que cuando se encuentra cerca de ésta sus proble- mas estdn resueltos. Entonces empieza el condicionamiento: madre y 160 TERCERA PARTE, NECESIDADES SOCIALES comida se dan siempre juntos, luego 1a sola presencia de la madre es un reforzamiento y ésta se convierte en una fuente de refuerzo por sf misma (Skinner, 1974). No puede hablarse de un instinto sino de una conducta aprendida, y este aprendizaje est4 determinado por las condiciones ma- teriales de desarrollo del nifio, De la forma en que se manejen estas pri- meras relaciones del nifio dependeré, segiin algunos autores, la necesidad de afiliacién (Morris, 1976). En efecto, Sarnoff y Zimbardo (1961) afirman que los primogénitos y los hijos tnicos tienen mayor necesidad de afiliacién que los que no lo son, y que los hijos de padres que fomen- tan la dependencia por largo tiempo presentan mayores necesidades de afiliacién que los nifios de familias grandes en que las circunstancias los han forzado a ser independientes desde mas pequefios (véase fig. 7.2). Hombres, Primogénitos Nacidos de segundo en adelante Figura 7.2. Necesidad de afiliacién segtin sexo y lugar en a familia, (Tomado de Morris, 1976.) La necesidad de afiliacion se expresa mediante comportamientos tales como la bisqueda de amistades, el desarrollo de trabajo en grupo, mantener y restaurar relaciones interpersonales, evitar molestar a otros y la biisqueda de aprobacién de los demas (Beltran y Perez, 1974). La cooperacién es una manifestacién mas de la necesidad de afiliaci6n. Para algunos autores el origen de esta necesidad, y de todas las socia- les, estd en Ia intencién de reducir la ansiedad (Mowrer, 1956; Walters et. al., 1960; Cofery Appley, 1971). Schacter (1959) realiz6 un estudio con universitarias divididas en dos grupos: ansiedad alta y ansiedad baja. Al primer grupo se le advirtié que durante el experimento recibirfa un choque eléctrico fuerte y al segundo se dijo simplemente que recibirfa | | | | | eee CAP. 7, NECESIDADES SOCIALES Y MOTIVACION 161 un pequefio choque que les harfa cosquillas. Antes de entrar a la sala experimental, donde supuestamente se les aplicaria el choque, se les pregunté por medio de un cuestionario si querfan esperar solas 0 con las demas. Mas de las dos terceras partes de las estudiantes del grupo de ansiedad alta prefirieron esperar acompafiadas, mientras que solo una tercera parte del grupo de ansiedad baja prefirié esperar con otras. Schac- ter realiz6 varios experimentos del mismo tipo y siempre encontré rela- cin entre la ansiedad y la afiliacin. Al igual que la necesidad de logro, la necesidad de afiliacién se in- tenté medir por medio de las respuestas al T. A. T. (Shirpley y Veroff, 1962). Segtin Murray, creador de este test, la dindmica de la persona- lidad no es otra cosa que una interaccion de fuerzas o necesidades que evan a la persona a actuar para alcanzar un determinado objetivo y que cuando éste no se alcanza, esas necesidades se pueden manifestar, por ejemplo, por medio de la fantasia. Cuando una persona interpreta una situacién social compleja o reacciona ante ella, en el caso del T. A. T. una lamina que represente varias personas, es muy probable que revele tanto de sf misma como de lo que se le pregunta especificamente; por Jo que es posible conocer las necesidades, los deseos y los temores rela- cionados con su experiencia anterior (Morgan y Murray, 1962). . Shirpley y Veroff estudiaron la necesidad de afiliacién en dos grupos de estudiantes de fraternidades universitarias. Al grupo experimental le Presentaron un test sociométrico para activar sus necesidades de afilia- cién y al grupo control un test de preferencias alimenticias sin ninguna telacién con la afiliacién. Luego les mostraron a todos los sujetos las laminas del T. A. T. y se vio que la puntuaci6n, elaborada para medir la necesidad de afiliacién, era mayor en el grupo experimental que en el control. Posteriormente, otros autores (Atkinson, Heyns y Veroff, 1954) utilizaron procedimientos semejantes y obtuvieron resultados andlogos. Necesidad de poder Aquellas personas que desean controlar los medios para influenciar a otros, cambiar la manera de pensar o dominar en alguna forma Jas ac- ciones © pensamientos de los demés, se dice que tienen necesidad de poder. Estos sujetos siempre intentan mandar, disfrutan del uso de la autoridad, toman siempre la palabra en un grupo, demuestran interés por desempefiar papeles que les otorguen mando sobre otros (Beltran y Perez, 1974). La necesidad de poder también ha sido estudiada mediante el uso del test proyectivo T. A. T. Veroff (1957) utiliz6 dos grupos y un siste- ma de medida especial para evaluar la necesidad de poder en las histo- rietas del T. A. T. El grupo experimental estaba compuesto por lideres estudiantiles de una universidad estadounidense, que esperaban los re- 162 TERCERA PARTE, NECESIDADES SOCIALES estudiantes después de una campafia de un mes. Los miembros del grupo control eran estudiantes de psicologia. Los datos de los dos gru- pos fueron significativamente diferentes. Elautor del experimento sefiala que es probable que la necesidad de poder se relacione con la llamada motivacién de reconocimiento y, también, con Ja necesidad de logro. Se han desarrollado formas precisas para comparar las necesidades de logro, afiliacin y poder, a fin de usarlas en grupos de trabajo en las | empresas (Andrews, 1967; Wainner y Rusin, 1969). Por otro lado, | | sultados de una votacin que los eligiria como representantes de los | Applezweig, Moeller y Burdick (1956) reportan una correlacién negativa importante entre puntuaciones denecesidades de afiliacion ynecesidades | de logro en las historias al T. A. T. Necesidades sociales en situaciones de grupo Como ya se ha seflalado, las necesidades sociales se desarrollan y | expresan en el contacto con otros. Cuando ese contacto se da en una situacién de grupo, las necesidades sociales se modifican y surgen ciertos procesos de grupo que afectan el comportamiento de sus miembros. In- cluso se ha dicho que las situaciones sociales generan motivos (Horwitz, 1956), Conviene mencionar entonces las investigaciones que se refieren a procesos tales como la competencia y la rivalidad, la conformidad y la sumisiOn, eteétera, Allport (1924) investig6 el efecto en el desempefio de tareas como cadena de asociacién libre, razonamiento y juicio, en sujetos en situa- cin de grupo en los que se disminuja al maximo la rivalidad y la com- petencia mediante una minima interaccién y también en una situacion de soledad. Este autor encontré que si bien aumentaba la cantidad de respuestas en la situacién social, disminufa la calidad en comparacién con el desempefio en soledad y que lo extremo de un juicio disminuia en la situacién de grupo. Sin embargo, segtin los estudios de Dashiell (1930), parece que influyen otros factores ademas de la mera presencia de otros sujetos. En efecto, se encontrd (Dashiell, 1935; Sheriff y Sheriff, 1956; Young, 1936) que colocar a los sujetos en una situacin de com- petencia quiz4 aumentaba la cantidad 0 velocidad pero no la calidad del trabajo, Por ejemplo, Sims (1928) afirmé que para incrementar la eje- cuci6n de un grupo era mis eficiente aparear a los sujetos que oponerlos. Es importante mencionar algunas investigaciones sobre la conformi- dad, entendida como la aceptacién individual de patrones o normas de comportamiento de un grupo, conformidad que si no se observa puede llevar a calificar al individuo como “desviado” (McGinnies, 1970). Segin Campbell (1961, citado por McGinnies) el comportamiento se adquiere de dos formas: a) individual o perceptualmente, mediante el aprendi- zaje por ensayo y error, y 5) socialmente por imitacién, observacion 0 ee CAP, 7, NECESIDADES SOCIALES ¥ MOTIVACION 163. instrucciones verbales. La primera forma no implica necesariamente la conformidad, pero la segunda si. Respecto al comportamiento de imi- tacién, que no es otra cosa, de acuerdo. con Bandura y Walters (1963), que aquel que presenta un individuo gracias a un modelo, se ha conclui- do que depende de las consecuencias del comportamiento. Asi lo han demostrado los experimentos de Miller y Dollard (1941) con animales, y los de McDavid (1954) con nifios. La conformidad no es mas que el comportamiento que, al igual que la imitacién, se da en situaciones so- ciales y esta determinado por lasreacciones de los otros y por el refuerzo positivo o negativo. Varios investigadores han realizado estudios para medir la conformi- dad de un sujeto ante los miembros de un determinado grupo (Back, 1951; Blake, 1958; Raven, 1957). Se han observado diferencias segtin el tipo de situacién con la que el sujeto debe conformarse y su sexo y edad, Por ejemplo, Crutchfield (1955) reporta que las mujeres exhiben mayor conformidad que los hombres ante diferentes situaciones, Tam- bién se ha comprobado que los primogénitos son mas susceptibles a la influencia social que sus hermanos (Dittes, 1961; Schacter, 1959), lo cual estd directamente relacionado con lo mencionado respecto a la ne- cesidad de afiliacién de estas personas, Son bien conocidos los estudios de Asch (1961) sobre la conformi- dad ante el juicio de un grupo. En estos estudios se pedia a siete sujetos de un grupo de ocho que emitieran un juicio erréneo sobre una tarea perceptual y el-octavo miembro, sin saberlo anteriormente, deberia emitir su juicio al respecto. Muchos de los sujetos se “‘conformaban” con el juicio del resto del grupo y sélo algunos pocos sostenian su juicio inicial. Otras investigaciones del mismo tipo (Moeller y Applezweig, 1957; Krebs, 1956; Samelson, 1957) seftalan que puede sentirse la pre- sién del grupo sin conformarse con ella y que la conformidad se relaciona con una baja necesidad de logro. Sin embargo, en un experimento para apreciar la relacién entre la conformidad y la necesidad de logro en una situacién de conflicto transcultural, Zajons y Wahi (1956) encontraron una mayor conformidad en los sujetos con una alta necesidad de logro que en los sujetos con baja necesidad de logro. Los sujetos eran estu- diantes indios estadounidenses a los cuales se aplic6 un cuestionario de 72 frases que se referian a normas de la poblacién estadounidense, y la necesidad de logro se midié mediante unas ldminas del T. A. T. y otras elaboradas por Atkinson. Estos investigadores afirman que cuando exis- te conflicto entre niormas culturales, los individuos con puntuaciones altas en necesidad de logro resuelven el conflicto a favor de la norma estadounidense y aquéllos con baja necesidad de logro lo resuelven a favor de las normas indias. Tal parece que ninguno de estos estudios permite llegar a conclusio- nes definitivas, porque quiz4 influyen muchos otros factores que no han 164 TERCERA PARTE. NECESIDADES SOCIALES sido controladosen la situacién experimental. Sin embargo, para Walker y Heyns (1962), tanto la conformidad como su contrario, la “individua- lidad”, son comportamientos que pueden manipularse en una situacion experimental mediante el refuerzo diferencial, ya que en esta forma se han adquirido. Lo mismo podria decirse de otros procesos de grupo, muy relacionados con los mencionados hasta aqui, como la competen- cia y el liderazgo. El temor al fracaso y la esperanza de triunfo El temor al fracaso y la esperanza de triunfo han sido estudiados por diferentes autores (Atkinson, 1953; Moulton, 1958) en un intento por determinar las relaciones, en las historias al T. A. T., entre estos dos motivos y la necesidad de logro. Los hallazgos solamente permiten esta- blecer que la diferencia entre miedo al fracaso y esperanza de triunfo indica que los procedimientos originales de puntuacién necesidad de logro eran aglomerados. . y que la medicién de motivacidn no ha alcanzado un nivel elevado de desarrollo ‘cuando los instrumentos de medicién son tan conglomerados como parecen estarlo éstos (Cofer y Appley, 1971, pag. 711). Paradéjicamente, parece existir en las mujeres, en lugar de temor al fracaso, miedo al éxito. Horner (1969), al analizar las historias de 90 mujeres y 98 hombres, estudiantes de la Universidad de Michigan, cons- truidas con el enunciado inicial: “Después de los examenes de primer semestre, Juan (Ana) se percata de que es el (Ia) primero(a) de su clase en la escuela de medicina”, encontré temor al éxito en las mujeres. S6lo el 10% de los hombres hicieron historias que reflejaban duda o temor al éxito; en cambio, la mayor parte de las mujeres expresaron temores de rechazo social, dudas sobre su feminidad e incluso algunas ni siquiera aceptaron que Ana hubiera tenido éxito y se referfan a ella como “la enfermera” u otra persona menos importante que el médico. Segin Horner, todo esto es consecuencia de la educacién recibida por las mu- jeres. Posteriormente, Treseman (1974) expresé dudas respecto a la forma como se habia medido el temor al éxito yal tamafio de la muestra, y sefialé los problemas de la puntuacién y la relacién real entre las his- torias y el comportamiento de las mujeres*; sin embargo, es un estudio piloto que requiere mayor investigacién. En cuanto a las diferencias de motivacién por sexos, conviene men- cionar el estudio de Gjesme (1973) sobre la Hamada probabilidad sub- * Dada Ia influencia del movimiento feminista en los Estados Unidos, es muy probable que sion la actualidad se realizara un estudio de este tipo, en la misma universidad, los resultados serian diferentes. CAP. 7, NECESIDADES SOCIALES Y MOTIVACION 165 jetiva de éxito. Al medir el desempefio académico, los resultados del T. A. T. y un test de ansiedad, de 157 nifias de séptimo grado, el autor encontr6 que estas nifias subestiman su probabilidad subjetiva de éxito, lo cual implica que las nifias con habilidad intelectual mediana o baja, necesitan mucho més estimulacién del medio para emprender ciertas tareas y alcanzar el éxito que las que tienen alto nivel intelectual. En la figura 7.3 se muestran las diferencias sexuales en motivacién de logro como funcién del nivel de habilidad. 5 £ ° 3 8 Prob. 1.00070 0.80 0:30 0.00 Meseulino Alto Mod. Bajo a Feminino Alto ‘Mod. Bajo Figura 7.3. Diferencias por sexo en la tendencia resultante del logro como funcién del nivel de habilidad, cuando M, (motivacién de logro) mayor a Me (evitacién del fracaso) y viceversa. (Tomado de Gjesme, 1973.) Se ha hablado de la necesidad de aprobacién como un motivo apren- dido que no es otra cosa que el buscar merecer un juicio favorable de las personas que el sujeto considera importantes. Esta necesidad de apro- baci6n tiene origen en las interacciones del nifio con sus padres y luego con los profesores, jefes y demas personas con autoridad para dar esa aprobaci6n, siempre dentro de un contexto social. 166 TERCERA PARTE. NECESIDADES SOCIALES La aprobacién esté relacionada con la dependencia, entendida como motivo social. Segin Sears, Whiting, Nowlis y Sears (1953) puede ha- blarse de un motivo o impulso de dependencia en los nifios, Esta nece- sidad se desarrolla obviamente en el contacto con los padres, segiin éstos permitan o no al nifio desarrollar por si mismo determinadas conductas instrumentales para satisfacer sus necesidades primarias de hambre, sed, etc. La necesidad de dependencia en los nifios se ha medido por medio de pruebas proyectivas y también al comparar la ejecucién de los nifios en una tarea determinada. Hartup (1958) analiz6 al desempefio de una tarea en nifios de una casa cuna en presencia o ausencia de un adulto después de ser alimen- tados. Este autor encontré que los nifios se desempefiaban mejor en ausencia de los adultos. Beller (1959) confirma estos hallazgos. Segin Cofer y Appley (1971), son pocas las investigaciones sobre conducta dependiente o acerca de la dependencia, entendida como motivacin adquirida, para definir si se trata de un motivo aparte o simplemente de una respuesta que sitve a otros estados y que ha sido reforzada en relacién con otros motivos. CONSIDERACIONES CRITICAS SOBRE LAS | TEORIAS DE LA MOTIVACION Y UBICACION SOCIAL DE LOS PROBLEMAS DE LAS . NECESIDADES SOCIALES Y LA MOTIVACION El elemento comin a todas las teorias ¢ investigaciones que se han mencionado en el presente capitulo, es que estudian el comportamiento individual sin darle ubicaci6n alguna dentro de un contexto social, como si este comportamiento se diera “en el vacio”. Aun aquellas concepcio- nes en las que la interaccién del individuo con el medio se considera lo esencial para comprender la supuesta intencionalidad de la conducta, s6lo tienen en cuenta el medio més inmediato al sujeto ¢ ignoran el cardcter de la estructura social mas general dentro de la cual todo indi- viduo actiia. Lo anterior no quiere decir, obviamente, que las teorfas e investiga- ciones expuestas sean falsaso invalidasen sentido alguno, lo que se quiere sefialar es que ignorar el medio social mas amplio y la influencia que éste tiene en los comportamientos individuales conduce, con mucha facilidad, a dar a los hallazgos de las investigaciones realizadas, dentro de estos marcos conceptuales tan limitados, el caracter de propiedades de la naturaleza humana, y a ocultar las caracteristicas de una determinada sociedad que es indispensable conocer para identificar cudles son los cambios necesarios para empezar a resolver el problema de la motiva- cién. Este tipo de generalizaciones (como dar carécter de propicdades naturales a condiciones coyunturales, determinadas por las caracteris- CAP, 7, NECESIDADES SOCIALES Y MOTIVACION 167 ticas particulares que tiene una sociedad especifica), que se encuentran con demasiada frecuencia en las investigaciones sociales que se realizan en nuestro medio, no s6lo conducen al oscurantismo anteriormente sefialado, sino que se convierten en un impedimento muy eficaz para relacionar los campos de las ciencias sociales, cuyo objetivo es el estu- dio del individuo, con aquellos en los que el objeto de estudio es la so- ciedad en su conjunto, A continuacién se van a presentar algunas consideraciones criticas, de caricter muy general, que se espera susciten la inquietud necesaria para que las investigaciones sobre necesidades sociales y motivacion se realicen conuna mayor comprensién del contexto social. Primero se hard referencia a algunas conceptualizaciones, propias del materialismo hi t6rico, que se consideran de vital importancia y, luego, se mostrarén algunas limitaciones esenciales de las teorias y las investigaciones que se han descrito en este capitulo. En La ideologia alemana, Marx y Engels (1958) sefialaron claramente que una condicién basica para la existencia humana, que en su esencia es reconocida por las teorfas de la motivacién mencionadas, es que los seres humanos se hallen “en condiciones de poder vivir”, es decir, que tengan la oportunidad de obtener los medios de alimentacién, habita~ cién, vestido, etc., esenciales para su supervivencia, Por consiguiente, estos autores afirman que el primer hecho historico tiene que ser la produccién de los medios indispensables para la satisfaccién de esas necesidades, “la produccién de la vida material misma”. La importancia de la produccién en la concepcién social de Marx y Engels, es suficiente para plantear que: Podemos distinguir at hombre de tos animales por 1a conciencia, por la religion o por lo que se quiera, pero el hombre mismo se diferencia de tos ani- males a partir de! momento en que comienza a producir sus medios de vida. (pig. 19). La satisfaccién de esta primera necesidad y la elaboracién de los ins- trumentos empleados hace surgir nuevas necesidades, y éstas adquieren, con el avance de la historia, una importancia relativa, creciente, dentro de la vida social. Es asi como la procreacién, la familia, que en un prin- cipio aparece en la historia como latinica relacién social, al multiplicarse las necesidades (relacionadas también, como es obvio, con la multiplica- cién de la poblacién) se hace secundaria. En el proceso de la multiplicacion de estas necesidades, Marx y Engels, dan un papel de particular importancia al surgimiento del intercambio de productos dentro de la sociedad: 1a necesidad de intercambiar pro- ductos es el origen de la necesidad de vivir en sociedad. El intercambio, que en un principio no es mas que un “‘instinto gregario”, se desarzolla y perfecciona al aumentar la produccion y las necesidades, es decir, al 168 TERCERA PARTE, NECESIDADES SOCIALES multiplicarse la poblacién, Con este desarrollo aparece, de manera con- catenada, la division del trabajo, que inicialmente es una division sexual, luego se hace segdn las cualidades fisicas y finalmente su extension conduce hasta la division social entre trabajo fisico intelectual. En el contexto general expuesto, el estudio de la historia es lo que conduce a Marx y Engels a desarrollar su concepto de produccién social, que se distingue de la produccién individual en la medida en que implica que pata producir lo que requiere para satisfacer sus necesidades esen- ciales de supervivencia, cada individuo tiene que entrar necesariamente en relaciones con otros; este hecho es el que da origen al concepto de relaciones sociales de produccién, fundamental dentro del materialismo hist6rico. Con base en el concepto de produccién social es posible dis- tinguir entre lo que se produce y el modo como se produce, ambos ele- mentos estén intimamente relacionados con las necesidades que una sociedad determinada requiere satisfacer para poderse reproducir. Marx y Engels dicen: El modo como los hombres producen sus medios de vida depende, ante todo, de la naturaleza misma de los medios de vida con que se encuentren y que se trata de reproducir, Este modo de produccién no debe considerarse solamente como la reproduccién de la existencia fisica de los individuos, Es ya, ms bien, un determinado modo de actividad de estos individuos, un deter- minado modo de vida de los mismos. Tal y como los individuos manifiestan su vida, asf son. Lo que son coincide, por consiguiente, con su produccién, tanto en lo que producen, como con el modo como producen. ‘Lo que los individuos son depende, por tanto, de las condiciones materiales de su produccién. (pags. 19-20.) De la cita anterior se pueden extraer varios puntos de suma impor- tancia: 1. Las necesidades de los hombres evolucionan con Ia historia, y la evolucion de éstas est4 determinada por las condiciones materiales de la vida social, por lo menos en dos sentidos: por un lado lo que se pro- duce, que en la medida en que se desarrolla conlleva cambios en las necesidades; por el otro, y esto es lo que mas interesa, el modo como se produce, que implica también, en la medida en que cambia, modifi- caciones en las necesidades. Es muy importante destacar la referencia de Marx y Engels al hecho de que la reproduccién de aquello que una sociedad requiere para subsistir como tal, implica no solamente la repro- duccién de los elementos fisicos que necesita, sino también la de un determinado modo de vida de la sociedad y de los individuos que la constituyen. Este modo de vida particular de cada sociedad est4 obvia- mente relacionado con las necesidades particulares de ésta. 2. Elconcepto mediante el cual se hace referencia a ese doble caracter de la reproduccion de una determinada sociedad es el de modo de pro- CAP. 7, NECESIDADES SOCIALES Y MOTIVACION 169. duccién. Por lo tanto, puede decirse que los distintos modos de produc- cién tienen que Ievar asociadas distintas necesidades, tanto en lo rela~ cionado con las necesidades de elementos fisicos (que se asemeja, si no se es demasiado riguroso, a las necesidades primarias mencionadas en las teorias sobre motivacién), como en lo relacionado con las necesidades asociadas a determinados modos de vida (semejante a lo que se ha deno- minado necesidades sociales). 3. Las necesidades de los hombres no pueden estar disociadas de las condiciones materiales de la sociedad en que viven 0, en otras palabras, “de las condiciones materiales de su produccién”. Por esto, las necesi- dades de los individuos, tal como se manifiestan empiricamente (como en los casos de las investigaciones expuestas sobre necesidades sociales), tienen que considerarse en conexién intima con dichas condiciones de produccién para que sea posible entenderlas. Antes de referirnos, en forma critica, a las teorias e investigaciones sobre la motivacion con los conceptos del materialismo hist6rico, falta establecer cémo el trabajo teérico de Marx y Engels desemboca en la idea de clase social. Dada Ia importancia que Marx y Engels dicron a la produccién (segin se ha expuesto en el concepto de modo de produccion) para analizar la sociedad en cualesquiera de sus etapas historicas, era indispensable deli- near, en forma mas precisa, cudl 0 cuales eran los elementos esenciales de esta produccién. Este delineamiento lo realizaron al analizar las dis- tintas formas de produccién y distribucién del excedente de la produc- cién. Mediante este andlisis llegaron a distinguir las sociedades de clases y las sociedades sin clases. Mientras en las primeras existen grupos so- ciales de trabajadores y grupos de no trabajadores, en las cuales los se- gundos subsisten gracias a mecanismos que les permiten extraer de los primeros el excedente de la produccién para apropiérselo, en las segun- das no hay grupos de trabajadores y de no trabajadores, y la apropiacion del excedente se da en forma colectiva. El concepto de clase social designa a estos dos grupos en las sociedades de clases, y el concepto de relaciones sociales de produccién se emplea para caracterizar los diferen- tes mecanismos que se institucionalizan para la extracci6n del excedente que produce el grupo de trabajadores. La finalidad del concepto de modo de produccién es distinguir las sociedades segiin las diferentes formas de extraccion del excedente, o sea, las distintas relaciones de producci6n. Después de seffialar algunos elementos del materialismo hist6rico se puede especificar la critica a las teorfase investigaciones sobre motivacion mencionadas, ya que se afirma que en ellas se estudia el comportamiento individual “en el vacio”, es decir, sin contemplarlo socialmente. Todas las teoriase investigaciones mencionadas en este capitulo con- sideran al individuo de manera completamente aislada, sin especificar 470 TERCERA PARTE, NECESIDADES SOCIALES dentro de qué modo de produccién est4 inscrito ni a qué clase social pertenece. Como ya se habia sefialado, y vale la pena reiterarlo, esto no invalida, ni convierte en falsos, los resultados que de ellas se han obteni- do. Tales teorias ¢ investigaciones conceden a sus resultados, al menos implicitamente, un cardcter universal o natural que no tienen e inducen a pensar, también implicitamente, que muchos de los problemas sociales, que tienen relacion con la estructura social y con un modo de produccion particular, se atribuyen a la insatisfaccion de necesidades que se definen sin ninguna relacién explicita con las condiciones materiales en que los individuos “‘investigados” viven, es decir, sin referencia alguna a su con- dicién de clase, Maslow, por ejemplo, al establecer su jerarquia de necesidades, reco- noce, como Marx y Engels, el papel central que tiene la supervivencia como base inequivoca y necesaria de la piramide de necesidades; pero, al mismo tiempo, se distancia de ello, ya que estas necesidades fisiol6- gicas, las que por su misma naturaleza tienen una inmediata vinculacion con la produccién material de una sociedad, para Maslow estén, desde el primer momento, totalmente desligadas de la estructura social de la que forman parte los individuos de quienes se habla. El anilisis detallado y riguroso de las consecuencias que esto tiene rebasa las intenciones del presente trabajo. Baste por el momento con seflalar algunas considera ciones generales al respecto: 1. Abstraerse de Ia estructura social es lo que permite a Maslow plantear la generalidad de que el objetivo tiltimo de toda accion humana es la autonom{a y la autodireccién. Si se analiza esta proposicion con detenimiento, dentro del conjunto de lo que plantea Maslow, se ve cla- ramente que es contradictoria con sus mismos planteamientos, pues definitivamente no puede ser valida para quienes viven en condiciones materiales paupérrimas y luchan dia con dia, por subsistir. Entonces, este “objetivo Ultimo”, que Maslow arbitrariamente generaliza como denominador comin de todos Jos seres humanos, existe solamente en su cabeza, y la arbitrariedad de la generalizaciOn es una clara consecuen- cia de no tomar en cuenta el modo de produccion. 2. Sin duda, la teorfa de Maslow tiene un gran atractivo: su claridad y la consiguiente facilidad de comprensidn. Pero este atractivo se logra a costa de un simplismo mecanicista que s6lo sirve a los intereses de quienes pretenden mantener las estructuras de la sociedad occidental contempordnea. Con este simplismo se oculta que todo el conjunto de necesidades que Maslow considera independientes entre sf (y crecientemente aisladas conforme se avanza en la pirdmide), estén intimamente relacionadas. Esta relacion se puede descubrir si se atiende la relaci6n de estas necesi- | : | CAP, 7, NECESIDADESSOCIALES Y MOTIVACION 171 dades con el modo de produccién que predomina en determinada socie- dad y; mas concretamente, con la posicién de clase de los individuos considerados. Asi, por ejemplo, con respecto a la necesidad de actuali- zacion personal (quinta en la jerarquia), Maslow dice que corresponde a los comportamientos orientados a “‘desarrollar las potencialidades propias” y, agrega, que si bien este nivel requiere de la satisfaccién de todos los niveles anteriores, a diferencia de ellos es relativamente inde- pendiente del mundo externo. Es evidente que esta independencia solo puede mantener un cardcter neutral en la medida en que se plantee a espaldas de las condiciones materiales de los individuos que “sienten” este nivel de necesidades, pues, de lo contrario, se pondria en eviden- cia que ésta es una oportunidad reservada para quienes forman parte de las clases dominantes. No es casual que para identificar este tipo de ne- cesidades Maslow haya realizado sus investigaciones (por lo menos las correspondientes a este nivel en la jerarquia) con personas famosas y universitarios. En cuanto a Herzberg, la parte mas interesante de sus conclusiones parece ser la diferenciacién que hace entre factores higiénicos y factores motivadores. Como ya se explicé antes, los primeros slo pueden pro- ducir insatisfaccion cuando no estén adecuadamente satisfechos, mientras que los segundos tnicamente pueden producir motivacién en la medida en que sean satisfechos. Es importante hacer algunas consideraciones relacionadas con la metodologia de la investigacion emp irica que le sirve de base a Herzberg. Este autor realiza su trabajo mediante entrevistas a ingenieros y conta- dores, a quienes les hace preguntas relacionadas con los efectos moti- vacionales que en ellos habfan producido incidentes en el trabajo. Es evidente el limitado alcance de las conclusiones de este tipo de investi- gaciones, asi como el tipo de intereses que se defienden cuando no se tiene en cuenta explicita y rigurosamente ni el tipo de relaciones de produccién que predominan en la sociedad dentro de la cual se realiza la investigaci6n, ni la posicién de clase de los individuos que participan como sujetos de la misma. En la teoria de Herzberg también existe una dicotomia que en lo fundamental es equivalente a Ja que se criticé en la teoria de Maslow: no se establece ninguna conexi6n explicita entre los factores higiénicos y los motivadores, distinta a la de que los primeros deben estar satis- fechos para que los segundos operen. Nuevamente, enfocar el problema desde la perspectiva del individuo aislado permite presentar la esquema- tizacion de Herzberg dentro de una l6gica que parece conveniente en primera instancia. Pero tal logica no resiste un andlisis que tenga en cuen- ta las condiciones materiales de una sociedad particular. Si las formas de pensamiento y, en general, la estructura ideolégica de los individuos que componen una sociedad, estén sujetas a las determinaciones de las 9 te tet att te 172 TERCERA PARTE, NECESIDADES SOCIALES formas de produccién (modo de produccién), que es lo que plantea el materialismo histérico, los resultados de investigaciones como las de Herzberg y las teorias que sobre ellas se construyan, seran circulares en cierto sentido: los factores motivadores que se encuentren serdn, en esencia, los que correspondan al modo de produccidn de las sociedades en las cuales se realizan las investigaciones, pues dichos factores se ob- tienen con base en la participacion de individuos cuya estructura ideo- logica corresponde a la posicién de clase que ocupan. Sin una teorfa que relacione las condiciones de los individuos en la estructura social en que vivan, jamds se podré plantear la pregunta central que est detras de las que se formulan dentro de investigaciones como las de Herzberg, a saber: jen qué forma puede explicarse que los factores motivadores que operan de manera efectiva en determinados individuos sean unos y no otros? Trabajos como los de Herzberg pueden definir, en el mejor de los casos, cudles son los factores motivadores operantes en determinados grupos sociales dentro de una sociedad; pero cabe preguntar por qué son éstos y no otros. En esta interrogante reside la no universalidad de este tipo de teorias e investigaciones que por la forma en que son planteadas, o mas especificamente por no tomar en cuenta la estructura social dentro de la cual se desarrollan, s6lo sirven a quienes estan inte- tesados en reproducir los modos de vida vigentes. De ah{ su car4cter reaccionario. Por el momento no se hard referencia criticaa la teorfa de McClelland, en virtud de que el capitulo siguiente se dedicard por entero a ella. Res- pecto a las investigaciones sobre necesidades sociales, ya se han hecho las consideraciones criticas fundamentales, que son las mismas que se hacen a las teorias de Maslow y Herzberg; pues también se fundamentan en la falta de ubicacién dentro de unas condiciones materiales de vida especificas y una estructura social concreta. Las necesidades sociales de logro, afiliacion, poder, etc., se analizan como si fueran caracteristicas propias de la naturaleza humana y, por ende, universales, y aun cuando se reconoce el papel de la socializacion en su formacién y desarrollo, se ignora el contexto social dentro del cual se da este proceso. Ademés, los sujetos experimentales, al igual que en las. investigaciones de Maslow y Herzberg, generalmente ocupan posiciones sociales altas, si no en el nivel econdmico, por lo menos en el intelectual, y las tareas mediante las cuales se “miden” sus necesidades sociales, son quiz4 demasiado sencillas y estan alejadas de una situacién social real que permita obtener conclusiones generales mAs vilidas sobre las dife- rencias en necesidades sociales. Por tiltimo, analizaremos las investigaciones sobre necesidades socia- les que supuestamente estudian las diferencias entre pueblos y entre niveles socioeconémicos respecto a las motivaciones adquiridas, Por CAP, 7, NECESIDADES SOCIALES Y MOTIVACION 173, ejemplo, Cofer y Appley (1971) mencionan que en algunas culturas la propiedad es comunal mientras en otras es privada; que los zufii, los hopi y los arapahos son pueblos no competitivos; que entre los aloreses, la astucia es tan importante como la competencia en otras sociedades, y que la honestidad no se admira en ninguno de todos estos pueblos. Estas caracteristicas se plantean como “hechos dados” que no hay que tratar de entender y que no se relacionan con las condiciones materiales de vida. Lo mismo puede decirse de los estudios sobre motivacién y nece- sidades que mencionan las diferencias de niveles socioeconémicos como condicién que explica las diferencias motivacionales, (Cofer y Appley, 1971). Holligshead (1949) estudio a alumnos de preparatoria de un pueblo del medio oeste y encontré que las metas y los valores de los jovenes de clase media eran muy diferentes a los de la clase baja. McDonald, McGuire y Havighurst (1949) notaron diferencias en nivel de participa- cién en la recreacién en nifios de quinto, sexto y s€ptimo grado de cuatro niveles socioeconémicos distintos. Estas y otras investigaciones (Dou- van, 1956; Haller y Sewell; 1957; Leshan, 1952; Schneider y Lisgaard, 1953) que pretenden tener en cuenta el nivel social y la diversidad étnica para entender las diferencias en necesidades sociales, dada la perspectiva “individual” de la cual parten y la aceptacion (y exigencia) de sus valo- res, su medio y el modo de produccién como universales, no logran dar a sus resultados y conclusiones el cardcter social que tienen, en el sentido mas ampli6. RESUMEN 1. Las necesidades humanas se han clasificado tradicionalmente en primarias 0 fisiologicas y secundarias o aprendidas. A estas iltimas se les llama también necesidades sociales y son las que se estudian en este capitulo, 2. La teorfa de la motivacién de Maslow jerarquiza las necesidades asi: necesidades fisiolégicas, de seguridad, de afecto y pertenencia, de autoestima y de actualizacién personal; asimismo, considera que el obje- tivo dltimo de toda accién humana es la autonomia y la autodireccibn. 3. Herzberg, basado en su andlisis del trabajo, habla de los factores motivadores e higiénicos como determinantes de la motivacién y satis- faccién en el trabajo. 4, McClelland et al. (1953) ubica la motivacion dentro de una si- tuacién afectiva de acercamiento o alejamiento, comportamientos que el sujeto aprende en edad temprana, y desarrolla una metodologia para medir las motivaciones de logro, poder y afiliacién. 5. Se presentan algunas de las investigaciones sobre las necesidades sociales de logro, poder, afiliacién y los procesos en grupo tales como la

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