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Tabaco

9 de marzo de 2018

Hechos clave
 El tabaco mata hasta a la mitad de sus consumidores.
 El tabaco mata cada año a más de 7 millones de personas, de las que
más de 6 millones son consumidores del producto y alrededor de 890
000 son no fumadores expuestos al humo de tabaco ajeno.
 Casi el 80% de los más de mil millones de fumadores que hay en el
mundo viven en países de ingresos bajos o medios.

Una de las principales causas de


defunción, enfermedad y
empobrecimiento
El tabaco es una de las mayores amenazas para la salud pública que ha tenido
que afrontar el mundo. Mata a más de 7 millones de personas al año, de las
cuales más de 6 millones son consumidores directos y alrededor de 890 000 son
no fumadores expuestos al humo ajeno.

Casi el 80% de los más de mil millones de fumadores que hay en el mundo viven
en países de ingresos bajos o medios, donde es mayor la carga de morbilidad y
mortalidad asociada al tabaco.

Los consumidores de tabaco que mueren prematuramente privan a sus familias de


ingresos, aumentan el costo de la atención sanitaria y dificultan el desarrollo
económico.

En algunos países, los niños de los hogares pobres trabajan con frecuencia en el
cultivo de tabaco para aumentar los ingresos familiares. Esos niños son
especialmente vulnerables a la enfermedad del tabaco verde, producida por la
nicotina que absorbe la piel cuando se manipulan hojas de tabaco húmedas.
La vigilancia es crucial
Un seguimiento eficaz permite determinar la amplitud y el carácter de la epidemia
de tabaquismo y la mejor manera de adaptar las políticas. Solo uno de cada tres
países, que representan un tercio de la población mundial, hace un seguimiento
del consumo de tabaco, para lo cual realizan sistemáticamente, cada cinco años,
encuestas representativas entre jóvenes y adultos de todo el país.

El humo ajeno mata


Humo ajeno es el que llena restaurantes, oficinas y otros espacios cerrados
cuando la gente quema productos de tabaco como cigarrillos, bidis y pipas de
agua. El humo del tabaco contiene más de 4000 productos químicos, de los cuales
se sabe que al menos 250 son nocivos, y más de 50 causan cáncer.

No hay un nivel seguro de exposición al humo de tabaco ajeno.

 En los adultos, el humo ajeno causa graves trastornos cardiovasculares y


respiratorios, en particular coronariopatías y cáncer de pulmón. Entre los
lactantes causa muerte súbita. En las mujeres embarazadas ocasiona bajo
peso ponderal del recién nacido.
 Casi la mitad de los niños respiran normalmente aire contaminado por humo
de tabaco en lugares públicos.
 El humo de tabaco ajeno causa alrededor de 890 000 muertes prematuras
cada año.
 En 2004, los niños representaron el 28% de las defunciones atribuibles al
humo de tabaco ajeno.

Todas las personas deberían poder respirar aire sin humo. Las leyes contra el
humo protegen la salud de los no fumadores, son bien acogidas, no perjudican a
los negocios y animan a los fumadores a dejar de fumar.

Más de 1300 millones de personas, o el 18% de la población mundial, están


protegidas por leyes nacionales integrales sobre espacios sin humo.

Los consumidores de tabaco


necesitan ayuda para dejarlo
Diversos estudios revelan que pocas personas comprenden los riesgos
específicos para la salud que entraña el consumo de tabaco. Por ejemplo, un
estudio realizado en China en 2009 reveló que solo un 38% de los fumadores
sabía que el tabaco provocaba cardiopatía coronaria, y solo un 27% sabía que
ocasionaba accidentes cerebrovasculares.

La mayoría de los fumadores que conocen los peligros del tabaco desean dejarlo.
El asesoramiento y la medicación pueden duplicar con creces la probabilidad de
que un fumador que desea abandonar el tabaco lo consiga.

Solo 24 países, que representan el 15% de la población mundial, disponen de


servicios nacionales integrales para ayudar a los consumidores a dejar de fumar.

No hay ningún tipo de asistencia para dejar de fumar en una cuarta parte de los
países de bajos ingresos.

Las advertencias gráficas


funcionan
Las advertencias textuales y gráficas impactantes (en especial las que incluyen
imágenes) permiten reducir el número de niños que empiezan a fumar y aumentar
el número de fumadores que dejan el tabaco.

Las advertencias gráficas pueden persuadir a los fumadores de que protejan la


salud de los no fumadores fumando menos en el interior de las viviendas y
evitando fumar cerca de los niños. Los estudios llevados a cabo tras implantarse
las advertencias gráficas en el Brasil, Canadá, Singapur y Tailandia muestran
sistemáticamente que esas advertencias promueven considerablemente la
sensibilización de las personas respecto de los peligros del consumo de tabaco.

Solo 42 países, que representan el 19% de la población mundial, aplican las


prácticas óptimas relativas a las advertencias gráficas, que comprenden la
inclusión de advertencias en el idioma local y la exigencia de que ocupen, en
promedio, al menos la mitad del anverso y el reverso de los paquetes de
cigarrillos. La mayoría de ellos son países de ingresos bajos o medios.

Las campañas en los medios de información también pueden reducir el consumo


de tabaco alentando a la gente para que proteja a los no fumadores y
convenciendo a los jóvenes para que abandonen el tabaco.

Más de la mitad de la población mundial vive en los 39 países que en los dos
últimos años han realizado al menos una campaña intensiva contra el tabaco en
los medios de comunicación.
La prohibición de la publicidad
reduce el consumo
La prohibición de la publicidad, la promoción y el patrocinio del tabaco puede
reducir el consumo.

 La prohibición general de todas las formas de publicidad, promoción y


patrocinio del tabaco permitiría reducir el consumo de tabaco en un 7%,
aproximadamente, como media, si bien en algunos países se podría lograr
una disminución de hasta el 16%.
 Solo 29 países, que representan el 12% de la población mundial, han
prohibido completamente todas las formas de publicidad, promoción y
patrocinio del tabaco.
 Aproximadamente uno de cada tres países carece de restricciones, o solo
tiene restricciones mínimas, de todas las formas de publicidad, promoción y
patrocinio del tabaco.

Los impuestos desalientan el


consumo de tabaco
Los impuestos al tabaco son el medio más eficaz para reducir el consumo,
especialmente entre los jóvenes y los pobres. Un 10% de aumento de esos
impuestos reduce el consumo de tabaco aproximadamente un 4% en los países
de ingresos altos y un 5% en los países de ingresos bajos o medios.

A pesar de ello, establecer impuestos altos al tabaco es una medida poco


frecuente. Solo 33 países, que representan el 10% de la población mundial, tienen
impuestos sobre el tabaco que superan el 75% del precio al por menor.

A tenor de los datos disponibles, los ingresos fiscales son, en promedio, 269 veces
mayores que los gastos en actividades de control del tabaco.

Debe detenerse el comercio ilícito


de productos de tabaco
El comercio ilícito de productos de tabaco plantea en el mundo entero grandes
problemas sanitarios, económicos y relacionadas con la seguridad. Se estima que
uno de cada 10 cigarrillos y demás productos de tabaco que se consumen a nivel
mundial es de origen ilícito. El mercado ilícito cuenta con el respaldo de diversos
agentes, desde pequeños vendedores ambulantes hasta redes del crimen
organizado involucradas en el tráfico de armas y de seres humanos.

La elusión fiscal (lícita) y la evasión fiscal (ilícita) socavan la eficacia de las


políticas de control del tabaco, en particular el aumento de los impuestos sobre el
tabaco. Estas actividades abarcan medidas legales, como la compra de productos
de tabaco en jurisdicciones con menores impuestos, e ilegales, como el
contrabando, la fabricación ilícita y la falsificación.

La industria tabacalera y otros a menudo sostienen que el alza de impuestos sobre


los productos de tabaco lleva a la evasión fiscal. Sin embargo, los datos
demuestran que factores extrafiscales, como una gobernanza débil, altos niveles
de corrupción, compromiso insuficiente del gobierno para combatir el tabaco ilícito,
administraciones aduanera y fiscal ineficientes, y la existencia de canales oficiosos
de distribución de productos de tabaco, son igual de importantes o más.

Hay un consenso general en que el control del comercio ilícito beneficiará el


control del tabaco y la salud pública, y arrojará mayores beneficios para los
gobiernos. Entre ellos destacan la disminución de las muertes prematuras debidas
al consumo de tabaco y el aumento de la recaudación fiscal para los gobiernos.

La detención del comercio ilícito de productos de tabaco es una prioridad sanitaria


alcanzable. Pero para ello es necesario mejorar los sistemas nacionales y
subnacionales de administración fiscal y la colaboración internacional. El Protocolo
para la eliminación del comercio ilícito de productos de tabaco del Convenio Marco
de la OMS para el Control del Tabaco es la política esencial de regulación de la
oferta para reducir el consumo de tabaco y sus consecuencias sanitarias y
económicas.

De cara al público, la industria tabacalera se muestra favorable a la adopción de


medidas contra el tráfico ilícito, pero se comporta de forma muy diferente entre
bastidores. Según demuestran una serie de documentos internos del sector,
dados a conocer en el contexto de diversas causas judiciales, en realidad la
industria del tabaco ha fomentado activamente el comercio ilícito en el mundo
entero. Al mismo tiempo, también se esfuerza por impedir la aplicación de
medidas de control de tabaco, por ejemplo en forma de subidas de impuestos o de
requisitos que exigen la inclusión de advertencias sanitarias gráficas, alegando
falazmente que impulsarán el comercio ilícito.

La experiencia de muchos países demuestra que el comercio ilícito puede


combatirse de forma satisfactoria, incluso con el aumento de los impuestos y
precios del tabaco, lo que da lugar a mayores ingresos fiscales y un menor
consumo de tabaco. La aplicación y ejecución de medidas contundentes para
controlar el comercio ilícito de tabaco mejoraría la eficacia de impuestos y precios
del tabaco considerablemente más altos y de políticas rigurosas de control del
tabaco en la reducción del consumo de tabaco y sus consecuencias sanitarias y
económicas.

Respuesta de la OMS
La OMS está determinada a luchar contra la epidemia de tabaco. El Convenio
Marco de la OMS para el Control del Tabaco entró en vigor en febrero de 2005 y
en la actualidad hay 180 Partes suscritas que representan más del 90% de la
población mundial.

Este Convenio es un hito en la promoción de la salud pública. Es un tratado


basado en pruebas científicas que reafirma el derecho de las personas al nivel
más alto posible de salud, establece perspectivas jurídicas para la cooperación
sanitaria internacional y fija criterios rigurosos en lo relativo al cumplimiento.

En 2008, la OMS adoptó un conjunto de medidas prácticas y costoeficaces, a fin


de intensificar la aplicación de las principales disposiciones en materia de
reducción de la demanda del Convenio Marco de la OMS sobre el terreno: las
medidas MPOWER. Cada una de las medidas corresponde por lo menos a una
disposición del Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco.

Las seis medidas MPOWER son las siguientes:

 Vigilar el consumo de tabaco y las medidas de prevención.


 Proteger a la población del humo de tabaco.
 Ofrecer asistencia a las personas que deseen dejar de fumar.
 Advertir de los peligros del tabaco.
 Hacer cumplir las prohibiciones sobre publicidad, promoción y patrocinio.
 Aumentar los impuestos al tabaco.

Para obtener más detalles sobre los progresos realizados para el control del
tabaco a nivel mundial, regional y nacional, sírvase consultar los informes de la
OMS sobre la epidemia mundial de tabaquismo.

 Informe de la OMS sobre la epidemia mundial de tabaquismo


Resumen, 2015

El Protocolo para la eliminación del comercio ilícito de productos de tabaco


establece una amplia gama de medidas en relación con la cadena de suministro
de tabaco, por ejemplo, en lo referente a la concesión de licencias para la
importación, exportación y fabricación de productos de tabaco; el establecimiento
de sistemas de seguimiento y localización; y la imposición de las sanciones
penales a los responsables de operaciones de tráfico ilícito. Asimismo, trata de
penalizar la producción ilícita y el contrabando transfronterizo.
Se trata del primer protocolo del Convenio y se adoptó en noviembre de 2012, en
la 5.ª reunión de la Conferencia de las Partes, celebrada en Seúl (República de
Corea). Está abierto a la ratificación, aceptación, aprobación o adhesión por las
Partes en el Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco.

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