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El velorio de Angelito Manifestación ritual tradicional de los Pueblos Andinos.

Santa
Ana, Córdoba, Táchira, Venezuela.

En el marco del 1er Seminario Propuestas Emergentes para un Patrimonio en


Riesgo, con la participación de los Ministerios de Educación, de Cultura, Servicios
Funerarios Navarro, y el Consejo de Ciudadanos Cordobense, se desarrolló el día 01 de
septiembre del 2018, en los espacios de la Casa Flia. Chacón, Antigua Escuela Pestalozzi
de Santa Ana, la representación del Velorio del Angelito, con la activa participación de la
comunidad del Consejo de Ciudadanos. Bajo la dirección de la Lic. Naima Duarte, y con la
investigación de la Lic. Carolina Navarro, quien nos regaló la siguiente investigación, con
fotografías de Jonny Rojas:

Si ahora mismo hiciéramos una encuesta preguntando entre nuevas generaciones (y


no tan nuevas), si conocen o han oído hablar del "velorio de los angelitos", mucho me temo
que el desconocimiento sería casi total. Como ocurre con otros aspectos de nuestro
patrimonio cultural, a lo largo de este siglo se han ido desvaneciendo manifestaciones que
fueron pilares de nuestra identidad.

El Velorio de Angelito es una ceremonia fúnebre tradicional dedicada a los niños


que mueren. En ocasiones es acompañada de cantos y danzas y su presencia se advierte en
toda América hispana. El velorio de Angelito es acompañado por cantos de romances de
origen hispano al son de instrumentos musicales cordófonos. Destaca La Corona, canto
sagrado que se interpreta en varias partes de Venezuela en ocasión de los velorios de
difunto (angelitos)

Los motivos de esta ceremonia en Venezuela son explicados por Domínguez:

Cuando muere un muchacho de corta edad, algunos pobladores del territorio venezolano,
suelen velar el cadáver entre festejos. Nuestra gente (...) celebra en ese estilo la liberación
del alma del inocente que ha abandonado su cuerpo para alcanzar una vida mejor, sin
haberse contaminado con las mezquindades humanas. Por eso nuestra colectividad, aferrada
a su fe religiosa, percibe en la muerte de los niños algo así como una suerte feliz. Imagina
que el parvulillo se convierte en ángel, sube al cielo y bajará más tarde con una vela
encendida para alumbrar el camino que conduce a la Casa del Señor a sus progenitores
cuando mueran (Domínguez, 1955: 11).

La característica fundamental de esta celebración de tipo rural, estriba en la alegría de los


participantes: todos celebran la entrada en el cielo de un nuevo ángel. El cadáver del niño
se expone rodeado de flores sobre una mesa colocada en el centro de la habitación y su
entrada en el cielo, puesto que murió en estado de inocencia, se celebra con un ágape
ofrecido por la familia. Tradicionalmente los parientes y amigos traen flores, velas y a
veces dinero y es frecuente que se baile hasta el amanecer, ya que se considera que el alma
del niño sube directamente al cielo por su inocencia. Los velorios se acompañan con
música a cargo de conjuntos musicales que alterna con cantos religiosos, que descienden de
antiguas melodías heredadas de España.

PRIMER CANTO

La documentación indica que el primitivo origen de este funeral de párvulos tiene


relación con la presencia de los árabes en territorio español, desde los comienzos de la
conquista a partir del siglo VIII. De la mano de los conquistadores pasa a América., dentro
del marco de culturas etnográficas autóctonas, de pueblos de negros, así como también de
sociedades criollas y mestizas, nos conduce a pensar que se aceptó dentro de tan amplio
espectro de pobladores al fusionarse con un cúmulo de creencias preexistentes que
coincidían en una mentalidad análoga a la hispánica.

María Teresa Melfi describe el velorio de angelito en Venezuela:

Reunión campesina con música y cantos que se efectúa delante del cadáver de un niño
menor de siete años. Es una actitud piadosa, según la costumbre popular, que exige
transformar el dolor en alegría porque el niño es un angelito que va al cielo a rogar por el
bienestar de sus padres y familiares. La música consiste en cantos típicos de la región
donde se celebra. En los Andes cantan décimas, romances y salves; en Falcón, salves,
romances y estribillos también de temas religiosos; en las regiones llaneras cantan los
mismos temas que se cantan en los velorios de Cruz y en Barlovento, estado Miranda, se
ejecuta el mampulorio, canto y baile acompañado con cuatro, tambora y maracas (Melfi ,
2002, Tomo I: 464).

Velorio de Angelitos Táchira (tomado de la página…)

Se trata de un ritual funerario dedicado a los niños fallecidos. En los Andes


venezolanos se considera angelito a todo niño menor de doce años, que no recibió primera
comunión. Para llevarlo a cabo el niño muerto es vestido por su madre con un escapulario
al cuello, una túnica y unas alas y corona que son ajustadas desde la espalda. El cuerpo es
depositado en el interior de una urna funeraria blanca. En algunas ocasiones el cuerpo es
depositado en una superficie rígida y colocado verticalmente sobre un altar vestido con
mantel y flores. Parientes cercanos y amigos de la familia ofrecen por separado cada uno de
ellos al angelito, una cinta de color conocida como listolas la cual es prendida desde el
borde del cuello de la túnica debiendo llegar hasta el extremo inferior.

El ritual comienza a las siete de la noche con un conjunto de cuerdas integrado por
tiple, bandolín, bandola, cuatro y guitarra. Los músicos arriban a la casa y tocan sin cesar
delante del cadáver durante todo el velorio y luego hasta llegar a la puerta del cementerio
dedican coplas de consuelo a padres y padrinos realizando la despedida al angelito.
Parientes y vecinos entran a la casa y se dirigen directamente al lugar donde reposa el
angelito, lo observan por unos minutos, luego se trasladan hasta donde se encuentra la
madre y el padre del niño, entonces manifiestan el sentimiento de tristeza por la muerte del
infante. Los visitantes se sientan y permanecen así mientras las mujeres se agrupan en la
cocina para hablar sobre la muerte del niño y sus posibles causas. Ellas reparten café negro,
y el padre del niño ofrece calentao, variedad de licor. A las 12 de la noche reparten una
comida que puede ser sopa de ajiaco.

El velorio termina en la mañana. A las nueve, la urna es levantada por las


agarraderas laterales; parientes cercanos toman las puntas de las cintas o listolas y en
procesiónes trasladado al cementerio, donde es enterrado sin rezos ni oraciones. Las listolas
del ajuar funerario representan lazos de reciprocidad espiritual que se establecen. Todos los
colores son permitidos a excepción del rojo, éste no es recomendable porque se cree que
compromete la salud y continuidad de la vida
SEGUNDO CANTO

Acerca de la preparación del cadáver, Domínguez refiere que en algunas partes de


Venezuela...

…en los Andes suelen bañarlo con agua tibia mezclada con hojas de ciertas plantas
aromáticas tales como el geranio, el hinojo, la ruda y los cogollos tiernos del
naranjo dulce. No descuidan, para igual fin, poner debajo del niño muerto, estando
en el ataúd, ramos de sauco y ciprés (Domínguez, 1974: 20).

Las creencias hablan del famoso hielo de muerto (enfermedad extraña acompañada
de vómitos, fiebre y sudores fríos y hasta mal olientes que les da a los niños que hayan
tenido contacto con un funeral). Específicamente el hielo de un angelito es algo
sobrenatural que puede llegar a poner en mal estado de salud a cualquier niño, peor que el
hielo producido por un difunto adulto.

Preservación De Un Angelito (PRAXIS )

Higiene del cuerpo o baño; jabon de bajo ph, abundante agua – Dependiendo de la
edad del niño, cambia la técnica y el rigor de la preservación. En muchos de los casos los
niños recién nacidos y aproximadamente hasta los 10 meses de vida, no requieren ningún
tipo de tratamiento para su preservación, ya que sus alimentos son muy específicos y sus
procesos dentro del sistema digestivo son rápidos. Luego de esta edad es necesario la
utilización de químicos que retarden los procesos de descomposición. Cabe mencionar, que
luego de terminar el proceso de preservación, es necesario volver a bañar el cuerpo para
retirar los residuos de estos materiales fijadores (formol y otros). Entrevista realizada a
Lcdo. José Gregorio Navarro Cánchica, dueño de la funeraria “Servicios Funerarios
Navarro” (Septiembre 2018)

La Corona

Algunos cultores hacen referencia al canto de la Corona en los velorios de Angelito. La


Corona es un canto muy sagrado que se interpreta en varias partes de Venezuela en ocasión
de los velorios de difunto. Según los informantes Emiliano Rivas y Deosgracias Rangel
(2011), se canta cuando van a sacar al angelito de la casa para ser enterrado y cuando
cumple años de muerto.

Dentro de las coplas cantadas a los angelitos, existen muchas que son jocosas y propias
ya para horas de la madrugada donde los que cantan ya están subidos en tragos y es como el
momento de recordar al bebe con alegría y del regalo que recibió al partir su alma al cielo,
es como si el angelito interviniera en ese momento para sacar sonrisas… coplas como esta,
cantada por mi abuelo: Juan Canchica Molina

“YA SE MURIO EL ANGELITO, YA LO VAMOS A ENTERRAR, ALGUIEN LE


SACA EL CULITO PA QUE PUEDA RESPIRAR….EL NIÑITO SE MURIO, YA
NO SE SI VOLVERA…”

VIVIR EN UN PUEBLO TRAE CONSIGO HERMOSAS TRADICIONES QUE SOLO


PUEDEN PERDURAR CON EL TIEMPO SI CADA UNO DE NOSOTROS AYUDA A
RECREARLA CON LAS NUEVAS GENERACIONES COMO LO HICIERON
NUESTROS ABUELOS….

Msc. Carolina Navarro

Arq. Jonny Rojas


Pensamiento, Patrimonio y Memoria
Gabinete de Cultura Táchira
Ministerio del Poder Popular para la Cultura

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