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Cantata 147: El corazón, la palabra, los actos y la vida

Kantata 147: Herz und Mund und Tat und Leben


Cantata Religiosa Compuesta en Weimar

Esta obra inició su curiosa génesis en Weimar. Allí la compuso Bach para el cuarto
domingo de Adviento de 1717, con base en cinco estrofas de Salomo Franck. Pero al
llegar a Leipzig en 1723 no la pudo utilizar en su forma original, ya que en esta ciudad
la iglesia no autorizaba la ejecución de cantatas en los tres últimos domingos de
Adviento. La destinó entonces a la fiesta de la Visitación de la Virgen, y para ello
preparó él mismo un nuevo libreto conservando parte del de Franck; le agregó tres
recitativos y reemplazó un aria por otra que se ajusta mejor al nuevo marco eclesiástico.
Esta nueva versión fue probablemente ejecutada en Leipzig el 3 de febrero de 1723. Sin
embrago, debieron pasar más de cinco años para que Bach le diera su forma definitiva.
El resultado es una extensa cantata en dos partes, de las cuales la primera se ejecutaba
antes y la segunda después del sermón.

La parte orquestal prescribe una trompeta, cinco oboes (uno de ellos d'amore y dos de
caza), cuerdas y continuo. Con este instrumental construye Bach una obertura o
"sinfonía" que está unida al primer coro. Esta sinfonía, dominada por el sonido de la
trompeta y los oboes, sirve como preludio, interludio y conclusión de la parte vocal. "Si
lo escuchamos con atención, dice Carl de Nys, notaremos en esta sinfonía un motivo de
trompeta que reaparece varias veces en el curso de la obra". Los restantes movimientos
de esta primera parte son: recitativo pata tenor, aria para contralto, recitativo para bajo,
aria para soprano y coral. El primer recitativo tiene el refinamiento y la discreción
necesarios para convertirse en la transición ideal entre el brillante coro inicial y el aria
de la contralto. En esta aria, el juego de las dos líneas principales (contralto y oboe
d'amore) constituye un ejemplo del genio contrapuntístico de Bach. Después del
elocuente y casi beethoveniano recitativo del bajo ("El orgullo ciega a los poderosos")
viene el aria de la contralto, cuyo tema utiliza Bach, con ligeras modificaciones en "El
clave temperado". Esta primera parte finaliza con una página famosa: el coral
"Regocíjate, alma mía", que independientemente de la cantata y con el nombre de
"Jesús, alegría del hombre", se ha popularizado en diversos arreglos. Con su coro a
cuatro voces y en un ambiente de serena alegría, este coral celebra en Jesús "al gran
consolador".

La segunda parte consta de cuatro secciones: aria para tenor,


recitativo para contralto, aria para bajo y coral. La primera aria
representa la voz de los fieles que, después el sermón, invocan la
ayuda de Cristo y proclaman su fe inquebrantable. A pesar de su
extrema economía de medios, es esta la parte de la cantata donde se
expresa con mayor intensidad el amor de Cristo. El recitativo de la
contralto describe la visita de María a Elisabet. Los dos oboes de caza
dibujan plácidas figuras que simbolizan el diálogo de las dos mujeres.
El simbolismo musical de Bach reaparece en el aria del bajo, fogoso
canto de alabanza que se inicia con una fanfarria de la trompeta. Su
tema es el mismo que Bach emplea en una de las arias de la Pasión
según San Juan. El coral conclusivo es musicalmente igual al de la
primera parte, pero con texto diferente: el del himno "Jesús, que mi
alegría permanezca".
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