Professional Documents
Culture Documents
Todas las formas de vida que encontramos en el Planeta Tierra proceden de una
primera forma de vida que se dio, según investigaciones científicas, hace unos
3.500 millones de años.
Estos cambios sucesivos a partir de una misma forma de vida, nos permiten
imaginar la evolución como un gran árbol que va diversificando sus ramas en
muchas direcciones.
Como éste no es un módulo de biología, sino sobre , vamos a quedarnos con una
abstracción de este proceso que nos permita concluir sobre aquellos elementos
pertinentes para nuestra reflexión:
• En la Vida se expresan, al tiempo, una fuerza de conservación y una fuerza
de cambio. Estas dos fuerzas son necesarias y definitorias de la vida tal
como la conocemos hoy.
La vida ha ido construyendo una memoria que, podríamos decir, incorpora los
aprendizajes que la sostienen y reproducen. Para la mayoría de los seres vivos,
esta memoria se transmite de generación en generación a través de una vía
genética, que garantiza la conservación. Es, a través de la memoria incorporada a
los genes, que los seres vivos se reproducen iguales a aquellos que los
engendran, incluidos los aprendizajes que permiten sostenerla.
Los seres humanos, como parte de los seres vivos, también tenemos aprendizajes
incorporados a nuestras características genéticas. Por ejemplo: somos bípedos, o
sea que nuestros cuerpos están diseñados para caminar sobre nuestras
extremidades inferiores. Podríamos tomar la decisión de caminar sobre nuestras
cuatro extremidades, pero ello tendría consecuencias graves sobre otras partes
de nuestro cuerpo.
Hay otro tipo de aprendizajes que no están previamente definidos a través de los
genes. En consecuencia, necesitan ser enseñados y aprendidos, es decir,
transmitidos de generación en generación a través de la cultura. Ésta no es una
construcción exclusivamente humana, pero sí podemos decir que la mayoría de
nuestros aprendizajes como especie son construcciones culturales, es decir,
construcciones históricas y sociales.
Poniendo ejemplos:
Yo no puedo tomar la decisión de que mis hijos nazcan con alas, pero sí puedo
incidir en que sus comportamientos respondan menos a esquemas patriarcales y
machistas. El primero supondría una transformación de tipo genético, mientras el
segundo corresponde a un cambio en el ámbito de lo cultural.
Esto lo podemos observar en nuestra realidad más cotidiana. Un árbol tendrá las
mismas características de aquél del cual procede (fuerza de conservación), de
forma que nos permitirá concluir fácilmente que corresponde a la misma especie
pero, al mismo tiempo, se desarrollará con cambios evidentes, que lo
diferenciarán de aquél (fuerza de cambio).
A modo de conclusión:
Podemos ver que necesitamos de las dos fuerzas, que la vida no sería posible si
faltara la influencia de una de ellas, pero también es evidente que nuestros
aprendizajes culturales nos llevan a optar o preferir la lógica de la conservación y
sus características, en detrimento de la fuerza o lógica de cambio y lo que ella
implica.
Nos vamos introduciendo en nuevas formas de mirar la vida que nos rodea, con el
fin de acercarnos de forma creativa al tema de los conflictos. A través de las
actividades que proponemos en la “Guía del estudiante” podrás profundizar más
sobre estas reflexiones.