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MEDICINA PREHISPANICA DE MEXICO -169

c-:
¡ .'.

1.3 Viesca T., Carlos. Medicina Prehispánica de México.


El conocimiento médico de los nahuas. Panorama
que éstos podían sufrir en la guerra florida o en la pie-
dra de los sacrificios. Valiente y guerrera, la mujer
Editorial t". Reimpresión. México, 1990. pp 168-187 podía surgir del parto vencedora, trayendo a la tierra
nueva vida, o entrar al mundo de los dioses para acom-
pañar -como hemos visto- al sol, en su descenso.
Desde la más temprana edad las niñas recibían una
educación encaminada a prepararIas para desempeñar
bien su papel de madres y mujeres de hogar. La madre
j las ancianas del calpuffi eran quienes se encargaban
EL CUIDADO DE
de transmitir los conocimientos indispensables sobre las
LA EM BARAZADA funciones de la mujer, la vida, el nacimiento, sus obli-
y LA ATENCION gaciones y responsabilidades sociales. Estas enseñanzas
DEL PARTO eran dadas en forma de discu rsos, a los que tan afec-
tos eran nuestros antepasados nahuas, que eran llamados
genéricamente h uehuetlat olli, o sea, pláticas de viejos.
Como en la gran mayoría de las sociedades cuya eco-
Los había para dir igirse al señor recién electo, de éste
nomía depende básicamente de la agricultura, en las
I . al pueblo, de los padres y las madres a los hijos e hijas,
comunidades nahuas uno de los ideales perfectamente
para ocasiones importantes como nacimientos, casamien-
establecidos era el que las parejas procrearan muchos
tos y para fijar las normas de conducta. Se han conser-
hijos. La riqueza en descendientes era un bien preciado.
vado algunos de estos discursos relacionados con el tema
Fue proverbial la dicha alcanzada por Nezahua1cóyotl
que aquí nos ocupa.
con su medio centenar de hijos. Recordemos que entre
La relación entre el acto sexual y la reproducción
los señores. era-Iegalmente . aceptada la poligamia y que,
no era tomada como algo directo, sino alcanzable por
al lado de las esposas legítimas, podían existir concu-
medio de una merced divina, ya que consideraban que
binas. L-os estudiosos modernos han insistido bastante
el disfrutar de la sexualidad y "el oficio de la genera-
en el importante papel que jugaban estas costumbres en
ción" habían sido don de los dioses, junto con la risa,
el mantenimiento de un equilibrio numérico entre la
el sueño, el comer y el beber, "cosas que dan algún
minoría gobernante y la población en general.
contento a la vida ... " Sin embargo creían a la vez que
La mujer tenía como misión principal en la vida el
los niños eran hechos en el más alto de los cielos donde
procrear hijos. Aquella que moría durante el parto, espe-
vivían los dioses creadores y de allí descendían ai seno
cialrnente si era el primero, pasaba a ser una de las
\1 materno. Rica pluma y piedra preciosa eran llamados
Mr cihuat et eo, de las mujeres .diosas. Se consideraba al tra-
metafóricamente, indicándose así la estimación tan es-
bajo de part.o como equivalente a la acción de los gue-
pecial en que los tenían. La creación de todo lo viviente
rreros en batalla y la muerte en él correlativa de la

~:¡,
1"
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y de los alimentos en los cielos y de acuerdo con arque- --de alguna manera, dicen sin precisar más los autores
tipos que participaban en diferentes formas de la divi- de la época- en aquéllos nacidos de su posteridad.
nidad y existían desde tiempos pretéritos que quizás pu- Resulta lógico entonces que, sintiéndose preñada, lo
dieran remontarse -como en el caso del hombre-- a primero que hacía la mujer fuese avisara sus padres
otras eras, fue una antigua creencia mesoamericana
y que éstos, a su vez, organizaran de inmediato un fes-
conservada a través de las sucesivas civilizaciones que se tejo al que eran invitados los principales del pueblo
desarrollaron en esa área, " ... habéis sido formado en junto con los padres y madres de ambos cónyuges. Es
el lugar más alto, donde habitan los dos supremos dio-
de señalar la presencia obligada de flores olorosas y
ses, que es sobre los nueve cielos ... "
cañas de humo en estos festines, buscándose atraer siern-
Al cielo debían regresar los niños que morían antes
pre el buen aire. Dos viejos fungían como oradores en
de ser purificados por el agua y allí, alimentándose en
la gran ventura que significaba el embarazo y de la mi-
el chichiguahuitt , el árbol de las tetas cuyas hojas como
sericordia de los dioses que harían que todo fuera bien
indica su nombre, eran tetas rebosantes de leche, per-
y la criatura pudiera nacer sana. Expresaban también
manecían en espera de una nueva oportunidad para
sus temores preguntándose si serían dignos de merecerla,
regresar a la tierra. Este cielo no era el mismo donde
verla y gozarIa, o si, al contrario, sería como uno de.
las criaturas habían sido hechas originalmente; pe r terie-
esos sueños que pasan, si "por ventura no saliera a luz
cía al grupo de los cuatro primeros cielos y, relacionado
ni naciera en este mundo ... " Estas dudas y preocupa-
íntimamente con el Tlalocan, estaba bajo la protección
de Tláloc. ciones que probablemente parezcan ahora exagerados,
estaban perfectamente justificados en esa época en que
Los sucesores de la vida, por otra parte, eran él la
la principal causa de muerte de las mujeres eran los
vez algo individual y algo perteneciente al grupo. Les
problemas relacionados con el parto, y en la que cerca
parientes esperaban cuatro días festejando el matrimo-
de la mitad de los niños morían durante el primer
nio, fuera de ·lá' a lcoba, !:1.'¡pcial hasta que la unión de
año de su vida. En el discu rso de uno de esos ancianos,
la nueva pareja se hubiera consumado tras de c¡ue las
que ha sido conservado por Sahagún, se hace m uy pa-
casamenteras que eran las mismas médicas que como
tente la participación familiar en todo esto cuando dice
veremos, cumplían también con la atención del parto,
''' ... porque el cumplimiento del deseo que tenemos del
la hubiesen llevado hasta el petate preparado al efecto.
hijo y de generación, por sola la misericordia de dios
Familiar había sido la aceptación del marido o la
se nos cumpla ... ", haciendo así mismo hincapié en la
esposa, familiar sería la responsabilidad de la selección
determinación completa del hombre por parte de los dio-
de la partera, cuando ésta se embarazase, así como tarn-
bién lo era en última instancia la que tenía la mujer ses. Sin embargo nunca se habla de un destino inelu-
al desear que en su retoño brotara la generación de sus dible, sino se plantea constantemente la responsabilidad
bisabuelos y tatarabuelos, resucitando los an tepasados de los humanos en cuanto a la construcción o destruc-
. '
ción si se quiere, de su propio destino.
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N umerosos consejos se daban a la mujer preñada,


caran disgusto, ni lo que la pudiera asustar, pues todo
insistiéndose siempre en que había de esforzarse en
ello se transmitiría al niño, que no viera cosas rojas
todo, en que debía de llorar y suspirar ante los dioses,
pues el niño nacería de lado. Debían cumplirse los de-
no enorgullecerse ni pensar que se había preñado por
seos y antojos de la ernba: ::'Ldga pa ra ievita r que el niño
. sus merecimientos personales, en que había de barrer sufriera necesidad. I

y limpiar los altares y oratorias que hubiera en su casa,


Algunas abluciones tenían como fondo creencias de
quemar incienso a los dioses, no dormir demasiado, me-
carácter mágico en las que la ley de semejanzas ofrece
ditar todo el tiempo acerca de lo incierto del porvenir.
la explicación; la embarazada no debería dormir en el
El castigo de los dioses contrariados era, obviamente,
día porque, de hacerla, el niño nacería con los párpados
la muerte de la criatura, en el seno materno, al nacer,
abultados, tampoco debería masticar chicle pues al niño
o en sus primeros meses.
se le endurecería el paladar y se le pondrían gruesas las
Otros muchos consejos le dirigían en razón de las
encías, no podría mamar y moriría; no debía dejar de
prohibiciones y acciones de carácter práctico que de-
comer para evitar que el niño sufriera hambre, pero
bían de concurrir en su cumplimiento con un curso feliz
no debía comer tierra ni gis so pena de que el niño na-
del embarazo. Algunos de ellos eran de carácter die-
ciera enfermo o incompleto; no comería tamales pega-
téticos, como la recomendación de comer alimentos
dos ala olla, porque el niño se le pegaría y no lo podría
calientes y blandos o la de no trabajar mucho, no le-
parir; si veía ahorcados corría el riesgo de que al niño
vantar cosas pesadas, ni brincara correr. El calor exce-
se le enrollara el cordón umbilical en el cuello.
sivo era considerado peligroso, de manera que también
Se creía que, como sobre otras muchas cosas, los
se decía a las embarazadas que no se. expusieran al sol
astros tenían influencias sobre el curso del embarazo
ni permanecieran cerca del fuego. La tranquilidad aní-
y el correcto desarrollo intrauterino del niño. Los eclip-
mica era un factor fundamental para el buen desarrollo
ses de luna eran especialmente temidos pues se pensaba
del embarazo. Era necesario mantener a la mujer pre-
que los niños podían convertirse en ratones en el inte-
ñada en un ambiente de cordialidad, le evitarían las
I rior del vientre de sus madres o tener defectos como
ocasiones de asustarse o de ser asustada, se le preserva-
labio leporino, boca desviada, nariz "comida", ojos biz-
I ría de los' temores y las penas, se evitaría el darle malas
cos, en una palabra podían presentar cualquier tipo de
noticias, con riesgo de abortar si no tenía todos estos deform idades.
I cuidados. La preñada no debía de llorar, ni estar triste,
Los últimos días del siglo, cada cincuenta y dos años
ni angustiarse, pues el niño enfermaría. Si sangraba estaban también cargados de significado para las mujeres
debía de comer una dieta especial, "todo bueno, caliente, embarazadas. El último día ellas y todos los niños pe-
blando", a fin de que no se secara el líquido arnniótico queños se cubrían el rostro con máscaras de maguey,
y de que no enfermara la criatura. Se le recomendaba probablemente como seres débiles y que requerían espe-
que no viera las cosas con ira, ni cosas que le provo- cial cuidado, para protegerse de los influjos malignos
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que los grandes cambios astrales podían desencadenar.


Desconozco la razón por la que fueran de maguey pre-
cisamente las máscaras usadas en esta eventualidad. Es
interesante señalar que en este día las mujeres preñadas
eran encerradas en sitios donde no hubiera otras ger.tes
-en los graneros dicen los textos de la época-, porque,
en caso de que el fin del siglo fuera también el fin del
mundo, ellas se asimilarían a las cihuapipiltin y junto
con todos los demás seres del crepúsculo y la noche que
descienden y pueden dañar a los mortales, ese día se
convertirían en fieras que se comerían a los seres hu-
manos.
Se consideraba que el embarazo confería propieda-
des especiales a la mujer, la hacía más susceptible a
ciertos peligros y amenazas, pero a la vez le daba una
fuerza particular que la haría triunfar en ese símil de
la guerra que para nuestros antepasados nahuas pre-
hispánicos era el parto, que le haría convertirse en rrit- El cuidado del embarazo y la atención del parto
rimime, que as! se llamaban los seres de las tinieblas estaban a cargo de la ticitl, nombre dado
a los que me he referi~-~' en el párrafo anterior, el. día indistintamente a la médica .)1 a la partera. Se
del fin del mundo que, en fin, una vez parida hará que aunaban en él medidas higiénicas, largos
se tengan que tomar precauciones con respecto a ella. discursos encaminados a reaiirmar el papel
Esta fuerza era irradiada en cierta forma por el padre central de la procreación dentro de los
de la criatura, quien por ejemplo, se decía quitaba la ideales de la cultura y técnicas
propiedad de embriagar al pulque que él sirviera. médicas complejas.
Las relaciones sexuales eran aconsejadas a la emba-
razada después del tercer mes de gestación -en "algu- Códice Florentino,
nas ocasiones" dicen las fuentes-, a fin de que el niño
creciera bien. Sería enfermizo y débil si esta fuente de
energía le faltara. Por el contrario, ya crecida la cr ia ..
tura, "cuando ya fuera redondo el vientre de la preña-
da" se le prohibía tener relaciones sexuales. Si las tu-
viera el niño saldría sucio a la hora del parto, se vería

I1
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como si estuviera bañado en atole de maíz o se pegaría na, experiencia y capacidad para alejar seres e influjos
al vientre de Su madre y, en el mejor de los casos, hecho maléficos de su paciente, era 10 que se esperaba de la
el semen pegajoso como trementina (OCOIZOlle), su parto partera y ella misma lo expresaba abiertamente. Por
sería sumamente prolongado y doloroso. ejemplo, en las palabras que dirigía a los familiares de
Sa hagún en su historia nos dice que a unos cuantos la embarazada al aceptar hacerse cargo de ella, decía
días del parto, "los parientes, viejos y viejas" se reu- "y aunque soy partera y médica ¿podré yo por mi ex-
nían y, en un banquete, seleccionaban y llamaban a la periencia, o por mi industria poner manos en este ne-
partera que, habría de hacer cargo de la atención de gocio? .. ¿Por ventura d,.t....
" no me ayudará, aunque
la embarazada. Esto es contradictorio con otros textos, yo haga lo que es de mí, aunque haga' mi oficio? .. No
algunos de ellos recogidos por el mismo Sahagún, que era concebible la ineptitud, pero sí muy reprobables la
dan a entender que desde momentos bastante terr.pra- soberbia y la presunción que seguramente serían casti-
nos del embarazo la partera era quien indicaba d la gadas por los dioses mediante las complicaciones del
embarazada todo lo que debía y no debía hacer. Pienso embarazo y el parto, que así quedaban no solamente
que puede' afirmarse con buenas bases que se llevaba relacionadas· con el comportamiento de los padres de
a cabo un control prenatal, por lo menos desde el ter- la criatura y sus familiares, sino también con el de la
cer mes: del embarazo. partera.
La partera, llamada ticitl igual que los médicos, re- Además de encargarse de decir a la embarazada to-
presenta una de esas situaciones. en que además del dos los tabúes que debía de observar, de aleccionarla
conocimiento y el entrenamiento, la importancia de su en lo que debería hacer y lo que debería evitar, a
función,' tanto profesional como social, requería que partir del momento en que se hacía cargo de ella esta-
tuviera la experiencia que da la edad y quizás el haber blecía una disciplina que incluía alimentación, activi-
vivido las situaciones mismas que después habría de dad, higiene, la cual incluía como parte muy importante
atender; obviamente debía de ser mujer. Si el médico, los baños en temazcal cuya acción relajante ha sido
genéricamente hablando, podía ser hombre o mujer, la puesta en evidencia por varios autores modernos. La
partera tenía que ser forzosamente del sexo femenino. partera indicaba cuándo debía tomarse el baño y cuánto
Además de ticitl eran llamadas t epaleh uiani y t ernixi- tiempo debía durar, habitualmente ella prendía el fuego
huiani. Ella tenía la fundamental misión de encomendar y determinaba la temperatura del agua no dejando que
I' su paciente a las diosas que velaban por el buen curso se calentase demasiado, pues podría "tostarse la criatu-
de los embarazos y los partos, diosas madres que cono- ra". Entraba con su paciente al baño y allí le palpaba
cíanbien todo eso: Toci, la abuela; Yoalticitl, la médica el vientre para saber cómo estaba colocado el producto
que protegía los temazcales; otra advocación de Toci, y, en caso de que estuviera mal lo enderezaba efectuan-
Temazcaltoci; Cihuacoatl; Quilaztli, Ixcuina, etcétera. do maniobras sobre el vientre. Este procedimiento, lla-
Una conjunción entre conocimiento y protección divi- mado versión por maniobras externas sigue siendo pues-
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to en práctica con gran habilidad por buen número de


tudiados y comprobados experimentalmente por los in-
parteras empíricas que mantienen viva su tradición. La
vestigadores del Instituto Médico Nacional, a" fines del
palpación era repetida múltiples veces dentro y fuera
siglo pasado.
del temazcal .buscando cualquier anomalía y tratando
E$ muy interesante el manejo de ocitócicos por parte
de recolocar a la criatura dado el caso de que se hu-
de las parteras indígenas, prehispánicas y actuales, ya
biera vuelto a colocar en una posición que implicara
problemas para el parto. que denota un amplio conocimiento del parto y. sus me-
canismos, así como de la acción de algunas sustancias
Desde cuatro o cinco días antes del parto, la partera
para acelerarlo. He mencionado solamente dos de' los
permanecía constantemente al lado de su paciente, ella
más usados, aunque podría elaborarse una larga lista,
misma le preparaba la comida, aunque esto sólo suce-
sobre todo de plantas, de elementos con efectos seme-
día cuando se trataba de hijos o hijas de la nobleza y
de las clases adineradas. jantes.
El texto correspondiente de Sahagún da la impresión
Al comenzar los. dolores de parto, la parturienta era
de que el ahuapatli y la cola de tlacuache eran usados
llevada una vez más al temazcal y después, refiere Sa-
de manera corriente, casi rutinaria, en forma similar al
hagún, le daban a beber la raíz molida del cih uapculi
uso que se hace actualmente de la ocitocina' y sus deri-
(montanoa torncntosa) ',I.lr:1a hierba con potentes efectos
vados. Los datos etnográficos difieren un poco de esto,
sobre la musculatura del útero, que tiene por acción
pues en su mayoría coinciden en afirmar que su empleo
empujar hacia afuera a la criatura. Esta planta, en .é,
se limita a los partos prolongados y en los que había
es ampliamente utilizada en la actualidad con los mis-
dificultad para la expulsión,
mos fines y los riesgos de su uso son asimismo bien
conocidos por las parteras que la emplean y toman por La posición más comúnmente adoptada para el parto
ello grandes precauciones en su dosificación y serios consistía en colocar a la mujer encuclillada, con los
cuidados en cuantificar la intensidad y frecuencia de muslos separados .y doblados sobre el vientre, en el que
las contracciones de la matriz. Mal usada, en sobredosis 'debían ejercer cierta presión, y con las manos sujetando
que sólo pueden ser determinadas individualmente, pue- las asentaderas por debajo. Esta posición. tiene grandes
de provocar tetania uterina que conduce casi irremisi- ventajas, ya que orienta la fuerza de contracción de
blemente a la muerte de la madre y del producto. Bien todos los músculos del cuerpo hacia el canal del parto,
empleada, es una ayuda eficaz para la conducción del a la vez que permite relajar los tejidos blandos del
parto, como lo relatan los textos del siglo XVI. El otro periné, Iacilitándose con todo esto la expulsión de la
estimulante de las contracciones uterinas que era usado criatura con menos fatiga y problemas para la madre
y mejores expectativas para el hijo.
con frecuencia, a veces en combinación con el cih ua ..
patli, era la cola del tlacu ache, Se administraba medio Algunos autores relatan, sobre todo basándose en
dedo de ella, molida. Sus efectos ocitócicos fueron es- información obtenida al estudiar comunidades indíge-
nas en la actualidad, el empleo de otra posición, con
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la mujer boca abajo, sobre los cuatro miembros, colo- cómo se lograba esto, si se procedía o no al aplastamien-
cada la partera atrás de ella. to de la cabeza, si el problema era por desproporción
En el curso del parto, sobre todo cuando se prolon- entre el tamaño de ésta y el de la pelvis de la madre,
gaba y no había evidencia de la progresión de la cria- o de la parte del cuerpecito correspondiente, cuando la
tura hacia el exterior, la partera indicaba nuevamente situación se debía a presentaciones anómalas. Había
baños de temarcal durante los cuales palpaba otra vez aún otra posibilidad más: el que la partera introdujera
a la parturienta e intentaba -y muchas veces realiza- por la vagina un pedernal, es decir, un cuchillo de ob-
ba- la versión. sidiana y cortara en pedazos al niño muerto, efectuando
Era también entonces cuando llevaba a cabo toda el procedimiento que en medicina se llama embriotomía
I l una serie, de maniobras que tenían por fin acomodar al y que fue practicado solamente por los más hábiles
producto y ayudar a su expulsión, que siguen siendo parteros europeos a partir del siglo XVIII; era esta ope-
de uso común en nuestro medio rural donde aún privan ración sumamente cruenta y desagradable que solamente
en la práctica las parteras tradicionales que detentan el se ha dejado practicar en el último siglo gracias a la
conocimiento transmitido de generación en generación. facilidad que ofrece llevar a cabo la operación cesárea
Se levantaba en alto a la preñada, tal vez "colgándola" con seguridad tanto para la madre como para la criatura.
como se hace hoy día mediante cuerdas y rebozos y Fue común la creencia de que las dificultades du-
apretando con éstos la parte alta del vientre de manera rante el parto eran consecuencia directa de la ruptura
I I!
gradualmente más intensa y de forma sostenida. "Al- de prohibiciones, algunas de las cuales he mencionado
guien andaría moviendo violentamente a la parturien- ya, como el comer tamales pegados a la olla, el ver
ta", informaban los viejos médicos indígenas al padre ahorcados o el tener relaciones sexuales durante los úl-
Sahagún, significando quizá la práctica de la "man- timos tres meses del embarazo. El adulterio era también
teada", procedimiento asimismo usual consistente en marcado como causa importante de distocias y a la mu-
colocar a la paciente sobre una manta que, sostenida jer que presentaba problemas y no se encontraba qué
por cuatro personas, era sacudida con fuerza e inclusive norma de conducta había infringido, inmediatmente se
lanzada al aire para volver a recibirIa en la manta. Se le tachaba de adúltera. El mecanismo que se aducía,
le sujetaba en- los brazos y se la apretaba -no nos dicen igual que en el caso de relaciones sexuales tardías,
los textos de la época en qué parte del cuerpo. era que el semen hacía que el niño se adhiriera al in-
Cuando la partera se daba cuenta de que el niño terior de la matriz y, como tratamiento, se recomendaba
había muerto y que, de continuar la imposibilidad para que la mujer pusiera su !:' ~~pia saliva en el interior de
la vagina. '- .. '
expulsarIo, pronto sobrevendría la muerte de la madre,
hablaba con la familia pidiéndole autorización para La existencia de todas estas maniobras nos habla de la
"adelgazar" al niño y lograr después extraerlo, desgra- conciencia de los problemas y del conocimiento de ellos
ciadamente no- disponemos de ningún dato acerca de y la forma en que los textos de la época. las describen,
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indica su gravedad. Efectivamente, podemos decir que


No debe pensarse por ningún motivo que la aten-
la principal causa de muerte en las mujeres en edad
ción del parto se redujera a los aspectos técnicos que
reproduct iva eran las complicaciones del parto. Todavía
he descrito a grandes rasgos. Si la concepción de la
en nuestra época, en las pequeñas poblaciones rurales
criatura y el curso riel embarazo eran hechos de rele-
del estado de Morelos, encontramos al realizar una en-
vancia familiar y social, más lo era el parto. Ya he se-
cuesta acerca de los problemas de salud que existían
ñalado cómo, en caso de que el feto hubiera muerto
en ellas, que la mayoría de las respuestas justa mente
expresaron eso: las mujeres se mueren de parto. y fuera retenido, la familia era consultada y se pedía
Su autorización para efectuar la embriotomía. Existen,
El parto significaba entonces, al mismo tiempo que
l. por otra parte, relatos de esa época, que conservan las
la expectativa de un logro inmenso, dar a luz un hijo,
fórmulas con que la partera se dirigía a la embarazada
una amenaza tremenda. Por eso se le equiparaba con
It y a la familia en cada una de las circunstancias por las
In guerra. Parir un hijo era como tomar un prisionero,
que aquélla pasaba. Pero, hasta ahora dejé de lado las in-
era vencer nada menos que a la muerte. Asirn isrno,
vocaciones y conjuros que conferían al manejo. del- ern-
aquélla que moría al parir, compartía la suerte de los
bar azo y del parto su validez completa, junto con la
guerreros fallecidos en el campo de batalla o en la pie-
realización puntual de rituales bien especificados y
dra de los sacrificios; su espíritu acompañaba al sol en
su recorrido celeste sólo que, si los guerreros lo hacían
la aplicación de sustancias medicarnentosas. El haberlas
dejado al final para comentarlas no quiere decir que
en su curso ascendente, las mujeres iban con él en su
hayan sido menos importantes, ni para las, partera-
descenso, de manera que en el crepúsculo llegaban a la
que las decían ni para las pacientes que creían en ellas
superficie de la tierra. La parturienta muerta era. lla-
y en los beneficios que les brindarían. Para el lector
mada mometepipinque y se atribuía a su cadáver pode-
res sobrenaturales, por lo que algunos fragmentos de moderno se hace más accesible abordar el asunto por
él eran muy buscados por los hechiceros maléficos, por los tipos de hechos en los que existe mayor similitud
ejemplo el antebrazo izquierdo, que haría que su posee- con los que se observan en nuestra propia cultura y
dor pudiera entrar en las casas sin ser sentido. pasar después a la exposición de aquéllos que difieren,
Estas mujeres muertas, en su calidad de entes espr- al menos en teoría, de nuestro modo de pensar, como
rituales eran llamadas cihuot et eo o cihuQpipíllin, pala- son los de carácter mágico-religioso.
bras que significan mujeres diosas y mujeres preciosas Para dar idea de la importancia que se les confería,
respectivamente. Con este carácter se creía que vagaban baste decir que no se iniciaba la atención de un parto
por la tierra a la hora del crepúsculo, especialmentl; sin pronunciar el conjuro correspondiente en el que la
en ciertos días -Como el l-quiahuitl-, y que podían partera invocaba a sus dedos y a la tierra, personifi-
enfermar a quien se topara con ellas, especialmente si cada en la forma de un conejo boca arriba, en tanto
éstos eran seres débiles como mujeres embarazadas o preparaba los elementos simbólicos representativos de
niños. las partes del universo y las edades del mundo, como

lió _
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son el agua, el fuego y el copal destinado a los sahu- "Padre mío, Cuatro Cañas que está moviéndose,
~.
merios y los medicamentos sagrados, el tabaco (nico- el rubio -con lo que invocaba al fuego-,
tiana rústica) y el yauhtli (tagetcs erecta), que serían venerable mujer blanca, sacerdote amarillo".
untados en el vientre de la parturienta. Proseguía el
ritual prendiendo un fuego ante el cual. se realizaría En otro conjuro la partera invoca al tabaco:
el parto y el cual, sím bolo de la vida del niño, debía
mantenerse encendido durante los cuatro días subse- "{Ea! Ven, el golpeado contra las piedras en nueve
cuentes, siendo, como se ha visto, el cuatro un número lugares, el restallado en nueve lugares".
I lleno de significados. Un dato en el texto del conjuro,
I
el pedir que se iniciara ya el dolor, llama la atención y luego pide a los dioses del parto que lo inicien:
I pues podría indicar que, o bien, se efectuaba el ritual
I ~"1::.1 varias veces en los, días próximos a la fecha probable "{Ea! Venid a abrir vuestra acequia,
del parto, o bien que se utilizaban conjuntamente me- tú Cuato, tú Caxochtli ... "
dicamentos para inducirIo.
Reproduzco a continuación fragmentos de los textos
Al usar la cola de tlacuache, haciendo referencia a
de algunos conjuros tomados de la traducción de López
su poder de aumentar la capacidad de contracción de
Austin a los textos nahuas transcritos por Pedro Ruiz la matriz, no por su acción sino a través de su resul-
de Alarcón a inicios del siglo XVII.
tado le decían:
Hablando a sus dedos y pidiendo a la tierra que irn .
•.ciara los dolores del parto decía:
"j Ea! Dígnate venir,
sacerdote negro.
"Dignaos venir, los de cinco destinos, Dígnate ir a sacar al niñito.
Madre mía, Uno Conejo que. permanece boca arriba, Ya padece trabajos la criatura de los dioses.
crea ya aquí el envaramiento verde". Dignaos venir, tú, Cuato, tú Caxochtli"."

y unas líneas después, dir igiéndose al tabaco; Como se puede apreciar fácilmente el lenguaje no
es el empleado todos los días ni para todas las cosas.
"Dígnate venir, iea l, tú, Es un lenguaje oscuro, con significados ocultos que no
sacerdote restallado en nueve lugares". todo el mundo podía entender y menos aún pronunciar.
Es el nohuollatolli, el lenguaje de los espíritus, que mé-
Al emplearse el copal y el yauhtli se les llamaba por
sus nombres rituales:
* A. López Austin, Textos de Medicina NáhuatL SEP. Mé-
xico, 1971, pp, 180-181.

.-
18ó-CARLOS VIESCA TREVIÑO
MEDleIN? PREHISPANICA DE MEXICO - IR7

dicos y parteras debían conocer bien a fin de tener ac- Como ejemplo se pu ede señalar el uso del iyauhili (ta-
ceso al mundo sobrenatural.
getes lucida) para desencadenar el trabajo de parto y
No faltaban tampoco las invocacionr-, a los dioses la advertencia que transmiten las fuentes en cuanto al
que se pensaba influían directamente en el curso de un riesgo de que el mismo medicamento, a'dm in ist rado
buen parto, el Ometestl y su pareja Omecfhuatl, como en periodos ternpranos del embarazo, pudiera provocar
dioses creadores; Quetzalcóatl, deidad creadora y pro-
aborto. Lo mismo puede decirse del también mencio-
tectora del hombre y la vida en el Quinto Sol; To(;Í y nado cihuapahtli (montanoa tomentosa).
las diosas madres; las diosas del parto como Quilaztli,
Hay otros remedios con acciones no, tan claramente
Cihuacóatl, Ixcuina, Cuato y Caxoch.
definidas, como la recomendación de que las nodrizas
La labor de la partera no concluía con el parto pro- comieran pene de perro asado, del que no sabemos si
piamente dicho, ni siquiera con el alumbramiento, ya
realmente fuera efectivo o si existiera una asociación
que era ella quien debía extraer la placenta si ésta era
mágica entre la producción de semen y la de leche, por
retenida, suministrándole sustancias hechas a base de ejemplo.
cih uapatli, proporcion¿'l.ndole "buenos aires" mediante
La atención del embarazo y el parto ofrece un ex-
sahumerios con plantas aromáticas del tipo de la vaini-
celente ejemplo de la sólida integración entre elementos
lla aplicados por la vagina y extrayéndola manualmente
religiosos, creencias mágicas y la aplicación de conoci-
en caso de que no lo lograra con los remedios antes
mientos obtenidos por observación, n qtándose la más
referidos. Después debía atender al niño y colaborar en
completa congruencia tanto en sus fines como en sus
las ceremonias de purificación y de fijar Su destino.
contenidos. Es innegable que en este conocimiento y
Eran bien conocidos diversos tratamientos utilizados
en esta profunda toma de raíces en ,los aspectos centra-
para prevenir el aborto, contra las menstruaciones ex.
les de la cultura está la explicación de la persistencia
cesivas -entre cuyos remedios se contaba éVE'/I, piedra
de estas prácticas en el curanderismo hasta nuestros días,
de sangre, prescrita contra todo género de hemorra-
abarcando, con modificaciones regionales, prácticamen-
gias-, para aumentar la cantidad de leche en quienes
te todo el México central, y constituyendo, no obstante
amamantaban, contra los abscesos y tumores mamarios,
las deficiencias técnicas que se evidencian si las compa-
etcétera, situaciones muy interesantes pero cuyo análisis
ramos con lo mejor de la medicina moderna, una de
detallado sale de los límites de nuestro estudio.
las posibilidades más importantes de atención por parte
Creo de interés recalcar el conocimiento profundo
de personas en trenadas para eso.
de elementos vegetales y animales, llegándose a espe-
cificar acciones de medicamentos que, siendo similares
si las vemos desde nuestra posición en la que contanlOS
con conocimientos farmacológicos, tenían implicaciones
muy diferentes al emplearse en momentos diferenU:s.

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