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Para los muxes existe también una cierta iniciación, la cual se encuentra llena de
una peculiar violencia a cargo de otros de edad mayor:
“… le hacían la vida difícil con todo tipo de maldades, le jalaban la peluca cuando estaba
por salir al escenario, le escondían el vestido, le robaban al galán, le ponían marihuana
en su maleta para que tuviera problemas con la policía. Si bien es evidente una buena
dosis de envidia y competencia, el objetivo y código de fondo de esta conducta era…
enseñarle, sin verbalización y en forma muy concreta y a veces brutal, a defenderse,
reproduciendo en el interior del grupo situaciones conflictivas que exigen respuestas
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rápidas y eficaces.”
El “entrenamiento” por el cual deben pasar los muxes jóvenes obedece a una
situación de vulnerabilidad y violencia a la que se encuentran expuestos, por ello, es
necesario desarrollar habilidades que generen una especie de defensa en situaciones
peligrosas generadas por su tránsito a través de los espacios femenino y masculino.
Este entorno posee una relación directa con los efectos globalizadores en los
que se encuentra inmerso el Istmo de Tehuantepec, debido a los intereses económicos
que ha despertado esta zona en relación a sus recursos, este contexto lleva consigo un
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cambio en la forma de actuar de sus habitantes, los cuales adquieren la misma doble
moral que la población mestiza.9
Los espacios
Los sitios que ocupan las personas en Juchitán poseen ciertas particularidades: la casa,
por ejemplo, es un lugar en poder de la mujer: las actividades propias del hogar le
competen a ella: la limpieza, la adquisición y elaboración de los alimentos, el cuidado
de los hijos y del marido, son actividades exclusivas del género femenino, sin embargo
el muxe también participa en ellas sin mayor problema, no es raro observarlos
dirigiendo todas y cada una de las actividades de la casa al igual que la mujer.
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Es importante señalar que los muxes cumplen una función social en cuanto a
reafirmar en ciertos casos la hombría masculina: no es mal visto que algún hombre se
emborrache y que se involucre sexualmente con un muxe, siempre y cuando éste
represente el papel activo, esto demuestra su virilidad en la comunidad.13 Así, el muxe
otorga masculinidad, no la limita ni la incapacita, sino que la acrecienta.
Las velas
Son las celebraciones principales del pueblo y se remontan a las festividades realizadas
en torno a los santos y a algunas actividades como la alfarería, coinciden con los
tiempos de siembra del mes de mayo, aunque también se realizan a lo largo de todo el
año. En esencia, la Vela consiste en un gran baile, se cubre la pista con un toldo de
gran tamaño y en el acceso al lugar se colocan múltiples puestos, principalmente con
venta de cerveza.14
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La morada
El habitar
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El siguiente elemento a considerar es el domicilio, “…que expresa la
representación que hacemos de un lugar desde el cual podemos trazar una biografía
cotidiana y expandir nuestra socialidad y civilidad.”17
El domicilio entonces configura la imagen externa, para los muxes se trata del
punto de proyección de su parte comunitaria y pública al resto del pueblo, es el sitio
desde donde puede afianzarse para mostrarse como tal y también como parte del
entorno que lo rodea.
Comentario final
El sexo muxe se mueve en un mundo con otros dos sexos y no uno. Se trata
pues, de realizar un esfuerzo por alcanzar, y después mantener, la identidad propia
como un proceso no estático e inmodificable, al contrario, se debe tomar en cuenta que
ésta es resultado de los vínculos entre lo individual y lo social, así, los muxes no
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finalizan su construcción identitaria, la siguen creando a partir de un tránsito por
ambientes propios de lo femenino y lo masculino por igual.
Ilustraciones
Fig. 1. Moradas
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Notas
1
Miano Borruso, Marinella, Hombre, mujer y muxe en el Istmo de Tehuantepec, México, 2002, Plaza y
Valdés, 1ª edición, p.156. Esto en referencia a la posible clasificación entre diversas identidades sexo-
genéricas tales como vestida, travesti, transexual, loca y gay; en este documento sólo tomaré en
consideración el término muxe indicado por la autora.
2
El concepto de identidad utilizado en este documento se define básicamente “…como una construcción
material de sentido social…aborda al mismo tiempo el ámbito de lo público y de lo privado, de lo único y
de lo comunitario, de lo personal y lo social, pero se conforma siempre en relación con otras identidades.”
En José Carlos Aguado y María Ana Portal, Identidad, ideología y ritual, México, 1992, UAM, 1ª edición,
pp. 44, 46.
3
El gay es el homosexual perteneciente a la clase acomodada, que se reconoce como tal públicamente y
que asume un rol social masculino, supone además una autoconsciencia más elaborada, lo que podría
relacionarse con el poder que ostenta en Juchitán, estos elementos muestran la diferenciación que busca
el gay del muxe, éste último perteneciente a las clases populares.
4
Véase M. Miano, Hombre, mujer y muxe en el Istmo de Tehuantepec, p. 165. Resalto la importancia del
nacimiento por ser el primer indicador de la identidad muxe, pero principalmente por la reacción de los
padres y las diferencias que existen entre ambos, desde ese momento podemos hablar, en mayor o
menor medida de cierta aceptación dentro del núcleo familiar.
5
Es la práctica de un individuo cuyo comportamiento sexual, ”implica el uso […] de vestidos y accesorios
que su grupo sociocultural considera que le son sexo-genéricamente atípicos, es decir, característicos del
otro sexo-género” X, Lizárraga, citado por M, Miano op cit, p.154.
6
Ibídem, p.160
7
Menciono la diferenciación entre el pasado y el presente, debido a la relevancia que posee el testimonio
de un muxe de edad avanzada sobre el travestismo que se lleva a cabo en la actualidad, la cual indica un
contraste considerable en las prácticas.
8
Ibídem, p.173.
9
Ídem. Algunos muxe comentan que cuando los hombres heterosexuales se encuentran en grupo los
agreden, pero cuando están solos incluso los buscan para mantener relaciones sexuales.
10
Ibídem, p. 163. En cuanto a la cualidad de hacerse cargo de los padres, la autora indica que es una
característica que no es única de los muxes, se presenta de forma constante a nivel nacional con los
hijos gays.
11
Ibídem, pp. 74, 75.
12
Ibídem, p. 121. La autora menciona que esta situación obedece a la migración centroamericana rumbo
a los Estados Unidos que se ha incrementado en los últimos años.
13
Ibídem, pp. 121, 122.
14
Ibídem, p. 135.
15
Véase E. Levinas, Totalidad e infinito. Ensayo sobre la exterioridad, p.169.
16
Véase R. Cassigoli, Morada y memoria. Antropología y poética del habitar humano, p. 24.
17
Ibídem, p. 25.
18
Ídem.
19
Ibídem, p. 23.
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Bibliografía
Aguado, José Carlos y Portal, María Ana. Identidad, ideología y ritual, UAM, México,
1992.