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FUNCIÓN MANIFIESTA Y

FUNCIÓN LATENTE
Publicado el 11 noviembre, 2017pordiagramadevennblogenAntonio López Piña, Crítica
cultural

11 de noviembre del
2017

El funcionalismo estructural ofrece un modelo de lectura que permite interpretar la


totalidad de los comportamientos sociales en virtud de su utilidad para el mantenimiento
del statu quo.

Para los funcionalistas, los comportamientos que perviven en un sistema son aquellos
que, de algún modo, potencian, subrayan o mantienen el estado de cosas establecido.
Estos patrones de acción (usos, hábitos, costumbres, esquemas de pensamiento o de
actuación política) son entendidos como comportamientos funcionales, pues cumplen
con ese fin estabilizador.

Sin embargo, constatamos también la existencia de comportamientos que, a primera


vista, podrían parecer desestabilizadores y que, pese a su aparente disfuncionalidad para
el sistema, persisten y no son eliminados. ¿Cómo se explica esto? El sociólogo Robert
Merton ofrecía una explicación detallada a este respecto cuando planteaba que, para
entender en su profundidad el valor y la complejidad de los comportamientos que se
desarrollan en la sociedad, estos deben ser interpretados a la luz de dos tipos de
funciones: la función manifiesta y la función latente.

La función manifiesta de un comportamiento social coincide con el cometido


reconocido y esperado al que idealmente contribuye su cumplimiento.

La función latente (y por tanto no abiertamente reconocida) de un comportamiento


social es aquella que, aunque no lo parezca, con su eficacia material contribuye a dar
estabilidad al sistema, pues sirve para conservar el statu quo existente.

Tomemos como ejemplo la educación institucional pública. En ella, los elementos que
la configuran como sistema se esfuerzan por alcanzar su función manifiesta, es decir,
proporcionar en un contexto de igualdad de oportunidades el conocimiento, los valores
y las competencias que los individuos necesitan para entrar a formar parte de la
maquinaria productiva en las mejores condiciones posibles.

Si ahora interpretamos la educación institucional pública desde la óptica de su función


latente (no expresa pero sí efectiva) y profundizamos en sus características materiales
dejando a un lado la intención ideal de la que parte, nos encontramos con una realidad
mucho más dura. Aulas superpobladas que hacen muy difícil la tarea de los profesores y
merman la posibilidad de muchos alumnos para afrontar con éxito las asignaturas más
exigentes. Agrupamiento de alumnos atendiendo solo al criterio de edad, falta de ayudas
económicas para los más desfavorecidos, abandono de un notable porcentaje de
estudiantes y desánimo de muchos docentes. De este modo, la función latente del
sistema educativo no sería otra que la de reproducir y perpetuar un patrón de
estratificación que mantuviera la desigualdad en los niveles “óptimos”. Esta
circunstancia hace mucho más fácil ubicar legítimamente a los estudiantes menos
exitosos en los puestos más bajos de la jerarquía laboral, en ese ínfimo escalón que
nadie quiere ocupar voluntariamente, pero que es imprescindible que alguien ocupe. Por
tanto, la actuación de la administración que sigue esta pauta “disfuncional” es
plenamente funcional, puesto que logra llevar a cabo un proceso de selección y
ubicación social “natural” que de otra forma sería muy difícil de justificar. Todo, como
vemos, al servicio del mantenimiento del statu quo.

Proponemos al lector unos cuantos asuntos para que, por su cuenta y siguiendo una
breve guía, analice las funciones manifiestas e indague en las funciones latentes.

Asuntos para el análisis

Identificación de las series televisivas con la alta cultura.

Éxito de la compra sobre el alquiler de viviendas.

Folklorización y multiplicación de las manifestaciones religiosas.

Certificación de la defunción del marxismo y de todos sus valores.

Fase 1. Descripción de la función manifiesta de un comportamiento social

 Para determinar las funciones visibles y legítimas de un comportamiento social,


identifique cuáles son los objetivos más ideales, universales y humanos que se
pretenden conseguir con la aplicación de dicho comportamiento.

Fase 2. Desvelamiento de las funciones latentes de un comportamiento social

 Registre detallada y rigurosamente el modo en que se lleva a cabo ese


comportamiento, sus características de aplicación en sus términos reales y
materiales. Evite dejarse mecer por el idealismo o acabará emergiendo a la
superficie manifiesta.
 Identifique el lugar (físico, institucional, grupal…) desde el que nace o se
alienta el comportamiento.
 Identifique, ponga nombre a sus principales defensores.
 Identifique cuándo se inició, en qué circunstancias, cuál es su periodicidad…
 Estudie las consecuencias económicas, sociales, culturales y políticas que se
derivan de la práctica de ese comportamiento.
 Identifique qué grupos obtienen beneficios objetivos y palpables.
 Identifique qué grupos se ven perjudicados en el medio y largo plazo.
 Certifique cómo los grupos beneficiarios niegan cualquier ventaja asociada a la
puesta en práctica de ese comportamiento.
 Certifique cómo los grupos afectados niegan cualquier daño asociado a la puesta
en práctica de ese comportamiento.

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