SEMINARIO REFORMADO LATINOAMERICANO

INFORME DE LECTURA 1

JOSUE JIMENEZ GALARZA

TEOLOGIA PASTORAL

MEDELLIN, 23 DE SEPTIEMBRE DEL 2018

INFORME DE LECTURA 1

1. Datos Bibliográficos

Título: El PASTOR RENOVADO

Capítulos: I - III

Páginas: 1 - 226

Autor: RICHARD BAXTER

Editorial: PEREGRINO

Ciudad: EE.UU.

Año de publicación: 2017

2. Bosquejo del Contenido:

I. LA VIGILANCIA DE NOSTROS

1. La naturaleza de esta vigilancia.

2. Los motivos para esta vigilancia

II. LA VIGILANCIA DEL REBAÑO

1. La naturaleza de esta vigilancia.

2. La manera de vigilar.

3. Los motivos de esta vigilancia.

III. LA APLICACIÓN

1. Los usos de la humillación.

2. El deber de catequizar e instruir al rebaño personalmente.

3. Resumen:

INTRODUCION (J. I. Packer).

Richard Baxter, nació el 12 de Noviembre de 1615, en Rowton, Salop, Inglaterra, sus

intereses de especiales dice Packer incluían el cuidado pastoral y la unidad Cristiana,
consideraba que la que la enseñanza era la tarea principal del pastor. Baxter cuan do usa la
palabra reformado lo usa refiriéndose a la renovación en la práctica, Baxter dijo que, “si
Dios reformara a los pastores y les hiciera fieles y celosos al desempeñar su deber, el
Pueblo de Dios también se reformaría”

DEDICATORIA.

Baxter con a l escribir este tratado se dirige a los ministros en Gran Bretaña e Irlanda. Dice
Baxter que acordaron entre los pastores del condado de Worcestershire de humillarse y en
sincera oración a Dios por la negligencia, porque pasar por alto el pecado de un pastor es la
forma más rápida de vaciar y descarriar la congregación. Y la forma más eficaz de fomentar
la reforma es intentar reformar a los líderes de la iglesia. Por amor a los hermanos dice
Baxter que atreve a reprenderlos no para su oprobio si no para sanar los males que causan
oprobio, para que ningún enemigo encuentre motivos para reprocharnos. El asunto
principal que quiere tratar dice que es el deber in cuestionable de la mayoría de los
pastores, emprender la labor de instruir individualmente el catecismo a todos los que están
a su cargo y que se sometan a ello, y dice que no hay duda de que debemos de desempeñar
esta gran tarea con todas las personas posible, esto debe de ocupar gran parte de nuestro
tiempo, ruego en el nombre de Cristo y por el bien de su iglesia emprendamos esta labor de
forma eficaz. Mi segundo asunto dice Baxter es que los pastores se dediquen únicamente y
sin más demora a la práctica de aquellos aspectos de la disciplina eclesiástica, que son
incuestionablemente necesarios, y que forman parte de su trabajo, si queremos rendir
cuentas al Gran Pastor, sin ser hallados infiel en la casa del Señor entonces no retrasemos
esta labor por negligencia. Y el último asunto a tratar dice el autor es que todos los pastores
fieles de Cristo se unan y asocien sin más tardar para ayudarse mutuamente en la obra del
señor y mantener la unidad y la concordia en las iglesias.
I. LA VIGILANCIA DE NOSTROS.
1. La naturaleza de esta vigilancia.

Baxter trae a consideración en que es que consiste la vigilancia de

nosotros mismos. Y dice que nuestra vigilancia del pastor consiste en
primer lugar en asegurarse de que la gracia salvadora sea en su propia
vida. En segundo lugar que debe de asegurarse de ejercer las virtudes de
forma activa y potente, y de predicarse a sí mismo los sermones que
escribe antes de predicarlo a los demás, cuando dejo enfriar mi corazón,
la predicación también resulta fría, y cuando estoy confuso la
predicación es también confusa; aparte de esto dice el autor, que el
pastor debe de guardar especialmente su corazón antes de presentarse
ante la congregación.

En tercer lugar uno debe de asegurase de que su ejemplo no contradiga

lo que enseña, la doctrina, es un error que los pastores estén en
desproporción entre su predicación y sus manera de vivir, si queremos
ser verdaderos siervos de Cristo no ha de ser de boca y nada más si no de
hecho, debemos de esforzarnos en tanto al pensar cómo vivir de forma
correcta como la predicación de forma correcta, porque una doctrina
práctica se predica en la práctica. Baxter ruega a que se haga el bien así
como el hablar bien, como, mantener tu inocencia, y andar sin ofender, a
abundar en obras de caridad y benevolencia, nos ruega a que no
cometamos aquellos pecados contra los cuales predicamos, y por ultimo
a asegurarnos de que no falten las cualidades necesarias para la obra.

2. Los motivos para esta vigilancia.

En primer lugar, debes de ocuparte de tu salvación porque tu alma

también se salvará o muy bien se condenará para toda la eternidad, pues
si solo somos teólogos de lengua y título, sin la importancia divina en el
alma y sin entregarnos a la gloria y la voluntad de Dios, no es
sorprendente que nos veamos separados de la presencia de Dios y sus
frutos para siempre. En segundo lugar nosotros tenemos al igual que los
demás tenemos una naturaleza caída e inclinada al pecado, los pastores
no solamente son hijos de Adán, sino pecadores contra la gracia de
Cristo como los demás, y esto aumenta su pecado radical. En tercer lugar
debemos de ser vigilantes porque estamos expuestos a mayores
tentaciones que los demás, esto porque el príncipe de las tinieblas lleva
mucho tiempo, luchando e hiriendo a los pastores para dispersar a las
ovejas, y ha tenido tanto éxito que seguirá haciéndolo mientras pueda.

En cuarto lugar debemos de ser vigilantes porque estamos a vista de

todos y verán las caídas, aunque otros pequen en lo secreto tu no,
debemos de considerar el tener tantos observadores y tantos que te
avisen de tus fallas una misericordia muy grande ya que tienes más
ayuda que los demás para evitar el pecado, considera que siempre
estamos expuestos a la luz, a luz de nuestra propia doctrina, y esta
misma revelará nuestro pecado. En quinto lugar debemos de ser
vigilantes porque nuestros pecados llevarán peores castigos que los
demás, esto porque es más probable que pequemos a sabiendas ya que
tenemos mayor conocimiento que los demás, y nuestros pecados son más
hipócritas que los de los demás en la medida en que hemos predicado
contra ellos, además de que nuestros pecados son más desleales que los
de los demás en la mediada de nuestro compromiso. En sexto lugar debe
de motívanos a vigilarnos a notros mismos porque nuestras obras
requieren mayor virtud que la de los demás.

En séptimo lugar debe motivarnos porque somos más responsables del

honor de nuestro señor y maestro, y de su santa verdad, y sus caminos
que los demás. En octavo y último lugar Baxter nos dice que lo que
debe de motivarnos a la auto vigilancia es que el éxito material de tus
tareas depende de tu grado de vigilancia a ti mismo, esto porque en
comparación con otros pastores ¿acaso se puede esperar que Dios
bendiga la obra de uno que no trabaja para Dios sino para sí mismo?
II. LA VIGILANCIA DEL REBAÑO
1. La naturaleza de esta vigilancia.

La vigilancia del rebaño consiste dice Baxter en base a Hch. 20:28. En

primer lugar consiste en que cada rebaño debe de tener pastor propio, ya
cada pastor su rebaño, en segundo lugar es que cuando se nos manda a
vigilar a todo el rebaño no será demasiado grande para que lo vigilemos.

Por otro lado hay que prestar una atención especial atención a ciertos
grupos, entre estos grupos Baxter nos presenta a los conversos para
quienes debemos de trabajar para su conversión, porque la conversión de
las almas es nuestra meta principal, y demos de dedicar todas nuestras
fuerzas a ella, debemos de tener especial atención también a los que
acuden para recibir consejo bajo convicción de pecado, también hay que
edificar a los que ya son verdaderos participantes de la gracia divina,
debemos de vigilar especialmente a las familias para que sean ordenadas
cumpliendo los deberes implícitos en cada relación, demos de ser
diligentes al visitar a los enfermos, ayudándolos a prepararse bien para
una viada fructífera o bien para una feliz muerte. Debemos de reprender
y amonestar a aquellos que viven de forma ofensiva o impenitente, y por
ultimo debemos de ser vigilantes en cuanto a la disciplina eclesiástica.

2. La manera de vigilar.

Baxter dice que debemos de hacerse la tarea pastoral únicamente por

Dios y la salvación de las almas, y no con fines personales, se debe de
llevar acabo con diligencia y esmero, siendo sumamente importante para
nosotros y los demás, debemos de esforzarnos especialmente en el
ejercicio de nuestro conocimiento. La obra pastoral se debe de llevar de
manera ordenada y prudente, en el transcurso del ministerio debemos de
insistir en las verdades más importantes y necesarias y toda nuestra
enseñanza debe de ser sencilla, en cual debemos de trabajar de manera
muy humilde.
 Dice también Baxter que en la predicación como en la disciplina
debemos de emplear una mescla prudente de severidad y mansedumbre
esto según el carácter de la persona y la situación; debemos de ser serios
y celosos en cada aspecto del trabajo, de manera que todo nuestro
ministerio debe de llevarse en tierno amor hacia la gente y esto requiere
paciencia, hay que llevar el trabajo con reverencia como creyendo en la
presencia del señor y no tratando las sagradas cosas corrientes o
comunes. Toda nuestra obra debe de hacerse con espiritualidad como
hombres poseídos por el Espíritu Santo, toda esta obra debe de llevarse a
cabo con un profundo sentimiento de nuestra propia insuficiencia y
dependencia total de Cristo, también debemos de fomentar la unidad y
comunión entre los pastores y la unidad y la paz de las congregaciones
que están en nuestro cargo, esto para fortalecer la causa común.

3. Los motivos de esta vigilancia.

Baxter nos dice que los motivos para la vigilancia del rebaño es que es
nuestra relación con el rebaño porque se nos dice que somos obispos,
vigilantes; el segundo motivo es la causa eficaz de esta relación por
cuanto es el espíritu que te ha hecho pastor de su iglesia; tercero es por la
dignidad de la causa que se nos ha encomendado, la iglesia es la iglesia
de Dios y por ultimo aquello que debe motivarnos a ser vigilantes por el
rebaño es que es comprada con un precio alto él gano por su propia
sangre.

III. LA APLICACIÓN
1. Los usos de la humillación.

En esta sección Baxter nos dice que debemos de humillarnos ante Dios
por nuestras negligencias del pasado, implorando la ayuda de Dios para
la obra futura, de tal manera que no podemos esperar la obra de Dios sin
que antes nos hayamos humillado. Baxter se siente obligado a citar
algunos de los pecados de los pastores estos pecados claman dice a voces
por constricción y reforma. El primero de entre sus listas que escribe esta
y dice de esto que es uno de los peores y más palpables pecados que es,
el orgullo, el orgullo dice Baxter que hace que el hombre se busque a sí
mismo al estudiar y predicar, negando así a Dios, cuando debería buscar
la gloria de Dios y negarse a sí mismo; nos hemos deshonrado al hacer
un ídolo de nuestra honra, imprimimos y predicamos nuestra propia
vergüenza proclamándolo ante el mundo. El orgullo es pecado de los
demonios los primogénitos del infierno; el evangelio debe de
humillarnos la obra de gracia se empieza y se completa por medio de la
contrición, la humildad no es solo el mero adorno del cristiano si no que
es la parte esencial de la nueva criatura, ser cristiano y no ser humilde es
una contradicción; y la mayor parte de la virtud consiste en la humildad
de manera que es absurdo enorgullecerse por ella. Y nuestra grande
misión dice el autor de este libro es, el enseñar a los creyentes la gran
lección de la humildad.

Otro pecado que pone Baxter entre sus lista es que no nos entregamos a
la obra de Dios con seriedad y diligencia, sin reservas como es debido
por los hombres de nuestra profesión y compromiso, esto dice Baxter
porque dice que si estuviéramos realmente entregados a la obra, no
seríamos tan negligentes en los estudios, si estuviéramos realmente
entregados a la obra la haríamos con mayor vigor y seriedad de la que
empleamos muchos de nosotros, si en verdad nos entregáramos de
corazón a la obra de Dios tendríamos compasión de las congregaciones
necesitadas que nos rodean, ayudándolas a encontrar ministros
capacitados y saliendo mientras tanto de vez en cuando para ayudarlas
en nuestros ratos de ocio.

Otro pecado es que no nos hemos entregado enteramente al servicio de

Dios como es debido, y esto por el interés prevaleciente por los asuntos
mundanos en lugar de los intereses ya la obra de Cristo; los pastores se
conforman a este siglo, tomamos un excesivo interés por las cosas
mundanas intentando esquivar los deberes que pueden perjudicar o
estorbar los intereses terrenales, el que predica la corona no debe anhelar
las vanidades terrenales y el que predica el desprecio de las riquezas
debe de demostrarlo con su vida. Es triste también dice que tengamos en
tan poco valor la unidad y paz de la iglesia en general y en último lugar
dentro de sus listas de pecado que hace Baxter está el hecho de que
hemos dejado tristemente de practicar los deberes reconocidos como la
disciplina eclesiástica.

2. El deber de catequizar e instruir al rebaño personalmente.

Baxter dice que esto catequizar será un medio muy útil para la
conversión de los pecadores, la conversión consiste en dos partes,
primero informar a la mente de los principios esenciales de la fe
cristiana, y segundo, de cambiar la voluntad por la eficacia de la verdad
pero esta práctica de catequizar nos da ventaja para ambos aspectos.
Fomentará esencialmente la edificación ordenada de los conversos y los
arraigara en la fe, hará también que la predicación pública sea más
comprensible y más estimada, el catequizar de manera personal también
nos ayudara a conocer a las personas y ganar sus corazones y
conoceremos mejor sus estado espiritual así de tal manera podremos
cuidar mejor de ellos, y para los creyentes esto ayudara a admitir a la
gente a participar a la santa cena, mostrará la verdadera naturaleza del
oficio pastoral y hará que la gente lo tenga en mejor estima de lo
normal, ayudará a que la congregación pueda comprender y cumplir
mejor su deber para el pastor, y los gobernadores tendrán un mejor
concepto del ministerio cristiano, de tal manera que prestaran ayuda y
entre otras cosas más.

En el artículo tres donde trata acerca de los motivos sacados de la

necesidad de esta obra es que es necesaria para la gloria de Dios, para el
bien de la congregación, y es necesaria para nuestro propio bien tanto
como para los creyentes.
 Después de responder a algunas objeciones que se puedan hacer Baxter
dice, que el bienestar de la iglesia y la nación depende en gran medida de
la buena dirección de esta tarea de catequizar. Para llevar a someterse a
la congregación a ser catequizada, el medio principal para esto es
comportarnos en nuestra vida y ministerio, en general, de manera que les
convenzas de tu capacidad, sinceridad y amor para con ellos, y hay que
usar los medios más eficaces para convencerlos del provecho y la
necesidad de este ejercicio para sus propias almas y darles una copia del
catecismo.

4. Evaluación

El autor es claro, sencillo y profundo, y si me parece bien documentado y su escrito no es

complicado de entender, ni usa palabras técnicas, estoy de acuerdo con el contenido pues
creo que está dentro el marco de lo que es bíblico, y creo que se limita a lo que la biblia está
diciendo, y lo que me lleva a apreciar y valorar este libro es que es muy profundo, practico
y realista.

5. Aplicación Personal

El libro me ayudo a ver mi realidad en la estuve andando, expuso los pecados en que
estuve, las pérdidas de tiempo, me llevo a examinarme con mucho temor delante Dios mi
vida personal, soy muy retado, amonestado arrepentirme amargamente por mis
negligencias. Es uno de los libros más edificantes haya leído y que hurgue las llagas de mis
pecados, me siento muy redargüido, humillado delante de Dios por cuan santo y serio es su
obra. Ruego al señor en que me dé la gracia suficiente, para hacer su voluntad. Agradezco a
Dios porque me permitió leer un libro como esto.