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Elizabeth Jelin
ramos también que sirva para c^talizar una colaboración continua
entre investigadores que participaron en su preparación y que
permita atraer a comunidades intelectuales más amplias para par-
ticipar en un diálogo abierto. Al hacerlo, esperamos contribuir
a la comprensión social de los conflictos sobre la memoria que
continúan dando forma a la vida social, política y cultural de la
región y del mundo.
de recordación y de conmemoraciónl"Pero las marcas e inscrip- (Huyssen, 2000), desde las prácticas individuales y familiares
ciones no están cristalizadas para siempre una vez que fueron nunca hubo tanta preocupación por orígenes y árboles genea-
instaladas. Su sentido es apropiado y resignificado por actores lógicos- hasta las grandes conmemoraciones transnacionales an-
sociales divérsos, de acuerdo , trt .it.rr.rstancias y al escenario cladas en fechas redondas (quinientos años de la llegada de Colón
político en el que desarrollan sus estratcgias y sus proyectos- a América, el cambio de siglo rememorando el 1900, para dar
En éstó puntó, ié§ultióéátiat iniródutir la dimensión histórica algunos ejemplos recientes). La propia existencia de prácticas con-
de las memorias. Las operaciones del recuerdo y el olvido ocurren rnemorativas y de escenarios de su performatividad responde a
en un momento presente, pero con una temporalidad subjep!-v",4 csos marcos interpretativos de época, e la vez que. en esa misma
que remite a acontecimientos y procesos del pasado, que a su puesta en escena, los actualizan y transforrnan2.
vez cobran sentido en vinculación con un horizonte de futuro. En la historia de Occidente, y América Latina es parte de ese
E" il '.d;d; ;i*l;ñ-iéñpóiili¿aa ién.r. ,t á.r,é"'.,;i ü;- ruundo occidental, un período especialmente significativo para
del tiempo y las transformaciones de los procesos sociales a lo ll instalación de la propia noción de conmemoración fue el pe-
largo de la historia. De ahí la necesidad de «historizar la memoria», r'ír¡do de consolidación del Estado-nación.-L.a-.lm_plaltación del
o sea, analizar las transformaciones y cárñbios en los attoie§-Que listado.n?gión""*l*TJ_pjgc*ra*-uta--.mqltlplgldad--dp*!"t."gt,Jrteresan
recueiaan y_óJ.ñartl¡,r.-áü"g1grnénto o p-eríodó, en sus sentidos ,rt¡rrí las desarrolladas en el plano simbólico e identitario de la
y en los climas culturales y políticos en que se desenvuelven las r'onstrucción de la nación. En ese plano, hubo un período (la
piácticai dé ¿onmemora¿idn. fá§-fedha§ conrriémóratiüas, con iu sr'¡¡rrnda mitad del siglo xx y comienzos del >o<) de construcción
=if
i..r.r.rri i, e n ciéItiTñüall"iñn puntos de entrada privilegiados
para el análisis de la tensión entre los rituales que se reiteran '' Piqrre Nora concluye su análisis de la obsesión por la conmemoración
, rr l,r so«:icdad francesa haciendo referencia a que la «era de la conmemoración»
y reflejan continuidades identitarias y de sentido, por un lado, y
las fracturas, cambios y transformaciones en las prácticas y sig- rlr¡xrrrtlc ¡r una dinámica histórica que seguramente llevará en otra dirección
nificados de la conmemoración, por el otro. lrr cl firtrlro: «La selección actual tiene sentido solamente para el momento
lrrr'§rnlc. (luando los franceses tengan otro modo de vida colectiva, cuando
,¡r' v{'.ur ( í)nrodarnente ubicados en un marco que ni siquiera se llamará identidad,
l,r trcrt'sirlrrd tlc cxhumar las marcas del pasado y explorar los lugares habrá
,1,'r,rl,;¡rt'r.irkr. [,a cra de la conmemoración habrá pasado definitivamente. La
rr.rrl,r rlc l:r lncr¡loria habrá durado sólo un momento éste fue nuestro
-pero
rruur('nt() » (Nore, 1998:637).
Elizabeth Jelin lntroducción
de un pasado común, del armado del panteón de héroes nacio- beranía- esté en cuestión3, sino de conflictos ecerca del modelo
nales, de Gchas y símbolos patrios, de una historia «oficial», a y proyecto de Estado, -q9g jtyg:qs- glUpgr, q"y-i{-"l-imffi ar Se
ser compartida y transmitida especialmente en el sistema escolar. tiátd ¿Ié §iandds áCóitécimientos de la vida políticá y sóc-ál que,
Esta operación presupone un grado considerable de unidad en en el momento en que ocurren, instalan en el mismo evento
el mensaje nacional: estatuas, monumentos y fechas patrias se su propia determinación de conmemoración. Son actos orien-
instituyen, y la expectativa es que van a ayudar a la consolidación tados hacia el futuro, cuyos actores se ven a sí mismos como
de sentimientos de pertenencia a la «comunidad imaginada» (jun- portadores de un mensaje, un legado o herencia, que va a cambiar
to con la implantación de un idioma nacional, de laslnstituciánes el curso de la historia. Ese acto de instalación de la dominación
estatales las militares- y de la prensa, para seguir autoritaria en medio de situacion.r *ó"iáGmiá*."t. conflictivas,
aAnderson)-incluyendo
(Gillis, 1994). Cuando las memorias y las identidades sin embargo, no va a ser totalmente exitoso. Las versiones al-
están constituidas, instituidfE ylrnaiiáilás]ofcuesTióñáñienros ternativas también se instalan, y*las feg!_ras s9 gonvierle-1.g.1 es-
que-§á pu§-mÉofiidr son míriimó§ y ñó piovócán ui§elcias c_enarigg fu confrsntación 4e
[e_-gr_ial desplegadas y transfor-
-reórdéñar-ó?ilééstru¿iüiái.'Se-iratá madas al calor de la propia disputa_pólítíca posterior.
de de períodos hisióricos
g1l_ryos4-e.a que la memoria y Iá identidad pueden trabajar por
sí solas, y sobre sí mismas, en una labor de mantenimiento de
la coherenciay b unidad (Pollak, 1.992). La hegemonía del relato
y la conmemoración nacional relega a los otros relatos a espacios ALGUNOS HECHOS
locales y a los grupos subalternos.
En una etapa posterior, cuando el Estado-nación está más con- El 11 de septiembre de 1973,_las Fuerzas Armadas de Chile derro-
solidado y menos cuestionado, comienzan a pujar por manifestarse caron al gobierno constitucional presidido por Salvador Allende.
las memorias de grupos subalternos, que cuestionan y contradicen
El Palacio de la Moneda fue bombardeado y el presidente Allende
I
la memoria oficial. Estos relatos alternativos pueden ser las anclas rnurió dentro del palacio presidencial. La dictadura militar inau-
I
para elaborar prácticas de resistencia y construir poder opositor ¡¡urada ese día, bajo el mando de Augusto Bt-nocnef, se extendió
rlurante diecisiete años, hasta las elecciones de 1989 y la asunción
a la versión dominante. Se instala entonces un nuevo espacio de
luchas y cuestionamientos, que provocan la urgencia de reordenar
tlc Patricio Aylwin en 1990.
o reestructurar los sentidos del pasado. Lo; pe-rÍodosde.crisis, sean Err- ,prygu-1y. las violentas confrontaciones políticas de co-
rrricnzos de la década de los setenta desembocaron en la sus-
internas a un grupo o ancladas enalJ:renazas externas, gerrer-a_lme-,nte
implican reinterpretar la memoria y cuestionar la pr-op_i¿ identidad. ¡rcrrsión de las libertades y garantías constitucionales enJ.973-*El
listado dictatorial se prolongó hasta 1985, cuando ganó las elec-
-bstos perío@ompañados o sucedidos por crisis
r' ior lcs y asumió como presidente
del sentimiento de identidad colectiva¡z-de.-Ja-:nemoria (Polla( Jci§lñláiía Sanguinetti.
11,124 de lr:rarzo de 7976, en medio de confrontaciones políticas
1992):S¡n-1o9 !?.-olqg_! quiebre institucional y de conflicto,
- rrrrry intcnsas, un golpe militar desplazó a]sAb_eli'-_e¡E como pre-
los que ge ne ran una üie ltaléf, exiva-soEre él pásad-o, provoóando
rrrk'rrrc d.4ggC[UEu*§e inició la más sangrienta dictadura militar
reinterpretaciones y revisionismos que siempre implican también
cuestionar y redefinir la propia identidad grupal.
(
lttc cor.lociera la historia argentina. La dictadura se mantuvo hasta
Justamente, las conmemoraciones que son analizadas en este I I lrrbría que matizar esta expresión, porque en el discurso militar jus-
libro corresponden a períodos de conmoción y conflicto en los ttlir ,¡trrrio dc l«rs golpes de Estado está siempre presente la alusión ala amenaza
Estados y en las sociedades del Cono Sur. No se trata de conflictos r'\trrljt tlc la «srthvcrsión» y el «comunismo internacional» que pone en peligro
en que el Estado-nación en sí mismo fronteras o su so- l,t ¡rto¡ri;r sohrt'vivc¡lcia de la nación.
-sus
6 Etizabeth Jelin lntroducción Z
diciembre de 1983*cuando juró como presidenre constitucional sentido a sus pasados recientes en sus luchas y confrontaciones
Raúl Alfonsín. políticas presentes.
prasil P--araguapcomenzaron sus largas experiencias dicta- (Jn rasgo que los cinco países comparten en el tema que nos
toriales antes. En Paragoay, después de un golpe militar p.n 7l.l!, ocupaesque-elplsadodic!{o¡!a!ry_._t_.¿tpU9_-eslá_c_9lf a{o*slgg..
Alfredo Stroessner fue «elegido» presidente, y sumó reeiecciánes qg_elj_p-{tgge4!¡3!Sleqgg"rrjsplrg._e_dslpr-._r-§aL.¿_u:._qgl:
du{+nté tté.i. Ja_¡Lg!§g-anos, hasra el golpe que lo derrocó en tas» con el pasado no están saldadas, ni en términos institucionáIes
1989. Brasil,. por su parte, sufrió un golpe militar en la noche ni en térmiñóffique Dasa A-iiemDo v se.-
del 31 de m-ar¿gr. de 7964 y, después de una inacabable transición, tófffi;o¡itfá*ñ*t [¡ una distanci, t.-porri entre pasado y pr.-
.¡1 i9es"ii.éilgio ffi..rid.rt. iirril. Habían pasado veintiún años. sente, i¿*tg.¡plgtaciongs contrapuestas y a menudo rivales sobre
E stos son c i nco paíse s vec i no s, con qsq p3¡ado= y súq memorias se instalan en el centro del debate
slgq g_ g_e_g3l?_f i--§g¡slgllas
m-uy ".d"ifer-errtes. Además de compariil ;r ñ;to;ñé"-iGToññia- político y cultural, tornándose cuestiones públicas ineludibles del
lismo e independencia,hay varios rasgos que los vinculan en una proceso de democratizeción.
«región» política lo cual se necesita una noción de región Los trabajos incluidos en este libro dan cU.enta de esos intentos
más fuerte que la-para basada en la simple proximidad territorial-. de instalación de relatos sobre el inicio de las dictaduras y de
En primer lugar, hay una larga historia de fronteras porosas, que -aH;éñtido -Aéló§ -
hr dispud pó;tüñiés;éica solp.' -iliír'e,i
han incluido movimientos permanentes de exiliados políticos recientes en los cinco países. En cada uno de ellos hay una historia
desde sus comienzos como Estados independientes en la primera p;iii¿uñ; actores ióciáIes ffiscursos específi cos que se ecor azeÍr
mitad del siglo xx. en «sus» verdades y las reiteran año tras año. Hay también otros
Durante las recientes dictaduras, la represión estuvo coordi- áctores, muchos de ellos nuevos, que van surgiendo en el proceso
nada en escala regional. La publicidad de los documentos rela- social y político de estas últimas décadas y que resignifican las
cionados con el Operativo Cóndor a partir del descubrimiento ftchas, dándoles nuevos contenidos y expresándolos en prácticas
de los <«Archivos del Terror» de la policía secreta paraguaya en conmemorativas diferentes. Se trata de continuidades y ruptu-
1991, que continúa con nuevas revelaciones casi a diario, trans- ras conm€mo-r"*lyl! que no se explican €?¡--§í'niismáS.- Sü 1ñté;:
-
forma en evidencia pública lo que muchas víctimas sabían por ¡rretación apgtar a la dfnámica del conflicto pólítico, a
1e_qg.1e-r-9.
haberlo vivido o., .rir. propiar.'Como contrapunto a lo anterior, Ios proCésos-{e.la i¡stiqu.cionalidad estataly alalógica de Ia acción
durante- las dictaduras se fueron desarrollando redes de solida- rlc m_ovimiéñios sóeiahl
ridad y áenunói, :G üñ"üAóneñ'1osAérectio; h"*;""Jfu;.- Los cinco capítulos fueron elaborados desde un marco común,
temente intereomuñieadá§" e intégradas, que siguieron existiendo y c:on un diálogo constante entre sus autores en el proceso de
y trabajando después de las rransiciones (Keck y Sikkink, 1gg8). irrvcstigación. Sin embargo, no sólo las realidades estudiadas y
La red de derechos humanos es global; es también activamente lls fuentes utilizadas son diferentes, sino que cuenta también la
regional. rlivcrsidad de perspectivas y abordajes presente en el grupo de
En los años ochenta y noventa, los procesos de transición en irrvcstigadore/as..fodo esto hace que cada uno de los capítulos
los diversos países también estuvieron interrelacionados, con diá- scir una unidad en sí mismó, y ál misiird-ii-emp-nD6 perñiiitTtá-
logos e intercambios permanentes entre estrategas políticos, ana- l.r lectoi/i;.;lizar;ñ?jéñftófo Ae comparación implícita. La es-
listas y activistas. Hubo mucho aprendizaje de los procesos que ¡rccili«:idad y la complejidad de cada caso, creemos, queda más
ocurrían «del otro lado de la frontera». Por supuesto, también tt's;¡ltlcla cn contraste y confrontación con los otros. Se trata de
hay rivalidades y conflictos. Sin embargo, hay especificidades en u¡¡o rlc csos casos en que «el todo es más que la suma de las
las maneras en que los actorés de cada país introducen y dan Ir.tl l('s».
REFERENcTAS BtBLtocRÁr¡cas 1. EL DíA INTERMINABLE. MEMORIA E TNSTALACIÓN
DEL I1 DE SEPTIEMBRE DE 1973 EN CHILE
(1974-1e99)
Azun Candina Polomer
INTRODUCCIÓN
memoria misma» $elin, 2000:7)- una fecha que ha sido.parte 1. LA INSTALACIÓN OC LOS DISCURSOS. 1974.1977
importante, como lndicaría Stern, de las «memorias emblemá-
ticás» sobre la dictadura militar en Chile, construidas a partir
de
Los triunfadores. Los 11 de la paz y la libertad
coyunturas históricas especiales, que son sentidas por individuos o
grupos como expert.r.irt personales ligadas a grandes procesos
En este período, lg ed&lwiw:f§llica y-m-asiv-.a".de los días 11 de
á n..no, histórióos de rupfura, que cambian el destino personal
septiembre fue müy clara. La convocatoria venía desde el gobiqtno
y social (Stern,2000).
' Dada la complejidad del tema y los diversos contenidos que y sectores empresariales, giémialé§ y Co-meiciilés simpatizantes del
el «11» ha revelado ibrr."r en el trabajo documental, bibliográfico 4[éyll§ginrgÜfli§§lF§, 11Ñ¡r (Asociación Nacional de Em-
hemos decidido piái?"s F=i;Cálerl, jlirñG rzÁlÁa, la Confederación de Comercio
f testimonial realizado para esta-investigación, Ella se refiere Í)etallista, coDELCo Chile (Corporación Nacional del Cobre), la
írabajar con una_fuipótesis central para el análisis.
Federación Nacional de Taxis, todos los Colegios Profesionales
, .rtlrdir el n1l,i áo*o um instalación teala-?§L,qfi933.!o, en
il"i"J,
par rrivlá{au
tráÍél-d? los años, determ-r¡r¿{-o-¡gru-
¡"- y numerosas empresas privadas de mayor y menor importancia-
A un año del golpe, los periódicos registraron una amplia pro-
fdniííñE téfiéié á Cómó, a
llamados «insertos»- en que empresas pú-
para promover una interpretación paganda pagada
pós tiá5ájáión f organizaron
§é -los
tli.m, empresas y comercios privados y hasta simples particulares
áe ¡*- h¿¿tros y ioñrnemorarlos, mediante las convocatorias.á ac-
Militar en el at'tiversario-En 1975, entre los
tos públicos, ías publicaciones y el debarc político y social' ac-
saludabalr- a la Jurrta
días 8 y 10 de septiembre se anunció la realización de un concurso
trrádo no sólo en la conmemoración de un Nosotros que conoce
de vitrinas en Santiago, y el Sindicato Profesional de Dueños de
la uerdad, sino-páia instalarla en la memoria de los Otros' sean
Establecimientos Comerciales proclamó al 11 el «Día de la Unidad
los indiferentes o los antagónicos.
de Todos los Chilenos» y ofreció iluminar laPlaza de Armas. Tam-
Estas instalaciones tieñen un gran objetivo: convertirse en
la
bién, el Hotel Tupahue y el Restorán La Querencia ofrecieron
interpretación unívoca de la história polítieo-social de' Chile en
cenas especiales con show artístico: «para celebrar el 11 en granders.
t", ,iitir"ól tñiñtá-años, utilizando al 11 de septiembre como La celebración del 11 buscaba destacar los siguientes puntos:
fecha de debate e interpretación de la historia reciente en el
país'
rc c up erac i ó.n dg . lq -paz *inle-tr¡;¡d§! p-4-ís - y d e La I ihe rrad pe rdida
Todos quieren, .o-o .r"r.-os' ser los portavoces legítimos de .
militar. En el primer año, 1974, el eslogan fue «Chile responde Asimismo, el mensaje dirigido a las mujeres pro régimen mi-
al mundo», portando banderas chilenas, páñuelos blancos y an- litar fue poderoso. Ellas eran vistas como un sector importante
torchas; en 1975 se encendió la Llama de la Libertad en la Plaza de la lucha para derrocar a la lJnidad Popular. La ¡NRtr¡t (Empresa
Bulnes; en 7976 se desarrolló una marcha de la civilidad frente Nacional de Minería) acuñó en 7974 dos mil medallas de plata
al edificio Diego Portales, sede del gobierno, con el lema «Chile como homenaje al 11 de septiembre y «a la participación a la
trabaja por Chile»6. Todas estas manifestaciones contaron con mujer en el movimiento restaurador»; la medalla tiene grabada
.sp.itá.ulos artísticos?é üna «chilenidad» muy tradiliót"l v c"m- una figura femenina y la leyenda reconstruyamos la paz10.
p.si.,r. con conjuntos folclóricos de huasos, tonadas tradicionales El mensaje también estaba dirigido a los niños: en 7976, el
á hi*rrot patrios y de las Fuerzas Armadas. suplemento Icarito del diario La Tercera, complemento de los pla-
Lo qué se cgl-ebf3ba era el día de la ConfragJ.l;d4$- -N4-cional, nes de la educación primaria chilena, dedicó el número a un es-
pecial sobre el 11 de septiembre, con la siguiente introducción:
de la Liberación Naciónifi, !éf Pyoiancilmisnito? (v ¡t9 Colpe)
educacionales v laboralés
-ili;;. $-sññeñáían-Iiliiit"iáraéi
a disposición de los manifestantes. Desde La comunidad nacional conmemora un día de suprema grandeza. Es
y se-ponían ómnibus
el día en que nuestras gloriosas Fuerzas Armadas y de Orden se coh-
i977'se .es.tudió la inclusién del 11 de septiembre dentro de las
virtieron en los conductores y guías de los destinos de la Patria, cum-
.ibáé.id.r nacionales, como el 21 de rnayo y las Fiestas Patrias pliendo así lavoluntad nacional de defender la esencia del ser nacionalli.
.ie Séptiémbre lo cual ocurrió ofi ci1,-l-p9nte- g 1 9-81,
8,
"e
Ei 11 era, 11m!ién,9g-4- gpg:!141-dád p-ap-agtadee-el a -l--o¡ mi- En esta instalación, la pren;a 9fi_9gl!91i ofrece una clara imagen
litares poi l, p??-,{-e-9-o.}.IAd+.S-g iry;lglé str 11 d,q septiq;mbre como una
de descalificación del sobierno de Salvádor Allende. En una cons-
fecha hiiroica, de igeiii mitirar». El siguiente
texto, seleccionado entre
"r.rucho,
qué piiedén .r.ortirtt. en los mensajes presidenciales
tante que ,.
-rrrii.r". activi en perióclicos como E/ Mercurio y
LaTerc¿ra-tesdé*dfáño 79T4hasta los años ochenta, desde inicios
del día 1í y én numerosos artículos de prensa y homilías en la dcl mes de septiembre hay secciones diarias para recordar «cómo
Escuela Miiitar para el día 71., refleja con bastante exactitud dicho cstaba Chile» en septiembre de 7973, antes del levantamiento mi-
espíritu: Iitar. Fstas p"b|ig+gfgsq gorg.g_b_Ult9_ll_g¡ dos partes: un Chile
lrtrndido en una crisis y en el peligro -=I-Cñile clé 1á Unítla¿f
Entre las virtudes militares, características de las Fuerzas Armadas y l'opular- y un ehile poste'ñ% en proéésó de iecüperáCión y
Carabineros, debemos considerar la del compañerismo como una de
l':rt'ificación¡ el del gobieriro militarr2.
las primeras
-.,11 [...] e, el fragor del libertario Pronunciamiento militar
del de septiémbre de 7973» que respondió al clamor ciudadano, Junto a ello, hay úná ólard iñtención de transformar al 11 (y
,r krs días que lo rodean) en una fecha no sólo de celebración
los miembror d. lrt Fuerzas Armadas y carabineros {érreamente co-
hesionados en el mismo ideal combatieron hasta el heroísmo en una ¡,,rlítica, sino en una ocasión de ejercer nlabor social, y demostrar
verdadcra gesta de salvación nacionale. l,r vocación de ayuda hacia los más necesitados del gobierno, es-
¡,t'r'irrlrrrente en los llamados operatiuos cíuico-militares, donde Ejér-
(' llcvista Ercitla, 14 al 20deseptiembre de 1.977,p'13' r rto, (larabineros y ciudadanía trabajan juntos en tareas médicas,
7 Alnrar-raqrrc dc Reuista del Domingo, 197 4, p. 347 . Se usa esa denominación
t" Ilffcrcurio, T de septiemb re 1974, p.
er.la cronología dc los principales sucesos ocurridos en el año anterior' 10.
8 El Mercurio,4 de scptiembre de 1977, p.36. tt I t'llrrcra, [i de septiembre 1976, s/n.
e 1975, «Compañerismo en
I ' Vcr tarnbién el documental El sonido de la historia, lrp Producciones, que
Javier Palacios Ruhmann, general de división,
las Fuerzas Armadas y carabineros. "(Jno para todos y todos para uno"», en
rr Lrt.r trr 55 ruirrutos cl caos en el gobierno de Allende, en contraste con el
Los perdedores. La instalación del miedo Es que los primeros años, ellos tenían todo el poder, todo, todo. En-
y la desconf¡anza tonces ellos, ésabes?, que inmediatamente las radios las acallaron.
Después pusieron la gente que ellos quisieron, tomaron los medios de
Paraltoposición al régimen militar, las informaciones documen- comunicación en manos de ellos, todos los medios de comunicación,
tále, soil áléárár. A p"artir del golpe de Estado salieron de cir- entonces ellos hacían lo que querían... y, bueno, ellos disfrutaban, ellos
culación todos los méAIólAé*comümóación pübliéói no oficia- levantaron banderas, el día 11 tomaban champaña, porque eran felices.
"
li§rás.
- gn la vida cotidiana,
el fenómeno parecía ser similar. Las dis- El discurso y las imágenes del golpe de Estado como una
tintas personas pertenecientes a la oposición al régimen militar aberración, por una pafte, y como una liberación a celebrar, por
que entrevistamos confirman lo que otros estudios existentes so- la otra, ya aparecen instalados desde los primeros años que aca-
bre el tema destacan: el profundo ambiente de desconfianzt y bamos de revisar. El gran cambio de la sociedad chilena, desde
miedo hacia el nuevo-ñ$men,-y fdesc;nfi-rriá iniátiaa e" ta la alta política hasta la vida cotidiana, desde los líderes hasta los
interacción ;ó-qlrl14:-Áptiaé dé los actos de represión más graves lclolescentes, es percibido por todos los sectores políticos y por
y directos, de los que sólo se hablaba a escondidas, el día a día trrdos los testimonios personales. Todos los chilenos que tenían la
estaba marcado por un aleccionamiento de guardar silencio. «lad suficiente púra recordar esa fecha de 1973 tienen una historia que
I-Jna socióloga entrevistadapara esta investigación, que tenía tontar. Desde ese punto de vista, el cambio se revela como un
quince años en el momento del golpe, tiene una memoria difusa li'ní¡meno claro desde el primer año posterior al golpe. Existen
áe las celebraciones, en las que ni ella ni su familia participaban, rkrs (lhiles: un Chile muy público, triunfante, culturalmente con-
pcro sí recuerda con gran claridad cómo «todo había cambiado»: st'rv:rdor y políticamente «apolítico» y antimarxista, y otro Chile
rrr;ís privado y susurrado, desconfiado, silenciado y opositor.
Es una cosa bien extraña, y yo recuerdo más esa cosa de que se te
va ccrrando como la casa, de que te vas como metiendo para adentro
13 El I'r,,gratna de Empleo Mínimo (eeu) fue una iniciativa social del
:, CONSOLIDACIÓN LEGAL Y DISIDENCIA SOCIAL. 1978-1981
gobicrno militar clcstinada a paliar la dramática situación de desempleo de los
más pobres. Por un sueldo l-nínimo se los emplcaba en labores municipales
l' l ¡,r' r ít xlo que se abre en 19,7-8, hasta 1981, puede ser considerado
dc orden, asco y construcción.
ra Ver cspecialmcntc Patricia Politzcr, Miedo en Chilc, cólección de entre- ,,,ln() uf r pcríodo de,.t¡Aguetag-§ptrs--l-o.5. 11 de celebración mqqlua
vistas hechas en 1984 quc abarca un amplio y diverso marco de personas tanto 1 1,,., ll dc protesta lr:glgdl S_".!t:^ e-l_gobierno, que trataremos
, rr ,'l ¡,t'r íotlr siguiente. El discurso oficialista mantiene con fuerza
opositoras como proclivcs a la dictadura militar (Politzer, 1998).
El día interminable 19
18 Azun Candina Polomer
su discurso antimarxista y sus esfuerzos por legitimar al 11 de OtrdLentrevistadáI estudiante de la Facultad de Ciencias So-
septiembre como una fecha de «todos», «de Chile», y «social»; ciales de'la Universilad de Chile en esa misma época, recuerda
sin embargo, las inserciones de empresas privadas y las celebra- la lenta recuperación de la confianza entre los estudiantes opo-
ciones de simples particulares van disminuyendo progresivamen- sitores a la diitadura, y los inicios de actividades relacionadas con
otras versiones de la historia reciente del Golpe.
te. Los sectores no oficialistas, a.su vez, gmpiezan a aParecer con
mayoi fréóüéncia-én la prensa en la oficialista- mos-
-incluso con la entrada [mía] ala universidad el año 1976,yo entré en la escuela
tráñdo iu déscontento con el régimen imperante-
de sociología y habia sido cerrada y depurada, habían tomado preso
El Mes de la Patria de l97B se inició mostrando las primeras aalu-nos,"profes, delante de los demás. Fue muy perseguida la escuela
fisuras serias a esa anterior celebración aplastante- La fisura vino antes de ceirarlay después la volvieron a abrir y quedó la gente, los
de los sectores sindicales y gremiales, que habían sido duramente proGs de derecha [y] tiajeron profes del sur. Yo fui de la segunda ge-
golpeados por la represión post golpe. neración q,r. i, 1a apertura. Estuvimos... yo creo que- hasta el
"rrttó
1.976, todo el 1976 y el 1977 [en] un mundo de Bilz y
,ri,
Asimismo, las manifestaciones en contra de la represión del ano, a
régimen y las violaciones a los derechos humanos comenzaron Pap. Só1o hablábamos de los libros. Fue un proceso muy lento empezar
a conocer y a tener conftanze en el otro. Bueno, y yo creo que -em-
a hacerse tímidamente presentes en la prensa oficialista. Se in-
pezamos a celebrar el 4 de septiembre y a hacer funerales para el 11.
formó que, a fines del mes de agosto, el Ministerio de Interior Vo to me acuerdo bien si fue el año 1978 el primero o el a¡.o 1979,
recibió una lista de 269 presuntos desaparecidos, entregada por un tengo Ia idea que el primero fue el 7979, el que hicimos un grupo
grupo de familiares que realizí una manifestación en \a Plaza chiJo, no fuimbs mái de 300 personas [...] para el 4 de septiembre,
Bulrer, dispersada sin violencia por Carabinerosls. El 4 de sep- y después p,al 11 hubo un paseo con urnas con banderas a media hasta,
tiembre de 1978 se registraron incidentes con opositores al go- crespón negro y cantos alusivos al 11 y todo.
bierno en distintos sectores de Santiago, tanto en recintos uni-
versitarios como en la Plaza de Armas de Santiago, en los que El 11 de los opositores apareció en [a arena pública como
participaron unas 200 personas16. En los medios opositores, esta un duelo: crespones fúnebres, ataúdes, mujeres vestidas de negro,
cifra sube a 2.000 personas que marcharon alrededor de La Mo- visitas a los cémenterios a la sencilla y casi clandestina tumba
neda, con 111 detenidos (Hojman, 1988: 42).Un entrevistado, de Salvador Allende en Valparaíso y a la de Víctor Jara17 en San-
abogado del movimiento de derechos humanos, lo recuerda: tiago.
No sólo es un dolor por la pérdida de vidas y la represión
más directa. Se percibe también una extensión del duelo a algo
Si uno recuerda lo que sucede a partir de 1977, 1978, incluso si se
rcvisan las cifras de la represión, uno se encuentra que suceden cosas
rnás amplio: h perdida de la democracia y la libertad. previas'
en dctcrminadas fechas. Esas fechas son el 1 de mayo y el 4 de sep- El 4 de septiemtre había sido tradicionalmente la feclia de las
tiembrc; yo recuerdo anecdóticamente el 4 de septiembre, por ejemplo, clecciones presidenciales en chile, interrumpidas desde el golpe.
debe habcr sido el airo 1.978 en La Alameda, que estaba lleno de gente Err el año lglO ArbiO haberse realízado una nueva elección, tras
en los paradcros dc micro, y en el fondo se suponía que iban a protestar, l¿ cualAllende hubiera entregado el poder. La rrlisma estudiante
pero no sc atrevían a avaflzar por los bandejones centrales, por La Ala- rclata una versión que no se menciona con frecuencia en los ma-
meda. Entonccs se llenaron (los paraderos). Nunca había habido más
gente.
17
Víctor Jara, actor, director de teatro y cantautor de izquierda, fue ase-
.,¡r:rcio en el estadio chile, en Santiago, en septiembre de 1973. Su muerte
en figura emble-
15 El Mercurio,4 de septiembre de 1978, p. C8. l,r¡v6có un fuerte impacto a nivel internacional y se convirtió
16 El Mereurio,6 de septiembre de 1978, p. C9. rn:itit'r dc las víctimas de la represión ejercida por el régimen militar'
Azun Candina Polomer El día interminable 21
20
[...] era un hito nacional tan importante como [después] el 11 de-sep- El 11 de septipm-bre de 1,980 fue elegido" por el gohi9.{19 p_?Ie _
iie-bre. Se juntaba la familia, con la radio, con los cómputos, se hacía la votación de la Nueva Constitución Política del Estado, que
una comida especial, se juntaba la familia más allá, era muy probable legitimaría la obr.a del ¡(gimen,milita¡,' trqía del general Pinochet
que tú te juntaras con los abuelos, con los tíos, y había empanadas, un presidente constitucional y dejaría definitivamente fuera de
se compraba la chuica de vino, se hacían hojitas con los candidatos e ñ ley-á'1é§"pái:tfd"él mañidá1. EI discurso oficial enfaiizó que
ibas escuchando tú por la radio, o sea había toda una serie de ritos
el nuwo texto legal eftanzaríl-un proceso pacífico de transición
[...] S" vivía la fiesta como 18 de septiembre en el fondo, era un poco a la democracia: «transición pretende democracia estable mediante
éso, ahora yo no sé. Yo te lo estoy contando de la experiencia muy
privada de mi familia [...] entonces me imagino que lo que hacían ellos,
el progresorle.
io hacía mucho la gente también. Yo 1o recuerdo como una celebración, Al inicio del mes de septiembre de 1980, el general Pinochet
«ah, qué entretenido», cómo que se organiza la familia, se hacen turnos cornenzó una gira por el país promocionando la votación a favor
para que vayan a votar las mujeres, los hombres, y quién se queda con de la nueva Constitución. Grupos cívicos como «Nueva Demo-
los cabros chicos. cracia» y «Frente Cívico 11 de Septiembre» se declararon a favor
del texto20. Otros gremios como la Coordinadora Metropolitana
Ignorando la nueva orgaflización de los grupos opositores, la de Educadores y un grupo definido como «Ex Demócrata Cris-
p..rri, oficialista insistía en alabar la «despolitizaciín» del país' tianos» (Andrés Zaldívar, Carmen Frei, Raúl Troncoso, Tomás
Él ucambio de mentalidad» de los chilenos se expresa en el re- lleyes yJaime Castillo) afirmaron públicamente que el plebiscito
forzamiento de la tranquilidad y el mayor crecimiento econó- rrn reunía condiciones de validezzl. Entre ellos, sorprende la de-
mico: claración de León Vilarín, presidente de la Confederación de
l)ueños de Camiones y activo pinochetista al comienzo de la
Algunos observadores destacan que se trabaja más en las universidades, rli<'tadura, de que voterá en contra del texto, y que nadie puede
erilas industrias y el comercio; que hoy se aprecia más el hecho de ,,lificarlo de antipatriota por ello2z.
trabajar. Orden, limpieza y disciplina desempolvados por Jos Mas el miedo a pronunciarse en contra seguía siendo pode-
militáres- han creaáo condiciones de-1¡¿16¡s5
trabajo más intensas y fecundas.
r oso. (Jna estudiante universitaria, que entonces tenía nueve años
Se ha enriquecido el ámbito personal, y la extroversión, que regía an-
rlt'cdad, recuerda su reacción a las preguntas hechas por la ma-
teriormenté, ha dado paso a la interioridad y la reflexión. Los sociólogos
,lrc dc otras niñas, en 1980:
aseguran que se ha recapacitado mucho: «Ha habido una reflexión a
todo nivcln18.
l l ll mamá de esas niñitas nos pregunta de modo bien inquisidor
,r lrxl:rs, una por una, por quién iban a votar sus papás. A mí me parecía
El discurso gubernamental parece centrarse en aspectos ins-
titucionales: la Consulta Nacional de 1978 y la Constitución Po- ' .i,U,* Guzmán, El Mercurio,2 de septiembre de 1980, p. C5.
lítica del Estado elaborada por el gobierno militar, a ser votada '" Iil Mtrrurio,3 de septiembre de 1980, p. C3.
por la población el día 11 de septiembre de 1980. 'I
I il M t'ratrio, 4 de septiembre de 1980, p. C2. La calificación de «ex demó-
I r ,rt,r r r isl i:rnos» para todas estas personas, todos destacados militantes del partido
continuaba con una tiago, general carol l)rzúa, y dos de sus escoltas fueron asesi-
enrareció. Mientras en televisión el gobierno ,rráor."L6 represalias por el asesinato se dejaron sentir al día si-
paloma
p..prg;"¿, que llamab a.alapaz-uáa.niña que lanza unaochenta guiente: fueron 5 militantes de izquierda asesinados en un «en-
déc1da del
blanca al aire y sonrís26- los días 1-1 {e }a ierrtrmierrto» entre la cxr (Central Nacional de Informaciones)
y violento-!.delper-iodó (Salazar' 1989)' La
rá"-i"t -at "ji,rdo, y' el um (Movimiento de Izquierda Revolucionaria) en Santiago2T'
iJ.tai¿?lai¡ltafaaidel1i án la politica nacional fue callejera,
F.l oobierno v ]a oposición convocaron a actos de conmemo-
dura v abiéita.
-"';¿;;r.,
a.la proresta conrra la"celebración del «11» fueron
,r.iá,-,-f;r' liámádo
huáanos y-?é mr!érés, lal de Santiago, donde lá fue.ón entregadas las llaves de la ciudad.
s y b t t::1t t- -
lo s e sttid iantes unive f Sitailót f 19-Sp¡j 4¡io
-
pronunciamiento Militar rr ',rr¡,, tlt' t icctttlclos políticos. Los 11 de septiembre los grupos opositores mar-
-Gl-op^ganda telcvisiva de los diez años del , lr.rl,,ú¡ r'tt rot¡tcría hacia allá, además de hacia las otras tumbas ya mencionadas'
reproducidaeneldocumentalLaVictoríadelaDignidad,ProducciónCESoC\,lTEl,t "' l'l MLrtttrio, 1 1 de septiembre de 1983, suplemento especial'
Santiago de Chile, 19U8.
Azun Candina Polomer El día interminable
Asimismo, se publicó en un in;-e.¡L9-iu)¡en§¿-Ul nlleg¡dq -4-l+ del día 4 en la población). Su asesinato impresionó profunda-
Unidad Naci,onal,i, Zóñira éI?aos y la viole-ncia de ml49{3¡ irres- mente al movimiento opositor de los pobladores pobres de La
ponsables, que incTüíá un'éitenso listado alfabético de 13.071 fir- Victoria, y también a la lglesia Católica. Las calles de los sectores
*ar, de un iotrl de 60.000 recopiladas con ese fin31. populares se llenaron de velas encendidas por el padre Jarlan.
En el país, la protesta nacional del día B de septiembre dejó Los pobladores salieron de la periferia urbana y marcharon a la
un saldo áe al menos 9 muertos y centenares de heridos, re- catedral de Santiago, donde se realizaron sus funerales:
gistrándose quema de neumáticos y árboles en las calles, desfiles
ópositores y enfrentamientos con Carabineros en las principales Optó por los pobres y fue asesinado. Por ello el grito de dolor entre
ciudades del país32. Emilio Filippi, ex direcror de la revista Ercilla, los pobladores de La Victoria fue tan fuerte el martes 4: <<,André, André,
escribió un sentido editorial en su nueva casa de prensa, ana- te han asesinado. iMátennos, mátennos, ya no tenemos miedo!r34.
lizando los hechos. Reflexionando sobre los hechos de la semana
del 11, opinaba: La muerte del padre Jarlan se transformó en uno de los ase-
sinatos emblemáticos de la represión en los años ochenta. Dio
LoS acontecimientos recientes muestran que este divorcio casi irrever- origen al vídeo documental <aAndrés de La Victoria», que relata
sible entre dos sectores de chilenos se ha ahondado fuertemente entre las circunstancias de su muerte. Hasta hoy su casa es un santuario
la gente más acomodada y los núcleos populares [...] Para resolver esta cn la poblaciónLa Victoria, donde cada año, los días 4 de sep-
diüsión tan profunda entre los chilenos se ha buscado el diálogo. Pero tiembre, se realiza un acto en su memoria, que no es registrado
debe ser para un cambio real, único medio de impedir que se produzca t'n los medios de prensa masivos.
,rr, ,...iió, espiritual de proyecciones insospechadas, que es el mayor En los años siguient€-s, ¡asta 1987, los mele! de septiembre
peligro que se cierne sobre el país en la hora presente. Todavía estamos
registraron ,n, .ié.i..rié gmbién qi ,u*.n-
a tiempo33. "ioG;¿;'iéprés-ivá f
to de*argmxlos coñIra áffiñcIáillif ¿C áobie."o. Los llamados a
e paz-de* ambó§ "báridó§,-déñosláñAiila fioGñ¿ñy pid iendo la
Mientras el gobierno militar intentaba salvar el valor de su
I
I
t, «convivencia pacíftca», no parecieron encontrar mayor eco. La
I Obra de Unidad y Paz,la oposición destacaba cómo ese mismo
tradición de un «septiembre rojo» se afianzó año a año, afirmada por
gobierno no gozaba de legitimidad interna y dividía cad-ave-z más
I
ld protesta callejera y por los crímenes contra la vida: eI asesinato de
I á la ciudadarir, ., total contradicción con su discurso de Unidad
Arrdré Jarlan en septiembre de 1984, el descubrimiento de ar-
Nacional, por su negativa a abrir espacios de diálogo con los opo-
scnales clandestinos en 1985 en Carrizal Bajo, III Región, y el
sitores, abandonar el poder y terminar con la censura a la prensa
:rt.cntado hecho por la organizaciín armada de izquierda Frente
y las prácticas represivas.
Como ejemplo, pueden citarse las reacciones producidas por l)ltriótico Manuel Rodríguez contra el general Pinochet y su es-
el ascsinato del sacerdote católico francés André Jarlan, el 4 de t'olta, en septiembre de 1986 (Lünecke, 2000: 137 y ss). Como
septiembre de 7984. El padre Jarlan murió en el interior de su srlclo, la violencia de los meses de septiembre entre 1983 y 1987
.ri, la población popular de La Victoria, Santiago, de un balazo rlt'j(r aprodmadamente 47 muertos, decenas de heridos de gra-
"., vcrlad, miles de detenidos y millones de pesos en daños a la pro-
en la cabcza (atribuible a los carabineros que reprimían la protesta
¡ricclad pública y privada.
"32 ft Ur"urio, g13 dc septiembre de 1983, p. C7. \'t Apsi, 70 al 23 de septiembre de 1985, p. 2. Las revistas Cauce, Apsi y
El Mercurio, de septiembre de 1983, p. 41.
33 Emilio Filippi, «El peligro de una secesión irreparable», Hoy, 14 al 20 lrrt'yio lri rcvistaHoy fueron los principales magazines de la oposición a la dic-
de septiembre dc 198J. Lrrlur':r rlttrentc los años ochenta.
28 Azun Candina Polomer El día interminable 29
Es entonces cuando, ante la inestabilidad provocada por la comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, cosa que por esos
protesta social, ._l |l_lpefció como ame\?T1 lg u11.ryge_1c1ón días el general no parecía registrar3s.
correctiva. nsepañ [ós poliiiéói qüe, si ei necesáiló, a-ñaéer La oposición también deslegitimaba las aspiraciones del ge-
"imés
orró ft de septiembre», declaró el general Pinochet a fines de neral Pinochet de mantenerse en el poder por una vía electoral,
agosto de 198435. Las reacciones que provocó muestran con cla- recurriendo precisamente al significado real del mes de septiem-
ridad el sentido que la fecha tenía para opositores y partidarios bre en Chile y a la manipulación que la dictadura estaba tratando
del gobierno y, especialmente, para personas que, habiendo sido de hacer con él:
parte del gobierno dictatorial, estaban ya en la disidencia.
En un editorial partidario del gobierno se afirmó que no se Septiembre está íntimamente vinculado a hechos trascendentes de la
historia de nuestro país. Es el mes de nuestra independencia; la fecha
trató de una amenaza para los opositores sino de que «reavivar
cn que cada seis años acudíamos a las urnas para elegir presidente de
el espíritu del 11 de septiembre, que sin lugar a dudas aglutinó la República [...] Esta fecha ha sido elegida por el actual jefe de Estado
poderosamente a {uerzas políticas bastante diversas, podría ser para proclamar su aspiración de continuar en el poder, bajo el eslogan
un medio de recuperar el dinamismo moderntztdor y el ánimo cle representar el futuro3e.
fundacional que caracterizaron al gobierno militar durante buena
parte de su período [...]». La meta del 11 debe ser restituir los
valores tradicionales de la Patria y resguardar la identidad his- El quiebre en la oposición
tórico-cultu r al, amenazada por una ideolo gía destructora 36.
La prensa opositora, sin embargo, reaccionó con fuerza ante l'.." g4bién tendría otras consecuencias. La
b1,19!g+:j, I9UUAA
las declaraciones del general, denunciando el uso del 11 como tl ivisión profunda, la-gr@bbtarica-.marcada- p.or,el 1 1 y bañ-ada _
amerrazay la debilidady faka de legitimidad histórica del régimen crr sáñ§re-éncadf septiembre de lo¡ año.g ochenta fire parte im-
dictatorial: portantJdá lá-divl¡ton de la oposició4 a la.dist?dlua--El tema
tlc lá violeñcíá'Comó alter:ñátiva legítima de oposición al régimen
Más que fuerza (es) abuso de poder intimidatorio [...] qu. el propio f rrc rechazada por las elites político-partidarias de centro-izq.uier-
-jefe de Estado amenace con un nuevo 11 de septiembre, presentado rla. La uía insurreccional armada y la autodefensa de los pobladores
antes como una gesta libertaria y ahora como un correctivo sangriento :rplastados por la represión tenía arraigo en sectores populares
para toda aquella civilidad presumiblemente contraria al orden impe- y estudiantiles, pero no en los partidos políticos que deseaban
rante. Se trata de contradicciones flagrantes37. conducir pacíficamente la vuelta a la democracia.
El día 4 de septiembre de 1986,la Asamblea de la Civilidad,
El argumento histórico de una «segunda independencia na- t¡rrc reunía a los partidos opositores y movimientos pro demo-
el 11 de septiembre estaba siendo dura-
cional» llevada a cabo r'rrcia, convocó a un acto nacional que terminó con más de 300
mente rebatido. La legitimidad del 11 de septiembre de 1973 tlctenidos en el centro de Santiago, con el paro de la locomoción
como €testa libe;tadóf?:y-.§áIv-ái1óia aé dilüíá. Inclüsó se recórdó r olcctiva y cierre de locales comerciales y con los ya esperados
que el mismo Allende había nombrado al general Pinochet como .¡ll:ruamientos y enfrentamientos en sectores populares de San-
35 Cauce núrn. 20, 28 de agosto al 3 de septiembre de 1984, p. 4.
, '8 Genaro Arriagada, 1984, «Once años en la Comandancia enJefe», Cauce,
36 El Mercurio, 1 de septiembre de 1984, p. A3. rurrrr. 20, p.21. E\ general Pinochet había sido nombrado por el presidente
37 Editoral «La razón de la fuerza», Cauce, n(tm. 20, 28 de agosto al 3 de \.rlv:rrltrr Allende comandante en jefe del Ejército e¡ 7973.
\') Apsi,8 a\21. de septiembre de 1986, Editoral «Septiembre 1986».
septiembre de 19U4.
31
Azun Candina Polomer El día interminable
30
Acercándose el día 1L, se anunció la formación de nuevos
tiago. La violencia de la jornada de protesta arrojó un saldo- de
grupos de apoyo al general Pinochet, la formación de un Frente
4 -,crtos, todos ellos báleados en confusos incidentes el día 4
prlr la noche.
Ór*.o de Muieres, integrado por 200 mujeres, y 1a Asociación
Nacional de Einpleados Municipales42, mientras Fabiola Letelier,
También el hallazgo en la localidad de Cartízal Bajo, en 1'986'
hermana y abogada en la causa del asesinado ex canciller, junto
dc armamento ingresádo clandestinamente al país por el Frente
un núrnero similar de mujeres de oposición se vestían de luto
Patriótico Manuel Rodríguez (nerran) motivó una baja en la mo- "cn los escalones de la Iglesia de la Divina Providencia, con un
vilización popular de las protestas contra el régimen, según al- letrero de letras negras que decía: «ÉIoy es 11 de septiembre»'
gunos op*iát.t, «sus efectos políticos se notaron más mani-
ñ.rtr-e.tte en la jornada del 4 de septiembre, que fue baja ["']
Ese mismo día, ei la semana, mientras el turop (Movimiento
De-
mocrático Popular) llamaba a protestar, dirigentes de la Demo-
4.ELCOMBATEPORLAHISTORIA,PRIMERAPARTE.LAPRIMAVERA
cracia Cristiana, por la radio, insistían en que la jornada era
de
DE LA REPARACIÓN. 1988-1990
*reflexión,,y que no debían hacerse manifestaciones callejerasr40.
pobres
r- Fue el momento en que la movilización callejera de los lrntre 1988 y 1990se produjo un fenómeno transicional complejo,
I ,rbrrror, de los estudiantes y de los grupos más a la izquierda
tlónde septíem6iá y'sü ,iI1;; Qüedaron directamente implicados.
fue directamente combatida por las cúpulas políticas opositoras.
Itúr I..n él-méffi-de ñ *-O¡ar póIíricas cleT plebiscito de 1988,
rbogrdo del movimiento de derechos humanos, entrevistado llamado para vorar por 1a continuidad del rÉgimen militar (al- ]
para esta investigación, oPina: rcrnativa sÍ) o por el rechazo a la continuidá y la realización (
,lc elecciones litres en diciembre de 1989 (alternativa No), el sí '
yo diría que lo que hay a partir de 1986 es la I'uelta de la política al
sc jugó por una defensa de la memoria positiva del régim-en,mt-
te- hablo
escenario politico de los chiienos y cuando hablo de 1a política' tirar,vó-#ounperf odudeptzl*oril-eny'llbtrtád,contrasta-do_con
á. l, políiica de las El afio 1984 yo llegué a Chile' o-el 1985
E!-rqGrencia al 11 de
que
elites.
me encontré con uno de los hijos de [Patrkio]'
r'l p.ñs.ffi§.
debe haber sido, ^muy
vinculado a los derechos humanos, le pregunté ','ptié-ñb;Fsq1óepe$stjgj}-\*s§!t*!!yy!!!e\"t!"de!eP:
i,-i, n6re l. I ;ü,
Áylwin que estaba #ffi¿Éñ;tiér";ii* efiitüio 41." E I m mo is
.árno .ri.b, el papá, y me contestó que el papá estaba muy' pero muy
r
"
deprimido, potqté,r.í" .rt, protesta, veía que la cosa no llegaba.a,nin-
"
,lir.u j*,á]üq"qt'tr.E1úUp?1¡¡i,3l,L¿r-t-Ne:-«I-;propaganda
go.r, p..r.. bt ,^n" 1986, Aylwin, que todos crcían que estabajubilado' .t"l *o .. ,l.gt", buáI, reconciliación y su crítica al ré-gimen
(.s scria v biá fundada»; en cambio, la del si «sólo puede ofrecer el
ír.t,rá a la presidencia del Partido yse comienzan a vislumbrar las salidas
negociadas a la crisis Política. lttts(ldo y sus traumasrraa.
' iriunfo del No en el plebrsc,ito- {-e 19BS fu9-¡9c9qg9!do
El
El día 9 de septiembre de !9}6,la ya convocada marcha del ¡,,,i él'go6ie.ro*mtlitat. §e iáá-lizaron elgcciojes l-ible-s -e-u=-1-989-,
gobierno se realiz^ó con gran éxito de público, especialmente de- ,¡,," diÉion-te-vietoriz-t1á-Cónóériáóión de P_artidos por la
I )crn<rcfaóia: tT1I-dé mafzi dé 1990, Patricio Aylwin. de la De-
Éido la respuesta de los sectores pinochetistas al atentado contra
" Asistieron todas las autoridades del país y persona-
el general. La Tercera, 11 de septiembre de 1987, p' 15'
't:t
lidídes de la televisión y el espectáculo adherentes al régimen .rr
Discurso presidencial en reunión del 3 de septiembre del comando por
militaral. .l Sí cn Las Condes, citado por El Merrurio,4 de septiembre de 1988' pp' A8
* Aptí,8 al 21 de septiembre de 1986' p' 7'
)4 oauce, 12 al 18 de septiembre de 1988, p. 15. La cursiva es nuestra.
a1 La Tercera, 10 de septiembre de 1986, p' 4
32 Azun Candina Polomer El día interminable 33
mocracia cristiana, asumió la presidencia de la República repre- cmpresarios partidarios del gobierno, donde se le entregó al ge-
sentando a la Concertación de Partidos por la Democracia' ncral la Medalla al Mérito, «Protector de la Nueva Institucio-
A q-ol1!n¡,1¿pi-ó--rr.,.. lSs- . qpgsitores a la dictadura §-e - p-repararon nalidad»so.
para organrzar sus actos ág-conlnemor?ció¡r:* t-:fHIU.qS Pueden detectarse en la prensa y en las declaraciones de los -l
tg9[. potfticos de izquierda y centroizquierda manltestaron su políticos de derecha el surgimiento de dos nuevos discursos: uno I
éspeiáñza en el Y de versiones sobre el legado político de los diecisiete años de gobierno militar: l
dc la histori, r..Fññ. Como ejemplo, citamos a Luis Guastavino, l)inochet era el forjador de la nueva democracia que se ponía I
conocido dirigente comunista, quien declaró en 1989 que, para cu marcha. Segundo, el de los «errores humanos» en el tema de f
el siguiente aáo, las Fuerzas Armadas y Carabineros desfilarían clcrechos humanos, los cuales había que comprender, perdonar i
en liomenaje a Salvador Allende en los actos por el 11 de sep- y olvidar.
tiembreas. El general Pinochet, entrevistado en La Moneda por los pe-
Asimismo, el día 11 de septiembre de 1989 se organizaron riodistas, declaró que «es cierto que no todo ha sido bueno, que
sc han cometido algunos errores, pero ello se debe a que somos
actos de conmemoración en el Patio 29 del Cementerio Nacional,
llumanosrsl.
en la Pláza Artesanos y en el Estadio Nacionala6' En el Te Deum
de Fiestas Patrias de ese año hubo un claro llamado de parte
del consejo de Pastores de chile a la reconciliación, dirigido
Recordando para olvidar meior
principalmente a quienes ostentarían cargos públicos en el futuro
gobiernoaT.
" Los sectores pinochetistas iniciaron la deGnsa de sus valores
lll funeral de Salvadol Allende en 19-90-hajo la presidencia de Pa-
rricroTylñiñl márcó-a nuestro criterio -dé á¡ gt* acto final de la
y su memoria, ahora representados más por los partidos políticos ya deteiiorada unf-ü-a!,{q qFósiiorei- centro, de centro-
yez
áe derecha que por xts frentes ciudadanos, rechazando .ofla rzquiéida, de izquierda y de los grupos ligados al movimiento
más a la UnidadPopulai y exaltando a Pinochet como símbolo dc derechos humanos en los temas que hasta ese momento habían
de éxito. En septiembre de 1989, poco antes de la entrega del t-racterizado al 11: criticar a la dictadura, pedir justicia por las
poder, las celebraciones del pinochetismo cambiaron algo' Por violaciones a los derechos humanos y terminar con la división
primera vez, el almuerzo ofrecido por el Rotary Club al- pre- tlc la sociedad chilena. Por primera vez, el acto proscriPto se rea=
,id.rrt. Pinochet fue «con morivo de Fiestas Patrias y las Glorias liz¡ría con todos los honores.
del Ejército», y no por el 11 de septiembre. El día 4 de septiém'baett1990, los restos de Salvador Allende
PLro no trt to. Pitto.het declaró allí que el gobierno «ha cum- fircron trasladados del Cementerio Santa Inés de Valparaíso al
l
plido en forma amplia lo establecido en el acta firmada el 11 ( lcmenterio General de Santiago. Los funerales fueron multi-
t; be septiembre de 1973148. El día 7 de septiembre se. realizó un trrdinarios y convocaron al conjunto de las fuerzas políticas de
tl
Homcnaje a los Caídos en el atentado del Cajón del Maipo de l;r (loncertación y de [a izquierda no concertacionista. Parala ma-
19U6, coá una misaae. El día 9 de septiembre hubo un homenaje yoría, el funeral de Allende fue -eon é1, se
-tln -reto-simbólico:
a Pinochet en el Teatro Municipal de Santiago, convocado por ;cchazffa:viffin de los co4fligtos y se valoró
r r n a iritéñáónaii&{rcro;, a¡aily. Aunqu e ori ginal mente
a5 El. Mercurio, 12 deseptiembre de 1989, p. C9'
a6 El Mercurio, 12 de septiembre de 1989, p. C9. stt El Mercurio, 10 de septiembre de 1989, p. C4.
ai El Mercurio, 18 de septiembre de 1989, portada' st El Mercurio, 11 de septiembre de 1989, p. C3.
a8 ElMeru,rrio, T de septiembre de 1989, p. C1'
ae El Mercurio, B de septiembre de 1989, p. 41.
" J.L. Acevedo, «Sentido de un funeral», La Época,5 de septiembre de
lr)()0, p. 5.
Azun Candina Polomer El día interminable 35
trario, todos los días están atacando a alguien, hay senadores o diputados
había realizado el funeral y entierro oficial del fallecido presidente
que no paran de estar acusando a las instituciones armadas@.
Salvador Allende. Flasta allí, entonces, parecían llegar los gestos
y actos del oficialismo frente a esos'difíciles temas político-so-
.irl.t. El candidato del oficialismo, Eduardo Frei R., declaró no Las Fuerzas Armadas, siguiendo la postura del senador vi-
estar preocupado por el 11 de septiembre, sino por el 11 de di- talicio, por primera vez desde el inicio de la democracia no ha-
ciembre, fecha de las elecciones- «Más bien debe ser un día de blaron de la «celebración» del 11 sino de una conmemoración
recuerdo, de reflexión. Es un día que evidentemente divide a privada. El nuevo comandante en jefe del Ejército, teniente ge-
la sociedad chilena», opinó, agregando que: «los jóvenes nunca neral Ricardo Izurieta, señaló que la institución no celebraría
me plantean lo que pasó en Chile hace veinte -años, sino que cl 1 1, sino que sólo haúa rna misa de conmemoración, sin prensa:
ellos hablan del futuró, de lo que vamos a hacer»57. Cabe agregar «creo que no tiene nada de malo porque misas hay todos los
que desde el año siguiente, ya presidente de la República, Eduardo clías y en todas partes»61.
Frei no pasó ni un 11 de septiembre en Santiago Pero ni el mismo general Pinochet tenía gran fe en que las
La tendencia gubernamental a distanciarse de esa «fecha triste» c¡uerellas y problemas terminaran. Entrevistado extensamente el
llegó a su máximá expresión en 1998, con la votación parlamen- rnismo día 11, declaró, a propósito del día de la Unidad Nacional:
trrí, qr. aprobó el fin del 11 de septiembre como feriado nacional
y la instauración del primer lunes del mes de septiemhre como f
rue positivo para todos. Porque lo que interesaba ahora era terminar
bi, d. la Unidad Nácional. La presencia del general Pinochet tlc una vez por todas con ese tema, pero no crea que con esto van
en el Senado jugó claramente a favor de la iniciativa5E' :r r:ambiar demasiado. iYa va a ver la fie§ta que habrá ese día|62
Pinochet [...] tomó la iniciativa, se acercó a Zaldivar [senador por la Aunque su liderazgo político paulatinamente fue aceptando
y aceptó la fórmula propuesta por éste con.al-
Democracia'Cristiana]-[áerogación ('ntrar en el juego de «borrar el 11», la derecha chilena mantuvo
gunas modificaciones en 1.999 del día 11 y _denominación
('n parte su deGnsa de la Gcha. Salvo el repliegue del Ejército,
áel día de la «Unidad Nacional» para el nuevo feriadof . Siendo el «dueño
del 11», pudo Pinochet convencer a la oposición, así como a sus colegas rro se advierte un cambio significativo en el tipo de conmemo-
ex militaresse. r;rciones durante el año 1998. En 1999, con Pinochet preso en
l.rrrrdres, se realizó un acto privado organizado por la Corporación
El senador vitalicio Pinochet llegó incluso a declarar, en en- I I de Septiembre, grupo de simpatizantes del gobierno militar,
trevista a Radio Cooperativa, que ellos habían hecho ya un gesto t'rr cl Teatro Oriente de Providencia63.Habíavarias personas en
de reconciliación, y que la izquierda debía hacer lo propio: l;r urtrada, con prendedores de la antigua moneda de diez pesos
,¡rrc llevaba la leyenda «11 de septiembre», y otros prendedores
ya hicimos nosotros el gesto, borramos el 11 y lo dejamos para l9s primeros ,,,n la figura de Pinochet y la leyenda «la patria está primero».
tlías de septiembre, p..o .llor no han hecho ningún gesto. Todo lo con- Al¡¡unos manifestantes salieron gritando consignas contra Ricardo
Lr¡1«rs y el socialismo, y también dando gracias a Pinochet, «ahora
57 El Merrurio, 2 de septiembre de 1,993, p. C3.
trr;is clue nunca». Algunos subieron a una camioneta que se di-
58 El gcncral Pinochet dejó su cargo de la Comandancia en Jefe del Ejército
y asumió como senador vitalicio en marzo de 1998, amparado en la carta cons-
titucional de 1980.
'' J¡lMercurio,4 de septiembre de 1998, p. C3.Lacursiva es nuestra.
se Edgardo Boeninger, senador, artículo editorial en El Metcurio, 1 de sep- "t I)l Mercurio,6 de septiembre de 1998, p. C3.
") Iil Mercurio,6 de septiembre de 1998, p. D6.
tiembre de 1998, p. A2. La cursiva es nuestra. con los colegas ex militares
se refiere a los senadores desigrrados por el gobierno anterior, uno de los enclavcs
*,, prrdimos ingresar al recinto por ser sólo para quienes tenían invi-
,,,,,:,:
autoritarios más discutidos de la Carta Constitucional de 1980'
Azun Candina Polomer El día interminable 39
vindicara la memoria de nuestros caídos que no se ajustara a lo es- lento de la década», reavivando la tradición del «septiembre rojo»
trictarnente establecido por las autoridades. Autoridades que desvergon- venida de los años ochenta6T. Se destacaba la presencia de los
zada y permanentemente olvidan que este pueblo al que reprimen
es «encapuchados» (manifestantes de rostro embozado). Presentes
q,r.,'.rp.ranzado en los cambios sociales que se realizarían-tras la desde las protestas de los años ochenta en las calles de Santiago,
"l
tt.g.a, de un colorido arcoiris, los legitimaron con sus votos en el poder en los últimos años han tenido un papel protagónico en las in-
y {u. hoy, con justa raz6n, ,exige que se respete su innegable derecho formaciones de prensa sobre «la violencia del 11». Se registró la
a homenajear a sus muertos65. aparición del rrn (Frente de Estudiantes Revolucionarios), ori-
ginario del ex Pedagógico, el raER (Frente Amplio de Estudiantes
Más que un cambio en un panorama antes calmo y «recon- Revolucionarios), el Motor Rebelde y el Colectivo Marginal de
ciliado», la sorpresiva detención de Augusto Pinochet en Londres' la Ljniversidad de Humanismo Cristiano6s.
el 16 de octutre de 1998, acentuó las posturas que se estaban En las manifestaciones de repudio al 11 de septiembre de 7973
fijando durante los siete años anteriores. El gobierno decidió apo- realizadas los días 4 y 11, de septiembre de 1999, la crítica a lo
yár l, portura de la derecha y los sectores militares, quienes, -en que siempre se había criticado dictadura, las desapariciones
ío-bi" de la soberanía nacional, desconocieron la legitimidad y las muertes de la dictadura--la y las consignas contra la Mesa
de los tribunales ingleses y españoles pata juzgar a Pinochet' Las ile Diálogo fueron claras. Juitio y no Negociación es lo que piden
organízaciones de derechos humanos, la izquierda no concerta- los familiares. También se gritaron consignas en recuerdo de los
ciJnista, movimientos étnicos y populares, el Partido Humanista nluertos: André Jarlan, Jécar Neghmeu'y Salvador Allende. Un
y las federaciones universitarias celebraron la detención con en- t'lcmento interesante fue la presencia de un grupo juvenil anar-
tusiasmo. quista en la marcha. Con una bandera rojinegra, chaquetas de
Casi el mismo alineamiento se mantuvo ante la formación ('uero negro y cabellos pintados de colores, acompañaron la mar-
de una Mesa de Diálogo entre militares y representantes d9l mo- clra y repartieron sus propios panfletos. Los volantes entregados
vimiento de derechot h,r*rt ot e intelectuales, con el objetivo por el Colectivo fueron panfletos contra el Servicio Militar. Pe-
de que los militares entre,garan información sobre el paradero de t¡rrcños y numerosos grupos de manifestantes con sus banderas,
¡rcndones y volantes se reunieron en el bandejón central de La
66.
detenidos desaparecidos
El2 de septiembre de \999, una protesta en la lJniversidad Alrrneda, para dirigirse a calle Agustinas, antes de avanztr al ce-
Ancrs arrojó un saldo lamentable: un carabinero sufrió quema- nrcnterio. Entre las organizaciones presentes estaban: Partido Co-
rrrrrrrista, Movimiento Patriótico Manuel Rodríguez, Partido So-
duras en sus manos y en su rostro provocadas por una bomba
t rrrlista y Partido Alternativa Socialista, portando imágenes del
molotov lanzada desde las ventanas de la universidad. La prensa
t llrc Guevara, banderas chilenas con la imagen del presidente
publicó informaciones que citaban supuestas fuentes de inteli-
gcr.ia policial, bajo titulires como «Temen septiembre más vio- Allcnde y claveles rojos. La candidatura presidencial de Gladys
M;rrín, del rc, estaba muy presente en la propaganda y los pan-
r's lrrti>rrrr¿tivo a-ro», núm. 54, septiembre,1998, p' 2' llt'tos circulantes.
("' lttr¡rulsacla por el ministro de Defensa Edmundo Pérez Yoma' la Mesa
fuc duranrctrtc criticacla por la aroo, el Partido Comunista y otras organizaciones "/ Ln Terrcra,4 de septiembre de 1999, portada.
Sinembargo,lasdiscusionesresucitadasporladetencióndelge-
que su- caso
neral Pinoihet han continuado, con alcances mayores
in-telectual por CONCLUSIONES
¡"Ji.iA. fg*!¡9t se ha intensificado :l -dt!q::
i, irt.rpi.ir;6n Ae mS-ne@rirOS. sociales y.económicos
A casi treinta años del golpe de Estado de 1,973, y a más de un
J¿'r¿;atü;¿s tiéintl ánó-l-en'--ta pren,s-a esc-riqa y audiov-isual' En decenio de recuperación de la democracia, el 11 de sept-iembre si-
¿LAIS-A mes de septiém6rá ie 7999' se lanzaron en Chile
pu-
que ver con gue siendo tn dies irae de l1¡ggigd3d chilgn.a--El 11 de septiembre
blicaciones que de una u otra manera tienen
esa
pre- c:s'lfléóñlque,?e§áé-Iá memoria, convulsiona uno de los valores
lucha, dondé el término memoria ha estado especialmente
rnás caros del juego político chileno y de su imagen de país: la
sente.
Unidad Nacional, laPaz, la ConvivenciaPacífi.ca, que al parecer
Los documentos que mayor impacto provocaron fueron
las
flégar por el general detenido involucran una nación donde la diversidad, la intolerancia y las
dos «cartas a los chilenos, héchas
el gol- «'t¡nfrontaciones son inaceptables.
en Londres. La primera de ellas, reivindicando plenamente
prorlgcó la reacción Las instalaciones de las distintas memorias del 11 de septieql-
pe de Estado y iitt ningún tono conciliatorio, rrc', cadá'üriá e páftif"dd'sü§"piópios-ái§üméntos, se han dirigido
á; ;" grupo áe historiádores chilenos, quienes publicaro.rt'EJ Ma-
I
-los .r cse objetivo: acabar con el disenso, acabar con imágenes diversas
H istoriadores,-gg§-9"9. §§gqi-dg p",f
nifiesto de "" ¡1l1gqt*9, .q' ilcl país-real y el país-futuro. El 11 se convirtió en una fecha
liurnÁtpg¡sl"t,"agiet;-ói1"i-etit"4o1Y-PoI-ulaenrendida
l)rrra poner en el tapete público y cotidiano temas como la Unidad
r.ró"étt, ."ñ-srgllaq -*'Lh)ttoriador Gonzalo Vial' El día 9 Nlcional, la Reconciliación, laJusticia y los Derechos Humanos,
com-
de septiembre de 1lgg, liáitorial LoM lanzó un volumen .r ¡rrrtir de 1o ocurrido en 1,973. Pero ninguna de las instalaciones
pilanáo ambos manifiestos, la respuesta del grupo de historiadores
l)irrc)ce ser la vencedora.
.hil..rot a Vial y otros textos de comentario'
.- - Este manifiésto tuvo como
puntos centrales denunciar el cuasi
,, ;;;;"ii; de los medios indrmativos por «algunos secto¡es de
lnver- El duelo pendiente
. la ,o.i.drd nacional», tendentes a «manipulal y.':"-."dar
Llp,iUrica sobre el último medio siglo de la historia de Chile,
i,i ,l oɡ.to de justificar determinados hechos' magnificat ciertos lrl ll
cs ulld-n_dS-d-g_e-19 ng ?§?-b4d"_g.El fin del duelo, entendido
i rcsrrliados v ácallar otrosl casi siempre con el afán de legitimar nr r ( orno el olvido de los hechos pasados sino como el momento
{ ;i;; quc dihcilmenre es legitimable y tornar verdadero u objetivo ' il (luL'se.superan los sentimientos, de odio, agresión y euforia
' iü". tro lo es, o es sólo l-a autoimagen de algunos grupos» (Sa- y ,,t ;rccpti ta exñt¿nóiá d.l Otto para perdonar y convivir en
l^ruyOrez,1999:7).Detalmanera,techazalasinterpretaciones 1,,r7, n() ha llegado al conjunto de la sociedad chilena (Capponi,
lr)()()). Al duro 11 de septiembrc de 197j, donde una de las en-
qt..ir.rrrtcriben la crisis desatada el 11 de septiembre de 7973
ai período 1964_1973 (los gobiernos demócrara-cristiano
y de la trrvrstldus dijo que «había sentido ganas de no ser chilena», se
social' lr,rrr srrrnlrdo capas de frustraciones, de momentos en que se es-
Urri¿r¿ Popular), ,tb.ryr,áo Ia existencia de un conflicto
político y económico dé largo plazo en la superación de una so- cl fin de la injusticia y de la mentira, y que terminaron
I'r'r.rl):r
ii.¿ra dlsigual y en las iniciativas reaccionarias a esos cambios, I rr nu('v()s fracasos. Incluso, frente a la detención de Pinochet
y queriendá así unir esa crisis a una memoria social y popular ¡ rr lorrrlrt's, otra entrevistada manifestó que esa alegría «no al-
Azun Candina Polomer El día interminable
44
sabilidades por el pasado y pedir perdón, como condición para veintiocho años de diferencia, «tanto en Chile como en Estados
la «rcconciliación». lJnidos, el terror descendió desde el cielo para destruir símbolos
l
La confrontación de sentidos, instalada y reforzada a lo largo de la identidad nacional», como escribió Ariel Dorfman en ese
dc los años, volvió a manifestarse en las calles, con marchas y momento.
actos contrapuestos. Historia que parecía destinada a repetirse al Es posible ver a los dos acontecimientos como casualidades
año siguiente, en el que la marcha al cementerio fue adelantada y coincidencias de procesos no relacionados entre sí. Pero el grado
un par de días, con los habituales enfrentamientos y represión de interconexión en el mundo no permite tomarlo de esta ma-
policial. El grado en que en la sociedad chilena se habían instalado nera. -Estados lJnidos estuvo involucrado en el derrocamiento
las versiones contrapuestas de la fecha puede verse en la manera del gobierno constitucional chileno en I 973. Y las experiencias
en que el diario La Tercera definía las opciones en la encuesta e imágeñás de los desapareéidos'látiloamericanos y los peregri-
que presentaba en su edición en Internet del 10 de septiembre najes en búsqueda de alguna noticia se repitieron en las calles
de 2001. Las opciones y «resultados» eran:
de Nueva York. Si en Chile la coincidencia de Gchas fue ex-
plícitamente tratada en los medios, inclusive con humor, las re-
flexiones en Estados Unidos no hicieron ninguna reGrencia al
áQué razones existen para reponer el 11 de septiembre como
golpe chileno.-El 11 de sgptiembre se convertía en una «fecha
feriado, como plantean algunos sectores?
propia¡¡ -de- los Estados -IJnidos.
La pregunta abierta hacia el futuro es cómo y paraquién estos
' Debe celebrarse, ya que es una fecha histórica que recuerda dos acontecimientos quedarán vinculados entre sí o estarán ais-
el día que Chile se liberó del yugo marxista. 24,2 pot 100- lados uno del otro en las conmemoraciones del futuro. Dada la
. Debe ser feriado y conmemorarse como unajornada de luto ce¡¡tralidadde-l,os Estados "lJnidos, en la gecpolítiqa internacional
para los chilenos. 19,5 por 100. y ,la¡ fuerza5 chiletas (in"qluye-qd.o ¿l p¡_opio gobierno) que im-
. No debe ser feriado. Esa fecha desune a los chilenos y con- pulsan un «olvido,r o mirada hacia el futuro antes que hacia el
memorarla sólo sirve para provocar muerte y destrucción. pasado,_posr_b l_eq1é¡ gg-la éónmemórr¿idn ¿hiléna Quedáiá eii ma-
56,3 por 100. nos de la generació-ñ deTos lüg tüni n éxpériénóias péisonáles
cn é§é prlme¡o- it á. i.p;ñ,nbi. ae iqi6.Y, cüándo ellos
Como en años anteriores, pero esta vez adelantándose un par no é§tén-é1para llevar adelante sus disputas por el senrido, la fecha
de días a la fecha para conmemorarla durante el fin de semana, seguramente pasará, lenta pero inexorablemente, al archivo de
hubo marchas y hubo represión en las calles de Santiago y de la historia del pasado.
otras ciudades. También hubo actos militares y la «cena de ca-
maradería» organizada por la Corporación 11 de septiembre- Pero
el día de I aniversario del golpe, el 11 de septiembre, estos sentidos
iban a verse trastocados. Mientras en medios de comunicación
como radio y televisión se preparaban o estaban en el aire pro-
gramas alusivos a la fecha, la conmoción de los atentados en Es-
tados Unidos interrumpió y obturó toda referencia al sentido de
la fecha para Chile. Otro acontecimiento ocupaba el centro de la
escena.
Las coincidencias están a la vista y fueron señaladas por ob-
servadores y analistas chilenos: un día martes por la mañana, con
244 Alessandra Carvalho y Ludmila da Silva Catela 6. LOS SENTIDOS DE LA CONMEMORACION
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a9a'lidádes en
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| dlversos actores sqcl;l.rse aDrooian de ellas
[ encuadran
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inserción en un proceso de larga duración, haciendo referencias
su papel
DIARIOS Y REVISTAS a los momentos iundrcionales Je la nación y declarando
en su continuidad. Ya las proclamas iniciales y la manera cómo
Folha de Siro Paulo, 1974. 1984, I q94, I 995 y 1997 '
el sentido
el acontecimiento es presentado a la población expresan
O Globo, 1974,1984,1994,1995 Y 1997 '
Este ev-errto'§'nLQnces'
que se pretende instalar, !a -vi¡iórytl"naclora'
O Dia, 1974,1984,1994,1995 Y 1997 '
Esndo de SáoPaulo, 1974,7984, 1994, 1995 y 1997 ' i".¡.talp- gU*plgrc
igt.rminación de conmemorarse' y es en ese
presente que se p.oyffiIpffiientido
de la
Veja, 1,97 4, 1984, 1994'
'acción (Ntra, 19^98; Rousso en Feld, 2000)' En los grandes acon-
Is¡o É, 1984,1994.
ela-
tecimientos, la temporalidad se comprime: pasado y presente
boran el libreto pára la r.-.-o"tión futura' Sin embargo' el
HOME PAGE éxito no está asegurado, y ese discurso con vocación fundacional
depen-
se irá revisando y resignificando en períodos siguientes'
http ://www. torturanuncamais-rj'org.br'
Elizabeth Jelin 247
Los sentidos de la conmemoración
diendo de la configuración de fuerzas políticas en los espacios dando en espacios más privados o familiares' o en
acciones de
de disputa que sc generan en distintas coyunturas económicas protesta que son reprimidas, silenciadas y-ocultadas noief 1e-
en Brasil' sólo retle¡adas
y políticas. gi-.rr, como lrs p.át.ttrt estudiantiles
Cuán público y amplio es su mensaje, o cuán cerrado a la án lo, informes iescatados en los archivos de la policía secreta'
interpretan esas fechas'
.orpora.ión militar y a lás cuarteles, depende de las circunstancias Víctimas y opositores, por su parte,
de maneras álf...rt"t. Sui canalés de expresión pueden estar
y d" 1, correlación á. fu".rrs políticas' En Chile, la convocatoria
muy cerrados al principio, pero poco a poco' con mayol o
á" lo, militares para la conmemoración de los primeros 11 de Telor
los caminos para llevar sus actuaclones
septiembre era participativa, dirigi da a la población ofreciendo repiesión, encontrarán
un.sprcio de festejo yde fiesta. En lJruguay, Ia conmemoración ,i'.rpr.lo público. La performatividad expresiva j""91 un papella
central en esta etapa, convirtiéndose en señal o guiño
para
,r.ro, festiva peio igualmente orientada a la participación' mujer
"r, .árrt.,-r..ion de identificaciones colectivas: a ninguna se
En Argentina, por el contrario, la conmemoración era mucho o por.Ir a un
más cárada, ,á1.-r. y austera, dirigida de manera prioritaria la puede reprimir solamente por usar ropa negra
protesta y en-señal' como
a la propia institución militar, para fortalecer su unidad (nunca ..á."i.ti", y hacerlo se convierte en
bien^lograda) y su espíritu de cuerpo' F'n Brasil, la conmemo- ocurrió en Santiago durante los priméros años de la dictadura'
ración iguió áo, .^..il.r: el interno a las Fuerzas Armadas, re- TambiénhubounaactividadConmemorativasignificativaenlas
que reper-
plegadas iobre sí mismas, y el énfasis en el «milagro económico» comunidades de exiliados en otros países' actividad
cutió en el propio país. Y con el tiémpo, estas fuerzas sociales
.orio de la memoria social, alejando así los componentes au- de manera
"j. comenzaron a ocupar el escenario público' a veces
toritarios del discurso público masivo' en Chile)' otras ela-
Con la transición y el repliegue de las fuerzas armadas' el .árrni.,iva con la derecha y el podei(como
fe-
por otros actores qué borrrdo su propia ritualidad áot'-t-ot'tiva (inclusive con
lusarffi;a'"e "cupado chas alternativas, como en Uruguay)'
dñ; l' fb¿h'1é"f13"' ;üi di&renrqi"v cónrr+iüestói siempre
Llegamos entonces a otra constante en esta historia
comparada
iA q"éA;, l"t "nntriái"ii .tpr.io institucional propio pata rca- derechos
y comp"a.tida: el protagonismo del movimiento social de
firmar sus identidades y su auto-justificación' ír;;;, | .l prp.l sécundario que rienen los partidos políticos
El caso paraguayo es diferente en este punto' El grado de per- gtt"á" democrático en las conmemoraciones' Cla-
sonalización dei poder es extremo, y la figura de Stroessner.en-
v .iltápit
ramente,nosonactorescentralesenlaelaboracióndememo-
carnando el podár combina todas las formas de conmemoración: rias sociales o en el intento de dejar ulegados»' Son
más b.ien
desde lo sole-ne de los saludos protocolares hasta la fiesta
po-
los actores sociales en el movimiento de derechos
pular. La institucionalidad, en este caso' es muy baja' Más quc -organizados
l. fot-^ de protestas populares'.hete-
hr*rro, o dispersos .ñ
.orr-.-orrciones encaradas a través de canales institucionales rogéneas y diversas- quienes intentan presentar memorias al-
ligados al poder, se condensa la acción en el homenaje a la en- ;;r?;;r;t', irt a. los militatts, reclamando por una versión-del
cínación áel poder. La fecha privada y personal del cumpleaños pasado que rescate y denuncie.la represión y el sufrimiento' Son
se transforma en fecha pública y política. No hay institucioncs itto, ,"áUi¿n quieáe, demandan justicia y protestan por la.im-
del Estado, hay un hombre todopoderoso a quien adorar' de un sentido alternarivo al mrhtar
punidad. La insialación societal
Así como los triunfadores de los golpes instalan una memoril i, prodr.to de esta acción, y depende de la persistencia e in-
o opaque la con-
en el propio acontecimiento, también las controvcrsias sobre
los se
sistencia de estos agentes que se mantenga
sentidts áel pasado se inician con el acontecimiento conflictivtr memoración con este sentido alternativo'
mismo. Sólo que esas otras versiones y sentidos pueden estar §; podría decir, entonces, que mientras que los militares su con-
reprimidas, .ensu.rdat y prohibidas durante mucho tiempo, qttc- arr.rrtrn con los recursos institucionales para mantener
Los sentidos de la conmemoración 249
necesariamente abierta sL refiere a las visiones y a la participacióh en sí un gesto político. La mclnoria del pasado, en ese caso, está ligada a la
de las cohortes más jóvenes, que no han vivido personalmentc confront¡ción cntrc pr()ycctos políticos orientados hacia el ftlturo'
los eventos que son conmemorados. Hay ocasiones en que los
El¡zabeth Jel¡n
ZSO REFEHENCIAS BIBLIOGRÁFICAS