Reseña de lectura

DURKHEIM, Emile: “Definición del fenómeno religioso y de la religión” y “Conclusiones”

En Las formas elementales de la vida religiosa, México, Dialogo, 1995.
Miguel Naistat

Durkheim intenta hacernos comprender el origen de un hecho social particular,

el “hecho religioso”. Donde este se manifiesta es en la religión, que considera un
fenómeno consustancial al ser humano: “la religión consiste en creencias y en prácticas
relativas a cosas sagradas”, entonces existe una dimensión “sagrada” y otra “profana”.
Este es un fenómeno universal inherente a la condición humana.
Para nuestro autor la religión estructura la sociedad, esto es, que el hombre
necesita tener presente una realidad absoluta o sagrada en la cual basar su identidad
personal y colectiva. A partir de esto se propone estudiar la religión más primitiva más
simple que se conoce para entender la “naturaleza religiosa” del hombre. Lo hace
desde una perspectiva evolutiva, tomada tanto de Spencer como de Comte, pero
reforzada en este caso por Giller y Strehlow.
Entonces, establece que todo hombre tiene religión, y que si bien la religiones
evolucionan, sus funciones quedan intactas y agrega: “todas la religiones responden a
las mismas necesidades, desempeñan el mismo papel, dependen de las mismas
causas.” Lo que permanece o sea lo eterno y por ende también lo humano es lo que le
da el sentido de función social a la religión.
Estudiará el totemismo australiano como “una forma elemental de la vida
religiosa” ya que si “decimos de un sistema religioso que es el más primitivo que nos es
dado observar cuando cumple las dos condiciones siguientes: en primer lugar, es
preciso que se encuentre en sociedades cuya organización no sea superada por
ninguna otra en simplicidad; es preciso, además, que sea posible explicarlo sin que
intervenga ningún elemento recibido de una religión anterior […]. Las religiones
primitivas no sólo permiten separar los elementos constitutivos de la religión; tienen
también la gran ventaja de facilitar su explicación». Acá pretende encontrar los
primeras representaciones que el hombre se ha hecho se sí mismo, como cosas
sociales estas son producto del pensamiento colectivo.
Los elementos religiosos se clasifican en dos categorías fundamentales: en las
creencias y en los ritos, ahora toda creencia (simple o compleja) distingue entre
“profano y sagrado”. En el caso de las tribus australianas las considera primitivas y
homogéneas, los aspectos de esto último son: 1) los cuadros de la organización
constituidos por dos patrias que comenzaron por ser dicotomicas y; 2) la estructura
social basada en clanes, siendo el clan una reunión de individuos que llevan el mismo
nombre y que reúnen alrededor del mismo signo emblema. En el clan “los individuos
que lo componen se consideran unidos por un vinculo de parentesco” y además, “la
relación esta dada con determinadas cosas materiales con las cuales creen tener
relaciones muy particulares, llamadas tótem”
Para Durkheim, tres categorías se reconocen como sagradas: 1) el problema
totémico; 2 la planta o animal cuyo aspecto reproduce el emblema y; 3 los miembros
del clan. El emblema totémico o tótem es como el blasón del grupo, impreso de
muchas maneras y en muchos objetos. Esta representaciones despiertan como el
mismo tótem sentimientos religiosos y en su mayoría son plantas y animales, las cuales
más de la veces se prohíbe injerir. Finalmente, Durkheim siguiendo a Spencer y a
Gillen ve y establece que en la construcción de los mitos, como estos hombres
establecen también una relación de parentesco con su tótem.
Así, la religión es un fenómeno intensamente ligado a lo social. Las sociedades
al adorar al tótem se adoran a sí mismas y crean religiones en los momentos donde
se pone de manifiesto la suprema intensidad de la vida colectiva esta misma. Toda
sociedad implica de esta manera una “autoridad moral” de esta sobre el individuo, esta
autoridad se ejerce a través del “respeto” y no de la “coacción”. Este respeto es la
fuente de lo sagrado y explica el fenómeno de la religión.